Nehemías era el copero del rey Artajerjes de

Persia. Su familia era originalmente de

Jerusalén. Algunos de sus familiares habían
regresado a vivir allá. Un día Nehemías
escuchó que Jerusalén estaba en ruinas: sus
muros se encontraban derribados, las puertas,
quemadas, y la gente que vivía allí estaba en
problemas. Nehemías se sentía muy triste, y
oró a Dios. Admitió que su pueblo había hecho
lo malo, y le pidió a Dios que los perdonara y
los ayudara. Por eso Dios le dio a Nehemías la
valentía para ir a ver al rey.
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–¿Por qué estás tan triste? –le preguntó

el rey Artajerjes a Nehemías. Nehemías
le contó lo que pasaba con Jerusalén.
Luego le pidió al rey un gran favor:
–¿Puedo ir a Jerusalén? ¿Puedo que-
darme lo suficiente como para reparar
los muros y las puertas? ¿Podría también
darme algo de madera de sus bosques?
El rey Artajerjes estuvo de acuerdo.
Entonces Nehemías le agradeció a Dios
por su ayuda y partió rumbo a Jerusalén.
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Cuando Nehemías llegó era de noche.

Caminó alrededor de la ciudad y vio que
las cosas estaban aún peores de lo que
había escuchado. Finalmente habló con la
gente que vivía allí y le dijo: –Este será un
gran trabajo. Sin embargo, con la ayuda
de Dios, podremos reconstruir los muros.
Dios me ayudó a venir; ¡ahora nos ayudará
a volver a edificar nuestra ciudad!

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 La gente trabajaba en grupos familiares.
Primero repararon las puertas. Arreglaron
la Puerta de las Ovejas, la Puerta del Pez
y la Puerta Antigua. Después, la Puerta
del Valle, la Puerta del Estiércol y todas
las otras puertas. Luego comenzaron a
trabajar en los muros.

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Al principio sus enemigos se burlaban de

ellos y se reían. –Si un zorro pone un pie
en ese muro ¡caerá a tierra! Pero, cuando
los muros estaban más y más altos, sus
enemigos sintieron miedo y se prepararon
para atacarlos. Nehemías y el pueblo no
se rindieron. Pusieron hombres con lanzas
junto a los trabajadores. Algunos de ellos,
incluso, trabajaban en el muro ¡con una
herramienta en una mano y una espada en
la otra! ¡Estaban preparados para
cualquier cosa!
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Finalmente, el muro quedó terminado.

Como la gente trabajó muy duro solo
tardaron ¡cincuenta y dos días! Todos se
sentían seguros y felices. Esdras, como
sacerdote, leyó la ley de Dios al pueblo.
La gente prometió que jamás olvidaría su
ley otra vez. Entonces todos se pararon
sobre los muros y cantaron alabanzas a
Dios, en agradecimiento por cuidarlos a
ellos y a la ciudad.

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1. ¿Cómo servía Nehemías al rey de Persia? 6. ¿Por qué los israelitas trabajaban en los muros con
a. Era el copero. herramientas y espadas?
b. Era el panadero. a. Porque sus enemigos estaban preparándose para
c. Era el mayordomo. atacarlos.
d. Era el fabricante de candeleros. b. Pensaron que era una buena idea.
c. Porque querían asegurarse de que nadie perdiera
2. ¿Qué había sucedido en Jerusalén? el tiempo.
a. Sus muros y puertas estaban destruidos y d. Porque estaban manteniéndose alerta frente a los
quemados. animales salvajes.
b. Los enemigos atacaron la ciudad.
c. Un tornado la había destruido.
d. Un nuevo rey estaba al mando. 7. ¿Qué hizo Esdras, como sacerdote, cuando
terminaron las reparaciones?
3. ¿Qué favor le pidió Nehemías al rey de Persia? a. Leyó la ley de Dios a todo el pueblo.
a. Le pidió que le diera maderas para reparar b. Preparó una fiesta para los trabajadores.
Jerusalén. c. Sacrificó a un toro para Dios.
b. Le pidió que le diera dinero para hacer un viaje. d. Se tomó unas largas vacaciones.
c. Le pidió que le diera a su hija para casarse con ella.
d. Le pidió que le diera otro trabajo. 8. ¿Qué hizo el pueblo cuando terminaron las
reparaciones?
4. ¿Qué le dijo Nehemías al pueblo después de ver a. Se paró sobre los muros y cantó a Dios.
Jerusalén en ruinas? b. Se mudó a otra ciudad.
a. “Podemos reconstruir estos muros con la ayuda c. Volvió a sus casas para descansar por un rato.
de Dios”. d. Volvió a sus formas malvadas de vivir.
b. “¿Cómo pudieron dejar que esto le sucediera a
nuestra ciudad?” 9. La iglesia de Ana visita un hogar de ancianos, un
c. “No podemos reparar esta ciudad. Es muy difícil”. sábado al mes, para ayudarles. Esta semana la
d. “No puedo hacerlo. Háganlo ustedes solos”. invitaron a ella a ir a la playa. ¿Qué debería hacer?
a. Ir a la playa después de ir al hogar de ancianos.
5. ¿Qué fue lo primero que reparó el pueblo? b. No ir al hogar de ancianos.
a. Las puertas. c. No ir a ningún lugar.
b. Los muros. d. No ir jamás a la playa.
c. El templo.
d. Los restaurantes. 10. ¿Qué aprendemos de esta historia?
a. Que el pueblo de Dios aún peca y Dios aún los
perdona si se arrepienten.
b. Que los zorros pueden hacer que un muro se
caiga.
c. Que Dios no siempre perdona a la gente, incluso
cuando le piden perdón.
d. Que las espadas pueden ser útiles cuando estás
construyendo algo.