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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
Barinas Estado Barinas

MODULO IV
SISTEMA NERVIOSO Y ORGANOS
DE LOS SENTIDOS

1. Bachilleres:

- Alfonso Veliz - 27.638.473

- Angel Vivas - 30.471.322

- Jesus Wilches - 30.645.873

- Leonardo Torres - 30.779.491

Barinas, julio del 2023


Índice:
2. Introducción
3. Contenido
3.1. Sistema Nervioso
3.1.1. Definición y función del sistema nervioso
3.1.2. Sistema Nervioso Central (SNC)
3.1.2.1. Funciones del SNC
3.1.2.2. Ubicación del SNC
3.1.2.3. Conformación del SNC (encéfalo, médula espinal)
3.1.3. Sistema Nervioso Periférico (SNP)
3.1.3.1. Nervios y su clasificación
3.1.4. Sistema Nervioso Autónomo (SNA)
3.1.4.1. Función del SNA
3.1.4.2. Clasificación del SNA (Simpático y Parasimpático)
3.1.4.3. Ubicación del SNA
3.2. Sistema Sensitivo y Órganos que lo Componen
3.2.1. Órgano de la Visión
3.2.1.1. Función del ojo
3.2.1.2. Partes del ojo
3.2.1.3. Órganos accesorios del ojo
3.2.2. Órgano Vestíbulo-Coclear
3.2.2.1. Función del órgano Vestíbulo-Coclear
3.2.2.2. Partes del órgano Vestíbulo-Coclear (oído externo, oído medio, oído interno)
3.2.3. Tegumento Común
3.2.3.1. Función del tegumento común
3.2.3.2. Estructuras que lo conforman (tejido subcutáneo, piel, glándulas cutáneas,
almohadillas, órganos digitales terminales, pezuña y cuerno)
3.2.3.3. Nervios y órganos sensoriales de la piel
4. Conclusión
Introducción:
El sistema nervioso y los órganos de los sentidos son componentes esenciales en los
animales, permitiéndoles recibir información del entorno y responder adecuadamente a
estímulos. El sistema nervioso es responsable de la recepción, transmisión y
procesamiento de información, así como de coordinar las funciones corporales. Se
compone del sistema nervioso central (SNC), que incluye el encéfalo y la médula espinal,
y el sistema nervioso periférico (SNP), que consiste en los nervios que conectan el SNC
con el resto del cuerpo.

El SNC, ubicado en la cavidad craneal y la columna vertebral, desempeña funciones


cognitivas superiores, como el pensamiento y la memoria, así como el control de los
movimientos y la interpretación de estímulos sensoriales. El SNP, por otro lado, se
extiende fuera del SNC e incluye nervios y ganglios. Los nervios son estructuras que
transmiten señales entre el SNC y el resto del cuerpo, permitiendo la comunicación y la
coordinación de las funciones corporales.

Dentro del sistema nervioso, se encuentra el sistema nervioso autónomo (SNA), que
regula de forma involuntaria las funciones internas del organismo. El SNA se divide en el
sistema simpático y el sistema parasimpático, que actúan en equilibrio para controlar
respuestas como el ritmo cardíaco, la respiración, la digestión y la respuesta al estrés.

Los órganos de los sentidos son estructuras especializadas que permiten a los animales
percibir y procesar información del entorno. El órgano de la visión, el ojo, captura la luz y
la convierte en señales eléctricas que el cerebro interpreta como imágenes. El ojo está
compuesto por partes como la córnea, el cristalino, la retina y el nervio óptico. Además,
existen órganos accesorios como los párpados, las pestañas y las glándulas lagrimales,
que protegen y lubrican el ojo.

El órgano vestíbulo-coclear, que comprende el oído externo, medio e interno, es


responsable de la audición y el equilibrio. El oído externo captura las ondas sonoras, el
oído medio las amplifica y el oído interno convierte las vibraciones en señales eléctricas
que se transmiten al cerebro.

El tegumento común, que incluye el tejido subcutáneo, la piel, las glándulas cutáneas, las
almohadillas, los órganos digitales terminales, la pezuña y el cuerno, es importante para la
protección, la termorregulación y la percepción táctil. La piel contiene nervios y órganos
sensoriales que permiten la detección de estímulos táctiles, de presión, de temperatura y
de dolor.
3.1. Sistema Nervioso

3.1.1. Definición y función del sistema nervioso:


El sistema nervioso es un sistema complejo y altamente organizado que coordina y
controla las funciones del cuerpo en los animales. Es responsable de la recepción,
transmisión y procesamiento de información sensorial, así como de la coordinación de las
respuestas motoras.

El sistema nervioso se compone de dos partes principales: el sistema nervioso central


(SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El SNC está compuesto por el cerebro y la
médula espinal, mientras que el SNP incluye los nervios que se extienden desde el SNC
hacia todo el cuerpo.

El cerebro es el centro de control del sistema nervioso y es responsable del


procesamiento de información, la toma de decisiones y la coordinación de las respuestas.
La médula espinal actúa como una vía de comunicación entre el cerebro y el resto del
cuerpo, transmitiendo señales nerviosas a través de los nervios.

El SNP se divide en dos partes: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso


autónomo. El sistema nervioso somático está involucrado en el control voluntario de los
movimientos musculares y la recepción de información sensorial del entorno. El sistema
nervioso autónomo, por otro lado, controla las funciones involuntarias del cuerpo, como la
respiración, la digestión y la regulación de la temperatura.
Las células principales del sistema nervioso son las neuronas, que son células
especializadas en la recepción y transmisión de señales eléctricas y químicas. Las
neuronas se comunican entre sí a través de conexiones llamadas sinapsis, donde las
señales se transmiten mediante neurotransmisores.

Entonces se entiende que, el sistema nervioso en los animales es un sistema complejo


que coordina y controla las funciones del cuerpo. Está compuesto por el sistema nervioso
central, que incluye el cerebro y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico, que
comprende los nervios que se extienden desde el SNC hacia todo el cuerpo. El sistema
nervioso utiliza neuronas y sinapsis para transmitir y procesar información sensorial y
coordinar las respuestas del cuerpo.

3.1.2. Sistema Nervioso Central (SNC)

El sistema nervioso central (SNC) en animales es una parte esencial de su anatomía y


desempeña un papel fundamental en la coordinación de las funciones corporales y el
procesamiento de la información. Consiste en el cerebro y la médula espinal.
El cerebro es el centro de control del SNC y se encuentra protegido por el cráneo. Es
responsable de la regulación de actividades cognitivas, como el pensamiento, la memoria
y la toma de decisiones. También controla los movimientos voluntarios y coordina las
respuestas a los estímulos sensoriales.

La médula espinal es un cordón largo y delgado que se extiende desde la base del
cerebro hasta la región lumbar de la columna vertebral. Actúa como una vía de
comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Además, coordina los movimientos
reflejos y transmite señales sensoriales al cerebro para su procesamiento.

El SNC en animales es fundamental para la supervivencia y el funcionamiento adecuado


del organismo. Permite la integración de información, la toma de decisiones y la
coordinación de respuestas adecuadas a los estímulos del entorno.

3.1.2.1. Funciones del SNC


El sistema nervioso central (SNC) en animales desempeña diversas funciones vitales para
el organismo. Algunas de las funciones más importantes son las siguientes:

1. Procesamiento de la información sensorial: El SNC recibe información sensorial de


los órganos sensoriales, como los ojos, los oídos, la piel y el olfato. Esta
información es procesada y interpretada en el cerebro, lo que permite a los
animales percibir su entorno y responder a estímulos específicos.

2. Control de movimientos voluntarios: El cerebro, a través del SNC, controla los


movimientos voluntarios del cuerpo. Envía señales a los músculos y las
articulaciones para coordinar y ejecutar movimientos precisos y complejos.

3. Coordinación de funciones corporales: El SNC regula y coordina numerosas


funciones corporales, como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración y la
digestión. A través de señales nerviosas, el SNC controla y ajusta estas funciones
para mantener un equilibrio interno adecuado, conocido como homeostasis.

4. Regulación de respuestas emocionales y conductuales: El SNC desempeña un


papel crucial en la regulación de las respuestas emocionales y conductuales de los
animales. El cerebro procesa las emociones y los estímulos ambientales, lo que
influye en el comportamiento y las respuestas emocionales de un animal en
diferentes situaciones.
5. Almacenamiento de la memoria y el aprendizaje: El SNC, especialmente el
cerebro, es responsable del almacenamiento de la memoria y el aprendizaje.
Permite a los animales adquirir conocimientos, recordar experiencias pasadas y
utilizar esta información para tomar decisiones y adaptarse a su entorno.

Estas son solo algunas de las funciones principales del sistema nervioso central en
animales. Es un sistema complejo y vital que coordina y controla una amplia gama de
procesos biológicos necesarios para el funcionamiento y la supervivencia del organismo.

3.1.2.2. Ubicación del SNC


El sistema nervioso central (SNC) de los animales, que incluye el cerebro y la médula
espinal, se encuentra ubicado en el interior del cuerpo, protegido por estructuras óseas.
La ubicación específica puede variar dependiendo del tipo de animal. A continuación, se
mencionan las ubicaciones generales del SNC en algunos grupos de animales:

1. Vertebrados: En los vertebrados, como mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces,


el cerebro se encuentra en la cavidad craneal, en la parte superior del cuerpo. La
médula espinal, por su parte, desciende a lo largo de la columna vertebral, que
actúa como una especie de canal protector.

2. Invertebrados: En animales invertebrados, como los insectos, el SNC se encuentra


ubicado en diferentes regiones del cuerpo. En general, el cerebro de los insectos
está localizado en la cabeza, justo encima del esófago. La médula ventral, que
cumple funciones similares a la médula espinal de los vertebrados, se extiende a
lo largo del cuerpo.

Es importante tener en cuenta que la ubicación y estructura del SNC puede variar
significativamente entre diferentes especies de animales. Cada grupo animal ha
desarrollado adaptaciones específicas en relación con su anatomía y estilo de vida, lo que
puede afectar la ubicación y organización del SNC.

3.1.2.3. Conformación del SNC (encéfalo, médula espinal)


El sistema nervioso central (SNC) en animales está compuesto por dos estructuras
principales: el encéfalo y la médula espinal. Estas estructuras difieren en su ubicación y
funciones, pero trabajan en conjunto para coordinar y controlar las actividades del
organismo.

1. Encéfalo: El encéfalo es la parte más grande y compleja del SNC. Se encuentra en


la cavidad craneal y consta de varias regiones especializadas, incluyendo el
cerebro y el tronco encefálico. La estructura y organización del encéfalo pueden
variar según las especies de animales.

- Cerebro: El cerebro es la estructura principal del encéfalo y está


involucrado en una amplia gama de funciones, como el procesamiento
sensorial, el control motor, la memoria, el aprendizaje y las emociones. En
los animales, el cerebro puede tener diferentes regiones especializadas,
como el cerebro frontal, el cerebro medio y el cerebro posterior.

- Tronco encefálico: El tronco encefálico es una región del encéfalo que


conecta el cerebro con la médula espinal. Incluye estructuras como el
bulbo raquídeo, el mesencéfalo y la protuberancia. El tronco encefálico es
esencial para funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco y el
control de la conciencia.

2. Médula espinal: La médula espinal es una estructura cilíndrica que se extiende


desde la base del cerebro hasta la región lumbar de la columna vertebral. Actúa
como una vía de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. La médula
espinal es responsable de la transmisión de señales nerviosas, el control de los
movimientos reflejos y la conducción de información sensorial al cerebro.

La conformación del SNC puede variar en diferentes grupos de animales en términos de


tamaño, estructuras específicas y especialización funcional. Esta adaptación está
relacionada con las necesidades y comportamientos específicos de cada especie.

3.1.3. Sistema Nervioso Periférico (SNP)


El Sistema Nervioso Periférico (SNP) es una parte del sistema nervioso que se encuentra
fuera del cerebro y la médula espinal. En los animales, el SNP está compuesto por
nervios y ganglios que se extienden desde el sistema nervioso central hacia todas las
partes del cuerpo, incluyendo los órganos, los músculos y la piel.
El SNP se encarga de transmitir información sensorial desde los receptores periféricos
hacia el sistema nervioso central, así como de enviar señales motoras desde el sistema
nervioso central hacia los músculos y las glándulas. Estas señales se transmiten a través
de células especializadas llamadas neuronas.

El SNP se divide en dos componentes principales: el sistema nervioso periférico somático


y el sistema nervioso periférico autónomo.

1. Sistema Nervioso Periférico Somático: Este componente se encarga de controlar


las acciones voluntarias del cuerpo. Los nervios somáticos transmiten información
sensorial desde los receptores sensoriales periféricos (como los receptores
táctiles, de temperatura y de dolor en la piel) hacia el sistema nervioso central, y
llevan señales motoras desde el sistema nervioso central hacia los músculos
esqueléticos, lo que permite el movimiento voluntario.

2. Sistema Nervioso Periférico Autónomo: Este componente se encarga de controlar


las funciones involuntarias del cuerpo, como la regulación de la presión arterial, la
frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración. Se divide en dos subdivisiones
principales: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.

- El sistema nervioso simpático prepara al cuerpo para situaciones de estrés


o emergencia, activando respuestas de “lucha o huida”. Aumenta la
frecuencia cardíaca, dilata los vasos sanguíneos, estimula la liberación de
adrenalina y prepara al cuerpo para una respuesta rápida.

- El sistema nervioso parasimpático, por otro lado, se activa en situaciones


de relajación y descanso. Disminuye la frecuencia cardíaca, estimula la
digestión y promueve la conservación de energía.

En otras palabras, el Sistema Nervioso Periférico en los animales es una red de nervios y
ganglios que se extiende desde el sistema nervioso central hacia todas las partes del
cuerpo. Se encarga de transmitir señales sensoriales y motoras, y se divide en el sistema
nervioso periférico somático y el sistema nervioso periférico autónomo.

3.1.3.1. Nervios y su clasificación


Los nervios son estructuras del Sistema Nervioso Periférico (SNP) que se encargan de
transmitir señales eléctricas y químicas entre el sistema nervioso central y otras partes del
cuerpo, como los músculos, los órganos y los tejidos.

Los nervios se clasifican en diferentes categorías según su función y ubicación:

1. Nervios espinales: Son los nervios que se originan en la médula espinal. Se


dividen en pares y salen de la columna vertebral a través de los agujeros
intervertebrales. Los nervios espinales se encargan de transmitir señales
sensoriales desde la piel, los músculos y otros tejidos hacia la médula espinal, así
como de enviar señales motoras desde la médula espinal hacia los músculos
esqueléticos.

2. Nervios craneales: Son los nervios que se originan en el encéfalo, específicamente


en el tronco del encéfalo y en el cerebro. Los nervios craneales tienen diferentes
funciones y están involucrados en la transmisión de información sensorial y motora
hacia y desde la cabeza, el cuello y los órganos sensoriales especiales, como los
ojos, los oídos y la lengua. Hay 12 pares de nervios craneales en los seres
humanos.

3. Nervios autónomos: Son los nervios que forman parte del sistema nervioso
autónomo, encargado de controlar las funciones involuntarias del cuerpo. Estos
nervios transmiten señales desde el sistema nervioso central hacia los órganos y
tejidos del cuerpo, regulando actividades como la frecuencia cardíaca, la presión
arterial, la respiración, la digestión y la actividad glandular. Los nervios autónomos
se dividen en nervios simpáticos y nervios parasimpáticos.

4. Nervios sensoriales: Son los nervios encargados de transmitir información


sensorial desde los receptores periféricos hacia el sistema nervioso central. Estos
receptores pueden ser receptores táctiles, de temperatura, de dolor, de presión, de
equilibrio, entre otros. Los nervios sensoriales permiten la percepción y la
interpretación de estímulos del entorno.

5. Nervios motores: Son los nervios encargados de transmitir señales motoras desde
el sistema nervioso central hacia los músculos y las glándulas. Estos nervios
permiten el control y la coordinación de los movimientos musculares, así como la
liberación de sustancias químicas por parte de las glándulas.
Los nervios se clasifican en nervios
espinales, nervios craneales, nervios
autónomos, nervios sensoriales y
nervios motores. Cada tipo de nervio
desempeña una función específica en
la transmisión de señales entre el
sistema nervioso central y otras partes
del cuerpo en los animales.

3.1.4. Sistema Nervioso Autónomo


(SNA)
El Sistema Nervioso Autónomo (SNA)
es una parte del sistema nervioso que
se encarga de controlar las funciones involuntarias del cuerpo, como la regulación de la
presión arterial, la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración. En los animales, el
SNA está compuesto por una red de nervios y ganglios que se extienden desde el sistema
nervioso central hacia los órganos y tejidos del cuerpo.

El SNA se divide en dos subdivisiones principales: el sistema nervioso simpático y el


sistema nervioso parasimpático. Estas dos subdivisiones trabajan de manera
complementaria para mantener un equilibrio homeostático en el cuerpo.

1. Sistema Nervioso Simpático: El sistema nervioso simpático se activa en


situaciones de estrés, emergencia o actividad física intensa. Prepara al cuerpo
para una respuesta rápida de “lucha o huida”. Algunas de las respuestas
fisiológicas del sistema nervioso simpático incluyen:

- Aumento de la frecuencia cardíaca y de la fuerza de contracción del corazón.


- Dilatación de los vasos sanguíneos que van hacia los músculos esqueléticos, lo que
aumenta el flujo sanguíneo a estas áreas.
- Dilatación de las vías respiratorias para permitir una mayor entrada de oxígeno.
- Liberación de glucosa por parte del hígado para proporcionar energía adicional.
- Inhibición de la actividad digestiva para redirigir la energía hacia los sistemas más
necesarios en ese momento.

2. Sistema Nervioso Parasimpático: El sistema nervioso parasimpático se activa en


situaciones de relajación y descanso. Contrarresta las respuestas del sistema
nervioso simpático y promueve la conservación de energía. Algunas de las
respuestas fisiológicas del sistema nervioso parasimpático incluyen:

- Disminución de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.


- Estimulación de la actividad digestiva y de la motilidad intestinal.
- Estimulación de la producción de saliva y de las secreciones del tracto gastrointestinal.
- Contracción de los músculos involucrados en la micción y la defecación.
- Estimulación de la actividad sexual y la reproducción.

Es importante destacar que el sistema nervioso autónomo es altamente regulado y


controlado por centros superiores en el cerebro, así como por retroalimentación de los
órganos y tejidos periféricos.

El Sistema Nervioso Autónomo en los animales es responsable de controlar las funciones


involuntarias del cuerpo. Se divide en sistema nervioso simpático y sistema nervioso
parasimpático, que actúan de manera opuesta pero complementaria para mantener el
equilibrio homeostático en el organismo.

3.1.4.1. Función del SNA


El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) es responsable de regular las funciones
involuntarias del cuerpo en los animales. Controla y coordina una amplia gama de
actividades automáticas, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración, la
digestión y la respuesta al estrés.

El SNA se divide en dos ramas principales: el sistema nervioso simpático y el sistema


nervioso parasimpático. Estas dos ramas trabajan en conjunto para mantener el equilibrio
y la homeostasis en el cuerpo.

El sistema nervioso simpático se activa en situaciones de emergencia o estrés, y se


conoce comúnmente como la respuesta “luchar o huir”. Durante esta respuesta, el SNA
simpático aumenta la frecuencia cardíaca, dilata los bronquios para facilitar la respiración,
desvía la sangre hacia los músculos y aumenta la liberación de glucosa en el torrente
sanguíneo para proporcionar energía adicional.

Por otro lado, el sistema nervioso parasimpático es responsable de las funciones de


“descanso y digestión”. Cuando el cuerpo está en un estado de relajación, el SNA
parasimpático disminuye la frecuencia cardíaca, contrae los bronquios, estimula la
digestión y promueve la función intestinal normal.

La interacción equilibrada entre el sistema nervioso simpático y parasimpático es esencial


para el funcionamiento saludable del cuerpo animal. Estos sistemas trabajan en conjunto
para mantener la estabilidad interna, responder a los cambios ambientales y adaptarse a
diferentes situaciones de manera adecuada.

3.1.4.2. Clasificación del SNA (Simpático y Parasimpático)

El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) se divide en dos ramas principales: el sistema


nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Estas dos ramas trabajan en
conjunto para regular y controlar las funciones involuntarias del cuerpo en los animales.

1. Sistema Nervioso Simpático:


El sistema nervioso simpático se activa en situaciones de emergencia, estrés o durante la
respuesta de “lucha o huida”. Sus principales características incluyen:

- Activación: El sistema nervioso simpático se activa cuando el organismo se encuentra en


situaciones de estrés, peligro o necesidad de una respuesta rápida.
- Respuesta de “lucha o huida”: Durante la activación simpática, se producen una serie de
cambios fisiológicos para preparar al cuerpo para reaccionar ante una amenaza. Estos
cambios incluyen el aumento de la frecuencia cardíaca, la dilatación de los bronquios para
mejorar la respiración, la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo para proporcionar
energía adicional y la desviación de la sangre hacia los músculos esqueléticos.
- Neurotransmisor principal: El neurotransmisor principal utilizado en el sistema nervioso
simpático es la noradrenalina (norepinefrina).

2. Sistema Nervioso Parasimpático:


El sistema nervioso parasimpático se activa en situaciones de relajación, descanso y
digestión. Sus principales características incluyen:

- Activación: El sistema nervioso parasimpático se activa cuando el organismo está en un


estado de relajación y no hay una amenaza inmediata.
- Respuesta de “descanso y digestión”: Durante la activación parasimpática, se promueve
la función normal del cuerpo, incluyendo la disminución de la frecuencia cardíaca, la
contracción de los bronquios, la estimulación de la digestión y la promoción de la función
intestinal.
- Neurotransmisor principal: El neurotransmisor principal utilizado en el sistema nervioso
parasimpático es la acetilcolina.

Es importante destacar que el sistema nervioso simpático y parasimpático trabajan en


conjunto y tienen efectos opuestos en muchas funciones del cuerpo. Su equilibrio y
coordinación son esenciales para mantener la homeostasis y permitir respuestas
adecuadas a diferentes situaciones y condiciones en los animales.

3.1.4.3. Ubicación del SNA


El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) se encuentra distribuido por todo el cuerpo de los
animales vertebrados e invertebrados, y está compuesto por diferentes componentes
anatómicos.

En los animales vertebrados, el SNA se origina en el sistema nervioso central (SNC), que
incluye el encéfalo y la médula espinal. Desde el SNC, el SNA se extiende hacia
diferentes regiones del cuerpo a través de dos vías principales: los nervios simpáticos y
los nervios parasimpáticos.

- Nervios simpáticos: Los nervios simpáticos se originan en la parte torácica


y lumbar de la médula espinal. Estos nervios forman una cadena de
ganglios (ganglios simpáticos) que se extiende a lo largo de la columna
vertebral. Desde estos ganglios, los nervios simpáticos se ramifican y se
dirigen hacia diferentes órganos y tejidos del cuerpo.

- Nervios parasimpáticos: Los nervios parasimpáticos también se originan en


la médula espinal, específicamente en regiones craneales y sacras. Las
fibras parasimpáticas viajan a través de nervios craneales, como el nervio
vago, que se extienden desde el encéfalo hacia los órganos internos.
Además, hay fibras parasimpáticas que se originan en los segmentos
sacros de la médula espinal y se dirigen hacia los órganos pélvicos.

En los animales invertebrados, como los insectos, también se encuentra presente un


sistema nervioso autónomo. Sin embargo, su organización es diferente a la de los
vertebrados. En lugar de tener una médula espinal, los insectos tienen una cadena ventral
de ganglios que se extiende a lo largo de su cuerpo. Desde estos ganglios, se originan
nervios que se ramifican y se conectan con diferentes órganos y tejidos.
El SNA se encuentra distribuido en todo el cuerpo de los animales vertebrados e
invertebrados. En los vertebrados, se origina en el sistema nervioso central y se extiende
hacia los órganos y tejidos a través de nervios simpáticos y parasimpáticos. En los
invertebrados, como los insectos, el SNA se organiza a lo largo de una cadena ventral de
ganglios.

3.2. Sistema Sensitivo y Órganos que lo Componen

El sistema sensorial es el conjunto de órganos y estructuras que permiten a los animales


percibir y responder a los estímulos del entorno. Estos estímulos pueden ser tanto
internos como externos, y el sistema sensorial es responsable de recopilar información y
transmitirla al cerebro para su procesamiento y respuesta adecuada.

Los órganos que componen el sistema sensorial varían según el tipo de animal, pero en
general, incluyen los siguientes:

1. Ojos: Los ojos son los órganos sensoriales responsables de la visión. Captan la
luz y la convierten en señales eléctricas que son enviadas al cerebro para su
interpretación.

2. Oídos: Los oídos son los órganos responsables de la audición y el equilibrio.


Captan las ondas sonoras y las convierten en señales nerviosas que son
interpretadas por el cerebro.
3. Nariz: La nariz es el órgano responsable del sentido del olfato. Captura las
moléculas químicas del aire y las envía al cerebro para su interpretación.

4. Lengua: La lengua es el órgano responsable del sentido del gusto. Contiene


papilas gustativas que detectan los diferentes sabores, como dulce, salado,
amargo y ácido.

5. Piel: La piel es el órgano más grande del cuerpo y tiene una variedad de
receptores sensoriales. Estos receptores permiten detectar sensaciones táctiles,
como el tacto, la presión, la temperatura y el dolor.

6. Órganos sensoriales adicionales: Algunos animales poseen órganos sensoriales


especializados. Por ejemplo, las serpientes tienen órganos de Jacobson en sus
bocas para detectar sustancias químicas en el aire, las abejas tienen antenas
sensibles al olor y las líneas laterales en los peces les permiten detectar cambios
en la presión del agua.

Estos son solo algunos ejemplos de los órganos que componen el sistema sensorial en
los animales. Cada especie animal tiene adaptaciones sensoriales específicas que les
permiten sobrevivir y prosperar en su entorno particular.

3.2.1. Órgano de la Visión


El órgano de la visión en los animales varía considerablemente en términos de estructura
y función. A continuación, se mencionan algunos de los órganos de la visión más
comunes en diferentes grupos de animales:

1. Ojos compuestos: Los ojos compuestos son característicos de los artrópodos,


como insectos y crustáceos. Estos ojos están formados por múltiples unidades
visuales llamadas omatidios. Cada omatidio tiene su propia lente y células
fotorreceptoras, lo que permite una visión panorámica y una detección rápida de
movimiento.

2. Ojos simples: Algunos invertebrados, como los gusanos planos, tienen ojos
simples llamados ocelos. Estos ocelos están compuestos por una única lente y un
grupo de células fotorreceptoras, y son sensibles a la luz y la oscuridad, pero no
proporcionan una visión nítida.

3. Ojos de cámara: Los vertebrados, incluyendo a los mamíferos, aves, reptiles,


anfibios y peces, tienen ojos de cámara. Estos ojos constan de una córnea
transparente en la parte frontal, una lente que enfoca la luz, una retina sensible a
la luz y un nervio óptico que transmite las señales visuales al cerebro. Los
vertebrados tienen una visión aguda y pueden percibir detalles y colores.

4. Ojos simples sin lente: Algunos invertebrados, como las medusas y los gusanos
marinos, tienen ojos simples sin lente. Estos ojos contienen células fotorreceptoras
y pueden detectar cambios en la intensidad de la luz, pero no pueden formar
imágenes nítidas.

5. Ojos compuestos modificados: Algunos animales, como los moluscos cefalópodos,


tienen ojos compuestos modificados. Estos ojos tienen una estructura similar a los
ojos compuestos de los artrópodos, pero con una lente que forma imágenes más
nítidas.

Cada tipo de órgano visual tiene


adaptaciones específicas que permiten a
los animales percibir y procesar la
información visual de su entorno de
manera efectiva. Estas adaptaciones
están relacionadas con el estilo de vida, el
hábitat y las necesidades de
supervivencia de cada especie animal.

3.2.1.1. Función del ojo


La función del ojo en los animales es captar la luz y convertirla en señales eléctricas que
pueden ser interpretadas por el cerebro, lo que les permite percibir el mundo visualmente.
El proceso general de la función del ojo en los animales implica los siguientes pasos:
1. Captación de luz: El ojo está diseñado para captar la luz del entorno. Dependiendo
de la estructura del ojo, puede tener una córnea transparente en la parte frontal
que ayuda a enfocar la luz entrante.

2. Enfoque de la luz: La luz que entra al ojo debe ser enfocada para formar una
imagen clara. Esto se logra mediante una lente ubicada en el ojo, que ajusta su
forma para enfocar la luz en la retina.

3. Conversión de luz en señales eléctricas: En la retina, la luz se encuentra con


células especializadas llamadas fotorreceptores. Estas células captan la luz y la
convierten en señales eléctricas. En los vertebrados, los fotorreceptores se dividen
en dos tipos principales: los conos, que son responsables de la visión en color y la
percepción de detalles finos, y los bastones, que son más sensibles a la luz y
permiten la visión en condiciones de poca iluminación.

4. Transmisión de señales al cerebro: Las señales eléctricas generadas por los


fotorreceptores son transmitidas al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro
procesa estas señales y las interpreta como imágenes visuales.

Es importante tener en cuenta que la función del ojo puede variar según el tipo de animal
y sus adaptaciones visuales. Algunos animales pueden tener una visión más aguda o una
mayor sensibilidad a los colores, mientras que otros pueden tener una visión más limitada
o especializada en detectar movimientos rápidos. Estas adaptaciones están relacionadas
con las necesidades de supervivencia y el entorno en el que viven los animales.

3.2.1.2. Partes del ojo


En general, los ojos de los animales tienen estructuras similares a los ojos humanos, pero
pueden presentar algunas variaciones dependiendo de las especies y sus necesidades
visuales específicas. A continuación se describen las partes principales del ojo en los
animales:

1. Córnea: Es una capa transparente y convexa que cubre la parte frontal del ojo.
Permite el paso de la luz y ayuda a enfocarla en la retina.
2. Pupila: Es la abertura en el centro del iris que regula la cantidad de luz que ingresa
al ojo. En algunos animales, como los gatos, las pupilas pueden tener formas y
tamaños diferentes.

3. Iris: Es la estructura coloreada que rodea la pupila. Controla el tamaño de la pupila


y, por lo tanto, la cantidad de luz que entra al ojo.

4. Lente: Es una estructura transparente ubicada detrás de la pupila. Ayuda a enfocar


la luz en la retina y contribuye al poder de refracción del ojo.

5. Retina: Es una capa sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo.
Contiene células fotorreceptoras llamadas bastones y conos, que convierten la luz
en señales eléctricas que se transmiten al cerebro a través del nervio óptico.

6. Nervio óptico: Es un conjunto de fibras nerviosas que transmiten las señales


visuales desde la retina hasta el cerebro, donde se procesan y se interpretan como
imágenes.

7. Músculos oculares: Los animales tienen músculos que les permiten mover los ojos
en diferentes direcciones. La cantidad y la disposición de estos músculos varían
según las especies.

Estas son las partes principales del ojo en los animales, pero es importante tener en
cuenta que existen variaciones anatómicas y especializaciones que se adaptan a las
necesidades visuales específicas de cada especie.
3.2.1.3. Órganos accesorios del ojo
Además de las partes principales del ojo, existen órganos accesorios que desempeñan
funciones importantes en el sistema visual de los animales. Estos órganos accesorios
incluyen:

1. Párpados: Los párpados protegen y lubrican la superficie del ojo. En la mayoría de


los animales, los párpados superiores e inferiores se cierran para evitar daños y
ayudar a mantener la humedad en el ojo. Algunos animales, como los reptiles,
pueden tener párpados transparentes llamados “escamas oculares”.

2. Glándulas lagrimales: Las glándulas lagrimales producen lágrimas, que ayudan a


mantener el ojo lubricado y libre de partículas extrañas. Las lágrimas también
contienen enzimas y anticuerpos que ayudan a proteger el ojo de infecciones.

3. Tercer párpado o membrana nictitante: Algunos animales, como aves, reptiles y


algunos mamíferos, tienen una membrana nictitante que es una estructura
adicional ubicada en la esquina interna del ojo. Esta membrana se despliega para
proteger el ojo mientras permite la visión parcial.
4. Glándulas de Meibomio: Estas glándulas se encuentran en los párpados y
producen una secreción grasa que se mezcla con las lágrimas. Esta secreción
ayuda a prevenir la evaporación rápida de las lágrimas y mantiene la superficie del
ojo lubricada.

5. Cejas y pestañas: Las cejas y las pestañas ayudan a proteger los ojos de la
entrada de partículas extrañas, como polvo y suciedad. También ayudan a desviar
el agua lejos de los ojos en caso de lluvia.

Estos órganos accesorios desempeñan un papel importante en la protección y el


mantenimiento de la salud ocular de los animales, y varían en su estructura y función
según las diferentes especies.

3.2.2. Órgano Vestíbulo-Coclear


El órgano vestibular y coclear, también conocido como el sistema vestibulo-coclear o el
sistema auditivo, es el sistema sensorial responsable de la detección y percepción del
equilibrio y el sonido en los animales. Este sistema se encuentra en el oído interno y
consta de varias estructuras clave:

1. Vestíbulo: El vestíbulo es una parte del oído interno que contiene órganos
sensoriales llamados máculas y otolitos. Estas estructuras detectan la posición de
la cabeza y la aceleración lineal, lo que ayuda a los animales a mantener el
equilibrio y la orientación espacial.

2. Canales semicirculares: Los canales semicirculares son estructuras del oído


interno que están dispuestas en ángulos rectos entre sí. Cada canal contiene una
cresta ampular en su extremo, que contiene células sensoriales especializadas
llamadas células pilosas. Estas células detectan los movimientos rotatorios de la
cabeza y ayudan a mantener el equilibrio.

3. Cóclea: La cóclea es una estructura enrollada en forma de caracol en el oído


interno. Es el órgano responsable de la audición. Dentro de la cóclea se encuentra
la membrana basilar, que contiene células pilosas especializadas que responden a
diferentes frecuencias de sonido. Estas células convierten las vibraciones sonoras
en señales eléctricas que se transmiten al cerebro a través del nervio auditivo.
4. Nervio vestibulococlear: Es el nervio que se encarga de transmitir las señales del
sistema vestibulo-coclear al cerebro. El nervio vestibulococlear consta de dos
divisiones principales: el nervio vestibular, que transmite información sobre el
equilibrio, y el nervio coclear, que transmite información sobre el sonido.

Estas estructuras del sistema vestibulo-coclear trabajan en conjunto para proporcionar a


los animales la capacidad de detectar y percibir el equilibrio y el sonido. La forma y la
función específicas de este sistema pueden variar entre diferentes especies de animales,
lo que les permite adaptarse a sus necesidades sensoriales particulares.

3.2.2.1. Función del órgano Vestíbulo-Coclear


El órgano vestibulo-coclear desempeña funciones esenciales en los animales
relacionadas con el equilibrio y la audición. A continuación se describen las principales
funciones de este órgano:

1. Equilibrio y orientación espacial: El sistema vestibular, que incluye el vestíbulo y


los canales semicirculares, es responsable de detectar la posición de la cabeza y
los movimientos lineales y rotatorios del cuerpo. Esta información sensorial
proporciona a los animales un sentido de equilibrio y les permite mantener una
postura adecuada, coordinar movimientos y ajustar su posición en respuesta a los
cambios en el entorno.

2. Detección de aceleración: El sistema vestibular también es responsable de


detectar la aceleración lineal, como los cambios de velocidad y dirección. Esto es
crucial para que los animales puedan realizar movimientos rápidos, como cambios
de dirección durante la caza o la evasión de depredadores.

3. Audición: La cóclea, parte del órgano vestibulo-coclear, es el principal responsable


de la audición en los animales. Contiene células especializadas llamadas células
pilosas que responden a diferentes frecuencias de sonido. Las vibraciones
sonoras se transmiten a través de la cóclea, donde las células pilosas convierten
estas vibraciones en señales eléctricas. Estas señales se transmiten al cerebro a
través del nervio auditivo para su procesamiento y percepción como sonido.
La función del órgano vestibulo-coclear
en los animales es vital para su
supervivencia y adaptación al
entorno. Les permite mantener el
equilibrio, coordinar movimientos,
detectar amenazas y presas, y
comunicarse a través de señales
acústicas.

3.2.2.2. Partes del órgano Vestíbulo-Coclear (oído externo, oído medio, oído
interno)
Las partes del oído externo, oído medio y oído interno en los animales:

1. Oído externo:
El oído externo se compone de varias partes, que incluyen:
- Pabellón auricular: Es la parte visible del oído que se encuentra en el
exterior de la cabeza. En los animales, puede tener diferentes formas y
tamaños según la especie.
- Conducto auditivo externo: Es un tubo estrecho y curvado que se extiende
desde el pabellón auricular hasta el tímpano. Su función es transmitir el
sonido hacia el oído medio.

2. Oído medio:
El oído medio se encuentra entre el oído externo y el oído interno y consta
de los siguientes componentes:
- Tímpano: Es una membrana delgada y flexible que separa el oído externo
del oído medio. Vibra en respuesta a las ondas sonoras y transmite esas
vibraciones hacia el oído interno.
- Cavidad timpánica: Es un espacio lleno de aire ubicado detrás del tímpano.
Contiene tres huesecillos auditivos llamados martillo (martillo), yunque
(incus) y estribo (estribo). Estos huesecillos amplifican y transmiten las
vibraciones del tímpano al oído interno.
- Trompa de Eustaquio: Es un conducto que conecta la cavidad timpánica
con la parte posterior de la garganta. Su función es igualar la presión de aire
entre el oído medio y el entorno, lo que ayuda a mantener el tímpano en su
posición adecuada y facilita la audición.
3. Oído interno:
El oído interno es la parte más interna del oído y está involucrado tanto en la
audición como en el equilibrio. Sus principales componentes son:
- Vestíbulo: Es una estructura que contiene órganos sensoriales llamados
utrículo y sáculo. Estos órganos detectan la posición y los cambios de
aceleración lineal de la cabeza, lo que contribuye al sentido del equilibrio.
- Canales semicirculares: Hay tres canales semicirculares en el oído interno:
el canal semicircular anterior, el canal semicircular posterior y el canal
semicircular lateral. Estos canales están llenos de líquido y detectan los
movimientos rotatorios de la cabeza, también relacionados con el equilibrio.
- Cóclea: La cóclea es una estructura en forma de caracol que se encarga de
la audición. Contiene células ciliadas especializadas que convierten las
vibraciones sonoras en señales eléctricas que luego se transmiten al cerebro
a través del nervio auditivo.

3.2.3. Tegumento Común


El término “tegumento común” no es ampliamente utilizado en la
terminología biológica. Sin embargo, puede proporcionarse
información sobre el tegumento en los animales.

El tegumento es el sistema de revestimiento externo que cubre la


superficie del cuerpo de los animales. En los animales, el tegumento
puede variar en su estructura y función según la especie y el tipo de
organismo. Algunas de las funciones principales del tegumento
común en los animales incluyen:

1. Protección: El tegumento proporciona una barrera protectora


contra agentes físicos, químicos y biológicos del entorno,
ayudando a prevenir lesiones y la entrada de microorganismos
patógenos.

2. Regulación térmica: En muchos animales, el tegumento está


involucrado en la regulación de la temperatura corporal. Puede
ayudar a retener el calor corporal o facilitar la disipación del calor,
según las necesidades del animal.

3. Excreción: En algunos animales, el tegumento puede estar


involucrado en la excreción de desechos metabólicos, como el
amoníaco o el dióxido de carbono.

4. Respiración: En ciertos animales acuáticos, el tegumento puede


desempeñar un papel en la respiración, permitiendo el
intercambio gaseoso directamente a través de la superficie
corporal.
5. Sensación: El tegumento puede contener células sensoriales
especializadas que permiten a los animales percibir estímulos
táctiles, térmicos y químicos del entorno.

Es importante tener en cuenta que el tegumento puede variar


considerablemente en su estructura y función en diferentes grupos de
animales. Por ejemplo, en los insectos, el tegumento está compuesto
por una capa rígida llamada cutícula, mientras que en los peces, el
tegumento está formado por escamas protectoras. En los mamíferos,
la piel es el órgano principal del tegumento y tiene capas
especializadas, como la epidermis y la dermis.

En resumen, el tegumento común en los animales se refiere al


sistema de revestimiento externo que cubre la superficie del cuerpo y
cumple funciones importantes como la protección, regulación térmica,
excreción y sensación.

3.2.3.1. Estructuras que lo conforman (tejido subcutáneo, piel, glándulas


cutáneas, almohadillas, órganos digitales terminales, pezuña y
cuerno)

1. Tejido subcutáneo: El tejido subcutáneo, también conocido como


hipodermis, es la capa más profunda de la piel. Está compuesto
principalmente por tejido conectivo y células grasas (adipocitos). Esta
capa ayuda a aislar al animal del frío y a protegerlo de lesiones físicas.
Además, almacena energía en forma de grasa.

2. Piel: La piel es la capa más externa del cuerpo y es el órgano más


grande de los animales. Cumple varias funciones, como proteger al
cuerpo contra el daño físico, las infecciones y los rayos ultravioleta del
sol. También ayuda a regular la temperatura corporal y actúa como
barrera contra la pérdida excesiva de agua.

La piel se compone de varias capas, incluyendo la epidermis, la dermis y, en


algunos animales, una capa subcutánea adicional. La epidermis es la capa
más externa y está compuesta principalmente por células muertas y
queratinizadas. La dermis se encuentra debajo de la epidermis y contiene
vasos sanguíneos, nervios, folículos pilosos y glándulas.
3. Glándulas cutáneas: Los animales tienen diferentes glándulas cutáneas
en su piel. Estas glándulas pueden ser sebáceas, sudoríparas o
apocrinas, dependiendo del tipo de animal.

- Las glándulas sebáceas producen sebo, un líquido graso que ayuda a


lubricar la piel y el cabello, manteniéndolos suaves y evitando la sequedad.

- Las glándulas sudoríparas secretan sudor, que ayuda a regular la


temperatura corporal a través de la evaporación y también ayuda a eliminar
desechos y toxinas del cuerpo.

- Las glándulas apocrinas son glándulas especializadas que se encuentran


en áreas específicas de la piel y producen secreciones olorosas. Estas
glándulas son más comunes en mamíferos como los perros y los humanos.

3. Almohadillas: Algunos animales, como los perros y los gatos, tienen almohadillas
en las patas. Estas almohadillas son áreas acolchadas y gruesas en la planta de
las patas que ayudan a proteger los tejidos blandos y a proporcionar tracción y
apoyo al caminar o correr. También pueden proporcionar aislamiento y
amortiguación contra impactos. Las almohadillas suelen tener una capa gruesa de
piel y pueden contener glándulas sudoríparas o sebáceas.

Las estructuras que conforman los órganos digitales terminales, la pezuña y el cuerno en
los animales son las siguientes:

1. Órganos digitales terminales: Los órganos digitales terminales se refieren a las


estructuras que se encuentran al final de los dedos o extremidades de algunos
animales. Estos órganos pueden variar dependiendo del tipo de animal y su
adaptación al entorno. Algunos ejemplos de órganos digitales terminales incluyen:

- Garras: Son estructuras afiladas y curvas que se encuentran en algunos


animales como felinos, aves de presa y reptiles. Las garras les permiten
atrapar y sujetar presas, escalar superficies y defenderse.

- Uñas: Las uñas son estructuras planas y duras que se encuentran en


mamíferos como los primates, incluyendo a los humanos. Las uñas son
más planas y menos afiladas que las garras, y tienen diversas funciones,
como la protección de los dedos y la mejora de la destreza manual.

- Pezuñas: Las pezuñas son estructuras duras que cubren las puntas de los
dedos de los animales ungulados, como los caballos, las vacas y los
ciervos. Las pezuñas se componen de material córneo y proporcionan
soporte y protección al animal mientras camina o corre. Las pezuñas
pueden ser divididas (como en los caballos) o fusionadas en una sola
estructura (como en las vacas).

2. Piel de la pezuña: La piel que rodea las pezuñas también es una parte importante
de esta estructura. La piel de la pezuña protege los tejidos internos y contribuye a
su crecimiento y regeneración. Además, en algunos animales, como los caballos,
la piel de la pezuña puede secretar una sustancia aceitosa conocida como “grasa
de la pezuña” que ayuda a mantener la humedad y la flexibilidad de la estructura.

3. Cuernos: Los cuernos son estructuras óseas que se encuentran en la cabeza de


ciertos animales, como los bóvidos (vacas, toros, cabras) y algunos antílopes. Los
cuernos están compuestos principalmente de queratina, una proteína dura, y
crecen a partir de estructuras óseas llamadas núcleos cornuales. Los cuernos
tienen diversas funciones, como el combate entre machos para el establecimiento
de jerarquías, la defensa contra depredadores y la atracción de pareja durante la
época de reproducción.

3.2.3.3. Nervios y órganos sensoriales de la piel:

En los animales, la piel es un órgano importante que desempeña varias


funciones, incluida la protección del cuerpo contra el entorno externo y la
detección de estímulos sensoriales. Los nervios y órganos sensoriales en
la piel permiten a los animales percibir diferentes sensaciones y
responder adecuadamente a su entorno.

Los nervios cutáneos son una red de fibras nerviosas que se extienden
por toda la piel de los animales. Estos nervios transmiten señales
sensoriales desde la piel al sistema nervioso central, lo que permite la
percepción de diferentes estímulos. Los nervios cutáneos pueden ser
sensitivos al tacto, la presión, la temperatura y el dolor. Por ejemplo,
cuando un animal toca algo caliente, los nervios cutáneos transmiten una
señal de dolor al cerebro, lo que provoca una respuesta de retirada para
evitar el daño.
Además de los nervios cutáneos, los animales también pueden tener
órganos sensoriales especializados en la piel. Estos órganos incluyen
receptores táctiles, receptores de presión, receptores de temperatura y
receptores de dolor. Los receptores táctiles, también conocidos como
corpúsculos de Meissner, son sensibles a estímulos táctiles ligeros, como
el contacto suave. Los receptores de presión, como los corpúsculos de
Pacini, son sensibles a estímulos de presión más intensos. Los
receptores de temperatura pueden detectar cambios en la temperatura
ambiental y en la piel del animal. Los receptores de dolor, por otro lado,
son responsables de detectar estímulos dolorosos y transmitir señales de
dolor al cerebro.

Los animales tienen diferentes niveles de sensibilidad y especialización


sensorial en su piel, dependiendo de sus necesidades y adaptaciones
evolutivas. Algunos animales, como los humanos, tienen una alta
densidad de receptores táctiles en áreas sensibles, como las yemas de
los dedos. Otros animales, como los perros y los gatos, pueden tener una
piel más sensible al tacto y al olfato, lo que les permite detectar olores y
vibraciones sutiles en su entorno.

En términos menos complejos, los nervios y órganos sensoriales en la


piel de los animales les permiten percibir estímulos táctiles, de presión,
de temperatura y de dolor. Estas capacidades sensoriales ayudan a los
animales a interactuar con su entorno de manera adecuada y a
responder a estímulos potencialmente peligrosos para su supervivencia.

Conclusiones:
El sistema nervioso y los órganos de los sentidos desempeñan roles críticos en la vida de
los animales. El sistema nervioso, compuesto por el sistema nervioso central y el sistema
nervioso periférico, es responsable de coordinar y controlar las funciones del organismo,
permitiendo la percepción, la respuesta y la adaptación al entorno.

El sistema nervioso central, conformado por el encéfalo y la médula espinal, procesa la


información sensorial, genera respuestas motoras y lleva a cabo funciones cognitivas
superiores. Por otro lado, el sistema nervioso periférico consiste en nervios que
transmiten señales entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo, permitiendo la
comunicación y el control de los músculos y órganos.
El sistema nervioso autónomo, una parte del sistema nervioso periférico, regula las
funciones automáticas e involuntarias del organismo, como la frecuencia cardíaca, la
presión arterial y la digestión. Está compuesto por el sistema nervioso simpático y el
sistema nervioso parasimpático, que trabajan en conjunto para mantener el equilibrio y la
homeostasis en el cuerpo.

Los órganos de los sentidos, como el ojo y el oído, son responsables de captar
información sensorial del entorno y transmitirla al sistema nervioso para su
procesamiento. El ojo permite la percepción visual, captando la luz y formando imágenes
que son interpretadas por el cerebro. Por su parte, el oído es esencial para la audición y el
equilibrio, convirtiendo las ondas sonoras en señales eléctricas que el cerebro puede
interpretar.

En resumen, el sistema nervioso y los órganos de los sentidos en los animales son
componentes fundamentales para su interacción con el entorno. Estos sistemas permiten
la percepción, la respuesta y la adaptación a estímulos sensoriales, asegurando la
supervivencia y el bienestar de los animales en su entorno.

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