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PITAGORAS.
En las culturas prehelénicas, el hombre asociaba su vida al funcionamiento del Universo, buscando
en el comportamiento de ciertos hechos naturales, predicciones sobre su destino, que justificaban
a través de causas sobrenaturales. El interés del hombre por develar los enigmas que el Universo
ponía ante sus ojos, lo predisponía a Grecia del siglo VI a.C, daría lugar al nacimiento de la ciencia
(Episteme) como producto de la razón.
La organización política y social de la época era una de las manifestaciones que caracterizaba al
hombre helénico.
Platón entendía que la matemática y en especial la geometría era el medio adecuado para
explicar a través de ellas los hechos “científicos” por ser sus entes y relaciones, formas perfectas y
puras. Esta concepción daría a la matemática el carácter de ciencia hacia el siglo 5 a.C.
Aristóteles fue discípulo de Platón y como él, concebía la ciencia asociada con lo universal. Para
Aristóteles, tanto los objetos como los hombres forman parte de un mismo mundo imperfecto.
La ciencia por esta época no era productora de conocimiento práctico que diera al hombre la
posibilidad de mejorar su calidad de vida. La ciencia por sí misma, constituía la búsqueda de la
verdad sin fines técnicos; productora de explicaciones acerca de los fenómenos celestes y
sistematización del conocimiento matemático racional siempre juicio del hombre.
Pitágoras fundó una hermandad para el alto pensamiento matemático, en cretona, en el sur de
Italia, y además realizó dos de las más grandes contribuciones a la matemática.
Antes de Pitágoras, nadie, se había dado cuenta de que la prueba debe proceder de las
suposiciones. Pitágoras fue el primer europeo que insistió en que los axiomas, los postulados,
deben establecerse al principio, en el desarrollo de la geometría y que todo el desarrollo descansa
en las aplicaciones del razonamiento deductivo partiendo de los axiomas o postulados.
Pitágoras estableció la prueba en la matemática y debe considerarse como una conquista pues,
antes de él, la geometría había sido una colección de reglas a las que se había llegado
empíricamente, sin una clara indicación de que estuvieran relacionadas entre sí y sin la más leve
sospecha que pudieran deducirse de un número relativamente pequeño de postulados.
He aquí lo que había derrumbado su teoría: es imposible encontrar dos números enteros tales que
el cuadrado de uno de ellos sea igual al doble del cuadrado del otro. En realidad Pitágoras
encontré su tropiezo en geometría: la razón entre el lado de un cuadrado y una de sus diagonales
no puede ser expresada como razón de dos números enteros cualesquiera.
Un concepto geométrico tan simple como el de la diagonal de un cuadrado desafía a los números
naturales 1,2,3,… y niega la filosofía matemática pitagórica.
Los resultados obtenidos por este simple problema no fueron admitidos de un modo satisfactorio
por todos los matemáticos. Esta idea rondaba la concepción del infinito, lo incontable.
Zenón de Elea
En este momento en que todas están en la misma parte del curso B, habrá sobrepasado
doble número de cuerpos en C que en A. Por lo tanto el tiempo el tiempo que ha
empleado para pasar C. Pero el tiempo que B y C han empleado para alcanzar la posición A
es el mismo. Por tanto el doble del tiempo es igual a la mitad del tiempo” (traducción de
burnet). Es útil imaginar A como una valla de estacas.
Estas son, en lenguaje no matemático, la serie de dificultades que encontraron los
primeros que se ocuparon de la continuidad y el infinito.
Eudoxio
Eudoxio ideó el primer método lógicamente satisfactorio que Euclides reprodujo en el libro 5 de
sus elementos. En su método de exhaución aplicado al cálculo de áreas y volúmenes, Eudoxio
demostró que no necesitamos aceptar la “existencia” de “cantidades infinitamente pequeñas”.
Para los fines de un matemático es suficiente poder llegar a una cantidad tan pequeña como
querremos por la división continuada de una cierta cantidad.
Eudoxio Se presenta a continuación su definición de las razones iguales que capacitan a los
matemáticos para tratar los números irracionales tan rigurosamente cómo se tomó a los
racionales.
“Se dice que la primera de cuatro cantidades tiene la misma razón respecto de la segunda como
tiene la tercera respecto de la cuarta, cuando, siempre que consideremos equimulltiples (iguales
múltiplos) de la primera y la tercera, y mayor, igual a, o menos que el múltiplo de la segunda,
cuando el múltiplo de la cuarta”
De esta manera, nuestra suposición inicial acerca de la existencia de una unidad con las
características descritas no puede sostenerse, demostrándose así la inconmensurabilidad de el
lado de un cuadrado y su diagonal
Notemos que por el Teorema de Pitágoras, si llamamos “a” a la longitud del lado L del cuadrado, la
longitud de la diagonal d será √ 2 a. El hecho de que estos dos segmentos sean inconmensurables,
nos dice que existe una unidad U ni enteros n y m tales que:
L=n. u
D=m. u
Esto en longitudes, se escribe:
a=n
√ 2 a=m
Al dividir la segunda ecuación entre la primera se tiene:
√2 a = m
a n
Lo que afirma que √ 2 es irracional.