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PERSONAJES:

MARÍA

PASTOR

DUDA

SUEÑO

ENVIDIA

DESÁNIMO

NARRADORA

PRIMERA ESCENA

(El escenario: Dividido en dos partes, 2 teléfonos, 1 para el Pastor y otro


para María.)

NARRADORA. Está la hermana María en su habitación bastante


preocupada y llama por teléfono al Pastor Marcos.

(Suena el teléfono.)

PASTOR. ¿Haló?

MARÍA. Hermano Marcos, Dios le bendiga. ¿Cómo ha estado?

PASTOR. Bien, hermana, gracias al Señor. Y a usted, ¿cómo le ha ido?

MARÍA. Hermano, bastante preocupada, usted sabe que nosotros los


jóvenes somos tan débiles y la verdad es que tengo tantos problemas
que no tengo fuerza para seguir adelante.

PASTOR. Hermana, no le crea esas mentiras al diablo. El Señor dice en


su Palabra en 1 Juan 2:14 "os escribo a vosotros jóvenes porque sois
fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros”. Mire lo que añade:
“habéis vencido al maligno”. Esto lo dice la Palabra del Señor y ésta es
fiel y verdadera; nosotros debemos creerla. También recuerde que El
Señor dice en Filipenses 4:13 "Todo lo podemos en Cristo que nos
fortalece". Hermana, usted sabe qué significa todo... Esto incluye su
problema.

NARRADORA. El espíritu de duda inmediatamente se hace presente.


MARÍA. Hermano, por favor, ore por mí para que yo pueda vencer en
esta situación.

PASTOR. Mire, María, yo con todo gusto voy a orar por usted, pero yo
quiero invitarla a que se arrodille y ore usted también y tome la Palabra
del Señor y crea en todas esas promesas escritas que el Señor tiene
para nosotros. Mire, lo que dice en 2ª de Timoteo 1:7 "Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio". Crea con todo su corazón esta palabra y siga adelante, nuestro
Dios es un Dios de amor y de misericordia y estoy seguro de que Él le
va a ayudar en todas sus dificultades de acuerdo a su voluntad.

MARÍA. Muchas gracias pastor, trataré de hacer lo que usted me


aconseja.

(Cambia el escenario: uno solo, como un cuarto.)

SEGUNDA ESCENA

NARRADORA. María trata de irse a orar y el espíritu de duda empieza a


hablar con ella. Mientras el espíritu de duda habla, María parece muy
turbada.

DUDA. Hola María, ¿vas a orar? No pierdas tu tiempo... Tú sabes que


esas Palabras de la Biblia funcionan en otros pero no en ti.... ¿No te
acuerdas cuántas veces ha pasado? Tú misma lo has visto.

MARÍA. No... No... Yo sé que también son para mí, yo creo en ellas.
Señor yo sé que me escuchas y sé que tú eres poderoso para responder
a mis necesidades de acuerdo a tu voluntad... Yo creo en tu Palabra, tu
Palabra es viva y eficaz, es lo que yo leo en Hebreos 4:12 y además yo
sé que todo lo puedo en ti que me fortaleces, Señor.

DUDA. Dios tiene que ocuparse de tanta gente mucho más importante
que tú... Él no te va a escuchar...

MARÍA. No... Romanos 2:11 me dice que Cristo no hace acepción de


personas.

NARRADORA. Duda llama al espíritu envidia y le pide ayuda para vencer


a María.

DUDA. ¡Envidia! ¡Envidia! Por favor, ayúdeme con ésta que está más
difícil.
ENVIDIA. Déjemela a mí. ¿No te da envidia cómo le va de bien a tus
vecinos y ellos no necesitan pelarse las rodillas? Ellos ni siquiera son
Cristianos.

DUDA. Él tiene razón. Si ves que no es necesario hacer nada de lo que


tú haces como "Cristiana", para obtener todas las cosas espectaculares
que tienen tus vecinos.

MARÍA. Mmmmm... ¡NO! Proverbios 23:17 dice que no debo tener


envidia de los pecadores, sino que debo perseverar en el temor de Dios
todo el tiempo. Yo creo esta palabra.

ENVIDIA. Yo creo que no hay nada que hacer... Chao.

DUDA. No, no se vaya.... Bien, voy a llamar a otro: Sueño.

SUEÑO. Ya voy... Acabo de ganar una batalla, una hermanita que dice
que iba a orar dos horas… Logré que se quedara profundamente
dormida a los 20 minutos. La verdad es que ni siquiera pudo empezar su
oración.

DUDA. (Hablando con sueño.) Te felicito, pero aquí hay una hermanita
que está más difícil. Venció al espíritu de envidia y yo no sé por donde
más atacarla, por eso lo he llamado. (Se dirige a María.) Piensa en lo
que tú siempre has anhelado y Dios no te ha respondido; Él no lo va a
hacer.

MARÍA. ¡No! Porque Dios me dice en Isaías 55:9 “Como son más altos
los cielos que la tierra, así son Sus caminos más altos que mis caminos
y Sus pensamientos más que mis pensamientos”.

DUDA. No se da cuenta de que sus dificultades son muy grandes, piense


un momento...

MARÍA. Sí... Son muy grandes mis dificultades.

SUEÑO. Mas bien acuéstese un rato a dormir, ¿no está cansada? Un


buen sueño le haría bien, es bien saludable… Mire cómo se le cierran los
ojos y todo lo que tiene que hacer mas tarde. Descanse un rato.

NARRADORA. María se siente casi vencida, luego mira la Biblia y


exclama:

MARÍA. No, yo quiero permanecer en oración. En Mateo 6:25 El Señor


me dice que no me debo afanar por la vida, qué habré de comer, o qué
habré de beber, ni por mi cuerpo, qué habré de vestir; las aves, ellas no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros y mi Padre Celestial las
alimenta. Señor si tú haces esto con las aves, tú dices que harás cosas
mucho mejor que estas con nosotros tus hijos. Yo creo en tu Palabra y
quiero esperar en ella.

SUEÑO. (Hablando con María.) Mire que una siesta ahora le haría bien.
(Hablando con Duda.) No, esta está muy difícil, se sabe casi toda la
Biblia y aquí sí ya no hay nada qué hacer. Usted sabe que quedamos
desarmados frente a esas Palabras.

(El espíritu de desánimo aparece de un brinco.)

DESÁNIMO. Yo creo que me necesitan.

SUEÑO. La verdad es que estamos perdiendo el tiempo aquí, vamos a


atacar a los que no conocen esas Palabras... Yo mejor me voy.

DESÁNIMO. Se nota que sueño no ha escuchado de mi buena fama.

DUDA y DESÁNIMO. Usted ya está perdida; no se da cuenta lo débil que


es, eso no le agrada a su Dios. Yo creo que Él la ha desechado.

MARÍA. No... No... Yo leo en Juan 3:16 que de tal manera amó Dios al
mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo, todo aquel que
en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna. (En muy alta voz dice.)
Esto significa que Yo tengo vida eterna, que soy salva, que tengo sus
promesas y que Él está conmigo y me escucha. Gracias, Señor, por tu
paz, por el gozo que me das. (Comienza a cantar) Porque El vive, me
enfrentaré al mañana, porque Él vive ya no hay temor, porque yo sé,
que el futuro es suyo, la vida vale más y más solo por Él. (Repite.)

(El espíritu de duda y desánimo saltan asustados y huyen tan pronto


como escuchan esta confesión y entonces María da gloria a Dios y sigue
alabando.)

(Aparecen tres ángeles blancos cantando la misma canción.)

NARRADORA. Apreciado hermano que alegría entender que gran tesoro


tenemos en la Palabra del Señor, tantas promesas que alcanzan para
todo tipo de necesidad. La Palabra del Señor es esta espada de dos filos
que penetra hasta lo más profundo de nuestro corazón y mente y con la
oración constituyen nuestra arma mortal que nos hace invulnerables
contra los ataques del enemigo. Apreciado padre de familia, Dios le ha
dejado una hermosa tarea a usted y es la de sembrar su Palabra Santa
en el corazón de sus hijos, de esta manera usted no solo lo está
equipando poderosamente a sus hijos para los ataques de la vida diaria,
sino que usted les está brindando la oportunidad de conocer y entender
la única razón por la que vale la pena vivir y es porque Él, nuestro Dios
Jesucristo Vive.

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