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Concepto
El tejido nervioso es un tejido único en el cuerpo humano que sirve para controlar y
coordinar las actividades del cuerpo. Está formado por células nerviosas, más conocidas
como neuronas, las cuales se encargan de transmitir los impulsos eléctricos a través del
cuerpo. Estos impulsos eléctricos son los que permiten que los músculos se contraigan, que
el corazón se mantenga latiendo y que el cerebro reciba información desde los sentidos. El
tejido nervioso también contiene una gran cantidad de sustancias químicas que permiten el
funcionamiento correcto de las neuronas.
El tejido nervioso está formado por tres partes principales: el sistema nervioso central, el
sistema nervioso periférico y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso central es
el encargado de recibir la información desde los sentidos, procesarla y enviar respuestas al
resto del cuerpo. El sistema nervioso periférico se extiende desde el cerebro y la médula
espinal y se conecta con el resto del cuerpo a través de una red de nervios. El sistema
nervioso autónomo controla los órganos internos como el corazón, los pulmones, el
estómago, los intestinos y otros, sin necesidad de recibir información desde el cerebro.
El tejido nervioso es un tejido muy delicado, es por eso que los medicamentos usados para
tratar las enfermedades del sistema nervioso deben ser manejados con mucho cuidado.
Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas de enfermedades como el
Parkinson, la epilepsia, el autismo y otras. Además, el tejido nervioso puede ser dañado por
enfermedades como el accidente cerebrovascular y la esclerosis múltiple, por lo que se
debe procurar un tratamiento adecuado.
Clasificación
El tejido nervioso se clasifica en dos grandes grupos: el sistema nervioso central (SNC) y el
sistema nervioso periférico (SNP).
1. El sistema nervioso central (SNC) es el principal órgano del sistema nervioso. Está
compuesto por el cerebro, el tallo cerebral, el cerebelo y la médula espinal. Esta parte del
sistema nervioso recibe información del entorno a través de los sentidos y procesa esta
información para que el cuerpo reaccione de manera adecuada. El SNC también controla
los movimientos voluntarios del cuerpo, el mantenimiento de los ritmos circadianos y las
funciones cognitivas, como la memoria, el lenguaje y el pensamiento.
3. El SNC también es responsable de controlar los ritmos circadianos del cuerpo, como el
ciclo de sueño-vigilia, el ciclo de la temperatura corporal y el ciclo de la frecuencia
cardíaca. Estos ritmos son regulados por las glándulas endocrinas, pero el SNC es el
encargado de coordinar la secreción de hormonas de estas glándulas para mantener los
ritmos en equilibrio.
El sistema nervioso periférico está compuesto por dos partes: el sistema nervioso somático
y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso somático controla los movimientos
voluntarios, como los movimientos de la cara, el habla y los movimientos de los brazos y
piernas. El sistema nervioso autónomo controla los procesos involuntarios, como la
respiración y la digestión. El sistema nervioso autónomo también controla los cambios de
humor y las respuestas de lucha o huida.
2. Una de las principales funciones del SNP es proporcionar sensibilidad a los tejidos. Esto
significa que los nervios del SNP se conectan a los receptores sensoriales en los tejidos, lo
que permite que los tejidos respondan a estímulos externos. Los receptores sensoriales
envían señales a los nervios del SNP, que luego las transmiten al cerebro para que sean
procesadas.
4. El SNP también está involucrado en la regulación de los órganos internos. Esto se debe a
que los nervios del SNP se conectan a los órganos internos, permitiendo que los órganos
respondan a los cambios en el entorno interno y externo. Esto incluye cosas como la
regulación de la temperatura corporal, el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El tejido nervioso es uno de los sistemas más importantes del cuerpo humano. Está
formado por una red de células nerviosas que transmiten señales desde el cerebro a los
órganos y tejidos del cuerpo. Estas células se conectan entre sí para formar una red de
comunicación. Esta red es responsable de la regulación y coordinación de todas las
funciones del cuerpo. Las principales funciones del tejido nervioso son:
En segundo lugar, el tejido nervioso controla los movimientos voluntarios del cuerpo. Estas
señales se transmiten desde el cerebro a los músculos, lo que permite que los movimientos
se realicen de forma coordinada y precisa. Esto es esencial para realizar una amplia
variedad de tareas, desde caminar hasta escribir.
Además, el tejido nervioso también regula los procesos automáticos del cuerpo. Estos
procesos incluyen la respiración, el latido cardíaco, los movimientos digestivos y muchos
otros. Estas funciones se llevan a cabo sin la participación del cerebro, pero el tejido
nervioso las controla.
En resumen, el tejido nervioso es uno de los sistemas más importantes del cuerpo humano.
Está responsable de recibir información, controlar los movimientos voluntarios y
automáticos del cuerpo, y también de la memoria y el aprendizaje. Estas complejas
funciones permiten que el cuerpo funcione de forma coordinada y precisa.
Características morfológicas
En el
tejido nervioso, las células se han especializado específicamente para transmitir impulsos
de una parte del cuerpo a otra. Las neuronas son las células cuyas funciones son la
recepción y transmisión de impulsos nerviosos al sistema nervioso central y desde él. Están
compuestas de un cuerpo celular, las dendritas y el axón.
Las dendritas conforman la porción receptora o de entrada de una neurona. Las membranas
plasmáticas de las dendritas (y los cuerpos celulares) contienen numerosos sitios receptores
para la fijación de mensajeros químicos provenientes de otras células. Las dendritas
habitualmente son cortas, aguzadas y presentan múltiples ramificaciones. El axón de una
neurona propaga los impulsos nerviosos hacia otra neurona, una fibra muscular o una célula
glandular. El axón es una proyección cilíndrica larga y fina que generalmente se une con el
cuerpo celular en una elevación cónica denominada cono axónico.