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3.4. Consentimiento matrimonial: El art. 418 C.C.yC. nos ayuda a comprender a que se
llama “consentimiento matrimonial”: “En el acto de la celebración del matrimonio el
oficial público da lectura del art. 431, recibe de cada uno de los contrayentes la
declaración de que quieren respectivamente constituirse en cónyuges, y pronuncia que
quedan unidos en matrimonio en nombre de la ley”. Esta declaración es precisamente
la manifestación externa del “consentimiento matrimonial”. “Es la voluntad de cada
uno de los contrayentes de unirse al otro con sujeción a las reglas legales a las cuales
está sometido el vínculo conyugal” (Belluscio”).
El consentimiento matrimonial es uno de los requisitos intrínsecos esenciales para que
haya matrimonio. Constituye un requisito de existencia del matrimonio. Los
contrayentes deben dar su consentimiento para celebrar el matrimonio. La falta de
consentimiento hace INEXISTENTE el matrimonio.
Es importante diferenciar:
- El hecho de que los contrayentes no hayan otorgado su consentimiento
(inexistencia).
- El supuesto de que el consentimiento este viciado (nulidad).
Caracteres.
- Debe expresarse ante autoridad competente: El consentimiento debe expresarse
ante el oficial público encargado del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas correspondiente al domicilio de cualquiera de los contrayentes, o
excepcionalmente ante funcionario judicial. La incompetencia o la falta del
nombramiento legítimo de quien celebra el acto no afecta la existencia del
matrimonio, siempre que se encontrara ejerciendo sus funciones públicamente y que
al menos uno de los cónyuges hubiera procedido de buena fe (art. 407). Art. 2622.-
Derecho aplicable. La capacidad de las personas para contraer matrimonio, la forma
del acto, su existencia y validez, se rigen por el derecho del lugar de la celebración,
aunque los contrayentes hayan dejado su domicilio para no sujetarse a las normas que
en él rigen.
No se reconoce ningún matrimonio celebrado en un país extranjero si media alguno de
los impedimentos previstos en los artículos 575, segundo párrafo y 403, incisos a), b),
c), d) y e).
El derecho del lugar de celebración rige la prueba de la existencia del matrimonio.
- Prohibición de imponer modalidades: Consentimiento puro y simple. Esta prohibición
queda claramente establecida en el art. 408: “El consentimiento matrimonial no puede
someterse a modalidad alguna. Cualquier plazo, condición o cargo se tiene por no
expresado, sin que ello afecte la validez del matrimonio”. Si bien es casi imposible que
el oficial publico permita que se exprese el consentimiento con plazo, condición o
cargo, si esto llegara a suceder, la ley establece que las modalidades e consideraran
como no escritas y el matrimonio será válido.
Vicios: Art. 409: Son vicios del consentimiento:
a) la violencia, el dolo y el error acerca de la persona del otro contrayente;
b) el error acerca de las cualidades personales del otro contrayente, si se prueba que
quien lo sufrió no habría consentido el matrimonio si hubiese conocido ese estado de
cosas y apreciado razonablemente la unión que contraía.
El juez debe valorar la esencialidad del error considerando las circunstancias
personales de quien lo alega.
Violencia: Art. 276.- Fuerza e intimidación. La fuerza irresistible y las amenazas que
generan el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar o
evitar en la persona o bienes de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto. La
relevancia de las amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación del
amenazado y las demás circunstancias del caso.
El consentimiento del contrayente estará viciado si este lo hubiera otorgado bajo
violencia. La violencia puede ser física o moral.
No hay violencia por:
- Estado de necesidad: ej. mujer que contrae matrimonio para entrar al país, o para
que su familia no pase hambre.
- Temor reverencial: ej. mujer que contrae matrimonio para satisfacer el deseo de sus
padres.
Dolo: Art. 271. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo
verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la celebración
del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando el
acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación. Art. 272.- Dolo esencial. El
dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es determinante de la voluntad,
causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas partes. El dolo es el conjunto
de maniobras engañosas empleadas por una de las partes (o un tercero) para viciar la
voluntad de la otra en la celebración del matrimonio.
El consentimiento puede viciarse tanto por acción dolosa como por omisión dolosa.
Para que el consentimiento este viciado, el dolo deber ser:
• Grave: que la víctima haya sido engañada a pesar de haber actuado prudentemente.
• Determinante: que el engaño haya sido determinante para que la víctima celebre el
matrimonio. Es decir, que, de no haberse producido tal maniobra engañosa, la víctima
no hubiera otorgado su consentimiento.
• No ser recíproco: que no haya habido dolo de ambas partes.
• Causar un daño.
Supuestos de dolo:
a. Ocultación sobre cualidades físicas:
- Defectos físicos en general: en principio, los defectos físicos no vician el
consentimiento. Pero si el defecto hace repugnante la vida en común y de haberlo
sabido la otra parte no hubiera celebrado el matrimonio, en ese caso el
consentimiento se considera viciado.
- Impotencia: vicia el consentimiento sólo cuando impide absolutamente las relaciones
sexuales. La ocultación de la esterilidad no vicia el consentimiento (derogado).
- Enfermedad contagiosa o hereditaria: cuando ponga en peligro al otro cónyuge o
comprometa la descendencia (ej. ocultación de sida).
- Ocultación de embarazo: vicia el consentimiento la ocultación de un embarazo por un
tercero anterior al matrimonio.
b. Ocultación sobre cualidades morales:
- Condena penal por delito grave.
- Ejercicio de la prostitución.
- Existencia de hijos extramatrimoniales.
c. Ocultación sobre intenciones posteriores al matrimonio:
- Promesa incumplida de contraer matrimonio religioso: cuando el contrayente no
hubiera otorgado su consentimiento sin la consagración religiosa.
Error: El consentimiento del contrayente estará viciado si este lo hubiera otorgado
teniendo en cuenta un conocimiento inexacto no provocado por otra persona (si
hubiese sido provocado por otra persona estaríamos ante un supuesto de dolo).
El error puede referirse:
•A la persona del otro contrayente: es decir, que se quiso celebrar el matrimonio con
un individuo y resultó que se casó con otro.
•A las cualidades personales del otro contrayente.
El juez, para determinar la existencia del error y su consiguiente esencialidad, debe
tomar en cuenta las condiciones personales y circunstancias de quien lo alega.
Vicios NO admitidos por la legislación argentina:
a. Reserva mental: cuando uno de los contrayentes, a pesar de manifestar
formalmente su voluntad de contraer matrimonio, en su fuero íntimo no lo deseaba.
b. Falta de seriedad: ej. que el consentimiento se haya otorgado en broma; apuesta,
juego, representación teatral.
c. Simulación.