Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
La promesa de Dios a Moisés es que su presencia irá
con él y le hará descansar. Moisés va más lejos y pide ver la
gloria de Dios de tal forma que esto confirme que realmente
ellos tienen el favor de Dios. Pero Moisés no puede ver el
rostro de Dios puesto que nadie puede ver el rostro de Dios y
seguir viviendo.
Dios el esposo
Este pacto que asumió Dios con su pueblo tenía las
características de un matrimonio: Dios sería como un esposo
para su pueblo, y ellos serían como una esposa honrándolo a
Él.
Dios siempre fue fiel a su pacto, el esposo perfecto.
Pues donde Dios da su Palabra él no falla, sino que cumple.
El pueblo muchas veces sí abandonó a su esposo, a Dios, se
fueron muchas veces buscando otros esposos, otros dioses.
Con lo cual sabemos que sin Dios comienza el fracaso.
Las bodas de Caná
Las bodas de Caná, la ciudad famosa y gloriosa por su
vino y sus fiestas, no fue la excepción para que una pareja que
celebraba su matrimonio casi cayera en la vergüenza y el
fracaso. En esta boda el esposo estaba muy cerca de fracasar
y pasar una vergüenza, pues si no era capaz de proveer para
una fiesta ¿cómo sería capaz de proveer para su familia?...
Esto siempre era como un adelanto de la vida que le esperaba
a los dos, así que no pintaba bien.
2
que comienza bien como la fiesta en Caná, pero al final no va
a estar bien si no está Jesús.
Si nos fijamos detenidamente, fue la presencia de
Jesús, el verdadero Dios quien acompañó e hizo descansar de
la preocupación a los que estaban por emprender un viaje
juntos, casados. Lo que Moisés pedía a Dios, “muéstrame tu
gloria, muéstrame que vas con nosotros, que nos acompañas”,
es lo que Jesús muestra… Dice el versículo 11, que este fue
el principio de las señales de Jesús en Caná de Galilea, y
manifestó su gloria… la gloria que quería ver Moisés.
La compañía de Dios
La gloria que queremos ver nosotros, es Cristo. En
nuestro viaje por la vida, casados o solteros, Dios es la mejor
compañía. Aunque muchos dicen que “es mejor estar solo que
mal acompañado”, la verdad es que alguien solo no puede
salvarse, necesita a Jesús. Así que en vez de decir que es
mejor estar solo, lo mejor es estar con Dios, acompañado de
Él.
La soledad solo revela vacío, ni Adán antes de caer en
pecado se sintió bien. Mas bien, estar solo es peligroso,
porque la casa vacía no queda limpia, y el diablo anda
buscando como habitarla (Lc 11:24-26). Sin embargo, cuando
la casa es habitada por Dios permanece limpia, en paz, hay
protección. Porque Él es un buen esposo que no falla. Él no
es negligente, con Él nada va a faltar.
3
Efesios 5:22-33
Así como Cristo salvó con vino el matrimonio que iba
destinado a la vergüenza, también salva nuestra vida con un
vino mejor, porque es el vino que no es solo vino sino también
su verdadera sangre, su cuerpo que fue dado en la cruz.
Fue en la cruz donde Él mostró su gloria para nosotros,
donde perdonó nuestros pecados. Ahora la Iglesia teniendo a
Él como su esposo no tiene posibilidades de fracasar. El
nació, murió y resucitó para salvarnos de la muerte, así Él
santificó a su Iglesia y la purificó en el lavamiento del agua
por la Palabra, en el Bautismo, para presentársela a sí mismo
como una Iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni
arruga. Una Iglesia pecadora pero amada por Él.
Vida matrimonial
Así los esposos amen también a sus esposas como Él
que dio su vida por la iglesia. Y la esposa honra a su esposo
como a Cristo.
5
Y con Él, al lado de Él, en su compañía oramos: ten
misericordia y bendícenos, haz resplandecer tu rostro. Y esto
es lo que hace Dios con su presencia en su Palabra y su
sacramento. La iglesia ora para que todos los que viven
errantes, solos, en un viaje sin Dios, conozcan que es mucho
mejor estar acompañado por Él. Para que también se llenen
de gozo por la vida eterna que él ha dado. Él es el pastor de
las naciones, que cuida de todos.
Él ya ha preparado la morada para su iglesia, su novia.
Ven Señor Jesús, ven pronto. Amén.
Votum
Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento
humano guardará sus corazones y mentes en Cristo Jesús.
Amén.