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Instituto bíblico pentecostal nueva vida

Alumno: Rember Antonio Valladares Portillo


Maestro: Pastor Ricardo Mendoza
Materia: liderazgo Espiritual II
Tarea: Bosquejo del libro de Nehemias
Tema: “Levanta primero tu animo y despues el Muro” (Neh 4.1-6)

I. Introducción

En la historia se identifican personas que hicieron cosas asombrosas,


consideradas maravillas para el mundo: por ejemplo, los jardines colgantes de Babilonia,
atribuidos a Nabucodonosor; la gran muralla China, las pirámides de Egipto, entre otras. Si
comparamos estas construcciones con la reconstrucción de los muros de Jerusalén,
lógicamente estas maravillas para el hombre son inmensamente superiores, pero,
preguntémonos, ¿cuántas de estas fueron para glorificar a Dios? ¿Cuántas de estas fueron
hechas por un amor real al prójimo y para llevar fruto a Dios en toda buena obra? Por el
trasfondo cultural y espiritual de los que las construyeron, sabemos que ninguna. He ahí la
diferencia con la obra hecha por Dios por medio de sus siervos.

I.1 Historia de los muros en ruina

Los caldeos al mando de Nabucodonosor destruyen los muros, los palacios y el templo y
deportaron a Judá en el año 586 a.C. Después de setenta años, un remanente de hombres
regresa a Judá; con mucha oposición reconstruyeron el templo. No pudieron reconstruir los
muros ni otros lugares de importancia por la misma oposición. Ochenta años más tarde,
cuando Esdras viajó a Jerusalén, los muros continuaban sin reconstruir. Trece años más
tarde, cuando se dio la noticia de aflicción de los que moraban en Judá, el muro aún
continuaba en deterioro. Se podría asegurar que el muro estuvo destruido no menos de 163
años.

Muchas dificultades una solicitud para reconstrucción de la muralla de una ciudad que
había sido conquistada y cuyos moradores pertenecían al pueblo conquistado, en muchos
momentos se veía como un intento de sublevación; esto hacia que la persona solicitante
corriera el riesgo de ser ejecutada y el pueblo duramente castigado. De los cuales existían 4
tipos de enemigos:

a) Los enemigos externos de Israel. Judá estaba rodeado de enemigos que por décadas
evitaron que los judíos tuvieran cualquier tipo de protección que los librara de su
opresión.
b) Enemigos internos. Algunos judíos que alcanzaron grandes riquezas y por la forma
nociva de conseguirlas les convenía que el pueblo continuara en la miseria.
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c) Pobreza de la mayoría de los habitantes de Judá. La opresión de los enemigos


externos y la explotación de los judíos poderosos hizo que los judíos escasamente
pudieran sobrevivir. Esta situación dificultaría un trabajo continuo.
d) Materiales de construcción. Uno de los materiales más difícil de conseguir era la
madera. Por ello los reyes tenían personas encargadas de guardar los bosques y
protegerlos; se conocen historias de personas que fueron ejecutadas por cortar un
árbol.

II. Desarrollo

Nehemías ya tenía el permiso y apoyo del rey. Nehemías puso delante de Dios su deseo,
aquí vería literalmente cómo Dios lo respaldaba en la peligrosa petición de restaurar los
muros; no pudiendo ocultar su tristeza delante del rey, el monarca le pregunta la razón de
su estado, por lo que el siervo de Dios teme. No era de menos, esta era una mala señal para
el monarca, pues le indicaba mínimo dos cosas: (1) que sus súbditos no estaban contentos
con él, indicando así que no estaba gobernado bien (2) que algo peligroso podía estar
pasando. No olvidemos que muchos de los reyes fueron muertos con comidas envenenadas,
como también no debemos olvidar que la petición que Nehemías tenía en mente le podía
costar la vida.

Nehemías expone sus motivos, el rey le pregunta sobre su petición- Nehemías en lo íntimo
de su corazón habla con Dios y luego hace su pedido. Dios opera en el rey y éste da buen
curso al proyecto y le apoya autorizando al guarda del bosque suministrar la madera
necesaria para el muro, para las puertas del palacio y para la casa donde moraría Nehemías.
También le da cartas reales de respaldo y lo envía con guardia real. Nehemías nos da el
ejemplo de la necesidad de continuar orando, por ello cuando alcanza su objetivo le da todo
el crédito a Dios y no a los hombres. Neh. 2:1-9

Aunque los enemigos se disgustaron porque Nehemías procurara el bien, éste no se


desanimó y al llegar, sin contar a nadie su plan, examinó el lamentable estado de la ciudad
de Jerusalén, reunió a los líderes y contó toda la historia de cómo Dios lo había estado
respaldando. Nehemías no da crédito de sus logros, sino a la mano del Señor sobre él. Neh.
2:11-18 Aunque los líderes entre los enemigos externos de Judá, como Sambalat horonita,
gobernador de Samaria, Tobías el siervo amonita y Gesem el árabe, hacían escarnio a
Nehemías y el pueblo que decidió trabajar, la población animada por Dios, en forma
organizada se esparce por todo el muro como hormigas a edificar dinámicamente. La
disposición, el orden, y la perseverancia fue tanto del querer como del hacer con el que
Dios operó en su pueblo para edificar. Neh. 2:19-3:32
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III. Conclusión:

Para asombro de todos, especialmente para los enemigos, la obra fue terminada en apenas
52 días. El miedo y la humillación de los enemigos al ver la obra, les obligó a reconocer
que: "Por Dios había sido hecha esta obra" Desde ese día los judíos pudieron gozar de
mayor tranquilidad. Neh. 6:15-16

Un día Dios hizo nacer en Nehemías el deseo de reconstruir el muro, ahora veía la meta
cumplida. La dedicación del muro era un reconocimiento de la propiedad de Dios, y que
solo porque Él de principio a fin operó en todo sentido la obra, estaba terminada. La
dedicación era la forma de dar la gloria a Dios. Para ello se dividieron en dos grupos, los
cuales irían en sentido contrario por encima del muro alabando a Dios hasta llegar al
templo donde ofrecieron grandes sacrificios. Dios trajo ese día una inmensa alegría a cada
miembro de las familias. Neh. 12:27-43

Algunas aplicaciones para nuestros tiempos en la iglesia

a) La oración que es conforme a la voluntad de Dios, el Señor la escucha, y sin duda se


obtendrá lo que se pide. 1 Jn. 5:14-15; Jn. 14:13-14
b) Aquel que es perseverante en lo que es cierto, aunque todo sea adverso, Dios se
encargará de hacerlo vencedor. Muchas cosas buenas las hemos perdido porque
desistimos ante los primeros obstáculos. 1 Co. 15:58
c) Toda obra excelente siempre será motivo de envidia, pero al final de la gloria es para
Dios. Ecl. 4:4; Mt. 5:6
d) Todo el que desee hacer lo que glorie a Dios sufrirá persecución. 2 Ti. 3:12
e) Las personas que se levantan contra la obra de Dios siempre terminarán avergonzadas.
f) Aunque si Dios no cuida la ciudad, en vano vigilan los centinelas, es lícito usar medidas
físicas de seguridad, pues son medios que Dios usa para proteger.
g) Así como Nehemías fue perseverante hasta el fin en la edificación de los muros, todo
aquel que es verdadero cristiano persevera en las cosas que son buenas y desiste de las
que envilecen su vida.

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