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AÑO XLIX SEPBRE-OCTUBRE 2023 –Nº 444

P. MANUEL M. CANO mCR +


D.E.P

Meridiano Católico 1
La ordenación de tres nuevos sacerdotes de nuestra Asociación, los Padres, José Mª, Javier y
Miguel nos obligan a seguir en las consideraciones iniciadas el mes pasado.
Son tres varones a los que puede confiarse el testimonio de la predicación, el ejemplo y la guarda
de las santas tradiciones que hemos recibido.
A imitación suya, así debemos ser todos los que integramos la Asociación Juvenil San Luis
Gonzaga, y la Asociación-Madre, Unión Seglar de San Antonio Mª Claret. La Tradición recibida
nos señala como
cristianos de estos últimos tiempos, que el apóstol S. Pablo profetizó que serían difíciles, porque
los hombres serán amadores de sí mismos, fanfarrones, soberbios, desobedientes, ingratos,
desleales, infatuados, con cierta compostura de piedad, que habrán renegado de la verdad.
La Tradición de la Unión Seglar se remonta a nuestros padres en la fe, desde los últimos, Mn.
Ricart y el P. Solá, hasta los anteriores, los PP. Solé, Roig Gironella, Bartina, Segarra y P. Piulachs,
el siervo bueno y fiel. El P. Solá quiso retrasar su ida al médico, consciente de lo que tenía hasta
concluir las cases de los ahora ordenados. Acabó el último día de abril y falleció el 18 de mayo.
Esos ejemplos, y esa Tradición es la que nosotros debemos seguir.
Otros pueden llevar unos caminos de santificación diferentes a los nuestros desde su llamada a
la vida cristiana. Respetémoslos. Pero no son para nosotros, que seguimos desde hace más de
treinta años una senda que ha dado sin ruido alguno en el mundo eclesial frutos de sacerdotes,
religiosos y santos matrimonios. Algunos se lamentan que somos pocos. Es verdad y ojalá
fuéramos miles más. Pero de lo que hoy hace ruido, tal vez después de treinta años, quede
menos apariencia. El Papa ha convocado en Roma a doscientos mil jóvenes y adultos de los
nuevos movimientos eclesiales. Y exactamente les ha dicho eso: “que no sean flor de un día o
de unos años. Que el tiempo y la fidelidad a la Tradición, sean la piedra de toque de su
autenticidad”.
Nuestra característica ha de ser la del espíritu ignaciano de los Ejercicios, la realeza de los
Corazones de Jesús y María, la fidelidad a España, la nación de la eterna cruzada, especialmente
a los mártires de nuestra última persecución, el amor a la Iglesia universal y al Papa, sin
particularismos de grupos o ritualismos, y finalmente la sencillez, humildad y caridad y unión
entre todos. Muy claro todo. Muchos no quisieron esto. Por eso se marchan, se apartan o nos
critican. Pero las minorías, -sacerdotales o religiosas o seglares-que salgan de entre nosotros
serán levadura del nuevo mundo que se aproxima.
Adelante, minorías llenas de esperanza. Junto a los nuevos sacerdotes, sigamos humildemente
los pasos que nos marcaron nuestros mayores.
P: José Mª Alba Cereceda S.I. + noviembre 1998

Meridiano Católico 2
P. MANUEL M. CANO mCR
VIVIÓ CONFORME A LO QUE ENSEÑÓ

Todavía consternado por el fallecimiento de mi padrino, Manuel María Domenech Izquierdo,


recibo la llamada de mi madre, diciéndome, con profundo pesar, que se ha muerto el Padre
Cano.

Inmediatamente, me asaltan los recuerdos que desde niño conservo, y puedo constatar sin
dificultad alguna, que el Padre Cano ha estado siempre en mi vida, ocupando un lugar destacado,
constituyendo una brújula y un termómetro en todo momento.

En la peregrinación a Santiago de Compostela de 1999, con apenas quince años, mientras


dormíamos en tiendas de campaña, habilitadas por el Ejército en Rabanal del Camino, tras una
indigestión nocturna, me desperté de madrugada con fiebre alta, vomitando y con un profundo
malestar. El Padre Cano, sin inmutarse, se levantó y limpiándome, me acomodó entre mantas y
su propio saco. Se puso la sotana y se fue a rezar, sin volverse a acostar. Eran las tres de la
mañana y todavía quedaban algunas horas para emprender la marcha.

Cuando me casé, cada vez que nos encontrábamos, me regalaba libritos y estampas religiosas
para mis hijos y siempre, siempre, siempre estaba atento a mis necesidades espirituales.
Siempre estaba su puerta abierta para atenderme en confesión o para charlar o interesarse por
mi familia.

No faltaron las broncas (merecidas) en todos mis años de colegio. ¡Cuánto desearía ahora volver
a recibirlas, con tal de verlo y poderme despedir de él! Se me escapan las lágrimas mientras lo
escribo, y seguramente, desde el cielo, esbozando su sonrisa característica, me estará diciendo
“¡Domínguez, no te dejes llevar por el sentimentalismo!”.

Tiene razón, Padre. Usted siempre me decía que era muy sensible y emocional, como mi tío
Tomás, como la familia de los López y la verdad, es que, en eso, no he cambiado mucho. Todavía
estoy llorando más, mientras le veo haciendo bromas a Santiago, a María y a Alexandrita,
diciéndoles que yo era un alumno extraordinario y muy bueno, aunque usted sabe que fui todo
lo contrario.

Doy gracias a Dios por haberle puesto en mi vida, sobretodo, en la vida de mis padres, de los
que yo he recibido la fe católica. Doy gracias a Dios por su generosidad, por haber estado junto
al Padre Alba y el Padre Turú desde el principio.

Cuando estudié el grado en Humanidades, una de las figuras que más me impactó fue la de
Quintiliano, maestro de maestros de la Roma imperial. Conservo un pequeño texto, entre mis
apuntes, en el que dice “y vengo bien en que, entre los que antiguamente hicieron profesión de
sabios, muchos no solamente dieron buenos preceptos, sino que vivieron conforme a lo que
enseñaron: más en nuestros días, bajo la capa de este nombre de sabios, se encubrieron vicios
muy enormes en la mayor parte de los profesores; porque no procuraban ser tenidos por
filósofos por la virtud y letras, sino que con el velo de un semblante tétrico y vestido diferente
de los demás, encubrían sus costumbres muy estragadas”.

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El Padre Cano vivió conforme a lo que enseñó. Y lo que enseñó fue el Amor de Dios y el amor a
Dios por encima de todo, incapaz de pactos con sacrificio del Ideal. Evangelizando a tiempo y a
destiempo, como San Pablo; sin temor a los abandonos del mundo, sin estridencias, sin
ornamentación, sin mentiras.

¡Qué orgullo sentía por las vocaciones religiosas! “Llevar almas de joven a Cristo, inyectar en los
pechos la fe”: carmelitas descalzas (mi hermana Mª Carmen entre ellas), sacerdotes diocesanos,
trapenses, misioneras rurales… La Sociedad Misionera de Cristo Rey fue su casa, pero todo era
para Dios. “Estamos tocando el violón”, nos decía cuando nos desviábamos o nos centrábamos
en lo superficial.

Era un murciano universal, un cura de Lorca, un enamorado de Cataluña y amante de España.


¡Cuántas peregrinaciones en sus botas! ¡Cuántas advocaciones de la Virgen Santísima en sus
jaculatorias! La Moreneta, la Pilarica, la Verge de Lledó, Nuestra Señora de la Merced, la Virgen
de la Fuensanta… Innumerables tandas de Ejercicios Espirituales de San Ignacio, en cualquier
parte de España; apóstol incansable de la Adoración Nocturna; colonias y campamentos, centro
juvenil… todo a la mayor gloria de Dios.

No cabría en mil páginas, describir el bien que ha hecho el Padre Cano, pero sirva este pequeño
compendio, como homenaje y agradecimiento inmediato por toda su labor para conmigo y mi
familia. Como tantas y tantas veces cantamos, “pugem cantant, pel dret camí pugem. I a nostre
Rei seguim. Perseverem, que ja amb la mà toquem el cim”. Esa es mi petición y mi súplica.

Francisco Javier Domínguez López

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HA MUERTO EL PADRE MARTÍNEZ CANO
Seguramente de lo más parecido a un santo que yo conocí.

Me cuesta mucho comenzar estas líneas sin decir que cuando estudiaba Teología, me daba la
impresión que casi todo lo que me enseñaban lo había aprendido con mi profesor de Religión
de los tres años de BUP. Además, le oí infinidad de charlas en los Campamentos, numerosas
máximas religiosas por las noches, las reuniones con el resumen del día siguiente, en los
Campamentos.

Siempre tenía frío, siempre estaba contento, y rezaba el Rosario como lo más importante de su
vida. Podríamos decir que lo que más marcó mi vida fueron los largos días de Peregrinación en
el Camino de Santiago. Tanto en 1993, como en 1999 y, ya de sacerdote, en 2004. Por todo el
sacrificio de aquellos años, y de toda su vida, quisiera darle las gracias.

Y voy a seguir hablando con usted, si no le importa. Sé que le gustaba que hablara por Radio,
que salieran en los medios de comunicación los vídeos de YouTube, que le contara historias de
los pueblos… pero eso ha sido hace muy poco tiempo. Me encantaba hacerle reír, ayudarle a
Misa, tanto de niño, como joven, como siendo sacerdote, también. Cuando hacía tercero de EGB
salía a jugar con nosotros al recreo, y en el campo de fútbol sala, chutaba la pelota al aire, y se
dejaba de ver, antes de que volviera a caer. No le digo nada del día que avisó que tocaría un
poste de la portería desde el centro del campo, y lo hizo a la primera. Nunca lo había visto, y no
lo he vuelto a ver. Recuerdos de niño, de cosas que no pude aprender. También me acuerdo
cómo explicaba que ganaron con el equipo de la «mili» al Formentera, en la Copa de las Islas
Baleares, cómo le quería fichar el Español de Barcelona, pero usted decidió seguir a Cristo…

Le contaba algo hace poco. Cuando subíamos por la mañana, a desayunar, después de nuestro
aseo, oración y Santa Misa, se estaba preparando, muy a menudo, una buena tortilla de
espárragos. Esos que cogía mientras rezaba el Rosario, paseando por el jardín. Olía que
alimentaba. La verdad es que nuestro desayuno no tenía nada que envidiar al suyo, pero me
daba un gozo verlo disfrutar. Tantas veces le fregué la sartén, porque estaba encargado de la
cocina.

También le gustaba que le explicara cómo me habían ido los exámenes, ahora le recuerdo en las
Secciones de la Adoración Nocturna en el Colegio, noches y noches durante años y años. Siempre
arrodillado. Siempre cerca de Jesús Eucaristía. De ese Amor al Señor Sacramentado vivimos
todavía muchos, porque lo aprendimos de usted, cuando éramos muy pequeños. ¿Se acuerda?
Pasábamos lista, y decíamos un nombre, y respondíamos «¡Viva Jesús!». Y Jesús Sellas, ahora
con hijos, decía: «¡Viva Jezúz!». Y no había manera. Usted le decía: ¿Cómo te llamas?, y
contestaba: Jesús… ¿Pues cómo se dice?… ¡Viva Jezúz! Y hasta el mes siguiente, con una graciosa
carcajada.

Mi promoción de COU siempre le ha recordado con mucho cariño. Nos encantaban las clases. y
los enfados también, y siempre repetían con una sonrisa, años después, las frases más
características de nuestra adolescencia, que solían ser advertencias, o la alegría de haber podido

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enviar cinco mil pesetas a la Leprosería de Fontilles, o al Padre Werenfried de la «Ayuda a la
Iglesia Necesitada».

Y como se lo estoy explicando todo mezclado, porque no me ha dado tiempo Padre, de


aposentar los sentimientos que brotan del corazón, le daré también las gracias por el cariño que
siempre tuvo a mis padres. Nos hemos sentido todos tan queridos por usted. Le hemos cogido
cariño a Lorca, y a todos los murcianos, «¡Viva las murcianicas guapas!», está diciendo ahora mi
hermana, cada hora que va pasando. Recuerdo lo feliz que estaba en torno a mi Ordenación. La
primera Misa en el Tibidabo, los viajes a Sentmenat. El Derecho Canónico y sus difíciles
preguntas…

También quería darle las gracias por tantas confesiones, las mías y las de tantas y tantas
personas que venían a verle al Colegio sólo para confesar. Siempre estaba dispuesto. Tantos
Ejercicios Espirituales, consejos, ilusiones compartidas, apostolados conjuntos. De usted he
aprendido muchas cosas, pero, sobre todo, por decir algo que pueda ser el final de este escrito,
me quedo con el Amor a España Católica, nuestra Patria; y la entrega fiel al SACERDOCIO de toda
su vida. Tiene que dar muchos recuerdos a tanta gente querida que le espera junto a Cristo, al
que veremos cara a cara, en el Cielo, durante toda la eternidad. ¡Ruegue por nosotros, Padre!

P. Antonio Mª Domenech mCR

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P. MANUEL MARTÍNEZ CANO, MCR, UN HOMBRE SANTO, FIEL
HIJO DEL P. ALBA, ENAMORADO DE DIOS Y DE ESPAÑA

Falleció el P. Manuel Martínez Cano, mCR. El P. Turú, Superior de la Sociedad Misionera de Cristo
Rey, habla de él

El pasado día 3 de julio falleció durante una intervención cardiológica el Padre Manuel Martínez
Cano, religioso de la Sociedad Misionera de Cristo Rey, Instituto de vida consagrada fundado por
el Padre José María Alba, S.I. Residía en el Colegio Corazón Inmaculado de María que la Sociedad
Misionera tiene en Sentmenat (Barcelona).

Natural de Lorca (Murcia), su patria chica de la que tan orgulloso se sentía, tuvo que dejarla para
venir a Barcelona, como tantos otros, en busca de trabajo. Allí le esperaba el Señor en los
Cursillos de Cristiandad, en las Congregaciones Marianas y en los Ejercicios Espirituales. En estos
instrumentos de apostolado se fue encontrando repetidamente con el Padre Alba y, pronto, su
corazón grande y entusiasta se sintió arrebatado por el llamamiento que el Rey Eternal le hacía
por medio de la palabra y el ejemplo del gran apóstol de la juventud que fue el Padre Alba.

Tras sus estudios de preparación al sacerdocio, fue ordenado presbítero junto con el Padre
Antonio Turú, mCR, el 29 de marzo de 1980, por el entonces obispo de Cuenca Monseñor Guerra
Campos.

Durante seis años atendieron juntos unas parroquias de la Alcarria conquense y, tras este
ministerio parroquial, ambos fueron destinados a la dirección y atención pastoral del Colegio de
Sentmenat. Allí, durante cerca de 40 años, el Padre Cano – como le llamaba todo el mundo - se
ha dedicado al apostolado con los alumnos: clases, dirección espiritual, misa diaria,
confesiones…

Su corazón misionero alternaba su labor pastoral en el Colegio con la predicación de Ejercicios


Espirituales, Retiros, Misiones Populares… y con los apostolados que lleva adelante la Unión
Seglar de San Antonio María Claret (asociación de seglares también fundada por el Padre Alba):
catequesis semanal de niños y de jóvenes, colonias y campamentos de verano,
peregrinaciones…

El Padre Antonio Turú, Superior General de la Sociedad Misionera de Cristo Rey, se conoció con
el Padre Martínez Cano al coincidir con él en los Ejercicios Espirituales que predicaba el Padre
Alba. Ambos vieron clara la llamada que el Señor les hacía a formarse con tan buen Padre. Desde
entonces ha convivido más de 50 años con el Padre Martínez Cano. Le hemos pedido que nos
responda a unas sencillas preguntas para que podamos conocer más y mejor el ejemplo de vida
de este gran sacerdote y apóstol.

¿Qué supuso para usted poder ser el Superior del Padre Martínez Cano?

Ser Superior en cualquier congregación religiosa es siempre una pesada cruz. Sólo la certeza de
que el cargo ha sido querido por Dios y que, por ello, no faltará nunca su ayuda, le hace a uno
capaz de asumir una responsabilidad tan grande. Y, ciertamente, puedo constatar que la ayuda
de Dios nunca falta. Pero, en mi caso, el haber tenido siempre junto a mí al Padre Manuel
Martínez Cano, ha constituido una ayuda añadida.

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El nacimiento y desarrollo inicial de la Sociedad Misionera de Cristo Rey no fue fácil. Pero la
fidelidad inquebrantable del Padre Martínez Cano a nuestro fundador, el Padre José María Alba,
S.I., a sus enseñanzas y criterios de actuación, me aportó en todo momento, pero especialmente
tras la muerte del Padre Alba, la certeza y seguridad de que vivíamos según el espíritu que nos
trasmitió nuestro fundador.

Por otra parte, para el ejercicio del gobierno que debe realizar un Superior, nada es de tanta
ayuda como contar, entre los religiosos a los que debe acompañar en el camino de su
santificación, con un religioso cuya vida y enseñanzas sean para los demás un ejemplo y estímulo
permanente hacia la santidad.

Y eso fue para todos, religiosos y seglares, el Padre Martínez Cano: un referente de fidelidad y
entrega al Señor y al mismo tiempo un permanente acicate y aguijón contra la mediocridad
espiritual a que nos incitan estos tiempos y algunas espiritualidades melifluas.

Sin duda un hijo fiel del Padre Alba…

Sí, esto bastaría para definirlo. Lo fue por haber sido ganado para la causa de Cristo por el
apostolado del Padre Alba. Lo fue porque de él recibió lo fundamental de su formación espiritual
y doctrinal, ya desde los tiempos en que vivíamos en una casa con el Padre Alba. Y lo fue porque
asimiló, con la reciedumbre que le caracterizaba, el estilo y los criterios doctrinales y pastorales
de nuestro fundador.

De alguna manera, parangonando la expresión paulina “sed imitadores míos como yo lo soy de
Cristo”, habiendo descubierto en el Padre Alba un gran imitador de Cristo, lo tuvo siempre como
su modelo más cercano a imitar. Podríamos decir que desde su conversión tuvo como aspiración
permanente irse conformando, identificando cada vez más con el Padre Alba.

Además, seguir al Padre José María Alba, permanecer a su lado en el constante combate contra
el naturalismo y progresismo introducidos en la Iglesia y contra la creciente mundanización de
eclesiásticos y de seglares, suponía estar dispuestos a sufrir el menosprecio y arrinconamiento
del mundo y también de buena parte de aquellos que dicen que es posible seguir a Cristo sin ser
crucificados por el mundo. El Padre Martínez Cano, por fidelidad filial al Padre Alba, resistió
siempre a la tentación de hacer pactos con sacrificio del ideal. Y también a la más sutil de
pretender dar gloria a Dios discurriendo por otros caminos y sendas menos exigentes humana y
espiritualmente.

Él sabía que la voluntad de Dios Nuestro Señor había sido que la vida de la gracia que recibió el
día de su bautismo rebrotara y se alimentara tomando la sabia del árbol frondoso del apostolado
del Padre Alba y que, por ello, debía poner todo su empeño en dar fruto allí donde Dios le había
injertado.

Por eso siempre insistía en la importancia de la fidelidad a la voluntad de Dios, pero no como
algo abstracto, nebuloso, sino concreto: fidelidad filial a quien Dios utilizó como instrumento de
su Paternidad divina para ser en la tierra nuestro padre espiritual. Lo demás, como repetía con
frecuencia, son engaños del demonio.

¿Qué virtudes podríamos destacar de él?

Acabo de destacar su fidelidad. Pero la práctica de esta virtud presupone una caridad
sobrenatural que se concreta en la entrega sin reservas a la Voluntad de Dios. Por ello fue

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siempre un ejemplo en la virtud de la obediencia, con una total docilidad a las disposiciones del
Superior y un puntual cumplimiento de las reglas y costumbres de la Sociedad Misionera.

A pesar de su delicada salud, siempre tuve absoluta libertad para encomendarle cualquier tarea
apostólica, por ardua que fuera (misiones populares, peregrinaciones andando, campamentos
juveniles…) porque nunca manifestó estar más preocupado de su salud que de la gloria de Dios
y el bien de las almas.

Esto era en su vida no lo primero, sino ¡lo único importante! Ha sido un apóstol a lo san Pablo,
sembrando “a tiempo y a destiempo”… Charlando con cualquiera acababa dirigiendo siempre la
conversación hacia temas espirituales. En sus tiempos fue un buen jugador de fútbol, deporte
que le apasionaba. Como en nuestra congregación religiosa nunca vemos la televisión, al
principio, cuando estuvo conmigo atendiendo unos pueblecitos de la Alcarria conquense, aún
preguntaba a la gente por el resultado de los partidos. Pero años más tarde decía que ya no
perdía el tiempo hablando de esas cosas. Tan sólo le importaba hablar de temas relacionados
con la religión.

Cualquier ocasión era buena para él para dar un librito, un folleto, una estampa, una medalla…
La entrada a su habitación había quedado convertida en un pequeño almacén de estos pequeños
dardos apostólicos que, llevado del celo por la salvación de las almas, lanzaba con cualquier
excusa, siempre acompañados de una palabra simpática y una sonrisa murciana.

Estaba convencido de la importancia del apostolado de la prensa. Desde los primeros momentos
de nuestra formación con el Padre Alba se caracterizó por este afán de difundir la buena prensa.
Cada sábado, al terminar la reunión de los jóvenes, les ofrecía un nuevo libro y, lo hacía con tal
gracia e insistencia, que era raro el que se le escapaba sin comprarle “el libro de la semana”. Así
fue consiguiendo que cada uno de los jóvenes de la Unión Seglar tuviera una extensa y muy bien
escogida biblioteca. Y con ello una sólida formación doctrinal.

Cuando fue nombrado Consiliario de la revista Ave María asumió con gran gozo esta
responsabilidad y, convencido como estaba de la importancia de introducir en las casas la buena
prensa, no perdía ocasión de dar a conocer la revista.

Y lo mismo su “Contracorriente”, el blog digital en el que lanzaba al océano de internet sus


pensamientos y reflexiones con la esperanza de que fueran recogidas en la orilla de algún alma
sedienta de bien y de verdad.

¿Qué anécdotas más significativas recuerda?

Recalcando su celo apostólico, al tiempo que otras de sus muchas virtudes, le explicaré varios
hechos previos a su muerte que le retratan. El Padre Cano ha sido durante muchos años el
capellán de los Campamentos y de las Colonias que organiza la Unión Seglar. El Padre que le
acompañó al hospital en la misma mañana en que falleció, estaba en las Colonias. Pues, tal como
me ha contado, durante todo el trayecto desde el Colegio de Sentmenat hasta el hospital, el
Padre Martínez Cano no dirigió la conversación en ningún momento a preguntar qué le iban a
hacer o de qué manera. Sus preguntas iban todo el tiempo dirigidas a cómo estaban yendo las
Colonias, qué niños estaban, qué instructores, qué actividades estaban realizando…

Y cuando en los días previos a la intervención le decían que estuviera tranquilo, que lo que le
iban a hacer era algo de poca importancia, él contestaba algo así como “¿te crees que estoy
preocupado? Si me muero, me voy al cielo”. No sólo era muy valiente, que lo era. También

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estaba plenamente convencido de las gozosas verdades sobre las postrimerías que nos enseña
la fe.

¿Sabe cuál fue su única preocupación con respecto a la intervención que le iban a hacer? Si
podría y cómo celebrar la santa Misa esa mañana, debido al ayuno que le exigían los médicos en
las horas previas a su ingreso hospitalario.

Conjugaba perfectamente la confianza total en Dios, con la fortaleza de ánimo. Desde hace
muchos años, en la mañana del día de san Juan Bautista, los jóvenes de la Unión Seglar suben
andando hasta la cumbre de la barcelonesa montaña del Tibidabo. Allí, cada año, algunos de
ellos manifiestan su compromiso de vivir plena y conscientemente sus promesas del bautismo,
según un formulario que explicita lo básico que debe vivir un buen católico.

Faltaba sólo una semana para que le realizaran la intervención cardíaca. Le pedí si podía subir
en coche al Tibidabo para atender en confesión a los jóvenes durante la santa Misa. Se celebraba
en la iglesia superior del Templo Nacional Expiatorio del Tibidabo y el acceso se realiza por medio
de un ascensor o subiendo unas escaleras exteriores. Varios de los jóvenes le propusieron subir
con el ascensor. Pero no lo consiguieron. Les decía que subiría por las escaleras, que nunca había
subido por el ascensor. Tuvo que detenerse varias veces para tomar aliento, aprovechando para
conversar sobre las Colonias y los Campamentos con los que le acompañaban… Su amor extremo
a la pobreza y su fortaleza le acompañaron hasta el último momento.

Ambas virtudes se nutrían en él, como no puede ser de otra manera, en su trato asiduo con el
Señor, presente en el sagrario. Más de una vez lo hemos comentado en la Comunidad cómo el
Padre Cano pasaba largos ratos de oración personal en la capilla, realizaba frecuentes visitas al
Santísimo y tenía una predilección especial por la Adoración Nocturna. De hecho, mientras se lo
permitió la salud, se hizo cargo de atender y alentar los turnos de adoradores, dos de alumnos
y dos de alumnas que, una noche al mes, alternándose en los cuatro jueves de cada mes, se
quedan en el Colegio para adorar al Santísimo Sacramento.

¿Cuál ha sido su principal legado?

Sin duda los incalculables consejos, advertencias, enseñanzas, correcciones, amonestaciones…


que tantos y tantos recibieron a lo largo de sus fecundos 43 años de apostolado sacerdotal. Y
esto por escrito y de palabra, con maneras suaves y paternales cuando convenía, o con maneras
que recordaban la predicación de los antiguos profetas, llamando a las cosas por su nombre.
Nunca le preocupó si iba a quedar bien con la persona corregida. Tan sólo miraba al bien del
otro.

Con todo, normalmente siempre eran bien recibidos sus consejos y recomendaciones. No sólo
por lo acertados de los mismos, sino también porque iban siempre acompañados del ejemplo e
integridad de su vida.

Su principal legado ha sido por ello el modelo que nos ha dejado de una vida totalmente
consagrada a los ideales que recibió del Padre Alba: gastarse y desgastarse en el servicio a Cristo
Rey. Y esto con un solo y vehemente afán: cooperar a la instauración del Reinado Social del
Sagrado Corazón de Jesús y el triunfo del Corazón Inmaculado de María, empezando por su
Patria, España, a la que tanto amaba, viviendo en la esperanza de que llegue pronto el día en
que el Señor cumpla la Gran Promesa que realizó al Beato Padre Bernardo de Hoyos: “reinaré
en España y con más veneración que en otras partes”.

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Gran conocedor de la doctrina social y política de la Iglesia, veía con gran dolor cómo tantos
eclesiásticos ni conocen ni transmiten las enseñanzas del Magisterio en estas materias. Por ello
quería mucho a Monseñor Guerra Campos, que fue obispo de Cuenca y de cuyas manos recibió
la ordenación sacerdotal. Le admiraba e imitaba en su valiente proclamación de estas
enseñanzas, incómodas y molestas para los que quieren coquetear con el neopaganismo social
y político.

Pero nunca la ignorancia o la actitud cobarde de tantos que ostentan graves responsabilidades
en el gobierno de la Iglesia le apartó ni un ápice del amor filial y respetuoso al Santo Padre y de
la fidelidad incondicional a su Magisterio auténtico. Así lo aprendió, sin duda, del obispo, santo
y sabio, Monseñor Guerra Campos, y, por supuesto, de su Padre espiritual y maestro, el buen
hijo de la Iglesia e imitador de san Ignacio que fue el Padre Alba.

Gracias Padre Turú por darnos a conocer un poco más al Padre Martínez Cano. Nos unimos a sus
oraciones por su eterno descanso, al tiempo que pedimos al Señor que suscite muchos y santos
sacerdotes deseosos de consagrarse en cuerpo y alma al servicio del reinado social de Jesucristo.

Como sacerdotes diocesanos o ¿por qué no? como religiosos en la Sociedad Misionera de Cristo
Rey.

Por Javier Navascués

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PADRE CANO
Se ha ido al Cielo inesperadamente. Estaba enfermo, si, desde hace años, pero no “para
morirse”, como se suele decir. Le conocí hace más de 30 años, cuando mi marido y yo
nos hicimos novios, y desde el principio me atrajo su alegría y desparpajo unido a una
actividad diligente y atrayente, y a un lenguaje claro y directo. No podías interpretar mal
lo que te decía, porque no usaba nunca de ambigüedades. Y de él se puede hacer una
reseña corta pero muy completa: Era un sacerdote de Cristo de los de verdad.
Un sacerdote de los que están enamorados de su Señor. Su único anhelo era servirle y
hacer que los demás le conocieran y le amaran. Siempre contento, siempre servicial,
siempre dispuesto a hablar de Dios con maestría (sus clases, charlas y homilías eran muy
profundas y directas), a tiempo y a destiempo, a niños -sus predilectos- y a adultos.
Un sacerdote que vivía lo que predicaba, porque sobre todo predicaba con el ejemplo.
Celebraba con atención y devoción profundas, y al verle imitabas su reverencia. Su amor
a Jesús Eucaristía era contagioso, y aprendíamos a amar y adorar a Dios en la Custodia o
en el Sagrario viéndole a él no sólo en sus horas de adoración, sino también su respeto
y cuidado en la Santa Misa y al distribuir la comunión. La atención y cariño con que
trataba a todos, en particular a los niños, nos mostraba como debemos tratarnos entre
nosotros. Con su entrega nos enseñó sacrificio y obediencia, con su alegría y sus bromas
nos enseñó que un santo triste es un triste santo…
Un sacerdote enteramente entregado al apostolado. Siempre dispuesto a colaborar en
cualquier actividad de la Unión Seglar que precisara de él: colonias, campamentos,
procesiones, retiros, ejercicios espirituales, peregrinaciones, … No importaba el
esfuerzo, el frío, los inconvenientes… Si era a mayor gloria de Dios y para bien de las
almas, él estaba a punto y dispuesto.
Lo que no solía hacer era prodigar halagos, así que los pocos elogios que a veces le
oíamos, siempre sonaban a sinceros. Tampoco tenía pelos en la lengua para corregir los
defectos que considerara necesarios, lo que es también una muestra de cariño real y
efectivo.
Por todo esto y mucho más, le recordaremos con cariño. Y rezaremos por él, porque su
purgatorio, si lo tiene, sea corto. Pero también nos encomendaremos a él, porque junto
a Dios, como en su vida terrena, sabrá estar pendiente de todos nosotros para
auxiliarnos y ayudarnos a llegar al Cielo, donde ya nos espera.

Pilar Frigola

Meridiano Católico 12
RECORDANDO AL P. CANO

Cuando sonó el teléfono hacia el mediodía el pasado tres de julio para comunicarme el traspaso
al cielo de un santo, sí, de nuestro Padre Cano, conociéndole tras 50 años, lo primero que me
vino a la mente fue rezar por su alma un padrenuestro.

Siguieron horas de cruces de mensajes que comunicaban la triste noticia en lo humano, así como
por mi parte, transmitirla. Pero algo que creo que nos ha sucedido a todos es ver pasar como
una película los recuerdos, vivencias, anécdotas, y sobre todo sus enseñanzas. A medida que voy
escribiendo aparecen con una velocidad endiablada, más y más. Por lo tanto, empezaré por
aquellos recuerdos de cómo nos fue ganado en la lectura para que nos formásemos. Recuerdo
como cada sábado nos vendía aquellos folletos de Sal Terrae por 3-5 pesetas, sencillitos pero
fáciles de leer en el autobús o el metro, y que iban modelando nuestro ser. También recuerdo
cómo me captó para la venta de libros con el bueno de Ricardo Folch, y así posteriormente otros
se sumaron y continuaron con esa gran labor de apostolado. Recuerdo también cuando ibas al
piso de Diputación con la idea de comprar un libro (en mi caso un ejemplo: Sinfonía en rojo
mayor). Te preguntaba cuál era el último libro que habías leído, corría las cortinas, pasaba la
mirada por varios títulos entre los que se encontraba el que tú querías, cogía uno y te lo daba:
Forja de acero, diciéndote “ahora leerás éste”. Bajabas la cabeza diciéndote para tus adentros,
sin entender que aquello, al fin, era para nuestro bien. Había que apuntalar bien los cuatro
pilares de nuestro yo.

Como buen discípulo luego fue también un gran maestro, con su sencillez, pero con su forma
directa, llana, entendible a todos los niveles. Nos enseñó a combatir los nobles combates de la
FE, con el apostolado de la buena prensa, repartir octavillas, mensajes de Fe y sobre todo
Meridiano Católico y Ave María. Incluso desde La Peraleja seguía controlando que no se dejara,
y siempre -aprovecho estas líneas- nos decía que escribiéramos para Meridiano, nuestra revista.

Preparó con esmero los libros de religión de los distintos cursos del Colegio Corazón Inmaculado
de María, de los cuales muchos de nosotros, lectores, y de nuestros hijos han estudiado, leído y
empapado como fuente de nuestra Fe y formación.

Recordar sus prédicas tanto en Ejercicios, Retiros, homilías, en las ultreyas, en campamentos y
colonias, siempre buscando la salvación de las almas y llevar almas a Cristo. En resumen, cumplir
con aquella máxima que nos enseñaba el Padre Alba: “Salva un alma y salvarás la tuya”.

Y para no alargar más siguiendo esta máxima, agradecerle evidentemente todo, pero
agradecerle particularmente que con su proselitismo en los campamentos de Marlés 76 me
empujara definitivamente a entrar en el “CENTRO”, al Pelotón de San Ignacio, banderín de
enganche para atraer a compañeros de pelotón de campamentos hacia el centro. Como
agradezco y recuerdo haber podido asistir en marzo de 1980 a su ordenación en la Iglesia de San
Esteban de Cuenca de manos de su santo Obispo, D. José Guerra Campos, o haberle ayudado
muchas veces en la Santa Misa en la capilla del piso de Diputación, en campamentos, en el
Camino de Santiago.

Pero algo que recordaré y más agradeceremos, es su disposición siempre a acompañarnos en el


dolor. Aún recuerdo aquel sábado en la Parroquia de San Ambrosio celebrando su primera misa

Meridiano Católico 13
funeral por el alma del abuelo de nuestro presidente Antonio Sáez, su chuletita con letra
menuda, sus nervios, pero fue el trampolín para muchas otras metas.

Recuerdo que en mi casa la preocupación era que, siendo un hombre bueno y generoso, mi
padre se confesara, y más ante la cercanía de una delicada intervención: extirpación de un
pulmón. Tras hablarlo, lo organizamos. Al finalizar la reunión del Centro y la Santa Misa en Santa
Juliana, nos fuimos a casa de mis padres. MI madre le ofreció un bocadillo de tortilla recién
hecho, y que fue consumido con un agradecimiento total, mientras la conversación había
derivado hacia el fútbol (gran pasión también de nuestro Padre) de los años 50 y 60, y entre col
y col, lechuga; le preguntó cómo estaba su alma y de golpe nos hace salir porque tienen que
hacer algo los dos solos: confesar a mi padre. Durante la enfermedad siempre le asistió, y
recuerdo que tras provocársele una arritmia y programarle un electroshock que podía sanarle o
provocarle la muerte, el buen Padre se acercó a la clínica, y le administró el sacramento de la
Unción de los enfermos. Eso fue un viernes, y cuando el lunes le llevan para el electroshock, el
médico preguntó qué porque le llevaban a aquel enfermo si estaba perfecto del corazón. Todos
lo atribuimos a los efectos de la Unción de los Enfermos que el Padre Cano le había administrado.
Y así, le atendió hasta el último momento. Celebró la Misa funeral de mi padre, dejando de lado
planes que había cerrado unos minutos antes.

Celebró también la misa funeral de mi madre, le impuso el escapulario de la Virgen del Carmen
a algunos de mis hijos. Rezó muchos miles de rosarios, ofrecidos por los santos ideales y por
todos nosotros.

Que la Virgen en todas sus advocaciones: Huertas, Pilar, Montserrat, le tenga en su regazo, como
hijo devoto que fue.

Jesús Ortiz

Meridiano Católico 14
ADIÓS PADRE
Querido padre: Cuando hace solo unas semanas que nos ha “abandonado”, no pasa un día sin
que me acuerde de usted.

Esta mañana, yendo al Colegio, me he acordado de aquellos pivotes que instalaron en la


carretera, cerca de la entrada, que me comentaba un día que cada vez que pasaba un coche por
encima de ellos usted se despertaba. Tenía un sueño muy ligero. Cualquier pequeño ruido le
despertaba. Que penitencia más invisible y constante. Solo Dios sabía de todos sus sufrimientos.

Le conocí en la Academia Atlántida, germen de muchos miembros de nuestra Asociación, a


donde el padre Alba le envió a estudiar. Siempre recordaré su austeridad en todo momento y
lugar. A nosotros que éramos más jóvenes y de familias humildes nos impresionaba su pobreza
exterior y su determinación. Con usted no había medias tintas. Nos corregía nuestros defectos
sin sutilezas.

Fueron pasando los años y llegó el día en que se convirtió en el padre Cano. Cuanta espera.
Parecía que no llegaría nunca ese solemne momento, pero llegó, y gracias a Dios, que por medio
de su hijo el Obispo Guerra Campos, usted y el padre Turú fueron ordenados sacerdotes. Que
dicha tan grande. Que feliz estaba el padre Alba. Ya no estaba solo. Había dos presbíteros más
para ayudarle en sus múltiples y variadas misiones apostólicas.

Quiero recordar querido padre, las últimas misas que celebró. No recuerdo exactamente el
número, pero creo que, en la mayoría de ellas, usted nos habló del Cielo. Se le veía muy
esperanzado y alegre al hablar de ello. Quien nos lo iba a decir que unos días más tarde, cuando
nadie lo esperaba, usted se fuera al Paraíso.

Por fin le llegó la paz. Adiós a los problemas pulmonares, adiós al frio, adiós a las enfermedades
de todo tipo que le “asediaban”. Todo ello ya se acabó. Ya descansa en paz.

Fue usted el único sacerdote que comió varias veces en mi casa. Cuando venía, imponía su
rectitud de carácter y los demás tratábamos de estar a su altura, aunque no lo conseguíamos
nunca. Siempre recibíamos una “pequeña o mediana bronca” por su parte, a algo que hacíamos
mal. Nunca nos molestó esto. Al contrario, lo tomábamos como una enseñanza. Es cierto que
alguna vez discutimos por asuntos de dinero y le expliqué algunas cosas que usted ignoraba, por
ejemplo, en cuestión de impuestos, seguros, etc. Creo que al final comprendió un poco mejor
como son los gastos de una familia. No solo es comer y luz, agua, gas, etc. Hay mucho más.

En fin, padre. Acuérdese de nosotros. No sé si es teológicamente valido, pero de muchos


recuerdos a todos los que están en el Cielo de la Unión Seglar. Al padre Alba, Jerusalén, Emilio,
Domenech, Ángela, etc. Intercedan por todos nosotros y por las obras que hay en marcha.

Hasta el cielo padre.

Rafael Ruiz

Meridiano Católico 15
EL CIELO
Los que mueren en gracia y amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para
siempre con Cristo en el Cielo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven “tal cual es”
(1ª Jn 3, 2).

El Cielo es un lugar y estado de perfecta felicidad sobrenatural, que consiste en la visión de Dios
y en el perfecto amor que de esta visión goza el alma.

El Cielo de los bienaventurados no es el espacio que rodea a la tierra y que ordinariamente lo


vemos de color azul, al que llamamos cielo atmosférico, ni tampoco se trata del firmamento
cuajado de estrellas en una noche serena. El Cielo es el lugar y estado de los bienaventurados
que gozan de una felicidad sin límites porque sacia todas las apetencias del corazón humano por
los siglos de los siglos. ¡Eternamente felices!

Al Cielo van los justos que, en el instante de su muerte, se hallan libres de toda culpa y pena de
pecado.

Ninguna otra verdad revelada se repite tantas veces en la Sagrada Escritura como la existencia
del Cielo. El Señor dice que pidamos a «Nuestro Padre que está en los Cielos» (Mt 25, 46); «Yo
soy el pan vivo que ha bajado del Cielo» (Jn 6, 51); «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23,
43); «Los justos irán a la vida eterna» (Mt 25, 46); «Mirad que no despreciéis a uno de esos
pequeños, porque en verdad os digo que sus ángeles ven de continuo en el Cielo la faz de mi
Padre que está en los Cielos» (Mt 18, 10).

“Quien prescindiendo de la impura realidad que nos rodea reflexionara atentamente sobre la
índole de la religión cristiana, habría necesariamente de pensar que, para los cristianos, ninguna
idea debía ser más familiar que la del Cielo… Y, con todo, en la práctica, apenas hay otro asunto
que menos frecuentemente ocupe los pensamientos de la mayor parte de los cristianos, los
cuales, cuando aciertan a levantar los ojos de las cosas bajas y pasajeras de la tierra, piensan a
menudo en el pecado, en la muerte, en el juicio, en el purgatorio, en el infierno… ¡Rarísimas
veces en el Cielo!» (Ruiz Amado).

Pensemos nosotros en el Cielo. Vivamos de tal manera que merezcamos vivir eternamente
felices en el Cielo.

La felicidad esencial del Cielo es la visión beatífica de Dios, por la cual los bienaventurados
contemplan inmediata y directamente la esencia divina de manera clara y sin velos, produciendo
en las almas el gozo y la felicidad de la eterna posesión de Dios.

Jesús representa la felicidad del Cielo bajo la imagen de un banquete de bodas (Mt 25, 10) y
califica esta bienaventuranza de «vida eterna» (Mt 19, 29). La condición para conocer esta vida
eterna es «conocer a Dios y a Cristo» (Jn 17, 3). La posesión de Dios es para los limpios de
corazón: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5, 8).

Meridiano Católico 16
Cuando San Pablo quiere explicar en qué consiste la felicidad del Cielo, que él vió, dice:» Ni el
ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le
aman» (1ª Cor 2, 9).

La visión beatífica de Dios es una pura y divina intuición de la divina esencia realizada por el
entendimiento elevado al orden sobrenatural y fortalecido por el» Lumen Gloriae». No es un
razonamiento lento para alcanzar y gozar de la verdad, sino una contemplación sobrenatural
perfectísima, una pura y simple intuición de la primera Verdad tal como es en sí misma, sin
intermedio de criatura alguna.

La contemplación sobrenatural en la tierra arrebata el alma de los santos y los saca fuera de sí
en un éxtasis místico, ¡qué ocurrirá en el Cielo ante la contemplación de la divina esencia, no a
través de la fe, sino clara y abiertamente tal como es en sí misma! ¡Será un éxtasis eterno que
sumergirá al alma en una felicidad indescriptible! ¡Inefable! ¡Ver, amar y gozar de Dios, eso es
el Cielo!

A la felicidad esencial del Cielo, que brota de la visión inmediata de Dios, se añade una felicidad
accidental que surge del conocimiento y amor de los bienes creados.

Motivo de felicidad accidental para los bienaventurados del Cielo será estar en compañía de
Cristo (en cuanto a su humanidad) y de la Virgen, de los ángeles y de los santos; de volver a
encontrarse con los seres queridos y con los amigos que tuvieron durante la vida terrena;
conocer las obras de Dios.

La unión del alma y el cuerpo, glorificado el día de la resurrección, aumentará la felicidad


accidental de la gloria celestial.

La teología enseña que hay tres clases de bienaventurados que reciben una recompensa especial
(aureola) por las victorias conseguidas en la tierra: las vírgenes, por su victoria contra la carne;
los mártires, por su victoria contra el mundo; los doctores, por su victoria sobre el diablo, padre
de la mentira.

La felicidad del Cielo dura por toda la eternidad.

Jesús compara el premio de las buenas obras a los tesoros guardados en el Cielo, que no se
pueden perder (Mt 6, 20) y dice que los justos irán a la» vida eterna» (Mt 25, 46).

«Y una vez que haya comenzado en ellos la visión intuitiva, cara a cara, y ese goce, subsistirán
continuamente en ellos esa misma visión y ese mismo goce sin interrupción ni tedio de ninguna
clase, y durará hasta el juicio final, y desde éste, indefinidamente por toda la eternidad»
(Constitución Benedictus Deus).

P. Manuel M. Cano mCR

Meridiano Católico 17
Mons Gadecki advierte a los diputados polacos católicos que si votan a favor del aborto no
podrán comulgar

El presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, Mons. Stanisław Gądecki, ha dejado las


cosas bien claras: los diputados que voten a favor del aborto «cometen un pecado grave y, por
tanto, no pueden recibir la sagrada comunión».

Sus declaraciones se producen después de que los principales partidos de la oposición polaca -
la mayoría de cuyos líderes son católicos practicantes- hayan expresado su apoyo al fin de la
actual prohibición casi total del aborto, que cuenta con el apoyo de la Iglesia.

«La vida humana es sagrada e inviolable en todas sus dimensiones y condiciones», afirmó
Stanisław Gądecki, arzobispo de Poznań y presidente de la Conferencia Episcopal Polaca (KEP),
en la Marcha anual de la Vida y la Familia.

Sin embargo, ese «derecho a la vida se ve hoy más a menudo amenazado por intereses
económicos», advirtió el prelado

«Una ley que viola el derecho natural de un niño a la vida es injusta», continuó. Y sentenció:
«Cualquier diputado que vote contra la vida comete un pecado grave y, por tanto, no puede
recibir la sagrada comunión».
En 2020, el Tribunal Constitucional de Polonia (TK) dictó una sentencia que endurecía la ley del
aborto del país, que ya era una de las más estrictas de Europa. Prohibió las interrupciones
justificadas por el diagnóstico de defectos congénitos graves en el feto, que antes representaban
el 98% de los abortos legales en Polonia.

Ahora sólo se permite el aborto en dos casos: cuando el embarazo pone en peligro la salud o la
vida de la madre, o cuando es consecuencia de un acto delictivo, como una violación o un
incesto.

La Iglesia apoyó firmemente el endurecimiento de la ley, y fue uno de los objetivos de las
protestas masivas que estallaron a raíz de la sentencia del TK. El partido nacional-conservador
Ley y Justicia (PiS) también celebró la sentencia.

Sin embargo, todos los partidos de la oposición, salvo Konfederacja, han expresado su oposición
a la nueva prohibición casi total del aborto.

Donald Tusk, líder de la centrista Plataforma Cívica (PO), el mayor partido de la oposición, ha
pedido la legalización del aborto libre hasta la 12ª semana de embarazo. También ha exigido
que todos los candidatos electorales de PO apoyen esa postura.

Władysław Kosiniak-Kamysz y Szymon Hołownia, líderes de la coalición de centroderecha


Tercera Vía (Trzecia Droga), no han ido tan lejos, pero siguen siendo partidarios de volver a la
ley del aborto anterior a la sentencia del TK. Sin embargo, quieren que la cuestión se decida en
un referéndum nacional.

Infocatólica

Meridiano Católico 18
FULGURANTE CONVERSIÓN DE UNA MADRE DE FAMILIA
ATEA AL TOCAR EL ANILLO DE SANTA JUANA DE ARCO
Sonia Drapeau era una atea convencida cuando se acercó a contemplar el anillo de Santa Juana
de Arco. No solo iba a cambiar su vida, también la de toda su familia.
El 26 de febrero de 2016, el parque temático histórico Puy du Fou adquirió en Londres, en una
prestigiosa casa de subastas, el anillo de Santa Juana de Arco, que había estado en manos
inglesas desde que la joven fuese quemada en la hoguera en 1431. Se lo habían regalado sus
padres, y la Doncella de Orleáns lo describió durante el proceso que un año después la condenó
a la hoguera: "Tenía tres cruces y ningún otro signo que yo sepa, salvo los nombres de Jesús y
María".

Hecho en aleación de cobre y plata con remaches de oro, y autentificada su antigüedad por los
especialistas, ya había sido expuesto en Francia en 1956, prestado por su propietario entonces,
el doctor James Hasson. Pero ahora Philippe de Villiers, fundador de Puy du Fou, y su hijo Nicolas,
actual gerente, podían mostrarlo con todos los honores debidos a la heroína nacional y ya
definitivamente como propiedad francesa. Así lo hicieron el 20 de marzo de ese año.

Días antes...

Lo que no podían saber ese día ni Nicolas ni Philippe (el hombre que puso de moda a Charette,
el héroe vandeano sobre el que se ha hecho la película Vencer o morir) es que, solo unas pocas
fechas antes, ese mismo anillo había obrado un milagro. O, si se prefiere, una conversión
milagrosa. Que llevó a otras. Con lo cual el triunfo de su compra no era solo nacional y colectivo,
sino, para toda una familia, muy personal.

La historia la ha contado su protagonista, Sonia Drapeau, en un libro autobiográfico publicado


hace algunas semanas: Convertida por el anillo de Juana de Arco (Salvator).

'Convertida por el anillo de Juana de Arco' de Sonia Drapeau.

Fue el 4 de marzo de 2016. Sonia llevaba cinco años trabajando como en los equipos sanitarios
de emergencia de Puy du Fou. Aquel día se había congregado el numeroso equipo para preparar
la siguiente temporada. Contrariamente a lo habitual, el encuentro no lo presidía Nicolas, sino
el secretario general, pero nada presagiaba una reunión distinta de otras muchas. Hasta que,
hacia el final, Nicolas apareció con la gran sorpresa y el gran anuncio: el anillo, que llevaba
consigo en un cofre.

Durante el ágape posterior, los trabajadores del parque se iban a convertir así en los
privilegiados que lo verían de cerca por primera vez.

Sonia se puso en la cola, consciente de lo afortunada que era, lo vio durante unos instantes
cuando llegó su turno "con la impresión de vivir un momento histórico", y regresó con su grupo.
Pero luego, viendo que otros amigos se habían hecho una foto con él, sintió que había dejado
pasar una oportunidad y regresó a la cola para tener el recuerdo de tan especial evento.

Mientras capturaba la instantánea, vio cómo la mano de otro compañero se acercaba y lo


tocaba. "En un primer momento", recuerda, "ese gesto me pareció un sacrilegio. Luego tuve que
resistir la fuerte tentación de tocarlo yo también. Pero finalmente, viendo que Nicolas no se
oponía, me atreví a rozarlo..."

Meridiano Católico 19
La historia de Sonia

Aquí conviene echar la vista atrás para saber algo más sobre Sonia. Nacida en 1967, tenía 49
años y era atea. Fue bautizada a los dos días de nacer en el propio hospital, pero por un motivo
en el que su madre, no practicante, fue sincera: "Si no la bautizo en el hospital, cuando salga no
lo haré".

Pero no recibió formación cristiana. Cuando tenía diez años, entró en una iglesia con una prima
suya sin saber qué era la misa ni la eucaristía. Comulgó por curiosidad y sin ser consciente de lo
que estaba haciendo. Fue su único contacto con la Iglesia, porque recibió una educación
"estricta y justa, pero sin dimensión religiosa".

A los 20 años conoció a quien hoy es su marido, Philippe, creyente, aunque tampoco muy
devoto. Cuando llegó la hora de casarse, él quiso hacerlo en el templo: "Yo cedí a su deseo por
amor, pero con una simple bendición nupcial", porque "una misa completa con la comunión era
más de lo que podía soportar".

Tuvieron cuatro hijos. Él quería bautizarlos y ella no, y no encontraron una fórmula viable de
entendimiento, porque la parroquia pedía un plan de formación para los padres que Sonia no
estaba dispuesta a seguir. Los niños se quedaron sin el sacramento.

Así pues, aquel día en que rozó con la yema de sus dedos el anillo de Santa Juana de Arco, quien
lo hacía era una mujer muy recalcitrante a la fe y muy firme en esa convicción.

"Irrumpe lo sobrenatural"

¿Qué pasó?

"En el instante en el que mis dedos tocaron el anillo, irrumpe lo sobrenatural", evoca: "Me
invade un calor abrasador, tan intenso que es humanamente imposible describirlo con palabras.
Me siento poseída por un sentimiento de amor infinito, maravilloso, indescriptible. Mi corazón
se funde, mi inteligencia vacila, mi espíritu cede ante lo Eterno. ¿Qué está pasando? A la
velocidad del rayo, la evidencia se me impone: creo. Creo en una entidad o un ser invisible. Atea
desde mi nacimiento, tengo inmediatamente la impresión de haber estado ciega y sorda durante
cuarenta y nueve largos años vacíos de sentido. Comprendo, con una luminosa certeza, que soy
amada por ese ser inmenso oculto en el más allá".

Cuando Sonia se apartó del anillo, quedó anonadada por lo sucedido y a duras penas pudo
sostener la conversación con sus compañeros antes de irse. Su "espíritu cartesiano" seguía
resistiéndose a ese "torrente de amor" que, confiesa, la recorría "de la cabeza a los pies".

Además, ansiaba llegar a casa para contárselo a su marido. Cuando acabó el relato, le preguntó:
"Tú, que eres creyente... ¿eso es tener fe?". Philippe no salía de su asombro, aunque nada más
verla supo que algo le pasaba. Le preguntó qué sentía: "¡Todo se mezcla en mi cabeza! Incluso
me planteo si no lo habré imaginado todo. Voy a acostarme y mañana se habrá acabado.
Seguramente es el cansancio".

Pero no fue así. Todo seguía igual al día siguiente. Se sintió decepcionada, porque "prefería que
hubiese sido un mal sueño": "No comprendía qué me pasaba y tenía miedo".

Buscando ayuda

Meridiano Católico 20
Lo primero que hizo fue hablar con Agathe, una amiga de la infancia, católica y muy devota, para
compartir con ella sus sentimientos: "Ahora tengo la certeza de que existe un mundo invisible",
le confesó.

La respuesta la dejó estupefacta: "Hace diez años que rezo todas las noches por tu conversión,
y he rezado en Lourdes por la conversión de toda tu familia. ¿No te das cuenta, Sonia? ¡Has
recibido una gracia enorme! El Señor te ha tocado". Le recomendó empezar a ir a misa los
domingos con su marido.

Philippe era creyente, más por tradición que por convicción, y no iba habitualmente a la iglesia.
Pero estaba contento con el cambio de su mujer, y aceptó encantado ir junto a ella.

La experiencia no fue grata para Sonia, porque no entendía nada. Pero cuando más
desconcertada estaba, se volvió a su marido y se lo encontró llorando a lágrima viva: "Parecía
muy feliz. Su rostro resplandecía. Tras varios minutos, dijo con una voz tenue: 'Cuando era niño,
nunca me planteé si el Señor estaba presente en la hostia. ¡Ahora sé que es verdad!'".

Era la segunda conversión del anillo de la Doncella de Orleáns: el reavivamiento en la fe dormida


de Philippe.

Eso empezó a crear en Sonia una nueva inquietud: "La tortura de no poder recibir el cuerpo de
Cristo", en quien ya creía. Habló con un sacerdote, de quien empezó a recibir una primera
formación cristiana.

El éxtasis de Pauline

Entretanto, habían pasado dos semanas y llegaba el momento de la exposición pública del anillo.
Sonia forzó a Pauline, su hija adolescente (quien, víctima de los modernos sistemas educativos,
pensaba que Juana de Arco era un personaje de ficción), a acudir al evento. Le explicó su
importancia histórica, y la ventaja que tenía, por ser hija de una trabajadora de Puy du Fou, de
contemplar el objeto antes de que se abriesen las interminables colas. No consiguió vencer del
todo sus reticencias, pero consiguió llevarla.

Exhibición del anillo de Juana de Arco en Puy du Fou, el parque temático de historia francesa
(pincha aquí) que tiene también un trasunto español (pincha aquí).

Con lo que no contaba es con que su hija, puesta ante la reliquia a regañadientes, entrase en
una especie de éxtasis del que no salía, hasta que un vigilante de seguridad les dijo que tenía
que apartarse para que los demás pudieran verla también. Sonia intentó tirar de ella, en vano.
No pudo ni con la ayuda de Agathe. Algo pasaba. Finalmente, la niña despegó los pies del suelo
y las acompañó.

"En el camino de vuelta, estuvo muda, tocada en lo más profundo de sí misma", cuenta Sonia.
Luego su hija le contaría que no recordaba lo que pasó. Pero al llegar el domingo siguiente, pidió
acompañar a sus padres a misa.

Un hijo tras otro

En los meses siguientes, Sonia preparó su confesión. La penitencia que le impuso un fraile
franciscano, que escuchó sus pecados de casi medio siglo, fue una peregrinación a Fátima y un
retiro espiritual en silencio.

Meridiano Católico 21
En julio de 2016 cumplió lo prometido y en septiembre llegó el esperado momento de la primera
comunión. Sus cuatro hijos estaban allí: François (quien algunas veces iba con sus padres a misa),
Pauline e incluso Clothilde y Thibault, a quienes no gustaba la evolución de su madre y no
pensaban, aunque, pero al final lo hicieron por darle a ella esa alegría.

Cuando regresó del comulgatorio tras recibir al Señor por primera vez, Clothilde lloraba: "No me
atreví a preguntarle nada, pero conservé esa imagen en mi corazón". Luego sabría que las
lágrimas no eran de emoción momentánea, sino que la joven llevaba un tiempo interrogándose
sobre la fe.

La relación de Sonia con sus hijos en la cuestión de la fe se había complicado, porque al principio
no entendían qué le había sucedido a su madre: "Al no haber educado religiosamente a nuestros
hijos, me resultaba imposible transmitirles adecuadamente la fe. ¡Dios lo sabía! Así que tendría
que actuar Él solo si quería convertirles, como yo le pedía. ¡Y lo hizo admirablemente bien...!"

En el mismo año de 2018, en el que Sonia recibió del obispo de Angers, Emmanuel Delmas, el
sacramento de la confirmación, se bautizaron François y Pauline. Y en 2021, tras un recorrido de
incertidumbres primero y formación después, lo hicieron Clothilde y Thibault. Conversiones en
las que apenas pudo tener ella un papel activo, pues ambos estudiaban fuera de casa.

"Es increíble", celebra Sonia: "En el espacio de cinco años, todos los miembros de nuestra familia
entraron en el redil de la Iglesia católica". A día de hoy, concluye, "no todos avanzan en la fe al
mismo ritmo. Cada uno tiene su forma de seguir al Señor" y ella no les fuerza. Y aunque algunos
amigos han dejado de frecuentarles, porque ella vive y practica ahora la religión intensamente
y está comprometida en diversos apostolados, se siente "feliz" en su nueva vida cristiana.

Carmelo López-Arias

Meridiano Católico 22
SIETE RAZONES POR LAS QUE «SOUND OF FREEDOM» SE HA
CONVERTIDO EN EL FENÓMENO CINEMATOGRÁFICO DEL AÑO
Hay que ser consciente de los datos para comprender la magnitud del fenómeno Sound of
Freedom [Sonido de Libertad], la película sobre la trata de niños para explotación sexual que ha
dirigido Alejandro Monteverde, produce Eduardo Verástegui (quien también interviene como
actor) y protagonizan Jim Caviezel, Mira Sorvino y Bill Camp.

Cifras incuestionables

Ésta es la situación:

-Actualmente está en el número 2 de la taquilla estadounidense y creciendo. De hecho, es la


única del Top 15 que incrementó sus ingresos y salas respecto a la primera semana. Algo que se
explica por el frío recibimiento inicial que había tenido por parte de las salas. Es el impulso del
público lo que la está lanzando.

-Está compitiendo nada menos que con tres sagas que son historia del cine y cuyas nuevas
entregas van a figurar entre los grandes éxitos del año: Insidious: la puerta roja, con Patrick
Wilson (a la que superó en cuanto aumentó su número de salas), Misión Imposible: sentencia
mortal, parte 1, con Tom Cruise (intratable número 1) e Indiana Jones y el dial del destino, con
Harrison Ford (a la que ha desbancado de la segunda plaza).

-Compite asimismo con distribuidoras que son gigantes: en el Top 10 de la semana, Angel Studios
(que lanza The Chosen) es un David rodeado de Goliats como Paramount, Disney, Columbia,
Sony...

-El presupuesto de Sound of Freedom fue de 14,5 millones de dólares y en sus dos primeras
semanas ya ha recaudado el triple, casi 42 millones, y esto no ha hecho más que empezar: una
rentabilidad absoluta. Por comparar cifras, la película de la despedida de Harrison Ford -que no
ha obtenido la respuesta esperada del público- tuvo un presupuesto veinte veces mayor y en su
segunda semana parece que ha conseguido cubrirlo.

-Por completar esta idea: en el fin de semana pasado (14 a 16 de julio), Sound of Freedom ha
recaudado solo la mitad que Misión Imposible y ¡el doble! que Indiana Jones e Insidious.

¿A qué se debe esta marcha triunfal de una película que carece de la distribución y promoción
de sus competidoras, y que no es espectacular ni divertida, como Misión Imposible o Indiana
Jones, y además aborda un tema desagradable y duro, de terror, pero sin el 'alivio' de la
irrealidad, como en Insidious, porque su horror es auténtico?

Diversos elementos contribuyen al fenómeno Sound of Freedom. He aquí algunos.

1. La calidad de la película

No se puede alcanzar el nivel de difusión en el que está Sound of Freedom sin una percepción
de calidad importante en, al menos, uno de estos dos sentidos: el artístico o el comercial. Y en
los calificadores más influyentes en Estados Unidos, los ratings son muy claros: Rotten Tomatoes
le da un 100% en favor del público y un 73% en reseñas, y en Cinemascore es el único de los
últimos 24 estrenos que recibe un A+.

Meridiano Católico 23
Alejandro Monteverde se ha consagrado en las escenas de acción e intriga -porque no es
solamente una película de denuncia- y ha conseguido aquello a lo que aspira todo director:
conmocionar al público.

'Sound of Freedom' puede verse ya en Estados Unidos, Puerto Rico y Canadá. El 31 de agosto se
estrena en México, y luego empieza su recorrido por la América de habla hispana.

2. Se basa en una historia real y en un problema actual y creciente

Lo que ve el espectador de Sound of Freedom no es el resultado de la imaginación de un


guionista. Es una historia real, la de Tim Ballard, un antiguo miembro del DHS (Department of
Homeland Security, Departamento de Seguridad Interior) a quien encarna Caviezel.

Ballard trabajó durante años como agente infiltrado formando parte de la lucha contra el tráfico
de niños víctimas de abusos sexuales, en redes vinculadas tanto a internet como al turismo. En
2013 abandonó la agencia junto con otros miembros de su equipo y decidió dedicarse a esa
misma tarea como parte de una fundación privada, Operation Underground Railroad.

Ballard es mormón y padre de 9 hijos, dos de los cuales los adoptó tras un rescate en Haiti.
Recientemente fue entrevistado por Jordan Peterson, a quien transmitió su historia y sus
motivaciones.

El propio Peterson explica que la labor de Ballard solo puede entenderse psicológicamente o
bien por el aspecto "terriblemente oscuro" de lo que conoció en su trabajo y quiere combatir, o
bien porque los diez años de misiones realizadas le han hecho "hipersensible" a esa realidad. Lo
cierto es que el espectador de Sound of Freedom sale con ambas sensaciones, lo cual produce
una inmediata identificación con la causa.

3. Siete años creando ambiente

De Sound of Freedom empezó a oírse hablar en 2016 (ReL lo recogió), cuando Eduardo
Verástegui desveló que había conocido a Ballard y planeaba llevar su historia a la gran pantalla.
En 2017 se vinculaba esa iniciativa (de la cual son víctimas numerosos niños mexicanos) a la
posibilidad de que el cineasta optase a la presidencia de su país (de ello nos hicimos entonces
eco en ReL). En 2018, dos estrellas internacionales como Jim Caviezel y Mira Sorvino se unieron
al proyecto (lo recogimos en ReL) y la película se rodó en Colombia.

Durante el lustro siguiente, interrumpido por los confinamientos y restricciones de 2020-21, se


pudo ultimar su distribución (tras una dura negociación con Disney, que tenía los derechos) y
fijar el estreno para el 4 de julio de este año. Una fecha no casual porque es la fiesta nacional en
Estados Unidos, vinculada en su cosmovisión constitucional a la idea de 'libertad', esa libertad
de los niños esclavizados por la que luchan los personajes del film.

4. El carisma de Caviezel y Verástegui, un excelente tándem promocional

Caviezel será siempre el Jesús de La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson, un film que impactó
y sigue haciéndolo mucho más allá de los ámbitos cristianos, logrando inopinadas conversiones
(puedes leer en ReL los casos de Gabriela, Isabelle, Priscille o Anna).

Jim no ha dudado en recordar ese hecho para reforzar el mensaje de Sound of Freedom:

Meridiano Católico 24
"Es la película más impactante desde La Pasión de Cristo", afirmó en una entrevista: "Y
permitidme que os diga: el demonio no quiere que la veáis. Yo interpreté a Jesús, pero muchos
están interpretando a Judas".

Tanto a Caviezel como a Verástegui se les ha visto con la voz temblorosa y los ojos húmedos en
alguna de las numerosas entrevistas que están concediendo.

Alguien podría pensar que ello forma parte de la propia estrategia de comunicación, pero
probablemente eso sería injusto para dos personas que no son solo actores, sino personas con
convicciones firmes y activistas comprometidos. Por su apostura física, su talento interpretativo
y sus fuertes contactos en Hollywood podían haber optado al máximo peldaño que la industria
del entretenimiento ofrece. Pero se les negó en cuanto demostraron dar prioridad a su fe
católica y las causas por las que luchan (ambos son dos puntales provida, por ejemplo) sobre su
carrera profesional.

Además, entre ambos ha surgido una buena amistad, que puede apreciarse en el recibimiento
que Eduardo le hace a James durante su entrevista con Agustín Laje (minuto 45:50), y donde
revela que Caviezel fue el único actor que quiso el papel, por lo que le considera un "héroe":

Aunque ya eran dos personalidades de éxito indudable, solo ha sido con Sound of Freedom, una
apuesta muy arriesgada en la que se han implicado a fondo, cuando han conocido las mieles del
triunfo total. Un film, eso sí, por el que ya han avisado que perderán amigos y quizá la vida.

5. El momento político óptimo

¿Exageran?

Hay que tener en cuenta que el negocio al que apunta Sound of Freedom mueve miles de
millones de dólares al año y tiene esclavizados en la prostitución a dos millones de niños en todo
el mundo. Así que el riesgo de una venganza por parte de las mafias perjudicadas es posible.

Además, el lanzamiento coincide, cuando México se aproxima a unas nuevas elecciones en 2024,
con el reavivamiento de la posibilidad -esta vez más fundamentada que en 2018- de que
Eduardo Verástegui opte a la presidencia del país. No es infrecuente que un candidato mexicano
sea víctima de un atentado.

Pero hay otros elementos a tener en cuenta. Sound of Freedom llega en un momento muy
preciso de la política norteamericana. Tras el discutido resultado de las elecciones presidenciales
de 2020, Donald Trump se ha ido perfilando como el gran favorito para una nueva victoria en
2024, figurando en las encuestas por delante de cualquier rival para las primarias republicanas,
y por delante del actual ocupante de la Casa Blanca.

Cuando se ha cumplido un año de la histórica sentencia Dobbs contra el derecho al aborto


(lograda gracias a sus nombramientos de jueces del Tribunal Supremo), el acoso político-judicial
al que está siendo sometido Trump ha movilizado en torno a él a la parte mayoritaria de la
opinión pública republicana.

Y de esos se benefician los impulsores de Sound of Freedom. Tanto Ballard como Verástegui
colaboraron con la Administración Trump como asesores, el primero en torno a su
especialización delictiva, el segundo para el impulso de la comunidad hispana en Estados Unidos.
Por su parte, Caviezel no dudó en participar en octubre de 2021 en el Double Down Por Dios y

Meridiano Católico 25
por la Patria, una organización afín al presidente, ante el cual pronunció un histórico discurso
cargado de referencias cristianas.

Esto ha significado, por una parte, que Sound of Freedom entre en el circuito de 'lo que tienes
que ver' en el ámbito conservador dispuesto a dar la batalla cultural (el grueso del votante
republicano), y en el circuito de 'lo que no debes ver' en el ámbito progresista, que ha empezado
a disparar con grueso calibre contra el film, calificándolo como conspiranoico. Esa propaganda
contraria por parte de los medios sistémicos ha reforzado así el favor de un sector del público
cada vez más aleccionado a forjar sus criterios en sentido exactamente contrario al que
promueven las élites globalistas y sus antenas.

Con todo, aunque dicha polarización política ha favorecido a Sound of Freedom animando a un
público entusiasta, lo que busca el film (concienciar y comprometer contra el tráfico de niños
para explotación sexual y venta de órganos) es tan transversal y asumible que ha roto barreras
ideológicas. Gracias a esta película se están movilizando en todo el mundo contra la trata de
niños personalidades de procedencias muy diversas. Es el caso, en España, del cantante
Alejandro Sanz:

6. El momento religioso óptimo

Esa transversalidad política también lo es religiosa. Caviezel y Verástegui son católicos, pero
Ballard es mormón y en ámbitos evangélicos se le ha hecho al largometraje un gran recibimiento
igualmente.

Y llega en un momento especialmente propicio por el reciente éxito -a otro nivel económico,
pero de gran impacto en las tendencias- de Nefario [Nefarious], una película que revela el plan
de Satanás para destruir al ser humano alejándolo de Dios. En cierto modo, Nefario ha
preparado el espíritu del espectador para Sound of Freedom, porque el sufrimiento que vemos
en el rostro de esos niños es el triunfo del que presume el demonio que en dicho film ha poseído
al preso condenado a muerte.

Nadie mejor para explicarlo que Cristal Aparicio, la niña que interpretó a Rocío en el papel de
una víctima de este comercio internacional. Cristal explica que durante el rodaje estuvieron
siempre presentes un psicólogo y los padres de los jóvenes actores por si alguna escena les
resultaba demasiado dura, dado lo delicado y escabroso del tema, y que los productores
cambiaron cosas que podían traumatizarles.

Si fue así en una representación, lo más benévola, irreal y acompañada posible, ¿cómo será el
impacto sobre los pequeños sometidos a ello varias veces al día durante años, hasta ser
descartados por edad?

7. La oración

Por último, pero no lo menos importante, hay que recordar que productores, distribuidores y
equipo artístico de Sound of Freedom han dado desde el principio una dimensión trascendental
a esta película: los niños son hijos de Dios cuya "pureza e inocencia", dice Eduardo, hay que
proteger. Y tanto Caviezel como Verástegui han sido muy explícitos e insistentes en pedir
oraciones para su éxito.

Eduardo Verástegui, entrevistado por el padre Oswaldo Agudelo, un antiguo ejecutivo de


televisión que, tras su conversión y vocación, fue ordenado sacerdote en 2017.

Meridiano Católico 26
Pero no piden que se rece para su éxito comercial o artístico, sino para el cumplimiento de su
misión: "Salvar una vida es mi Oscar", proclama Eduardo. Por eso, cuando supo que las propias
circunstancias del rodaje habían propiciado inopinadamente un rescate de doscientos niños, lo
tuvo claro y se lo dijo a Ballard: "La mano de Dios está aquí".

Rel

Meridiano Católico 27
CONCHITA
La archidiócesis de Granada (España) se prepara para una fecha muy especial, la beatificación
de la laica Conchita Barrecheguren. Con motivo de este acontecimiento, el arzobispo José María
Gil Tamayo acaba de hacer pública una carta pastoral.

Nacida en Granada el 27 de noviembre de 1905, Conchita no llegó a cumplir los veintidós años
de vida. Pese a ello, fue tiempo más que suficiente, para llevar una vida tocada de lleno por la
santidad.

Hacer extraordinario lo ordinario

Al regreso de un viaje a Lisieux (en 1926), una leve ronquera sirve de anuncio de la tuberculosis
que padece. Poco a poco, la enfermedad mina sus fuerzas. Es entonces cuando la fe de Conchita
sabe descubrir que los planes de Dios no son los suyos.

Lo extraordinario de Conchita es su vida ordinaria y común; pero, además, su modo de aceptar


y afrontar la cruz y el alejamiento de todo lo que pudiera distraerla del crecimiento espiritual.
Murió el 13 de mayo (festividad de la Virgen de Fátima) de 1927. La Causa de Beatificación se
inició el 21 de septiembre de 1938.

Otro dato interesante es que, después de la muerte de Conchita, en junio de 1945, Francisco
Barrecheguren, ya viudo y solo, decide ingresar en la Congregación de los Misioneros
Redentoristas. Hoy es Siervo de Dios de la Iglesia Católica.

Desde el 29 de noviembre del año 2007, las reliquias de Conchita se encuentran, junto a las de
su padre, en el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Granada. En 2014, por
intercesión de Conchita, una niña de 16 meses es curada de un síndrome con daño multiorgánico
causado por el estreptococo del grupo A.

"Con esta beatificación, la Santa Iglesia propone a Conchita como modelo de vida cristiana. Una
ejemplaridad, que tiene principalmente estos tres rasgos: su vida familiar, que genera un
espacio de crecimiento humano y cristiano donde brotan los frutos del Evangelio. Su juventud,
vivida desde la fe en Jesucristo y que le lleva a descubrir su vocación como identificación con la
voluntad de Dios. Su enfermedad, que le ayuda a interpretar la fragilidad de la vida humana y a
ofrecerla a Dios", comienza diciendo Tamayo.

El arzobispo de Granada destaca la sencillez de Conchita. "El Papa Francisco alude a esta
'santidad de la puerta de al lado' (GE,7). Resulta fácil constatar esa santidad en Conchita
Barrecheguren. He ahí su originalidad y su propuesta de santidad para nuestro tiempo: vivir el
día a día de la fe, en el estado laical y en medio de sus propias tareas y en las comunes de sus
contemporáneos", expresa.

"Conchita es una mujer de fe, que sabe recorrer el camino de su vida con presteza y al paso de
Dios, sin adormecerse y sin dejar la vida pasar, sino viviéndola con intensidad. Sus pocos años y
su juventud tienen mucha calidad que se deriva, especialmente, de haber descubierto la
iniciativa y voluntad de Dios. Identificarse con esa iniciativa divina sólo es posible por amor a
Jesucristo, pues únicamente el amor puede unir voluntades", añade.

Meridiano Católico 28
Un modelo, especialmente para los jóvenes. "La persona de Conchita Barrecheguren, con sus 21
años, es una referencia de vida cristiana y santa adecuada especialmente para los jóvenes de
hoy. De ella y de su juventud, se puede destacar su capacidad para vivir con los pies en la tierra,
sin eludir la realidad de su momento histórico y abierta al deseo del Cielo", dice la carta pastoral.

"Es mujer de su tiempo, sin añoranzas desfasadas de un ayer que no vivió; sin conformismo
resignado con un presente que busca imponerse; y distanciándose, hábilmente y con libertad
asombrosa, de supuestos avances que le parecen distracciones de aquello que había
descubierto como esencial para su vida. En sus pocos años fue capaz de madurar con el auxilio
del Espíritu Santo como persona y cristiana", comenta.

Y Conchita es, sobre todo, una joven de fe. "Sabe vivir cotidianamente centrada en la Cruz y en
la Eucaristía. Hoy, cuando surgen dificultades para vivir la fe, Conchita hace una oferta de fe
decidida, confiada y segura. Toda su vida diaria y pública es testimonio coherente con su vida
cristiana. Si algo tiene su fe de 'veinteañera' es firmeza, estabilidad y permanencia", expresa el
arzobispo.

Para esta joven, si hay algo determinante es la familia. "Hay en ella una doble ejemplaridad
actualmente necesaria: su pertenencia a una familia cristiana, lugar de búsqueda y colaboración
con la voluntad de Dios, y su fe juvenil, recibida, cultivada y compartida en familia. Esta familia
creyente, también es el ámbito adecuado para la aparición y cuidado de la vocación religiosa y
sacerdotal", afirma.

"Ella se realiza así: es de Jesús y así firma desde pequeña: de Jesús. Conchita descubre que el
Señor la quiere en la vida ordinaria de su casa, su familia, su juventud y, finalmente, en una
enfermedad, que interpreta como llamada y vocación a identificarse con Jesucristo crucificado:
'Dios me quiere enferma. A cada uno le señala su camino en este mundo, y el mío es éste. Estoy
en la edad en que Dios da las vocaciones, y la mía es sufrir'", concluye la carta.

Rel

Meridiano Católico 29
MARÍA BENEDICTA DAIBER
Situando ahora el texto que comentamos en el conjunto de la doctrina paulina sobre la gracia,
vemos lo siguiente: la gracia es gratuita-, lea p.e. Romanos 3, 22-26. No olvidemos que “justicia”
equivale a santidad. La idea es: todos los hombres son pecadores y no pueden “justificarse”, es
decir, salir del pecado y obtener la amistad de Dios con alguna obra propia. Vea también al
respecto Efesios 2, 8-10. Las buenas obras son efecto y no causa de la justificación.

Ahora bien, comparando dos textos p.e. -escojo al azar- del A. T.: Lamentaciones 5, 21 y Zacarías
1, 3, vemos que en el primero se suplica a Dios: “Conviértenos a ti y nos convertiremos”,
mientras que en el segundo Dios dice: “Volveos a mí y yo me volveré a vosotros”. Se trata del
proceso de la conversión: el primer paso lo da Dios con la gracia preveniente; pero el alma debe
aceptar esta gracia, puede decir sí o no: cuando dice sí, Dios le ayuda con la gracia cooperante,
de modo que el alma sale del pecado y, después, mediante las buenas obras, etc. crece en gracia
santificante. Así la cooperación nuestra, el sí nuestro, es absolutamente decisivo, porque de
parte de Dios NO falla su ayuda: Cristo murió por TODOS y S. Pablo nos dice en Romanos 8, 32
que Dios, que no perdonó a su propio Hijo, sino lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará con Él también todas las cosas?

Aplicando ahora todo esto a Romanos 9, 16 (no del que quiere...) llegarnos a la conclusión que
NO depende de nosotros dar el primer paso ni el tener siquiera el deseo, sea de la conversión,
sea de crecer en santidad, sino que este primer paso depende de Dios y es ÉL quien lo da cuándo
y cómo lo requiere su infinita Sabiduría. No es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios quien
tiene misericordia... Pero nunca falla Dios, sino que podemos fallar nosotros y de hecho a
menudo fallamos. Veamos también Filipenses 2, 13: “es DIOS quien obra en nosotros el querer
(gracia actual preveniente) y el ejecutar” (gracia cooperante), si es que hemos dicho que sí. Vea
también II Corintios 3, 5: nuestra suficiencia, nuestra capacidad para cualquier cosa buena, viene
de DIOS. Asimismo, I Corintios 15,10, “Por la gracia de Dios soy lo que soy”. Pero, “Su gracia no
ha sido estéril en mí”. Podemos hacer estéril la gracia diciendo no en vez de sí.

Como Ud. ve, hay en la doctrina de S. Pablo un maravilloso equilibrio: nos enseña lo que después
S. Agustín resumirá: “El que te creó sin ti, no te salvara sin ti”. Pero la iniciativa, que no falla,
porque Dios quiere que todos se salven (I Timoteo 2,4), es de DIOS, y la toma cuándo y cómo
quiere...

Agreguemos todavía la experiencia de la vida espiritual. Sucede a menudo que un alma lucha
años y años contra un defecto y poco a poco logra reducirlo, pero sin obtener una victoria total,
que llegue hasta la raíz misma del defecto. Cuando el alma persevera en la lucha y en la
constante oración suele suceder que, en el momento menos pensado, quizás después de toda
una vida de lucha, Dios interviene con una acción profundísima, especialísima y quita
definitivamente ese defecto o concede esa virtud, pero es cuando Él quiere y constituye un don
absolutamente gratuito.

Romanos 9, 16, es un texto que puede servimos para abismamos en la más profunda alguna
utilidad, pero se lo digo sin compromiso alguno. Procuraré siempre contestarle en la mejor
forma posible. Lo importante es que aprovechemos TODO para subir más alto.

Encomiendo a sus oraciones dos almas religiosas que pasan por momentos muy difíciles, hemos
de alcanzarles las gracias especiales que necesitan en estos momentos, muy, pero muy decisivos
para su vida interior, su ascensión hacia la santidad. Confío en sus oraciones.

Meridiano Católico 30
Muy afectuosos saludos para la querida Madre y toda la Comunidad; que no me olviden en sus
oraciones. También por mi parte ruego siempre por todas.

Para Ud. va todo mi afecto en Xto.

María Benedicta Daiber

Hoja Informativa nº 80

Meridiano Católico 31
«PRESIENTO QUE LA BEATIFICACIÓN DE
ISABEL LA CATÓLICA ESTÁ CERCA»
José Luis Rubio Willen, director de la Comisión Isabel la católica para la Causa de Beatificación
de la Reina, debe su vocación sacerdotal a la Reina Católica.
Granadino con apellido de origen judío, creció en una familia donde siempre se pensó en Isabel
como en una santa. Según le explicó a Álex Navajas en El Buscador de Creo TV, salía de un
noviazgo de siete u ocho años cuando le pidieron colaboración en la causa de beatificación, y
profundizando en ella encontró la llamada de Dios.

Es natural, pues, el entusiasmo con el que habla de todo cuando se refiere a ella, y se muestra
convencido de que no tardaremos mucho en venerarla en los altares: "Presiento que la
beatificación está cerca", expresa en la entrevista. Hay quien intenta evitarlo, pero "los grupos
de presión no valen para nada, porque es como presionar a la Providencia: los santos no los da
el Papa, los santos los da Dios". Ceder a esa presión "sería quedarnos en el mundanismo,
hacernos mundanos".

En cualquier caso, entiende su misión como "provocadora espiritualmente" para "tirar ese
muro" que eventualmente ha impedido la llegada a los altares de la gran impulsora de la
evangelización de América, que es tanto como decir que la amplia mayoría de los católicos del
mundo le deben hoy la fe.

Esa evangelización fue algo que "ella tomó como una cosa personal" y tuvo también
consecuencias civilizadoras: "Es la Reina de la civilización del amor, porque cuando llevó el
cristianismo a América, allí estaban en la Edad de Piedra, y aquí estábamos entrando en los
tiempos modernos".

El programa de Creo TV en el que se enmarcan estas declaraciones incluye una completa visita,
guiada por el sacerdote, a su casa natal, el palacio de su padre Juan II de Castilla y convento de
las Madres Agustinas de Madrigal de las Altas Torres (Ávila), donde nació el 22 de abril de 1451,
Jueves Santo. Vemos así la habitación donde su madre, Isabel de Portugal, la dio a luz, la pila
donde fue bautizada, y la talla de la Virgen del Mar a la que profesaba gran devoción.

El optimismo de Rubio Willen por el futuro de la causa es sólido, según se desprende de lo que
explica en la entrevista y de la evolución de la causa.

Ésta arrancó en 1957 con una primera petición llegada a Pío XII (quien "cree en esa petición" y
la impulsa) desde Argentina, formulada por Bertha Bilbao Richter, entonces una joven
estudiante de Filosofía. El proceso diocesano se abrió en 1958 y concluyó en 1972, fecha en la
que se inició en Roma. En 1974 fue aprobada la Positio sobre los escritos y declarada Sierva de
Dios, y en 1990 fue aprobada la Positio histórica. Desde 2002 hay un informe médico "muy
favorable" a un posible milagro, requisito ordinario para la beatificación.

Rubio Willen comenta tres hechos que respaldan completamente la causa:

1. Fama de santidad

Meridiano Católico 32
Isabel murió en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504 en olor de santidad. Cuando,
tres meses después, se celebró el funeral por ella en Roma, el obispo de Acqui (Italia), Ludovico
Bruno, en la homilía, habla de ella como "beata santa", "santísima fémina" y "la más grande
fémina y santísima y beatísima", porque esa era la vox populi. Eran conocidas además "la
austeridad y la humildad con las que vivió".

2. El milagro

A falta de una proclamación oficial, ya existe un milagro que habilitaría la beatificación. Se trata
de la curación del claretiano Alfonso María Durán, fundador de Miles Jesu, él mismo un gran
adalid de la beatificación. Víctima de un grave incidente cerebral por el que estuvo cuatro días
en coma y con pronóstico médico de muerte irremediable, revivió de forma inexplicable en el
mismo momento en el que su familia, en la Capilla Real de Granada, había acudido a rezarle por
él ante el sepulcro de los Reyes Católicos.

3. La verdad sobre la expulsión de los judíos

Navajas le pregunta al director de la Comisión Isabel la católica por la expulsión de los judíos,
que para muchos es un obstáculo para su elevación a los altares. Pero Rubio Willen le quita toda
importancia: "Son mitos que quedan para las gentes que no son estudiosas".

Ninguno de los puntos controvertidos que analiza la parte histórica de la Positio (27 tomos), y
que van desde dicha expulsión a la Inquisición o las capitulaciones de su matrimonio con su
primo Fernando, ha suscitado duda alguna para los historiadores y postuladores. Lo que pasa,
explica, es que "hay santos que tienen tal potencial que arrastran un mito con ellos, como
Fernando III el Santo, San Luis Rey de Francia o Santa Juana de Arco".

En realidad, continúa Rubio Willen, "la expulsión es los judíos es un tema muy fácil en el proceso
de beatificación", por varias razones:

-la expulsión "es por un mandato del Papa, los Reyes Católicos cumplieron órdenes del Papa";

-hay que entender "el contexto de aquellos tiempos": "El pueblo judío estaba mal visto porque
era el pueblo que había matado a Cristo. Las juderías habían creado problemas en muchos reinos
católicos de Europa, aunque menos en España y en Portugal, que fueron los últimos países en
expulsarles no renovándoles el permiso de residencia. El judío español, serfardí, tenía su propia
lengua, el ladino, y su identidad"; esos problemas de los judíos en Europa se debían a "dos
motivos: primero, porque eran los que más sabían de medicina, a años luz de los árabes; y luego,
porque eran los que más sabían de banca, eran prestamistas";

-los Reyes Católicos "funcionaron bien" con los judíos: el médico personal de Isabel, que atendió
todos sus partos, era judíos, como también su jefe de finanzas; además, España fue el único país
de Europa que les dio la oportunidad de quedarse si se bautizaban: "Yo creo que se convirtieron
muchísimos, aunque algunos llevaban una doble vida".

Ratificando lo anterior, don José Luis concluye con una anécdota. Hay familias judías hoy mismo
que acuden a Madrigal de las Altas Torres con la estrella de David al cuello a ver su lugar de

Meridiano Católico 33
nacimiento y son "admiradores de la Reina". Cuando le preguntó a una de ellas por qué les
interesaban "las cosas de Isabel", respondieron: "Porque Isabel se portó muy bien con el pueblo
judío".

Álex Navajas.

https://www.youtube.com/watch?v=5Zy8VTsUkPA&t=7s

Meridiano Católico 34
PERSECUCIÓN ABIERTA CONTRA LOS CRISTIANOS
EN EL ESTADO INDIO DE MANIPUR
Los disturbios en el estado oriental indio de Manipur, que se vienen produciendo desde
principios de mayo, se han convertido en una «persecución abierta de cristianos». Según la
información de que dispone Ayuda a la Iglesia Necesitada, más de 350 iglesias y edificios
eclesiásticos han sido ya incendiados por militantes nacionalistas hindúes. Los fundamentalistas
hinduistas no tienen nada que envidiar a los yihadistas en su desprecio a los cristianos.

Fuentes locales acusan al partido gobernante, el BJP, de avivar aún más la violencia contra la
minoría cristiana. Esta teoría cobra más fuerza después de que el vicepresidente del partido BJP
en el vecino estado de Mizoram dimitiera a mediados de julio en protesta por la violencia. En su
declaración, R. Vanramchhuanga criticó el hecho de que ni el gobierno provincial, dirigido por el
BJP, ni el gobierno federal indio hubieran condenado los actos hasta el momento. «Por eso creo
que la destrucción masiva de iglesias cristianas en Manipur ha contado con el apoyo de las
autoridades estatales y centrales», afirman los medios de comunicación locales.

El conflicto étnico se convierte en religioso

En el estado de Manipur, fronterizo con Myanmar, hay tensiones entre la etnia meitei,
predominantemente hindú, y las tribus cristianas kuki y naga. Estas últimas están reconocidas
por el gobierno como «comunidad tribal registrada». El intento de los meitei de ser incluidos en
la lista y las consiguientes contraprotestas de los residentes, temerosos de una mayor
discriminación de las minorías cristianas, se convirtieron en excesos de violencia contra los
cristianos. Entretanto, más de 100 kuki han sido asesinados y más de medio millón de personas
han huido.

Instalaciones eclesiásticas saqueadas e incendiadas

«Ayuda a la Iglesia Necesitada» ha recibido varios informes de testigos presenciales de contactos


locales que documentan las acciones y el alcance de la violencia religiosa. Por ejemplo, en un
barrio de la capital provincial, Imphal, según la diócesis católica local, a principios de mayo unos
atacantes entraron por la fuerza en la parroquia de San Pablo y en el centro de formación
pastoral asociado, donde se alojaban miembros de diferentes grupos étnicos. «La turba rompió
ventanas, puertas, estatuas y prendió fuego al altar», dice el informe.

Las personas que vivían en el complejo fueron detenidas, y los atacantes comprobaron sus
documentos de identidad para asegurarse de que no había miembros de la etnia kuki entre ellos.
Ataques similares se repitieron en los días siguientes; mientras tanto, toda la iglesia y el centro
pastoral fueron incendiados, según la diócesis.

En Canchipur, un suburbio de Imphal, la iglesia, la rectoría, un convento, una escuela católica y


un albergue pertenecientes a la misma fueron saqueados, dañados e incendiados por los
atacantes. Había tres o cuatro policías en el lugar, pero no pudieron controlar a la
muchedumbre.

Ayuda a la Iglesia Necesitada sigue con preocupación la situación en el estado de Manipur. La


agencia de ayuda está en contacto con las autoridades eclesiásticas locales para proporcionar
ayuda de emergencia, atender a las personas afectadas y aliviar su sufrimiento.

Infocatólica

Meridiano Católico 35
Meridiano Católico 36
«LA ANTICONCEPCIÓN ES LA MAYOR TENTACIÓN
COLECTIVA DESDE QUE EVA COMIÓ LA MANZANA»
Destrucción de las familias, aumento de los abortos y las agresiones sexuales, incremento de la
pobreza y los problemas sociales, que llegan a ser violentos: todo parte de la píldora. Lo explicó
con claridad Mary Eberstadt, ensayista y periodista, investigadora senior en el Faith & Reason
Institute de Washington, en su Adán y Eva después de la píldora. Paradojas de la revolución
sexual (2013), ahora revisado y ampliado y con prólogo del llorado cardenal George Pell. Su
objetivo: demostrar cómo también los problemas sociales más actuales y la enorme crisis que
atraviesa el mundo cristiano están relacionados con ese "pecado original".

-El movimiento Black Lives Matter ha sido presentado como la revolución de los jóvenes contra
el racismo blanco. Pero en su libro usted demuestra que la raíz profunda hay que buscarla en
otra parte.

-El racismo existe. Y para los cristianos es un pecado. Pero el racismo por sí solo no explica por
qué tantos jóvenes desconectados vagan, cada día, por las calles de las naciones occidentales
enfurecidos y a veces buscando violencia. Hay un común denominador, que no es el racismo,
que los une. Las bandas callejeras, por ejemplo, están casi siempre formadas, de manera
ineludible, por jóvenes que no tienen padre. Los criminales violentos proceden, de manera
prevalente, del mismo background, con padres ausentes.

» Estos hechos están bien documentados por los sociólogos y la policía, los jueces y los
terapeutas los conocen bien. Pero las familias destruidas y la ausencia de la figura masculina
también afectan a los que no son criminales. Las personas necesitan a la familia para prosperar.
Si las familias son débiles, sus miembros buscarán instituciones que las sustituyan, incluidas
algunas que son perniciosas.

-Intentemos resumir las conclusiones de su primer libro: ¿qué tiene que ver la difusión de la
píldora con Black Lives Matter?

-Es una cadena de acontecimientos: la adopción en masa de la anticoncepción química y de otro


tipo a partir de los años 60 cambió radicalmente la familia occidental. Las personas tienen menos
hijos y se casan más tarde, suponiendo que se casen. El aborto y las familias separadas han
hecho que la familia sea aún más frágil y reducida. Al mismo tiempo, mientras la familia se
debilitaba, también el cristianismo se debilitaba. Efectivamente, las Iglesias se han debilitado en
gran medida porque la familia se estaba desintegrando a un ritmo nunca visto antes en la
historia.

-Una relación que usted ha explicado en su libro Cómo el mundo occidental perdió realmente a
Dios.

-Los seres humanos necesitan vínculos con las comunidades. A medida que las comunidades
primordiales de la familia y la fe se han vuelto más problemáticas, cada vez más personas han
desviado su fidelidad y su apego a otros grupos, en especial los que se basan en políticas
identitarias o en relaciones comunes de etnia, raza, tendencias eróticas (LGBT), etc. Estos grupos
políticos actúan como familias y comunidades religiosas sustitutivas.

Mary Eberstadt, 'Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios'.

Meridiano Católico 37
-El ejemplo de las comunidades anglicana y luterana está a la vista de todos: la versión "light"
del cristianismo, la adecuación a los tiempos, es la muerte de las Iglesias. Y sin embargo, no
parece que se haya aprendido la lección.

-Muchas personas no saben que, hasta hace poco tiempo, todas las confesiones cristianas
estaban de acuerdo en el hecho de que la anticoncepción estaba mal. Lutero la condenaba, igual
que Calvino. Esta unanimidad no ha conocido variaciones hasta 1930, cuando la comunión
anglicana hizo la primera excepción a la regla.

- ¿Qué pasó?

-Los anglicanos declararon que la anticoncepción estaba permitida en determinadas


circunstancias solo para las parejas casadas. De manera casi inmediata estuvo claro que muchas
otras excepciones seguirían a esta. En poco tiempo, la anticoncepción se difundió y muchas
Iglesias protestantes la aprobaron teológicamente. Casi cien años después, el resultado de ese
experimento teológico está a la vista de todos: las Iglesias que han abandonado la moral
cristiana en materia de anticoncepción han implosionado. Muchas, dentro de unas décadas, ya
no existirán. Como documenta mi capítulo sobre este tema, este esquema se ha verificado en
más de una ocasión, y siempre con los mismos resultados: catástrofe demográfica y religiosa.
Dado los hechos de la historia, no se comprende por qué hay quien pide que la Iglesia católica
siga este mismo y desastroso camino.

-El título del capítulo IX de su libro es "¿Qué provoca la secularización?"

-Muy fácil: la disponibilidad de la anticoncepción, económica y eficaz, se ha convertido en la


mayor tentación a nivel colectivo desde que Eva tomó el fruto del árbol. Aceptarla ha significado
que la mayor parte de los cristianos, a partir de los años 60, vive dando la espalda a la antigua
enseñanza de la Iglesia. Un tipo de desafío genera otro. Es la razón por la que desde que se ha
abrazado la píldora se han desatendido otras enseñanzas de hace dos mil años sobre el aborto,
la homosexualidad, el divorcio, etc. El rechazo de estas enseñanzas ha tenido como resultado
un gran coste: muchos, muchos cristianos ya no pueden decir que creen completamente en la
fe. Este extendido amotinamiento ha socavado la Iglesia, llevándola a la secularización.

-Vivimos una especie de paradoja: obispos, sacerdotes y teólogos católicos cuestionan la


"Humanae Vitae" mientras que, fuera de la Iglesia, cada vez más personas reconocen su gran
clarividencia.

-Es realmente difícil comprender cómo es posible que tantas personas instruidas e ilustres
parece que desconozcan hechos fundamentales que vienen de tiempo atrás. Cuando la
Humanae Vitae se publicó en 1968, muchas personas, también dentro de la Iglesia, deseaban
que la antigua prohibición contra el control de la natalidad cambiara. No habrían podido prever
lo que ha sucedido en las sociedades occidentales cuando la anticoncepción se convirtió en
norma. Décadas después, la evidencia es inevitable. Las ciencias sociales en todo Occidente han
documentado las recaídas demográficas: familias destruidas, hermanos ausentes, soledad a una
escala nunca vista antes, millones y millones de abortos y mucho más. Todas estas
consecuencias de la revolución sexual han tenido como resultado enormes costes humanos y
sufrimiento. Como también la difundida dependencia de la pornografía, otra forma de sexo
"consensual" no conyugal. Todo el que finja que esta realidad bien documentada no existe
comete un crimen contra la verdad. Los hechos están a la vista de todos.

Meridiano Católico 38
-Una ojeada a las numerosas notas a pie de página del libro lo demuestra. En Italia hay
cardenales y obispos que declaran intocable la ley 194 [la ley que permite el aborto en este país],
porque en ella hay "partes buenas". ¿Cómo valora esta "conciliación"?

-No soy una experta en derecho italiano, pero ensalzar leyes que protegen el aborto significa
tomar parte en una mentira. Y la mentira es que el aborto pueda ser una buena idea. Dado que
el Catecismo es firme sobre el hecho de que el aborto siempre es un grave mal, es difícil
comprender cómo hay personas en la Iglesia que puedan defender una ley que dice lo contrario.
La tentación de defender leyes que desafíen el Catecismo es un ejemplo ulterior de la presión
que la revolución sexual ha ejercido sobre la Iglesia. Los católicos están llamados a resistir a esta
presión, no a capitular ante ella.

Rel

Meridiano Católico 39
Mártires de Sevilla de la Guerra Civil.
El Papa Francisco ha aprobado el decreto que reconoce el martirio de 20 católicos asesinados
por milicianos en el marco de la persecución religiosa que tuvo lugar durante la Guerra Civil
española.
El sacerdote y párroco Manuel González-Serna Rodríguez encabeza el listado total de 10
sacerdotes y 9 laicos martirizados y 1 seminarista.
Entre ellos, además de sacerdotes, había una sacristana de 68 años, un abogado, un
farmacéutico, un carpintero y varios miembros de consejos parroquiales. Aunque asesinados en
la diócesis de Sevilla, los había de Huelva, Cádiz y Granada. El más joven, Enrique Palacios
Monrabá, tenía 19 años. Fue fusilado junto a su padre, Manuel Palacios Rodríguez.
Entre los rasgos comunes, todos carecieron de un juicio regular y en su mayoría fueron
encarcelados antes de su "muerte violenta" por "odio a la fe" en la archidiócesis de Sevilla.
Muchos de ellos “oraron, se animaron, confesaron y expresaron palabras de perdón para los
verdugos". La mayoría pertenecían a la Adoración Nocturna, Acción Católica o se significaron
intentando impedir que se cometieran actos violentos en templos o mientras se celebraba la
Santa Misa, como es el caso del sevillano Manuel Luque Ramos.
Juan José Asenjo, arzobispo emérito de Sevilla, destacó hace unos años, en la fase diocesana de
la causa martirial, que todos ellos "invocaron filialmente a la Virgen con el rezo del Santo
Rosario" y que, en la cárcel "confortaron a sus compañeros" al tiempo que "nunca renegaron de
su condición de sacerdotes o laicos fervientes".
"Sufrieron con fortaleza vejaciones y torturas sin cuento y murieron perdonando a sus verdugos
y orando por ellos. Vivieron los instantes finales de su vida con serenidad y alegría admirables,
alabando a Dios y proclamando que Jesucristo era el único Rey y Señor de sus vidas", detalló el
arzobispo en 2016.
Manuel González-Serna, el párroco de Constantina
El primer mártir mencionado por el dicasterio es el sacerdote Manuel González-Serna Rodríguez.
Nacido en Sevilla el 13 de mayo de 1880, fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1902
y nombrado párroco de Constantina el 30 de octubre de 1911. Detenido la noche del 19 de julio
de 1936, el 23 de julio siguiente fue conducido a la iglesia parroquial de Constantina, donde tras
sufrir todo tipo de insultos en la plaza pública fue ejecutado en la sacristía. Ya desde antes de su
martirio, su fama de santidad era notoria entre los fieles
María Dolores Sobrino Cabrera, la sacristana de 68 años
La segunda mártir de la localidad de Constantina era una piadosa mujer de 68 años,
comprometida con la parroquia como sacristana. Fue asesinada el mismo día y el mismo lugar
que el párroco González-Serna. Una vez martirizados, profanaron ambos cadáveres y los dejaron
en las calles hasta que, al día siguiente, un camión los llevó al cementerio.

Enrique Palacios Monrabá, seminarista de 19 años, y su padre Manuel Palacios

Es el único seminarista de los nuevos mártires. Tras concluir su primer año de estudios de
Teología, marchaba a su casa de vacaciones a finales de junio de 1936 cuando fue detenido y
asesinado junto a su padre, el también mártir Manuel Palacios Rodríguez en la prisión de Cazalla
de la Sierra el 5 de agosto de 1936. Tenía 19 años y seis hermanos, que quedaron huérfanos.
Agustín Alcalá Henke, abogado asesinado el primer día de guerra

Meridiano Católico 40
Este abogado y empresario fue fusilado en Sevilla el mismo día que comenzó el alzamiento
militar en África, el 17 de julio de 1936, y murió al día siguiente. Sus dedicaciones,
marcadamente cristianas tanto en el ámbito laboral y político desde la Doctrina Social de la
Iglesia, como en la piedad popular y la caridad en las Conferencias de San Vicente de Paúl le
convirtieron en objetivo prioritario de la "justicia y revolución popular". Sus verdugos desoyeron
el compromiso cristiano de Alcalá Henke con sus trabajadores como resultado del catolicismo
social del momento, que lloraron su pérdida.

José Vigil Cabrerizo, primer sacerdote asesinado, el mismo 18 de julio

Agustín Alcalá fue tiroteado el 17 de julio, pero era laico. El 18 de julio por la tarde era asesinado
el sacerdote José Vigil, encargado del barrio de San Jerónimo de Sevilla. Los milicianos buscaban
falangistas y entraron en su casa, donde vestía de civil y estaba su familia. En la casa le dispararon
dos veces, con voluntad de dejarlo herido. Luego lo sacaron a la calle, le quitaron la cartera,
vieron que tenía estampitas para los niños y dijeron: "Este es beato", disparándole otro tiro en
el hombro izquierdo.

Parecía que iban a dejarlo vivo, pero un miliciano dijo "No lo dejéis, que es el cura de San
Jerónimo" y metiendo la pistola entre los cuerpos de su madre y hermanas le disparó otro tiro
en el vientre. Cayó declarando: "Yo los perdono como Dios Nuestro Señor perdonó a sus
enemigos". Rogó a los milicianos que no dañasen a sus padres y hermanas. Aún le dieron otro
disparo más sin acabar de rematarlo (su hermana mayor le cubría la cabeza con su cuerpo) y
agonizó durante una hora. Parece que fue el primer sacerdote asesinado durante la Guerra Civil.

Mariano y Gabriel López-Cepero y Muru, dos hermanos

Eran dos hermanos de Cazalla de la Sierra; Mariano, nacido en 1883, había sido teniente de
alcalde del pueblo. Gabriel era padre de siete hijos y miembros del consejo parroquial. Ambos
fueron detenidos en la prisión de Cazalla de la Sierra y ejecutados el 5 de agosto.

Cristóbal Pérez Pascual, el farmacéutico de Cazalla

El delito que le valió la condena a muerte a este mártir no fue otro que pertenecer igualmente
al consejo parroquial y haber abierto una farmacia, desde la que procuró desarrollar una intensa
actividad asistencial y benéfica. También lo fusilaron en la cárcel de Cazalla el 5 de agosto de
1936. Tenía 48 años.

José María Rojas Lobo, 26 años, tiroteado mientras huía

Nacido en Sevilla el 29 de septiembre de 1910, era abogado y miembro del partido católico
Acción Popular. Durante el verano de 1936 acudió con su familia a Marchena donde fue detenido
por milicianos republicanos. Cuando llegaron tropas del bando nacional, muchos presos,
incluyendo Rojas, trataron de huir y les dispararon. Gravemente herido, falleció cinco días
después.

Manuel Luque Ramos, el recadero de las monjas

Meridiano Católico 41
El segundo de los marcheneros martirizados era recadero y sacristán de las monjas Clarisas y
vivía con su madre viuda cerca del monasterio. El 18 de julio de 1936 se opuso a un grupo de
revolucionarios que querían entrar en la iglesia durante la Santa Misa. Detenido al día siguiente,
también le dispararon durante el intento de fuga, y murió días después en el hospital de
Marchena el 22 de julio de 1936.

El párroco de El Saucejo, Rafael Lobato Pérez, y su hermano Salvador, carpintero

Al empezar la violencia, el párroco de El Saucejo, Rafael Lobato, de 35 años, y su hermano


Salvador, de 31, que era carpintero, es escondieron en casa de una vecina, pero los milicianos
fueron a buscarles, y les llevaron a un camino fuera del pueblo donde les fusilaron el 21 de
agosto de 1936. Parece que el carpintero podría haber salvado la vida si hubiera aceptado
separarse de su hermano sacerdote.

Mariano Caballero Rubio, vicepárroco de Huelva

Nacido en Alájar (Huelva) en 1895, fue ordenado sacerdote en 923 y nombrado vicepárroco en
Huelva en 1934. Vio la quema de su iglesia el 21 de julio, huyó y le escondió una familia en Punta
Umbría, pero los milicianos terminaron por dar con el sacerdote, que una vez arrestado fue
conducido hasta el muelle de Huelva por una multitud armada. En su traslado se encontró con
el Fiscal de la Audiencia, Narciso Pascual, respondiendo a sus palabras de aliento: "Estoy
completamente resignado en las manos de Dios". Llegados al muelle, un joven de unos 16 años,
armado con una pistola, le disparó a quemarropa en la espalda, dejándole gravemente herido.
El disparo y la consiguiente hemorragia causaron su muerte en el hospital el 23 de julio de 1936.

Rafael Machuca y Juárez de Negrón, sacerdote detenido en un balneario

Tenía 54 años y era vicepárroco de la Asunción, en su pueblo, Estepa (Sevilla). Cada año, por
indicación del médico y con permiso del obispo, acudía en julio a un balneario, en este caso a
Carratraca (Málaga), a tomar aguas medicinales. Allí le atraparon los milicianos (a él y 10
personas más, incluyendo otros dos sacerdotes). Los enviaron a Málaga presos "por su
seguridad", dijeron, donde pudieron alentar y confesar a otros prisioneros durante algunas
semanas. Después, el 30 de agosto, tras un bombardeo de la aviación nacional sobre Málaga,
fueron fusilados en represalia 120 presos, incluyendo varios sacerdotes, y Machuca entre ellos.

Como ellos fueron asesinados otros cinco sacerdotes que acaban de ser igualmente reconocidos
como mártires por el Papa Francisco:
- Francisco de Asís Arias Rivas (párroco de Lora del Río),
- Juan María Coca Saavedra (vicepárroco de Lora del Río),
- Miguel Borrero Picón (vicepárroco de Utrera),
- Pedro Carballo Corrales (párroco de Santa Maria de Guadalcanal)
- Antonio Jesús Díaz Ramos (administrador parroquial en Cazalla de la Sierra).

J.M.C.

Meridiano Católico 42
MACERATA (ITALIA, 1356)

Milagro Eucarístico de El 25 de abril de 1356, en Macerata, un sacerdote, cuyo nombre se


desconoce, estaba celebrando la Misa en la capillita de la iglesia de Santa Catalina, propiedad
de las monjas benedictinas. En el momento de la fracción del pan, antes de la Comunión,
comenzó a dudar de la presencia real de Jesús en la Hostia consagrada. Fue en ese preciso
momento que, con gran susto, vio que de la Hostia consagrada brotaba un abundante chorro de
sangre que llegó a manchar parte del corporal y el cáliz que estaban sobre el altar.

En Macerata, en la iglesia Catedral de Santa María Asunta y San Julián, bajo el altar del Santísimo
Sacramento, es posible venerar la Reliquia del “corporal manchado de sangre”.

En la misma iglesia, se conserva también un pergamino de la época en el que se describe el


Prodigio. El historiador Ferdinando Ughelli cita este Milagro en su obra Italia Sacra del año 1647.
Allí describe que ya desde el siglo XIV “el corporal era llevado en solemne procesión por la
ciudad, custodiado en una urna de cristal de plata, con la participación de toda la comarca del
Piceno”.

Todos los documentos concuerdan en la descripción del hecho prodigioso. Un sacerdote,


comenzó a tener fuertes dudas durante la Misa acerca de la realidad de la transubstanciación.
Cuando fraccionó la Hostia Magna, vio que de ella comenzó a destilar sangre hasta el punto de
manchar el corporal y el cáliz. El sacerdote informó inmediatamente al Obispo Nicolás de San
Martín sobre lo ocurrido, el cual ordenó llevar la reliquia del corporal ensangrentado a la
Catedral e instituyó un proceso canónico regular. En 1494 se instituyó en Macerata una de las
primeras Confraternidades en honor al SS. Sacramento (1494), y fue precisamente allí que
nació la práctica piadosa de las Cuarenta horas (1556). Cada año, en ocasión de la fiesta
del Corpus Domini, el Corporal del Milagro es llevado en procesión detrás del Santísimo
Sacramento.

Beato Carlo Acutis

Meridiano Católico 43
MUSULMÁN SE HIZO CRISTIANO Y LUEGO
FRAILE: "VI UNA LUZ"
Impactante es el testimonio de un fraile franciscano que cuenta cómo la luz de Cristo ha
iluminado su vida. Lo hizo en la "XXI Convención General de la Comunidad Magnificat", que tuvo
lugar en Chianciano Terme, en la provincia de Siena. Y, como él mismo lo calificó, se trata de un
"testimonio de 22 años".

Su nombre es Hermano André Marie Rahbar y sus palabras llegan directamente al corazón de
cada uno de nosotros.

"Hace 22 años conocí a una persona llamada Jesucristo. ¿Dónde? En Irán". Con estas palabras el
hermano franciscano André Marie comenzó a relatar su vida en la conferencia de la "Comunidad
Magnificat" celebrada en Chianciano Terme.

En un país con una mayoría aplastante de musulmanes, una brizna de esperanza, una pequeña
semilla de la palabra de Dios fue depositada en el corazón de este joven que luego decidió
entregar su vida a Jesús. Esta es su historia:

"Nací en una ciudad donde todo el mundo es musulmán. No hay cristianos. Nací en una familia
que ni siquiera creía en Dios y, hasta los 13 años, fui un niño que jugaba en la calle, que iba a la
escuela y que no se interesaba ni por Dios ni por la religión'.

Una vida normal, lejos de Dios. Hasta que un día ocurrió algo extraño: de camino al colegio,
André encontró un libro en el suelo. "Por curiosidad, cogí este libro en la calle y en él estaba
escrito 'Evangelio de Jesucristo'. Era algo extraño. Pero, ¿quién era Jesús? ¿Qué es el Evangelio?
me preguntaba".

Hermano André: "Encontré el Evangelio en la calle y me impactó"

Abrió las primeras páginas y empezó a leer el Evangelio de Mateo. Aunque al principio parecía
una lectura aburrida, la curiosidad por saber quién era ese Jesús fue creciendo en el corazón de
este joven: "[...] llegué unas páginas más adelante, a las bienaventuranzas. Bienaventurados los
pobres". Todos sabemos lo que es la pobreza, y también la vemos [...] Cuanto más avanzaba,
más interesante se volvía este Jesús, porque por primera vez oía que los pobres son
bienaventurados, al igual que los tristes.

Por primera vez oí decir que hay que rezar por nuestros enemigos. Digo esto porque para
vosotros, quizás un poco, es normal porque habéis crecido en una sociedad cristiana. Con
nosotros, eso no existe y, por primera vez, he oído decir que recemos por nuestros enemigos o,
incluso, "Vosotros sois la luz y la sal de la tierra",

André seguía leyendo este libro día y noche, sin parar: '¿Sabes? Aún hoy, este libro está
prohibido en mi país [...] llevar un Evangelio o una Biblia equivale a llevar seis kilos de heroína
en mi país. No sé quién dejó este libro en la calle aquel día. Pero este libro cambió mi vida". A
partir de ahí, André descubrió que ese mismo libro había cambiado la vida de muchas otras
personas en otras partes del mundo.

Meridiano Católico 44
Así empezaron los problemas con su familia, porque vieron que su único hijo leía siempre este
libro: '[...] Al principio me decían que eran cuentos, palabras que tenían 2000 años, diciéndome
que no me destrozara el cerebro con esas tonterías. Pero yo no podía, porque había una
diferencia: esta persona que encontré en este libro me hizo sentir... No sé, todavía después de
22 años no puedo explicar lo que sentí. Sólo puedo atestiguar que estaba cerca de mí, y lo sentí",
continúa relatando Fra André.

Su corazón impregnado por aquella lectura

Sentía en su corazón algo que existía de verdad: era Jesús. A pesar de todo, su familia seguía sin
entenderlo, hasta el punto de que decidieron llevar a André al psicólogo. Su padre decidió
arrancarle el libro, pero André no se rindió. Con el dinero que cogía de su padre cada mañana
para ir a la escuela, volvió a buscar el libro por toda la ciudad, hasta que lo compró de nuevo.

Aunque lo había comprado con su propio dinero, el padre del Hermano André no aceptaba la
presencia del objeto en la casa. Pero cuanto más lo tiraba, más lo volvía a comprar el joven
André. Y, leyéndolo en el camino de su casa a la escuela, también rezaba mientras miraba al
cielo, rezaba a "nuestro padre que está en los cielos": "Encontré a Cristo en ese mismo camino
[...] A menudo iba a la biblioteca cercana a mi escuela para leer mi Evangelio, sobre todo en
invierno".

Dificultades con su familia, pero Jesús le había elegido

André estaba celoso de aquel libro, que le condujo del miedo a la Luz. Pero no podía mantenerse
alejado de aquel libro y, por eso (también porque no siempre podía ir a la biblioteca) decidió
escribirlo y copiarlo: es decir, los 27 libros del Nuevo Testamento.

Tener el Evangelio significaba llevar la luz dentro de sí, no sólo en el bolsillo. Pero, sobre todo,
vivirlo: "Este fue el punto revolucionario de mi vida: quizá el Señor abrió otra ventana ante mí
[...] Pasaron dos años desde aquel primer momento. Y después de dos años, por fin encontré
una iglesia [...] Caminé durante casi siete años para recibir el Bautismo", explica el hermano
André.

Pero fue a partir de ese momento, de esa decisión, cuando empezaron los problemas, tanto con
su familia como con la sociedad en la que vivía. Sin embargo, al cabo de 15 años, el Hermano
André recibió la Primera Comunión. Y fue después de todas estas dificultades y presiones,
cuando el joven André empezó a preguntarse por qué había persecución contra los cristianos en
Oriente. Mientras todo esto sucedía, maduraba en él la semilla de la vocación que el Evangelio
había sembrado.

La historia y la carta del Papa Francisco

"He visto una luz", relata, y esa luz es precisamente el Evangelio de Jesús. Por eso decidí seguir
esta luz". Y cuando hizo su primera profesión de fe, André y sus compañeros recibieron también
una carta del Papa Francisco: "[...] Entre las cosas que me escribió, la frase que más me impactó
fue que el mundo necesita nuestra sonrisa [...] Yo soy fruto de las oraciones de personas que,
como tú, han rezado por mí".

Portaluz

Meridiano Católico 45
LA SANTA DEL SOHO
Margaret Taylor fue propietaria del diario "The Lamp", uno de los pioneros de la información
católica a bajo precio en Reino Unido. Hoy está reconocida como venerable por la Iglesia y su
proceso de canonización sigue en marcha.
La madre Magdalena del Sagrado Corazón, nacida como Frances Margaret Taylor, vino al mundo
un 20 de enero de 1832 y murió, precisamente, un nueve de junio del año 1900. Enfermera,
editora de periódico, escritora, monja, fundadora y superiora general de la Congregación de los
Pobres Siervos de la Madre de Dios, se caracterizó siempre por su entrega desinteresada a los
más necesitados.

Pero, ¿quién era realmente esta venerable ex anglicana que fue seguidora del Movimiento de
Oxford? Taylor nació en Stoke Rochford y fue la menor de los diez hijos de Henry Taylor, rector
anglicano de una parroquia rural de Lincolnshire, y de su esposa Louisa Maria Jones.

Seguidora de Henry Newman

Tras la muerte de su padre, la familia regresó a Londres y su madre se negó a que fuera enviada
a una escuela de huérfanos del clero. Muy pronto, Magdalena y sus hermanas mayores se iban
encontrar con "el espíritu tractariano" del cardenal San John Henry Newman.

Un movimiento de académicos y sacerdotes anglicanos descontentos con su Iglesia por la falta


de seriedad con los deberes religiosos, el nulo aprecio por la herencia católica, y la subordinación
constante a los requerimientos de la política estatal. El método preferido por estos intelectuales
fue hacer una serie de publicaciones a las que llamaron "tratados" (tracts).

Años después, la familia se mudaría a las cercanías de Regent's Park, para estar más cerca de
Christ Church, una de las principales iglesias tractarianas de Londres. Fue allí donde Magdalena
entró en contacto con las Hermanas de la Santa Cruz, la primera orden religiosa que se
estableció en la Iglesia de Inglaterra desde la Reforma Protestante.

Frances Taylor fue la menor de los diez hijos de Henry Taylor, un sacerdote anglicano.

La venerable comenzaba a desarrollar un deseo de servir a los más pobres de Londres. En 1852,
como colaboradora, formó parte de una orden religiosa anglicana, trabajó en la formación de
enfermeras y en un hospital de Bristol. Pero, para entonces, al igual que su hermana Charlotte,
ya se había dado cuenta de que su vocación estaba en otra parte.

En marzo de 1854 estalló la Guerra de Crimea. Frances se ofreció como voluntaria para ayudar
en los hospitales militares de Turquía. Aunque era menor de edad, fue aceptada en diciembre
de 1854, y su hermana Charlotte se le unió en abril de 1855. Allí fue testigo de la fe de los
soldados católicos irlandeses en sus lechos de muerte y del servicio que ofrecían las religiosas
enfermeras católicas.

Margaret también sufrió la muerte inesperada de una colega enfermera a causa de una fiebre.
Estas experiencias la llevaron a reflexionar profundamente sobre la vida y la muerte, y la llevó a
preguntarse cuán lista estaba para encontrarse con su Señor. Fue entonces cuando Frances
buscó consejo en el sacerdote católico Sydney Woollett.

Meridiano Católico 46
Gracias al trato con él, Magdalena fue recibida en la Iglesia Católica el 14 de abril de 1855. Su
primer libro sería, justamente, sobre la guerra de Crimea: Eastern Hospitals and English Nurses.
Uno de los primeros relatos de testigos oculares sobre los hospitales militares.

Su paso por los periódicos

A su regreso a Inglaterra, "la santa del Soho" trabajó con varias organizaciones caritativas
católicas. En esos años se convertiría en propietaria y editora del periódico católico The Lamp.
Un diario a bajo precio y fundado en 1846 por Thomas Earnshaw Bradley. Quien introdujo en
sus páginas textos de ficción, llegó a editarlo desde su habitación de la prisión de deudores de
York y fue uno de los pioneros de la prensa católica popular.

En julio de 1864, Frances se convirtió en fundadora-editora de The Month, la principal revista


literaria católica. Cargo que ocupó durante un año hasta que la publicación fue asumida por los
jesuitas. En esta revista, y bajo su dirección editorial, se publicó por primera vez el poema de
John Henry Newman The Dream of Gerontius.

En estos años, Frances visitó Irlanda para estudiar a los emigrantes irlandeses en Inglaterra. La
visita dio lugar a una de sus obras literarias más importantes, Irish Homes and Irish Hearts
(1867), un trabajo sobre la Irlanda contemporánea.

En 1867, Lady Georgiana Fullerton, compañera de Frances, tradujo la regla de las "Pequeñas
Siervas de la Inmaculada Concepción", una congregación rural polaca, y obtuvo permiso del
fundador para establecer dicha congregación en Inglaterra.

Un año más tarde, Taylor se unió a tres compañeras de habitación y a un sacerdote belga, y se
reunieron alrededor de una hermosa estatua de la Virgen. Sin embargo, los dueños de la casa
que alquilaban se volvieron reacios a las visitas de los pobres.

La futura venerable se convirtió en postulante y tomó el nombre de Sor María Magdalena del
Sagrado Corazón. Cuando el arzobispo encargado rechazó las adaptaciones a la regla de la
congregación polaca, Frances fundó otra orden bajo el amparo de la familia ignaciana: la
Congregación de los Pobres Siervos de la Madre de Dios.

La principal misión de esta nueva realidad era la lactancia de los pobres en sus propios hogares,
la catequesis y el rescate de mujeres jóvenes de la prostitución. Las hermanas hacían a menudo
vigilias en el Soho, Londres. La congregación creció rápidamente y para 1900, el año de la muerte
de Taylor, las Pobres Siervas de la Madre de Dios administraban más de veinte conventos e
instituciones, incluido un hospital.

Como resultado de sus experiencias como enfermera en Crimea, Taylor sufrió grandes dolores.
Murió en el convento de Soho Square el 9 de junio de 1900, después de una larga enfermedad.
En el sermón predicado en su funeral, el sacerdote oficiante declaró que "con dolores y oración
ha dejado una obra perfecta".

La causa de beatificación de la madre Magdalena del Sagrado Corazón está en proceso. En 2022,
la Congregación, presente actualmente en países como Venezuela, EE.UU, Kenia, Italia, Irlanda
o Reino Unido, celebró los 150 años de su fundación.

J.C.M.

Meridiano Católico 47
LA TRADICIÓN NO QUIERE MORIR
Las fuerzas carlistas más bien iban disminuyendo; la defección de unos y la persecución de que
eran objeto los demás, causaban estragos en el campo montemolinista.

Marsal, sin disputa el lugarteniente más activo y dinámico de Cabrera, fue derrotado y preso
cerca de Bañólas por la columna Hoare, con sus ayudantes Abril y Grau; estos últimos fueron
fusilados, pero no así su jefe, a quien se le indultó de la pena de muerte, a ruegos de los
numerosos amigos que tenía en la provincia de Gerona, por su nobleza de carácter y honradez.

Cabrera intentó sopreponerse a las difíciles y duras circunstancias en que le colocaban los
acontecimientos y dio orden a sus fieles lugartenientes Arnau y Gamundi de que invadiesen el
Alto Aragón con fuerzas de caballería, y a pesar de que llevaban consigo una columna escogida,
aunque poco numerosa, fueron derrotados por el brigadier Dulce.

Accediendo a las insistentes solicitudes de sus partidarios, don Carlos VI se decidió al fin entrar
en Cataluña y a ponerse al frente de sus heroicos voluntarios, pero fue apresado en la frontera
por los aduaneros franceses e internado.

Visto que no podía luchar contra lo imposible, Cabrera se refugió en Francia, con lo que la guerra
podía darse por terminada, pues, aunque los hermanos Tristany, Es-tartús y otros jefes se
mantenían aún en armas, poco tiempo después acompañaron al conde de Morella en el
destierro.

El 14 de mayo de 1849 quedó Cataluña completamente pacificada.

Para colmo de males, Carlos VI, al regresar a Inglaterra, tras la derrota de los Matiners, se dejó
seducir por los encantos de miss Horsay, tan locamente, que para consagrarse a ella en cuerpo
y alma, se decidió a abdicar los derechos al Trono en su hermano don Juan, no sin que hubiera
precedido a esta abdicación una severa y durísima carta de varias personalidades de la Causa
que vivían en su entourage, las que obraban de acuerdo con su augusto padre don Carlos V y de
su madrastra la princesa de Beira.

Las citadas personalidades le exhortaban a renunciar a su amor, pero él prefirió renunciar a sus
derechos al Trono, mediante un acta de abdicación que firmó; pero convencidos los
mencionados personajes de que esta abdicación era efecto de un movimiento pasional e
irreflexivo, y percatados de que el idilio amoroso terminaría, dando tiempo al tiempo,
consideraron como papel mojado el citado documento y no le dieron curso.

Miss Horsay, romántica soñadora y que sin duda se veía en su imaginación coronada reina de
España, al ver que su egregio amante llevaba el romanticismo por un camino opuesto al suyo, o
sea el del renunciamiento a todo para consagrarse locamente al amor más exaltado, se sintió
defraudada y fue despegándose poco a poco de Montemolín. Y así terminó aquel volcánico idilio
que tantos sinsabores causó a los austeros y virtuosos padres de Carlos VI.

Después de la guerra de los Matiners que hemos relatado en el capítulo 15 de esta obra, no
ocurrió ningún hecho saliente en la historia del carlismo, hasta la frustrada sublevación de 1860
del general Ortega, que era a la sazón capitán general de las islas Baleares. Es indudable que el
levantamiento de Ortega venía preparándose desde hacía algún tiempo, y es también cierto que
la conspiración contaba con extensos apoyos y ramificaciones en toda España y que se hallaban
complicados en la misma incluso elementos no carlistas y de elevada categoría.

Meridiano Católico 48
Se ha llegado a decir, con visos de verdad, que hasta la reina Isabel II se hallaba comprometida.

La sublevación de Ortega es uno de los episodios más misteriosos de la historia de España en el


siglo xix, y lo extraño es que no se haya descorrido el velo, ni a la muerte de todos cuantos
pudieron tomar parte en esta célebre desgraciada conspiración. Desde Bruselas enviaba breves
cartas don Carlos VI, conde de Montemolín, a Ortega; una de ellas, fechada en 18 de febrero de
1860, dice así:

«Las distancias se estrechan, mi estimado general; todo lo que se deseaba por aquí está
arreglado; quedan algunos detalles que se arreglarán y para los que Morales va encargado y te
los dirá, así como todo su viaje. Te volveré a escribir, o si no, lo hará Elío para confirmar la época,
que, como te dirá Morales, será lo más pronto posible. El momento decisivo está muy cercano,
y en él vamos a jugar la suerte de nuestro país; un porvenir brillante y glorioso se le ofrece; mi
confianza en ti, como la de mi familia, no puede ser mayor, y espero que corresponderás de un
modo digno de ti y de la grande empresa que nos mueve.

» Mi reconocimiento será proporcionado a tus eminentes servicios, y de todos modos cuenta


con el particular aprecio de tu afectísimo, Carlos Luis.»

Cabrera tuvo largos tratos con Montemolín, pero ponía reparos y objeciones a la empresa. Su
carta de 14 de marzo marca concretamente su posición: exige como condición imprescindible
para tomar parte activa en la sublevación, la seguridad de disponer de tres plazas fuertes, para
apoyar aquel movimiento, pues no quería aventurarse, sin grandes probabilidades de éxito.

Creía Cabrera que no se podía pensar en sostener una nueva guerra civil y que el golpe había
que darlo en pocos días, para lo cual era preciso contar en Valencia, donde primeramente pensó
desembarcar el general Ortega, con fuerzas suficientes para emprender la marcha sobre Madrid,
donde había muchos comprometidos. Se dice que hasta tenían preparado un tren especial en
Valencia para trasladar a don Carlos Luis a la corte, tan pronto saltase a tierra.

Martirián Brunsó Verdaguer Pbro.

Meridiano Católico 49
VIDA ESPIRITUAL
VENTAJAS DE LA DESOLACIÓN
Una ventaja de la desolación es producir en nosotros una humildad profunda y verdadera.
Cuando acerca de la humildad oímos un sermón, o leemos un tratado espiritual, o meditamos
seriamente, llegamos a la conclusión de que somos muy miserables. Pero este conocimiento no
pasa de ser teórico.
Cuando nos dicen que en áfrica hay regiones muy calientes y nos ponderan los grados de la
temperatura y lo difícil y penoso que es caminar por aquellos arenales, nos formamos algún
concepto de esos climas cálidos. Pero ¡qué distinto es oír hablar de todo esto a ir
personalmente a sufrir el calor y experimentar en nuestro organismo todas sus consecuencias!
Lo mismo pasa con la humildad. Es muy distinto que nos den a conocer nuestra miseria a
sentirla, a palparla, a conocerla experimentalmente. Y en las desolaciones sentimos nuestra
impotencia y miseria de una manera tal, que, cuando se ha sentido así, no se olvida jamás.
Las almas que han pasado por la desolación, cuando vuelve la paz y Nuestro Señor derrama
gracias especiales sobre ellas, las reciben con gratitud y con amor; pero no levantan la cabeza,
se acuerdan de su miseria; tan grabada se les quedó, que no hay temor de que vayan a engreírse
con los dones divinos.
Porque en la desolación palpamos nuestra miseria; en ese tiempo conocemos por experiencia
que no somos capaces de tener un buen pensamiento. Cuando leemos esto en San Pablo, nos
vemos tentados a pensar que son hipérboles del santo. Pero no; la desolación nos da a conocer
verdaderamente que somos impotentes para tener un pensamiento bueno, un afecto piadoso,
y comprendemos la verdad de la frase del Apóstol.
Decimos de ordinario: ¡qué cosa más fácil que amar a Nuestro Señor, si el amor es a nuestra
alma como el aire a nuestros pulmones! Pero en el tiempo de las desolaciones no somos capaces
de hacer un acto de amor por más que queramos; hay entonces tal disipación, que la cosa más
insignificante nos llama la atención por más serio que sea nuestro carácter: el más pequeño
ruido, la mosca que vuela, la puerta que se abre, la persona que pasa, cualquier cosa nos disipa
como si fuéramos unos chiquillos. ¿No es esto sentir nuestra propia miseria?
Además, con la desolación vienen las luchas, las tentaciones y los sentimientos peores surgen
de nuestro corazón. Piensa entonces el alma: "Mi vida ha sido una mentira; creía haber
alcanzado alguna virtud, creía saber orar; y nada, todo es mentira, todo está perdido para mí."
¿No es esto sentir nuestra propia miseria? ¡Y es tan distinto describirla a sentirla!
Así, pues, las desolaciones nos ejercitan en la vida de fe, nos desprenden de los dones
espirituales de Dios y producen en nosotros un profundo conocimiento de nosotros mismos,
una gran humildad.
¿No son suficientes estas grandes ventajas para que apreciemos a la desolación? ¿Cómo
podríamos obtenerlas por medio de los consuelos, en medio de esa vida risueña y fácil que
soñamos?
Reconciliémonos, pues, con las desolaciones, porque son un medio importantísimo en la vida
espiritual: son bellas, fecundas y tienen ventajas incomparables. No debemos pedirlas de
ordinario, porque quizá no sea conveniente; pero sí debemos recibirlas con mucha gratitud
cuando Nuestro Señor nos las mande.

Meridiano Católico 50
La desolación también ejercita en nosotros una virtud importantísima: la paciencia. Quien ha
experimentado la desolación, sabe hasta qué punto nos hace practicar esta virtud.

Vida Espiritual
Mons. Luis Mª Martínez +
Obispo primado de México

Meridiano Católico 51

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