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ANTE EL 18 DE JULIO

Se cumple un nuevo aniversario del insigne Alzamiento de 1936, que puso en marcha
una verdadera Cruzada para rescatar primero y reconstruir después a la amada nación
española. Cabrían muchos modos de rendirle homenaje a esta fecha y a sus
protagonistas. Dadas las circunstancias hemos elegido recordar el caso ejemplar de
Fray Anselmo Polanco, Obispo de Teruel; uno de los trece obispos mártires asesinados
vilmente por el marxismo. Su cadáver fue quemado y arrojado a un barranco con
propósitos ultrajantes. Sirvan de modelos las figuras de estos genuinos príncipes de la
Iglesia, cuando la misma, hoy, está invadida, vilipendiada y gobernada, desde los más
altos estrados, por sujetos inmorales y ruines, enemigos declarados de la Fe Católica.

¡Arriba España!

¡Viva Cristo Rey!

Fueron trece contigo,como en la Última Cena.

Se sabe que a ninguno los doblegó la pena.

En Jaén, Orihuela, Barbastro o Tarragona,

en Lérida, Sigüenza, Guadix o Barcelona

cabalgaron la muerte con alegre corcel,

las riendas de tu gozo cabestreaban Teruel.

Pues allí donde el Reyno de Aragón se gloriara

no era justo que el diablo a España derrotara.

No era justo, decías, abandonar el risco

cuando el lobo se encuentra tan cerca del aprisco.

Y como buen pastor te quedaste en la guardia,

tu mano alzaba el cáliz; tu mano era vanguardia.


Prisionero doliente te querían los rojos,

sin saber que el martirio ilumina los ojos

si se elevan buscando más allá de las rejas

las almenas del cielo con palomas bermejas.

Muy cerca del barranco, cayó tu cuerpo al lazo

partido por la fuerza del odio y del trallazo.

El fuego te rocía y un féretro te labra,

las llamas se rendían al oír tu palabra.

Comenzaba febrero del año treinta y nueve,

la victoria se asoma en su carro de nieve.

Habrá flores tempranas muy cerca del barranco.

Reíran primaveras porque se acerca Franco.

ANTONIO CAPONNETTO

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