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Fecha: 29/08/2012
Materia: Civil
Recurrente(s): Mapfre BHD Compañía de Seguros, S.A., Seguros Palic, S. A.
Abogado(s): L.. L.A.A.
Recurrido(s): Julio Antonio Heredia Correa
Abogado(s): L.. E.F.S., José Augusto Sánchez Turbí
Intrviniente(s):
Abogado(s):
Dios, Patria y Libertad
República Dominicana
En Nombre de la República, la Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia,
actuando como Corte de Casación, dicta en audiencia pública la sentencia siguiente:
Sobre el recurso de casación interpuesto por Mapfre BHD Compañía de Seguros, S.A.,
continuadora jurídica de Mapfre Dominicana de Seguros, S.A. y la compañía de
Seguros Palic, S. A. con su domicilio social y establecimiento principal ubicado en la
avenida A.L. No. 952, esquina J.A.S., de esta ciudad, debidamente representada por su
Presidente Ejecutivo, R.F.M., español, mayor de edad, casado, portador de la cédula de
identidad y electoral núm. 001-183240-3, domiciliado y residente en esta ciudad,
contra la sentencia civil núm. 803-2008, de fecha 26 de diciembre de 2008, dictada por
la Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Distrito
Nacional, cuyo dispositivo se copia más adelante;
Oído al alguacil de turno en la lectura del rol;
Oído en la lectura de sus conclusiones a la Licda. L.A., abogada de las partes
recurrentes;
Oído en la lectura de sus conclusiones al Lic. J.S., abogado de la parte recurrida;
Oído el dictamen de la Magistrada Procurador General Adjunta de la República, el cual
termina así: "Único: Que en el caso de la especie, tal y como señala el Segundo Párrafo
del Artículo 11 de la Ley No. 3726, de fecha 29 del mes de diciembre del año 1953,
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mediante acto No. 904/2008, de fecha veintidós (22) del mes de julio del año 2008,
instrumentado por el ministerial J.A.Q., Alguacil ordinario de la Quinta Sala de la
Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, contra
de la sentencia No. 0525, relativa al expediente No. 036-07-00779, dictada en fecha
veinte (20) del mes de junio del año 2008, por la Tercera Sala de la Cámara Civil y
Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, cuyo dispositivo se
encuentra trascrito en otra parte de la presente sentencia; SEGUNDO: ACOGE en
cuanto al fondo el recurso de apelación, REVOCA la sentencia recurrida, AVOCA el
conocimiento del fondo de la demanda ACOGE parcialmente la indicada demanda en
Ejecución de Contrato y Reparación de Daños y Perjuicios, interpuesta por el señor
JULIO A.H.C., contra de SEGUROS PALIC Y/O MAPFRE BHD SEGUROS, y en
CONSECUENCIA ORDENA a la compañía SEGUROS PALIC Y/O MAPFRE BHD SEGUROS,
la ejecución del contrato de póliza No. 01-051-22847, mas el pago de un 12% anual de
la suma que indique la misma, como justa reparación de los daños y perjuicios
causados, a partir de la demanda en justicia hasta la ejecución de la presente
sentencia; TERCERO: CONDENA a la parte demandada, compañía SEGUROS PALIC Y/O
MAPFRE BHD SEGUROS, al pago de las costas causadas, ordenando su distracción en
provecho de los LICDOS. E.F.S. y JOSÉ AUGUSTO SÁNCHEZ TURBI, abogados de la parte
gananciosa que afirman haberlas avanzado en su totalidad";
Considerando, que las recurrentes plantean, como fundamento de su recurso, los
siguientes medios de casación: "Primer Medio: Desconocimiento de los efectos del
medio de inadmisión; E. interpretación y mala aplicación de los artículos 105 y 106 de
la Ley 146-02 de Seguros y Fianzas; Segundo Medio: Violación y mala aplicación de la
norma los jueces son guardianes de la vigencia de la Constitución de la República y de
los derechos individuales y sociales que consagra"; Tercer Medio: Errada
interpretación y mala aplicación de los artículos 104 y 42 de la Ley 146-02 de Seguros y
Fianzas; Cuarto Medio: Violación al artículo 91 de la Ley 183-02, Código Monetario y
Financiero, errada interpretación y mala aplicación del artículo 1153 del Código Civil;
Quinto Medio: Violación al artículo 141 del Código de Procedimiento Civil, mala
motivación; Sexto Medio: Falsa aplicación de las normas que rigen la responsabilidad
contractual; violación al artículo 141 del Código de Procedimiento Civil, mala
motivación; Séptimo Medio: Ausencia de sana administración de justicia; Falta de
equidad y de imparcialidad (sic)";
Considerando, que resulta útil señalar, para una mejor comprensión del caso que nos
ocupa, que el examen de la sentencia impugnada pone de manifiesto, que en virtud de
la documentación aportada, los jueces que integraron la corte a-qua comprobaron
que: 1) entre el señor J.A.H.C. y la Compañía de Seguros Palic, S.A., fue suscrito un
contrato sobre seguro de vehículo cuya póliza es la No. 01-0051-0000022847, del
vehículo Honda Accord, año 2003, placa No. A437683, chasis 1HGCM56623AO77818;
2) que en fecha 25 de enero de 2007, ocurrió un accidente de tránsito en el Distrito
Nacional, entre el vehículo antes indicado, propiedad del señor J.A.H., y el camión
Daihatsu del año 1998, placa No. L101424, propiedad de Pasteurizadora Rica, C. por A.,
según acta policial núm. 218, de fecha 25 de enero de 2007; 3) que mediante acto
núm. 650/2007, de fecha 23 de julio de 2007, instrumentado por el ministerial J.A.Q.,
el señor J.A.H.C. interpuso una demanda en ejecución de contrato de seguro y
reclamación de daños y perjuicios contra la entidad Seguros Palic y/o Mapfre BHD
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Seguros; 4) que la Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Nacional fue apoderada de la referida demanda, la cual declaró
inadmisible por no haber sido agotado el procedimiento previo a cualquier acción
judicial prescrito por la Ley 146-02;
Considerando, que dicho esto, es conveniente señalar en el desarrollo de su primer,
segundo y séptimo medios de casación, los cuales se reúnen para su estudio, dada su
vinculación, las recurrentes alegan, en síntesis, que: " El argumento esgrimido por los
magistrados no está acorde con el criterio constitucional que existe sobre el tema en
distintas partes del mundo, en donde los jueces con un criterio diferente al de ellos,
lejos de entender el arbitraje como un obstáculo al acceso a la justicia, lo promueven y
lo defienden por considerar que se acerca más al ideal de justicia, pues coloca a las
partes en un estado de igualdad poco común, amén de que lo consideran un medio
jurídico de rango constitucional para terminar los conflictos de naturaleza patrimonial,
cuyas decisiones finales tienen la fuerza de una sentencia dictada en un proceso
jurisdiccional; Los magistrados de la corte a-qua con su decisión se convierten en un
obstáculo para que la República Dominicana pueda aplicar con éxito múltiples leyes y
tratados que contemplan procedimientos de arbitrajes, tales como la Convención
Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional, las disposiciones de la
Organización Mundial sobre Propiedad Intelectual (OMPI), entre otras, y desconocen
de paso la Resolución No. 402-06, del 9 de marzo de 2006, de esa propia Suprema
Corte de Justicia que declaró como política pública del Poder Judicial la
implementación y promoción de los mecanismos alternos de conflicto en los tribunales
del territorio nacional ; Debemos llamar la atención de que la conclusión a la cual
llegaron los magistrados de la corte a-qua resulta de una interpretación de dichos
textos conforme a la Constitución, pero ellos al hacer el análisis de constitucionalidad
omitieron decir si los artículos en cuestión eran o no conformes con la Constitución de
la República, que bien se esperaba leer en el dispositivo de su sentencia (hubiese sido
lo correcto) o bien se hubiese leído en su motivación cuidando un poco mas las
formalidades establecidas por ellos mismos y sus pares; en una forma extraña de
aplicar el método difuso de control constitucional, los magistrados de la corte a-qua se
atribuyeron la facultad de interpretar los artículos 105 y 106 de la Ley 146-02 de
Seguros y Fianzas de conformidad con la Constitución de la República, cambiándoles su
sentido (desnaturalizar) convirtiéndolos de obligatorios y de medio de inadmisión en
facultativos u opcionales como hemos visto;" (sic);
Considerando, que para justificar su decisión de revocar la sentencia de primer grado,
y en consecuencia rechazar el medio de inadmisión de la demanda original, la Corte a-
qua sostuvo: "que de aplicarse de manera obligatoria el agotamiento del
procedimiento de arbitraje antes de acudir ante los tribunales, tal y como se consagra
en los artículos 105 y 106 de la referida ley, dicha exigencia se convertiría en un
obstáculo al derecho de acceso a la justicia, razón por la cual procede que esta Sala
haga una interpretación de dichos textos conforme a la Constitución, y en lugar de
considerar obligatorio un requisito procesal consagrado en los mismos, lo considere
facultativo u opcional, lo cual supone dejar a las partes en la libertad de agotarlo o no
agotarlo, por lo que procede rechazar los alegatos de la recurrida, en ese sentido y en
consecuencia revocar la sentencia recurrida " (sic);
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Considerando, que previo al análisis del criterio anterior, expuesto por la Corte-aqua,
resulta oportuno ponderar del contenido de los artículos de la Ley núm. 146-02, de
fecha 9 de septiembre de 2002, sobre Seguros y Fianzas de la República Dominicana,
que establecen las fases preliminares al apoderamiento de los tribunales del orden
judicial cuando surjan controversias en relación a una póliza de seguros entre el
asegurado y la compañía de seguros de que se trate; que en ese sentido, el artículo
105 consagra: "La evaluación previa de las pérdidas y daños y la solución de cualquiera
otra diferencia relativa a la póliza por medio de un arbitraje es indispensable, en caso
de desacuerdo entre el asegurado y la compañía y mientras no haya tenido lugar, el
asegurado no puede incoar ninguna acción judicial contra la compañía aseguradora,
como consecuencia de la expedición de la póliza"; que, en adición, el artículo 106 de la
citada ley, establece en su párrafo tercero que: "En el caso de que una de las dos
partes se negare a designar o dejare de nombrar su árbitro, en el plazo de un (1) mes
antes indicado, la otra parte tendrá el derecho de solicitar a la Superintendencia su
actuación como amigable componedor"; que, finalmente, cabe hacer mención del
artículo 109 que dispone: "El acta de no conciliación emitida por la Superintendencia o
el laudo arbitral es un requisito previo al conocimiento de la demanda que pudiere
intentar cualquiera de las partes ante el tribunal correspondiente";
Considerando, que si bien es cierto que el objetivo de toda fase conciliatoria, como
una vía alterna de solución de conflictos, es que las partes logren un acuerdo sin
necesidad de intervención judicial, y a través de procesos pacíficos y expeditos, no
menos cierto es que, las fases conciliatorias deben surgir de la voluntad de las partes
en conflicto, en procura de obtener de este proceso conciliatorio una solución al
mismo, no pudiendo constituir esta opción un obstáculo al derecho que les asiste a las
partes de someter el caso a la justicia, es decir, que el agotamiento de esta vía reviste
un carácter puramente facultativo, y el ejercicio de esta facultad dependerá de la
eficacia que represente el proceso conciliatorio, el cual, en caso de desvirtuarse y
provocar dilaciones innecesarias, perdería su naturaleza y constituiría un obstáculo
para el libre acceso a la justicia. Que muchas veces, la parte colocada en una posición
dominante, utiliza esta fase con fines retardatorios y de cansar a la otra parte para que
no persiga la litis, violentando el principio de economía procesal y obstaculizando el
derecho a una tutela judicial efectiva;
Considerando, que la Constitución Dominicana, garantiza el respeto de los derechos
fundamentales, y establece mecanismos para la tutela de estos derechos; que a juicio
de esta Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia, establecer con carácter
obligatorio el agotamiento de los preliminares establecidos en la Ley de Seguros y
Fianzas, en la forma en que lo disponen los artículos 105, 106 y 109 de la referida ley,
en el sentido de que la presentación del acta de no conciliación emitida por la
Superintendencia o el laudo arbitral, sea una condición indispensable para accionar en
justicia, aún en el contrato de seguros exista una cláusula que lo disponga, constituiría
una limitación al libre acceso a la justicia y violentaría el principio de la igualdad de
todos ante la ley, ambos derechos fundamentales consagrados por nuestra
constitución, y por las convenciones internacionales sobre derechos humanos de las
cuales la República Dominicana es signataria, razones por las cuales, la corte a-qua hizo
bien en rechazar el medio de inadmisión, y avocarse a conocer del fondo de la
demanda en ejecución de póliza de seguros;
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Considerando, que respecto a lo alegado por las recurrentes, sobre el control difuso de
la constitucionalidad conlleva que en el dispositivo del fallo se declaren contrarios a la
constitución los artículos que se consideren afectados de la referida
inconstitucionalidad, es preciso destacar, que no se trata de una excepción de
inconstitucionalidad propiamente dicha la promovida por una de las partes en el
proceso, sino de un argumento en el cual la corte a-qua se sostiene para emitir su fallo
de revocar el fin de inadmisión declarado por el juez de primer grado, por lo que
carecen de fundamento los argumentos de la recurrente en relación a los medios que
se evalúan, los cuales en consecuencia se rechazan;
Considerando, que en apoyo de los medios de casación tercero, quinto y sexto, los
cuales se ponderan de manera conjuntan dada su vinculación, las recurrentes arguyen
en síntesis: "En el caso que nos ocupa, estando la corte a-qua apoderada de un recurso
de apelación que se origina por una demanda en incumplimiento contractual hecha
por el asegurado contra el asegurador lo que se espera es que el recurrido aporte el
contrato emitido a su nombre, cumpliendo así la obligación que la ley pone a su cargo,
so pena de que su demanda sea declarada inadmisible; cuando la Ley 146-02 de
Seguros y Fianzas habla de "probar la existencia y vigencia de la cobertura afectada de
la póliza" se refiere específicamente a la prueba del contrato de seguro que se hace
mediante la póliza según lo consagra su artículo 42 que dice: "La póliza de seguros está
constituida por el acuerdo de seguros, condiciones generales y exclusiones, así como
por las declaraciones y endosos que se anexan a la misma. Estos documentos
conforman un contrato único"; Contrario a todo lo anterior, (mandato de la ley)
aceptando tácitamente que el recurrido no aportó el contrato cuya ejecución
reclaman, los magistrados de la corte a-qua coligen, (deducen, imaginan, suponen) que
sí existe un contrato de póliza; La condenación contra Seguros Palic y/o Mapfre BHD
Seguros tiene su origen, obviamente, en las conclusiones del recurrido que se leen en
el expediente y que son citadas por los magistrados de la corte a-qua que al condenar
a Seguros Palic y/o Mapfre BHD Seguros generan dos tipos de obligaciones que
impiden su ejecución: Por un lado, al condenar a S.P. genera una obligación a una
sociedad inexistente imposibilitando así su ejecución; por otro lado, al condenar a
Mapfre BHD Seguros genera una obligación para una sociedad que no fue parte en el
contrato cuya ejecución se ordena; La corte a-qua al condenar a Seguros Palic y/o
Mapfre BHD Seguros a cumplir con la "ejecución del contrato de póliza No. 01-051-
22847, mas el pago de un 12% anual de la suma que indique la misma" pone en
evidencia que nunca tuvo en sus manos el contrato y que mucho menos pudo
establecer con precisión el monto exacto, como era su obligación, que debía ser
pagado a su asegurado " (sic);
Considerando, que un examen de la sentencia impugnada pone de relieve que para
descartar los argumentos de las demandadas originales, hoy recurrentes, sobre la falta
de pruebas del contrato suscrito entre las partes, la corte a-qua expuso: "que
ponderado el primer alegato de la parte demandada donde señala que la recurrente
no ha demostrado la existencia de una póliza de seguros que comprometa al
asegurador a responder por los daños que sufra su vehículo, en esa virtud esta S.
advierte, que del estudio de la documentación que consta en el expediente, se
advierte, que muy por el contrario a lo alegado por esta, consta depositado en el
expediente la comunicación de fecha 13 de marzo del año 2007, donde la misma
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1-800-335-6202