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La Dualidad

Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la


cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal:
Deuteronomio 30-14-15

Todo comenzó en el jardín del Edén, cuando Adán y Eva se encontraron frente a la
primera gran dualidad del hombre: Obedecer a Dios, confiando en El, o creer las
mentiras del diablo, dudando de Dios. Todos sabemos qué eligió el primer
matrimonio formado por Dios. Una cosa es cierta, Dios es justo, y ellos jamás pudieron
decir: Yo no sabía, nadie me dijo. Desde entonces, todos los hijos de Dios nos
topamos con dualidades, en el valle de las decisiones. Algunas que vienen a la
mente son:

¿Qué es la dualidad?
• Existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o
cosa.

• La dualidad es la propiedad o el carácter de lo que es doble o


contiene en sí dos naturalezas.

• En teología, el concepto del dualismo asume que hay dos entidades


iguales y separadas –el bien y el mal – que son igualmente poderosas. En
el dualismo “cristiano”, Dios representa la entidad del bien y Satanás
representa la entidad del mal.

Escoger entre la Vida Eterna y la Muerte Como lo establece Deuteronomio, Dios


puso delante de nosotros la Vida Eterna a través del Sacrificio único de Jesucristo,
su Hijo Unigénito, por toda la humanidad. Y la muerte, la cual prevalece desde que
el primer matrimonio escogió las mentiras del diablo. Todos tenemos que
enfrentarnos a esta decisión, en esta vida. Confío que todos los cristianos unidos
hemos escogido la Vida eterna, a través de Jesucristo. Pero escoger la vida no
basta. En cada dualidad que se nos presente a lo largo del Camino, tenemos que
discernir entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, la verdad y las mentiras.

Escoger entre las cosas de Arriba y las de Abajo


Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley. Mas
á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano. 1 de Corintios 15:56-
58
De acuerdo a la ley, todos estamos en pecado. Todos hemos pecado, todos
moriremos. Si escogemos vivir de acuerdo al legalismo, estamos escogiendo
activamente poner tropiezo a la Gracia y Misericordia de Dios, quien por el sacrificio
de su Hijo Jesucristo en la cruz, pasa por alto nuestra condición de pecadores, y nos
perdona, y aún nos da la victoria, por nuestro Señor Jesucristo, no por nada que
hagamos o dejemos de hacer, por Gracia y Misericordia y no por sacrificios. Enfocar
los ojos en las cosas de la carne, y del mundo, es pasar por alto las cosas
espirituales, celestiales.

Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda
bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: Efesios 1:3
Ciertamente, las cosas celestiales son mucho más enriquecedoras para la vida del
creyente, que las cosas terrenales. Tristemente, muchísimos creyentes están tan pero
tan enfocados en las cosas terrenales, que se han olvidado de darle prioridad a las
cosas celestiales, y por ende, viven en derrota espiritual. ¿De que le sirve a un
creyente las cosas materiales, cuando su alma, o la de su esposa e hijos, se están
perdiendo y no hay quien haga nada por ellos? ¿De que le sirve a una iglesia un
edificio ostentoso, lleno de huesos secos?

Escoger entre servir al Dios Vivo, o a Satanás en cualquiera de sus manifestaciones


Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó
se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.
Mateo 6:24

Pedro niega a Jesús

(Mr. 14.66-72; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)

Cuando llegamos a la vida crsitiana entramos en un proceso de regenración,


(Cambio de naturaleza, dado por el Espíritu Santo, 1 Corintios 5:17) vemos la
mano poderosa de Dios trabajando en nuestro ser, estábamos en un estado de
degenacion siguiendo al mundo, con el tiempo y caminar en el proceso
comprendimos que nuestro ser conviven dos personas en un solo cuerpo, suena
extraño pero es asi el nuevo hombre y el viejo hombre.

Uno agrada a Dios y el otro siempre quiere desagradar a Dios aunque siempre
debilitado por el nuevo hombre. ROMANOS 6:6

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

La misión del nuevo hombre es destruir o apagar todo rastro del viejo hombre

Efesios 4:22

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos,

Esta lleno de deseos y quiere someter al nuevo hombre a la vieja manera de


vivir. Efesos 3:16

para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espíritu;
colosense 3:8-9

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos
despojado del viejo hombre con sus hechos,

Romanos 8:5

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.

La dualidad aleja al Espíritu Santo de Dios de tu vida.

Ahora como podemos dejar de ser duales y agradar de manera total a nuestro Dios.

Hay algo que es innegociable e intransferible, y es la intimidad con Dios.

Yo puedo transferirte, información, una estrategia, una liberación, dinero jeje pero
hay algo que no puedo transferirte y es y es tu propia historia con Dios, no puedo
transferirte relación con Dios, tu propia historia con Dios tienes que escribirla tu.

No puedo vivir de la presencia de Daniel, de tu amigo, de tu esposa, de un


predicador en YouTube, tu tiene que cultivar tu propio aceite y lo obtiene en
intimidad con Dios.

Esa debería ser tu prioridad. (Lampara.)

Nuestra prioridad debe luchar por el aceite de la intimidad, por mantener


encendida esta llama, y no se va a mantener encendida no que gritemos mucho o
digamos mucho amen, o dancemos, esto se mantendrá encendido su cada quien en
su casa sembremos un jardín de olivo, en intimidad con Dios.

Nadie mas puede encender tu llama.

La pregunta es ¿Cuándo se ponga bien oscuro y el camino se ponga difícil cuantas


lámparas estarán encendidas?

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