Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Planeta Tierra Como Sistema 222
El Planeta Tierra Como Sistema 222
Después de aquella gran explosión denominada Big-Bang hace 15.000 millones de años;
lanzó hacia el exterior toda la materia existente en el universo a velocidades increíbles. Luego de esto y
cuando la temperatura del espacio descendió, algunos restos consistentes en hidrógeno y helio
comenzaron a enfriarse y condensarse dando origen a las primeras estrellas que luego se agruparían y
acumularían formando las galaxias. En una de estas galaxias, la Vía Láctea, fue donde nuestro planeta
Tierra y el sistema solar tomaron forma y posición.
En la actualidad se entiende por sistema al conjunto de unidades, elementos o partes relacionadas entre sí
que interactúan funcionalmente con un fin u objetivo determinado, tendiendo a adquirir de este modo
nuevos estados de equilibrios.
Todo sistema sufre movimientos, cambios y modificaciones que pueden o no resultar de presiones o
fuerzas externas provocando una crisis en la estructura, finalizando en una especie de caos. El equilibrio
es una situación en la que no hay trabajos netos: cada vez que
aparece una desviación del estado de equilibrio (o lo que es lo mismo el desequilibrio) o una fluctuación,
se crea un gradiente que genera una fuerza. Esa fuerza crea un trabajo que conduce nuevamente al
equilibrio.
Cuando se estudia el tipo de equilibrio de un sistema es fundamental atender la relación del sistema con el
medio, ya que el tipo de equilibrio que alcanza un sistema y su modo de conservarlo dependen de esta
relación.
•Un sistema es abierto cuando intercambia materia y energía (en forma de calor) con su medio.
•Un sistema es cerrado cuando intercambia con su medio energía (en forma de calor), pero no materia.
•Un sistema es aislado cuando no existe intercambio alguno con el medio.
Entendemos al Planeta Tierra como un conjunto de subsistemas, que se encuentran en
continuo equilibrio y retroalimentación entre sus componentes.
Ludwig Von Bertalanffy (1968), describe una serie de elementos o componentes para
entender la dinámica de nuestro planeta como un sistema: Atributo, Cibernética, Circularidad,
Complejidad, Conglomerado, Elemento: Energía: Entropía: Equifinalidad, Equilibrio, Emergencia,
Estructura, Frontera, Función, Homeostasis, Información, Input, Output, Organización, Morfogénesis,
Morfostasis, Negentropía, Recursividad, Relación, Retroalimentación, Retroinput, Servicio, Sinergia,
Sistemas abiertos, Sistemas cerrados, Subsistemas, Teleología, Variabilidad, Variedad y Viabilidad.
Ciclo del Oxígeno: el Oxígeno constituye la quinta parte de la composición química de la atmósfera y es
necesario para el metabolismo de los seres vivos, excepto para algunos microorganismos. Las plantas
consumen una cierta cantidad de oxigeno que utilizan para su actividad metabólica. Sin embargo, la
cantidad que generan durante el proceso fotosintético es superior a la consumida, el exceso de este
elemento pasa a formar parte de la atmósfera. Los animales, en cambio, necesitan este elemento para
obtener energía con la que poder llevar a cabo el metabolismo. También se produce oxígeno en las
actividades volcánicas, en las reacciones de oxidación que se producen en los procesos erosivos y en la
disociación del vapor de agua de la atmósfera a causa de los rayos ultravioleta.
Ciclo del Nitrógeno: el Nitrógeno se encuentra libre en el aire y combinado en los minerales, nitratos,
sales amoniacales y albuminoides de los tejidos vivos. Las plantas no pueden utilizar de manera directa el
nitrógeno que hay en la atmósfera, por lo que deben absorberlo del suelo, donde se encuentra en forma de
compuestos nitrogenados. El paso de nitrógeno inorgánico a orgánico lo llevan a cabo organismos con
capacidad fijadora, las bacterias nitrificantes que habitan el suelo y que en ocasiones viven en simbiosis
con algunas plantas. Las plantas por
su parte, transforman el nitrógeno del suelo en un componente orgánico de sus tejidos. Los animales
herbívoros que se alimentan de estas plantas lo incorporan a su cuerpo en forma de tejidos que luego
pasará a los carnívoros.
En las explosiones volcánicas se liberan grandes cantidades de compuestos nitrogenados.
Ciclo del Azufre: el azufre, aunque en cantidades muy pequeñas, desempeña un papel de gran importancia
en la síntesis de proteínas. En la naturaleza se lo encuentra principalmente en el suelo formando sulfatos,
que las plantas absorben por las raíces y lo convierten en aminoácidos. Al consumir materia vegetal o
tejidos de sus presas, los animales lo incorporan a sus propios tejidos y al morir, las bacterias
descomponedores se encargan de reducir sus restos nuevamente a sulfatos. Estos pasan al suelo,
enriqueciéndolo, y quedan nuevamente a disposición de las plantas que los utilizarán en la síntesis de
aminoácidos.
Ciclo del Fósforo: el fósforo es un elemento presente en la corteza terrestre, que durante las reacciones
que provoca la erosión química se transforma en fosfatos, que las plantas obtienen del suelo. A partir de
aquí, el ciclo es análogo al de los restantes elementos, pasando de las plantas a los animales fitófagos, de
éstos a los carnívoros y después a los descomponedores, que lo reintegran al suelo. Sin embargo, un
determinado porcentaje se pierde en forma de sedimentos que acaban en los depósitos marinos o
continentales (lagos).