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Objetivos
Comprender la biología del embarazo a nivel molecular
Ayudar a definir el embarazo óptimo en términos de biología fetal, materna y
paterna.
Ampliar los conocimientos sobre desarrollo humano.
Evaluar los efectos ambientales en el feto en desarrollo.
Ampliar la información placentaria.
Avanzar en el desarrollo del embrión, bebe o feto en las investigaciones sobre el
embarazo.
Impulsar las investigaciones sobre el cuidado en el embarazo.
CONTENIDO:
1. Investigar los cambios que ocurren en el periodo pre - embrionario.
En esta fase se abre paso la primera parte del embarazo que comprende las dos
primeras semanas de gestación y es la más breve de las tres. También denominada
“fase germinal” se inicia en el momento de la fecundación y en ella se producen los
procesos que permiten al pre-embrión convertirse en embrión, cuando hablamos de
pre-embrión nos referimos al producto de la concepción tras la fecundación y durante
los primeros siete días, antes de que se produzca la implantación en el endometrio
materno.
¿Dónde y Cómo?
En los casos que es necesario emplear la lactancia mixta a causa de una hipogalactia
crónica es importante priorizar la nutrición. Si no prestas especial atención a los
nutrientes que ingiere tu bebé, aparecerán indicadores de que no se está alimentando
bien, destacando la posibilidad de que se deshidrate, pierda peso de forma excesiva o
sienta y manifieste debilidad.
Ciclo natural de producción de leche
La etapa pre-embrionaria acontece en el primer tercio de los oviductos o trompas
donde los gametos masculino y femenino se unen para generar una nueva célula,
denominada huevo o cigoto, el embarazo no suele detectarse hasta después de un
mes aproximadamente, por lo que la futura madre aún no es consciente de que ha
ocurrido la fecundación. El cigoto desciende por la trompa de falopio hasta llegar al
útero donde se implanta entre el octavo y el décimo día de gestación. Cuando esto
sucede empieza a desarrollarse la placenta.
La Placenta
La importancia de la placenta y su función en el embarazo es definitiva, sirve para el
intercambio de gases, sustancias nutritivas y de desecho (oxígeno, dióxido de carbono,
urea, etc.) entre la madre y el feto, para la producción de hormonas como la
gonadotrofina coriónica humana (HCG), estrógenos, progesterona y relaxina, y para
permitir la transferencia de anticuerpos maternos al bebé. Pero volvamos al proceso.
Durante esta fase el cigoto se autorreplica repetidamente, surgiendo un grupo de
células que al inicio se denominan mórulas y más adelante blástulas que constituirán
el blastocito (embrión en su fase inicial). Durante la primera semana, el futuro
embrión se encuentra contenido dentro de la zona pelúcida, una capa de
glicoproteínas, por lo que su crecimiento es en cierta manera restringido.
Posteriormente, se inicia la implantación embrionaria. Al blastocisto comienzan a salir
unas prolongaciones que le permiten adherirse a la mucosa y “enterrarse” en el
endometrio, a partir de lo cual comienza a denominarse ya como embrión. A veces se
producen equívocos ya que la implantación, debido a la erosión que produce en el
tejido endometrial, puede provocar un pequeño sangrado durante unos días, fácil y
erróneamente confundible con la menstruación.
b. Como los percibe la madre desde que inicia hasta el final del embarazo.
Los movimientos fetales se perciben a través de la pared abdominal de la
embarazada. La mamá nota como se mueve el bebé dentro de su barriga Los
movimientos fetales son los primeros signos de vida del bebé, por eso, uno de
los momentos más especiales de cualquier embarazo es cuando la futura
mamá percibe de algún modo a su pequeño (no digamos cuando siente la
primera patada) poder sentir a su hijo les aporta una inmensa felicidad.
Pero más allá de lo afectivo, estos movimientos tienen un gran valor porque
suponen un indicador del bienestar y del correcto desarrollo neuromuscular
fetal; se convierten en una especie de método de monitorización casero,
propio de cada madre, que indica que lo más probable es que todo vaya bien.
Por eso, aunque cada mujer es diferente y varios factores influyen en que
unas los noten antes que otras, es más que recomendable que todas las
gestantes conozcan el patrón de movimientos de su bebé (cada feto se
mueve con una intensidad y un ritmo distinto), cómo irá cambiando a lo
largo de la gestación y en qué momento no es normal que disminuya la
actividad, y por lo tanto hay que consultar con un médico.