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Profesor:
Mgt. Alex córdoba
Estudiante:
Aldayr Ortega
8-920-1113
Materia:
Derecho penal I
Grupo:
PANDER #11
INVESTIGACIÓN
Si comparamos este primer código penal con la legislación española, este primer
código penal se distingue por su claro corte humanitario, especialmente en relación
con la implementación del principio de igualdad en el tratamiento de los sujetos
penales; no obstante, este código mantuvo la pena capital y la de la vergüenza
pública. El código penal de Nueva Granada fue objeto de diferentes modificaciones,
entre ellas la de 1851, mediante la cual se introduce el juicio por jurados en los
procesos por delitos comunes y deroga la pena de vergüenza publica, manteniendo
la pena de muerte.
Este código se inspiró en la constitución de rio negro de 1863, de corte liberal y por
ello, el nuevo ordenamiento jurídico penal incorporo la inviolabilidad de la vida
humana y erigió en bienes jurídicos tutelados las libertades de imprenta, religión,
profesión, entre otras.
En 1888, el jurista panameño Demetrio Porras, quien formaba parte del consejo de
Estado de Colombia, elaboro un proyecto de código penal, que solo comprendió la
parte general y que recogía en forma científica las tendencias contemporáneas del
positivismo. Tal proyecto no tuvo el respaldo del consejo de Estado, siendo objeto
de varias críticas, razón por la cual, se le encomendó al Dr. Juan Pablo Restrepo la
elaboración del nuevo código penal, el cual, según la opinión de varios penalistas
colombianos, constituyó un notable retroceso en la ciencia penal colombiana por
cuanto se limitó a retrotraer los textos de códigos penales anteriores reimplantando
la pena de muerte, que formaba parte del catálogo de penas del código de 1837.
El código de 1890 tiene especial importancia para nuestro país porque el mismo, tal
como se anotó antes, siguió rigiendo en materia penal, con posterioridad a la fecha
de nuestra separación de Colombia, extendiéndose su vigencia hasta 1916.
Libro II: se ocupaba de los delitos que afectan a la nación o a la sociedad o que
fuesen cometidos por empleados públicos.
Libro III: trataba de los delitos contra los particulares y sus penas. Contenía muchas
imprecisiones jurídicas, debido al casuismo excesivo en que incurrió. Tales
deficiencias se pueden apreciar al manejar los conceptos de autoría y participación.
Proceso codificador en la era republicana.
Tres años después, mediante el decreto No. 136 del 12 de noviembre de 1907, se
otorga un plazo final para la entrega de los códigos al órgano ejecutivo, lo que
tampoco dio resultados, por lo que el 26 de septiembre de 1913 se dictó el decreto
No.127, donde se creó una comisión codificadora, conformada por destacados
juristas del país, como Julio J. Fábrega, Ricardo J. Alfaro, Juan Henríquez, Luis
Anderson, Óscar Terán y Gregorio Miró como secretario de la comisión codificadora.
Ángel Ugarte, Magistrado de la corte suprema de honduras, había sido contratado
para que asesorara la comisión y elaborara la ley de bases de los diferentes
códigos.
El código penal expidió la ley 49 de 29 de diciembre de 1914 que señalaba cuatro
principios fundamentales que debían servir de directrices a la nueva legislación,
cuyo tenor era:
Código de 1916
Su vigencia fue corta, ya que el 16 de enero de 1923 entro a regir el código penal
de 1922, ya que a raíz de su promulgación se detectó un malestar social matizado
de críticas adversas que obligaron al órgano ejecutivo a dictar el decreto 25 de 7 de
marzo de 1918, en virtud de los cual se nombró una comisión revisora de toda la
codificación nacional, integrada por varios abogados de la localidad, entre ellos, los
doctores Ricardo j, Alfaro, francisco Filós, julio Fábrega y Héctor Valdez, quienes
debían llevar a cabo un estudio comparativo de los distintos códigos y elaborar los
proyectos de leyes que fueren necesarios para aclarar dudas, llenar lagunas
legales, eliminar contradicciones y modificar todas aquellas disposiciones que
adolecieren de defectos.
Código de 1922
Código de 1982
A los comisionados se les otorgó diez meses para concluir su labor, en este lapso
el Dr. Royo, entregó a las autoridades correspondientes el producto de su trabajo,
que fue un código penal compuesto de 476 artículos distribuidos en dos libros, el
cual fue sometido a consulta popular por la corte suprema de justicia cuatro años
después y a una nueva consulta por la comisión de legislación, en febrero de 1975.
El único de los codificadores que se ajustó al termino concedido fue Arístides Royo
y los responsables del proyecto del código Judicial requirieron más tiempo, quienes
al cabo de cinco años presentaron un anteproyecto que fue objeto de varias
revisiones y consultas y finalmente debatido en la asamblea en 1984, cabe resaltar
el hecho curioso de que el código judicial, durante su vacatio legis, antes de entrar
en vigencia, fue modificado y adicionado por la ley 18 de 8 de agosto de 1986.
El anteproyecto de código penal elaborado por Arístides Royo recibió poca difusión
durante los años de 1970 a 1973, salvo algunos comentarios aislados y muy
generales hechos por Jaime De león, quien fungía como magistrado de la corte
suprema de justicia y por Abelardo Herrera, en ese entonces magistrado del
segundo tribunal superior de justicia.
María La Antigua. Este trabajo no era remunerado, fue voluntario y se extendió por
El código de 1982 entro en vigencia seis meses después, esto es, el 23 de marzo
de 1983 y es el texto jurídico que rige en la actualidad.
A partir de la vigencia del Código Penal de 1982, se han expedido Veinticuatro (24)
leyes reformatorias o adicionales de algunos tipos penales. Los primeros artículos
que fueron objeto de reforma, casi a raíz de la aprobación del nuevo ordenamiento
jurídico penal, fueron los referentes a los delitos contra el Honor y contra la Salud
pública. En la década de los noventa se crearon nuevos tipos penales y se
modificaron los delitos patrimoniales y contra la salud. A partir del 2000, las reformas
y adiciones se han concentrado en algunos delitos contra el patrimonio, la fe pública,
el orden jurídico familiar y la Economía Nacional. La mayoría de estas nuevas leyes
responden a compromisos internacionales dimanantes de la necesidad de tutela
jurídica frente a la delincuencia organizada internacional, especialmente sobre
blanqueo de capitales, fraudes financieros, corrupción de servidores públicos,
piratería contra derecho de autor, terrorismo, destrucción y contaminación del
ambiente. Las leyes contentivas de esas reformas, debidamente publicadas en la
Gaceta Oficial, son las siguientes.
20. Ley 38 de 10 de julio de 2001. (G.O. N° 24,350 del 23 de julio de 2001). Esta ley
modificó la denominación del Capítulo V del Título V, sobre los delitos de violencia
intrafamiliar, ahora delitos sobre violencia doméstica y maltrato al niño, niña y
adolescente y, la del Capítulo I del Título VI, adicionando la denominación de acoso
sexual. Se adicionó el literal c al numeral 2 del artículo 46 del Código Penal,
añadiendo la pena accesoria del servicio comunitario supervisado. Modificó los
artículos 215-A, 215- B, 215-C y 215-D y añadió el artículo 215-E sobre las delitos
de violencia doméstica. Adicionó el artículo 220-A sobre acoso sexual y modificó el
artículo 224 sobre rapto. Se sustituyó la expresión el que por el pronombre quien en
los artículos 206,209, 210, 211, 213, 215, 216, 219, 220, 221, 222, 226, 228, 230 y
231 del Código Penal sobre los delitos contra el Orden Jurídico Familiar y el Estado
Civil y los delitos contra el Pudor y la Libertad Sexual.
21. Ley 39 de 19 de julio de 2001. (G.O. N° 24,350 de 23 de julio de 2001). Esta
ley adicionó un inciso al artículo 93, así como los artículos 93-A, 171- A, 335-A y
335-B en materia de prescripción de la acción penal, inviolabilidad del secreto y
corrupción de funcionarios públicos. También se modificaron los artículos: 322, 323,
324, 325, 326, 327, 328, 329, 330, 331, 332, 333, 334, 335, 349, 350 y 367 del
Código Penal en materia de peculado, concusión, exacción, corrupción de
funcionarios públicos, fraude en subastas y licitaciones y evasión.
24. Ley 45 de 4 de junio de 2003. (G.O. N° 24,818 de 9 de junio de 2003). Esta ley
adicionó el Capítulo VII de los delitos financieros al Título XII del Libro II del Código
Penal, que comprende los artículos: 393-A, 393-B, 393-C, 393-D, 393-E, 393-F y
393-G. También modificó el artículo 388 del Código Penal referente a la quiebra e
insolvencia. En distintas fases de elaboración Legislativa se encuentran varios
proyectos aún no publicados, como el que versa sobre terrorismo, delitos
ambientales y otros que no han pasado del primer debate en la Asamblea
Legislativa. E. Nuevas Comisiones Codificadoras La Ley N° 21 de 10 de diciembre
de 1993, publicada en la Gaceta Oficial N° 2,2432 de 14 de diciembre de 1993, creó
dos Comisiones Codificadoras, una para la elaboración de un nuevo Código Penal
y la otra para redactar un Código de Procedimiento Penal. Los artículos 2 y 3
establecen los principios o bases filosóficas que deben considerarse en su
elaboración y que son del tenor siguiente: “Artículo 2. En la elaboración de los
anteproyectos de ley, cada Comisión Codificadora examinará la orientación
filosófica de la doctrina penal más moderna y de la jurisprudencia nacional,
adecuándose a sus principios, y consultará al Órgano Judicial, al Ministerio Público,
al Colegio Nacional de Abogados, a los Clubes Cívicos, a las Facultades de Derecho
de las Universidades en Panamá, a especialistas en materia penal y demás
autoridades o grupos involucrados en la administración de la justicia penal”. Artículo
3. Las Comisiones Codificadoras, para la elaboración de cada anteproyecto de ley,
considerarán principios básicos como:
7. La tipificación de los delitos contra los derechos humanos en armonía con los
tratados internacionales.
10. La tutela penal de la Seguridad Social, erigida como bien jurídico entre los
delitos contra la Administración pública
Título VI. De los delitos contra el Orden Jurídico familiar y el estado civil
Título VII. De la Violencia Familiar y el maltrato a menores
Entre los delitos contra la Seguridad colectiva se adicionan cuatro capítulos, uno
sobre terrorismo, otro sobre lavado de dinero, el tercero sobre delitos contra el
Medio ambiente y el otro sobre la posesión y tráfico de armas. En el Título XII del
Anteproyecto, dedicado a los delitos contra la Administración Pública, se les dedica
en capítulo aparte, la regulación del enriquecimiento ilícito y el tráfico de influencias.
Valga anotar que este Código Revisado no ha sido presentado ni al Consejo de
Gabinete y menos aún a la Asamblea Legislativa. Por el contrario, de 1998 a la
fecha, se han presentado muchos proyectos reformatorios del actual Código Penal,
la mayoría de ellos, por iniciativa de la Procuraduría General de la Nación. Algunos
de esos Proyectos ya son ley de la República y aparecen en el listado que se anotó
en el epígrafe anterior. Como innovaciones de este proyecto, se pueden citar: a) La
inclusión del capítulo único del primer título que se ocupa de las garantías penales
b) El Título sobre las penas: está mejor concebido al desglosar en capítulos las
clases de penas: las penas principales, las sustitutivas, las accesorias, el concurso
de delitos, la aplicación e individualización de las penas, la reincidencia, el
aplazamiento de la ejecución de la pena, la suspensión provisional de la ejecución
de las penas, las causas de extinción de la acción y de las penas c) El tramo penal
en los homicidios agravados es de 8 a 25 años. d) Se incluyeron dos capítulos al
Título I referentes a las lesiones al feto y a la reproducción y a la manipulación
genética e) Se eliminan los delitos contra las libertades políticas, por estar mejor
reguladas en el Código electoral y, de esta manera, se evita la duplicación de tipos
penales en distintas jurisdicciones. f) Se crea el Título V sobre delitos
socioeconómicos, que recoge las figuras delictivas del actual Título XII sobre la
economía Nacional y le agregan los delitos contra la propiedad intelectual, la
propiedad industrial, contra el consumidor, contra los derechos laborales. F. Los
procesos de Codificación Penal al momento actual Desde la década de los sesenta
del S.XX, en América Latina, han surgido corrientes doctrinales de unificación de la
Legislación penal con el fin de elaborar un Código Penal modelo para los países de
América Latina que tienen como denominadores comunes su territorio, su idioma,
su pasado histórico, su cultura, sus creencias religiosas y políticas y muchas de sus
instituciones jurídicas. El Instituto de Ciencias Penales de Chile logró convocar a los
más destacados penalistas de América y después de varios encuentros regionales
lograron elaborar el primer Libro del Código Penal Tipo para Latinoamérica, que
sirvió de orientación a varios países, entre ellos, El Salvador, Costa Rica, Ecuador
y Colombia. Desde el año 1995, por iniciativa del Dr. Antonio José Cansino Moreno,
distinguido penalista colombiano, con el apoyo del Instituto Iberoamericano de
Derecho Penal Comparado con sede en Canarias, España, se retomó el proyecto
de unificación legislativa penal anterior bajo estos principios: 1. Adoptar como
referencia institucional el conjunto de valores propios de un Estado democrático de
Derecho. 2. Acoger un Derecho Penal de acción 3. Partir de la idea de un Derecho
Penal de culpabilidad. Por acuerdo unánime de los delegados de Argentina,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay,
Perú, El Salvador, Nicaragua y Uruguay, se decidió desarrollar tres temas
generales, de los cuales se han ocupado las distintas reuniones celebradas hasta
la fecha en Bogotá, Canarias, Panamá, Costa Rica y México, Estos temas son:
a) La Ley Penal
b) El hecho punible