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Recibimos impresiones y emociones estéticas a través de nuestros sentidos como la vista y el oído, que nos permiten percibir formas, colores, sonidos y texturas. Nuestras experiencias previas, conocimientos y emociones personales también influyen en cómo interpretamos y respondemos a estas percepciones. El gusto humano se desarrolla a partir de impresiones y experiencias, convirtiéndose en un criterio para juzgar futuras impresiones.
Recibimos impresiones y emociones estéticas a través de nuestros sentidos como la vista y el oído, que nos permiten percibir formas, colores, sonidos y texturas. Nuestras experiencias previas, conocimientos y emociones personales también influyen en cómo interpretamos y respondemos a estas percepciones. El gusto humano se desarrolla a partir de impresiones y experiencias, convirtiéndose en un criterio para juzgar futuras impresiones.
Recibimos impresiones y emociones estéticas a través de nuestros sentidos como la vista y el oído, que nos permiten percibir formas, colores, sonidos y texturas. Nuestras experiencias previas, conocimientos y emociones personales también influyen en cómo interpretamos y respondemos a estas percepciones. El gusto humano se desarrolla a partir de impresiones y experiencias, convirtiéndose en un criterio para juzgar futuras impresiones.
Recibimos impresiones y emociones estéticas y artísticas a través de tus sentidos, como la vista y el oído, que te permiten percibir formas, colores, sonidos y texturas. También influyen tus experiencias previas, conocimientos y emociones personales, que moldean cómo interpretas y respondes a lo que percibes. El gusto humano se desarrolla a partir de impresiones y experiencias, convirtiéndose en un criterio para juzgar futuras impresiones. Relacionado con la belleza, plantea cuestionamientos filosóficos sobre normas universales y su origen. En la estética empirista, el gusto es la percepción de la belleza basada en los sentidos. David Hume sugiere principios compartidos de aprobación y censura en el gusto, pero la diferencia de criterios se presenta al discernir entre formaciones culturales superiores. El cambio en el gusto es evidente, como con las máscaras africanas en el arte europeo, y se cuestionan las razones detrás de estos cambios. La sensibilidad, como capacidad receptiva, permite el acceso directo al mundo sensible a través de los sentidos, según Kant. Mientras la sensibilidad proporciona intuiciones inmediatas de objetos, el entendimiento emple categorías para abstraer y generalizar. Esta facultad es crucial para e conocimiento y apreciación del arte, permitiendo intuiciones sensibles a interactuar con objetos. La sensibilidad nos brinda la capacidad de capta propiedades sensibles de manera inmediata, como al contemplar un atardece o leer un poema. Aristóteles describe el intelecto en "Sobre el alma" como dos tipos: uno pasivo que recibe formas inteligibles de las cosas, y otro activo que convierte el conocimiento potencial en real. Este proceso es similar a la luz que convierte colores potenciales en actuales. El intelecto nos ayuda a crear ideas y conceptos a partir de la información sensible captada por los sentidos, basándose en la experiencia y la razón. La imaginación es crear nuevas representaciones de imágenes y es crucial para el conocimiento al permitir nuevas formas de presentación. Hume destaca cómo la imaginación puede separar y combinar ideas simples de manera flexible. Kant considera que la imaginación une la diversidad en la intuición, generando síntesis que permiten reconocer patrones en las apariciones. La síntesis en la imaginación facilita la aparición repetida de apariencias reconocibles