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EL TIEMPO DEL FIN

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EL TIEMPO DEL FIN, MATEO 24:1-8; LUCAS 21:8-9

El tiempo del fin, una actitud bíblica

Indiscutiblemente, el día en el cual usted y yo vivimos podría designarse legítimamente


como el tiempo del fin. Es más, este término, el tiempo del fin, ha sido aplicable desde el
día de pentecostés cuando uno nota que el apóstol Pedro se refirió a la profecía de Joel
de los últimos días (Joel 2:28-29) en Hechos 2:16-17. Aquí Pedro declaró que
este derramamiento del Espíritu que ocurre en los últimos días estaba pasando
verdaderamente entonces. Si ese período fuera los últimos días o el principio de ellos,
ciertamente nosotros para quienes han pasado dos mil años más estamos en el tiempo del
fin.

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Las señales actuales hacen innecesaria e incluso redundante para uno tener que
convencernos que estamos acercándonos al tiempo del fin. Quizás algunos pueden
preguntar, "¿El fin de qué?" estoy refiriéndome principalmente al fin de la edad de la iglesia,
una edad, era o dispensación que empieza con el nacimiento de la iglesia en Hechos 2:1-4 y
se extiende al arrebatamiento de la iglesia (1 Corintios 15:51-58; 1 Tesalonicenses 4:13-18). A
menudo nosotros oímos la palabra rapto que describe este glorioso evento que espera la
iglesia. Aunque la palabra rapto no se encuentra en la Biblia, es sinónimo con otros términos
bíblicos en las referencias anteriores.

Debemos desarrollar una actitud escritural ante el tiempo del fin

Cuando la iglesia sea sacada de este mundo, no señalará una destrucción inmediata de los
cielos y la tierra presente. Siguiendo al arrebatamiento de Cristo de los santos muertos y vivos
para encontrarse con él en el aire, será un tiempo de tribulación como está descrito en el
Apocalipsis.

Cuando Cristo derrote al gobernante mundial de la tribulación conocido como la bestia, él


atará entonces a Satanás durante mil años mientras él gobierna y reina sobre toda la tierra.
Después de mil años se destruirán los cielos y la tierra presentes y se reemplazarán con un
nuevo cielo y tierra (Apocalipsis 19:11, 21:1; 2 Pedro 3:3-14). El mundo que nosotros
conocemos ahora acabará introduciéndonos a la eternidad, con los perdidos lanzados en el
lago de fuego y los salvos disfrutando los esplendores del nuevo cielo, la nueva tierra y la
nueva Jerusalén.

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Lo intrigante de estos eventos futuros es, debemos encontrar y desarrollar la actitud escritural
que Dios quiere que tengamos para nuestro día, a menudo llamado el tiempo del fin.

EL TIEMPO DEL FIN

Es indudable que estamos en el tiempo del fin

Un cambio exponencial ha prorrumpido durante este siglo en numerosas arcas, incluso el


conocimiento, población y arsenales de armas destructivas. Podemos ver hasta ahora
como las profecías inciertas de la palabra de Dios pueden y serán cumplidas. Las
circunstancias están empujándonos rápidamente hacia un gobernante mundial, creando los
levantamientos globales y demandas relacionadas a tal estructura. Ninguna persona sensata
pregunta si nuestra población total puede destruirse muchas veces por las armas nucleares.
Junto con el presentimiento de estos eventos, nuestro planeta está siendo superpoblado, con
hambre, sin donde vivir y pobreza evidente casi mundial.

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Dentro de tal edad y clima usted y yo hemos sido entrometidos; ¿Qué tenemos entonces que
hacer y cómo tenemos que sentir, sabiendo que tal destino inminente nos espera?. No solo
podemos obtener este conocimiento de las noticias diarias, sino de la palabra de Dios que nos
previene de estos eventos, junto con nuestro ambiente que nos da testimonio de estos
hechos. Estamos en el tiempo del fin.

El tiempo del fin de la edad de la iglesia

Ya que estamos en el tiempo del fin de la edad de la iglesia, lo desafío a estudiar el


contexto de los pasajes que definen claramente las acciones, males y espíritus de esta era.
Estudie los pasajes siguientes, agregando otros mientras estudia: 2 Pedro 3:3-4; 1 Juan 2:18;
1 Timoteo 4:1-6; 2 Timoteo 3:1-17; Mateo 24:1-51; Marcos 13:1-37; Lucas 21:1-38.

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Numerosas referencias en ambos Testamentos deben estudiarse y correlacionarse para


comprensión de los días en que usted ahora vive. Tenga cuidado de usar la escritura fuera
del contexto relacionado al tiempo del fin.

EL TIEMPO DEL FIN, UNA ACTITUD APROPIADA

La tensión, el miedo y la incertidumbre son elementos que ambos santos y pecadores están
sujetos a ellos en nuestro tiempo. Los problemas relacionados al corazón son la primera
causa del muerte en América, que pudo muy bien ser la implicación de las palabras de Jesús
en Lucas 21:26 sin duda estas enfermedades se pondrán más severas mundialmente
durante el cumplimiento de los eventos que Jesús descubrió en Lucas 21.

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Debido al escenario de nuestro mundo que está esencialmente listo para el arrebatamiento de
la iglesia y el gobierno del dictador mundial que sube, ciertos eventos que inducen temor
deben suceder. Sin duda estamos en los dolores nacionales y globales de estos eventos en
vías de desarrollo. Y en esta escena la iglesia de Dios es empujada con su misión de alcanzar
a los perdidos mientras conserva su identidad y santidad. Con tal complejidad de
eventos, ¿Cómo debemos dirigirnos y con qué actitud debemos ver las circunstancias
del desarrollo del tiempo del fin? Jesús, sabiendo la tensión de antemano que tal ambiente
produciría, nos dio la perspicacia de cómo debemos acercarnos a este día.

Preguntas a Jesús sobre el tiempo del fin

En Mateo 24 Jesús contestó tres preguntas y su respuesta cubre el tiempo desde su día hasta
el fin del mundo. Se encuentran las preguntas que Jesús contestó en Mateo 24:3:

1) ¿Cuándo serán estas cosas?


2) ¿Qué señal habrá de tu venida?
3) ¿Qué señal habrá del fin del mundo?

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Cuando Jesús expuso las respuestas a estas preguntas, muchas de ellas produjeron miedo,
ansiedad un semblante de preocupación en sus discípulos y lo harán en cualquiera que sea
testigo de estas cosas. Sin embargo, en medio de estas revelaciones, Jesús retrató la
actitud escritural que él quiere que desarrollemos y mantengamos cuando estas cosas se
materialicen.

EL TIEMPO DEL FIN, MIRAD QUE NO OS TURBÉIS,


MATEO 24:6

En el tiempo del fin, no debemos turbarnos

Ciertamente las cosas que Jesús simplemente había hablado eran de una naturaleza
preocupante, pero aun él deseaba que su pueblo tuviera calma, espíritu callado y buena
actitud en medio de la tormenta. Lucas usó la palabra "alarmar" en lugar de "turbar" en su
evangelio, dando una perspicacia más allá a una actitud apropiada para tales tiempos.

Turbado:
Se define por las palabras griegas throeo, significando clamar o asustar y tarasso, significando
resolver, agitar o agua en movimiento.

Alarmar:

Viene de la palabra griega ptoeo, significando asustar o asustar con la idea de causar una
caída.

Sabiendo que sus seguidores enfrentarían la destrucción de la ciudad de Jerusalén en el año


70 de J.C. y que cada generación resultante encontraría tiempos de presión, Jesús les dio y
también nos ha dado esa actitud escritural del tiempo del fin.

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Simplemente sepa, Dios quiere que nosotros seamos revueltos y convencidos pero no
turbados, preocupados pero no angustiados, interesados pero no con demasiada dificultad.
Cuando falsos profetas, guerra, hambre, pestilencia, ofensas y abundante iniquidad se
levanten, junto con otros eventos, nosotros necesitamos traer a memoria la advertencia de
Jesús de no estar preocupados. A Satanás le gustaría mucho hacernos que nos aterremos
y nos preocupemos por las circunstancias del día presente de tal manera que nos olvidemos
de nuestra misión real y propósitos en la vida.

Uno de los discípulos que oyeron las palabras de Jesús en Mateo 24 dio un código
permanente de conducta para que cada generación la adhiera.

"Puesto que todas estas cosas han de ser desechas, como no debéis vosotros andar en santa
y piadosa manera de vivir" (2 Pedro 3:11)

LAS DOCTRINAS EN EL TIEMPO DEL FIN

Desde su principio, la iglesia de Dios ha sido atacada por cada doctrina inventada por
Satanás. La historia archiva doctrinas engañosas de cada clase y tipo. Ya que estamos en el
tiempo del fin es indispensable no caer en cualquier enseñanza contraria a la palabra de
Dios. Puesto que tanto depende de nuestra preparación para el retorno de Cristo, uno de los
trucos de Satanás es engañar a las personas en lo relacionado al regreso de Cristo. No solo
Satanás nos atacará con algunas doctrinas desviadas, él también nos atacará en la actitud
interior y el espíritu con la intención de destruir nuestro conocimiento y preparación para la
venida de Cristo.

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Señales del tiempo del fin

La escritura proyecta cuatro conceptos relacionados a la segunda venida de Cristo por la


iglesia. Solo uno de ellos es apropiado y correcto; acepte y apéguese a él sin tener en cuenta
lo que Satanás y las personas dicen:

1) Señales en el tiempo del fin: Muchos enseñaran que Jesucristo ya


ha regresado

La advertencia de Pablo para nosotros de estudiar la palabra de Dios está en el mismo


contexto como la referencia a esta doctrina falsa. Estudiar y trazar la verdad debidamente
revelará el error como Himeneo y Fileto que estaban desviados, si está en el día de Pablo o
en el nuestro.

(También puedes leer: Atribulados, en apuros, perseguidos y derribados)

El regreso de Cristo por la iglesia no ha ocurrido; es un evento que debe ser creído, predicado
y esperado (2 Timoteo 2:15-19). Algunos en el tiempo de Pablo y en nuestros días declaran
que no hay tal cosa como la resurrección (1 Corintios 15:12-20). Sin embargo, la palabra de
Dios refuta esta doctrina infundada.

2) Señales en el tiempo del fin: Enseñarán que Jesucristo no vendrá

Los mofadores de los últimos días, caminando tras sus propias lujurias e ignorando
voluntariamente la palabra de Dios, se mofan del pueblo de Dios con la pregunta "¿Dónde
está la promesa de su venida?" (2 Pedro 3:3-8). Porque Cristo no ha venido o no regresó en
el tiempo que ellos designaron, promulgarán la idea falsa que Jesús no va a volver.
3) Señales en el tiempo del fin: Dirán que Jesucristo tarda su venida

Este espíritu satánico atacará nuestro corazón y mente con el propósito expreso de hacernos
moderar nuestros esfuerzos y destruir nuestra preparación para su venida. "Jesús va a venir,
pero no ahora" son palabras de origen satánico tenga cuidado con tales pensamientos, en
cualquier día que usted viva (Estudie Mateo 24:48-51; Lucas 12:35-48; 21:34-36).

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4) Señales en el tiempo del fin: Jesucristo va a venir

Este hecho, doctrina, y fe abrazados por el pueblo de Dios son el único fundamento
escritural en que construir. Cuándo él va a venir no nos atrevemos a decir porque no lo
sabemos; sin embargo, podemos gritar alto con confianza, "Jesús viene otra vez" (Mateo
24:42-47; Marcos 13:32-37; Hebreos 9:27-28; 10:34-37; 2 Timoteo 4: 18)

Esté en guardia contra cualquier doctrina relacionada con la venida del Señor que no se
apoye fuertemente en la escritura, moda, predicciones, el ambiente actual, etc; es una parte
de la escena desde los días de los apóstoles y existirá hasta el tiempo del fin. Cuando usted
encuentre tal, manifieste la actitud del tiempo del fin que Jesús dio: "Mirad que no os turbéis".

LAS DISTRACCIONES EN EL TIEMPO DEL FIN

Distracciones que enfrentamos en el tiempo del fin

Acompañando los eventos que la palabra de Dios predice y las doctrinas falsas relacionadas a
la segunda venida de Cristo están otras distracciones para turbarnos. Puesto que Cristo
quiere que vivamos vidas calladas, quietas, serenas en medio de las tormentas del tiempo del
fin, no debemos permitir a las siguientes cosas distraernos o preocuparnos. Cuando tales
ocurrencias perturbadoras se desarrollan, la palabra de Dios nos dice como manejarlas
(Refiérase a la definición de turbado y alarmado)
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1) El día de Pablo, así como nuestro día, estaba distraído y con problemas por lo que Pablo
llamó "otro evangelio" (Gálatas 1:6-9). Cualquier enseñanza que aparece en la escena o debe
(1) ser establecida como bíblica y entonces enseñada y obedecida (2) ser rechazada como no
escritural y entonces enseñarse en contra y negarse.

Cuando la iglesia primitiva enfrentó un dilema sobre la circuncisión, ellos arreglaron la


cuestión rápidamente para que el Cuerpo de Cristo no se turbara (Hechos 15:24).

2) Algunos piensan que una carta falsificada fue enviada a Tesalónica bajo el pretexto de ser
de Pablo. Como haya sido el caso, al parecer algún espíritu del tipo, rumor o carta habían
afectado la iglesia de Tesalónica (2 Tesalonicenses 2:1-17). Pablo puso a descansar esta
cuestión desconcertante. Él estableció que antes que el día de Cristo (no la segunda venida
de Cristo por la iglesia) venga, ciertos eventos que él perfiló claramente deben ocurrir.

En nuestro día es corriente que descubran la bestia de cada líder mundial popular, fechas de
la segunda venida de Cristo, susto en las personas con cada desarrollo en el medio oriente,
interpretando los tratados como las últimas señales del fin, hacen la bestia a las
computadoras, usan cada 666 que ellos ven para asustar a las personas, toman la alineación
de planetas y el efecto invernadero como señal del fin y de su retorno, hacen malabarismos
con fechas, números y versos de la Biblia para encajar su antojo y predicción en el desfile de
marcha de los engañadores.

Debemos predicar la Biblia trazada clara, firme y verdadera, pero jugar con las emociones
y usar las tácticas del miedo solo produce una actitud turbada, que Jesús no quiere que
tengamos en este tiempo del fin. Como resultado de tales travesuras, las personas se
desilusionan y se descorazonan y se desacredita el ministerio.

(También puedes visitar la sección de Vida Cristiana)

Cristo vuelve; ¡El cielo es real! el salva del pecado. Estas y otras verdades preciosas son
indiscutibles ¿Nos atreveremos a predicar menos? ¿Necesitamos más?

3) La persecución y el sufrimiento fueron la porción de los creyentes del Nuevo


Testamento junto con muchas generaciones subsiguientes. Al parecer algunos
permitieron que las distracciones de su día los movieran de su fe. La oposición y conflicto
crean un ambiente que desconcierta y preocupa al santo de Dios. Sin embargo, cuando un
hijo de Dios sufre por causa de la verdad, él es contado como bendito. Él no debe estar
avergonzado o turbado, porque el Espíritu y la gloria de Dios descansa en él (1 Pedro 3:14-17;
2:20-21; 4:14-16)

4) Antes de la muerte, sepultura, resurrección y ascensión de Cristo, sus discípulos se


preocuparon sobre el futuro. La mayoría de nosotros ciertamente podemos relacionarnos
con eso. En vista de la proximidad de eventos relacionados a su ascensión y el enfrentar la
vida sin él en carne, Jesús calmó sus miedos cuando él los exhortó a creer en él y en su
venida y entonces describió lo que les esperaba en el futuro (Juan 14:1-7)

La ascensión de Cristo (Que tenía que ocurrir para que nosotros recibiéramos al consolador o
el Espíritu Santo), su preparación de una morada eterna para su pueblo y su segunda venida,
deben quitar todos y cada espíritu de preocupación de nuestro corazón y mente.

Muchas otras cosas pueden causar que nuestros corazones se turben, ya sea uno de los
anteriores o alguna otra táctica desviada de Satanás. Consideremos el consejo de Pablo: "Y a
vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros" (2 Tesalonicenses 1:7)

LA POSICIÓN DE LA IGLESIA EN EL TIEMPO DEL


FIN

Junto con prometer nuestras vidas a Cristo en cualquier día en que vivamos, no debemos
estar preocupados sobre los eventos actuales. En cambio, debemos:

1) Usar los talentos que Cristo nos ha dado a nuestro mayor potencial mientras esperamos
su venida (Mateo 25:14-30)

(También puedes leer: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia)

2) "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y (disipación), embriagues y de los afanes de esta vida" (Lucas 21:34-35)

3) Permaneced alertas, velando y buscando la venida de nuestro Señor (Mateo 25:1-13)


4) Velad y orad para que estas dos cosas importantes se desarrollen en vuestras vidas
(Lucas 21:36)

a) Que nosotros podamos considerarnos dignos de escapar de las cosas que van a venir
sobre la tierra
b) Que nosotros podamos considerarnos dignos de estar frente al Hijo del Hombre

5) Negociar (Estar ocupado) hasta que el venga (Lucas 19:12-27)

6) Tener paciencia hasta su venida, constantemente mirando y esperando su venida


(Hebreos 9:28; Santiago 5:7-8; Tito 2:13)

7) Ser vencedores del mundo, la carne y el diablo. Estudie las siete promesas de Dios de
futuros premios al vencedor. Ellos:

a) Comerán del árbol de la vida (Apocalipsis 2:7)


b) No serán heridos por la muerte segunda (Apocalipsis 2:11)
c) Comerán del maná escondido y recibirán una piedrecita blanca (Apocalipsis 2:17)
d) Recibirán poder sobre las naciones (Apoalipsis 2:26)
e) Tendrán un vestido blanco; no será su nombre borrado del libro de la vida (Apocalipsis 3:5)
f) Serán una columna en el templo de Dios (Apocalipsis 3:12)
g) Se les concederá sentarse con el Señor en su trono (Apocalipsis 3:21)

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Numerosas instrucciones escriturales abundan acerca de la posición de la iglesia de Dios


mientras ella espera el retorno del novio. Quizás estas siete promesas demostrarán que
Dios quiere que nosotros estemos ocupados en su trabajo y libre de los eventos del tiempo del
fin.

REFLEXIONES SOBRE EL TIEMPO DEL FIN


La palabra de Dios es distinta diciéndonos como nuestra actitud debe salir de las crisis
peculiares del tiempo del fin nunca debemos estar envueltos en los eventos futuros
olvidándonos del presente y así fallemos en nuestra misión.

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Mucho de lo que pasará estará más allá de nuestro control; no podemos cambiar el
presente o el futuro preocupándonos y estando turbados (Mateo 6:25-34). Las mentes
turbadas y espíritus ocupados con los eventos actuales no tiene lugar para que las ideas
nobles, los planes y metas tomen raíz y crezcan.

La oscuridad y sentencia son tan comunes en algunas mentes que hasta ellos temen empezar
una familia, construir una casa, plantar una cosecha o esperar cualquier logro que valga la
pena. Recuerde, Dios todavía gobierna en el reino de los hombres (Daniel 5:21). Si
observamos el viento y las nubes nunca sembraremos o segaremos. Ahora es el tiempo
para lanzar nuestro pan sobre las aguas y ocuparnos en el trabajo del Rey mientras
esperamos su venida (Eclesiastés 11:1-4)

Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, "porque
vuestra redención está cerca" (Lucas 21:28)

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