Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
cia fundamental está en el signo de los Aquí tenemos un caso de mala es-
parámetros; al usar tres conceptos de pro- pecificación de un modelo económico para
ducto: nacional, moderno y manufacturero. un Perú heterodoxo. Y de buena especifi-
cación para el sector manufacturero; iróni-
Producto Nacional camente se puede decir que se ha creído
que el Perú es Lima; y Lima, la avenida
PB = 3716- .809 * MA D-W =.37 Argentina.
(14.1) ( -2.4) Considero que el modelo hetero-
doxo es excelente para el sector más indus-
LM= 936 + .330 * PB D-W =.29
(10.6) (10.2) trializado de la economía peruana, donde
un incremento del salario real eleva el nivel
MA= LM*WR del producto manufacturero. Pero el Perú
es algo más que la industria, y el gran pro-
Log. de M.V. =-182 blema es que quizá la industria al crecer no
arrastra al resto de sectores tras de sí, sino
Producto Moderno que crece a costa de la reducción de los
otros sectores.
PB = 3580- 1.50 * MA D-W- .53 Para ponerlo más crudamente,
(7.9) (-2.0) cuando Lima crece, las provincias empobre-
LM = 5 26 + .570 * PB D-W =.55 cen; el problema regional vuelve al primer
(5.3) (13.9) plano, y la historia del Perú republicano
nos muestra cómo las regiones han ido per-
MA= LM *WR diendo fuerza frente a una Lima . que no
Log. de M.V. = -179 cesa de extraer recursos del interior para
satisfacer su vanidad de Capital de la Repú-
Producto Manufacturero blica.
La propuesta es, entonces, si tene-
PB = 492 + .460 *MA D-W =.28 mos dentro del país un iDtercambio des-
(8.9) (5.3) igual, debemos quebrarlo, quebrando Lima.
Donde el discurso post-15:eynesiano de redis-
LM = 635 + 1.79 * PB D-W = .19 tribución de capitalistas a trabajadores, sea
(3.1) (6.4) uno de limeños a provincianos. Y dar paso
MA= LM*WR a un Perú donde la política económicª'· sea
Log. de M. V. = -173
hecha por cholos, y el país deje de estar de
espectador de líos de blancos.
Para todos los casos los test T vali- Parid Matuk
dan los estimados como diferentes de cero;
el logaritmo de máxima verosimilitud vali-
da el sistema de ecuaciones, aunque los Alfonso W. Quiroz. "La deuda defraudada.
Durbin-Watson arrojan clara autocorrela- Consolidación de 1850 y dominio económi-
ción para todos los casos. Asimismo, no se co en el Perú". Instituto Nacional de Cul-
han evaluado problemas de heterocedastici- tura. Lima, 1987. 220 pp.
dad, porque este problema no aparece
usualmente en análisis con series de tiempo. Alfonso Quiroz ha escrito un sólido
Las conclusiones que se obtienen de libro cuyos dos principales méritos, en mi
esta estimación son claras. La relación en- opinión, son la originalidad temática y hi
tre salario real y producto nacional o entre novedad documental que ofrece en sus pá-
salario real y producto moderno es definiti- ginas. En relaCión a lo primero, no obstan-
vamente inversa, pero entre salario real y te haber sido el tardío siglo XIX materia de
producto manufacturero es directa. Aun- diversos trabajos históricos como los de
que la relación entre producto y empleo Shane Hunt, Heraclio- Bonilla, Jonathan
es directa en los tres casos. Levin, Paul G<:otemberg, la problemática
156 RESEÑAS DE LIBROS
de la deuda interna peruana no había sido tural, esto es, de una suerte de fatalidad,
todavía objeto de un estudio específico con de inevitabilidad en el curso de los aconte-
la profundidad con que el autor ha recons- cimientos. En efecto, cuando Quiroz
truido los mecanismos que le dieron origen, revisa la situación de la economía peruana
ni tampoco de sus implicancias sobre la es- antes de 1850, encuentra tendencias que
tructura social y económica de la época. marcarán en forma inexorable el compor-
El "laberinto" de la deuda interna peruana tamiento de los actores involucrados en la
de 1850, con la secuela de escándalos y consolidación de la deuda interna de algu-
malversaciones que concitó la liberal utili- nas décadas más tarde. Ni el capítulo 3
zación del crédito público, la identidad de dedicado a identificar a los beneficiados,
los verdaderos beneficiados con dicha me- ni los capítulos 6 y 7 orientados a recons-
dida y el destino que los capitales así habi- truir casos paradigmáticos de hacendados,
dos tuvieron, constituyen la trama central rentistas y grandes comerciantes, han podi-
del argumento del libro. Pero es.ta recons- do disipar esa impresión primera. Proba-
trucción ha sido realizada recurriendo a un blemente este hecho obedezca a la propia
abundante material empírico de primera arquitectura del libro que, al hacer que un
mano que -y éste es el segundo mérito des- gran mural de estructuras presida en la ex-
tacable del libro- resulta verdaderamente posición al comportamiento social de los
impresionante. Quiroz no se ha conforma- actores, induce a pensar que estos últimos
do con evidencias secundarias para cons- están siendo como accionados por invisibles
truir su argumentación sino que, dando hilos históricos que escapan a su voluntad e
muestras de un verdadero conocimiento del incluso a su propio discernimiento.
oficio del historiador, ha hurgado papeles ¿Era inevitable que la deuda fuera
y documentos de archivos y biblioteca no defraudada, que los vales de consolidación
sólo limitándose a su mera transcripción se concentrarán en pocas manos, que fue-
sino haciendo una verdadera selección y ran los grandes comerciantes lime:ños y
compulsa de la información proveniente de extranjeros los principales beneficiados,
diversas fuentes. Con ello ha demostrado que el Estado fuera fácil presa y botín de
que sí era posible estudiar el siglo XIX a esos grupos? Para Quiroz la respuesta pare-
partir de documentos que se encuentran ce ser afirmativa.
en el país y no tan solo con la información 2. El papel del Estado y, más espe-
que albergan los archivos europeos. cíficamente, el de las políticas fiscales del
El efecto combinado de estas dos siglo XIX en el proceso de formación de un
características hacen del libro un trabajo sector capitalista. El autor niega que la
con una sólida base argumental que contie- consolidación haya cumplido ese papel co-
ne intuiciones originales y, en más de un mo algunos autores han sostenido. Muy
caso, bastante sugestivas. Sin embargo, por el contrario, fue -a su juicio- un ele-
estas últimas no siempre las hemos encon- mento clave para comprender el destino de
trado lo suficientemente desarrolladas a lo atraso económico del país, así como su
largo del texto y es precisamente sobre posterior estrecha dependencia del crédito
algunos de sus alcances teóricos que quisie- externo. Sin embargo, ¿qué tipo de Esta-
ra ahora reflexionar brevemente. Para ello do fue configurándose durante esos años?
deseo proponer tres temas que cortan trans- ¿Podemos hablar de la existencia de un
versalmente el libro y que, en mi opinión, Estado de tipo patrimonial en el que los
son los elementos que le otorgan la no sectores dominantes en el poder hacen uso
siempre visible cohesión de conjunto a su de los fondos fiscales como si fuera su ha-
exposición. cienda privada? Si aceptamos como válida
l. La relación entre la estructura la idea propuesta por Quiroz acerca de un
y los hombres, es decir, en términos filosó- sector capitalista que estaba emergiendo sin
ficos la relación entre la necesidad y la li- ayuda del Estado e incluso a pesar de él,
bertad. Para decirlo en forma directa, mi resulta pertinente preguntarse ¿qué usos al-
impresión general es que el texto está im- ternativos debieron darse a los fondos fisca-
pregnado de cierto determinismo estrnc- les para promover consistentemente el sur-
157
gimiente de dicho sector? ¿Acaso es da- tinción de unos sectores y la aparición de
ble pensar en la viabilidad de un sector con otros. Su estudio, por consiguiente, debe-
tales características en el siglo XIX sin incu- ría concitar la misma atención que, acerca
rrir en anacronismos históricos? ¿Era posi- de su configuración y duración, presta el
ble constituir un mercado interno integrado topógrafo de suelos a las diferentes capas
dadas las dislocadas características del espa- geológicas de la tierra.
cio nacional y del peculiar régimen de tra- En conclusión, si juzgamos la im-
bajo semiservil de la mano de obra local? portancia de un libro por las preguntas
Creo que todas éstas son cuestiones que, si que suscita debemos concluir que el libro
bien son sugeridas en el libro, no quedan de Alfonso Quiroz ha cumplido ~ cabali-
suficientemente desarrolladas. Quizás ha- dad su dificil cometido.
bría sido interesante que el autor hubiera
hecho un breve ejercicio de historia contra- Felipe Portocarrero S.
factual simulando preguntas acerca de qué
habría sucedido si, por ejemplo, el Estado
hubiera logrado ayudar a conformar una Julio Portocarrero. "Sindicalismo Peruano:
clase dominante más productiva y menos Primera Etapa, 1911-1930" (Lima: Edito-
rentista en el país. . . En suma, tratar de rial Gráfica Labor, 1987). Prólogo por
esclarecer lo que ocurrió proyectando la Alberto Flores Galindo.
luz de lo que pudo haber sucedido.
3. Acerca del proceso de forma- Las memorias de Julio Portocarre-
ción de las grandes fortunas en el Perú. ro, grabadas, transcritas y organizadas por
La tipología propuesta por Quiroz para ca- Rafael Tapia, constituyen un aporte fun-
racterizar las diferentes formas de acumula- damental a la historiografía de la clase tra-
ción de capital por parte de los sectores do- bajadora peruana. Nacido en 1898, obrero
minantes locales me parece básicamente co- textil en Vitarte desde los 13 aí'ios, Porto-
rrecta. Del mismo modo, resulta también carrero integraba la primera generación de
acertado ligar el enriquecimiento originado obreros propiamente indust:.-iales del Perú.
por la consolidación de la deuda interna a Por su cultura y formación, sin embargo,
las actividades que como comerciantes, don Julio compartía los valores e ideas de
prestamistas y especuladores tuvieron di- los artesanos anarquistas que impulsaron
chos sectores previa o paralelamente a la las primeras luchas obreras en el país: hom-
implementación de tal medida. Pero ¿qué bres como Delfín Lévano, Nicolás Gutarra,
ocurrip con Fernando Carrillo de Albornoz, Adalberto Fonkén y Carlos Barba. Como
Pedro Gonzales Candamo, Manuel Apari- éstos, Portocarrero siempre se esforzó en
cio, Pío Tristán, Domingo Elías, Ignacia pos de la unidad obrera, frente a los múlti-
Noboa después de la consolidación? O, para ples e inevitables divisionismos. Pero como
plantearlo de otra manera, ¿cuál fue el pe- moderno obrero industrial, su trayectoria
ríodo de vigencia de todos estos personajes tenía que ser distinta, sobre todo a partir
que formaban parte de los sectores domi- de los años 20. Así don Julio, después de
nantes locales? ¿Cuántos de ellos vieron desempeñar un papel importante en el mo-
esfumar sus fortunas con la Guerra del Pa- vimiento por la jornada de ocho horas, lle-
cífico? ¿Cuántos lograron sobrevivir y qué gó a rebasar las pautas trazadas por sus
transformaciones experimentaron sus patri- compañeros libertarios. Participó en la
monios? fundación del Partido Socialista de Mariáte-
Es justo reconocer que estas inte- gui en 192 8 y, luego, del Partido Comunis-
rrogantes escapan al marco cronológico en ta con Ravines en 1930. Fue delegado
el cual está inserto el libro. Sin embargo, peruano a la Internacional Sindical Roja en
me atrevo a sugerir la hipótesis que el pro- Moscú y la Conferencia Latinoamerican~ de
ceso de formación de las grandes fortunas Partidos Comunistas en Buenos Aires, y
en el Perú, es un proceso marcado por participó en las famosas polémicas entre
profundas discontinuidades, es decir, por Mariátegui y la Komintern. Fue también
quiebres históricos que presencian la ex- amigo del jovep Haya de la Torre, con
158 RESEÑAS DE LIBROS