Mujer Mapuche: Explotación Colonial sobre el territorio corporal

Moria Millan
Dos siglo tardó el conquistador en reconocer que los pueblos originarios eran personas y no
animales, a pesar de ese “reconocimiento”, las sociedades surgidas a la luz del “progreso” de
la cultura hegemónica siguen resguardando la idea de que lo bárbaro, salvaje es lo indigena.
“Estos niños parecen indios” dando a entender como bullicioso, o desorden. Durante siglos se
ha educado a la sociedad con estos prejuicios en el caso del pueblo-nación mapuche, notan
esa mirada negativa hacia lo indigena, cierto enfoque sexista, desde la pupila racista del
dominador. Toda la nación mapuche identificada cuales eran los frutos, alimentos de la madre
tierra (ñuke mapu), al igual que los hombres (weichafes y toki), también mujeres, como
fresia, yaniqueo, etc; tenían estrategias brillantes para vencer al enemigo. Toda equidad entre
hombre y mujer de una misma sociedad podría resultar desestabilizador al orden imperante,al
poder colonial, patriarcal y racista. Los supuestos historiadores tienen asumida, la que impide
conocer la verdad de cómo vivían las mujeres mapuches antes de la dominación, que lugar
ocupaban en la sociedad y como se tejían las relaciones. Ocultaban la dignidad y el valor de
las mujeres mapuches. La memoria oral y el hecho de perder su libertad (menos de 200 años
de dominación) nos permite tener recuerdos vivos en la memoria colectiva mapuche. Los
estados chilenos y argentinos no han podido inocular el virus de la amnesia.
Sistema de Pu Newen
Entendemos el orden cósmico como un círculo de vida compuesto por fuerzas a las que
llamamos newen , estas fuerzas se interrelacionan y complementan, cada fuerza es
imprescindible para la vida. A pesar de la violencia perpetrada por los estados-nación sobre
nuestro pueblo a fin de que se asimile a la cultura dominante, longko, machi, sus ceremonias,
llellipun, kamarikun, etc. Todas las fuerzas están constituidas por su condición
femenina-masculina, anciana y joven, no se cree que hay un ser superior. No hay concepción
de la existencia individual, sino una fuerza colectiva, es por esto que antes de la llegada de
los españoles no se destacaban a las personas sino el newen que tenían. Comienzan a
estratificar a nuestros lamngen, hermanos, y a penetrar con su visión verticalista creando
héroes y líderes. Los newen pueden estar tanto en un hombre como en una mujer, hay machi
(chamanes) mujeres pero también hombres, puede manifestarse en ancianos y en niños, puede
vivir en humanos pero también en otros elementos de la naturaleza. La recomposición del
sistema pu newen es imprescindible para recuperar el orden cósmico devastado por una
visión antropocéntrica, androcéntrica, economicista, individualista y patriarcal.
Las mujeres mapuches y la conquista del desierto
A partir de noviembre de 1878 y hasta enero de 1885, se con dosillo para los pueblos del sur
del continente la invasión del estado argentino mediante un genocidio, que se llevó adelante
bajo el nombre de “conquista del desierto” pero no había un desierto para conquistar, sino un
extenso territorio poblado de naciones milenarias, los aoniken (tehuelches) y más al sur, los
onas, yamanas y alalkalufes. Del otro lado de la cordillera nuestro pueblo sufría otra
pesadilla, La pacificación de la Araucanía, se instalaron campos de concentración y
exterminio, se concentraban a centenas de familias en condiciones inhumanas y se los
sometieron a todo tipo de torturas. Los más grandes fueron Valcheta y Chichinales. Las
mujeres fueron un botín, como símbolo de sometimiento el ejército argentino violaba y
torturaba a las mujeres. Las más perjudicadas en este proceso de colonizacion fueron las
mujeres, la reinstalacion de la esclavitud por parte del estado argentino que subastaba a
mujeres, hombres y niños en las plazas publicas, para que los criollos comprasen indigenas,
para el servicio domestico (mujeres y niños) y para el trabajo rural, disgrego a la familia y
ocasiono la apropiacion legal de nuestros niños. La mujer pachue sufrió el dolor del arrebato
de sus hijos, la separación de su marido. Hasta hace unos años era “normal” y frecuente que
las adolescentes sean llevadas por señoras burguesas a la ciudad para el trabajo doméstico,
jornadas larguísimas, a veces hasta de 20 horas, sus cuerpos pasaban del maltrato de sus
padres al maltrato de sus jefes. Las que no iban al servicio doméstico, iban a la escuela con
internado donde el trato era como un campo de concentración, también reciben golpes y
humillaciones. Fueron perdiendo su identidad, perdieron conocimientos que eran valiosos
para ellos, como el uso de plantas medicinales, para la anticoncepción, la preparación para la
menstruación, etc.
La mujer mapuche y las múltiples formas de opresión
La penetración colonizadora al pueblo mapuche ha generado machismo en las comunidades,
la mujer mapuche se ve luchando por recuperar la identidad, la dignidad y el respeto, ya no
ante la sociedad blanca europeísta, sino por sus propios hombres. El dominador estratificado
desde su sexismo y racismo la belleza de la mujer. La mujer negra, eran despreciadas,
maltratadas y esclavizadas. Estos hombres alimentaban sus fantasías sexual atribuyéndole al
cuerpo de la mujer negra y la tentación del pecado. El deseo del cuerpo de la mujer negra,
mientras que la mujer indigena es considerada como carente de cualquier tipo de belleza,
incluso de feminidad, como si fuera solo una hembra mamífera responsable de reproducir su
fuerza de trabajo. La mujer indigena, al igual que la negra, se encuentra en el más bajo estrato
social, oprimida por su condición racial, sexual y de clase. Un fenómeno reciente, la
globalización del prototipo racial, a partir de la concentración poblacional de un grupo
mayoritario, que la sociedad capitalista introdujo a la industria de la moda a modelos negras,
mientras que el estigma de la mujer indigena sigue siendo la fealdad. La violencia doméstica
y conyugal, lamentablemente, aún es un problema que no se ha conflictivizado desde las
organizaciones mapuches en general.
Las mujeres mapuches deben ser sujetos históricos del proceso de lucha y reivindicación
de los derechos fundamentales de su pueblo-nación, no solo son dadoras de vida, si no
formadoras de modelos de vida y en la educación de sus hijos está el primer
compromiso revolucionario. A fin de una esperanza en el mundo en plena crisis
civilizatoria. Un nuevo tipo de mujer está naciendo, fecundada por la rebeldía de las
mujeres. La creación de una nueva sociedad.