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Teorema del mono infinito

El teorema del mono infinito afirma que un mono pulsando teclas


al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi
seguramente podrá escribir finalmente cualquier texto dado. En el
mundo angloparlante se suele utilizar el Hamlet de Shakespeare
como ejemplo, mientras en el mundo hispanohablante se utiliza el
Quijote de Cervantes.1 ​

En este contexto, el término casi seguramente es un término De acuerdo con el segundo


matemático con un sentido preciso y el "mono" no es en realidad enunciado Borel-Cantelli, con
un mono, sino que se trata de una metáfora de la creación de una suficiente tiempo, un chimpancé
secuencia aleatoria de letras ad infinitum. escribiendo al azar podría escribir
una obra de Shakespeare (o
La idea original fue planteada por Émile Borel, en 1913, en su libro cualquier otro texto).
Mécanique Statistique et Irréversibilité. Borel dijo que si un millón
de monos mecanografiaran diez horas al día era extremadamente
improbable que pudiesen producir algo que fuese igual a lo contenido en los libros de las bibliotecas más
ricas del mundo y aun así, en comparación, sería aún más inverosímil que las leyes de la estadística fuesen
violadas, siquiera someramente. Para Borel, el propósito de la metáfora de los monos era ilustrar la
magnitud de un acontecimiento extraordinariamente improbable.

Después de 1970, la popular imagen de los monos se extendió hasta el infinito, convirtiéndose en que si un
infinito número de monos mecanografiaran por un intervalo infinito de tiempo producirían texto legible.
Insistir en ambos infinitos es, esperemos, excesivo. Un solo mono inmortal que ejecutase infinitamente
tecleos sobre una máquina de escribir podría escribir cualquier texto dado, además, el texto sería producido
un infinito número de veces.

Índice
Bosquejo intuitivo del teorema
Enunciado formal
Probabilidades
Mitos acerca del origen
Experimentos
Literatura y cultura popular
Véase también
Notas y referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Bosquejo intuitivo del teorema


El teorema del mono infinito es directamente demostrable, incluso sin necesidad de resultados más
avanzados. Si dos acontecimientos son estadísticamente independientes, queriendo decir esto que ninguno
de ellos afecta al resultado del otro, entonces, la probabilidad de que ambos sucedan es igual al producto de
las probabilidades individuales de que suceda cada uno. Por ejemplo, si las probabilidades de lluvia en
Sídney en un día en particular es 0,3 y la probabilidad de que ese mismo día haya un terremoto en San
Francisco es de un 0,8, entonces, la probabilidad de que ambos sucedan el mismo día es 0,3x0,8=0,24.

Ahora, suponiendo que un teclado tenga 50 teclas y la palabra a ser escrita es “banana”, mecanografiando
al azar, la probabilidad de que la primera letra escrita sea b es 1/50, de que la segunda sea a es 1/50, etc.
Dichos eventos son estadísticamente independientes, así que la probabilidad de que las seis primeras letras
escritas sean “banana” es 1/506.

Ahora, las probabilidades de no escribir “banana” en cada bloque de 6 letras es 1-1/506. Dado que cada
bloque debe ser considerado independientemente, la probabilidad X de no escribir “banana” en los n
primeros de 6 letras es X=(1-1/506)n. A medida que n aumenta, X se reduce. Para n=1.000.000,
X=99.99%, pero para un n igual a 10 000 millones, X=53% y para una n=100 000 millones es un 0,17%.
A medida que n se acerca a infinito, la probabilidad de X tiende a cero. Esto es, haciendo n lo
suficientemente grande, X puede ser tan pequeño como uno quiera. Si considerásemos las veces que se
escribiría “banana” entre bloques de 6 letras, X tendería a 0 incluso más rápidamente. El mismo argumento
se aplica si el mono estuviese escribiendo cualquier otra cadena de caracteres de cualquier tamaño.

Esta demostración muestra por qué infinitos monos podrían (con casi toda probabilidad) producir un texto
tan rápidamente como pudiese ser escrito por un mecanografiador humano copiándolo desde el original. En
este caso X=(1-1/506)n, donde X representa la probabilidad de que ninguno de los primeros n monos
escribiese banana a la primera. Cuando consideremos 100 000 millones de monos, la probabilidad cae al
0,17% y a medida que n aumenta, X (la probabilidad de que todos los monos fallen al escribir un texto
dado) tiende a 0.

Enunciado formal
A pesar de que el teorema del mono infinito es a menudo expresado de manera informal, un enunciado
formal del mismo esclarecería su significado exacto. Es más fácil de expresar en las cadenas de texto de la
ciencia de computadoras, que son secuencias finitas de caracteres de un determinado alfabeto. En este
estado, las dos sentencias superiores podrían ser expresadas formalmente como:

Dada una cadena infinita donde cada carácter es elegido de manera aleatoria, cualquier
cadena finita casi seguramente (probabilidad 1) ocurre como subcadena de la primera en
alguna posición (de hecho, en infinitas posiciones).

Dada una infinita secuencia de infinitas cadenas iguales a la primera, donde cada carácter
de cada cadena es elegido de forma aleatoria, cualquier cadena finita casi seguramente
ocurre como un prefijo de una de esas cadenas infinitas (de hecho, como prefijo de infinitas
de dichas cadenas en la secuencia).

Ambas sentencias se extraen sencillamente del segundo lema de Borel-Cantelli. Suponiendo que nuestro
texto deseado tiene una longitud n, para el segundo teorema, Ek es el suceso de que la k-ésima cadena
comience con el texto dado. Dado que esto tiene la probabilidad p no cero de ocurrir, la Ek es
independiente y la suma inferior diverge, la probabilidad de que infinitas Ek ocurran es 1. El primer
teorema es igual, salvo que dividimos la cadena aleatoria en bloques no sobrepuestos de n caracteres cada
uno y hacemos Ek el evento en que el bloque k-ésimo iguala la cadena deseada.
De hecho, incluso yendo a infinito puede ser excesivo. Si el alfabeto tiene un tamaño a, entonces puede ser
demostrado que la probabilidad de que una de las primeros an ocurra es al menos 1/2. Entonces, 20an
intentos podrían ser suficientes para escribir el texto dado con una probabilidad muy próxima a 1. El
problema incluso hace paralelismo bien: k monos pueden escribir el texto k veces más rápido. Para un n
pequeño no es demasiado malo. Por ejemplo, mil monos escribiendo letras al azar a un ritmo de 100
caracteres por minuto podrían probablemente escribir la palabra «banana» en unas seis semanas.

Este teorema es una instancia de la Ley Cero-Uno de Kolmogórov.

Probabilidades
Ignorando puntuación, espaciamiento y mayúsculas/minúsculas y asumiendo una distribución uniforme de
letras, un mono tiene una probabilidad entre 26 de escribir correctamente la primera letra de Hamlet. La
probabilidad de que escriba bien las dos primeras letras es 1 entre 676 (26 veces 26). Cuando 20 letras
hayan sido escritas, las probabilidades de que hayan sido las correctas se reducen a una entre
2620=19.928.148.895.209.409.152.340.197.376, aproximadamente la misma probabilidad de que a una
misma persona le toquen 4 loterías consecutivas. En caso del texto completo de Hamlet, la probabilidad es
tan abismalmente pequeña que difícilmente puede ser concebida en términos humanos. El texto de Hamlet,
eliminando cualquier puntuación, contiene unas 130.000 letras.

El mero hecho de que exista una oportunidad, sin embargo, es la clave del teorema de los infinitos monos,
dado que la ley Cero-Uno de Kolmogórov dice que dada una serie infinita de sucesos independientes debe
tener una probabilidad de 0 o 1. Dado que hemos demostrado arriba que la probabilidad no es 0, debe ser
entonces 1. Considerar que un acontecimiento tan improbable es seguro que acontezca ocurrido un tiempo
infinito puede darnos una idea de la enormidad del término infinito.

Gian-Carlo Rota escribió un libro de texto sobre la probabilidad (no terminado cuando murió):

“Si el mono pudiese pulsar una tecla cada nanosegundo, el tiempo esperado hasta que escribiese Hamlet es
tan grande que la edad estimada del universo es insignificante en comparación... Este no es un buen método
de escribir libros (No podemos resistir la tentación de citar a A. N. Whitehead, “No iré al infinito”).”

En The Nature of the Physical World: The Gifford Lectures (MacMillan, Nueva York, 1929, página 72), el
físico Arthur Eddington escribió:

“Si dejase mis dedos vagar ociosos sobre las teclas de una máquina de escribir podría pasar que surgiese
una oración inteligible. Si una legión de monos estuviesen escribiendo en máquinas de escribir, podrían
escribir todos los libros del Museo Británico. La probabilidad es decididamente más favorable que la
probabilidad de que las moléculas contenidas en un recipiente ocupasen sólo la mitad del mismo”.

En física, pues, la fuerza del argumento de los monos reside no en la probabilidad de que los monos
finalmente produzcan algo inteligible, sino en la realidad práctica de que no lo harán. Cualquier proceso
físico que es menos probable que el éxito de los monos es efectivamente imposible. Esta es la base de la
segunda ley de la termodinámica.

Mitos acerca del origen


A veces se ha afirmado, a pesar de que es prácticamente imposible, que el uso de Borel de los monos y las
máquinas de escribir en su teorema está inspirado en el argumento usado por Thomas Henry Huxley el 30
de junio de 1860. Huxley discutía con el obispo anglicano de Oxford, Samuel Wilberforce, en la reunión
del British Association for the Advancement of Science en Oxford, del cual Wilberforce era vicepresidente.
Wilberforce se hallaba irritado por la publicación de El origen de las especies de Charles Darwin unos
meses antes, en noviembre de 1859. No existe una transcripción del debate, ni tampoco archivos
contemporáneos a los mismos ni las notas de Huxley incluyen referencia alguna al teorema del mono
infinito. La asociación de dicho debate con el teorema de los infinitos monos es probablemente una leyenda
urbana, disparada por el hecho de que dicho debate incluyó ciertas referencias a los monos: El obispo
preguntó a Huxley si descendía de un mono por parte de madre o de padre y Huxley contestó que prefería
descender de un mono que de alguien que argumentaba tan descortésmente como el obispo. Es difícil
pensar que Huxley hiciese referencia a una máquina de escribir. A pesar de que las primeras patentes de las
mismas fueron concedidas en 1714, la producción comercial no comenzó hasta 1870 y un orador tan
habilidoso como Huxley rara vez hubiese depositado el peso de su argumentación en un invento que
hubiese sido desconocido casi para la mayoría de su audiencia.

Experimentos
Este es un experimento que claramente no puede ser llevado a la práctica, dado que requiere o bien un
tiempo infinito o bien recursos infinitos. A pesar de ello, ha inspirado esfuerzos en la creación aleatoria de
texto.

El sitio web The Monkey Shakespeare Simulator,2 ​ puesto en marcha el 1 de julio de 2003, contiene un
applet en Java que simula una gran población de monos escribiendo al azar, con la intención de ver cuanto
tiempo toma a los monos virtuales completar una obra de Shakespeare desde el principio al fin. El 3 de
enero de 2005 se encontraron 24 letras consecutivas que formaban un pequeño fragmento de Enrique VI,
parte 2:

Posteriormente, el mismo experimento, logró 30 letras de Julio César de Shakespeare:

Debido a limitaciones en la capacidad de procesamiento, el programa usa un modelo probabilístico


(mediante el uso de un generador de números aleatorios) en lugar de generar texto aleatorio y compararlo
con Shakespeare. Cuando el simulador detecta una similitud (esto es, cuando el generador de números
aleatorios genera un determinado valor dentro de un determinado rango), el simulador emula la
coincidencias generando el texto de la misma.

En 2003, científicos en Paignton Zoo y la Universidad de Plymouth, en Devon, Inglaterra, reportaron que
dejaron un teclado de computadora en la jaula de seis macacos durante un mes. No sólo los monos no
hicieron más que producir cinco páginas consistentes en una larga serie de la letra S, sino que comenzaron
a atacar el teclado con una piedra y siguieron orinando y defecando sobre él.3 ​

Literatura y cultura popular


Los viajes de Gulliver (1782) de Jonathan Swift anticipa la idea central del teorema, describiendo a un
profesor de la Gran Academy of Lagado que intenta crear una lista completa de todo el conocimiento
teniendo a sus estudiantes constantemente escribiendo líneas de letras al azar haciendo girar las manivelas
de un mecanismo (Parte tres, Capítulo cinco).

En un relato corto de Russell Maloney, "Inflexible Logic", aparecido en The New Yorker en 1940, el
protagonista siente que su posición económica le obligaba a ayudar a la ciencia, por lo que decidió probar
la teoría. Sus monos inmediatamente comenzaron a escribir, sin error, clásicos de ficción y de no ficción. El
millonario estaba asombrado de ver las impolutas versiones de los diarios de Samuel Pepys, del cual él sólo
poseía una copia de una edición bowdlerizada.

Un argumento similar se hallaba en el relato La biblioteca de Babel, de Jorge Luis Borges, describiendo
una biblioteca que contiene todos los libros posibles generados de la permutación de 25 signos en 410
páginas. Entre todos los volúmenes tiene que estar el definitivo, el que contenga la verdad sobre el
universo. Por eso los habitantes de la biblioteca consagran su vida a encontrar este libro total. Borges hace
referencia explícita a la idea de un mono infinito en su ensayo La biblioteca total,4 ​ que de alguna manera
es precursor de La biblioteca de Babel, trazando, además, el origen de la idea hasta un pasaje sobre la
cosmogonía de Leucipo en el primer libro de Metafísica de Aristóteles.

Michael Ende en su famoso libro La historia interminable plasma la misma idea en un país de Fantasía,
cuyo vigilante es un mono. Sus habitantes, llamados los Antiguos Emperadores, juegan "El juego de la
arbitrariedad", en el que lanzan una especie de dados de letras cuyos resultados van compilando. Cada
ciertos años surgen palabras, "si se sigue jugando cien años, mil años, cien mil años, con toda probabilidad
saldrá una vez, por casualidad, un poema. Y si se juega eternamente tendrán que surgir todos los poemas,
todas las historias posibles, y luego todas las historias de historias, incluida ésta en la que precisamente
estamos hablando".5 ​

La cultura popular también hace referencias a este teorema. En un episodio de Los Simpson, Last Exit to
Springfield, Montgomery Burns tiene una de las habitaciones de su mansión llena con mil monos con
máquinas de escribir, uno de los cuales es castigado por escribir mal una letra de Historia de dos ciudades
de Dickens. En Padre de familia aparecen un grupo de monos colaborando en una línea de Romeo y
Julieta de Shakespeare en una escena cortada. En la Guía del Autoestopista Galáctico, Ford Prefect y
Arthur Dent, bajo la influencia de la navegación de la improbabilidad infinita son asaltados por un infinito
número de monos que quieren su opinión sobre su texto de Hamlet. En las tiras cómicas de Dilbert,
Dogbert le dice a Dilbert que su informe le tomaría a tres monos diez minutos. El primer disco de la banda
de punk rock de Leeds The Mekons, "The Quality of Mercy is Not Strnen", editado originalmente por
Virgin Records en el Reino Unido en 1979 mostraba la foto de portada de un chimpancé escribiendo en
una máquina.6 ​

El teorema es también la base de la obra de teatro de un acto de David Ives, llamada "Words, words,
words", que aparece en su colección "Al in the Timing". En ella, tres monos, llamados John Milton,
Jonathan Swift y Franz Kafka son recluidos en una jaula hasta que escriban Hamlet. Hay un relato corto en
tono de humor de R. A. Lafferty llamado "Been a Long, Long Time" en el cual un ángel es castigado a
tener que repasar el texto hasta que en algún futuro distante (después de que un trillón de universos hayan
nacido y muerto) los monos produzcan una copia perfecta de una obra de Shakespeare.

En la obra de Tom Stoppard Rosencrantz & Guildenstern are Dead un personaje dice "Si un millón de
monos..." y luego no puede continuar, debido a que el personaje está en Hamlet. Luego, finaliza la frase de
manera diferente.

En el año 2000, el RFC del 1 de abril del comité de estándares de Internet de la IETF propuso una «Familia
de Protocolos de Infinitos Monos (IMPS)», un método para dirigir una granja de infinitos monos por
Internet.7 ​

En el número 25 del cómic Animal Man de Grant Morrison, titulado "el rompecabezas del mono", aparece
este animal en la portada escribiendo a máquina el guion del mismo. En el interior, este mismo mono no
sólo escribe obras de Shakespeare, además guioniza tebeos.

Robert Wilensky observó jocosamente en 1996: «Todos hemos oído decir que un millón de monos
aporreando un millón de máquinas de escribir eventualmente escribirían las obras completas de
Shakespeare. Hoy, gracias a Internet, sabemos que eso no es verdad».8 ​
El comediante Bob Newhart tiene desde los años 1960 un gag en el cual un técnico de laboratorio
supervisa un experimento con "un número infinito de monos" y descubre que uno de los monos ha escrito
"Ser o no ser; esa es la gezortenblatt." ('To be or not to be — that is thegrrdnm zsplkt.)9 10
​ 11
​ ​

Goats, un popular webcómic ilustrado por Jonathan Rosenberg, comenzó en agosto de 2005 una historia
llamada infinite typewriters («infinitos mecanógrafos») donde varios personajes se teletransportan
accidentalmente a una dimensión alternativa. Allí descubren que esa dimensión está poblada de monos con
máquinas de escribir, presumiblemente escribiendo los guiones para otras muchas dimensiones.12 ​

Véase también
La biblioteca de Babel (página de Internet)

Notas y referencias
1. Manuel García, 2015, p. 8.
2. Véase el sitio web “The Monkey Shakespeare Simulator” (https://web.archive.org/web/2004
0603094742/http://user.tninet.se/~ecf599g/aardasnails/java/Monkey/webpages/#results)
3. Véanse los resultados del experimento en el texto «Notes towards the complete works of
Shakespeare» (https://web.archive.org/web/20060623055049/http://www.vivaria.net/experim
ents/notes/publication/NOTES_EN.pdf) en la web vivaria.net (en formato PDF). (Enlace
consultado el 19 de agosto de 2008.)
4. Borges: La biblioteca total (https://web.archive.org/web/20110805045106/http://www.literatur
a.org/Borges/LaBibliotecaTotal.html)
5. La historia interminable, Michael Ende.
6. El título del disco es un verso de Shakespeare (the quality of mercy is not strain'd) «casi»
bien escrito. Véase aquí la portada y una explicación (en inglés) del título del álbum (http://w
ww.mekons.de/mercy.htm). (Enlace consultado el 18 de agosto de 2008.
7. S. Christey (1 de abril de 2000). «RFC 2795: The Infinite Monkey Protocol Suite (IMPS)» (htt
p://tools.ietf.org/html/2795). Consultado el 13 de junio de 2006.
8. Véase Parable of the Monkeys (en inglés) (http://www.angelfire.com/in/hypnosonic/Parable_
of_the_Monkeys.html) (enlace consultado el 18 de agosto de 2008).
9. "Hello? This is Bob" (https://archive.is/20121216132208/www.washingtonpost.com/ac2/wp-
dyn/A28521-2002Oct27?language=printer), Ken Ringle, Washington Post, 28 de octubre de
2002, page C01.
10. Flashback: Computer poetry from 1985 (http://aroundcny.com/technofile/texts/compupoet85.
html), Al Fasoldt, The Syracuse Newspapers, 1985.
11. La fecha de 1960 se da en Monkeying Around with Text (http://www.chass.utoronto.ca/epc/c
hwp/CHC2005/Butler/Butler.htm), Terry Butler, University of Alberta, Computing in the
Humanities Working Papers, enero de 2007.
12. Véase Infinite typewriters (https://web.archive.org/web/20070101152515/http://www.goats.co
m/archive/050718.html)

Bibliografía
Manuel García, Conrado Miguel (2015). «Momentos estelares de la probabilidad y la
estadística» (https://www.ucm.es/data/cont/docs/3-2015-09-28-Lecci%C3%B3n%20Inaugur
al%202015-2016%20(Conrado%20Manuel%20Garc%C3%ADa).pdf). Lecciones
inaugurales de la Universidad Complutense de Madrid. Consultado el 16 de septiembre de
2016.
Enlaces externos
Borges a pie de página (https://web.archive.org/web/20070515090659/http://sapiens.ya.co
m/borges-JL/). Esta página web consagrada al escritor argentino, parece ser el único lugar
en Internet donde puede verse en acción al "fantastic typing cybermonkey".

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