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Encyclopédie Médico-Chirurgicale – E – 36-983-F-10 E – 36-983-F-10

Infecciones graves en pacientes


inmunodeprimidos en oncohematología
F Blot
B Leclercq
G Nitenberg
Resumen. – La infección es una de las principales causas de muerte en los pacientes de onco-
hematología, por lo que constituye una urgencia diagnóstica y terapéutica. En los pacientes
inmunodeprimidos las infecciones son más frecuentes y más graves que en los pacientes no
oncológicos. La intensificación de los protocolos de quimioterapia, las nuevas indicaciones para
estos tratamientos complejos y el tratamiento de pacientes en estadios cada vez más avanza-
dos de la neoplasia han generado patologías infecciosas nuevas o más graves. Las nuevas téc-
nicas de trasplante de células progenitoras hematopoyéticas y los nuevos inmunosupresores
inducen además profundas modificaciones de los esquemas clásicos de inmunodepresión, en
donde se confunden las características de la neoplasia y de los tratamientos.
Una complicación infecciosa en un paciente con hemopatía maligna o con un tumor sólido
plantea problemas diagnósticos y terapéuticos complejos. En un paciente inmunodeprimido, el
diagnóstico de infección depende en primer lugar de los datos procedentes de la anamnesis
(naturaleza de la neoplasia, tratamiento inmunosupresor y toxicidades del mismo), la clínica y
la radiología. Sin embargo, la variedad de formas en las patologías observadas y la ausencia
frecuente de especificidad en los signos clínicos y radiológicos confieren gran importancia a los
exámenes complementarios: técnicas de imagen y, sobre todo, análisis microbiológicos.
El esfuerzo del médico debe orientarse prioritariamente hacia la identificación de causas infec-
ciosas, pues son más numerosas y tienen posibilidades de tratamiento. En este capítulo se abor-
darán también las causas no infecciosas, a menudo asociadas a las infecciosas, las cuales cau-
san insuficiencias viscerales en los pacientes inmunodeprimidos.
La comercialización de nuevas moléculas, especialmente antifúngicos y antivíricos, abre posibi-
lidades de curación de infecciones para las que no existía ningún recurso terapéutico. El perfec-
cionamiento de las estrategias de prevención debe permitir limitar dichas complicaciones, cuyo
pronóstico aún suele ser reservado.
Por último, debido a la complejidad de las situaciones y a las dificultades diagnósticas y tera-
péuticas, el tratamiento de infecciones graves en estos pacientes tan especiales sólo debe reali-
zarse en un medio especializado, con grupos médicos de oncohematología y/o reanimación
familiarizados con el manejo de dichas situaciones.
© 2001, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: infección, inmunodepresión, aplasia medular, cáncer, hemopatía maligna, qui-
mioterapia, trasplante de células progenitoras hematopoyéticas.

Introducción. Estrategia global infecciosas nuevas o más graves. Las nuevas técnicas de tras-
plante de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) o la
Aunque los agentes y los protocolos de quimioterapia han introducción de nuevos inmunosupresores en el arsenal
evolucionado poco en estos últimos años, la utilización de terapéutico, como los análogos de las purinas, pueden indu-
dosis cada vez más altas, en nuevas indicaciones como el cir alteraciones profundas de la inmunidad celular con con-
cáncer de mama o el tratamiento de estadios cada vez más secuencias infecciosas graves y prolongadas [74].
avanzados de la neoplasia, han hecho surgir patologías Las infecciones nosocomiales son hasta dos veces más fre-
cuentes en los pacientes oncohematológicos (9-12 %) que en
los pacientes no cancerosos (6-7 %) [49]. En los pacientes onco-
François Blot : Assistant. hematológicos la infección representa una de las principales
Gérard Nitenberg : Chef de service, chef de département.
Service de réanimation polyvalente.
causas de muerte y por esta razón constituye una urgencia
Bernard Leclercq : Chef d’unité, unité de pathologie infectieuse et hygiène hospitalière, institut diagnóstica y terapéutica [73]. Una complicación infecciosa en
Gustave Roussy, département d’anesthésie, analgésie, réanimation et pathologie infectieuse, 39,
rue Camille-Desmoulins, 94805 Villejuif, France. un paciente inmunodeprimido (ID) portador de una hemo-
E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

patía maligna o de un tumor sólido plantea problemas diag- EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS TRATAMIENTOS
nósticos y terapéuticos complejos que sólo pueden resolver-
se mediante un procedimiento riguroso. El diagnóstico de ■ Quimioterapia anticancerosa
infección en un paciente inmunodeprimido se basa en el Infecciones
análisis preciso de los datos procedentes de la anamnesis y
la clínica, lo que permite despejar un perfil de riesgo y una En general, la quimioterapia anticancerosa predispone a las
jerarquía de probabilidades diagnósticas. Dichos datos son infecciones porque ocasiona una disminución del poder bac-
la neoplasia, el tratamiento inmunosupresor y las toxicida- tericida, de la fagocitosis y del quimiotactismo de los poli-
des del mismo, la clínica, los aspectos radiológicos y el terre- nucleares.
no. Lo que se desprenda de este análisis guiará la elección de La neutropenia inducida por la quimioterapia puede cau-
los exámenes complementarios que deben practicarse, ya sar infecciones bacterianas y fúngicas. Las neutropenias
sean exámenes microbiológicos o técnicas de imagen. No cortas, de duración inferior a 7-10 días, predisponen a
obstante, la presentación radioclínica es a menudo engañosa infecciones por bacterias gramnegativas (BGN) de origen
en este contexto, lo cual explica la importancia del desarro- digestivo, por bacterias grampositivas procedentes del área
llo de nuevas técnicas diagnósticas. otorrinolaringológica (ORL) o cutánea e infecciones por
En este capítulo, dedicado a las complicaciones infecciosas, Candida sp. Las neutropenias prolongadas, de duración
se abordan igualmente las causas no infecciosas que origi- superior a 7-10 días, predisponen, además, a la aspergilosis
nan insuficiencias viscerales en los pacientes ID: una afec- y a las candidiasis diseminadas, así como a infecciones
ción tumoral o tóxica puede presentarse como una patología recurrentes por virus herpes. El riesgo infeccioso se relacio-
infecciosa o puede asociarse a la misma. Pero los esfuerzos na directamente con la duración y la gravedad de la neu-
del especialista deben dirigirse hacia la identificación de las tropenia: con cifras inferiores a 500/mm3 el riesgo se multi-
causas infecciosas porque son más numerosas y tienen un plica por 2,5; con menos de 100/mm3 se multiplica por 10 [49].
tratamiento. Las invasiones bacterianas a partir del tubo digestivo, espe-
cialmente por BGN, observadas en aplasia, son inducidas
por la fragilización de la mucosa digestiva con determina-
Caracterización das quimioterapias (cf infra) [99]. La procalcitonina parece
ser un marcador precoz y discriminante de las causas bac-
de la inmunodepresión terianas de fiebre en aplasia, pero aún no se ha definido su
verdadero interés en la práctica clínica [3]. El tratamiento de
La anamnesis constituye una etapa previa a cualquier proce- la infección en aplasia se abordará en el capítulo «Tra-
dimiento diagnóstico y permite precisar el tipo de ID ligado tamientos antibacterianos» (cf infra).
a la enfermedad tumoral o al tratamiento, que predispone a
Algunos fármacos causan ID de tipo más específicamente
diferentes tipos de infección: neutropenia, déficit humoral o
celular. De manera especial, el metotrexato parece inducir la
celular (cuadro I). Permite además identificar los factores de
neumocistosis pulmonar, pero de manera mucho menos evi-
riesgo de afección tumoral específica o tóxica.
dente que la corticoterapia. Los taxanos disminuyen la res-
puesta linfocitaria T citotóxica y natural killer (NK), pero aún
PAPEL DE LA NEOPLASIA SUBYACENTE no se sabe qué tipo de consecuencias trae en términos de
Los tumores sólidos causan complicaciones mecánicas por infección [48].
obstrucción tumoral, bronquial o digestiva o por perfora-
ción/ruptura: peritonitis por perforación diastásica por enci- Toxicidades específicas de la quimioterapia
ma de un tumor oclusivo o pioneumotórax por perforación
esofágica. En particular, ante una neumonía en un paciente La toxicidad pulmonar de la quimioterapia no tiene ninguna
con un tumor digestivo, la causa puede residir en las bacte- especificidad radiológica ni histológica. Se sospecha por eli-
rias gramnegativas de la flora digestiva, además de los gér- minación de las otras causas, infecciosas y tumorales y se
menes de la flora orofaríngea. Los tumores sólidos se com- confirma por la mejoría observada al interrumpir el fármaco
plican más a menudo con infecciones urinarias o infecciones sospechado, que es lo único que puede permitir la curación.
de la zona de intervención, mientras que las bacteriemias y Se distinguen varios tipos de afección [44]. La fibrosis pulmo-
las neumonías se observan con mayor frecuencia en las leu- nar por toxicidad directa, ligada a la dosis acumulada, suele
cemias y los linfomas [49]. aparecer tras varios meses de utilización y es poco sensible a
los corticosteroides; los fármacos en cuestión son: bleo-
Las complicaciones infecciosas difieren según qué tipo de
hemopatía sea la causa (cuadro II). Cuando el tipo de hemo- micina, mitomicina, agentes alquilantes y nitrosoureas. En la
patía tiene valor de orientación, suelen estar involucrados hipersensibilidad retardada a metotrexato o a procarbazina,
diferentes déficit que dan lugar a cuadros complejos. De el cuadro suele ser agudo, sin relación efecto/dosis y bas-
manera esquemática, los déficit de la inmunidad humoral tante sensible al tratamiento con corticosteroides. Por últi-
están ligados a una alteración de las inmunoglobulinas, en mo, se ha descrito un edema lesional precoz con altas dosis
hemopatías que afectan a los linfocitos B, como la leucemia de citarabina. Debe buscarse un edema agudo de pulmón
linfoide crónica (LLC) o la enfermedad de Waldenström o a (EAP) hemodinámico ante una afección alveolar aguda que
los plasmocitos, como en el caso del mieloma. La asplenia, surge inmediatamente después de una quimioterapia. Igual-
ya sea anatómica o funcional, debe relacionarse con los défi- mente puede observarse distrés respiratorio con el tratamien-
cit humorales y expone a un riesgo infeccioso (cuadro I) que to de una leucemia aguda mieloide 3 (LAM-M3, promielocí-
es más elevado en las afecciones hematológicas que tras una tica), con ácido all-transretinoico (ATRA); este distrés forma
esplenectomía postraumática. Las leucemias agudas afectan parte del síndrome retinoico («ATRA syndrome») en el cual se
sobre todo a la función fagocitaria macrofágica y la de los asocian, además, fiebre, derrames pleuropericárdicos, aumen-
polinucleares. Por último, se observa ID de tipo celular pre- to de peso, edemas periféricos, patologías tromboembólicas
dominante en los linfomas Hodgkin y no Hodgkin y en las e hipotensión [63].
LLC. Por otra parte, la situación inmunológica se ve profun- La fiebre de origen medicamentoso se atribuye a la bleomi-
damente modificada por los tratamientos. La neoplasia cina y al metotrexato. Existen otras toxicidades conocidas de
puede originar además afecciones no infecciosas que se la quimioterapia como la toxicidad cardíaca de las antraci-
detallan en los diferentes capítulos. clinas, la toxicidad renal de cisplatino entre otras.

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Cuadro I. – Complicaciones infecciosas ligadas a los diferentes tipos de inmunodepresión.

Complicaciones infecciosas

Déficit de la función fagocitaria, neutropenia Gérmenes no víricos (cocos grampositivos cutáneos u ORL, bacilos gramnegativos digestivos, etc.)
Infecciones fúngicas: candidiasis, aspergilosis (± mucormicosis)
Infecciones víricas: herpes simple, virus respiratorio sincitial

Déficit de la inmunidad celular Bacterias intracelulares: bacterias atípicas, micobacterias


Infecciones fúngicas: criptococosis, neumocistosis
Infecciones víricas: herpes simple, varicela-zoster, citomegalovirus, herpes virus tipo 6, virus Epstein-Barr,
adenovirus

Déficit de la inmunidad humoral/asplenia Bacterias, especialmente gérmenes encapsulados (neumococos, haemophilus), Moraxella catarrhalis, etc.
Infecciones víricas: virus respiratorio sincitial, influenzae y parainfluenzae, parvovirus, astrovirus
Infecciones parasitarias: babesiosis (asplenia)

ORL: otorrinolaringológicos.

Cuadro II. – Principales complicaciones infecciosas ligadas a las


carinii, citomegalovirus (CMV), Aspergillus sp. o también ade-
novirus o Toxoplasma gondii. En este período, las complicacio-
hemopatías.
nes infecciosas se asocian a diferentes afecciones, esencial-
Complicaciones infecciosas mente respiratorias: síndrome de neumonitis intersticial,
debido en parte a la irradiación corporal total y la EICH
Leucemias agudas Infecciones bacterianas, micosis aguda, poco sensible a la corticoterapia y bronquiolitis obli-
terante con neumonía organizada, que es corticosensible.
Leucemias de células peludas Tuberculosis, aspergilosis, legionelosis
— Después del cuarto o sexto mes.
Linfomas Infecciones intracelulares Se desencadena una EICH crónica, que puede causar «neu-
monitis intersticiales tardías» corticosensibles y requerir una
Mielomas/asplenia Bacterias encapsuladas inmunosupresión a largo plazo, la cual a su vez puede origi-
Síndromes linfoproliferativos Infecciones por gérmenes intracelulares,
nar infecciones por gérmenes oportunistas, especialmente
bacterias encapsuladas por virus varicela-zóster. En este período existe además
asplenia funcional debida a la irradiación. La reconstitución
Síndromes mieloproliferativos Cuando se transforman en leucemia inmunitaria es más rápida y mejor cuando no hay EICH o
aguda: véase leucemias agudas está controlada.

Nuevos tipos de trasplante


■ Trasplante de células progenitoras Los trasplantes alogénicos de CPH con «depleción» de célu-
hematopoyéticas las T, por ejemplo por selección positiva CD34+, son más
Las complicaciones infecciosas del trasplante autólogo son ricos en células hematopoyéticas. La linfopenia CD4 podría
inferiores a las del trasplante alogénico. Los trasplantes de aumentar el riesgo teórico de infección oportunista.
CPH periféricas se asocian a un riesgo infeccioso similar al En los últimos años han aparecido protocolos de acondicio-
de los trasplantes autólogos medulares, aunque la duración namiento mieloablativo atenuado (minitrasplante), en los
de la neutropenia, que depende del número de células que se asocian fludarabina, agentes alquilantes, anticuerpos
CD34+ transfundidas, es algo más corta (10-12 días) que con monoclonales o también suero antilinfocitario, realizándose
los trasplantes autólogos (12-15 días). a continuación la profilaxis de la EICH con ciclosporina. De
El trasplante alogénico expone a complicaciones infecciosas este modo, las infecciones observadas estarían más bien liga-
e inmunológicas de gran importancia; se producen tres fases das a una ID de tipo celular ya que la neutropenia ha sido
sucesivas: atenuada.
— Aplasia medular. En los trasplantes alogénicos de donantes sin parentesco con
En esta primera fase el riesgo infeccioso está ligado a la neu- el paciente, el donante se selecciona a partir de un archivo.
tropenia profunda (inferior a 100 polinucleares) y prolonga- No sólo el riesgo de rechazo o de EICH es más elevado, sino
da (20 días), así como a la presencia de catéteres venosos cen- que el riesgo infeccioso es de dos a tres veces superior. La
trales y a una mucositis difusa que expone al riesgo de inva- reconstitución inmunitaria, sobre todo de CD4, es más lenta.
sión bacteriana a partir del tubo digestivo. En esta fase pre- Los trasplantes haploidénticos provienen de donantes de la
coz el riesgo infeccioso, principalmente bacteriano, fúngico o familia no genoidénticos, y el injerto del trasplante sólo se
incluso herpético, está directamente relacionado con la pro- logra mediante una inmunosupresión y una depleción T
fundidad de la neutropenia y con la utilización de una anti- muy intensas. Estas dos características aumentan respectiva-
bioterapia profiláctica o sistémica empírica [28]. El trasplante mente el riesgo de complicaciones infecciosas y el de linfo-
de CPH expone igualmente a una alteración de la función proliferación.
fagocitaria macrofágica que supera ampliamente el período La utilización de sangre placentaria (de cordón umbilical)
de aplasia [20]. Además, las manifestaciones infecciosas respi- induce una mejor tolerancia inmunológica, pero también un
ratorias pueden verse agravadas por una hemorragia intra- riesgo infeccioso elevado, ligado a una neutropenia prolon-
alveolar provocada por la trombopenia. gada por la escasa cantidad de células CD34+ y a una recons-
— Después de la aplasia. titución inmunitaria retardada.
Entre el segundo y el cuarto a sexto mes, la ID, esencialmen-
te de tipo celular, está ligada a la expresión de la enfermedad
■ Corticosteroides
injerto contra huésped (EICH) y en menor grado a la profila-
xis de la EICH con ciclosporina, metotrexato y corticosteroi- Los corticosteroides alteran la función fagocitaria, lo cual
des. Las infecciones se deben principalmente a Pneumocystis constituye el primer factor de defensa antifúngica, e inducen

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una ID celular (cuadro I). Constituyen un factor de alto ries- Cuadros clínicos.
go de neumocistosis y en dosis altas conllevan riesgo de
aspergilosis, nocardiosis y hasta estrongiloidosis maligna.
Principales síndromes

■ Irradiación AFECCIONES RESPIRATORIAS

La radioterapia puede inducir una ID local [20]. La irradiación A nivel de la interfaz aire-sangre, los pulmones constituyen
corporal total, a menudo asociada al acondicionamiento que el lugar propicio para el desarrollo de infecciones en los
precede al trasplante alogénico, predispone a la neutropenia. pacientes ID. Poseen su propio sistema de defensa a nivel
También puede inducir a nivel torácico una neumopatía alveolar, intersticial y vascular. El epitelio respiratorio, agre-
aguda precoz postirradiación, que es corticosensible, y una dido por numerosos factores como las infecciones víricas
fibrosis tardía postirradiación, por toxicidad directa, con agudas o la irradiación, también desempeña un papel en la
fibrosis intersticial y síndrome restrictivo [61]. A nivel abdo- fisiopatología de las afecciones respiratorias.
minopélvico, la irradiación conlleva riesgos de enteritis y de Las infecciones respiratorias son las infecciones más fre-
cistitis postirradiación. cuentes en los pacientes ID y están relacionadas con la alta
mortalidad de dichos pacientes, especialmente después de

un trasplante de CPH [20]. No obstante, a menudo se super-
Esplenectomía
ponen afecciones no infecciosas que complican el cuadro clí-
La esplenectomía, anatómica o funcional (por ejemplo, tras nico: infiltración tumoral, hemorragia intraalveolar, a veces
irradiación), causa ID humoral. Atrae infecciones por gér- también ligada a una infección (aspergilosis, CMV, etc.) [91],
menes encapsulados (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus leucoestasis por bloqueo de mieloblastos en los capilares
influenzae, meningococos), salmonelas y colibacilos e incluso pulmonares cuando la cantidad de los mismos es superior a
infecciones debidas a Capnocytophaga canimorsus, Babesia sp. 50 000/mm3 o también proteinosis alveolar por acumulación
(cf infra) y, en zona endémica, a Plasmodium [114]. de material proteico en los alvéolos.

■ Inmunoterapia ■ Clínica
La inmunoterapia con interleucina 2 ha sido relacionada con Signos respiratorios. Modo de instauración
infecciones por Staphylococcus aureus en pacientes portadores
de catéter venoso central, tratados por cáncer renal o mela- Los signos respiratorios pueden ser sugestivos en función de
noma maligno [10]. La interleucina 2 también puede causar la evolución: hiperaguda (neumococo, gérmenes no víricos),
edema pulmonar por fuga capilar o insuficiencia cardíaca, aguda (gérmenes no víricos, neumocistosis, herpes, raramen-
derrames pleurales y broncoespasmos. te CMV o estrongiloidosis), subaguda (infecciones fúngicas o
víricas). La aspergilosis puede ser causante de un cuadro seu-
doembólico con dolor torácico por afección endovascular.
■ Otros inmunosupresores Ante la aparición de neumotórax espontáneo debe buscarse
La ciclosporina, la azatioprina y el suero antilinfocitario una neumocistosis, sobre todo cuando el paciente sigue un tra-
exponen a una ID de tipo celular. Los inmunosupresores tamiento con pentamidina en aerosol o incluso una infección
«tradicionales», que también se utilizan en el tratamiento de por micobacterias, una aspergilosis o una fibrosis [20].
las enfermedades sistémicas, pueden clasificarse por orden No obstante, el cuadro es muy poco específico y a veces se
de riesgo infeccioso decreciente: limita a fiebre e hipoxemia. A veces es difícil distinguir una
— ciclofosfamida por vía oral; afección infecciosa de una no infecciosa.
— ciclofosfamida intravenosa secuencial;
— metotrexato, azatioprina; Signos extrarrespiratorios
— ciclosporina. Deben buscarse signos neurológicos indicadores de absceso
Entre los análogos de las purinas, la fludarabina, indicada en cerebral (aspergilosis, nocardiosis) o de meningoencefalitis
segunda elección en los síndromes linfoproliferativos de grado (toxoplasmosis, herpes zoster, criptococosis, human herpes
incipiente, induce depleción linfocitaria CD4 y CD8 profunda virus [HHV]-6); también puede haber un síndrome confusio-
durante varios meses. Los riesgos de infección fúngica, viral, nal en caso de legionelosis o leucoestasis. Determinados sig-
por micobacterias, o de neumocistosis o listeriosis son los prin- nos cutáneos pueden sugerir la existencia de afección bacte-
cipales, especialmente en un estadio avanzado de la enferme- riana (nocardiosis, bacilo piociánico, S. aureus) o viral (vari-
dad o en caso de corticoterapia asociada. La 2-cloro-desoxi- cela-zoster, HHV-6), de infiltración cutánea en el transcurso
adenosina (2-CDA), indicada en la leucemia de células peludas de una EICH o de urticaria asociada a una neumonitis por
y en las recaídas de linfoma o de LLC, induce supresión celu- hipersensibilidad. Las afecciones ORL pueden indicar la
lar T, que origina sobre todo de infecciones herpéticas [74]. existencia de mucositis (herpes) o de afección sinusal (asper-
Algunos anticuerpos monoclonales se utilizan con mayor gilosis, mucormicosis, HHV-6). Se observan trastornos hepa-
frecuencia: los anti-CD20 (rituximab), utilizados en los linfo- todigestivos en la legionelosis, la enfermedad por CMV o la
mas foliculares, crean una depleción linfocitaria B durante 3 EICH. Por último, se observan alteraciones renales en caso
meses aproximadamente, pero sin riesgo infeccioso mayor. de candidiasis diseminada.
Los anti-CD52 (Campath-1H), propuestos en los linfomas
malignos no Hodgkin (LMNH) y en las LLC, inducen una ■ Contribución de las técnicas por imágenes
linfopenia profunda y prolongada, aumentando el riesgo de
Radiografía pulmonar
neumocistosis y de infecciones por virus herpes simple
(VHS) o por CMV [74]. La radiografía pulmonar (RP) es el examen complementario
En la práctica, en el campo de la patología humana es difícil de base (cuadro III). Es fundamental reexaminar todas las RP
discernir el grado de causalidad correspondiente a la enfer- anteriores, desde que comienzan los signos respiratorios. No
medad subyacente, la quimioterapia —e individualmente a obstante, las imágenes radiológicas suelen carecer de especi-
cada fármaco—, la corticoterapia y la radioterapia. Los prin- ficidad.
cipios que aquí se enuncian son sobre todo indicaciones La posibilidad de observar una imagen torácica normal en
generales y deben ser situados en un contexto que general- caso de afección respiratoria incipiente justifica el interés de
mente es complejo. la tomografía computadorizada (TC). En caso de neumonía

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Cuadro III. – Imágenes radiológicas en función de las diferentes patologías pulmonares.

Afecciones frecuentes Afecciones posibles Afecciones excepcionales

Imagen torácica normal • Cualquier afección en su inicio


• Infección bacteriana
en pacientes neutropénicos
• Embolia pulmonar

Afección alveolar • Neumonía bacteriana, legionelosis • Candidiasis diseminada


• Edema de pulmón • Neumonía herpética
• Hemorragia alveolar • BOON postrasplante de CPH
• Neumonía por hipersensibilidad • Proteinosis alveolar
• Afección aguda postirradiación

Nódulos/abscesos • Staphylococcus aureus++, Klebsiella • Criptococosis • Neumonía por CMV


• Bacilo de Koch, legionelosis • Toxoplasmosis • Neumonía medicamentosa
• Nocardiosis • Neumonía herpética
• Aspergilosis +++ • Candidiasis (rara)
• Metástasis (siembra) • Rhodococcus equi
• Waldenström (± LLC), Hodgkin
• BOON

Afección intersticial • Neumocistosis • Micobacteriosis


• Neumonía vírica (CMV++) • Criptococosis
• Neumonía medicamentosa • Toxoplasmosis
fibrosante
• Afección tardía postirradiación • Otros virus (VHS, VVZ, HHV-6,
adenovirus, VRS, etc.)
• Linfangitis carcinomatosa • Estrongiloidosis
• Síndrome de neumonía • Afección específica: síndrome
intersticial postrasplante linfoproliferativo, linfoma, amilosis
(mieloma), micosis fungoide, EVO

Afección alveolointersticial difusa • Cualquier afección pulmonar


avanzada
• SDRA
• Hemorragia alveolar
• Bronquiolitis obliterante
postrasplante de CPH

Afección pleural • Bacterias banales, tuberculosis, • Nocardiosis, criptococosis • Neumocistosis


legionelosis • Enfermedad de Waldenström • CMV
• Tumor sólido, linfoma (± LLC), LNH • Neumonía medicamentosa
(Hodgkin ++) fibrosante
• Neumonitis por hipersensibilidad
• Afección aguda postirradiación

Afección del mediastino • Micobacteriosis • Nocardiosis • Neumocistosis


• Criptococosis • Enfermedad de Waldenström • CMV
• Linfoma (Hodgkin, LNH (± LLC, incluso LAL T, mieloma) • Neumonía medicamentosa
linfoblástico) • Afección postirradiación fibrosante
(ensanchamiento del mediastino)

BK: bacilo de Koch. BOON: bronquiolitis obliterante con neumonía organizada; CPH: células progenitoras hematopoyéticas; CMV: citomegalovirus; LAL: leucemia aguda linfoide; HHV-6:
human herpes virus-6; VHS: Virus herpes simple; LLC: leucemia linfoide crónica; LNH: linfoma no Hodgkin; EVO: enfermedad venooclusiva; SDRA: síndrome de distrés respiratorio agudo;
VRS: virus respiratorio sincitial; VVZ: virus varicela-zoster.

bacteriana en aplasia, la RP puede ser normal pues las imá- intersticiales, medicamentosas o postirradiación, gracias a
genes alveolares sólo aparecen al final de la aplasia debido los cortes milimétricos. La TC puede ser de gran valor en la
al aflujo de leucocitos. Entre las afecciones infecciosas, una aspergilosis (imagen redondeada hídrica rodeada de un halo
imagen alveolar sugiere sobre todo una causa bacteriana o periférico o imagen aérea en «diana», casi patognomónica) y
una infección por virus herpes simple, que produce un en la mucormicosis. En la toxoplasmosis la TC puede evi-
aspecto «seudobacteriano»; una imagen intersticial sugiere denciar opacidades nodulares con componente alveolar aso-
una neumocistosis, con afección difusa secundariamente ciadas a imágenes de «vidrio esmerilado» [13]. Al margen de
alveolar o una infección vírica, sobre todo por CMV, virus estas situaciones, los demás signos son totalmente inespecí-
respiratorio sincitial (VRS) o HHV-6; una imagen nodular ficos y no permiten el diagnóstico escanográfico de la infec-
y/o abscedada sugiere una infección por Aspergillus sp., ción. La TC es poco útil en la neumocistosis y en la neumo-
Nocardia o S. aureus. Una afección pleural o mediastínica nía por CMV. En la neumonía por estafilococo, pueden
permite sospechar (o en su defecto excluir) determinados observarse nódulos múltiples, a veces abscedados. Mediante
diagnósticos (cuadro III). TC pueden observarse imágenes sugestivas de bronquiolitis
obliterante con neumonía organizada (BONO), metástasis,
TC torácica
linfangitis o incluso determinados linfomas [112]. La TC pro-
La TC torácica es importante por tres razones principales [13]. porciona imágenes de mayor precisión que la RP para obser-
— Permite visualizar las alteraciones parenquimatosas que var la evolución con tratamiento y, llegado el caso, afirmar el
no fueron observadas en la RP, sobre todo en las afecciones fracaso de un primer tratamiento.

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— Permite determinar la existencia de derrame pleural o de realiza en territorio patológico, eventualmente guiado por la
adenopatías mediastínicas: la TC distingue las adenopatías TC. El aspecto del lavado es sospechoso cuando es hemorrá-
mediastínicas de la afección parenquimatosa, especialmente gico, pues indica la existencia de sangrado bronquial o de
en la enfermedad de Hodgkin. Es útil cuando se sospecha hemorragia intraalveolar, o lechoso como en el caso de pro-
una micobacteriosis o una criptococosis; las adenopatías teinosis alveolar. El examen directo que incluye la citología y
necróticas sugieren una tuberculosis o un linfoma. La pre- las primeras coloraciones en los agentes patógenos constitu-
sencia de adenopatías y pleuresía elimina prácticamente una ye una etapa esencial, especialmente en el diagnóstico de
neumocistosis o una neumonía por CMV. afección bacteriana o neumocistosis.
— Puede determinar la topografía de las lesiones y guiar las El cultivo permite establecer el diagnóstico con certeza para
tomas de muestras para examen microbiológico y anatomo- Legionella, micobacterias, parásitos (T. Gondii, S. stercoralis),
patológico: lavado broncoalveolar (LBA) en las afecciones criptococo, histoplasma y algunos virus (VRS, influenzae,
localizadas, biopsia en caso de imagen nodular que puedan parainfluenzae, adenovirus, etc.). La presencia aislada de bac-
plantear diagnósticos de localización tumoral, aspergilosis o terias piógenas en el líquido de LBA no basta para establecer
nocardiosis e incluso identificación de adenopatías antes de el diagnóstico de neumonía bacteriana: extrapolando a este
la mediastinoscopia. caso los umbrales validados en las neumonías nosocomiales,
La TC espiral permite analizar de manera precisa los vasos, el diagnóstico de neumonía bacteriana debe sospecharse con
sobre todo los vasos proximales. Puede ser útil en caso de recuentos bacterianos superiores a 104 UFC/ml en el cultivo.
embolia pulmonar, pero en el análisis de las neumonías de El aislamiento de CMV o Aspergillus sp. tiene un valor diag-
los pacientes ID su utilidad no ha sido demostrada. La TC nóstico relativo, pero constituye un argumento capital para
espiral es muy sensible para evidenciar micronódulos y per- instaurar un tratamiento, especialmente cuando existe apla-
mite estudiar el síndrome de la cava superior al distinguir el sia y después de un trasplante de médula. Por último, la
componente tumoral endocava y extracava. identificación de Candida sp. o de herpesvirus pierde su
valor diagnóstico debido a la contaminación orofaríngea; la
Otras técnicas por imágenes presencia de herpesvirus adquiere gran valor asociado a sig-
nos celulares de afección vírica y neumonía radioclínica y la
La resonancia magnética (RM) es difícil de realizar en los de Candida sp. en caso de afección fúngica multivisceral.
pacientes ventilados y es útil sobre todo para analizar el La celularidad del lavado alveolar es difícil de interpretar en
mediastino. Por último, la tomografía por emisión de posi- los pacientes ID y sólo aporta indicaciones limitadas.
tones se utiliza para diferenciar las afecciones malignas de Tradicionalmente, una polinucleosis neutrófila sugiere más
las afecciones benignas o la fibrosis, pero las indicaciones de bien una afección bacteriana medicamentosa fibrosante o un
esta técnica en casos de patología infecciosa no han podido síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA). Una alveoli-
definirse ya que las lesiones infecciosas o granulomatosas tis linfocitaria es posible con el diagnóstico de tuberculosis,
parecen originar falsos positivos. Las indicaciones de las téc- virosis, toxoplasmosis, infiltración linfomatosa y neumonitis
nicas de imagen asociadas a la inyección de galio o indio aún por hipersensibilidad, postirradiación o intersticial después
no han sido establecidas. de un trasplante de CPH. La alveolitis linfocitaria es habitual
después de la irradiación, aun sin afección radioclínica. Una
■ Tomas de muestras respiratorias alveolitis eosinófila, superior al 2-5 %, puede ser signo de
neumonitis medicamentosa por hipersensibilidad o bien
Esputo, aspiración traqueal neumonitis fibrosante o neumocistosis. En los pacientes con
El interés de estas muestras reside en el aislamiento de Le- neutropenia intensa, la celularidad alveolar puede ser baja [21].
gionella, Nocardia, Mycobacterium tuberculosis o kansaii, Stron- En el estudio citológico se busca un efecto citopático vírico
gyloides stercoralis o hasta P. Carinii, que son patognomónicos (herpes, CMV) o la presencia de células tumorales en caso de
de una infección causada por alguno de estos gérmenes. Por linfangitis, carcinoma bronquioloalveolar o linfoma. En la
otra parte, el análisis del esputo se hace aleatorio debido a la proteinosis alveolar, el LBA evidencia un material «lipopro-
contaminación faríngea. teináceo» granuloso, teñido por el ácido periódico Shiff
(PAS) y la microscopia electrónica, raramente necesaria,
Fibroscopia bronquial, tomas distales puede evidenciar cuerpos lamelares [106].
Con los productos del LBA puede realizarse inmunomarca-
El aspecto de los bronquios y de las secreciones puede suge- do y amplificación génica (polymerase chain reaction [PCR]),
rir el diagnóstico en caso de aspergilosis bronquial (revesti- los cuales contribuyen al diagnóstico de infección por VRS,
mientos blanquecinos adheridos a la mucosa) o aspergilosis P. carinii o T. gondii.
pulmonar invasiva (secreciones adherentes oscuras), tuber- Las tomas estrictamente respiratorias se completan con otros
culosis (granuloma, compresión ganglionar extrínseca, análisis como hemocultivos (en búsqueda de neumococemia
nódulo fistulizado con caseum), herpes (traqueobronquitis o bacteriemias en aplasia), punción pleural y más raramente
vesiculosa y ulcerada) y afección tumoral (linfangitis, etc.) o estudios serológicos. Las antigenemias de CMV, criptococo o
postirradiación. Aspergillus pueden ayudar a establecer el diagnóstico. El diag-
El interés de las tomas distales protegidas (TDP) ha sido eva- nóstico de legionelosis es aprovechado actualmente para de-
luado en las neumonías adquiridas con ventilación mecánica; terminar la antigenuria con técnica inmunoenzimática, la cual
la interpretación de los resultados en los pacientes ID es sólo permite detectar Legionella sp. del grupo 1 varias semanas des-
una extrapolación. La toma con cepillo y la TDP propiamen- pués de la infección.
te dicha se consideran positivas cuando el cultivo es superior
a 103 unidades formadoras de colonia (UFC)/ml. Sin embar-
go, por debajo de este umbral, en algunos casos, específica- Histología pulmonar
mente cuando existe aplasia, pueden tenerse en cuenta los La histología pulmonar cobra gran valor en determinadas
gérmenes identificados para adaptar la antibioterapia. infecciones como la aspergilosis, la candidiasis diseminada y
El LBA permite establecer el diagnostico de infección, hemo- la criptococosis y en las afecciones pulmonares específicas
rragia alveolar o proteinosis [67]. Otros diagnósticos se sospe- como los linfomas. En la aspergilosis, la capacidad diagnós-
charán por exclusión de los citados. En las neumonías difu- tica de la fibroscopia no supera el 45-60 % pues las lesiones
sas, el rendimiento del LBA es máximo en el bronquio lobar suelen ser periféricas. En lo que respecta a la candidiasis, en
medio o en la língula; en las afecciones localizadas, el LBA se la actualidad no existen criterios diagnósticos comprobados.

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Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Cuando se sospecha una neumonitis medicamentosa, la his- ■ Epidemiología. Prevención


tología es poco útil y su objetivo esencial consiste en identi-
Microorganismos responsables
ficar o excluir una patología infecciosa.
Las biopsias transbronquiales no permiten excluir una pato- En las ILC, los cocos grampositivos predominan amplia-
logía infecciosa y son aprovechables sobre todo en la patolo- mente con respecto a las bacterias gramnegativas. Entre las
gía tumoral. Se considera que la biopsia tiene una rentabili- bacterias grampositivas, los estafilococos coagulasa negati-
dad diagnóstica inferior a la del LBA, además de efectos vos (ECN) son actualmente más frecuentes que S. aureus [86].
secundarios más importantes como hemorragia y neumotó- Situación que refleja la evolución epidemiológica desde hace
rax. La importancia de la biopsia en el seno de las explora- 15 años, tanto en reanimación como en los pacientes onco-
ciones respiratorias en pacientes ID todavía no se ha estable- hematológicos portadores de catéter a largo plazo. La obser-
cido con claridad, pero probablemente sea escasa. La supe- vación de una bacteriemia debida a un germen «de origen
rioridad de las biopsias pulmonares a cielo abierto todavía cutáneo» (ECN, corinebacterias, Bacillus, Propionibacterium) o
no ha sido demostrada, aunque se han hecho algunos estu- a S. aureus, constituye un criterio mayor para atribuir esta
dios prometedores [110]. bacteriemia a una ILC en ausencia de otro foco infeccioso [77].
Las levaduras constituyen la otra categoría de microorganis-
Rendimiento diagnóstico y utilidad de la toma de muestras mos de alto indicio de ILC [77]. Las más frecuentes son C. albi-
Este concepto plantea el problema de las adaptaciones tera- cans y parapsilosis, seguidas de C. tropicalis y krusei o Ma-
péuticas y de la mejora del pronóstico en los pacientes ID. En lassezia furfur en niños con nutrición parenteral. Las bacterias
términos de pronóstico ningún estudio existente permite gramnegativas son minoritarias y están representadas esen-
afirmar la utilidad de las tomas de muestras respiratorias. cialmente por Pseudomonas sp. y en menor grado Klebsiella
De los raros estudios disponibles sobre este tema, a menudo sp. Las micobacterias atípicas causan inflamación del trayec-
heterogéneos, se destacan algunas tendencias: en los pacien- to subcutáneo hasta varias semanas después de la ablación
tes oncohematológicos, las tomas de muestras para análisis del catéter.
bacteriológico con cepillo o TDP parecen ser positivas en el
20 % de los casos aproximadamente, y el LBA en el 50 % de Morbilidad. Mortalidad
los casos, cuando se realiza por una afección intersticial; por
lo que acumulando los dos exámenes se puede obtener un La gravedad de las bacteriemias por S. aureus está amplia-
diagnóstico en el 60-70 % de los casos [21, 71, 115]. La realización mente demostrada, así como la de las bacteriemias por ECN,
de estas tomas permite adaptar el tratamiento en un 30 % de para la cual la mortalidad se estima en un 13 %. La mortali-
los casos, pero su influencia en la mortalidad todavía no se dad atribuible a las candidemias podría alcanzar un 38 % [108].
ha podido determinar. El «LBA protegido» (mini-LBA) En los pacientes oncológicos con candidemia, las cifras de
podría constituir una alternativa interesante al LBA y al cepi- mortalidad son más elevadas (81 %) cuando no se retira el
llado. Puesto que no existen conclusiones definitivas en catéter.
cuanto a la utilidad de los mismos en los pacientes ID, es La mortalidad atribuible a las ILC se considera generalmente
prudente realizar estas exploraciones y efectuar la elección inferior a la relacionada con otras infecciones nosocomiales:
entre cepillado/TDP y LBA en función del tipo de neumo- un 10-25 % como promedio en el hospital y hasta un 28 % en
nía, alveolar o intersticial, localizada o difusa. reanimación [103]. No obstante, la morbilidad y mortalidad
«ligadas a las ILC» dependen tanto de la afección subyacente
■ En la práctica en los pacientes que desarrollan una ILC como de la gravedad
propia, directamente atribuible a estas infecciones [95].
Al margen del caso «simple» de la neumonía bacteriana
La morbilidad viene reflejada por la prolongación de la
localizada, la cual justifica la realización de una toma distal
estancia hospitalaria, cuya duración media por una bacterie-
protegida o un tratamiento empírico, la dificultad reside
mia ligada al catéter está estimada en 6,5 días.
esencialmente en las afecciones intersticiales difusas o atípi-
cas, incluso con radiografía normal. En este caso se reco-
mienda la realización de una primera fibroscopia con LBA y Mecanismos de contaminación del catéter
eventualmente TDP, asociada a exámenes extrarrespiratorios
En los cateterismos prolongados en oncohematología, el
en función del contexto. La TC torácica debe recomendarse a
mecanismo predominante consiste en la infección del catéter
partir del momento en que se necesita precisar la existencia
por vía endoluminal, a partir de la colonización del pabellón
de adenopatías mediastínicas, una pleuresía o la localización
(conexión) o de los productos perfundidos, debida en parte
exacta de la neumonía para orientar la fibroscopia. Si el pri-
a las manipulaciones repetidas. La colonización por vía
mer LBA es negativo, se aconseja un segundo LBA, que
extraluminal, a partir de la zona cutánea de inserción del
puede asociarse a biopsias transbronquiales. Cuando persis-
catéter, predomina en los cateterismos de «corta» duración:
ten dudas después de estas tomas, puede discutirse la reali-
zación de una biopsia quirúrgica a cielo abierto [20]. En cada esto es lo que ocurre en reanimación, en donde el cateteris-
una de estas etapas puede justificarse la adopción de un tra- mo rara vez dura más de 15 días. Las infecciones por vía
tamiento empírico, especialmente en caso de contraindica- hematógena, a partir de un foco a distancia, sólo constituyen
ción de una de las exploraciones, en función de la relación el 5 % aproximadamente de las ILC.
beneficio/riesgo supuesta.
Factores de riesgo. Prevención
INFECCIONES LIGADAS A LOS DISPOSITIVOS Durante los primeros días del cateterismo el riesgo de infec-
INTRAVASCULARES ción debida a los gérmenes cutáneos presentes en la zona
Las infecciones ligadas a catéter (ILC) constituyen la tercera cutánea donde se realiza, está ligado sobre todo a la coloca-
causa de infección nosocomial y afectan al 5 % aproximada- ción del catéter y a los apósitos del mismo. Se ha demostrado
mente de los catéteres venosos centrales (CVC) en los pacien- que la ausencia de una antisepsia rigurosa de la piel en el
tes oncohematológicos, contra un 30 % en los pacientes posi- momento de insertar el CVC constituye un factor de alto ries-
tivos en el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); la go de ILC. A medida que pasa el tiempo, el riesgo está ligado
densidad de incidencia se estima en un 0,4 por 1 000 días-caté- a la asepsia durante la manipulación del CVC, de las solucio-
teres en oncología [2]. A nivel mundial, las septicemias ligadas nes, etc. Entre los diferentes antisépticos, la clorhexidina en
a los catéteres afectarían a un 3-7 % de los CVC. solución alcohólica al 0,25 % parece tener una eficacia por lo

7
E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

menos igual a la de la polividona yodada en la prevención de Cuadro IV. – Contaminación, colonización e infección ligada a caté-
las ILC en reanimación. La localización yugular interna con-
ter: definiciones.
lleva un riesgo de infección superior al de la localización sub-
clavia [86] (dificultad para mantener en su sitio un apósito Contaminación: introducción «accidental» de gérmenes en el extremo del
oclusivo limpio, pilosidad, proximidad de las secreciones catéter
orofaríngeas). La vía femoral y la vía yugular interna parecen • En cultivo cuantitativo: cifras no significativas (< 103 UFC/ml)
presentar riesgos equivalentes. La tunelización de los catéte-
res yugulares internos, utilizada a menudo en cancerología, Colonización: presencia de gérmenes en el extremo del catéter en cantidad
ha dado pruebas de su eficacia en la reducción de las ILC en significativa, sin signos de infección (imputables al catéter)
• En cultivo cuantitativo: cifras significativas (> o = 103 UFC/ml)
reanimación, en cateterismos de corta duración. En cambio,
la tunelización de los catéteres subclavios no presenta ningún Infección: presencia de gérmenes en el extremo del catéter en cantidad signi-
interés [81]. En una época se consideraba que los reservorios ficativa, con signos de infección locales o generales (sepsis clínica, bateriemia),
presentaban menor riesgo de ILC que los catéteres tuneliza- imputables al catéter
dos, pero esta supuesta superioridad para la prevención de • En cultivo cuantitativo: cifras significativas (> o = 103 UFC/ml)
las infecciones no ha sido comprobada [2]. La duración del
UFC: unidad formadora de colonia.
cateterismo es evidentemente un factor de riesgo de ILC.
Actualmente, se considera que este riesgo es globalmente
estable y no «exponencial» a lo largo del tiempo. Basándose gran valor diagnóstico, sobre todo en los pacientes aplásicos
en esta constatación, se ha dejado de practicar el cambio en los que frecuentemente no existe exudación purulenta. En
periódico de catéter. La composición fisicoquímica de los CVC este caso es imperativo retirar el catéter e instaurar un trata-
también es un elemento importante en el riesgo de desenca- miento por vía general. La existencia de enrojecimiento y
denamiento de ILC: los catéteres de poliuretano o elastómeros dolor en un reservorio son indicios importantes de infección.
de silicona disminuyen el riesgo de adherencia bacteriana, por Cuando no existen signos locales debe sospecharse una ILC
lo que son preferibles a los catéteres de teflón o de policloru- ante un síndrome infeccioso o la obtención de hemocultivos
ro de vinilo (PVC) en casos de cateterismo prolongado. Se ha positivos. En este último caso, el aislamiento de ECN, S. aureus
demostrado la eficacia de los catéteres impregnados de anti- o Candida sp. orienta la causa hacia el catéter cuando no exis-
sépticos o antibióticos en el control de las ILC. La hepariniza- te otro foco infeccioso [77]. Asimismo, la desaparición de los
ción podría disminuir la incidencia de ILC debido a que dis- signos clínicos de sepsis en menos de 12-48 horas de haber
minuyen los fenómenos de trombosis in situ [80], pero las dis- extraído el CVC [77] o, inversamente, una sepsis brusca al
cordancias de resultados en los diferentes estudios no permi- conectar una perfusión (fiebre, escalofríos, hipotensión),
te que se recomiende esta actitud de forma rutinaria. constituyen argumentos de gran valor para identificar al
Gracias al conocimiento de los factores de riesgo, se han catéter como el agente causal.
desarrollado técnicas de prevención de las ILC que figuran
en las recomendaciones del Center for Diseases Control Diagnóstico de ILC con catéter retirado
(CDC) de Atlanta [69].
El cultivo cualitativo del extremo del catéter mediante
inmersión en caldo de cultivo líquido no permite distinguir
■ Diagnóstico entre infección, colonización y contaminación, por lo que
Los signos clínicos de ILC son poco sensibles y casi nunca esta técnica no posee ninguna especificidad y debe dejar de
específicos. Tradicionalmente, sólo la objetivación de una usarse [93].
cantidad suficiente de bacterias en el extremo distal del caté- El cultivo semicuantitativo propuesto por Maki en 1977 con-
ter permite afirmar la ILC tras la retirada del mismo. Existen siste en hacer girar la superficie externa del catéter sobre un
criterios fiables, simples y reproducibles sobre el catéter reti- medio de cultivo sólido, con posterior recuento de las colo-
rado, que permiten diferenciar la infección de la simple colo- nias tras 24-48 horas de incubación. El umbral de positividad
nización o contaminación bacteriana (cuadro IV). fijado es de 15 UFC. Esta técnica presenta restricciones signi-
Considerando la proporción de extracciones inútiles de caté- ficativas:
ter (un 80 % de los catéteres son retirados por sospecha de — como sólo explora la superficie externa del catéter, pasa
ILC), lo ideal sería establecer el diagnóstico de ILC sin retirar por alto las infecciones endoluminales;
el catéter, mediante técnicas en las que se asocie una sensibili- — posee una sensibilidad cercana al 100 % pero una especi-
dad cercana al 100 % y una gran especificidad. El requisito ficidad baja, entre el 20 y el 50 %; por consiguiente, aunque
mínimo consiste en al menos poder eliminar la ILC mediante se trata de una técnica sencilla, no es suficiente para estable-
un examen simple, lo cual implica que se dispone de una téc- cer el diagnóstico de ILC de manera incontestable [93].
nica con un valor predictivo negativo cercano al 100 %. La técnica de cultivo cuantitativo descrita en 1987 permite
paliar estas insuficiencias. Se toman los 5 a 6 últimos centí-
Diagnóstico clínico de ILC metros de catéter, se «sumergen» en 1 ml de suero fisiológi-
co, se agita el conjunto en el vortex, y a continuación se toma
Entre las infecciones locales se distinguen infecciones super- 0,1 ml de la solución obtenida y se siembra en medio sólido.
ficiales y profundas. El umbral de positividad fijado es de 103 UFC/ml. La agita-
Las infecciones superficiales se limitan a un aspecto infla- ción en el vortex permite tener en cuenta tanto las bacterias
matorio o purulento del orificio de entrada del catéter. que se adhieren a la superficie externa como las que se
Excepto cuando existe secreción purulenta en el punto de adhieren a la superficie interna del catéter; por otra parte, el
inserción, los signos inflamatorios locales no bastan para cultivo cuantitativo posee una sensibilidad similar a la obte-
predecir la ILC, pero deben incitar a multiplicar los exáme- nida por Maki (97 %), pero su especificidad (88 %) mucho
nes bacteriológicos (cf infra). En general las curaciones loca- más elevada. Este método es sencillo y totalmente accesible
les suelen ser suficientes y permiten evitar la ablación del en la práctica diaria. Presenta un interés equivalente a la téc-
catéter, excepto si no se observa mejoría en 48 horas. nica del cultivo cuantitativo del catéter con sonicación [93].
Las infecciones profundas se presentan con signos de «tuneli- Aunque desde el punto de vista teórico el examen directo
tis», la cual se define como una inflamación del trayecto sub- del catéter es muy interesante, requiere un trabajo largo y
cutáneo del catéter a lo largo de 2 cm o más, y a veces de celu- meticuloso por lo que hasta ahora no tiene aplicación co-
litis; esta inflamación profunda, infiltrada y dolorosa, tiene rriente.

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Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Como conclusión, las técnicas cualitativas y semicuantitati- del Hc ha sido establecida in vitro: por ejemplo, un aumen-
vas no deben seguir utilizándose debido a su falta de espe- to de un log10 de la concentración inicial corresponde a un
cificidad. Los métodos de cultivo cuantitativo presentan cla- acortamiento medio del tiempo de positivación de 140 minu-
ramente una mejor relación «calidad» (sensibilidad y especi- tos para S. aureus, 85 minutos para Escherichia coli y 285 mi-
ficidad)/«precio» (rapidez y coste) [93]. nutos para C. albicans. Se ha demostrado el interés de la
medición del plazo diferencial de positivación de los Hc
Diagnóstico de ILC sin extracción de catéter estándar a partir de muestras tomadas simultáneamente en
catéter y en periferia en pacientes oncohematológicos [8]: una
Cuando se sospecha una ILC, la presencia de shock séptico diferencia en el tiempo de crecimiento entre los dos hemo-
o de signos locales de infección profunda exigen la extrac-
cultivos, de al menos 2 horas a favor del hemocultivo reali-
ción inmediata del catéter. Aparte de estas situaciones clíni-
zado con la muestra tomada en catéter, es altamente predic-
cas, el médico debe descartar el diagnóstico, evitando así un
tiva de bacteriemia ligada al catéter (especificidad y sensibi-
cambio inútil de CVC [5].
lidad superiores al 90 %). Por consiguiente, este método
El cultivo en el punto de inserción cutáneo refleja la vía de
aventaja ampliamente a los HcC y debería sustituirlos.
inoculación extraluminal. La sensibilidad y el valor predicti-
vo negativo de un cultivo cuantitativo o semicuantitativo
son cercanos al 100 %. Cuando se sospecha una ILC, la nega- Sustitución del catéter con guía
tividad del cultivo del punto de inserción cutáneo permite
prácticamente eliminar la ILC, especialmente en los catete- La sustitución del catéter sospechoso con guía metálica cons-
rismos de corta duración. En cambio, la vigilancia sistemáti- tituye un procedimiento esencialmente diagnóstico [19]. El
ca del punto de inserción cutáneo no se recomienda cuando cultivo cuantitativo del primer catéter permite establecer o
no existe sospecha clínica de ILC. descartar el diagnóstico de ILC; cuando el cultivo del primer
El cultivo de la conexión del catéter refleja el mecanismo catéter es positivo, debe retirarse el segundo catéter y cam-
endoluminal de infección del catéter, que es predominante biar la zona de inserción. El cambio del catéter con guía en
en los cateterismos prolongados. La combinación de las caso de sospecha de ILC permite que se economice el capital
tomas cutáneas y de la conexión parece tener un alto valor venoso. No obstante, este procedimiento es imposible en los
predictivo negativo para el diagnóstico de ILC. El cultivo en reservorios y muy difícil de aplicar a los catéteres tuneliza-
la conexión del catéter podría ser complementario del culti- dos en oncohematología.
vo cutáneo en casos de cateterismo prolongado, frecuentes
en oncohematología.
Estrategia global ante una sospecha de ILC
Los hemocultivos cuantitativos (HcC) con muestra tomada
del catéter tienen una especificidad y un valor predictivo posi- Cuando se sospecha una infección por catéter debe aplicarse
tivo elevados y, por consiguiente, son especialmente útiles un procedimiento diagnóstico estandarizado (fig. 1). En re-
cuando se trata de confirmar, y no de descartar, la ILC. Se des- sumen, la existencia de una sepsis grave sin otro foco infec-
taca el uso de dos métodos: los cultivos sobre gelosa y la lisis- cioso evidente o la observación de signos locales francos
centrifugación con tubos. El principio de los HcC con muestra como «tunelitis» o celulitis, exigen la extracción del catéter
tomada del catéter parte de la hipótesis siguiente: cuando una (cf infra).
septicemia está ligada a una ILC, el número de microorganis- En casos de menor gravedad, se recomienda:
mos recogidos mediante hemocultivo central, tomado en el — cambio del catéter con guía y extracción del segundo
catéter, es elevado debido a un efecto de purga de la parte catéter cuando el primero está colonizado/infectado, asocia-
interna del CVC que contiene un fuerte inóculo bacteriano. do o no a una antibioticoterapia en función del germen cau-
Con umbrales que varían entre 15 y 1 000 UFC/ml, mientras
sante (cf infra);
la especificidad de los HcC con muestra tomada del catéter es
cercana al 100 %, su sensibilidad sólo es de un 20 %, en una — realización de dos hemocultivos simultáneos (cualitati-
población de pacientes oncológicos. vos con medición del plazo diferencial de positivación),
Los HcC simultáneos con muestras tomadas del catéter y en eventualmente asociados a cultivos de muestras tomadas
la periferia ocupan un lugar privilegiado en oncohematolo- con escobillón en el punto de entrada y a nivel de la cone-
gía. Una relación de recuentos bacterianos superior a 4:1 y xión del catéter cuando se trata de un catéter de emergencia
hasta superior a 10:1 entre hemocultivo a partir del CVC y cutánea; estas dos técnicas tienen un alto valor predictivo
hemocultivo periférico, es altamente predictiva de bacterie- positivo (hemocultivos simultáneos) y negativo (tomas con
mia ligada al catéter, pero carece de sensibilidad. En reali- escobillón); si la duda persiste puede recurrirse al cambio
dad, esta relación suele ser superior a 50 o incluso a 100 en con guía o simplemente a extraer el catéter; en cuanto a los
los casos probados de ILC. Este enfoque, que siempre se ha catéteres de larga duración tunelizados y a los reservorios, el
considerado complicado y difícil de realizar de forma ruti- cultivo de muestras tomadas con escobillón en el punto de
naria, puede simplificarse utilizando tubos de lisis-centrifu- entrada cutánea no tiene razón de ser; sólo pueden realizar-
gación pediátricos: la especificidad sigue siendo cercana al se hemocultivos simultáneos; en este contexto también
100 % y la sensibilidad ha evolucionado satisfactoriamente podría realizarse un cultivo de una muestra del sitio de
(cercana al 80 %). Entre las técnicas de diagnóstico «sin conexión del catéter, en condiciones de asepsia rigurosas.
extraer el catéter», los HcC simultáneos ofrecen la mejor rela- — al final de este procedimiento, la decisión de retirar o
ción sensibilidad/especificidad [93]. conservar el catéter depende principalmente del tipo de
La medición de la diferencia en el plazo de positivación de microorganismo incriminado (cf infra).
los Hc cualitativos simultáneos resulta más simple y menos
costosa que los HcC. Esta técnica ha podido desarrollarse
gracias a la generalización de aparatos que detectan de ■ Actitud terapéutica
forma automática y continua el plazo de positivación de los
Hc. Dado que el plazo de positivación de un hemocultivo es La actitud terapéutica ante una ILC es en definitiva bastante
inversamente proporcional al número de gérmenes inicial- sencilla cuando el procedimiento diagnóstico se ha llevado a
mente presentes en el frasco de Hc (inóculo), el plazo de cabo de manera racional. El problema principal que debe
positivación de los Hc puede sustituir al recuento de colo- resolverse es el siguiente: ¿es necesario retirar el catéter o
nias. La relación lineal entre inóculo y plazo de positivación no? El problema de la antibioticoterapia es «accesorio».

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

Signos de gravedad 1 Conducta que debe adoptarse cuando se


Ausencia de signos de gravedad y de signos locales evidentes
(shock infeccioso sin sospecha una infección ligada a catéter. KT:
otra causa evidente) catéter; ATB: antibióticos; ECN: estafilococo
Cambio o Cultivo del coagulasa negativo; Eb: enterobacteria; ttt:
Signos locales +++ del KT/guía punto de entrada tratamiento.
(pus ++, «tunelitis», (± ATB) + del KT – Cuant: relación > (<) 5: relación > (o <) 5
celulitis) entre los hemocultivos cuantitativos realiza-
dos con muestras tomadas en el catéter y en
Hemocultivos simultáneos periferia.
(KT + periférico) Cualit: TDP > (<) 2 h: plazo diferencial en el
tiempo de positivación > (o < ) 2 horas entre
Cultivo del KT Cuant : relación > 5 <5 los hemocultivos cualitativos realizados con
– + Cualit : TDP > 2 horas < 2 horas muestras tomadas en el catéter y en periferia.
Control Nota: este árbol de decisión es de Blot et al [5].
(o cambio/guía)

Staphylococcus aureus, levaduras Otros


Extracción Pseudomonas (SCN, Eb, etc.)
inmediata
del KT Control Control
Extracción del KT posibilidad de ttt
+ ATB (¿otro foco?) (¿otro foco?)
+ ATB sin extraer el KT

Extracción obligatoria del catéter (CMI) del germen incriminado. Los antibióticos utilizados
son: amicacina (2 mg diluidos en 2 ml de suero fisiológico),
La existencia de shock infeccioso, sin otra causa evidente
vancomicina (2 mg en 2 ml) o teicoplanina (4 mg en 2 ml); los
además del catéter, exige la ablación inmediata del mismo o
2 ml inyectados deben dejarse 24 horas/24 (o 12 horas/24 en
al menos un cambio con guía y la instauración de una anti-
función de las necesidades de perfusión nocturna) y la carga
bioterapia empírica. El diagnóstico definitivo de ILC se
de antibiótico se cambia una vez al día, durante un período
obtiene mediante cultivo del catéter.
total de 14 días (esto es, 14 inyecciones de antibiótico, a
La extracción también es obligatoria en caso de infección razón de 1 al día). Si el paciente sigue teniendo fiebre (o si los
local profunda («tunelitis», celulitis). hemocultivos siguen siendo positivos) más allá de D3-D5, el
Tradicionalmente, la ablación del catéter es obligatoria cuan- CVC debe ser extraído. Aún no se ha establecido con clari-
do la ILC se debe a uno de los siguientes gérmenes: S. aureus, dad la eficacia de la antibioticoterapia intraluminal con res-
Pseudomonas sp., Candida sp. o Bacillus sp. Con todos estos gér- pecto a los catéteres de oncohematología, y de ninguna
menes, el tratamiento sin extraer el catéter aumenta el riesgo manera para los reservorios. En cualquier caso, esta técnica
de fracaso y de mortalidad. Probablemente ocurre lo mismo no debe conducir a que se mantengan catéteres en un
con las enterobacterias multirresistentes, Stenotrophomonas sp. paciente con un estado infeccioso no controlado.
o Acinetobacter sp., así como con las infecciones plurimicrobia-
nas o por micobacterias. Aunque la extracción del catéter sea
el acto curador por excelencia, para combatir los gérmenes Antibioticoterapia
citados es necesario instaurar una antibioticoterapia adaptada Cuando se sospecha una ILC, la antibioticoterapia empírica
de 7, 14 o hasta 20 días, sobre todo en caso de septicemia. instaurada antes de obtener los resultados de los hemoculti-
Si se trata de un ECN o incluso de una enterobacteria o de un vos, cultivos de muestras cutáneas y/o cultivo del CVC, sólo
enterococo, la antibioticoterapia tras ablación del catéter no debe realizarse cuando existe un síndrome infeccioso grave o
es indispensable o muy corta (5 días aproximadamente) [111]. si se trata de pacientes con ID grave. En este caso la antibioti-
coterapia debe comprender: vancomicina (debido a la fre-
Tratamiento sin extracción de catéter cuencia de ILC por ECN o S. aureus resistentes a la meticilina
en más del 50 % y en el 35 % de los casos respectivamente), un
El tratamiento de una ILC dejando el catéter en su lugar sólo antibiótico betalactáminco activo frente a las bacterias gram-
es posible en situaciones distintas a las citadas en el párrafo negativas (más raras pero más graves), y un aminoglucósido
precedente. En estos casos puede optarse por un tratamien- en caso de shock infeccioso o de aplasia (gentamicina preferi-
to por vía sistémica, de preferencia sin utilizar el CVC, ble a la amicacina). La administración de un antifúngico debe
durante un período mínimo de 15 días después de la apire- discutirse en pacientes con colonias de levaduras y en
xia. No obstante, el tratamiento de una ILC por ECN dejan- «pacientes de alto riesgo». Posteriormente, la antibioticotera-
do el catéter, aumenta el riesgo de recidiva. pia debe adaptarse a los resultados bacteriológicos e incluso
Sólo debe elegirse una estrategia convencional en caso de deberá interrumpirse rápidamente en algunos casos como,
ILC por S. aureus o Pseudomonas sp. y debe discutirse caso por ejemplo, en caso de infección por ECN tras extracción del
por caso. La antibioticoterapia deberá ser prolongada, supe- catéter [111]. En los pacientes aplásicos, el tratamiento antiinfec-
rior a 4-6 semanas, debido al riesgo elevado y prolongado de cioso debe proseguirse de 4 a 7 días después de la salida de
metástasis séptica, sobre todo debido a S. aureus. aplasia y durante más tiempo en caso de infección fúngica.
Cualquiera que sea el germen causante, esta actitud conser- Cuando el síndrome infeccioso persiste más allá de 48-72
vadora debe discutirse cotidianamente y el catéter debe horas a pesar de un tratamiento eficaz, en especial a pesar de
extraerse sin demora cuando al cabo de tres días de antibio- la extracción del catéter y/o cuando los hemocultivos siguen
ticoterapia adaptada los signos infecciosos persisten y/o los siendo positivos, debe buscarse un foco infeccioso intravas-
hemocultivos siguen siendo positivos. cular, residual o «metastásico»: tromboflebitis supurada (eco-
La técnica de la antibioticoterapia intraluminal, aconsejada doppler venoso), colonización valvular endocárdica (ecogra-
para los CVC de nutrición parenteral [58], consiste en poner la fía cardíaca) o un foco infeccioso a distancia, sobre todo pul-
luz del CVC en contacto con una dosis muy elevada de anti- monar u osteoarticular, por S. aureus. En caso de tromboflebi-
biótico, lo cual permite alcanzar una concentración local tis supurada superficial, además de la antibioticoterapia
superior a 100 veces la concentración mínima inhibitoria puede ser necesario realizar la escisión de la vena, sobre todo

10
Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

cuando se han encontrado S. aureus o Candida sp. Una trom- sis, nocardiosis. Ante una infección parenquimatosa en un
boflebitis profunda justifica, además, un tratamiento anticoa- paciente que ha recibido un trasplante alogénico debe sos-
gulante, pero la ligadura es rara vez necesaria. pecharse en primer lugar una aspergilosis o una toxoplas-
mosis. Los signos de romboencefalitis sugieren la listeriosis.
Sólo una tercera parte de las infecciones neuromeníngeas se
AFECCIONES NEUROLÓGICAS
acompaña de signos focales.
Aunque tradicionalmente se citan en segundo lugar dentro Una hemorragia cerebromeníngea debe hacer sospechar una
de las enfermedades infecciosas de los pacientes ID, las afección tumoral, una toxoplasmosis o una aspergilosis,
infecciones del sistema nervioso central son en realidad rela- debido a la presencia de aneurismas micósicos. Las afeccio-
tivamente raras en oncohematología. Pero, los casos suelen nes isquémicas son raras.
ser más graves que en pacientes inmunocompetentes y de Se observan crisis comiciales en aproximadamente un 5 % de
alta mortalidad: así, la letalidad de la meningitis por listeria los pacientes con trasplante de CPH, en los que la crisis
se duplica cuando existe una neoplasia subyacente (60 % comicial suele ser la primera manifestación de la afección
contra 30 % [64]). Esto también puede aplicarse a las meningi- neurológica y casi siempre es signo de lesión subyacente.
tis bacterianas en aplasia, afortunadamente poco frecuentes.
Los signos de deterioro mental progresivo durante varios
El tipo de ID contribuye a orientar el diagnóstico. Gene- meses deben hacer sospechar una leucoencefalitis multifocal
ralmente se trata de ID celular asociada a linfoma, LLC, progresiva (LEMP). Esta afección causada por el virus JC, que
trasplante alogénico complicado con EICH, o corticoterapia
produce focos de desmielinización en la substancia blanca, se
que favorece las infecciones víricas (Herpesviridae ++), para-
manifiesta mediante trastornos motores y neurooftálmicos,
sitarias (toxoplasmosis), fúngicas (criptococosis, aspergilo-
trastornos de la palabra o deterioro mental. En raros casos se
sis) o bacterianas (listerioris, nocardiosis, tuberculosis). La
observa fiebre, crisis comiciales, cefaleas y vértigos. Tras una
neutropenia, postquimioterápica o asociada a leucemias
agravación de los trastornos motores, neurosensoriales e inte-
agudas, expone el paciente a meningitis bacterianas, pero
lectuales, la muerte se produce de manera inexorable en 4
más a afecciones fúngicas: aspergilosis, mucormicosis, can-
meses aproximadamente. En la TC y la RM se encuentran ele-
didiasis diseminadas. La asplenia predispone a meningitis
mentos que orientan el diagnóstico (cuadros V, VI); las técnicas
por neumococo y hemófilos, de allí que se aconseje la vacu-
de imagen por transferencia magnética y la protón-espectros-
nación, sobre todo en pacientes trasplantados.
copia por resonancia magnética también podrían comple-
Después de un trasplante de CPH aparecen complicaciones mentar el diagnóstico. El diagnóstico virológico se obtiene
neurológicas en un 15 % de pacientes. Las más numerosas son mediante PCR del LCR. El diagnóstico definitivo se establece
complicaciones infecciosas, sobre todo después de trasplante a partir de la anatomía patológica, en la que se observan focos
alogénico o autólogo de progenitores «CD34+», que aparecen multifocales de desmielinización en la substancia blanca sub-
durante los dos primeros meses. Por lo general, las complica- cortical. No se ha validado ningún tratamiento: la citarabina
ciones neurológicas se producen en pacientes sometidos a en monoterapia no ha dado pruebas de eficacia clínica [39]. El
trasplante por leucemia mieloide crónica, en menor grado por interferón alfa, el cidofovir o con más seguridad la asociación
leucemia aguda o mieloma y rara vez por linfoma. de varias moléculas, podrían presentar un interés. Se han
El manejo de las infecciones del sistema nervioso central es observado cuadros de «LEMP» debido al virus varicela-zóster
muy difícil debido a que los signos neurológicos son rara- (VVZ) varios meses después de la enfermedad inicial.
mente específicos, los signos extraneurológicos son incons- La encefalitis subaguda postsarampión aparece entre 1 y 6
tantes, el aporte del análisis del líquido cefalorraquídeo meses después de un sarampión en niños y produce deterio-
(LCR) y de las técnicas de imagen es variable y el diagnósti- ro intelectual, mioclonías y convulsiones, seguidos por un
co anatomopatológico por biopsia no suele ser posible. coma irreversible.
La afecciones no infecciosas reproducen la sintomatología de
■ Presentación neurológica las precedentes o se asocian a ellas. Además de las afecciones
Los signos neurológicos suelen ser poco específicos y se metabólicas y las toxicidades medicamentosas «normales»,
superponen a los de la neoplasia subyacente o están modifi- se observan también:
cados por la misma. El carácter pleomorfo de la sintomato- — afecciones tumorales: metástasis de tumores sólidos,
logía y la diversidad de los agentes infecciosos posibles meningitis carcinomatosa, linfoma, etc.;
aumentan las dificultades. En este fascículo no se detallan — toxicidad de los antimitóticos: encefalopatía por ifosfa-
las diferentes patologías. mida, más raramente por citarabina, 5-fluorouracilo (5-FU),
Ante la manifestación de un síndrome meníngeo, con o sin cisplatino, metotrexato, vincristina, etc.;
trastornos de conciencia, debe sospecharse el diagnóstico de — toxicidad de los fármacos antiinfecciosos: la encefalopa-
meningitis bacteriana «banal», especialmente el producido tía por aciclovir es una afección rara que puede ser engaño-
por bacterias gramnegativas o sobre todo por Listeria, M. sa ya que se superpone con frecuencia a la encefalitis viral
tuberculosis o criptococos. No obstante, debe destacarse que que ha motivado el tratamiento;
las manifestaciones de la criptococosis, que es rara en onco- — microangiopatía trombótica, en la que se asocian fiebre,
hematología, pueden reducirse a simples cefaleas febriles y anemia hemolítica con esquistocitos, trombocitopenia e
que en un paciente aplásico con meningitis bacteriana el sín- insuficiencia renal, en un contexto infeccioso o después de
drome meníngeo típico puede estar ausente [113]. un tratamiento con mitomicina C o ciclosporina [82].
Se han descrito diversas encefalitis en los pacientes ID. Las
más comunes son la encefalitis herpética, por CMV o por
■ Signos extraneurológicos
toxoplasma. Debe citarse, además, la encefalitis por HHV-6,
causante de una reacción meníngea linfocitaria, que se diag- Cuando existen localizaciones extraneurológicas, éstas pue-
nostica por PCR y cultivo rápido del LCR, y cuyo tratamiento den ayudar a orientar el diagnóstico o a aislar el agente pató-
consiste en ganciclovir o foscarnet, eventualmente asociados a geno causal cuando no ha sido posible aislarlo a partir del
inmunoglobulinas intravenosas. Por último, se han descrito LCR [113].
algunas encefalitis por protozoarios después de trasplante de Los hemocultivos son positivos en las afecciones bacteria-
CPH (Trichomonas fetus, Acanthamoeba culbertsoni [33]). nas, sobre todo en las causadas por BGN, que conducen a
Se observan signos de localización cuando existe un proceso buscar una estrongiloidosis o en las causadas por Listeria, o
expansivo intraparenquimatoso: toxoplasmosis, aspergilo- por criptococos.

11
E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

Cuadro V. – Imágenes de TC en las afecciones cerebrales.

Captación de contraste Lesiones


Hipodensidad Hiperdensidad
vasculares
substancia blanca espontánea
Micronodular Nodular Anular (absceso) Meníngea embólicas

Afecciones bacterianas

Piógenos ++ (excepto en caso + (en caso de


de neutropenia) meningitis asociada)

Listeriosis tronco cerebral, discreta y difusa + (a nivel


tálamo hemisférico)

Nocardiosis + múltiple, pequeña,


supratentorial

Tuberculosis + + + basilar ++, infartación,


valles silvianos hidrocefalia

Afecciones fúngicas

Aspergilosis + (hemorragia en el + (± intensa, + (+ afección + aneurisma micósico,


Mucormicosis centro de la lesión) irregular) sinusal) infartación
(a menudo silviana),
hidrocefalia

Criptococosis núcleos grises núcleos grises núcleos grises basilar ±


centrales centrales centrales hidrocefalia

Afecciones víricas

Herpes simple temporales (límbicas) focos de necrosis nodular y/o


y frontales hemorrágica giriforme

CMV periventricular hemorragia periventricular


(atrofia cerebral) periventricular

LEMP asimétricas
confluyentes,
multifocales con
centro semioval

Afecciones parasitarias

Toxoplasmosis frontales o núcleos + +


grises centrales

Afecciones tumorales

Linfoma isodensa o intensa, homogénea, + (raramente) hidrocefalia en


hiperdensa periventricular caso de afección
++ efecto de masa meníngea asociada

Metástasis + + (si es + múltiples + (raramente)


hemorrágica)

CMV: citomegalovirus; LEMP: leucoencefalopatía multifocal progresiva.

Es frecuente observar afección pulmonar en la aspergilosis ■ Análisis del LCR


—casi nunca existe afección cerebral sin afección respirato- El análisis del LCR es útil sobre todo para el diagnóstico de
ria—, en las mucormicosis, la nocardiosis (70 % de las nocar- las meningitis por gérmenes banales como neumococo o
diosis cerebrales) y las micobacteriosis. En estos casos los haemophilus o por micobacterias y el diagnóstico de infec-
exámenes microbiológicos a partir de muestras respiratorias ción vírica (sobre todo por CMV y VHS), de afecciones fún-
pueden ser útiles. No obstante, en cada uno de estos casos gicas y de afección neuromeníngea de la neoplasia, median-
puede existir afección cerebral primitiva. La toxoplasmosis te anatomía patológica.
suele causar la encefalitis aislada, pero a veces se acompaña
En el análisis bioquímico se pone de manifiesto la proteino-
de afección pulmonar, digestiva, ganglionar, medular o mio-
rraquia y la glucorraquia. Existe hiperproteinorraquia franca
cárdica. Una criptococosis pulmonar puede acompañar o en la tuberculosis y más moderada en otras afecciones; la
preceder varias semanas a la afección cerebral. glucorraquia suele estar disminuida en las afecciones bacte-
Puede observarse afección sinusal en la aspergilosis y las rianas y fúngicas, lo cual constituye un signo de orientación
mucormicosis. significativo y es generalmente normal en las afecciones
Se observa afección cutánea en las nocardiosis, lo cual virales y en las nocardiosis.
demuestra el interés de la biopsia cutánea, las micosis dise- La celularidad del LCR tiene valor de orientación. La pre-
minadas (candidiasis, fusariosis) y las virosis: la erupción sencia de polinucleares orienta hacia una afección bacteriana
por VVZ se produce aproximadamente 10 días antes de la banal o por listeria; en este último caso, existe una fórmula
encefalitis. mixta. Las infecciones producidas por criptococos, M. tuber-
Con agentes patógenos como el virus JC la observación de culosis y por los virus se acompañan de una fórmula con pre-
signos extraneurológicos es excepcional. dominio linfocitario. Por último, se observan celularidades

12
Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Cuadro VI. – Imágenes de RM de las afecciones cerebrales.

RM cerebral

Captación de contraste
Hipo-T1 Hiper-T2 Hemorragia
nodular anular meníngea

Afecciones bacterianas

Piógenos + + ++ (excepto en caso + en caso de


de neutropenia) meningitis asociada

Listeriosis tronco cerebral, discreta y difusa +


tálamo

Nocardiosis microabscesos
unión substancia
blanca-substancia
gris

Tuberculosis + + + + basilar ++ valles


silvianos,
hidrocefalia

Afecciones fúngicas

Aspergilosis + + (+ afección + +
Mucormicosis sinusal)

Candidiasis microabscesos
unión substancia
blanca-substancia
gris

Criptococosis + «seudoquistes micronodular,


gelatinosos» núcleos grises +
centrales

Afecciones víricas

Herpes simple + + +

CMV periventricular periventricular periventricular

LEMP substancia blanca

Afecciones parasitarias

Toxoplasmosis + + unión substancia


blanca-substancia
gris

Afecciones tumorales

Linfoma + (+ hipo-T2) edema lesional intensa, (en pacientes ID) hidrocefalia en caso
poco significativo periventricular de afección meníngea

Metástasis + + (edema ++) + múltiple + (raramente)

Hemorragia intracerebral

Fase aguda Fase subaguda Fase crónica

Edema: hiper-T2 Edema ±: hipo-T1, hiper-T2 Hemosiderina en periferia: hipo-T1, hipo-T2


Hematoma: isointena T1, hipo-T2 Metahemoglobina en periferia: hiper-T1, Metahemoglobina en el centro: hiper-T1, hiper-T2
hiper-T2
Centro: hipo-T1, hipo-T2

CMV citomegalovirus; LEMP: leucoencefalopatía multifocal progresiva; ID: inmunodeprimido; hiper: hiperdensidad; hipo: hipodensidad.

normales o ligeramente mixtas en las afecciones producidas con excelente sensibilidad y especificidad, especialmente el
por T. gondii, Aspergillus, Candida o Nocardia. Debe señalarse antígeno criptocócico. Los cultivos virales rápidos pueden
que en las meningitis bacterianas en aplasia, el LCR puede ser útiles para el diagnóstico, pero éste se obtiene esencial-
ser paucicelular y normoglucorráquico. mente mediante PCR al identificar VHS, VVZ, CMV, HHV-6,
El patógeno causal en el LCR puede ser identificado en las virus de Epstein-Barr (VEB) o virus JC. En las afecciones pro-
meningitis bacterianas por gérmenes «piógenos», Listeria o fundas parenquimatosas (toxoplasmosis, aspergilosis, etc.), el
en la meningitis tuberculosa, con tal de que la antibioterapia análisis del LCR aporta pocos elementos al diagnóstico.
empírica no haya negativizado las muestras, y en las menin-
■ Aporte de las técnicas por imágenes
gitis por criptococos. No obstante, la sensibilidad del examen
directo es deficiente en al menos un 50 % de los casos. En los pacientes ID, la TC y la RM cerebrales constituyen
Determinados antígenos pueden ser detectados en el LCR, pilares esenciales en el razonamiento etiológico ante cual-

13
E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

quier afección neurológica, sea ésta de naturaleza infecciosa mes después de trasplante de CPH, se confirma con la endos-
o no infecciosa (cuadros V, VI). No obstante, los datos proce- copia y la anatomía patológica a partir de biopsias cólicas y
dentes de las técnicas de imagen suelen ser poco específicos. puede completarse con PCR. El VEB puede causar linfoproli-
Por ello se da mucha importancia a la localización de las feración digestiva después de un trasplante de CPH.
lesiones y a la presencia simultánea de varias lesiones. La TC Entre las diarreas de origen parasitario, la criptosporidiasis
puede ser normal, sobre todo en las meningitis bacterianas. produce diarrea abundante, a menudo fluctuante, de tipo
A pesar de ello, existen aspectos que sugieren determinados secretor coleriforme y puede asociarse a vómitos y dolores
diagnósticos: captación de contraste en «diana» en los absce- abdominales; no existe tratamiento etiológico verdaderamen-
sos, lesiones hemorrágicas en la aspergilosis, afección tem- te eficaz; algunos autores recomiendan la espiramicina [56].
poral en la encefalitis herpética, aspectos típicos de LEMP. Ante una diarrea crónica con malabsorción grave debe sospe-
En los demás casos sólo se observan aspectos atípicos, como charse una gastroduodenitis por estrongiloides si el paciente
en determinadas infecciones fúngicas o en las encefalitis por tiene antecedentes de estancia en zona endémica.
toxoplasma. Otros agentes patógenos (Aspergillus sp., parásitos, etc.) tam-
En las complicaciones infecciosas por trasplante de CPH la bién pueden causar diarrea.
TC es normal en la mitad de los casos, en la otra mitad casi Entre las causas no infecciosas de diarrea destaca en primer
siempre se observan hipodensidades. En la toxoplasmosis, término la EICH postrasplante alogénico, precedida a menu-
que es el diagnóstico más frecuente después del trasplante, do de afección cutánea y se acompaña de alteraciones hepá-
la TC es normal al iniciarse el proceso y más adelante no ticas. La EICH crónica también puede causar diarrea.
suele observarse captación de contraste. La RM casi siempre La enterocolitis neutropénica se describe en el párrafo si-
está alterada, por lo que su aporte es determinante. De igual guiente.
manera, la TC puede ser de poca ayuda en las afecciones
fúngicas. ■ Síndromes abdominales agudos
Ante una afección cerebral en un paciente ID oncohematoló-
gico, debe realizarse rápidamente una punción lumbar y una En los pacientes oncohematológicos pueden observarse las
TC, incluso una RM de entrada e instaurar sin demora un causas clásicas de abdomen agudo «quirúrgico»: peritonitis,
tratamiento antiinfeccioso empírico. colecistitis aguda, etc. Sin embargo, la sintomatología puede
El pronóstico es sombrío, especialmente en los pacientes con estar bastante alterada, sobre todo en período de aplasia.
trasplante de CPH, en los que frecuentemente el diagnóstico En la colecistitis aguda, los signos ecográficos y escanográfi-
se confirma en la autopsia. cos pueden ser muy poco específicos. A menudo se reco-
mienda un tratamiento médico de primera elección. El dre-
naje percutáneo o nasobiliar perendoscópico de la vesícula
AFECCIONES HEPATODIGESTIVAS constituye a veces una alternativa a la cirugía. La aplasia
medular no es en sí una contraindicación a la cirugía, la cual
■ Diarreas infecciosas no debe demorar ante un síndrome infeccioso evidente de
Al igual que el tejido hematopoyético, la mucosa digestiva origen abdominal.
está fuertemente expuesta a las consecuencias de la quimio- La peritonitis aguda puede ser postoperatoria o secundaria
terapia y la radioterapia, debido a la rápida renovación de a una complicación directa de la neoplasia. A este respecto,
las células digestivas. En presencia de una barrera mucosa dos particularidades deben conocerse: la observación de una
fragilizada, la flora bacteriana del tubo digestivo, amplia- peritonitis primaria por neumococo plantea la búsqueda de
mente modificada por la antibioticoterapia, es fuente predo- un déficit de la inmunidad humoral; por otra parte, debe
minante de infecciones. La diarrea puede ser la expresión de sospecharse una estrongiloidosis maligna ante la aparición,
una afección infecciosa, tóxica o inmunológica. en un paciente con antecedentes de estancia en zona endé-
La toxicidad propia de la quimioterapia y la radioterapia mica, de un síndrome doloroso abdominal, un cuadro de
puede originar diarrea, especialmente los fármacos que oclusión o de peritonitis.
provocan mucositis graves (citarabina, 5-FU). General- La enterocolitis neutropénica (necrosante o «tiflitis») aparece
mente se acompaña de náuseas y vómitos. Deben evitarse en período de aplasia. Está ligada a una necrosis tisular con
los fármacos que hacen más lento el tránsito ya que pueden pululación microbiana en la pared digestiva. Desde el punto
estimular la pululación microbiana en la luz digestiva, de vista anatomopatológico se observan ulceraciones en la
dando lugar a invasiones bacterianas en aplasia. En efecto, mucosa y edema y/o necrosis de la submucosa, mientras
se ha demostrado que en las neutropenias profundas debi- que la serosa puede ser normal o presentar solamente un
das a hemopatías, las bacteriemias eran de origen digestivo edema [1]. La sintomatología predomina en la fosa ilíaca dere-
en cuatro de cada cinco casos, debido a que las bacterias cha, sobre todo a nivel cecal, y a veces en íleon terminal o en
aprovechan la fragilidad de la barrera epitelial. La realiza- colon derecho; consiste en fiebre, dolor abdominal, diarrea,
ción de una cartografía bacteriana con coprocultivo cuanti- sanguinolenta en los casos típicos [34] y a veces distensión,
tativo antes de la entrada en aplasia cobra importancia por- defensa o contractura. Las técnicas de imagen son general-
que permite identificar de manera precoz las cepas poten- mente poco específicas y consisten en la radiografía de abdo-
cialmente resistentes [99]. men sin preparación (ASP) (distensión cecal, íleo del intesti-
Las diarreas de origen bacteriano obedecen a causas diver- no delgado, neumatosis parietal y a veces neumoperitoneo),
sas. La colitis seudomembranosa [45], causada por Clostridium la TC abdominal (engrosamiento de la pared, neumatosis
sp. (C. difficile y en mucha menor medida C. septicum), deri- parietal, infiltración de la grasa cólica) y la ecografía abdo-
va de las antibioterapias de amplio espectro utilizadas fre- minal (engrosamiento de la pared). El pronóstico está ligado
cuentemente en oncohematología. La identificación de la esencialmente a la salida de aplasia: la proximidad de dicha
toxina de C. difficile permite establecer el diagnóstico. salida y la gravedad de las repercusiones generales (sepsis
Algunas colitis seudomembranosas pueden aparecer sin que grave, insuficiencias viscerales) son los factores que intervie-
haya infección [1]. Otras causas observadas de diarrea bacte- nen en la decisión de aplicar un tratamiento médico conser-
riana son: colibacilo, salmonela, shigela, Yersinia sp. y vador o de recurrir a la cirugía para realizar la exéresis de las
Klebsiella oxytoca, que provoca diarreas sanguinolentas. lesiones necróticas (fig. 2).
Las diarreas de origen vírico se deben a adenovirus, VHS, En caso de dolores abdominales varios meses después de un
astrovirus (hipogammaglobulinemia) o CMV. El diagnóstico trasplante alogénico complicado con una EICH crónica,
de enterocolitis por CMV, descrita entre el segundo y tercer eventualmente asociados a una pancreatitis biológica y a

14
Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Irritación peritoneal con indicios de gravedad (shock, insuficiencia visceral)


2 Estrategia diagnóstica y terapéutica ante un
síndrome abdominal agudo. TC: tomografía com-
putadorizada; CD: Clostridium difficile; CMV:
citomegalovirus; *: en presencia de neumatosis
No Sí parietal se da preferencia al tratamiento médico,
excepto cuando existen signos infecciosos de gra-
vedad que justifiquen la realización de una lapa-
Rectosigmoidoscopia
rotomía.
Coprocultivo Ecografía/
Búsqueda de CD TC abdominal
+ toxina

Normales Neumatois Colección


Diagnóstico + : Diagnóstico + : (simple parietal paracólica
Colitis seudomembranosa Colitis seudo- engrosamiento
Colitis por CMV membranosa ?
parietal)
PUNCIÓN

Tratamiento médico + control


En caso de agravación (enterocolitis neutropénica) Laparotomía

una coagulación intravascular diseminada, debe sospechar- charse una enfermedad venooclusiva hepática. General-
se una infección diseminada por VVZ; los signos cutáneos mente se asocia con hepatomegalia dolorosa, ascitis, aumen-
pueden aparecer en las 48 horas siguientes. El tratamiento to de peso superior al 3-5 % y trombocitopenia refractaria
antiviral debe instaurarse de manera urgente. precoz, seguidas de un síndrome hepatorrenal que traduce
un pronóstico negativo.
■ Afecciones hepáticas y pancreáticas En condiciones de ID adquirida prolongada (neutropenia
Las afecciones hepáticas bacterianas no presentan particula- postquimioterapia), especialmente después de trasplante,
ridades en los pacientes ID. Las afecciones fúngicas están las alteraciones hepáticas son frecuentes y a menudo multi-
representadas de manera especial por las candidiasis hepa- factoriales: fármacos, en general antibióticos, que son nume-
toesplénicas. rosos y difíciles de interrumpir, nutrición parenteral, infec-
ciones bacterianas o fúngicas, EICH, enfermedad venooclu-
Las hepatitis víricas pueden provenir de los virus de las
siva, etc. Exceptuando la EICH y la enfermedad venooclusi-
hepatitis B o C, sobre todo después de trasplante de CPH. La
reactivación viral, indicada por títulos a veces elevados de va, para las cuales es posible reunir una serie de argumentos
ácido desoxirribonucleico (ADN) del virus de la hepatitis B positivos, el diagnóstico suele ser difícil de precisar. Sin
(VHB), es estimulada por los tratamientos inmunosupreso- embargo, exceptuando los dos procesos citados y algunas
res, especialmente corticosteroides y ciclosporina; al inte- hepatitis víricas, las alteraciones hepáticas son moderadas y
rrumpir los inmunosupresores, cuando la inmunidad celular sin signos de gravedad. La punción-biopsia hepática, de pre-
está restaurada, puede producirse citólisis o incluso insufi- ferencia por vía transyugular, que permite medir las presio-
ciencia hepática. El riesgo de hepatitis fulminante es más ele- nes en el sistema porta, sólo se utiliza en casos graves de
vado con el virus B que con el virus C (VHC) [96]. La existen- diagnóstico incierto con el fin de distinguir entre EICH,
cia de lesiones hepáticas por el virus B antes del trasplante enfermedad venooclusiva y hepatitis víricas.
induce la aparición posterior de enfermedad venooclusiva, a Después de un trasplante de CPH se observan pancreatitis
menudo mortal. Debido a que existen virus B mutantes que agudas con una incidencia de hasta un 10 % durante el pri-
no secretan antígeno HBe, cuando existen signos de afección mer año [90]. Estas pancreatitis, a menudo graves y suscepti-
hepática es necesario buscar el ADN de VHB de manera bles de evolucionar hacia insuficiencias multiviscerales y
cuantitativa. El virus C puede estar involucrado por trans- muerte, se producen en un contexto de infección por CMV
misión a partir de las CPH del donante en los trasplantes y/o de EICH.
alogénicos o por reactivación de un virus latente del recep-
tor, lo cual justifica la búsqueda del virus con PCR antes del
trasplante y no mediante simple serología, en los pacientes AFECCIONES CUTÁNEAS
de riesgo. En esta situación existe riesgo de hepatitis crónica, ■ Afecciones bacterianas/«celulitis» infecciosas
pero el riesgo de complicaciones graves como la cirrosis sólo
es real 10 años después del trasplante. El tratamiento consis- Las afecciones cutáneas, primitivas en un 70 % de los casos,
te en interferón alfa, lamivudina y famciclovir para la hepa- están ligadas a metástasis sépticas en un 25 % de los casos y
titis B y en interferón alfa y ribavirina para el virus C [96]. en un 5 % de los casos se trata de lesiones de contigüidad
Las hepatitis por VHS, raras pero graves, se diagnostican (catéteres). El aspecto puede estar atenuado, lo cual es falsa-
mediante biopsia hepática. Las hepatitis por CMV, en un mente tranquilizador. La neutropenia y las modificaciones
contexto de infección por CMV en un paciente sometido a del ecosistema bacteriano constituyen factores de riesgo.
trasplante, son habitualmente poco graves [89]. Se han descri- La afección más grave, afortunadamente rara, es la «celuli-
to hepatitis por adenovirus después de un trasplante de tis» infecciosa (gangrena bacteriana o fascitis necrotizante),
CPH, pero son excepcionales. perineal (gangrena de Fournier) o de la cara. Los gérmenes
En realidad, la afecciones no infecciosas son más frecuentes e incriminados son estreptococos, estafilococos, enterobacte-
incluso más graves. Siempre debe sospecharse una toxicidad rias y gérmenes anaerobios. Es necesario saber reaccionar
medicamentosa. A partir de la tercera semana postrasplante, ante la presencia de signos locales, aunque sean mínimos,
puede manifestarse una EICH aguda que se acompaña a como enrojecimiento, induración y dolor, sobre todo en caso
menudo de afección hepática, principalmente colestasis [85]. de aplasia medular. En todo paciente neutropénico febril y
Ante una colestasis ictérica a 3 semanas después de una qui- ante el menor signo de sepsis debutante, es necesario reali-
mioterapia agresiva o de un trasplante de CPH, debe sospe- zar un examen exhaustivo, sobre todo del margen anal.

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

Cualquier afección por mínima que parezca puede evolucio- coloración de Giemsa del frotis, permite observar la presen-
nar rápidamente hacia una sepsis incontrolable que provoca cia de proeritroblastos voluminosos. El diagnóstico se con-
la muerte. El tratamiento consta de una antibioticoterapia de firma mediante inmunofluorescencia (IF) utilizando anti-
amplio espectro con metronidazol para la difusión local y un cuerpos específicos o por detección del ADN viral; del
tratamiento quirúrgico indispensable y urgente. Además, mismo modo, el ADN viral en plasma puede detectarse con
esta situación constituye una rarísima indicación residual de PCR, pero ésta puede ser negativa por la escasez de la carga
transfusión de leucocitos. viral plasmática. La serología (inmunoglobulinas [Ig]M
Otras afecciones bacterianas pueden observarse: casos de eri- específicas) es poco fiable en los pacientes ID.
sipela (estreptococo), absceso simple (estafilococo), ectima Otras causas de afección hematológica son: el síndrome de
grangrenoso (ulceración con fondo necrótico circunscrita que activación macrofágica («hemofagocitosis»), sea de origen
suele ser producida por P. aeruginosa o Serratia sp.), infección infeccioso o neoplásico, la enfermedad venooclusiva, que se
por Nocardia sp., o angiomatosis bacilar (Rochalimea sp.). asocia con trombocitopenia refractaria precoz y la microan-
giopatía trombótica, con trombocitopenia y anemia hemolíti-
■ Afecciones fúngicas, víricas y parasitarias ca con esquistocitosis. Entre las otras causas de hemólisis pue-
den citarse las infecciones por micoplasma, la babesiosis y
Las afecciones cutáneas por hongos son producidas por
diversas causas no infecciosas como las hemopatías linfoides.
Candida sp. (aspecto de foliculitis, monomorfo), Aspergillus
sp. (vesícula rápidamente necrótica), Malassezia sp. (aspecto
■ Afecciones urológicas
de foliculitis; examen directo positivo, cultivo difícil),
Alternaria alternata (aspecto necrótico evidente), Fusarium sp. Junto a las infecciones urinarias «normales», en los pacientes
(vesícula dolorosa, necrosis secundaria), mucormicosis y ID se observan cistitis hemorrágicas víricas (virus BK, papi-
otras ficomicosis. llomavirus, CMV y adenovirus), así como cistitis hemorrági-
Entre las afecciones víricas, las más frecuentes son las pro- cas por ciclofosfamida.
ducidas por Herpesviridae, que ocasionan lesiones vesiculo-
sas, a veces necróticas. La infección por HHV-6 puede acom- ■ Afecciones otorrinolaringológicas
pañarse de rash eritematoso maculopapuloso difuso; se dis-
cute la responsabilidad propia de HHV-6 (¿potenciación de El origen de las afecciones sinusales es a veces bacteriano y
toxicodermias?). Las técnicas diagnósticas y los tratamientos a menudo fúngico: sinusitis en la aspergillosis o la mucor-
se describen más adelante. micosis. Se han descrito igualmente sinusitis en las infeccio-
nes por virus HHV-6.
Entre las afecciones parasitarias destaca la sarna noruega,
ectoparasitosis producida por Sarcoptes scabiei que ocasiona Las mucositis bucofaríngeas inducidas por la quimioterapia
lesiones hiperqueratósicas difusas engañosas, pues no siem- (sobre todo citarabina) constituyen otra afección ORL de
pre son pruriginosas, y eosinofilia. importancia capital que se observa en las neutropenias pro-
fundas y prolongadas. Se ha incriminado la causalidad del
virus herpes simple, reactivado durante la aplasia. Las muco-
■ Afecciones no infecciosas sitis graves constituyen una puerta abierta para las infeccio-
Son frecuentes en oncohematología. Las hematodermias son nes bacteriémicas por gérmenes de la flora bucal, sobre todo
rápidamente evolutivas y generalmente tienen mal pronósti- por estreptococos del grupo viridans, en los pacientes neutro-
co; aunque respetan la epidermis, infiltran la dermis forman- pénicos. Pueden observarse otras sobreinfecciones (bacteria-
do pápulas, placas y nódulos. En las hemopatías mieloides, nas por Capnocytophaga sp., o candidiásicas).
las localizaciones cutáneas «satélites» originan dermatosis
neutrofílicas: el síndrome de Sweet, por acumulación de neu-
trófilos, incluso en aplasia, que forman nódulos inflamatorios Especificidades en función del tipo
y dolorosos, con fiebre elevada y leucocitosis. El pioderma
gangrenosum se manifiesta a través de ulceraciones serpigi- de afección microbiológica
nosas con «pus estéril», fiebre elevada y leucocitosis. Se han
descrito lesiones de vasculitis en las leucemias de células INFECCIONES BACTERIANAS
peludas y las hemopatías linfoides. Por último, las manifesta- La epidemiología de las infecciones bacterianas ha evolucio-
ciones ligadas al tratamiento comprenden: rash febril debido nado de manera considerable desde hace 20 años, especial-
al granulocyte-marophage-colony stimulating factor (GM-CSF); mente en situación de neutropenia. Las infecciones por bac-
alergias y pustulosis exantemáticas agudas generalizadas terias gramnegativas (mayoritarias en los años 70) han cedi-
(antibióticos); «eritema acral» (antraciclinas, citarabina, 5-FU, do lugar a las infecciones por gérmenes grampositivos,
paclitaxel); fotosensibilización con metotrexato; acrosíndrome actualmente predominantes (60-70 %) [46].
por bleomicina; pigmentación ungueal y úlceras por hidro-
xiurea; seudonódulos por ácido all-transretinoico; EICH
■ Bacterias grampositivas
aguda, que suele debutar con manifestaciones cutáneas, etc.
Entre las bacterias grampositivas, S. aureus produce esen-
OTRAS AFECCIONES
cialmente infecciones en las zonas de intervención quirúrgi-
ca, los catéteres y los pulmones [49]. S. aureus sigue provocan-
■ Afecciones hematológicas do infecciones graves, pero actualmente son predominantes
los estafilococos coagulasa negativos y los estreptococos del
Además de la afección hematológica ligada a la neoplasia o grupo viridans, especialmente en pacientes neutropénicos.
al tratamiento, las patologías infecciosas pueden complicar- La preponderancia de los estafilococos coagulasa negativos
se con citopenia central o periférica. se explica en parte por la frecuencia de utilización de catéte-
La tuberculosis medular se explora mediante biopsia osteo- res intravasculares en oncohematología. S. epidermidis es el
medular. Sin embargo, los falsos negativos son frecuentes germen aislado con mayor frecuencia y suele ser resistente a
debido a la ausencia de granuloma en las ID celulares pro- la meticilina. La mortalidad atribuible a este tipo de gérme-
fundas. El cultivo medular carece igualmente de sensibilidad. nes se considera baja (13 %) en los pacientes neutropénicos.
La infección por virus HHV-6 causa la pancitopenia de ori- Entre los estafilococos coagulasa negativos, causantes de
gen central. bacteriemias en los pacientes neutropénicos, un 60 % son
La infección por parvovirus B19 debe sospecharse ante una resistentes a la meticilina, mientras que los S. aureus sólo lo
anemia crónica arregenerativa; el mielograma realizado con son en un 5 % [27].

16
Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Las bacteriemias por estreptococos del grupo viridans (S. clindamicina o imipenem [57]. La mortalidad puede ser hasta
mitis, S. sanguis, etc.) afectan a pacientes con neutropenia de un 30 %.
grave. Su mortalidad es de un 20 % y pueden complicarse Debe sospecharse una estrongiloidosis ante un cuadro de
con shock o SDRA [9]. La profilaxis con aminopenicilinas des- sepsis, peritonitis o meningitis por BGN en un paciente con
pués de trasplante autólogo de CPH periféricas no parece antecedentes de estancia en zona endémica.
disminuir la incidencia y podría favorecer la emergencia de
cepas resistentes [4]. Los factores de riesgo son mucositis ■ Otras infecciones bacterianas
grave, quimioterapia con citarabina a dosis altas, antibioti-
coterapia con fluorquinolonas o cotrimoxazol y la utilización Un déficit de la inmunidad celular predispone a la tubercu-
de inhibidores de la bomba de protones. losis. Esta infección es rara en oncohematología: por ejem-
Las infecciones por enterococos, cuya patogenia se discute, plo, en una población de 5 000 pacientes con trasplante, ocu-
constan de bacteriemias e infecciones peritoneales. Estas rre solamente en el 0,2 %. No obstante, la incidencia de la
infecciones tienen poco que ver con la neutropenia pero son tuberculosis en hematología depende de su prevalencia en
frecuentemente polimicrobianas y letales en aproximada- los diferentes países; por ejemplo, en una serie prospectiva
mente el 30 % de los casos. El dato más preocupante, aunque de Hong-Kong de pacientes trasplantados la incidencia sería
poco frecuente en Europa, es la emergencia de enterococos del 5,5 % [43]. Los factores de riesgo identificados eran el
resistentes a la vancomicina, debida en parte a la adminis- carácter alogénico del trasplante, la irradiación corporal total
tración de imidazoles [55] y de vancomicina por vía oral y por y la existencia de EICH crónica. Las técnicas diagnósticas se
la utilización de asociaciones de cefalosporinas de tercera basan en la identificación del bacilo tuberculoso mediante
generación y vancomicina, aunque este último factor es dis- examen directo y cultivo, eventualmente con PCR (líquido
cutible [14]. La utilización prolongada de vancomicina puede pleural, expectación) y raramente mediante biopsia pulmo-
igualmente contribuir a que emerjan S. aureus de sensibili- nar, aunque a veces constituya la única prueba positiva [43].
dad intermedia a los glucopéptidos, lo cual constituye una
verdadera preocupación en términos ecológicos. INFECCIONES FÚNGICAS
La asplenia favorece en mayor medida las infecciones por
neumococo que la neutropenia. ■ Principales afecciones fúngicas
Algunas bacterias grampositivas «raras» producen infeccio- Las afecciones fúngicas en los pacientes ID están ligadas
nes en pacientes ID: Listeria sp. (de tipo monocytogenes o no principalmente a una neutropenia profunda y/o prolonga-
monocytogenes, causadas por una ID celular), corinebacterias da. Otros factores de riesgo son la edad avanzada, un índice
(especialmente Corynebacterium jeikeium en los pacientes por- funcional disminuido y la diseminación visceral [47]. El riesgo
tadores de catéter), Bacillus sp., causa de infecciones de caté- de aspergilosis aparece sobre todo después de la primera
ter [101], o más raramente en oncohematología, Rhodococcus semana de aplasia. La corticoterapia en dosis altas también
equi, causante de nódulos pulmonares, etc. provoca aspergilosis invasivas.

■ Bacterias gramnegativas Infección por «Candida»


Las infecciones por bacterias gramnegativas (BGN) se origi- La infección por Candida es la más frecuente de las infeccio-
nan principalmente en la orina, la bilis, el tubo digestivo o nes fúngicas dentro del conjunto de enfermedades oncohe-
los pulmones y en menor grado en los catéteres. El tubo matológicas. Un alto porcentaje de candidiasis, de hasta un
digestivo es la principal fuente de BGN en los pacientes 50 %, se diagnostica en la autopsia. Las candidemias son
aplásicos, por invasión bacteriana. Entre las enterobacterias, inconstantes, incluso en la afecciones diseminadas. Sólo esto
E. coli y Klebsiella sp. son las más frecuentes y la importancia debe sugerir el diagnóstico y si fuese necesario instaurar un
de Klebsiella, Enterobacter y Serratia aumenta cada vez más. tratamiento lo más rápidamente posible. Son factores de mal
Las BGN no fermentadoras están representadas por P. aeru- pronóstico la persistencia de hemocultivos positivos al cabo
ginosa, segunda causa de infección por BGN después del de 2 días, la persistencia de la aplasia y la diseminación de la
colibacilo, cuya frecuencia es estable o en proceso de dismi- afección. La mortalidad al cabo de 1 mes en los pacientes con
nución. Aunque ha disminuido la frecuencia de las infeccio- candidemia alcanza el 40 % y parece estar ligada a la grave-
nes por BGN, la mortalidad sigue siendo elevada, hasta de dad de la neoplasia, la edad avanzada y, en los pacientes
un 60 %, sobre todo cuando se trata de P. aeruginosa. La dis- portadores de hemopatía, a un trasplante alogénico y a la
minución de las infecciones por BGN se explica en parte por
ausencia de profilaxis antifúngica [105].
la utilización de alimentos estériles y por la amplia utiliza-
ción de fluorquinolonas como tratamiento profiláctico [46]. La especie C. albicans es predominante en los pacientes con
Por otra parte, esta utilización ha causado la aparición de tumores sólidos, mientras que en los pacientes con afeccio-
cepas resistentes. El coprocultivo cuantitativo al inicio de la nes hematológicas son cada vez más frecuentes las especies
aplasia permite identificar precozmente los gérmenes que no albicans (C. glabrata, C. krusei) [105]. Aunque las opiniones
posteriormente causarán bacteriemia, en especial enterobac- difieren, el uso extensivo de ketoconazol y posteriormente
terias y bacilos no fermentadores. de fluconazol, podría explicar en parte esta evolución. En
Legionella pneumophila produce neumonías que suelen ser oncohematología se observan algunas cepas de C. albicans
nosocomiales y favorecidas por la ID celular, sobre todo la resistentes al fluconazol [46].
que ha sido causada por corticosteroides y la leucemia de En los pacientes oncohematológicos pueden acumularse
células peludas. varios factores de riesgo de candidiasis: antibioticoterapia de
Las infecciones por BGN anaerobias (Bacteroides sp.) son amplio espectro, presencia de catéteres, tratamientos inmu-
raras (entre 2 y 4 %) y están ligadas a una celulitis perineal o nosupresores, neutropenia profunda, cirugía abdominal
a una complicación tumoral digestiva o cervicofacial, sobre agresiva y colonización múltiple; en este último caso, y espe-
todo postoperatoria [48]. En cambio, si se presenta una bacte- cialmente tras cirugía agresiva, la colonización de dos pun-
riemia por BGN anaerobia «fastidiosa», especialmente en tos no contiguos puede justificar la instauración de una tera-
pacientes asplénicos o en período de neutropenia, debe pen- pia «preventiva».
sarse en Capnocytophaga sp. como agente causal. A menudo El tipo de afección se extiende desde la candiduria hasta la
se observa mucositis grave o periodontitis. Debido a la fre- candidiasis diseminada, pasando por la candidemia aislada
cuencia de las resistencias a los imidazoles, el tratamiento o la infección del catéter. En la candidiasis diseminada pue-
consiste en la administración de amoxicilina/clavulánico, den asociarse afección hepática, esplénica y renal (con for-

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

mación de verdaderos abscesos), pulmonar por afección mente ID deben evaluarse los beneficios respectivos de una
hematógena, endoftálmica, peritoneal y osteoarticular. El intervención inicial y de un control en medio quirúrgico;
diagnóstico consiste en el aislamiento del hongo y eventual- — una cirugía de «reducción de la carga fúngica» antes de
mente en la determinación de la antigenemia (cf infra). una futura fase de aplasia prolongada o de trasplante; en
La candidiasis crónica diseminada constituye una entidad caso de afección cerebral la cirugía puede proponerse cuan-
aparte que produce abscesos hepatoesplénicos múltiples y do la lesión es accesible, ya que con tratamiento médico solo,
en donde la fungemia es menos frecuente. existen pocas posibilidades de curación; el tratamiento qui-
Se presenta especialmente tras aplasia medular y clínica- rúrgico de las lesiones ORL es probablemente necesario en
mente se manifiesta con dolores abdominales, hepatoesple- muchos casos, a pesar de que algunos autores lo consideran
nomegalia y colestasis. peligroso [22].
La positividad de un solo hemocultivo para Candida sp. es
suficiente para establecer el diagnóstico de candidemia. En Otras infecciones fúngicas
este caso debe instaurarse un tratamiento. Cuando la candi- Las criptococosis son más raras en oncohematología que en
demia está ligada a un catéter infectado, éste debe extraerse; el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). La
lo mismo ocurre con los reservorios (cf supra). localización principal es neuromeníngea y pueden observar-
En las localizaciones endooculares, el tratamiento consiste se formas diseminadas, a veces septicémicas. El diagnóstico
en la administración de fluconazol o la inyección intravítrea se plantea a través del examen directo y del cultivo del LCR,
de anfotericina B, asociada a una vitrectomía. en la determinación del antígeno capsular en el suero y el
En pacientes neutropénicos con afecciones de gravedad LCR. El tratamiento consiste en la asociación de anfotericina
moderada por Candida, puede utilizarse fluconazol. En las B y 5-fluorocitosina durante los 5 primeros días, para luego
afecciones graves y/o profundas, el tratamiento de referen- dejar la anfotericina B sola. Pueden administrarse dosis altas
cia sigue siendo la anfotericina B, que también está indicada de fluconazol, pero el riesgo de fracaso terapéutico aumenta
en las candidemias observadas en el paciente tratado poco cuando la concentración de antígeno en el LCR es elevada
antes con un compuesto azólico. La profilaxis con fluconazol (> 1/1 024).
o itraconazol parece disminuir la incidencia de candidiasis Las infecciones por Mucorales (hongos filamentosos) son
superficiales y profundas en los pacientes de riesgo. raras. Las infecciones por Mucor sp. pueden ser pulmonares,
ORL (sinusitis extensivas), cerebrales o diseminadas. Pue-
den presentar una evolución fulminante. Es inconstante la
Infección aspergilar acción de la anfotericina B hacia esta especie. A nivel ORL y
La aspergilosis es más frecuente que las candidiasis en pulmonar, la exéresis quirúrgica tiene en este caso una indi-
hematología, y constituye una causa mayor de mortalidad, cación capital, en cuanto el tratamiento antifúngico haya
la cual ha variado poco en estos últimos años [20]. El pronós- empezado a surtir efecto e incluso de entrada.
tico es sobre todo desfavorable en las afecciones disemina- Las afecciones ligadas a Fusarium sp., que es un hongo fila-
das, postrasplante de CPH (supervivencia media de 1 mes) mentoso como Aspergillus, son cutáneas (más del 80 % de los
y en los pacientes con ventilación mecánica. En la práctica, casos) y pulmonares (20 %). Las fungemias son frecuentes
junto con la instauración temprana de un tratamiento, el fac- (50 % de los casos). El tratamiento es muy difícil debido a la
tor pronóstico esencial es la recuperación de una cantidad de resistencia a los azoles, a la 5-FC y a la anfotericina B en más
polinucleares funcionales superior a 1 000/mm3. Otros fac- del 50 % de los casos; las formulaciones lipídicas podrían ser
tores pronósticos negativos son una corticoterapia superior a útiles. También podría realizarse una exéresis quirúrgica.
7 mg/kg en los 7 últimos días y una EICH [84]. El equipa- La corticoterapia y la linfopenia T predisponen a la neumo-
miento de habitaciones con flujo laminar en oncohematolo- cistosis que es una infección fúngica: exceptuando el SIDA,
gía reduce, en un factor 5 aproximadamente, el riesgo de el riesgo aparece en caso de linfocitos inferiores a 600/mm3.
aspergilosis invasiva después de un trasplante de CPH. Los macrófagos y los linfocitos T son los elementos esencia-
Más del 60 % de las aspergilosis son adquiridas en la comu- les de defensa anti-P. carinii. La neumocistosis se observa
nidad. Se ha señalado el papel de los alimentos: pimienta, té, igualmente en los pacientes con leucemia aguda linfoide
algunos frutos, etc. La especie predominante es Aspergillus (LAL) o con enfermedad de Hodgkin y en los pacientes tra-
fumigatus. Suelen localizarse en los pulmones y en los senos tados con metotrexato, fludarabina o ciclofosfamida en dosis
paranasales, lo cual indica una contaminación por vía aérea. altas. En los pacientes VIH(-) el pronóstico es malo ya que la
Un cuadro clínico con fiebre y tos, dolor torácico y expecto- mortalidad alcanza un 35-50 % [59]. El diagnóstico se deduce
ración hemoptoica, sugiere el diagnóstico (cf supra). Las tras la detección de los quistes o de los trofozoitos del pará-
aspergilosis pulmonares invasivas se asocian frecuentemente sito en el líquido de LBA, utilizando la coloración de Go-
(30 %) a una afección cerebral, lo cual justifica la realización mori-Grocott o de Gram-Weigert; también pueden utilizarse
sistemática de una TC o una RM cerebral (que permiten ade- la IF y la PCR (LBA > secreciones orofaríngeas). El trata-
más explorar los senos paranasales). Las fungemias por As- miento de la infección por P. carinii, resistente a los azoles y
pergillus son excepcionales. a la anfotericina B, consiste en la administración de cotrimo-
xazol; el interés de una corticoterapia adyuvante no se ha
El diagnóstico se basa en el aislamiento del hongo y la deter- demostrado [32]. En los casos de linfopenia profunda o de cor-
minación de la antigenemia (cf infra), cuyo valor es bastante ticoterapia prolongada debe plantearse una prevención con
superior al de la antigenemia Candida. cotrimoxazol oral, pentamidina en aerosol, dapsona ± piri-
El tratamiento antifúngico de referencia consiste en la admi- metamina, o atovaquona.
nistración de anfotericina B, de manera precoz y durante un
período largo, que luego se sustituye por el itraconazol (cf ■ Técnicas diagnósticas
infra). La asociación anfotericina B-itraconazol, propuesta
por algunos autores [23], no ha sido eficaz. En las aspergilosis Cultivos fúngicos
oculares se podría administrar la asociación de anfotericina Junto al examen directo y el cultivo de las diferentes mues-
B y 5-fluorocitosina (5-FC) [22]. tras, cuyo valor relativo ya se ha comentado, se observan
El tratamiento quirúrgico de la aspergilosis pulmonar puede muy particularmente los hemocultivos fúngicos [35]. Su inte-
discutirse en dos indicaciones: rés se limita prácticamente a Candida sp. ya que, exceptuan-
— en caso de lesión que amenaza una estructura vascular con do las fusariosis, las infecciones por hongos filamentosos son
riesgo de hemoptisis incoercible [83]; en estos pacientes seria- excepcionalmente fungémicas. El cultivo de los hongos pre-

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Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

senta ciertas restricciones: crecimiento más lento que el de en la génesis de mucositis graves. El tratamiento se basa en
las bacterias (optimización con medios especiales para deter- la administración de aciclovir o valaciclovir. El foscarnet se
minadas especies), negativización por las bacterias en caso recomienda en casos de resistencia al aciclovir.
de septicemia mixta. Existen dos sistemas de cultivo: no El carácter alogénico del trasplante, una EICH, una edad
automáticos y automáticos. La utilización de estas técnicas, comprendida entre 10 y 30 años y la utilización de suero
el respeto estricto del volumen de muestra necesario (gene- antilinfocitario pueden ocasionar infecciones graves disemi-
ralmente 8-10 ml) y la repetición de los hemocultivos, debe- nadas por VVZ que se observan con frecuencia después del
rían permitir mejorar la sensibilidad de las candidemias, que sexto mes postrasplante de CPH [54]. Los dolores abdomina-
hasta ahora no han sido detectadas en más del 50 % de los les en un paciente portador de una EICH crónica constituyen
casos de candidiasis profunda. un signo de alerta.
Cuando se sospecha una candidemia ligada a catéter, las El citomegalovirus causa afecciones respiratorias, neurológi-
muestras para hemocultivo pueden tomarse simultánea- cas o hepáticas tras trasplante alogénico de CPH. Las nuevas
mente en catéter y en periferia (cf supra). modalidades de trasplante parecen originar retinitis, que
anteriormente era muy rara. Aunque la frecuencia de neumo-
Antigenemia y PCR nías precoces ha disminuido gracias a las estrategias de pre-
vención más del 70 % de los casos se producen después del
La antigenemia Candida se basa en la detección de diferentes 100º día del trasplante ocasionadas por la EICH crónica y el
antígenos: manano, enolasa, etc. Dichas técnicas se conside- trasplante con depleción T y casi siempre mortales (85 %) [62].
ran específicas, pero su utilización habitual es reducida por- La infección postrasplante por CMV refleja una reconstitución
que carecen de sensibilidad. La repetición de las determina- inmunológica defectuosa y en concomitancia con una EICH
ciones o la asociación de varias técnicas podrían aumentar el contribuye a una ID consecutiva. Las técnicas diagnósticas se
interés de la antigenemia Candida. La PCR-Candida no se explicarán más adelante. Los fármacos antivíricos deben ins-
utiliza en la práctica corriente. taurarse de manera gradual: profilaxis en las situaciones de
La antigenemia aspergilar es más interesante y consiste en la riesgo sin muestras positivas; «terapia preventiva» a partir de
detección del antígeno polisacárido de pared galactomanano. la positivación de la antigenemia después del trasplante; tra-
El método «sandwich»-enzyme linked immunosorbent assay tamiento curativo en las afecciones viscerales. El tratamiento
(ELISA) parece superior a otras técnicas debido a que posee consiste en ganciclovir o foscarnet. No se ha demostrado la
un umbral de detección muy bajo (luego una fuerte sensibili- eficacia del aciclovir ni siquiera en altas dosis [11].
dad) y su positivación es a veces anterior a los signos clínicos. La infección por virus HHV-6 está ligada a una reactivación
La repetición de la prueba permite además realizar un segui- viral como consecuencia de la ID, especialmente tras tras-
miento evolutivo. Sin embargo, existen falsos positivos [12], plante de CPH. En este caso, se han observado signos clíni-
pero la especificidad aumenta cuando una segunda muestra cos que asocian fiebre, rash cutáneo, citopenia, neumonía
es también positiva. La antigenemia aspergilar ha sido vali- intersticial, sinusitis y meningoencefalitis [87], pero con fre-
dada en pacientes neutropénicos. En contextos distintos de la cuencia son asintomáticos [18]. No se conoce exactamente el
neutropenia se han observado falsos negativos. El antígeno grado de causalidad de HHV-6 en estas alteraciones, y son
también puede detectarse en el líquido de LBA. La determi- frecuentes las coinfecciones víricas, sobre todo por VRS o
nación de la antigenemia con PCR-Aspergillus también posee CMV; también se ha señalado el papel facilitador de HHV-6
una sensibilidad bastante buena, pero parece aumentar en cuando se manifiestan infecciones fúngicas. El diagnóstico se
especificidad [12]. establece mediante PCR, cuya interpretación es difícil debido
En la criptococosis, el antígeno del polisacárido capsular a la latencia vírica [107] o mediante cocultivo (LCR, sangre), de
puede detectarse en el LCR, el líquido de LBA, la sangre y la uso poco común. Una PCR positiva en LCR parece tener gran
orina, mediante aglutinación con látex o ELISA. La sensibili- valor, pero en sangre sólo presenta interés la PCR cuantitati-
dad y especificidad de estas pruebas son superiores al 90 %. va. Ningún tratamiento ha dado pruebas de su eficacia; sin
El valor absoluto del título de antígeno en el LCR, así como embargo se recomienda el uso del ganciclovir o el foscarnet,
la evolución del mismo, parece tener valor pronóstico. solos [87] o asociados a las Ig por vía intravenosa [17].
El virus HHV-8 se ha relacionado con el sarcoma de Kaposi,
Estudios serológicos con el síndrome de Castelman en su forma diseminada, con
los linfomas de las serosas y, de manera informal y contro-
El interés de las serologías (Candida, Aspergillus) es muy limi- vertida, con determinados síndromes linfoproliferativos de
tado en este contexto: existen falsos negativos debido a la ID tipo B: mieloma y enfermedad de Waldenström. La detec-
y falsos positivos en pacientes simplemente colonizados. La ción del ADN viral con PCR, en las serosas por ejemplo, el
asociación de la serología y la antigenemia Candida parece LCR y más recientemente la serología, permiten establecer el
interesante tanto en sensibilidad como en especificidad. diagnóstico de infección por HHV-8 [41].
La reactivación del VEB puede ser la causa de linfoprolifera-
■ Infecciones víricas ciones benignas y malignas [50], que pueden ser explosivas
después de trasplante. No existe tratamiento antivírico espe-
Principales afecciones víricas
cífico eficaz; el pronóstico es a veces favorable tras la inte-
Las afecciones víricas en pacientes ID están ligadas a infec- rrupción de la ID y la instauración de un tratamiento antiví-
ciones primarias (virus respiratorios, parvovirus) o a reacti- rico y anti-CD20 (cf infra). La inmunoterapia celular T
vaciones víricas (Herpesviridae, adenovirus) [60]. podría ser interesante en la profilaxis y el tratamiento.

Familia Herpesviridae Virus respiratorios


La ID celular y las alteraciones de los polinucleares predis- En las infecciones respiratorias, los «virus respiratorios con-
ponen a las infecciones por VHS 1 y 2, y sus manifestaciones vencionales», frecuentemente incriminados en los pacientes
son similares a las observadas en pacientes no ID: afecciones ID, conllevan una alta mortalidad (23 %) [78]. El VRS produce
cutáneas, encefalitis, etc. Concretamente, las meningoencefa- neumonías intersticiales graves [109] y puede detectarse
litis son apenas más frecuentes que en pacientes inmuno- mediante cultivo, IF o prueba inmunoenzimática, a partir de
competentes, pero más graves. En cambio, en la aplasia las células del LBA; los virus influenzae y parainfluenzae tam-
medular se ha incriminado la causalidad a VHS orofaríngeo bién pueden detectarse con IF.

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

Los adenovirus causan afecciones respiratorias (neumonía), y serologías se han añadido la detección de antígenos víricos
digestivas (diarrea), hepáticas (hepatitis fulminantes), oculares y las técnicas de biología molecular [16, 29].
(conjuntivitis), urinarias (cistitis hemorrágica) o disemina- Los cultivos víricos constituyen la técnica de referencia. El
das [15], sobre todo después de trasplante de CPH. No existen cultivo convencional o lento muestra el efecto citopático
recrudescencias estacionales. La infección, a la cual contribu- (ECP) vírico en un cultivo celular que se positiva al cabo de
yen el carácter alogénico del trasplante, una EICH y la canti- un período variable entre 6 días y 6 semanas; el cultivo rápi-
dad de inmunosupresores, se produce alrededor del tercer mes do detecta en 48 horas las proteínas víricas antes de que apa-
después del trasplante. El virus se detecta mediante cultivo rezca el efecto citopatógeno, utilizando anticuerpos mono-
celular a partir de las muestras respiratorias, nasofaríngeas, clonales. Pueden cultivarse los virus VHS, VVZ, CMV, ade-
oculares o de heces. No obstante, los serotipos 40 y 41, que no novirus (heces, garganta, orina) e incluso HHV-6, cuyo culti-
son cultivables son los que suelen producir las afecciones vo es difícil de realizar. El VVZ es un virus frágil que requie-
digestivas. La mortalidad es de un 20 % y es más elevada en re ser transportado rápidamente al laboratorio. Con algunos
caso de afección pulmonar (60 %) o diseminada (80 %). virus como el virus JC, se practica poco el cultivo pues el
Ningún fármaco ha demostrado su eficacia contra el adenovi- efecto citopático es inconstante y lento. Un cultivo positivo
rus. Los tratamientos aconsejados son: ribavirina, en aerosol o es específico de una infección activa, pero no necesariamen-
por vía intravenosa y cidofovir, que ha resultado exitoso en te de una enfermedad vírica.
CMV y adenovirus después de un trasplante de CPH [52]. La detección de antígenos víricos puede realizarse mediante
IF directa (VHS, VVZ, CMV) o indirecta (VRS, virus influen-
Otros virus zae, parainfluenzae), por ejemplo a partir del líquido de LBA o
El poliomavirus JC, de la familia Papovaviridae, es el agente de biopsias cerebrales (virus JC); para el diagnóstico viroló-
de la LEMP, reactivado con motivo de una ID celular o en gico de CMV se utiliza la determinación de la antigenemia,
caso de SIDA o de linfoma; el 85 % de la población adulta con la cual, utilizando anticuerpos monoclonales dirigidos
está inmunizada. La sintomatología es puramente neuroló- contra la fosfoproteína de matriz PP65, se detectan los antí-
gica (cf supra). El diagnóstico se basa en la PCR del LCR; la genos víricos presentes en el núcleo de los polinucleares cir-
carga viral parece tener valor pronóstico [199]. culantes; el resultado se obtiene en 2 o 3 horas [11]. Esta técni-
El virus BK provoca cistitis hematúricas y puede detectarse ca es más rápida y tan sensible como la que determina la
en la orina mediante PCR. viremia y es muy específica.
El parvovirus B19 causa eritroblastopenia aguda, erupción En biología molecular se utilizan asociados la hibridación,
eritematosa o artropatías y raramente afección meníngea [97]. que tiene poca sensibilidad, y la amplificación génica (PCR).
El ADN viral se detecta precozmente mediante PCR a partir La PCR permite detectar antígenos víricos y cuantificarlos
de muestras de suero o de médula. La serología no se positi- (por ejemplo, para evaluar la respuesta al tratamiento), y
viza hasta después del 15.º día y las IgM pueden persistir realizar un análisis cualitativo del genoma (por ejemplo,
varios meses. La viremia es breve: 3 días aproximadamente. para evidenciar la presencia de mutantes resistentes). Es una
El tratamiento consiste en la administración de Ig polivalen- técnica muy sensible que requiere un laboratorio especiali-
tes por vía intravenosa. zado. La PCR ocupa un lugar preponderante en el diagnós-
Los virus de las hepatitis B y C ya se han comentado. tico de infección por VHS, VVZ o CMV (LCR, LBA, sangre);
HHV-6 (sangre, LCR) —en sangre la PCR suele ser positiva

sin que haya infección, lo cual confiere gran valor al perfil
Técnicas diagnósticas
evolutivo de la PCR cuantitativa; en LCR la PCR puede ser
Citología. Anatomía patológica negativa en la primera muestra— VEB (LCR, en caso de sos-
El análisis histocitológico se fundamenta en la observación pecha de linfoma cerebral inducido por VEB); parvovirus
de las consecuencias del efecto citopático vírico sobre los teji- B19 (suero); virus JC (LCR o biopsias cerebrales: especifici-
dos o las células del paciente [60]. Los criterios principales son: dad > 90 %, sensibilidad > 80 %); virus BK (orina). A veces
la citomegalia (CMV), la presencia de inclusiones citoplás- es difícil establecer la distinción entre infección latente e
micas o nucleares (en este último caso, eosinófilas, basófilas infección activa. La PCR se utiliza también en el marco de las
o en vidrio «esmerilado») y la balonización (VHS). El cito- hepatitis: ADN-VHB, ácido ribonucleico (ARN)-VHC.
diagnóstico de Tzanck es útil en caso de afección cutaneo- El diagnóstico indirecto se basa en la serología, cuya inter-
mucosa por VVZ, a partir del frotis del suelo de una vesícu- pretación en los pacientes ID es problemática. La serología
la, eventualmente asociado a IF directa para diferenciar VHS de Herpesviridae es útil sobre todo cuando existe una sero-
y VVZ; en el estadio precoz de vesícula e incluso en estadio conversión o para determinar el estatuto serológico antes del
de pústula o costra, completa útilmente el cultivo celular, trasplante. La relación títulos de anticuerpos en LCR/títulos
debido a la fragilidad de VVZ. En la infección por CMV, ade- de anticuerpos en suero, puede ser útil (VHS). La serología
más de la citomegalia, se observan inclusiones intranuclea- de los adenovirus, VRS y los virus BK y JC no tiene ningún
res no específicas, que son sospechosas si tienen un aspecto valor. La observación de una concentración de interferón
en «ojo de lechuza» y/o cuando son intracitoplásmicas, que superior a 0,5 mg/ml en LCR es característica de las menin-
son patognomónicas, pero más raras. En la infección por goencefalitis herpéticas; todos los virus no tienen la misma
parvovirus B19, el mielograma con coloración de Giemsa del capacidad para inducir la producción de interferón. Al con-
frotis permite observar proeritroblastos voluminosos; el trario, en los pacientes no ID, una concentración elevada de
diagnóstico se confirma mediante IF con anticuerpos especí- procalcitonina plasmática durante una meningitis elimina
ficos o la detección del ADN vírico [60]. un origen viral y sugiere una etiología bacteriana [104].
La anatomía patológica puede realizarse a partir de biopsias Por último, en casos aislados se utiliza la microscopia elec-
pulmonares (VHC), (CMV, etc.), sigmoideas o cólicas para trónica, como por ejemplo para detectar partículas víricas en
CMV o adenovirus (inclusiones nucleares) o cerebrales las heces en gastroenteritis por astrovirus.
(LEMP, etc.).
El análisis histocitológico aporta datos de orientación, pero INFECCIONES PARASITARIAS
es poco sensible, tardío y depende del examinador. La toxoplasmosis tiene una incidencia inferior al 0,5 % y se
observa sobre todo en los 6 meses consecutivos a un trasplan-
Diagnóstico virológico
te de CPH, con un pico en los meses segundo y tercero [24, 94]. En
Las técnicas de diagnóstico virológico han evolucionado el 95 % de los casos resulta de la reactivación de una infec-
considerablemente en los últimos años: a los cultivos víricos ción latente y después de trasplante es muy rara cuando el

20
Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

receptor es seronegativo, incluso cuando el donante es sero- posible contra estreptococos y Pseudomonas. En las aplasias
positivo. Los factores de riesgo son la seropositividad previa cortas suele ser suficiente la monoterapia con un betalactá-
al trasplante, el carácter alogénico del trasplante y la EICH. mico de amplio espectro reciente; en los demás casos, a este
T. gondii tiene un tropismo esencialmente cerebral que origi- tratamiento se asocia sistemáticamente un antibiótico amino-
na abscesos o encefalitis difusas, pero también tiende a pro- glucósido. Cuando se prescribe un aminoglucósido en una
ducir infecciones diseminadas, observándose la invasión de neutropenia prolongada, deben recomendarse en dos inyec-
los tejidos pulmonar y cardíaco en aproximadamente dos ciones al día pues la dosis única cotidiana no conviene a
tercios de los casos autopsiados. Puede existir afección pul- pacientes neutropénicos. El tratamiento con antibióticos ami-
monar aislada [94]. La serología es de escasa ayuda en los noglucósidos debe durar como mínimo 1 semana, y más
pacientes ID. El diagnóstico se basa en los datos aportados cuando se trata una infección por el bacilo piociánico. No se
por la TC o en la detección de T. gondii en el LCR, la sangre, recomienda la utilización de un glucopéptido de entrada [31],
el líquido de lavado alveolar o las muestras para biopsia: como tampoco la utilización de quinolonas, excepto cuando
visualización de los taquizoitos mediante coloración de los antibióticos betalactámicos están contraindicados, en
Giemsa, IF directa y sobre todo PCR-ADN. El tratamiento cuyo caso cubriría las bacterias grampositivas. También se
consiste en la administración de sulfadiazina o clindamicina puede administrar un glucopéptido en caso de que persista la
y pirimetamina asociadas. El pronóstico es muy malo. fiebre en D3 o de que existan hemocultivos positivos para
La frecuencia de la toxoplasmosis y la neumocistosis ha dis- bacterias grampositivas. Las quinolonas sólo están indicadas
minuido sensiblemente desde que se han aplicado medidas en caso de insuficiencia renal severa, ya que la sinergia de las
profilácticas comunes. La profilaxis con cotrimoxazol o sul- mismas con los betalactámicos es inconstante. Un tratamien-
fadiazina/pirimetamina no excluye que aparezca una toxo- to contra los gérmenes anaerobios con un imidazol o un anti-
plasmosis. En este contexto la sulfadoxina podría ser supe- biótico betalactámico activo, sólo debe indicarse en caso de
rior a la sulfadiazina. celulitis perineal o bucofaríngea. La antibioterapia debe con-
La estrongiloidosis es inducida por la ID, sobre todo a causa tinuarse de 4 a 7 días después de la salida de aplasia, pero los
de la corticoterapia. Se observan dos formas [56]. La gastro- antifúngicos se mantienen durante más tiempo. En total, sólo
duodenoyeyunitis se manifiesta con dolores abdominales, la tercera parte de las fiebres observadas en aplasia están
diarrea y vómitos que conducen a deshidratación, anemia y debidamente documentadas [9, 31, 42, 72].
desnutrición que pueden ser muy importantes e incluso leta- El tratamiento debe administrarse en medio hospitalario.
les. La estrongiloidosis maligna diseminada afecta sobre todo Puede plantearse un tratamiento ambulatorio en las situa-
a los pulmones y al tubo digestivo, donde origina perforacio- ciones de muy bajo riesgo: fiebre bien tolerada, ausencia de
nes y hemorragias, pero puede afectar a cualquier otro órga- comorbilidad, aparición en medio extrahospitalario [98].
no. Las invasiones digestivas, sobre todo por bacilos gramne-
gativos, causan bacteriemias, meningitis o endocarditis, con
frecuencia mortales. La eosinofilia está a menudo ausente en TRATAMIENTOS ANTIFÚNGICOS
los pacientes ID. El aislamiento de larvas de S. stercoralis en Conocer la eficacia y las numerosas toxicidades de los trata-
las heces (posibilidad de falsos negativos), el líquido de intu- mientos antifúngicos es fundamental. Las diferentes molé-
bación duodenal (el examen más sensible) u otros líquidos culas del arsenal antifúngico se detallan en el cuadro VII.
biológicos (LBA, derrames, etc.) permiten establecer el diag- La anfotericina B es el tratamiento de referencia. Todos los
nóstico. El tratamiento consiste en la administración de hongos son sensibles a ella, excepto Fusarium sp., que es
albendazol o tiabendazol, además del tratamiento de las resistente en más del 50 % de los casos o Mucor. La dosis de
complicaciones. En los pacientes ID con antecedentes de prueba ya no se utiliza. La administración se realiza durante
estancia en zona endémica debe realizarse una profilaxis. 6 a 8 horas en suero glucosado al 5 %, utilizando media dosis
La babesiosis es una enfermedad de inoculación por picadu- el primer día y la dosis completa a partir de D2. Algunos
ra de artrópodo, producida por un protozoario que afecta a autores aconsejan una administración más corta, en 2-4
los pacientes asplénicos. En cuadro clínico consta de fiebre horas [92]. La toxicidad es de tipo general, con escalofríos y
elevada seudopalúdica, insuficiencia renal y anemia hemolí- fiebre y sobre todo renal: toxicidad glomerular (insuficiencia
tica. El frotis sanguíneo permite evidenciar el parásito en los renal) y tubular (fuga de potasio y bicarbonatos constante),
hematíes. El tratamiento consiste en la administración de reducida cuando se mantiene una volemia elevada y se evi-
clindamicina y quinina y en la exanguinotransfusión. tan otros nefrotóxicos y reversible hasta una dosis acumula-
da de 5 g. La eliminación renal es muy baja (< 3 %) y el fár-
maco no es dializable debido a la fuerte unión proteínica.
Tratamiento de las infecciones Debido a ello, no existen motivos para disminuir las dosis en
caso de insuficiencia renal; en este caso puede proseguirse el
graves en oncohematología tratamiento o suspenderlo o pasar a preparaciones lipídicas.
No es necesario determinar los niveles plasmáticos del fár-
TRATAMIENTOS ANTIBACTERIANOS maco. En las candidiasis, la dosis de 0,5 mg/kg/día suele ser
La antibioticoterapia en oncohematología se resume esen- suficiente para C. albicans y en caso de infección severa o por
cialmente al tratamiento de la infección en los pacientes C. no albicans se administran dosis de 0,7-1 mg/kg/día. En
aplásicos (cf supra) [47]. las infecciones aspergilares la dosis diaria debe oscilar entre
Todo paciente neutropénico febril requiere un tratamiento de 1 y 1,5 mg/kg.
urgencia, inmediatamente después de realizar hemocultivos Las preparaciones lipídicas de anfotericina B (liposomas,
y muestras a nivel de un posible foco clínico [42, 72]. Éstas no complejos lipídicos y dispersión coloidal) permiten dismi-
deben retardar la instauración del tratamiento. La antibioti- nuir la toxicidad general y renal. Sin embargo, las prepara-
coterapia debe ser de amplio espectro y estar dirigida contra ciones lipídicas son desiguales entre sí. La anfotericina B en
los gérmenes más peligrosos y más frecuentes en este contex- complejo lipídico posee una relación dosis-eficacia de 1 a 3 o
to: a pesar de la proporción creciente de infecciones por bac- 5, lo cual justifica el empleo de dosis tres a cinco veces supe-
terias grampositivas, sobre todo por estafilococos coagulasa riores (3-5 mg/kg/día) para obtener una eficacia idéntica,
negativos, los gérmenes que exponen a riesgo vital inmedia- pero no superior. La anfotericina B liposomal puede proba-
to son principalmente las BGN y los estreptococos del grupo blemente administrarse a dosis mucho más elevadas sin ries-
viridans [9]. Como consecuencia de ello, es necesario adminis- go de toxicidad. No obstante, en un estudio no se observó
trar un antibiótico betalactámico activo contra las BGN y si es ninguna superioridad con dosis de 4 mg/kg respecto a una

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

Cuadro VII. – Tratamientos antifúngicos para infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos.

Hongo Tratamiento

Candida albicans Anfotericina B: 0,5 mg/kg/día durante 10 a 30 días


o fluconazol: 400 a 600 mg/día
(en las infecciones graves, asociación con 5-FC, 100-150 mg/kg/día)

Candida tropicalis Anfotericina B: 0,7 mg/kg/día durante 10 a 30 días


Candida parapsilosis o fluconazol: 600 mg/día (10 mg/kg/día)
(en las infecciones graves, asociación con 5-FC)

Candida glabrata Anfotericina B: 0,7-1 mg/kg/día durante 10 a 30 días


Candida krusei (en las infecciones graves, asociación con 5-FC)
Candida lusitaniae

Cryptococcus neoformans Anfotericina B: 1 mg/kg/día


+ 5-FC 150 mg/kg/día (en cuatro veces), durante 5 días,
y luego anfotericina B sola

Aspergillus sp. Anfotericina B: 1 mg/kg/día durante más de 45 a 60 días


(± asociación con 5-FC en las infecciones oculares)
Luego, sustitución por itraconazol

Fusarium sp. Anfotericina B: 1 mg/kg/día (pero resistencia = 50 %)

Mucor sp. Anfotericina B (actividad inconstante), cirugía ++

Pneumocystis carinii Cotrimoxazol: 3 ampollas IV 4 veces al día durante 14-20 días


(¿± corticoterapia adyuvante?)*
o pentamidina: 3-4 mg/kg/día
(o incluso: dapsona: 100 mg/día + pirimetamina o trimetoprim o atovaquona: 750 mg 3 veces al día;
clindamicina + primaquina, etc.)

IV: por vía intravenosa; *: tratamiento cuya eficacia y/o modalidades no han sido demostradas y son controvertidas.

dosis de 1 mg/kg [26]. Los datos en patología humana son fenitoína, barbitúricos y antihistamínicos; contraindicaciones
hasta ahora muy limitados. No debe utilizarse la dilución de absolutas debido al riesgo de torsade de pointe (una variante
anfotericina B en emulsiones lipídicas de nutrición parente- de taquicardia ventricular polimorfa): terfenadina, astemizol,
ral porque, aunque disminuya la toxicidad general y no cisaprida. Los efectos secundarios consisten en trastornos
renal [65], existen posibilidades de que la mezcla sea inestable, digestivos, hipocaliemia y determinados trastornos neuroló-
con el consiguiente riesgo de que pierda la eficacia. gicos en caso de sobredosificación.
El fluconazol, principal compuesto triazólico, es activo hacia C. El voriconazol en un compuesto triazólico muy esperanza-
albicans y Cryptococcus, moderadamente activo hacia C. tropica- dor. Su actividad es cercana a la del itraconazol, sin que exis-
lis y C. parapsilosis e inactivo hacia C. krusei, C. glabrata, tan resistencias cruzadas; es activo hacia Candida sp. y sobre
Aspergillus, Mucor y Fusarium. Están apareciendo casos de hongos filamentosos o dimórficos.
resistencia de C. albicans, con cepas mostrando CMI superiores El ketoconazol, activo hacia Candida y M. furfur ha dejado de
a 16-64. Actualmente se recomienda utilizar posologías eleva- utilizarse en oncohematología.
das, sobre todo en caso de infección grave como las candidia- La 5-FC (flucitosina) es activa hacia Candida, incluidas las
sis sistémicas, hepatoesplénicas o la criptococosis: 800-1 000 especies no albicans. Debe utilizarse únicamente en asocia-
mg/día en tratamiento de inducción durante 2 a 4 días y pos- ción debido al alto riesgo de brote de especies resistentes con
teriormente 400-600 mg/día (10 mg/kg). Pueden utilizarse 5-FC en monoterapia. Presenta una buena difusión tisular y
posologías más bajas en las candidiasis superficiales (100-200 su eliminación es urinaria en un 90 %, por lo que su posolo-
mg/día) y urinarias (200-400 mg/día). La difusión del fárma- gía se adapta a la función renal. Sólo por esta molécula se
co es buena, especialmente en meninges y humor vítreo, y la justifica un antifungigrama. Es necesario monitorizar las
vida media es larga, de 30 horas aproximadamente. Un 80 % concentraciones plasmáticas de este fármaco (eficacia, tole-
del fármaco se elimina por vía renal, por lo que la posología rancia): determinación dos o tres veces por semana, en el
debe disminuirse en caso de insuficiencia renal; se asocia poco momento del pico (2 horas después de la toma), siendo las
a las proteínas plasmáticas (10 %) y es dializable. Las determi- cifras normales inferiores a 100 mg/ml. Su toxicidad es esen-
naciones plasmáticas no son útiles. Son muy bien tolerados. cialmente medular y dosis-dependiente, debida a la desami-
nación de la 5-FC en 5-FU por las bacterias del tubo digesti-
El itraconazol es activo sobre Aspergillus. En la aspergilosis se vo, y mucho menor medida hepatodigestiva o cutánea.
utiliza para sustituir a la anfotericina B y en la profilaxis
secundaria. El itraconazol tiene igualmente una actividad El tratamiento de las infecciones por P. carinii es muy diferen-
preventiva frente al criptococo. Sólo existe por vía oral y su te y consiste en la administración de cotrimoxazol, pentami-
absorción es baja y aleatoria (aumenta con las comidas ricas dina, pirimetamina o dapsona. Recientemente se ha relacio-
en grasas, el pH ácido, etc.). Por consiguiente, debe efectuar- nado un aumento de la mortalidad con mutaciones del gen de
se la monitorización de las concentraciones plasmáticas en la dihidropteroato sintetasa de P. carinii, que parecen resultar
equilibrio, después de una semana de tratamiento, 24 horas de la exposición previa a las sulfamidas y podrían explicar
después de la última toma. Se metaboliza por vía hepática y algunos fracasos de la profilaxis con cotrimoxazol [40].
se excreta por vía digestiva, por lo que no se adapta a la fun- Pueden proponerse varias asociaciones. La anfotericina B y
ción renal. Tiene numerosas interacciones medicamentosas: los azoles son antagonistas in vitro, pero esto no se ha
aumento de las concentraciones de digoxina, ciclosporina y demostrado in vivo. La asociación de anfotericina B y 5-FC
warfarina; inducción enzimática por rifampicina, rifabutina, tiene un efecto aditivo en el criptococo y las especies de

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Anestesia Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología E – 36-983-F-10

Candida sensibles a 5-FC, pero es indiferente en Aspergillus y Cuadro VIII. – Tratamientos antivíricos para infecciones graves en
las especies de Candida resistentes a 5-FC. Algunos autores
pacientes inmunodeprimidos.
aconsejan la asociación anfotericina B-5FC como tratamiento
de primera línea en caso de afección ocular en la aspergilo- Virus Tratamiento
sis y en la criptococosis neuromeníngea: la penetración
meníngea y vítrea de la anfotericina B es mediocre, mientras Herpes simplex Aciclovir IV: 10-15 mg/kg 3 veces al día
que la de 5-FC es buena. En las demás situaciones, sólo una durante 15 a 21 días
Virus varicela-zoster o, si fracasa, foscarnet IV: 40 mg/kg 3 veces al día
evolución desfavorable con anfotericina B sola puede justifi-
(asociación en las infecciones graves extensas)
car una asociación secundaria. Cuando se asocian anfoterici- Si fracasa (resistencia): ¿cidofovir?*
na B y 5-FC, deben monitorizarse las concentraciones plas-
máticas de 5-FC ya que el riesgo de toxicidad hematológica Citomegalovirus Ganciclovir IV: 5 mg/kg 2 veces al día durante 10
de la 5-FC aumenta en caso de insuficiencia renal por la a 21 días
anfotericina B. o, si fracasa: foscarnet IV: 40-60 mg/kg 3 veces
al día
La duración del tratamiento varía en función de la naturaleza (o 90 mg/kg 2 veces al día)
del germen y de la gravedad de la infección. En las candidia- (± asociación en las infecciones graves, con
sis, puede ser suficiente un tratamiento de 10 días cuando se antigenemia elevada)
trata de una fungemia transitoria (un solo hemocultivo positi- Si fracasa (resistencia) ¿cidofovir?*
vo) o de un tratamiento de presunción. En caso de afección
HHV-6 Foscarnet IV: 40-60 mg/kg 3 veces al día durante
profunda, el tratamiento debe realizarse durante 30 días como 15 días
mínimo. El tratamiento de una aspergillosis debe prolongarse o: ganciclovir IV: 5 mg/kg 2 veces al día
al menos 2 meses en caso de neutropenia y mucho más tiem- (± encefalitis) Ig IV: 0,4 mg/kg/día durante 5 días
po (hasta 2 años) en receptores de trasplante de CPH. (mantenimiento: foscarnet: 90-120 mg/kg 1 vez
por semana durante 4 semanas
La cirugía puede estar indicada en las aspergilosis y las
+ Ig IV 1 vez por semana durante 4 semanas)
mucormicosis.
Los factores de crecimiento hematopoyéticos (G-CSF, GM- Adenovirus Ribavirina IV: 30 mg/kg/día durante 20 días
CSF) tienen su indicación principal en las infecciones fúngicas cidofovir IV: 3-5 mg/kg 1 vez por semana durante
graves, sobre todo en aplasia. Estas citocinas parecen aumen- 1 mes
tar la sinergia entre las células efectoras y los antifúngicos. Virus respiratorio sincitial Ribavirina
Virus de la gripe — aerosol: 6 g/100 ml, 12 h/día, durante 5 días
— IV: 1 g/6 h durante 4 días o 0,5 g/8 h durante
TRATAMIENTOS ANTIVÍRICOS 6 días
Los antivíricos (cuadro VIII) son únicamente virustáticos y no ± Ig IV: 0,2-0,5 g/kg/día durante 5 días
«virucidas».
Parvovirus B19 Ciclos de Ig IV: 0,4 g/kg/día durante 5 días
El aciclovir es eficaz en caso de VHS y VVZ, pero poco o o 1 g/kg/día durante 3 días
nada activo en CMV y es el antivírico con índice terapéutico
más elevado y el mejor tolerado. Tiene toxicidad neurológi- Poliomavirus JC ¿? (¿cidofovir? ¿interferón alfa? ¿asociaciones?)*
ca y renal debida a la precipitación tubular de cristales de
aciclovir. Para prevenirla debe administrarse una perfusión Virus de Epstein-Barr Disminución de los inmunosupresores
Anticuerpos anti-CD20
durante al menos 1 hora, en 50 ml de suero fisiológico, con ¿Inmunoterapia celular T *?
el paciente correctamente hidratado. Se elimina esencial-
mente por vía renal, por lo que en caso de insuficiencia renal Nota: estas proposiciones terapéuticas provienen en parte de Morinet et al [60].
deben disminuirse las dosis. En los pacientes ID, la adminis- * Tratamiento cuya eficacia y/o modalidades no han sido demostradas y son controverti-
das; IV: por vía intravenosa; Ig: inmunoglobulina; HHV-6: human herpes virus-6.
tración debe efectuarse por vía intravenosa y en dosis altas.
Tiene una vida media corta, por lo que las inyecciones deben ganciclovir. Presenta toxicidad esencialmente renal, por lo
repetirse tres a seis veces al día [79]. El valaciclovir es un pro- que debe administrarse en perfusión lenta, de más de 2 ho-
fármaco del aciclovir que se administra por vía oral y pre- ras de duración, asociada a una perfusión en «Y» de al
senta una biodisponibilidad cinco veces superior a la del aci- menos 500 ml de suero fisiológico. Las dosis deben adaptar-
clovir; disminuye el riesgo de infección por CMV después de se a la función renal. Puede provocar trastornos electrolíticos
un trasplante de CPH [51]. El famciclovir es un profármaco del (hipocalcemia, hipocaliemia, disfosforemia) y tromboflebitis
penciclovir indicado en el herpes zóster en los pacientes no de la vena perfundida.
ID y en la hepatitis B. El cidofovir es un análogo de la citidina indicado cuando fra-
El ganciclovir es eficaz frente a CMV y también es activo in casa el tratamiento de una infección por CMV con los fár-
vitro en caso de VHS, VVZ, y HHV-6. En los pacientes ID está macos habituales, como ocurre con las retinitis en los pacien-
indicado sobre todo en las infecciones graves por CMV a títu- tes VIH+ y cuando las otras terapéuticas se consideran ina-
lo curativo o como «terapia preventiva» en cuanto se detecta decuadas. No obstante, los CMV pueden presentar resisten-
excreción de CMV después de trasplante de CPH. Sin embar- cias cruzadas a ganciclovir y cidofovir. En los estudios con
go, pueden observarse cepas resistentes en los pacientes que animales es eficaz frente a VHS, por lo que podría estar indi-
han recibido previamente un tratamiento profiláctico con aci- cado cuando fracasan los antiherpéticos, pero esta indica-
clovir [30] y después de 3 meses de tratamiento con ganciclovir ción todavía no ha sido validada. En los modelos animales e
en pacientes VIH+. La toxicidad de este fármaco, mucho más in vitro, el cidofovir parece igualmente activo contra el virus
frecuente que la de aciclovir, es esencialmente medular: en JC y el adenovirus. Las infecciones sistémicas por adenovi-
neutropenia es más frecuente que en anemia o trombocitope- rus, con viremia positiva, suelen ser mortales en 6 semanas
nia. Se elimina por vía renal, por lo que deben disminuirse las en los pacientes ID; la instauración de una «terapia preven-
dosis en caso de insuficiencia renal. Debe administrarse en tiva» con cidofovir cuando dos de tres localizaciones de con-
perfusión lenta de más de 1 hora de duración. trol (heces, garganta y orina) son positivas, podría ser útil,
El foscarnet está indicado como recurso terapéutico en las aunque todavía no ha sido validado [52, 60]. Se administra en
infecciones por VHS o VVZ resistentes al aciclovir, las infec- inyecciones semanales. Presenta toxicidad renal dosis-
ciones por CMV resistentes al ganciclovir y las infecciones dependiente, cuya prevención consta de administración de
por HHV-6; en estas últimas, que son resistentes al aciclovir, probenecid, hidratación abundante y control regular de la
el índice terapéutico del foscarnet parece ser superior al del creatininemia y la proteinuria.

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E – 36-983-F-10 Infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos en oncohematología Anestesia

La citarabina (ara-C, arabinósido de citosina) es muy hemato- Cuadro IX. – Tratamientos antiparasitarios para infecciones graves
tóxica; es activa in vitro hacia el poliomavirus JC, pero nunca
en pacientes inmunodeprimidos.
se ha demostrado su eficacia clínica, ya sea en administración
intravenosa o intratecal [39]. La campthotecina es un inhibidor Parásito Tratamiento
de la topoisomerasa que podría ser activa hacia el virus JC.
Se recomienda la ribavirina en aerosol o por vía intravenosa Toxoplasma gondii Sulfadiazina: 4-6 g/día + Pirimetamina:
en las infecciones respiratorias por VRS, virus influenzae y 200 mg/día durante 21 días (+ ácido folínico)
o clindamicina: 2,4-4,8 g/día + pirimetamina:
adenovirus y por vía oral en la hepatitis C.
200 mg/día (durante 21 días)
El zanamivir es un inhibidor de la neuraminidasa, eficaz
frente a los virus influenzae A y B; es bien tolerado y no pare- Strongyloides stercoralis Tiabendazol: 10-25 (y hasta 50) mg/kg/día
ce inducir el brote de cepas resistentes. durante 7-14 días
Se recomiendan las asociaciones de antivíricos en las infec- (estrongiloidosis maligna) o (en caso de insuficiencia renal) albendazol:
ciones graves. Así, ganciclovir y foscarnet tienen una acción 800 mg/día durante 3 días
sinérgica en los casos severos de infecciones por CMV, como
Babesia divergens Clindamicina, quinina o exanguinotransfusión
en las encefalitis con antigenemia elevada. Del mismo modo, (babesiosis)
en infecciones extensivas por VHS y VVZ, especialmente en
las retinitis, pueden asociarse aciclovir y foscarnet o ganci-
clovir oral y cidofovir por vía intravenosa, ya que estas aso-
ciaciones parecen prevenir la aparición de cepas resistentes. Pronóstico del paciente
Sin embargo, la validez de estas asociaciones no ha sido
comprobada en ningún estudio. oncohematológico en cuidados
Se ha sugerido el interés de las Ig en las infecciones respira- intensivos
torias por VRS o el virus de la gripe (en asociación con riba-
virina, en aerosol o por vía intravenosa, en los casos graves MARCADORES DE GRAVEDAD. INSUFICIENCIAS
de infecciones por VRS), y en las encefalitis por HHV-6. El VISCERALES
interferón alfa se recomienda en las hepatitis virales B y C. La gravedad de la enfermedad aguda en el momento de la
La inmunoterapia con transfusión de células T CD4 y citotó- admisión puede evaluarse a partir de las puntuaciones de gra-
xicas CD8 se utiliza para controlar algunas infecciones gra- vedad como el índice de gravedad simplificado (IGS), el IGS
ves por CMV y síndromes linfoproliferativos inducidos por II y las puntuaciones Acute Physiology and Chronic Health
VEB [66]. Los recursos terapéuticos frente a los linfomas indu- Evaluation (APACHE) II, que tiene en cuenta el factor ID, y
cidos por VEB comprenden la reducción de los inmunosu- APACHE III. La utilización de estas puntuaciones en oncohe-
presores, los anticuerpos anti-CD20 o la reinyección de los matología ha sido revisada recientemente [7]. Se ha propuesto
linfocitos del donante después de un «minitrasplante». una nueva puntuación específicamente para los pacientes de
oncohematología que ingresan en reanimación [36].
TRATAMIENTOS ANTIPARASITARIOS Los parámetros más predictivos de mortalidad en los
Los tratamientos antiparasitarios son: la sulfadiazina, activa pacientes neutropénicos admitidos en reanimación son la
hacia T. gondii; la pirimetamina, el cotrimoxazol y la dapso- cantidad de insuficiencias viscerales y la existencia de insu-
na, activos hacia T. gondii y el hongo P. carinii; la clindamici- ficiencia respiratoria [6]. La insuficiencia respiratoria aguda o
na, activa hacia T. gondii y Babesia; el albendazol y el tiaben- el recurso a la ventilación mecánica seguida por la insufi-
dazol, activos en la estrongiloidosis. Las modalidades del ciencia cardiocirculatoria influyen ampliamente en las posi-
tratamiento se detallan en el cuadro IX. bilidades de supervivencia [7].

FACTORES DE CRECIMIENTO HEMATOPOYÉTICOS


CARACTERÍSTICAS DE LA NEOPLASIA SUBYACENTE
Con G-CSF y GM-CSF la duración de la neutropenia dismi-
nuye y aumenta el quimiotactismo, la fagocitosis y la activi- La presencia de una enfermedad neoplásica en progresión o
dad citotóxica de las células efectoras. Después de un tras- que no responde al tratamiento se asocia con un pronóstico
plante autólogo, G-CSF y GM-CSF presentan un interés negativo [53]. La existencia de recidiva o de progresión tumo-
equivalente; mientras que después de un trasplante alogéni- ral es un factor de pronóstico desfavorable en la población
co o de la inducción de una LAM, se ha observado la supe- de pacientes cancerosos en cuidados intensivos [36]. En algu-
rioridad de GM-CSF con respecto a G-CSF, ya que reduce las nos estudios las hemopatías malignas se asociaban a un peor
complicaciones infecciosas y la mortalidad [47]. pronóstico que los tumores sólidos, pero esto no ha sido con-
firmado en otros estudios [7]. Tradicionalmente, la gravedad
Por lo general los factores de crecimiento tienen indicación de la enfermedad subyacente se mide con la puntuación de
en la infección fúngica (candidiosis, aspergilosis) en situa- Mac Cabe, pero ésta tiene poco valor pronóstico en los
ción de aplasia, puesto que se plantea la recuperación de los pacientes neutropénicos en cuidados intensivos [7]. En el sub-
polinucleares como algo fundamental. En cambio, en las grupo de pacientes neutropénicos, el pronóstico parece inde-
afecciones bacterianas y en las fiebres inéditas en aplasia, los pendiente del tipo de cáncer y de la progresión del mismo [6].
factores de crecimiento aunque reducen la duración de la Así, aunque las características de la neoplasia deben tenerse
fiebre y de la antibioticoterapia, no se ha demostrado ningún en cuenta en la población general de pacientes cancerosos [36],
cambio en lo que respecta a la mortalidad [102]. éstas no tendrían porqué influir en la decisión de transferir
En la candidiasis crónica diseminada se ha utilizado con un paciente neutropénico a un servicio de reanimación.
éxito el interferón gamma después del fracaso de la asocia-
ción antifúngicos-GM-CSF [75].
FACTORES PRONÓSTICOS
TRANSFUSIÓN DE LEUCOCITOS Y «POBLACIONES DE RIESGO»
Las indicaciones tradicionales de transfusión de linfocitos El pronóstico de las infecciones en los pacientes aplásicos
son las celulitis infecciosas perineales o de la cara en los ha cambiado radicalmente desde los años 70, cuando se
pacientes leucopénicos. Es posible que sea eficaz en las infec- hizo obligatoria la instauración de un tratamiento antibió-
ciones fúngicas [25], pero hay que evaluarlo mejor. tico empírico ante la observación de fiebre en fase de neu-

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tropenia. La mortalidad residual sólo representa un 3 %. LUGAR DE LAS TÉCNICAS INVASIVAS


En las bacteriemias de los pacientes neutropénicos el pro- Gracias al mejor conocimiento de las complicaciones, espe-
nóstico, en términos de curación de la infección o de cialmente las infecciosas y a los estudios realizados sobre los
supervivencia, está ligado al desarrollo de una infección factores pronósticos, existe mucho menos reticencia a que se
tisular extensiva, de un estado de shock, a la participación admitan estos pacientes en cuidados intensivos. De este
de Pseudomonas sp., Clostridium sp. o un germen resisten- modo, el tratamiento de dichos pacientes es bastante próxi-
te a la antibioterapia empírica y a la proximidad de la sali- mo del de los pacientes inmunocompetentes. Por ejemplo,
da de aplasia [27]. En cambio, las tasas de mortalidad de los una vez que se han corregido los trastornos de la hemosta-
pacientes oncohematológicos ingresados en una unidad sia, ya no debe rechazarse el recurso a técnicas diagnósticas
de cuidados intensivos son muy altas, especialmente en invasivas como la biopsia pulmonar o hepática. La utiliza-
pacientes neutropénicos que requieren ventilación mecá- ción del cateterismo vascular o la realización de una traqueo-
nica, alcanzándose entonces tasas del 80-100 %. La dura- tomía en un paciente ventilado, no plantean problemas par-
ción de la granulocitopenia, que a menudo es más prolon- ticulares. Por último, la cirugía abdominal debe efectuarse
gada en los pacientes de hematología, conlleva un pro- sin reticencias cuando sea necesario, incluso en pacientes
nóstico negativo [7]. neutropénicos: ante un «abdomen agudo quirúrgico», el
Para pacientes ingresados en reanimación después de un riesgo de no tratar una patología curable quirúrgicamente
trasplante de CPH, el pronóstico puede estar ligado de excede muy ampliamente al de una posible «laparotomía
manera independiente a la necesidad de recurrir a la venti- blanca», que por otra parte es puramente teórico [1].
lación mecánica, al carácter alogénico del trasplante, a la
aparición de infección o de sangrado gastrointestinal [36, 76].
Después de un trasplante alogénico, el 87 % de los pacientes
ingresados en reanimación sobreviven cuando no están ven- Conclusión
tilados, contra solamente un 4 % en caso contrario [68]. Según
algunos autores, no existen supervivientes cuando existe a la Las patologías infecciosas que complican la evolución de una
vez insuficiencia respiratoria y necesidad de vasopresores enfermedad neoplásica se van conociendo cada vez mejor. Sin
y/o insuficiencia «hepatorrenal» [88]. Las complicaciones res- embargo, la utilización de tratamientos inmunosupresores cada
piratorias de origen infeccioso parecen de mejor pronóstico vez más «agresivos» lleva cada vez más lejos los límites del trata-
que las afecciones no infecciosas o no estudiadas, debido miento de estos pacientes oncohematológicos y extiende el ámbito
sobre todo a que responden mejor a las técnicas de ventila- de las complicaciones infecciosas posibles. En cuanto al trata-
ción no invasiva, evitando así la intubación [37]. miento, la comercialización de nuevos fármacos, en especial anti-
Más que el intento ilusorio de definir el pronóstico vital de fúngicos y antivirales, permite que haya una esperanza de la cura-
estos pacientes «de alto riesgo» en el momento de su ingre- ción en infecciones para las que anteriormente no existía ningún
so en reanimación, es la reevaluación del pronóstico des- recurso terapéutico. En especial, el perfeccionamiento de las estra-
pués de 3 o 4 días de tratamiento intensivo lo que permite tegias de prevención debería limitar que surjan dichas complica-
precisar de la mejor manera posible la necesidad de prose- ciones, que todavía tienen con frecuencia un pronóstico reservado.
guir o de interrumpir unos cuidados extremadamente cos- Por último, debido a la extrema complejidad de las situaciones
tosos y a veces inútiles [7, 38]. Por ejemplo, en pacientes tras- halladas y a las grandes dificultades diagnósticas y terapéuticas
plantados, la reevaluación del pronóstico en el cuarto día en estos pacientes con características tan especiales, el tratamien-
de ventilación mecánica permite clasificar correctamente a to de las infecciones graves en los pacientes ID sólo puede reali-
casi todos los pacientes en función de su probabilidad de zarse en medio especializado, con grupos de oncohematología y/o
supervivencia [36]. de cuidados intensivos familiarizados con dichos procedimientos.

Diez puntos importantes


— Las infecciones en los pacientes inmunodeprimidos constituyen una urgencia diagnóstica y terapéutica. Determinadas
situaciones como la neutropenia febril requieren un tratamiento empírico inmediato.
— Existen patologías infecciosas emergentes muy graves, debido a la intensificación y las nuevas indicaciones
de los protocolos de quimioterapia.
— Los esquemas clásicos de inmunodepresión se ven ampliamente modificados por la aparición de nuevas técnicas
de trasplante de CPH y nuevos inmunosupresores.
— El análisis de los datos de la anamnesis, como la naturaleza de la neoplasia y el tipo de tratamiento inmunosupresor
así como los signos clínicos y radiológicos, constituyen el punto de partida fundamental en el procedimiento diagnóstico.
— No obstante, debido a la falta de especificidad de los signos clínicos y radiológicos, es necesario realizar exámenes
complementarios basados en las técnicas de imagen y los análisis microbiológicos.
— Por su carácter mayoritario, las etiologías infecciosas deben identificarse prioritariamente ya que tienen posibilidades
de tratamiento.
— El tratamiento sirve para complementar las estrategias de prevención y limitar la incidencia y gravedad
de las complicaciones infecciosas.
— Los avances en materia de estrategia antibiótica y la comercialización de nuevos fármacos antifúngicos y antivíricos,
deben mejorar el pronóstico de las infecciones graves en los pacientes inmunodeprimidos.
— El tratamiento de las infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos debe realizarse en medio especializado,
en colaboración con equipos de oncohematología y de cuidados intensivos familiarizados con este tipo de situaciones.
— El ingreso de pacientes oncohematológicos en cuidados intensivos es actualmente posible gracias al desarrollo
de las técnicas en esta unidad y a un mejor enfoque de los criterios de admisión de estos pacientes. No obstante, la necesidad
de proseguir un tratamiento complicado y costoso, tanto humanamente como desde el punto de vista económico, debe ser
evaluada continuamente en función de la cantidad de insuficiencias viscerales y del pronóstico de la neoplasia subyacente.

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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Blot F, Leclercq B et Nitenberg G. Infections graves chez l’immunodéprimé en oncohématologie. Encycl Méd Chir
(Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, Paris, tous droits réservés), Anesthésie-Réanimation, 36-983-F-10, 2001, 26 p.

Bibliografía

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