Está en la página 1de 7

DOCTRINA SOCIAL Y ACCIÓN ECLESIAL.

LA ACCIÓN PASTORAL EN EL ÁMBITO SOCIAL.


a) Doctrina social e inculturación de la fe.
La Iglesia ofrece la contribución de su enseñanza para la construcción de la
comunidad de los hombres, mostrando el significado social del Evangelio 1.
La Iglesia, se ha preocupado por las realidades del hombre, de la sociedad y de
todo el gramaje de realidades de la vida social, con el sentido de orientar y ejercer
el equilibrio, que se requiere ya a finales del siglo XIX la Iglesia afrontó graves
situaciones sociales de la época. Asi la Iglesia desde siempre se ha preocupado
por analizar cada situación particular a la luz de la verdad, para generar la
conciencia requerida en la línea del bien.
La intervención de león XIII en la realidad socio-política de su época con la
encíclica rerum novarum que esencialmente es una carta de ciudadanía respecto
a la volubilidad de las situaciones públicas.
“la Iglesia con su doctrina social, ofrece sobre todo una visión integral y una plena
comprensión del hombre, en su dimensión personal y social” 2.La Iglesia influye en
todos los tópicos de la vida del hombre, la política, la economía, el trabajo, la
salud, la educación proponiendo los valores cristianos como blasón. La Iglesia
además de infundir los valores del Evangelio se preocupa por cumplir con la
voluntad de Jesús de continuar con el cuidado de las personas y de las realidades
temporales que confrontan al hombre y que lo mueven a llevar una vida en total
restauración constante, compromiso personal y social. Asi cada persona es agente
de la verdad, primero en su actuar moral, luego empezara por su rectitud de vida a
cambiar el medio en el que se encuentre.
“La antropología cristiana anima y sostiene la obra pastoral de la inculturación de
la fe, dirigida a renovar desde dentro, con la fuerza del Evangelio, los criterios de
juicio, los valores determinantes, las líneas de pensamiento y os modelos de vida
del hombre contemporáneo”3. Si la Iglesia se queda solo en el ámbito de la
vigilancia de las realidades morales, éticas sociales y de comportamiento de los
individuos puede su razón de ser y se reduciría a una entidad moralista, o aun
ciencia más del saber vivir, mas su riqueza se encuentra en la revelación, la
Sagrada Escritura y la Tradición, en quienes reposa el magisterio auténtico de la
Iglesia su ser y su actuar, además de ser el fundamento fuerte de todo en enuncio
misionero y evangelizador.
b) Doctrina social y pastoral social.
La referencia esencial a la doctrina social determina la naturaleza, el
planteamiento, la estructura y el desarrollo de la pastoral social. La Iglesia esta
insertada en una sociedad la cual requiere de una constante toma de conciencia,
orden establecido, etc. allí es donde se hace practica y eficiente la doctrina social
de la Iglesia, allí entran en juego además la verdad y la felicidad, además de a
preparación y vivencia de las realidades eternas.
El mensaje del Evangelio ha de tener una doble tarea pastoral, primero ayudar a
los hombres a descubrir la verdad y elegir el camino a seguir y animar a los
cristianos a testimoniar la verdad de aquel camino por el que se ha optado, asi la
eficacia de la evangelización depende en su gran mayoría del testimonio.
Otra parte importante del anuncio del Evangelio es confrontar as realidades
sociales a la luz del Evangelio con el fin de renovarlas hacer todas las cosas
nuevas, revelarle a Cristo al hombre para que este le siga es una ardua tarea y
1
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p 318
2
Ibíd., p 318
3
Ibíd., p 318
más en medio de una sociedad ataviada de modelos y paradigmas. Por ello la
Iglesia a quien se le ha conferido tal poder en la tierra ha de velar por alcanzar tal
cometido y afianzar a todo hombre en Cristo, respetando claro esta su conciencia,
su libertad, su voluntad.
La Iglesia tambien ha de preocuparse por anunciar la verdad del hombre, con la
base antropológica cristiana la cual es la que más ofrece un equilibrio, respeto y
cuidado en cuanto al estudio y ser del hombre, además la verdad se va
construyendo en una realidad que poco a poco vaya adquiriendo los valores del
Evangelio, que promueven el bien la justicia y la verdad.
c) Doctrina social y formación.
La doctrina social ha de ser enseñada, pertinentemente de hecho es un valor
indispensable anunciar tan gran tesoro valiéndose de todos los medios y garantías
posibles para hacer extensivo tal anuncio. Además de que es un deber de la
Iglesia, la negativa o el descuido de la formación en este aspecto especialmente a
los laicos comprometidos repercutir en la misma conductibilidad de los hombres,
ya que al no poder conocer la verdad no la van a seguir.
El valor formativo de la doctrina social debe estar presente en la actividad
catequética4. La catequesis es el medio más oportuno y eficiente para llegar el
Evangelio a cada corazón. La catequesis tiene como fin poner a la persona no
solo en contacto sino en comunión en intimidad con Cristo, asi la catequesis no
debe sino iluminar a quien y a que es debido. Se hace pues necesario un lectura
directa d las encíclicas sociales, realizada en el contexto eclesial.
Es importante sobre todo en el contexto de la catequesis, que la enseñanza de la
doctrina social, se oriente a motivar la acción para evangelizar y humanizar las
realidades temporales, de hecho la catequesis misma se mueve en la enseñanza
teórica-práctica de la Iglesia. Asi se encamina a que los hombres juzguen las
cosas con criterio propio a la luz de la verdad, que ordene sus actividades con
sentido de responsabilidad y que se esfuercen por secundar, todo lo verdadero y
lo justo5
A los laicos se les capacita en las directrices del magisterio de la Iglesia que a su
vez basa toda su doctrina en la palabra revelada, y se espera de esta formación
que los laicos vayan cambiando la realidad en la que se encuentren, este sería un
primer nivel, el segundo radicaría en preparar a los laicos para la participación de
la vida política, para ejercitarse en la misma y servir a ella con un espíritu cristiano.
La doctrina social es un instrumento necesario para una eficaz educación cristiana
al amor, la justicia y la paz asi como para madurar la conciencia de los deberes
morales y sociales.
Las semanas sociales son los medios más oportunos, propicios y específicos que
buscan promover el nivel de cultura, ciencia y teológica aplicada a las situaciones
actuales.
Tambien se ha de comprometer la Iglesia, con la formación de los candidatos al
sacerdocio para que puedan ser capaces de responder a las necesidades
actuales, a los desafíos, retos y circunstancias de los tiempos actuales y de los
venideros, cada uno de ellos con sus ilusiones y esperanzas.
d) Promover el dialogo.
La doctrina social es un instrumento eficaz de dialogo entre las comunidades
cristianas y la comunidad civil y política 6 los medios y órganos sociales
comprometidos con el orden social pueden encontrar en la doctrina social de la
4
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p. 321
5
Cfr. Ibíd. p 321.
6
Ibíd., p 323
Iglesia un importante apoyo, puesto que la doctrina de la Iglesia está inspirada en
el ser y actuar del hombre, toma demás la antropología de base.
La doctrina social tambien es un terreno fecundo para cultivar el dialogo y la
colaboración en campo ecuménico 7. Todas las realidades actuales que afectan al
hombre como la desigualdad social, la corrupción, la violencia, la pobreza
encuentran un punto de encuentro con las otras religiones e Iglesias particulares.
Ello es sin duda un medio para buscar en conjunción soluciones a los desafíos de
la época.
Tambien la Iglesia ha de trabajar en conjunto con los hermanos hebreos con los
cuales se comparte la larga tradición y patrimonio de la fe, asi se favorece la
estima y el conocimiento reciproco. Además se ha decrecer en el respeto y
valoración de las diferencia culturales y sociales que puedan existir, luchando
contra la discriminación y defendiendo la dignidad humana.
La doctrina tambien se caracteriza por la llamada constante al dialogo entre todas
las religiones del mundo, y buscar con ellas la verdad, la paz y la concordia entre
todos los pueblos pese las diferencias culturales étnicas o históricas. En todo caso
se sigue favoreciendo el diálogo y el testimonio eficaz de los valores comunes a
toda la familia humana.
e) Los sujetos de la pastoral social.
La Iglesia en el ejercicio de su misión compromete a todo el pueblo de Dios 8. Es
misión de todos los cristianos por el bautismo anunciar el Evangelio en todas y
cada una de sus formas particulares. Todos los cristianos primero han de ser
coherentes con lo que siguen y con lo que hacen, esta coherencia ha de redundar
en testimonio y la gran cantidad de cristianos, testimoniando la verdad del
Evangelio, han se defender a la persona humana y la tutela de su dignidad.
En la Iglesia particular el primer responsable del compromiso pastoral es de la
evangelización social es el obispo ayudado por su clero y por el cuerpo de
religioso, religiosas laicos comprometidos y misioneros. La acción pastoral del
obispo se efectúa a través de sus acrediten a quienes se les participa la misión del
obispo de enseñar, santificar y regir. El presbítero que está a cargo de la
comunidad parroquial ejerce un papel importante, en la guía orientación espiritual
de la misma, además ejerce su servicio en las diversas asociaciones eclesiales,
en la misión y en la formación constante de los laicos comprometidos.
La acción pastoral en el campo social se sirve tambien de la obra de los religiosos
y consagrados quienes son signo visible en el mundo de las realidades eternas,
con su desapego total a los bienes del mundo, con su entrega total a causas
benéficas como los pobres, los enfermos, los desplazados y las comunidades
indígenas entre otros. Los religiosos además sirven a la caridad pastoral por
medio de los compromisos hechos con la iglesia cumpliendo fielmente los votos
de pobreza, castidad y obediencia.
DOCTRINA SOCIAL Y COMPROMISO DE LOS FIELES LAICOS.
a) El fiel laico.
A los laicos les corresponde ejercer la transformación de las realidades
temporales, y ordenándolos según Dios. Cabe recordar que laicos son todos los
fieles a excepción de los ordenados y religiosos, es decir los que incorporados a la
Iglesia por el bautismo, hechos participes de su misión profética, sacerdotal y real,
ejercen en la iglesia y en el mundo el papel que les corresponde.
La identidad del laico nace y se alimenta de los sacramentos en especial de los de
la iniciación cristiana, al bautismo, la confirmación y la Eucaristía. Ellos son los
7
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p.323
8
Ibíd., p. 324
medios propicios junto con los de la penitencia, orden sacerdotal, matrimonio y
unción de los enfermos, para configurarse con Cristo. Ellos imprimen además en
el cristiano el sello autentico del seguidor de cristo y lo impulsan a comprometerse
más con su anuncio.
Los laicos tienen pues la gran tarea de transparentar la vida de Cristo en las
realidades temporales como la familia, la política, la educación, la cultura, el
deporte, el trabajo, etc. Además de que se van nutriendo de las herramientas
necesarias para seguir en tal difusión.
Además ser fiel laico tiene en el horizonte de su existencia a Dios, y por el en el
para él lo efectúa todo, valiéndose de tales dones y gracias derramadas para ir
adquiriendo un actuar como el de Cristo. Si bien este el fiel laico conoce tambien
la serie de propagandas y concepciones que impiden o por lo menos eso buscan;
la adhesión a cristo, como el humanismo ateo y el relativismo actuales.
b) La espiritualidad del fiel laico.
El fiel laico ha de cultivar una autentica espiritualidad, que lo sumerja en la
profundidad del misterio trinitario y salvífico. Desde todo proceso humano se
puede alcanzar un crecimiento espiritual, la carga de actividades en la vida del
laico, antes de alejarlo del encuentro con Dios ha de motivar una amistad más
estrecha y frecuente santificando asi desde dentro la realidad.
La vida espiritual del fiel laico ha de ser ejercitada y robustecida por los mismos
medios que ofrece la Iglesia para tal fin, esta fe robustecida hará colateralmente
que los mismos empiecen a trasformar su realidad familiar, laboral, educativa
social. Ello busca que no exista una dicotomía entre vida espiritual y vida secular
que es una tendencia actual y errónea. Los medios para lograr tal cometido son la
meditación asidua de la palabra de Dios, la vida en comunidad, la experiencia
eclesial autentica, la guía espiritual entre otros.
c) Actuar con prudencia.
La prudencia es la virtud que dispone para discernir en cada circunstancia el
verdadero bien y elegir los medios adecuados para lograrlo. La prudencia se logra
clarificando la situación, valorándola, inspirando la decisión y llevando tal decisión
a la consulta y reflexión.
La prudencia conlleva a una toma de decisiones cada vez más concienzudas,
realistas y responsables. La prudencia no se pude confundir con la perversa
astucia, el cálculo utilitarista, la desconfianza, la timidez o la indecisión, se ha de ir
madurando además en la sensatez, la cordura, la valentía, etc.
d) Doctrina social y experiencia asociativa.
La doctrina social de la Iglesia debe entrar, como parte integrante, en el camino
formativo del fiel laico. La experiencia demuestra que el trabajo de formación es
posible, normalmente, en los grupos eclesiales de laicos, que responden a
criterios precisos de eclesialidad: « También los grupos, las asociaciones y los
movimientos tienen su lugar en la formación de los fieles laicos. Tienen, en efecto,
la posibilidad, cada uno con sus propios métodos, de ofrecer una formación
profundamente injertada en la misma experiencia de vida apostólica, como
también la oportunidad de completar, concretar y especificar la formación que sus
miembros reciben9
De otras personas y comunidades ». La doctrina social de la Iglesia sostiene e
ilumina el papel de las asociaciones, de los movimientos y de los grupos laicales
comprometidos en vivificar cristianamente los diversos sectores del orden
temporal: « La comunión eclesial, ya presente y operante en la acción personal de
cada uno, encuentra una manifestación específica en el actuar asociado de los
9
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p. 330
fieles laicos: es decir, en la acción solidaria que ellos llevan a cabo participando
responsablemente en la vida y misión de la Iglesia » 10.
También las asociaciones profesionales, que agrupan a sus miembros en nombre
de la vocación y de la misión cristianas en un determinado ambiente profesional o
cultural, pueden desarrollar un valioso trabajo de maduración cristiana 11. En el
campo medico por ejemplo seria mucha la ayuda que un cristiano especialista
pueda iluminar a la luz de la verdad la ciencia la técnica para efectúa ciertos
procedimientos. Tanto asi se podrá decir de abogados, empresarios, trabajadores,
ecologistas, etc.
e) El servicio en los diversos ámbitos de la vida social
La presencia del fiel laico en campo social se caracteriza por el servicio, signo y
expresión de la caridad, que se manifiesta en la vida familiar, cultural, laboral,
económica, política, según perfiles específicos 12 asi todo campo de acción se
convierte en terreno propicio para sembrar la palabra de Dios y si no es posible
hablar de palabra de Dios ya por el mundo secularizado pues se abren las puertas
para hablar de la verdad.
1. El servicio a la persona humana
Entre los ámbitos del compromiso social de los fieles laicos emerge, ante todo, el
servicio a la persona humana, La primera forma de llevar a cabo esta tarea
consiste en el compromiso y en el esfuerzo por la propia renovación interior, ello
se logra con la solicitud al otro viéndolo como un hermano, esta acción es
infundida desde la interioridad, y se busca llegar a una concreción de la vidas
cristiana, a un colectivo.
La promoción de la dignidad humana implica, ante todo, la afirmación del
inviolable derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, la vida
cristiana exigen no ceder ni un ápice a las ideológicas y tendencias actuales que
van contra la verdad natural, ética y moral, tambien la influencia en el ámbito de la
familia para que esta no se vea alterada por concepciones más sentimentalistas
que biológicas, y tambien el respeto por la libertad religiosa.
2. El servicio a la cultura
La cultura debe constituir un campo privilegiado de presencia y de compromiso
para la Iglesia y para cada uno de los cristianos. Teniendo en cuenta que la cultura
« es aquello a través de lo cual el hombre, en cuanto hombre, se hace más
hombre, “es” más, accede más al “ser”, el concilio vaticano II cuestiono la idea
falsa de cultura que precisamente la acuña a la adaptación de la sociedad a los
cambios, pensamientos, ideales, muchos de ellos insostenibles, reprobables y
objetivamente destructivos, para la sociedad actual. En la cultura el hombre se
plenifica se fragua, no se detiene ni reversa.
Un campo particular de compromiso de los fieles laicos debe ser la promoción de
una cultura social y política inspirada en el Evangelio. El Evangelio es el manual
de vida de todo cristiano, y aun asi adquiere unas normas establecidas para el
orden social, ello evidencia que enteramente no es un código moral exacerbarte,
más si es un programa paradigmático de vida en la verdad. Se ha visto además
como a lo largo de los siglos todos aquellos levantamientos gnoseológicos
empíricos, racionalistas y pseudo-prácticos contra la cultura y el orden establecido
se autodestruyen por su infecundidad y confusión.
Los cristianos además tiene gran campo en la vida social de hecho el mundo tiene
necesidad de que le sean manifestadas las verdades de fe, o por lo menos la
verdad, el fin último del hombre. Los medios de comunicación social tambien
10
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p. 330
11
Ibíd., p. 331
12
Ibíd., p. 331
entran en el entramado cultural, y los cristianos no han de rehusar, o ignorar o
prevenirse de tales medios, que antes bien pueden hacer más efectivo y eficiente
el anuncio del Evangelio. Estos medios han de servir para hacer más profuso el
anuncio, y deben ser manejados con toda seriedad prudencia y respeto,
valiéndose de esos para llevar a la verdad a todo el que los use.
3. El servicio a la economía
Ante la complejidad del contexto económico contemporáneo, el fiel laico se deberá
orientar su acción por los principios del Magisterio social. Lo que el magisterio dice
acerca del plano económico de la vida social y humana. La economía es
importante y plausible, más en el centro de la misma ha de estar la persona en su
integridad, delo contrario esta se convertirá en una herramienta de dominio, poder
destructivo e infravaloración de la antropología humana.
Las legítimas exigencias de la eficiencia económica deben armonizarse mejor con
las de la participación política y de la justicia social. Esto significa, en concreto,
impregnar de solidaridad las redes de la interdependencia económica, política y
social, que los procesos de globalización en curso tienden a acrecentar. 13
4. El servicio a la política
Para los fieles laicos, el compromiso político es una expresión cualificada y
exigente del empeño cristiano al servicio de los demás 14. La solidaridad, el
principio de subsidiaridad, la paz la equidad la armonía, la legalidad, han de
tenerse en cuenta en todo sistema o modelo político, de lo contrario faltaría poco
para caer en totalitarismos o populismo que afectaran en primer lugar la
democracia y luego la dignidad. El magisterio aborda precisamente estos temas y
los propugna como medios eficaces de construcción política y social.
La moralidad en la vida política juega un lugar importante, ya que más allá de la
creencia o convicción religiosa, el orden moral patrocina y ampara la verdad, la ley
natural, el justo orden y la defensa de los valores más allá de cristianos humanos,
una política sin moral puede volcarse fácilmente a la corrupción, y a la falta de
rigor ético para dilucidar ciertas situaciones de la vida humana que confunden al
hombre. Una política sin moral es confusa y pierde su más esencial labor, la de
orientar.
El fiel laico ha de asumir con seriedad a formación política vinculada el fin del
servicio, además quien aspira a un puesto o cargo político ha de estar
estrechamente vinculado con el estudio de las normas, éticas, sociales, morales y
culturales, tambien ha de respetar al pueblo que democráticamente lo ha elegido,
y ha de hacer frente a las situaciones de conflicto con paz, y con la prudencia
necesarias, para no convertir sus ideales o soluciones en normas autoritarias.
Tambien el fiel laico ha de saber discernir todas aquellas situaciones negativas
que retroceden u obstaculizan la búsqueda de la paz, la verdad, el bien común,
este discernimiento se logra por el conocimiento concienzudo y objetivo de los
hechos del momento, por medio tambien de la crítica sana y constructiva, y una
visión meta-histórica de la realidad social .
Se ha de distinguir tambien entre orden legal y orden moral, no todo lo legal es
moral, y en ocasiones se abrazan las corrientes ateas o agnósticas para continuar
con tal dicotomía de la verdad, puesto que aprueban en ocasiones normas
amorales pero por tener ya carácter legal parecen ser indefensas y buenas, el fiel
laico ha de estar comprometido a contrariar tales decisiones y evitar por medios
prudentes de defender los derechos, deberes y constituciones naturales. Asi el
cristiano dará más importantes a los valores naturales y realidades sobrenaturales,
más que al capricho o la ignorancia.
13
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p. 338
14
Ibíd., p. 338
« la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio
voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular
que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos
fundamentales de la fe y la moral » 15. Cuando en los gobiernos y en los sistemas
políticos de la sociedad se promueven ideas, proyectos o ideologías que están en
contra del proyecto cristiano, el fiel laico ha de tener el suficiente discernimiento y
capacidad profética para acallar a todo aquello que atente contra la vida del mismo
hombre, contra su dignidad, contra la verdad moral.
Por ejemplo un parlamentario o legislador que tenga en cuenta la premisa de la
vida cristiana ha de velar porque una ley inicua se abrogue, y ha de poner todos
los medios necesarios para alcanzarlo, y más aún si se supone que ha llevado un
camino de fe, conversión. Aun estar contracorriente de estas situaciones puede
llevar al martirio, allí cabe resaltar el valor de los que a lo largo de 20 siglos han
dado su vida en nombre de la verdad y del bien.
Se ha desentendido últimamente el termino laicidad. En los últimos tiempos se h
conceptualizado como la disyuntiva entre la vida social, política, y la vida eclesial.
Este en un planteamiento vago, puesto que en primer término se ha usado
despectivamente contra la Iglesia, además de que se ha confundido con
secularismo. La laicidad como lo dice la Iglesia es la acción de que cada fiel desde
su estado de vida y servicio actual cumpla con su papel respectivo, más sin
embargo que guarde de los valores éticos, morales, en cuanto al depósito de la
verdad.
No es tan conveniente la finitud de un cristiano con un determinado partido
político, puesto que ningún partido político estará tan finitud con el evangelio y la
verdad del programa cristiano. Además se ha ido volviendo una situación pasional
y hasta peligrosa ondear la bandera de un partido o corriente política. Más bien el
cristiano ha de optar por vincularse a propuestas que vayan en conjunto y en
medida de esa posibilidad con el juicio objetivo, la verdad moral y la defensa
humana.
“La elección del partido, de la formación política, de las personas a las cuales
confiar la vida pública, aun cuando compromete la conciencia de cada uno, no
podrá ser una elección exclusivamente individual” corresponde en todo caso a un
serio discernimiento sobre quienes están propuestos para desempeñar un
ejercicio político, esto a la luz del evangelio, de la defensa de la verdad y del fruto
de ir llevando una vida madura y consciente de los retos del aquí y ahora.

15
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compendio de la doctrina social de la Iglesia, pontificio consejo
justicia y paz. Bogotá Colombia 2007., p. 441

También podría gustarte