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MUERTA
APELLIDOS Y NOMBRES:
GRADO Y SECCIÓN:
V “A”
CURSO:
COMUNICACIÓN
DOCENTE:
De repente siento el suelo desvanecerse, cierro los ojos por inercia y una ráfaga de viento
golpea mi rostro. Cuando vuelvo abrirlos, ya no tenía el mar enfrente de mí, en su vez, veía
lo que parecía ser la sombra de una cuidad. Los edificios estaban destrozados, las calles
estaban muertas y el cielo estaba teñido de gris. Veía a grupos personas pasar, pero todos
tenían un aspecto enfermizo, con la ropa demacrada; no eran personas vivientes, eran
sobrevivientes.
Me miré a mí misma y me di cuenta de que había adquirido la misma imagen que ellos.
No entendía nada... ¿Dónde estaba? ¿Por qué todo estaba destruido?
Empecé a caminar, sin saber a dónde dirigirme. Las personas no me prestaban atención,
cada uno se veía metido en sus problemas. Por las calles había carpas, me imaginé que
era donde todos dormían; pude visualizar a lo lejos dos personas peleándose por lo que
parecía ser una lata de algún alimento. Todo el panorama era de desdicha.
De repente, el suelo comienza a temblar, la gente empezó a correr despavorida; los
edificios se derrumbaban, humo negro empezó a llenar la atmósfera. Mi instinto me llevo a
huir también a la dirección que todos se iban. Corrí con todas mis fuerzas, no medí el
tiempo, no mire atrás. Cuando al fin me detuve, sentía que me faltaba el aire, y traté de
calmarme. Cuando por fin pude volver a respirar con normalidad, entre en conciencia a mi
alrededor. Familias enteras llorando, personas paralizadas, jóvenes melancólicos; todos
mirando directamente a lo que un día fue su hogar; cual ahora era solo ruinas, lo habían
perdido todo. Y ahora solo era una cuidad muerta.
Mientras observaba aquel cruel final, su voz melodiosa resonó en mi cabeza, recitando las
siguientes palabras: Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá
pestilencias, y hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todas estas cosas son solo
el principio de dolores.
Me analizó, buscando algo familiar en mi rostro. Al no encontrarlo dió un paso atrás y todo
su cuerpo se tensó, adquiriendo una postura defensiva.
Ella me mire detenidamente, seguro estaba pensando si puede confiar en mí, y creo que al
final se convence porque me ofrece una sonrisa
- Me llamo Ashley, puedes venir con nosotros, pero no nos causes problemas.
Ashley y yo íbamos al frente del resto, un poco más adelante que todos, supuse que era mi
oportunidad de sacarme todas las dudas.
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno.
- Entiendo tu dolor, pero ¿Por qué se dan por vencidos?, busquemos un lugar,
habitémoslo,hay que volver a crear vida.
- ¿Y en dónde? ¿Aquí? ¿Sobre las ruinas??. Se sincera contigo misma, no hay salida
– me repitió ashley
Pensé detenidamente, a mi alredor habia solo una cuidad en ruinas que había visto hace
minutos atrás. Tenía razon, aquí no habia salida; pero podría haber otros lugares.
¿Residos nucleares? ¿Petróleo?. Sabia a que se refería, pero de una forma no entendía.
Ashley debio ver la confución plasmada en mi rostro; que suspira con cansacio y empieza
a caminar.
- Vamos a buscar latas de comida y mantas, para llevarles al resto; después iremos a
buscar un lugar nuevo para vivir – dijo para todo el grupo – y en el camino te contaré
lo que le pasó a este mundo destruido – dijo, acercándose a mí.
Estuvimos como una hora entre escombros y logramos rescatar algunas latas de comida,
pero el resto de cosas estaban completamente destruidas. Ya al volver con el resto del
pueblo, empezamos a caminar en busca de un refugio. Yo iba a la par de ashley,
esperando pacientemente que empezara hablar.
- Al mismo tiempo, los glaciares se derritieron; haciendo que la mayoria de costas del
mundo desaparecieran. Se empezaron a dar grandes terremotos, huracánes y
tsunamis. Para ese momento muchos paises “pequeños” ya habian quedado en
ruinas. Y la “cereza del pastel” se hizo a cargo de los lideres mundiales. Cualquiera
diría que la situación ayudaría que se unieran. Pero el caso fue al contrario, fue
tanta la ambición que hasta en la destrucción querían mantener su poder político,
económico y social. Lo que empezó grandes discusiones. Lo que concluyó en una III
guerra mundial, pero como principal arma las bombas nuclerares. Antes de que el
mundo entero perdiera cualquier comunicación satelital. Se declaró que el 70% de la
tierra se habia vuelto inevitable por la radiacción.
Asi fue que en vez de grandes cuidades o paises, ahora somos pequeñas
comunidades que tratan de sobrevivir en lo queda.
Llevamos horas caminado, todos se sentian cansados; y muchos ya no podían seguir. Fue
en ese momento cuando un sonido extraño empezó a llegar a nuestros oídos. Visualizé a
varias personas desaparecer, el alredor se llenó en llamas, y de repente todo debajo de
empezó a desvanecerse. Por un momento sentí que estaba flotando en el vacío; pero
podía visualizar como todo lo visto iba desapareciendo.
Volví a sentir la arena bajo mis pies,volvía a estar en aquella divina playa. Mientras que el
mundo moría y todo se volvía oscuro; como en el principio.
- ¿Así acabó todo? – le pregunté cuando sentí su divinidad detrás mio. Los ojos se
me llenaron de lagrimas, el pecho me dolía. Era verdad, todo fue verdad. No quise
creer; nadie quiso creer, pero ahora lo tenía frente mío.
- Se sabía que aquel día o de aquella hora, pero nadie sabría, ni siquiera los ángeles
en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre; todo fue advertido.