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Caperucita Roja.

Personajes de la obra de teatro para niños Caperucita Roja

 Narrador (Tía Jocelyn)


 Caperucita (Evelyn)
 Madre
 Abuela (Andrea)
 Lobo (Alejandra)
 Cazador ( Cristofer)

NARRADOR
Érase una vez una niña llamada Caperucita Roja. Se llamaba así porque su
abuelita le había hecho una preciosa capa roja y le gustó tanto que ya no se la
quería sacar. Caperucita vivía con su madre que siempre le mandaba algunos
encargos a su abuelita que vivía pasando el bosque.

MADRE
Ven, Caperucita, aquí tienes un trozo de torta, unas frutas y unos huevos. Llévaselos a tu
abuela, está enferma y le vendrán muy bien. Pero ten cuidado, ya sabes que tienes que
atravesar el bosque y hay muchos peligros. Ve directo, no te salgas del camino, no te
entretengas y no hables con extraños.

CAPERUCITA
Sí, mamá, tendré mucho cuidado.

(Caperucita sale de la casa y va cantando por el bosque

Musica

Qué lindas flores hay en el bosque… cortaré algunas para mi abuelta

pero un lobo acecha tras un árbol) Musica 2

LOBO
Buenos días, Caperucita Roja, ¿Adónde vas tan temprano?

CAPERUCITA
A casa de mi abuela, voy a llevarle esta canastita con comida. Está un poco enferma y esto
le va ayudar.

LOBO
¿Dónde vive tu abuela, Caperucita Roja?

CAPERUCITA
Un poco más adelante, cerca del bosque. Su casa está debajo de los tres grandes arboles.
LOBO
Ah, qué bien, que tengas un buen día.

(El lobo se queda frotándose las manos mientras ve partir a Caperucita)

LOBO
Qué tierna criatura. Qué bocado más delicioso, será mejor para comer que la anciana, pero
tengo tanta hambre que me comeré primero a la abuela y de postre a Caperucita. ¡Tengo
una idea, ya sé como voy a hacerlo!
(El lobo corre veloz, adelanta a Caperucita, llega a casa de la abuelita y llama a la puerta)

ABUELITA
¿Quién está ahí?

LOBO
Soy Caperucita Roja, abuela, traigo pastel, fruta y huevos. Ábreme.

ABUELITA
Entra Caperucita, está abierta, me encuentro enferma y no puedo levantarme.

(El lobo entra corriendo y atrapa a la abuelita)

LOBO
Mmm, esta abuelita estaba deliciosa. Ahora voy a vestirme con su ropa y me meteré en su
cama para sorprender a Caperucita y tragarla de un bocado antes de que salga corriendo.

(el lobo se viste con la manta y el gorro de la abuela, se mete en la cama y se tapa hasta
arriba)

CAPERUCITA
¡Hola abuelita! Uy, qué raro, la puerta está abierta. ¿Abuelita?

LOBO
(fingiendo la voz)

Hola hija, pasa pasa, estoy un poco enfermita . Acércate.

CAPERUCITA
Abuelita te he traido comida y también unas lindas flores. Pero... ¿abuelita? ¡Qué orejas
más grandes tienes!

LOBO
Son para escucharte mejor, hija mía.
CAPERUCITA
Pero, abuela, qué ojos tan grandes tienes.

LOBO
Son para verte mejor, querida.

CAPERUCITA
Pero, abuela, qué manos tan grandes tienes.

LOBO
Son para atraparte mejor.
(El lobo da un salto y atrapa a Caperucita Roja)

LOBO
Jajajaja, qué fácil fue atrapar a esta ingenua niña!! Ahora estoy tan cansado y hambriento
que aprovecharé de comer y de tomar una siestecita.
(Aparece un cazador que ve la puerta abierta y escucha un ronquido muy fuerte)

CAZADOR
Qué raro, la abuelita nunca deja la puerta abierta, y escucho un ronquido aterrador. Pero,
¡qué veo! Hay un lobo acostado en la cama de la abuela. Eh, tú. ¿Qué has hecho?, ¿Dónde
está la abuela? ¡Ya sé! La tienes escondida en algún lugar de la casa!!

(El cazador revisa la casa, abre el armario y ve a Caperucita y la Abuela aterradas)

CAPERUCITA
Ah qué miedo he tenido, qué oscuro estaba dentro del armario.

ABUELA
¡Gracias querido amigo! Nos has salvado.

CAZADOR
Esto no termina aquí, hay que darle un buen escarmiento a este lobo malo. Caperucita, trae
una cuerda, lo amarraremos y lo entregaremos a la policía, aprovechemos mientras todavía
está dormido.

(Lo amarran con una cuerda y se van)

LOBO
Ohhh, qué buena siesta he tomado!! Voy a tomar un poco de agua antes de llevarme a la
abuela y a caperucita a mi escondite…

( El lobo trata de pararse de la cama, pero no puede moverse al estar amarrado), el cazador
se lo lleva en medio de los gritos del lobo.

ABUELITA
Esta vez nos hemos salvado Caperucita, pero ¿has aprendido la lección?

CAPERUCITA
Sí abuelita, no tengo que hablar con extraños y tengo que ser más obediente con mi mamá.

NARRADOR
Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había
aprendido la lección.
Prometió no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en
adelante, seguiría las recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.

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