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Camilo: ¡Buenas tardes!

Ernesto: ¡Buenas tardes!

Camilo: (Agotado) Disculpe, lo que pasa es que subí por las escaleras, cuatro pisos, 22 escalones
por piso, 88 escalones con exactitud, y todo en… (mira su reloj) 28 segundos y 73 centésimas.
Todavía no hay quien pueda conmigo y eso que me la paso todo el día planchando nalga en el
asiento del taxi, la pura vida.

Ernesto: ¡Tu puta madre!

Camilo: ¿Perdón? ¿Me está usted hablando a mi?

Ernesto: No, no, no le ruego me disculpe, es que no lo hago adrede

Camilo: Le acaba de decir a mi madre ¡Puta! ¿Y a usted le basta con una simple disculpa?

Ernesto: No, lo qué pasa es que no puedo evitarlo, tengo el síndrome de “Tourette”, insulto y hago
gestos obscenos sin querer.

Camilo: No me diga

Ernesto: Se lo juro que es verdad, me pasa desde los 11 años y tengo 38, llevo años yendo al
doctor pero esta enfermedad no se cura “Vete a la mierda”, bueno, solo si se atiende a tiempo,
aunque a mi edad solo quiero que “Vayas a chingar a tu madre”, lo siento estoy en pleno ataque

Camilo: ¡Sí! Ya me di cuenta

Ernesto: Por eso pedí cita con el Dr. Cooper, dicen que es uno de los mejores especialistas del
mundo

Camilo: ¡El mejor! Según mi doctor, llevo esperando esta cita 13 meses y medio, ¿Se imagina? 13
meses y medio

Ernesto: Si

Camilo: 410 días

Ernesto: ¡Seguro!

Camilo: 9,843 horas

Ernesto: ¡Ya veo!

Camilo: 590,400 minutos, 35 millones 425 mil segundos

Ernesto: Además dicen que no ve a ningún paciente dos veces


Camilo: Eso también me lo dijo mi doctor, que en una sola sesión te desbloquea lo qué hay que
desbloquear

Ernesto: En mi caso solo espero que logre calmar mis ataques, por que lo mío es incurable

Camilo: Cuanto lo siento por usted, de verdad

Ernesto: Mi nombre es Ernesto

Camilo: ¡Mucho gusto Ernesto! Yo soy Camilo (le da la mano)

(Camilo se acerca a observar detalladamente el consultorio)

Camilo: ¡Oiga! ¿Y por la noche?

Ernesto: ¿Por la noche que?

Camilo: Si, que si por la noche también (hace una seña obscena)

Ernesto: No, afortunadamente en las noches duermo

Camilo: Pero ¿cuando sueña?

Ernesto: Cuando sueño, soy educadísimo

Camilo: Y esto de insultar ¿Cuántas veces le pasa al día?

Ernesto: No lo sé, nunca las he contado

Camilo: ¿Ni siquiera un promedio?

Ernesto: No, Nunca

Camilo: A pues entonces calculemos… Mire, tiene 38 años ¿Y me dice que le pasa desde los 11
verdad?

Ernesto: Así es

Camilo: lleva 27 años diciendo groserías

Ernesto: Pues la verdad nunca se me había ocurrido…

Camilo: (interrumpe) Pues faltaba más, mire, en 5 minutos a tenido 3 espasmos lo que hacen 36
veces la hora lo que multiplicado por 16 porque no cuento las horas del sueño eso nos da un total
de 576 insultos al día

Ernesto: ¿Tantos?
Camilo: Y no he acabado, 576 multiplicado por 365 eso nos da un total de, 210 mil 240 insultos por
año

Ernesto: ¡A caray! Pues si que estoy grave

Camilo: Ya para acabar, 210 mil 240 multiplicado por 27 nos sale un total de, 5 millones 275 mil
486 insultos y gestos obscenos

Ernesto: ¿Aproximadamente?

Camilo: No, ¡Exactamente!

Ernesto: ¡Su puta madre! ¡Perdón!

Camilo: No tiene por qué disculparse, ya entendí

Ernesto: ¡Gracias!

Camilo: ¿Y a que se dedica? Por qué no me lo puedo imaginar trabajando en “Atención al cliente,
buenas tardes” (hace una seña obscena)

Ernesto: Cuando era joven siempre quise ser “Imbecil” Digo, siempre quise ser abogado, me
hubiera encantado defender inocentes condenados injustamente, pero con mi problema

Camilo: Pues si, ya me puedo imaginar la cara del juez después de “Su señoría, con todo respeto”
(hace una señal obscena)

Ernesto: Por eso decidí dedicarme a algo más sencillo, trabajo en una editorial en corrección de
estilo, pero es desde mi casa ¿Y usted?

Camilo: Taxista

Ernesto: No, digo que ¿Por qué viene a ver al doctor?

Camilo: Pues es mi mujer, la que dice que estoy obsesionado con los números

Ernesto: No me había dado cuenta he

Camilo: Pero yo no tengo ningún problema con mi “Toc” como le dicen al…

Ernesto: Trastorno, obsesivo, compulsivo

Camilo: Pero para mí es un don, hacer cuentas todo el tiempo es como un hobbie, pero mi mujer
es la que no lo aguanta

Ernesto: Pero bueno, ese defecto que ve su mujer es brillante

Camilo: ¿Usted lo cree?


Ernesto: ¡Claro! Usted hace cuantas como el “Culo” disculpe

Camilo: No se preocupe entiendo, aunque ese ratito si estuve a punto de partirle toda su madre,
pero ya, ya entendí

Ernesto: ¡Gracias!

Camilo: ¿Y está usted, casado?

Ernesto: No, estuve apunto una vez, pero al final se arrepintió, creo que le dio miedo que insultara
al cura en el momento de si quiero “Que me la chupes” disculpe

Camilo: Entiendo no se preocupe

(Entra a escena Toño vestido de blanco)

Toño: ¡Buenas tardes!

Camilo: Buenas tardes

Ernesto: Buenas tardes

Camilo: Creí que lo mejor es cambiar de tema, soy taxista ¿ De que le gustaría hablar? ¿De
política? ¿De fútbol? ¿De cine? De lo que usted quiera

(Toño comienza a limpiar la silla donde se va a sentar con un pañuelo y un atomizador de


sanitizante, mientras que Camilo y Ernesto lo miran curiosamente)

Camilo: ¿Algún problema?

Toño: No, nada, es para los microbios, disculpen ¿Saben dónde está el baño?

Ernesto: No, no tengo ni idea

Camilo: Creo que esta en el pasillo Señor

Toño: Gracias (sale de escena a tirar el pañuelo)

Ernesto: “Oh que la chingada”

Camilo: Así me gusta Ernesto, sin disculpas, Oiga ¿Qué le pareció? Está idéntico a mi mujer tiene
que dejarlo todo impecablemente limpio, ósea hasta en los hoteles hace el quehacer

Ernesto: Esa manía de limpiarlo todo también es un “Toc”

Camilo: ¿Ah si?


Ernesto: Si, lo llaman… rituales de limpieza, pero no recuerdo el nombres específico

Camilo: ¿Cómo sabe tanto?

Ernesto: Pues por estar de doctor en doctor ya me volví todo un experto, aunque ahorita no
recuerdo el nombre científico

Camilo: Si quiere luego me lo dice, por que ya viene el chico

(Toño entra a escena)

Toño: Disculpen, ¿Saben si el Doctor ya empezó a dar consulta?

Ernesto: No se, estamos esperando

Camilo: Si, y llevamos ya, 750 segundos

(Toño se recarga con su mano en la silla y se observa la mano, inmediatamente regresa al baño)

Camilo: ¿Otra vez?

Ernesto: Ya me acorde, se llama

Camilo: Pinche viejo loco

Ernesto: ¿Perdon?

Camilo: Disculpe, es que usted ya me contagio

Ernesto: Esto no se contagia pero ¿Por qué se pone así?

Camilo: Es que me acordé de mi esposa, me estuvo jode y José que viniera y resulta que la que
tiene que estar aquí es ella.

Ernesto: Bueno el término exacto es Nosofobia

Camilo: ¿Noso que?

Ernesto: Nosofobia, miedo exagerado a las enfermedades

Camilo: ¿Y lo mío? ¿Sabe cómo se llama?

Ernesto: ¡Si! “Aritnomanía” ósea que su mente no deja de hacer cálculos numéricos

Camilo: No pues si

(Toño regresa del baño y antes de sentarse rocía sanitizante)


(María entra a escena)

Maria: ¡Buenas tardes!

Los tres: Buenas tardes

(María toma asiento)

Ernesto: Putisima y se casó de blanco

María: (se persina) Jesus, María y José

Ernesto: ¡Ay perdón!

Camilo: No se ofendan, Ernesto es buena gente solo que tiene un problema, dice palabrotas y
suelta gestos obscenos pero sin querer

Toño: ¡Ah si! ¡El síndrome de tourette!

Camilo: si ¿Cómo sabe?

Toño: Lo vi en un documental

Ernesto: “Cómeme la polla”

María: (se persina) ¡Jesus!

Ernesto: Lo siento señora

Camilo: Otra vez con las disculpas, ya le dije que no es su culpa, y usted ya deje de persinarse que
me va hacer sentir culpable aquí a mi amigo Ernesto

María: ¿Y el doctor?

Toño: No sabría decirle llevo aquí apenas 2 minutos

Camilo: No señora lleva 4 minutos con 15 segundos

María: ah, usted sabe algo

Camilo: No señora que voy a saber si pedí esta cita hace 13 meses y medio así que cinco minutos
más, cinco minutos menos

Ernesto: “Ah chingarse todos”

(María comienza a persinarse)

Camilo: A ver señora que no le estoy diciendo que no lo hace a propósito , deje de persinarse
María: Pues yo tampoco lo hago adrede

Camilo: ¡Orale! Esto si ya parece un circo

Toño: Voy al baño

María: Espere, ¿Eso de ahí es una bíblia?

Toño: ¿Qué?

María: Si hombre, ese librito de ahí

Toño: ah (lo observa) si, si es

María: Me lo podría pasar

Toño: ¿Qué?

María: Si por favor, pásemelo

(Toño, comienza acercarse al libro y nervioso lo toma para dárselo a María, en seguida sale
corriendo al baño)

Camilo: Y van 3, se ha de gastar entre 155 y 200 litros de jabón líquido al año

(Ana entra a escena)

Ana: Buenas tardes

Los tres: Buenas tardes

Ana: Buenas tardes

María: ¿Usted también tiene cita con el doctor Copper?

Ana: Si, Si

María: ¿Pero cuánta gente habrá citado hoy

Camilo: Pues habría que apagar la luz para que ya no se acerquen más bichos raros

María: ¡Ay Dios mío! ¡La luz! Deja la luz encendida en mi casa ¡Y el gas!

Camilo: ¿También el gas?

María: Si, o no lo sé, ay señor ayúdame, ¿Soy la tercera en pasar correcto?


Camilo: En realidad la cuarta, el tercero es el joven que se la vive en baño, la cuarta usted y la
señorita que acaba de llegar es la quinta, pero si quiere le doy mi lugar no tengo prisa

Ernesto: Yo también puedo darle mi lugar, tampoco tengo prisa por irme

María: Que amable, muchas gracias

Camilo: ¿Ya ve? Le dije que era buena gente

Ernesto: “Tócamela que estoy caliente”

María: (se persina) Jesus, María y jose

Camilo: Se pasa de insulto a insultó pero no te preocupes es un problema que viene a atender

Ana: Está bien, Está bien

Camilo: Y cuando se avienta una palabrota, aquí la señora se persina más que una misa en
domingo

Ana: Ya, ya

María: Ay Dios mío, ¡Mis llaves! (Comienza a buscarlas en su bolsa)

(Toño entra a escena)

Toño: ¿Alguien sabe a qué hora vamos a pasar y cuantas personas más van a llegar?

Camilo: No lo sé pero si siguen llegando más tendremos que sentarnos unos encima de otros

Toño: (alterado) ¡Primero muerto!

Camilo: Tranquilo, era una broma

María: ¡Aquí están! Dios mío, si alguien toca el timbre de mi casa con el gas abierto, va a ocurrir
una desgracia

Toño: Perdone pero ¿No comprobó antes de salir si llave estaba cerrada?

María: ¡Si! Bueno la verdad es que lo comprobé varias veces, suelo tener esa costumbre de
comprobar todo muchas veces

Camilo: ¿Cuántas exactamente?

María: No se, bastantes

Toño: ¿Mas de diez?


María: Muchas mas

Camilo: Entonces no se preocupe, seguramente si está cerrada la llave del gas

(Entra a escena Diego)

Diego: hola (asustado al ver el suelo lleno de rayas)

Camilo: Miren nada más, llegó el paciente número 6 y mira para que no haya más problemas aquí
mi querido Ernesto suelta groserías pero lo hace sin querer.

Toño: Perdone ¿Usted también tiene cita con el doctor?

Diego: Si claro

Toño: A mi nadie me dijo que esto sería una terapia de grupo ¿A ti si te dijeron?

Ana: No, No

Ernesto: “Me la pelas puto” Perdón pero una terapia en grupo me pone muy nervioso, en tantas
consultas que llevo siempre he estado solo frente el doctor y no estoy dispuesto a otra cosa

Toño: Lo entiendo perfectamente por qué a mi me pasa igual, ya me es bastante difícil contarle
mis problemas a un desconocido, ahora ¿Imaginense con más gente?

Camilo: Bueno tranquilos, mejor hay que esperar a ver qué nos dice el doctor, ¿Y tu qué? ¿No
piensas entrar o que?

Diego: ¡Si! Me encantaría

Camilo: Pues pásale a sentarte con nosotros

Diego: Si pero con esas líneas

Camilo: ¿Qué líneas?

Diego: El diseño del suelo, yo nunca piso una línea cuando camino, nunca y aquí esta todo lleno

Camilo: Pues échate un brinco, total solo son… 72

Diego: Si pero no quiero que se burlen de mi

Camilo: ¿Y tú te burlarías de alguno de nosotros si entramos en un ataque?

Diego: Pues no

Camilo: ¿Y entonces? Pásale y toma mi asiento que te queda más cerca


(Diego entra escalando de puntas para alcanzar unos libros que va dejando en el suelo para
poderlos pisar y caminar)

Camilo: ¿Alguien quiere agua?

Diego: Yo por favor

María: ¡Dios mío el agua! Seguramente ya se inundó la calcina

Camilo: Tranquila señora a lo mejor y exploto primero el gas

Entra a escena el asistente del doctor

Asistente: Buenas tardes

María: Pinche Joto

Asistente: Yo soy el asistente de el doctor Copper

María: Mire joven, yo llegue después de varios aquí presentes pero los caballeros me dejaron
pasar primero por qué seguramente deje el gas abierto y las llaves de el agua también

Asistente: Muy bien

Toño: ¡Disculpe! ¿En qué momento le cedí mi turno? Por qué no me acuerdo

María: Es que usted estaba en baño

Ernesto: Disculpe yo solo quisiera saber si el doctor hace terapia de grupo por qué prefiero pasar
solo

Asistente: Lo siento pero no me está permitido pasar información sobre el método del doctor, lo
que si les puedo decir es que su avión se atrasó de new York por la niebla y como no logró
contactarlo, no se si sigue en el avión o ya viene en camino a la clínica, en cuanto sepa algo con
gusto les informo, con permiso (sale de escena)

María: ¡Dios mio! Si deje la luz prendida el cuntononon que me va a llegar

Camilo: ¿Quiere que le haga el cálculo?

María: No gracias

Camilo: Un aproximado

María: ¡Que no!

Camilo: Está bien ya entendí


Diego: ¿A qué terminal llegan los vuelos de New York?

Camilo: Pues depende de la aerolínea

Diego: ¿Y cuánto tiempo se hace del aeropuerto para acá?

Camilo: Pues mira, si el taxista es medio wey una hora, 45 minutos si es medio cafre y 30 minutos
si es una reata al volante y se llama Camilo

Diego: Bueno, media hora no es tanto

Toño: Si es que no sigue metido en el avión

Camilo: Eso si

Diego: (estornuda)

Toño: Disculpen ¿Les molesta si ventilo un poco la habitación? Es que no es nada sano que seis
personas respiren juntos en una misma habitación y menos con tanta gripa , faringitis, influenza,
¡COVID!

María: Pues el aire nos puede enfermar

Toño: Solo dos minutos

Ernesto: Putos, Putos, Putos

(Diego se levanta y comienza a caminar con revistas que va dejando en el suelo para avanzar)

Camilo: ¿Y ahora tu?

Diego: ¿A ustedes no les molesta el desorden?

Camilo: ¿Cuál desorden?

Diego: Es que no está simétrico

Camilo: Nada más eso nos faltaba, la cereza del pastel. Mire Ernesto no lo digo por molestar pero
es mejor que nos atiendan en grupo, imagínese si nos pasan uno por uno nos llevamos aquí toda la
tarde

Ana: No, no, h yo no tengo toda la tarde

María: Ni yo

Ana: No, No, yo no tengo toda la tarde

Toño: Yo menos
Diego: Yo hice una terapia de grupo hace dos años y ahí nadie se burló de nadie, lo que
tendríamos que hacer es una ronda de presentaciones

Maria: ¿Y eso para que?

Diego: Pues nos lo va a pedir el doctor cuando llegue, y si lo hacemos desde ahora aparte de
conocernos más y entrar en confianza también mayaremos tiempo

Ana: po, po, po, po, po,

Camilo: ¿Estas bien?

Ana: Si , Si

Diego: Hay que decir nuestro nombre, por qué estamos aquí, y nuestro color favorito

María: ¿Nuestro coló favorito para que?

Diego: Bueno dicen que, tiene que ver con el estado de ánimo en general, por ejemplo, si usted es
una persona depresiva, seguramente su cosmorama favorito será el negro , pero si es optimista
será el rosa

Camilo: Bueno a ver ¿Quién empieza?

(Todos se miran)

Diego: Yo empiezo mi nombre es Diego

María: Disculpe ¿Puede cerrar la ventana? Por qué ya me dio frío

Camilo: A ver, a partir de ahora queda prohibido interrumpir

Ernesto: “El culo te voy a partir”

Camilo: Menos Ernesto claro, que no lo hace a propósito

Diego: Bueno pues repito, Mi nombre es Diego 29 años y soy diseñador de videojuegos y sufro
varios “tocs” desde la adolescencia, los más relevantes son mi incapacidad para caminar sobre las
rayas y mi fascinación por el orden y la simetría , mi color favorito es el verde por que está en
medio del arcoíris primero son tres colores y después tres colores y en medio está el verde,
simetría perfecta, bueno ¿A quien le toca?

Ernesto: Pues yo me llamo Ernesto, tengo 38 años y sufro desde niño el síndrome de “Tourette”
este “toc” es el único que no tiene cura definitiva y la única esperanza que me queda es que el
doctor sea “una mierda” digo, una eminencia y que consiga disminuir en cierta medida mi
problema, mi color favorito es el topacio
María: Pero ¿Eso es una joya no un color no?

Ernesto: Lo era pero lo perdí, Bueno pero le toca Camilo

Toño: Yo voy al baño

Ernesto: ¿Otra vez?

Toño: Si. ¡Otra vez!

Toño sale de escena

Camilo: Bueno pues, yo me llamo Camilo, soy taxista y tengo 38 años y mi color favorito es el
amarillo y mi problema, más bien el problema de mi mujer es que a mi me gusta contarlo todo y
bueno, pues tengo dos opciones, o me calmo un poco o me pide el divorcio después de 15 años

Diego: ¿Cuántos días son 15 años?

Camilo: 5400

Diego: ¿Y cuantos minutos?

Camilo: 7 millones 776 mil

Diego: ¡Wow! ¡Increíble!

Camilo: Pero lo mío es la raíz cuadrada, y bueno ¿A quien le va?

Toño sale del baño

María: A el

Camilo: (hacia Toño) Amigo acabo de confesar que cuando hablo escupo herpes (hablando cerca
de la cara de Toño)

Toño: Aléjate, que asco (se empieza a rodear sanitizante)

Diego: Está bromeando, no le haga caso

María: Bueno le toca

Toño: Ok, mi nombre es Antonio, pero pueden decirme Toño, y cómo pueden ver mi color es el
blanco, soy auxiliar de laboratorio tengo 27 años y me da un pánico los microbios y las
enfermedades, la gente piensa que son hipocondríaco, pero cuando uno lee lo que lee y oye lo
que oye, yo digo que hago muy bien en ser precavido, es solo como me angustio demasiado, mis
amigos insistieron en que fuera al médico y así de consulta en consulta, pues llegue hasta aquí,
ahora si le toca a usted señora (hacia Maria)
María: ¡Ay Dios mío! Te ruego me des fuerza y valor, Bueno yo me llamo María y tengo… bueno
no, no les voy a decir que edad tengo, mi color favorito es el azul, pero no cualquier azul, un “Azul
Cielo”

Camilo: (Cantando y se persina) ¡Amen!

María: Camilo, dijimos que sin burlas

Camilo: Está bien, ¡Lo siento!

María: Y si estoy aquí, es por que tengo que comprobarlo todo, una y otra y otra vez y no puedo
controlarme

Camilo: ¿Y eso tiene un nombre Ernesto?

Ernesto: ¡Si! Lo llaman “Toc de. Verificación” pero por lo que he leído se cura fácilmente

Diego: ¿Ya lo ve? Se ahoga usted en un vaso de agua

María: (alterada) ¡El agua! No se si deje la llave abierta

Diego: Seguro si, señora

Toño: Bueno niña te toca (hacia Ana)

María: Pero si todavía no he terminado, también tengo pensamientos extraños

Diego: ¿Extraños? ¿Cómo?

María: Ideas que se me meten a la cabeza, una y otra vez, siempre las mismas, seguro piensan que
estoy loca

Ernesto: No de ninguna manera, que tengamos un problema no quiere decir que estemos locos

Toño: Bueno, ahora si te toca

Ana: No, no yo no, no, no yo no

Diego: Pero si ya se presentó todo el mundo

Ana: Está bien, me llamo Ana y algo me pasa en la cabeza que me hace repetir todo. Esta bien me
llama Ana y algo me pasa en la cabeza que me hace repetir todo

Diego: ¿Te pasa mucho?

Ana: Pues todo el tiempo, pues todo el tiempo

Camilo: ¿Pero como? ¿Lo repites todo dos veces?


Ana: Si, y aveces repito las últimas sílabas de lo que dicen los demás, si y a veces repito las últimas
sílabas de lo que dicen los demás

Toño: ¿Y te ha pasado desde siempre?

Ana: ¡No! Desde que murió mi papá

Diego: ¿Y qué pasa si no repites algo?

Ana: Tengo miedo de morirme, tengo miedo de morirme

Diego: Si se fijan, la idea de repetir dos veces lo mismo todo el tiempo, es muy simétrico, a mi me
encanta

María: ¿Y cual es tu color?

Ana: Gris, gris

Diego: ¿Y eso por qué?

Ana: No se, pienso que me trae suerte, no se pienso que me trae suerte

Entra el asistente del doctor

Diego: ¿Alguna noticia?

Asistente: Ninguna, no he podido comunicarme con el doctor supongo que debemos esperar

Ana: ¿Esperar más tiempo? ¿Esperar más tiempo?

María: ¿Cuánto tiempo mas?

Asistente: Como una hora

Diego: ¿ Una hora?

Camilo: 3600 segundos

María: (Se persina) ¡Dios mío!

Toño: Aquí voy a pescar una enfermedad con tanta gente en la habitación

Ernesto: “Puta madre” perdón

Asistente: Les aviso si logro contactarlo (sale de escena)

Camilo: ¿Y ahora que hacemos?


Diego: ¿Qué les parece si jugamos un juego?

Ana: Si, es buena idea, si, es buena idea

María: Yo ya estoy muy grande para jueguitos

Camilo: ¿Qué se te ocurre Diego?

Diego: Solitario

Ernesto: Yo paso de eso

Diego: ¿Baraja inglesa?

María: Eso es juego del diablo

Diego: Manitas calientes o twister

Toño: ¡Que asco! Ni loco juego eso.

Ernesto: Creo que eso no va hacer una buena idea, mejor sigamos platicando

Camilo: ¡Ijole! Tengo que cancelarle a mi clienta de las 4:00pm no me dará tiempo de ir a recogerla

Diego: Ni modo, le tocará transporte público

Toño: ¡Guácala!

Camilo: ¿Qué tiene en contra del transporte público?

Toño: Está lleno de microbios y enfermedades

Camilo: A mi me trae muchos recuerdos el Metro de la ciudad, miren, conocí a mi esposa en la


estación de la virgen, luego le pedí matrimonio en la estación observatorio, y al más chiquito de
mis hijos lo hicimos en Pino Suárez

María: ¿Usted copula en las estaciones?

Camilo: ¡Ay señora! Hubiera visto cómo iba el último vagón de la línea rosa

María: ¡Dios santo!

Diego: No se espante señora en la villa del señor hay de todo

Camilo: En mi taxi le hago de todo hasta de Cura, un día de estos me voy a entregar al señor

María: Disculpe pero el Vaticano no lo necesita


Camilo: Lo digo por qué toda la gente que se sube al taxi se confiesa conmigo, si supieran las de
historias que me se, hasta bajan llorando

María: Dios me libre de confesarme con cualquier individuo que sea taxista y menos si es usted

Ernesto: Está equivocada señora mía


Un día, yo subí a un taxi, y me dio uno de mis ataques de insultos y señales, pensé que eso no
terminaría bien, hasta que el taxista me dijo que están enterado de lo que me pasaba por un
documental en la televisión , y me empezó hacer una seria de preguntas, comenzamos una charla
tan amena y bella entre los dos

Camilo: ¿Quiuvo he?

Ernesto: Aquella tarde ese taxista me hizo el regalo más bonito de la vida, me trató como alguien
normal y me hizo ver que mi problema era lo dé menos

(Ana comienza a llorar y Diego le da un pañuelo desechable)

Ana: Muchas gracias

(Le da otro pañuelo)

Ana: Muchas gracias

Ana se suena la nariz

Toño: No haga eso

Ana: Perdón, perdón

Toño: Voy abrir la ventana

María: Pero si hace frió

Toño: Solo 3 minutos y la cierro, lo prometo

María: Pues a ver si no pescamos una faringitis por el frío

Ana: Tiene razón (lo repite 8 veces hasta que Camilo la golpea en la cabeza)

Camilo: Perdón se trabo.

María: Primero insultos y luego hasta golpes yo mejor me voy de aquí, ustedes seguramente son
parte de una secta satánica y esto es un plan del maligno para llevarse mi alma.

Diego: No María, espere


María: Ya veo llegar los jinetes del Apocalipsis, ¡Señor! Si mi destino es quedarme a enmendar su
camino game una señal

Camilo: (tira un libro) Ahí está la señal

María: Gracias señor

(Entra a escena el asistente del doctor)

Asistente: Ya me pude comunicar con el doctor, ya bajo del avión y vienen en taxi para acá, pero
se quedó atorado en el tráfico, al parecer una manifestación

Toño: ¿Una manifestación?

Diego: ¡Mierda!

Ana: Mierda, Mierda

María: ¿Quiere decir que el doctor ya no dará consulta?

Asistente: si la dará, solo que tardará un poco, más o menos 45 minutos

Ana: ¿45 minutos? ¿45 minutos?

Ernesto: ¡Pinches mamadas!

Asistente: yo se que esto puede ser un contratiempo pero el doctor ya viene en camino

Camilo: ¿Contratiempo? Esto es una vergüenza

Toño: Si, esto me parece una falta de respeto, citar a 6 personas y hacerlas esperar meses para
tomar consulta

Asistente: Les pido paciencia en un momento estoy con ustedes

María: Bueno yo ya me voy

Toño: Yo también

Ana: Y yo, y yo

Ernesto: Esperen, ¿Por qué se van?

Ana: Por que se va a tardar una hora, por que se va a tardar una hora

Diego: Entonces yo también me voy

Camilo: Bueno entonces, si todo el mundo se larga ¿Y usted Ernesto?


Ernesto: Pues ya me habían convencido con eso de la terapia de grupo, pero si todos se van pues
me voy

Camilo: Yo me quedo, solo si usted se queda

Ernesto: ¿En serio?

Camilo: Si, tengo la curiosidad de que le va a decir el doctor Ernesto, espero valga la pena, por que
si no se está no se salva

Ernesto: En ese caso yo también me quedo espero y valga la pena

Diego: Bueno, siendo así también me quedo, no tenemos nada que perder

Ernesto: A ver, antes de que se vayan, ¿Diego podrías compartir que se hace en las terapias en
grupo donde has estado?

Diego: Al principio pues se presentan, exponen su problema y luego por turno de 3 minutos, todos
se centran en uno individualmente

Toño: Pero sin tocarte ¿Verdad?

Camilo: No se preocupe Toño, aquí no es una orgía

María: (Se persina) ¡Jesus, María y José! No me ha gustan las orgías

Toño: La cantidad de enfermedades que se ha de encontrar ahí

Camilo: A ver si entendí bien en las terapias de grupo ¿El grupo es el médico?

Diego: ¡Totalmente! El doctor orienta pero todo el mundo participa

Camilo: No suena mal, ¿Por qué no lo hacemos?

María: Pero aunque todos participemos el doctor debe estar presente para orientarnos, además
en 30 minutos debo estar en la parada del camión

Ernesto: ¡Parada la tengo!

Camilo: A ver nosotros ya nos presentamos, conocemos todos los problemas, si les otorgamos los
3 minutos a cada uno en menos de 30 minutos terminamos y llega a su camión

María: ¿Y usted cree que en 3 minutos solucionaremos los problemas que tenemos arrastrando
toda la vida?

Camilo: Pues no lo sé, pero no perdemos nada en intentarlo


María: Pues ya estamos aquí

Camilo: ¡Así se habla!

Ernesto: Esto me pone muy nervioso pero también le entro

Camilo: ¿Usted Toño? Si se quede, le ayudaré hacer limpieza general

Toño: Pues la verdad a mi no me parece todo esto pero ¿Ana tu que dices?

Ana: Pues si todos se quedan yo me quedo, pues si todos se quedan yo me quedo

Diego: Vamos Toño, échele un poco de valor

Ernesto: “Échele huevos”

Toño: Bueno, ¿Qué debemos hacer en esos 3 minutos?

Diego: Bueno en esos 3 minutos todo el grupo se centrará en uno solo para poder desbloquear su
problema.

Ernesto: Ósea que ¿Cada uno se tiene que enfrenta a su Toc en frente de los demás?

Diego: ¡Exacto! Ese es el principio

Ernesto: ¿Lo hacemos?

Camilo: ¿Lo hacemos?

Todos: ¡Lo hacemos!

Diego: Bueno pónganse cómodos, y decidamos quien empieza

Camilo: Pues yo creo que la mejor idea es por orden en el que llegaron

Ernesto: De acuerdo así no me pongo tan nervioso ¿Qué tengo que hacer?

Diego: Es muy fácil, en 3 minutos debe evitar los insultos y los gestos obscenos, Colóquese en
medio

(Ernesto se pone en medio del grupo)

Diego: ¿Quién toma el tiempo?

Camilo: Yo lo tomó

Ernesto: “Tómame esta”


María: Parece que su experimento no servirá de nada

Diego: Señora esto no es un experimento, es un gesto de solidaridad

Camilo: ¡Corre tiempo!

Ernesto: “Váyanse al carajo”

María: Esto no funciona

Ernesto: “Funcionamé está… perra”

Diego: ¿No siente que ya lo empieza a dominar?

Ernesto: “Mejor vamos a cachondear”

María: ¡Uy si! Se ve que ya lo está dominando

Ernesto: Es normal señora, me pongo muy nervioso, entre más tenso estoy más fuerte me da el
ataque estoy controlando todo

Ana: Odo, odo, odo

Ernesto: ¿Cuánto tiempo me falta?

Camilo: Un minuto con 45 segundos

Toño: ¿Podria abrir un poco la ventana?

Ernesto: “Mejor ábrete de patas” perdón Toño

Toño: No se preocupe, usted haga lo suyo

María: Si la doctora nos viera

Diego: Estamos haciendo lo que podemos

Ernesto: “Chupamela zorra ardiente, mujer de tetas grandes, hija de la chingada hazme caso ya”

Camilo: Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡Tiempo!

Ernesto: “La puta que te parió”

Ernesto: Creo que no fue tan buena idea, no debí haber empezado yo

Diego: Lo estamos intentado, eso es lo que cuenta

Ernesto: En fin ¿Quién es el siguiente?


Camilo: ¡Voy yo!

Diego: Tienes que dejar de hacer cálculos durante tres minutos ¿De acuerdo?

Camilo: (mira su reloj) Tres, dos, uno ¡Ya!

(Todos lo miran detenidamente)

Camilo: Bueno pero digan algo, no se queden callados

Toño: ¿Qué quiere que digamos?

Camilo: No se, algo que me obligue hacer cálculos

Ernesto: ¿12 x 12?

Camilo: 144. Lo siento, me voy a concentrar más

Diego: ¿Torre Latinoamericana?

Camilo: 204 metros

Toño: ¿Fecha de la independencia de México?

Camilo: (Piensa y se desespera por contestar) Mmm… ¡No había nacido aún!

Ana: ¿Estados de la República Mexicana?

Camilo: ¡Nunca he salido de la Ciudad de México!

Ana: ¿Estados de la República Mexicana?

Camilo: ¡Nunca he salido de la Ciudad de México!

Ernesto: Estoy impresionado

Camilo: Gracias, tal ves lo estemos logrando

Toño: ¿Paracetamol?

Camilo: 500 miligramos

Toño: ¡Si!

Diego: ¿Blanca Nieves y los?

Camilo: Sie…nto mucho decirte que no se


Ernesto: ¿La cintura de Thalia por el busto de Sabrina entre la estatura de Lin May?

Camilo: 34.60 centímetros ¡Ay carajo!

Ernesto: Perdón

Camilo: No si de eso se trata ¡Siga!

Ana: ¿Pi?

Camilo: 3.14, 16

Toño: Diego Rivera

Camilo: 1887

María: Los mandamientos

Camilo: 10

Diego: Los cochinitos

Camilo: Tres, ¡No! ¡Basta ya! Por favor esto es una carnicería

Ernesto: ¿Oiga pero ya se acabó su tiempo?

Camilo: Pues que más da, ¿Qué no ve que no funciona?

Diego: Pero lo intentaste y te fue muy bien

Camilo: ¿Muy bien? Soy una calculadora con patas que no se puede concentrar ni diez segundos,
mejor ya me voy

María: Yo quiero intentar

Camilo: No vale la pena, no funciona

Diego: A ver qué no haya funcionado contigo no quiere decir que no vaya funcionar con los demás

Ernesto: Bueno pues ¿A quien le toca?

Toño: ¡A mi!

(Le ponen una silla que no es la suya para que se siente, cuando lo hace corre despavorido al
baño y los demás lo detienen)

Diego: ¡No! Tiene que estar tres minutos sin lavar sus manos
(Toño corre abrir la ventana)

Maria: Y, sin abrir la ventana

Camilo: ¡Exacto!

Diego: Por favor Toño toma asiento

Toño: ok (se sienta)

Camilo: ¿Listo? ¡Corre tiempo!

(Todos se le quedan viendo)

Camilo: No se donde metí las manos pero las tengo muy sucias

Diego: Yo también

Ernesto: Y yo tengo las uñas negras

Ana: ¡Ay tengo mocos en los dedos!

Maria: Yo no me he lavado las manos

Ana: Tengo mocos en los dedos

(Sea van acercado a él hasta hacerlo gritar)

Toño: Es demasiado, ¡Ya no puedo! (Corre al baño)

Camilo: Les dije que esto no funciona, Maria tenía razón

María: ¡Si! Pero ahora no me dejen así, yo también lo quiero intentar

Camilo: Solo estamos perdiendo el tiempo

Ernesto: Tranquilos, quizá con algunos de los que faltan puede funcionar

Camilo: Pues no creo, es mejor irnos

Diego: Pobre Toño ha de estar echo polvo

María: Pues no es para menos

(Toño sale del baño)

Ernesto: ¿Todo bien Toño?


Toño: Si, bueno solo que no dure nada

Ernesto: Es que las fobias no son fáciles de manejar

Diego: ¡Si! A mi con las líneas me pasa igual

Ana: Le toca Maria, le toca María

Maria: ¡Dios mío! Me tocó lo peor, pero bueno al mal tiempo buena cara, ¿Y que debo hacer?

Diego: Tiene que estar 3 minutos sin comprobar nada

Camilo: Ok, dos, uno, ¡Ya!

Diego: Dígame Maria, ¿Tienes las llaves de su casa en su bolsa?

María: Si

Ernesto: ¿Segura?

Maria: ¡Segura!

Ana: ¿Segura? ¿Segura?

Maria: ¡Segura! ¡Segura!

Toño: ¿No nos miente?

María: No para nada

Ernesto: ¿Si reviso bien?

Maria: Si, varias veces

Diego: Debería revisar bien por qué muchas veces creemos que las traemos pero a veces no están

Camilo: No, sin las llaves a ver cómo abre la puerta de su casa

Diego: Y tal ves dejo las llaves del gas abiertas

Camilo: Y la luz prendida

Toño: Y las llaves del agua

Ernesto: Y todo está inundado


María: ¡Dios mío! Dame fuerza para encontrará mis llaves, ¡Dios bendito ayúdame por favor!
(Revisa en su bolsa y se desmaya)

Ernesto: Ya le dio un infarto

Toño: O un ataque de Cataplexia

Ana: Agua por favor, Agua por favor

(Diego corre por un vaso de agua para María)

Toño: Voy abrir la ventana para que le de aire

Ernesto: Su respiración se oye bien

Toño: Hay que quitarle la faja

María: (Despierta) ¡No traigo faja!

Ernesto: ¿Esta mejor?

María : Si, no es la primera vez qué pasa, pero nada grave

Ana: Nada grave, nada grave

Camilo: Pues yo pensé que de verdad iba a colgar los tenis

María : Para usted mejor ¿Verdad?

Camilo: No, usted forma parte del grupo y para mí el grupo es sagrado

María : Gracias ya estoy mejor, pero sigan no se detengan por mi

Toño: Muy bien te toca Ana

Ana: Ok ¿Qué tengo que hacer?, ok ¿Qué tengo que hacer?

Ernesto: Deberas contestar a nuestras preguntas pero tratando de hacerlo solo una vez

Ana: Ok lo intentaré, ok lo intentaré

Camilo: ¡Vamos! ¡Animo! Y… ya ¿Cuántos años tienes?

Ana: 23, 23

Ernesto: ¿Te estás esforzando para no contestar doble ves?

Ana: Pues claro, Pues claro


Toño: ¿Y donde vives?

Ana: En la Del Valle…. En la Del Valle

Diego: ¿De verdad no lo puedes controlar?

Ana: Me gustaría hacerlo pero no soy capaz… Me gustaría hacerlo pero no soy capaz

Camilo: No funcionó

Ana: No funcionó, no funcionó

Diego: ¿Cómo te sientes?

Ana: No puedo vivir con esto, no puedo vivir con esto (comienza a llorar)

Toño: (Se acerca a ella y le toma las manos) Ánimo, todo estará bien

Camilo: Bueno Diego, te toca, es tu turno

Ana: ¿Saben lo que sería increíble? Que Diego lograra lo que nosotros no logramos y no es por qué
me guste o algo así, en serio, me parecería maravilloso a nivel humano que 6 personas que no se
conocían hace varias horas ayudaran a otra a superarse, para acabar de una vez por todas con su
maldito Toc, si Diego lo logra me voy a sentir muy feliz y orgullosa por haber ayudado a ganar esta
batalla, por que eso no le daría más confianza a él, si no que le daría esperanza al grupo.

(Todos la miran sorpresivamente)

Ana: ¿Saben lo que sería increíble? Que Diego lograra lo que nosotros no logramos y no es por qué
me guste o algo así, en serio, me parecería maravilloso a nivel humano que 6 personas que no se
conocían hace varias horas ayudaran a otra a superarse, para acabar de una vez por todas con su
maldito Toc, si Diego lo logra me voy a sentir muy feliz y orgullosa por haber ayudado a ganar esta
batalla, por que eso no le daría más confianza a él, si no que le daría esperanza al grupo.

Diego: Bueno pero si no lo logro, por favor Ana, no me lo repitas

Ana: Ok, ok (le da un beso)

Diego: ¡Wow! así estoy más animado

Camilo: Mira Diego, tu misión es caminar sobre todas las líneas

Ernesto: “Puta madre”

María: Ya lo estaba extrañando

Camilo: Ok, a la una, a las dos y alas tres


Diego: (Grita) ¡Ay no puedo!

María: Vamos hazlo con fe

Ernesto: Por el grupo

Ana: Hazlo por mi.

Diego: ¿Si lo hago, me das otro beso?

Ana: Te doy dos, te doy dos

Diego: Ok ¡Echenme porras!

Todos: ¡Diego! ¡Diego! ¡Diego!

Diego: No, no puedo

Camilo: ¿Y si te empujo?

Diego: No eso no va a funcionar

Ernesto: Entonces hazlo muchacho con ánimo y valor

Diego: Ok ahí voy

Ana: A la vio, a la vau a la bim bo va, ¡Diego! ¡Diego! Ra, ra , ra

Todos: ¡si!

Ana: A la vio, a la vau a la bim bo va, ¡Diego! ¡Diego! Ra, ra , ra

Diego: Lo siento no puedo es demasiado para mi.

Camilo: De todas maneras ya se acabó tu tiempo

Diego: Se los dije, no iba a lograrlo

Camilo: ¿Y si comenzamos de nuevo?

María: Yo mejor me voy

Camilo: Usted mejor se queda Señora

María: Alguien le quiere explicar al señor que me tengo que ir

Toño: ¿Acaso quiere que le de otro desmayo a María?


Camilo: ¡Ay por favor! Eso fue más fingido que nada

Ana: ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve?

Camilo: Me atrevo por que puedo niña

Diego: No le grites a Ana o te parto la cara

Camilo: A ver si muy valiente, bájate de esa silla, a no puede por qué la niña no es capaz de
caminar sobre las líneas

Toño: Oiga ya párale

Camilo: ¡Cállate tú! O si no te vomito encima, todo mi herpes y mis bichos para que termines de
infectarte de muchas bacterias y enfermedades

Ernesto: Camilo, hágalo por el grupo

Camilo: El grupo me lo paso, por el arco del triunfo ¡Fijese!

Diego: La próxima ves que vuelva a gritar voy a meter un ladrillo en la bolsa de María y lo voy a
descalabrar con eso

Camilo: ¡Uy si! ¡Mira como tiemblo!

Ana: Escúcheme bien que no se lo voy a repetir

Camilo: ¿Segura?

Ana: Escúcheme bien que no se lo voy a repetir

Camilo: Dígamelo, pero encerrada en el baño (la encierra en el baño)

Ana: Oiga no sea abusivo y déjeme salir

Toño: Déjela salir Camilo

Camilo: Ya, está bueno ( la deja salir)

Ana: Oiga no sea abusivo y déjeme salir

Camilo: Perdón, me altere, entre en crisis, quizá por la terapia

Maria: Si, pero eso no tiene que ver qué se desquite con nosotros

Camilo: Lo siento chicos se me salió el Chamuco


María: No, se le salió lo taxista

Camilo: ¿Y donde dejó la caridad cristiana?

Ernesto: “En medio del culo”

Entra asistente a escena

Asistente: ¿Hay algún problema?

Camilo: No, ninguno

Asistente: Ah, es que empecé a oír golpes y gritos

Diego: No, fue una cosa que no se de donde se escuchó

Camilo: Si, eso.

Sale de escena el asistente

Camilo: Es que me enoje por que pensaba verte triunfar

Ana: Si, yo también, si yo también

Ernesto: Oye Diego, ¿Sabes cuantas porras te echamos?

Diego: No, no se

Ernesto: Camilo, ¿Cuántas porras le echamos a Diego?

Camilo: ¿Cada uno?

Ernesto: No, en total

Camilo: ¿En total? No lo sé

Ernesto: y ¿Cada uno?

Camilo: Oiga… Tampoco lo sé

Ernesto: ¿Y por qué no lo sabe?

Camilo: Por qué no conté

Todos: ¿Qué?

Camilo: ¡Pues que no conté!


Maria: ¿Pero como puede ser?

Camilo: Pues no lo se, estaba tan concentrado en Diego que pusiera sus patotas en una línea que
no conté nada de números

Ernesto: ¿Y si eso fuera la solución a nuestros problemas?

Camilo: ¿Cómo? No entiendo

Ernesto: Bueno no pensar tanto en uno, olvidarse de uno mismo

Diego: ¿Por qué lo dice?

Ernesto: ¿No percibieron un comportamiento diferente o extraño esta tarde?

Todos: ¡No!

Ana: ¿Qué comportamiento extraño? ¿Qué comportamiento extraño?

Ernesto: Chicos sean más observadores, hace rato que María se desmayó, Diego corrió para traerle
un vaso de agua y piso sobre las líneas sin darse cuenta

Diego: ¡Dios bendito!

Maria: ¡Amen hijo!

Camilo: No solo piso una, yo digo que entre diez y 18

Toño: ¿Y tú no te diste cuenta?

Diego: No, para nada, como María se había desmayado no pensé en otra cosa

Ana: Eso quiere decir, que lo lograste Diego, eso quiere decir que lo lograste Diego

Maria: Bueno esto no es tan desastroso como parecía

Camilo: Le parecía a usted María

María: Pues yo pensé que no funcionaría, pero dos de seis, ya es ganancia

Ana: ¿Y qué tal tres de 6? ¿Y qué tal 3 de 6?

María: ¿Quién más niña?

Ana: Tu Toño, tu Toño

Toño: ¿Yo?
Ana: Hace rato cuando me puse a llorar tú me diste ánimos y me tomaste de las manos y no te
lacasteis las tuyas. Hace rato cuando me puse a llorar tú me diste ánimos y me tomaste de las
manos y no te lacasteis las tuyas

Toño: ¡Wow! Yo también lo logré

Diego: Pensamos que habíamos fracasado pero fue todo lo contrario

Toño: Pues es verdad, siempre que alguien me toca de las manos, enseguida corro al baño a
lavármelas, creo que ya se dieron cuenta, pero esta vez no se por qué no lo hice

Ernesto: ¡Yo si se! No pensó en otra cosa solo en consolar a Ana para que no se sintiera tan mal

Toño: Esperen a ahora que lo dicen también usted lo logró María

Maria: ¿Yo? ¿Cuándo?

Toño: Cuándo Diego dijo que iba a meter un ladrillo en su bolsa para descalabrar a Camilo, usted
no revisó nada en ella

Camilo: Yo la vi

Maria: ¡Cierto! Estaba tan indignada con Camilo que no pensé en nada más

Toño: Si nos ponemos a recordar seguramente también ustedes lo lograron

Ernesto: ¡No! Ya les dije que lo mío es incurable

Diego: A ver Ana, tú repetiste todo desde el principio

Ana: Todo, todo

Diego: ¿Estas segura?

Ana: Si, Si

Ernesto: Todo menos dls palabras

Ana: ¿Cuáles? ¿Cuáles?

Ernesto: Pi cuando le tocaron sus tres minutos a Camilo

Toño: Cierto, en esa ronda no repetiste por qué estabas más preocupada por ayudar a Camilo

Camilo: ¿Y cual fue la otra?

Ernesto: ¡Hazlo por mi! Cuando le tocaron sus tres minutos a Diego
Ana: Si, estaba más concentrada en que lo lograra y en darle ánimos, Si, estaba más concentrada
en que lo lograra y en darle ánimos

Diego: Si tú quieres podemos seguir intentado fuera de aquí

Camilo: Esto ya huele a sexo

María: (Se persina) ¡Jesus!

Diego: Digo, si estás de acuerdo de seguirnos conociendo afuera de todo este grupo di si, pero solo
una vez

Ana: ¡Sí! (Intenta no repetir)

Diego: (Le da un beso para que no repita y pisa las lineas) Listo

Camilo: No repitió

Toño: Y esta sobre las líneas

Diego: ¡Ay wey! (Se vuelve a subir a la silla)

Todos ríen y festejan

Camilo: Pues lo logramos, esto fue maravilloso

Ana: La verdad dudo mucho que el doctor Copper lo hubiera echo mejor

Todos: ¡Exacto!

Ana: La verdad dudo mucho que el doctor Copper lo hubiera echo mejor

Todos: ¡Exacto!

Ernesto: Bueno pues apuesto a que todos podemos ir a casa con la esperanza de que podemos
mejorar

Toño: Todos, menos usted

Ernesto: “Te lo meto al revés”

Toño: Yo estoy seguro que en algún momento también logró controlarse

(Entra el asistente)

Asistente: Les tengo buenas noticias, el doctor ya está a dos cuadras y con gusto los va a atender ,
pido disculpas por la demora
Camilo: No, para nada, no pienso esperar un minuto mas

Maria: Seguramente ya perdí mi camión

Camilo: No se preocupe María yo la llevo

Maria: Yo no pienso pagar un taxi

Camilo: Pues si no le voy a cobrar

Maria: Gracias es usted muy amable

Camilo: ¿Sabe que? Dígale al doctor Copper que muchas gracias por no haber llegado, por qué
dudo mucho que con ella hiciéramos algo mejor de lo que hicimos y vivimos sin ella

Diego: ¡Bien dicho Camilo!

(Todos aplauden)

Ernesto: Y de mi parte le puede decir que su retraso ha sido “una chingadera” no, digo bueno, yo
se lo diré en persona

Camilo: ¿No quiere que lo lleve a casa Ernesto?

Ernesto: No Camilo muchas gracias yo esperaré al doctor, no tengo nada mejor que hacer

Toño: Por cierto ¿Le debemos algo?

Asistente: No para nada, que estén bien, yo me retiro con permiso (sale de escena)

Ana: Pues nosotros nos vamos, Diego me va a llevar en su moto. Pues nosotros nos vamos, Diego
me va a llevar en su moto

Camilo: Lo acercó algún lado a usted Toño

Toño: No gracias, traigo Coche

Camilo: Bueno Ernesto (le da la mano)

Ernesto: “Hijo de puta”

Camilo: Es usted muy amable le aseguro que yo no lo olvidaré nunca

Ernesto: Yo tampoco Camilo

Camilo: Mire, le voy a dar una tarjeta, si algún día necesita un taxi no me llame por qué
seguramente estaré ocupado, pero si algún día necesita un amigo el número es el mismo
Ernesto: Gracias

Camilo: (hacia Ana) Para ti dos

Ana: Gracias, Gracias

Camilo: Diego, cuando quieras aquí andamos (le da la tarjeta y un abrazo)

Diego: Gracias Camilo

Camilo: Toño (le da la tarjeta)

Toño: Podrías guardarlo en mi maletín por favor , y sin abrazo

Diego: Y no se sienta mal Ernesto, estoy seguro que aunque no nos hayamos dado cuenta, usted
también lo logró

Ernesto: Gracias

Diego: Bueno, Adiós

Ana: Adiós, adiós

(Ana y Diego salen de escena)

Toño: yo también me voy, cuídense mucho y no se expongan tanto

Ernesto: Buen viaje Toño

(Toño sale de escena)

Maria: Mire Ernesto le tengo un regalo mire, esta es agua bendita de San Judas Tadeo, si hace
unas gárgaras en las mañanas seguramente podrá controlar su problemita con mucha fe

Ernesto: Gracias Marí

Camilo: Pues nos vamos, linda tarde Ernesto

Ernesto: Váyanse por la sombrita

(María y Camilo salen de escena)

Ernesto se regalaba y toma asiento mientras el asistente entra acomodar las sillas y las revistas.

Asistente: ¿Fue un gran grupo no doctor?

Ernesto: Exquisito, el mejor diría yo, me atrevo a decir que mejor que el de Madrid ¿Te acuerdas?
Asistente: Claro que si, por cierto el martes tenemos sesión en Londres

Ernesto: Gracias por tu paciencia Arturo

Asistente: Nunca voy a entender su método Doctor

Ernesto: No lo entiendas, solo vívelo


Puto (le hace señal obcsena)

Fin

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