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E-SEDLL n.

º 3 (2020)

EL WHATSAPP, ¿EXTERMINADOR DE LA BUENA


ORTOGRAFÍA?: ESTUDIO SOBRE
LOS USOS ORTOGRÁFICOS DEL ALUMNO
UNIVERSITARIO EXTREMEÑO
THE WHATSAPP, EXTERMINATOR OF GOOD
SPELLING? STUDY ON ORTHOGRAPHIC USES OF THE
UNIVERSITY STUDENT FROM EXTREMADURA

Inmaculada Guisado Sánchez


Universidad de Extremadura
inguisado@alumnos.unex.es

Sergio Suárez Ramírez


Universidad de Valladolid
sergio.suarez@uva.es

RESUMEN
Dada la importancia, desarrollo y revolución de la mensajería instantánea como medio de
vida y de comunicación en nuestro día a día. Se pretende averiguar cuáles son las prácticas so-
ciales interactivas, así como las costumbres escritoras en soportes digitales que utilizan los alum-
nos universitarios extremeños, haciendo hincapié en conocer el empleo de la norma ortográfica
en sus conversaciones digitales a través de la aplicación social WhatsApp. En un estudio previo,
se han analizado conversaciones reales extraídas de grupos de WhatsApp de un total de 42
participantes, todos alumnos de postgrado. Todo ello con el fin de establecer datos reales acerca
de la nuevas situación social y comunicativa, pero, sobre todo, obtener datos que nos permitan
tener una idea de cuáles son las faltas más comunes entre los universitarios extremeños para
poder tomar medidas desde el ámbito universitario, o si fuera necesario, instaurar medidas
desde los niveles inferiores educativos.

Palabras Clave: WhatsApp, aplicaciones móviles, escritura digital,


universitarios, comunicación.

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ABSTRACT
Given the importance, development and revolution of instant messaging as a means of life and
communication in our day to day. It is intended to find out what are the interactive social
practices, but above all, the writing habits in digital media used by university students from Ex-
tremadura, emphasizing knowing the use of the orthographic standard in their digital conversa-
tions through the social application WhatsApp. In a previous study, real conversations extracted
from WhatsApp groups of a total of 42 participants, all postgraduate students, were analyzed.
All this in order to establish real data about the new social and communicative situation, but,
above all, obtain data that allow us to have an idea of what are the most common faults among
university students in Extremadura to be able to take measures from the university level , or if
necessary, establish measures from the lower educational levels.

Key Words: WhatsApp, mobile applications, digital writing, university,


communication.

1. INTRODUCCIÓN

Es inevitable reflexionar acerca de los cambios producidos en la forma de inte-


racción de las personas. La comunicación se encuentra en su punto más álgido
de la historia, el ser humano, al ser un ser social, tiene la necesidad de estar
en contacto con el resto que les rodea y hoy, gracias a las nuevas tecnologías,
podemos estar conectados a cualquier distancia y en cualquier momento, des-
de cualquier parte del mundo con todo nuestro entorno. Sin embargo, otros
factores están perdiendo el valor que tienen. Sin darnos cuenta, las relaciones
sociales se centran en interactuar a través de la pantalla del móvil. Hemos pa-
sado de una comunicación presencial y oral, a una comunicación mucho más
social y escrita, sin valorar las relaciones interpersonales. Es muy cuestionado y
criticado el hecho de sentarnos en una mesa con todos nuestros seres queridos
y aislarnos con nuestros smartphones, dejando de lado la comunicación verbal
entre nosotros. Este hecho, es muy preocupante.
Además de perder la capacidad comunicativa de forma verbal entre nosotros,
otro de los factores más perjudicados por el uso de los dispositivos electrónicos
es la ortografía. Los más “afectados” por esta nueva corriente comunicativa es
principalmente el público juvenil, más apegado a esta innovación tecnológica.
Dada la situación actual, pretendemos llevar a cabo un estudio para disponer
de datos empíricos que nos ayuden a trazar un perfil universitario en cuanto
al nivel escritor. Por lo tanto, nuestros objetivos serán analizar y evaluar la

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ortografía de los mensajes producidos en conversaciones sociales a través de la
aplicación WhatsApp para apreciar la expresión lingüística en la producción
de estos y para detectar posibles variaciones del lenguaje, así como conocer las
faltas de ortografía más comunes.

2. DIGITALIZACIÓN DE LA ESCRITURA. PÉRDIDA DE VALOR


DE LA ORTOGRÁFIA TRADICIONAL

Según el informe recogido por telefónica en 2017 sobre la sociedad digital en


España, el 86% de los jóvenes posee un smartphone y lo usan como dispositi-
vo de referencia para mensajería instantánea (81,7 %), acceso a redes sociales
(77,5 %), consumo de música (65,2 %) y vídeos en streaming (52,2 %). Según
el Global Web Index, en 2018 se prevé que el 50 % de los jóvenes sean mobile
first, es decir, que consuman del 90 al 100% de su tiempo en red sobre una
pantalla móvil.
Señalan además que para el 2021 se superarán mundialmente los tres mil
quinientos billones de horas consumidas en apps. “El éxito de los smartphones
que lo han acompañado ha propiciado también el fenómeno social de la nueva
mensajería móvil con aplicaciones como Whatsapp, Telegram o Snapchat, el
desarrollo imparable de las redes sociales como Facebook o Twitter”.
El 93,3 % de los usuarios utilizan a diario aplicaciones de mensajería instan-
tánea para comunicarse con amigos y familiares. Entre los usuarios mayores de
65 años, el 14,3 % utiliza la mensajería instantánea semanalmente.
Teniendo en cuenta estos datos, no podemos negar la evidencia. La apari-
ción de la telefonía móvil ha desencadenado un sinfín de cambios. La creación
de aplicaciones para la comunicación interactiva y mensajería instantánea va
cogiendo cada vez más fuerza y se hacen más populares entre los usuarios. En
esta nueva era, la escritura es el sistema comunicativo por excelencia. La uti-
lización continua de la escritura, y el ritmo de vida tan agitado que llevamos,
repercute y daña la ortografía.
Los autores más clasicistas como Pineda (2003) o Chartier (2000) no acep-
tan tal desprestigio a la ortografía y aseguran que las nuevas tecnologías son
deformadoras del lenguaje. Mesanza (1992: 3) establece la importancia de la
ortografía, exponiendo que “la destreza en la escritura comprensiva y la expre-
sión ordenada y coherente del propio pensamiento, verbalmente y por escrito,
es garantía de éxito en todas las materias de enseñanza y hasta la vida”

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Lora (2009: 93) en su programa para el desarrollo de la ortografía, opina
que la ortografía va perdiendo valor y se encuentra decadencia por el uso y
abuso de formas incorrectas de escritura a través de los medios de comunica-
ción. Insiste en que la ortografía no es algo irrelevante, ya que “la norma orto-
gráfica es un instrumento imprescindible para moverse de manera autónoma
en la sociedad moderna”.
Por el contrario, algunos autores perciben el cambio como parte del desarro-
llo y evolución de la lengua, las consideran como una evolución positiva hacia
nuevas formas de comunicación (Valencia y García, 2010) (Parrilla, 2008).
Palazzo (2005) designa el nombre de “antiortografía” a esta forma de es-
cribir, y asegura que los emisores y receptores que utilizan esta ortografía se
entienden perfectamente y comparten las mismas competencias lingüísticas.
Sin embargo, autores como Yus (2002) cree que la antiortografía usada en los
medios electrónicos ocasionará graves problemas en la competencia ortográfica
de los jóvenes
Jaúregui (2008: 626), expone mediante un texto peculiar, que para él las re-
glas son innecesarias, lo que le preocupa realmente es la comunicación. Si una
persona escribe saltándose las normas, pero el lector le entiende perfectamente,
prima el simple hecho del entendimiento entre unos y otros.
Al considerar la situación actual, donde existen nuevas modalidades de lec-
tura y escritura y donde los jóvenes, inevitablemente, se encuentran inmersos
en este entramado comunicativo, cada vez más asentado en nuestra sociedad,
solo nos queda adaptarnos y paliar las necesidades a nivel educativo que pro-
ducen el uso de los dispositivos digitales.
“El uso de correos electrónicos y chat, soportes imprescindibles en actividades
diarias, ha acelerado la necesidad de adecuar los sistemas educativos al desarrollo
de nuevas competencias que tiene que ver con la adaptación de estas nuevas
formas de interactuar” (Cordón, 2010: 44).

Este último autor, propone la elaboración de un proceso que ayude a desa-


rrollar nuevas habilidades que se adapten a las nuevas necesidades; la creación
de nuevas competencias en cuanto al aprendizaje del alumno se refiere y una
formación en nuevas tecnologías para el profesorado.

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3. MÉTODOS Y MATERIALES. ESTUDIO PREVIO

3.1 Metodología

La investigación que hemos desarrollado ha sido de carácter descriptivo, de-


sarrollada con un enfoque cuantitativo y se ha llevado a cabo a través de un
estudio analítico de contenidos, puesto que hemos analizado conversaciones
de forma impresa.

3.2 Muestra

La muestra ha sido seleccionada por conveniencia y ha estado formada por


conversaciones de WhatsApp de 26 alumnos estudiantes del MUI en la espe-
cialidad de Psicología y 16 alumnos de la especialidad de Educación, de edades
comprendidas entre 22 y 31 años de la Universidad de Extremadura de la
Facultad de Educación de Badajoz.

3.3 Instrumento

El instrumento utilizado ha sido de elaboración propia para el análisis de da-


tos. Se ha elaborado una tabla de errores, dividida por el número de conversa-
ciones. Para la clasificación de errores nos hemos basado en el libro de Jiménez
y Artiles (1991). Hemos cuantificado los errores más comunes encontrados,
que han sido: omisiones, sustituciones, acentos, signos de puntuación, uti-
lización de mayúsculas, ortografía, contaminaciones, traslaciones, agregados,
aliteraciones, inversiones, muletillas y palabras oralizadas (término ideado por
Yus, 2001).

3.4 Procedimiento, recogida de datos y resultados

Una vez que se ha sido planteada la tipología de errores a analizar, se ha


procedido a contabilizar los errores, estableciendo el número de veces que se
daba dentro de una misma conversación, para poder estimar el cómputo total
de errores. El número de conversaciones analizadas ha sido un total de 15,

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limitadas por temas de interacción.

Tras el análisis de datos, se ha obtenido lo siguiente:


Llegando a la conclusión de que el número de palabras no se relaciona con
el número de participantes. En una conversación con un número elevado de
palabras los participantes son escasos. Así lo vemos en la conversación 6 con
un número elevado de palabras (1176) y solo interactúan 9 sujetos, o podemos
encontrar conversaciones con menor número de palabras, como es el caso de la
conversación 4, y que la participación de personas que interactúa sea elevada,
en este caso, con 12 participantes (gráfico 1).

Gráfico 1. Comparación del número de participantes y número de palabras

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Afirmamos, además, que, a rasgos generales, el número de errores es propor-
cional al número de palabras (tabla 1).

Conversaciones Nº de palabras Errores totales


1 938 204
2 261 45
3 920 249
4 470 93
5 1091 276
6 1176 148
7 1097 216
8 1141 245
9 1206 256
10 1240 281
11 911 236
12 1378 214
13 1079 235
14 1486 275
15 1286 293

Tabla 1. Número de palabras y Número de Errores Totales por Conversación.

En cuanto a los errores más comunes analizados (gráfico 2) encontramos que:

Gráfico 2. Totalización de errores.

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• Las palabras Oralizadas (Yus, 2001) no se emplean de forma habitual.
En contra de los pensamientos iniciales, este tipo palabras solo repre-
sentan el 3% de las palabras utilizadas por los alumnos universitarios.
• Por norma general los alumnos respetan las normas básicas de ortografía
(confusión v/b; j/g; y/ll…). La que más confusión crea es a la hora de
situar la “h” en el tiempo verbal correspondiente.
• El empleo de omisiones supera a las sustituciones, aunque éstas también
se dan con mucha frecuencia. Las omisiones de letras son uno de los
errores más notorios, abarcando el 18 % de esta tipología de palabras
empleadas.
• Dentro de los signos de puntuación que hemos analizado, la ubicación
del “punto final en los mensajes es casi inexistente, reflejando el 40 % de
la totalización de errores. No se respetan los signos de puntuación. De-
bemos de dar por hecho que el mensaje finaliza cuando lo “enviamos”.
Por lo tanto, destaca la colocación del punto final en sus mensajes como
el error mayoritario. Es conveniente resaltar que los signos de puntua-
ción son los fallos más representativos, donde la omisión de los acentos
representa el 13 % y la omisión de comas el 9 % (gráfico 3).

Gráfico 3. Signos de puntuación analizados.

• El empleo de mayúsculas es escaso, sobre todo en nombres propios.


Reflejando el 5 %.
• No abundan los agregados, inversiones y traslaciones. Como se puede
apreciar en el gráfico 2.
• Se aprecia un uso incorrecto de espacios (contaminaciones), pero de
forma moderada.

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4. CONCLUSIONES

La escritura empleada por los jóvenes universitarios se está viendo alterada y se


comenten serias faltas de ortografías. El error principal es la omisión del punto
final en sus mensajes de WhatsApp, seguido de las omisiones y acentos.
Molinero (2010: 125) recoge como una de las principales causas por las que
se cometen faltas de ortografía el exceso de horas que pasan los jóvenes escri-
biendo mensajes de textos utilizando chats. Asegura que la utilización de estos
nuevos métodos de comunicación “minusvaloran el cuidado del estilo para dar
mayor protagonismo a la inmediatez”. Todo da lugar a la perdida de expre-
sividad en el lenguaje. En este sentido también apunta Castillo (2011: 198)
que se han llevado a cabo investigaciones que responsabilizan a los medios de
comunicación de alejar a los más jóvenes de los procesos textuales. Pero quizá
la clave esté, precisamente, en que desde la escuela se preste más atención a los
medios de comunicación tradicionales como el periódico en papel o las cartas
(Albarracín, Jerez y Encabo, 2020) aunque haya otros autores que opinen que
los libros de textos y ciertas prácticas docentes estén ya obsoletos.
Se hace necesario, viendo la situación, incluir mejoras educativas a nivel
ortográfico, no solo desde primaria o secundaria, sino durante todo el recorri-
do académico del alumno, reforzando si es necesario en niveles superiores de
estudios. Se debe partir, principalmente, del profesorado, dando el valor y la
importancia que merece el tema en cuestión. Por lo tanto, es deber del sistema
educativo incluir el uso de los nuevos soportes electrónicos en la educación,
ahondando, sobre todo, en su influencia en la escritura y la comunicación.

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