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LOCOMOTOR
Anatomía por regiones
Columna vertebral
Espina dorsal o raquis es una estructura curva compuesta de huesos llamados
vértebras que se encuentran interconectados mediante discos intervertebrales
cartilaginosos. Es una parte del esqueleto axial y se extiende desde la base del cráneo
hasta el vértice del cóccix. La médula espinal recorre el centro de la columna. Gracias a
la columna que puedes girar, doblar y mover el torso en casi cualquier dirección. Tu
columna vertebral también se encarga de proteger tu médula espinal y ayuda a
sostener el peso de la parte superior de tu cuerpo. La columna vertebral se divide en
cinco regiones y consta de 33 vértebras unidas entre sí por ligamentos y articulaciones.
Se dividen de la siguiente manera:
VERTEBRAS CERVICALES
Se localizan entre el cráneo y las vértebras torácicas y tienen los discos intervertebrales
más pequeños y delgados de la columna. No obstante, son las que tienen mayor
capacidad de movimiento de toda la columna vertebral. Además, las vértebras
cervicales tienen características distintivas como son el foramen transverso, dos
tubérculos (anterior, posterior) y un proceso espinoso bifurcado (bífido).
Ligamentos: Ligamento alar, ligamento del vértice del diente y ligamento transverso
del atlas.
VERTEBRAS TORACICAS
Los cuerpos vertebrales contienen discos más gruesos comparados con los de la
columna cervical.
VERTEBRAS LUMBARES
Las cinco vértebras lumbares forman la columna lumbar (espalda baja). Tienen los
cuerpos vertebrales más grandes de toda la columna vertebral, lo cual facilita la carga
de peso. Los pedículos y las láminas son gruesos y fuertes. Sus procesos espinosos son
cortos y resistentes para permitir la unión de los músculos lumbares. La columna
lumbar también contiene los procesos mamilares y accesorios. L5 es la vértebra más
grande del cuerpo humano - sostiene y transmite el peso corporal hacia la base del
sacro. La médula espinal termina en el cono medular (conus medullaris) a nivel de
L1/L2.
SACRO
Tiene una base, un vértice o ápice y tres caras (pélvica, posterior, lateral). En su centro
se localiza el canal sacro, continuación del conducto vertebral. El canal sacro contiene
la cauda equina de la médula espinal. Los forámenes sacros (anterior, posterior)
permiten la salida de los nervios espinales. Las crestas sacras (media, intermedia,
lateral) representan los procesos fusionados de las vértebras sacras.
Las vértebras adyacentes se conectan entre sí por dos articulaciones intervertebrales:
Discos intervertebrales - Articulaciones fibrocartilaginosas (sínfisis) interpuestas entre
los cuerpos vertebrales. Articulaciones cigapofisarias (facetarias) - formadas por el
proceso articular superior e inferior de una vértebra adyacente. La columna se une al
cráneo superiormente en las dos articulaciones craneovertebrales; Atlantooccipital y
atlantoaxial. La articulación atlantooccipital ocurre entre el hueso occipital y el atlas
(vértebra C1), mientras que la última ocurre entre el atlas y el axis (vértebras C1 y C2).
Inferiormente, la columna vertebral se articula con la pelvis mediante las articulaciones
sacroilíacas. Las articulaciones costovertebrales corresponden a las articulaciones
entre cada costilla y sus vértebras torácicas adyacentes. La articulación de la cabeza
costal (articulación costocorpórea) es la articulación que ocurre entre la cabeza costal
y el cuerpo vertebral. Esta articulación se encuentra presente en todos los niveles
torácicos desde T1 a T2; sin embargo, en T2-T9, la costilla se articula con dos cuerpos
vertebrales adyacentes y un disco, mientras que en T1, T10-T12, la articulación ocurre
con una sola vértebra. Las articulaciones costotransversas son aquellas que ocurren
entre la cabeza de la costilla y su tubérculo, con el proceso vertebral transverso
adyacente. Esta articulación solo se presenta desde T1-T10.
El dorso se encuentra irrigado por las ramas dorsales de las arterias vertebrales,
cervicales ascendentes, cervicales profundas, occipitales, intercostales, subcostales,
lumbares y sacras laterales. Una red venosa de canales longitudinales se forman desde
las venas de la columna, las venas basivertebrales e intervertebrales. Estas drenan a
dos redes principales: los plexos venosos vertebrales internos y externos, y finalmente,
a las venas vertebrales y segmentales. Las venas occipitales, cervicales profundas,
intercostales, subcostales y lumbares, drenan la piel y los músculos de la espalda hacia
las venas vertebrales, el sistema venoso ácigos y la vena cava inferior.
Hombro
Es la región que conecta el brazo con el tronco, que consta de dos sub-regiones: región
pectoral y región escapular. El brazo es la siguiente región que se extiende desde el
hombro hasta el codo. El hombro y el brazo son esenciales para los movimientos del
miembro superior. En primer lugar, albergan los componentes de la articulación del
hombro (glenohumeral).
Los huesos del hombro y brazo conectan la extremidad superior con el tronco. Estos
son: Clavícula Escápula Húmero El húmero es el hueso del brazo que se articula con la
escápula en su parte proximal y con el radio y la ulna en su parte distal, formando la
articulación glenohumeral y la articulación del codo, respectivamente. ¿Pero qué hace
la clavícula? En un sentido más general, la clavícula contribuye a la estabilización de la
articulación entre el húmero y la escápula. Junto con el esternón, la clavícula compone
una región denominada cintura escapular.
SUPERFICIE ARTICULAR
CAPSULA ARTICULAR
LIGAMENTOS
Codo
La articulación del codo es una articulación sinovial en el miembro superior, que une el
brazo y el antebrazo. La articulación está formada por los tres huesos: el húmero, el
radio y la ulna (cúbito). La parte principal de la articulación del codo está formada
entre el húmero distal y la ulna proximal. Otras articulaciones incluyen: La articulación
entre el radio proximal y el húmero La articulación entre el radio proximal y la ulna.
Funcionalmente, el codo es una articulación gínglimo (en bisagra), que permite el
movimiento en un solo plano: la flexión y la extensión. También facilita la supinación y
pronación del antebrazo.
LIGAMENTOS
Conectan los huesos que forman la articulación del codo, contribuyendo así a su
estabilidad. Las articulaciones humeroulnar y humerorradial tienen cada una un
ligamento que une los dos huesos involucrados en la articulación: los ligamentos
colateral ulnar y colateral radial.
El ligamento colateral ulnar se extiende desde el epicóndilo medial del húmero hasta el
proceso coronoides y el olécranon de la ulna. Es de forma triangular y está compuesto
por tres partes: un fascículo anterior, uno posterior y uno inferior. El ligamento
colateral radial se inserta inferior al epicóndilo lateral del húmero. Sus fibras distales se
mezclan con el ligamento anular que envuelve la cabeza del radio, así como con las
fibras de los músculos supinador y extensor radial corto del carpo. El ligamento anular
también refuerza la articulación al mantener el radio y la ulna juntos en su articulación
proximal. Asimismo, el ligamento cuadrado está presente en esta articulación, y
mantiene una tensión constante durante los movimientos de pronación y supinación
del antebrazo.
Mano y Muñeca
La muñeca es la región que conecta al antebrazo y la mano. Su principal componente
esquelético es la articulación radiocarpiana (muñeca), que conecta el radio con los
huesos del carpo y permite la movilidad de la mano como un todo.
Esta compleja estructura conecta toda la mano con el radio y la ulna, facilita el paso de
los tendones junto con las estructuras neurovasculares desde el antebrazo hasta la
mano y nos permite aprovechar todos sus movimientos. Estos son la flexión, la
extensión, la abducción y la aducción de la mano.
MUSCULOS
Los movimientos de la mano son producidos por los músculos intrínsecos y los
músculos extrínsecos.
Pelvis
La pelvis ósea es una estructura compleja
con aspecto de cuenca la cual forma el
marco esquelético de la región de la pelvis
donde se encuentran diversos órganos
pélvicos. La pelvis se divide en dos regiones
anatómicas diferentes entre sí, estas son la
cintura pélvica y la columna vertebral a
nivel de la pelvis. La cintura pélvica,
también conocida como el hueso coxal, está
conformada por la fusión de tres huesos: el
ilion, el isquion y el pubis. La columna vertebral a nivel de la pelvis por su parte
corresponde a la porción posterior de la misma, se encuentra por debajo de la
columna lumbar y está constituida por el sacro y el cóccix. Los dos huesos pélvicos
están conectados anteriormente por la sínfisis del pubis, mientras que posteriormente
se articulan con la columna vertebral a nivel de la pelvis para conformar las
articulaciones sacroilíacas.
La pelvis juega un papel de suma importancia en varias funciones del cuerpo humano.
Para comenzar, se encarga de soportar todo el peso de la parte superior del cuerpo,
proporcionando estabilidad y transmitiendo dicho peso a las extremidades inferiores.
Esto permite que se desempeñen diversas acciones (como por ejemplo, sentarse,
ponerse de pie y caminar). Asimismo, la pelvis alberga y protege las vísceras
abdominales y pélvicas, sirviendo como punto de origen e inserción para los músculos
y los órganos reproductores. Por último, pero no menos importante, los huesos de la
pelvis tienen la capacidad de proporcionar un entorno cómodo para el feto durante el
embarazo. La integridad, propiedades biomecánicas y características anatómicas de la
pelvis femenina son clave para llevar a cabo el parto.
HUESO COXAL
ILION
El ilion presenta cuatro bordes: superior (cresta ilíaca), anterior, posterior y medial. El
borde superior del ilion recibe el nombre de cresta ilíaca. Hace referencia a una
superficie rugosa de forma semilunar que comienza en la espina ilíaca posterior
superior la cual se arquea hacia delante para terminar en la espina ilíaca anterior
superior. La cresta ilíaca tiene un labio interno y otro externo, así como una línea
intermedia entre estos. De la misma manera, existe un tubérculo ilíaco ubicado 5cm
superior y posterior a la espina ilíaca anterior superior. El borde anterior del ilion se
extiende desde la espina ilíaca anterior superior hasta el acetábulo. Presenta la espina
ilíaca anterior inferior inmediatamente superior a su extremo acetabular. La porción
del borde entre estas espinas tiene una forma cóncava anteriormente.
Los cuatro bordes del ilion definen y limitan sus tres caras óseas: la cara glútea, la cara
sacropelviana y la cara ilíaca (interna). La cara glútea constituye la cara posterolateral
del hueso. Está delimitada superiormente por el labio externo de la cresta ilíaca e
inferiormente por la línea glútea inferior. Se caracteriza por tener tres líneas glúteas
que proporcionan puntos de inserción para los músculos glúteos y del muslo: La línea
glútea inferior que corre justo por encima del borde del acetábulo. La línea glútea
posterior que corre justo por encima y por delante de la incisura ciática mayor y de
ambas espinas ilíacas posteriores. La línea glútea anterior que corre de manera oblicua
a lo largo de la cara glútea desde el tubérculo de la cresta ilíaca hacia la línea glútea
posterior. La cara ilíaca es la superficie anteromedial del hueso, la cual está delimitada
por la fosa ilíaca. Esta fosa, a su vez, está limitada superiormente por el labio interno
de la cresta ilíaca, inferiormente por la línea arcuata y posteriormente por los bordes
anteriores de la tuberosidad ilíaca y la carilla auricular del ilion. En el lado derecho, la
cara ilíaca está relacionada con la porción terminal del íleon, el ciego y el apéndice
vermiforme. Sin embargo, al lado izquierdo, da soporte al colon descendente distal y a
la porción proximal del colon sigmoideo. La cara sacropelviana empieza en el borde
posterior de la fosa ilíaca y continúa hasta la porción posterior del ilion. Esta posee una
carilla auricular anterior y una tuberosidad ilíaca posterior. La carilla auricular es una
superficie en forma de oreja donde el ilion se articula con el hueso sacro para
conformar la articulación sacroilíaca. La tuberosidad ilíaca proporciona un punto de
inserción para los ligamentos y músculos del dorso y de la extremidad inferior.
Asimismo, existe una cara pelviana que se ubica anterior e inferior a la carilla auricular,
la cual forma parte de la pared lateral de la pelvis menor.
El grueso ilion proporciona diversos puntos de inserción y origen para los músculos del
tronco y de las extremidades inferiores. La cresta ilíaca es un punto de inserción para
los músculos dorsal ancho, oblicuos externo e interno del abdomen, tensor de la fascia
lata y cuadrado lumbar. La cara ilíaca por su parte sirve como punto de origen para el
músculo ilíaco el cual tiene origen de los dos tercios superiores de la fosa ilíaca. El
músculo sartorio tiene origen en la espina ilíaca anterior superior mientras que el
músculo recto femoral tiene origen tanto de la espina ilíaca anterior inferior y el surco
supracetabular. La cara glútea del ilion proporciona puntos de origen para los
músculos glúteo mayor, medio y menor.
ISQUION
Caras: La cara medial es relativamente lisa y sin muchos reparos anatómicos que
destacar. Sin embargo, conforma la pared lateral de la fosa isquioanal (isquiorrectal)
en conjunto con el músculo obturador interno y su fascia. La cara femoral está
angulada anterior, inferior y lateralmente hacia el cuerpo proximal del fémur. En la
porción anterior, está delimitada por el margen posterior del foramen obturador y
lateralmente por el borde lateral de la tuberosidad isquiática. Así como la cara medial,
la cara posterior es relativamente lisa en su aspecto superior, continuando
superiormente con la cara glútea del ilion. Una pequeña proyección en sentido
posteromedial se encuentra en su borde superior. Esta proyección recibe el nombre de
espina ciática y es el punto de inserción para el ligamento sacroespinoso. Justo debajo
de la espina ciática, se puede encontrar una pequeña concavidad con forma de ‘C’
conocida como la incisura ciática menor la cual conforma el borde anterior del
foramen ciático menor. Este foramen o agujero está delimitado posteriormente por el
ligamento sacrotuberoso y anteriormente por el ligamento sacroespinoso,
desempeñando un papel fundamental de pasaje para el nervio pudendo, el nervio
obturador interno, la arteria y vena pudenda interna y el tendón del músculo
obturador interno.
El isquion presenta varios puntos de inserción para los músculos de la pelvis y de las
extremidades inferiores. La cara medial presenta puntos de inserción para los
músculos transversos del periné, obturador interno y externo, piriforme, coccígeo y
elevador del ano. Las caras lateral y posterior presentan puntos de inserción para la
mayoría de los músculos proximales de las extremidades inferiores, tales como el
músculo aductor mayor, la cabeza larga del músculo bíceps femoral, el semitendinoso,
el semimembranoso y el músculo cuadrado femoral.
PUBIS
Porciones y caras: El cuerpo del hueso pubis está constituido por tres caras: una cara
anterior (externa), una posterior (interna) y una medial. Estas caras convergen a
excepción de la cresta del pubis (ubicada en la porción anterior y superior del cuerpo
del pubis) donde se delimita la transición de la cara externa e interna. La cara anterior
está orientada inferior y lateralmente presentando una zona lisa que funciona como
punto de inserción para los aductores del muslo. La cara posterior se encuentra
orientada posterior y superiormente, constituyendo la pared anterior de la pelvis
menor. La cara articular (sinfisaria) está orientada medialmente para articularse con el
hueso coxal (específicamente el pubis) contralateral. Esta articulación recibe el nombre
de sínfisis del pubis. Los huesos se conectan a través del cartílago interpuesto entre los
mismos. Esta se puede palpar en la línea media del monte del pubis. La cresta del
pubis separa la cara anterior y posterior del hueso. Esta presenta a la espina púbica en
su extremo lateral, exactamente 2,5 cm lateral a la sínfisis del pubis. La espina púbica
funciona como punto de inserción para el ligamento inguinal y es utilizada
clínicamente (en conjunto a la espina ilíaca anterior superior) para localizar los anillos
del conducto inguinal. El área curva inferior a la sínfisis del pubis es conocida como el
arco del pubis. Es una de las zonas de la pelvis que adquiere su forma dependiendo del
género, ya sea masculino o femenino. La rama superior del hueso pubis comienza en
la espina púbica y se extiende posterior y lateralmente hacia arriba, llegando hasta el
acetábulo. Está constituido por tres bordes y tres caras. La cara anterior se prolonga
desde la espina púbica hasta la eminencia iliopúbica y está limitada por la cresta
obturadora anteriormente y por el pecten del hueso pubis (línea pectínea)
posteriormente. La línea pectínea es continua con la línea arcuata del ilion. En
conjunto, estas dos líneas confirman la línea terminal, una línea que separa la pelvis
mayor de la menor. La porción obturadora de la rama superior está orientada
posterior e inferiormente, se encuentra delimitada anteriormente por la cresta
obturadora e inferiormente por su propio borde inferior afilado. Por último pero no
menos importante la cara pelviana se encuentra orientada posterior y superiormente,
siendo relativamente lisa en comparación a la cara anterior. Cabe destacar que se
encuentra delimitada por el pecten del hueso pubis superiormente y el borde inferior
debajo. La rama inferior del pubis se encuentra proyectada posterior, inferior y
lateralmente desde el ángulo superolateral del cuerpo del pubis. Esta cuenta con dos
caras (una anterolateral y otra posteromedial) las cuales están separadas por dos
márgenes (uno anterior y otro medial). La rama inferior se continúa inferior y
lateralmente para juntarse con la rama del isquion y completar, el foramen obturador.
La cara anterolateral de la rama inferior del pubis se dirige hacia el muslo y se
continúa superiormente con el cuerpo del pubis. Por otra parte, la cara posteromedial
está orientada hacia la pelvis menor creando de esta manera un punto de inserción
para el pilar del pene (en el caso de los hombres) o el clítoris (en el caso de las
mujeres). El borde medial delimita parte del foramen obturador, brindando un punto
de inserción para el músculo tensor de la fascia lata y la capa membranosa de la fascia
perineal superficial.
Insercion muscular: Al igual que los demás huesos innominados, el pubis proporciona
puntos de inserción para diversos músculos abdominales anteriores, pélvicos y de las
extremidades inferiores. Su borde superior proporciona puntos de inserción para el
músculo recto del abdomen, pectíneo y el tendón conjunto (la unión de la aponeurosis
del músculo oblicuo interno y el músculo transverso del abdomen). La cara externa del
pubis da soporte a los músculos grácil, aductor corto, obturador externo y a aductor
largo.
SACRO
Cuando observamos a los huesos de la pelvis en conjunto, podemos ver que es una
estructura con forma de cubeta o taza. Dicha estructura ósea se abre superior e
inferiormente. Superiormente esta se abre hacia el abdomen a través de una amplia
apertura pélvica superior (el estrecho superior de la pelvis). Esta apertura tiene un
contorno totalmente óseo: estando delimitado por la línea terminal (un anillo continuo
conformado por la línea pectínea y la línea arcuata) y por el promontorio del sacro
(posteriormente). La apertura inferior de la pelvis recibe el nombre de estrecho
inferior de la pelvis. Sus bordes están delimitados por estructuras óseas y ligamentos:
posterior y lateralmente está delimitada por los ligamentos sacrotuberosos, mientras
que anterior y lateralmente por las ramas isquiopubianas. El estrecho inferior de la
pelvis está cubierto por los músculos del diafragma pélvico y el periné. El estrecho
superior e inferior de la pelvis dividen a la pelvis en los siguientes compartimentos: La
pelvis mayor (pelvis falsa) se encuentra por arriba del estrecho superior de la pelvis y
contiene la porción distal de los intestinos. Está delimitada por el ala del hueso ilion
lateralmente y por la 4ta-5ta vértebra lumbar y la base del sacro posteriormente. El
borde anterior de la pelvis mayor es completado por la porción inferior de la pared
abdominal anterior. Superiormente, la pelvis mayor se comunica con la cavidad
peritoneal, inferiormente, con la pelvis menor a través del estrecho superior de la
pelvis. Este límite entre la pelvis mayor y menor también recibe el nombre de línea
innominada. La pelvis menor (pelvis verdadera) se encuentra entre el estrecho
superior e inferior de la pelvis y contiene a los genitales internos, periné y órganos
distales del tracto urinario. Se encuentra delimitada a ambos lados por el ilion e
isquion, y posteriormente por el sacro y cóccix. Los huesos del pubis, la sínfisis del
pubis y sus ramas conforman en límite anteroinferior.
Cadera
Cada hueso coxal tiene tres partes (ilion, isquion, pubis) y se acopla a la cabeza del
fémur para formar la articulación de la cadera (coxofemoral). Esta articulación
esferoidea es responsable de darle un extenso rango de movimiento a los miembros
pélvicos.
CARAS ARTICULARES
La articulación coxofemoral está formada por la articulación del
fémur con el hueso coxal, más específicamente por la cabeza
elipsoidal del fémur y la concavidad semiesférica del acetábulo
localizado en el aspecto lateral del hueso coxal. La cabeza femoral
está cubierta por cartílago articular (hialino) a excepción de la
depresión central rugosa, la fosita de la cabeza femoral, superficie
donde se adhiere el ligamento de la cabeza del fémur (o también
llamado ligamento redondo del fémur). El acetábulo está formado
por la fusión de los huesos ilion, isquion y pubis. Juega un papel
significativo en la estabilidad de la cadera ya que rodea casi por
completo la cabeza del fémur. El acetábulo tiene una región semilunar prominente
conocida como carilla semilunar que está cubierta por cartílago articular. Esta forma
un anillo incompleto que ocupa las caras superior y lateral del acetábulo, faltando solo
en el segmento inferior. Esta carilla es más amplia anterosuperiormente donde
soporta la mayor parte del peso corporal durante la bipedestación. El borde inferior
del acetábulo que carece de dicha carilla forma la incisura acetabular. El piso no
articular central profundo del acetábulo es conocido como la fosa acetabular. Esta es
un área desprovista de cartílago y continua a la incisura acetabular. Contiene tejido
conectivo laxo (cuerpos adiposos fibroelásticos) cubierto por membrana sinovial.
Adherido al margen del acetábulo se encuentra un collar fibrocartilaginoso llamado
labrum acetabular. Esta estructura se profundiza en el acetábulo levantando
ligeramente el borde del mismo, de este modo incrementa su área articular en un 10%.
Inferiormente, el labrum acetabular se continúa con el ligamento acetabular
transverso, uniendo la incisura acetabular y transformándola en un foramen. El
aspecto superior del acetábulo y la cabeza femoral soportan las mayores presiones.
Estas áreas generalmente tienen el cartílago articular más grueso. La concavidad del
acetábulo y la cabeza redonda del fémur de la articulación coxofemoral, y sus
relaciones anatómicas con el fémur y la pelvis, particularmente en posición vertical,
hacen de esta articulación incongruente. Las caras articulares son más congruentes
cuando la articulación está parcialmente flexionada o abducida.
CAPSULA ARTICULAR
La articulación coxofemoral está rodeada externamente por una cápsula fibrosa fuerte
e internamente recubierta por membrana sinovial. La capa fibrosa externa de esta
cápsula está adherida al acetábulo proximalmente, cercana al margen del borde
acetabular y al ligamento transverso del acetábulo. Desde esta inserción acetabular, la
capa fibrosa se extiende lateralmente hasta su inserción distal en el fémur proximal. Se
adhiere a la línea intertrocantérica anteriormente, a la base del cuello del fémur
superiormente, cerca de 1 cm superomedial a la cresta intertrocantérica
posteriormente y al cuello del fémur cerca del trocánter menor inferiormente. Es
importante remarcar que parte del cuello del fémur es intracapsular y otra parte
extracapsular. La cápsula de esta articulación es notablemente más gruesa
anterosuperiormente, área de máximo estrés, particularmente en posición vertical
cuando la cadera se encuentra extendida. Posteroinferiormente, la cápsula es
relativamente fina y se encuentra adherida de forma más holgada. Esta cápsula tiene
dos grupos mayores de fibras; longitudinales y circulares. Las fibras longitudinales
externas de la cápsula fibrosa generalmente se disponen en dirección espiral desde la
articulación coxofemoral hasta el fémur proximal. Las fibras circulares más profundas
forman un collar alrededor del cuello del fémur, la zona orbicular y no presenta
inserciones óseas. Esta cápsula es reforzada inferiormente por el ligamento
pubofemoral y posteriormente por el ligamento isquiofemoral.
LIGAMENTOS
MUSCULOS
Rodilla
La articulación de la rodilla es una articulación sinovial que conecta tres
huesos; el fémur, la tibia y la patela. Es un gínglimo complejo compuesto
por dos articulaciones; la articulación tibiofemoral y la articulación
patelofemoral. La articulación tibiofemoral como su nombre lo indica es
la unión entre la tibia y el fémur, mientras que la articulación
patelofemoral es la unión entre la patela y el fémur. La articulación de la
rodilla es la articulación más grande y probablemente la que es sometida
a mayor estrés en el cuerpo humano. La disposición de los huesos en
esta articulación proporciona un punto de apoyo que permite que las
funciones de los músculos flexores y extensores de la rodilla sean
desarrolladas. La distribución de los ligamentos extracapsulares e
intracapsulares, así como las extensiones de músculos que cruzan la
articulación, proporcionan la estabilidad tan necesaria que contrarresta el considerable
estrés biomecánico que se ejerce sobre la articulación. Debido a que esta articulación
es de tipo gínglimo, permite principalmente movimientos a lo largo de un eje en
términos de flexión y extensión en el plano sagital. También, permite una leve rotación
medial durante la flexión y la última etapa de la extensión de la rodilla, así como una
rotación lateral cuando “desbloquean” esta.
CARAS ARTICULARES
La articulación tibiofemoral es una articulación entre los cóndilos lateral y medial del
extremo distal del fémur y la carilla articular superior de la tibia, los cuales están
cubiertos por una capa gruesa de cartílago hialino. Los cóndilos lateral y medial son
dos proyecciones óseas ubicadas en el extremo distal del fémur, que tiene una
superficie convexa lisa, y están separados posteriormente por un surco profundo
conocido como fosa intercondílea. El cóndilo medial es más grande, más
estrecho y proyectado más lejos que su contraparte lateral, lo que explica el
ángulo entre el fémur y la tibia. Las caras exteriores rugosas de los cóndilos
medial y lateral son definidas como epicóndilos medial y lateral,
respectivamente. A lo largo del aspecto posterior del fémur distal, existen
elevaciones rugosas sobre los epicóndilos medial y lateral conocidas como
líneas supracondíleas medial y lateral. La carilla articular superior de la tibia
está compuesta por dos superficies superiores ligeramente cóncavas de los
cóndilos ubicados en el extremo proximal de la tibia, y están separadas por
una protuberancia ósea conocida como la eminencia intercondílea. La carilla
articular medial de la tibia tiene una forma algo ovalada a lo largo de su eje
anteroposterior, mientras que la lateral es de forma más circular. Las caras articulares
de la articulación tibiofemoral son generalmente incongruentes, es por esto que la
compatibilidad es proporcionada por los meniscos medial y lateral. Estas son
estructuras fibrocartilaginosas en forma de media luna que permiten una presión más
uniforme del fémur sobre la tibia.
CAPSULA ARTICULAR
MENISCOS
Son placas fibrocartilaginosas en forma de media luna o de ‘C’ que se encuentran entre
las carillas articulares del fémur y la tibia, los cuales proporcionan la congruencia y la
absorción de impactos (función amortiguadora). Los meniscos son gruesos y
vascularizados, en su tercio externo, mientras que sus dos tercios internos son finos y
avasculares. Además, los dos tercios internos contienen haces de colágeno
organizados radialmente, mientras que el tercio externo contiene haces dispuestos
circunferencialmente. Por tanto, se cree que la porción interna está más adaptada
para soporte de peso y resistencia de fuerzas compresivas, mientras que las porciones
externas son adecuadas para resistir fuerzas tensionales. Los meniscos se dividen en:
Menisco medial: es una placa fibrocartilaginosa casi semicircular en forma de C, que
recubre la superficie de la carilla articular superior de la tibia. Su asta anterior se une al
área intercondílea anterior de la tibia y se fusiona con el ligamento cruzado anterior.
Su asta posterior se une al área intercondílea posterior de la tibia, entre las inserciones
del menisco lateral y el ligamento cruzado posterior. Menisco lateral: es una placa
fibrocartilaginosa circular que recubre la superficie lateral de la carilla articular
superior de la tibia. Su asta anterior también se une al área intercondílea anterior de la
tibia y se fusiona parcialmente con el ligamento cruzado anterior. Del mismo modo, su
asta posterior se une a las áreas intercondíleas posteriores por delante del asta
posterior del menisco medial. Los meniscos se mantienen en su lugar gracias a varios
ligamentos, incluyendo el ligamento transverso, los ligamentos meniscofemorales y
meniscotibiales (coronarios). Al estabilizar los meniscos, estos ligamentos están
involucrados indirectamente en evitar el desplazamiento de la articulación de la
rodilla. El ligamento transverso: conecta los meniscos anteriormente extendiéndose
desde el margen anterior del menisco lateral hasta el asta anterior del menisco medial.
Su función exacta es incierta pero se cree que sus ligamentos estabilizan a los meniscos
durante los movimientos de la rodilla y disminuyen la tensión generada en las fibras
circunferenciales longitudinales. Los ligamentos meniscofemorales: son las porciones
superiores del ligamento colateral tibial que se extienden desde el asta posterior del
menisco lateral hasta el aspecto lateral del cóndilo medial del fémur. Estos se dividen
en dos ligamentos; un ligamento meniscofemoral anterior (de Humphry o LMFa) que
recorre anterior al ligamento cruzado posterior y un ligamento meniscofemoral
posterior (de Wrisberg o LMFp), que recorre posterior al ligamento cruzado posterior.
Los ligamentos meniscotibiales (coronarios): son las porciones inferiores del ligamento
colateral tibial, que se extienden entre el margen del menisco lateral y el área
periférica de los cóndilos de la tibia. Están conformados por un ligamento
meniscotibial medial y lateral (coronario). El ligamento patelomeniscal: formado por
un ligamento patelomeniscal medial y otro lateral, los cuales a menudo son descritos
simplemente como ligamentos medial y lateral. Estos ligamentos recorren desde el
tercio inferior de la patela para insertarse en la porción anterior de los meniscos
medial y lateral, respectivamente. Otros ligamentos Otros ligamentos importantes de
la articulación de la rodilla incluyen al ligamento mucoso o la plica sinovial infrapatelar,
los ligamentos popliteofibular y fabelofibular o fabeloperoneo. El ligamento mucoso (o
la plica infrapatelar): consta de dos plicas alares que se insertan en el cuerpo adiposo,
manteniéndolo en posición. Esta estructura es un remanente embrionario que separa
los compartimentos medial y lateral de la rodilla. El ligamento popliteofibular: ubicado
en el aspecto posterolateral de la articulación de la rodilla, se extiende desde el
músculo poplíteo hasta el aspecto medial de la fíbula. El ligamento fabelofibular:
emerge de un pequeño hueso sesamoideo en el aspecto posterior de la línea
supracondílea lateral del fémur y se inserta distalmente en el borde posterolateral del
proceso estiloides de la fíbula.
Los flexores principales de la articulación de la rodilla son los músculos bíceps femoral,
semitendinoso y semimembranoso, mientras que el músculo poplíteo inicia la flexión
de la “rodilla bloqueada”. Los músculos grácil y sartorio asisten como flexores débiles.
El extensor principal de la articulación de la rodilla es el músculo cuádriceps femoral,
asistido por el músculo tensor de la fascia lata. El cuádriceps femoral está constituido
por cuatro vientres femorales, los músculos: recto femoral, vasto lateral, vasto medial
y vasto intermedio, todos inervados por el nervio femoral. La rotación medial, como
fue discutido anteriormente, ocurre cuando la rodilla está en la última etapa de la
extensión, que también sucede cuando la rodilla está flexionada. Es principalmente
producido por las acciones de los músculos poplíteo, semimembranoso y
semitendinoso, que son asistidos por los músculos sartorio y grácil. La rotación lateral,
por su parte, es producida por el músculo bíceps femoral y también ocurre cuando la
rodilla está flexionada.
Tobillo
La articulación talocrural, también
conocida como articulación del
tobillo, es de tipo sinovial y conecta
los huesos de la pierna, la tibia y la
fíbula, con el talus del pie. Es una
articulación en gínglimo compleja
compuesta por dos articulaciones.
Frecuentemente se describe como
una articulación en mortaja (es decir
una cavidad cuadrada profunda),
donde la tibia y la fíbula (articulación tibioperonea) actúan como mortaja creando un
espacio donde se encaja el talus. La principal función de la articulación talocrural es
permitir la adecuada biomecánica del pie mediante la dorsiflexión y la flexión plantar,
al igual que algún grado de pronación y supinación en las articulaciones subtalar y del
tarso medio. Esta articulación también actúa como amortiguador cuando el talón toca
el piso durante las fases iniciales de la marcha.
CARAS ARTICULARES
CAPSULA ARTICULAR
LIGAMENTOS
La articulación talocrural, dado que está diseñada para soportar cargas pesadas, debe
estabilizarse sin llegar a limitar su movilidad. Los ligamentos que estabilizan la
articulación del tobillo son los ligamentos colaterales medial y lateral.
El ligamento colateral medial es una banda fuerte y triangular que refuerza el aspecto
medial de la articulación del tobillo. Este ligamento es importante para estabilizar la
articulación en la eversión y prevenir luxaciones (sobre-eversión). Tiene su origen
proximal en el vértice y en los bordes del maléolo medial. Desde ahí, el ligamento se
extiende en forma de abanico para insertarse en el talus, en el calcáneo y en los
huesos naviculares. El ligamento deltoideo puede variar bastante, teniendo entre 3 y 6
partes desde superficial a profundo. Sin embargo, este ligamento es más comúnmente
organizado en tres porciones continuas basándose en sus inserciones distales:
Ligamento tibionavicular: compone las fibras superficiales del ligamento colateral
medial que descienden desde el maléolo medial hasta la tuberosidad del navicular.
Una vez que llega al punto de inserción, este ligamento se mezcla con el margen
medial del ligamento calcaneonavicular plantar. Ligamento tibiocalcáneo: compone la
porción intermedia del ligamento colateral medial que desciende casi de manera
vertical desde el maléolo medial hasta el sustentáculo del talus del hueso calcáneo.
Ligamento tibiotalar: compone la porción profunda del ligamento colateral medial.
Consta de una porción anterior y una posterior. Ambas se originan en el vértice del
maléolo medial, desde donde el ligamento tibiotalar anterior desciende para insertarse
en el tubérculo medial del talus, mientras que el ligamento tibiotalar posterior se
inserta en la porción no articular posterior de la superficie medial del talus
Pie
Hay 27 huesos en el pie, divididos en tres grupos:
Los huesos del tarso crean una plataforma bastante fuerte para soportar peso. Estos son
homólogos a los huesos del carpo de la muñeca y se dividen en tres grupos: los proximales,
medios y distales. Los huesos proximales del tarso son el talus y el calcáneo El hueso
intermedio del tarso es el navicular Los huesos distales del tarso son el cuboides y tres
huesos cuneiformes (lateral, intermedio y medial).
MUSCULOS
Los músculos del pie contribuyen a la eversión e inversión del pie, a los movimientos de los
dedos del pie, al igual que a la flexión plantar y a la dorsiflexión. Te sugerimos explorar esta
unidad de estudio para aprender todo acerca de los músculos del pie.
Existen un total de 20 músculos en el pie, los cuales se dividen en plantares y dorsales. Los
músculos plantares son tradicionalmente estudiados ya sea en capas o en grupos. Si se
estudian por capas, podemos organizarlos en cuatro capas principales, de superficial a
profunda encontramos: 1ra capa: abductor del dedo gordo, flexor corto de los dedos, abductor
del quinto dedo 2da capa: cuadrado plantar, lumbricales. En esta capa encontramos también al
tendón del músculo flexor largo de los dedos del pie 3ra capa: flexor corto del dedo gordo,
aductor del dedo gordo, flexor corto del quinto dedo 4ta capa: interóseos plantares y dorsales.
Los músculos dorsales del pie se encuentran, como indica su nombre, en el dorso del pie y son
los encargados de extender los dedos. Estos son: el extensor corto de los dedos y el extensor
corto del dedo gordo. Las inserciones, inervaciones y acciones de los músculos del pie se
encuentran organizadas en la tabla a continuación:
Extensor corto de los dedos Origen: superficie superolateral del hueso calcáneo.
Inserción: falange media del 2do al 4to dedo del pie Inervación: nervio fibular
profundo (S1, S2). Función: extensión de la articulación interfalángica distal del 2do al
4to dedo del pie
Extensor corto del dedo gordo Origen: superficie superolateral del hueso calcáneo.
Inserción: falange proximal del dedo gordo del pie Inervación: nervio fibular profundo
(S1, S2). Función: extensión de la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del
pie
SEGUNDA CAPA
TERCERA CAPA
Flexor corto del dedo gordo Origen: tendón del músculo tibial posterior, hueso
cuneiforme medial, hueso cuneiforme lateral, hueso cuboides Inserción: aspectos
medial y lateral de la base de la falange proximal del dedo gordo del pie Inervación:
nervio plantar medial (S1, S2) Función: flexión de la articulación metatarsofalángica del
dedo gordo del pie; soportar el arco longitudinal del pie
Aductor del dedo gordo Origen: Cabeza oblicua: base del hueso metatarsiano de los
dedos 2 a 4, hueso cuboides, hueso cuneiforme lateral Cabeza transversa: ligamentos
plantares metatarsofalángicos del tercer a quinto dedo Inserción: aspecto lateral de la
base de la falange proximal del dedo gordo del pie Inervación: nervio plantar lateral
(S2, S3) Función: aducción y flexión de la articulación metatarsofalángica del dedo
gordo, soportar los arcos longitudinal y transverso del pie
Flexor corto del quinto dedo Origen: base del quinto metatarsiano, ligamento
plantar largo Inserción: base de la falange proximal del quinto dedo del pie Inervación:
nervio plantar lateral (S2, S3) Función: flexión de la articulación metatarsofalángica del
quinto dedo del pie
CUARTA CAPA
Los músculos plantares del pie también pueden estudiarse por grupos: medial, central y
lateral. Los cuales se dividen por la fascia profunda del pie. Los músculos plantares laterales
actúan sobre el quinto dedo. Ellos son el músculo abductor del quinto dedo, el flexor corto del
quinto dedo y el músculo oponente del quinto dedo. Los músculos plantares centrales actúan
sobre los cuatro dedos laterales del pie. Estos son el flexor corto de los dedos, el cuadrado
plantar, cuatro lumbricales, tres interóseos plantares y cuatros interóseos dorsales. Los
músculos plantares mediales actúan sobre el dedo gordo del pie. Estos son el abductor del
dedo gordo, el aductor del dedo gordo, y el flexor corto del dedo gordo del pie. Ten en cuenta
que el aductor del dedo gordo del pie se encuentra anatómicamente en el compartimento
central del pie, pero funcionalmente se agrupa con los músculos plantares mediales debido a
sus funciones sobre el dedo gordo
LIGAMENTOS