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De La Metalurgia A La Semiurgia
De La Metalurgia A La Semiurgia
METALURGIA
A LA SEMIURGIA
1 De la metalúrgia a la semiúrgia
SUMARIO
CAPÍTULO I.
SEMEÍON Y DANEÍON
CAPÍTULO II.
ERANOS
CAPÍTULO III.
ESTREPSÍADES Y LAS DEUDAS
CAPÍTULO IV.
RESCATE FINANCIERO Y ELEUTHERIA
CAPÍTULO V.
EL METAL DE PLOUTOS Y LA CREMATÍSTICA
CAPÍTULO VI.
DEL METAL INFÉRTIL AL CAPITAL ANTINATURA
CAPÍTULO VII.
EL ORO DE CRESOS Y EL LEÓN DE LIDIA
CAPÍTULO VIII.
DEL JOYERO AL BANQUERO
CAPÍTULO IX.
DE LA EXCOMUNIÓN AL MONTE DE PIEDAD
CAPÍTULO X.
DE CÓMO NACE LA MONEDA EN EL ESTIPENDIO DEL SOLDADO
CAPÍTULO XI.
EL SALARIO Y LA DISCIPLINA , EN MARX Y FOUCAULT
CAPÍTULO XII.
EL APARATO DE CAPTURA Y LA RECAPTATIO
CAPÍTULO XIII.
ALQUIMIA MONETARIA Y CÁBALA FISCAL
CAPÍTULO XIV.
LA SEMIURGIA EN EL DINERO COMO MEDIO DE PAGO
CAPÍTULO XV.
DE LA METALURGIA A LA SEMIURGIA
2 De la metalúrgia a la semiúrgia
ÍNDICE
I SEMEÍON y DANEÍON
1. El semeíon del soberano y el symbolon de la sociedad, p.01
2. El rito del “aere et libra” y la plata de Mercurio, p.11
3. La semeneia y la hermeneia, p.14
4. La hemiolia o el hemolion, p.19
5. Chresis y anti-chresis, p.21
6. Daneíon nautikon y el “contrat á grosse avanture”, p.25
II ERANOS
1. Eranos, cháritas y philía, p.28
2. Poros y Pénia, p. 30
3. Eranos, mutuum y nexum, p.32
3
4. Ploutos prudente o Ploutos insolente, p.87
4 De la metalúrgia a la semiúrgia
4. La crítica cristiana a la usura, en la Edad Media, p.196
5. Marx y su análisis del préstamo como instrumento
adyacente al tráfico comercial, p.198
6. Orfebres y prenderos contra el Banco de Inglaterra, p.203
7. Los montes de la Piedad, p.205
8. Luis de Santángel, un cuarto en discordia, p.207
9. Guttenberg, entre la orfebrería y la imprenta, p.209
XV DE LA METALURGIA A LA SEMIURGIA
1. Baudrillard: la producción ha muerto, p.333
2. La era del simulacro o la semiurgia radical, p336
3. Capital hilemórfico y Capital alomórfico, p.338
4. Metal y Capital: espadas y sables, p.340
5. La metalurgia y la “metalicidad”, p.343
6 De la metalúrgia a la semiúrgia
CAPÍTULO I
SEMEÍON Y DANEÍON
1 Aristóteles, Sobre Hermeneia, 16 a 28; en “La Historia de los animales”, 400 A 33.
2 Creo que la kreia y la krematístika están vinculadas etimológicamente.
7
Aquello que es convención humana dentro de una
comunidad, viene mostrado por la partícula “syn” como
prefijo al término “theken”. Pero este signo convencional, que
luego Saussure definió como arbitrariedad del signo
lingüístico, tiene como contraparte una realidad contractual
del acuerdo sígnico. Se trata del “symbolon” como aquello que
fracturado en dos partes, puede ser re-unido posteriormente.
Es pues de toda naturaleza humana, la convención en el signo,
tal como Heidegger analizó, sobre el texto de Aristóteles.
Curiosa coincidencia entre el “syntheken” y el
“symbolon”, en tanto convencionalidad social o puesta en
común de una razón casi familiar. Aunque una ligera
distinción les separe. Mientras la “syntheken” es mera
convención fría sobre un determinado nomos o regulación
social, el “symbolon” además implica una relación más íntima
entre los sujetos. Si el “syntheken” afecta a una multiplicidad,
el “Symbolon” es un acuerdo entre dos. Las dos mitades de un
objeto-signo, que podría ser una taba o un anillo, que
representaba el acuerdo entre amigos o familiares, orientado a
una relación de confianza. El symbolon abre la relación social
entre dos sujetos a un clima de confianza, en el que surge la
hospitalidad, o bien el intercambio comercial. Los contratos
comerciales podrían haber sido sellados con las dos mitades
del symbolon. Símbolo, como signo de reconocimiento mutuo,
entre (philotes) amigos comerciales o familiares hospitalarios.
El symbolon fue el signo convencional, dado entre la philía o
hermandad comunitaria. El symbolon sería un signo entre los
“hetero autos” o los otros de mí mismo. Es decir, mis amigos,
según Aristóteles.3
Hemos de señalar una distinción esencial, entre el
semeíon y el symbolon, que radica en el fundamento sobre el
que se realiza la convención. Creo que en el semeíon, la
convención social se funda en un hecho objetivo y
8 De la metalúrgia a la semiúrgia
objetivizante del propio semeíon. Sobre aquello que se ha de
convenir, es algo objetivamente valioso. Por el contrario, el
symbolon no dispone de esa realidad sustancial y
objetivamente de la relación. Podemos afirmar que si el
semeíon surge como espacio de representación respecto a un
valor objetivo, el symbolon lo hace como espacio de
repetición respecto a un valor subjetivo. El espacio del
semeíon es un espacio de representación fiel de lo real, como
si fuera un espejo-de-lo real. En el espacio del symbolon, la
realidad deja el mundo objetivo para engendrar un horizonte
social de intersubjetividad. En terminología de Foucault, se
puede esquematizar tal distinción, si decimos que el Semeíon
es el signo-valor en las sociedades de soberanía real, mientras
que el Symbolon es el signo-valor en las sociedades
disciplinarias. Si hablamos en términos del marxismo,
podremos decir que el Semeíon es a las sociedades pre-
capitalistas, como el Symbolon lo es a las sociedades cuyo
modo de producción ya tiene naturaleza específicamente
capitalista. El Semeíon es al objeto-de la producción, como el
Symbolon es al objeto-del-intercambio. El Semeíon es el signo
del producto laborado y el Symbolon es signo de mercancía
intercambiada. El Semeíon es al valor de uso, como el
Symbolon al valor de cambio. El capital sólido tiene como
signo al Semeíon y el capital líquido tiene al signo del
Symbolon.
En esta línea argumental, Aristóteles concibe el origen
del dinero bajo dos condiciones: el ámbito público o político
(de la res pública) y el ámbito familiar. Por ello, surge otra
distinción que cabe hacer de modo esquemático. El signo en
tanto semeíon, nos circunscribe al espacio del Estado
imperial, o de la polis-Estado (las de las leyes políticas). Por
contraposición, el signo del symbolon representa el espacio de
las relaciones civiles en la sociedad (las normas del
intercambio en el mercado).
9
El semeíon es un concepto económico que en sus
inicios, está hermanado junto a la idea de “cabeza de ganado”
(la cabeza que luego dará lugar a la interpretación del capital
como “capis”). Las cabezas de ganado, deben ser marcadas
con un signo del propietario. Se intuye que la propiedad,
como concepto pre-capitalista, nacería con ese marcaje de la
cabeza de la res. Pero además, el semeíon nace con la “marca”
sobre el metal. Semeíon es pues, antes que nada: una marca,
un signo que representa una propiedad de un bien. El semeíon
es un signo marcado sobre un objeto de propiedad
relacionado con el oikos (lo doméstico origen de lo
económico). Si la economía es el nomos-del-oikos, el Semeíon
es el signo económico de la primitiva propiedad. Lo
fundamental en el semeíon, es su marcado. El signo como
marca de propiedad. La marca registrada en la sociedad pre-
capitalista.
Esto implica, entrar en el pensamiento político
aristotélico sobre el dinero. Cuando el semeíon es un capital-
marcado y relativo a la ley de la polis, entonces el dinero es
una cosa del soberano. La acumulación de dinero no puede
venir de manos privadas. Al producirse tal acumulación de
capital privado, se pone en peligro la propia integridad de la
soberanía. En este sentido, el semeíon no podría adquirirse
sino que sería condición primera del intercambiarse bajo la
forma del symbolon. Es tanto así, que los cargos políticos no
deberían poder comprarse por los ciudadanos ricos, según
Aristóteles.
Ahora cabe pensar en el signo como Semeíon,
encerrado en el espacio de la creación económica de objetos
producidos. Pero entre esos objetos de producción que
adquieren un valor-de-uso, hay uno especial y excepcional: el
dinero. El dinero, bajo su forma concreta, es la moneda. Y la
creación de moneda, es producción del “numisma”. El
numisma es la unidad elemental, atómica, del nomos
oikonómico. El numisma poiétiko es la creación de dinero,
10 De la metalúrgia a la semiúrgia
dentro del espacio de representación del signo-semeíon.
Podemos vincular el semeíon político y lingüístico, de la
necesidad (kreia) de leyes y productos, con la crematística del
capital sólido, el valor-de-uso y la sociedad soberana.
Complementariamente, el symbolon lo asociamos al numisma,
pertinente a la oikonomía ciudadana y al trueque en el
mercado del capital líquido y el valor-de-cambio. Para
Aristóteles, el signo-semeíon que expresa el valor de uso, sería
la forma natural del signo. Lo que Baudrillard denominaba
como “fase natural del simulacro de primer orden”. En
cambio, Aristóteles siente que aquello que de natural le
pertenece al uso como valor y necesidad, lo pierde en cuanto
pensamos en la lógica del mercado y del valor-de-cambio, en
este caso: del symbolon como numisma.
Ahora queremos abordar la dualidad entre dos
grandes razones heterogéneas: la razón de la producción y la
razón de la financiación. Dualidad de series económicas que
nos permitimos expresar bajo el análisis en paralelo del
“semeíon-symbolon” por un lado, y el “daneíon” por el otro.
Hay un principio de divergencia entre el mundo del
semeíon y el mundo del daneíon. Mientras que la práctica de
la creación de moneda se funda en un origen divino, la otra
práctica (la de creación del préstamo) es de origen humano.
Pues el Semeíon y la “semitoikós oikonómica”, aparecen
en un contextol de carácter divino. El semeíon monetario,
procede de un semeíon deíco o relativo a los dioses. El
verdadero semeíon es el de lo divino: la marca o la señal de
Dios. Toda semiótica debería comenzar por ese origen que
sería una semiurgio-logía o ciencia de la señal del Dios
/demiurgo. Semio-demiourgia. Señal como prodigio de una
fuerza divina, que se manifiesta en el desierto ante el pueblo
de Moisés (semeia kaí terara). 4 Esto nos hace pensar que el
Semeíon divino es cosa fenoménica del dios hebreo, mientras
11
que el dios cristiano en tanto hijo del padre, se contentaría
con ofrecerse como “symbolon” en lugar de “semeíon”. El
semeíon divino es manifiesto signo o señal de jerarquía,
autoridad o poder, por el contrario el symbolon es signo
expreso de lateralidad u horizontalidad social. Aprovecho
para comentar, que también nos encontramos en los inicios
del sema, con un “semeíon” de Luciano de Samosata,5 . El
Semeíon en la cultura sirio-fenicia se encontraba en el templo
de la diosa siria-fenicia, de fama renombrada por todo el
Mediterráneo. Esta raíz sem-, probablemente dio nombre a las
propias lenguas semíticas: entre ellas, el arameo, el hebreo y
el fenicio. El propio idioma griego tiene raíces en las gramática
fenicia (phoinikeia grammata). Como ejemplo, tomemos el
célebre nombre evangelista de Gestsemanei. La morada de
Getsemaní está formada por dos elementos: Geth+semenai.
Algunos intérpretes consideran que el nombre hace referencia
a “los olivos” y al aceite. El monte de los olivos donde Cristo
oró antes de ser sacrificado. Pero sin duda, el nombre también
podría evocar a la “señal”. ¿Pues no se señala al “christós” con
el aceite ungido?
Pero el semeion syrio-fenicio, es al que nos remite
Luciano, quién lo describe un icono en el altar de las tres
divinidades. El trono presentaba el triángulo familiar divino:
padre, madre e hijo. Y es a la representación del hijo, al que
Luciano denomina con el término de “semeíon”. Los propios
sirios lo llaman así, especifica Luciano. Semeíon, divinidad sin
nombre, según asegura el autor. Figura colocada en el altar del
templo, entre el padre y la madre. Que algunos identificaban
con Dioniso, otros con Deucalión…Si la madre fenicia era
nombrada como Semíramis, es lógico pensar que su hijo fuera
Semeíon. Y Semíramis era la diosa de las palomas. Una
paloma de oro mediaba entre las tres figuras, según relata
12 De la metalúrgia a la semiúrgia
Luciano. Quizás por tanto, el semeíon fenicio fuera un
antecedente del hijo del dios cristiano (symbolon). Más tarde,
la trinidad cristiana mistérica incorporará ese semeíon
columbino, bajo la forma de la tercera persona o espíritu
santo.
Es en los evangelios, como el de Marcos (8:11) y el de
Juan (4:48) donde aparece numerosas veces este semeía, a
modo de “señal” del cielo o señal divina. El semeía aparece
junto al término traducido por “prodigio”. De modo que es
Señal divina, prodigiosa, milagrosa,…señal que no es natural
sino divina o extra natura.
Pero volvamos a la economía. Y debemos enlazar el
semeíon como señal divina, del padre (producción y valor de
uso) o del hijo (mercado y valor de cambio) o del espíritu
santo, con la señal en tanto marca registrad en el proceso de
la creación de dinero, por parte del soberano. A la
convencionalidad social del signo-semeíon, y su esencia
política, se debe añadir su materialidad metálica del signo. Si
la causa formal sería del orden de lo político, la causa material
sería terreno del metalúrgico. El herrero, es el hombre de
confianza del soberano. Producirá sus armas y sus monedas.
Templará sus espadas y sus monedas, con las que su vez
templará el soberano a sus súbditos.
Y donde se produce el entrecruzamiento, entre la señal
divina y el signo soberano, es en el acto de marcar (semeíon)
la moneda (numisma). Dice Aristóteles6:
“para efectuar los canjes los hombres convinieron entre sí,
para dar y tomar, una materia que, siendo útil por sí misma,
fuese de fácil manejo... por ejemplo, el hierro o la plata..., en
un comienzo, sólo por dimensión o peso, pero luego con el
agregado de una impresión particular, para evitar la continua
medición”.
13
Es la “impresión particular” la que debe ser re-
traducida a partir de los enunciados: “o gar charakten” y
“Etethe tou posou semeíon”.7 Esta idea aristotélica es
fundamental para comprender el Semeíon como marca o cuño
del soberano, en el acto de creación de la moneda. Semeíon
monetario tanto del “cuánto” vale, como del “quién lo hace
valer”. De modo que “el cuño es certificado auténtico de la
cantidad de sustancia valiosa que contiene la pieza”8. Acuñar
es golpear con una cuña la señal del semeíon. Semeíon
realizado con el martillo y la cuña del herrero, siguiendo las
órdenes del soberano.
La acuñación de la moneda, es precisamente este acto
primario del Semeion. Los romanos describen esa acción
como “electa materia” y como materia “forma publica
percussa”. En ellas intervendrá también el concepto de la
“pecunia” romana.9 La materia electa es el metal (en tanto
patrón metálico y causa material), mientras que la forma
pública percussa, nos muestra esa acción percutora de la cuña
sobre el metal. Justo en el momento de “señalar” la moneda
con una “señal” o Semeíon.
Estamos ante el golpear del herrero con el martillo, o
el primitivo troquel que señala con el semeíon la moneda.
Herrero y Soberano forman el par de acción en el espacio de
representación del semeíon. Dice Aristóteles10:
“para efectuar los canjes los hombres convinieron entre sí,
para dar y tomar, una materia que, siendo útil por sí misma,
fuese de fácil manejo... por ejemplo, el hierro o la plata..., en
un comienzo, sólo por dimensión o peso, pero luego con el
agregado de una impresión particular, para evitar la continua
medición”.
14 De la metalúrgia a la semiúrgia
Es la “impresión particular” la que debe ser re-
traducida a partir de los enunciados: “o gar charakten” y
“Etethe tou posou semeíon”.11 Esta idea aristotélica es
fundamental para comprender el Semeíon como marca
Ecuación o relación del Semeíon (A1)
Valor monetarioAcuñación simbólicaPeso del Metal
Capital monetarioCreación de MonedaPatrón metálico
15
simbólicamente a lo largo de la historia. Por ello, el dios de los
comerciantes, es también el dios que comercia con plata. Con
la plata originaria de los pueblos semíticos (pueblos del
semeíon): hebreos y fenicios. En hebreo, la plata es “kese” y en
fenicio es “Keps”…en sumerio “kesp”. De esa raíz plateada,
surgirá la moneda de plata: “kesital”. La plata fue así el metal
escogido para el intercambio comercial. El “she+kel” será la
moneda fenicia de plata, ya que debe su nombre al valor-de-
su-peso, que en hebreo es “shaqal”. De modo que pagar y
pesar definen una misma realidad.
Este acontecimiento semiótico dibuja el espacio
idealista de representación, de este acto de creación simbólico
(A1), que es el acto de crear moneda y darle un valor cuya
equivalencia es su peso. La Plata y el dios Mercurio simbolizan
todo este universo del patrón metálico de la moneda y de su
valor en peso.
Complementariamente, este valor-en-peso necesitará
de un instrumento pesador: la balanza. El valor proviene de la
balanza (bilanx). La balanza tiene un eje, que sostiene las
condiciones de equilibrio de todo pesar/valorar. Y en griego,
se definía como “axia”, de ahí que la axiología sea la ciencia
de las valoraciones. Del eje, cuelgan los platillos. Con lo que el
término “peso” deriva del “pendere” que es el “colgar”.
Aquello que culega o pende del axia de la balanza. Eso es el
valor del peso y el peso del valor. De ese equilibrio en la
balanza, nace la pieza que contrapesa el valor: la “libra”, en su
“calibrar”/que en inglés se asocia al nivel o “level”. Y en
francés antigua, al “livel”. La libra que hace que todo el
sistema de valor/pesar se mantenga en equilibrio, es
semejante a un insecto: la libellula o libella, que es el nivel de
la balanza. Como la libra. De la libra-libella, nace el equi-librio
y la equi-valencia en los pesos.
Pero de este universo del peso y el valor surgirá una
contradicción, entre la balanza del comerciante y la balanza
de la justicia. Mercurio como dios de la balanza de los
16 De la metalúrgia a la semiúrgia
comerciantes, tiene naturaleza de embaucador. La balanza de
Mercurio, está trucada.
Hemos analizado como el término Semeíon tuvo un
origen autónomo en la historia del desarrollo del lenguaje,
pero enseguida se apareja con otro que le acompaña:
“symbolon”.
Las fuentes nos dicen que el “sema” fue adoptado por
la tradición médica, en cuanto expresa también: síntoma,
indicio de enfermedad, etc.12 Por otra parte, aparece el
“symbolon” en los textos referidos al problema de la
interpretación (hermeneia).
Tenemos por lo tanto dos caminos que se entrecruzan
desde los orígenes de la cultura griega:
- La Se-meneia, relativa al semeneíon
- La Her-meneia relativa al symbolon
Es en Aristóteles, en su obra “Perí hermeneías” donde
Aparece ese entrecruzamiento entre la semeneia y la
hermeneia. Pero es necesario aclarar el sentido de “lo
simbólico” y “lo semeíco” en relación a un tercer término que
suelo utilizar (en otros libros).
Se trata del concepto “diábolo”. En verdad, se pueden
preguntar ¿porqué el semeíon actúa en un espacio de
acuñación simbólica?
Entonces debemos pensar y partir del término
“symbolon” para comprender cómo éste se bifurca de sentido,
según la acción a la que sirva. Si el symbolon sirve a un
principio de convergencia entre dos serie o términos,
entonces lo simbólico será realizado por una Conciencia (del
sujeto) que realiza el Semeíon. La unificación de los dos
extremos del symbolon, es lo que aquí cuenta ahora. Por
ejemplo, Concepto y Referente convergen desde el Signo,
Causa formal y Causa material convergen desde el acto de
17
creación, moneda y patrón metálico convergen en el acto de
acuñación.
Sin embargo, debemos distinguir el otro momento del
symbolon, en el que ya no se trata de un principio originario
de creación de valor, sino en un principio de divergencia del
valor a través del símbolo. En este caso, el symbolon toma el
nombre de “diábolo”. El diábolo, separa, escinde en dos series
el valor del propio signo.
Entre los griegos, y en especial Aristóteles, conciben el
Symbolon como el momento de escisión, de partición, de
bifurcación de un mismo objeto que se separa en dos trozos,
o en dos mitades (no obligatoriamente simétricas). Este
objeto, pudiera ser un selllo, una moneda o una medalla.
Observemos entonces, como aquí, en este preciso instante, el
objeto es escindido en tanto Semeíon, pues es un objeto-
marca, un objeto-señalado como lo es un sello, una moneda o
una medalla. El Semeíon es fracturado en dos partes. Esta
fractura del Objeto-Semeíon, divide el Uno en Dos, con el fin
del reconocimiento futuro entre los dos poseedores de las
correspondientes mitades. Es aquí, cuando “lo simbólico” se
torna en “diábolo”. Puesto que el prefijo “día” significa
separación.
Podemos expresar esta distinción entre la unidad del
Sema y la dualidad de éste, a través de dos ecuaciones o
relaciones semióticas: la del Semeíon-simbólico y la del
Symbolon-diabólico. Estos dos espacios describen los dos
momentos del Sema, del signo lingüístico y de la moneda. El
primero como acto de creación de un signo-unidad, y el
segundo como acto de fractura del signo en una dualidad.
Bajo la teoría del capital semiótico, estos dos espacios
fundan dos fases distintas del capital, del valor, y del sema.
Las dos fase del capital, son las denominadas como: capital
sólido y capital líquido. Lo sólido del semeíon simbólico y lo
líquido del symbolon diabólico. La primera sirve a la creación
y producción de objetos, entre los que destacamos la creación
18 De la metalúrgia a la semiúrgia
de la moneda. La segunda sirve a la función del intercambio
en el reconocimiento previo a través de las dos mitades
fracturadas que se encontrarían en dos condiciones
especiales. Esas dos condiciones ontológicas y económicas en
las que el Semeíon funciona como símbolo-diabólico, son: el
espacio de la producción asalariada (A3) y el tiempo del
intercambio en el mercado (A4).
Lógica A del Capital de Producción
Espacio del Capital
Función simbólica
Espacio sólido y el Espacio
A1 en espacio de
del Semeíon de Creación, en el
SEMENEIA
representación
Valor de uso
Función simbólica
Tiempo Tiempo de Creación
A2 en tiempo de
del Semeíon en el Valor de uso
representación
19
simulación y el símil, proceden del “símilis” cuya raíz es
también la “Sem-“, que hemos visto anteriormente.
De acuerdo a la clasificación que presento en el cuadro
anterior, hay diferencias entre una conciencia del Semeíon
simbólico o representacional (A1 y A2) y un inconsciente del
Symbolon diabólico o repeticional (A3 y A4). Y esta distancia
entre la Semeneía y la Hermeneía, podemos encontrarla
también en el mismo Aristóteles cuando distingue entre
significación natural y significación social.
Por ejemplo, el poder soberano se presentaría a través
de la Semeneía, a través del signo de la Corona real. La
monarquía es hereditaria y como tal, tiene como referencia a
la Naturaleza. En cambio, en las sociedades (que podríamos
llamar disciplinarias o del Estado moderno), el signo del poder
será el “bastón” de la Presidencia (republicana).
Aristóteles distingue también, el semeíon como
lenguaje natural en tanto espacio de representación simbólico,
donde el signo representa a la Naturaleza (la cosa natural
simbolizada por el semeión). De modo que el Semeíon es la
simbolización de los “estados-del-alma”13. Resuena en este
semeíon, la doctrina platónica de la similitud de la palabra en
tanto imitación de buena calidad que es fiel a la Idea.
Y por otro lado, Aristóteles concibe el “symbolon”
como lenguaje convencional que varía según los pueblos en la
escritura de la cosa y en su pronunciación. El Symbolon está
vinculado al logos humano y el estudio de la Hermeneia. Se
diferencia entonces del Sema divino, que sería del orden del
Semeíon.14
13 "Pues bien, los sonidos vocales son símbolos de las afecciones del alma, y las letras lo
son de los sonidos vocales. Y así como la escritura no es la misma para todos, tampoco
los sonidos vocales son los mismos. Pero aquello de lo que éstos son primariamente
signos, las afecciones del alma, son las mismas para todos, y aquello de las que éstas
son imágenes, las cosas reales, son también las mismas." Aristóteles, Peri Hermeneias,
1, 16 a 3-5.
14 Hay también en Aristóteles, la clasificación que sale de nuestro planteamiento, y que
anañiza Roland Barthes en “La retórica antigua”. Está divide en tres los niveles del
20 De la metalúrgia a la semiúrgia
El Semeíon divino, fuere el acto del “señalamiento”
sobre la moneda de metal, en el acuñamiento soberano. Pero
también se señalará/marcará el ganado, de un modo más
humilde y humano. Y más concretamente, la cabeza de la res.
La res, aquí, es la cosa-vacuna u ovejuna. Res cárnica o lanar
que debe ser marcada con el signo sobre su cabeza. Se trata
del Semeíon como Capital. La señal del capital sobre la cabeza
del ganado (capitus). Pero al mismo tiempo que se señalan la
moneda y el ganado, también se señalará el fruto de la
cosecha.
Siguiendo a Cicerón deberá diferenciarse una ontología
del “pecuniosi” y una del “cupletes”. El primero es el ganadero
pastor, el segundo el terrateniente agricultor. Mientras que los
cupletes, son “plenos en fincas” (locis plenus), los pecuniosi
son “plenos en cabezas de ganado”. Hay dos patrimonios: el
de los cupletes y el de los pecuniosi. El de los primeros es del
orden del activo fijo, el de los segundos del activo circulante.
La pecunia es al capital circulante, y a la moneda sólida que se
hará líquida con el tiempo. Se hará líquidez, solidificándose su
plata-de-agua en sólida moneda como circulante. La pecunia,
se origina en el “pecu”, que es el ganado. Pecu y cabeza, son al
ganado y por tanto dan nombre al capital o cabeza de ganado.
El pecus, es el activo que pace (pascebant) en los pastos. La
pecora, el rebaño circulante como la moneda. Y en los griegos,
la pecunia es el “pekos”: la lana del ganado pecuniario. Que
cuanto más densa y espesa, mejor pekós será. Hasta alcanzar
el grado máximo: el vellocino de oro.
Si seguimos en la dirección del cupletes, de sus tierras
y sus cosechas, la señal sobre lo cosechado nos remite, ya no
al signo de lo producido (semeíon), sino al signo de lo
financiado (daneíon). Signo del préstamo en la cosecha, que se
señala como deuda, como préstamo, como crédito en estado
primitivo: “hemiolion”. La hemiolia o el hemolion, hacen
21
referencia al préstamo o adelanto de capital, en espera de la
buena cosecha o recolección final del producto de la Tierra.
“En cambio, los (contratos) de especies, importados de Grecia,
duraban generalmente los meses transcurridos entre la
siembra y la recolección; su retribución consiste en el
hemiolion, equivalente (emolia) a la mitad del capital, a pagar
al vencimiento y conjuntamente con aquél”.15
El diferencial, concepto esencial de todo
acontecimiento prestatario, aparece aquí en su estadio
primitivo, nacido de la desviación entre la siembra y la
recolección.
Hémiolios, término que representa la idea del
primitivo capital-a-interés16. En realidad, el prefijo “hemi-“ da
a entender la “mitad” o la “media parte” de algo. El hémiolios
era la “parte y media” de una unidad. La unidad prestada, más
los intereses que se valoran en una mitad más. La relación es
de tres a dos (3:2). Idea concebida originariamente en la
armonía musical de la tradición pitagórica. Denominado por
Filolao de Crotona, como la “quinta justa”. Término
enmarcado en el pensamiento de la armonía del cielo. A cada
planeta se le hacía corresponder una determinada relación
proporcional entre las partes. Cosmos armónico, plasmado en
la numeración pitagórica de las relaciones, pero también
expresado en los intervalos de la armonía musical.17
Podemos establecer hasta ahora, una contraposición o
mejor un paralogismo, entre el espacio-del-semeíon y el
espacio-del-hemolion. El primero como espacio fundador de la
acuñación monetaria y la economía de producción. El segundo
como espacio del capital-a-préstamo y el cobro de intereses,
en tanto espacio fundacional de la Economía de financiación.
(ambigüedad).
15 “El préstamo y la usura en el Mediterráneo antiguo”. J.M González. Universidad de
Alicante.
16 El término “hemiolion” aparece por ejemplo en el Papiro de Tebtynis del año once
22 De la metalúrgia a la semiúrgia
Lógica A del Capital de Lógica B del Capital de
Producción Financiación
Capital Sólido Capital gaseoso
(A1) Espacio de Producción (B1) Espacio de Financiación
Acto de Creación de Moneda Acontecimiento del Préstamo
Acuñación del soberano Financiación del siervo
Señal o Marca sobre la Moneda
Señal sobre la cosecha
y/o sobre el ganado
SEMEÍON HEMÍOLIOS (DANEÍON)
Fase del Signo
Fase del Signo-Código (B1)
Referencial/natural (A1)
En todo acontecimiento de préstamo, el deudor debe
ofrecer una garantía que salve el riesgo de impago o de no
devolución de lo prestado. Esta idea aparece en el enunciado
griego “prasis epi lysei”, que significa el modo de liberación
respecto a la deuda. Un desatamiento (desatar es lysei) o una
liberación respecto a lo debido. Una medida del concepto
primitivo de rescate de la deuda. O bien el ofrecimiento de un
objeto, con el que protegerse el acreedor del riesgo del
préstamo.
Esta atmósfera de capital financiero, que envuelve al
acreedor y al deudor en la idea del préstamo y la garantía de
dicho préstamo, nos remite al concepto de “antichresis”.
El concepto griego, de “antichresis”, tiene origen en la
negación de la “chresis”. Y la chresis, es la “necesidad”. Chreia,
es “lo necesario”. Entre la familia de términos que brotan a
raíz de la “chreia”, aparecen: Chrao (usar), Chre (el debe),
Chrema (dinero), Chreopheiletés (deudor de dinero), Chretho
(tener necesidad).
Con esta familia de significados, entramos en el
mundo de la “crematística”. En la línea de Aristóteles (Ética a
Nicómaco, libro V) la crematística, nos propone pensar en el
dinero como necesidad de riquezas. Conjuntamente, la oiko-
nomía sería entonces la norma para adquirir riquezas en
cuanto son fruto de la necesidad. Definición primaria y
primitiva de “lo económico”, por cuanto es la actividad
23
orientada a la satisfacción-de las necesidades. Y aquí
introduzco el “valor” como valor-de-uso, ya que la “necesidad”
es al “uso”. Por tanto el universo económico de lo crematístico
está enlazado al mundo del Semeíon (moneda de metal
marcada o señalada). Ambas visiones coinciden, tanto la
producción de monedas acuñables como la producción de
objetos necesarios para satisfacer nuestros deseos más
primitivos.
Estamos hablando en términos de la relación primera
(A1) de la lógica del capital sólido, en su aspecto
“chrematístico”.
(A1) Satisfacción-valor de usonecesidad
La satisfacción es una causa formal, pensada como
falta, como carencia a satisfacer por una causa material, que
no es otro que el objeto producido. La satisfacción primaria,
se resuelve o se cumple con la utilidad del objeto. Con el
valor-de-uso de lo producido, se hace satisfacción a la
necesidad. Es una crematística de la necesidad y del valor-de-
uso, diferenciada de otra consistente en el deseo de
acumulación de riqueza y sobre el valor-de-cambio (A3). Es
una crematística de la representación (A1), y no una
crematística de la repetición (A3, capital líquido). Es un
espacio crematístico primitivo, propio de las sociedades de
soberanía. Espacio de soberanía real que crea dinero por
medio del acto soberano de acuñación monetaria. Aquí la
“chrema” en su estado sólido, queda definida por el valor-de-
uso. Chresis, literalmente es: hacer-uso-de algo.
Posteriormente, la chresis será el “justo uso” (usus iustus) en
la Patrística cristiana.
Sin embargo su contrario, la “anti-chresis”, abre el
horizonte de la lógica del capital gaseoso, por medio de un
primer espacio-del-préstamo (B1). Si la “chresis” inicia el logos
del capital sólido, la “anti-chresis” inaugura el logos del capital
gaseoso. Si la “chresis está vinculada a la producción y al
24 De la metalúrgia a la semiúrgia
valor-de-uso, la “anti-chresis” lo está a la inducción
(endeudamiento) y al valor-del-crédito.
25
En este ámbito de la garantía de préstamo, o de la
prenda en la deuda, la “Antichresis” aparece como aquel
objeto cuya esencia es, precisamente, su “ser-contra-el uso”.
Esto significa que el objeto se considera, no en función de su
valor-de-uso dentro del sistema productivo, sino en función
de su “valor-de-garantía” en el sistema de préstamo.
Algunos intérpretes, han entendido que la
“Antichresis” funcionaba como un instrumento financiero que
evitaba la limitación de los intereses legales, oficialmente
establecidos por el soberano. Pero creo, que justamente opera
con el fin contrario. Estamos en un contexto financiero en el
que el acto de endeudamiento se realiza en condiciones “no-
monetarias”. El semeíon está ausente, y se paga la deuda en
objetos que no son monedas metálicas acuñadas. Se puede
devolver el préstamo como parte de la cosecha (hemíolia de
aceite, trigo o vino), o en especies (objetos de valor como
garantía). Parece que en las condiciones de hemíolia, sí podría
permitirse al acreedor cobrar un porcentaje muy alto como
interés, pero en la “Antichresis” el objeto ofrecido en garantía
previa, limitaría el exceso de ansia del prestamista. De modo
que un interés por encima del límite legal, no podría ser
representado por la retención del objeto-prenda (Antichresis).
“Este edicto fue seguido por Constantino en C 4 32 2573, con el
resultado de que el oro, plata, tela o bestia de carga, etc. se dan en
lugar de dinero y sólo el doce por ciento de interés podría ser
acusado en el valor acordado del objeto. Sin embargo, se afirma
que las especies en c428, todavía tenía el sentido clásico de las
cosas concretas y no había tomado en el sentido de los productos
agrícolas hasta el momento.”19
Este concepto de “Antichresis” como idea de un
objeto-de-garantía en el préstamo, nos remite también a la
“hypotheke”. La hipoteca, será aquel objeto o cosa que
26 De la metalúrgia a la semiúrgia
subyace debajo de la superficie del préstamo. La garantía que
está por debajo de lo prestado, como sosteniéndolo ante el
riesgo de la no-devolución. Los terrenos hipotecados, o las
casas dadas como garantía en los préstamos, eran marcados o
señalados con los mojones de piedra u “horoi” que marcaban
primitivamente caminos y cruces. En este horizonte del
paisaje de la financiación, se divisan los horoi en tanto
semeíon hipotecarios. Piedras de hypotheke, que son la marca
especial del acontecimiento del préstamo.
Por último, debemos hablar de la forma evolucionada del acto
de préstamo, que esta vez nace no de la economía de la tierra,
sino de la economía del mar. Es en el contexto del comercio
marítimo, que el préstamo tomó el nombre de “daneíon”. Del
préstamo en especies, aparecido en el ámbito rural de la
hemoilía y la “chorai” (poblaciones campesinas), se sucederá
el préstamo dinerario de las “polis” 20 (ciudades-estado con
puerto, urbes de comerciantes como la misma Atenas).
Daneíon, en griego, significó “deuda”, “préstamo”.21 En
un primer momento, el daneíon acontece en los templos y en
los lugares sagrados, como espacios de prestación dineraria.
Lo sagrado como origen de toda actividad económica, hace
bifurcar el sentido de la producción y de la financiación. Brillo
metálico de la acuñación monetaria por la gracia divina en
nombre del soberano, pero por otro lado, luz aúrea del
préstamo en el templo de la piedad griega. Capital sólido y
Capital gaseoso nacen de la divinidad del soberano y de la
divinidad sacerdotal respectivamente.
27
Espacio de Producción Espacio de Financiación
Acto de Creación de Moneda Acontecimiento del Préstamo
SEMEÍON DANEÍON
SOBERANO SACERDOTE del TEMPLO
22 Herramienta financiera que se desarrolla con los viajes naúticos a las Indias.
28 De la metalúrgia a la semiúrgia
avanture”, que se tradujo al español como “préstamo a la
gruesa ventura”23.
Pero el daneíon griego, tiene su verdadero origen en
los fenicios,…como el abecedario. Los griegos “Sema y Danos”,
son heredados de los fenicios. Pues Daneíon, surgirá del
pueblo cuya misma raíz toma: los Danaos. Que aparecen ya
nombrados en los escritos homéricos. Los Danaos, según la
mitología tienen al rey del mismo nombre: Danao. Hermano
gemelo de otro rey: Egipto. Los danaos son pues hermanos de
los egipcios. Ambos, según el mito, hijos del rey egipcio Belo.
Dánao que ocupaba las tierras libias, vecinas de Egipto, tuvo
que huir por el desierto hasta llegar a Tyro (ciudad fenicia del
Rey Agenor, su tío). Pero desde Tyro, Dánao se embarca en
una nave que le conduce hasta la isla de Rhodes.
Dánao es el primer rey que construye grandes naves
de navegación para surcar el Mediterráneo, de oriente a
occidente. De Rhodes navega entonces hacia Argos (territorio
helénico). Es razonable pues, pensar que el “daneíon” nació
con el rey fenicio de la navegación: Dánao.
El peligro de la navegación fenicia, parece ir de la
mano con el riesgo financiero del daneíon. Y en el imperio
romano, ese peligro-riesgo viene expresado en el término
“fideuissio indemnitatis”. Ya fue creado como regla de derecho,
en la república romana, entre los comerciantes náuticos.
Posiblemente, fuera adquirido como botín cultural, desde los
tiempos de las guerras púnicas o phoenicas, contra los mismo
fenicios o púnicos. Quizás por ello, los romanos también lo
llamaron “phenus nauticum” que sería “phoenus nauticum”.
Pero la figura del “fideuissio” es la de un personaje que avala
al deudor. Que da fe (fides) y toma responsabilidad sobre el
cumplimiento de la deuda.
23 El préstamo a la gruesa o al riesgo marítimo, es un contrato por el cual una persona presta a otra
cierta cantidad sobre objetos expuestos a riesgos marítimos, bajo la condición de que pereciendo esos
objetos, pierda el dador la suma prestada, y llegando a buen puerto los objetos, devuelva el tomador la
suma con un premio estipulado.
29
A este “daneíon nautikon”, los romanos también lo
denominan como “pecunia trajecticia”24, es decir, como capital
prestado durante el trayecto náutico. El trayecto naútico, es a
la travesía de la “gruesa ventura”, que es a la vez un ancho y
variable riesgo. El émporos25, que aparece en la Odisea, es ese
navegante-que-se-pone-en-camino. Necesitado de financiación,
para comerciar (kattalllein) con puertos refugio como
Emporion (Ampúries). El emporíe y el daneíon toman la misma
ruta marítima. Quizás Odiseo fuera uno de los primeros en
vincularse al daneíon, por si su aventura no llegase a finalizar
de vuelta a casa, en Ítaca.
24Se define por Modestino como pecunia quae trans mare vehit (Dig. 22 ...CitaciónKrampe,
Christoph (Bochum). "Fenus nauticum." Pauly Nueva Brill. Antigüedad volúmenes editado
por: Hubert Cancik y, Helmuth Schneider. Brill en línea, para el año 2012.
25Thür, Gerhard (Graz). "Daneion." Pauly Nueva Brill. Antigüedad volúmenes editado
por: Hubert Cancik y, Helmuth Schneider.
30 De la metalúrgia a la semiúrgia
CAPÍTULO II
ÉRANOS
31
En Éranos30 es un préstamo, entendido como favor de
amigo o familiar, enmarcado en el enunciado de: hoy por ti,
mañana por mí. Queda por tanto, claramente, alejado de la
idea del “préstamo” como operación financiera del usurero o
del banquero (trapezoi). Y es en esta oposición que dista entre
el préstamo-por interés del “daneíon” frente al préstamo-
desinteresado31 del Éranos, donde cabe analizar esta última
conducta política o cívica en la sociedad clásica griega.
El concepto de Éranos se establece en el ámbito de la
amistad y de la familia o incluso del demos (barrio de la
ciudad), estando al margen de la leyes de la polis. No goza de
derechos legales, de reclamación sobre lo prestado, a
diferencia del “daneíon”.
Si el préstamo se produce en un ambiente de gente
próxima, de amigos y familiares, entonces comprobamos por
qué la idea de “éranos” está vinculada a las asociaciones
civiles, que tienen por objeto: la comida y la celebración
festiva. Actualmente, podemos compararlas, salvando
distancias, a las sociedades gastronómicas de tradición vasca-
navarra. En las vascongadas se llaman “txocos”, no solo a la
asociación sino al lugar físico o local de encuentro. En
Navarra, están las denominadas “peñas gastronómicas”. No
debe extrañar, que una de los primeros “éranos” vascos,
constituidos en el siglo XIX, fuera llamado “La Fraternal”. Que
en griego, la llamaríamos: “la phylia”32.
Si nos remontamos de estas sociedades gastronómicas
del siglo XIX, hasta la época clásica, nos encontramos no sólo
con el concepto de éranos, sino con la comida denominada
30El término ἔρανος , aparece ya en Homero (Od. I 227 y XI 415) , Píndaro y luego en
Teofrasto.
31Podemos relacionar el primitiva éranos desinteresado y entre amigos, con el término
“clemencia” que recoge Séneca dentro de la tradición estoica del pórtico.
32http://www.sociedadesgastronomicas.com/ Artículos de Rafael Aguirre.
Sociedades Antiguas.
32 De la metalúrgia a la semiúrgia
“ágape”. La celebración de una comida fraternal, entre amigos,
o entre familiares, quizás nos acerque al sentido de este
“ágape”. Comida entre fraternos, o entre “próximos” que
enseguida por la tradición cristiana, se convierten en
“prójimos” (proper+máximus) a través de la celebración
sagrada y nos conduce hasta el “último ágape” de Jesús. El
ágape se convierte en última cena33: ágape eucarístico. Con
éste, el “éranos” griego se acerca definitivamente a la cháritas
cristiana, que no es otra cosa que aquel “amor al prójimo”.
Este ser-próximo, del cristiano, está estrechamente
unido al griego “plesión” (quizás pelasion), ya que “pelás”
significa “cercano” y “plesión” denomina al “próximo” o
vecino del mismo demos.
Pero la comida como celebración fraterna, en el mundo
clásico, tiene esencialmente dos formas de relación social,
sobre la práctica culinaria, fundamentales: la syssitía y el
symposio. Mientras que la primera es originaria de Esparta, la
segunda lo es de Atenas. Platón sabe muy bien (en el
Symposio y en de De res pública), que son distintas y que
reflejan sin duda, dos regímenes políticos distintos de aquello
que debiera ser la polis. Si la syssitía parece ser alabada por el
pensamiento de Platón, acerca de lo político, sin embargo el
Symposio se contextualiza en un polis donde Eros es el centro
de atracción de sus ciudadanos. Habrían en este ámbito
concreto, dos regímenes distintos para la polis, en función o
no del modo de celebración practicado: la syssitía o el
banquete. Seguramente Platón demandaba más syssitías y
menos banquetes para su propia polis. En terminología
hegeliana, podríamos pensar que las syssitía están
33 El ágape desde el punto de vista de la filosofía cristiana, por ejemplo en San Agustín
de Hipona, introduce a la enigmática trinidad cristiana (“De Trinitate”). El amor
fraternal se expresa entonces como “espíritu santo” que aparece precisamente en la
última cena.
33
constituidas por un grupo de “andreia”34 (hombres viriles) que
Kojève llamaría “señores” o “amos”. Por el contrario, el
symposio estaría formado por hombres débiles sujetos a eros
(como comerciantes de Atenas) pero también con la aparición
de algún que otro, filósofo. Hay una dualidad escondida en el
mito entre la salsa de la syssitía espartana como sangre del
cerdo sacrificado, y por otro lado la ciudad de los cerdos en la
democracia ateniense.35 Pero como veremos, el banquete
ofrece también la posibilidad de que nazca Eros, y con él la
Philosophía (pero este tema, aquí en este libro, no será motivo
de análisis).
Es importante destacar, que lo que une los términos
griegos “ágapao” y “philé” es precisamente en sentido de:
amor fraternal. Es decir, aquella acción o conducta del dar
desinteresadamente.
Pero no debemos olvidar, que el “eranios” o “éranos”
aluden también, al sentido de dación, préstamo o ayuda bajo
un fondo moral de desinterés. Se opone entonces, al
“daneíon” como préstamo interesado que exige el pago de los
intereses del capital financiero. Y que está sujeto al derecho y
las leyes de las polis.
En realidad, Éranos, desde el siglo IV adC tomó la
significación del préstamo gratuito. El préstamo entre amigos,
que contribuyen “a escote”, según las cuotas de sus miembros
asociados en la hermandad gastronómica. Platón comenta en
Leyes: “En cuanto a las cuotas de alguna colecta, las podrá
hacer quienquiera, amigo entre amigos…”36. Esta comida está
abierta, también, a amigos o familiares que en condiciones
extraordinarias, no tienen qué comer o a dónde ir. Se trata
34Así se refiere Alcmán, cuando habla de las syssitía de los andreia. Ver en “Essene
Thíasoi and Syssítia. Hellenistic Perspective of Philo of Alexandria about the
Essene.Organization”. Lorena Miralles Maciá. Universidad de Granada
35Probablemente en próximos libros, pueda hablar el mito de la syssitía, la salsa del
verraco y el nacimiento de la justicia en la polis. En oposición al symposio de Eros.
36 Platón, Leyes, 11, 2, 915e
34 De la metalúrgia a la semiúrgia
pues de una prestación social en caso de necesidad
perentoria, de algún conocido de la fratía. Eso no impedía que
siempre se colaran personajes no invitados, por alguno de los
socios. Y es en este contexto del Éranos, donde cabría
entender el mito platónico, en el “Symposio”, acerca del
encuentro que da lugar al nacimiento de Eros (la divinidad
griega del amor y el deseo).
Dice Platón37, en palabras de Diotima: “«Cuando nació
Afrodita, los dioses celebraron un banquete y, entre otros,
estaba también Poros, el hijo de Metis. Después que
terminaron de comer, vino a mendigar. Penia, como era de
esperar, en una ocasión festiva, estaba cerca de la puerta.
Mientras, Poros, embriagado de néctar (pues aún no había
vino), entró en el jardín de Zeus y, entorpecido por la
embriaguez, se durmió. Entonces Penia, maquinando,
impulsada por su carencia de recursos, quiere hacerse un hijo
de Poros, se acuesta a su lado y concibe a Eros. Por esta razón,
precisamente, es Eros también acompañante y escudero de
Afrodita, al ser encontrado en la fiesta del nacimiento de la
diosa y al ser, a la vez, por naturaleza, amante de lo bello,
dado que también Afrodita es bella. Siendo hijo, pues, de
Poros y Penia…”
Penia, es la joven que acude al banquete. Estaba cerca
de la puerta, y se cuela dentro de la fiesta. El Éranos, es aquí
una celebración entre dioses, no entre hombres, pero sirve
análogamente para nuestra comprensión del éranos entre
humanos. Del éranos entre dioses, nace Eros: el amor como
fuerza que no es divina ni humana. Está entre los dos
mundos. Nace el nexo que une a los hombres y a los dioses. Y
esta mediación surge de un Éranos. No es casual, que Eros
nazca, en medio de un éranos, según cuenta Platón. Penia
representa, al indigente social, a aquel que no tiene lugar en la
comunidad del éranos. Pero es a la vez, el que se introduce en
35
la comida festiva, sin aportar su cuota. Poros, aquí es el pícaro
que deambula entre los demos, a la espera de ser invitado o
de no ser impedido su acceso a alguno de los éranos de la
polis. En este caso, se trata de un éranos en la polis olímpica.
Penia, está asociada al “pénes” en tanto que era el pobre
trabajador que tenía lo indispensable para sobrevivir. Luego
resulta el término “pénomai” que alude directamente al
nomos-del-pénes o aquel que está atado al salario: el obrero
de Marx. Hay una dialéctica subyacente entre Poros y Penia, ya
que “poros” es ocasión, recursos, propiedad de los medios de
producción, casi diría yo, en términos marxistas. Mientras que
su contrario, es Penia, es decir la negación de poros, o la a-
poría: la dificultad, el encontrarse sin salida en un camino. Por
eso Penia, es compañera de Aporia, Amekhania (desamparo) y
Ptokhenia (mendicidad).
Si nos remontamos a otras celebraciones que tienen
común origen con “éranos”, encontraremos términos como:
thyasoi o koinon. Es Ateneo de Naukratis, quien se refiere
concretamente al origen del éranos38: ““Ésta es llamada tanto
éranos como thíasos y los que se reúnen eranistaí y thiasotai”.
Ambos comparten un origen religioso y piadoso, por cuanto
nacen como asociaciones privadas que comparten una misma
devoción hacia alguna divinidad específica. Propongo
interpretar según un desarrollo evolutivo del fenómeno de
asociación religiosa privada, que comienza con los thyasoi,
luego el éranos, y por último el koinon. A medida, que va
sucediendo el cambio de lexicografía, se va
desembarazándose del componente religioso. Y me remito a
la explicación que sigue: “Los comerciantes viajeros sabían
que podían encontrar, en cualquiera de los puertos, en donde
desembarcaban, a un dios de su patria y a un grupo de
congéneres dispuestos a acogerlos; los humildes pagaban una
36 De la metalúrgia a la semiúrgia
cuota que les aseguraba obtener, en caso de necesidad, un
préstamo gratuito y de no quedarse sin sepultura decente”.39
Este último sentido, nos acerca la dualidad encontrada
entre el préstamo desinteresado y el préstamo-a-interés: del
Éranos al de Daneíon. Puesto que aquí, se mezclan tanto
asuntos de náutica comercial (necesitada de financiación o
daneíon), con asuntos de piedad religiosa (los templos
primitivos eran lugares de atesoramiento y préstamo).
Pese a este origen oscuro y común que comparten la
deuda informal del éranos, con el posterior préstamo oficial
del daneíon, está ya demostrado, que se desarrollaron en la
Grecia clásica, como dos formas sociales distintas de pedir
ayuda dineraria. Estas dos vías del préstamo griego, guardan
similitud, con las dos futuras formas sociales en Roma: el
nexum y el mutuum. Donde el mutuum era asociado a un
acuerdo mutuo entre amigos o conocidos, que daba al
préstamo un carácter familiar o informal. Mientras que el
nexum, implicaba una ligazón implacable en cuanto a las
condiciones de préstamo y devolución del dinero.
37
CAPÍTULO III
ESTREPSÍADES Y LAS DEUDAS
38 De la metalúrgia a la semiúrgia
piadoso42. Aunque no solo Aristófanes, se referirá a él, sino
también el propio Platón43.
Otro matiz, a destacar entre el daneíon y la ophíelei,
aparece cuando algunos textos distinguen entre la visión del
acreedor (como daneistés) y la visión del deudor (como
opheiletés)44. Aunque tengo mis dudas, sobre ello, ya que
“ophéllo”es también: aumentar, acumular, acrecentar,
hinchar45…Señalo la idea de una acumulación-de-aire….
Pero lo relevante, de nuestro análisis, es que la deuda
designada como “ophíelei” reclama un sentido que excede lo
financiero: la necesidad de la Ley, el deber moral del
ciudadano para con las leyes de su polis y para las normas
sociales de respeto y obediencia a los mayores.
Deuda moral debajo de la que subyace una “culpa” o
“falta”.46
Esto es lo que encontramos en “Las nubes” de
Aristófanes, bajo el doble juego del lenguaje y la técnica
astuta de la comedia. Pues el comedista griego, en su obras
“Las Nubes”47, plantea el doble problema de la filosofía y los
sofistas, en relación a la de la economía y los deudores.
42El mismo Sócrates antes de morir, toma conciencia de us “ophíelei” con Esculapio:
un gallo. Platón, Diálogos. Fedro118.
43 Platón, Diálogos. Leyes IV-717b ; Leyes V-736d; Crátilo 400c.
44 Extraído de E. Tiedtke/H.-G. Link. Bibl. W. Grundmann, Art ThWb1,1933,347 ss-
id, Art aérete,ThWbII,1935,21ss
45Ophello, en griego, es acumular o incrementar, por ejemplo en Evangelios Santiago
2:14.
46 Recojo esta idea, del texto de Derrida, en Pasiones. La ofrenda oblícua: “En la deuda
se combinan el deber y la falta: conexión que es evidenciada por la historia de las lenguas germánicas :
el alemán Schuld significa a la vez “deuda” y “falta”, y schuldig, a la vez “culpable” y “deudor”.
Schuld deriva de una forma gótica skuld, la que a su vez se conecta con un verbo, skulan “tener la
obligación”, “estar en deuda” (traduce, en el Evangelio, el verbo griego opheilo, que posee las dos
acepciones), y también “estar en falta”.”
47 Aristófanes (IV-V. adC) “Las Nubes”, 1217-21.
39
Aristófanes arranca el relato en torno a esta polémica:
“Ahora que por causa de mi dinero te traigo para que seas testigo de
la citación, y, aparte de eso, resultaré odioso para un varón de mi
mismo demo. Pero nunca avergonzaré a mi patria mientras viva, sino
que cito a juicio a Estrepsíades…”.
En contra de lo que se señala aquí48, el acreedor de
Estrepsíades, sí es un “profesional-del-préstamo” aunque eso
no quita, que sea amigo y conocido. Pues convive dentro del
propio “demos”49 del deudor. Por eso, el acreedor reconoce
que “resultará odioso para un varón de mí misma demo”.
Reconociendo así cierto sentimiento de vergüenza, al reclamar
la devolución del dinero.
Pero en el caso de Aristófanes, la deuda entre amigos
se ha de devolver. Sino, el juez o demarco actúa de oficio. En
Aristófanes, ya no estamos presenciando un acto de “éranos”,
pero tampoco de “daneíon”. Es una acción intermedia, entre
uno y otro. Pues la phylia de la polis platónica, no es la
amistad en el demos de Aristófanes. El arconte del Demos,
“demarco”50, será el juez que decida la resolución del impago.
El primer detalle, para comenzar el análisis de Las
Nubes, es el nombre de “Pasias”. Dice el relato: “doce minas
debe a Pasias”.51 ¡Quién es Pasias!, creo que coincide con el que
40 De la metalúrgia a la semiúrgia
la historia nos ilustra bajo la denominación de “Pasión de
Atenas”: un “trapethoi”52 (banquero) privado de Atenas.
Aristófanes, parece comediar su relato, en una
situación de desplazamiento del acto de financiación: de los
antiguos templos religiosos junto a oráculos como el de
Delfos, se desplaza ahora el crédito hasta los trapecios de los
banqueros privados. Parece como que el contexto de Las
Nubes, sea el de una secularización de las actividades
crediticias.
El relato comienza con el escenario teatral, donde
aparecen dos casas: una grande (la de Estrepsíades) y otra
más humilde (la de Sócrates). El espacio escenográfico nos
marca ya, la dualidad entre el mundo del agricultor
(Estrepsíades) y el mundo del filósofo (Sócrates). Tierra y
pensamiento, parecen estar muy separados en el mundo ideal.
Pero debemos ser conscientes de que ambos, Agricultor y
Cultivador del pensamiento, aunque de distinta naturaleza,
producen productos. Ambos son productores,
respectivamente, de frutos de la tierra y de frutos del
pensamiento.
Todo gira alrededor de un nombre. Y ese nombre es el
de Estrepsíades. Aristófanes elige conscientemente, este
nombre para el hombre protagonista, que durante el relato se
transforma de un “hombre que cuida cabras”, a un “hombre
que acaba como una cabra”. Estrepsíades, se trastorna. Y así el
nombre proviene de la raíz griego “strepho”, que significa:
aquel que se trastorna, aquel que se le nubla la vista. La visión
clara del agricultor sobre el mundo quedará ofuscada y
nublada, por las nubes de la filosofía. Pero además,
“Strepsíades” contienen implícitamente el concepto griego del
tornado, del torbellino, del “strepto” que significa: dar
41
vueltas53, girar alrededor de algo,…por ello el relato nos
cuenta que el hijo de Estrepsíades: le hace dar vueltas a su
padre cual caballo.54 Estrepsíades no puede conciliar el sueño,
y se despierta en medio de la noche, dando vueltas con la
intención de resolver su problema de deudas, de cumplir con
su obligación (ophíelei). El relato dice que “está mordido por
los gastos y las deudas de su hijo”. La mordedura de la
serpiente (en este relato es el de una chinche entre las
mantas), es el símbolo de las deudas, pero también será la
mordedura del “demarcho”, en la reclamación de deudas
públicas (más tarde será la mordedura de los impuestos).
Es entonces cuando aparece la figura tercera, del
relato. Su hijo Phidípides. Aquí se representa la ecuación
dialéctica entre el Padre agricultor-productor y el Hijo-ocioso-
consumidor. Estrepsíades, llevaba vida de agricultor. Un
agricultor que vivía de la producción: de leche y carne del
rebaño, de la miel de abeja y de la aceituna prensada. Luego
se casó con “la sobrina del aristócrata Megacles”. Y nació su
vástago, cuyo nombre haría honra, no a la producción sino al
consumo. El nombre del caballo (ippo) como sufijo impuesto
por la madre. Y el nombre del abuelo, delante: Phido, que
recuerda a las pellizas y a las cabras de sus antecesores
paternos. Pero ganó el sufijo, pues el hijo se concentró en los
caballos, las carrozas, que eran también el deseo de la madre.
El insomnio del padre, es como la “peste caballar”, peste que
será la enfermedad consumista del hijo por los caballos.
Fidípides solo tiene como dios, a Poseidón-hípico. Mientras el
padre no duerme por deudas, el hijo sueña con caballos y
carreras. El padre acabará con sus sueños, pero el tío Megacles
seguramente no lo consentirá.
42 De la metalúrgia a la semiúrgia
El padre aconsejará al hijo, para que cambie de vida
(“por los garbanzos de tu padre)” Que deje los caballos y que
tome el camino de la filosofía. Pero la filosofía, es la de
Sócrates y Queréfonte (su discípulo). Una filosofía, que no
sirve como antes, a conocer, sino a pleitear. Una filosofía para
defender tanto las causas justas, como las injustas. Una
filosofía convertida en sofística que tiene dos modos de
argumentación: la del mejor y la del pero argumento.
Y ahora ya podemos situar el espacio del relato en
función de los tres personajes: el agricultor de la producción,
el pensador de la producción y el joven consumidor (amante
de los caballos).
En esta tríada de personajes, podemos vislumbrar un
substrato conceptual que es necesario sacar a la luz ahora. La
tríada de personajes (Estrepsíades-Sócrates-Fidípides)
configura el núcleo del relato. Este eje se desarrolla sobre la
idea principal de la “ophíelei”, que adquiere un doble juego
semántico al tratarse de dos fenómenos paralelos:
_ la “ophíelei” como deber, obligación, necesidad. Ya sea de
tipo moral o de tipo económico-financiero (interés, provecho)
_ la “ophéllo”, en tanto significa: hinchar, acrecentar, etc.
Se aprecia un paralelo, entre la physis que se hincha (el
emphysema y la physis o soplo) y el dinero que se incrementa
por el interés del préstamo (la deuda que se hincha o
ophello/ophíelei). De modo, que podemos considerar que la
ophelíeia en la phsysis y la opheileía en la economía, andan
paralelas y hermanadas. Vemos un isomorfismo opheleío,
entre un kosmos y un Oikos.
Y en ambos fenómenos de ophíelei, se producirá una
metamorfosis ideológica y económica del orden de lo
filosófico, del orden de lo subjetivo, y del orden de lo
económico. Metamorfosis simbolizada por el cambio en la
personalidad de Estrepsíades.
Hay un primer Estrepsíades y un segundo
Estrepsíades, que acaba al final retornando al primer estadio
43
pero bajo la apariencia de la locura. De distinto modo, se
produce un cambio en el hijo de Estrepsíades, quien intenta
que su hijo “cambie los caballos por la filosofía de Sócrates”.
El primer Estrepsíades, es un hombre que vive entre
dos mundos: la producción del agricultor y el consumo del
aristócrata. Entre él mismo y su propio hijo (que es parte de
él). Entre las dos partículas del nombre del hijo: “Fidias” e
“Íppides”. El hijo tiene dos naturalezas, como los dos caballos
que mueven el carro del alma. Aunque la naturaleza del
consumo y el ocio, domina a la de la herencia paterna (el
trabajo y el sacrificio). Estas dos fuerzas, o naturalezas
podemos contemplarlas en la visión equina de dos modos de
ser caballo: el caballo del arado y el caballo de carreras. Hay
también modos de ser caballo, y Aristófanes nos dice que hay
unos caballos marcados con la letra “koppa” y otros con la
marca “ese”, que servirían a distintas funciones. Podríamos
ver en todo ello, una lógica de la potencia y de los afectos, que
nos recuerda al espinozismo deleuziano. Pero esto no es ahora,
motivo de detalle.
Lo importante, para nosotros, es fijarse en que el
caballo es marcado con el Sema. Semeíon del caballo, por un
lado y préstamo del capital por el otro. Hay toda una dualidad
de lógicas económicas y semióticas, en el acto de
endeudamiento y en el acto de la producción.
Pensemos ahora, en la física griega. Recuerdo que la
“ophí-ello/elei” nos conducía a una doble expresión del
sentido: el deber moral/económico de devolver la deuda y por
otro lado, el proceso de incremento, de hinchazón del capital
o de la physis. De modo que el capital financiero del préstamo
por interés, se hincha como lo hace la physis. La physis
pensada bajo la lógica de las Nubes.
Y en el paso iniciático, del sujeto esclavo de la tierra al
sujeto esclavo de la interés de la deuda, analizamos la
transformación de una cosmovisión, una teogonía, una
44 De la metalúrgia a la semiúrgia
economía y una subjetividad que transcurren sincrónicamente
dicha metamorfosis.
El segundo Estrepsíades, ante verse embargado en
todos sus bienes, decide ir a aprender a discursear. El viejo,
olvidadizo e inculto agricultor, desea ahora convertirse en un
productor de ideas. Pero su rudeza, para el pensar, se
manifiesta al dar la patada en la puerta del “pensatorio” (casa
y escuela socrática). Al dar la patada inicial, ¡ya ha abortado
una idea!, según Queréfonte.
En el doble juego aristofánico, entre la hinchazón de la
physis y la hinchazón del capital financiero, también se
describen comparaciones burlescas, como la del estudio
acerca de cómo cantan los mosquitos: si por la boca o por el
ano. Entre los dos orificios, la boca que habla y el culo que
ventosea, se da el paralelismo entre el lenguaje-de-las
ventosidades y la physis-de-las nubes hinchadas. Una
cosmogonía, donde el Aire lo es Todo. El aire empujado con
suavidad produce palabras, sonidos, argumentos, etc. Al
mismo tiempo que el aire, produce ventosidades ya sea en los
humanos, como en el canto de los mosquitos. La astronomía
se aprende, según la escuela de Sócrates, poniendo el culo
hacia el cielo. Nubes y culo, producen las mismas
ventosidades.
Esta cosmogonía del aire como ventosidad, de la
palabra y del capital, conduce a una visión teogónica distinta
de la oficial en la polis griega. No será el Padre Zeus el que
crea el fenómeno del rayo, el trueno, la lluvia, etc. Sino que
son las nubes hinchadas de aire cálido, las que producen los
truenos, las tormentas y la lluvia que fecunda la tierra y
permite la producción de las cosechas. Será el agricultor
Estrepsíades, el que deberá transformar su culto a Zeus, por el
culto a las Nubes. De la filosofía a la sofística, es el cambio
que se produce en el entendimiento, cuando se abandona el
culto a Zeus y se sustituye por el culto a las Nubes. El propio
Sócrates, es ilustrado como aquel personaje aéreo que está
45
colgado del cesto suspendido en el aire. Al suspender el
cuerpo, se suspende el razonamiento, y el logos se hace etéreo
y sutil como el mismo Aire.
En esta ruptura cosmogónica55, que separa el cosmos
de Zeus, de la physis de las Nubes, constituye un salto
ontológico que produce también un cisma entre el
pensamiento económico de la producción y la economía del
préstamo financiero. Sócrates dice: “los dioses no son de curso
legal”. Es que entonces, antes sí lo fueron. La acuñación de
moneda metálica simbolizaba el mundo de Zeus, ahora el
préstamo a interés se asocia al mundo del Aire de Las Nubes.
De modo que el “nomisma”, es creencia, costumbre y curso
legal de las monedas (de ahí viene la numismática). Como
lectores, pasaremos junto a Estrepsíades, de un logos del
nomisma, a otro del sofisma.
Esta nueva lógica del cosmos, afirma que “las nubes
junto con el Aeter, son el padre de todo” ( productor de la
lluvia, el trueno y el rayo). Se da el paralelismo entre la
naturaleza ventosa del vientre humano, y la physis de las
nubes. Esto significa, entrar en una epistemología del “no56”-a-
la metafísica del demiurgo platónico. El aire y la nada, serán
los principios activos de esta nueva cosmogonía y teogonía,
donde ya no reinará Zeus, sino Torbellino etéreo. Un Tyffon
griego, que origina el tyffos (humo, aire, vacío). Tyffon griego y
padre de los vientos huracanados57, pero heredero de un
arcaico concepto semita: el en-sof. Respiración primera,
pneuma creador, potencia etérea del universo. Sócrates dirá,
46 De la metalúrgia a la semiúrgia
en el relato de Aristófanes, que “sólo hay tres dioses: el vacío,
las nubes y la lengua”. Estos tres dioses se oponen, sin duda, a
la otra cosmogonía que veneraba otros tres: la materia, Zeus y
las Ideas. De la materia como elemento sustancial del cosmos,
pasamos al vacío que lo constituye todo. De Zeus como padre
del cielo, a las nubes como madres celestes. Del lenguaje
como logos que imita al mundo de las Ideas, a un lenguaje
como técnica del engaño y del sentido paradójico en los
argumentos. Ahora el lenguaje no sirve para representa la
verdad del mundo de las ideas, sino que sirve al fin de la
argumentación según el interés. El interés del litigio sobre el
préstamo a interés. Interés del lenguaje que servirá para la
defensa ante el interés del capital. Estrepsíades dice: “hay que
buscar la idea estafadora de los intereses”.
Y por último, podemos añadir, que de la economía de
la producción de la tierra y la acuñación de moneda, a otra
economía de la financiación y el préstamo a interés.
Esta ruptura o discontinuidad, de una filosofía a una
sofística, se aprecia en las numerosas referencias al astro de
Selene. La religión del Sol es al logos de Zeus y a la
correspondiente economía de la producción, mientras que la
religión de la Luna, será al razonamiento de las Nubes y su
correspondiente economía de la financiación. Tenemos pues
dos grandes series lógicas, entre las que se produce la
ruptura, por el camino de la metamorfosis de Estrepsíades.
La ruptura epistemológica y cosmogónica, se aprecia
en las prioridades astrales de una y otra lógica. La cuestión
anda entre, el Sol o la Luna. La pregunta principal de la obra
será, en base a esa ruptura epistemológica, ¿cómo contar los
meses y sus días? Según el calendario solar o según el lunar.
Según Zeus o según Tifón y las Nubes. Según la economía de
la producción (agricultura y moneda nomisma) o según la
economía de la financiación. Pues ya en el comienzo del
relato, Aristófanes introduce el tema en boca del insomne
Estrepsíades: mientras cree en Zeus, yace despierto de noche
47
mirando la Luna que amenaza con el tiempo de los intereses
de la deuda. Ya que es el día veinte de cada mes, coincidiendo
con las fases lunares cuando los intereses acumulados, se
presentan ante el deudor.
48 De la metalúrgia a la semiúrgia
de los bienes. Pierde las zapatillas por pura necesidad
(ophíelei) ante los deudores económicos, pero pierde también
la capa “por gastarla en pensamientos” ante los sofistas que
siempre van descalzos. Indigencia económica y miseria
intelectual, ahogan al segundo Estrepsíades. Será el coro el
que reconozca a Sócrates: que succione todo lo que pueda a
Estrepsíades, porqué está loco.
Esta vinculación del cosmos lunario y selénico, con la
lógica del préstamo-a-interés, culmina cuando Estrepsíades,
accederá a poner en práctica el argumento-peor. Quedan dos
días tan solo, para que llegue el día de los acreedores (el día
lunario). Y Estrepsíades piensa cómo ese día señalado, se
nombra como “día viejo-y-nuevo”, que desde la reforma de
Solón, se toma por el día de reclamación de los intereses
coincidiendo con el día de la Luna vieja-nueva. El día fatídico,
en que el acreedor puede depositar la cantidad consignada,
contra el deudor. Como depósito legal para tener derecho a
un juicio de deudas. La lengua de doble-filo deberá afrontar el
juicio de los intereses. Y la argumentación sofista de
Fidípides, consiste en pensar que no es posible que un mismo
día, se convierta en dos distintos: el día viejo y el día nuevo, a
la vez.
FIDÍPIDES. El antiguo Solón era por naturaleza amigo del pueblo.
ESTREPSÍADES. Eso por ahora no tiene nada que ver con el día viejo-y-
nuevo.
FIDÍPIDES. Así que aquél situó la citación en dos días, o el día viejo y
el día nuevo, para que los depósitos se hicieran en la luna nueva.
ESTREPSÍADES. ¿Para qué añadió el día viejo?
FIDÍPIDES. Amigo mío, para que los demandados comparezcan un día
antes y así se lo quiten de encima de antemano y voluntariamente, y
en caso de que no, para que el día de la luna nueva por la mañana
estén un poco intranquilos202
ESTREPSÍADES. ¿Cómo es que los magistrados no aceptan entonces los
depósitos de la cantidad consignada el día de la luna nueva, sino el
día-viejo-y-nuevo?
49
FIDÍPIDES. Es que me parece que les pasa lo mismo que a los
catadores: para malversar lo más rápidamente posible los depósitos,
para eso los cobraban un día antes.
59Habría muchos que decir, sobre la bilis o la “kholé” griega. Pero diremos que aquí se
usa como imagen simbólica de un carácter colérico próximo a la locura.
50 De la metalúrgia a la semiúrgia
representada por una segunda generación, de aquellos hijos
educados en la complacencia como el hijo de Estrepsíades.
Los dos argumentos (el mejor y el peor), propios de lo
sofístico, parecen surgir de las dos educaciones. Mientras el
argumento de lo mejor, trata de argumentar en razón de la
obligación y deber de cumplir moralmente con la deuda. El
argumento de lo pero, intentará evitar el cumplimiento del
deber moral y del deber financiero. El primero se funda sobre
el principio de que hay justicia junto a los dioses; el segundo
se fundamenta sobre la idea de que no hay justicia…ni dioses
como el propio Zeus. Esto se corresponde con la “disrupción
teogónica” visible en el tránsito de una cosmogonía alrededor
de Zeus, y una cosmogonía alrededor de Tifón. Orden y Caos 60,
se enfrentan como dos argumentos divinos, como dos modos
de hacer filosofía y como dos modos de educar a la juventud.
Entre estos dos mundos, está en juego la sabiduría. El
viejo orden y disciplina, el antiguo sentimiento de vergüenza
moral, el estudio de los jóvenes en la “Palestra” (gymnastikón)
y en el “Akademos”61, son consideradas por el propio Fidípides
como charlatanerías y antiguallas propias de cazamoscas.
Fidípides, en contra del mismo Coro, opta por la segunda
educación: la de divagar en el ágora, cotillear acerca del
demos, frecuentar los baño calientes de Heracles, contradecir
las costumbres, litigar los asuntos justos, evadir el pago de las
deudas. Y elegir, los argumentos de lo pero, para salir
vencedor. Todo ello, porque ya no se confía en el orden
antiguo de la polis: ni en sus políticos, ni en sus abogados, ni
en sus trágicos poetas.
La técnica de la argumentación está ahí, para bien o
para mal, como la misma ciencia y su práctica tecnológica.
51
Sócrates no afirma ni niega nada, él parece solo poner a
disposición la técnica del lenguaje sofista. Para que el alumno
decida luego cómo quiere usarla. Sócrates se mantiene pues,
parece, a distancia de aquello que es justo y aquello que no lo
es. Aunque parece claro, por otro lado, que el saber de
Sócrates sobre el uso y técnica del lenguaje se funda sobre
una cosmogonía basada en el principio anti-metafísico de la
nada, el aire, y el principio gobernante (arché) del Tifón o
Torbellino. Y esto es contrario al orden cosmogónico de Zeus.
De todo ello, sucede que la posición del Coro, del
Corifeo….y del propio cómico Aristófanes, pensamos que se
alinea con el viejo mundo griego de Zeus. Aristófanes sería
metafísico, desde su comedia, pues todo parece indicar que
está a favor de Zeus y en contra de las Nubes y de Tifón. El
coro, el corifeo enuncian mensajes que dan a entender lo que
digo. Cuando por ejemplo, se dice que el Coro, adelanta la
futura desgracia de Estrepsíades “por amar asunto ruinosos”.
El adjetivo de “ruinosos” tiene aquí la doble acepción, otra
vez, de lo económico y de lo moral. Pero además, se añade, la
idea del corifeo cuando habla de “palabras de doble cuño”, del
lenguaje sofista que causa agitación, “persuasión para hacer
aparecer lo injusto como justo”. Episteme y logos de la
desobediencia, de la insumisión: “como los gallos que se toman
la revancha de sus padres”.
Todo ello nos hace pensar, en que Aristófanes
defiende la metafísica de Platón. Contrariamente a lo que
algunos eruditos han escrito. Sobre la figura de Sócrates, no
puede decirse nada de lo que haya dicho hasta ahora, y que el
lector escoja por sí mismo. ¿Es la locura, como destino de
Estrepsíades y su hijo, la causada por Sócrates o por no temer
a los dioses?62
62No temer a los dioses, es como no temer a Zeus padre. No creer en Zeus, es como
no creer en la acuñación de la moneda metálica. Nuestra tesis es que esta ruptura
teogónica, abrirá una nueva lógica económica fundada en el crédito sin moneda.
52 De la metalúrgia a la semiúrgia
La obra es por tanto una comedia, que anuncia sin
embargo, desde el principio y hasta el final, un destino
trágico, a través de la metamorfosis de Estrepsíades. De la
cordura a la locura. De la agricultura, a la deuda financiera, y
su salida o vía de escape por la sofística. Línea de fuga
sofística63 que se vanagloria del lenguaje de doble sentido. de
la glorificación de la paradoja. De la ruptura del principio de
no-contradicción, y por último de la afirmación del devenir
incapturable por la razón.
El hijo, al final del relato, aplicará la técnica de la
argumentación sofística. Hecho que le conduce al sinsentido o
al teatro del absurdo. Que es también el final del teatro de la
representación. El argumento mejor, le conducirá a pegar al
padre y el argumento peor lo llevará a pegar a la madre.
Es pues un destino trágico, el que conduce la sofística
a aquellos (como dice el Coro), que “aficionados a las
caballadas”, le procuran desgracias para que “aprenda a temer
a los dioses”.
Estrepsíades, el viejo agricultor que acaba embaucado
por la teogonía nefelata (o nubulosa y nebulosa), es atrapado
por la técnica sofística del lenguaje, solo destinada para
algunos iniciados. Pues la mayoría de habitantes de la polis,
puede acabar loco si sigue el camino de la sofística. No todos
pueden ser filósofos, en la polis….La casa de Sócrates acabará
incendiada…y Sócrates sobre el tejado.
Finalizado ya el análisis sobre “Las nubes”, nos
inclinamos a pensar, que Aristófanes era un metafísico
platónico disfrazado de comediante. Pero además, del
Aristófanes metafísico, es sin duda un filósofo político y
económico. Bajo nuestro contexto, que es este libro, “Las
nubes” puede ser analizada tan sólo como un dibujo de la
63Se puede ver en el lenguaje del doble sentido, y de la locura que niega el principio de
no contradicción, una línea de fuga, que nos recuerda sin duda a la razón postmoderna
como crítica al pensamiento metafísico. Por ejemplo,en la filosofía francesa de segunda
mitad del siglo XX.
53
ruptura económica que transcurre en la polis griega: de una
economía fundada en la agricultura, a una economía basada
en las relaciones financieras, que son fruto de un cambio
social: de la generación de padres productores a la generación
de hijos consumidores. Aristófanes se revela entonces, como
un economista cómico...”Pluto”, otra de sus obras, es el dios
de la riqueza y en ella aparece un personaje, que parece haber
tomado la misma suerte que el de las nubes...Lampsaco. Pero,
en otras obras como la “Lisístrata”, también aparecen notas
referentes a los metekoi (comerciantes y financieros
extranjeros) y a los deudores para con el Estado: “
54 De la metalúrgia a la semiúrgia
anteriormente, de una ruptura teogónica, cosmológica, y
económico-moral, en la transición del mundo de Zeus al
mundo de Torbellino. La misma transición de la economía de
la producción y la Tierra (fase natural del valor) y la de la
acuñación metálica de la moneda (nomisma), a otra economía
fundada en el préstamo y en la acumulación del interés
financiero.
Del mismo modo, vemos como el Sócrates de
Aristófanes es un “pre-socrático” pensador, si es que me
concede el lector este epíteto. La sofística nacería de los
fisiólogos, es decir, de los pensadores de la physis-que-se-
hincha. Pues la raíz de la “physis” significa precisamente:
soplo, aire hinchado, como ya hemos visto. Algunos autores
han visto en ello, caracteres y elementos heredados de la
escuela jónica.
Y es a partir de aquí, donde quiero realizar una breve
redefinición de aquel mundo que en la historia de la filosofía
ha sido trazado con una división ineludible: que media el
pensamiento de los pres-socráticos y el de los post-socráticos.
División, que justo comienza a raíz del propio Sócrates.
Pensamos en todo lo que se ha escrito a raíz del libro de Kirk,
Raven y Schofield, titualdo “Los filósofos presocráticos”.
Contrariamente, al análisis clásico sobre la cuestión
que plantea la división nítida, antes comentada, entre un
“antes” y un “después” de Sócrates, quiero o pretendo
plantear una visión nueva apoyada por el concepto de
“ruptura epistemológica” (bachelardiana) pero con algunos
matices. En realidad, la visión sería la de una doble serie
constituida por dos lógicas o logos que a lo largo de la
historia se entrecruzan, en función del pensamiento que se
potencie en orden a un universo de materia o a un universo de
vacío. En orden a las dos visiones que el propio Aristófanes
explicita en “Las Nubes”: la cosmogonía de Zeus o la
cosmogonía de Tifón. Habría puntos de discontinuidad en el
desarrollo del saber de cada serie. Evolucionarían de forma
55
discontinua, interrumpiéndose entre ellos, en sus caminos y
evoluciones. De modo que, la visión tifónica del cosmos
quedaría interrumpida momentáneamente, por las líneas
fundamentales del momento filosófico naciente, con las obras
de Platón y de Aristóteles. Aunque luego, la línea tifónica se
reanudaría con la escuela de pensamiento neoplatónica, por
ejemplo.
Si miramos hacia atrás, a partir de Sócrates, sucede
algo similar en el funcionamiento discontinuo de las dos
series lógicas. Me refiero a los pensadores denominados como
fisiólogos y presocráticos.
Deberíamos sustituir la distinción clásica entre los pre-
socráticos y los post-socráticos, por otra que parte de la
siguiente distinción a nivel epistemológico:
Habría dos modos de pensar sobre la physis. Una
primera opción es la que se erige a partir de los conceptos de
“arché” y “stoicheon”. Otra segunda, se establece en base al
concepto de “apeyron”. Estas serían las dos grandes series del
pensamiento, que se entrecruzaran a lo largo de la historia,
provocando rupturas, entendidas como épocas de
discontinuidad, en el desarrollo de ambas.
El “arché” es la noción que designa primordialmente,
el sentido de “gobernanza”. El arconte es el gobernante de los
hombres, heredero del arché, en tanto principio que gobierna
el orden del cosmos, de la propia físis. El “stoicheon” es el
concepto que sirve de pinza, para elaborar un cosmos
ordenado que contiene elementos materiales elementales y
simples que son los que obedecen según el orden del “arché”.
En la otra serie del pensamiento, aparecerá la
paradójica noción de “apeyron”, como aquello que es definido
por la negación: el a-peyron, lo que no tiene límite, lo que no
tiene perímetro, lo que no tiene tampoco figura geométrica
definida.
Yo entiendo, para la comprensión del análisis, que la
primera serie del logos-del-arché pertenece al mundo de Zeus,
56 De la metalúrgia a la semiúrgia
mientras que la segunda serie del logos-del-apeyron se asocia
a la cosmogonía de Tifón. Esto mismo, se puede comprobar en
el mismo relato de Aristófanes, como ya hemos descrito.
Hay otra idea necesaria para comprender, por qué no
podemos hablar del pensamiento presocrático y
postsocrático. Se trata de ver tal duplicidad de series del
logos, y relacionarla con la naturaleza de los cuatro elementos
fundamentales para los pensadores de la Grecia arcaica. Los
cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego, son enunciados
por los diferentes autores y escuelas que constituyen aquello
que la historia de la Filosofía ha venido definiendo bajo la
etiqueta de pensadores presocráticos.
Pero mi distinción radica, no en la filosofía de los
elementos versus la nueva filosofía de los principios, sino en
observar cómo los cuatro elementos son susceptibles de ser
acomodados a una de las dos visiones distintas sobre el
Cosmos, y en función de distintos argumentos del Logos. No
habría tampoco, siquiera, una clara distinción formal entre lo
que se ha llamado “mythos” y “logos”. No habría un paso
fronterizo definido, entre el mythos y el logos. Por la razón,
que antes aludía, de que los cuatro elementos orientan al
pensamiento de distinto modo, según las dos series.
La intención es distinguir dos grandes series, o
conjuntos de naturalezas, que pertenecerán unas al orden de
Zeus y otras al orden de Tifón. Mientras que la Tierra y el
Agua, incitarán a acomodar el pensamiento según las leyes del
“arché” y del “stoicheón”; el aire y el fuego lo serán del mundo
especial del “apeyron”.
Si la tierra y el agua, son elementos que se dejan
medir, contar, parametrizar, en su extensión, en su figura en
su perímetro; sin embargo la naturaleza del aire y del fuego
sigue otra fenomenología, propia de las esencias que se
pueden comprimir y expandir, que no disponen de una
extensión definida. No son limitadas, como no lo es el
“apeyron”. No son tampoco, susceptibles de proceder como
57
“stoicheon” o unidad material elemental. Son naturalezas que
escapan o huyen de la voluntad de limitación. El fuego ígneo y
el Aeter, son sustancias cuya noción escapa al mismo “arché”.
Según esta idea simple, no cabe hablar de filosofía
presocrática y postsocrática. Sino de dos modos de filosofar
sobre la físis y el cosmo: según el arché, tomando como
stoicheon la tierra o el agua; y según el apeyron, tomando
como apeyron mismo, el Aeter o el Fuego.
En esta línea, podemos situar dos caminos paralelos en
distinta velocidad de evolución:
Lógica A, de Arché: Tales (agua), Platón, Aristóteles
Lógica B, del Apeyron: Anaximandro (apeyron),
Heráclito (fuego), Anaxímenes (aire, la rarefacción y la
condensación).
Para los pensadores del Arché, el principio vital
funciona de modo mecánico, como el principio del “tymos”
platónico, o el mecanicismo causal del motor en Aristóteles.
Sin embargo, para los pensadores del Apeyron, el
principio vital, es el termodinámico, como el “pneuma” o
soplo vital, que desde Anaxímenes, es un aliento de vida.
Esto podemos apreciarlo también, en la noción del
espacio que tienen ambas series de pensamiento. En la lógica
del arché-stoicheón, el espacio es el pensado por Euclides,
espacio continuo, divisible hasta cierto límite por la geometría
perimetral. El mismo espacio donde habitan los sólidos
platónicos. Que dará fruto con los siglos al espacio cartesiano
y sus ejes de coordenadas.
Sin embargo, en la lógica del apeyron, el espacio toma
consistencia de continuo divisible hasta el infinito. División
infinitesimal del espacio que produce un pensamiento
paradójico como el de las paradojas de Zenón de Elea. Espacio
matemático que dará lugar, siglos más tarde, al espacio
diferencial y al cálculo integral.
Si el análisis se realiza sobre la concepción de la
materia, observamos cómo la lógica del arché/stoicheón,
58 De la metalúrgia a la semiúrgia
conduce a un proceso de descomposición que termina y
finaliza en un límite: el á-tomos o “la parte no-seccionable”. El
átomo es la unidad elemental de materia extensa no
indivisible. La physis está constituida por elementos de
materia extensa no infinita y no divisible. El átomo es el
“stoicheón”, que impide un mundo-del-vacío. Son esos
elementos elementales, que sostienen la lógica del arché, los
denominados “homeomerías” o elementos que constituyen el
concepto de “stoicheón”. Elementos de materia extensa que
subordinan a la ley del arché, dotando al mundo de un orden
de funcionamiento que podríamos llamar mecanicista.
Demócrito, instaura este universo de los elementos
indivisibles que producen los cambios en el cosmos.
Pero en la otra serie del pensamiento, aparece una
visión del universo fundada en la idea de que es posible una
división no solo del espacio, sino de la propia materia, hasta
el infinito. La materia acaba por desintegrarse en sustancias
sutiles y etéreas, como los son las partículas del Aire y el
Fuego. Desintegrar la cualidad extensa del stoicheón, para
llegar a la noción del vacío. Que es acompañada de la noción
sacrílega, para la metafísica, de la Nada. El vacío y el Aeter
simbolizan el no-ser, la nada, desde la cual surge algo. Aquel
no-ser que acaba siendo. Lo encontramos en el pensmiento de
Epicuro y luego de Lucrecius.
Si nos ceñimos al mundo del lenguaje, aparecen dos
modos de producir lenguaje: el lenguaje como representación
y el lenguaje como simulacro. El primero pertenece al
pensamiento de Platón, donde la palabra aunque imitativa o
copia imperfecta de las ideas, recuerda a la esencia de la cosa.
Mantiene cierta voluntad de fidelidad para con el mundo de
las esencias. En Aristóteles, el lenguaje está sujeto al principio
de no contradicción, evitando el enunciado paradójico, por
ello se fuerza a inventar un teoría del acto y de la potencia.
Por el contrario, el lenguaje sofístico hace uso de la
técnica de la argumentación doble (el mejor y el peor, en Las
59
Nubes). El lenguaje es un instrumento al servicio, no de la
verdad objetiva, sino de la verosimilitud intersubjetiva. El
lenguaje sirve a las necesidades de la victoria en el pleito, no
al de la búsqueda de lo justo/lo bello/lo bueno. La philosofía
se vuelve sophía, que hace del sentido unívoco, el doble
sentido paradójico, a modo de doble pinza battesoniana.
60 De la metalúrgia a la semiúrgia
CAPÍTULO IV
RESCATE FINANCIERO Y ELEUTHERIA
Odisea, Canto I.
"Dime, Musa, de este hombre ingenioso que vagó tanto tiempo, después de
haber destruido la ciudadela de Troya. Vio las más populosas ciudades y
conoció su espíritu, y sufrió en su corazón de muchos males sobre el mar por
cuidar la propia vida y el regreso de sus compañeros. Pero ni así hubo de
salvarlos, contra su voluntad; perecieron por su codicia (los insensatos) después
de comer los bueyes de Helios Hiperiónida. Y este les arrebató la hora del
regreso. Dime alguna de estas cosas, Diosa, hija de Zeus."
61
El término “reditio” es el principio originario del
“rescate”. De él partimos en búsqueda del sentido. La “reditio”
latina es antes que nada: una vuelta al hogar. Vuelta como
retorno de los soldados a casa después de una campaña
militar. Pero a la vez, el retorno, además de un regreso y una
vuelta (redeo) es también una “devolución”. Tal “reditio” y
“redeo”, nos conducen hasta un doble sentido que separa y
une al campo de lo económico y al ámbito de lo ético. Oikos y
ethos, bajo la razón común del “reditio”. Porque de él,
obtenemos los términos latinos adyacentes, que son: la
Reditium y la Redimo.
Reditium dará lugar al “redito” o rédito, que es una
renta. Mientras que la Redimo nos proporciona el sentido de
la acción que redime o salva. De modo que el “redeo” en tanto
retorno a casa, puede ser efecto de una Renta o de una
Salvación. Si se trata de una Renta podremos asociar el rescate
a un pago, y al fruto de una extorsión. Si de lo que se trata es
de “redimir”, entonces será una Salvación.
Lo curioso, es que de esta serie significante del
“reditium”, también nacerá el concepto del “rédito”, como
idea del interés o del diferencial del capital-a-préstamo. Y
entonces, el Retorno se transforma en una devolución-de-la-
deuda”. Puesto que el rédito es aquel capital e interés
devuelto al acreedor. Es una reconciliación del deudor con su
acreedor. Es como un estar-en-paz. Quedamos en paz, cuando
devolvemos a nuestro acreedor lo prestado. Esto nos indica
que, sin duda, el problema del Rescate es una cuestión
específica del capital gaseoso. Y que deberá ser analizado
según su lógica (serie B del Capital).
Ahora, de lo que se trata es de volver a plantear el
problema del Rescate, en relación a la liquidez o la solvencia.
Mientras que los problemas de liquidez son de carácter
funcional, los de la solvencia son de tipo estructural. La
liquidez afecta a la funcionalidad de la entidad, mientras que
la solvencia se presenta como un problema re-estructuración
62 De la metalúrgia a la semiúrgia
del sistema o del subsistema. Esto quiere decir que, el rescate-
por-falta de liquidez afecta a la re-estructuración de la deuda
(pasivo). Mientras que el rescate-por-falta-de solvencia, será
un problema de re-capitalización de los activos. En el primer
caso, el ente rescatado tiene la potencia de salvarse a sí
mismo. En el segundo caso, no hay posibilidad de salvación
sino es por el Otro.
Podemos ahora presentar las dos modalidades del
Rescate, en correlación a las dos formas del Capital en la
lógica del Capital gaseoso:
Espacio B3 de la Financiarización/titulización
Por problemas de solvencia
Salvación imposible por-uno-mismo (por-el-Otro)
Capital-
Plasma Tiempo B4 de la titulización
Tiempo de rescate por deuda infinita e imposible de
devolución.
Re-Capitalización del Activo (capital) en el tiempo
63
profundizamos por esta vía de análisis, debemos rescatar los
capítulos de “Semiótica del Capital”65, donde abordaba los
conceptos de: “password” y “controlword”.
En realidad, la deuda-pendiente del capital gaseoso
está vinculada a la palabra-de-paso como medio de
financiación. El rescate por falta de liquidez abre el espacio de
la relación del financiamiento que ponía en contacto dos
flujos de distinta naturaleza del capital: capital bancario y
capital empresarial. El diferencial o rédito mediaba
ontológicamente este espacio (B1) del capital gaseoso. En este
espacio de financiación, la deuda se realiza por falta de
liquidez y el rescate suele ser un auto-rescate por devolución
del capital prestado más los intereses. La palabra-código es el
password que da entrada al financiamiento de la empresa o
de la entidad deudora. Sin palabra-de-acceso (en la tarjeta de
crédito o en la cuenta de crédito) no hay financiación. Ella es
la que da acceso al sistema. Pin del financiamiento. Palabra de
conexión y acceso al sistema de endeudamiento. Palabra-
codificada en un número secreto. Simulacro de tercer orden.
Pero hay otra palabra-de-poder, en las sociedades de
control, que debemos encontrarla en el espacio (B3) de la
titulización. Espacio de simulación generado por la operación
de la “titulización de la deuda” que considera el pasivo-como-
activo. Espacio donde reina el ente financiero, a modo de
“título de deuda”. Espacio de la emisión de acciones en bolsa.
Pero espacio también del Rescate por insolvencia. Espacio
específico de la Recapitalización. La ontología del capital
plasma, está asociada a la fenomenología del Rescate
financiero. Donde la deuda se hace impagable. Espacio
imposible de la “auto-redimo”.
Espacio que bajo el prisma de la economía privada, las
compañías insolventes son compradas por los propios
64 De la metalúrgia a la semiúrgia
acreedores que se convierten así mismo, en accionistas
principales. De modo, que paradójicamente, accionistas
propietarios y acreedores se vuelven indiscernibles. Suma
recapitalización mediante la compra de acciones y la
adquisición de deuda incobrable e impagable. Esta situación
de recapitalización-del-capital privado, tiene un paralelo
evidente con el rescate-del-capital público.
Las recapitalizaciones son del orden del capital
privado, y los rescates del orden del capital público. Pero en
ambos casos, lo fundamental es la aparición de la
“controlword”. Ya no es la palabra-de-paso cifrada (como en el
capital gas) sino la palabra-de-control, la que actúa a modo de
control societario. El control de la sociedad (civil o económica)
se ejercita a través de esta palabra-control o “controlword”.
Que puede ser definida también como “palabra-rescate”.
La palabra-rescate es de este modo, la palabra que
controla a la sociedad capitalista o capitalizada. En este caso,
ella ejerces su re-capitalización. Es decir, se hace con el
control social, de la mayoría de acciones. Es la palabra-
comando de la cibernética. La palabra-de la mayoría
accionarial en el consejo de administración de la empresa
insolvente. Pero también, la palabra-control de la sociedad
civil, a través de la operatividad del rescate financiero del
Estado insolvente.
La palabra-control, controlword, es la correspondiente
al estado del capital-plasma, y al simulacro de cuarto orden
del signo y del valor (enlazo con Baudrillard).
Por último, si hablamos en términos específicos de la
teoría de sistemas, podemos acudir a N. Luhman o a T.
Parsons, cuando ellos hablaban de los modos de reducción de
complejidad del sistema, para sobrevivir al caos. Pues bien, la
palabra-control (controlword) se ejerce para controlar el
subsistema insolvente y caótico, y con el fin de que este caos
subsistémico no se propague por todo el sistema. La quiebra
sistémica por contagio, sería el colapso sistémico. De modo
65
que la controlword, toma el control de lo societario (civil o
económico) no con el fin de mostrar su poder sino con el
objetivo de que no se contagie la complejidad caótica del
propio sistema. Entrando así en la dinámica propia de los
sistemas inestables o mejor llamarlos meta-estables, que son
los sistemas-plasma. Sociedades de control, en perpetuo des-
control. Ay!, si Deleuze y Foucault levantaran sus cabezas y
comprobaran cómo se vive en las sociedades-de-control. No
ha hecho falta, esperar 40 o 50 años, como decía el mismo
Deleuze.
Sobre el origen histórico del “rescate”, entendido éste,
como liberación de un deudor frente a un acreedor, es lo que
ahora quisiera desarrollar. Marx, en su obra El Capital habla
de una “acumulación originaria”, de la que Althusser también
se da cuenta, para realizar un lectura rocambolesca del propio
marxismo. Pero esto, es un tema a tratar en otros capítulos o
en otros libros.
Marx parte de que hay un hecho originario o primitivo,
que el denomina “acumulación orginaria” 66, y además en un
subtítulo al capítulo XXIX, la describe como “el secreto de la
acumulación originaria”. ¿Qué secreto es ese? Que Marx nos
tiene que contar acerca de un origen misterioso del
funcionamiento del capital. Marx parte del concepto de Adam
Smith, “acumulación primitiva” y dice: “Con todo, la
acumulación del capital presupone el plusvalor, el plusvalor la
producción capitalista, y ésta la pre-existencia de masas de
capital relativamente grandes en manos de los productores de
mercancías. Todo el proceso, pues, parece suponer una
acumulación "originaria" previa a la acumulación capitalista
("previous accumulation", como la llama Adam Smith), una
acumulación que no es el resultado del modo de producción
capitalista, sino su punto de partida.”
66 De la metalúrgia a la semiúrgia
Marx afirma que esa acumulación originaria o
primitiva, no es consecuencia del “modo de producción
capitalista”. Es decir, funciona a priori, o al margen también
de su propia Teoría sobre el modo de producción capitalista,
explícita en el propio libro de “El Capital”. Esto nos sitúa en
cierto modo, en los márgenes de la propia teoría marxista.
Marx concibe el origen oscuro del Capital, en paralelo
con el símil del pecado original en la Religión: “Esta
acumulación originaria desempeña en la economía política
aproximadamente el mismo papel que el pecado original en la
teología”.67 Es decir, la Religión es al hecho dado del pecado
original, como la Economía del Capital es al hecho dado de la
“acumulación primitiva”. Irónicamente, parece de entrada,
como si el Capital se haya convertido en la Religión de Marx.
Sigue afirmando: “En realidad, los métodos de la acumulación
originaria son cualquier cosa menos idílicos”. Entonces, Marx
supone que este hecho pecaminoso dado o encontrado, se
produce no de forma pacífica, sino de un modo violento y
bélico. En realidad, para Marx, se trata de un robo violento. Y
esta acción canallesca, para Marx, se trata de un
acontecimiento que consiste en que “La llamada acumulación
originaria no es, por consiguiente, más que el proceso histórico
de escisión entre productor y medios de producción”68. Hasta
aquí todo parece indicar, que Marx confía en su Teoría
marxista sobre los modos de producción. Pero en el apartado
siguiente del mismo capítulo, que titula “Cómo fue
expropiada del suelo la población rural”, Marx comienza a
hablar de otro hecho distinto al anterior. Y afirma: “La deuda
pública se convierte en una de las palancas más potentes de la
acumulación originaria”69. Marx comenzará a describir el
acontecimiento de la “deuda pública” o “deuda nacional” o
67 Ibíd.
68 Ibíd.
69 Ibíd.
67
“deuda soberana” en estrecha vinculación al acontecimiento
de la “acumulación originaria”. Y Marx, ve en este
acontecimiento, algo mágico. Parece que el secreto de la
“acumulación originaria” está estrechamente ligado a la magia
de la “deuda pública”: “Es como una varita mágica que
infunde virtud procreadora al dinero improductivo y lo
convierte en capital sin exponerlo a los riesgos ni al esfuerzo
que siempre lleva consigo la inversión industrial e incluso la
usuraria”.70
A continuación, Marx muestra como este
acontecimiento mágico, que es la condición de posibilidad de
la “acumulación primitiva”, está indisociablemente unida al
funcionamiento del capitalista financiero: los bancos
modernos: “Por eso, la acumulación de la deuda pública no
tiene barómetro más infalible que el alza progresiva de las
acciones de estos bancos, cuyo pleno desarrollo data de la
fundación del Banco de Inglaterra (en 1694). Este último
comenzó prestando su dinero al Gobierno a un 8 por 100 de
interés…”71
Esto me conduce a pensar, en que al margen de la
Teoría marxista sobre los modos de producción, aparece un
misterioso acontecimiento primitivo u originario dado, no se
sabe por qué condiciones, sino es el mismo la condición de la
propia Teoría del Capital según Marx. Que este
acontecimiento, es pecaminoso y que además involucra al
capital financiero que a su vez hace de relación entre dos
sujetos: el Estado que emite deuda y el Banco que compra esa
deuda nacional. De tal modo, que como afirma el propio Marx,
el poder de esa relación del acontecimiento primitivo, está en
manos de los capitalistas financieros: “a cuyos bolsillos afluye
una buena parte de los empréstitos del Estado, como un capital
llovido del cielo—, la deuda pública ha venido a dar impulso a
70 Ibíd.
71 Ibíd.
68 De la metalúrgia a la semiúrgia
las sociedades anónimas, al tráfico de efectos negociables de
todo género, al agio; en una palabra, a la lotería de la bolsa y a
la moderna bancocracia.”72 En realidad, Marx habla de que lo
que aquí acontece, no es un explotación del capitalista
industrial sobre el obrero que ha quedado despojado de la
propiedad sobre los medios de producción y sobre su propio
trabajo. Sino que aquí, Marx está hablando de otro espacio, al
margen de la Teoría de los modos de producción. Un espacio,
guiado por otra lógica: la lógica que yo denomino del
“Tetralogía del capital gaseoso”. Cuyo espacio o ecuación
inicial (B1) es precisamente la relación que dibuja el espacio-
de-financiación, entre un Capital bancario o financiero y un
Capitalista industrial que puede ser también el propio Estado
moderno en sus necesidades de financiación.
Marx, sigue pronunciándose sobre el asunto, cuando
afirma que: “Con la deuda pública surgió un sistema
internacional de crédito, detrás del que se esconde con
frecuencia, en tal o cual pueblo, una de las fuentes de la
acumulación originaria.”73
Esto es que el acontecimiento primitivo escondía un
secreto, la magia del capital financiero y en concreto para que
surja la posibilidad del modo de producción del capitalismo
moderno, es necesario que tal acontecimiento de la deuda
soberana acontezca. Esto significa, que hay otra lógica
capitalista, que no solamente escapa a la Teoría de Marx, sino
que además es condición de ésta. Se trata de la Lógica del
Capital financiero, o Lógica del Capital gaseoso.
Pero aún hay más, Marx finaliza su redacción sobre la
acumulación originaria y la deuda pública, admitiendo que el
nacimiento de la “deuda pública” va indisolublemente
acompañado, de una técnica o práctica de domino del Estado
hacia los individuos: la presión fiscal o tributaria: “Como la
72 Ibíd.
73 Ibíd.
69
deuda pública tiene que ser respaldada por los ingresos del
Estado, que han de cubrir los intereses y demás pagos anuales,
el sistema de los empréstitos públicos tenía que ser
forzosamente el complemento del moderno sistema
tributario”.74 Esto nos lleva hasta las sociedades de control y
los Estados-del-codigo. Código que identifica a los individuos
como sujetos fiscales con un NIF, pero sociedades de control
vigiladas por los ordenadores de la Hacienda pública. Tal
como vimos, anteriormente, es consecuencia política (de un
Estado convertido en Zona monetaria) y consecuencia social
(de una sociedad disciplinaria que pasa a ser una sociedad de
control). Estamos ante una Teroía nueva del Capital, que es
condición de existencia y se sitúa al margen de la Teoría de
Marx sobre los modos de producción. Una teoría del capital en
tanto campo de inmanencia o en la que el capital-a préstamo
por interés desbanca al capital productor de mercancías. Una
Teoría donde el “interés” como diferencial en la financiación,
desbanca al protagonismo de la “mercancía” como
“diferencia” de valor respecto a la producción. Una teoría del
Capital, que yace como el propio Marx afirma en otro capítulo
de “El Capital”( que precisamente es titulado como
“Condiciones Pre-capitalistas”), en los intersticios del mundo
epicúreo: "La usura vive aparentemente en los poros de la
producción, como los dioses en los intermundos (metakosmos)
de Epicuro".75
Puesto que Marx, reconoce en la antigua “usura” el
germen del moderno “capital financiero”. Podremos decir,
también, que El Capital financiero (gaseoso) vive
aparentemente en los poros de la producción, o como los
dioses de Epicúreo en un mundo del clinamen.
74 Ibíd.
75K. Marx, El Capital. Capítulo XXXVI, del Libro III, tomo II, "Condiciones
precapitalistas"
70 De la metalúrgia a la semiúrgia
Y es por ello, que ahora quiero hablarles de ese
acontecimiento primitivo, al margen de Marx, tanto de su
propia Teoría, como de su propia historiografía. Y me remito
al sabio griego Solón y a la práctica de la Eleuthería. Es
Aristóteles76, quien nos cuenta que “Antes de legislar, hizo la
cancelación de deudas y después incrementó las medidas,
pesos y monedas...”
La cancelación de deudas era llamada “seisákhtheia”,
que significa “descarga” pero que también podríamos traducir
por salvamento o rescate financiero. Hasta entonces, los
ciudadanos pobres, con deudas impagables, acababan siendo
esclavos. Para evitar esta situación, Solón reforma las leyes de
Atenas. Los endeudados, encontraban finalmente si no podían
hacer frente a sus acreedores, la esclavitud. No sólo de ellos,
sino de sus familiares. La riqueza del capital residía en los
terratenientes oligarcas, cuyas tierras eran trabajadas por los
denominados “pelates” y “hectemoiroi”, que tan solo recibían
una sexta parte de los frutos producidos. Pero además según
cuenta el propio Aristóteles: “si los indigentes no abonaban el
precio del arriendo, se los podía llevar esclavizados, a ellos y a
su prole. También los préstamos se aseguraban mediante la
esclavización personal”77.
En esta situación previa a Solón, la
“paramone”(παραμονή) significaba “el que se queda con
alguien”, para describir esa situación jurídica del acreedor
respecto al deudor insolvente. Pero anteriormente a la
reforma de Solón, se suspenderá la “pena capital” por la
“pena-del-capital”. Siempre que entendamos la “esclavitud por
deudas” como herencia de una arcaica pena de muerte
aplicada al que no devolvía sus deudas.
71
Esta pena-del-capital, se refiere a la “paramone” y debe
entenderse en el contexto de la Grecia clásica, anterior a
Solón, como un estado adquirido de “atymía”. Término que
indica la negación del “tymos”. Esto es la negación del honor
de ciudadano, e incluso de virilidad de la “andreia” (hombría).
La atimía implicaba entonces, tener una deuda (en especial
con la Polis-estado) y su consecuencia inmediata era la
marginación social y la privación de derechos civiles. Pero no
solo sucedía esto en la democrática Atenas, sino también en la
región de la Beocia, donde el deudor era humillado en medio
del ágora, mientras se le sentaba con un cesto para recoger
limosna, hasta que lograba recaptar parte de la deuda que
debía a sus acreedores.
Solón acaba con las prácticas de la esclavitud por
impago de deudas. Esta situación pre-solónica nos recuerda a
un acontecimiento originario del capital, que se asemeja a la
idea que Marx explicaba sobre la usura. Es en el siglo VI adC,
cuando ante las reformas de Solón, la ciudadanía ateniense
muestra su disconformidad ante el “rescate” de Solón frente a
los esclavos por deudas.
Esta liberación de Solón, tiene referencias mitológicas,
si comprendemos que el proceso de liberación de esclavos,
venía honorado en la antigüedad, por un Zeus eleutherío.
Padre Zeus liberador, era el significado de esta divinidad del
“rescate” financiero. Esta práctica se realizaba en ciudades
como Quíos, sobre el siglo VIadC. Fecha que coincide con la
reforma de Solón en Atenas. Pero en realidad, procedía de
tiempos arcaicos, por ello no es aceptada socialmente hasta el
siglo IV adC. Hay pruebas arqueológicas, en Delfos y Dódona
de grabados líticos que muestran escenas de la “eleutería”. El
esclavo era salvado o liberado o rescatado, por importe que
daba cuenta del valor monetario, de un esclavo.
La liberación o eleutería, no siempre era de carácter
total, sino que podía ser de ámbito parcial o restringido a
ciertas acciones, a modo de libertad vigilada. Y es Platón,
72 De la metalúrgia a la semiúrgia
quien en sus “Leyes” , afirma que el liberado siempre tenía
deberes en relación con su antiguo amo.
Pero lo sorprendente es que estas prácticas arcaicas de
liberación de esclavos, se transforman en la época clásica en
una práctica en la que el esclavo solicitaba un “préstamo
amistoso” para autoliberarse. Y ese préstamo de
autoliberación se denominó “Éranos”. Resulta entonces, que el
Éranos procecedería de la arcaica Eleutería. Apareciendo el
substrato religioso de la práctica amistosa y amigable del
Éranos. El templo de Apolo o de otra divinidad, se convierte
en el intermediario del préstamo financiero amigable. Era
pues una liberación financiera de acuerdo al ámbito de la
familia y del contexto religioso. Hecho que lo vuelve apartar
del “daneíon” que era el préstamo profesionalizado en el
contexto de las leyes de la polis.
73
CAPÍTULO V
EL METAL DE PLOUTOS Y LA CREMATISTICA
Pluto, de Aristófanes
“Psicofante.-Me marcho, porque comprendo que podéis más que yo; pero como
encuentre un auxiliar, siquiera sea tan débil como una tabla de higuera, me he
de vengar de ese dios tan poderoso que, por su sola autoridad, sin consultar
previamente a los ciudadanos ni a la Asamblea echa por tierra la
democracia...”
74 De la metalúrgia a la semiúrgia
en el sentido de que se establece una división entre el ámbito
de los psicofantes y los sofistas79 por un lado, y los
comerciantes por otra.
Pero la doble naturaleza del Psicofante, en realidad,
remite al propio Ploutos como divinidad que pertenece a los
dos mundos: el de las ánimas y de las riquezas materiales.
Esta doble esencia natural del Ploutos, la expresa el mito, a
través de la doble caracterización de este Dios.
Ploutos es el Dios de las riquezas materiales, pero en
especial, de las riquezas minerales y metalúrgicas. Los
minerales son metales (oro, plata, hierro) nacidos de la madre
Tierra. La veta metálica se encuentra en el subsuelo de las
entrañas de la tierra. Y es por esta razón, que este Ploutos de
los minerales, se asociará luego en el mundo romano, al
Plutón del Hades.
Homero ya cuenta que Ploutos tiene su morada
palaciega en el Aides. En el Hades griego (Aita, etrusco), es
donde reina Plutón, sentado en el trono de las profundidades
terrestres, pero también en las entrañas magmáticas de los
volcanes. Por eso, el Ploutos mineral y metálico, es también el
Plutón de los infiernos (avernos) pre-cristianos, donde son
reclamadas las ánimas de los hombres malvados.
Hay todo un universo de la metalurgia en el universo
de Ploutos, donde el capital es caracterizado por la riqueza de
la Tierra, pero no de la corteza terrestre sino del inframundo.
La riqueza metálica de la minería es la verdadera riqueza de
Ploutos. Esta caracterización del Capital, pertenece a la fase
del capital-sólido (A1), propio de la fase natural del valor. La
Tierra en sus entrañas es el lugar de Ploutos, estadio arcaico
del capital sólido que precede al otro capital sólido moderno:
el de los fisiócratas. Pues con ellos, el capital-sólido terrestre
79Murray, sin embargo, comenta al respecto que los psicofantes podían ejercer de
acusadores por cuenta propia, para asuntos de deudas y conflictos entre comerciantes.
Aritsófanes pondrá en boca de Crémilo: “otros, sacrílegos, oradores, psicofantes y
malvados, se enriquecían a manos llenas”.
75
pasa a establecerse del subsuelo a la corteza terrestre, sobre
la tierra de cultivo.
El capital sólido que se corresponde, en nuestra teoría
del Capital, con el simulacro de primer orden del “valor” tiene
dos aspectos de común origen en la Tierra: Ploutos de la
minería en el subsuelo y Ploutos de la agricultura en la
superficie.
Esa transición de la figura mitológica de Ploutos, se
aprecia en la descripción de la tradición. Cuando en un primer
estadio el dios aparece como un anciano rey del inframundo o
del capital-sólido-del-mineral, mientras que en un segundo
momento, Plutón aparece como un niño portando la
cornucopia de la fertilidad sobre los campos cultivados. Es en
este último aspecto, cuando Ploutos-Plutón es hijo de Démeter
(la madre Tierra, Démeter) y de su consorte Iasso: el portador
del arado metálico, que permite arañar la superficie. El mito,
en palabras de Hesíodo (en su Teogonía80), recoge el
nacimiento de Ploutos: hijo de Démeter y Iasión. De su
nacimiento se cuenta, que Démeter (o la Rea arcaica) yace con
Iasso, tres veces. Lo que induce a pensar que la superficie de
la Tierra es arada tres veces, y entonces nace el hijo Ploutos.
Pero Zeus, castiga al nacido de esta unión. Zeus en el
mito, castiga a Ploutos. El mito parece tener origen en Creta,
puesto que Iasso era considerado por la tradición como uno
de los tres dáktylos. Precisamente éstos eran considerados los
introductores de los metales, en especial el cobre y el hierro,
en el mundo griego. Existe otro mito que toma un sentido
paralelo y coincidente, con el de los dáctilos de Creta. Es el
relato de la unión, entre Iasso y Cybeles, del que nace un hijo
llamado “korybas” o Coriba. Representante éste, de los
coribantes frigios de Cibeles.
Coribantes frigios y Dáctilos cretenses, coinciden en el
mito del nacimiento de Ploutos. Todo parece indicar, que
76 De la metalúrgia a la semiúrgia
gracias a Ploutos, el capital sólido-de-los metales, da lugar a la
producción de los escudos. Puesto que los coribantes, para la
Grecia arcaica, eran símbolos del ruido producido por la
danza con escudos. Esas danzas ruidosas y estrepitosas, fruto
del choque de los escudos de metal, son asumidas por la
mitología y sirven para el enlace de estos personajes en el
mito del nacimiento de Zeus. Los escudes de metal, intentan
salvar al niño Zeus, de ser devorado por su padre Crónos. En
este contexto mitológico, Ploutos representa sin duda el
“metal fértil”.
Si pasamos a analizar el Ploutos que aparece en la
comedia de Aristófanes, nos encontramos con la paradoja de
un dios de las riquezas materiales, enfrentado a Zeus (el
principio religioso), pero que al mismo tiempo, hay una
continuidad entre lo religioso-crematístico y lo comercial-
monetario. Y es precisamente en ese doble ámbito, donde se
produce la lucha por el poder de la polis. Ambas riquezas,
pugnarán por sobreponerse a los deseos del ciudadano de
Atenas.
El dilema enfrenta a un ciudadano piadoso, que
ofrenda sus riquezas a Zeus, y por otro lado a un ciudadano
no piadoso, que se cuida exclusivamente de ofrendar las
riquezas materiales a sí mismo.
En esta lucha entre Zeus y Ploutos, las ofrendas de la
Religión y los bienes de la Economía, se comprende que la
comedia de Aristófanes se haga cargo del mito que relataba el
castigo de Zeus sobre Ploutos:
77
Aquí se observa, que Zeus y Ploutos luchan por
merecer y recibir la reverencia y las ofrendas de los hombres
justos y virtuosos de la polis. Zeus ve en la amenaza de
Ploutos, un peligro real por cuanto el dios puede competir por
recoger el ansia y el deseo de los hombres de la polis. El deseo
de ser rico, vencería al deseo de ser piadoso para con los
dioses.
78 De la metalúrgia a la semiúrgia
CREMILO.-… ¿quién le da a Zeus su poder sobre los demás dioses.
CARIÓN.-Las riquezas, porque tiene muchísimas.
CREMILO.-¿Y quién le suministra esas riquezas?
CARIÓN.-Este (por Pluto).
CREMILO.-Y el mismo Zeus, ¿a quién debe los sacrificios que se le
ofrecen? ¿No es gracias a Pluto?
(…) CREMILO.-Porque nadie podría comprar nada si tú no le dabas el
dinero; por consiguiente, en tu mano está destruir el poder de Zeus el
día que te plazca?
PLUTO.-¿Qué dices? ¿Que le ofrecen los sacrificios gracias a mí?
CREMILO.-Y lo repito; cuanto hay de brillante, de grandioso y de bello
entre los hombres, se te debe a ti, pues todo depende de la riqueza.
79
que aparece al principio del relato, cuando el oráculo de la
fortuna81 del templo apolíneo, al que acude el protagonista, le
indica que siga una señal: “que siguiera al primer hombre que
encontrase al salir del templo y que no me separase de él hasta
llevarlo a mi casa.”
Con toda intención, a esta indicación del oráculo, le
sigue el motivo de la consulta: “si convendría que, cambiando
de conducta (la del único hijo), se hiciese canalla, injusto y
malvado, puesto que éste parece ser el camino de la fortuna”.
Aquí estamos ante la misma preocupación que tiene
Estripsíades (en “Las Nubes” 82) sobre su hijo Fidípides.
Además Crémilo parece ser agricultor como Estripsíades.
Crémilo se lamenta como Estrepsíades, del gusto
desmesurado hacia los caballos, por parte de los jóvenes
atenienses que están dispuestos a todo, incluso hasta el límite
de perder su honra.
Por tanto vemos como aquí, la comedia trata la riqueza
de Ploutos como la causa primera del desorden en la ciudad y
de la degradación de la Democracia ateniense.
Esto sin duda, está conectado directamente al tipo de
educación que reciben sus jóvenes ciudadanos (paídeia). Es
entonces, cuando se muestra cómo ha degenerado la vida de
los jóvenes en Atenas:
81Aquí, la Fortuna, es un doble juego entre el “destino” del oráculo como voz de la
justicia divina y de la Necesidad según Zeus, pero al mismo tiempo, es el azar de ser
tocado por la mano de Ploutos (las riquezas o fortunas materiales).
82 Ver capítulo de este libro, dedicado a “Las nubes”.
80 De la metalúrgia a la semiúrgia
Otra paradoja del juego simbólico aparece ahora: la
que conecta la ceguera de Ploutos y la ceguera del hombre
convertido en cerdo. Pero a continuación, la ceguera se hace
cómica, porque replica Crémilo: “El espíritu del oráculo no
puede ser ese, sino otro más noble y elevado”. Aristófanes
juega con el bucle simbólico, puesto que la ceguera del
oráculo acaba conduciendo al hombre, a seguir al ciego dios
de las riquezas: “Si ese hombre nos revelase quién es y por qué
ha venido, quizá pudiéramos comprender el sentido misterioso
del oráculo”. Un hombre ciego siguiendo a un dios ciego.
Aristófanes, nos aporta otra característica que define
la esencia de Ploutos, se trata de la conciencia que tiene éste
de la naturaleza de los hombres. Cuando Crémilo le dice que
no encontrará un hombre más honesto que él, Ploutos le
contesta: “Es lo que dicen todos; pero en cuanto me poseen y se
hacen ricos, su perversidad no tiene límites”. Y Crémilo le
replica que no todos los hombres son malos. Pero Ploutos
sentencia: “sí, todos sin excepción son malvados”.
Se puede apreciar, un más que notable, paralelismo
entre este Ploutos y el Príncipe de Maquiavelo83. Los dos
afirman que la naturaleza humana es por naturaleza, malvada.
Y el eros de-riquezas es lo que mueve a los hombres y a sus
ciudades. Y Aristófanes juega con esta idea, cuando es Carión
quién le dice a Ploutos, que el hecho de recuperar la vista le va
a salir caro.
En esta línea, podemos reflexionar sobre el nombre del
propio protagonista, llamado: “Crémilo”. Cuyo significado
proviene de la raíz “chremata” (χρηματα)84. Según mi análisis,
este nombre muestra el carácter del dinero en tanto “valor de
83Aristófanes hace decir a Carión que “En la guerra, la victoria se inclina siempre del
lado donde tú pesas”. Aquí vemos más que similitudes con el arte de gobernar según
Maquiavelo. La vida del propio Aristófanes, sucede en el contexto de la Guerra del
Peloponeso.
84Calvo interpreta que Crémilo, significa "calderilla de dinero". Calvo Martínez, J.L.
(2000), ‘Los mecanismos del humor en Aristófanes’. Antiqua VII.
81
uso”. El dinero es para Crémilo, un modo de pago para
satisfacer las necesidades. Este concepto de dinero, como
“crema”, lo enmarco dentro de la primera fase del Capital: el
capital-solido, o el valor como referencia natural. Espacio de
representación (A1), en el que la riqueza se define en función
del valor-de-uso de lo producido. Y la producción del dinero,
es un acto más que genera simplemente “valor de uso”. Es el
acto de creación monetaria, que coincide con la cultura
arcaica, de la emisión monetaria a partir de los minerales
metálicos extraídos del subsuelo.
Sin duda, para mí, Crémilo simboliza esta primera fase
del dinero como “dinero metálico-mineral” junto al valor-de-
uso de lo producido. En correspondencia al capital-sólido de
la riqueza de la tierra, representado por el Ploutos de los
metales en el subsuelo y del Ploutos como fruto del cultivo de
la superficie.
En la misma dirección cabe considerar el significado
del esclavo de Crémilo: Carión, que procedería del nombre
griego de la “nuez”(Karyon). Dando a entender que su nombre
simboliza la economía primitiva de la recolección de los
frutos. La tierra ofrece su riqueza y tan solo habría que
recogerla. Estamos en ambos casos, en un estadio primitivo
del capital. Una visión fisiócrata de la Economía, en su estadio
más primitivo.
Además, Crémilo, procede del verbo griego “chraomai”
que significa “usar”. Por tanto, asignaré el nombre de Crémilo
y su correspondiente Ploutos, con el valor-de-uso y con el
capital-sólido.
Frente a esta caracterización del capital desde el punto
de vista de Crémilo, podemos contraponer la siguiente fase
del valor y del estado del capital: el capital-líquido. Un capital
fluido, que circula en el espacio del demos artesanal (A3) y en
el tiempo del ágora comercial (A4). La polis cuando gira en
torno a esta capital-líquido, lo hace entorno a una estructura
de la polis constituida por la hegemonía de una clase
82 De la metalúrgia a la semiúrgia
artesanal y por la libre circulación del mercado en el ágora de
la polis-estado. Aparece entonces, el valor-de-cambio bajo la
caracterización de un Ploutos convertido en “mercancía” (si
hablamos en términos de la teoría marxista del valor). Fase
segunda del simulacro, si hablamos en términos de la teoría
del Valor baudrillardiana.85
Este otro aspecto de Ploutos como valor-de-cambio se
manifiesta en la comedia, cuando Crémilo afirma: “A ti se debe
el nacimiento de todas las artes y de las invenciones más
ingeniosas de los hombres”.
Frente a este concepto del Ploutos, como valor-de-
cambio, que orienta la economía de la polis hacia una
sociedad consumista, teníamos a la figura de Crémilo quien le
dice en una ocasión: “Es que nunca has tropezado con un
hombre moderado como yo lo soy en todas mis acciones. A mí
me gusta como a nadie la economía, aunque también gasto
cuando es necesario”.
Crémilo, el del valor-de-uso (khremaios), aquí hace
honor a su nombre, pues admite su naturaleza económica.
Esto es, la naturaleza del hombre que maneja el capital en
tanto “valor de uso”. Y aquí podemos enlazar con el concepto
de “oikonomía,”que es el nombre griego para designar
precisamente, ese nomos-del-oikos. La normas de lo
doméstico, son las reglas de la economía que gira alrededor
del valor-de-uso. Normas que evitan, las otras reglas del
capital líquido, girando alrededor del mercado y del capital
como valor-de-cambio. El propio Crémilo, que “sólo gasta
cuando es necesario”.
Crémilo es pues el capital-según-natura, que menciona
Aristóteles en su Política86. Del mismo modo que la polis ha de
ser según-natura, el capital como “valor” debe referenciarse a
85Referencia a la Teoría del Capital, detallada en los libros anteriores: “En la era del
Capital gaseoso” y “Semiótica del Capital”.
86 Política, I, 8-11
83
las leyes naturales. Igualmente sucede en Platón, y su la
República de acuerdo a la Ley de la physis. Estamos en el
ámbito del capital-sólido (A1), donde el espacio de
representación hace coincidir lo material y lo formal en el
símbolo de la Naturaleza. En la lógica del simulacro,
Baudrillard enuncia este capital-sólido como fase del
simulacro de primer orden, en el que el valor toma la forma
de la referencia natural de la ley.
Es como hemos dicho ya, la Oikonomía bajo la
expresión de una Khrematística del valor-de-uso y de lo
necesario-por-naturaleza. Es la economía aristotélica
representada en la modalidad de lo justo y lo necesario para
la vida del hombre. Es además un capital-natural basado en la
producción y el trueque donde el objeto producido es valor de
uso, y por lo tanto es un nomos del Oikos que queda limitado
por “lo finito”. En este sentido, enlazo aquí con la idea
señalada en el análisis de “Las nubes” cuando aludíamos al
concepto de “peyron” como limitación del kosmos, como
limitación de la figura, como perímetro de toda forma
sustancial. Oikonomía o Ploutonomia cuya divinidad es Zeus,
el dios del kosmos ordenado y finito. Así el capital
oikonómico se inscribe en el kosmos ordenado y la physis de
la limitación. Donde lo opuesto se manifiesta como desorden,
como lo ilimitado, como todo aquello que es susceptible de
ser denominado como “apeiron”. Si el capital-sólido es a Zeus,
el capital como apeiron es el de las Nubes y Torbellino (en Las
Nubes).
Del mismo modo, Aristóteles muestra como al capital-
limitado, se le opone otro capital-ilimitado que toma el
nombre propiamente de capital crematístico. Este capital, que
no es del orden de lo oikonomico, sino de lo crematístico es
descrito por Aristóteles como el capital propio del comercio:
el capital comercial que diría Marx. Pero en realidad, este
capital comercial es del orden del capital-líquido o del valor-
de-cambio. Sin embargo existe otro capital, que toma la
84 De la metalúrgia a la semiúrgia
naturaleza de la usura. Y es éste, el que es despreciado por
Aristóteles, puesto que su esencia pertenece al mundo de los
dioses de Epícureo, que según Marx, son aquellos que habitan
en los “poros de la producción”. La usura, se corresponde con
el estadio primitivo del capital-financiero o capital gaseoso. Y
su principal característica es la de ser de acuerdo al apeiron, a
lo ilimitado, a lo infinito, tal como es la esencia del capital a
interés:
87La cita hace referencia a la Política de Aristóteles, pero está extraída del libro de
Marx: “El Capital” LIBRO I. Sección Segunda, La transformación del dinero en
capital. Capítulo IV.
85
el valor-de-uso. Asimilando la krematística de pretensiones
ilimitadas fundadas en el interés financiero, al capital-a-
interés. Quedando el capital comercial como una fase
intermedia del capital, como valor-de-cambio que no produce
plusvalía, pero sí considera una “estafa”, acudiendo a la frase
de Franklin: “La guerra es un robo; el comercio, una estafa.” 88
86 De la metalúrgia a la semiúrgia
que actuaban como usureros profesionales. Con razón,
Crémilo le recrimina a Ploutos, como la divinidad que causa
todos los bienes (materiales) y todos males (morales) de la
Polis.
En la mitad de la obra, Aristófanes hace aparecer al
personaje de “la pobreza”. La señora Pobreza, denuncia la
intención91 de Crémilo y Carión, como sacrílega e intolerable.
La Pobreza se enuncia como la auténtica beneficiadora de la
polis: “soy la causa única de todos vuestros bienes y el único
sostén de vuestra vida”.
Aristófanes está aquí jugando como un auténtico
sofista, al modo del Sócrates de “Las nubes”, pues expone
primero el argumento de Ploutos y seguidamente, el
argumento contrario de la Pobreza. ¿Quién es el auténtico
productor de beneficios en la polis? El Corifeo, actúa a modo
de juez entre las dos causas que son los dos argumentos. A
Crémilo, en su particular metamorfosis (similar a la de
Estrepsíades en Las Nubes92) le toca defender las causas de
Ploutos. Aunque es cierto, que Crémilo confía en una tesis que
defiende el término medio: que Ploutos cubra con sus bienes y
riquezas a los hombres buenos y que se aleje y sustraiga la
riqueza a los hombres impíos y malvados. Esto es posible,
siempre que Ploutos logre recuperar la vista o la conciencia
(que le permita diferenciar los hombres piadosos de los
impíos).
Pero Aristófanes, seguidamente, hace intervenir a la
Pobreza para que argumente en contra de la tesis de Crémilo.
Y ella es la que pone en jaque a Crémilo, cuando argumenta
87
que si todos los ciudadanos se hacen píos y justos según las
leyes de Zeus, entonces todos acabarán siendo ricos. Y
consecuentemente, nadie querrá trabajar. La producción será
innecesaria porque todos los ciudadanos tendrán riqueza
suficiente para vivir-sin trabajar. Pero entonces, no habrá
“objetos producidos”. En terminología marxista, no habrá
“modo de producción” alguno, ni el necesario para sustentar
la economía del valor-de-uso:
88 De la metalúrgia a la semiúrgia
No sucede lo mismo, para el capital como valor-de-
cambio, guiado por un eros crematístico (capital comercial)
que desembocará en una hybris propia del capital-usurario
(daneíon o capital-a-interés). Es entonces cuando la Pobreza
concluye su argumentación: “Yo soy una adusta señora que
con el temor de la indigencia y del hambre obligo al obrero a
ganarse la vida”. Esta sentencia como conclusión del
argumento contrario al de Ploutos, que Aristófanes enuncia a
través del personaje de la Pobreza, podría poner en jaque a
toda la argumentación de la Teoría marxista del Capital.
Puesto que Aristófanes, da a entender que con la eliminación
de la pobreza, o la eliminación de la necesidad-del-trabajo y
con ella la necesidad-de-la explotación en la producción, se
acaba con la cultura humana y con toda formación social de lo
político.
Pero esto no es así, ya que a la vez, Marx podría
contra-argumentar, que el modo de producción debe
mantenerse en los límites del valor-de-uso y no pasar a un
modo capitalista de producción, ni a una sociedad-mercado.
La discusión entre la Pobreza y Crémilo, continúa. Y es
entonces, cuando la Pobreza hace una distinción importante:
no es lo mismo la indigencia que la pobreza. La miseria o
indigencia es “vivir sin poseer nada”, pero la pobreza es “vivir
con economía, en trabajar, en no tener nada superfluo ni
carecer de lo necesario”. Se reseña aquí, la necesidad del
trabajo como forma social de convivencia sana entre los
hombres, puesto que según afirma la Pobreza: “yo perfecciono
el espíritu y el cuerpo de los hombres mucho más que Pluto”.
Mientras que la Pobreza ofrece el beneficio de la templanza y
la moderación, Ploutos regala a los hombres, la insolencia y el
exceso.
Descubrimos ahora el paralelismo visible entre Platón
y Aristófanes, una vez más. Platón escribe su “Symposio” e
introduce el mito del nacimiento de Eros, mientras que
Aristófanes en “Ploutos” dibuja los dos argumentos que tiene
89
Eros sobre su influencia en la polis. Esas dos fuentes de deseo
en los hombres, son la de Ploutos (el Señor de la riqueza y el
valor de cambio) y la Penia (la Señora Pobreza y el valor de
uso).
Podemos visualizar la misma dualidad, en el mito
usado por Platón cuando Sócrates escucha las palabras de
Diotima de Mantinea. Aristófanes nos habla a través de su
diseño argumental como si fuera ella. Aristófanes, explica
como Mantinea, que Eros nace de dos principios: Poros y
Penia. Poros sería Ploutos y Penia es la Pobreza. Pero Penes es
la pobreza designada por el término “penomai” que significa:
estar-sujeto-a-un trabajo (ser un obrero o un asalariado desde
la perspectiva marxista). Distinguiéndola así, de su compañera
“miseria”, designada por el término “ptókhos” y “ptokhenia”
(la mendicidad, contraria a la euthenia o prosperidad). La
miseria es tan vergonzosa como el exceso de riqueza, puesto
que nace de la raíz “ptesso” (vergonzoso). En realidad, Penia,
es aquel “valor-de-uso” de la producción, en tanto que
representa la filosofía del trabajar-para-vivir.
Podemos esquematizar la aparición del “valor” en sus
distintas fases, del siguiente modo:
A1 De la el Espacio de Creación, en el
Penia Valor de uso
Tiempo
Tiempo de Creación en el
A2 De la Valor de uso
Penia
COMER
A3
A
90 De la metalúrgia a la semiúrgia
Tiempo de Intercambio en el
Tiempo
A4 Valor de Cambio de la
De Ploutos prudente Mercancía
Emisión de acciones en
Espacio del Capital Plasma
la Bolsa
B3 Deuda como Activo
No se conoce hasta
financiero
Marx
Intercambio de acciones
Tiempo del capital Plasma
en la Bolsa
B4 Deuda como Activo
No se conoce hasta
financiero
Marx
91
Ploutos toma el poder, la polis deja de ser piadosa para con
los dioses (y Zeus). Un hombre afirma que “Bien meritorio es a
los ojos de todos los helenos ese dios que extermina a los
miserables sicofantes”. Mientras que al mismo tiempo el
Psicofante exclama lleno de ira: “¡Oh, ya volverá a quedarse
ciego, si hay justicia en el mundo!”. Al tiempo, que Crémilo
humilla al Psicofante haciéndole ver que ya nada tiene que
hacer en los asuntos de la polis. Para eso ya están los
tribunales, que mediarán en los conflictos sobre las deudas.
El Psicofante, replica: “me he de vengar de ese dios tan
poderoso que, por su sola autoridad, sin consultar previamente
a los ciudadanos ni a la Asamblea echa por tierra la
democracia”. El Psicofante ve como Ploutos acabará con las
instituciones que mantienen el orden democrático según la ley
de Zeus.
Junto al derrumbe social y económico de la figura del
Psicofante, también denunciarán su desposesión de honores y
riquezas, el divino Hermes y el sacerdote responsable de los
sacrificios. Hermes, se queja de que su propio señor, Zeus lo
expulsa de su reino: “Desde que Pluto ha recobrado la vista
nadie nos ofrece a los dioses incienso, ni laureles, ni tortas, ni
víctimas, ni nada, en fin”. Seguidamente, Carión le increpa: “Si
somos ricos, ¿para qué hemos de mantener un Hermes
dedicado a la reventa?”. Mientras que Hermes suplica un
trabajo u oficio para ganarse la vida, entre los hombres, su
Aristófanes muestra los diferentes cargos que se le atribuían.
Y Carión concluye irónicamente: “¡Qué bueno es tener muchos
apodos¡ Así ha encontrado el medio de ganarse la vida. Así me
explico que todos los jueces se afanen por ser inscritos en
varios tribunales”.
Por último, el sacerdote enuncia su queja por los
mismos motivos que el Psicofante y Hermes lo hicieron
anteriormente: “Nada bueno. Desde que Pluto ha recobrado la
vista me muero de hambre; yo, todo un Sacerdote de Zeus
Salvador, no tengo qué comer”.
92 De la metalúrgia a la semiúrgia
Finalmente, Aristófanes nos muestra como la
desaparición del antiguo orden político entorno a la figura de
Zeus, coincide con la recuperación de la visión de Ploutos que
logrará cambiar la naturaleza de la ciudad. El capital
financiero y los pleitos se harán con el eros de la ciudad.
93
CAPÍTULO VI
DEL METAL INFÉRTIL AL CAPITAL ANTINATURA
93
Hesíodo. Obras y días, fragmentos. Gredos. Capítulos sobre la Mitología de
las Edades y la Mitología de Prometeo.
94
Platón, Diálogos, La República Libro VIII: “Y así los magistrados, que fueren
escogidos de entre ellos, no tendrán el talento de discernir las razas de oro,
de plata, de bronce y de hierro, de que habla Hesíodo , y que se encuentran
entre vosotros”
95
Es claro, que la tercera es denominada Eros: “Hay una parte, decíamos, con
la que el hombre conoce; otra, con la que se encoleriza, y una tercera a la que,
por su variedad, no fue posible encontrar un nombre adecuado; esta última, en
94 De la metalúrgia a la semiúrgia
Platón, no obstante, introduce una variante respecto al
antiguo mythos que hablaba de dos principios (Eros y Psyché).
El nuevo logos platónico incoporará el tercer elemento: el
Thymós. Todo parece que la corporalidad del complejo
sustancial “hombre”, se desmenuza en dos partes: Eros y
Thymos.
El Amor (como deseo) y la Guerra (como valor bélico),
acompañarán a Psyché, a partir de ahora. Curiosamente, con
el logos platónico, el Eros será amor y deseo, mientras que la
guerra será valor (tymos) y no odio/fobia (temor o fobos).
Estas tres fuerzas impulsivas y constitutivas del
hombre, están situadas respectivamente, en la cabeza, el
pecho96, y el vientre. Y en función del predominio de una
sobre las otras, surgirán las tres distintas naturalezas de los
individuos y al mismo tiempo configurarán la naturaleza de la
polis(ciudad) “natural”.
No creemos que se trate de una simple fábula, que
platón se invente para conducir las leyes de la polis según el
interés del bien común. Y en consecuencia no creemos
tampoco, que sea ésta una fábula o mito, a modo de “mentira
piadosa” en utilidad del bien público. Por el contrario,
creemos, que Platón realmente creía en la metáfora que
identifica las partes de la Naturaleza como ser vivo, con las
partes de la naturaleza del hombre, y éstas a su vez, con las
tres clases productoras de la polis.
95
Las tres clases productoras serán en consecuencia: la
filosófica-gobernante, la militar-vigilante y la artesana-
comerciante. La mayoría de referencias nos hablan de las tres
almas de la polis: la racional, la irascible y la concupiscible; y
por otro lado se hace referencia al mito del auriga que
conduce la razón, tirando de ella dos caballos que son la
irascibilidad y la concupiscencia. Por eso, nos reafirmamos en
que la fábula de las tres naturalezas de la polis, no es un mito
en sentido despectivo, como si fuera una mentira piadosa.
Sino que es realmente lo que creía el propio Platón sobre la
analogía entre el Cosmos, el Hombre y la Polis. Todos los
hombres han salido de las entrañas de la Tierra, a la cual se
considera como a una nodriza. Y en el libro III, de “La
República”, Platón afirma: “Ahora bien, este dios previene,
principalmente á los magistrados, que se fijen sobre todo en el
metal de que se compone el alma de cada niño”.
Pero también Platón, en boca de Sócrates, hace
referencia a cuatro razas97, vinculadas a los cuatro metales:
oro (en los gobernantes), plata (en los guerreros), bronce
(labradores) y hierro (artesanos). Las cuatro razas “metálicas”
de Platón, están dentro de la ciudad. Están mezcladas dentro
de la sociedad de ciudadanos en la polis. Y en palabras de
Sócrates, los magistrados de la ciudad son incapaces de
distinguir y separar los cuatro grupos de ciudadanos. La
mezcla de las clases sociales, para Platón es la causa de la
disnomía o desorden social:
Y así los magistrados, que fueren escogidos de entre ellos, no tendrán el talento
de discernir las razas de oro, de plata, de bronce y de hierro, de que habla
Hesíodo, y que se encuentran entre vosotros. Llegando, pues, a mezclar el
hierro con la plata y el bronce con el oro, resultará de esta mezcla una falta
96 De la metalúrgia a la semiúrgia
de conveniencia, de regularidad y de armonía, defecto que allí donde aparece
engendra siempre la enemistad y la guerra. 98
“se dejan dominar más y más por la pasión de amontonar riquezas, y cuanto
más aumenta el crédito de éstas, tanto más disminuye el de la virtud. ¿El oro y
la virtud no son como dos pesos puestos en una balanza, no pudiendo subir el
uno sin que el otro baje?” 100
97
bien, no son dichosos. Sin embargo, entra en el plan de
nuestras leyes que nuestros ciudadanos sean perfectamente
dichosos y que reine entre ellos la unión más perfecta.”
La virtud es inversamente proporcional a la riqueza
material.101 Y en el régimen de la “timarquía”: los ciudadanos
acaban por convertirse en avaros y codiciosos. Los honores y
el prestigio de los ciudadanos, ya no están en la virtud sino en
el nivel económico. Hasta el punto, que “basta ser pobre para
verse despreciado”.
Es así, de este modo, como para Platón, la ciudad se
desplaza de un régimen fundado sobre la “timos”, a otro
régimen fundado sobre el poder del más rico (la oligarquía).
Surgiendo así la dualidad de naturalezas en la polis: la
minoría de ricos y la mayoría de pobres. Lo que siglos más
tarde, Marx llamará “dialéctica de clases” entre el proletariado
y la clase burguesa.
La oligarquía, se mutará en Democracia, cuando la
clase social mayoritaria de pobres, vea en la riqueza de la
minoría de ricos, la meta a alcanzar. Pero no por el trabajo y
la producción, sino por la adquisición de dinero a préstamo,
que entonces se harán esclavos de las pasiones y de la pereza.
La siguiente causa mala que afecta al Estado, será pues el
capital a préstamo:
En Leyes, V: “y todo el oro que hay sobre la tierra y que se encierra en sus
101
98 De la metalúrgia a la semiúrgia
Esto da origen á que haya en el Estado gentes provistas de aguijones, unos
oprimidos con las deudas, otros notados de infamia, y algunos que han
perdido á la vez los bienes y el honor, todos los que se hallan en permanente
hostilidad contra los que se han enriquecido con los despojos de su fortuna y
contra el resto de los ciudadanos, no aspirando más que á promover una
revolución en el gobierno. 103
“— porque hay un oráculo que dice, que perecerá la república, cuando sea
gobernada por el hierro ó por el bronce. ¿Sabes de algún medio para hacerles
creer esta fábula?... No veo que sea posible convencer á las personas de que
hablamos; pero creo que se podrá conseguir de sus hijos y de todos los que
después nazcan.
—Comprendo lo que quieres decir. Eso seria excelente para inspirarles más
aún el amor á la patria y á sus conciudadanos.”
103 Ibíd.
104 Rep. Libro III
99
Cabe hacer un paréntesis ahora, sobre la opinión de
Aristóteles, a esta teoría de Sócrates sobre las almas de metal
fenicio. Aristóteles en su “Política”105, comentará que la teoría
del metal en las almas de los ciudadanos, obedece a una
necesidad teórica de que la autoridad sea de carácter
perpétuo. Recuerda Aristóteles que Sócrates cuenta: “Dios no
derrama el oro unas veces en el alma de los unos, otra en la de
los otros, sino siempre en las mismas almas”. Y luego continúa:
“Y así Sócrates sostiene que en el momento mismo del
nacimiento, Dios pone en el alma de unos oro, en la de otros
plata, y bronce y hierro en el alma de los que deben ser
artesanos y labradores”. Este a priori del que parte Sócrates,
es para Aristóteles un gran peligro para la paz y estabilidad
de la polis, en los ciudadanos más revolucionarios.
Pero al principio de este capítulo, decía que no creía en
la conciencia de fabulación que tuviere el propio Platón de su
teoría sobre el alma del individuo y el alma de la ciudad.
Se trata en realidad, de otro mito que no funciona en base un
principio cuaternario de los metales, sino a un principio
ternario de los “Eros”. El deseo del alma en el individuo está
dividido en tres partes, como tres son los cuerpos del Estado.
Esto es confirmado por Platón, en el Libro IX. Y ya no habla
aquí, en términos de fabulación, sino de “demostración”:
“Si el alma de cada uno de nosotros se divide en tres partes, á la manera que el
Estado se divide en tres cuerpos, da lugar, á mi parecer, á deducir de aquí una
nueva demostración.”106
101
Después de haber paseado por “La República” de
Platón entorno a la triple idea de metal-polis-eros, podemos
volver atrás en el tiempo, para analizar la variación que se
produjo entre los pensadores arcaicos y los clásicos. Variación
de la asociación de ideas, entre “lo virtuoso” y “la riqueza”.
Observaremos claramente, que en los pensadores arcaicos la
riqueza va unida a la virtud, mientras que la pobreza a la
deshonra y el vicio. A diferencia, de lo que sucede en Platón y
Aristóteles.
En la arcaica sociedad griega, la economía se
fundamenta en la tierra, como ya hemos visto. La labor de
cultivar las tierras y el trabajo de extraer los metales de sus
entrañas. Estamos en el mundo del valor-de-uso y un universo
fisiócrata. Por eso es comprensible, que Hesíodo (en Trabajos
y días) piense que “jamás el hambre, ni la ruina acompañan a
los hombres de recto proceder”. ´Hesíodo también nos dice
que estos hombres virtuosos y trabajadores “no tienen que
viajar en naves, pues el fértil campo les produce los frutos”.
Esto es interesante, por cuanto aquí se contrapone la
necesidad del viaje naútico con el trabajo agrario. Y es que si
recordamos, en anteriores capítulos, con la náutica surge un
nuevo modo económico basado en el principio del capitalismo
financiero: el nautikon daneíon.
Sin embargo, en la época de Hesíodo el capital se rige
por los principios del trabajo del agricultor. Acompañando a
esta filosofía económica, aparece la idea de que la virtud es el
esfuerzo y el “camino de lo abrupto”. Lo abrupto, en Hesíodo,
también aparecerá como carácter esencial de todo camino
hacia la virtud, en poetas como Tirteo (VI adC).
Esta visión arcaica del hombre bueno, esforzado y rico,
en Hesíodo, es insistente: “Recuerda nuestro encargo y
trabaja,…Perses, para que te aborrezca el hambre y te quiera
Editorial Gredos.
108
Ibíd.
109
Ferrater, G. Líricos griegos arcaicos, Barcelona, Seix Barral, 1980. En Alceo
(29,360,L-D)
110
Ibíd. Anacreonte.
Hesíodo, Obras y Fragmentos. Trabajos y días. Proemio sobre el trabajo.
111
Editorial Gredos
103
concupiscente. En la que según el propio Sócrates, este deseo
de lucro oprimiendo la honradez en Hesíodo, es como aquel
tirano que tiraniza el alma de los débiles de espíritu en Platón.
La misma idea aparece en Jenofonte: “Son por otra parte amos
muy malos, tú lo sabes muy bien también, la pereza, la
holgazanería, la ociosidad del alma, la indiferencia son a tus
ojos cosas malas. Hay otros amos, tramposos, que sirven para
los placeres, como los de los juegos de azar, las
conversaciones frívolas, y quienes con el tiempo se revelan a
los engañados mismos, porque son, penas adornadas con el
nombre de placeres, a quienes la tiranía los desvía de los
trabajos provechosos”112 Este valor-de-cambio, Sócrates lo
distingue en el relato de Jenofonte, del valor-de-uso. En el uso
del objeto esta su definición de “bien”.
Pese a que se va configurando ya la idea platónica
acerca de la relación entre la riqueza como vicio erótico del
alma del comerciante, y de la polis oligárquica y democrática,
sin embargo se aprecia una disonancia entre los arcaicos y los
clásicos. Es la idea de que los dioses no quieren que el hombre
sea pobre, sino rico, aunque sea acosta del esfuerzo del
trabajo y la producción. Y es Solón, gobernante y poeta
arcaico, quien parece cambiar esta concepción primitiva sobre
“lo bueno y lo rico”versus “lo malo y pobre”. Cuando afirma
que “son ricos muchos malvados y hay buenos muy pobres”.
Hasta entonces, esta idea resultaba sorprendente. La pobreza
nunca es propia de un hombre bueno, puesto que la pobreza
atrae a los que no quieren trabajar. Pero Solón, parece indicar
que la pobreza puede recaer también sobre aquellos hombres
buenos que sí se esfuerzan y producen. ¿Por qué? Nos
podemos preguntar acerca de este cambio de visión. Porque
posiblemente, con Solón, el núcleo de la economía ya no sería
la agricultura, sino el desarrollo del comercio (valor de
113
Ferrater, G. Líricos griegos arcaicos. Barcelona, Seix-Barral, 1980.
105
producción en tanto relación capitalista de la
“plusvalía/salario”:
117
En mi teoría sobre el capital líquido, dentro de la Tetralogía A del Capital,
esta relación es la ecuación (A4) que descubre el valor-de-cambio, en el
tiempo de repetición estructural ,según el modo de intercambio en la
sociedad-mercado entre dos sujetos mediados por una mercancía (liberalismo
del mercado).
107
“naturales”. En concreto, Platón establece normas o leyes que
regularían esa sociedad-mercado.
Primero, separa la sociedad-mercado y el modo de
producción mercenario, de la sociedad fundada en la
economía del préstamo y la usura.118 No obstante, sí será lícito
reclamar un interés fijado por el Estado, en caso de que se
pague al contado, es decir si se paga a plazos que alcance un
año: “Por esto el que habiendo utilizado el trabajo del artesano,
no le entregue el precio en el tiempo convenido, pagará el
doble; y si deja correr el año, pagará además los intereses, en
razón de un sexto por cada dracma al mes, aun cuando el
dinero que se deba por cualquier otro concepto no puede
producir interés”. 119
El intercambio, se debe limitar a un mercado de
productos de la tierra (comercio de cosas que produce la
agricultura). Otra medida, consiste en la prohibición según
“no queremos que haya entre nosotros ni oro, ni plata”120. Esto
es la prohibición que no deja acumular metales preciosos, en
manos de particulares. Lo que se establecerá para el
intercambio, será una moneda que sea de curso legal, solo
dentro de la polis, y no disponible para los extranjeros.
Debiéndose de cambiar en el Tesoro público, toda aquella
moneda extranjera. Parece que Platón inventa aquí, el
concepto de divisa. Dejando otra moneda oficial, para el
conglomerado de las ciudades-estado, en Ligas, que será
usada para financiar las guerras.
Pero Platón sorprende una vez más, cuando diseña la
Economía del Estado, en función de una distribución justa que
121
Leyes, VI.
109
necesarios de demanda inelástica), se realizará una regulación
de tipo comunista122, pero para el intercambio de los otros
productos de demanda más elástica, se establecerá por los
magistrados, un baremo de precios de mercado.
“Respecto de las demás cosas y de todos los muebles que puede uno necesitar,
se les pondrá en venta en un mercado público y en el local designado por los
guardadores de las leyes de acuerdo con los agrónomos y los astinomos, que
escogerán para esto sitios convenientes y fijarán precios a las mercancías. Ahí
se harán los cambios de dinero por mercancías y de mercancías por dinero, sin
que sea permitido á nadie vender su mercancía á pagar á plazos. 123
122
Leyes, VIII.
123 Leyes, VIII.
124 Aristóteles, Política, IV. Examen de la onstitución propuesta por Faleas.
125
Aristóteles, Política III, De la adquisición de bienes.
“Se convino en dar y recibir en los cambios una materia que, además de ser
útil por sí misma, fuese fácilmente manejable en los usos habituales de la vida;
y así se tomaron el hierro, por ejemplo, la plata, u otra sustancia análoga,
cuya dimensión y cuyo peso se fijaron desde luego, y después, para evitar la
molestia de continuas rectificaciones, se las marcó con un sello particular, que
es el signo de su valor.”126
111
ya explicité. Asociaba yo entonces, el Capital sólido y la
creación de moneda metálica, al valor-referencial natural y al
espacio representacional del valor-de-uso. La moneda como
símbolo y semeíon, que convierte el metal natural en producto
de uso: la propia moneda. Pero resulta lógico, que Aristóteles,
al considerar la minería y los metales como parte de la
“riqueza intermedia” entre la natural y la social, no tome en
consideración tampoco que el acto de producción de moneda
por medio del simbólico semeíon sea merecedor de tal epíteto
“natural” de riqueza.
Después, señala como segundo elemento que produce
el cambio: el préstamo a interés, junto al salario de
producción. Cosa extraña, que Aristóteles aquí127, junte al
capital financiero con el salario (capital de producción).
Por último, en el mismo fragmento, señala un “tercer
elemento de riqueza que está entre la riqueza natural y la
procedente del cambio, que participa de la naturaleza de
ambos…la explotación de los bosques y las minas, que son de
tantas clases como los metales que se sacan de la tierra”. Esto
es más que curioso a los ojos del lector, ya que si bien está
claro que hay una distinción nítida entra “riqueza natural”
(valor de uso) y “riqueza social” (valor de intercambio):
127
Aristóteles, Política IV, Consideración práctica sobre la adquisición de
bienes.
128
Aristóteles, Política III. De la adquisición de bienes
113
“Lejos de esto, la adquisición comercial no tiene por fin el objeto que se
propone, puesto que su fin es precisamente una opulencia y una riqueza
indefinidas. Pero si el arte de esta riqueza no tiene límites, la ciencia doméstica
los tiene, porque su objeto es muy diferente…. No teniendo límites el deseo de
la vida, se ve uno directamente arrastrado a desear, para satisfacerle, medios
que no tiene. Los mismos que se proponen vivir moderadamente, corren
también en busca de goces corporales, y como la propiedad parece asegurar
estos goces, todo el cuidado de los hombres se dirige a amontonar bienes, de
donde nace esta segunda rama de adquisición de que hablo. Teniendo el placer
necesidad absoluta de una excesiva abundancia, se buscan todos los medios
que pueden procurarla.”130
“Los padres, en este caso, son absolutamente semejantes a los hijos. El interés
es dinero producido por el dinero mismo; y de todas las adquisiciones es esta la
más contraria a la naturaleza.”
115
mercancía”: D – D'. Para Marx, que es una conciencia moderna,
el Capital a interés ya no es antinatural sino anti-racional (en
el sentido hegeliano), por eso dice: “Es la fórmula general y
primitiva del capital, condensada de un modo absurdo”. Otras
definiciones de este capital anti-racional, por ejemplo: “sin la
mediación del proceso de producción y de circulación. El
capital se revela aquí como una fuente misteriosa y autóctona
de interés, de su propio incremento”.
Es por tanto, anti-racional, fuente misteriosa, autóctona,
absurda, forma carente de contenido, etc.
Observemos a continuación, como en el fondo Marx el
moderno, sigue las pautas de Aristóteles (el antiguo):
“En el capital a interés aparece, por tanto, en toda su desnudez este fetiche
automático del valor que se valoriza a si mismo, del dinero que alumbra
dinero, sin que bajo esta forma descubra en lo más mínimo las huellas de su
nacimiento.”133
117
habla del interés financiero. Por ejemplo, en la obra de “El
mercader de Venecia”:
“… ¿Y consideras que el mar es más grande ahora que antes? (Acreedor). – Por
Zeus, no, sino que es igual. Sería contrario a las leyes de la naturaleza que
fuese más grande; (Estrepsíades). –Y en ese caso, miserable, siendo que el mar
no crece en nada aunque ríos mayores fluyan en él, ¿estás buscando hacer
más grande mi dinero?”. 138
119
capital: los intereses. De ahí que finalmente, a los usureros
(usurae) se les denomine “feneratores”139.
Resumiendo, habría desde los comienzos del
pensamiento griego, una doble conceptualización del capital:
como capital natural o como capital anti-natura. Dualidad
lógica sobre el capital, que sirve a la Teoría del Capital que ya
he mostrado hasta ahora, bajo la doble concepción de una
lógica A del capital y una lógica B, siendo denominadas por
simplificación: Lógica del capital sólido-líquido y Lógica del
capital gaseoso-plasma.
FINANCIERA
KRHEMA
1 Economía de como “Tokós”.
subsistencia Ploutos como hybris
metales
A
El comercio y el
definido por el
121
esa primera fase monetaria del objeto de “valor”: el capital
sólido y el dinero fundado sobre el patrón metálico.
Desde la prehistórica edad de hierro, deberemos
esperar a que ésta finalice, para situarnos en el siglo VIII adC.,
para asistir a la contemplación del primer acto de acuñación
monetaria, en la nueva Edad Arcaica. Y será un pueblo, que
media entre el Oriente y el Occidente, el representante
simbólico de este acontecimiento que inaugura la Historia de
la Economía monetaria. Este pueblo es el de los lidios de Asia
menor.
Estamos sobre el 700 adC., en el Asia menor, cuando el
pueblo de lidio, producirá la primera moneda metálica en la
Cultura occidental. Su influencia se extenderá hasta las
colonias griegas en Asia, en la región de Jonia (Ionia), así como
en las numerosas islas de influencia griega que pueblan el mar
de los griegos. Hasta llegar al núcleo de la Élade, y colarse en
los templos habitados por los dioses griegos, por ejemplo el
del mismo Delfos o el de Épheso. Serán los griegos con el
drakma de plata, por tierra y los fenicios por mar, con el
shekel de plata, los que posteriormente golpearán con sus
martillos las monedas con el signo de la cuña (semeíon),
impulsando el tráfico comercial por las costas e islas del Mar
Thyrreno, desde las costas semíticas del Oriente medio, hasta
las columnas de Hércules en Iberia.
Pero la moneda, antes de ser el símbolo del comercio,
será un signo real del poder. Podemos establecer así, la
diferencia entre el capital-sólido y el capital-líquido. En la fase
natural del valor, la moneda se acuña en orden a una lógica
simbólica del poder real. En la fase estructural del valor, la
moneda se acuñará en orden a la lógica diabólica del comercio
de mercancías. En el primer caso, la moneda de oro da cuenta
del poder real que ofrece como regalo, al templo oracular de
la divinidad. En el segundo caso, la moneda, habitualmente de
plata, se socializará en las relaciones de intercambio y dejará
Muchas otras dádivas envió Creso sin inscripción, entre ellas ciertos globos de
plata fundida, y una estatua de oro de una mujer, alta de tres codos, que los
delfios dicen ser la panadera de Creso. Consagró además los collares y los
cinturones de su mujer.52. Todo esto envió a Delfos, y a Anfiarao, informado
Creso de su valor y de su desastrado fin, le ofreció un escudo todo de oro, y
juntamente una lanza de oro macizo, con el asta del mismo metal. Entrambas
ofrendas se conservaban todavía en mis tiempos en Tebas, en el templo de
Apolo Ismenio.53. A los lidios que habían de llevar a los templos estos dones,
encargó Creso que preguntasen a los oráculos si emprendería la guerra contra
los persas, y sise haría de algún ejército aliado. 142
141Es en este doble sentido, de valor natural y divino, que nos alineamos con
las tesis sobre el origen religioso de la moneda, que Bernard Hlaund trabaja
en su obre “Dinero Sagrado”.
142Heródoto de Halicarnaso. Historias (Nueve Libros) Libro I Clio. “Historia de
los lidios”.
123
baladí que definamos a esta fase del capital como sólido, y
tampoco lo es que una de las monedas de oro más simbólica
del poder del César romano, se denominara “sólidum aureum”
En la segunda fase, el capital-líquido, la moneda hablará de la
mercancía, de su valor-de-cambio y no lo hará ya de su
poseedor, ya del acuñador. El vínculo esencial como función
simbólica, se diluirá en favor de una funcionalidad mercantil.
En el capital-sólido, el monarca se identifica con el metal de
su moneda. El metal es el monarca y da cuenta de su
personalidad tanto como de su naturaleza divina. En este
primer estadio, es más importante la esencia metálico-política
de lo monetal, que su funcionalidad mercantil. Es en el oro,
como metal primordial, donde la moneda se debe a su patrón
primordial y divino. El oro como metal brillante y puro, que
no se consume ni degrada, muestra los atributos naturales de
la divinidad real.
En la segunda fase del capital (líquido), la moneda
metálica perderá esa función simbólica del poder y la mítica
de la divinidad.
“De todos los bárbaros, este Giges, fue, que sepamos, el primero que consagró
ofrendas a Delfos después de Midas, hijo de Gordias, rey de Frigia. Pues Midas
El poder del rey, dará cuenta del poder del metal bajo
la forma pieza monetaria. El soberano garantiza la
autenticidad metálica del regalo o de la ofrenda. La moneda
en su metalidad, y en su metalurgia muestra el propio sema
real. Ese sema real, es el sello de su autenticidad metálica y
política, antes que comercial. Es en este espacio referencial
natural del valor, propio del capital-sólido, donde nace el
valor metálico como acuñación monetaria real. En esta
prehistoria monetal, la moneda es más un símbolo político
que un diábolo comercial. Las primeras monedas lidias, son
más cercanas a los lingotes de las cámaras reales señalados
con el símbolo del soberano, que a sus posteriores monedas
comerciales fabricadas en plata y bronce.
El pueblo lidio es el ejemplo perfecto para mostrar
este carácter mágico-simbólico de las acuñaciones pre-
monetales. Pues las monedas que producen no podrían ser
consideradas propiamente como monedas funcionales para el
comercio socializado. Hay un paso ténue y gradual, entre la
moneda de oro de los lidios, al elektron lidio, y por fin hasta
llegar a la moneda de plata griega o fenicia. Pero dicha
transición señalará el cambio de fase en la esencia del capital.
Habremos pasado de la predominancia de un capitalismo-
sólido a la dominación de un capitalismo-líquido. Del aspecto
cualitativo de la moneda áurea-de-poder real, a un carácter
eminentemente cuantitativo y abstracto, de la moneda
argéntea-de-riqueza comercial. Veremos como esa transición,
es mediada por una moneda intermedia, entre lo lidio y lo
125
griego: será la moneda de Épheso. Pero esta moneda, aún
conserva su esencia más sólida, que la futura atribución
líquida. Que la pre-moneda de oro lidia sea asociada al capital
sólido, significa también que esta moneda no está destinada a
la circulación, ni convertirse en liquidez para el comercio de
mercancías. En este sentido, será una moneda que pertenece
un capital estático no dinámico, pues su moneda no circulará
sino que queda fijada en el templo como ofrenda,
hermanándose con otros regalos valiosos: estatuas, cálices,
aras metálicas, columnas grabadas, etc. Y es así, porque estas
primeras monedas lidias, son antes que liquidez para el
intercambio de compra-venta, bienes sólidos de prestigio real.
nutriente).
147 Heródoto de Halykarnassos , Historia, Libro I, Historia de los lidios.
127
criticado por los filósofos modernos. Me refiero al mismo
Platón, quien en su República150, dibuja el mito del anillo de
Gyges. Y lo hace con el fin de mostrar cuanto de malo puede
ocasionar al hombre, la posesión de una riqueza ilimitada.
Platón en la voz de Glaukón, lo hace en términos de magia,
porque el anillo que Gyges se encuentra, tiene el poder
inmenso de volverse invisible es decir, inmaterial como las
arcaicas divinidades invisibles. Esa facultad divina, le dio un
poder inmenso con el que accedió al poder del reino. Y más
tarde se convirtió en un modelo de tirano. Esto sitúa al Gyges-
de-oro, como modelo de conducta injusta. La invisibilidad le
hace impune, como el atesoramiento del oro, lo hará inmoral
antes los demás hombres y pueblos. Gyges se propone con el
poder del oro que le confiere, emprender campañas militares
para conquistar las principales polis del Asia menor
occidental (Esmirna, Miletos, Colofón, Tróade).
Los griegos clásicos, no vieron como modelo de
conducta la historia de Gyges, pero lo cierto es que con los
ojos de los arcaicos la relación del honor y la riqueza se
comprendía de forma distinta. Si bien es cierto, que Gyges
atacó a las colonias griegas en la costa de asia menor, por otro
lado, fue el primer rey lidio que ofreció su oro como regalo en
honor de los dioses griegos. Los templos griegos y sus
oráculos se beneficiaron de las riquezas de Gyges, de Alyates
y de Kresos. Esto muestra el hecho de que Gyges usara el oro
de Sardes, fundamentalmente para fines políticos y religiosos,
no así para beneficios comerciales.
El rey Midas y el rey Giges. Junto al territorio lidio, se
encuentra el país de los frigios, que a principios del siglo VII
adC., era gobernado por un famoso rey: Mídas, hijo de Gordio.
Mientras el poder de Midas declinaba por el acoso de los
129
tocarlo con su cuerpo. Pero cuando el rey quiso alimentar su
estómago, no lo pudo satisfacer por no poder ingerir el metal
precioso. El rey pidió a Dionisos que le devolviera a su estado
natural. Lo natural se opone aquí a lo contra-natura, en clara
referencia a la idea Aristotélica de paraphyseon.
Pero Mídas debía antes, sumergirse en aguas del río
Páktolo para purgar sus pecados: “Para que no permanezcas
embadurnado de tu mal deseado oro, ve, (…) al vecino caudal
de la gran Sardes, y por su cima subiendo, contrario al bajar
de sus olas, coge el camino, hasta que llegues del río a sus
nacimientos y en su espumador manantial, por donde más
abundante sale, hunde tu cabeza, y tu cuerpo a la vez, a la
vez tu culpa lava”152.
Y a partir de entonces, el río también desprendería por
su corriente, unas arenas áureas. Pero existe otro episodio, en
que Midas, por su avaricia sufre una metamorfosis, de hombre
en asno, y en la que sus orejas muestran el efecto más
ridículo de esta transformación. Cuenta Ovidio: “En una parte
se le condena y se viste las orejas del que lento avanza, el
burrito. Él ciertamente esconderlo desea, y con vergonzoso
pudor sus sienes con purpurinas tiaras intenta consolar”153.
Ovidio hace referencia al sentimiento de vergüenza, que se
apoderó del Rey-de-Oro, cuando Mídas se erige como juez de
un concurso entre Apolo y Marsias (o Pan silénico). El rey debe
decidir entre la melodía del instrumento de cuerdas, o la del
instrumento de viento (syringe). Entre Apolo o el daimon
silénico-pánico, entre la medida del equilibrio o la hybris
salvaje. Entre la lira o la flauta de Pan. Pero Mídas, en su eros,
en su hybris, en su sed insaciable de satisfacciones, escoge la
música de Pan en perjuicio de Apolo. Y apolo en represalia, le
impone unas orejas de asno.
131
Midas”154. Es decir, para Platón Mídas renuncia al poder de
Apolo como descendiente del médico Asclepio, para dejarse
llevar por los impulsos de Marsias o de Pan. Mídas, es así, un
hombre de naturaleza enfermiza, como la misma naturaleza
que Platón verá en la ciudad-de-los-cerdos. Los cerdos son
como aquellos ciudadanos, en su mayoría comerciantes y
artesanos, que desean con afán desmesurado (con hybris
erótica) la riqueza. La ciudad de los cerdos, en para Platón,
como una ciudad de pequeños Mídas. De modo que la
metáfora moral del asno en el mito, se transforma en la
metáfora política del cerdo en el logos platónico.
Una vez analizado el doble mito de Mídas, casi
contemporáneo de Gyges, vemos como el oro en tanto metal
brillante y sagrado, tiene el don del poder absoluto en el caso
de Gyges, pero también la frialdad del metal que no se puede
ingerir en el caso de Mídas. Que el hombre no se puede
alimentar de lingotes de oro, ya lo afirmaron tanto Platón
como Aristóteles, hasta el mismo Aristófanes. De modo que el
Oro se muestra como gloria y al mismo tiempo, maldición. Y
debajo de esta sentencia, se esconde la elección moral casi por
necesidad, entre el brillo del metal precioso y la luminosidad
de la vida. Hay una concepción mágica que confundirá el
brillo del oro, como energía cósmica, con la energía vital
expresada posteriormente con el término “vril”.
Por ejemplo, cuando Heródoto cuenta el episodio de la caza
del jabalí por el hijo de Kresos: “A ti, además, te conviene ir a
una expedición en que brillarás por tus hazañas: así lo
acostumbraron tus mayores y tienes también la fuerza
necesaria”.155
Para nuestro análisis, corresponde en el paisaje y la
geografía del mito de Mídas fijarnos en los elementos
133
En este caso el nombre de Ardys está emparentado al
nombre de la capital del reino: S-ardys, Sardes. Este Sardis o
Ardys, sería el continuador del proyecto imperial de Gyges de
Lydia. Quizás la capital denominada Lydd o Ludd, en tiempos
de Gyges pasara a denominarse Sardys en tiempos de Ardis o
Sardys.
El siguiente rey que sucedió a Ardys o Sardys, fue
según los historiadores, Sadiates (621-609 adC) cuyo nombre
real procedería tal vez del compuesto Sardys+Attys, dando
sentido al hecho de que sería considerado un descendiente
átido pero en la capital nueva denominada Sardys. Sería leído
como “el Attys de la nueva ciudad de Sardys”156. Este Sadiates,
según Heródoto de Halykarnassos, conquistó Esmirna de
Colofón, Clazómenes y Mileto (colonias griegas en la costa de
asia menor).
El siguiente en la lista de monarcas lidios, de Sardes,
fue Aliates (610-560 adC.) que según mi criterio, podría ser
leído como Aly+Attys, dando a entender que el nombre
conjuga dos elementos: la dinastía átiada y el río Halis o Alys.
Puesto, que según Heródoto, precisamente es con Aliates, que
el reino lidio consolida su frontera con el imperio de los
medos, en el río Halis/Halys/Alys.
Aliates, parecer ser, el iniciador de acuñaciones de
piezas pre-monetales de oro, como la “trites elecktrum lidia”.
Recordemos que Aliates, será el padre del futuro rey Cresos,
tal como se refieren tanto Heródoto como Estrabón.
Llegamos por fin, al gran Cresos, también denominado
como: Kresos o Krousos. Estamos tentados de denominarlo
“Chroysos” haciendo referencia al término griego de “chrysos”
que significa “de oro” o dorado. Pero al mismo tiempo, el
135
en Delfos, cuando le conminó a atacar el ejército de los persas
gobernados por Ciro II. Y el oráculo lo consideró como un
castigo pagado por la pena de su antepasado: “que la Pitia les
contestó así: Lo dispuesto por el hado ni un dios puede evitarlo.
Creso paga el delito que cometió su quinto antepasado, el cual
siendo guardia de los Heraclidas, cedió a la perfidia de una
mujer, mató a su señor y se apoderó de su imperio, que no le
pertenecía. Loxias ha procurado que la ruina de Sardes se
verificase en tiempos de los hijos de Creso y no en los de Creso
mismo, pero no le ha sido posible desviar los hados.”159
Finalmente es Kresos es a quien se le atribuye el hecho
histórico, sobre la primera acuñación de piezas pre-monetales
de oro. Ya desde tiempos de Heródoto (siglo V adC.) o
Jenofonte, se comentaba que “los lidios de Kresos, fueron los
primeros en usar monedas de oro y plata”160.
137
elektrum dejaría de ser ya una moneda de ofrenda para
convertirse en moneda de curso legal para el intercambio de
mercaderías.
El león de Lydia y el Rey Sol. El león, como símbolo
totémico, es el que nos determina que las primeras monedas
de Cresos o de Aliates, fueron más objetos mágicos de poder
que monedas para el comercio. El animal totémico, tanto en
asirios(semitas) como en persas (scitas), era el león. Y quizás
la procedencia de estas tribus lidias procediera de uno de
estos dos imperios. El león como animal fiero, que aún en
nuestros tiempos, se dice de él que es el rey de la selva,
también tuvo que ser considerado como el símbolo del rey de
los hombres. El rey tenía el privilegio, de matar al león,
cuando salía escoltado por su ejército en busca del simbólico
trofeo.
El mismo Hércules o Herakles, de la cultura griega, o el
Melkarth fenicio, se asemejan a una divinidad lidia venerada
desde antigua y llamada Sandon o Shandon162. El propio
Hércules lucirá en monedas posteriores (de V y IV adC) su
perfil guerrero arropado con la piel del león. El león de
Nemea, que aparece en los relatos míticos de los doce
trabajos. El león de Nemea se emparenta con el león de
Cresos. León que aparece en otras monedas en distintas
versiones, como la que dibuja dos figura enfrentadas: el león
atacando a un venado de rasgos similares a un ónix. Escena
que recuerda a las representadas en la cultura persa.
Es posible que el mito de Hércules, griego, diera
también sentido simbólico a los trofeos conseguidos por el
rey-leónida como formas primitivas de la vinculación del
“Después de esto concertaron la paz, con pacto de que las dos naciones fuesen
amigas y aliadas. Aliates edificó dos templos en Aseso a Atenea en lugar de
uno y Heródoto curó de su enfermedad. Así le fue a Aliates en la guerracontra
Trasibulo y los milesios.”163
139
que se traten aún, de marcas de valor de cambio, ya que en la
prehistoria de la moneda, la pieza monetaria era más un
símbolo de prestigio político, que un instrumento de cambio.
Quizás sí son sello o sema, lo son del poder y autoridad real.
Señal de identificación de algún alto militar del rey o incluso
de sus familiares.
Estos leones de lidia, contienen en su dibujo, rasgos
asociados al astro solar, como una pequeña estrella con cinco
o siete rayos (dependiendo de la serie) que surge sobre el
prótomo del león. Esta especie de estrella le da la
configuración de un halo dorado y sobrenatural. Hay otro
elemento característico del león-de-lidia, que es un pequeño
corpúsculo a modo de verruga que sobre el morro del animal,
parece dotarle de algún atributo mágico o especial. Su melena
es poco abundante, siguiendo las pautas de estos animales en
el territorio anatólico, a diferencia de los leones africanos.
Algunas piezas, dibujan una garra que denota la agresividad
del animal, o del ejército del rey. De este modo a través de la
pieza áurea, el león-solar se impone como icono real en los
territorios dominados, a modo de símbolo heráldico del rey
lidio.
141
Hay otro asunto paralelo, sobre la relación entre la
época de la Guerra de Troya y las dinastías del oro lidio.
Homero cita a “los hijos de Talémenes”, que en realidad
debería de ser una traducción sui generis de los “hijos de
Tmólos” o incluso podría referirse a “los hijos de
Tole+manes”, siendo Manes el primer rey de la dinastía en
Meonia, denominada dinastía Atyda.
Homero escenifica el combate entre Aquiles y el
troyano Iftión (otríntida), precismante en las inmediaciones
del río Hermo junto al monte Tmolo y el lago de Gyges:
143
herida de un jabalí. Por lo tanto, podríamos situar en el río
Paktolo, el episodio de la muerte del hijo de Cresos que
cuenta Heródoto.
Sea como fuera, el río Paktolos nos ofrece el recurso
natural del oro, bajo las arenillas arrastradas por su corriente
que acaban afluyendo al Hermos. Depositándose en sus aguas
más amansadas residuos de pequeñas cantidades de oro y
elektrum. Es Plutarco, el que da le da también el nombre de
“chrysorrhoas”. El término griego es más que significativo
pues significa: el oro que fluye. Y describe así su naturaleza:
“Chrysorrhoas tomó más tarde el nombre de Paktolo. Conduce
con su brillo la arena de oro puro, y desemboca en el Golfo
feliz”.172 Además explica que en su cauce se encuentra una
piedra llamada “aurophylaks”, que tiene una propiedad
singular. Esta piedra sirve a la defensa del yacimiento lidio,
pues “esta piedra hace que el sonido de una trompeta, y los
ladrones, que piensan que perseguido, huyó y cayó precipicios.
El lugar donde mueren de muerte violenta, así, se llama la
prisión del Pactolo”. De una piedra semejante, habla Plinio el
Viejo, en su Historia Natural, cuando especifica que junto al
Monte Tmolus, se encuentra una piedra porosa como la piedra
pómez, “pero es difícil de encontrar, ya que cambia de color
cuatro veces al día”.
Soy hijo del Oro divino.
El templo de Efeso (colonia griega en la costa
occidental de Asia menor), fue construido en tiempos del
reinado de Creso, allá por el 560 adC. Los arqueólogos han
encontrado numerosos tesorillos compuestos de piezas de
ofrenda en oro y plata, así como fíbulas, junto a monedas de
elektron (creseidas).
El lugar de Éfeso fue estratégico desde los tiempos
más arcaicos de la civilización occidental. Esta situada entre
172 Ibíd.
173Karwiese como lo han hecho otros antes que él, alegó que el tipo B significa
17/Group inscripción Aliates, o en su totalidad más, "Yo soy de Aliates
"(Walwet es la abreviatura de Walwettes, que es el nombre de Lidia Aliates), y el
tipo de 18/Group Una inscripción hace referencia a otro miembro de la familia
real, tal vez su esposa, que se cree que han jugado un papel importante en la
corte.
174Monedas del tipo 17/Group variedad B, pocas veces visto, representa el león
mirando a la izquierda. Weidauer Tipo 18/Mitchiner Grupo A lleva la
inscripción "Kukas",
145
adC. Se trata de la moneda de Phanes. Por lo tanto, parece
haber una doble relación que une a las moneda-de-león con la
moneda-de-Phanes: a) su vinculación al templo de Épheso, b)
su semejante datación. Pero además, las dos monedas
guardan una misma configuración simbólica: el anverso
contiene un animal totémico y el reverso contiene el
rectángulo incuso con alguna inscripción.
Junto a ello, debemos ser conscientes de que fue un
rey lidio, el que financió la construcción o ampliación del
templo griego de Artemisa en Éfeso. Cresos encargó la
dirección del proyecto al aquitecto cretense Kersiphron,
dejando el área escultórica a Skopas. Complementariamente,
sabemos por Heródoto, que Cresos financió las columnas
principales del templo de Artemisa. Los arqueólogos
luego,han encontrado fragmentos de estas columnas donde
creen leer: “Basileios Kroiso anétheken” (ofrecido o dedicado
por el rey Cresos).
Si Cresos se implicó en sostener y desarrollar la
infraestructura del culto griego175 a Artemisa, en Éfeso, y donó
y ofreció numerosos tesoros y a modo de ofrendas a los
oráculos griegos, tanto de Artemisa como de Apolo (en
Delfos), podemos pensar en que las monedas de Efeso de
Phanes176, fueran en realidad monedas de Cresos también.
Sabemos que las monedas primeras de oro, con
inscripciones de nombres reales, como el de Alyates padre de
Cresos, dan cuenta del poder del rey como hijo del Sol, y
como hombre-león. Este padre de Cresos177 no sostuvo,
ninguna política de pacto y asimilación de los cultos griegos.
“Este Creso fue, que sepamos, el primero entre los bárbaros que sometió
algunos pueblos griegos, haciéndolos tributarios, y que se ganó la amistad de
otros”.178
147
huevo. Primer nacido, en los cantos órphicos, o también
llamado “protogenos”. Contiene una inscripción que reza “soy
señal de Phanes”. Y junto a ella, aparece un ciervo. Es el ciervo
de Phanes. Ahora si correlacionamos la moneda de oro de
Cresos o la de Alyates, recordaremos que la señal hacia
referencia al propio hijo-del-sol que era al mismo tiempo hijo-
del-león. Podemos pensar que el semeíon de Phanes y el
semeíon de Cresos guardan un vínculo simbólico. Ambas
monedas, coincidirían en el sentido: “soy señal o sema o
semeíon de un Alguien”. Ese “alguien” del que la moneda es
“semeíon” o señal, es el propio “acuñamiento”, “golpe incuso”.
El animal totémico, sea el ciervo de phanes o el león de
Cresos, son la señal simbólica del poder real. El ciervo remite
en Éfeso al propio animal de la diosa del templo: Artemisa.
Pues Artemisa era la diosa de la caza, y aparece representada
en sus versiones más primitivas: de perfil, alada, y con una
bestia o fiera (therion) en cada mano. Por eso, era llamada
Potnia Theríon181. Cada una de esas dos bestias, es un león o
pantera y un ciervo. Tenemos pues, a los dos animales
totémicos de las dos monedas semejantes, rencontradas en
manos de la diosa del templo de Éfeso. Templo que fue
financiado por el mismo rey Cresos.
Es probable interpretar que ambas monedas son de
Cresos. Cresos interpretado primero como sus antecesores
inscribed with the name of Phanes. Ancient coinage of Ionia. Ephesus Greek
Coins British Museum - Gold croesid coin.
180
Creo que Phanes y Orpheo coincidirían en una supuesta etimología del
término “orphnaios- Ôrphnaeus, como el "oscuro". Orphnaíou Pyrós= Fuego
rojo oscuro, es decir el color del oro rojizo y el fuego aúreo (Homero lo usa en
este sentido). Además, Plutón es el dios del subsuelo, de las minas y los
metales del inframundo. Y uno de sus caballos es denominado: Orphnaios.
Precisamente, esos caballos denominarían a distintos metales encontrados en
el subsuelo.
181Artemis como “Potnia Theron” se la representaba con largas alas y
llevando un animal en cada mano, normalmente un ciervo y un leopardo, pero
a veces un leopardo y un león.
149
fueron los lidios.182 Pero en mi opinión no debemos confundir
la famosa frase “rico como Kressos” con la riqueza obtenida
de una economía de mercado. Pues como ya he descrito, la
moneda de Cresos es más el símbolo de una economía natural
del valor, que de una economía social del valor. No obstante,
hay un período, suponemos que posterior al propio Cresos,
donde la moneda toma su carácter de sema-del-valor de
cambio. Del capital-sólido al capital-líquido. Pero entre este
sema-del-mercado y la mercancía y el sema-de-Phanes, dista
un mundo. El mismo mundo que cabe transitar, desde una
concepción del valor-de-uso a una economía del valor-de-
cambio. De las arenas áureas del río Páctolo, al ágora
comercial de la polis. Es fácil demostrar, por la Arqueología,
que las piezas de oro y elektrum, de Cresos, no fueron usadas
para el intercambio comercial entre distintos pueblos de
culturas distintas y que no aparecen ni dejaron rastro fuera
del área de la Anatolia occidental.
151
pensamiento arcaico y las leyes del valor según la Naturaleza.
Su expresión más perjura, era el interés como fruto del
capital-a-préstamo. Pero la expresión menos perjura, fue el
capital comercial fruto del intercambio libre. Por eso, el
Estado debía de regular ese valor social de la riqueza, según
Aristóteles.
Podemos pensar que en tiempos de Cresos, éste
consolidó un modelo financiero fundado sobre los templos y
las ofrendas. Convirtiéndose posteriormente, los sacerdotes y
psicofantes en futuros acuñadores y/o especuladores
monetarios, que desembocará en las posteriores procesos de
democratización monetaria. En esos años posteriores, cuando
la pieza-metálica-de-honor y reconocimiento sale al ágora, las
piezas monetales servirían para el intercambio del metal por
un número determinado de cabezas de ganado (capus y
capitales).183
Esa transición del valor, se produjo posiblemente
también en la forma de denominación de la pieza monetal.
Cuando las creseidas de oro o elektrum, desaparecen en favor
de la aparición del Státer , el Drakma o el Sheckel, fabricados
en plata, se producirá tal cambio en la concepción del valor y
su economía. Los propios términos de “státer” o de “shekel”
hacen referencia al valor como “medida de pesaje”, o la plata
como material para el comercio. La moneda se convierte en
señal o sema del valor, en tanto su peso es su valor y el valor
es el precio de la mercancía.
183R. Cook presentó la mayor valoración en él, lo que sugiere que pudo haber
tenido el poder de compra de once ovejas Dl mismo modo, Richard Seaford
sintió que podía comprar diez cabras cerca. Michael Mitchiner colocado un
menor valor mucho en él, creyendo que era una oveja vale aproximadamente
tres o frascos de vino.
R. Seaford, dinero y la mente griega temprana: Homero, la filosofía, la
tragedia, University Press Cambridge, Cambridge, 2004, p. 135. Postuló que el
sexto stater noventa valía alrededor de un tercio de una cabra.
153
hijo del Eros y del Belós (guerra) o pólemos en griego. Las
armas la fabrica el herrero. Y del oro como metal divino,
nacerá después por democratización de la moneda metálica,
el eros-del-comerciante. El valor de uso, se convertirá en valor
de cambio. Y el poder del metal divino, de origen natural y
político, se convertirá en el poder de la “krhema” social.
Si Phanes es la divinidad del herrero real y de la metalurgia
del metal divino, Eros será el dios del joyero social y del
comercio de mercancías. El herrero se transformará en joyero,
que vende objetos de lujo para los comerciantes ricos. Con la
metamorfosis del herrero en joyero, el valor muta de un
capital-sólido a un capital-líquido.
El herrero parece ser el primer artesano184, cómplice
del templo y de sus sacerdotes y psicofantes. El joyero, se
aleja del templo y se dirige al centro de la polis: al ágora. Allí
coincidirán los primeros filósofos y los primeros joyeros. Pero
en una fase posterior, sobre todo en la edad media185, los
joyeros se harán banqueros y coincidirán con el sentido
primitivo del templo como lugar de financiación y préstamo.
En función de los dos personajes (herrero y joyero)
podemos describir las formas de organización social
asociadas, así como los modos expresivos del capital. El
184Childe. L´Europe prehistòrique. Payot Ed. (Trad. Ed. Icaria). El herrero como
primer artesano que nace del excedente agrícola.
185Esta metamorfosis del joyero en banquero, será desarrollada en un
capítulo próximo. Idea que recojo, solo tangencialmente, de una idea de
Deleuze, en “Mil Mesetas”. Cap. Tratado de nomadología: la máquina de
guerra. Deleuze allí, se inclina en su análisis, por la metalurgia propia de la
máquina de guerra y no de un aparato estatal. Deleuze analiza la metalurgia
bajo la técnica de la fundición, no bajo la operación del forjado. Sin embargo,
en próximo capitulo analizaré lo que supone fundir el metal para otros usos
no productivos, sino financieros. Hecho que acerca su herrero fundidor, a mi
joyero-banquero, representante del capital gaseoso. Deleuze no sabe o no
quiere reconocer el hecho de que fundir el metal, será esencialmente una
operación del banquero-usurero sobre una joyas-empeñadas.
“Creso era de linaje lidio e hijo de Aliates, tirano delos pueblos que moran más
acá del río Halis”186
Está vinculado al Estado arcaico, bajo la forma
imperial que desciende como los escalones de una pirámide
cuya base es el pueblo. El rey divino y sus súbditos humanos,
entre los dos, el estamento militar. En este Estado arcaico el
herrero es un personaje especial, que guarda una relación
íntima con el propio rey o emperador.
155
progresivamente en el crecimiento del mercado. Estado de la
producción al modo capitalista, según el pensamiento de
Marx. El joyero sería un artesano y comerciante, que produce
objetos de lujo para la clase más opulenta de los
comerciantes. Producirá en su taller de artesano, objetos de
lujo como fíbulas ornamentadas, placas aúreas, pequeños
objetos domésticos de plata. El herrero se habrá convertido en
orfebre. Orfebre como “auris faber”188 (el artesano trabajador
del oro).
El espacio social se hace cada vez más homogéneo con el
transcurso de los siglos. Sociedad de artesanos y comerciantes
y más tarde de industriales y obreros con capacidad de
consumo.
Los linajes, las dinastías, son el entorno político de los
primitivos herreros. Donde lo mítico es el fundamento como
relato de la historia del
Imperio que es la sucesión de mitos de sus reyes. Hércules
como el rey que caza leones y como hombre hercúleo que
golpea el metal con su martillo. Pero también Hércules como
hombre que se juega su destino en orden a la sumisión de la
prueba real. En el otro modo, se nos aparece la sociedad de
clases, de comerciantes, de artesanos, de militares, etc. El
Logos aquí, sustituye al mythos y el relato será ahora el haz
de historias de sus gremios, y de sus ciencias. El herrero aquí,
se ha transformado en un artesano y comerciante más, que da
lujo a la necesidad de una sociedad opulenta.
En el hábitat del herrero, el capital es un bien
inmovilizado. Tierras, metales y ganado. El tesoro real es el
centro del círculo del Estado. Como la mina es el centro del
territorio del Imperio: el monte Tmolos es el centro del
imperio lidio y junto a él se levanta la capital Sardes. Los
lidios hacen de la metalurgia minera el centro de su Estado
157
lógica A (capital sólido y capital líquido). Que se corresponden
con dos tipos de racionalidad humana emparentadas, sin
lugar a duda, con dos tradiciones de pensamiento: el
Idealismo objetivo y el materialismo objetivo189.
Para una, el Idealismo objetivo, el capital es sólido y la
ley es la de la Naturaleza, así como la acuñación de moneda es
primitiva y la señal es el sema del rey-dios-animal(león)-
metal(oro). Los objetos del rey en oro, no son joyas sino
símbolos de la divinidad encarnada. Como los muslo de oro,
en la mitología. El capital coincide con el “capitus” o la cabeza
del Estado. Sema real, sello imperial incuso en el objeto de
honor aúreo. Estado imperial sin propiedad privada,
formaciones estatales asiáticas (como diría Marx), tesoro real
y artesano herrero del rey. Metalúrgica imperial del sema
como símbolo metálico, que conecta el poder del rey con el de
la divinidad. Metalúrgica imperial que con los siglos se
considerará como “pecathum”. De la metalúrgia del pecathum
que proclama el rey como dios aúreo, a la metalúrgica del
pecunium, que propondrá un orden mas homogéneo de lo
social. Pecunia que salva del pecathum, puesto que el dinero
circula por la sociedad, como moneda democrática, que
distribuye la riqueza a través del mercado. Lo divino ya no
será fruto de la producción del herrero real, sino que será la
producción del joyero artesano, en la sociedad mercado.
Como vieron los clásicos griegos, una problemática nueva
aparecerá: la divinidad de los templos, será sustituida por la
divinidad (khrema) de los mercados.
Isaías 41,7
“El fundidor anima al orfebre, el que pule con el martillo al que golpea el
yunque; dice de la soldadura: ¡Está bien!, y sujeta el ídolo con clavos para que
no se mueva. (Isaías 41,7)."
159
Proponemos la siguiente dualidad, respecto al fiscus y
al erarius: el fiscus es a la fase natural del valor, como el
erarius es a la fase social del valor. O dicho de otro modo, el
fiscus es al Estado Imperial, como el erarius es a la sociedad-
con-Estado. El fiscus es el atesoramiento en el orden del
capital-sólido, como el erarius lo es al orden del capital-
líquido (primero y segundo órdenes del simulacro, en la teoría
de los simulacros del valor de Baudrillard). Ambos modos de
atesoramiento, se corresponden con las dos fases del capital
en la Lógica A del capital sólido-líquido o capital de la
producción.
En la fase del derecho natural, del Estado Imperial y
del herrero-del-metal precioso, nos encontramos con una
concepción natural del valor que entre otras cosas, permite
identificar en este estadio de la conciencia, el “fiscus” con la
“Physis”. Si recordamos que la “physis” es aquella naturaleza
que se-hincha (en griego). Nos referimos a aquel soplo-de-la-
physis que es lo que permite a la propia naturaleza
desarrollarse en su máxima expresión, al tiempo de la prima-
vera o el primer-verano. La primavera está unida al
florecimiento de la physis, como un soplo vital que hincha
todo ser natural adormecido en el invierno. De ahí, que la
Physis sea “lo que se hincha” o se inflama de vida. Del mismo
modo, si nos acogemos a las interpretaciones sobre el término
“fiscus” que le hacen derivado de un originario “fis(i)cus” que
a su vez provendría del griego “physis”, debemos admitir que
el “fiscus” es algo relacionado con la “Physis”. ¿Qué es aquello
que puede hincharse como la physis? Un pequeño cesto que
es engrosado o hinchado con frutos, con víveres, o un gran
cesto como el granero real que es a la vez, el Tesoro del Rey
en el Estado Imperial (fase sólida del capital -A1). Tanto es así,
que en el latín, “fiscus”está definido como “cesta de mimbre o
junco para guardar dinero”.190 En el diccionario etimológico de
190
Derecho fiscal. Sobre el origen del Fisco: “cesto, caja de caudales, dinero. El
fiscus era la bolsa donde se depositaba el dinero del tributo que se cobraba a
161
oliva. Y comprendiendo este contexto histórico, recogemos las
notas acerca del abastecimiento de productos de subsistencia
en los graneros imperiales de Roma. Cuando el grano y el
aceite, eran los dos productos fundamentales para los que el
Emperador estableció la “ratio annonaria” o “annona” 191 a
través de la “procuratio Augusti”, siendo labor de los
“preafectus annonae” que se encargaban de organizar y dirigir
la recolección y la administración de los fondos provenientes
de ese atesoramiento de aceite. Además, según describe
Nebrija en su estudio sobre los molinos de aceite192, nos
cuenta que los “capachos” son cestos que se usan en los
molinos de aceite. ¡Los mismos capachos, a los que se refiere
Covarrubias, para explicar un origen del “fiscus”! Y
precisamente, Nebrija comenta a continuación que de estos
“capachos” o cestos de los molinos-de-aceite se documentan
dos tipos: unos grandes (llamados fiscus) y otros pequeños
denominados “fiscina”.
Con ello, de esas fuentes tan diversas, nos resulta
claro que el origen del “fisco” romano, proviene del “cesto del
aceite” (y el aceite es el oro líquido), en tanto cesto que
recapta (éranos, griego) y se hincha en su recolecta (al modo
de la physis). Del término “fiscus” se derivó el “confiscare”
como recaptar directamente dinero y no aceite, en el cesto del
Emperador fiscal(izador). También derivará por ello, el
término “fiscalizar”, que vimos como ya no se referirá a un
impuesto o imposición del poder sobre la masa, sino más bien
en términos postmodernos, a un control-del-Estado sobre la
multitud (contribuyente).
(Molinos en Nebrija).
163
capital. Este capital está asociado, al tesoro como fiscus del
rey o capital-de-la cabeza política del Imperio: capital del
emperador. Capital privado.
Ambos parecen estar ligados etimológicamente, a una
acumulación de capital, mediante recaptación, por parte de la
cabeza de lo político: el rey o el emperador en un Estado
imperial sin sociedad política o sin cosa-pública. Pero
enseguida, observamos que en la sociedad romana, la
republicana en concreto, el Erarius se asociaba al “templo de
Saturno”. Y es por aquí, donde el Tesoro privado se convirtió
en tesoro público. El erario público nace en el Aeris-del-
templo de Saturno. Esto es significativo, por cuanto nos
muestra como el Erario-público proviene del término
“Aeris/Aer” que es el nombre del “cobre” en latón. Del cobre,
del latón o del bronce, de metales inferiores a los divinos: el
oro y la plata. Es el tesoro de lo público, hecho de un cofre de
metal inferior como el bronce por ejemplo, que fue llamado
Aeris-de-Saturno. Nace con el cofre-de-bronce, la idea de
“tesoro público”.
La palabra “aer-aeris-aes” del latín, se empleó para
designar precisamente a los metales vulgares, democratizados
(podríamos decir), a los metales que no son propios del
Emperador, de Cresos: el oro o la plata. Durante la Edad
media, aparece el término “aeramen” para designar a los
objetos broncíneos; término que luego dará lugar a la
aparición del “aramne o alambre” como hilo de cobre.
Quizás el Aeries latino provenga de una raíz arcaica:
“aios” que denota al material metálico. Pero en Roma, el Aes
era según Cicerón, el cobre o el bronce en su menor grado de
valor. La misma pieza monetaria democratizada, para el
intercambio comercial no fue otro que el “Aes” romano, de
bronce. Los pagos diarios se realizaban en “Aes”. El “as” fue la
moneda romana de poco valor.
Este capital monetario circulante, o el capital-líquido a
modo de “calderilla”, fue el “aes” romano de bronce o de
195Aes alienum (-ris, n.) vel pecunia debita vel debitum est obligatio pecuniam
alio dandi. Cum foenoribus certo temporis puncto solvendum est.
An opposite term is “aes suum”.
165
del tesoro, mientras que Erario será el tesoro público del
Estado.
Podemos añadir, que del mismo modo que el valor-de-
cambio desparece, en un mundo donde solo existe el valor-de-
uso, aparece en paralelo un Estado imperial, un Arconte o un
Rey o un emperador; desapareciendo también el tesoro
público que se confunde con el tesoro privado. El Erario
público queda asimilado por el Fisco imperial. O el Capital
líquido queda asimilado por el Capital sólido. Y la sociedad
queda asimilada por el Estado. Produciéndose en movimiento
contrario, cuando la fase social del valor se desvincula de la
fase natural del valor, o cuando la conciencia de sociedad se
separa de la Idea de Estado o cuando el tesoro público (erario)
se desvincula del tesoro privado (fisco) del monarca. Y por
último, podemos afirmar que en un plano semiótico, es como
si la estructura lingüística se desvincule del espacio de
representación. Es como si naciera el estructuralismo, cuando
el significado se ha independizado “relativamente” del sentido
y el significante (diábolo) lo ha hecho del “signo” (sema,
semeíon y símbolo). El desdoblamiento de las dos “cajas o
tesoros” es como el desdoblamiento del espacio de
representación simbólico (A1) respecto a un segundo espacio-
de-repetición estructural o diabólico (A3). O el
desdoblamiento del modo de producción pre-capitalista
fundado en el valor-natural del uso, se desdoblase en un
modo de producción capitalista fundado sobre el valor-social-
del-cambio. En términos de Filosofía política, podríamos
poner en paralelo tal desdoblamiento de los tesoros, con el
desdoblamiento de una concepción clásica y natural del
“poder” (relación natural de sumisión), con una concepción
moderna y social del “poder” en tanto relación inter-social. Es
decir, el paso de una sociedad-de-soberanía a una sociedad-
disciplinaria. El fiscus-del-Oro sería al poder-soberano, como
el Erarius-del-cobre lo es al poder-disciplinario (si queremos
hablar en término foucaltianos y weberianos).
“Las mismas guerras con las que los patricios romanos arruinaban a los
plebeyos,…. llenaban los graneros y las bodegas de los patricios del cobre
conquistado al enemigo como botín, metal que era el dinero de aquel tiempo.
En vez de entregar directamente a los plebeyos las mercancías que éstos
necesitaban, el trigo, los caballos, el ganado vacuno, los patricios les prestaban
este cobre que a ellos no les servía de nada …., gracias a lo cual los convertían
en sus esclavos por deudas”. 196
167
En este tiempo del mercadeo, se inscribe el valor de
cambio de la joya, como mercancía de intercambio
característica del herrero-orfebre, en una sociedad de
capitalismo líquido. El término “iocale” proviene del “iocus”
que es el “juego” asociado al tiempo festivo. Es en los
mercados, donde la fiesta es juego y el juego es festivo. Pero
además, la raíz “ioc-“ de la joya-y-lo festivo, está emparentada
con la otra raíz fundadora de la joya: el “iubar”. El “iubar”,
hace referencia al brillo, a la luz, al resplandor, de los cuerpos.
Entre todos ellos, el cuerpo-resplandeciente es la corporeidad
de la joya. Y ese cuerpo-brillo, nos tienta como deseo de la
opulencia, pues el “iubar”(brillar) se asocia al “iubeo”(desear).
Joya reúne, al deseo, al brillo y resplandor del cuerpo
metálico, y al juego festivo como celebración de mercado. Esta
es la atmósfera de la joya, que se corrobora en el sentido del
“iubilo” y el “iubileo” (alegría, canciones festivas, cantos de
gozo).198 La joya, emblemática del herrero-orfebre, es la
“medalla”. El término procede del “metallum” que designa
tanto el metal, como la mina. De esta medalla de metal, como
joya, podemos desplazarnos hasta la medalla fabricada de un
metal especial: la plata. La medalla de plata, actúa como lo
hace a un nivel de equivalencia general, la moneda de plata
(dracma griego, shekel fenicio o el denario romano). La plata
vincula a la moneda como capital dinerario en el circuito del
capital comercial, con la mercancía del orfebre. Y la plata es
el metal que da el sello social al valor. Por eso, si el Oro es al
régimen imperial, la Plata es al régimen democrático u
oligárquico y en particular a la Republica, que es res-publica
del tesoro entendido como fiscus. Por eso el “argyros” o plata
es el mercurio líquido que ofrece liquidez misma al
intercambio social de productos. Y por ello, la medalla de
199 Aún en sociedades como la India, actualmente se compra mucho oro para
la joyería destinada a la fiesta nupcial, como dote matrimonial. Un artículo
titulaba: “Are indian weddings destory its economy?”.
169
(A4) “Joya por dinero”, en el tiempo del capital comercial
--------------------------------------------------------------------------------------------
(B1) “Dinero por joya”, en el espacio del capital-a-préstamo
171
indicar que hay una transición, aunque continua, si disruptiva
de una economía imperial a una economía republicana:
(A1) capital sólido, en el que el herrero produce objetos de
oro, fundamentalmente, valiosos para el Emperador, o el Rey.
(A3) capital líquido, en el que el herrero se convierte en
orfebre y fabrica productos de plata y cobre para el demos.
Pero a continuación, sobre la línea de (A3) se produce
un movimiento de transformación más, en el desarrollo del
herrero-orfebre, que deja de fabricar productos de metal
precioso para el demos, para dedicarse a la mediación en la
relación de intercambio entre comerciantes y artesanos. En
esta relación temporal del mercado como intercambio (A4), el
orfebre fabrica menos, para mediar más. ¿Cómo ocurre esa
mediación interventora en el tráfico de mercancías? En la línea
de acogerse, no ya al yunque, las pinzas o el horno, sino en la
medida que se vincula a la balanza.
Podemos esquematizar este desarrollo del herrero-
orfebre, que sucede paralelo a las fases del valor y a las etapas
del capital (el salto ontológico se produce entre A4 y B1):
173
última del valor en la economía de la producción, serán
cambista de monedas y certificadores y autentificadores de
las joyas o monedas. De modo que también podemos
considerar que este especialista artesano de las joyas y los
metales preciosos, es el precursor de la consecuente figura del
banquero. Es en este paisaje, entre algún sitio de las paradas
del mercado, en medio de la polis, que el orfebre monta su
mesa a modo de pequeño taller móvil, sobre el que asienta la
pequeña balanza y algún instrumento más para analizar las
monedas, las medallas y las joyas.
175
de naturaleza fiduciaria. Este es el clímax que alcanza un
proceso de des-simbolización del metal y su valor natural, y
consecuentemente, el proceso de des-referencialización del
capital-monetario respecto a su patrón metálico. El orfebre ha
pasado de almacenar y custodiar metales, a crear “signos”205
que dan fe de un valor monetario.206 Se creará entonces, un
capital monetario que en el sentido que explicitaba Marx, es
de naturaleza ficticia. Se producen las primeras emisiones de
dinero ficticio para la circulación, a modo de expansión
monetaria. Y eso produce, que las monedas cada vez sea
menos común el fabricarlas en metales preciosos y
prestigiosos (como sucedió en los períodos de la antigua
lógica de la producción)207.
Es de este modo, como el clásico orfebre-joyero
heredero del herrero imperial, se acaba convirtiendo en un
orfebre-prestamista-banquero. Se introduce el espacio de
financiación, como principio fundamental a partir del cual se
desarrollará la economía. Una economía basada en el capital-
gaseoso o capital a préstamo por interés y en la naturaleza
ficticia de la creación de dinero. Un dinero que será a partir de
entonces, un dinero fiduciario desligado por completo en el
transcurso de los siglos, de su patrón metálico. De la
207“Con el aumento del dinero circulante, que fue permeando las relaciones
interiores hasta el punto de hacerse necesario acuñar moneda fraccionaria de
bronce, de carácter más fiduciario que la plata, se fue haciendo más frecuente
la figura del banquero”. El comercio y el Mediterráneo en la Antigüedad .
Genaro chic García. Ediciones Akal, Madrid.2009.
177
las leyes metafísicas de la noción de acto, materia y forma,
pero la economía de la prenda sigue según leyes fenoménicas
de la potencia, el devenir y la virtualidad del ser.
El empeño, como el espacio-de-financiación y de la
prenda, es también nombrado como “crédito pignorado” o
“crédito prendario” puesto que el latín dispone de términos
afines: “pignus, pígnoris, pígneris-pignerare”208. Es curioso, ver
que en el prendarse-de-algo, aparece una imagen de afección-
al-bien prendado. El sujeto es afectado, no solo
económicamente sino sensiblemente, por el bien que entrega
como garantía.
Es curioso observar que este afecto sensible, que el
propietario siente por la joya prendada, se relaciona con el
sentimiento que une al padre y al hijo (prenda), pues ya
encontramos en Ovidio y Petronio, la idea de que el hijo es el
“pignus” del padre: “pignera, filiorum sunt affectuuum inter
se”.209 Esto nos permite pensar que el término “pignus” latino,
proviene originariamente de un vocablo griego: “pyknós”, que
significa “apretado, compacto, sólido, espeso”. Esta idea se
refleja en la multitud apiñada en la asamblea de Atenas, que
es designada como “pyknótes”. La idea de que la multitud o el
pueblo está apiñada, o apretada como una piña. El propio
término latino de “pinos” para piña y para el pino, es las
muestras más sonoras de este sentido originario del “pignus”.
De modo que podemos interpretar que para los griegos el
pueblo debe estar unido como una piña, pero para los
romanos es la familia la que debe estar agrupada como una
piña: en la relación entre el padre y el hijo (pignera, filiorum
sunt affectuuum inter se). El nexo o relación estrecha entre
padre e hijo, del mismo modo que el lazo que une al
prestamista y prestatario, se manifiesta en el vínculo estrecho
Corominas-Pascual. Gredos.
179
joyero-prestamista y usurero. Siendo el joyero-prestamista
como usurero profesional, el precursor del banquero
moderno. La joya, se presenta como símbolo del objeto-
prendado, que sirve a la mediación del préstamo del joyero
hacia el deudor o poseedor de la joya. La joya, revierte la
relación del intercambio comercial entre joyero-herrero-
artesano y comerciante-opulento del demos democrático.
Ahora, la joya sirve a otro fin, y toma otra naturaleza distinta,
que la aleja definitivamente del bien como valor de cambio en
la relación de oferta/demanda. Esta vez, la joya es un bien
como valor-de-prenda que es el valor-de-financiación en la
nueva fase del capital: la fase gaseosa.
Este giro ontológico del capital, del valor del bien, y de
la relación social, puede perfectamente ser simbolizada por el
cambio sufrido por el carácter del herrero. Donde la joya en
su conciencia, ya no será un objeto-producido ni un objeto-
comercializado, sino un objeto-de-garantía prestataria. Que si
no es devuelto el préstamo del capital, éste podrá fundirla y
transformarla en metal y devolverla a su estado-de-naturaleza.
Para ello, es preciso que el herrero-joyero se haya convertido
en un estadio intermedio cuya personalidad le hace ser el
garante y custodio de la joya o del metal, como previamente
habíamos visto. En este preciso momento, cuando cambia
todo, es cuando la joya (medalla, moneda) es almacenada en la
caja de seguridad del joyero, pero no en tano esta es un
objeto-de-comercio con valor-de-cambio, sino en tanto en
cuanto esta es un objeto-de-prenda o garantía de tipo
financiero pues representa un “diferencial” de interés.
“El capital a interés o capital usurario, para emplear el término arcaico, figura
con su hermano gemelo, el capital comercial, entre las formas antediluvianas
del capital que preceden desde muy lejos al régimen de producción capitalista
y con las que nos encontramos en las más diversas formaciones económicas de
la sociedad”. 212
Ediciones Akal.
181
imperiales, o el sistema comercial de las polis, sin estar
subordinados por el capital-a-préstamo? ¿Por qué entonces, la
prenda y el préstamo a interés, no se desarrolló al mismo
ritmo que lo hicieron el capital-de-la plusvalía y el capital-
comercial? En definitiva, ¿por qué entonces, las sociedades
arcaicas como la de Cresos, o las clásicas como la de Platón,
pudieron funcionar y desarrollarse al margen del capital-
financiero? ¿Por qué el capital no se hizo gaseoso, y al margen
de la producción, ya en la Antigüedad o en la Edad Media?
¿Por qué entonces, el propio Marx no descubrió el valor-de-
financiación (bien prendado o diferencial del dinero) como
una forma del valor a añadir junto al valor-de-uso y al valor-
de-cambio? Sin embargo, Marx cuando analiza el capital-a-
préstamo por interés, no le concede sino la gracia de la
“irracionalidad”, de la ilógica, de la insultante altivez y
desprecio del capital financiero, respecto al capital de
producción.
¡Como si este capital financiero representado por el
“diferencial” (valor-de-financiación, en nuestra teoría del
valor: tercer simulacro del valor y tercera fase del capital:
capital-gaseoso) fuese “antediluviano”! ¡Marx se atreve a decir,
que “precede desde muy lejos al régimen de producción
capitalista”!
Pero por otro lado, luego confesará que este capital
ante-diluviano (¡antes del diluvio universal!213) es algo
“inexplicable” o incomprensible para su propia teoría
sistémica. Dice Marx, que este capital financiero actúa “sin
mediación de la producción”.214
183
usurero lo hace sobre el modo de producción feudal y pre-
capitalista, el capital productor de interés (capital financiero y
bancario) lo hará sobre el modo moderno de producción.
capitalista. Pero como ya he mostrado, nuestro análisis dista
mucho del de Marx, pues considero que la lógica financiera
del préstamo y la usura, funciona de modo completamente
distinto a la lógica del sistema general de la producción
(capital de producción y capital comercial).
También Marx, distingue entre a quién se presta el
capital: si se deja a los pobres el capital es usurero, si se
presta a los ricos propietarios el capital será financiero.217 En
nuestro análisis, esta distinción es superflua, por cuanto nos
fijamos en el fundamento lógico del préstamo como
acontecimiento económico que no necesita estar mediado de
las relaciones de producción (tal como más tarde, en capítulos
sucesivos, mostrará el propio Marx).
Para confundir más, la interpretación que hace Marx
sobre el origen del capital usurero, éste nos dice: “La usura es
el supuesto último del que se parte y no el resultado al que
aspire el modo capitalista de producción”218. También dirá que
el “capitalismo usurario es el supuesto esencial”. Si es último,
pero supuesto del que se parte, parece una contradicción: o es
último (resultado) o es primero y fundamento. ¿Es el capital a
préstamo, fundamento o resultado del modo de producción
capitalista? (Le preguntamos a Marx).
Nosotros creemos que no es ni resultado ni
fundamento. No es ni causa ni efecto de la Economía como
217
Marx, pone el ejemplo de la consideración popular sobre el “odioso
usurero” en oposición al “prestigioso banquero”. El Capital, Libro I, Capítulo
XXXVI. Ed Akal. También anota Marx: “las formas características bajo las que
existe el capital usurario en los tiempos anteriores al régimen capitalista de
producción son dos. Estas dos formas son: primera, la usura mediante
préstamos de dinero hechos a los grandes dilapidadores de la época,
principalmente los terratenientes: segunda, la usura mediante préstamos de
dinero hechos a los pequeños productores…”
218 K. Marx. El Capital, Libro I, Capítulo XXXVI. Ed Akal. (p.350).
185
explotación del “modo de producción”. Es la lógica que
aparece entre los “poros de la producción”.
La disyunción entre las dos lógicas distintas de la
Economía, se refleja cuando Marx comenta: “el dinero se
asocia fácilmente el atesoramiento. Sin embargo, el atesorador
profesional no llega a adquirir importancia hasta que no se
convierte en usurero”222. Aquí observamos como la economía
parte de dos lugares distintos, en función del modo de
acumulación o del modo de atesoramiento, que vimos ya
anteriormente en sus dos fases primeras del Tesoro imperial
en el capital sólido y el Fisco estatal en el capital líquido. Pero
muy distinto es, la serie que comienza con el atesoramiento
del usurero (luego banquero) que parte del capital-a-préstamo.
Marx denomina este salto ontológico, entre nuestro capital
líquido y el capital gaseoso, como una simple transformación
mediada por la “profesionalización”. De aquí sobreviene la
interpretación de Marx, sobre el capital usurario como “forma
característica del capital a interés que corresponde a la fase de
predominio de la pequeña producción”. Aunque no sabemos
tampoco, porque el rey Cresos cuando acumulaba oro, a
orillas del río, debe ser considerado como menos profesional,
que el recaptador del Fisco en la República romana, o del
propio usurero de la joya-prenda en la época medieval. No
consideramos serie, desde el punto de vista teórico, hacer
distinciones en el modo de atesoramiento en función de un
concepto como el de la “profesionalidad”.
Siendo justos con Marx, debemos reconocer que la cita
que usa él, es de J. W. Newman, en su “Lectures on Political
Economy, Londres”. Y es Marx quien critica al criterio de
Newman puesto que “pasa por alto que entre uno y otro se
interpone la diferencia existente entre dos sistemas sociales de
producción, con sus órdenes sociales correspondientes, sin que
Akal.
Akal.
K. Marx. El Capital, Libro I, Capítulo XXXVI. Condiciones Precapitalistas. Ed
224
Akal.
K. Marx. El Capital, Libro I, Capítulo XXXVI. Condiciones Precapitalistas. Ed
225
Akal.
187
sucederá en la lógica del capital gaseoso, cuando el capital-a-
préstamo se impone como reactivo principal de la economía,
¡al margen incluso!, del propio sistema productivo. ¡Hay un
nuevo comienzo! Distinto al del sistema productivo. Y Marx en
algunos momentos lo reconoce: “La usura tiene importancia
histórica frente a la riqueza consumidora, por ser a su vez un
proceso de nacimiento del capital”. Yo no lo podría expresar
mejor que el propio Marx: “Cuanto menos se desarrolla el
carácter del producto como mercancía, cuanto menos se ha
impuesto a la producción, en anchura y en profundidad, el
valor de cambio, más aparece el dinero como la verdadera
riqueza por antonomasia,…”226
Marx se vuelve equivocar, a nuestro parecer, cuando
insiste en la idea de que “Hasta que no se dan las demás
condiciones propias del régimen de producción capitalista, no
aparece la usura como uno de los elementos constitutivos del
nuevo sistema de producción…”227 Pues no es así, ya que la
usura, en tanto es estrictamente un concepto definitorio del
“préstamo”, ya está funcionando al margen de los procesos y
resultado de producción y comercialización de mercancías.
Dicho vulgarmente, al usurero o al banquero no le importan
los resultados económicos que el deudor obtenga, ya que él se
garantiza el riesgo con la “prenda”, el aval o la garantía.
La diferencia principal entre nuestra visión sobre el
capital-a-interés y la que tiene Marx se refleja aquí
perfectamente:
“El sistema de crédito no significa más que la supeditación del capital a interés
a las condiciones y a las necesidades del régimen capitalista de producción. En
Akal.
K. Marx. El Capital, Libro I, Capítulo XXXVI. Condiciones Precapitalistas. Ed
227
Akal.
Akal.
Cuando hablo de “sistema general de la producción” lo hago según el
229
Akal.
189
los reyes inclinan sus rodillas ante los orfebres. Como
ejemplo, el caso que describe Marx, quien hace referencia, en
este sentido, en “El Capital”, a una cita de John Francis:
“Carlos II de Inglaterra, por ejemplo, tenía que pagar todavía a los orfebres
(precursores de los banqueros) enormes intereses usurarios y agios, de un 20 a
un 30 %. Un negocio tan rentable como éste animó a "los orfebres” a anticipar
cada vez más dinero a los reyes, a anticiparles todos los impuestos y
contribuciones, hipotecando toda concesión parlamentaria de dinero en el
mismo momento de otorgarse y rivalizando también los unos con los otros en
la compra y aceptación en prenda de bills, orders y tallies, con lo cual todos los
ingresos del Estado pasaban en realidad por sus manos ”.231
Marx toma la cita de John Francis. History of the Bank of England, Londres,
231
Akal.
191
practicando ex.legis.236 Recordemos los términos para definir
esa relación no comercial, sino prestataria entre dos
individuos: la “mutuio datio”. Si la relación comercial (relación
del valor de cambio y del capital líquido) es representada por
la “estipulatio”, la relación financiera (valor del diferencial y
del capital gaseoso) será nominada como “mutuum”.
Recordemos que junto al “mutuum” aparece el término
“pignor” (prenda) como objeto al que se está unido pero se
abandona como objeto de garantía en la relación del
“Mutuum”. El “mutuum” no es un intercambio, sino un
préstamo (pecuniam sub usuris mutuam dare), que lo único
intercambiable es el objeto-pignorado como garantía, por el
capital recibido en préstamo. Pero esta acción no constituye
un intercambio comercial, sino un acontecimiento de
prestación-del-uso, que en este caso se refieren al uso del
capital monetario. Se alquila el capital monetario, pero no se
compra ni se vende éste. Esta idea del préstamo como
alquiler, y no compra-venta, señala que el “interés” indica el
precio de alquiler por el uso de lo prestado.237 Supone un
beneficio en concordancia al peligro y riesgo, que supone todo
préstamo de dinero. La “usura” es pues como el espacio
económico donde el valor-de-uso del producto se convierte en
la idea de un valor-de-uso-del-dinero. Aquí el producto, es el
propio dinero. La mercancía será el dinero, sin mediación
alguna de producción. El interés como capital obtenido por
dejar que otros usen nuestro dinero.
El problema moral de esta práctica de la usura,
aparece como uno de los fundamentos éticos del cristianismo,
ya con los propios evangelios238, o con San Jerónimo que
predica contra ella, en concreto contra el “hemiolion”
“Durante el período de Julio César, se impuso el tipo máximo del 12%, tasa
236
239S. Agustín, “Enarrat. in Psalm. XXXVI”, Sermón III, 6 (P. L. 36, 386-387). En
San Gregorio de Nicea, (Patrología Griega 46, 434). Nota de “El préstamo y la
usura en el Mediterráneo antiguo”. José María González. Universidad de
Alicante.
240Summa Theologiae II-II q. IXXVIII, y “De malo” q. XIII, t.2ª 14. Nota de “El
préstamo y la usura en el Mediterráneo antiguo”. José María González.
Universidad de Alicante.
241 Santo Tomás, Suma Teológica, II-II,78,2 ad 1; 62,4
242También en latín, se desgina a este préstamo a interés desmesurado como .
“fenerari” de fenus o phoenus, opuesto a la dación des-interesada que
predican los Evangelios.( Fenerari, ut recipiant aequalia)
193
endurece cuando en el Concilio de Vienne, del año 1315, se
declara que aquel cristiano que acepte la usura deberá ser
denunciado como hereje.
Esta crítica al “interés” del capital-a-préstamo, sin
duda recibe la influencia de la idea griega (que ya analizamos
en anteriores capítulos) del “dinero” como “metal infértil” y
del “tokós” como hijo antinatural del capital. Sin embargo,
encontramos en la posterior doctrina de Sto. Tomás, un matiz
que diluye la implacable condena del capital usurario Se trata
de pensar el interés, como lícita descendencia del capital-a-
préstamo, por cuanto en su condición de “usura”, el dinero se
deja para el uso ajeno y no propio. Y en razón, de esta
concesión de su usabilidad, la prudencia dice que es
razonable pedir a cambio un interés, por motivos extrínsecos
a la propia acción prestataria. ¿Cuáles son esos motivos
extrínsecos? Pues el hecho de dejar el uso del capital en
manos ajenas a la propiedad, puede causar un daño sobre el
propietario prestador. El daño emergente que puede sufrir el
prestador del capital, justificaría según este punto de vista, el
cobrar un interés determinado y moderado. Junto a este
motivo extrínseco, aparece otro, cuya idea nos remite al
concepto de “lucro cesante”243. Es decir, el costo de
oportunidad que podría afectar al prestamista, de dejar ese
dinero en manos de otro, o incluso de invertirlo en una
actividad más rentable, o depositarlo en algún lugar más
seguro. Por no decir, del riesgo o el peligro (poena
conventionalis) asociado al acto de prestar a otro, un bien. En
esta dirección, es como el capital usurario va dejando de ser
considerado como un anatema en el seno de la doctrina
cristiana. Recordamos ahora, otra vez, las palabras de Marx
sobre el capital usurario: Los iniciadores del sistema moderno
“Los escolásticos españoles del XVI, que contemplaban el auge del comercio y la
nueva estructura capitalista de la sociedad, pudieron entender el valor del
dinero en función del tiempo y, aunque en cierto modo seguían condenando el
interés en sí, acabaron por reconocer los tres títulos extrínsecos –damnum
emergens, lucrum cessans y poena conventionalis- que, en caso de que se den,
justifican, con ciertas limitaciones, la percepción de un interés”.244
195
No es de extrañar, que el dominico sevillano, en su
nombre se haga alusión a su filosofía, pues De Mercado,
Tomás, definirá el concepto económico de “precio-de-
mercado” como precio ajustado por las tensiones de la oferta
y la demanda de mercancías. También Mercado, será valorado
por desarrollar la primera teoría cuantitativa del dinero.245
Pese a los presupuestos recibidos por la Historia,
vamos a analizar lo que dice Tomás de Mercado, no sobre el
espacio del mercado sino sobre el recinto del préstamo. Y la
primera sorpresa es comprobar como, éste, sigue con la
doctrina de anatemizar el “interés”, pues no hay más interés
que el del alma en el cielo:
245“Y porque la moneda no tiene otra medida ni cantidad, sino el valor y precio
que le pone la república, es particular esto en ella, que sin distinción de valor y
cantidad, como en las otras hicimos, se ha de volver según valían cuando me
los prestaron, en cualquier materia de oro o plata se haya de pagar.” Tomás
de mercado. Otra cita sobre el asunto: “Y en el Salmo catorceno, una de las
condiciones que Dios pide para salvarse uno es no sea usurero, ni dé a usuras,
porque cosa tan fea no es justo entre en el Cielo, donde todo es tan hermoso
que dice el mismo Dios”.
246Tomás de Mercado. Suma de tratos y contratos. Libro V. “De
arrendamientos, préstamos y usuras”. También Mercado, en Libro V, capítulo
VI , En qué consiste la usura y cómo es contra ley natural y divina: “que es la
usura, vicio no sólo prejudicial al alma, sino infame a la persona…”
197
mortal, pero en otros parece ser un pecado venial. Nos
interesa ahora, ver como plantea Marx la cuestión del capital-
a-interés y la usura, en la Edad Media. Y analizar hasta que
puto, tiene razón Marx cuando extrae la conclusión de que el
capital bancario moderno nace como conducta reaccionaria
frente el antiguo capital usurario.
Marx alude directamente, a esta tradición crítica sobre
la idea de usura y préstamo a interés que la escuela de
Salamanca ya consideró:
“El comerciante toma dinero a préstamo para sacar de él una ganancia, … Por
consiguiente, también bajo sus formas anteriores aparece frente a él, lo mismo
que frente al capitalista de los tiempos modernos, el prestamista de dinero.
Esta relación específica fue percibida también por las universidades católicas.
Las universidades de Alcalá, de Salamanca, de Ingolstadt, de Friburgo, de
Brisgovia, de Maguncia, de Colonia y de Tréveris fueron reconociendo una tras
otra la licitud de los intereses, tratándose de préstamos comerciales.” 248
“De este modo, la acción del usurero es, de una parte, un trabajo de zapa y
destrucción de la riqueza y la propiedad antiguas y feudales. De otra parte,
socava y arruina la producción de los pequeños campesinos y los pequeños
burgueses, en una palabra, todas aquellas formas en que el productor aparece
todavía como propietario de sus medios de producción. Dentro del régimen
capitalista de producción ya desarrollado, el obrero no es propietario de las
condiciones de producción, de la tierra que cultiva, de las materias primas que
elabora, etc….Bajo la producción capitalista, la usura no puede implantar el
divorcio entre las condiciones de trabajo y el productor, por la sencilla razón
de que este divorcio existe ya.” 250
“El desarrollo del sistema de crédito se opera como una reacción contra la
usura. Pero esto no debe interpretarse de un modo falso, ni enfocarlo en modo
alguno en el sentido en que lo hacen los escritores antiguos, los padres de la
iglesia, Lutero o los socialistas primitivos.”251
Ediciones Akal.
K. Marx. El Capital. Libro I., Capítulo XXXVI. Algunos rasgos precapitalistas.
250
Ediciones Akal.
K. Marx. El Capital. Libro I., Capítulo XXXVI. Algunos rasgos precapitalistas.
251
Ediciones Akal.
199
Marx afirma que su idea no debe interpretarse según
los criterios morales de la ética cristiana o la ética clásica
greco-romana, puesto que él nos proporcionará una
explicación según otro credo: el del materialismo histórico-
hegeliano. La Historia de la Economía, como historia de la
lucha por la propiedad sobre los medios de producción,
debería ser la que diera el sentido al progreso lineal humano.
No habría sentido moral, para criticar el préstamo usurario,
más que el hecho materialista de la injusta explotación. Nada
de cielo, nada de pecado, sino explotación. Dirá Marx.
Marx además, acusa a la Iglesia de haber obtenido
beneficios por su doctrina que prohibía el cobro de intereses.
Pues la Iglesia misma, se benefició de la adquisición de bienes
inmuebles ajenos, como tierras y edificios, que solían ser
traspasadas durante un período de tiempo. La Iglesia, cobraba
en especies, por cuanto podía obtener los frutos de esa tierra
si la trabajaba.252
Marx justifica que el capital a préstamo por interés
tomó la naturaleza de desmesurada tasa, porque en la Edad
Media, no estaba regulado legalmente en ningún país, la cuota
diferencial del precio del dinero. Pero también, porque la
Iglesia condenó tal práctica. Esto supuso que la práctica
usuraria se aprovechara de su ilegalidad y de su ilegitimidad,
para explotar un “diferencial” casi ilimitado. Y Marx pone
ejemplos de este interés desorbitado: “En Lindau (lago de
Constanza), unos vecinos cobraron [en el año] 1344 el 216 2/3
% de intereses. El Consejo de la ciudad de Zurich señalaba
como el interés legal el 43 1/3 %. En Italia, había que abonar a
veces el 40 %, aunque desde el siglo XII–XIV el tipo normal de
252“…sobre todo en la época de las Cruzadas. Esto desplazó una gran parte de
la riqueza nacional a las llamadas “manos muertas”, ya que los judíos no
podían lucrar usurariamente por este procedimiento, pues que la posesión de
una garantía tan sólida no era fácil de ocultar...Sin la prohibición de los
intereses, jamás habrían llegado las iglesias ni los claustros a adquirir tan
grandes riquezas”. Notas al pie del cap. XXXVI(ob. cit., p. 55).
Ediciones Akal.
Ediciones Akal
201
crédito es un “producto artificioso y refinado del régimen
capitalista de producción”, pero al final afirma algo que va en
la dirección contraria: “los bancos y el crédito se convierten así
en el medio más poderoso para empujar a la producción
capitalista a salirse de sus propios límites”. Esto en realidad es
así, realmente es un “salirse de sus límites”, de los límites de
la producción. De los límites de la lógica económica que todo
lo explica en función de la producción. Eso por supuesto, que
invierte la relación de subordinación que declaraba Marx.
Ahora es la producción la que no solamente está subordinada
a la financiación, sino que ¡se quedará al margen de ella!
No solamente eso, sino que Marx nos quiere avisar de
que “No debe olvidarse, sin embargo, que, en primer lugar, el
dinero –en forma de metales preciosos– sigue siendo la base de
la que jamás puede desprenderse, por la naturaleza misma de
la cosa, el régimen de crédito”. ¡Otra suposición falsa! Es
precisamente, la des-referencialidad o des-territorialización
del dinero respecto al patrón metálico, lo que acontecerá
gracias a la lógica del capital-financiero. Primero, en su estado
como capital gaseoso, bajo la forma de “papel-moneda” o
“dinero fiduciario”, y luego en el capital plasma bajo la forma
del “dinero-electrónico”, en tanto elemento fundamental del
sistema financiero de transacciones bursátiles, on-line.
Intento demostrar que sucede justo a la inversa: ¡no es
el interés, el que se somete a la producción! ¡No, señor Marx!
Hay un salto ontológico y epistemológico, que se expresa
precisamente, cuando ¡la producción se somete a la
financiación!... recuerde sus palabras: “sin la mediación de la
producción”. El capital a interés prescinde de la lógica de la
producción. Hay un salto, una brecha, del mismo nivel que el
salto mortal que realiza nuestro favorito personaje: el herrero-
joyero. Éste saltó al vació de la lógica del capital gaseoso,
cuando el herrero-joyero se re-inventó como joyero-
prestamista-de la prenda. Es el objeto-mercancía el que se
somete a las nuevas reglas de la “prenda”.
“Las asociaciones de crédito creadas en Venecia y Génova en los siglos XII y XIV
respondían a la necesidad sentida por el comercio marítimo y por el comercio
al por mayor basado en él de emanciparse del yugo de la anacrónica usura y
de la tendencia de monopolio del comercio de dinero”. 256
Ediciones Akal
203
no se da cuenta de que constituye todo un “salto ontológico”
en la lógica del capital:
“Lo mismo que aquí en Child, en todas las obras sobre el sistema bancario
publicadas en Inglaterra en el último tercio del siglo XVII y comienzos del XVIII
encontramos la oposición contra la usura y el postulado de emanciparse de ella
el comercio, la industria y el Estado. Y al mismo tiempo, unas ilusiones
gigantescas sobre los efectos maravillosos del crédito, la desmonopolización de
los metales preciosos, su sustitución por papel, etc.” 257
Ediciones Akal
258 Macaulay, “The History of England”. Londres, 1854–57, tomo IV, (p. 499).
259 John Francis, History of the Bank of England, (p. 73).
205
empeño” (las casas-de-la prenda, de la que ya hemos hablado).
Puesto que él mismo relata que por esa época, solo en
Londres había unas doscientas cuarenta casas de empeños, y
en la provincia la cifra llegaba a unas mil quinientas. Son los
franciscanos los que inventan la institución como tal. Se
presenta el fenómeno singular, de que los cristianos que
habían criticado con tanto celo la naturaleza pecaminosa de la
usura, tratan de monopolizar el préstamo-de-la-prenda. Lo
cierto, es que el monte de piedad, se adecua a esa ley no
escrita que Marx pone encima de la mesa, cuando afirmaba
que los intereses descomunales del usurario, debían ser
disminuidos por otro agente financiador o prestamista, que
en el caso del sistema capitalista de producción, sería resuelto
por el sistema moderno de crédito: los bancos.
Parecen enfrentarse entonces, no solamente el banco 262
y el orfebre, sino también el orfebre-prestamista y el monte-
piadoso-del préstamo. El concepto de “prenda” es utilizado de
igual modo, por ambos agentes: los orfebres y los monjes. En
el caso de la prenda piadosa, era el padre guardián del
monasterio quien poseía la llave de la caja del tesoro. Las
fuentes indican que estos montes-de-la-piedad surgieron en
Italia (norte), pero no hay una clara datación de su nacimiento.
Unas dicen que es en el XVII263, otros que son anteriores al
siglo XV. Lo que es seguro, es que en el XVI, el Concilio de
Trento (1545-1563)264 declaró el carácter benéfico de los
Montes de Piedad. Los montes de la prenda, si bien su
intención era prestar-sin interés, en seguida se comprobó que
eso era una utopía, ya que con las limosnas de los feligreses
no bastaba. La tasa de interés en los montes piadosos, no era
Giorgio.
263 Las “cajas de ahorro” en España, nacieron en el XVIII.
264Gatti, Serafino. 2003. Los orígenes del Monte Piedad en PIGNUS Revista
Internacional de Crédito Prendario. Año 2003, Número 20, Volumen XIII
207
“Los Reyes, carentes de fondos para la citada empresa y con sus joyas
empeñadas en Valencia desde 1489, aceptaron un empréstito de De Santángel
de 17 mil florines de oro, como consta en el documento del Archivo General de
la Tesorería de la Corona de Aragón”267
León Sancho Rayón. Book from the collections of: New York Public Library
Collection: Americana.
209
“En 1455, Gutenberg carecía de solvencia económica para devolver el
préstamo que le había concedido Fust, por lo que se disolvió la unión y
Gutenberg se vio en la penuria (incluso tuvo que difundir el secreto de montar
imprentas para poder subsistir). Por su parte, el banquero se asoció con Peter
Schöffer y publicaron en Maguncia, en 1456, la Biblia de Gutenberg”.
211
de-Creso, pudo ser repartido, esparcido y distribuido entre el
demos de los mortales.
La moneda-ofrenda se adaptará al fin de la
socialización del valor, implícita en toda pieza monetal. El
objeto divinizado se mundanizó, al ser capaz de mediar en el
intercambio de mercancías. Al tiempo que fue capaz de unir a
los hombres a través de su fetichicidad. Presencia mágica de
toda forma dineraria, embrujada y fetichista que seducirá a
los hombres, de todos los tiempos.
La vulgar opinión dirá que la moneda nace del
comercio, puesto que el trueque se convierte en comercio
cuando el intercambio es mediado por la moneda. La moneda
debe crecer pues, en las faldas del comercio. Pero no es el
hecho de crecer, sino el de nacer, el acontecimiento que nos
preocupa investigar. Que la moneda nazca del comercio será
una consideración que tomaremos, al menos, por dudosa.
Pues antes que la moneda esté en el saco del vendedor,
deberíamos preguntarnos ¿Cómo llegó esa moneda, hasta los
bolsillos del primer comprador? ¡Imagínense aquel día en que
apareció un comprador, pretendiendo pagar la mercancía con
la primigenia moneda!
Hay distintos autores, entre ellos: Marx y Deleuze, que
pensaron que la moneda nacía del impuesto. Solución menos
dudosa, que la anterior, pero que nos sigue apareciendo tan
nublada en sus detalles como en su argumentación. Por el
contrario, desde el análisis que a continuación detallaré,
podremos afirmar que la moneda en tanto socialización
dineraria y equivalente general del valor-de-cambio, solo pudo
nacer del salario de un soldado.
Según esta tesis, la moneda no nacería por la
necesidad del intercambio comercial, ni por la obligatoriedad
del Impuesto estatal, sino por una primera relación salarial. La
primera moneda habría sido pagada como sueldo de un
guerrero, cuyo trabajo realizado fue el “defender a la
autoridad estatal”.
“Además hemos añadido, que una vez educados de esta manera, no deben
mirar como propiedad suya particular ni el oro, ni la plata, ni cosa alguna;
sino que, recibiendo estos defensores de los que protegen un salario por su
vigilancia, salario modesto, cual conviene á sabios, deben gastarle en común,
porque en comunidad tienen que vivir, sin correr con otro cuidado que el
cumplimiento de su deber, y despreciando todo lo demás….” 270
213
de la esencia del guerrero-soldado. Pero no debe ser así, para
cuando el soldado se convierte en mercenario. Por eso,
Sócrates, intenta evitar esa transición: del soldado en
mercenario en el diálogo originario (La República,419a) le dice
a Adimanto, que tan solo deben recibir una cantidad para su
sustento:
215
hasta pararse, justo en el centro de la plaza del mercado. ¡Ha
caído, desde lo alto de palacio, una primera moneda que
resplandece en el sucio suelo del mercado ante la mirada del
vulgo! Una muchedumbre se abalanzará sobre ella.
Ahora seguiremos el trazado de las cuatro relaciones
de la Lógica del Capitalismo-de-la producción, que expresan
los cuatro estados del capital para mostrar en
correspondencia, el desarrollo en cuatro fases de este
descenso de la primera moneda, por los escalones imperiales:
272El espacio se define según el espacio del Acto aristotélico (invertido): causa
formalactocausa material; en este caso la forma es el León pre-monetal y
la materia es el oro.
217
este caso el César, fue sin embargo precedido por un comité
republicano, llamado “societas publicanorum”274. Esta clase de
ciudadanos especiales, son los “publicanos” que pertenecen al
orden de los “ecuestres”. Esta apropiación del capital sólido
de las minas, por parte de una clase oligárquica, es
interrumpida por Sila (sobre el 100adC) quien se apropiará de
todas las minas de oro y plata.
En este período, entre el I adC. y el I dC., los grupos
familiares oligárquicos se enriquecen gracias a su dominio
sobre las minas. Estos grupos de poder, son representados
por las denominadas “familias” o “gens” que manifiestan su
poder a través de sus acuñaciones particulares, bajo la forma
del denario-de-plata. El “denario”, nombre de la moneda
republicana de plata, es típica de las gens. Éste definirá el
nombre castellano que daremos al “dinero”, pues el denario-
moneda será a partir de entonces, el dinero en el mundo
romano.
Cuando las minas están situadas en la periferia del
imperio, son estas familias instaladas en las distintas colonias
(oligarquía de las gens), las que administrarán el metal y su
acuñamiento. Surgirán así, las primeras emisiones dinerarias y
denarianas de plata.
Estas emisiones orgánicas de moneda-dinero se
distancian ya, de las simbólicas emisiones del soberano-divino
Cresos. No solo por la datación histórica, sino por el concepto
monetarista de dichas emisiones. No pertenecen ya al régimen
imperial de súbditos, sino a una república de ciudadanos. Por
tanto, hay que descubrir ¡qué ha sucedido entre ambas
emisiones! La respuesta la encontraremos en la relación
salarial entre soldado y rey, que desarrollaré en la ecuación
(A3).
219
La moneda aúrea debe ahora su ser, al derecho natural
del más fuerte y a un derecho lógico-formal de
reconocimiento (hegeliano). El capital surge desde este
reconocimiento, del extranjero hacia el soberano
conquistador. Incluso podía haber sido un acto más sacrílego
que natural: el saqueo de los tesoros que se guardaban en
templos, santuarios y oráculos de cultos ajenos al soberano.
Esta relación del Tributo descansa, sin duda, en el
concepto de reconocimiento del más débil y extranjero, hacia
el más fuerte. De este derecho de conquista y deber de
reconocimiento surge un tributo en clave económica, como
forma plutocrática de reconocimiento por parte del súbdito
extranjero. Y es desde este momento, cuando las cosas
comenzarán a variar de un modo cualitativo, en dirección a un
nuevo nacimiento de las relaciones de poder vinculadas a un
nuevo concepto social de moneda.
Entre el tributo debido en especies (minerales,
animales o vegetales) y el concepto de “Klerukos”, se
formarán los cimientos de un nuevo nacimiento monetario.
¿Quiénes son los klerukos?
En época del griego Pericles275, se enviará un conjunto
de hombres276 para que se establezcan en las nuevas tierras
conquistadas, sumisas y tributarias. Lo importante es mostrar
cómo estas cleruquías (κληρουχία) fueron en realidad, una
decisión del soberano para asignar tierras comunales (klêros)
a una clase de súbditos muy concreta: los soldados-súbditos
(Kleroukos). Plutarco nos relata que fueron enviados, este
contingente de soldados-ciudadanos, “para vivir al lado de los
aliados, instaurando a la vez el miedo y la guarnición propias
para impedir su rebelión”.277
500 a Naxos,….1.000 a Tracia para vivir entre los bisaltios, y a otros a Síbaris
(magna Grecia).
277 Plutarco. Vida de Pericles, XI, 5-6.
278 “El vocablo «colonia» admitido en nuestra historiografía deriva del término
latino colonia (Colo: labrar la tierra) y denomina un establecimiento de
ciudadanos latinos o romanos. A lo largo de mucho tiempo se trató de
poblaciones agrícolas militares que, de acuerdo con una resolución del
gobierno romano, se establecían en las regiones sometidas a su férula. En este
sentido, al concepto romano de colonia le corresponde más bien el concepto
griego de cleruquías,…”. Historia de La Grecia Antigua. Capit. VII La
colonización griega en los siglos VIII-VI adC. María José Hidalgo de la Vega.
Ediciones Salamanca.
279 “Kattalllein”, como término griego que denota una relación comercial, para
con-el-Otro.
Ciudades del Antiguo Egipto: Cleruquía, Tebas, Bubastis, ..Books LLC,
280
221
El hecho de que las cleruquías implicaran una
reducción281 del tributo demandado por el Imperio, nos
permite reforzar este vínculo entre “cleruquías” e impuestos.
Las cleruquías nos confirmarían el concepto de “tributación”
en especies sobre los pueblos bárbaros o extranjeros, pero
además ponen en relación el modo socioeconómico de la
tributación, con la figura del guerrero, súbdito y fiel.
En el imperio romano, los tribunos establecen el pago
de tributo o impuesto, a los habitantes de las tierras
comunales (ager públicus). Tierras comunales, que fueron
repartidas o asignadas por el emperador de Roma,
precisamente a los altos militares de la legión, responsables
de la conquista de territorios nuevos. Es ahora cuando
podemos preguntarnos, ¿cómo se pagaba ese impuesto o
tributo que recaía sobre las tierras extranjeras? Inicialmente,
no fue en monedas, sino en especies. Quizás ese pago en
especies sobre las tierras de los cleroucos romanos, fueran los
denominados vectigales o “vectigalia”.
Pero para continuar con el desarrollo social de la
moneda, debemos reflexionar sobre ¿cómo esos pueblos
conquistados y dominados por los césares, pudieron pagar los
tributos en piezas monetales? y ¿cómo esas tierras repartidas
a los mandos legionarios, pudieron comenzar a pagar el
tributo en monedas? Anteriormente a los legionarios
romanos, también tuvieron los cleroucos griegos que transitar
del pago y reclamación del tributo en especies, a la
contribución en capital monetario. Nuestra tesis dice que solo
fue posible que pagaran esos tributos en unidades
monetarias, gracias a la aparición de un primer pago monetal
realizado por el monarca o por el emperador, a sus más fieles
súbditos guerreros.
223
divinidad encarnada, a una moneda democrática que sirviera
como medio de pago por el servicio de la defensa nacional. Lo
militar se convirtió en profesión y al profesionalizarse,
también se convirtió en una actividad lucrativa.
Fue Pericles quien contribuyó a profesionalizar la
clase militar de la república. Desde entonces, las repúblicas se
hicieron más fuertes, cuanto más profesionalizados fueron los
empleados públicos dedicados a la defensa del Estado:
Capítulo VII, “De las rentas públicas de los griegos y los varios medios con
que se atendía a las urgencias del Estado”1795.Madrid.
284 “Los carios parecen haber sido, junto con jonios, el primer pueblo en
proporcionar importantes contingentes mercenarios (Herodoto, IL 150 ss.; if
Griffitb. 1935; 236-237), o al menos así lo creían los griegos posteriores (escolio
a Platón, Laches 187b).” Soldada, Moneda, Tropas ciudadanas y Mercenarios
profesionales en el Antiguo Mediterráneo: El caso de Grecia. Fernando
Quesada Sanz. U. A. Madrid.
285 Ferraté, J. “Líricos griegos”. Ed. El Acantilado. Barcelona.
225
bronce”286 que ponían en cuestión el thymós heroico, como fue
el caso del propio Arquíloco.
Además, Arquíloco en tanto figura que media entre el
héroe soldado arcaico y el nuevo soldado mercenario,
participó en la colonización de la isla de Thasos (en el Egeo
frente a la costa tracia). Recordemos que Thasos fue colonia y
centro metalúrgico-plutónico, pues existían importantes
yacimientos de oro, plata y cobre. Minas explotadas
anteriormente por los colonos fenicios, que fueron más tarde
concedidas al mismo Tucídides (el historiador).
Quizás fue entonces, cuando Arquíloco descubrió la
primera moneda 287(anterior quizás a la de Cresos), que
retribuiría su primer sueldo (sobre el 600adc). Moneda de
plata de Tasos, que quizás fuera el nacimiento del salario
como moneda de pago y de la moneda como valor universal
de cambio. Puesto que las ricas minas de Tasos, contribuyeron
a convertir la colonia, en uno de los primeros centros de
acuñamiento de monedas288.
Estos soldados heroicos, plenos de gloria mítica,
dejarán paso a otros soldados anónimos, que ya no lucharán
por honor de su estirpe, sino por un puñado de monedas con
286“Ya en este periodo, hacia el 660 aC, los «hombres de bronce» helenos, que
habían adoptado una panoplia pesada que incluía casco, coraza y grebas de
lámina de bronce, ademas del gran escudo circular revestido con una lámina
decorativa del mismo metal (aspiJ), ganaron tanto prestigio en el Mediterráneo
que Psamético I. quien se había servido de mercenarios carias y jonios para
reunificar el país.” Soldada, Moneda, Tropas ciudadanas y Mercenarios
profesionales en el Antiguo Mediterráneo: El caso de Grecia. Fernando
Quesada Sanz. U. A. Madrid
287Aunque lo cierto es que solo se han encontrado monedas de Thassos, del
500 adC con delfines y cuatro cuadrados estampados en el reverso. Tipo:
Thasiennes, 9; SNG Copenhagen 1020; HGC 6, 337. VF. El delfín es el animal
simbólico de Thassos (que significa sentarse…sobre un delfín?).
288Fernado Quesada opina que: “....En todo caso, no cabe pensar que un
mercenario corno Arquíloco cobrará en espetones de hierro: el metal precioso,
aún sin acuñar en el siglo VII, parece una opción mucho más sensata
(convenirnos en ello con Domínguez Monedero,..).
“No sabemos como obtenían su paga los mercenarios, puesto que la moneda
como tal, todavía tardaría varias décadas en aparecer, hacia el 600 adC., en
289 “…no existió una paga a los ciudadanos hasta mediados del siglo V adC,
aunque los guerreros esperaban beneficiarse del botín capturado a los
enemigos derrotados, despojos de armas y también impedimenta abandonada
por guerreros que, no olvidemos, eran miembros relativamente pudientes de la
sociedad (ejemplos en Sage, 1996; 121-127; también Vickers/Gill, 1994; 6S-69 y
para un estudio extenso, Pritchett, 1971; S3 ss.).” Soldada, Moneda, Tropas
ciudadanas y Mercenarios profesionales en el Antiguo Mediterráneo: El caso
de Grecia. Fernando Quesada Sanz. U. A. Madrid.
290 Solón (638–558 adC) y Cresos (entre el 560 y el 546 adC).
227
Lidia (Krray, 1976; 20 ss.), y unas décadas más aún en Grecia. No sabemos con
certeza cual fue el propósito inicial de las acuñaciones de electrum de Lidia,
pero el pago a mercenarios parece una de las mejores opciones (Cook,
1958).”291
293
Historia política y literaria de Grecia, Tomo 4. Abate Don Carlo Denina.Cap
VII, “De las rentas públicas de los griegos y los varios medios con que se
atendía a las urgencias del Estado”1795.Madrid.
229
podía empuñar). Corno indica Coldstream (1977; 146 ss.), nos transportan al
mundo del banquete que el aristócrata podía ofrecer a sus hetairoi y
huéspedes, pero son al mismo tiempo, claramente, un tipo de unidad de cuenta
pre-monetal basada en el peso de metaL,…)”. 294
231
Una soldada o un salario. Concretamente, recibirán “la
entrega de piezas de metal precioso marcadas con símbolos
que garantizaban, con el prestigio del gobernante o la ciudad
que las acuñaba, su peso y su ley.”
El otro ejemplo, lo encontramos en los mercenarios de
Atenas. En el 420 adC. es Licaón de Atenas (contemporáneo de
Aristófanes, Sócrates y Platón) quien envía una tropa de
mercenarios en apoyo a Pisutnes de Sardes (dinastía
hereditaria de Cresos), contra los persas.
No solo los estados-polis griegos comenzarían a pagar
a sus ejércitos, sino también los persas. La aparición de la
necesidad militar de mantener y conservar los asentamientos-
colonias como fortalezas, obligó a pensar en una nueva tropa
distinta a la de los siervos-cleroucos, para contratar una clase
nueva de soldados-mercenarios.
Pero encontramos un término griego que define
perfectamente, el salario con el que se pagó monetariamente a
los mercenarios y a soldados profesionales: el “misthos”.
El misthos no es el silencioso mysta. El misthóphóros,
es el personaje que porta la paga: un “misthos” 298. Como si de
mercenarios extranjeros se tratase, están presentes en la
mayoría de conflictos bélicos acontecidos en la Grecia antigua.
El misthós fue la paga o salario pagado por el Erario
ateniense, para retribuir los servicios públicos de la defensa
de la polis-estado. No solo de la defensa militar, sino también
de los cargos públicos dedicados a la administración (misthos
bouleutikós y misthos eliastikós). Retribución también nacida
del gobierno de Pericles (450 adC), para cargos como:
magistrados, demarchos, etc. Según el propio Aristófanes, “su
sueldo, podía bastar para vivir”.299
Además del misthos, los soldados recibirán también
una cantidad de alimento (dietas) denominado “trophé”. El
trofeo primitivo será un tesoro alimenticio para el soldado.
Para las ciudades griegas y para todas las de la antigüedad, hablar de bancos
no debe inducir la idea de establecimientos de crédito en sentido moderno; el
dinero es exclusivamente dinero «real», no puede hablarse de dinero legal ni
bancario, ni concebirse como normales operaciones, Su actividad se centra en
el almacenamiento de monedas en sótanos o bóvedas, en forma de depósitos
sin intereses….Los tesoros de estos establecimientos, El traslado a Atenas, por
Pericles, del tesoro de Delos en que se guardaba la tesorería de la Liga (454 a.
C.) es el ejemplo más claro de esta utilización política.302
299 El misthos era una paga o salario de dos óbolos o tres, diarios.
300“losDiez Mil, podían costar a Ciro diariamente unos 85 kg. de oro,
mantenimiento aparte”. “En resumen, las tropas mercenarias cobraban entre 2
y 1 dracma diaria en concepto de misthos, a lo que debería añadirse la
manutención.” Soldada, Moneda, Tropas ciudadanas y Mercenarios
profesionales en el Antiguo Mediterráneo: El caso de Grecia. Fernando
Quesada Sanz. U. A. Madrid
301 En el “Laques” de Platón, aparece Lisímaco como personaje, cuyo padre
233
en los oráculos como el de Delos, quedará disuelto. No nos
interesa ahora hablar de capital financiero, sino de
distribución de la masa monetaria.
Mundo arcaico del imperio, del oráculo y del capital
sólido, que quedará diluido en beneficio de una nueva
sociedad con Erario público, con retribuciones salariales y en
una nueva atmósfera del capital, bajo la forma de capital-
líquido o circulante.
La moneda también iniciará su des-simbolización y
descenderá de los Olimpos para reposar junto a los
intercambios en el ágora. Serán los propios confederados de
La Liga y no los ajenos bárbaros, los que deberán contribuir a
un atesoramiento público llamado Erario, capaz de pagar a
sus soldados mercenarios con monedas. Ahora el tesoro de
Delos será un erario-de-la confederación de repúblicas aliadas,
que contribuirán como si se tratara de un éranos entre
amigos.
Desapareció la vieja costumbre de los soldados-
súbditos luchando para defender sus cosechas y a su Rey de
naturaleza divina, dejando en ofrenda parte del botín en los
oráculos y templos, tal como muestran las leyes de piedad y
gratitud. Generalmente se trataba de una décima parte, o
diezmo en beneficio y devoción de la divinidad.303 Todos esos
tesoros piadosos serán fundidos, más tarde o más temprano,
para fabricar monedas con las que pagar a los soldados: se
acabarán fundiendo los objetos-joyas-sagrados, como el
trípode áurico de Delfos o las gigantescas estatuas broncíneas
de Zeus y de Poseidón.
De la fidelidad imperial pasamos a la retribución
salarial republicana, donde los mercenarios son pagados bajo
la forma monetaria del capital. No se pagará ya habitualmente
con especies sino con monedas. El propio misthos, era un
235
En tal momento histórico, es cuando se consolidaría la
figura del mercenario306 y el nuevo rol de la moneda dentro del
mercado: ya sea de trabajo (mercenarios a sueldo), ya sea de
mercancías (compra-ventas realizadas en piezas monetales).
Uno de los motivos por los que nacerá la filosofía
política, seguramente, será la consolidación definitiva de una
clase profesional de soldados-mercenarios, que dejará atrás
valores como el thymós surgidos de la esencia natural y
específica de una determinada alma, tal como aseguraba
Platón en la “República”. Platón intentará desesperadamente y
a través del mito en los diálogos, salvar el viejo universo de la
fase natural del valor y de la ciudad. Lo cierto es que los
mercenarios ya no creen tener ninguna alma de guerra,
simplemente confían, en que serán bien retribuidos con
monedas de plata u oro, según su graduación. Si Platón
inventa la ciudad de los guerreros, Aristóteles pensará en una
ciudad defendida por mercenarios.
Los soldados a paga, tenían ya consolidada la idea del
salario profesional. Su fidelidad al Estado dependía
exclusivamente de la regularidad con que cobraba sus
monedas. El Estado se convirtió en el primer “empleador” o
capitalista moderno, que explotaba en término de salario una
suerte de producción obrera-militar. Toda esta situación ya
consolidada en el siglo IV adC, se apreciará en las dudas
mostradas en los escritos de la época. No solo de Platón, sino
237
pago pendiente de retribución, que se pagará, no en especies,
sino en monedas metálicas de plata o bronce, e incluso cobre.
Cuanta más circulación de tropas, más circulación monetaria
y menos calidad metálica del valor en peso de la moneda.
Circulación monetaria que invadirá pronto el tejido social, a
través de una primera compra. Es la primera compra de la
mercancía, del legionario al comerciante-artesano. Estamos en
el IV adC y el denario se distribuirá con velocidad entre las
gentes de Roma. Luego correrá la moneda por todo un
imperio.
Polibio relata que el “triplex stipendium merebant”,
será el pago que recibirán los jefes de la legión, con
regularidad. En algunos sectores del ejército, principalmente a
las tropas, se les pagará el doble óbolo más una cantidad
fijada de grano de Démeter (el demensum). Ya en el imperio
del césar Augusto, serán diez ases diarios o tres áureos
cuatrimestrales. La regularidad en el pago mensual, constituye
la esencia de este salario denominado “stipendium”.
Sobre el significado de este salario, numerosas fuentes
(entre las cuales se halla la del honorable Plinio el Viejo 310)
aseguran que el “salarium” es la paga no monetaria sino en
especies de sal, recibida por el primer legionario.
Pero eso, según nuestra teoría, sería casi un anatema,
después del desarrollo llevado hasta ahora, en el origen y
desarrollo de la moneda. Pero, el término “salarium” no es un
concepto que implique el pago en sal. Más bien al contrario,
no era en especies sino en monedas, como lo fue el
“stipendium”. Lo que sucedería es que el stipendium de unos
legionarios destinados a mantener la seguridad en la “Vía
salaria”, acabó calificándose de “salarium”.
Según mi interpretación, no sería posible encontrar
ningún pago en sal (especies) para un soldado romano ya
311La vía comenzaba en las minas salitreras de Ostia , por el valle del tíber i
seguía hasta la costa del Adríatico. La vía cruzaba el río Annio, en las
cercanías de roma, y era un lugar de fácil emboscadas por parte de los galos
itálicos.
239
salario, durante los períodos de las repúblicas antiguas. Junto
a ellos, los magistrados, los oradores consulares, curiales y
tribunos, y en general todo cargo remunerado, hacía templar
el erario público.
Debido a la pesada maquinaria estatal, el Estado tuvo
que hacer frente a tales dispendios, a través de un mecanismo
impositivo que ya no consistía en un acto de reconocimiento
servil (hegeliano) frente al soberano, sino que propuso una
disciplina (foucaultiana) del contribuyente hacia el Estado. De
la imposición arcaica en especies, a la contribución clásica en
monedas metálicas. De la captación a la re-captación. Fue
durante este período que el Tesoro del Estado, el fiscus del
emperador o el erarius de la República, estuvo sujeto a
profundos desfases o desequilibrios presupuestarios. Pese a
los numerosos botines de guerra, que abastecían de especies
las arcas imperiales, lo habitual era que apareciera un déficit
presupuestario, dado que había que ejecutar obras públicas
colosales, pero además había que mantener un ejército
legionario, que se ocupaba del mantenimiento del orden en
todo el vasto territorio del imperio. Por ello no debe
extrañarnos, que el motivo de la futura caída del Imperio
estuviera relacionado directamente, con los problemas
fiscales de la hacienda pública.
“Luego que las guerras se hicieron con tropas asalariadas, todo Estado o
República tuvo necesariamente que asegurarse un erario o un fondo, y
arreglar y acrecentar las rentas…” 312
312 Historia política y literaria de Grecia, Tomo 4. Abate Don Carlo Denina.
Cap VII, “De las rentas públicas de los griegos y los varios medios con que se
atendía a las urgencias del Estado”1795.Madrid.
313 “La explotación intensiva de minas como las del Laurion en Atenas (plata) y
del Pangeo (oro, hasta 1.000 talentos al año c. 350 aC) se hizo aún más
necesaria que antes (Marinovic, 1988; 272 ss.), y desde luego las masivas
capturas de metal precioso como botin en Persia están detrás de las
acuñaciones de Alejandro...” Soldada, Moneda, Tropas ciudadanas y
Mercenarios profesionales en el Antiguo Mediterráneo: El caso de Grecia.
Fernando Quesada Sanz. U. A. Madrid
314 “Con la plata de las minas de Cartagena pagaron ellos sus mercenarios, y,
cuando por la toma de ésta en 209 a.C. Carthago perdió estos tesoros, Aníbal
ya no fue capaz de resistir a los romanos, de manera que la toma de
Cartagena decidió también la guerra de Aníbal.” SCHULTEN A. Fontes
Hispaniae Antiquae.
315 Plutarco. Vidas paralelas, Timoleón 30, 6-8.
241
y el acuñamiento, junto a la profesionalización de un ejército
ya consolidado desde el siglo V adC.
Si nos tomamos en serio la teoría marxista del capital,
el capital líquido nace con la relación del asalariado, entre
patrón y obrero; entonces podríamos decir que el capitalismo
moderno nació en el siglo V adC, junto a la consolidación del
valor social de lo monetario.
Me complace leer que algunos autores ya habían
pensado en un origen de la moneda debido directamente a la
aparición del “mercenariado” (como socialización del valor en
un equivalente general del valor de cambio de las mercancías):
243
Aparece entonces, el concepto de la
“desmonetización”. Y junto a él, el de re-acuñamiento o re-
monetización, que dará lugar al nacimiento de la última fase
monetaria del dinero: la moneda fiduciaria.318 Estas monedas
que serán recogidas por una autoridad, heredera del soberano
creador de la primera moneda (A1). Se inicia ahora, el ciclo de
la reconversión de las monedas, del reciclaje metálico de lo
monetario. Estamos cerrando el círculo de la tetralogía
económica de la producción:
245
(A1) Moneda de ORO (del Rey o el Monarca)
(A2) Moneda de ADAMASTO (BRONCE del soldado-
guerrero)321
(A3) Moneda de PLATA (del mercenario-asalariado)
(A4) Moneda de COBRE (del comerciante)
321
Posiblemente, el Adamanto, es el Bronce(Brentension). Metal que representa
la resistencia, tanto es así que el bronce es el material más usado en la
Antigüedad, para la fabricación de armas y utensilios. Y las estatuas de los
guerrero se solían fabricar en bronce: como la de los Guerreros de Riace (V
adC, Magna Grecia).
322
Platón, La República, Libro III.
323Marx lo ilustra con los siguientes datos: “Cuando el negocio marcha bien, el
trabajo dura, a veces desde las 8 (y a temporadas, desde las 6) de la mañana
hasta las 10, las 11 o las 12 de la noche. En los cuarteles de Inglaterra, el
espacio reglamentario que debe reservarse a cada soldado es de 500 a 600
pies cúbicos, y en los lazaretos militares de 1,200. En estos tugurios en que
trabajan las puntilleras, tocan a unos 67 a 100 pies cúbicos por persona.”
P.260
324Thomas Abraham, en “La empresa de vivir” hace expresa la vinculación del
arquetipo del dispositivo disciplinario de Foucault con el taller de
manufacturas en Marx.
Foucault, M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI editores.1975. Ed española
325
2005. Pág.314
Foucault, M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI editores.1975. Ed española
326
2005
247
ejército y de las formas de la sociedad burguesa”.327 La
otra cita en la que Foucault nombra a Marx es la siguiente:
“Insiste Marx (en El Capital, libro I, 4ª sección, cap. XI)
repetidas veces en la analogía entre los problemas de la
división del trabajo y la táctica militar.”
Sin embargo, podemos observar una clara similitud
entre la idea de “sociedad disciplinaria” en Foucault y la
comparativa que Marx realiza entre un cuartel-del-ejército
y una fábrica-del-capitalismo industrial.
La teoría marxista sobre el desarrollo del sistema
capitalista moderno de producción, basado en la estructura
industrial, es el núcleo más que el complemento328, sobre
el que Foucault desarrollará la teoría de la sociedad
disciplinaria moderna. La “disciplina” fundamentada en los
mecanismos del encierro quedará enlazada los distintos
grados institucionales.
El hecho indudable de que Foucault no se refiera
más que marginalmente a Marx, en “Vigilar y Castigar”, no
es óbice para comprender esa profunda referencia marxista
del “pensamiento del encierro y la disciplina”, en la obra
foucaultiana. Algo sustancial vincula a Foucault con Marx.
Mi interés es el de relacionar este concepto de
“disciplina social”, con la idea de la moneda social. En
tanto en cuanto, si la disciplina de la fábrica nace de la
disciplina del cuartel, también el salario del obrero nació
del salario del militar. No solo eso, sino que además ya
vimos como la socialización del dinero-moneda en el
mercado, se produjo a raíz de la aparición del
mercenariado.
329 Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI, 1992 Madrid. Págs.198
249
la del valor natural y la del valor social. Yo asocié a esos
dos momentos del valor, las dos fases del capital: el sólido
y el líquido. Quedando fijados también, a los dos modos
del valor: el de uso en la producción pre-capitalista y el de
cambio en la producción capitalista.
Foucault trata el tema del poder del mismo modo: él
muestra una primera fase del poder natural vinculada al
tirano, al rey, y al acto del “suplicio” como pena capital por
orden del soberano. Y en una segunda fase del poder
social, asocia las instituciones disciplinarias a un
conglomerado o diagrama de dispositivos disciplinarios,
sustituyendo el antiguo concepto de “suplicio” por el de
“castigo sin suplicio”330.
El castigo como instrumento reformador de la pena,
tratará de evitar el mundo violento de los tiempos arcaicos
en los que el monarca absoluto y el pueblo rebelde
quedaban vinculados a la sangre y la violencia.
Ponemos en paralelo el universo del “suplicio” con
el del “capital sólido” y el del “castigo reformador sin
suplicio” del orden de lo disciplinario, con el mundo del
“capital líquido”.
Habría pues también dos fases del poder, en la
lógica-de-la-producción: el poder de imponer suplicios por
ley (despotismo del patíbulo) y el poder de proponer
castigos normativos331 y correctivos. Foucault señalara
que el castigo arcaico, dejará de ser un teatro o una
representación de un acto violento y sangriento. En otra
fase sucesiva la pena ya no culminará en el castigo, sino en
la corrección o enderezamiento de la conducta. La pena
Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI, 1992 Madrid. Págs.77-
330
78.
331Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. “es preciso que la justicia criminal en
lugar de vengarse, castigue al fin”. (pg.78).
251
Marx confirma que el valor-de-uso, en la fase natural
del valor, es atributo de los objetos naturales vegetales
(cosecha) o minerales como el oro y la plata, dotados de
virtudes maravillosas. Pero el valor-de-cambio será propiedad
de las mercancías. Entre los dos mundos, los economistas
tratan de analiza el rol del dinero y de la moneda.
Hay otro atributo particular de la producción social,
que Marx no se cansa de señalar: la cooperación.
“La forma del trabajo de muchos obreros coordinados y reu nidos con
arreglo a un plan en el mismo proceso de producción o en procesos de
producción distintos, pero enlazados se llama cooperación.”
253
nueva clase social moderna de los obreros industriales y
los soldados-de-la-paz:
“El trabajo del hind, trabajo ordenado por Dios, infunde dignidad a su oficio.
Estos hombres no son esclavos, sino soldados de la paz y merecen disfrutar de
una casa apta para hombres casados, casa que debiera construirles el
terrateniente, que reclama de él la presentación de un trabajo obligatorio, ni
más ni menos que el estado de los soldados en filas. Estos obreros, al igual que
los soldados, no perciben por su trabajo el precio que éste costaría en el
mercado. Se le coge, como se hace con los soldados, jóvenes e ignorantes,
cuando no conocen más que su oficio...”
Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI, 1992 Madrid. Págs.156-
157.
342 Ibíd
255
impuesto por el poder, a modo de coerción, en referencia al
aparato de producción. Foucault también se da cuenta de que
los que la disciplina plantea, es “una utilización teóricamente
creciente siempre del tiempo”343. Esto es, en términos de
producción industrializada, buscar los ratios de productividad
y por extensión de competitividad. Producir las máximas
unidades de producto por unidad de tiempo, con la
imposición de normas e instrucciones precisas de fabricación
que envuelven al obrero-máquina.
El obrero industrial de la fábrica, será castigado en
este sentido, que impone un crecimiento de la productividad
guiado por unas normas gestuales sobre el cuerpo del
productor material. Cuerpo manipulado a través de las
instrucciones de producción.
Pero además de este “castigar” el cuerpo fabril del
obrero, Foucault advierte la complementariedad de un sistema
de vigilancia “que coacciona por el juego de la mirada” 344. Y no
nos sorprenderá, que este autor afirme a continuación, que
estos “observatorios” (panópticos) tienen como modelo ideal:
el campamento militar.
343 Ibíd.
Ver “los medios del buen encauzamiento” en Foucault (1975), M. Vigilar y
344
345 Ibíd.
Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI, 1992 Madrid. Págs.178-
346
180.
257
Foucault pondrá el ejemplo citando una obra de
Cournol347 sobre el trabajo en las minas de los obreros del
metal, en contraposición al nuevo sistema de trabajo
corporativo de la manufactura industrial. Vemos aquí otra
vez, como el mundo natural del metal se deja atrás en pro de
una nueva organización social del trabajo y la producción, que
progresivamente se des-territorializa de la economía basada
en un mundo metalúrgico: del valor de uso en la mina al valor
de cambio en el taller industrial. Del valor metálico de la
moneda en peso, al valor social de la moneda comercial.
Pero es cuando se habla de la función directiva del
vigilante, cuando Foucault se digna a citar a pie de página, al
gigante Marx. Y con razón, vemos claramente esta teoría
foucaltiana directamente emparentada con las referencias
marxianas en “El Capital”.
Foucault confiesa que: “La vigilancia pasa a ser un
operador económico decisivo, en la medida en que es a la vez
una pieza interna en el aparato de producción y un engranaje
especificado del poder disciplinario”348. Tanto es así, en el
taller, que los vigilantes aseguran el “encuadramiento” en el
trabajo y el “aprendizaje” de los operarios más jóvenes. El
dispositivo disciplinario aplicado a la fábrica, tratará de
fabricar no sólo productos, sino también “productores” u
obreros de dóciles cuerpos. Doble expresión de la técnica
disciplinaria sobre el cuerpo sujetado a la maquina y sobre el
alma reconocida en sus gestos. Este doble mecanismo o
dispositivo tiene como objetivo general, el encauzamiento de
la conducta y su adaptación a los reglamentos o normativas.
No solo se trata de vigilar sino a la vez de estimular, a través
de premios y primas de productividad. Doble faz del
mines. 1790
348 Foucault (1975), M. Vigilar y Castigar. Ed. Siglo XXI, 1992 Madrid. Pág. 180
259
capital-líquido y un régimen disciplinario, donde la semiúrgia
refleja su metalurgia primigenia…aún no han intervenido, los
ordenadores y las bases de datos en los mecanismos de
control. Solo entonces, con la cibernética, que la semiurgia
nada sabrá ya de su ancestro nacimiento: la metalurgia.
Emblemas españoles
261
fases, pero ahora nos interesa el problema de la distribución y
repartición de la renta monetaria.
La “captura” es el núcleo alrededor del que debemos
girar para pensar una teoría de la distribución y repartición
monetaria por mediación de la Hacienda pública.
La “captura” en tanto concepto político que se adhiere
a la metafísica monetaria. Toda captura, capta, recoge y al
mismo tiempo trata de abalanzarse sobre una presa. En este
sentido, la captura es un fenómeno depredador. Por otro lado,
la captura es la ciencia de las presas. En realidad, no solo es
un asunto público, sino también privado: el beneficio del
capitalista. Éste es el acontecimiento monetario dado en la
lógica de la producción por parte del capitalista (la plusvalía).
Pero existe otro capturador del capital monetario, que
en nuestro caso concreto, sujeta la presa de la compra-venta,
sobre la que se abalanza el aparato-de-captura estatal. El
Estado se apropia de una fracción del capital comercial a
través del impuesto indirecto.
¿Qué o quién acecha y cae sobre el capital monetario,
como una fiera ansiosa de depredación? El aparato de captura
político representado por la Autoridad (soberana, o estatal).
Pero el aparato-de-captura que es todo Soberano o todo
Estado, se expresa en su aparato-de-captación.
La captura es política, la captación económica. Pero
toda captura política se manifiesta bajo la forma de captación
económica. De modo que la captación económica es un
fenómeno de captura del propio Aparato de captura, sobre la
actividad económica de la producción. Podemos decir, que
toda captura es captación; y toda captación acaba siendo
recaptación.
En nuestro análisis observamos estos dos aparatos o
dos expresiones modales del mismo aparato-de-poder
(aparato de captura política y el aparato de captación
económica) que deben ser mostrados en paralelo, en ese doble
funcionamiento del poder-impuesto y del impuesto-del-poder.
263
atesoramiento más secular: el de la Liga y sus ciudades-estado
según la necesidad de la guerra militar. La aportación ya no es
en especies, sino en capital monetario. Justo para pagar el
estipendio del soldado. Este primer tributo convertido en
“contribución”, se denominó “phoros”.
Apreciamos aquí, los dos modos o fases de captación
que adopta el Estado, en paralelo al desarrollo monetarista de
la economía:
354
Ejemplos de éste, son: el tributo impuesto por los Escitas en Asia o el
tributo impuesto por las dinastías lidias del imperio de Sardes a los griegos y
a los frigios, según cuenta Heródoto de Halicarnaso en “Nueve Libros de
Historia”.(Cap. XXVII y XXVIII).
355 Mt 22,15-21
356 Mt 22,15-21
357“La capitación era un impuesto romano, que incluía varias tasas y variaba
de una región a otra. De tipo personal e individual, en ciudades. En el mundo
rural, era una base tributaria que servía para realizar el cálculo del impuesto
territorial”. (Georges Depeyrot, Crisis e Inflación entre la Antigüedad y la Edad
Media, p. 25. — Crítica, Barcelona, 1996.)
265
pasado a recaptar sobre cabezas-de-personas. Es un impuesto-
per-cápita. El antiguo capital-sólido en especies, a través del
impuesto, se ha metamorfoseado en capital-líquido
monetario. En este sentido, la capitación es una captación de
renta en capital monetario.
Posteriormente, en tiempos de Julio César y César
Augusto la política de impuestos en el Imperio romano
respecto a sus provincias, se fue definiendo, hasta
simplificarse358 en base a dos tipos: el impuesto territorial
(Tributum Soldi) sobre los propietarios de tierras y
construcciones y el impuesto-por-cabeza (Tributum Capitis)359.
El rastro de la antigua concepción tributaria, resta aquí bajo la
forma de dos aplicaciones impositivas, en función de la
inclusión o exclusión del ciudadano apresado por el fisco
estatal. Si el Tributum soldi fue aplicado tanto a nativos
romanos como a pueblos conquistados, el Tributum Capitis
recaía solo sobre los habitantes extranjeros a Roma o sobre
las provincias conquistadas por el Imperio, ya que los
ciudadanos de Roma quedaban exentos. Esto recuerda a las
concesiones posteriores, en la Edad Media, cuando todo aquel
artesano o comerciante que trabajaba en, y para, la corte o
para el Rey quedaba exento de tributar.
Es hasta punto cierto, que la “Capitatio” fue una
imposición tributaria pagada en un principio, en especies. La
Capitatio agraria o rural, era semejante pues al “tributum
soldi”, si tomamos en consideración la “iugatio Capitatio”
(captación sobre el yugo o la yugada360). Pronto se considera
267
Mientras que el “tributus capitis” se enmarcará en el nuevo
hecho social de una obligación de ciudadanía, ligada al
capital-líquido. En términos de Marx, podríamos decir que el
“soldi” es forma heredada de las sociedades pre-capitalistas,
mientras que el “capitis” es forma de las nuevas sociedades
capitalistas. El paso siguiente en el desarrollo de la
capitación, será el hecho de apresarse de una parte del capital
generado en el tráfico comercial de mercancías. Última fase
del impuesto en su estado de capital-líquido: el impuesto
indirecto sobre compra-ventas. Estos impuestos eran
recaudados por los “publicani”362 (funcionarios de hacienda) y
entre los que se encontraban, los derechos de aduana
(portoria), los de liberación y venta de esclavos o los que
cargaban el transporte del grano, el paso o movimiento de
personas por puentes, río o pasos de montaña.
Ahora quiero hacer referencia al paralelismo ya
comentado, entre el plano político de la captura (estatal) y el
plano económico de la captación (capitalista)363. En este
sentido, podemos construir un constructo llamado “Política
Económica” que asociamos a la tetralogía de la Lógica-de-la
producción (A). Esta Política Económica se constituye entorno
a estos dos planos de análisis, el primero de los cuales
detallaremos a continuación.
El aparato-de-captura, es un aparato de esencia
política, referido a los conceptos de “autoridad”, “soberanía”,
“poder”, etc. Podemos desarrollarlo en base al esquema
tetralógico de la lógica-de-la-producción:
(A1) Espacio de captura: Estado arcaico
269
mercado. Y en especial, el régimen de la “moda”. La “moda”
expresa como fenómeno, la ciclidad de los tiempos sociales de
los regímenes políticos en los que el mercado domina la vida
social. La “moda comercial” es el régimen tiránico (A4) que
comparte sus efectos, paradójicamente, con su régimen
opuesto (A1): el monárquico o real. Puede haber tanta tiranía
en el régimen natural del valor (capital sólido), como en el
régimen social del valor (capital líquido).
Ahora que hemos esquematizado la tetralogía del
“aparato-de-captura” en sus cuatro modos, se nos aparece una
tetralogía paralela que puede sobreponerse sobre la primera.
Se trata del desarrollo del aparato-de-captación, que es un
aparato de esencia económica, tejido sobre el esqueleto de los
aparatos-de-captura. En esta tetralogía de los “captatia” y
“capitatia”, distinguimos dos niveles básicos: la captación-
sólida personificada en el “fiscus” (A1-A2) y la captación-
líquida (A3-A4) personificada en el “erarius”.
Respecto a la Captatio sólida-del-fiscus, distinguimos
dos relaciones modales complementarias:
(A1) Espacio de captación del fiscus
(A2) Tiempo de captación del fiscus.
El espacio-de-captación fiscal, se define por la
obligación de toda “Captatio” y “capitatio” por parte del
Fiscus, mostrada en forma de “tributo”. El tributum, procede
de “tribum” que es cada uno de los grupos o la hordas (lo
tribal) que constituyen un primer Estado. La tribus de Israel, o
las tribus de Roma. Sean doce o tres, es lo de menos para
nuestro análisis general. Cada tribu tiene su representante, en
la asamblea general (o el Senado) de tribus: el tribuno o Jefe.
Pero entonces, cuando el Tributo procede de cada
tribu, ya nos hemos alejado del régimen de la Captatio sólida.
Pues en el régimen arcaico, el impuesto no se una
contribución de cada parte al todo. En este caso, de cada tribu
al Estado. No se trataba del impuesto como “con-tribución”
sino de una “imposición” al enemigo conquistado, a aquel que
271
En el mismo sentido de nuestro análisis, Marx expresa
en “El Capital”364, el cambio de estado entre una sociedad de
esclavos y siervos, a otra de asalariados. Hay una “historia
real” sobre la idea de acumulación originaria, dice Marx: la de
la conquista, esclavización, robo y violencia (p.198 Akal).
Donde el siervo de la gleba estaba sujeto a un tributo (aun
siendo propietario de la tierra) o al diezmo de las tierras de la
Iglesia. Tributo cobrado y gestionado por los “régisseur” en
Francia o luego los “fermiers generaux”.365 Siervos de la gleba,
que en Inglaterra, sobre el siglo XV se liberan pasando a ser
pequeños propietarios autónomos, a medio camino entre el
tributo y la contribución.
Si continuamos con la argumentación marxista de la
Historia sobre la captación-capitación, podemos poner en
paralelo la evolución o la transformación de fase del
productor siervo, en productor industrial. Del siervo de la
gleba, reconvertido en artesano ligado al oficial del gremio,
pasamos al obrero asalariado del capitalista industrial366.
Paralelamente a esta evolución, se observará cómo el aparato
de Captatio actúa primero sobre la tierra, luego en una
posterior fase, de un modo directo sobre la producción de la
mercancía y de un modo indirecto sobre el tráfico de
mercancías. La figura del captador-de-impuestos, o
recaptador, en la Francia del siglo XVI, es la del “régisseur”,
quien cobra el tributo en representación del señor feudal. la
Pero que posteriormente, se transformará en el hombre “de
affairs”, para la Corte367. En un último salto, este personaje
recaptador, será ocupado por una clase funcionarial que se
273
constituyen en realidad, tres modos del capital que configuran
una trinidad:
1) La Renta sobre la Tierra
2) El Salario del Trabajo
3) El Interés del Capital a préstamo
Marx distingue dentro del “capital-ganancia” las dos fases
o evoluciones de esta “ganancia”: la fase de la renta-del-suelo
sobre la que recae la renta del terrateniente y la fase del
salario-del-obrero. Distinguiendo así los dos regímenes de la
producción: el pre-capitalista (fisiócrata) y el capitalista
(industrial). Este salto, es el paso de la sociedad antigua
común en cierto modo al Estado arcaico asiático y al Feudo
europeo de la Edad Media, a una sociedad moderna. En este
sentido, Marx recoge la distinción de los tres modos de
capital, de un autor tan opuesto como el propio Adam
Smith.369 Esta trinidad economicista, sirve a Marx para mostrar
y enunciar una trinidad social que constituye la Inglaterra
moderna: la de los terratenientes que aún subsisten en el
régimen capitalista, la de los obreros en los talleres y fábricas,
y la de los capitalistas industriales.
Lo cierto es que en esta trinidad marxista, del capital,
lo que no se dice es que las tres formas o modos del capital,
son en realidad tres formas de “captación” o de “captura” de
una parte del capital en cada proceso productivo. De modo
que sería más conveniente, que el propio Marx hubiera usado
el término “plusvalía” en lugar de “salario” para el segundo
modo. Ya que entonces, las tres fórmulas son: renta, plusvalía
e interés. Siendo en realidad tres aparatos-de-captación del
capital sobre el proceso de producción. No es el salario el que
captura valor sobre el proceso de trabajo, sino la “plusvalía”.
Del mismo modo, que antes, la Renta captura y extrae parte
de lo producido por el agricultor. Y en último momento, el
“interés” extrae parte del capital prestado. Tres modos de
369 Marx. El Capital. Libro II Tomo III. Capítulo XX. Reproducción simple.
275
Pero veamos ahora cómo exponen estos dos autores, la
trinidad del aparato-de-captación y captura económica. El
primer modo de éste, es el de la “renta” que cae con sus
garras sobre la rentabilidad de la cosecha y sobre la
apropiación de la tierra. En nuestro sistema, estas dos formas
de captura siguen el esquema del capital-sólido y su contexto
estatal bajo la forma del “Tesoro” real, en sus dos variantes:
(A1) Apropiación de tierras y formación de los
“graneros imperiales” en las sociedades arcaicas
gobernadas por un rey o monarca.
(A2) Captura sobre la renta de la cosecha. Forma
tributaria de reconocimiento, a través del pago-en-
especies, del súbdito a su monarca.
En el segundo modo de captura, que exponen Deleuze
& Guattari, aparece el concepto de “plusvalía” o beneficio del
capitalista industrial. Aquí se concibe por un lado, la
comparación de dos ideas-de-trabajo (trabajo pagado y
trabajo no retribuido) y por otra parte, la apropiación
monopolista (la plusvalía…frente al salario). En nuestro
esquema esto forma parte del capital-líquido y su contexto
público de la Hacienda como “erario del Estado”:
(A3) Espacio de la producción capitalista. El taller o la
fábrica como espacio donde se vincula la relación de
producción entrono a la dialéctica estructural:
salario/Plusvalía. La plusvalía se extrae o capta parte
de una cantidad valorizada del trabajo del obrero. Una
parte de trabajo que no es pagada con el salario.
(A4) El tiempo del capital comercial, como tiempo de
intercambio de mercancías y del tráfico realizado con
dinero. De esta relación, Deleuze & Guattari no
enuncian nada, dentro de este marco trinitario de la
captura económica.
Sin embargo, estos autores, acuden al concepto de
“impuesto” para definir el tercer modo de captura. A
diferencia de Marx, quien definió al tercer elemento como el
372 Deleuze & Guattari (1980). Mil Mesetas. Capítulo “Aparato de captura”.
373Tesis con la que no estoy de acuerdo, como ya he tratado de explicar en el
capítulo dedicado al “estipendio” del soldado mercenario. Eso no impide estar
de acuerdo con estos autores, cuando afirman por otro lado, que: “la moneda
es siempre distribuida por una aparato de poder” (Mil Mesetas, Pretextos,
p.449) puesto que también he destacado el concepto de “emisión real u
orgánica del dinero, bajo la primera forma monetaria de Cresos.
277
mostrado cómo el dinero no procedía en principio del
intercambio, ni de la mercancía o de las exigencias del
comercio, sino del impuesto…”374 Aquí, en esta referencia de
Deleuze & Guatttari a la idea de Edouard Will375, hay un
pequeño inconveniente teórico. Se trata de ver como se dice,
que la ciudad griega “especialmente de la tiranía corintia”.
Según nuestra tesis general, no hay realmente “tiempo de
intercambio social monetarista” sí aún existe uno de estos
tres regímenes políticos: tiránico o monárquico o real.
En función de esta tesis de Will, que siguen Deleuze y
Guattari, éstos afirmarán sobre el “impuesto” que:
374 Deleuze & Guattari (1980). Mil Mesetas. Capítulo “Aparato de captura”.
375 Edouard Will, "Réflexions et hipothèses sur les origines du monnayage".
Revue numismatique 1955.
376 Deleuze & Guattari (1980). Mil Mesetas. Capítulo “Aparato de captura”.
279
complejas, aseguren la equivalencia, la conversión, la
circulación bienes-moneda a través de toda la economía”.
Renta Renta
Salario Plusvalía
Interés Impuesto
Platón, El Timeo.
"Si á un lingote de oro se le diese toda especie de formas, se mudase sin cesar
cada una de ellas en todas las demás, y, presentando una de estas formas, se
preguntase: ¿qué es esto? Diría verdad el que respondiese: es oro. En cuanto al
triángulo y todas las demás figuras que este oro pudiera revestir, no seria
preciso designarlas como seres, puesto que mudan á medida que se las
producen; y si alguno quisiera saber el nombre de tal ó de cual apariencia, se
le diría que era apariencia y nada más. Todo esto es perfectamente aplicable al
principio que contiene todos los cuerpos en sí mismo. Es preciso llamarle
siempre con el mismo nombre, porque no muda jamás de naturaleza. Recibe
continuamente todas las cosas en su seno, sin tomar absolutamente ninguna de
sus formas particulares. Es el fondo y la sustancia de todo lo que existe., y no
tiene otro movimiento, ni otra forma, que la forma y el movimiento de los seres
que él encierra”.377
281
Es Elíade, quien expresa perfectamente, el sentir de
este capital metalúrgico envuelto en la lógica de la
producción, cuando afirma:
ESTADO de la materia
sólido (El Oro, Espacio del Capital
A1 símbolo de la gaseoso (préstamo B1
como TIERRA
como ARIE
emisión monetaria financiero).
del Rey)
Tiempo del Capital- Tiempo del capital
sólido (El adamasto gaseoso (plazo de
A2 B2
broncíneo, símbolo devolución del
del guerrero) préstamo)
ESTADO
ESTADO
materia
FUEGO
AGUA
como
como
de la
de la
socráticos”.
283
Tiempo del capital Tiempo del Capital
A4 líquido (el cobre del plasma (Mercado B4
comerciante) financiero on-line)
285
desterritorialización del dinero, respecto al patrón metálico.
Es el comienzo de una transformación dineraria, que
abandonará la metalurgia para abrazarse a la semiúrgia.
En esta retorta alquímica de la circulación 384, el dinero
sufre la metamorfosis o transmutación, no solo como dice
Marx, de la mercancía en dinero. Sino desde el lingote a la
calderilla, pasando por el “estipendio” y por “la mercancía”.
Para Marx, ciertamente, el mercado (la fase líquida del valor
en el tiempo del intercambio) significa una “gran retorta
social”. Pero el ciclo se cierra sobre sí mismo, cuando la
moneda del mercado toma el camino de la fundición.
El mismo Marx, también afirma que existe un proceso
más general de transformación de “lo metálico” que recuerda
mucho a la cita de “El Timeo” platónico: “La moneda de oro y
el oro en barras sólo se distinguen, pues, de suyo, por la figura,
y el oro es susceptible de pasar continuamente de una forma a
otra”.
Hay por tanto, dentro del marco teórico de la Lógica A
de la Economía de Producción, un ciclo de metamorfosis,
como veíamos en el anterior capítulo. Entre los dos extremos:
Acuñación de moneda nueva y Fundición de moneda vieja.
Marx suele describir estas transformaciones de la materia (en
nuestro caso, el Capital) como una “crisálida del oro”.385
Para Marx la crisálida del oro, es la mercancía, pero
para nosotros es el propio metal. El metal parate como
crisálida en forma de lingote o pieza premonetal sagrada y
real, para luego convertirse en moneda de pago al soldado,
bajo la materia de bronce (adamanto), luego invade el
mercado y sus zocos circulando como material hermético (la
plata de Hermes, dios de los mercaderes) y luego acaba siendo
sustituida por moneda-de-cobre (calderilla) degradada con el
287
Timeo, acerca de la transformación de los cuatro cuerpos:
tierra, agua, aire y fuego. En este caso, el de la Lógica de la
producción tan sólo afecta a las fases de tierra (sólido) y agua
(líquido).
Resulta curioso comprobar como Nietzsche, usa la
moneda como metáfora de la “verdad”. Y dice acerca de este
proceso de degradación monetal, que la verdad de la moneda
de Oro troquelada con el Sema real (semeíon) es ¡una ilusión!.
Es decir, que el Semeíon monetal como símbolo entorno al
cual se organiza el espacio-de-representación (A1) es una
ilusión. Pero además, dice que en su desgaste por el
intercambio comercial, por el uso de la moneda como valor-
de-cambio, “no son ahora ya consideradas como monedas
sino como metal”. Esto que dice Nietzsche, es justo lo
contrario de lo que sucede, pues el desgaste del valor en peso
de la moneda debido al comercio, sirve para que estas
monedas sean consideradas ya no como “piezas con un peso
metálico” (en una fase natural del valor y la verdad) sino como
“simples signos de valor de cambio” socializadas (como
monedas-sin-metal). Esta des-metalización del dinero, dará
lugar al nacimiento del dinero-fiduciario (papel-moneda).
Madrid.
“Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando
miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo el Estado, soy el
pueblo”. Es una mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y
suspendieron encima de ellos una fe y un amor; así sirvieron a la vida. (…)
Cada pueblo se ha inventado su lenguaje propio en costumbres y derechos.
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que
diga, miente -y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él;...”388
289
Estamos cerca del último momento de vida, de este
ciclo metalúrgico del dinero y en general del valor y del
capital. Es el instante cuando después de su acontecimiento,
todo va a cambiar. Después de esa degradación natural de lo
monetario respecto a su peso metalúrgico, aparecerá el
dinero-papel como última fase de degradación de la Economía
de Producción fundada sobre un mundo metalúrgico.
Es con el papel-moneda, cuando el capital y el capital-
monetario en concreto, abandona el mundo de la Economía
metalúrgica. Estamos a un paso, de dar el salto ontológico
hacia la lógica económica de lo financiero (gaseosa y
plasmática).
El billete de papel, será entonces emitido como un
simulacro del dinero-metálico. La ultima escena de esta des-
metalurgia del capital, acontecerá cuando el valor del dinero
abandone definitivamente el patrón metálico, como referencia
y como Modelo. La copia habrá disuelto al modelo, en
términos platónicos, y la Economía inaugurará otra lógica: la
lógica de los simulacros fantasmales que han destruido el
reino del modelo Oro y la Ley del patrón metalúrgico. Habrá
nacido la moneda fiduciaria, cuyo valor ya no es el peso-de-su
naturaleza, sino el valor-de-su-sociabilidad.
El papel-moneda será efectivo para seguir las nuevas
leyes de la velocidad y aceleración mercantil, pero será
también la última metamorfosis del dinero-como-medio de
circulación.
Con el Capital gaseoso, el dinero será ahora no medio-
de-circulación, sino medio-de-pago. El crédito instaurará su
ley sobre el dinero. El dinero-a-crédito será su nuevo rey.
Dinero a crédito, que configura el nuevo estado gaseoso del
capital. Dando una naturaleza distinta al acto de creación de
dinero, por parte del soberano. Ya no será la autoridad
pública sobre lo metalúrgico, aquello que haga engendrar al
dinero. Sino que ahora, la emisión será de naturaleza
inorgánica o a-metalúrgica: nueva forma de nacimiento del
291
distintas modalidades que ya vimos en otro capítulo. Su
esencia es distinta al aparato-de-captura.
Tanto es así, que mientras los aparatos de
captura/captatio/recaptatio, se entrecruzan con los aparatos
de mordedura/picadura. Y es justo en el momento del salto
ontológico del capital líquido al capital gaseoso, cuando el
aparato de captura sobre el capital-líquido, en tanto “con-
tributio monetaria”, pasa a transformarse en aparato-de-
mordedura sobre capital-gaseoso, bajo la forma del “interés
del capital a préstamo”. Oscuro y difícil salto ontológico de
los aparatos de captura en aparatos de mordedura.
Si Nietzsche no tiene razón cuando metaforiza él
mismo, sobre la verdad y la moneda, diciendo que nunca ha
existido una moneda-de-la verdad ni tan siquiera una verdad-
monetal, sin embargo su intuición es buenísima cuando dice
que el Estado (aparato-de-captura) es también un aparato-de-
mordedura: el Estado “con dientes robados muerde”….
“Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que
diga, miente -y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con
dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas. …” 389
293
La extracción de los Impuestos e Intereses, obedece a una
lógica que es del orden del “diferencial” o “tanto por ciento”:
diferencial extraído sobre el “capital de producción” (capital
industrial y capital comercial) y diferencial, sobre el “capital
prestado” (préstamo y financiación). El diferencial que hay en
todo interés financiero y el diferencial que hay en todo
impuesto estatal.
En este sentido, el interés del capital-usurario y el
impuesto del Estado-capital, van de la mano, en el desarrollo y
nacimiento de un nuevo modelo económico, que ya Marx pudo
advertir. Pese a que Marx piensa aquí, que esta pinza (interés
e impuesto) tan solo atacan al viejo régimen agrícola de
producción:
“en la primera mitad del siglo XVIII. La propiedad parcelaria excluye por su
propia naturaleza el desarrollo de las fuerzas sociales productivas del trabajo,
las formas sociales del trabajo, la concentración social de los capitales, la
ganadería en gran escala, la aplicación progresiva de la ciencia. La usura y el
sistema de impuestos tienen necesariamente que arruinar en todas partes a la
propiedad parcelaria” 392
Marx. El Capital, Libro III, Capítulo XLVII . Génesis de la renta capitalista del
392
suelo.
295
No podemos examinar claramente, donde se separa la
alquimia de la cábala, como tampoco cómo separar la cábala
impositiva de la cábala financiera. Pero sí sabemos que
subyace una atmósfera alquímica, en el proceso de la
metamorfosis del oro, ya desde los textos platónicos en el
Timeo.
De ahí que desde la antigua “kimiya” (al-kimiya) que
parte de los minerales escondidos en las entrañas de Ploutos
o Plutón, se inicia una “chrysopoeia” o gran obra de
transmutación de cualquier sustancia metalúrgica en oro. Esta
operación alquímica, es sin duda, un arte que está guiado por
la lógica de la producción, no de la financiación. A ella, se
asimila la tradición de la mística cristiana, donde el oro es el
fin, siendo la plata el medio mercurial. Pues el Mercurio no es
otra cosa, que el dios Hermes griego, patrono de los
comerciantes. Y los comerciantes son la clase social asociada
a la plata. Pero además, la plata es simbolizada como Hg
(hydroargyros); es decir: el mercurio es el agua-de-plata.
Esta tradición entronca con la mística judía, vinculada
a la cábala hebrea, que trata de refinar toda sustancia
metálica. En la Torah, aparecen tres sustancias metálicas
primordiales: el oro, la plata y el cobre. Al oro, se le asigna el
lobo395 y las acciones; a la plata, el león y los sentimientos; y al
cobre, la serpiente y los pensamientos396.
Tenemos pues, tres animales en la tradición judía, de
los cuales, uno es la serpiente (el animal que muerde e inocula
el veneno). Si el oro-del-lobo y la plata-del-león son a la lógica
de la producción, el cobre-de-la-serpiente será del orden de la
lógica de la financiación. Para mostrarlo, es necesario
remontarnos hasta el texto bíblico.
Universidad de Alicante.
399 Deuteronomio, 23:20
“Nashaj/neshijah”, es morder/mordida. Y “Nashak/neshikah ” es besar.
400
297
A) Los aparatos-de-captura, forman parte de una
operación de extracción, sobre la producción o el
trabajo. Pertenece a la Lógica A del capitalismo.
B) Los aparatos-de-mordedura, son modos de picadura,
que constituyen una forma de extraer un diferencial
sobre el capital, no sobre el trabajo. Pertenece a la
Lógica B del capitalismo.
Hay otra distinción más etimológica, entre los dos modos
de ser-aparato. Me refiero a que podríamos tomar la
distinción partiendo del matiz sobre los términos: mordedura
y picadura.
Si la “mordedura” es asociada al comportamiento del
Estado, en tanto aparato-de-captura y de captatio o
recaptación; entonces la “picadura” la vincularíamos al modo
de operar del Banco (del capital usurero, luego capital
financiario). De modo que la “mordedura” es al Estado
capitalista, como la “picadura” lo es al capital-financiario. Y el
interés financiero o rédito, es el modo de operar según un
dispositivo-de-picadura, sobre el capital prestado.
En esta línea, pensamos en que el hebreo hace
compartir al “onesh” y “neshek”, la partícula raíz “nesh”.
Pero de aquí, podemos inferir que hay un “mordisco” llamado
“o-Nesh” (carga, pena, peso del tributo)401 y una “picadura”
llamada “Nesh-ek”(serpiente de los intereses).
De modo que si seguimos por esta vía, también
diferenciaremos los dos conceptos de “diferencial”, en
función de que éste obedezca a una “mordedura estatal” o a
una “picadura bancaria”. La primera muerde sobre el cuerpo-
de-la-producción, la segunda pica sobre la piel-de-la
financiación social.
Pero aún nos queda mostrar una última diferencia
entre los dos tipos de aparataje. Se trata de pensar en la idea
299
gran industria. (…); pero esto se da en mucha mayor medida
en el elemento protestante que en el católico, porque los
católicos demuestran una inclinación mucho más fuerte a
seguir en el oficio en el que suelen alcanzar el grado de
maestros mientras que los protestantes se lanzan en un
número mucho mayor a la fábrica, en la que escalan los
puestos superiores del proletariado ilustrado y de la burocracia
industrial.”403
El espíritu-del-capitalismo (moderno y
postmoderno404), no es del orden de la producción, ni tan
siquiera del orden del capital-comercial, como cree el propio
Weber. Sino del orden de la financiación. No son ni el
cristianismo ni el protestantismo, las creencias que empujan
una nueva lógica de funcionamiento del capital. El capital
cambió de estado, de líquido a gaseoso, cuando el capital-
financiero se convierte en el motor, al margen de la
producción. Son las prácticas del préstamo, a gran escala, las
que tomaran la batuta del Capital, bajo la influencia de la
tradición judía, que actúa como sostén de este cambio de
estado del capital405.
Damos la razón a Carl Marx, por cuanto el capital
financiero actúa por debajo o al margen o sobre los “poros”
de la producción. Pero al mismo tiempo, damos razón a
Weber, por cuanto el cambio de naturaleza del Capital, se
debe no a razones de producción, sino a formas de conducta
alrededor del nuevo motor: la financiación. No es pues ni el
protestantismo calvinista, el agente ideológico o religioso de
tal cambio en la naturaleza del Capitalismo moderno. Sin
embargo, sí es principal interviniente en esta soberanía del
301
posteriormente con el abandono del patrón-metálico a nivel
mundial, para culminar con la aparición del dinero-
electrónico. Esa concepción primitiva y paraphúsica (contraria
a la phúsis, según Aristóteles) se convierte en la aceptación de
una “res frugífera”. Los frutos del capital (tokós o intereses),
son hijos legítimos reconocidos por la Economía y por la
sociedad. No sólo no será pecado, o contranatura, sino que
además, según un discípulo del propio Calvino406, ahora será:
“necesario para la salvación del mundo”.
Sin embargo, y tal como nos cita Marx en “El Capital”,
Lutero sí parece aguantar de esta tendencia de los tiempos a
favor del viento financiero. Pues Lutero escribe en 1540:
“Hace quince años escribí contra la usura, la cual hacia tantos estragos, que no
me atrevía a esperar mejoría alguna. Desde entonces, ha ganado tanto en
consideración, que ya no quiere ser tenida por vicio, pecado o infamia, sino que
se hace ensalzar como una virtud y un honor, como si hiciera grandes favores
y servicios cristianos a los hombres. ¿Qué remedio ni qué consejo pueden
caber, cuando la infamia se convierte en honor y el vicio en virtud?” 407
303
CAPÍTULO XIV
LA SEMIURGIA Y EL DINERO COMO MEDIO DE PAGO
Marx. El Capital.
“El curso del dinero, al disociar la ley real de la ley nominal de la moneda, su
existencia metálica de su existencia funcional, lleva ya implícita la posibilidad
de sustituir el dinero metálico, en su función monetaria, por contraseñas
hechas de otro material o por simples símbolos”. 409
"Las leyes más modernas acerca del grado de pérdida de metal que incapacita
a una moneda de oro para circular, o, lo que es lo mismo, la desmonetiza,
sancionan y reconocen la tendencia natural del proceso de circulación a
convertir la esencia de oro de la moneda en apariencia de oro; es decir, a
convertir la moneda en símbolo de la cantidad de metal que oficialmente
contiene.”410
305
Con el objetivo de reiniciar el ciclo de la metalurgia
capitalista. Aquí, se trata de complementar este ciclo de
estados de la materia (el metal oro), con el ciclo de fases del
“valor”, que en nuestro caso es: el ciclo del dinero-como-pieza
metálica de valor natural, al dinero-como-pieza-metálica de
circulación comercial. De la moneda-de-oro a la moneda-
desvalorizada en relación a su naturaleza y a su peso: la
moneda de cobre para la calderilla. Moneda de cobre que en
su última metamorfosis, se convierte en papel del billete.
Hemos convertido al oro, en papel. De la moneda de Cresos
hasta el primer billete del banco de Inglaterra.
Esto es, el cambio de naturaleza desde una metalurgia
del dinero metálico, hasta una diabólica del dinero-papel. De
la emisión orgánica y natural de la moneda-de-Fanes o del
león de Cresos, hasta la emisión semi-orgánica y social 411 del
billete (papel-moneda), donde:
411Marx afirma al respecto del valor-social del dinero: “el signo del dinero
exige una validez social objetiva propia, y esta validez se la da, al símbolo del
papel moneda, el curso forzoso. Este curso forzoso del Estado sólo rige dentro
de las fronteras de una comunidad, dentro de su órbita interna de circulación”.
412 Marx. El Capital.
307
Sin embargo, a raíz de la aparición de este billete, se
produce un “salto ontológico”, cuando el dinero aparecerá
como producto, no de las necesidades de circulación
mercantil sino como “signo-señal”, que servirá para ser
“medio de pago”. Habrá nacido entonces, el dinero-crédito y
con él, el capital-gaseoso. Nuevo horizonte de la lógica
capitalista de la financiación. Según esto dirá Marx:
“Diremos, sin embargo, de pasada, que del mismo modo que el verdadero
papel moneda brota de la función del dinero como medio de circulación, el
dinero-crédito tiene sus raíces naturales en la función del dinero como medio
de pago.”415
“Pero si hoy llenamos con papel moneda todos los canales de la circulación,
hasta agotar su capacidad de absorción monetaria, podemos encontramos con
que mañana, a consecuencia de las fluctuaciones de la circulación de
mercancías, el papel moneda rebasa los cauces. Al llegar a este momento, se
pierden todas las medidas. Pero si el papel moneda rebasa sus límites, es decir,
la cantidad monedas—oro de idéntica denominación que pueden circular,
todavía representará dentro del mundo de las mercancías, prescindiendo del
peligro del descrédito general, la cantidad de oro determinada y, por tanto,
representable por sus leyes inmanentes…” 416
309
de-deuda. Ambas formas, configurarán la lógica de la
emisión inorgánica del dinero417 y la del capitalismo de
financiación.
Mauss y en Derrida.
419Marx en las notas al Libro I tomo III de El Capital, comenta que: “Nadie
ignora que en la antigüedad el dios de las mercancías moraba en los templos.
Estos eran los Bancos sagrados de la época”. Recuerdo al respecto también, el
relato de Luciano de Samosata sobre la diosa siria.
420Marx describe así tal situación de desfase: “Una parte del dinero en curso
representa mercancías sustraídas desde hace ya mucho tiempo a la
circulación. Y una parte de las mercancías que circulan sólo proyecta su
equivalente en dinero en el porvenir”.
311
aparecerá el dinero como “título-de-deuda” (fenómeno de la
titularización de la deuda). Es así, por cuanto como describe
Marx: “Tan pronto como la producción de mercancías alcanza
un cierto nivel y una cierta extensión, la función del dinero
como medio de pago trasciende de la esfera de la circulación
de mercancías y se convierte en la mercancía general de los
contratos”.
Esta idea del brote del dinero-crédito bajo la función
necesaria de ser el medio-de-pago y financiación, en el plano
histórico, Marx lo refiere al desarrollo de la “usura” y su
capital-usurario. Que es el antecedente del capital-financiero
de los sustitutos de los usureros: los banqueros. Dice Marx, al
respecto:
“En cada país se imponen determinados plazos generales para los pagos…. En
parte, estos plazos, prescindiendo de otros ciclos de la reproducción, responden
a las condiciones naturales de la producción, vinculadas al cambio de las
estaciones. Pero estos plazos regulan también los pagos que no brotan
directamente de la circulación de mercancías tales como los impuestos, las
rentas, etc. La masa de dinero que hay que movilizar en ciertos días del año
para atender a todos estos pagos, desperdigados por toda la superficie de la
sociedad, origina perturbaciones periódicas, aunque completamente
superficiales, en la economía de los medios de pago”. 423
313
como capitalista, (…). Se le concede crédito como capitalista potencial. Y este
hecho, tan admirado por los economistas apologéticos, de que un hombre sin
fortuna, pero con energía, seriedad, capacidad y conocimiento de los negocios,
pueda convertirse así en capitalista –ya que en el régimen capitalista de
producción se aprecia de un modo más o menos certero el valor comercial de
cada cual–…”424
Según Marx, el que proporciona financiación, es el que
convierte al capitalista potencial en capitalista actual. Este
capitalista potencial, que busca crédito, “es un hombre sin
fortuna pero con energía, capacidad y conocimiento de los
negocios”. El banquero como sujeto que financia una actividad
productiva, conectará a un capital ocioso con un capital
ansioso de producción. Se le concederá la fe, de otra Iglesia, al
ansioso de salvación. Salvación por la producción, pero
condena del acreedor, por la financiación. Uno tiene fe-en-la
producción, el Otro da-crédito en la financiación. Y no es lo
mismo “tener-fe” que “dar-crédito”.
Y de ahí que acontezca un nuevo espacio, que enfrenta
no a la dialéctica marxista del capitalista/trabajador, sino a
otra relación diferencial que conecta dos flujos: el capital
ocioso425 y el capital ansioso. Dos capitalistas conectados y
enfrentados bajo la relación espacial del “diferencial” (rédito
o interés) del capital-de-financiación. Espacio del capital-
gaseoso, donde la dialéctica marxista clásica deja de existir,
para tomar las riendas del Capital, la nueva Lógica-B-de-la
financiación.
315
El capital se sale de sus goznes: los goznes de la
producción y del patrón metálico del dinero.
Que la intención sea bondadosa, no quita que su
naturaleza sea totalmente anti-natura o maliciosa. Marx cita a
Constantin Pecqueur, quien pide que “el sistema general de la
banca gobierne la producción”. Pero esa petición, es un
engaño o una ilusión ya que el capital financiero (capital
gaseoso) funcionará a partir de entonces, al margen de los
circuitos de la producción (capital líquido). Creará otros
circuitos, no basados en la metalurgia sino en la semiúrgia de
los puros-signos asimbólicos: los circuitos de los mercados de
titulización-de-deuda.428
Sin embargo, también es cierto que Pecquer adviertea
como “por este camino sólo conseguiréis lo que ya consiguen
ahora los bancos privados: la anarquía, la desproporción entre
la producción y el consumo”.429 Pero Marx está equivocado, en
la Edad Media, por mucho capital usurario que existiera-en los
poros de la producción agrícola, la Economía aún permanecía
en su fase sólida o en su fase líquida. El usurero fue un joyero
productor de objetos de lujo y luego un prestamista-de-
objetos prenda (como ya vimos). La Economía en la Edad
Media no gira en torno a un dinero-crédito desligado de su
naturaleza metalúrgica, ni en torno a un dinero-crédito como
medio de financiación que sustituye a la economía de
producción.
430
Marx cita a M. Augier, Du Crédit public, etc., París, 1842, páginas 202 y
203). Para referirse precisamente a: “…condujo inevitablemente a la concesión
de crédito, que más tarde se acentuó todavía más con el descubrimiento de
América y el comercio con aquellos países." (Es éste un punto fundamental.)
Para poder cargar los buques era necesario recurrir a fuertes anticipos, lo que
tenía ya un precedente en la Antigüedad, en Atenas y en Grecia. La ciudad
hanseática de Brujas contaba en 1338 con una Cámara de seguros”.
317
en su libro “Mil Mesetas. Capitalismo y esquizofrenia”.431
Nuestro llamado “salto ontológico” entre una Historia-de-la-
Producción (marxismo) y una Actualidad-de-la Financiación
(postmarxismo) se expresa en estos autores, si comprendemos
que ellos hablan de una oposición general entre la Historia y
los “devenires”. Siendo los “devenires” una expresión de “las
fechas”. La contraposición se estable de un modo general, en
un principio diferenciador entre “la Historia” y “las fechas”.
No es baladí que el libro como tal, es definido por los propios
autores como un libro-rizhome. Y esta naturaleza formal del
libro-rizoma se manifiesta de un modo material a través de la
designación de los distintos capítulos, a modo de “fechas”.
Todos los capítulos del libro incorporan una “fecha” (un año)
en su título. Por ejemplo en el capítulo que nos ocupará el
análisis, Deleuze & Guattari lo titulan: “1933, Micropolítica y
Segmentariedad”. Aunque es primeramente, en el capítulo
dedicado a los “Postulados de la Lingüística”, donde dicen
que:
319
autores postmoderno, están hablando de algo completamente
distinto al Estado social y sus modos de producción
(marxismo). En realidad, dejan caer la idea que no puede pasar
desapercibida para nuestros lectores: “el cuerpo-monetario”.
Todo parece como que aquí, se les ha deslizado “lo
monetario” en el “cuerpo social”. Esto indica, que la Economía
se ha transformado de un análisis clásico sobre los estados de
la producción, a un análisis postmoderno sobre los modos de
financiación. Modos de financiación, que aquí aparecen como
“política monetaria” de los Estados. Más tardes, esos Estados
se habrán convertido con el tiempo, en partes de otro Todo: la
“zona monetaria”. Momento de la Historia, en que toda
política económica ya no girará en torno a la Economía de
producción, sino en torno a la Economía de financiación. Toda
Economía política será fundamentalmente, política monetaria.
Debemos proseguir con la lectura de “Capitalismo y
Esquizofrenia” y llegar hasta el capítulo de “1933,
Micropolítica y Segmentariedad”, para acabar de comprender
en qué términos se plantea ahora, la cuestión de las dos lógica
económicas (que nosotros llamamos A-de-producción y B-de-
financiación). Dicen Deleuze y Guattari:
321
Ese espacio-de-financiación (B1), propio de la
conciencia del capital gaseoso, quedaba definido en función
de un acontecimiento de conexión, que ponía en contacto dos
mundos: el capital industrial, comercial y el capital financiero.
Ese espacio era descrito como la relación que conecta un
acreedor y un deudor. El espacio del acontecimiento del
préstamo (y de su hijo, el capital-a-interés). El capital-a-
préstamo por interés, es el espacio del “diferencial”. Era el
“diferencial” el que curiosamente, ponía en conexión a dos
sujetos: el deudor y el acreedor. El diferencial, y no ya la
diferencia, es el conector entre ambos mundos (el de los
segmentos y el de los flujos435), bajo la “Señal” numérica de un
diferencial: la tasa de interés financiero o precio-del-dinero.
Entre “la línea molar y el flujo molecular”, para nuestra
comprensión debe entenderse como “entre la metalurgia de la
producción y la semiúrgia de lo financiero.
Deleuze y Guattari, saben también que esos flujos
económicos hacen referencia directa, al dinero en tanto éste
es: moneda-de-pago. Es decir, nos remiten al concepto de
Marx, cuando decía que, de este capital-monetario cuando
funcionaba como medio-de-pago (y no como simple medio-de-
circulación comercial) brotaba la idea del capital bancario
(capital-a-préstamo-por interés). La misma idea podemos
extraer de Deleuze&Guattari cuando dicen:
“No por ello deja de haber una constante correlación entre los dos aspectos,
puesto que con la linealización y la segmentación un flujo se agota, pero de
ellas surge también una nueva creación.” 437
“1933-Micropolítica y Segmentariedad”.
323
acontecimiento de conexión: el contrato de préstamo de
capital a interés. El poder de realizar tal conexión entre un
sujeto que pide capital y otro sujeto que lo presta, es el poder
bancario. Y en el caso de los Estados, el poder del Banco
Central. Banco Central no ya de un Estado, sino de una Zona
monetaria.
El Banco Central es el conector máximo, entre los dos
flujos o entre las dos terminales de la conexión crediticia. El
problema surge cuando Deleuze & Guattari, creen que esa
economía-de-flujos crediticios hace referencia a una
naturaleza que huye de la Economía política (clásica). Sí, tal
vez huya, pero la cuestión principal es que funciona-al-
margen de ella. Tal como ya anunció Marx. No es que se fugue
del modo de funcionamiento de la producción, sino que acaba
prescindiendo de ella. La producción se convierte en
codificación crediticia: la estructura de financiación (B1) y la
de financiarización (B3). Esto supone un mundo de la no-
representación, y de la no-producción. La economía se
convierte en “señal”, de naturaleza “anti-simbólica” pues ya
no simboliza metal alguno. Se convierte en pura señal:
semiurgia. Economía de tipo semiúrgico, que se expresa en
“títulos sobre deuda”, en “títulos de acciones en bolsa”438.
Hemos de tener claro pues, que el viejo mundo de la
Economía “molar” (de producción), queda absorbida y al
mismo tiempo marginada, por la nueva Economía “molecular”
(de financiación/financiarización). La Bolsa sustituye al Estado
e impone una “zona monetaria”. Deleuze parece también
comprender esta nueva situación:
“La Bolsa, mucho mejor que el Estado, da una imagen de los flujos y de sus
cuantos. Los capitalistas pueden dominar la plusvalía y su distribución, pero no
dominan los flujos de los que deriva la plusvalía.” 439
“1933-Micropolítica y Segmentariedad”.
Deleuze &Guattari. Mil Mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia. Capítulo
440
“1933-Micropolítica y Segmentariedad”.
441 Ver capítulo “Capitalismo de inducción” en libro Semiótica del capitalismo.
442Deleuze & Guattari expresan algo parecido: “Lo que depende de los bancos
es la conversión de las dos monedas, la conversión de los segmentos de la
segunda en un conjunto homogéneo, la conversión de la segunda en cualquier
bien Otro tanto se da para cualquier centro de poder”. Mil Mesetas, 1933-
Micropolítica y Segmentariedad.
443Deleuze & Guattari. Anti Oedipe et Mille Plateaux : 14/12/1971 . Naturaleza
de los flujos.
325
hablar de un sistema o de una estructura de financiamiento”.
En esta dicotomía, Deleuze interpreta que hay dos tipos de
flujo: de pago (contables-empresariales) y de financiamiento
(bancarios-crediticios):
Del lado del salario, lo que recibe, la moneda que le concierne no son signos de
potencia económica no realizables aquí y ahora y que tienen un valor
prospectivo, son signos de valor de intercambio que representan, no una
estructura de financiamiento, sino que representan un conjunto de medios de
pago, es decir pago de su propio trabajo y pago que va a efectuar comprando
bienes. 445
De cualquier modo, ambos ven las dos naturalezas
distintas del dinero. Estas dos naturalezas del dinero, yo las
denomino: dinero-líquido (de la producción, en general) y
dinero-gaseoso (de la financiación).
Por último, es interesante señalar que para Deleuze
hay hombres que han ido conectando esos dos flujos (lo
molar y lo molecular) a lo largo de la Historia. Deleuze piensa
en los “hombres de Estado” (Moisés, Gengis, Mao,…) para
“Desde el momento mismo de nacer, los grandes bancos, adornados con títulos
nacionales, no fueron nunca más que sociedades de especuladores privados
que cooperaban con los gobiernos y que, gracias a los privilegios que éstos les
327
otorgaban, estaban en condiciones de adelantarles dinero. Por eso, la
acumulación de la deuda pública no tiene barómetro más infalible que el alza
progresiva de las acciones de estos bancos.... Por los años en que Inglaterra
dejaba de quemar brujas, comenzaba a colgar falsificadores de billetes de
banco.” 448
329
CAPÍTULO XV
DE LA METALURGIA A LA SEMIURGIA
Baudrillard, El simulacro.
"La producción ha muerto. ¡Viva la reproducción!”. 449
449
Jean Baudrillard, en su libro “El intercambio simbólico y la muerte” (1974)
450 Baudrillad usa una cita de Roland Barhtes en “,Systeme de la mode”. Citado en
331
Si el Capital ya no es producción de objetos, sino de
informaciones o señales, entonces el Capital funciona como
un mensaje: emisión de señales-deuda, mercados bursátiles
de señales-índices, títulos de deuda como puras señales-sin-
producción. Palabra-control como llave de paso que permite el
acceso del sujeto al sistema cibernético de los cajeros y la
financiación, etc. Código puro de señales, código genético del
capital, código semiótico del mensaje cifrado.
451
Baudrillard, Jean. El intercambio simbólico y la muerte. Monte Ávila Editores.
Caracas Venezuela, 1980.
333
Simulatrix, de donde no es posible escapar ni a nivel
social ni a nivel económico. Economía financiera, creación de
dinero a través del modo inorgánico (emisiones públicas de
deuda), mercados bursátiles y dinero electrónico. No, el sujeto
no puede sino dejarse someter al control de estos espacios
sociales del código o de la señal. Control absoluto por medio
electrónicos: la internet, los cajeros, los mercados on-
line…Toda proyecto es ilusión: de subjetividades múltiples, de
inteligencia colectiva, de la libertad de las multitudes o de los
espacio del deseo. Simulatrix aceptará gustosamente que
entremos en su juego.
Del mismo modo que la música electrónica, o las
sinfonía de P. Glass rompen el mecanismo articulado de la
sensibilidad motora, también el capital plasma en su zumbido
electrónico rompe la dimensiones del tiempo. En el tiempo-on-
line, las señales del mercado financiero desarticulan la
motricidad del homo economicus. Solo el trader desafía la
esquizofrenia de los mercados. Los instrumentos de metal
han sido sustituidos por la maquinas electrónicas de hacer
sonido. La música-máquina y la economía-máquina, danze y
trading.
Un nuevo efecto metalúgico que ya no es del reino de
los metales, sino de los sintetizadores con su ritmo repetitivo
variando en pequeños diferenciales. De la metalurgia a la
“metalización” 452de síntesis electrónica: la semiurgia.
Nuevos movimientos y gestos para el sujeto sumergido
en una atmósfera semiúrgica, como surgidos de un viejo film
de J.Lewis o de una nueva película de Jim Carrey. O como una
mañana, de visita en una sala repleta de traders. Es la nueva
edad de la señal electrónica, de los simulacros de tercer y
cuarto orden, de la disolución del símbolo visual y del diábolo
sensorio-motor:
452
Deleuze, en “Derrames”. Conversación Deleuze-Richard Pinhas, 27/02/1979:
“Metal, metallurgy, music” (texto en inglés).
335
El herrero suministrará a ambos, al Estado imperial
sedentario y a la Máquina de guerra nómada, distintos
artefactos de guerra. El herrrero parece convertirse en un
protagonista que resta en la frontera entre ambos mundos: el
del Estado imperial y del pueblo nómada. El herrero está al
servicio del Arconte, pero al mismo tiempo su mirada se
desvía hacia las tierras inóspitas por donde sólo viajan las
caravanas nómadas.
Deleuze habla de dos armas distintas que se
corresponden con el Estado y con la Máquina de guerra: la
espada y el sable. El sable, es el utensilio fabricado por el
herrero para el pueblo nómada. El sable curvado, es distinto
de la espada rectilínea construída para el ejército imperial del
monarca455. Pero el sable, es un arma técnicamente distinta a
la espada. Se fabrica por distinta técnica (techné), con
distintos fines y para distintas sociedades. El sable es al acero-
al-crisol, hija de la fusión del metal a grandes temperaturas,
luego es seguida de “descarburaciones sucesivas” 456 o
enfriamentos. Mientras que la espada, no es fruto de una
fundición del metal, sino de una operación de forjado. El
forjado modela el metal por deformación plástica, usando el
yunque y el martillo. La forja calienta pero no enfría
sucesivamente. Si la forja es hilemórfica, el aceramiento al
crisol es un proceso alomórfico.
El forjado de la espada se correlaciona con el
acuñamiento de la moneda de metal precioso (el oro de
Cresos como capital sólido), mientras que el acerado al crisol
del sabel se correlaciona con la creación de dinero-deuda (el
capital gaseoso). Son dos procesos, dos operatorias distintas,
455Según notas: “el sable como arma de corte y de sesgo; la espada como arma de
estoque y de cara”. Mil Mesetas.
Deleuze & Guattari. Mil Mesetas. Tratado de Nomadología: la máquina de guerra.
456
457 Ibíd.
337
momento, en cualquier lugar. Pues la metalurgia es
fundamentalmente inseparable de varias líneas de variación:
variación de los meteoros y de los metales brutos; variación
de las gangas y de las proporciones de metal; variación de las
aleaciones, naturales o no; variación de las operaciones
efectuadas sobre un metal; variación de las cuahdades que
hacen posible tal o tal operación, o que derivan de tal o tal
operación”.458
Entramos ahora necesariamente, en el análisis
consustancial de la materia. El capital al igual que la materia
puede ser considerado según dos concepciones bien distintas:
la del herrero-joyero y la del joyero-prestamista. El herrero
primitivo es después con la evolución del capital, el viejo
joyero. Ambas figuras constituyen el personaje del capital
sólido imperial y el personaje del capital líquido burgués.
Formas o estados del logos capitalista de la producción, que
tratan la materia y el capital como una sustancia con atributos
mesurables bajo la categoría de la extensión y el moldeo.
Moldeado y medición-valoración-pesaje de la materia metálica
y del capital.
En el nomos de la lógica capitalista aparece como otro
esquema espacio-temporal, el tratado de la materia no como
extensión sino como intensidad. Capital gaseoso y plasmático
son las dos fases en las que el capitalismo expresa esa nueva
concepción de la unidad elemental del mundo: la materia-
energética. Materia energética que está vinculada a al capital-
gaseoso, al capital-plasma y una idea sobre la sustancia que ya
no obedece a un esquema hilemórfico sino alomórfico. El
capital se presenta ante la conciencia como un flujo de
materia-energía, flujo de materia contínuamente variable
capaz de afectar al capitalista (financiero o prestamista) con
nuevos afectos. Donde el capital ya no es materia (recursos)
para producir más materia (productos), sino que se trata de
458 Ibíd.
459 Ibíd.
339
replicar en la producción de objetos-mercancías. Sino que lo
metálico se hace metalicidad, por cuanto expresa una
intensidad que no está conducidad por el par patrón modelo-
copia, sino por un mundo donde los cuerpos emiten señales
tan corpóreas como los mismas cosas producidad. Es el
mundo de la metalicidad, en la semiurgia de las señales. Si la
vieja economía de la producción se vinculaba a la metalurgia
acompañada de la ciencia de la mecánica, la nueva economía
de la financiación está asociada a la metalicidad acompañada
de la ciencia electrónica. Los mercados bursátiles destilan esa
metalicidad-electrónica, inundando el espacio de una
atmósfera cool propia de la semiurgia. Las ideas de
Baudrillard y Deleuze, se muestran conjuntamente en las
pantallas del trading financiero.
Nuevo mundo de la semiurgia lleno de emisiones de
señales financieras, de índices, de relaciones diferenciales
entre monedas, entre valores, entre niveles de deuda..donde el
usurero como angel pecador que Marx anunciaba en el XIX, se
convierte ahora en ángel salvador regenerado en la figura del
“bussines angel” o fuente de financiación de proyectos
empresariales.
Comprobamos como la insuficencia del modelo
hilemórfico, que Deleuze señalaba citando a Simondon,
también se puede aplicar al capitalismo. Simondon denuncia
una nueva ontología de la sustancia, de la materia, que debe
superar la basada en el esquema hilemórfico de materia-
forma:
460 Ibíd.
341
aquí su combate su fuerza y su nada. No exige de la forma, la
afirmación de un espacio agujereado ideal determinado. La
extrae bruta de lo informe, tal como lo informe quiere. Utiliza
las sombrías cavidades y los accidentes de la roca" India
metalúrgica. Perforar las montañas en lugar de escalarlas,
excavar la tierra en lugar de estriarla, agujerear el espacio en
lugar de dejarlo liso, convertir la tierra en un gruyere.” 461
461 Ibíd.