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ESTADO DEL ARTE AVANZADO

La precariedad laboral y calidad de vida de los trabajadores en


Colombia: Caso Quala S.A

Ana María Ridsdale Ulloa

Universidad Externado de Colombia

Estudiante de Trabajo Social

30 de Enero del 2020


Tabla de contenido

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................2

1. ECONOMÍA Y DESARROLLO...........................................................................2

2. PODER ECONÓMICO........................................................................................5

3. PRECARIEDAD LABORAL.................................................................................8

4. TRABAJO INFORMAL......................................................................................15

4.1. Calidad de vida...........................................................................................15

4.2. Venta ambulante y trabajo informal...........................................................18

5. SITUACIÓN QUALA.........................................................................................21

5.1. Problemática dentro de Quala S.A.............................................................23

6. POSIBLE PROBLEMÁTICA.............................................................................27

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................27
INTRODUCCIÓN

1. Economía y desarrollo

Aproximadamente hace cincuenta años empezó el auge de una interesante


discusión sobre la manera de emprender el camino hacia el desarrollo y la
industrialización por parte de los países tercermundistas, caracterizados por tener
mano de obra en abundancia y con una productividad marginal baja e incluso
negativa, en dónde el debate se dio en torno de “la economía dual”, lo cual remite
a comprender un sector con los adelantos tecnológicos que requería mano de
obra calificada y un sector tradicional, atrasado y con limitaciones para producir
sus mercancías (Ramírez, M & Guevara, D. Pág. 96).

Para desarrollar este nuevo modelo económico, se hace una apuesta clave en la
migración del campo a la ciudad. Sosteniéndose en el argumento que ponía Marx
en el capital, en dónde se establece que esta población restante que llega a la
ciudad funcionaría como ejército de reserva para el capital, ya que no estarían en
función de labores agrícolas que se alejan del horizonte de desarrollo
socioeconómico, sino que su fuerza de trabajo estaría en función de lo
requerimientos de las grandes fábricas y del sector moderno de la economía.

Por tanto, la ciudad por si misma se convierte en un escenario de la construcción


del escalamiento social, desarrollo socio económico y el epicentro de la vida
moderna. Como lo afirman Ramírez y Guevara (2006), la ciudad se desarrolla
como uno de los renglones líderes capaces de absorber la avalancha migratoria y
generaría los ingresos suficientes para demandar los productos del sector rural y
los insumos y herramientas para inducir el desarrollo en el campo (p. 97). Claro
está que estos postulados nacen de una nueva escuela de la economía que le da
origen a una nueva etapa del desarrollo industrial y capitalista a nivel mundial,
pues:
Esta concepción teórica orienta buena parte del proceso de desarrollo que vivieron
los países en vías de industrialización a partir de la década de los cincuenta del
siglo XX y con muy pocas variantes tuvieron unos efectos similares especialmente
en la mayor parte del subcontinente conocido como América Latina. Hubo además
una corriente importante de pensamiento, cuya cabeza más visible fue la de
Prebish, que se pensaba la necesidad de fomentar un desarrollo endógeno y
enfocar los esfuerzos de la economía hacia la sustitución de importaciones como
una forma de encauzar estos países hacia la industrialización. (Ramírez, M &
Guevara, D. pág. 96)

Ahora bien, para el caso de Colombia, hay que entrar a analizar el contexto socio
político que trastoca estas apuestas económicas. Pues la migración del campo a
la ciudad no solo se da en aras de un nuevo sistema económico, sino que además
se da por l avance escalonado del conflicto armado interno. Esta situación es un
eje central para observar las diferentes formas de productividad, sino para
entender las dinámicas de poder que entran en juego: Centro- periferia, Estudios
avanzados vs. Educación básica, alianzas territoriales, capital público vs. Capital
privado, ilegalidad y legalidad, entre otras.

En esta vía, la construcción de región en la dinámica de centro- periferia en el


conflicto1 se ha consolidado por la interacción de las economías centrales de
algunas zonas del país donde la presencia del Estado es diferenciada. Al hablar
de desarrollo y economía es hablar también de región, ya que la producción de un
recurso primario, la entrada de ciertas empresas al territorio y las diferentes
dinámicas económicas, configuran la trama del país que se cruza con la trama
generada por el conflicto armado, que en definitiva también tiene fines económicos
y políticos sobre el territorio y la población.

1
Con esto se refiere a lo que de la Torre y Aramburo adelantan en su investigación donde proponen un nuevo
orden de centralidad y periferia según la presencia del conflicto armado. En esta regionalización los lugares
donde hay más conflicto son zonas menos conectadas y donde el Estado no ha llegado con todas sus
instituciones a funcionar por lo que se vuelve un lugar central en el conflicto y los puntos donde hay menos
presencia como en los centros urbanos más importantes se vuelven una periferia del conflicto. [ CITATION
Tor11 \l 3082 ]
Para finales de los años setenta y comienzos de los ochenta comenzaron a
notarse las falencias en la aplicación de estás directrices económicas del mundo
globalizado y neoliberal, a raíz de esta concepción teórica en el que se debía
apuntar a un desarrollo económico que fortaleciera la industria (de manera
diferenciada). Pues se evidenció, que el gran capital y el sector moderno de la
economía, no eran capaces de ocupar toda la mano de obra disponible
proveniente del campo, ya fuera por desplazamiento forzado o por migración en
búsqueda de oportunidades. (Ramírez, M ; Guevara, D. pág. 97) (De la torre,
Amburo. pág. 115)

El problema central según las lógica del capital, es que el trabajador común que
llegó a la ciudad ya no tenía funciones netamente manuales, sino que debían
desempeñar labores un poco más específicas, y para ello carecían de la formación
que demandaba la tecnología contemporánea. En consecuencia, se debía mitigar
la llegada de la población campesina y del ejército de reserva a las ciudades, ya
que no estarían en la posición deseada; a través de los programas de Desarrollo
Rural Integrado (DRI), el SENA y los programas de cualificación, se les pretende
dar los conocimientos básicos para el cumplimiento de ciertos empleos y
conseguir su fuerza de trabajo (aún más barata) por medio de las prácticas
laborales. Es decir, se empieza a impulsar una formación o educación básica o
técnica para el mercado laboral. (Ramírez, M & Guevara, D. pág. 97-98)

Claro está que, al constatar qué en la realidad, ni el SENA ni el DRI son las
soluciones precisas para erradicar los inconvenientes y dilemas que surgen a raíz
del nuevo modelo económico del mundo globalizado y neoliberal. En esa vía, ante
el afán de la población por conseguir empleo que le sirva para suplir sus
necesidades básicas, los grupos con poder político, económico e incluso armado
aprovechan para incrementar sus mercados y negocios de carácter ilegal e
informal. (TERMINAR Y CERRAR APARTADO)
2. Poder Económico

A raíz de lo anterior, es necesario analizar a De la Torre y Aramburo (2011),


quienes ponen a interactuar diferentes geografías del poder de los diferentes
grupos armados que buscan el control y el orden territorial que operan y
configuran las regiones con fines económicos. Existe un discurso hegemónico del
capitalismo que pone las fuerzas económicas e institucionales que se vierte sobre
una región. (Torre & Aramburo, 2011, pág. 187), en dónde tanto centro como
periferias desde las diferentes actividades económicas, satisfacen los interéses del
capital, pues vale recordar que tanto la informalidad como la ilegalidad son
funcionales a las dinámicas.

Para el caso colombiano, al reconocer el el conflicto armado se empieza también a


reconocer como este afecta de manera diferenciada los distintos espacios
socioeconómicos, es decir la interacción de la economía y el conflicto depende
mucho si el carácter del territorio es industrializado, si su asentamiento es de
infraestructura estratégica para u próposito específico o si es territorio campesino
(Torre & Aramburo, pág. 189). La diferencia de los proyectos regionales depende
a su vesz de los poderes políticos y económicos que en su mayoria han sido los
tradicionales, pues estos son los que propician que se desarrollen cierto tipo de
actividades económicas (tanto ilegales como legales, formales e informales) que
incrementen sus ganacias y sus interéses de clases.

Los vasos comunicantes entre la legalidad y la ilegalidad son muy estrechos


cuando se encuentran unas estructuras que alimentan sus actividades
económicas en lugares donde la acción del Estado se limita a hacer presencia
militar más no se ofrecen oportunidades laborales, educativas…etc., por lo que
cualquier actividad resulta ser una oportunidad para la población para salir
adelante y satisfacer las necesidad básicas [ CITATION Gar16 \l 3082 ]
La economía ilegal está ligada por la alianza con una clase política en la que
acuerdan para obtener beneficios de las actividades económicas que surgen de la
extracción de recursos naturales o la producción de drogas. Es interesante este
enlace que hacen entre el poder político y recursos que hacen las Juan Carlos
Garzón & María Victoria Llorente (2016), la Defensoría del Pueblo con un
panorama en el posconflicto y Jorge Giraldo Ramírez (2013) ya que enfatizan que
la presencia de un recurso no lleva conflicto en sí sino “la riqueza derivada de su
producción contribuye a la prolongación del conflicto por medio de la financiación
(parcial) de los actores presentes en su zona.” (Rettber, Ralf J., Carlo, & Juan
Diego, 2018, pág. 28)

(TERMINAR APARTADO CON RELACIÓN ENTRE INFORMALIDAD E


ILEGALIDAD EN LA CIUDAD)

3. Precariedad Laboral

Los cambios producidos en el mundo, que se consolidan a partir de la década de


los años ochenta, han traído unas formas nuevas de relacionarse, de valorar el
vínculo laboral, de lidiar con la incertidumbre reinante, de identificarse
temporariamente a una organización, de considerar la estabilidad laboral como un
tema del pasado y de conceptuar que el trabajo es un medio esencialmente para
la sobrevivencia, particularmente para aquellos que tienen menos nivel de
empleabilidad. La globalización ha traído la flexibilidad laboral y con ella la pérdida
de estabilidad laboral, y para muchos, la calidad del empleo. Este cambio en las
relaciones contractuales ha traído unas formas de interacción que inciden en la
vida diaria de las personas, en su concepción del trabajo y en su búsqueda
agobiante de construir un proyecto de vida respaldado en los ingresos que permite
el trabajo, cuando lo permite.

Básicamente en Colombia se cuenta con empresas temporales, cooperativas de


trabajo asociado, contratos por prestación de servicios y contratos fijos, que
buscan el fortalecimiento de las organizaciones. El aumento de estas modalidades
de contratación laboral y comercial se incrementa cada año, y se pactan tanto
para personal no calificado como para el calificado. Estudiar e investigar este tema
es hoy una necesidad sentida por los efectos que sobre las condiciones de vida
tienen estas formas de vinculación al trabajo y por las repercusiones en el
mediano y largo plazo para las mismas organizaciones, con relación a su propio
futuro en materia de las personas que se comprometen o no a constituirlas.

Según los estándares de la economía global, Colombia presenta una singularidad


respecto a dicho comportamiento típico, el cual reside en la gran masa de la
población civil que sobrevive con los ingresos del trabajo informal; Mientras el
gobierno nacional tiende a afirmar que está combatiendo el empleo de forma
exitosa ya que cada vez baja más la tasa del mismo y aumenta la de gente con
una ocupación, las cifras reales del PIB, PIB per cápita y del empleo formal,
demuestran que en la cotidianidad la gente tiende a encontrar una ocupación no
formal por medio del llamado “rebusque”, buscando dinero en empleos sin
garantías para el trabajador, por prestación de servicios, por emprendimiento
propio en la informalidad o simplemente trabajos precarios sin algún tipo de
contratación .

En el caso Colombiano, se evidencia entonces que no existe un verdadero


cumplimiento y seguimiento para la eficaz regulación de la normatividad dada por
la OIT y demás, que rige el empleo y defiende la calidad de vida laboral del
trabajador, demostrando así la tesis final que de la Garza y otros autores señalan
en el texto de “Los estudios laborales en américa latina: Orígenes, desarrollo y
perspectivas”, en el cual se esclarece que el trabajo no desaparece por diferentes
factores que responden a los cambios mundiales, sino que se transforma y cambia
su significado, siendo ahora un ámbito flexible que trasciende las barreras de la
fábrica y/o empresa; es decir , el trabajo no formal es una prolongación de los
alcances que tienen las empresas por reproducirse y tener ganancias, sin la
necesidad de cumplir con la obligaciones de se supone que tiene con cada
trabajador. El trabajador informal no es parte de la empresa ni del equipo, pero si
puede llegar a generar un porcentaje de ganancia a esta, en el momento que usa
su fuerza de trabajo y su tiempo para obtener el dinero de su subsistencia.

Según varias cifras, la mayoría de empleo en Colombia es informal, lo que


significa que no existen una estabilidad laboral, ingresos que aseguren una vida
digna y el buen vivir, sin protección social o dicho en otros términos, sin ninguna
garantía para quién trabaja, pues no hay una entidad que responda por esa
persona, a pesar de que actúe y reproduzca las lógicas del capital. Sumado a lo
anterior, el Estado social colombiano es débil al punto de que los desempleados y
trabajadores cesantes no cuentan con un ingreso mínimo que los proteja de caer
en la pobreza, así que está población se ve obligada a conseguir algún modo de
obtener ingresos con el fin de escasamente satisfacer sus necesidades básicas.

Si bien se sabe que la noción de trabajo y las dinámicas que esta encierra, han
tenido una fuerte transformación que no solo encierra al trabajo en el espacio-
tiempo de la industria, sino que también se traslada la el trabajo como un eje
central en la sociedad y pasa a un aparente nivel secundario, los fundamentos de
las políticas alrededor de ello se quedaron en los modelos productivos de hace
más de dos décadas, desconociendo la realidad de las condiciones actuales
respecto al área laboral. Pues a pesar de que exista una legislación que muestre
las ganancias de las luchas de los movimientos sindicales y obreros en épocas
anteriores, las políticas no dan cuenta de las problemáticas que subyacen detrás
de las cifras del desempleo o el incremento del trabajo informal, simplemente
ponen en práctica planes de emergencia para solventar o alterar el estado de esta
situación de manera momentánea. Se podría pensar entonces que la falta de
eficacia y trascendencia en las políticas responde a intereses que corren no solo a
favor del sector empresarial, sino que además favorecen a unas lógicas de
mercado mundial y de un sistema capitalista, neoliberal…etc.

El crecimiento del empleo informal, entendiéndolo más allá de un trabajo en las


calles y esquinas de las áreas metropolitanas, sino también como ese modo de
empleo basado en la subcontratación e incluso sin contrato laboral, debe localizar
la atención de la academia a analizar críticamente las condiciones que se dan
alrededor de este fenómeno y poder llegar al punto de materializar y dar un aporte
que incida en esa situación, pues si bien ya hay estudios sobre el tema, estos se
remiten a simplificar el asunto y limitarse a la descripción del trabajo informal, sin
llegar a pensarse realmente que ocurre en el trasfondo de ello y mucho menos en
pensar en posibles soluciones que puedan garantizar cierto tipo de bienestar.

Se necesita empezar a dilucidar las relaciones y componentes que subyacen en la


categoría de la informalidad laboral para comprender las redes que se gestan
alrededor de esta transformación del ámbito del trabajo, entendiendo que este no
es estático y se constituye como un fenómeno complejo en la medida de que se
transforma, se alimenta no solo con los cambios políticos, sino con los avances e
innovaciones que se den en la sociedad. Es entonces una tarea urgente de la
academia analizar críticamente estos hechos para poder arrojar la información
pertinente que permita la formulación de políticas que pretendan regular y
trastocar las realidades que viven los trabajadores, en especial los que sobreviven
de la informalidad laboral.
Ahora bien, según Alfredo Hualde Alfaro, investigador de la UNAM, hoy en día la
precariedad laboral es una condición estructural que atraviesa grandes
segmentos del mercado de trabajo, incluyendo aquellas ocupaciones que
teóricamente deberían tener mejores condiciones laborales por sus exigencias
intelectuales. Son también ocupaciones que muestran en su interior diferencias a
veces contrastantes (Hualde, pág5, 2011). De este modo podemos dividir la
precariedad laboral en cuatro módulos, la inestabilidad en el empleo, la
vulnerabilidad, los menores ingresos y la menor accesibilidad de la población
afectada a prestaciones y beneficios sociales. (ISTAS 2014).

Del mismo modo, la precarización de la actividad laboral que se viene dando en


Colombia, a partir de 1990 con el cambio de modelos económicos y que ejerció
su incidencia en la elaboración de normas de carácter laboral consignadas en el
Código Sustantivo del Trabajo y los decretos reglamentarios, viene causando
entre otras las siguientes consecuencias: un gran daño a la economía familiar, la
pauperización del trabajo estable y digno, la afectación directa en la salud física y
mental de las personas trabajadoras, cambios drásticos en las condiciones de
vida y empobrecimiento de más del 50% de la población potencialmente activa
que inexorablemente repercute en el modelo de crecimiento económico del país
que lo ata con mayor fuerza a su condición de subdesarrollo. (López, pág 34,
2013)

Es claro como esta problemática está presente dentro del sistema que tiene
Quala S.A en el área de ventas, Abraham Maslow puede explicar a partir de su
pirámide las consecuencias del trabajo en la vida personal de los trabajadores. Él
divide su pirámide según la lógica de que al poder solventar los factores de la
base se puede escalar a la punta de la pirámide, lo que representa una mejor
calidad de vida y bienestar social. Según las características que hemos podido
observar de las dinámicas de los vendedores de Quala S.A, ellos tan solo
estarían en la base de la pirámide, donde sólo puede solventar sus necesidades
fisiológicas, dejando a un lado, el resto de los cuatro escalafones.

Por fisiológicas, Maslow se refiere a la posibilidad de alimentarse, descansar,


tener vestimenta y un techo, seguridad de recursos, físicos y fisiológicos. Estos
factores están ligados a la capacidad laboral y monetaria de los individuos, donde
hay una relación entre el tiempo libre, las horas trabajadas y el sueldo recibido.
Es totalmente cuestionable la precariedad laboral en la que se encuentran estos
individuos, pues su esfuerzo, su tiempo y su trabajo no es covalente al sueldo y a
las garantías que reciben.

Tomado de: https://lyzaroo.com/piramide-maslow/

A partir de lo dicho anteriormente tomando a consideración el Estudio


Jurisprudencial Sobre el Derecho al Trabajo de los Vendedores Ambulantes en
Bogotá, es posible reconocer otro tipo de problemáticas que no radican en el
desarrollo personal del individuo como tal y su capacidad adquisitiva. Esta vez se
plantea un análisis de la seguridad del trabajador en las calles de la ciudad bajo
el contexto del espacio público. Vale la pena mencionar primeramente que “En
Colombia la economía informal es el reflejo de los altos niveles de desempleo, los
bajos ingresos de la población trabajadora y las condiciones cada vez más
precarias en que se inserta al mercado laboral, donde la mayor parte de los
trabajadores informales está desprotegida de los beneficios de la seguridad social
y en especial del Sistema de Riesgos Profesionales” (Palacios y Sierra, 2014,
p.574).

Bajo este argumento podemos considerar que al no haber oferta laboral las
alternativas de los trabajadores informales son casi nulas, como sucede con los
vendedores de Quala S.A. Aun así, también es necesario tomar en cuenta que en
Bogotá estas actividades no son legales. Por lo tanto, la estabilidad de sus
medios productivos dependen de la suerte que tengas al ser o no abatidos por la
fuerza pública. Pues como fue mencionado anteriormente, las autoridades
competentes pueden decomisar el material de trabajo.

Como se menciona dentro del Estudio Jurisprudencial, “Para este momento los
vendedores ambulantes se estigmatizan, haciendo que para las autoridades en
muchas de sus comunicaciones o incluso para los ciudadanos “quien utiliza el
espacio público no solamente desconoce la ley, sino que es un mal ciudadano”
(Parra, 2006, p.32). Esto quiere decir que no solo están propensos a entrar en
conflictos con la fuerza pública sino también con los ciudadanos del común.

Estos son conflictos a los que constantemente están expuestos los vendedores
de Quala S.A, en lo que, regresando al tema anterior, tampoco brinda una salud
mental o una estabilidad emocional que permita desarrollar el trabajo
plenamente, pues las preocupaciones de persecución siempre están presentes y
mucho más cuando no poseen ningún tipo de garantías ni protección.

4. TRABAJO INFORMAL
4.1. Calidad de vida
La calidad como concepto y como preocupación sistemática se popularizó a
mediados de la década de los sesentas, teniendo lugar en debates públicos en
torno al deterioro de la vida urbana. Como lo menciona María Gómez, psicóloga
de la Universidad de Salamanca, “La preocupación por las consecuencias de la
industrialización de la sociedad hacen surgir la necesidad de medir esta realidad
a través de datos objetivos, y desde las Ciencias Sociales se inicia el desarrollo
de los indicadores sociales, estadísticos que permiten medir datos y hechos
vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su
propia evolución siendo en un primer momento referencia de las condiciones
objetivas, de tipo económico y social, para en un segundo momento contemplar
elementos subjetivo” (Gómez 2015). Por lo tanto, es posible mencionar que de
esta forma, la calidad de vida no posee únicamente una connotación económica,
sino que tiene que ver también con desarrollo humano, el cual puede mejorar
independientemente de los recursos materiales. El bienestar psicosocial es un
componente fundamental de la calidad de vida, pues incluye factores como:
recreación, trabajo digno, reconocimiento, participación, afecto, conocimientos –
habilidades – hábitos y valores para la vida diaria, sentido de la vida versus vacío
existencial, experiencia mutua solidaria, etc. (Salas, 2013)

Como lo señala el equipo de economía del Espectador y MERCER, globalmente


la calidad de vida se lee y mide según ciertos aspectos, como son la recreación,
los medios de transporte, la salud, los bienes de consumo, la educación, la
calidad laboral, entre otros. Para el 2019 MERCER “incluyó un escalafón en el
que se mide a las ciudades en materia de seguridad personal. Para esto se tiene
en cuenta factores como la estabilidad interna de las ciudades, los niveles de
delincuencia, la aplicación de la ley, las relaciones con otros países y, la libertad
de prensa, entre otros.” (Espectador y MERCER, 2019).

Esto sitúa a las capitales latinoamericanas del puesto 78 al 202


aproximadamente entre un conteo de 323 ciudades, donde Bogotá ocupa la
posición 128, comparando así su calidad de vida a Manaos, Tailandia, Turquía y
Ciudad de México (Espectador y MERCER, 2019). Vale la pena mencionar como
"Varias ciudades de Centroamérica y Sudamérica continúan siendo atractivas
para los expatriados, gracias a sus entornos políticos relativamente estables, la
mejora de su infraestructura y un clima agradable. Sin embargo, muchos lugares
siguen siendo difíciles debido a las catástrofes naturales, como los huracanes
que suelen golpear a la región, así como la desigualdad económica local y los
elevados índices de delincuencia. Las compañías que ofrecen a sus trabajadores
asignaciones internacionales en estos lugares deben asegurarse de que las
asignaciones especiales por condiciones adversas reflejen los menores niveles
de calidad de vida”, explica Slagin Parakatil, investigador de Mercer. (Espectad0r,
2019)

Después de haber expuesto la situación tan compleja que viven los vendedores
de Quala S.A y la deficiencia de la política pública es importante resaltar que la
problemática no es un secreto y que es conocida abiertamente, aun así, el
problema continúa y no se han efectuado cambios que contribuyan a la solución
de la situación ni siquiera con el caso de los adulto mayores. Sen expresa que la
calidad de vida trasciende el factor económico de los individuos, pero esto no
quiere decir que no sea importante para un desarrollo pleno de los mismos.

Al mismo tiempo menciona, como la salud plena y la auto dignidad son factores
aún más importantes que la cantidad de dinero que se posee, pero obviamente
no dejan de ser factores independientes uno del otro, estos factores son
vulnerados dentro del contexto de los vendedores de Quala S.A, es más que
claro como estas personas explotan su cuerpo trabajando entre las peores
condiciones ambientales para conseguir un jornal que no equivale ni siquiera al
SMLV colombiano, estando excluido también de la oportunidad de tener un
seguro médico.
Del mismo modo, se expone un punto clave en la definición de Sen que comparte
con Marx y es la importancia del esparcimiento y el tiempo libre fuera del trabajo,
junto a capacidad de hacer el trabajo deseado y adecuado para cada individuo.
Sen se refiere tanto a los logros "como a cuáles eran las opciones entre las que
esa persona tuvo la oportunidad de elegir" (SEN,1.985) ", en lo que vale la pena
indagar acerca de las oportunidades de vida de los vendedores que los llevaron a
tomar este trabajo el cual está inserto en condiciones laborales nulas, pues como
mencioné antes, los líderes o reclutadores de los vendedores buscar a su
personal en las zonas más vulnerables de la ciudad, aprovechando también a su
favor la necesidad de ellos.

Edilberto Chavenato complementa a Sen indagando más en la calidad de vida


dentro de un contexto laboral, donde hay una relación más clara entre el
bienestar del individuo y su productividad en su sitio de trabajo. Pues así lo
menciona cuando se refiere a que “La calidad de vida en el trabajo reconcilia dos
posiciones antagónicas: de un lado, la reivindicación de los empleados en cuanto
al bienestar y la satisfacción en el trabajo; de otro, el interés de las empresas en
cuanto a los efectos sobre la producción y la productividad. “(Chiavenato, 1999
pág 30), él menciona también que “El desempeño del cargo y el clima
empresarial representan factores importantes en la determinación de la calidad
de vida en el trabajo.” (Chiavenato, 1999, pág 31).

Todo esto está relacionado también con la perspectiva que tienen los
empleadores sobre sus empleados, pues como menciona Chiavenato, los
empleados pueden ser entendidos como sujetos compuestos por una diversidad
de factores que trascienden sus capacidades para llevar a cabo sus labores
empresariales, pues cada uno tiene habilidades distintas, gustos, placeres,
problemas y conocimientos que no son tomados en cuenta dentro de su labor,
pero que si son entendidos y tomados en cuenta por el empleador puede ser un
arma clave para mejorar la vida de su empleado dentro de su empresa y a su vez
dentro de su productividad. (Chiavenato, 1999), a su vez complementa su
argumento mencionando como, el desempeño del cargo y el clima empresarial
representan factores importantes en la determinación de la calidad de vida en el
trabajo., (Chiavenato, 1999, pág 32).

De nuevo, lo propuesto por Sen y por Chiavenato no es para nada utilizado o


comprendido en el caso que estamos contemplando. Dentro de los vendedores y
su relación con su líder o la empresa cabecera Quala S.A no vemos la
importancia de brindarles a los trabajadores una calidad de vida o un bienestar
para ellos, ni para su familia o su desarrollo integral. Pues no se concibe la
posibilidad de brindarles mejores condiciones o al menos condiciones básicas
para que su rendimiento pueda llegar a ser mejor. Pues como preciso Pulzo
anteriormente estos individuos tenían jornales no mayores de 8 mil pesos por
jornadas de 8 am a 6 pm (Pulzo, 2015).

4.2. Venta ambulante y trabajo informal

Según la OIT el trabajo informal incluye todo trabajo remunerado que no está
registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como
también trabajo no remunerado llevado a cabo en una empresa generadora de
ingresos. Los trabajadores informales no cuentan con contratos de empleo
seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los
trabajadores. (OIT, 2019).

María Viviana Rubio Pabón del Observatorio Laboral de Venezuela complementa


afirmando que “La economía informal impacta negativamente el crecimiento a
través de diversos canales: i) disminuye los ingresos fiscales, disminuye la
posibilidad de proveer servicios de seguridad social (salud-pensión), ii) es un
obstáculo para el incremento de la productividad laboral y por lo tanto para la
competitividad internacional disminuyen los beneficios potenciales del comercio”
(Rubio, pág 28, 2014)

Dentro del contexto colombiano, como señala Juan Pablo Vaquero de la


Universidad el Rosario sobre el caso colombiano “La informalidad laboral en
Colombia, independiente del instrumento de medición, sigue siendo una
problemática muy importante, a pesar de las importantes reducciones en términos
de desempleo. En particular, El 47.2% de la población ocupada en las 13 ciudades
principales (incluyendo sus áreas metropolitanas, es informal, lo cual equivale a
cerca de cinco millones de trabajadores, esto de acuerdo a la definición PREALC
utilizada por el DANE” (Baquero, pág 5, 2018). De la misma forma señala que el
análisis a nivel sectorial revela diferencias importantes que se mantienen a nivel
regional. En particular, sectores como construcción, comercio, hoteles,
restaurantes, transporte y comunicaciones son sectores típicamente informales,
“en donde las tasas de informalidad oscilan entre 58,72% y 85,30%.” (Baquero,
pág 16, 2018).

Como fue mencionado anteriormente, el sector de ventas es el más propicio para


encontrarse en contextos informales, pues como lo menciona el DANE “Cerca de
un millón 200 mil personas devengan su sustento diario de las ventas callejeras”
(DANE ,2018). Por esa misma razón fue necesario que se implementara la norma
de “los lineamientos para la formulación, implementación y evaluación de una
política pública de los vendedores informales” (Arias, 2019), pues de esta forma
ellos podrían empezar a afiliarse al SISBEN y a algún régimen pensional,
protegiendo también su trabajo y brindando las mejores condiciones. Aun así,
mientras la aprobación de la norma, la situación de los vendedores ambulante se
claramente afectada.

Por consiguiente, es necesario traer a colación el debate de la Constitución


Política y el entre el derecho al trabajo y el espacio público, el cual está dice que
“La Constitución Política expresa con claridad que el trabajo es un derecho
fundamental y que, en todas sus modalidades, merece la especial protección del
Estado (artículo 25 C.P.), pero también señala que una de las bases de la
convivencia en el Estado colombiano es el predominio del interés general
(artículo 1º) y que es deber de las autoridades velar por la protección de la
integridad del espacio público y por su destinación al uso común, que prevalece
sobre el interés particular (artículo 82 C.P.)”

Es posible comprender la sensibilidad de este debate y las particularidades tan


delicadas que están implícitas. Pero, aun así, para velar por el bien de los
trabajadores informales es importante hacer una gestión de reubicación para
fortalecer y desarrollar el derecho al trabajo y prevenir situaciones como el
decomiso de materiales y represalias jurídicas a la población. Pues como está
expuesto en el artículo 9 del Código Sustantivo del Trabajo. “El trabajo goza de la
protección del Estado, en la forma prevista en la Constitución Nacional y las
leyes. Los funcionarios públicos están obligados a prestar a los trabajadores una
debida y oportuna protección para la garantía y eficacia de sus derechos, de
acuerdo con sus atribuciones. “

Adentrándonos nuevamente en la situación de Quala S.A y sus dinámicas


laborales, es preciso mencionar como el articula 13 del Código del Trabajo de
Mínimo de Normas y Garantías el cual expresa que “Las disposiciones de este
Código contienen el mínimo de derechos y garantías consagradas en favor de los
trabajadores. No produce efecto alguno cualquiera estipulación que afecte o
desconozca este mínimo.” (Cod 13, CST). De nuevo está aislado de la situación
de estos trabajadores.

A pesar de lo mencionado anteriormente vale la pena resaltar un factor vital para


la problemática que se está desarrollando y es el alto personal adulto mayor que
se encuentra en el área de ventas, que se encuentra afectado. Primero es
necesario comprender que un adulto mayor es una persona mayor de 60 años
que se encuentra culminando su proceso de envejecimiento. En el caso
colombiano, esta población ha aumentado considerablemente, el DANE
considera que el 6% la pirámide poblacional va a enfrentar un incremento en la
cantidad de adultos mayores, invirtiendo de esta manera la pirámide que hasta el
momento se tenía establecida, donde la población infantil, adolescente y adulta
representaban el ancho, más aún la adolescente, dando inicio a la escalada
imparable hacia la vejez y otorgando como resultado un anchor indiscutible en la
cúspide piramidal “ ( Barbosa, 2015, pág 57).

Dentro de todos estos adultos mayores, el 75% de ellos trabajan pero solo el 35%
de ellos reciben un salario fijo y un contrato, lo que quiere decir que la mayoría de
esta población ha recibido un abandono gubernamental, que los obliga a
participar en la economía informal, como sucede en el caso de Quala S.A. (Ruiz,
Arrubla & Ferrand, 2013).Dentro de la empresa el aproximadamente el 56% de
los trabajadores son mayores de 60 años desde el 2016 (Ruiz, Arrubla &
Ferrand, 2013).

Esta población es bastante vulnerable pues tiene más riesgos físicos por su edad
y menos posibilidades de atender centros médicos de alta calidad. Como se
mencionó anteriormente, el trabajo de vendedor requiere la capacidad de estar de
pie por más de 8 horas al día, caminar largas distancias, empaparse del humo de
los autos, estar sujeto a los fuertes cambios climáticos y a la posibilidad de ser
detenidos por las autoridades competentes.

5. SITUACIÓN QUALA

Quala S.A es una de las empresas multilatinas de consumo masivo más grandes
de Centro América y Latinoamérica, ellos distribuyen y fabrican productos de todo
tipo, desde cuidado de la piel hasta comestibles, entre ellos están Nutribela, La
sopera, Ricostilla, Suntea, Saviloe, Vive 100 y Bon Ice. Quala S.A, es reconocida
y catalogada como una de las 25 mejores compañías que genera más empleo en
Colombia, contando con más de 3.800 empleados directo y 14.000 indirectos.
(Quala, 2016). Quala S.A, maneja diferentes mecanismos de venta y de
distribución de sus productos, trabajan con ventas mayoristas, tienda a tienda e
informales al paso, como sucede principalmente con Bon Ice, Vive 100 y Saviloe.

Quala S.A es parte de la industria colombiana desde 1980 con tan solo 7
empleados, los cuales introdujeron los primeros productos de la compañía, como
lo fueron el InstaCream, los Quipitos y las sopas instantáneas. (Quala, 2016).
Después del inesperado crecimiento económico, a mediados de los noventas, la
compañía dinamizó su mercado, innovando con nuevos tipos de productos y
nuevas fábricas, aumentando así su productividad y su número de empleados.
Esto permitió que Quala S.A entrara a competir no solo en el sector de alimentos,
sino también en el mercado del cuidado personal, introduciendo productos como
cepillos de dientes, cremas dentales, cremas de peinas y suavizantes.

El gran crecimiento de la compañía y sus características propias de mercado, le


permitieron a Quala S.A establecerse completamente en el mercado, adquiriendo
así sus aspectos misionales, sus objetivos institucionales, su organigrama oficial
y su cultura empresarial.

Por ejemplo, su misión es “Dominar categorías de consumo masivo,


construyendo marcas líderes y rentables, que ofrezcan una propuesta superior al
consumidor popular local en los mercados sinérgicos de Latinoamérica” (Quala,
2016), su visión es “Ser la multilatina de consumo masivo más exitosa, ágil y
aguerrida, que crea propuestas innovadoras que cambian la historia de los
mercados. Esto lo lograremos aprovechando al máximo la estratégica huella
comercial y operativa que hemos construido” (Quala, 2016) y por ultimo su cultura
organizacional la especifican de la siguiente manera:
Tomado de: Quala, 2016 http://www.quala.com.co/colombia/nuestra-gente/

5.1. Problemática dentro de Quala S.A

Bon Ice es unos de los productos más exitosos de Quala S.A, pues es vendido en
más de 8 países bajo diferentes nombres, pero sí bajo la misma modalidad.
Como menciona Natalia Páez, del Cesa, la empresa no justificaba el precio ni la
necesidad de contratar o adaptar camiones distribuidores de este producto (Páez,
2015), pues Bon Ice tiene un rango de precios de $400 a $1.000 pesos, por lo
que Quala S.A optó por vender su producto por medio de mini carros adaptados
para las calles de las ciudades. A su vez, la compra del producto sería mayor,
pues está más al alcance de los consumidores.

Natalia Páez, también menciona que los productos como Vive 100 y Saviloe
generan un mejor ganancia para la empresa, pues sus precios están en un rango
de $1500 pesos a $2500 pesos (Páez, 2013). Aun así, Quala S.A prefirió seguir
adoptando el mecanismo de distribución al paso, pues los costos se reducirían y
competirán con las otras bebidas energizantes que solo se encuentran en
tiendas.

Aun así, a pesar de lo dicho anteriormente se ha venido gestando una


problemática alrededor de los vendedores de estos productos de ventas
informales al paso, pues se han manifestado distintas problemáticas que afectan
directamente la vida de estos trabajadores, pues no poseen garantías ni ningún
tipo de protección, pues como menciona el psicólogo Alejandro González “El
contrato que establecen los trabajadores con la microempresa de Bon Ice, suele
ser de tipo oral, con características propias del subempleo u outsourcing,
consolidando así una relación altamente flexible con dos polos opuestos.”
(González, 2017, pág 100). Es importante mencionar las implicaciones de esta
forma de contratación, podría decirse que este en un medio fácil y rápido para
acceder a un trabajo, pues no se exige experiencia laboral previa ni ningún tipo
de estudios o títulos y tienen la flexibilidad horaria que ellos deseen, pues los
horarios y días de trabajo están sujetos a la necesidad del vendedor. (González,
2017, pág 102).

A su vez, también se encuentran unas problemáticas claras que afectan el


desarrollo y el bienestar del vendedor, como son “la ausencia de una
remuneración fija y digna acorde a las 8 horas o más de trabajo diario, carencia de
seguridad social, exposición a cambios climáticos, a la inseguridad cívica, al
constante flujo de gases contaminantes y a horas de pie en posiciones
inadecuadas, y finalmente presión por parte de la policía” (Gonzales, 2017, pág
101). Pues es importante mencionar como esta modalidad de venta al estar en el
sector informal, hacen un uso gratuito del sector público, representando un ahorro
de gastos, pero a su vez exponiendo más al trabajador, ingresando así a las
dinámicas free-rider.
Vale la pena mencionar o tener en cuenta la capacidad adquisitiva que posee un
vendedor de BonIce y Popetas, como lo menciona Pulzo en su columna de
economía, en un promedio de 12 horas trabajadas al día es posible tener una
ganancia final de 2 mil a 8 mil pesos, dependiendo de la ubicación, el día de la
semana y el clima. Por otro lado, es claro como cada producto posee un precio
diferente. Por ejemplo, a las Popetas Mix megapaquete, el producto más costoso
que es manejado bajo la línea de BonIce, puede tener un capital final de 160
pesos, mientras que el producto más económico, el bonice pequeño tiene un
capital final de 60 pesos. (Pulso, 2019)

Por lo anterior, vale la pena adentrarse un poco en el organigrama de Quala S.A,


específicamente en el área de ventas, el cual se encuentra por encima de los
canales de distribución, en el país se encuentra un jefe por cada una de las 6
regiones donde se encuentra la compañía que reporta al director general de
ventas y a su vez, este lo hace al gerente nacional. (Hernández Pág 46).

Por cada región, las dinámicas empiezan a tener un corte más informal, pues
aquí están presentes los líderes, los cuales son los que realmente están
encargados de distribuir los productos, como el BonIce, las Popetas o él Vive
100, ellos cuentan con un NIT de carácter de empresa unipersonal que al mismo
tiempo trabaja con Quala de manera de outsourcing. Los líderes, específicamente
del caso de BonIce, deben tener la capacidad de poder juntar suficientes
vendedores que estén dispuestos a vender y distribuir el producto por la ciudad,
pero para ellos el líder debe contar con “un capital de inversión equivalente a 1.5
millones, contar con un local de mínimo 30 mts2 exclusivo para el uso de Bonice
y disponer de tiempo completo” (Hernández, Pág 47 ).

Esto indica que ya los vendedores del producto serán tercerizados y no estarán
bajo el cobijo de la empresa Quala S.A, a diferente de los líderes que sí reciben
un ingreso mensual mínimo de 1.2 millones de pesos más la dotación necesaria
para sus vendedores, sin tener en cuenta la cantidad de capital obtenida de las
ventas.

Laura Calderón Hernández de la Universidad Javeriana de Colombia menciona,


que los líderes, suelen encontrar sus vendedores en las zonas más deprimidas
de la ciudad, donde se encuentra la población más vulnerable, con la necesidad
más inmediata de encontrar un ingreso económico, donde son vinculados sin
ningún tipo de contrato formal, y se les ofrece como ganancia o sueldo la
comisión de la venta de los productos, más la dotación necesaria para cumplir de
manera óptima con su labor. (Hernández, 2012).

También es necesario tomar en cuenta que por lo dicho anteriormente Quala S.A
ha sufrido de acciones populares por su precariedad en sus dinámicas
comerciales, las cuales están enfocadas principalmente en la no retribución de la
compañía a la ciudad por utilizar el espacio público y las precariedades laborales
de los vendedores. Como expresa Yeny Téllez de la facultad de Ciencias
Sociales y Humanas de la Universidad Piloto, el hecho de que las ventas de los
productos como Vive 100, Popetas, BonIce y Sabiloe se de en las calles,
parques, senderos del espacio público complica las dinámicas de trabajo de los
vendedores, pues tienen varios encuentros con la seguridad pública y son
desplazados de su lugar de trabajo, incluso sus productos son decomisados y no
devueltos, dejando como consecuencia al trabajador sin su ganancia diaria.

Por otro lado Yenny Téllez manifiesta que a través de una entrevista que realizó
a uno de los vendedores de Quala S.A de la tercera edad, ha tenido que
desalojar su sitio de trabajo después de haber trabajado allí una gran parte de su
vida, pues él menciona que “los nuevos proyectos llevados a cabo en el sector
no benefician a los habitantes, ni a los vendedores, él como vendedor de BonIce
ha tenido que desalojar en varias oportunidades” (Téllez, Pág 41 ), pues la
seguridad en los barrios aumenta y la nueva población no consume ese tipo de
productos.

6. Posible Problemática

Después de lo planteado anteriormente, es claro que los vendedores de Quala S.A


se encuentran en una situación complicada en cuanto a su situación laboral. Pues
hasta el día de hoy no se encuentra una ley o norma que realmente los cobije o
los proteja de alguna manera, pues su labor es informal, pero bajo una empresa
totalmente establecida, esta situación no solo afecta su trabajo como tal sino
también toda su vida personal, pues se encuentra bajo una incertidumbre que no
brinda ningún tipo de estabilidad. Por lo tanto, es vital reconocer y visibilizar su
situación laboral para gestionar mecanismos de protección por parte de la
empresa Quala S.A o el Estado bajo alguna ley o normativa.

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