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Cumplimiento de las
normas de limpieza
de materiales e
instrumentos sanitarios
Objetivos:
— Adquirir los conocimientos suficientes para aplicar
con eficacia métodos de limpieza, desinfección y
esterilización, de material de uso clínico y terapéutico.
— Relacionar los factores de riesgo de transmisión de
infección dentro de las intervenciones asistenciales con
las personas dependientes, e identificar los niveles de
riesgos según las características específicas de estas.
— Identificar mecanismos de transmisión directa e indirecta
de los vectores de infección en las intervenciones
habituales, así como de describir las acciones concretas
para la prevención tanto a nivel de exposición como de
disposición de los residentes vulnerables.
— Definir y describir, la técnica específica del lavado
de manos con antiséptico e higiénico y su utilidad
e indicaciones en las intervenciones diarias con los
residentes, así como describir las técnicas específicas
de saneamiento, desinfección, desratización y
desinsectación de las instalaciones.
— Definir que es un residuo sanitario, la clasificación según
normativa vigente así como identificar específicamente
los tipos de residuos en la actividad diaria asistencial en
los centros socio – sanitarios.
— Identificar los riesgos inherentes a las tareas de limpieza
del material sanitario y definir y describir las medidas de
seguridad personal (EPI), así como las del entorno y las
bases ergonómicas para la prevención de los riesgos
laborales en la actividad diaria asistencial de lso centros
socio – sanitarios.
Índice
Introducción
1. Aplicación de operaciones de limpieza de
materiales sanitarios
2. Proceso de desinfección. Métodos y
materiales
3. Proceso de esterilización. Métodos y
materiales
4. Prevención de infecciones en los centros
sociosanitarios
5. Eliminación de residuos sanitarios
6. Prevención de riesgos laborales en las
tareas de limpieza de material sanitario

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Introducción
En la actividad asistencial en la que existen implicados contactos de personas,
está demostrado el factor humano como elemento fundamental de la transmisión de la
infección. Estudios clínicos avalan que el seguimiento de procedimientos estandariza-
dos dirigidos a la prevención de la transmisión de infección a personas vulnerables, ha
disminuido con mucho, la incidencia y prevalencia en aquellos centros en los que se
realiza una asistencia con personas con cierta vulnerabilidad, por ello se recomienda
la implementación de estas guías preventivas en los protocolos de los centros sociosa-
nitarios en los que los residentes por sus características fisiológicas y psico – sociales
en las que predomina una incapacidad para ABVD, es decir situación de dependencia,
pueden clasificarse como personas de alto riesgo.

Aunque la incidencia de infección nosocomial baja de forma estricta en centros de


crónicos o cuidados sociosanitarios, no es menos cierto que cualquier complicación
de una enfermedad base en pacientes con riesgos intrínsecos, como son los ancianos,
personas dependientes, personas terminales u oncológicas y quirúrgicas, aumenta
hasta tres veces más la mortalidad, por lo que son puntos críticos en los que hay que
seguir manteniendo unas medidas enérgicas y continuas contra la transmisión de la
infección.

Por ello, los auxiliares sociosanitarios, deben conocer, adiestrarse y actualizarse


de forma permanente en las nuevas técnicas y medidas contra las infecciones transmi-
sibles, ya que son parte implícita y directa de la cadena epidemiológica.

Definición
Limpieza. Empleo de un procedimiento fisicoquímico encaminado
a arrastrar cualquier material ajeno al objeto que se pretende lim-
piar.

Antiséptico. Sustancia química de aplicación tópica sobre tejidos


vivos (piel intacta, mucosas, heridas, etc.), que destruye o inhibe los
microorganismos sin afectar sensiblemente a los tejidos donde se
aplica

Desinfectante. Sustancia química que destruye los microorganis-


mos y que se aplica sobre material inerte sin alterarlo de forma
sensible

Esterilización. Empleo de un procedimiento fisicoquímico dirigido


a destruir toda la flora microbiana, incluidas las esporas bacteria-
nas, altamente resistentes.

Los inicios del concepto de asepsia se remontan al año 1860, en el que LISTER,
siendo profesor de la Universidad de Glasgow, descubrió la importancia de la asepsia
en la práctica quirúrgica e introdujo en su servicio la idea de combatir la infección me-
diante la antisepsia, empleando sustancias bactericidas, sobre todo el fenol, para la
limpieza del instrumental quirúrgico, heridas, gasas y desinfección del aire de los quiró-
fanos mediante pulverización. Estas técnicas mejoraron sustancialmente el pronóstico
de las intervenciones quirúrgicas, posibilitando a su vez el desarrollo de la cirugía.

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Bajo el concepto de asepsia se entiende a una serie de procedimientos o actua-


ciones dirigidas a impedir la llegada de microorganismos patógenos a un medio asép-
tico, es decir, se trata de prevenir la contaminación.

La antisepsia se entiende como el conjunto de acciones emprendidas con el ob-


jetivo de eliminar los microorganismos patógenos presentes en un medio. Se puede
utilizar el término como descontaminación, en el sentido de que se trata de eliminar
los numerosos microorganismos que se encuentran en un determinado lugar, pero es
diferente el concepto de antisepsia que el de esterilización. Si un medio séptico quiere
convertirse en aséptico, no es necesaria una esterilización, término que exige la elimi-
nación de todas las formas de vida, sino que bastará con una eliminación de los mi-
croorganismos patógenos. Cuando se utiliza el término esterilización nos referimos a la
eliminación de todas las formas de vida, incluidas las esporas (formas más resistentes
de vida) mediante procedimientos físicos o químicos. La antisepsia, por lo tanto, no es
tan exigente, y generalmente se realiza mediante agentes físicos (filtración, luz UV, etc.)
o agentes químicos.

TÉCNICAS DE ASEPSIA

Son técnicas que se utilizan para evitar la presencia de


gérmenes patógenos en un área u objeto determinados

Importante tener en cuenta

DESGERMINACIÓN DESINFECCIÓN ESTIRILIZACIÓN

Es el proceso por
Disminución y Eliminación total
el cual hacemos un
eliminación parcial de de todos los
barrido muy superficial
microorganismos por microorganismos
disminuyendo
medio de sustancias concentrados es algún
la presencia de
químicas área u objeto
microorganismos

MÉTODOS FÍSICOS MÉTODOS QUÍMICOS


JABÓN ALCOHOL

– Calor – Dióxido de etileno


– Radiaciones – Ultaionizante
– Filtraciones – Aldehídos

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

1. Aplicación de operaciones de limpieza


de materiales sanitarios
Un material sanitario sucio es un material contaminado y una buena fuente de in-
fección. Las sustancias que provocan la suciedad de un material están compuestas de
proteínas, almidón, carbohidratos, lípidos, ácidos grasos, sales inorgánicas, arcillas y
pigmentos, es decir productos biológicos e inorgánicos.

El gran número de compuestos químicamente diferentes convierte la limpieza, es


decir la eliminación de la suciedad, en un difícil reto.

Es cierto que el avance científico y tecnológico, oferta múltiples productos para la


eliminación de la suciedad de los materiales y aparatos utilizados en los centros socio
- sanitarios, ya que la mayoría de los productos de limpieza como los detergentes son
también mezclas complejas de sustancias químicas, pero el problema es que queden
lo suficientemente limpias para que minimicen el riesgo intrínseco para las personas
vulnerables.

1.1. Productos de limpieza

Definición

Un producto de limpieza es cualquier objeto, aparato, máqui-


na o sustancia que tiene la capacidad de eliminar la suciedad, bien
por reacción química directa o con alguna propiedad física que le
infiere propiedades antisuciedad: aspiración, frotación, ultrasonido,
evaporación o combinación de una o varias propiedades de las
mencionadas.

La naturaleza del producto, va a determinar su uso y la indicación para un tipo u


otro de material (aparato de tensión, cuñas y bacinillas, botellas de orina, instrumental
quirúrgico, aparatos de tensión, etc.).

La limpieza de material sanitario, incluye diversas superficies (metálicas, plásti-


cos, cristal, etc.), tipo de objetos, aparataje u otros enseres, por lo que difícilmente
dispondremos de un solo producto; por ello, es aconsejable, conocer cuáles son los
requerimientos y características de los limpiadores necesarios, y cuál es la forma de
presentación más segura lo cual también facilitará y asegurará un uso responsable y
eficaz.

En cualquiera de los casos, los envases de cualquier producto de limpieza de


material debe tener unas características de seguridad:

Con envase grueso, con tapón seguro “antiniños”, y antiderrames (se evitan
accidentes con discapacitados).

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Bien etiquetado, que no genere ninguna duda en cuanto a la sustancia que


contiene el producto y su utilidad si procede.

En la etiqueta debe figurar las acciones en caso de toxicidad y el teléfono


nacional de seguridad en caso de intoxicación.

De rápida disolución y totalmente soluble.

Que cumpla bien la acción detergente en las diferentes superficies


específicas.

Que el manejo del envase para la distribución del producto no suponga


dificultades técnicas.

Que se enjuague rápido y efectivamente toda vez que ha cumplido su acción


de limpieza.

Buena acción germicida.

1.1.1. Jabones

Información
EL JABÓN COMO LIMPIADOR

Las moléculas de jabón rodean a la suciedad hasta incluirla en


una envoltura denominada mácela, la parte apolar de la molécula
de jabón se disuelve en la gotita de grasa mientras que los grupos
carboxilato, polares, se orientan hacia la capa de agua que los
rodea.

La repulsión entre cargas iguales evita que las gotas de grasa se


unan de nuevo.

Se forma así una emulsión que se puede separar de la superficie


que se está lavando.

Desde el punto de vista de su composición, un jabón es una sustancia con dos


partes, una de ellas llamada lipófila (o hidrófoba), se une a las gotitas de grasa y la otra,
denominada hidrófila, se une al agua. De esta manera se consigue disolver la grasa en
agua. Químicamente es una sal alcalina de un ácido graso de cadena larga. La estruc-
tura física puede ir en sólido (pastilla), en polvo o en crema.

Cuando un jabón se disuelve en agua disminuye la tensión superficial de ésta, lo


cual favorece que penetre profundamente en la superficie a lavar. Por otra parte, los
grupos hidrófobicos del jabón se disuelven unos de otros, mientras que los grupos
hidrofílicos se orientan hacia el agua generando un coloide, es decir, un agregado de
muchas moléculas que consiguen romper las cadenas químicas de las grasas.

Los jabones son sustancias que alteran la tensión superficial (disminuyen la atrac-
ción de las moléculas de agua entre sí en la superficie) de los líquidos, especialmente
el agua. Este tipo de sustancias se denominan “tenso – activas”.

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

En general, la dificultad de eliminar la suciedad se debe a que la mayoría de


las manchas se componen de la adhesión de capas de grasa o aceite que a su vez
contienen polvo y partículas extrañas. El agua por sí sola, no es capaz de disolver las
grasas, sin embargo, la composición química del jabón, permite la formación de iones
carboxilazo, que son liposolubles, manteniendo a su vez, los extremos iónicos que si-
guen disolviendo en agua, éstos tienden a hacer que se desprendan las partículas de
grasa y aceite a la solución, de manera que se puedan remover. Esta clase de acción
limpiadora se denomina acción detergente.

1.1.2. Detergentes
Un detergente es una mezcla de sustancias con capacidad para disolver la su-
ciedad e impurezas de objetos, suelos, paredes, tejidos y otros sustratos, mediante el
fenómeno de la “detergencia”, que es la capacidad de disolución o de reducción de la
adherencia de partículas o sustancias, a una superficie o tejido con unas propiedades
físicas en cuanto a la interacción de la estructura en la que se presenta (líquido – gel –
polvo – etc.) y química en cuanto a las reacciones que puedan generarse con motivo
de la mezcla molecular.

El componente activo de un detergente es similar al de un jabón, su molécula tiene


también una larga cadena lipófila y una terminación hidrófila.

Suele ser un producto sintético normalmente derivado del petróleo.

Información
Los detergentes pueden tener componentes complementarios
como coadyuvantes (agentes reforzadores de la acción de los ten-
sioactivos) y aditivos que le infiere al producto resultante final una
potenciación o una menor agresión a las superficies, tejidos u ob-
jetos que estamos lavando.

Los resultados del lavado se consiguen por la suma de las propie-


dades de todos sus componentes.

A) Componentes de un detergente
Agente tensoactivo o “surfactante”

Definición

Es el componente que realiza un papel similar al del jabón.


Facilita la tarea del agua mejorando la disolución y la hidratación
del tejido o superficie. Separa la suciedad de los tejidos e impide
que esta se deposite de nuevo.

Hay varios tipos:

Anfotéricos: menos agresivos para la piel, con gran capacidad para la


disolución. Utilizados en champús y cremas.

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Aniónicos: son los más utilizados a nivel de la limpieza doméstica.

Catiónicos: tienen propiedades desinfectantes pero disuelven peor.

No-Iónicos: no forma mucha espuma, por lo que se enjuaga mejor, se utiliza


en lavavajillas para evitar deslizamientos.

Agentes coadyuvantes

Ayudan al agente tensoactivo en su labor:

Carbonatos: ablandan el agua


restándole cal.

Perboratos: actúan sobre las


manchas, blanqueándolas.

Polifosfatos: indicado para aguas


duras por el poder de ablandarlas.

Silicatos solubles: ablandan el


agua, dificultan la oxidación de
sustancias como el acero inoxidable
o el aluminio.

Agentes auxiliares

Sulfato de sodio: evita que el polvo se apelmace facilitando su manejo.

Sustancias fluorescentes: absorben luz ultravioleta y emiten luz visible azul.


Contrarresta la tendencia natural de la ropa a ponerse amarilla. Muy utilizado
en lavado de tejidos, especialmente blancos.

Enzimas: rompen las moléculas de proteína, eliminando manchas de restos


orgánicos como leche, sangre, etc.

Carboximetilcelulosa: es absorbida por los tejidos e impide, por repulsión


eléctrica, que el polvo se adhiera a los mismos.

Estabilizadores de espuma.

Colorantes.

Perfumes.

tensoactivo
P+5
Agua
Sulfato sódico
Enzimas

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Información
En 1907 una compañía alemana fabricó el primer detergente al
añadirle al jabón tradicional perborato sódico, silicato sódico y car-
bonato sódico.

El nombre elegido fue : “PERSIL” (PERborato + SILicato).

La potente acción de los detergentes, les priorizaba para producto


de limpieza mientras que los jabones seguían liderando los pro-
ductos de higiene personal.

B) Tipos de detergentes

Detergentes alcalinos:

Sosa caústica: muy corrosivo, saponificador de las grasas, no


recomendado para uso doméstico.

Fosfato trisódico: para la limpieza de metales, hay que enjuagarle tras


su uso para evitar toxicidades.

Carbonato sódico: se mezcla con otros componentes, por si solo mal


limpiador.

Bórax, tetraborato sódico: se usa en el detergente para manos.

Detergentes ácidos:

Además de muy buen limpiador es un buen germicida, por ello es de elección


en el uso de la limpieza de utensilios y equipos sanitario; elimina bien los
olores.

1.2. Limpieza y desinfección del material clínico

Definición

Denominamos material sanitario a aquellos utensilios, apara-


tos, tejidos o enseres utilizados para la asistencia de personas con
problemas de salud, siendo la denominación de clínicos cuando
éstos se utilicen en alguna actividad diagnóstico –terapéutica en
concreto.

La atención de personas discapacitadas con enfermedades crónico – degenerati-


vas conlleva actividades clínicas, como curas de heridas, control de salud, tratamiento
de ostomías, traqueostomías, etc…. que requieren de la utilización de material quirúr-
gico y clínico.

Como norma, se debe utilizar material fungible o desechable, especialmente en


aquellas actividades que tengan un riesgo mayor de generar transmisión de infección,
como son la cura de heridas, la higiene personal, etc.

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1.2.1. Clasificación de los materiales sanitarios/clínicos


Los materiales sanitarios/clínicos, pueden dividirse en tres categorías de acuerdo
con el riesgo de transmisión de infección, relacionado con su uso:

a. Materiales críticos: instrumentación o dispositivos, que invaden cavidades


internas o estériles del cuerpo incluyendo el sistema vascular. Estos elementos
son instrumental quirúrgico, catéteres intravasculares, sondaje vesical,
cánulas de traqueostomías, implantes, elementos cortopunzantes, prótesis
dentales. Son altamente contaminantes.

Son en su mayoría material desechable o esterilizable, y es utilizado por


el personal sanitario profesional. Requieren una limpieza con detergentes,
previa a la desinfección y/o esterilización.

b. Materiales semicríticos: instrumentación, dispositivos y artículos que entran


en contacto con piel y mucosas con alteración de la integridad o estructura,
como por ejemplo los equipos de terapia respiratoria, ostomías digestivas y/o
urinarias, de hidroterapia o rehabilitación.

Dispositivos o aparatajes de tratamiento habitual, que pueden ser manejados


por personal socio – sanitario en la asistencia diaria. Requieren una limpieza
específica y desinfección periódica.

c. Materiales no críticos: son aquellos que entran en contacto con la piel


intacta, mucosa oral o parte alta del tubo digestivo; son ejemplo de artículos
no críticos las camillas, termómetros, ropa de cama, tensiómetros, equipos
para examen físico y de electrocardiografía, material de higiene personal,
material de cuidado diario. Requieren una limpieza general y desinfección
periódica.

d. Materiales sanitarios de uso en centro sociosanitarios y que requieren


limpieza por parte de los técnicos:

Mascarillas y sus conexiones (oxígeno, etc.).

Tubos de Guedell, cánulas de traqueostomía, etc.

Frascos (aspiración, humidificadores, etc.).

Material clínico y exploratorio (oftalmoscopio, conos de otoscopio, etc.).

Objetos de cristal (pipetas, frascos, etc.).

Objetos de reanimación (palas de laringoscopio, pinzas de Magill,


etc.).

Nebulizadores.

Cables (cables de monitores, aparatos de asitencia, etc.).

Boquillas de espirómetro.

Superficies sanitarias: carritos de curas, carritos de medicación, mesas


auxiliares, camillas, etc.).

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

1.2.2. Normas generales para la limpieza de material sanitario


La finalidad de la limpieza y desinfección es reducir hasta un número aceptable,
de forma que no entrañe riesgos para la salud, la población microbiana que pueda
encontrarse sobre las superficies de trabajo, utensilios, equipos, ambiente, manos, etc.
para conseguir que no se produzca una contaminación.

La limpieza del material sanitario siempre es previa a la desinfección o esteriliza-


ción.

Limpieza + Desinfección

Limpieza + Esterilización

Cuando la suciedad orgánica como sangre, líquidos corporales, tejidos, etc. se


deja secar, puede adherirse fuertemente a las superficies y tras el paso del tiempo, ser
mucho más difícil de extraer. Por tanto, es esencial que los materiales se limpien tan
pronto como sea posible tras su uso.

Aunque sumerjamos estos materiales sucios en una solución desinfectante, no


garantizamos la extracción de material incrustado, pero además pueden provocar co-
rrosión, especialmente en material metálico o plásticos. En cualquier caso, lo que es
importante es realizar la limpieza lo más pronto posible tras el uso de los materiales.

La limpieza se realiza por:

Solubilización: hace referencia al hecho de disolver la suciedad en agua,


siempre es previa a cualquier limpieza, aunque podemos utilizarlo solo como
elemento de limpieza en algunos materiales, como cristal para eliminar restos
sólidos.

Emulsión: introducimos el elemento a limpiar en una mezcla de líquidos de


diferente densidad, generalmente es agua y detergente u otro limpiador, la
mezcla queda homogénea.

Micelación: polvo o sustancias sólidas que contienen sustancias lipídicas o


tensioactivos capaces de absorber la suciedad y disolverse en el agua para
ser eliminadas.

Energía cinética: limpieza por movimiento del material con ultrasonidos, con
presión o movimiento de rotación. Es habitual, especialmente en material
de curas o instrumentos diagnósticos, realizar un lavado ultrasónico, es una
solubilización pero con energía cinética.

La planificación de la limpieza del material sanitario, debe incluir algunos


aspectos como:

El tipo de suciedad.

Tipos de materiales, equipos y superficies.

Calidad del agua.

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Elección de productos de limpieza, así como el desinfectante si


procede.

Modo de efectuar las operaciones de limpieza según características


básicas.

Frecuencia de las limpiezas.

A) Fases de la limpieza de materiales sanitarios

a. Limpiar el material tan pronto se haya utilizado para evitar que los restos de
materia orgánica se sequen y adhieran a la superficie.

Recordemos que el material eléctrico no puede mojarse en general, por lo


que limpiaremos con aire a presión y con productos específicos.

b. Clasificar el material según tipo de limpieza y riesgo:


Material plástico.

Material metálico.

Material eléctrico.

Tejidos.

Material de cristal.

c. El material ha de manipularse con guantes no estériles, y con bata protectora


del uniforme. Si vamos a utilizar detergentes volátiles, usar mascarilla y gafas
de protección.

Dra. Pilar Gutiérrez Martínez. Veterinaria INEA Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola
Universidad de Valladolid

B) Sistemática

Se debe seguir una sistemática:

1º. Inmersión o lavado de arrastre con agua fría (el agua caliente puede coagular
proteínas y dificulta la eliminación de la suciedad).

Para prevenir la coagulación de los tejidos y de la sangre, la temperatura de


la prelimpieza o para los detergentes neutros debería ser inferior a los 50ºC,
aproximadamente.

Los detergentes alcalinos, sin embargo, dependen enormemente de las altas


temperaturas para hidrolizar (rotura de las moléculas mediante la acción del

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agua) los residuos proteicos. Por tanto, la temperatura durante la limpieza


principal necesita ser la adecuada para el tipo de detergente escogido.

2º. Sumergir en solución detergente al menos un minuto. Podemos utilizar agua


caliente que facilitará la acción detergente.

Utilizar detergente enzimático en los materiales con recovecos, difíciles de


acceder para su limpieza.

3º. Cepillado para retirar sustancias sólidas y desincrustar restos biológicos.


Deberá disponerse de cepillos adecuados para cada tipo de material a efectos
de asegurar una buena limpieza, incluso a los lugares menos accesibles.

Estos cepillos también deben limpiarse y desinfectarse tras utilizarlos. Es


necesario controlar que estén en buen estado.

Acción mecánica,
Acción
Como el frotado,
química, jabón,
cepillado, rociado
detergente

Ciclo de limpieza,
fuente: http://www.wifhtss.
com//html/educ/sbasics/ Tiempo de Temperatura
sbasic0102.es.html contacto

4º. Enjuagar con agua caliente primero y agua fría por último y dejar secar en
paño limpio o con aire filtrado directo.

Después de que se haya efectuado el proceso de limpieza, los productos


químicos utilizados pueden permanecer sobre los instrumentos y los materiales.
Cuando el aclarado no se ha efectuado apropiadamente o cuando el agua
utilizada para el aclarado es de poca calidad (contiene muchos minerales),
estos agentes químicos pueden permanecer sobre la superficie.

Estos residuos pueden causar daños severos sobre los instrumentos durante
la fase de secado y/o desinfección – esterilización.

Esta es la razón por la cual es esencial que tras la limpieza, la carga sea
aclarada a fondo.

5º. Dejar clasificado y guardado en sitio limpio para desinfección o


esterilización.

Es importante controlar que el material se encuentre en buenas condiciones.


En los aparatos de fibra óptica, debe comprobarse que no existan fugas.

Comprobar la limpieza íntegra del material antes de desinfectar ó esterilizar.

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

1.2.3. Limpieza y desinfección de superficies

a. Superficies no metálicas:
Limpieza con detergentes.

Desinfección con lejías.

b. Superficies metálicas:
Limpieza con detergentes.

Desinfección con asociación de aldehídos o alcohol etílico al 70%.

c. Superficies de cristal:
Limpieza con jabón líquido o emulsión jabonosa.

Desinfección con asociación de aldehídos o alcohol etílico al 70%.

ACCION DEL
SUCIEDAD SOLUBILIDAD VULNERABILIDAD DETERGENTE
CALOR

Alcalino -
Insoluble en Desnaturalización-
PROTEÍNAS MUY BAJA Alcalino +
agua Facilita limpieza
oxidantes

Insoluble en Polimerización
GRASAS BAJA Alcalinos
agua Dificulta limpieza

Caramelización
CARBOHIDRATOS Soluble en agua ALTA Alcalinos
Dificulta limpieza

Disolución, fácil Ácidos –


Insoluble en de limpiar si no
SALES MEDIA Alcalino más
agua interfieren otras
sustancias captadores

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

2. Proceso de desinfección. Métodos y


materiales
2.1. Consideraciones generales
La desinfección es un término que hace referencia a la antisepsia provocada y
controlada para liberar de gérmenes patógenos a los materiales sanitarios.

Dentro de los agentes químicos se diferencia entre antisépticos, que son los ger-
micidas de baja toxicidad y que por lo tanto se pueden emplear sobre la piel y otros
tipos de tejidos; y los desinfectantes, entendidos como germicidas de mayor toxicidad
y que se emplean sobre los objetos, ambiente y superficies inanimadas.

Como consideración general, se puede decir que las medidas de asepsia y anti-
sepsia podrían ser eficaces separadamente en la lucha contra la infección nosocomial,
pero es imprescindible tener en cuenta que su utilización de una forma complementaria
resulta completamente necesaria si se quiere alcanzar el éxito de las actuaciones.

En sentido amplio, las medidas de asepsia y antisepsia que se utilizan en centros


sanitarios y socio sanitarios, son las recogidas en la tabla aunque conceptualmente
asepsia y antisepsia signifiquen conceptos diferentes, en la práctica y a la hora de
establecer medidas para su control ambas situaciones confluyen en acciones comu-
nes, siendo muchas de las medidas encaminadas a mantener la asepsia útiles para la
antisepsia y viceversa.

MEDIDAS GENERALES DE ASEPSIA Y ANTISEPSIA EN EL HOSPITAL

ASEPSIA ANTISEPSIA

— Técnicas de aislamiento. — Limpieza, desinfección- esterilización


— Proteger al paciente vulnerable. de material sanitario.
— Ventilación – filtración del aire. — Limpieza y desinfección de suelos y
— Utilización adecuada de vestimenta superficies (saneamiento).
protectora. — Desratización, desinsectación.
— Formación. — Medidas universales en la prevención
— Control. de la infección nosocomial.

Existen tres niveles de desinfección:

De bajo nivel: se destruyen la mayoría de las formas vegetativas bacterianas,


algunos virus y hongos, no el Mycobacterium tuberculosis, ni esporas
bacterianas.

De nivel intermedio: se inactivan todas las formas bacterianas vegetativas,


incluido el Mycobacterium tuberculosis, la mayoría de los virus y hongos, pero
no asegura la destrucción de esporas bacterianas.

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

De alto nivel: se destruyen todos los microorganismos excepto algunas


esporas bacterianas.

NIVELES DE ACCIÓN DE LOS DESINFECTANTES Y ACTIVIDAD EXPERIMENTAL

Virus Bacterias

Hongos1
Pequeños o Medianos o Mico - Células
Esporas
NO lipídicos lipídicos bacterias vegetativas

ALTA + + ±2 + + +

MEDIA ±4 + -3 + + +

BAJA ± + - - ± ±

1. Incluye esporas asexuales, pero no necesariamente esporas de Clamydia o esporas sexuales.

2. Sólo con tiempos de exposición extendidos, los desinfectantes tienen actividad esporicida en los laboratorios.

3. Algunos desinfectantes de acción intermedia (por ejemplo, lejía) pueden tener alguna actividad esporicida, otros
(alcoholes) no la han demostrado.

4. Algunos desinfectantes intermedios, a pesar de ser tuberculocidas, pueden tener actividad antivírica limitada.

Los principales mecanismos de acción de los antisépticos y de los desinfec-


tantes son:

La desnaturalización de proteínas.

Alteraciones de la membrana celular (permeabilidad, alteraciones enzimáticas,


etc.).

La oxidación celular.

Tanto los desinfectantes como los antisépticos pueden clasificarse según su es-
tructura química en dos grandes grupos:

Compuestos químicos inorgánicos.

Compuestos químicos orgánicos.

Debido a que en numerosas ocasiones las mismas sustancias pueden emplearse


como desinfectante o como antiséptico, resulta necesario establecer una clasificación
conjunta de todos los productos químicos empleados.

El antiséptico ideal debería reunir las siguientes propiedades:

Amplio espectro.

Rapidez de acción.

Baja toxicidad para los tejidos vivos.

Alta actividad residual.

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Actividad en presencia de materia orgánica.

Solubilidad, estabilidad.

Aceptación por el personal que lo maneja.

Bajo coste o eficiente.

Los principales antisépticos recomendados en centros sociosanitarios, son la clor-


hexidina, la povidona iodada y el alcohol al 70%.

PRINCIPALES GRUPOS DE DESINFECTANTES Y ANTISÉPTICOS

Compuestos inorgánicos Compuestos orgánicos

Compuestos
yodados, Etanol (alcohol etílico); isopropanol
Halogenados Alcoholes
hipocloritos, (alcohol isopropílico), N-propanol.
cloraminas.

Ácidos y
Ácido bórico. Aldehídos Formaldehído, glutaraldehído.
Álcalis

Fenoles, cresoles, parafenoles,


bifenoles ( triclosan,
Compuestos de Fenoles
Metales hexaclorofeno), Halofenoles
mercurio, plata,
pesados (cloroxilenol).
cinz y cobre.

Biguanidas Clorhexidrina.

Agua Violeta de genciana, azul de


Colorantes
oxigenada, metileno.
permanganato
Oxidantes potásico, Aniónicos, catiónicos (compuestos
perborato, de amonio cuaternario, cloruro
Detergentes
peróxido de de benzacolnio), anfóteros y no
hidrógeno. iónicos.

2.2. Desinfección del material sanitario


La desinfección del material sanitario siempre sigue a la limpieza, y se considera
necesaria en mayor o menor medida dependiendo de las características del material
en cuestión.

Materiales Críticos y Semicriticos:

Desinfección de alto nivel, adaptada a las características intrínsecas en cuanto


a componente específico. El tiempo de exposición debe de variar entre 20
y 30 minutos. Pueden utilizarse métodos por inmersión (glutaraldehído 2%,
glutaraldehído fenolato 1:8, peróxido de hidrógeno 6%).

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Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Materiales considerados no críticos:

Desinfección de medio/bajo nivel. El tiempo de exposición es de 10 minutos.


Pueden utilizarse sustancias como: Alcohol 70º, fenoles, yodóforos, asociación
de aldehídos.

2.2.1. Procedimiento de desinfección de material sanitario


a. Utilizar guantes limpios. Preparar la solución desinfectante a la concentración
indicada por el fabricante.

b. Siempre que no haya contraindicación de contacto con líquidos (material


eléctrico, electrónico, fibra óptica, etc.) y una vez lavado, sumergir el
material en la solución desinfectante, procurando que ésta llegue a todas las
superficies, tanto internas como externas.

c. Dejar actuar la solución el tiempo estimado según tipo de desinfección.


d. Ponernos guantes limpios de nuevo.
e. Sacamos uno a uno los materiales, escurriendo sobre la solución o pila de
lavado y dejando sobre una superficie en condiciones de asepsia como
pudiera ser una bandeja previamente desinfectada. Cuando tengamos
todo el material fuera, nos deshacemos de la solución desinfectante por el
vertedero.

f. Es muy importante guardarlo bien seco y protegido del polvo, por lo que
procederemos a su secado con paño de gasa limpia o aire limpio.

g. No mezclar desinfectantes, excepto si se potencia la actividad. Se deben


observar las precauciones especificas.

h. Es preciso que los recipientes de las soluciones desinfectantes puedan


taparse. Protegerlos de la luz y de las fuentes de calor.

i. En las diluciones de los desinfectantes debe figurar la fecha de preparación


y la de caducidad.

j. Como norma general, las soluciones desinfectantes no deben volver a


utilizarse de un día para otro, aunque pueden existir excepciones a esta
norma en algunos compuestos (por ejemplo, glutaraldehído).

k. Es preciso que los recipientes estén limpios para evitar que la solución se
contamine.

l. El personal que tiene a su cargo la desinfección del material ha de estar


debidamente formado y motivado, y debe conocer los distintos productos y
procedimientos.

5 - 18
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Información
1. Lavado: la temperatura del agua debe ser al menos 110°F
(43°C).

2. Enjuague: la temperatura del agua debe ser al menos 10°F


(43°C).

3. Desinfección: la temperatura del agua caliente debe ser al


menos 171°F (77°C), o una disolución adecuadamente prepa-
rada.

4. Secado con aire: no utilice el secado manual.

2.2.2. Características de los productos empleados en desinfección


A) Lejía común

El cloro se combina con el agua y produce ácido hipocloroso, un potente


agente oxidante. El hipoclorito sódico (lejía) es el desinfectante a base de
cloro más frecuentemente utilizado.

Las soluciones conteniendo cloro son ampliamente empleadas por su


seguridad, costo, simplicidad de uso, rapidez de acción y su gran espectro
antimicrobiano (eficaz frente a bacterias, virus, hongos y esporas bacterianas)
aunque es menos satisfactorio para los materiales que contienen material
orgánico.

Es ampliamente utilizado como desinfectante de rutina de suelos, lavabos,


WC y superficies no metálicos.

Las diluciones una vez preparadas se han de utilizar enseguida, ya que en


poco tiempo pierden su actividad. Se inactiva con materia orgánica.

Hay que utilizarlos con agua fría.

Su acción oxidante provoca daño en las superficies de los instrumentos


metálicos, lo cual limita su uso.

No se pueden mezclar con detergentes ácidos ni amoniacales.

No se deben mezclar con otros desinfectantes.

Debido a la causticidad del hipoclorito sódico, hay que evitar el contacto con
la piel, usando guantes de goma y lavando con agua abundante en caso de
contacto.

La lejía común tiene una concentración de cloro de 40 gramos de cloro activo por
litro. Se emplea a concentraciones diferentes:

Dilución 1:10. Se prepara con 0,5 litros de lejía disueltos en 4,5 litros de agua.
Uso para desinfección de superficies (suelos, paredes…) de áreas críticas.

Dilución 1:20. Se prepara con 0,5 litros de lejía disueltos en 9,5 litros de
agua. Uso para desinfección de superficies (suelos, paredes…) de aseos,
suelos y superficies de áreas asistenciales no críticas.

5- 19
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Dilución 1:40. Se prepara con 0,250 litros de lejía disueltos en 9,750 litros de
agua. Uso para desinfección de mobiliario en general no metálico y superficies
de áreas administrativas.

B) Glutaraldehído

La concentración usual es al 2%.

Se considera el desinfectante de referencia para la desinfección de alto


nivel.

Actúa sin atacar en metales, lentes ópticas, gomas y plásticos.

No modifica el corte del material quirúrgico.

Se inactiva su efecto desinfectante con restos de materia orgánica.

Hay que aclarar el instrumental desinfectado con agua corriente o con agua
destilada estéril según la utilización posterior del instrumental desinfectado.

Los tejidos que hayan estado expuestos al desinfectante hay que aclararlos
con agua abundante.

Su toxicidad sobre piel y mucosas produce en las personas que lo manejan


dermatitis, irritación conjuntival, respiratoria e incluso asma ocupacional, por
lo que se ha desaconsejado utilizarlo en bandejas, ya que produce emisiones
por encima del límite aceptado.

También es considerable la toxicidad sobre el paciente y el medio ambiente,


siendo necesario para su eliminación una abundante dilución en agua.

Debido a la formación de vapores tóxicos, se debe mantener en habitación


ventilada y no utilizar agua caliente en la preparación de las soluciones.

Durante la manipulación se utilizan guantes, gafas, pantallas faciales (las


mascarillas quirúrgicas no protegen frente a los vapores y muy poco frente a
las salpicaduras) y recipientes con tapa.

Existen aparatos automáticos de esterilización en los que los problemas se


atenúan considerablemente.

C) Glutaraldehído-fenolato

Actúa sin atacar metales, lentes ópticas, gomas.

No obstruye las conducciones de agua ni de aire.

Se inactiva su efecto desinfectante con materia orgánica.

Es necesario aclarar los instrumentos desinfectados en agua clorada o


estéril.

No utilizar agua caliente, en la preparación de la solución.

5-20
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Puede causar dermatitis y sensibilización menor que la producida por el


glutaraldehído al 2% en solución alcalina, aunque se recomiendan para su
manejo las mismas precauciones.

Durante la manipulación utilizar guantes y recipientes con tapa.

En la actualidad se recomienda:

— La concentración de glutaraldehído en el producto comercializado es de


2%.

— Disolver hasta una concentración 1/8, después de que se haya comprobado


que la concentración de 1/16 no sea la adecuada para considerar el producto
como desinfectante de alto nivel.

— Una vez activada la solución es estable durante 30 días.

D) Ácido peracético

Su base de acción es el ácido peracético con un equivalente de 0,26%.

Es eficaz frente a esporas, bacterias, micobacterias, virus y hongos. Es


esterilizante.

Su problema está en que es poco estable y que tiene acción corrosiva.


Estos aspectos parecen haberse corregido con las nuevas presentaciones
comerciales, que combinan una serie de compuestos (peroxígeno, ácidos
orgánicos y estabilizadores) que liberan al medio una concentración de iones
de peracetato equivalentes a 0,26% de ácido peracético.

Es biodegradable, degradándose a ácido acético, oxígeno y agua. Se puede


eliminar directamente en los desagües. No precisa, en principio, medidas
protectoras.

La solución activa debe ser preparada en agua templada (35º C


aproximadamente), hay que agitar hasta obtener una perfecta disolución.

La solución activada puede ser utilizada durante 24 horas después de su


preparación.

Irritante para los ojos.

Se recomienda usar guantes al manejar el producto. No se ha demostrado


irritante para la piel.

Hay que evitar la inhalación del polvo. La preparación tiene olor a ácido
acético.

E) Monopersulfato

Es un desinfectante de acción oxidante. Su agente activo es el monopersulfato de


potasio, al que se le suman en sus componentes otros agentes auxiliares diseñados
para potenciar la eficacia del agente oxidante.

5- 21
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

— No irrita la piel, ojos ni mucosa respiratoria.

— No es corrosivo si se utiliza en períodos cortos.

— Es un buen surfactante/detergente, lo que le permite ser usado en limpieza


además de desinfección.

— Puede ser utilizado como desinfectante de alto nivel en endoscopias y


fibroscopias.

— Para Urgencias se recomienda como desinfectante de alto nivel para:


fonendoscopios, conexión ambú y bolsa ambú, palas de laringo, y otros
materiales que haya que reutilizar.

— Para escopia de aparato respiratorio no es el más recomendado por haberse


demostrado cierta dificultad en la eliminación de micobacterias.

— Si se utiliza sobre superficies de metal, éstas deben aclararse con agua


después de 10 minutos con el fin de eliminar el exceso de solución.

— Es de color rosa, y si pierde actividad vira de color.

— Se presenta en sobres de 50 gramos. Se prepara añadiendo 1 litro de agua


tibia por cada 10 gramos de producto, que equivale a un sobre para 5 litros
de agua tibia. Esta concentración es de un 1%.

CRITERIOS DE ELECCIÓN DE UN DESINFECTANTE


espectro
pH de Características
Molécula Bacterias Mohos y
Virus actividad principales
Gram - Esporas Esporas levadruas
Tensioactivo
Amonios espumante no
+ +/- - + - indiferente
cuaternarios autorizado en
lechería
Aldehídos +/- + + + + ácido Tóxico
Ácido Puede ser
+ + + + + ácido
paracético corrosivo
Cloro + + + + + alcalino Corrosivo

Yodo + + + + + ácido Mancha


Tensioactivos
+ + - + - variable
anfóteros
Alcoholes + + - + - neutro Inactivo puro

Mercuriales + +/- - + - Tóxico

5-22
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

3. Proceso de esterilización. Métodos y


materiales
3.1. Consideraciones generales

Definición

La esterilización es un proceso radical para la destrucción de


gérmenes, ya sean estos patógenos o no patógenos, así como sus
formas de resistencia (esporas).

Independientemente de que lo ideal sería que casi todo el instrumental fuera de un


solo uso y por tanto estéril, dada la imposibilidad de ello por el alto costo económico,
debemos esterilizar todo material sanitario que sea utilizado en la asistencia de perso-
nas dependientes y que deba tener contacto con alguna puerta de entrada orgánica
(instrumentales de curas, sondas, material diagnóstico, etc.), o con pacientes que por
su falta de defensas, sean susceptibles de padecer un contagio (inmunodeprimidos).

Los materiales que sean esterilizados, deben de mantener su esterilidad hasta su


siguiente uso, para ello se introducen antes de la esterilización (excepto en casos de
inmersión en esterilizantes químicos) en paquetes o cajas especiales que permiten el
paso del agente esterilizante pero impiden que pase cualquier agente contaminante.

Cada proceso tiene su material específico de envoltorio para esterilizar, o cajas


especiales metálicas (calor seco).

Por último, debemos recordar que todo material que deba ser sometido a esterili-
zación y a desinfección, como ya se explicó, antes debe ser sometido a una escrupu-
losa limpieza.

La esterilización caduca, por lo que hay que comprobar la fecha de caducidad de


la esterilización.

Existen distintos tipos o métodos de esterilización, es importante realizar la esteri-


lización más adecuada a cada tipo de material o aparataje, para evitar tóxicos, errores
de esterilización y asegurar eficiencia en la asepsia.

Parámetros asociados al Proceso:

Temperatura , tiempo, humedad.

Pureza del agente, el aire y efectos residuales.

Saturación o penetración.

Capacidad del esterilizador.

Posición de los objetos dentro de la cámara.

5- 23
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Ciclo de esterilizacion: etapas del proceso:

1. Calentamiento y/o penetración del agente.

2. Tiempo de eliminación (es decir, de exposición al agente).

3. Factor de seguridad para la biocarga.

4. Evacuación o dispersión del agente.

Métodos de esterilización. Los métodos de esterilización se clasifican en


físicos y químicos:

Físicos:

– Calor húmedo: como el autoclave.

– Calor Seco: como estufas poupinel.

– Filtración: flujo laminar.

– Radiaciones.

Químicos:

– Líquidos:

• Glutaraldehido al 2%.

• Peróxido de Hidrogeno estabilizado al 6%.

• Acido Peracético 0.2 al 30%.

– Gaseoso:

• Gas de oxído de etileno.

• Gas de formaldehído.

• Vapor de Peróxido de Hidrogeno.

– Plasma:

• Plasma de peróxido de hidrogeno.

• Plasma de ácido peracético.

Los más utilizado en el medio socio – sanitario son los físicos por calor seco/húme-
do y los químicos líquidos.

5-24
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

3.2. Esterilización por calor


Como vimos en el apartado de desinfección, al-
gunos fenómenos físicos tienen un efecto destructivo
sobre los gérmenes; en las técnicas de esterilización
es de importancia fundamental el calor, al igual que
ocurría en la desinfección pero con otras técnicas
de aplicación.

Los métodos de esterilización por calor son dos:


calor seco y calor húmedo a presión.

3.2.1. Calor seco


El calor seco tiene menor efecto que el calor húmedo sobre los gérmenes, por lo
que el tiempo de exposición de los gérmenes tiene que ser mayor (la humedad es un
buen conductor del calor).

A) Métodos

Los métodos de esterilización por calor seco son tres:

Flameado: consiste simplemente en aplicar una llama al objeto a desinfectar;


no tiene efectos sobre superficies grandes, por ello sólo se suele utilizar en
laboratorios, por ser un método rápido y cómodo para esterilizar pequeños
objetos, por ejemplo el asa de platino que se utiliza para hacer siembras.

Incineración: este sistema se utiliza para destruir todo tipo de materiales


que por su alta contaminación, por ser de un solo uso o porque no se van
a usar más, necesitamos eliminarlos de una forma segura; se puede utilizar
la combustión directa u hornos crematorios. Por este método se destruyen:
contenedores de material biológico contaminado, apósitos, vendas, lencería,
restos orgánicos, etc.

5- 25
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Horno de calor seco Pasteur o Estufa Poupinel:

Como su nombre indica son hornos o estufas donde se alcanzan altas


temperaturas que destruyen todo microorganismo.

B) Material esterilizable por este método

Material de cristal: 170ºC/60 mts.

Instrumental (tijeras, pinzas, mangos de bisturí...) 120ºC/3 horas.

Además se pueden esterilizar: porcelanas, productos farmacológicos en


polvo y no hidrosolubles (antibióticos, polvos de talco...), sustancias grasas
(aceites parafinas), soluciones no acuosas...

C) Relación Tª/tiempo en programas de esterilización por calor seco

— 180ºC/30 minutos (mts).

— 170ºC/70 mts.

— 160ºC/120 mts.

— 150ºC/150 mts.

— 140ºC/180 mts.

— 120ºC/más de 3 horas.

3.2.2. Calor húmedo a presión


El calor húmedo tiene mayor efecto y actúa en menos tiempo sobre los gérmenes
porque actúa como conductor, para que el agua penetre mejor y se distribuya unifor-
memente; pero para alcanzar altas temperaturas (ya vimos en los medios físicos que el
calor húmedo (agua hirviendo) sólo puede llegar a 100ºC que es el punto de ebullición
del agua) tenemos que aplicarle presión.

Para conseguirlo se utilizan los autoclaves que consisten


en recipientes herméticos con un lugar de entrada, un ter-
mómetro para medir temperaturas, un manómetro para medir
presiones, una entrada de agua, una válvula de seguridad
para regular el vapor de agua y un foco calórico.

Los más modernos tienen programas automáticos, sis-


tema de vacío previo, control total de la temperatura, sistema
de secado, etc.

Se emplean controles químicos y biológicos para el seguimiento de la


esterilidad, aparte de los controles físicos (aparatos de medición de los
autoclaves).

5-26
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

El método de autoclave, es el de elección en la


actualidad, porque cumple las características que exi-
gíamos a un buen desinfectante: “gran penetración,
no molesto ni tóxico, no neutralizable, es rápido y no
deteriora los materiales”.

A estas características debemos añadir además


que por este método, se puede esterilizar práctica-
mente todo tipo de material: textil, de goma, plásticos,
cauchos, aceros... El material sale seco y empaquetado, el tiempo máximo de su ca-
ducidad es seis meses (aunque lo ideal es utilizarlo en un mes) y por si fuera poco es
de bajo costo.

Los miniautoclaves no ofrecen una garantía total en cuanto a un correcto esterili-


zado por varias razones:

1. No se puede hacer un total vaciado previo.


2. Los controles de esterilización que son químicos pueden cambiar de color
por efecto del vapor sin llegar a las temperaturas recomendadas.

3. El material sale de los autoclaves húmedo, con lo cual es dudoso que pueda
tener una correcta conservación.

Dos aspectos importantes que hay que tener en cuenta con este método son:

Nunca llenar el autoclave con material; no se debe sobrepasar el 75% de su


capacidad para favorecer la penetración del vapor a presión.

El tiempo de esterilización empezará a contarse a partir de que se alcance la


temperatura del programa escogido.

En el empaquetado se suelen utilizar rollos mixtos con


una cara de poliamida (transparente para ver el material) y otra
de papel especial para no permitir la contaminación. Existen
rollos de diferentes medidas para cada tipo de material. La
cinta adhesiva de sellado es el control químico que cambia de
color cuando está el material estéril.

El material debe de estar seco antes de ser introducido en las bolsas y éstas
deben de quedar perfectamente cerradas y sin perforaciones.

Se protegerán las puntas de materiales punzantes con gasas.

No se pondrá excesivo material en cada paquete.

El almacenamiento del material ya esterilizado, se debe de guardar en un sitio


limpio y a ser posible aséptico, en estanterías que permitan utilizar el material
según un orden de llegada (el primer material esterilizado, debe de ser el
primero en utilizarse) para evitar caducidades.

5- 27
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

A) Materiales esterilizables por este método

Textiles: batas, compresas, paños, gasas, algodón, etc.

Elementos duros: envases, recipientes, contenedores.

Material de vidrio o cristal: jeringas, frascos, etc.

Líquidos hidrosolubles no alterables por el calor.

Elementos de metal que no se deterioren por el calor.

Elementos de goma, silicona, etc.

B) Relación temperatura, tiempo, presión, en programas de esterilización


por calor húmedo a presión (autoclave)

Ciclo de baja presión: 121º C/20 mts/1,2 Kg/cm2.

Ciclo de alta presión: 134º C/3-7 mts/2,2 Kg/cm2.

Casi todo el material que deba ser esterilizado, puede serlo por este método, que-
dando solamente descartados los objetos muy sensibles al calor y los que por su tama-
ño no puedan ser introducidos en el autoclave.

3.3. Esterilización química


Los agentes químicos son una alternativa a la esterilización por medio de autocla-
ves que ya sabemos que es el método de elección cuando nos planteamos la esterili-
zación de objetos.

Se utilizan para objetos termolábiles y delicados (aparatos ópticos, fibras artificia-


les, etc.) o para aquellos que tienen un tamaño grande (camas, almohadas, colchones,
etc.)

Las dos formas principales de utilización de este método son por emisión de ga-
ses (óxido de etileno, etc.) o por inmersión en una solución con un agente químico
(glutaraldehido, etc.).

3.3.1. Métodos
A) Esterilización por óxido de etileno
Es, junto a la esterilización en autoclave, el más extendido en centros sanitarios
hospitalarios, pero en el medio socio – sanitario prácticamente no se conoce, ya que el
material que pueda ser esterilizado por este método, suele venir de centrales de este-
rilización concertadas o material comercializado de un solo uso; no solo porque es un
método caro y específico, sino también por su toxicidad.

El óxido de etileno es un gas incoloro a presión atmosférica normal y a


temperatura ambiente. Su densidad es nueve veces mayor que la del aire.
Es explosivo por lo que se debe emplear mezclado con gases inertes como

5-28
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

el dióxido de carbono y el freón, en una proporción del 10-20% de óxido de


etileno y un 80-90% del gas inerte.

Es un germicida de amplio espectro y gran poder de penetración añadiendo


además a estas ventajas el que no deteriora los materiales.

Es tóxico fundamentalmente por vía cutánea y respiratoria, aunque modernos


trabajos de epidemiología indican que puede tener además efectos
teratogenos y cancerígenos.

En ciertos países está prohibido (Suecia) y en otros las autoridades sanitarias


controlan la máxima concentración permitida en los lugares de trabajo. En
España ésta no debe de sobrepasar las 50 partes por millón (ppm), también
se deben de someter a controles periódicos los manipuladores del gas.

En caso de intoxicación pueden aparecer algunas o varias de las siguientes


manifestaciones: alteraciones respiratorias, alteraciones gastrointestinales,
irritación de mucosas, alteraciones neurológicas.

Por todos estos inconvenientes, el óxido de etileno se debe de utilizar sólo si


no es posible otro método de esterilización.

El óxido de etileno sólo se puede utilizar en cámaras parecidas al autoclave


aunque con programas y ciclos diferentes, las modernas son automáticas

Los factores a tener en cuenta para la esterilización con este gas son:

Concentración. La concentración ya vimos que era de un 10-20% de


óxido de etileno y un 80-90% de gas inerte (CO2, freón).

Humedad relativa. La humedad relativa dentro de la cámara será entre


el 30% a 60% (la humedad transporta el gas a través de las membranas
celulares).

Temperatura y tiempo de exposición.

La temperatura se situará entre 30-60ºC, lo que permite trabajar con


objetos termolabiles.

El tiempo dependerá de las condiciones de las variables anteriores, pero


suele oscilar entre 1 h 30’ y 3 h 30’.

Con aparatos antiguos los materiales tenían que estar un tiempo variable
aireándose, los modernos solucionan esta situación y los materiales salen de
la cámara aireados.

Los controles de esterilización son iguales a los del autoclave: químicos


(cintas termolabiles) y biológicos que en este caso son ampollas de vidrio
con Bacillus subtilis.

El empaquetado se puede hacer con diversos materiales: papel, plástico


(polietileno), textil, etc. Se exceptúan el aluminio, el poliéster y el nailon porque
absorben mucho el gas y es difícil su aireación.

Se debe almacenar igual que por el método de autoclave, con la ventaja


añadida de que su esterilidad permanecerá durante 5 años.

5- 29
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Materiales esterilizables por este método

Fibras artificiales.

Gomas, plásticos, cauchos.

Instrumental óptico.

Equipos eléctricos y electrónicos.

Suturas.

Materiales termolabiles y productos diversos (mobiliario, incubadoras,


colchones, etc.).

Alimentos.

B) Otros esterilizantes químicos en forma de gas

Aparte del óxido de etileno, también se utilizan otros métodos en cámaras por
emisión de gases, aunque su uso no está generalizado como el método anterior y prác-
ticamente es nulo en centros socio – sanitarios.

Formaldehido. Otra forma de utilización de formaldehido aparte de las ya


descritas como desinfectante, es su utilización como gas; sus efectos son
los mismos, pero siempre ha tenido el inconveniente de su mal olor y su
capacidad irritante.

Actualmente las cámaras de formolización modernas palian en parte estos


inconvenientes.

Su uso se reserva para materiales de dimensiones grandes y sólo se usa en


algunos hospitales.

Betapropiolactona. Es otro producto que emite gases y se utiliza en cámaras.


Su uso tampoco está extendido, a pesar de ser 25 veces más efectiva que el
óxido de etileno.

Se utiliza en forma pura, con una humedad relativa al 75%. Los objetos
esterilizados por este uso son principalmente orgánicos (arterias, cartílagos,
huesos, etc.) e instrumental delicado.

C) Esterilizantes químicos por inmersión

No son numerosos y no es recomendable la es-


terilización química por inmersión porque presenta
más inconvenientes que ventajas. La más importan-
te de estas desventajas es que no es posible guar-
dar el material esterilizado para usos posteriores, es
decir el uso sólo puede ser inmediato.

5-30
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Es más utilizado como método de desinfección.

Otro problema es que las soluciones en general son inestables y deben ser cam-
biadas a menudo, con el coste económico que eso supone.

La inmersión del material en la solución esteriizante tiene que ser completa,


aspecto que es muy difícil cumplir con infinidad de materiales dado su
abultado tamaño.

El Glutaraldehido es el más utilizado para esterilización de pequeñas


cantidades de instrumental, teniendo en cuenta que el tiempo de inmersión en
la solución debe de ser largo (más de 1 hora) y no es seguro que se produzca
esterilización completa ya que, por ejemplo, para las esporas necesitaría más
de 7 horas.

3.3.2. Tipos de controles de esterilización


Es necesaria la verificación que se ha producido esterilización del material, para ello,
se utilizan unos indicadores de esterilización. Este método, garantiza la esterilidad del
proceso y éstos pueden ser, además de los propios controles de las máquinas; los tipos
de controladores son:

Químicos: cambian de color cuando


se alcanza la esterilidad (tiras de
papel con reactivos químicos).

Biológicos: se utilizan esporas


muy resistentes y cuando éstas son
destruidas nos indican la esterilidad
del material (tiras de papel
impregnado de esporas, tubos de
vidrio con esporas, etc.).

Si los procesos de esterilización no tuvieran algún tipo de control, nunca se podría


saber si un material está estéril o no. Cada proceso tiene su característica pero los mé-
todos generales son los mismos para todos.

A) Controles integrados

En los apartados esterlizadores (autoclaves cámaras de vaporización, etc.):

Físicos: los actuales aparatos de esterilización, constan de todo tipo de


controles (higrómetros, termómetros, manómetros, etc.) que ya por si solos,
nos indican la efectividad del proceso, aunque siempre se utilizan otros
métodos.

Químicos: verifican que el agente esterilizante actúe con uniformidad


(Prueba de Bowie-Dick). Se utiliza sobre todo en la esterilización con óxido
de etileno.

5- 31
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

B) Controles externos químicos

Son indicadores que van impresos en los materiales que van a servir de envase
para la esterilización (rollos de papel, bolsas, etc.), o también en cintas adhesivas para
pegar en los envases.

No son muy fiables, pues el viraje de color (sis-


tema en el que se basa este control) sólo nos indica
que la marcha del proceso es la adecuada, pero en
determinadas circunstancias (poca porosidad de un
envase, envases grandes, etc.) no nos asegura que el
interior de los envases todo el material esté estéril.

C) Controles biológicos

Estos controles consisten, en inocular esporas de microorganismos muy resisten-


tes a los métodos habituales de esterilización, por medio de dispositivos (ampollas,
tiras de papel, etc.), en el interior del material a esterilizar (dentro de los envases).

Una vez esterilizado el material, se extraen los con-


troles por medio de medidas asépticas y se cultivan,
comprobando si existe o no crecimiento microbiano.

Este método, por su fiabilidad es recomendado e


incluso de obligado cumplimiento en casi todas las nor-
mativas europeas.

Tipos de controles biológicos más


utilizados:

Tiras de papel inoculado: es una tira de


papel inoculado con esporas.

Ampollas con cultivos de esporas: se


colocan ampollas con esporas en su
propio medio de cultivo.

5-32
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Tipos de agentes microbianos utilizados:

Bacilo subtilis niger: se utiliza sobre todo en la esterilización con óxido


de etileno.

Bacilo stearothermophilus: se utiliza en esterilización por vapor de


agua a presión (autoclave).

D) Controles químicos

Este tipo de control, se presenta en un soporte de papel que se introduce en el in-


terior de los envases a esterilizar. La composición química del papel le hace reaccionar,
cambiando de color, con determinadas variables del proceso de esterilización (tiempo,
temperatura, saturación de vapor) por medio de reacciones químicas (catálisis, hidróli-
sis, etc.) que nos indican la efectividad del proceso esterilizador.

Tiene la ventaja de que su efecto es instantáneo (se puede ver al término del pro-
ceso), es tan efectivo como los controles biológicos.

Tiras de controlador de esterilización químico

3.4. Manipulación y conservación del material estéril


El manejo de material estéril requiere unas condiciones que el personal socio -sanitario
debe de conocer y respetar, puesto que un material o es estéril o no lo es, no admitiéndose
matices intermedios.

3.4.1. Normas para la manipulación del material estéril


Respetar instrucciones de uso de aparatos y productos de esterilización.

Lavar instrumental nuevo antes de su primera esterilización.

Respetar dosificaciones y concentraciones en esterilizantes químicos.

Abrir el instrumental articulado antes de su lavado.

No utilizar material metálico para limpieza (cepillos, esponjas, etc.).

Limpieza, lavado y secado minucioso.

En los instrumentos de cremallera, se cerraran en el primer diente.

Acondicionar el instrumental y aparatos especiales antes de la esterilización.

5- 33
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

3.4.2. Normas generales para el envasado


Las soldaduras térmicas deben estar bien reguladas, con un ancho mínimo
de 8 mm y no deben deteriorar los envases. Quedará una distancia mínima
(4-5 cm) entre la soldadura y el contenido, para evitar arrugas y rasgaduras
al sellar la bolsa.

El contenido de un envase, deberá de ocupar aproximadamente las tres


cuartas partes del envase, para evitar desgarros o apertura de los envases.

Proteger los objetos con aristas o punzantes con gasas o con utensilios
plásticos, para evitar pinchazos en las bolsas.

Proteger los utensilios delicados.

Utilizar doble bolsa como medida de seguridad cuando las circunstancias de


esterilización lo requieran.

Verificar la integridad del material utilizado para envasar (código, indicadores


intactos, etc.).

3.4.3. Conservación del material estéril


— Los envases deberán salir secos y aireados (en caso, del óxido de etileno) de
los aparatos de esterilización.

— Los controladores habituales de esterilidad no precisan que el material esté


estéril, sólo que el proceso ha sido llevado a cabo, siendo conveniente una
revisión del envase antes de su almacenamiento.

— Los envases no deberán almacenarse en lugares cerrados hasta que se


hayan enfriado.

— Durante el transporte hacia su almacenamiento, se evitará su paso por zonas


contaminadas (zonas polvorientas, en obras, etc.).

— Los traslados intrahospitalarios se harán en contenedores cerrados.

— Si un envase sufriera algún tipo de deterioro, se descartará.

— Si entrará en contacto con superficies mojadas, húmedas o contaminadas


también se descartará.

3.4.4. Almacenamiento de material estéril


Se almacenará en estantes cerrados.

Se establecerá un sistema de control para que vaya siendo utilizado el material


más antiguo, para evitar caducidades.

Los envases no se almacenarán desordenadamente. Se evitarán


manipulaciones innecesarias.

5-34
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

No se arrugarán las bolsas por el riesgo de micro-roturas.

No se almacenar ningún material deteriorado, mojado, arrugado, abierto, etc.


Es decir, si no se tiene la plena seguridad de su esterilidad.

Armarios para almacenamiento de material sanitario

4. Prevención de infecciones en los


centros sociosanitarios
Definición

La enfermedad infecciosa es una patología generada por la


multiplicacion de microorganismos en número suficiente para origi-
nar el desencadenante de sintomatología inflamatoria.

La cantidad de toxinas patógenas, crean alteración sistémica y el origen puede


ser:

Endógena: la infección se produce por la multiplicación de la flora base del


individuo.

Exógena: la infección se produce por la transmisión de gérmenes


patógenos.

Las enfermedades infecciosas, pueden ser transmitidas desde una persona a


otra, por diferentes vías de transmisión, pero siempre seguirá un mismo esquema de
epidemiológico, que es lo que viene en llamarse: la cadena epidemiológica.

Cuando una enfermedad transmisible se adquiere como consecuencia de la inter-


vención profesional es centros sanitarios o socio – sanitarios, la denominamos infec-
ción nosocomial.

5- 35
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Cuando la infección es adquirida dentro de una actividad no profesional, en la


normalidad del individuo (sus actividades de la vida diaria (AVD) o a nivel laboral), se
denomina infección comunitaria.

Así pues cuando hablamos de centros socio – sanitarios, en la que existe actividad
sanitaria específica y la transmisión se produce como consecuencia de la atención que
recibe la persona, entenderemos infección nosocomial, pero todas aquellas infeccio-
nes que se derivan de la interacción social entre personas que aparentemente están
sanas aunque tengan enfermedades invalidantes, deben ser consideradas comunita-
rias; si bien es verdad que estudios científicos avalan el hecho que los discapacitados
y personas dependientes, entre ellos ancianos, tiene mucho más vulnerabilidad a las
infecciones y, por tanto, tienen un riesgo mayor a ellas.

El Primer Informe Mundial sobre Discapacidad, celebrado en Nueva York (EEUU)


en 2008, recomendaba medidas de información y prevención sobre algunas enferme-
dades endémicas que son más infectivas y letales para personas con una probabilidad
mayor de padecerlas debido a un deficitario sistema inmunitario provocado por una
parte por la propia fisiopatología de algunas enfermedades invalidantes o en el caso
de ancianos por la degeneración del mismo, así por la inmovilidad, o los agresivos tra-
tamientos que conllevan.

4.1. La cadena epidemiológica

Agente Mecanismo Huésped

4.1.1. Agente causal en la enfermedad transmisible


Patógeno con capacidad de multiplicarse y mantenerse vivo en unas condiciones
necesarias que favorecen su traslado desde reservorios a fuentes de infección y pasar
a un huésped susceptible.

5-36
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Contagiosidad: nivel o capacidad de propagarse de una fuente de infección


a otra. Se determina por la tasa de contagiosidad.

Infectividad: capacidad de sobrevivir y multiplicarse produciendo en un


huésped susceptible, una reacción inmunológica inflamatoria.

Patogenicidad: capacidad de producir afectación sistémica en los


infectados.

Quantum de infección: número de microoorganismos necesarios para


prodcuir enfermedad

Se expresa con la tasa de patogenicidad: número de casos que enferman


x 100/nº total de infectados

Virulencia: nivel o grado de afectación sistémica que produce un patógeno


tras infectar. Indica nivel de gravedad de la enfermedad.

4.1.2. Fuente de infección o reservorio


Tiene sentido dinámico y es el habitat natural de los microorganismos, en donde
son capaces de multiplicarse pero no tienen capacidad patógena.

Reservorio humano (fuente de infección homóloga):

Persona que esta infectada con patógenos con capacidad de


contagiosidad.

Persona enferma:

– Sintomático.

– Portador (asintomático):

Temporal: durante un periodo de tiempo corto, que tiene la


enfermedad con capacidad de contagio pero no ha producido
sintomatología.

Crónico: periodo largo o durante toda la vida. Esta infectado


pero no enfermo, sin embargo, el patógeno tiene capacidad
de transmisión.

Reservorio animal (fuente de infección heteróloga):

Animal infectado con patógenos con capacidad de contagiosidad al ser


humano - produce zoonosis.

Animal enfermo o portador.

5- 37
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

4.1.3. Mecanismo de transmisión

Definición

Es el procedimiento que los agentes infecciosos utilizan para


su transmisión desde la fuente de infección a la población suscep-
tible.

Depende de:

La vía de eliminación de los microorganismos de la fuente de infección.

Su capacidad de supervivencia en el medio externo.

La puerta de entrada en el huésped susceptible.

La dosis infectiva. Se ha comprobado que por vía aérea es suficiente


un número muy pequeño de microorganismos o de virus para producir la
infección, mientras que por vía digestiva debe ser mucho mayor.

La transmisión se puede efectuar por cuatro mecanismos fundamentales: contac-


to, vehículo de infección común, vía aérea y artrópodos:

Contacto: la transmisión implica la existencia de cierto contacto entre la


fuente de infección y el huésped susceptible. La transmisión se realiza en un
período de tiempo corto; la transmisión por gotitas, se considera también por
contagio directo ya que exige la presencia del huésped susceptible y de la
fuente de infección, menor a un metro de distancia, no así por nebulización
que consideramos vía aérea.

Existen dos tipos de contacto:

Directo:

Vector o conjunto de medios o circunstancias que hacen posible el


contacto de un huésped susceptible con el patógeno.

Paso de reservorio a huésped susceptible por un contacto físico


directo:

– Vía de eliminación del gérmen.

– Resistencia al medio externo.

– Condiciones de habitabilidad y crecimiento.

– Patogenicidad: quantum de infección.

Indirecto:

Cuando el germen ha salido fuera de la fuente de infección y pasa al


huésped susceptible gracias a la resistencia al medio externo:

5-38
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Por un vehículo de infección común: existe un vehículo, por lo general


inanimado, que transporta la infección desde la fuente a múltiples huéspedes
susceptibles. El vehículo puede ser pasivo cuando sólo transporta el agente
infeccioso o activo cuando además se produce la multiplicación y da lugar
por lo general a un brote epidémico.

Por vía aérea: se realiza por medio de partículas en suspensión que se


transmiten a distancias mayores de un metro, lo que no exige la presencia de
la fuente de infección. Sería el caso de la existencia de aerosoles, como al
toser o estornudar, por el polvo.

Por artrópodos: se denominan vectores y pueden ser pasivos o mecánicos


cuando el artrópodo, por contacto con el material infectante, transporta los
agentes infecciosos en su superficie sin que se produzca su multiplicación.
Vectores activos o biológicos son, cuando los artrópodos ingieren el
microorganismo infectante y en su interior sufren cierta multiplicación, cumplen
una fase de su ciclo evolutivo o ambas cosas a la vez. Es un mecanismo
específico que requiere cierto período de tiempo antes de que el vector sea
infeccioso.

Huésped susceptible: grado de sensibilidad de una persona a los


microorganismos patógenos.

Su resistencia o inmunidad aumenta o disminuye dependiendo de:

Factores intrínsecos:

– Situacion inmunológica alterada.

– Flora patógena aumentada.

– Paciente enfermo o inmunodeprimido.

Factores extrínsecos: terapéutica farmacológica, invasiva (catéteres,


sondajes, etc.)

4.1.4. Consecuencias de la transmisión de infección nosocomial


Complicaciones y secuelas de las patologías crónicas del paciente.

Complicaciones y secuelas de las patologías agudas del paciente.

Puede producir sobreinfección de una infección base o latente.

Puede producir infecciones endógenas por rebajar la inmunosupresión del


paciente.

Sepsis y shock séptico.

Muerte como consecuencia de la complicación aguda de todo lo anterior.

5- 39
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

4.2. Medidas generales de prevención y control de la


infección en centros sociosanitarios
Prevenir la infección rompiendo los eslabones de la cadena epidemiológica son
las medidas más efectivas y eficientes para evitar infecciones entre los residentes y
entre el personal.

Profilaxis de exposición: pone barreras a la llegada de microorganismos a las


personas susceptibles; actua sobre la fuente de infección y los mecanismos
de transmisión. Se basa en los métodos de higiene sanitaria:

Limpieza – desinfección, esterilización.

Educación sanitaria.

Vigilancia epidemiológica.

Cloración de aguas.

Gestión de residuos.

Etc.

Profilaxis de disposición: trata de fortalecer o disminuir la susceptibilidad


del huésped.

Vacunas (por ejemplo de la gripe, hepatitis, etc.).

Antibioterapia profiláctica.

Mejora de las condiciones físicas del huésped, etc.

4.2.1. Precauciones universales y de transmisión en la prevención


y el control de la infección nosocomial
A) Objetivos en las medidas de precaución para el control y la
prevención de la infección nosocomial:

Tener un sentido epidemiológico.

Reconocer la importancia de todos los fluidos corporales, secreciones y


excreciones en la transmisión de la infección.

Señalar las precauciones adecuadas para las infecciones transmitidas por la


vía aérea, gotas y de contacto.

Ser tan simples y fáciles de usar como fuera posible.

Usar nuevos conceptos que eviten la confusión con los métodos de aislamiento
y control de las infecciones existentes.

5-40
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

B) Premisas importantes de las recomendaciones actuales: (CDC– 10)1

— Sintetizan las características principales de las Precauciones Universales y el


Aislamiento de Sustancias Corporales en un único conjunto de precauciones
que deben usarse para el cuidado de todos los pacientes, independientemente
de su presunto estado de infección.

— Reconoce un conjunto de procesos susceptible de infectar a través de tres


vías y establece en base a ello las Precauciones Basadas en la transmisión
(vías gotas, aérea, concato).

— Las Precauciones Basadas en la transmisión siempre se deben añadir a


las estándares o Universales. Las medidas basadas en la transmisión se
mantendrán hasta que se descarte los procesos sospechosos, o se dé el alta
al paciente (lista específica/tratamientos específicos).

En el momento actual, las recomendaciones contienen dos tipos de precaucio-


nes:

“Precauciones Estándar”: precauciones diseñadas para el cuidado de


todos los pacientes hospitalarios, independientemente de su diagnóstico
o presunto estado de infección. Supone la estrategia básica para controlar
satisfactoriamente las infecciones nosocomiales. Se aplican a todos los fluidos
corporales, secreciones y excreciones, excepto el sudor, independientemente
de si contienen o no sangre visible, piel no intacta y membranas mucosas.

“Precauciones Basadas en la Transmisión”: precauciones diseñadas sólo


para el cuidado de pacientes específicos. Éstas se usan para pacientes en
los que se conoce o se sospecha la existencia de colonización o infección con
patógenos epidemiológicamente importantes y que pueden ser transmitidos
por cualquier vía. Siempre deben añadirse a las “Precauciones Estándar”.

Es necesario establecer que de forma específica, se realizará, aislamiento pro-


tector (también denominadas precauciones inversas) destinado a prevenir a pacientes
seriamente inmunodeprimidos del contacto con microorganismos patógenos u oportu-
nistas.

C) Lavado y desinfección de las manos del personal asistencial

Es una de las prácticas de antisepsia más importantes, ya que las manos son el
principal vehículo de contaminación exógena de la infección nosocomial.

Las bacterias presentes en la piel se encuentran principalmente en la capa cór-


nea, pero también pueden estar presentes en otros estratos e incluso en los conductos
y glándulas sudoríparas. Estas bacterias que viven en profundidad y que sólo comien-
zan a ser eliminadas después de 15 minutos de frotamiento, determinan que sea impo-
sible esterilizar la piel sin destruirla.

1. CDC: Centro de control de infecciones internacional.

5- 41
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

1. Humedezca sus manos 2. Deposite una pequeña 3. Frótelas


cantidad de permagel enérgicamente

4. Cepíllese las uñas


5. Aclárelas con agua 6. Séquelas con
abundante papel desechable

En los medios socio – sanitarios, se realizan los siguietnes lavados de manos:

El lavado de manos higiénico

Se realiza con agua y jabón recomendable pH 5,5 (el de la piel), durante un tiempo
que varía según los autores desde 15 segundos hasta 1 minuto y a continuación aclara-
do. El secado se debe realizar con toalla de papel. La técnica se realiza en cada mano
desde las muñecas a los dedos, con jabón antiséptico y aclarado con los dedos para
abajo. El secado será igualmente con papel limpio, aire limpio o paños esterilizados.

Este lavado se realizará con frecuencia, en general siempre antes y después de


entrar en contacto con cada paciente, y especialmente siempre que se den las siguien-
tes circunstancias:

Antes y después de atender a residentes vulnerables.

Antes y después de atender a residentes infecciosos.

Después de ir al W.C.

Después de limpiarse la nariz.

Antes y después de comer.

Antes y después de manipular vendajes, cuñas, realizar curas, manipular


sondaje urinario, aspirar secreciones bronquiales, etc.

5-42
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Se debe utilizar jabón líquido en envase no reutilizable, ya que el jabón en pastillas


frecuentemente se contamina.

El lavado con antiséptico

Generalmente con gel hidroalcoholico de baja irrita-


bilidad. Se recomienda su uso en sustitución del lavado
de manos de forma habitual y cuando no vaya a proce-
derse a una atención específica, por ejemplo antes de
ponernos los guantes para servir bandejas de comida,
para hacer las camas, para manejar alimentos, etc.

Lavado quirúrgico

Muy poco utilizado en centros sociosanitarios, a excepción de la realización de


técnicas quirúrgicas o instrumentales específicas Se utilizan antisépticos con jabones,
siendo los más utilizados los yodóforos (povidona iodada) y la clorhexidrina. El lavado
debe incluir manos y antebrazo, interdigitos y uñas. La duración se estima en unos 5
minutos de lavado con el antiséptico y cepillado, aclarado desde los dedos hacía el
codo y secado con aire limpio o toallas o paños esterilizados.

Algunos autores indican la eficacia de un lavado intermedio entre el higiénico y


el quirúrgico para el manejo de técnicas instrumentales menores (sonda vesical, cura
de heridas quirúrgicas, maneo
de traqueotomías en el cambio,
etc.), en centros no hospitala-
rios; este es el llamado lavado
antiséptico que si bien no es re-
conocido por la CDC, si cumple
eficacia en las situaciones en
las que el riesgo existe pero la
técnica no es agresiva cierta-
mente.

El tiempo estimado es de
2 minutos para las manos des-
de las muñecas a los dedos,
con jabón antiséptico y aclara-
do con los dedos para abajo.
El secado será igualmente con
papel limpio, aire limpio o paños
esterilizados.

5- 43
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

D) Utilización de guantes

Los guantes no reemplaza el lavado de ma-


nos, es un mecanismo de barrera que complemen-
ta el lavado de manos y nos protege a nosotros
como profesionales y al siguiente paciente que se
va a atender.

Los guantes serán estériles si se manipulan


espacios estériles; de exploración en los otros ca-
sos (piel no intacta y mucosas); de tipo doméstico
para efectuar la limpieza. Se procederá al cambio
de guantes tras cambio de paciente o de activi-
dad.

E) Mascarilla, bata, lentes protectoras

Se han de utilizar cuando previsiblemente se hagan maniobras que pueden originar


la formación de gotitas de sangre o de los líquidos orgánicos mencionados. Existen
diferentes tipos de mascarilla, batas, gafas y máscaras para cada situación.

4.2.2. Precauciones por mecanismo de transmisión


A) Precauciones respiratorias

Su finalidad es evitar el contagio de enfermedades infecciosas transmitidas por


vía aérea (PTA) o por aerosoles o por gotas (PTG) y se toman, además de las medidas

5-44
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

estándar, en pacientes en los que se sospecha o prueba infección o colonización, por


gérmenes epidemiológicamente importantes o altamente transmisibles por esta vía.

Las PTA pretenden reducir el riesgo de transmisión aérea de agentes infecciosos,


que puede producirse a través de dos mecanismos:

1. Por partículas de gotas evaporadas que, debido a su diámetro inferior o igual


a 5 micras, permanecen en suspensión aérea durante periodos prolongados
de tiempo.

2. Por partículas de polvo que contengan el agente infeccioso. Los gérmenes


así transportados pueden ser inhalados o depositados en un huésped, a una
distancia variable de la fuente en dependencia de factores ambientales.

Las PTG van encaminadas a reducir el riesgo de transmisión por partículas de go-
tas infectantes de diámetro mayor de 5 micras, que entran en contacto con la mucosa
conjuntival, nasal u oral del huésped susceptible. El aerosol que las contiene se origina
con la tos, el estornudo o el habla del paciente, y durante ciertos procedimientos como
el aspirado de secreciones respiratorias, la broncoscopia y la necropsia. Este tipo de
transmisión requiere un contacto estrecho entre la fuente y el huésped, porque el tama-
ño de las gotas impide su suspensión duradera en el aire y viajan, por tanto, distancias
máximas de un metro.

Para ambos tipos de transmisión, la medida precautoria más extendida es inter-


poner una barrera física entre fuente y huésped mediante el uso de mascarillas quirúr-
gicas. Sin embargo, no debemos olvidar que las mascarillas convencionales fueron
diseñadas para proteger al enfermo de las partículas provenientes del cirujano; es de-
cir, son eficaces para impedir la exhalación de partículas pero no tanto para prevenir
la inhalación de las mismas. Recordemos que la protección respiratoria comienza con
la educación del paciente, para que tosa o expectore sobre un pañuelo desechable
colocado lo más cerca posible de su boca, y lo deposite luego en una bolsa roja doble
situada a su alcance.

Requisitos

Precauciones comunes:

En habitación individual y, cuando no se disponga de ésta, podrá


compartir habitación con otro paciente que tenga la misma infección
activa por el mismo microorganismo.

Para el transporte del paciente (limitar al máximo), debe informarse al


servicio receptor. Se realizará siempre colocándole mascarilla antes de
abandonar la habitación. El trabajador que le traslada no necesita llevar
mascarilla.

Lavado de manos: medidas estándar.

Guantes: no son necesarios; seguir las medidas estándar.

Batas: no son necesarios; seguir las medidas estándar.

5- 45
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Ropa: No requiere tratamiento especial después de su uso por el


paciente.

Visitas: restringidas, colocando aviso en la puerta y en el control de


enfermería, donde se explicarán las normas de acceso.

Limpieza: se procurará que la limpieza de la habitación de aislamiento


sea la última, siguiendo las normas generales.

Instrumental: el material no desechable, debe ser desinfectado y


esterilizado.

Muestras: el esputo debe ser enviado en envase doble. El resto de


muestras, seguir las precauciones estándar.

Apósitos y pañuelos: de un solo uso y desechados en bolsa roja.

B) Precauciones para la transmisión aérea

Mantener siempre la puerta cerrada. Lámpara ultravioleta en aislamientos


de tuberculosis pulmonar o laríngea. Aireación máxima con puerta cerrada.
Restricción de entradas en la habitación (personal sanitario y visitantes).

Mascarilla antes de entrar en la habitación si se sospecha tuberculosis. En


caso de varicela o sarampión, las personas inmunes no precisan protección.

Infecciones susceptibles: tuberculosis pulmonar y laríngea, sarampión, meningi-


tis meningocócica, rubéola, varicela y tosferina.

C) Precauciones para la transmisión por gotas

— No se necesitan sistemas especiales de ventilación. La puerta puede


permanecer abierta.

— La mascarilla debe usarse cuando se esté trabajando a menos de un metro


del paciente.

Infecciones susceptibles: infección invasiva por H. Influenzae tipo B o Neisseria


meningitidis, infecciones respiratorias víricas (adenovirus, rubéola, influenza, parotidi-
tis, parvovirus B-19) o bacterianas (C. diphteriae, B. pertusis, M. pneumoniae, Y. pestis,
estreptococo productor de faringoamigdalitis, neumonía y escarlatina en niños).

D) Precauciones de contacto

Evitar transmisión de infecciones por contacto directo o indirecto, con secreciones


o exudados.

Requisitos:

Importante las medidas estándar de “No tocar”.

No requieren habitación individual, excepto las infectadas por S.


aureus meticilin-resistente y Streptococcus del grupo A. Debe elegirse

5-46
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

el compañero de habitación (no portarán sondas urinarias, ni herida


quirúrgica ni tubo endotraqueal).

Lavado de manos: obligatoria al salir de la habitación.

Guantes: siempre que se entre en contacto con el paciente.

Batas: cuando se esté en contacto directo con el paciente.

Ropa: seguir la normativa específica de lavandería.

Visitas: restringidas, colocando aviso en la puerta y en el control de


enfermería, donde se explicarán las normas de acceso.

Limpieza: seguir las normas habituales.

Instrumental: el material no desechable debe ser desinfectado y


esterilizado.

Muestras: los exudados se colocarán en envase doble.

Personas que deben ser protegidos:

Heridas y quemaduras con drenaje o secreción profusa o infección.

Gangrena gaseosa.

Herpes zoster localizado.

Melioidosis y peste bubónica.

Sepsis puerperal.

E) Aislamiento protector (precauciones inversas)

Esta categoría especial trata de proteger a los pacientes gravemente inmunodeprimidos


y no infectados, de un posible contacto con microorganismos patógenos.

Requisitos:

Habitación individual con la puerta cerrada. Las habitaciones en que


se ubican este tipo de pacientes deben estar dotadas de sistema
de ventilación a presión positiva respecto al entorno, con sistema de
filtración del aire mediante filtros HEPA (filtros absolutos).

Lavado de manos: obligatorio al entrar y salir de la habitación.

Guantes: obligatorio para toda persona que tenga contacto directo con
el paciente.

Mascarilla: para toda las personas que entran en la habitación. Se


desecharán después de cada uso.

Batas: sí, aunque no es preciso que sean estériles.

Ropa: No requiere tratamiento especial después de su uso por el


paciente.

5- 47
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Limpieza: el personal de limpieza se protegerá de forma similar al


personal sanitario (mascarilla, bata y guantes). Se procurará que la
limpieza de la habitación de aislamiento protector sea la primera.

Personas que deben ser protegidas:

Personas con deterioro de la piel, como encamados escarados.

Personas con patología o terapia inmunosupresora.

Personas con neutropenia severa (menos de 1.000 neutrófilos/cc).

5. Eliminación de residuos sanitarios


El 1992, se publica en España el Informe Clinhos, que introduce criterios científicos
en la clasificación de los residuos sanitarios, tomando como base los riesgos reales de
transmisión de las enfermedades infecciosas.

Según este informe, sólo un pequeña fracción de los residuos procedentes de


centros sanitarios son peligrosos, y, por tanto, deben gestionarse de forma diferenciada
a los residuos urbanos, mediante el empleo de métodos específicos de desinfección
y/o esterilización, que permitan eliminar la peligrosidad del residuo, incorporándolos
posteriormente a los asimilables a urbanos para su gestión conjunta.

Porcentaje de residuos en centros socio-sanitarios

Sanitarios asimilables a urbanos.

Sanitarios específicos.

Medicamentos.

Fuente: Ministerio de Sanidad.

La adecuada clasificación de los residuos sanitarios en función de su peligro-


sidad y la desinfección/esterilización de los biopeligrosos, constituyen los elementos
vertebradores de los denominados Sistemas de Gestión Avanzada que comienzan a
implantarse en sustitución de los Sistema Clásicos de Gestión (incineración y medidas
de protección universal).

Los Sistema de Gestión Avanzada deben ser complementados con unos adecua-
dos Planes de Prevención basados en la sustitución y reducción de los residuos biope-
ligrosos en los centros que los origina, priorizando, asimismo, la recogida selectiva de
aquellos materiales que posean un gran potencial de reciclaje (materia orgánica, papel,
vidrio, metales, plásticos, etc.), contribuyendo de este modo al ahorro de recursos y al
cierre de los circuitos de materiales.

5-48
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

El problema que supone la gestión de residuos de riesgo, conlleva normativas


específicas que estandarizan la acción, permitiendo un mayor control posterior e ir
mejorando las actuaciones de las personas implicadas, especialmente en aquellos
centros en los que se produce una actividad que pueda derivar en residuos de riesgo
específico para la vida.

5.1. Concepto y definición de residuo


Bajo la denominación de Residuos Sanitarios se recogen todos los desechos ge-
nerados en cualquier establecimiento o servicio en el que se desarrollen actividades
de atención a la salud humana. En este sentido, el material sanitario sólo debe consi-
derarse residuo a partir del momento en que se desecha, porque su utilidad o manejos
clínicos se dan definitivamente por concluidos.

A efectos de la Ley 22/2011, de 28 de julio, se entenderá por residuo “cualquier


sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de
desechar”.

Definición

Todos los residuos, cualquiera que sea su estado, generados


en centros sanitarios y/o sociosanitarios, incluidos los envases, y re-
siduos de envases, que los contengan o los hayan contenido deben
ser considerados como residuos sanitarios.

A tal efecto se entiende por centro sanitario:

Cualquier instalación o establecimiento en el que, de forma temporal o permanen-


te, se desarrolle alguna de las siguientes actividades de atención a la salud humana o
de carácter veterinario:

Asistencia sanitaria al paciente.

Análisis, investigación o docencia.

Obtención o manipulación de productos


biológicos.

Medicina preventiva.

Asistencia veterinaria.

Servicios funerarios y forenses.

Especificaremos como residuos biosanitarios a los residuos sanitarios especí-


ficos de la actividad sanitaria propiamente dicho, potencialmente contaminados con
sustancias biológicas al haber entrado en contacto con pacientes o líquidos biológi-
cos.

5- 49
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

No tendrán la consideración de residuos:

Aquellos materiales, objetos o sustancias usados cuyo destino sea la


reutilización.

Aquellos materiales, objetos o sustancias que se obtienen en un proceso


productivo del que no son el objeto principal, que pueden ser directamente
utilizados como materia prima en el mismo u otro proceso productivo sin
someterse a transformaciones previas. Estas sustancias presentan las mismas
características que los obtenidos mediante procesos convencionales de los
que son el objeto principal.

Aquellos materiales, objetos o sustancias defectuosos generados en un


proceso productivo que se reincorporan al mismo.

Las tierras no contaminadas de excavación utilizadas para la restauración,


acondicionamiento y relleno, o con fines de construcción.

Es evidente que los residuos en general, y más específicamente, los residuos sa-
nitarios generados por la actividad asistencial sanitaria han aumentado considerable-
mente en las últimas décadas.

En la actualidad los residuos que generan los centros sanitarios y socio – sanita-
rios, superan los 4kg por persona ingresada y día, en función del nivel de complejidad
asistencial y servicios que ofrece.

Este importante aumento es debido en gran parte, a la utilización de materiales


de un solo uso y avance tecnológico, que pone de manifiesto la necesidad de una co-
ordinación y colaboración de todos los implicados para la gestión y uso adecuado del
material que se utiliza en la práctica asistencial habitual, y como punto de partida es
primordial hacer una clasificación lógica para establecer sistemas de recogida acordes
y seguros.

5-50
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS


SELECCIONA BIEN Y CONSULTA EN CASO DE DUDA. TU SALUD Y LA DE TODOS DEPENDE DE ELLO

ASIMILABLES A URBANOS BIOPELIGROSOS CITOTÓXICOS

Residuos de enfermos Restos de


Infecciosos, residuos medicación de
microbiología, pipetas, placas citotóxicos y
Plasticos, latas - Guantes,
de petri, tubos, objetos todo material en
envases, restos depresores, gasas,
punzantes, agujas, bisturís, contacto con ellos,
de comida, flores, yesos, vendas,
bolsas de sangre, equipos agujas, jeringuillas,
hojas, papel, vidrio tiritas
de diálisis, restos anatomía mascarillas, batas
patológica, animales de desechables,
experimentación guantes.

Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV

– Mantener cerrado el contenedor.


– Cerrar bien las bolsas.
– Cerrarlo herméticamente una vez lleno.
– No arrastrarlas por el suelo.
– Usar los envases según el tipo de residuo.
– No compactar los residuos.
– No compactar los residuos ni rebuscar en los
– Mantener el contenedor cerrado.
contenedores.
– Manipular las bolsas con guantes.
– No encapsular las agujas.

5.2. Clasificación de los residuos


Destacamos 2 grandes grupos que incluyen los residuos asimilables a urbanos
(Grupos I y II), y residuos específicos o de riesgo sanitario (Grupos III y IV), pero para
entender mejor el significado de la clasificación estableceremos dos criterios atendien-
do al riesgo y al tipo de tratamiento que deben recibir.

Legislación Estatal.
Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y suelos contaminados.
Real Decreto 952/1997, de 20 de junio, por el que se modifica el
reglamento para la ejecución de la ley 20/1986, básica de residuos
tóxicos y peligrosos, aprobado mediante Real Decreto 833/1988, de 20
de julio.
Lista Europea de Residuos (LER) publicada mediante la Orden Ministerial
304/2002, de 8 de febrero, establece unas categorías o tipologías para
los residuos procedentes de actividades sanitarias y veterinarias:

5- 51
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el reglamento


de residuos tóxicos y peligrosos.

Artículo 1º de la Directiva 1975/442/CEE del Consejo relativa a residuos

Reglamento (CE) nº 1069/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo,


de 21 de octubre de 2009, por el que se establecen las normas sanitarias
aplicables a los subproductos animales y los productos derivados no
destinados al consumo humano y por el que se deroga el Reglamento
(CE) nº 1774/2002 (Reglamento sobre subproductos animales).

CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS HOSPITARIOS

5.2.1. Clasificación según riesgo


A) Categoría o clase I o Residuos Generales

Residuos sin ningún tipo de contaminación específica, que no presentan riesgo de


infección ni en el interior ni en el exterior de los centros sanitarios.

No presentan ningún riesgo real ni potencial para la salud individual y/o comuni-
taria.

Se incluyen: papel, cartón, metales, vidrio, restos de comida, así como otros tipos
de residuos que normalmente se generan en estancias o áreas de un centro sanitario
donde no se realizan actividades propiamente sanitarias, tales como oficinas, comedo-
res, cafeterías, almacenes, salas de espera y similares.

Esta Clase incluye también los residuos de jardinería, mobiliario y, en general, to-
dos los residuos que, de acuerdo con el artículo 3, apartados b), c) y d), de la Ley
22/2011, de 28 de julio, de Residuos, tiene la consideración de “residuos domésticos,
comerciales e industriales”.

5-52
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

B) Categoría o Clase II o Residuos Biosanitarios Asimilables a Urbanos

Todo residuo biosanitario que no pertenezca a ninguno de los Grupos de residuos


biosanitarios definidos en el Anexo Primero del Decreto 83/1999, de 3 de junio, es decir,
que no se clasifique como Residuo Biosanitario Especial o de Clase III.

Pueden presentar un riesgo real y/o potencial para la salud individual; de los pa-
cientes y de la salud laboral, de los trabajadores dentro del centro sanitario donde se
origina.

Incluye residuos tales como filtros de diálisis, tubuladuras, sondas, vendajes, ga-
sas, guantes y otros desechables quirúrgicos, bolsas de sangre vacías y, en general,
todo material en contacto con líquidos biológicos o en contacto con los pacientes, cuyo
riesgo de infección está limitado al interior de los centros sanitarios.

C) Categoría o Clase III o Residuos Biosanitarios Especiales

En esta Clase se incluyen todos los residuos que pertenezcan a alguno de los
Grupos de residuos biosanitarios que vienen establecidos en el anexo primero del
Decreto 83/1999, de 3 de junio.

Presentan un riesgo real y/o potencial para la salud individual y de la comunidad,


tanto a nivel laboral como pública.

Se incluyen, restos procedentes de las técnicas diagnóstico – terapéuticas de todo


tipo de pacientes:

1. Residuos sanitarios infecciosos: son aquellos que han estado en contacto


con pacientes afectados por alguna de las enfermedades infecciosas que
figuran en la tabla siguiente:

5- 53
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Castilla y León
Extremadura
Comunidad
Valenciana

País Vasco
Cataluña

Canarias
Baleares

La Rioja

Navarra
Aragón

Galicia
Madrid
ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Fiebres hemorrágicas víricas X X X X X X X X X X X X

Rabia X X X X X X X X X X X X

Difteria X X X X X X X X X X X X

Tularemia X X X X X X X X X X X X

Cólera X X X X X X X X X X X X

Tuberculosis X X X X X X X X X X X X

Fiebre Q X X X X X X X X X X X X

Muermo X X X X X X X X X X X X

Arbovirus X X X X X

Herpes virus simeae X X X

Carbunco X X X X

Melioidosis X X X X X

Viruela X X X X

Disentería amebiana X X X

Disentería bacteriana X X X X X X X

Disentería bacilar X

Hepatitis B, C y VIH X X X X X X X X X X

Brucelosis X X X X X X X X X X

Encefalopatía de Creutzfeldt-Jakob

Encefalopatías espongiformes X X X X

Ántrax X X X X X X X X X

Peste X X X X X X X X X X X

Lepra X X X X X X X X

Meningitis, encefalitis X X X X X X X X

Tifus abdominal X X X X X

Tifus X

Fiebre tifoidea X X X

Fiebre parafoidea A, B y C X X X X X X X X

Poliomelitis X X X X X X X X X

Fascitis necronizante X

Tétanos X

5-54
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

2. Residuos anatómicos humanos: tejidos o partes de pequeña entidad (se


exceptúan, por ejemplo, piezas dentales) que no sean reguladas por el
Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria.

3. Sangre y hemoderivados en forma líquida: recipientes que contengan sangre


o hemoderivados.

4. Agujas y material cortante y punzante: cualquier objeto punzante o cortante


utilizado en la actividad sanitaria. Se trata fundamentalmente de agujas, hojas
de bisturí, portaobjetos, cubreobjetos, capilares y tubos y pipetas de vidrio.

D) Categoría o Clase IV
Esta clase está constituida por cadáveres y restos humanos de entidad suficiente,
procedentes de abortos, mutilaciones y operaciones quirúrgicas, cuya gestión queda
regulada por los Decretos 2263/1974, de 20 de julio, y 124/1997, de 9 de octubre, por
los que se aprueban los Reglamentos de Policía Sanitaria Mortuoria del Estado y de la
Comunidad de Madrid, respectivamente.

Presentan un riesgo alto, real y/o potencial para la salud individual y comunitaria:
salud laboral y salud pública.

Se incluyen en esta clase de residuos, órganos enteros, huesos y restos óseos, así
como restos anatómicos que comprendan hueso o parte de hueso.

E) Categoría o Clase V o Residuos Químicos


Residuos caracterizados como peligrosos por su contaminación química, de acuer-
do con el Real Decreto 833/1988, de 20 de junio, por el que se aprueba el Reglamento
para la ejecución de la Ley 20/1986, de 14 de mayo, Básica de Residuos Tóxicos y
Peligrosos, y el Real Decreto 952/1997, de 20 de junio, que lo modifica, excepto los
residuos biosanitarios especiales y residuos citotóxicos.

Presentan un riesgo alto, real y/o potencial para la salud individual y comunitaria:
salud laboral y salud pública.

Se incluyen:

Medicamentos activos o caducados.

Aceites minerales y sintéticos.

Residuos de contenidos en metales.

Residuos de laboratorios radiológicos.

Residuos sanitarios infecciosos.

F) Categoría o Clase VI o Residuos Citotóxicos

Residuos compuestos por restos de medicamentos citotóxicos y todo material que


haya estado en contacto con ellos, que presentan riesgos carcinogénicos, mutagéni-
cos o teratogénicos, tanto en el interior como en el exterior de los centros sanitarios.

5- 55
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Se entiende por medicamentos citotóxicos, los medicamentos citostáticos, así


como aquellos otros cuyo manejo inadecuado implique riesgo para la salud del perso-
nal manipulador.

Presentan un riesgo alto, real y/o potencial para la salud individual y comunitaria:
salud laboral y salud pública.

G) Categoría o Clase VII o Residuos Radiactivos


Residuos contaminados por sustancias radiactivas o con potencial de radioacti-
vaidad. Sustancias y dispositivos en las aplicaciones médicas como la radioterapia o la
medicina nuclear de radioactividad media y/o alta.

Presentan un riesgo alto, real y/o potencial para la salud individual y comunitaria:
salud laboral y salud pública.

5.2.2. Definición y características según régimen jurídico de


tratamiento
GRUPO 1 – CLASE I: Residuos generales

Se gestiona como residuos urbanos.

No tiene especificación alguna ni contenedor específico.

No hay que controlarlos en general sino que va a contenedores


urbanos.

No hay que señalizarlos específicamente.

GRUPO 2 – CLASE II: No específicos, asimilables a urbanos

Hay que controlarlos únicamente en el centro donde se genera.

No tiene especificación alguna ni contenedor específico, aunque la


bolsa debe ser más gruesa que la de urbanos.

No hay que controlarlos en general sino que va a contenedores


urbanos.

No hay que señalizarlos específicamente.

GRUPO 3 – CLASE III: Biosanitarios específicos o de riesgo

Requiere un control en la manipulación, recogida, almacenamiento,


transporte, tratamiento y eliminación posterior, tanto en el centro donde
se origina como fuera de él.

La producción y gestión de estos residuos quedan sometidas al régimen


general de autorización o registro de acuerdo a la normativa autonómica
específica.

5-56
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

GRUPO 4: Específicos o de riesgo sometido a normativas

Residuos especiales no incluidos en el grupo III, incluyendo medicamentos


caducados, restos de sustancias químicas, residuos radioactivos y residuos
citotóxicos.

Requiere una gestión especial desde el punto de vista higiénico–sanitario


y medio ambiental, dentro y fuera de los centros sanitarios durante la man
ipulación,recogida,almacenamiento,transporte,tratamiento y eliminación
posterior.

Están acogidos a normativas específicas, nacionales y/o comunitarias,


en cuanto al tratamiento y la eliminación de los mismos.

– CLASE IV: Restos anatómicos con identidad. En los hospitales


no sólo se producen defunciones, sino que se practican un gran
número de cirugías, autopsias y procedimientos de anatomía
patológica, en los que se pueden producir mutilaciones y surgir
restos humanos de cierta entidad o tamaño, que se tratan según el
Reglamento de la Policía Mortuoria. Su gestión está regulada por el
Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria.

– CLASEV: Sustancias químicas. Integra la recogida en contenedores


especiales y tratamiento específico en la eliminación.

– CLASE VI: Residuos citostáticos. Restos de medicamentos


antineoplásicos no aptos para el uso terapéutico, y todo el material
de un solo uso que haya estado en contacto con los fármacos
nombrados.

Por su peligrosidad, importancia cuantitativa y especificidad


sanitaria, los residuos citostáticos destacan en el grupo de los
residuos con contaminación química que se pueden generar en
una actividad sanitaria.

Los residuos biosanitarios especiales o citotóxicos en los que,


como consecuencia imprescindible o necesaria de la actividad
sanitaria, estén presentes otros residuos o sustancias peligrosas o
radiactivas, tendrán la siguiente consideración:

a. Los residuos biosanitarios especiales que incluyan residuos


peligrosos tendrán el carácter de residuos peligrosos. Su
eliminación se realizará por incineración.

b. Los residuos biosanitarios especiales que incluyan residuos


radiactivos tendrán la consideración de residuos radiactivos.
Su gestión se realizará de acuerdo con las directrices
establecidas por la «Empresa Nacional de Residuos
Radiactivos, Sociedad Anónima» (ENRESA) al efecto.

c. Los residuos citotóxicos que incluyan otros residuos tendrán


la consideración de residuos citotóxicos, con excepción
de los que incluyan residuos radiactivos, que tendrán la
consideración de residuos radiactivos.

5- 57
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

– CLASE VII: Radioactivos: Estos residuos no se generan en todos


los centros sanitarios, sino en aquellos que tengan unidades
de tratamiento con radioterapia, medicina nuclear y en ciertos
laboratorios. Son todas aquellas materias radiactivas que se
desechan al no ser utilizables, así como los productos contaminados
con este material radiactivo.

Dentro de estos residuos radiactivos hospitalarios pueden ser


residuos sólidos, líquidos y de baja intensidad, según lo que
establece el Organismo Internacional de la Energía Atómica
(OIEA).

– CLASE VIII: Vertidos industriales. Los vertidos industriales se


eliminan a través del agua. Cada centro tiene un tipo de pH (medida
de la acidez) del agua y tiene reconocida la autorización de vertidos
por parte de cada Ayuntamiento que fija las condiciones de los
residuos que se pueden verter a las aguas residuales.

Normalmente en los países desarrollados muchas industrias poseen


eficaces sistemas de depuración de las aguas, sobre todo las que
producen contaminantes más peligrosos, como metales tóxicos,
ya que es vital que se depuren antes de ser vertidos a colector
urbano

A partir del alcantarillado, se toman muestras y se realizan pruebas


cada seis meses, donde se mide la cantidad de oxígeno del
agua.

5.3. Gestión de residuos sanitarios

Definición

Se entiende por gestión el conjunto de actividades encami-


nadas a dar a los residuos el destino final más adecuado a sus
características.

Los modos de gestión han cambiado en todo el mundo, de una gestión clásica,
en la que todo residuo sanitario era tratado de forma especial, sin ninguna clasificación
previa, se ha pasado a una gestión avanzada en la que es fundamental la segregación,
que cada residuo sea clasificado en su correspondiente contenedor, pues en realidad
sólo una pequeña parte de los residuos sanitarios son peligrosos, y por tanto objeto de
una gestión mediante los métodos de desinfección, esterilización e incineración que
eliminan su peligrosidad.

En la gestión de residuos sanitarios es importante el papel del personal que origina


el residuo (específicamente de los centros considerados como de residuos sanitarios),
pues en él recae la misión de separarlos adecuadamente y depositarlos en los envases
o contenedores correspondientes.

5-58
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Residuos Transporte Tratamiento

Grupo I Planta de reciclaje

Incinerador de R.M

Grupo II Vertedero de R.M

Grupo III
Planta de
esterilización
Citotóxicos
Incineración de
residuos especiales

En cualquier caso, se debe seguir una serie de fases en la gestión de los residuos:

1. Identificar cada tipo de residuo y normalizar el tratamiento específico.


2. No mezclar residuos de diferentes clases. Habilitar los protocolos y
mecanismos oportunos para que no se produzcan errores en la eliminación
del residuo.

3. Depositar en los lugares adecuados. Establecer los puntos de desecho y


eliminación, así como proporcionar los contenedores adecuados para cada
tipo de residuos.

4. Trasladar y almacenar en las condiciones precisas.


5. Eliminar de forma correcta. Asegurar que cada residuo sigue el procedimiento
de eliminación específico que garantiza en todo momento la seguridad
pública.

5.4. Recogida de los residuos


La correcta clasificación de los residuos generados es la base para una posterior
recogida y transporte adecuados.

El primer paso a seguir en el tratamiento de los residuos sanitarios es su clasifi-


cación, por lo que no se depositarán en un mismo recipiente residuos sanitarios de
tipos diferentes, respetando la clasificación establecida, consiguiéndose así minimizar
la cantidad de residuos.

Al mismo tiempo, la recogida de residuos sanitarios deberá atender a los criterios


de asepsia, inocuidad y economía.

Estableceremos un procedimiento en el cual el transporte comienza por la iden-


tificación de los residuos en los envases y contenedores específicos, de acuerdo a la
normativa.

5- 59
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

5.4.1. Características de los envases para residuos biosanitarios


especiales
A) Características de las bolsas

Según grupo de residuos. (Se excluye material punzante o cortante, líquidos > 100
ml).

Grupo 1: bolsas normales de basura.

Galga baja: 200, capacidad hasta 100 l.

Grupos 2 y 3 de recogida habitual: bolsas de plásticos de las siguientes


características:

Capacidad < 100 l.

Galga o calibre 300 (grupo II).

Galga > 400 (grupo III) o dos bolsas de 300 juntas.

Grupo 3 y 4: Especificación con características especiales. (Se incluye


material punzante o cortante, líquidos > 100 ml).

B) Los residuos biosanitarios especiales

Deberán acumularse en envases (contenedores o bolsas), de las siguientes ca-


racterísticas:

a. Envases rígidos o semirrígidos, que deberán cumplir como mínimo las


siguientes especificaciones:

Libre sustentación.

Opacos, impermeables y resistentes a la humedad.

Resistentes a la perforación interna o externa.

Provistos de cierre hermético.

No generarán emisiones tóxicas por combustión.

Si es un envase semirrígido no debe superar los 60 litros.

Señalizados con el pictograma de Biopeligroso y el texto


correspondiente.

b. Bolsas que deberán cumplir las siguientes especificaciones:


Fabricadas con polietileno o polipropileno, con galga mínima 300.

Opacas, impermeables y resistentes a la humedad.

No generarán emisiones tóxicas por combustión.

5-60
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Volumen no superior a 80 litros.

Color rojo.

C) Residuos biosanitarios especiales punzantes o cortantes

Deben acumularse en envases que cumplan las siguientes especificaciones:

Diseñados específicamente para el envasado de residuos punzantes y


cortantes. Queda prohibida la utilización de recipientes no diseñados para
este tipo de residuos, como botes, botellas, latas o similares.

Libre sustentación.

Imperforables.

Opacos, impermeables y resistentes a la humedad.

Señalizados con el pictograma de Biopeligroso y el texto asociado.

No generarán emisiones tóxicas por combustión.

D) Residuos citotóxicos

Se recogerán en contenedores de un sólo uso, de polietileno o de poliestireno, de


manera que permitan la incineración completa, que sean resistentes a los agentes quí-
micos y a los materiales perforantes y que dispongan de cierre hermético especial.

Los residuos con contaminación citotóxica, se recogerán en recipientes cuyas ca-


racterísticas técnicas se adaptarán a los criterios siguientes:

Envases rígidos.

De color azul.

Llevará el pictograma de citotóxico.

Estanqueidad total.

Opacidad a la vista.

Resistentes a la rotura.

Asepsia total en su exterior.

Ausencia total en su exterior de elementos sólidos, punzantes y cortantes.

Volumen no superior a 70 litros.

Cierre especial hermético de fácil apertura y que no pueda abrirse de forma


accidental.

5- 61
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

E) Residuos de material orgánico como sangre y hemoderivados


En diferentes ámbitos interacionales y nacionales, expertos en la materia (Centers
for Disease Control, Ministerio de Sanidad del Canadá, Ministerio de Medio Ambiente
de Holanda, OMS, etc.), registran en sus recomendaciones, utilizar el desagüe central,
como método de eliminación de la sangre, derivados y secreciones orgánicas conec-
tando a la red de saneamiento del centro sanitario y que por lo tanto no es necesaria la
desinfección previa de los residuos ni su manipulación. Se ha de tener en cuenta que
las cloacas están concebidas para recibir grandes cantidades de materias orgánicas
infecciosas.

La única excepción a esta práctica la constituyen los residuos sanitarios espe-


cíficos líquidos procedentes de pacientes con infecciones no endémicas en España
y los cultivos líquidos de microbiología, que han de tratarse como residuos sanitarios
específicos sólidos.

Es importante que el vertido por el desagüe se haga con especial precaución, de


forma que se eviten al máximo las salpicaduras y la formación de aerosoles.

Por lo tanto, si el recipiente con líquido biológico es difícil de abrir, no se ha de


intentar agujerearlo o forzarlo, sino que se ha de eliminar como residuo sanitario espe-
cífico sólido (grupo III).

5.4.2. Identificación en los envases de recogida y transporte


La identificación externa de las bolsas, recipientes y contenedores destinados a la
recogida de residuos del grupo III y citostáticos, será la siguiente:

5-62
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Grupo 1 y 2: no necesitarán identificación.

Grupo 3: identificar como “Residuos de riesgo - Biopeligroso”.

Grupo 4: especificar como “Material…

Material químico.

Material Citotóxico.

Material radioactivo.

Citotóxico
Riesgo químico
Biopeligrosos Radiactivo

Grupo 3 Grupo 4

5.5. Pictogramas y texto asociado a cada tipo de


residuo
5.5.1. Residuos biosanitarios especiales: Grupo 3 – Clase III
El pictograma consiste en tres medias lunas sobre un círculo.

El texto correspondiente de acompañamiento es Biopeligroso.

El pictograma y su texto asociado estarán impresos de forma indeleble


en cada bolsa, envase rígido o semirrígido, admitiéndose la utilización de
etiquetas adhesivas, en cuyo caso se utilizará tinta indeleble libre de metales
pesados.

Los símbolos y sus textos serán de color rojo, naranja o negro, debiendo
contrastar claramente sobre el color de fondo.

El símbolo y su texto asociado tendrán una altura mínima total de 15


centímetros, salvo en los envases de volumen inferior a 4 litros, en cuyo caso
tendrán un tamaño mínimo de 5 centímetros.

El símbolo y su texto asociado serán claramente visibles desde cualquier


dirección lateral.

5- 63
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

5.5.2. Residuos anatómicos con identidad: Grupo 4 - Clase IV


— No existe pictograma específico.

— El cadáver parcial o total tiene que estar identificado en parte visible.

— Se registrará el nombre de la persona conocida o un número de registro


asignado si no es conocido.

— Su identificación se realizará de acuerdo a la normativa de la policía


mortuoria.

5.5.3. Residuos químicos: Grupo 4 - Clase V


El pictograma depende del tipo de producto químico que contenga.

El texto asociado es el de producto tóxico, escrito en color blanco dentro del


rectángulo negro.

Los símbolos y sus textos serán de color rojo, naranja o negro, debiendo
contrastar claramente sobre el color de fondo.

El símbolo y su texto asociado tendrán una altura mínima total de 15


centímetros, salvo en los envases de volumen inferior a 4 litros, en cuyo caso
tendrán un tamaño mínimo de 5 centímetros.

El símbolo y su texto asociado serán claramente visibles desde cualquier


dirección lateral.

Inflamable: indica que el producto es fácilmente inflamable, es decir,


sustancias que a temperatura ambiente, en el aire y sin aporte de energía
pueden calentarse e incluso inflamarse.

Irritante: indica que el producto es nocivo e irritante (que por contacto


inmediato, prolongado o repetido con la piel o mucosa pueden provocar
una reacción infamatoria).

Tóxico: indica que el producto es tóxico o muy tóxico dependiendo de si


va acompañado de letras T o T+
Sustancias que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden
entrañar riesgos graves, agudos o crónicos o incluso la muerte.

5-64
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Corrosivo: aparece en sustancias y preparados que, en contacto con


tejidos vivos, pueden ejercer una acción destructiva de los mismos.

Explosivo: las sustancias y preparados, que incluso en ausencia del


oxigeno del aire, pueden reaccionar de forma exotérmica con rápida
formación de gases.

Comburente: las sustancias y preparados que en contacto con otras


sustancias en especial con sustancias inflamables producen una reacción
fuertemente exotérmica.

5.5.4. Residuos Citotóxico: Grupo 4 - Clase VI


El pictograma consiste en una letra C mayúscula en color blanco, dentro
de un triángulo equilátero de color rojo, incluido en un rectángulo de color
negro.

El texto asociado es el de Citotóxico, escrito en color blanco dentro del


rectángulo negro.

El símbolo y su texto asociado tendrán una altura mínima total de 15


centímetros, salvo en los envases de volumen inferior a 4 litros, en cuyo caso
tendrán un tamaño mínimo de 5 centímetros.

El símbolo y su texto asociado serán claramente visibles desde cualquier


dirección lateral.

5.5.5. Residuos radioactivos: Grupo 4 - Clase VII


El pictograma consiste en 3 aspas.

El texto asociado es el de Citotóxico, escrito en color blanco dentro del


rectángulo negro.

El símbolo y su texto asociado tendrán una altura mínima total de 15


centímetros, salvo en los envases de volumen inferior a 4 litros, en cuyo caso
tendrán un tamaño mínimo de 5 centímetros.

El símbolo y su texto asociado serán claramente visibles desde cualquier


dirección lateral.

Su recogida y eliminación es competencia exclusiva de ENRESA (empresa


Nacional de Residuos Radiactivos, S.A.) de acuerdo con el Real Decreto
1349/2003, de 31 de octubre, sobre ordenación de las actividades de

5- 65
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S. A. (ENRESA), y su


financiación.

Fuente: Ministerio de salud - oficina de epidemiología - 2004. www.scielo.org.pe

5.6. Transporte intracentro de los residuos sanitarios


Para la recogida en el interior del centro deberán mantenerse unas normas de
seguridad, higiene y rapidez:

— Los residuos extraídos de las diferentes zonas y unidades del centro se


trasladarán al almacén habilitado para el depósito temporal de los mismos
con una periodicidad máxima de 12 horas.

— Los contenedores o estructuras de soporte y sistemas de transporte han de


limpiarse en lugares adecuados con agua a presión y detergentes.

— Es recomendable que, tanto los sistemas de transporte como los contenedores


de los centros generadores de residuos, sean estructuras sin rincones, que
faciliten al máximo el proceso de limpieza.

— No se han de dejar bolsas ni recipientes de residuos en lugares no previstos,


si no es la zona donde se han producido, o bien en el almacén.

— Uno de los problemas más importantes que pueden aparecer durante el


transporte de los residuos dentro de un centro hospitalario es la rotura de las
bolsas. Para poder evitarlo es necesario:

Utilizar bolsas de galga adecuada (nunca inferior a 220 mg/cm2).

5-66
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

No almacenar las bolsas unas encima de otras; las bolsas deben


colocarse una al lado de la otra sobre una superficie horizontal.

Dentro de la estructura o carro de transporte no se han de comprimir


para poder transportar mayor cantidad en un solo trayecto, ni se puede
sobrepasar el nivel que permita el cierre de la tapa del carro.

Nunca deberán arrastrarse las bolsas por el suelo, sino que se han de
utilizar los sistemas de transporte.

— El personal que transporta los residuos debe disponer de una ropa exclusiva
para este trabajo y en el momento de acabarlo han de tener a su disposición
un baño con ducha y ropa limpia. Ha de llevar guantes resistentes a los
pinchazos por agujas, vidrios y otros materiales punzantes y que no se
puedan agujerear pero que a la vez se adapten y sean cómodos.

Siempre que en la manipulación se sospeche que pueden producirse aerosoles o


salpicaduras, se han de utilizar gafas y mascarilla.

5.7. Almacenamiento
Los residuos sanitarios se podrán almacenar en el mismo edificio durante
un período máximo de 72 horas, que se puede alargar a una semana si el
almacén de residuos dispone de un sistema de refrigeración (temperatura
máxima 4 ºC).

El almacén tendrá que estar ventilado, bien iluminado, debidamente


señalizado, acondicionado para poder desinfectarlo y limpiarlo, y situado de
manera que no pueda afectar a espacios vecinos. El almacén se ha de poder
cerrar y ha de tener fácil acceso.

En caso de no disponer de un sistema de tratamiento propio, las operaciones


de carga en los vehículos de transporte se tendrán que realizar en condiciones
de seguridad, limpieza y agilidad, disponiendo al efecto los espacios y
medios que sean necesarios. Estas instalaciones tendrán que permitir una
fácil limpieza y desinfección.

El almacén ha de estar protegido de la intemperie, de las temperaturas


elevadas, de los animales y el acceso al mismo sólo se permitirá al personal
autorizado.

5.8. Plan de gestión intracentro


La responsabilidad de hacer cumplir la normativa referente a la clasificación, la re-
cogida, el almacenaje, o la cesión de los residuos sanitarios al transportista autorizado
y si es necesario, la referente al tratamiento y eliminación, corresponde normalmente al
director o al gerente del centro sanitario que genera los residuos sanitarios. En conse-
cuencia, el gerente ha de desarrollar las siguientes funciones:

5- 67
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

Vigilar el cumplimiento de las disposiciones aplicables a las operaciones


citadas anteriormente.

Informar al personal del centro sanitario de los


riesgos asociados a los residuos sanitarios y
la forma de prevenirlos.

Tomar las iniciativas oportunas para conseguir


la gestión correcta de los residuos sanitarios.

Tramitar a la Administración competente


las informaciones y los datos que les sean
solicitados, y garantizar su exactitud.

5.9. Eliminación y tratamiento de los residuos


extracentro
Los residuos incluidos dentro de los Grupos I y II, una vez clasificados en el centro
generador, serán tratados y eliminados como residuos asimilables a los urbanos en los
vertederos controlados.

Los residuos correspondientes al grupo III podrán ser tratados y eliminados por
diferentes procedimientos:

Incineración en instalaciones que cumplan una serie de requisitos: la


incineración de los residuos sanitarios destruye cualquier material que
contenga carbón orgánico, incluyendo patógenos, y reduce significativamente
(80-95%) el volumen y la masa del material a ser posteriormente dispuesto en
un vertedero. Las altas temperaturas que se alcanzan en el proceso aseguran
la esterilidad de las cenizas en las que quedan convertidos los residuos,
pero también provocan la formación de compuestos gaseosos altamente
contaminantes, especialmente aquellos derivados de los utensilios clínicos
fabricados con PVC. El proceso desprende energía que puede recuperarse
para generar vapor y /o electricidad.

Temperatura de combustión media de 900-1100 ºC.

Alimentación automática o semiautomática.

Funcionamiento continuado.

Sistemas de purificación de los gases de combustión emitidos a la


atmósfera.

Recuperación de calor.

Esterilización por vapor caliente a presión: técnica de autoclave.

La esterilización a vapor implicar someter a los residuos a una corriente


de vapor de agua capaz de eliminar totalmente los microorganismos
presentes.

5-68
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Autoclave: el vapor de agua aplicado esta saturado a una temperatura


superior a los 130º C.
Estas condiciones de temperatura, unidas a la presión de vacío
aplicada en el autoclave hacen que los residuos sanitarios reduzcan
considerablemente su volumen.
Una vez esterilizados, se trituran y se convierten en residuos asimilables
a residuos sólidos urbanos y depositables en vertedero.
Los residuos incluidos en el Grupo III que sean material cortante o
punzante (agujas, bisturíes, etc.), así como cualquier material metálico
que pueda ser vector de enfermedades, podrán tratarse mediante
esterilización en el propio centro para ser eliminados posteriormente
como residuos englobados en los grupos I y II. Aunque esto presenta
ciertas limitaciones que es preciso señalar: ciertas reservas del personal
sanitario, inadecuados vertederos municipales, repugnancia o aversión
de los operarios.
Esterilización dinámica ó esterilización por rotoclave: se trata de una
técnica de esterilización en autoclave por vapor a 135 ºC y presión de 4
atmósferas; incorpora un cilindro interior rotativo que facilita la apertura de los
envases y la homogeneización de los residuos.

Otra técnica de esterilización por vapor consiste en una trituradora a


elevadas temperaturas y una unidad de esterilización. El vapor se aplica a
temperaturas entre 500ºC y 700ºC de modo que, en una hora, los residuos
médicos se funden en una masa estéril. El proceso puede reducir el volumen
original de residuos hospitalarios en un 50% a 80%.

Desinfección química, que supone el empleo de desinfectantes como el


dióxido de cloro, hipoclorito sódico, óxido de etileno, gas formaldehído,
etc. Los materiales a desinfectar se mezclan en un baño con el producto
químico elegido durante un tiempo determinado y en unas condiciones de
concentración, temperatura y pH definidas, ya que todas estas variables
influyen en la eficacia del proceso. Es un sistema económico y de operación
sencilla, pero que tiene como inconveniente que los productos químicos
usados como desinfectantes son también sustancias peligrosas que deben
manejarse y disponerse con precaución y de acuerdo con la legislación.

Ozonización: un tratamiento físico-químico que también se aplica para


desinfectar y que consiste en someter los residuos previamente triturados a
la fuerte acción oxidante de la mezcla ozono/oxígeno.

Los residuos también pueden esterilizarse mediante un sistema que primero


tritura los residuos y a continuación los somete a calentamiento interno
mediante aplicación de microondas. Se inyecta vapor de agua para asegurar
la absorción uniforme del calor, lo cual contribuye a la desinfección, aunque
puede suceder que no se destruyan la totalidad de los cuerpos de parásitos
y bacterias esporuladas. El sistema consume poca energía, consigue una
reducción del residuo de alrededor del 80% en volumen y, al ser un sistema
cerrado, el riesgo de emisiones es bajo.

5- 69
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

La eliminación de los residuos del Grupo IV está acogida a normativas específicas


en función del tipo de residuo. Los citostáticos serán sometidos a un proceso de incine-
ración que garantice su total destrucción.

6. Prevención de riesgos laborales en las


tareas de limpieza de material sanitario
Este epígrafe incluye todas las actividades referentes a la manipulación de agen-
tes biológicos y, por tanto, a las normas de seguridad para prevenir la contaminación y
toxicidad de los mismos en el ámbito laboral.

6.1. Definición de agente biológico

Definición

Agentes biológicos: “Son los microorganismos con inclusión


de los genéticamente modificados, los cultivos celulares y los en-
doparásitos humanos susceptibles de originar cualquier tipo de
infección, alergia o toxicidad” (Directiva 2000/54/CE, de 18 de sep-
tiembre).

Otra definición más amplia sería aquella que considera que “son contaminan-
tes biológicos todos aquellos seres vivos, ya sean de origen animal o vegetal y todas
aquellas sustancias derivadas de los mismos, presentes en el puesto de trabajo, y que
pueden ser susceptibles de provocar efectos negativos en la salud de los trabajado-
res. Estos efectos negativos se pueden concretar en procesos infecciosos, tóxicos o
alérgicos”.

En la práctica esta definición contempla dos categorías en los contaminantes bio-


lógicos, porque pueden originar enfermedades como consecuencia de la exposición
de los trabajadores a los mismos: agentes biológicos vivos y productos derivados de
los mismos. En base a lo expuesto, el concepto de agente biológico incluye, aunque
no está limitado a:

Bacterias.

Hongos.

Virus.

Rickettsias.

Clamidias.

Endoparásitos humanos.

Productos de recombinación.

5-70
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

Cultivos celulares humanos o de animales.

Priones celulares.

6.2. Clasificación de los microorganismos biológicos


El artículo 3 del Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos,
establece la clasificación de los agentes biológicos en cuatro grupos de riesgo, según
su diferente índice de riesgo de infección:

Agente biológico de grupo 1: agente biológico que resulte poco probable que
cause enfermedad en el hombre.

Agente biológico de grupo 2: agente patógeno que pueda causar una


enfermedad en el hombre y pueda suponer un peligro para los trabajadores;
existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces.

Agente biológico de grupo 3: agente patógeno que pueda causar una


enfermedad grave en el hombre y presente serio peligro para los trabajadores;
existe el riesgo de que se propague a la colectividad pero existen generalmente
profilaxis o tratamientos eficaces.

Agente biológico de grupo 4: agente patógeno que puede causar una


enfermedad grave en el hombre y presente serio peligro para los trabajadores;
existen muchas probabilidades de que se propague a la colectividad; no
existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces.

Estos niveles de riesgo condicionan las medidas preventivas tanto individuales


como colectivas, la manipulación del material biológico, la instalación del laboratorio,
las medidas de protección, las técnicas de laboratorio, etc.

6.3. Normas para la vigilancia de los trabajadores


que tienen actividades de contacto con agentes
biológicos patógenos
6.3.1. Grupo de Riesgo I
Para los trabajadores que puedan tener riesgo de contaminación biológica, a pe-
sar que tienen pocas probabilidades de provocar enfermedades humanas, es reco-

5- 71
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

mendable practicarles un reconocimiento médico, en el que se tenga en cuenta los


antecedentes médicos de cada individuo. Conviene que se notifiquen rápidamente las
enfermedades y todos los accidentes al respecto que puedan producirse.

6.3.2. Grupo de Riesgo II


Es indispensable el reconocimiento médico previo a la contratación o a la asigna-
ción del puesto de trabajo. Hay que tener en cuenta los antecedentes médicos. Es con-
veniente obtener evidencia de estar libre de enfermedades transmisibles específicas
para utilizarla como referencia y en algunos casos es conveniente también practicar un
examen físico.

6.3.3. Grupo de Riesgo III y IV


El reconocimiento médico es indispensable para todo el personal
comprendiendo una historia clínica detallada y un examen físico. Es prudente
tener un análisis que libere de antecedentes de enfermedades transmisibles
al trabajador.
Hay que establecer una lista de los trabajadores expuestos a agentes
biológicos de los grupos 3 o 4, indicando el tipo de trabajo efectuado y,
cuando sea posible, el agente biológico al que hayan estado expuestos,
así como registros en los que se consignen las exposiciones, accidente e
incidentes.
La lista que se refiere el apartado anterior
se conservará durante un plazo mínimo
de diez años después de finalizada la
exposición. En los casos de exposiciones
que pudieran dar lugar a infección
persistente o latente que se manifieste
muchos años después, que dé lugar a
una enfermedad con fases de recurrencia
o que pueda tener secuelas importantes a
largo plazo; la lista se conservará durante
un plazo, adecuado más prolongado, de hasta cuarenta años después de la
última exposición conocida.
Las personas sometidas a un tratamiento con inmonosupresores no deben
trabajar con este tipo de riesgos.

6.4. Medidas preventivas en las actividades de riesgo


de contacto con agentes biológicos en centros
sociosanitarios
Los contaminantes biológicos constituyen el tercer grupo de agentes que, junto
con los físicos y los químicos, son objeto de estudio en la Higiene Industrial como des-
encadenantes de enfermedades profesionales.

5-72
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

De la presencia de dichos contaminantes en el medio laboral y del contacto de los


trabajadores con los mismos se puede derivar una situación de riesgo biológico.

6.4.1. Medidas generales de prevención de los riesgos biológicos


Identificados uno o más riesgos relacionados con la exposición a agentes bioló-
gicos durante el trabajo, se procederá, para aquellos que no hayan podido evitarse, a
evaluar los mismos determinando la naturaleza, el grado y duración de la exposición
de los trabajadores.

Si los resultados de la evaluación pusieran de ma-


nifiesto un riesgo para la seguridad o la salud de los tra-
bajadores por exposición a agentes biológicos, deberá
evitarse dicha exposición aislando o trasladando al resi-
dente a centros especializados (infección por tuberculosis
activa).

Cuando ello no resulte factible por motivos técnicos, ha-


bida cuenta de la actividad desarrollada, se reducirá el ries-
go de exposición al nivel más bajo posible para garantizar
adecuadamente la seguridad y la salud de los trabajadores
y otros residentes, atendiendo a las siguientes medidas:

a. Aplicación de medidas universales contra la infección nosocomial en las


actividades laborales diarias.

b. Establecimiento de procedimientos estandarizados y controlados de limpieza


y aseptización de material, utilización de medidas técnicas apropiadas
para evitar o minimizar la liberación de agentes biológicos en el lugar de
trabajo cuando se realizan actividades de contacto con agentes biológicos.
Especificar los procedimientos de limpieza de material de obtención de
muestras biológicas si fuese necesario.

c. Adopción de medidas seguras para la recepción, manipulación y transporte


de los materiales contaminados con agentes biológicos dentro del lugar de
trabajo (manejo de bolsas de orina, restos fecales o de ostomías, etc.).

d. Adopción de medidas de protección colectiva o, en su defecto, de protección


individual, cuando la exposición no pueda evitarse por otros medios.

e. Utilización de medios seguros para la recogida, almacenamiento y evacuación


de residuos por los trabajadores, incluidos el
uso de recipientes seguros e identificables,
previo tratamiento adecuado si fuese
necesario.

f. Utilización de medidas de higiene que eviten


o dificulten la dispersión del agente biológico
fuera del lugar de trabajo.

5- 73
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

g. Utilización de señalización protocolizada en el manejo de materiales utilizados


con residentes con algún tipo de infección transmisible.

h. Establecimiento de protocolos para la manipulación de los residentes que


tengan o pudieran tener riesgo de infección.

i. Verificación, cuando sea necesaria y técnicamente posible, de la presencia


de los agentes biológicos utilizados en el trabajo fuera del confinamiento
físico primario.

En todas las actividades en las que exista riesgo para la salud o seguridad de los
trabajadores como consecuencia del trabajo con agentes biológicos, se deberá adop-
tar las medidas necesarias para:

a. Prohibir que los trabajadores se vistan/desvistan, coman ó beban en zonas


de trabajo, deben tener instancias habilitadas para tal efecto.

b. Proveer a los trabajadores de uniforme específico para las actividades


laborales diarias y de prendas de protección apropiadas o de otro tipo de
prendas especiales adecuadas, si procede.

c. Disponer de retretes y cuartos de aseo apropiados y adecuados para uso de


los trabajadores, que incluyan productos para la limpieza ocular y antisépticos
para la piel.

d. Disponer de un lugar determinado para el almacenamiento adecuado de los


equipos de protección y verificar que se limpian y se comprueba su buen
funcionamiento, si fuera posible con anterioridad y, en todo caso, después de
cada utilización, reparando o sustituyendo los equipos defectuosos antes de
un nuevo uso.

Al salir de la zona de trabajo, el trabajador deberá quitarse las ropas de trabajo y


los equipos de protección personal que puedan estar contaminados por agentes bioló-
gicos y deberá guardarlos en lugares que no contengan otras prendas.

La Institución debe encargarse del lavado, descontaminación y, en caso necesa-


rio, destrucción de la ropa de trabajo y los equipos de protección a que se refiere el
apartado anterior, quedando rigurosamente prohibido que los trabajadores se lleven los
mismos a su domicilio para tal fin.

Cuando contratase tales operaciones con empresas idóneas al efecto, estará obli-
gado a asegurar que la ropa y los equipos se envíen en recipientes cerrados y etique-
tados con las advertencias precisas.

Se recomienda la vacunación frente a enfermedades como sarampión, rubeola,


parotiditis (vacuna triple vírica), tétanos difteria, Hepatitis B. Debe conocerse el estado
inmunológico para varicela y hepatitis A y recomendar la vacunación de los que no
presenten inmunidad frente a ellas.

El personal expuesto a riesgo biológico será sometido a una vigilancia médica


específica. Otro punto importante de la prevención del riesgo biológico es la formación
del personal propio del centro sanitario en el cumplimiento de los protocolos de gestión

5 - 74
Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

de residuos, con el fin de que todo material que pueda ser origen de una exposición
accidental sea eliminado en los contenedores adecuados a tal fin.

Asimismo, el personal que realiza la retirada de las bolsas de residuos asimilables


a urbanos, estará instruido en la manipulación correcta de los mismos, con guantes, y
sin proceder a realizar manipulaciones de las mismas, trasladándolas sin que se pro-
duzca contacto personal.

Además, deberán conocer la forma de actuación ante una exposición accidental,


medidas de actuación inmediata son:

Lavado de arrastre con agua durante 2-3 minutos.

Inducción del sangrado.

Desinfección con un producto antiséptico (no usar lejía).

Cubrir la herida si es preciso.

Deben conocer el circuito de atención de dicha exposición.

La primera atención debe llevarse a cabo en el menor tiempo posible,


para que en el caso de que haya que adoptar medidas de profilaxis post
exposición transcurra el menor tiempo posible.

Es por ello que en muchos centros sanitarios, la primera atención del


accidente biológico se lleva a cabo en el Servicio de Prevención propio
del centro; el trabajador accidentado deberá notificar el accidente al
personal.

6.5. Riesgos tóxicos por manejo de sustancias para


la limpieza de material
La utilización de jabones, detergentes, desinfectantes y otros productos para la
esterilización del material en instituciones socio – sanitarias, supone un riesgo tóxico
importante para los trabajadores que realizan esta actividad, como son los técnicos
auxiliares.

Este grupo de factores nocivos, supone un riesgo inevitable pero un suceso preve-
nible en el ambiente laboral de los centros para asistencia de personas dependientes,
por lo que debe ser identificado, planificado y controlado.

Los productos para la limpieza de material en general, son sustancias orgánicas


o inorgánicas, naturales o sintéticas que durante la fabricación, manejo, transporte,
almacenamiento o uso, pueden incorporarse al aire ambiente en forma de polvo, humo,
gas o vapor.

Sus efectos sobre el organismo humano pueden ser de carácter irritante, corrosi-
vo, asfixiante o tóxico siempre que estén en el medio ambiente en cantidades suficien-
tes para provocar daños en la salud de los trabajadores que entren en contacto con

5- 75
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones

ellos, ya sea de forma aguda o crónica, siendo un accidente o una enfermedad laboral.
Dentro de estos efectos tóxicos se incluyen: efectos neumoconióticos, asfixiantes, nar-
cóticos, alérgenos, irritantes, carcinógenos, mutágenos, teratógenos.

Atendiendo a las propiedades físico–químicas de los mismos se manipulan


productos que pueden ser inflamables y combustibles, entre otros riesgos
directos.

Riesgo de quemadura por incendio, explosión y/o contacto dérmico con


sustancias corrosivas.

Si nos referimos a las propiedades toxicológicas de los productos químicos


manipulados, pueden presentarse los siguientes: riesgo de bronco espasmo,
crisis asmática, congestión, reacción anafiláctica, síndrome de inhalación,
etc.

6.6 Medidas preventivas de riesgo químico


Las medidas preventivas para minimizar estos riesgos van dirigidas a la formación
del personal al respecto y a la aplicación de las normas legislativas, además de la im-
plantación de procesos estandarizados que permitan un control sobre los riesgos y las
actividades realizadas.

a. Utilizar solo aquellos productos necesarios e imprescindibles.


b. Todos los datos sobre los riesgos de un determinado producto químico figuran
en la Ficha de Datos de Seguridad (FDS), documento que indica los riesgos
que entraña la manipulación del producto, así como los medios de protección
personal a utilizar cuando se use, las condiciones de almacenamiento,
medidas a tomar en caso de vertido accidental y primeros auxilios.

Estas FDS han de estar a disposición de los trabajadores, que además


deberán ser formados e informados de los riesgos derivados del uso del
producto en cuestión.

c. Los productos químicos han de estar correctamente etiquetados, en el idioma


del país en que se distribuye.

d. No es recomendable realizar trasvases y si en algún caso hay que realizarlos,


se señalizará el envase al que se traslada para evitar accidentes por
desconocimiento de su contenido.

e. No se deben mezclar productos.


f. Se recomienda seguir correctamente las instrucciones de uso y realizar las
diluciones a la concentración recomendada

g. En cada caso, el trabajador debe disponer y hacer uso de los Equipos


de Protección Individual (E.P.I.) adecuados a los riesgos que conlleve la
manipulación (gafas antisalpicaduras, guantes de material adecuado,

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Cumplimiento de las normas de limpieza de materiales e instrumentos sanitarios

mascarilla de protección
respiratorias, etc.) y tendrá
formación sobre cómo proceder
en caso de un derrame accidental
del producto y procedimiento de
actuación en caso de accidente
por contacto directo con el
producto químico.

Los riesgo de trastornos músculo-es-


queléticos derivados de la realización de
sobreesfuerzos por manipulación manual
de cargas (bolsas de residuos, envases de
productos químicos, etc.), empuje de los
carros de traslados, posturas forzadas en
la realización de los trabajos de limpieza (como puede ser, por ejemplo, en la limpieza
de cuartos de baño, zonas de difícil acceso, etc.), suponen uno de los problemas más
importantes en cuanto a las labores de limpieza de material en centros socio – sanita-
rios junto a los propios del manejo de cargas.

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