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SISTEMA Y APARATO

LOCOMOTOR
Anatomía por regiones

MATERIA: TRAUMATOLOGIA Y ORTOPEDIA

DOCENTE: DR. EDDY ANTONIO DORADO ALANEZ

ESTUDIANTE: FERNANDA MARISOL FERNANDEZ LOZANO


MATRICULA: 23933

Columna vertebral
Espina dorsal o raquis es una estructura curva compuesta de huesos llamados
vértebras que se encuentran interconectados mediante discos intervertebrales
cartilaginosos. Es una parte del esqueleto axial y se extiende desde la base del cráneo
hasta el vértice del cóccix. La médula espinal recorre el centro de la columna. Gracias a
la columna que puedes girar, doblar y mover el torso en casi cualquier dirección. Tu
columna vertebral también se encarga de proteger tu médula espinal y ayuda a
sostener el peso de la parte superior de tu cuerpo. La columna vertebral se divide en
cinco regiones y consta de 33 vértebras unidas entre sí por ligamentos y articulaciones.
Se dividen de la siguiente manera:

 Vértebras cervicales (7)


 Vértebras torácicas (12)
 Vértebras lumbares (5)
 Sacro (5 huesos fusionados)
 Cóccix (3-4 huesos fusionados)

VERTEBRAS CERVICALES

Las siete vértebras cervicales forman la columna cervical en el cuello.

Se localizan entre el cráneo y las vértebras torácicas y tienen los discos intervertebrales
más pequeños y delgados de la columna. No obstante, son las que tienen mayor
capacidad de movimiento de toda la columna vertebral. Además, las vértebras
cervicales tienen características distintivas como son el foramen transverso, dos
tubérculos (anterior, posterior) y un proceso espinoso bifurcado (bífido).

Tres vértebras cervicales son


atípicas. El atlas (C1) que
consta de dos arcos
(anterior, posterior) y
contiene dos masas laterales.
Las masas se articulan con
los cóndilos occipitales del
cráneo, sosteniendo su peso.
El axis (C2) contiene una
prolongación vertical en forma de diente (“diente” o proceso odontoides) y dos facetas
articulares superiores. Estas facilitan la articulación con el atlas y ayudan a la rotación
de la cabeza. La prominente (C7) tiene el proceso espinoso más largo. Es el hueso que
más sobresale en la parte de atrás de tu cuello. El resto de las vértebras cervicales (C3-
C6) son vértebras típicas.

Articulación del atlas: Hueso occipital mediante la articulación atlantooccipital ; Axis


mediante las articulaciones atlanto-axoideas laterales y medial. Articulacion del axis:
Atlas mediante las articulaciones atlanto-axoideas laterales y medial C3 mediante las
articulaciones intervertebral y cigapofisaria. Articulacion de vertebras tipicas:
Vértebras cervicales adyacentes mediante las articulaciones intervertebrales y
cigapofisarias. Articulacion vertebra prominente: Vértebras C6 y T1 mediante las
articulaciones intervertebrales y cigapofisarias.

Ligamentos: Ligamento alar, ligamento del vértice del diente y ligamento transverso
del atlas.

VERTEBRAS TORACICAS

Las doce vértebras torácicas forman la segunda región de la columna vertebral, la


columna torácica (espalda alta). Cumplen un rol importante en formar la cavidad
torácica. Las vértebras torácicas tienen varias características distintivas: facetas
costales que se articulan con las costillas, cuerpos vertebrales en forma de corazón,
forámenes vertebrales más pequeños y procesos espinosos y transversos largos y
fuertes que apuntan en sentido inferior. Las primeras cuatro (T1-T4) y las últimas
cuatro (T9-T12) vértebras torácicas comparten algunas características con las de la
columna cervical y lumbar, respectivamente. Las cuatro que quedan en medio (T5-T8)
son vértebras torácicas típicas.

Los cuerpos vertebrales contienen discos más gruesos comparados con los de la
columna cervical.

VERTEBRAS LUMBARES
Las cinco vértebras lumbares forman la columna lumbar (espalda baja). Tienen los
cuerpos vertebrales más grandes de toda la columna vertebral, lo cual facilita la carga
de peso. Los pedículos y las láminas son gruesos y fuertes. Sus procesos espinosos son
cortos y resistentes para permitir la unión de los músculos lumbares. La columna
lumbar también contiene los procesos mamilares y accesorios. L5 es la vértebra más
grande del cuerpo humano - sostiene y transmite el peso corporal hacia la base del
sacro. La médula espinal termina en el cono medular (conus medullaris) a nivel de
L1/L2.

SACRO

El sacro consiste en cinco vértebras sacras fusionadas. Se localiza entre la columna


lumbar (ángulo lumbosacro) y el cóccix, y forma parte de la pelvis. Su función principal
es la de transmitir todo el peso de la parte superior del cuerpo a la pelvis hasta llegar a
los miembros inferiores.

Tiene una base, un vértice o ápice y tres caras (pélvica, posterior, lateral). En su centro
se localiza el canal sacro, continuación del conducto vertebral. El canal sacro contiene
la cauda equina de la médula espinal. Los forámenes sacros (anterior, posterior)
permiten la salida de los nervios espinales. Las crestas sacras (media, intermedia,
lateral) representan los procesos fusionados de las vértebras sacras.
Las vértebras adyacentes se conectan entre sí por dos articulaciones intervertebrales:
Discos intervertebrales - Articulaciones fibrocartilaginosas (sínfisis) interpuestas entre
los cuerpos vertebrales. Articulaciones cigapofisarias (facetarias) - formadas por el
proceso articular superior e inferior de una vértebra adyacente. La columna se une al
cráneo superiormente en las dos articulaciones craneovertebrales; Atlantooccipital y
atlantoaxial. La articulación atlantooccipital ocurre entre el hueso occipital y el atlas
(vértebra C1), mientras que la última ocurre entre el atlas y el axis (vértebras C1 y C2).
Inferiormente, la columna vertebral se articula con la pelvis mediante las articulaciones
sacroilíacas. Las articulaciones costovertebrales corresponden a las articulaciones
entre cada costilla y sus vértebras torácicas adyacentes. La articulación de la cabeza
costal (articulación costocorpórea) es la articulación que ocurre entre la cabeza costal
y el cuerpo vertebral. Esta articulación se encuentra presente en todos los niveles
torácicos desde T1 a T2; sin embargo, en T2-T9, la costilla se articula con dos cuerpos
vertebrales adyacentes y un disco, mientras que en T1, T10-T12, la articulación ocurre
con una sola vértebra. Las articulaciones costotransversas son aquellas que ocurren
entre la cabeza de la costilla y su tubérculo, con el proceso vertebral transverso
adyacente. Esta articulación solo se presenta desde T1-T10.

Los ligamentos longitudinal anterior y posterior se extienden a lo largo de todo el


recorrido de la columna vertebral, principalmente soportando las articulaciones
intervertebrales. Los ligamentos accesorios también apoyan a la solumna, estos son:
ligamento amarillo, interespinoso, supraespinoso, nucal e intertransverso. Otros
ligamentos especializados se ven involucrados en soportar las articulaciones
atlantoocipital y atlantoaxial. Los músculos profundos o intrínsecos se encuentran
profundos a los músculos extrínsecos, y se encuentran separados de estos por la fascia
toracolumbar. Actúan exclusivamente sobre las articulaciones de la columna vertebral.

El dorso se encuentra irrigado por las ramas dorsales de las arterias vertebrales,
cervicales ascendentes, cervicales profundas, occipitales, intercostales, subcostales,
lumbares y sacras laterales. Una red venosa de canales longitudinales se forman desde
las venas de la columna, las venas basivertebrales e intervertebrales. Estas drenan a
dos redes principales: los plexos venosos vertebrales internos y externos, y finalmente,
a las venas vertebrales y segmentales. Las venas occipitales, cervicales profundas,
intercostales, subcostales y lumbares, drenan la piel y los músculos de la espalda hacia
las venas vertebrales, el sistema venoso ácigos y la vena cava inferior.

Hombro
Es la región que conecta el brazo con el tronco, que consta de dos sub-regiones: región
pectoral y región escapular. El brazo es la siguiente región que se extiende desde el
hombro hasta el codo. El hombro y el brazo son esenciales para los movimientos del
miembro superior. En primer lugar, albergan los componentes de la articulación del
hombro (glenohumeral).

Los huesos del hombro y brazo conectan la extremidad superior con el tronco. Estos
son: Clavícula Escápula Húmero El húmero es el hueso del brazo que se articula con la
escápula en su parte proximal y con el radio y la ulna en su parte distal, formando la
articulación glenohumeral y la articulación del codo, respectivamente. ¿Pero qué hace
la clavícula? En un sentido más general, la clavícula contribuye a la estabilización de la
articulación entre el húmero y la escápula. Junto con el esternón, la clavícula compone
una región denominada cintura escapular.

Es una articulación esferoidea, formada por la fosa glenoidea de la escápula (gleno-) y


la cabeza del húmero (-humeral). Actuando en conjunto con la cintura escapular, la
articulación del hombro permite un amplio rango de movimientos en la extremidad
superior; flexión, extensión, abducción, aducción, rotación externa/interna y
circunducción. De hecho, es la articulación con mayor movilidad en el cuerpo humano.
Sin embargo, esta función del hombro tiene un precio, la estabilidad, ya que las
superficies óseas ofrecen poco soporte. En su lugar, los músculos circundantes del
hombro y las estructuras ligamentosas ofrecen seguridad articular; la cápsula, los
ligamentos y tendones de los músculos del manguito rotador. Debido a esta movilidad-
estabilidad comprometidas, la articulación del hombro es una de las más
frecuentemente lesionadas del cuerpo.

SUPERFICIE ARTICULAR

La articulación glenohumeral es la unión entre la cabeza


esférica del húmero y la fosa glenoide cóncava de la
escápula. Por ser una articulación sinovial, ambas
superficies articulares están cubiertas por cartílago
hialino. La fosa o cavidad glenoidea es una depresión
poco profunda en forma de pera en el ángulo superolateral de la escápula. La
concavidad de la fosa es menos aguda que la convexidad de la cabeza humeral, esto
significa que las superficies articulares no son totalmente congruentes. La congruencia
aumenta un poco por la presencia del labrum glenoideo, un anillo fibrocartilaginoso
que une los márgenes de la fosa. El labrum actúa para profundizar ligeramente la
cavidad glenoidea, tiene forma triangular y es más grueso en la porción anterior que
en la inferior. La superficie de la cabeza del húmero es tres a cuatro veces más grande
que la superficie de la cavidad glenoidea, lo que indica que solo un tercio de la cabeza
del húmero está siempre en contacto con la fosa y el labrum. Esta anatomía ósea
incongruente es la que permite el amplio rango de movimiento disponible en la
articulación del hombro, pero también es la razón por la cual existe una falta de
estabilidad en la articulación. En lugar de eso, la seguridad de la articulación es
proporcionada en su totalidad por las estructuras de tejido blando; la cápsula fibrosa,
los ligamentos, los músculos del hombro y sus tendones.

CAPSULA ARTICULAR

La articulación del hombro está rodeada por una cápsula de tejido


fibroso laxo. Se extiende desde la escápula hasta el húmero,
envolviendo la articulación por todos sus lados. La superficie
interna de la cápsula está revestida por una membrana sinovial. En
el húmero, la cápsula se inserta a su cuello anatómico. Se extiende
sólo en su margen medial, donde las fibras sobresalen alrededor
de 1 cm. En la escápula, la cápsula tiene dos líneas de inserción. La
primera es en los lados anterior e inferior donde la cápsula se
inserta en el cuello escapular, posterior al labrum glenoideo. La
segunda es en sus aspectos superior y posterior, donde las fibras
capsulares se mezclan directamente con el labrum glenoideo. Aquí
la cápsula se arquea sobre el tubérculo supraglenoideo y la
inserción de la cabeza larga del músculo bíceps braquial, haciendo
de estas estructuras intraarticulares. La cápsula permanece laxa para permitir la
movilidad de la extremidad superior. Se basa en ligamentos y tendones musculares
para reforzarla. La cápsula anterior es engrosada por los tres ligamentos
glenohumerales, mientras que los tendones de los músculos del manguito rotador se
esparcen sobre la cápsula mezclándose con su superficie externa. Estos tendones
forman una cobertura continua llamada cápsula del rotador. Entre los tubérculos
mayor y menor del húmero, a través del cual pasa el tendón de la cabeza larga del
bíceps braquial. El líquido sinovial que ocupa la bursa ayuda con la movilidad de la
articulación. La bursa subdeltoidea subacromial se ubica entre la cápsula articular y el
músculo deltoideo o acromion, respectivamente. De forma similar la bursa
subcoracoidea se encuentra entre la cápsula del proceso coracoides de la escápula. La
bursa subescapular se localiza entre la cápsula y el tendón subescapular, mientras que
la bursa coracobraquial está entre los músculos subescapular y coracobraquial. Estas
bursas permiten a las estructuras de la articulación del hombro desplazarse fácilmente
una sobre la otra. Revisa nuestras galerías de imágenes y cuestionarios para una mejor
comprensión sobre la anatomía de la articulación glenohumeral.

LIGAMENTOS

Varios ligamentos limitan el movimiento de la articulación glenohumeral y evitan la


luxación humeral. Estos son los ligamentos coracohumeral, glenohumeral y humeral
transverso. El glenohumeral y el humeral transverso son ligamentos capsulares
mientras que el coracohumeral es un ligamento accesorio. El ligamento humeral
transverso se extiende horizontalmente entre los tubérculos del húmero. Este cubre el
surco intertubercular y el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial,
previniendo así el desplazamiento del tendón fuera del surco. El ligamento
coracohumeral se extiende entre el proceso coracoides de la escápula y los tubérculos
del húmero y ligamento humeral transverso, dando soporte a la articulación desde su
lado superior. Actúa limitando el traslado inferior y la rotación externa excesiva del
húmero.

Los ligamentos glenohumerales superior, medio e inferior dan soporte a la articulación


desde el lado anteroinferior. Tienen una función débil de estabilización, cada uno
actuando para limitar la amplitud máxima de algunos movimientos del brazo; Los tres
ligamentos se tensan durante la rotación externa (lateral) del húmero, mientras que
durante la rotación interna (medial) se relajan. También resisten al traslado anterior de
la cabeza del húmero. Los ligamentos medio e inferior se tensan durante la abducción,
mientras que el superior se encuentra relajado.

El ligamento glenohumeral superior se extiende desde el


tubérculo supraglenoideo de la escápula hacia el aspecto
proximal del tubérculo menor del húmero. Junto con el
ligamento coracohumeral, da soporte al intervalo rotador
e impide el traslado inferior de la cabeza del húmero,
particularmente durante la aducción del hombro. El
ligamento glenohumeral medio se inserta a lo largo del
margen glenoideo anterior de la escápula,
inmediatamente inferior al ligamento glenohumeral
superior. Se extiende hasta el tubérculo menor del
húmero. Este ligamento ancho se encuentra profundo, y
se fusiona con el tendón del músculo subescapular.
Estabiliza la cápsula anterior, limita la rotación externa,
particularmente cuando el brazo está en posición de abducción (45 a 60o). El
ligamento glenohumeral inferior es similar a un cabestrillo que se extiende entre el
labrum glenoideo y la parte inferomedial del cuello del húmero. Se divide en las
bandas anterior y posterior, entre las cuales se ubica la bolsa axilar. Este es el más
fuerte de los tres ligamentos glenohumerales, siendo más grueso y largo que los otros
dos. Ambas bandas estabilizan la cabeza humeral cuando el brazo está en abducción
mayor a 90°. La banda anterior limita la rotación externa del brazo, mientras que la
banda posterior limita la rotación interna.

Codo
La articulación del codo es una articulación sinovial en el miembro superior, que une el
brazo y el antebrazo. La articulación está formada por los tres huesos: el húmero, el
radio y la ulna (cúbito). La parte principal de la articulación del codo está formada
entre el húmero distal y la ulna proximal. Otras articulaciones incluyen: La articulación
entre el radio proximal y el húmero La articulación entre el radio proximal y la ulna.
Funcionalmente, el codo es una articulación gínglimo (en bisagra), que permite el
movimiento en un solo plano: la flexión y la extensión. También facilita la supinación y
pronación del antebrazo.

Estos huesos forman dos articulaciones: La articulación humeroulnar, también llamada


articulación humerocubital, es la unión entre la tróclea, que se encuentra en el aspecto
medial del extremo distal del húmero, y la incisura troclear en la porción proximal de la
ulna. La articulación humerorradial es la unión entre el capítulo, que se encuentra en el
aspecto lateral del extremo distal del húmero, y la cabeza del radio.

Las articulaciones humeroulnar y humerorradial son las


que le dan al codo sus características de bisagra. La cara
inferior del húmero es denominada paleta humeral, donde
las superficies redondeadas de la tróclea y del capítulo del
húmero giran contra las superficies de la incisura troclear
de la ulna y de la cabeza del radio. En la articulación del
codo, los extremos proximales del radio y de la ulna se
articulan entre sí en la articulación radioulnar proximal. Sin
embargo, esta es considerada como una articulación
separada de aquellas que forman la articulación del codo
en sí. La articulación radioulnar proximal es la unión entre la
cabeza circunferencial del radio y el anillo osteofibroso
formado por el surco para el nervio radial de la ulna y el
ligamento anular que sostiene la cabeza del radio en este surco.
La articulación radioulnar proximal es funcionalmente una articulación trocoide, que
permite un movimiento rotacional del radio sobre la ulna.

LIGAMENTOS

Conectan los huesos que forman la articulación del codo, contribuyendo así a su
estabilidad. Las articulaciones humeroulnar y humerorradial tienen cada una un
ligamento que une los dos huesos involucrados en la articulación: los ligamentos
colateral ulnar y colateral radial.

El ligamento colateral ulnar se extiende desde el epicóndilo medial del húmero hasta el
proceso coronoides y el olécranon de la ulna. Es de forma triangular y está compuesto
por tres partes: un fascículo anterior, uno posterior y uno inferior. El ligamento
colateral radial se inserta inferior al epicóndilo lateral del húmero. Sus fibras distales se
mezclan con el ligamento anular que envuelve la cabeza del radio, así como con las
fibras de los músculos supinador y extensor radial corto del carpo. El ligamento anular
también refuerza la articulación al mantener el radio y la ulna juntos en su articulación
proximal. Asimismo, el ligamento cuadrado está presente en esta articulación, y
mantiene una tensión constante durante los movimientos de pronación y supinación
del antebrazo.

Mano y Muñeca
La muñeca es la región que conecta al antebrazo y la mano. Su principal componente
esquelético es la articulación radiocarpiana (muñeca), que conecta el radio con los
huesos del carpo y permite la movilidad de la mano como un todo.

Esta compleja estructura conecta toda la mano con el radio y la ulna, facilita el paso de
los tendones junto con las estructuras neurovasculares desde el antebrazo hasta la
mano y nos permite aprovechar todos sus movimientos. Estos son la flexión, la
extensión, la abducción y la aducción de la mano.

 Muñeca (carpo): Región de la mano compuesta por los 8 huesos carpianos


(escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme, trapezoide, grande (capitado) y
ganchoso)
 Articulación radiocarpiana: Una articulación sinovial formada entre el radio, su
disco articular y tres huesos proximales del carpo; el escafoides, el semilunar y
el piramidal.
 Región de la muñeca: Un término general que se utiliza para describir la región
anatómica compuesta de la muñeca propiamente dicha (el carpo) y la
articulación radiocarpiana.

La mano es la porción más distal del miembro superior. Consta


de varios grupos de huesos conectados por medio de varias
articulaciones que permiten los movimientos finos de la mano,
como escribir o dibujar. De proximal a distal, estos huesos se
dividen en tres grupos: los huesos del carpo, del metacarpo y
las falanges. Existen 8 huesos del carpo dispuestos en una fila
proximal (4) y una fila distal (4). Estos huesos son irregulares.
Los huesos del metacarpo, son cinco huesos largos, cada uno
comprende la raíz del dedo correspondiente. Estos huesos son
bastante uniformes, así que aprender sobre sus características
generales te proporcionará el conocimiento requerido sobre
todos ellos. Las falanges, comprenden tres grupos de huesos:
proximal, medio y distal. Cabe recalcar que el pulgar está
desprovisto de una falange media, por este motivo solo
presenta una falange proximal y otra distal. Como los huesos del metacarpo, las
falanges también son uniformes, mostrando las características generales de los huesos
largos.

MUSCULOS

Los movimientos de la mano son producidos por los músculos intrínsecos y los
músculos extrínsecos.

Los músculos extrínsecos, en realidad, son los músculos del


antebrazo que se insertan en la mano. De este modo, estos
músculos cruzan las articulaciones de la mano (p. ej.
articulación radiocarpiana) y producen movimientos.

Además de la eminencia tenar hay otra prominencia en la


palma, pero esta vez en su lado ulnar. Es fácilmente palpable
y visible en la base del dedo meñique. Esta región se
denomina eminencia hipotenar y está formada por los
cuatro músculos hipotenares: abductor del meñique, flexor
corto del meñique, oponente del meñique y palmar corto.
Este grupo de músculos mueven el dedo meñique (quinto
dígito); lo abducen, lo flexionan y lo llevan hacia el pulgar
para facilitar la oposición. Los tres últimos grupos de
músculos de la mano están situados en la capa más profunda de la mano. Son los
lumbricales, los interóseos dorsales y los interóseos palmares. A veces, estos músculos
se describen juntos en los libros anatómicos y se denominan músculos cortos de la
mano. Funcionan juntos para ayudar a la extensión, flexión, abducción y aducción de
las falanges.

Pelvis
La pelvis ósea es una estructura compleja
con aspecto de cuenca la cual forma el
marco esquelético de la región de la pelvis
donde se encuentran diversos órganos
pélvicos. La pelvis se divide en dos regiones
anatómicas diferentes entre sí, estas son la
cintura pélvica y la columna vertebral a
nivel de la pelvis. La cintura pélvica,
también conocida como el hueso coxal, está
conformada por la fusión de tres huesos: el
ilion, el isquion y el pubis. La columna vertebral a nivel de la pelvis por su parte
corresponde a la porción posterior de la misma, se encuentra por debajo de la
columna lumbar y está constituida por el sacro y el cóccix. Los dos huesos pélvicos
están conectados anteriormente por la sínfisis del pubis, mientras que posteriormente
se articulan con la columna vertebral a nivel de la pelvis para conformar las
articulaciones sacroilíacas.

La pelvis juega un papel de suma importancia en varias funciones del cuerpo humano.
Para comenzar, se encarga de soportar todo el peso de la parte superior del cuerpo,
proporcionando estabilidad y transmitiendo dicho peso a las extremidades inferiores.
Esto permite que se desempeñen diversas acciones (como por ejemplo, sentarse,
ponerse de pie y caminar). Asimismo, la pelvis alberga y protege las vísceras
abdominales y pélvicas, sirviendo como punto de origen e inserción para los músculos
y los órganos reproductores. Por último, pero no menos importante, los huesos de la
pelvis tienen la capacidad de proporcionar un entorno cómodo para el feto durante el
embarazo. La integridad, propiedades biomecánicas y características anatómicas de la
pelvis femenina son clave para llevar a cabo el parto.

HUESO COXAL

Es un hueso pareado, de forma irregular, que al articularse


con su contraparte se denomina cintura pélvica. Este
consta de 3 huesos: el ilion, el isquion y el pubis. Estos tres
huesos también son llamados huesos de la pelvis, huesos
coxales o huesos innominados. Se desarrollan por centros de osificación individuales y
en los niños están unidos únicamente por cartílago. Cuando se llega a la pubertad, las
partes de la pelvis ósea se fusionan completamente para formar el complejo y
compacto hueso coxal. El hueso coxal tiene dos caras (una lateral y otra medial) y está
delimitado por cuatro bordes (anterior, posterior, superior e inferior). La cara lateral
contiene el reparo anatómico más prominente de este hueso, el acetábulo. El
acetábulo es una cara articular en forma de cavidad mediante la cual el hueso coxal se
articula con el fémur y conforma la articulación coxofemoral o la articulación de la
cadera. Tiene un borde en forma de “C” (borde del acetábulo) que se ve acentuado por
el labrum acetabular cartilaginoso y es completado en su porción inferior por el
ligamento transverso del acetábulo. Este es el punto principal de unión de los tres
huesos los cuales tienen una disposición particular: El ilion se extiende superior a la
articulación coxofemoral, por tal motivo, comprende la porción superior del acetábulo.
El isquion es la porción posteroinferior del hueso coxal, por lo que encaja en el tercio
posteroinferior del acetábulo. El pubis conforma el tercio anteroinferior del acetábulo
y es la porción anteroinferior del hueso que se articula con el hueso coxal
contralateral. Otro reparo anatómico óseo de importancia en el hueso coxal es el
foramen obturador, un orificio de gran tamaño ubicado anteroinferior al acetábulo, el
cual está delimitado por el isquion y el pubis. Este actúa como punto de comunicación
entre la región de la pelvis y el muslo, por donde pasan estructuras vasculares y
nerviosas.

ILION

El ilion, también conocido como hueso ilíaco, tiene forma de


hoja y se ubica en la porción superior de la articulación
coxofemoral. Este hueso está constituido por dos porciones
principales: el cuerpo y el ala del ilion. El cuerpo del ilion es
una porción más pequeña, localizada hacia inferior, que
contribuye a la formación del acetábulo. La porción superior,
conocida como ala, es una porción grande y plana, esta
consta de cuatro bordes y tres caras. El ilion contiene cuatro
zonas principales que protruyen y son reconocidas como
reparos anatómicos que permiten ubicar las estructuras
adyacentes. Los reparos anatómicos más prominentes son las
cuatro espinas ilíacas que detallaremos a continuación: La espina ilíaca anterior
superior, ubicada en el extremo anterior de la cresta ilíaca. Funciona como un punto
de inserción para el ligamento inguinal y se puede palpar con facilidad. La espina ilíaca
anterior inferior, está ubicada anterior al surco supraacetabular y al borde del
acetábulo. Esta espina ilíaca proporciona el punto de inserción para el músculo recto
femoral y la porción proximal del ligamento iliofemoral. Se encuentra separada de la
espina ilíaca anterior superior por una vertiente corta y vertical. La espina ilíaca
posterior superior, está ubicada en el extremo posterior de la cresta ilíaca. Aunque
esta espina no se puede palpar, generalmente está representada por un hoyo o
hoyuelo en la región glútea medial. La espina ilíaca posterior superior se relaciona
lateralmente con la tuberosidad ilíaca y la cara sacropelviana. La espina ilíaca posterior
inferior se encuentra inferior a la espina ilíaca posterior superior, mencionada
anteriormente.

El ilion presenta cuatro bordes: superior (cresta ilíaca), anterior, posterior y medial. El
borde superior del ilion recibe el nombre de cresta ilíaca. Hace referencia a una
superficie rugosa de forma semilunar que comienza en la espina ilíaca posterior
superior la cual se arquea hacia delante para terminar en la espina ilíaca anterior
superior. La cresta ilíaca tiene un labio interno y otro externo, así como una línea
intermedia entre estos. De la misma manera, existe un tubérculo ilíaco ubicado 5cm
superior y posterior a la espina ilíaca anterior superior. El borde anterior del ilion se
extiende desde la espina ilíaca anterior superior hasta el acetábulo. Presenta la espina
ilíaca anterior inferior inmediatamente superior a su extremo acetabular. La porción
del borde entre estas espinas tiene una forma cóncava anteriormente.

El borde posterior del ilion empieza desde la espina ilíaca


posterior superior y se extiende hasta el borde posterior del
isquion. Este se caracteriza por presentar a la espina ilíaca
posterior inferior y por su recorrido irregular. La porción entre las
espinas es cóncava posteriormente, mientras que la porción que
se extiende desde la espina ilíaca posterior inferior al borde del
isquion, primero se dirige horizontalmente para luego orientarse
posteroinferiormente y así conformar el borde superior de la
incisura ciática mayor. Esta incisura se completa inferiormente
por el borde posterior del isquion y la espina ciática. El ligamento
sacroespinoso rodea a la incisura superiormente y el ligamento sacrotuberoso la rodea
posteroinferiormente, para convertirla en el foramen ciático mayor. Este foramen
cumple la función de servir como conducto para siete nervios, tres pares de vasos
sanguíneos y un músculo. Llegando a ser contenidos del foramen ciático mayor: Nervio
ciático Ramos del plexo sacro: nervios glúteo superior, glúteo inferior, pudendo,
cutáneo posterior del muslo, nervio del músculo cuadrado femoral, nervio del músculo
obturador interno; Vasos las ramas de la arteria ilíaca interna: arterias glútea superior,
glútea inferior y pudenda interna y el músculo piriforme.

Los cuatro bordes del ilion definen y limitan sus tres caras óseas: la cara glútea, la cara
sacropelviana y la cara ilíaca (interna). La cara glútea constituye la cara posterolateral
del hueso. Está delimitada superiormente por el labio externo de la cresta ilíaca e
inferiormente por la línea glútea inferior. Se caracteriza por tener tres líneas glúteas
que proporcionan puntos de inserción para los músculos glúteos y del muslo: La línea
glútea inferior que corre justo por encima del borde del acetábulo. La línea glútea
posterior que corre justo por encima y por delante de la incisura ciática mayor y de
ambas espinas ilíacas posteriores. La línea glútea anterior que corre de manera oblicua
a lo largo de la cara glútea desde el tubérculo de la cresta ilíaca hacia la línea glútea
posterior. La cara ilíaca es la superficie anteromedial del hueso, la cual está delimitada
por la fosa ilíaca. Esta fosa, a su vez, está limitada superiormente por el labio interno
de la cresta ilíaca, inferiormente por la línea arcuata y posteriormente por los bordes
anteriores de la tuberosidad ilíaca y la carilla auricular del ilion. En el lado derecho, la
cara ilíaca está relacionada con la porción terminal del íleon, el ciego y el apéndice
vermiforme. Sin embargo, al lado izquierdo, da soporte al colon descendente distal y a
la porción proximal del colon sigmoideo. La cara sacropelviana empieza en el borde
posterior de la fosa ilíaca y continúa hasta la porción posterior del ilion. Esta posee una
carilla auricular anterior y una tuberosidad ilíaca posterior. La carilla auricular es una
superficie en forma de oreja donde el ilion se articula con el hueso sacro para
conformar la articulación sacroilíaca. La tuberosidad ilíaca proporciona un punto de
inserción para los ligamentos y músculos del dorso y de la extremidad inferior.
Asimismo, existe una cara pelviana que se ubica anterior e inferior a la carilla auricular,
la cual forma parte de la pared lateral de la pelvis menor.

ORIGEN E INSERCIÓN DE LOS MÚSCULOS

El grueso ilion proporciona diversos puntos de inserción y origen para los músculos del
tronco y de las extremidades inferiores. La cresta ilíaca es un punto de inserción para
los músculos dorsal ancho, oblicuos externo e interno del abdomen, tensor de la fascia
lata y cuadrado lumbar. La cara ilíaca por su parte sirve como punto de origen para el
músculo ilíaco el cual tiene origen de los dos tercios superiores de la fosa ilíaca. El
músculo sartorio tiene origen en la espina ilíaca anterior superior mientras que el
músculo recto femoral tiene origen tanto de la espina ilíaca anterior inferior y el surco
supracetabular. La cara glútea del ilion proporciona puntos de origen para los
músculos glúteo mayor, medio y menor.

ISQUION

El hueso isquion se encuentra posterior e


inferior a la articulación coxofemoral. Tiene
forma de ‘L’, es continuo superiormente con el
ilion y anteriormente con el hueso pubis. Está
constituido por dos porciones: el cuerpo y la
rama. El cuerpo del isquion es áspero y ancho
con tres caras óseas donde se incluye a la cara
medial (pelviana), lateral (femoral) y la cara
posterior. La rama del isquion es una porción
cilíndrica. Se extiende anteromedialmente
desde el aspecto inferior del cuerpo hasta
encontrarse con la rama inferior del pubis. En conjunto, estas ramas óseas conforman
el borde inferior del foramen obturador.

Caras: La cara medial es relativamente lisa y sin muchos reparos anatómicos que
destacar. Sin embargo, conforma la pared lateral de la fosa isquioanal (isquiorrectal)
en conjunto con el músculo obturador interno y su fascia. La cara femoral está
angulada anterior, inferior y lateralmente hacia el cuerpo proximal del fémur. En la
porción anterior, está delimitada por el margen posterior del foramen obturador y
lateralmente por el borde lateral de la tuberosidad isquiática. Así como la cara medial,
la cara posterior es relativamente lisa en su aspecto superior, continuando
superiormente con la cara glútea del ilion. Una pequeña proyección en sentido
posteromedial se encuentra en su borde superior. Esta proyección recibe el nombre de
espina ciática y es el punto de inserción para el ligamento sacroespinoso. Justo debajo
de la espina ciática, se puede encontrar una pequeña concavidad con forma de ‘C’
conocida como la incisura ciática menor la cual conforma el borde anterior del
foramen ciático menor. Este foramen o agujero está delimitado posteriormente por el
ligamento sacrotuberoso y anteriormente por el ligamento sacroespinoso,
desempeñando un papel fundamental de pasaje para el nervio pudendo, el nervio
obturador interno, la arteria y vena pudenda interna y el tendón del músculo
obturador interno.

Inserciones de los músculos

El isquion presenta varios puntos de inserción para los músculos de la pelvis y de las
extremidades inferiores. La cara medial presenta puntos de inserción para los
músculos transversos del periné, obturador interno y externo, piriforme, coccígeo y
elevador del ano. Las caras lateral y posterior presentan puntos de inserción para la
mayoría de los músculos proximales de las extremidades inferiores, tales como el
músculo aductor mayor, la cabeza larga del músculo bíceps femoral, el semitendinoso,
el semimembranoso y el músculo cuadrado femoral.

PUBIS

El hueso pubis o el hueso púbico es el hueso más


pequeño del que hablaremos en artículo. El que sea
pequeño no quiere decir que sea el menos
importante. Está constituido por un cuerpo pequeño
y dos ramas (una superior y otra inferior) que se
extienden posterior y lateralmente. Las ramas del
pubis tienen la apariencias de las líneas oblicuas de la
letra ‘K’ desde una perspectiva anterior.

Porciones y caras: El cuerpo del hueso pubis está constituido por tres caras: una cara
anterior (externa), una posterior (interna) y una medial. Estas caras convergen a
excepción de la cresta del pubis (ubicada en la porción anterior y superior del cuerpo
del pubis) donde se delimita la transición de la cara externa e interna. La cara anterior
está orientada inferior y lateralmente presentando una zona lisa que funciona como
punto de inserción para los aductores del muslo. La cara posterior se encuentra
orientada posterior y superiormente, constituyendo la pared anterior de la pelvis
menor. La cara articular (sinfisaria) está orientada medialmente para articularse con el
hueso coxal (específicamente el pubis) contralateral. Esta articulación recibe el nombre
de sínfisis del pubis. Los huesos se conectan a través del cartílago interpuesto entre los
mismos. Esta se puede palpar en la línea media del monte del pubis. La cresta del
pubis separa la cara anterior y posterior del hueso. Esta presenta a la espina púbica en
su extremo lateral, exactamente 2,5 cm lateral a la sínfisis del pubis. La espina púbica
funciona como punto de inserción para el ligamento inguinal y es utilizada
clínicamente (en conjunto a la espina ilíaca anterior superior) para localizar los anillos
del conducto inguinal. El área curva inferior a la sínfisis del pubis es conocida como el
arco del pubis. Es una de las zonas de la pelvis que adquiere su forma dependiendo del
género, ya sea masculino o femenino. La rama superior del hueso pubis comienza en
la espina púbica y se extiende posterior y lateralmente hacia arriba, llegando hasta el
acetábulo. Está constituido por tres bordes y tres caras. La cara anterior se prolonga
desde la espina púbica hasta la eminencia iliopúbica y está limitada por la cresta
obturadora anteriormente y por el pecten del hueso pubis (línea pectínea)
posteriormente. La línea pectínea es continua con la línea arcuata del ilion. En
conjunto, estas dos líneas confirman la línea terminal, una línea que separa la pelvis
mayor de la menor. La porción obturadora de la rama superior está orientada
posterior e inferiormente, se encuentra delimitada anteriormente por la cresta
obturadora e inferiormente por su propio borde inferior afilado. Por último pero no
menos importante la cara pelviana se encuentra orientada posterior y superiormente,
siendo relativamente lisa en comparación a la cara anterior. Cabe destacar que se
encuentra delimitada por el pecten del hueso pubis superiormente y el borde inferior
debajo. La rama inferior del pubis se encuentra proyectada posterior, inferior y
lateralmente desde el ángulo superolateral del cuerpo del pubis. Esta cuenta con dos
caras (una anterolateral y otra posteromedial) las cuales están separadas por dos
márgenes (uno anterior y otro medial). La rama inferior se continúa inferior y
lateralmente para juntarse con la rama del isquion y completar, el foramen obturador.
La cara anterolateral de la rama inferior del pubis se dirige hacia el muslo y se
continúa superiormente con el cuerpo del pubis. Por otra parte, la cara posteromedial
está orientada hacia la pelvis menor creando de esta manera un punto de inserción
para el pilar del pene (en el caso de los hombres) o el clítoris (en el caso de las
mujeres). El borde medial delimita parte del foramen obturador, brindando un punto
de inserción para el músculo tensor de la fascia lata y la capa membranosa de la fascia
perineal superficial.
Insercion muscular: Al igual que los demás huesos innominados, el pubis proporciona
puntos de inserción para diversos músculos abdominales anteriores, pélvicos y de las
extremidades inferiores. Su borde superior proporciona puntos de inserción para el
músculo recto del abdomen, pectíneo y el tendón conjunto (la unión de la aponeurosis
del músculo oblicuo interno y el músculo transverso del abdomen). La cara externa del
pubis da soporte a los músculos grácil, aductor corto, obturador externo y a aductor
largo.

SACRO

Los huesos que conforman la pelvis se unen entre sí


a través de cuatro articulaciones creando así,
diversos movimientos de la pelvis. Cuando los
estudiamos de posterior a anterior, estas son la
articulación lumbosacra, sacroilíaca, sacrocoxígea,
coxofemoral y la sínfisis del pubis. La articulación
lumbosacra es una articulación de tipo sínfisis
(articulación cartilaginosa secundaria) entre la
quinta vértebra lumbar y la base del sacro. Esta
permite la flexión, extensión, flexión lateral y una
ligera rotación del torso en cuanto a la pelvis y las
extremidades inferiores. La articulación sacroilíaca
es una articulación sinovial entre el ala del sacro y la carilla auricular del ilion. Esta
permite solo un poco de movilidad a través de ligeros movimientos de deslizamiento y
de rotación. En las mujeres, los ligamentos se reblandecen durante el embarazo,
permitiendo a su vez, aumentar el diámetro de la pelvis durante el proceso de parto.
La articulación sacrocoxígea es una anfiartrosis entre la última vértebra sacra (S5) y la
primera vértebra coccígea (Co1). Esta articulación permite la flexión y la extensión del
cóccix. Cabe destacar que estos movimientos son pasivos y se producen durante el
parto y la defecación. La sínfisis del pubis es una articulación cartilaginosa secundaria
entre las caras mediales de los huesos del pubis. Las caras articulares están recubiertas
por una capa de cartílago hialino y a su vez, conectadas por cartílago ubicado entre
estas. Por lo general, esta articulación no genera ningún tipo de movimiento a
excepción durante el embarazo, cuando los ligamentos de la pelvis y el cartílago se
ablandan para permitir el aumento del diámetro de la pelvis en el trabajo de parto.

PELVIS MAYOR Y PELVIS MENOR

Cuando observamos a los huesos de la pelvis en conjunto, podemos ver que es una
estructura con forma de cubeta o taza. Dicha estructura ósea se abre superior e
inferiormente. Superiormente esta se abre hacia el abdomen a través de una amplia
apertura pélvica superior (el estrecho superior de la pelvis). Esta apertura tiene un
contorno totalmente óseo: estando delimitado por la línea terminal (un anillo continuo
conformado por la línea pectínea y la línea arcuata) y por el promontorio del sacro
(posteriormente). La apertura inferior de la pelvis recibe el nombre de estrecho
inferior de la pelvis. Sus bordes están delimitados por estructuras óseas y ligamentos:
posterior y lateralmente está delimitada por los ligamentos sacrotuberosos, mientras
que anterior y lateralmente por las ramas isquiopubianas. El estrecho inferior de la
pelvis está cubierto por los músculos del diafragma pélvico y el periné. El estrecho
superior e inferior de la pelvis dividen a la pelvis en los siguientes compartimentos: La
pelvis mayor (pelvis falsa) se encuentra por arriba del estrecho superior de la pelvis y
contiene la porción distal de los intestinos. Está delimitada por el ala del hueso ilion
lateralmente y por la 4ta-5ta vértebra lumbar y la base del sacro posteriormente. El
borde anterior de la pelvis mayor es completado por la porción inferior de la pared
abdominal anterior. Superiormente, la pelvis mayor se comunica con la cavidad
peritoneal, inferiormente, con la pelvis menor a través del estrecho superior de la
pelvis. Este límite entre la pelvis mayor y menor también recibe el nombre de línea
innominada. La pelvis menor (pelvis verdadera) se encuentra entre el estrecho
superior e inferior de la pelvis y contiene a los genitales internos, periné y órganos
distales del tracto urinario. Se encuentra delimitada a ambos lados por el ilion e
isquion, y posteriormente por el sacro y cóccix. Los huesos del pubis, la sínfisis del
pubis y sus ramas conforman en límite anteroinferior.

Cadera
Cada hueso coxal tiene tres partes (ilion, isquion, pubis) y se acopla a la cabeza del
fémur para formar la articulación de la cadera (coxofemoral). Esta articulación
esferoidea es responsable de darle un extenso rango de movimiento a los miembros
pélvicos.

La articulación coxofemoral o articulación de la cadera es un tipo de articulación


sinovial esferoidea que conecta la cintura pélvica a la extremidad inferior. En esta
articulación, la cabeza del fémur se articula con el acetábulo del
hueso coxal. La articulación coxofemoral es una articulación
multiaxial que permite un amplio rango de movimientos: flexión,
extensión, abducción, aducción, rotación externa, rotación interna
y circunducción. Es comparada con la articulación glenohumeral
(articulación del hombro), sin embargo, esta articulación sacrifica
movilidad por estabilidad y soporte de peso. El peso total de la
parte superior del cuerpo es transmitida a través de esta
articulación a los miembros inferiores durante la bipedestación.
Esta articulación es la más estable del cuerpo humano.

CARAS ARTICULARES
La articulación coxofemoral está formada por la articulación del
fémur con el hueso coxal, más específicamente por la cabeza
elipsoidal del fémur y la concavidad semiesférica del acetábulo
localizado en el aspecto lateral del hueso coxal. La cabeza femoral
está cubierta por cartílago articular (hialino) a excepción de la
depresión central rugosa, la fosita de la cabeza femoral, superficie
donde se adhiere el ligamento de la cabeza del fémur (o también
llamado ligamento redondo del fémur). El acetábulo está formado
por la fusión de los huesos ilion, isquion y pubis. Juega un papel
significativo en la estabilidad de la cadera ya que rodea casi por
completo la cabeza del fémur. El acetábulo tiene una región semilunar prominente
conocida como carilla semilunar que está cubierta por cartílago articular. Esta forma
un anillo incompleto que ocupa las caras superior y lateral del acetábulo, faltando solo
en el segmento inferior. Esta carilla es más amplia anterosuperiormente donde
soporta la mayor parte del peso corporal durante la bipedestación. El borde inferior
del acetábulo que carece de dicha carilla forma la incisura acetabular. El piso no
articular central profundo del acetábulo es conocido como la fosa acetabular. Esta es
un área desprovista de cartílago y continua a la incisura acetabular. Contiene tejido
conectivo laxo (cuerpos adiposos fibroelásticos) cubierto por membrana sinovial.
Adherido al margen del acetábulo se encuentra un collar fibrocartilaginoso llamado
labrum acetabular. Esta estructura se profundiza en el acetábulo levantando
ligeramente el borde del mismo, de este modo incrementa su área articular en un 10%.
Inferiormente, el labrum acetabular se continúa con el ligamento acetabular
transverso, uniendo la incisura acetabular y transformándola en un foramen. El
aspecto superior del acetábulo y la cabeza femoral soportan las mayores presiones.
Estas áreas generalmente tienen el cartílago articular más grueso. La concavidad del
acetábulo y la cabeza redonda del fémur de la articulación coxofemoral, y sus
relaciones anatómicas con el fémur y la pelvis, particularmente en posición vertical,
hacen de esta articulación incongruente. Las caras articulares son más congruentes
cuando la articulación está parcialmente flexionada o abducida.

CAPSULA ARTICULAR

La articulación coxofemoral está rodeada externamente por una cápsula fibrosa fuerte
e internamente recubierta por membrana sinovial. La capa fibrosa externa de esta
cápsula está adherida al acetábulo proximalmente, cercana al margen del borde
acetabular y al ligamento transverso del acetábulo. Desde esta inserción acetabular, la
capa fibrosa se extiende lateralmente hasta su inserción distal en el fémur proximal. Se
adhiere a la línea intertrocantérica anteriormente, a la base del cuello del fémur
superiormente, cerca de 1 cm superomedial a la cresta intertrocantérica
posteriormente y al cuello del fémur cerca del trocánter menor inferiormente. Es
importante remarcar que parte del cuello del fémur es intracapsular y otra parte
extracapsular. La cápsula de esta articulación es notablemente más gruesa
anterosuperiormente, área de máximo estrés, particularmente en posición vertical
cuando la cadera se encuentra extendida. Posteroinferiormente, la cápsula es
relativamente fina y se encuentra adherida de forma más holgada. Esta cápsula tiene
dos grupos mayores de fibras; longitudinales y circulares. Las fibras longitudinales
externas de la cápsula fibrosa generalmente se disponen en dirección espiral desde la
articulación coxofemoral hasta el fémur proximal. Las fibras circulares más profundas
forman un collar alrededor del cuello del fémur, la zona orbicular y no presenta
inserciones óseas. Esta cápsula es reforzada inferiormente por el ligamento
pubofemoral y posteriormente por el ligamento isquiofemoral.

LIGAMENTOS

Los ligamentos de la articulación coxofemoral pueden ser divididos en dos grupos:


capsulares e intracapsulares. Los ligamentos capsulares son ligamentos intrínsecos de
la cápsula articular. Existen tres ligamentos capsulares que desempeñan un rol clave
en el mantenimiento de la integridad de la articulación durante la ejecución de los
diferentes movimientos: ligamentos iliofemoral, pubofemoral e isquiofemoral. Los
ligamentos intracapsulares son encontrados dentro de la cápsula e incluyen al
ligamento transverso del acetábulo y al ligamento de la cabeza del fémur.

El ligamento iliofemoral es un ligamento grueso


triangular que se ubica sobre las caras anterior y superior
de la articulación coxofemoral, y se funde con la cápsula
articular. Se fija proximalmente entre la espina ilíaca
anterior inferior y el borde acetabular. Distalmente, se fija
a la línea intertrocantérica. La porción central de este
ligamento es más gruesa comparada con las bandas
externas, dando al ligamento una forma de Y invertida. Es
el ligamento más fuerte del cuerpo y trabaja para
prevenir la hiperextensión de la articulación coxofemoral
durante la bipedestación. Durante la extensión, este
ligamento se tensa, limitando a la cápsula y sujetando a la cabeza femoral con fuerza al
acetábulo. Esta acción restringe la extensión de la articulación más allá de la posición
vertical entre 10 y 20 grados. El ligamento pubofemoral yace anteroinferiormente y
refuerza las caras anterior e inferior de la cápsula articular. Surge de la eminencia
iliopúbica, de la rama superior y de la cresta obturadora del pubis. Este ligamento
transcurre lateral e inferior hacia el aspecto inferior de la línea intertrocantérica,
mezclándose con la capa fibrosa de la cápsula articular y la banda medial del ligamento
iliofemoral. La región más delgada de la cápsula articular se encuentra entre las fibras
mediales de los ligamentos iliofemoral y pubofemoral donde existe un orificio circular.
El tendón del músculo iliopsoas se superpone a esta región. Entre el tendón muscular y
la cápsula se encuentra la bursa iliopectínea (psoas) que se comunica con la cavidad de
la articulación coxofemoral. El ligamento pubofemoral evita la abducción excesiva de la
articulación al tensarse durante los movimientos de extensión y abducción. El
ligamento isquiofemoral es el más débil de los tres ligamentos capsulares. Se ubica
posteriormente, y refuerza la cara posterior de la cápsula articular. Se inserta
medialmente al isquion por debajo del acetábulo. Transcurre superolateralmente
alrededor de la cápsula y posterior al cuello del fémur para adherirse a la base del
trocánter mayor, profundo al ligamento iliofemoral. Algunas de las fibras más
profundas del ligamento isquiofemoral se mezclan con la zona orbicular. Ligamento
transverso del acetábulo El ligamento transverso del acetábulo es un ligamento fuerte
y plano que conecta a la incisura acetabular creando el foramen acetabular a través del
cual las estructuras neurovasculares ingresan a la articulación coxofemoral. Completa
la ausencia del borde acetabular inferior y se continúa periféricamente con el labrum
acetabular. Ligamento de la cabeza del fémur (ligamento redondo del fémur) Este
ligamento es una banda plana y triangular de tejido conectivo que no tiene una
contribución significativa para el fortalecimiento y estabilidad de la articulación
coxofemoral. Su vértice se adhiere a la fosita de la cabeza femoral mientras que su
base se adhiere a la incisura acetabular y al ligamento transverso del acetábulo. Está
cubierto por una membrana sinovial y lleva una rama menor de la arteria obturatriz, la
arteria para la cabeza del fémur, que contribuye a la irrigación de la cabeza femoral.

MUSCULOS

Según su función: flexores, extensores, aductores, abductores, rotadores laterales y


rotadores mediales. Un mismo músculo puede entrar en dos grupos diferentes.
Múltiples músculos participan tanto en la flexión y en la aducción como en la
abducción y en la rotación interna.

Los principales flexores de la articulación coxofemoral son el músculo iliopsoas (psoas


mayor e ilíaco) y el músculo recto femoral. Los músculos pectíneo, tensor de la fascia
lata y sartorio asisten como músculos flexores débiles. También, el aductor largo y el
corto pueden asistir en la flexión de la articulación además de su función aductora
principal. El principal extensor de la cadera es el músculo glúteo mayor, asistido por los
músculos isquiotibiales (bíceps femoral, semitendinoso, semimembranoso) y el
aductor mayor. Los principales abductores son los músculos glúteo medio y glúteo
menor. Los músculos tensor de la fascia lata, piriforme y sartorio pueden asistir en la
abducción. Los abductores de la cadera juegan un importante rol en la estabilización
de la pelvis durante las fases específicas durante la marcha. Los principales aductores
son los aductores largo, corto y mayor y el músculo grácil. Estos son asistidos por los
músculos pectíneo, cuadrado femoral y las fibras inferiores del glúteo mayor. Las fibras
anteriores del glúteo menor y medio son los principales músculos responsables de la
rotación interna de la articulación coxofemoral. Estos músculos son asistidos por el
tensor de la fascia lata y la mayoría de los músculos aductores. La rotación externa
está producida por el glúteo mayor junto con un grupo de seis pequeños músculos
(rotadores laterales): piriforme, obturador interno, gemelos superior e inferior,
cuadrado femoral y obturador externo.

Rodilla
La articulación de la rodilla es una articulación sinovial que conecta tres
huesos; el fémur, la tibia y la patela. Es un gínglimo complejo compuesto
por dos articulaciones; la articulación tibiofemoral y la articulación
patelofemoral. La articulación tibiofemoral como su nombre lo indica es
la unión entre la tibia y el fémur, mientras que la articulación
patelofemoral es la unión entre la patela y el fémur. La articulación de la
rodilla es la articulación más grande y probablemente la que es sometida
a mayor estrés en el cuerpo humano. La disposición de los huesos en
esta articulación proporciona un punto de apoyo que permite que las
funciones de los músculos flexores y extensores de la rodilla sean
desarrolladas. La distribución de los ligamentos extracapsulares e
intracapsulares, así como las extensiones de músculos que cruzan la
articulación, proporcionan la estabilidad tan necesaria que contrarresta el considerable
estrés biomecánico que se ejerce sobre la articulación. Debido a que esta articulación
es de tipo gínglimo, permite principalmente movimientos a lo largo de un eje en
términos de flexión y extensión en el plano sagital. También, permite una leve rotación
medial durante la flexión y la última etapa de la extensión de la rodilla, así como una
rotación lateral cuando “desbloquean” esta.

CARAS ARTICULARES

La articulación tibiofemoral es una articulación entre los cóndilos lateral y medial del
extremo distal del fémur y la carilla articular superior de la tibia, los cuales están
cubiertos por una capa gruesa de cartílago hialino. Los cóndilos lateral y medial son
dos proyecciones óseas ubicadas en el extremo distal del fémur, que tiene una
superficie convexa lisa, y están separados posteriormente por un surco profundo
conocido como fosa intercondílea. El cóndilo medial es más grande, más
estrecho y proyectado más lejos que su contraparte lateral, lo que explica el
ángulo entre el fémur y la tibia. Las caras exteriores rugosas de los cóndilos
medial y lateral son definidas como epicóndilos medial y lateral,
respectivamente. A lo largo del aspecto posterior del fémur distal, existen
elevaciones rugosas sobre los epicóndilos medial y lateral conocidas como
líneas supracondíleas medial y lateral. La carilla articular superior de la tibia
está compuesta por dos superficies superiores ligeramente cóncavas de los
cóndilos ubicados en el extremo proximal de la tibia, y están separadas por
una protuberancia ósea conocida como la eminencia intercondílea. La carilla
articular medial de la tibia tiene una forma algo ovalada a lo largo de su eje
anteroposterior, mientras que la lateral es de forma más circular. Las caras articulares
de la articulación tibiofemoral son generalmente incongruentes, es por esto que la
compatibilidad es proporcionada por los meniscos medial y lateral. Estas son
estructuras fibrocartilaginosas en forma de media luna que permiten una presión más
uniforme del fémur sobre la tibia.

La articulación patelofemoral es una articulación en silla de montar formada por la


unión de la carilla patelar del fémur (también conocido como la tróclea femoral) y la
cara posterior de la patela. La carilla patelar del fémur es un surco en el lado anterior
del fémur distal, que se extiende posteriormente hacia la fosa intercondílea. La patela
es un hueso de forma triangular, con una base proximal curva y un vértice distal
puntiagudo. Su carilla articular es definida por las superficies articulares cóncavas
medial y lateral cubiertas con una capa gruesa de cartílago hialino y separadas por una
cresta vertical. Medial a la superficie medial se encuentra una tercera superficie
pequeña, que carece de cartílago hialino. Por ser un hueso sesamoideo, la patela está
firmemente incrustada y mantenida en su lugar por el tendón del músculo cuádriceps
femoral. En la porción distal de la patela, una extensión del tendón del cuádriceps
femoral forma una banda central denominada ligamento patelar. El cual es un
ligamento resistente y grueso que se extiende desde el vértice de la patela hasta el
área superior de la tuberosidad tibial. Para fortalecer tu conocimiento, responde al
siguiente cuestionario sobre los huesos que forman parte de la articulación de la
rodilla.

CAPSULA ARTICULAR

La cápsula articular de la articulación de la rodilla es de naturaleza compuesta,


formada principalmente por tendones y sus expansiones, creando así una vaina
ligamentosa gruesa alrededor de la articulación. La cápsula es relativamente débil y se
inserta a los márgenes de las carillas articulares femoral y tibial. La porción anterior de
la cápsula presenta una abertura, cuyos márgenes se unen a los bordes de la patela.
Una segunda brecha está presente también en la porción posterolateral de la cápsula
para dar paso al tendón del músculo poplíteo. La cápsula está formada por un capa
fibrosa externa (la cual es contínua con los tendones adyacentes) y una membrana
sinovial interna que lubrica las carillas articulares, reduciendo la fricción y
proporcionando un aporte nutricional al cartílago. La cápsula articular forma varias
bolsas llenas de líquido denominadas bursas, que disminuyen la fricción dentro de la
articulación de la rodilla. Las bursas más importantes de la articulación incluyen:

Bursa suprapatelar: ubicada superior a la patela, entre el fémur y el tendón del


músculo cuádriceps. Bursa subcutánea prepatelar: se ubica anterior a la patela, entre
la patela y la piel. Bursa infrapatelar: ubicada debajo de la patela entre el ligamento
patelar y la tibia.
LIGAMENTOS Y MENISCOS

Los ligamentos de la articulación de la rodilla pueden ser


divididos en dos grupos: los ligamentos extracapsulares y
los ligamentos intracapsulares. Estos ligamentos conectan
el fémur y la tibia, manteniéndolos en su lugar,
proporcionando estabilidad y previniendo luxaciones. Los
ligamentos extracapsulares se encuentran fuera de la
cápsula articular e incluyen al ligamento patelar, los
ligamentos colaterales fibular
(lateral) y tibial (medial), y los
ligamentos poplíteo oblicuo y poplíteo arcuato. Los ligamentos
intracapsulares se encuentran dentro de la cápsula articular,
siendo los ligamentos cruzados los más conocidos de este
subgrupo.

El ligamento patelar es una banda fibrosa resistente y gruesa


que corresponde a la continuación distal del tendón del
cuádriceps femoral. Se encuentra superficial/anterior a la bursa
infrapatelar y se extiende desde el vértice de la patela hasta la
tuberosidad tibial. A lo largo de sus márgenes externos, el
ligamento patelar se une a los retináculos patelares medial y lateral, que son
extensiones de los músculos vasto medial y lateral, respectivamente, así como la fascia
sobrepuesta. El ligamento patelar juega un papel primordial en la estabilidad de la
patela y evita su desplazamiento.

El ligamento colateral fibular es un ligamento resistente que se


origina en el epicóndilo lateral del fémur, inmediatamente posterior
a la inserción proximal del músculo poplíteo, y se extiende
distalmente para unirse a la cara lateral de la cabeza de la fíbula. A
medida de que se une a la cabeza de la fíbula, el ligamento divide en
dos al tendón del músculo bíceps femoral. El ligamento colateral
fibular se encuentra debajo del retináculo patelar lateral y superficial
al tendón del músculo poplíteo, que lo separa del menisco lateral.

El ligamento colateral tibial es resistente y plano, ubicándose en el aspecto medial de


la articulación de la rodilla. Este, en conjunto con su contraparte fibular, actúan para
asegurar la articulación de la rodilla y prevenir el movimiento lateral excesivo al
restringir la rotación externa e interna de la rodilla extendida. El ligamento colateral
tibial en los libros de texto se divide en porciones superficial y profunda: La porción
superficial: se origina inmediatamente proximal al epicóndilo medial del fémur. Este
ligamento tiene dos puntos de inserción; una inserción proximal en el cóndilo medial
de la tibia y una inserción distal en la porción medial del cuerpo de la tibia.
Anteriormente, la porción superficial se une con el retináculo patelar medial y el
ligamento patelofemoral medial, que recorre desde el cóndilo femoral medial para
unirse al borde medial de la patela. La porción profunda: es un engrosamiento vertical
de la cápsula articular de la rodilla que se encuentra debajo de la porción superficial
del ligamento colateral tibial. Este se origina del área distal del fémur, luego se inserta
en el menisco medial, y termina en la porción proximal de la tibia. Estas dos porciones
del ligamento se definen como ligamentos meniscofemoral y meniscotibial (ve a
continuación).

El ligamento poplíteo oblicuo (ligamento de Bourgery) es una expansión


del tendón del músculo semimembranoso que se origina posterior al
cóndilo medial de la tibia y se refleja superior y lateralmente para unirse
al cóndilo lateral del fémur. A medida que se extiende por la fosa
intercondílea, el ligamento poplíteo oblicuo refuerza la porción
posterior de la cápsula articular y se une a su porción central.

El ligamento poplíteo arcuato (o ligamento poplíteo arqueado) es una


banda fibrosa resistente que emerge del aspecto posterior de la cabeza de la fíbula y
se curva superior y medialmente para unirse al lado posterior de la cápsula articular de
la rodilla. Este ligamento refuerza la porción posterolateral de la cápsula articular, y en
conjunto al ligamento poplíteo oblicuo, evita la hiperextensión de la articulación de la
rodilla.

Los ligamentos cruzados son estructuras pareadas las cuales


obtienen su nombre debido a que se cruzan entre sí de forma
oblicua dentro de la articulación, creando una aparente forma de
cruz o la letra X. Estos se cruzan dentro de la cápsula articular, sin
embargo permanecen por fuera de la cavidad sinovial. Los
ligamentos cruzados se dividen en: El ligamento cruzado anterior:
emerge del área intercondílea anterior de la tibia
inmediatamente por detrás de la inserción del menisco medial,
extendiéndose posterolateral y proximalmente para unirse a la
porción posterior de la cara medial del cóndilo lateral del fémur.
Mientras cruza al otro lado de la articulación de la rodilla, el
ligamento pasa debajo del ligamento transverso (observalo en la
galería de imágenes) y se une con el asta anterior del menisco
lateral. El ligamento cruzado anterior es importante para evitar la rotación posterior y
el desplazamiento del cóndilo femoral durante la flexión, así como para prevenir la
hiperextensión de la articulación de la rodilla. El ligamento cruzado posterior: emerge
del área intercondílea posterior de la tibia y se extiende anteromedial y proximalmente
para unirse con la porción anterior de la cara lateral del cóndilo medial del fémur. Este
ligamento es casi dos veces más fuerte y tiene mejor irrigación que el ligamento
cruzado anterior. El ligamento cruzado posterior tiene una función opuesta a la del
anterior, ya que sirve para evitar la rotación anterior y el desplazamiento del cóndilo
del fémur durante la extensión, así como prevenir la hiperflexión de la articulación de
la rodilla.

MENISCOS

Son placas fibrocartilaginosas en forma de media luna o de ‘C’ que se encuentran entre
las carillas articulares del fémur y la tibia, los cuales proporcionan la congruencia y la
absorción de impactos (función amortiguadora). Los meniscos son gruesos y
vascularizados, en su tercio externo, mientras que sus dos tercios internos son finos y
avasculares. Además, los dos tercios internos contienen haces de colágeno
organizados radialmente, mientras que el tercio externo contiene haces dispuestos
circunferencialmente. Por tanto, se cree que la porción interna está más adaptada
para soporte de peso y resistencia de fuerzas compresivas, mientras que las porciones
externas son adecuadas para resistir fuerzas tensionales. Los meniscos se dividen en:
Menisco medial: es una placa fibrocartilaginosa casi semicircular en forma de C, que
recubre la superficie de la carilla articular superior de la tibia. Su asta anterior se une al
área intercondílea anterior de la tibia y se fusiona con el ligamento cruzado anterior.
Su asta posterior se une al área intercondílea posterior de la tibia, entre las inserciones
del menisco lateral y el ligamento cruzado posterior. Menisco lateral: es una placa
fibrocartilaginosa circular que recubre la superficie lateral de la carilla articular
superior de la tibia. Su asta anterior también se une al área intercondílea anterior de la
tibia y se fusiona parcialmente con el ligamento cruzado anterior. Del mismo modo, su
asta posterior se une a las áreas intercondíleas posteriores por delante del asta
posterior del menisco medial. Los meniscos se mantienen en su lugar gracias a varios
ligamentos, incluyendo el ligamento transverso, los ligamentos meniscofemorales y
meniscotibiales (coronarios). Al estabilizar los meniscos, estos ligamentos están
involucrados indirectamente en evitar el desplazamiento de la articulación de la
rodilla. El ligamento transverso: conecta los meniscos anteriormente extendiéndose
desde el margen anterior del menisco lateral hasta el asta anterior del menisco medial.
Su función exacta es incierta pero se cree que sus ligamentos estabilizan a los meniscos
durante los movimientos de la rodilla y disminuyen la tensión generada en las fibras
circunferenciales longitudinales. Los ligamentos meniscofemorales: son las porciones
superiores del ligamento colateral tibial que se extienden desde el asta posterior del
menisco lateral hasta el aspecto lateral del cóndilo medial del fémur. Estos se dividen
en dos ligamentos; un ligamento meniscofemoral anterior (de Humphry o LMFa) que
recorre anterior al ligamento cruzado posterior y un ligamento meniscofemoral
posterior (de Wrisberg o LMFp), que recorre posterior al ligamento cruzado posterior.
Los ligamentos meniscotibiales (coronarios): son las porciones inferiores del ligamento
colateral tibial, que se extienden entre el margen del menisco lateral y el área
periférica de los cóndilos de la tibia. Están conformados por un ligamento
meniscotibial medial y lateral (coronario). El ligamento patelomeniscal: formado por
un ligamento patelomeniscal medial y otro lateral, los cuales a menudo son descritos
simplemente como ligamentos medial y lateral. Estos ligamentos recorren desde el
tercio inferior de la patela para insertarse en la porción anterior de los meniscos
medial y lateral, respectivamente. Otros ligamentos Otros ligamentos importantes de
la articulación de la rodilla incluyen al ligamento mucoso o la plica sinovial infrapatelar,
los ligamentos popliteofibular y fabelofibular o fabeloperoneo. El ligamento mucoso (o
la plica infrapatelar): consta de dos plicas alares que se insertan en el cuerpo adiposo,
manteniéndolo en posición. Esta estructura es un remanente embrionario que separa
los compartimentos medial y lateral de la rodilla. El ligamento popliteofibular: ubicado
en el aspecto posterolateral de la articulación de la rodilla, se extiende desde el
músculo poplíteo hasta el aspecto medial de la fíbula. El ligamento fabelofibular:
emerge de un pequeño hueso sesamoideo en el aspecto posterior de la línea
supracondílea lateral del fémur y se inserta distalmente en el borde posterolateral del
proceso estiloides de la fíbula.

MUSCULOS QUE ACTUAN SOBRE LA RODILLA

Los flexores principales de la articulación de la rodilla son los músculos bíceps femoral,
semitendinoso y semimembranoso, mientras que el músculo poplíteo inicia la flexión
de la “rodilla bloqueada”. Los músculos grácil y sartorio asisten como flexores débiles.
El extensor principal de la articulación de la rodilla es el músculo cuádriceps femoral,
asistido por el músculo tensor de la fascia lata. El cuádriceps femoral está constituido
por cuatro vientres femorales, los músculos: recto femoral, vasto lateral, vasto medial
y vasto intermedio, todos inervados por el nervio femoral. La rotación medial, como
fue discutido anteriormente, ocurre cuando la rodilla está en la última etapa de la
extensión, que también sucede cuando la rodilla está flexionada. Es principalmente
producido por las acciones de los músculos poplíteo, semimembranoso y
semitendinoso, que son asistidos por los músculos sartorio y grácil. La rotación lateral,
por su parte, es producida por el músculo bíceps femoral y también ocurre cuando la
rodilla está flexionada.

Tobillo
La articulación talocrural, también
conocida como articulación del
tobillo, es de tipo sinovial y conecta
los huesos de la pierna, la tibia y la
fíbula, con el talus del pie. Es una
articulación en gínglimo compleja
compuesta por dos articulaciones.
Frecuentemente se describe como
una articulación en mortaja (es decir
una cavidad cuadrada profunda),
donde la tibia y la fíbula (articulación tibioperonea) actúan como mortaja creando un
espacio donde se encaja el talus. La principal función de la articulación talocrural es
permitir la adecuada biomecánica del pie mediante la dorsiflexión y la flexión plantar,
al igual que algún grado de pronación y supinación en las articulaciones subtalar y del
tarso medio. Esta articulación también actúa como amortiguador cuando el talón toca
el piso durante las fases iniciales de la marcha.

CARAS ARTICULARES

La articulación talocrural es un conjunto de articulaciones formada por el extremo


distal de la tibia y su maléolo medial, el maléolo lateral de la fíbula (es decir el hueso
del tobillo que sobresale a cada lado), y la cara troclear del talus. Todas las superficies
articulares del tobillo están cubiertas con cartílago hialino. La articulación talocrural
tiene tres articulaciones: El extremo distal de la tibia se articula con la tróclea del talus,
que es la cara articular superior redondeada con forma de polea. La tróclea del talus es
convexa en el plano parasagital y ligeramente cóncava en el plano transverso. El
extremo distal de la tibia tiene configuración recíproca que se encaja perfectamente a
la superficie articular del talus. El maléolo medial, es una proyección ósea del extremo
distal de la tibia que se articula con la cara medial del talus. El maléolo lateral, es un
ensanchamiento del extremo distal de la fíbula, que se articula con el aspecto lateral
del talus. Este se encuentra posicionado más distal y posterior que el maléolo medial
de la tibia. Los maléolos de la tibia y la fíbula, juntos con el ligamento tibiofibular
transverso inferior, forman una fosa rectangular (mortaja) donde se encaja la tróclea
del talus. Es por este motivo que a la articulación del tobillo en ocasiones se le refiere
como articulación en mortaja.

CAPSULA ARTICULAR

La capsula articular de la articulación talocrural se adhiere a los márgenes de las caras


articulares del maléolo medial de la tibia y del maléolo lateral de la fíbula. Distalmente,
la cápsula se fija a los márgenes de la cara troclear del talus. La cápsula articular es
relativamente débil y delgada, pero es reforzada tanto medial como lateralmente por
unos ligamentos colaterales fuertes, los cuales mencionaremos a continuación. La
superficie interna de la cápsula se encuentra revestida por membrana sinovial, que se
proyecta hacia la articulación tibiofibular distal hasta el ligamento tibiofibular
interóseo.

LIGAMENTOS

La articulación talocrural, dado que está diseñada para soportar cargas pesadas, debe
estabilizarse sin llegar a limitar su movilidad. Los ligamentos que estabilizan la
articulación del tobillo son los ligamentos colaterales medial y lateral.

El ligamento colateral lateral es un ligamento fuerte y compuesto que refuerza


el aspecto lateral del tobillo, se compone de tres ligamentos diferentes:
Ligamento talofibular anterior: una banda débil y aplanada que se origina en
el maléolo lateral de la fíbula y se extiende anteromedialmente hasta el lado
lateral del cuello del talus. Ligamento talofibular posterior: una banda fuerte
que se extiende medial y posteriormente desde la parte distal de la fosa
maleolar lateral de la fíbula hasta el tubérculo lateral del talus. También está
conectado con el maléolo medial por unas cuantas fibras tibiales. Ligamento
calcaneofibular: una banda larga que se origina del vértice del maléolo lateral
de la fíbula y se extiende posteroinferiormente para insertarse en el tubérculo
en el aspecto lateral del calcáneo. Ligamento colateral medial (deltoideo)

El ligamento colateral medial es una banda fuerte y triangular que refuerza el aspecto
medial de la articulación del tobillo. Este ligamento es importante para estabilizar la
articulación en la eversión y prevenir luxaciones (sobre-eversión). Tiene su origen
proximal en el vértice y en los bordes del maléolo medial. Desde ahí, el ligamento se
extiende en forma de abanico para insertarse en el talus, en el calcáneo y en los
huesos naviculares. El ligamento deltoideo puede variar bastante, teniendo entre 3 y 6
partes desde superficial a profundo. Sin embargo, este ligamento es más comúnmente
organizado en tres porciones continuas basándose en sus inserciones distales:
Ligamento tibionavicular: compone las fibras superficiales del ligamento colateral
medial que descienden desde el maléolo medial hasta la tuberosidad del navicular.
Una vez que llega al punto de inserción, este ligamento se mezcla con el margen
medial del ligamento calcaneonavicular plantar. Ligamento tibiocalcáneo: compone la
porción intermedia del ligamento colateral medial que desciende casi de manera
vertical desde el maléolo medial hasta el sustentáculo del talus del hueso calcáneo.
Ligamento tibiotalar: compone la porción profunda del ligamento colateral medial.
Consta de una porción anterior y una posterior. Ambas se originan en el vértice del
maléolo medial, desde donde el ligamento tibiotalar anterior desciende para insertarse
en el tubérculo medial del talus, mientras que el ligamento tibiotalar posterior se
inserta en la porción no articular posterior de la superficie medial del talus
Pie
Hay 27 huesos en el pie, divididos en tres grupos:

 Siete huesos del tarso


 Cinco huesos del metatarso
 Catorce falanges

Los huesos del tarso crean una plataforma bastante fuerte para soportar peso. Estos son
homólogos a los huesos del carpo de la muñeca y se dividen en tres grupos: los proximales,
medios y distales. Los huesos proximales del tarso son el talus y el calcáneo El hueso
intermedio del tarso es el navicular Los huesos distales del tarso son el cuboides y tres
huesos cuneiformes (lateral, intermedio y medial).

Los huesos metatarsianos son homólogos a los


metacarpianos de la mano. Ellos participan en el
soporte de nuestro peso. En la superficie plantar de
la cabeza del primer metatarsiano, vemos dos
huesos sesamoideos prominentes (uno medial y uno
lateral).

Las falanges también son parecidas a las de la mano,


los cuatro dedos laterales del pie tienen tres
falanges, una proximal, una media y una distal,
mientras que el dedo gordo consta de solo dos
falanges, una proximal y una distal. Los huesos del
pie también pueden agruparse en tres grupos
funcionales: Retropié: talus y calcáneo Mediopié:
navicular, cuboides y huesos cuneiformes Antepié:
huesos del metatarso y falanges

Huesos del pie


El retropié es el grupo más proximal y contiene solo dos huesos: talus y calcáneo. El talus
forma la articulación talocrural superiormente con la tibia y la fíbula, mientras que el
calcáneo forma el talón. Por delante del talo y calcáneo podemos ver el siguiente grupo
de huesos del tarso que pertenecen al mediopié: navicular, cuboides y los
tres cuneiformes (cuneiforme lateral, intermedio y medial). El último grupo de huesos
conforma el antepié, e incluye a los huesos metatarsianos y las falanges de cada dedo.
Existen tres grupos consecutivos de falanges para cada dedo (proximal, media y distal),
excepto para el dedo gordo que contiene solo dos falanges (proximal y distal)
ARTICULACIONES

 Articulación talocrural: talus + tibia + fibula


 Articulación subtalar: Talus + calcáneo
 Articulación calcaneocuboidea: Calcáneo + cuboides
 Articulación talonavicular: Talus + navicular
 Articulaciones tarsometatarsianas: Cuneiformes medial, intermedio y lateral +
metatarsianos Articulaciones metatarsofalángicas: Metatarsianos + falanges
proximales
 Articulaciones interfalángicas proximales: Falanges proximales + falanges medias
Articulaciones interfalángicas distales: Falanges medias + falanges distales

MUSCULOS

Los músculos del pie contribuyen a la eversión e inversión del pie, a los movimientos de los
dedos del pie, al igual que a la flexión plantar y a la dorsiflexión. Te sugerimos explorar esta
unidad de estudio para aprender todo acerca de los músculos del pie.

Existen un total de 20 músculos en el pie, los cuales se dividen en plantares y dorsales. Los
músculos plantares son tradicionalmente estudiados ya sea en capas o en grupos. Si se
estudian por capas, podemos organizarlos en cuatro capas principales, de superficial a
profunda encontramos: 1ra capa: abductor del dedo gordo, flexor corto de los dedos, abductor
del quinto dedo 2da capa: cuadrado plantar, lumbricales. En esta capa encontramos también al
tendón del músculo flexor largo de los dedos del pie 3ra capa: flexor corto del dedo gordo,
aductor del dedo gordo, flexor corto del quinto dedo 4ta capa: interóseos plantares y dorsales.

Los músculos dorsales del pie se encuentran, como indica su nombre, en el dorso del pie y son
los encargados de extender los dedos. Estos son: el extensor corto de los dedos y el extensor
corto del dedo gordo. Las inserciones, inervaciones y acciones de los músculos del pie se
encuentran organizadas en la tabla a continuación:

Músculos dorsales del pie

 Extensor corto de los dedos Origen: superficie superolateral del hueso calcáneo.
Inserción: falange media del 2do al 4to dedo del pie Inervación: nervio fibular
profundo (S1, S2). Función: extensión de la articulación interfalángica distal del 2do al
4to dedo del pie
 Extensor corto del dedo gordo Origen: superficie superolateral del hueso calcáneo.
Inserción: falange proximal del dedo gordo del pie Inervación: nervio fibular profundo
(S1, S2). Función: extensión de la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del
pie

Músculos plantares del pie PRIMERA CAPA

 Abductor del dedo gordo. Origen: proceso medial de la tuberosidad calcánea,


retináculo flexor, aponeurosis plantar Inserción: base de la falange proximal del dedo
gordo Inervación: nervio plantar medial (S1, S2, S3) Función: abducción y flexión de la
articulación metatarsofalángica del dedo gordo; soportar el arco longitudinal del pie
 Flexor corto de los dedos Origen: proceso medial de la tuberosidad calcánea,
retináculo flexor, aponeurosis plantar Inserción: falange media del 2do al 5to dedo del
pie Inervación: nervio plantar medial (S1, S2, S3) Función: flexión de la articulación
metatarsofalángica del dedo gordo; soportar el arco longitudinal del pie
 Abductor del quinto dedo Origen: tuberosidad calcánea, aponeurosis plantar
Inserción: base de la falange proximal del quinto dedo del pie, quinto metatarsiano
Inervación: nervio plantar lateral (S1-S3) Función: abducción y flexión de la articulación
metatarsofalángica del quinto dedo del pie, soportar el arco longitudinal del pie

SEGUNDA CAPA

 Cuadrado plantar. Origen: superficie medial del calcáneo, proceso lateral de la


tuberosidad calcánea Inserción: tendón del flexor largo de los dedos Inervación: nervio
plantar lateral (S1-S3) Función: flexión de la articulación metatarsofalángica del
segundo al quinto dedo del pie.
 Lumbricales. Origen: tendón del flexor largo de los dedos Inserción: bases mediales de
las falanges proximales y aponeurosis dorsales del segundo al quinto dedo del pie
Inervación: lumbrical 1: nervio plantar medial (S2, S3); lumbricales 2-4: nervio plantar
medial (S2, S3) Función: flexión y aducción de la articulación metatarsofalángica del
segundo al quinto dedo del pie, extensión de las articulaciones interfalángicas del
segundo al quinto dedo del pie

TERCERA CAPA

 Flexor corto del dedo gordo Origen: tendón del músculo tibial posterior, hueso
cuneiforme medial, hueso cuneiforme lateral, hueso cuboides Inserción: aspectos
medial y lateral de la base de la falange proximal del dedo gordo del pie Inervación:
nervio plantar medial (S1, S2) Función: flexión de la articulación metatarsofalángica del
dedo gordo del pie; soportar el arco longitudinal del pie
 Aductor del dedo gordo Origen: Cabeza oblicua: base del hueso metatarsiano de los
dedos 2 a 4, hueso cuboides, hueso cuneiforme lateral Cabeza transversa: ligamentos
plantares metatarsofalángicos del tercer a quinto dedo Inserción: aspecto lateral de la
base de la falange proximal del dedo gordo del pie Inervación: nervio plantar lateral
(S2, S3) Función: aducción y flexión de la articulación metatarsofalángica del dedo
gordo, soportar los arcos longitudinal y transverso del pie
 Flexor corto del quinto dedo Origen: base del quinto metatarsiano, ligamento
plantar largo Inserción: base de la falange proximal del quinto dedo del pie Inervación:
nervio plantar lateral (S2, S3) Función: flexión de la articulación metatarsofalángica del
quinto dedo del pie

CUARTA CAPA

 Interóseos plantares. Origen: aspectos mediales del tercer al quinto metatarsiano


Inserción: bases mediales de las falanges proximales del tercer a quinto dedo del pie
Inervación: nervio plantar lateral (S2, S3) Función: flexión y aducción de la articulación
metatarsofalángica del tercer al quinto dedo del pie, extensión de las articulaciones
interfalángicas del tercer a quinto dedo del pie
 Interóseos dorsales. Origen: ambos extremos de todos los huesos metatarsianos
Inserción: base medial de la falange proximal del segundo dedo, base lateral de la
falange proximal y aponeurosis dorsal de los dedos 2 a 4 Inervación: nervio plantar
lateral (S2, S3) Función: flexión y abducción de la articulación metatarsofalángica del
segundo al cuarto dedo del pie, extensión de la articulación interfalángica del segundo
al cuarto dedo del pie

Los músculos plantares del pie también pueden estudiarse por grupos: medial, central y
lateral. Los cuales se dividen por la fascia profunda del pie. Los músculos plantares laterales
actúan sobre el quinto dedo. Ellos son el músculo abductor del quinto dedo, el flexor corto del
quinto dedo y el músculo oponente del quinto dedo. Los músculos plantares centrales actúan
sobre los cuatro dedos laterales del pie. Estos son el flexor corto de los dedos, el cuadrado
plantar, cuatro lumbricales, tres interóseos plantares y cuatros interóseos dorsales. Los
músculos plantares mediales actúan sobre el dedo gordo del pie. Estos son el abductor del
dedo gordo, el aductor del dedo gordo, y el flexor corto del dedo gordo del pie. Ten en cuenta
que el aductor del dedo gordo del pie se encuentra anatómicamente en el compartimento
central del pie, pero funcionalmente se agrupa con los músculos plantares mediales debido a
sus funciones sobre el dedo gordo

LIGAMENTOS

los ligamentos de la articulación calcaneocuboidea: el ligamento calcaneocuboideo, el


ligamento calcaneocuboideo dorsal y el ligamento plantar largo (vista lateral). Podemos ver
también algunos ligamentos de la articulación cuboideonavicular, como el ligamento
cuboideonavicular dorsal y el cuboideonavicular.
VASCULARIZACIÓN

La irrigación del pie puede ser


dividida en los componentes
dorsal y plantar, que están
conectados a través de los arcos
del pie. Las arterias del pie se
originan de dos fuentes
principales: La arteria tibial
anterior, que emite una serie de
ramas para irrigar el dorso del pie.
La arteria tibial posterior, que
proporciona las ramas para la
porción plantar del pie. Las ramas
de estos dos vasos se
anastomosan entre sí, de esta
forma no existe ninguna parte del pie que no reciba sangre fresca y oxigenada. Por su parte, la
inervación es una de las pesadillas de los estudiantes, ya que existen cinco nervios principales
que proporcionan los ramos del pie. Estos son los nervios; tibial, sural, fibular profundo, fibular
superficial y safeno.

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