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Dramatización.

Situación comunicativa desastre natural (Terremoto)

Personajes:

Maestra Daniela: Quien encuentra a Gabriel en grave estado.

Alumno Gabriel: Quien resulta gravemente herido durante el terremoto.

Paramédica Katherin: Profesional de la Salud quien intenta salvar la vida de Gabriel.

Enfermera Julianis: Quien junto con su compañera la paramédica Katherin intentan salvar la vida de
Gabriel.

Argumento: Cuenta la historia de un alumno, una paramédica y una enfermera, sobre como sus
decisiones los guiarán a un final devastador, que nos dejara grandes enseñanzas.

Narrador: El día 27 de abril del 2018 Gabriel se encontraba en una de sus clases del curso de
idioma, el cual llevaba tres meses asistiendo. La profesora Daniela explicando el tema de ese día se
detiene de manera abrupta cuando se escuchan el sonido de la alarma sísmica alertando de un
pronto terremoto, con el miedo y los nervios a flor de piel empieza a sacar a los alumnos del aula
sin percatarse que al salir había dejado a Gabriel quien se había quedado estático al escuchar la
alarma. Al rato la tierra empieza a moverse y Gabriel reacciona de su estado, de modo
desesperado en vez de salir hacia la puerta se dirige hacia lado de la pared donde se encuentran las
ventanas.

Gabriel: No, no, no, no puedo morir, no quiero morir

(Se agarra de la cabeza de forma desesperada, y trata de mantener el equilibrio por los fuertes
movimientos de la tierra)

Narrador: En medio de su desesperación un fuerte movimiento sísmico provocó que las ventanas
se rompieran causando que una considerable cantidad de trozos de vidrios cayera sobre el cuerpo
de Gabriel ocasionando graves heridas haciendo que esté cayera inconsciente al piso por uno
segundos.

Luego de que hayan pasado unos minutos de que los movimientos sísmicos se detuvieran la
profesora Daniela fue en busca de Gabriel al percatarse de la ausencia de este. Luego de 15
minutos por fin lo encuentra tirado en el suelo del aula, sin dar indicio de movimiento. Daniela
pensó lo peor.

Daniela: No, no ¡Gabriel, Gabriel! ¡Oh dios mío, pensé que habías muerto!.

(Se acerca a él, y empieza a observar las graves heridas que tiene Gabriel)

Gabriel: Tengo miedo, no quiero morir...me duele el brazo.

(Dice entre sollozos)


Daniela: Tranquilo, trata de no moverte, voy a buscar a alguien que pueda ayudarnos. No te toques
el brazo y no te levantes, ya vuelvo.

Gabriel: No, no te vayas ¡Por favor! No me dejes solo, no quiero morir.

Daniela: No vas a morir, necesito que te quedes aquí sin moverte, voy a buscar ayuda. Ya vuelvo lo
prometo.

Narrador: Daniela sale del aula y va en busca de los profesionales de la salud que llegaron a los
alrededores del sitio a brindar su ayuda, cuando se encuentra con dos personas con uniforme
médico.

Daniela: ¡Por favor! Vengan conmigo. Hay un chico es de mi clase está gravemente herido, un trozo
de vidrio se ha incrustado en su brazo y está desangrándose.

Paramédica: Tranquila señora, indíquenos el lugar. Soy la paramédica Katherin y ella es mi


compañera la enfermera Julianis.

Daniela: Soy Daniela profesora de idiomas. ¡Síganme!

Narrador: Ya han pasado media hora desde que sucedió el terremoto. Gabriel a pesar de que sigue
sangrando, está luchando para mantenerse con vida. Los profesionales la de la salud junto con la
profesora llegaron a el lugar y empiezan a estudiar la situación.

Paramédica: Gabriel ¿Así te llamas no?. Me presento soy la paramédica Katherin y ella es mi
compañera la enfermera Julianis quienes trataremos de ayudarte.

(Comentó mientra se empezaba a desinfectar las manos y colocarse los guantes latex)

Paramédica: Enfermera Julianis páseme las gasas ... Ok mantenga presión sin mucha fuerza y sin
tocar el objeto.

Enfermera: Se cual es el procedimiento.

(Expresándolo de manera grosera)

Narrador: La paramédica Katherin decidió ignorar el comentario tosco y siguió examinando el


cuerpo de Gabriel, cuando se dio cuenta de algo.

Paramédica: Profesora Daniela ¿No?. Bien necesito que le hables a Gabriel para que no se se
duerma, y que no haga ni un mínimo movimiento. Gabriel tiene un trozo de vidrio, que se
encuentra incrustado de manera superficial pero con el mínimo movimiento que haga puede llegar
a tocar la arteria carótida y morir.

Daniela: ¡Dios!
Narrador: Daniela trato de distraer a Gabriel contandole sobre su vida como maestra de idioma
logrando obtener su atención y manteniendolo despierto.

Enfermera: ¡¿Que esperas?! Pide por ayuda.

Paramédica: Ya sé, sé el procedimiento.

(Dijo remarcando cada palabra)

Enfermera: ¡Entonces llama! Que no sea por tu inexperiencia que el chico se muera.

Paramédica: No digas eso, sigue manteniendo presión ahí, déjame pensar en como proceder.

Narrador: Lo que no sabía Daniela de esas profesionales de la salud, era que la paramédica y su
compañera habían tenido anteriormente indiferencias con respecto a su modo de trabajar, por lo
que la discusión que tuvieron en ese momento no era la primera.

Enfermera: ¡Por el amor de Dios llama!, necesitamos salir de aquí antes de que hayan réplicas, este
lugar no es seguro.

(La paramédica saca el radio e intenta llamar por más ayuda)

Paramédica: No sirve, debió dañarse cuando ocurrió el terremoto.

(Expreso molesta y exasperada por la situación)

Enfermera: Entonces que haremos, ¿quedarnos aquí ? ¡¿ Que ocurra una réplica y termine muerto
por tu inexperiencia?!

(Exclamó en gritos)

Paramédica: ¡Que no se va a morir!, La única manera de que el termine muerto sería si tu


estuvieras a cargo

(Diciéndole esto último tan bajo como pudo, pero que no impidió que la profesora Daniela y
Gabriel escucharán)

Narrador: Gabriel ya irritado por la situación en la que se encontraba, se levantó para pedir que se
callarán.

Gabriel: ¡Basta!

(Expreso en un grito ahogado, el movimiento provocando que el trozo de vidrio se incrustara más
en la piel rasgando la arteria carótida y provocandole un sangrado severo)

Narrador: Todas al darse cuenta de su movimiento reaccionaron rápido y al mismo tiempo.

Paramédica: ¡No Gabriel!


Enfermera: ¡No!

Daniela: ¡Gabriel!

Paramédica: Sigue manteniendo presión en el brazo, ¡Gabriel, por favor quédate conmigo, mantén
los ojos abiertos!

Narrador: Y mientras la paramédica seguía manteniendo presión en el cuello de Gabriel, a él su


corazón poco a poco iba reduciendo sus latidos hasta detenerse. Llegando así al final de la historia.

Y con este relato nos llevamos dos enseñanzas, la primera que como profesionales de la salud no
podemos dejar que nuestros conflictos personales interfieran en nuestro trabajo, así mismo,
también podemos comprender que en situaciones como la de Gabriel no debemos dejar que el
pánico nos domine, y que a pesar que es válido sentirse así; deberíamos batallar con ese
sentimiento para que no nos nuble en nuestras desiciones y de esta manera dirigirnos hacia la
puerta en vez de hacia la ventana.

FIN.

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