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Tesis
Tesis
En México hay poco trabajo sobre el desgaste dental, así como también el estudio
de instrumentos que fungen para el desgaste dental ya sea intencional o no
intencional, en este trabajo se pretende estudiar al metate. Para poder hacer estos
estudios tenemos tanto la antropología dental como la arqueología
Al estar en contacto con los restos óseos del laboratorio de Bioarqueología del
Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana me pude percatar que
varios de los individuos a los que se les estaba haciendo limpieza e identificación,
presentaban un nivel de desgaste severo, y que no solo eran pocos individuos
sino la gran mayoría. Debo mencionar también que la Dra. Margarita Meza ha
reportado (Aun me falta este dato para ponerlo aún) que hay desgaste en jóvenes
y adultos, así como también exposición de la dentina, lo cual llama la atención.
Justificación
Preguntas de investigación
Objetivos
Objetivo General
Analizar los metates y la colección osteológica, y conocer las posibles causas del
desgaste dental que se presentan en los individuos que habitaron Quiahuiztlan en
el periodo Posclásico y que ahora se encuentran en el laboratorio de
Bioarqueología del Instituto de Antropología.
Objetivos Específicos
Ubicación Geográfica
Quiahuiztlan fue fundada entre 800 y 900 dC. por grupos que trataban de
protegerse de las invasiones de los barbaros provenientes del Norte, por ello se
ubicó en un sitio de difícil acceso (Arellanos, 1997).
Entorno Geográfico
Este sitio esta rodeado entre los ríos Nautla y Actopan como limites naturales
principales en una planicie costera que se divide continuamente por colinas de
poca elevación formadas por afloraciones rocosas.
Las ultimas estribaciones de la cordillera neovolcánica llegan hasta la costa,
donde una de las formaciones rocosas llamada por los conquistadores Peñón de
Bernal (Diaz del Castillo, 1943) se adelanta en el mas unos 500 m. originando una
pequeña bahía denominada Punta de Villa Rica, a unos 19° 35 de latitud Norte y
96°18 de latitud Oeste, ubicada en el municipio de Actopan. Frente a este punto
natural levanta una colina rocosa de laderas muy inclinadas, designada por los
lugareños como Cerro de Los Metates, identificado como el sitio totonaco de
Quiahuiztlan del que hablan los cronistas españoles. Quiahuiztlan presenta en la
costa acantilados que se localizan entre Punta Delgada, El Morro y la Laguna de
la Mancha con algunas porciones de playa como en Villa Rica, La Litera y Boca
Andrea, rodeados de llanuras correspondientes a la planicie costera nororiental
que se extiende desde el Rio Bravo hasta las estribaciones terminales de la
mencionad cordilleras neovolcánica (Arellanos, 1997).
Clima
Fauna
En esta área la fauna que había está conformada por diferentes especies de
mamíferos como el armadillo (Dasypus novemcinctus), coyote (Canis Latrans),
zorro (Urocyon cinereoargenteus), venado de cola blanca (Odocoileus virginianus),
tlacuache cuatro ojos (Metachirops opussum) (Morales-Mávil y Guzmán-Gumán,
1994;88).
Algunas aves acuáticas como la gallareta (Fulica caribea), el pato buzo, pato
canadiense, garza (Bubulcus ibis), Candil y matraca, así como peces de las
especies el jurel, pargo, robalo, lebrancha, mojarra blanca y jaiba (Domínguez,
2014;17).
Vegetación
En los puntos más altos, existe una selva baja caducifolia y vegetación
secundaria. La depresión prelitoral inundable cuenta con vegetación secundaria y
tiene vegetación de dunas costeras (Herbáceas y arbustivas) y baja caducifolia.
Por otra parte, de los valles tectónicos-fluviales presentan vegetación secundaria.
Las playas y dunas de playa presentan dunas costeras (Morales-Mávil y Guzmán-
Guzmán, 1994;80).
Antecedentes arqueológicos
El sitio prehispánico de Quiahuiztlan fue conocido por primera vez en 1943 por la
publicación que hizo el profesor José Luis Melgarejo Vivanco en su obra
Totonacapan. Con el paso del tiempo, se convirtió en motivo de diferentes
investigaciones, entre ellas y con mayor importancia son las que se llevaron a
cabo entre los años 1951-1953 por el arqueólogo Alfonso Medellín Zenil, donde se
exploraron los tres cementerios conocidos de la zona.
En la costa central del Golfo, se han estudiado materiales culturales que parece
indicar la presencia de grupos, en comunidades en tiempos precerámicas.
El primer momento se sitúa en el ocaso de los años 800 d.C. Durante el mismo, la
influencia tolteca es notable en la zona, hallándose sus restos en una estructura
subyacente en el Cementerio Oriental (Medellín, 1960:lám.96,pp.) y en las
subestructuras de los edificios mayores de los complejos urbanos, con una
cuidada técnica de construcción. Así, en algunas fachadas se hace presente uso
de pequeñas piedras bien labradas, a maneras de prismas rectangulares
perfectamente adosados, para luego ser cubiertas con estuco de una dureza y una
tersura notables, similares a las de los monumentos hallados en el barrio de El
Corral, en la misma Tula, centro rector en ese tiempo (Arellanos et.al,
1991,1992,1995).
El segundo momento se sitúa cerca del año 1200. En este caso, la influencia fue
del grupo mexica, a cuya época corresponde la cubierta superior de los edificios
de mayores proporciones, elemento al que se suma un complejo cultural de
carácter innovador, representado por los cementerios con las tumbas mausoleo,
que han venido a ser una de las características típicas diferenciales de una amplia
región costera. (Arellanos, 19997;94).
Proyectos Arqueológicos
En 1976 los arqueólogos Ponciano Ortiz y Ramón Arellanos M del IAUV hicieron
recorridos para delimitar el sitio.