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Psicosociología de las Organizaciones

UNIDAD V – Aspectos psico-sociales en la organización. Influencia y toma de decisiones.


Abordaje de la organización desde la perspectiva psico-social. Conceptos de organizaciones e
institución. Inteligencia múltiple e inteligencia emocional. Motivación diferentes teorías. Percepción y
atribución social. Procesos y características. Influencia social y la toma de decisiones en grupo.
Normalización y Polarización.

El problema de la inteligencia
La inteligencia no es una cosa, es un atributo social
• La inteligencia valorada en determinado contexto, no necesariamente
desacredita otros modos de ser inteligente.
• Al ser una construcción cultural, central en nuestras sociedades, la
inteligencia varía conforme a los momentos históricos y a las valoraciones
culturales de cada contexto.

Racismo de la inteligencia
Herramienta legitimadora de la distinción social.
Pierre Bourdieu, “hay tantos racismos como grupos que necesitan justificar que exista tal, y como
existen, lo cual constituye la función invariable del racismo”.
El racismo es propio de una clase o grupo dominante cuya reproducción depende en parte de
la transmisión del capital cultural, un capital heredado cuya propiedad es la de ser un capital
incorporado, por ende, natural, nato.
El racismo de la inteligencia, es aquello por lo cual los dominantes tratan de producir una
“teodicea de su propio privilegio”, esto es una justificación del orden social que ellos dominan. Es
aquello que hace que los sujetos y grupos dominantes se sientan justificados de existir como
dominantes, que sientan que son de una naturaleza superior. Se convierte así a una propiedad
histórica y socialmente construida como es la inteligencia en una esencia natural.
• Dominantes y dominados.
• Una atribución social pasa a ser trata como una herencia
cultural

El racismo de la inteligencia es la forma característica


de una clase dominante, cuyo poder reposa en parte
en la posesión de títulos que, como los títulos
académicos son supuestas garantías de inteligencia,
y que, en muchas sociedades, han sustituido en el
acceso a las posiciones de poder económicos a los
títulos antiguos como los de propiedad o de nobleza.
• En ciertos discursos dominantes, se dice racismo, de un modo que no explicita. Se transmite y penetra
el mensaje haciéndolo pasar inadvertido.

El riesgo es que los propios sujetos tipificados como no inteligentes crean en su destino. En
palabras de Julio César: “Los hombres, a veces, son dueños de sus “Los hombres, a veces, son
dueños de sus destinos: la culpa querido Bruto, no está en nuestra estrella, sino en nosotros mismo,
si nos resignamos a la inferioridad”.

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La inteligencia no es pensada como una cosa natural, sino como una herramienta que en ciertos
contextos actúa como parámetro legitimador de la distinción social, acentuando la desigualdad
social.
Interpretar las condiciones de producción de los discursos sociales acerca de la inteligencia
permite anticipar sus límites. Esos mismos límites podrían convertirse a través de un proceso de
reflexión sistemática, en condiciones de posibilidad de la transformación social.
Las distinciones que los sujetos hacen acerca de la inteligencia, son relativas a esquemas
perceptivos y valorativos que han sido incorporadas en su historia y en su espacio social
determinado. La naturalización de los actos de distinción oculta la génesis histórica social de los
mismos.
• Es importante traspasar el límite de nuestro pensamiento social dominante para concebir a la
inteligencia como una construcción cultural.

Históricamente, había una antigua creencia de que la inteligencia es heredada; a lo largo de la


historia de Inglaterra había familias que habían producido un número de personas destacadas en
distintos ámbitos, sin tener en cuenta la influencia del ambiente en la formación de estos, se
concluía que esto se debía a excelentes cualidades heredadas.
Muchos individuos han sostenido que la influencia de la herencia es muy superior a la del
ambiente, convirtiendo esta visión de la inteligencia como un don natural en una visión ideológica
dominante.
Con posterioridad se han sostenido teorías relativas a la inteligencia que enfatizan los aspectos
ambientalistas y la influencia determinante del entorno, así como acción sobre su entorno.
Una posición integradora, delimitaría la posibilidad de construcción a partir de lo heredado, y la
interacción entre estos componentes y los ambientalistas. En tanto habría una relación reciproca
entre los aspectos constitucionales de tipo biológicos y el medio social cultural.
• La inteligencia no es un término univoco, es una noción ambigua con una multiplicidad de significados.

Renombra a la inteligencia supone dejar de enunciarla en singular y con mayúscula para nombrarla
en plural y con minúscula: las inteligencias ligadas a contextos sociales y culturales específicos.
Es tal variación la que hace que no pueda concebirse a la inteligencia de manera univoca.

Teoría de las inteligencias múltiples


Es un modelo propuesto por Howard Gardner en el que la
inteligencia no es vista como algo unitario, que agrupa
diferentes capacidades específicas con distinto nivel de
generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples,
distintas e independientes.
La inteligencia según Gardner es: “un potencial biopsicológico
para procesar información que se puede activar en un marco
cultural para resolver problemas o crear productos que tienen
valor para una cultura” (2001: 45)
Gardner define la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos
que sean valiosos en una o más culturas”.
La importancia de la definición de Gardner es doble. Primero, porque amplía el campo de lo
que es la inteligencia y reconoce lo que se sabía intuitivamente: que la brillantez académica no

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lo es todo. No basta con tener un gran expediente académico, existen personas con gran
capacidad intelectual pero incapaces de triunfar en otros ámbitos. Triunfar en los negocios, o en
los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada capo se utilizan un tipo de inteligencia
distinto.
Segundo y no menos importante, porque Gardner define la inteligencia como una capacidad. La
inteligencia era considerada algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación
no podía cambiar ese hecho. Tanto que, en otras épocas, no se educaba a los deficientes
intelectuales, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil.

La inteligencia: genética o aprendizaje


Definir la inteligencia como una capacidad la convierte en una destreza que se puede desarrollar.
No se niega el componente genético, pero esas potencialidades se van a desarrollar de una u
otra manera dependiendo del medio ambiente, experiencias vividas, educación recibida, entre
otros.
Según el modelo propuesto por Gardner, todos los seres humanos están capacitados para el
amplio desarrollo de su inteligencia, apoyados en sus capacidades y su motivación.
CITANDO A GARDNER
Cada ser humano tiene una combinación única de inteligencia. Éste es el desafío educativo
fundamental. Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas nuestras mentes son iguales.
O podemos tomar las diferencias entre ellas.

TIPOS DE INTELIGENCIAS
Distintas inteligencias que propone Gardner:
X INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA
Es responsable del lenguaje oral y de otros sistemas de comunicación, incluye en uso y comprensión
del lenguaje en diferentes contextos y su uso tanto cotidiano como elaborado.
Posee un desarrollo inicial muy rápido, casi sin necesidad de educación formal, pero requiere un aporte
del aprendizaje escolar, para adquisiciones futuras, sobre todo las relacionadas con la lecto-escritura.
X INTELIGENCIA LÓGICO-MATEMÁTICA
Es la capacidad para usar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente. Incluye la
sensibilidad a los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones, las funciones y
otras abstracciones relacionadas.
Relacionada con el razonamiento abstracto, la computación numérica, la derivación de evidencias y la
resolución de problemas lógicos. Involucra la capacidad de moverse con comodidad por el mundo de
los números, hacer cálculos, prever riesgos, anticipar consecuencias y decidir inversiones. Corresponde
a la inteligencia que podemos encontrar en un matemático, un físico, un ingeniero o un economista.
X INTELIGENCIA VISUAL-ESPACIAL
Está relacionada con el procesamiento y elaboración de información visual. Sin embargo, no depende
de la presencia física de esa información, sino que se trata de una elaboración interna, ya que los ciegos
también la poseen, como se ha comprobado en numerosas investigaciones. La inteligencia espacial se
refiere a habilidades como la rotación de imágenes y otras similares. En la mayoría de las personas
occidentales se produce un desarrollo natural de esta inteligencia, hasta la mitad de la infancia y a partir
de ese momento es necesaria la aportación de un aprendizaje específico.
X INTELIGENCIA MUSICAL
Sería la encargada de la creación, comunicación y comprensión de los símbolos musicales. A diferencia
de la lingüística, necesita la intervención de la educación formal desde temprano.
X INTELIGENCIA CORPORAL-CINESTÉSICA
Es la capacidad para usar todo el cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos, y la facilidad en el
uso de las manos para transformar elementos. Incluye manos para transformar elementos. Incluye

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habilidades de coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, como así también la
capacidad kinestésica y la percepción de medidas y volúmenes.
Tradicionalmente los estudios psicológicos dejaron de lado esta inteligencia, pero sin duda incluye una
parte muy significativa y real del comportamiento humano e inteligente. Implica el uso de las
habilidades corporales para resolver problemas y la combinación de aspectos perceptivos, motrices
finos y gruesos, además de la capacidad de manipular objetos externos.
Comprende la inteligencia propia de un artesano, un atleta, un mimo o un cirujano.
X INTELIGENCIA INTERPERSONAL
Es la capacidad de entender a los demás e interactuar eficazmente con ellos. Incluye la sensibilidad a
expresiones faciales, la voz, los gestos y posturas y la habilidad para responder.
Es la capacidad para entender a los demás y actuar en situaciones sociales, para percibir y discriminar
emociones, motivaciones o intenciones. Usamos esta inteligencia para diferenciar a las personas, para
colaborar con ellas, orientarlas o bien manipularlas Está estrechamente asociada a los fenómenos
interpersonales como la organización y el liderazgo. Esta inteligencia puede estar representada en un
político, un profesor, un líder religioso o un vendedor.
En formas muy desarrolladas, requiere una clara influencia del aprendizaje y de la educación.
X INTELIGENCIA INTRAPERSONAL
Es la capacidad de construir una percepción precisa respecto de sí mismo y de organizar y dirigir su
propia vida. Incluye la autodisciplina, la auto comprensión y la autoestima.
Es la capacidad para comprenderse a sí mismo, reconocer los estados subjetivos, las propias
emociones y sentimientos, tener claridad sobre las razones que llevan a reaccionar de un modo u otro;
y comportarse de una manera que resulte adecuada a las necesidades, metas y habilidades personales.
Permite el acceso al mundo interior, para luego aprovechar y a la vez orientar las personales. Permite
el acceso al mundo interior, para luego aprovechar y a la vez orientar la experiencia. Puede identificar
objetivos, temores, resistencias, virtudes y defectos; y en determinadas circunstancias puede usar ese
conocimiento para tomar ajustadamente decisiones significativas. En general, esta inteligencia satisface
el viejo anhelo socrático del autoconocimiento, y puede estar bien representada en cualquier persona
adulta y madura.
X INTELIGENCIA NATURALISTA
Es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o
plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación,
experimentación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.
Es la capacidad de establecer distinciones trascendentales en el mundo natural y social, entre plantas,
animales, personas, nubes, formaciones rocosas, etc. Permite reconocer y clasificar especies de la flora
y la fauna. Ayuda a distinguir las especies del entorno que son valiosas o peligrosas, y a categorizar
organismos nuevos o poco familiares. Favorece un amplio conocimiento del mundo viviente. Se
encuentra en un biólogo, un antropólogo.

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La inteligencia, combinación de factores


Según esta teoría, todos los seres humanos poseen las siete inteligencias en mayor o menor
medida. No hay tipos puros, y si los hubiera resultaría imposible funcionar. Gardner enfatiza el
hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes y, según esto, el problema sería
que el sistema vigente no las trata por igual, sino que prioriza la lógico-matemática y la lingüística
hasta el punto de negar la existencia de las demás.

INTELIGENCIA EMOCIONAL
▪ Es la formada por la inteligencia intrapersonal y la interpersonal, y juntas determinan la capacidad de
dirigir la propia vida de manera satisfactoria
▪ Es la habilidad de tener conciencia emocional, sensibilidad y manejo de destrezas que nos ayudarán a
maximizar la felicidad a largo plazo.
▪ La Inteligencia Emocional es el factor clave en las organizaciones del siglo XXI.
▪ Principal investigador: Daniel Goleman (1995) a través de su obra “la inteligencia emocional”

DEFINICIÓN:
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados
emocionales en nosotros mismos y en los demás.
La inteligencia emocional no consiste en sofocar las emociones, sino más bien en saber dirigirlas y
equilibrarlas
La inteligencia emocional es una fuerza potente en sí misma, y es indispensable para poder llevar a
cabo ciertas actividades indispensable para poder llevar a cabo ciertas actividades relacionadas con la
mente: control de calidad, desarrollo de competencias, valoración; entre otras.

¿Por qué algunas personas sonríen más a la vida que otras?


¿Por qué algunas personas con alto coeficiente intelectual y que se destacan en su profesión no
pueden aplicar esta inteligencia en su vida privada, que va a la deriva, del sufrimiento al fracaso?
¿Por qué otras con alto coeficiente intelectual (QI) acaban por trabajar para otras que tienen un
QI más bajo, pero que saben contactar, influir y relacionarse mejor?
La respuesta está en las emociones y en la capacidad de la respuesta está en las emociones y
en la capacidad de atenderlas y dirigirlas.

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D. Goleman sostiene: “Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más
probabilidad de sentirse satisfechas, ser eficaces en su vida y de dominar los hábitos mentales
que favorecen su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su
vida emocional entran en batallas interiores que sabotean la capacidad de concentración en el
trabajo y de pensar claramente”
“Nuestro QI es importante, pero no tanto como creemos. No puede ser alterado, mientras el
coeficiente emocional (QE) puede aumentar, porque se aprende”
Salovey incluye 5 esferas principales:
Naturaleza de la Inteligencia Emocional o Conocer las emociones
• Es distinta al coeficiente intelectual o Manejarlas Manejarlas
• Puede ser cambiada y aprendida o Motivación
• Es conocer y manejar los sentimientos o Reconocer emociones de los demás
o Manejar las relaciones.

Aptitudes básicas de la Inteligencia Emocional


▪ Conocimiento de uno mismo
▪ Autorregulación: Manejar las emociones de modo que faciliten la tarea entre manos.
▪ Motivación
▪ Empatía: Percibir lo que sienten los demás, ser capaces de ver las cosas desde su perspectiva y cultivar
la afinidad con una amplia diversidad de personas
▪ Habilidades sociales: Relacionarse, interactuar, persuadir, dirigir, negociar, trabajo en equipo, etc.

Componentes (dimensiones) de la inteligencia emocional


Salovey incluye las inteligencias de Gardner en su definición básica de inteligencia emocional,
ampliando estas capacidades a estas cinco esferas principales:
1) Conocer las propias emociones: la conciencia de uno mismo, el reconocer un sentimiento mientras
ocurre, es la clave de la inteligencia emocional. La capacidad de controlar los sentimientos de un
momento a esto es fundamental para la penetración psicológica y la comprensión de uno mismo. La
incapacidad de advertir nuestros auténticos sentimientos nos deja a merced de nosotros mismo. Las
personas que tienen una mayor certidumbre con respectos a sus sentimientos son mejores guías de su
vida y tienen una noción más segura de lo que sienten realmente con respecto a las decisiones
personales.
2) Manejar las emociones: manejar los sentimientos para que sean adecuados es una capacidad que se
basa en la conciencia de uno mismo. La capacidad de serenarse, de librarse de la irritabilidad, la
ansiedad y la melancolía excesivas… y las consecuencias del fracaso en esta destreza emocional básica.
Las personas que carecen de esta capacidad luchan contra sentimientos de aflicción, mientras que
aquellas que la tienen desarrollada pueden recuperarse con mucha mayor rapidez de los reveses y
trastornos de la vida.
3) La propia motivación: ordenar las emociones al servicio de un objetivo es esencial para prestar atención,
para la automotivación y el dominio, y para la creatividad. El autodominio emocional sirve de base a
toda clase de logros. Y ser capaz de internarse en un estado de “fluidez” permite un desempeño
destacado en muchos sentidos. Las personas que tienen esta capacidad suelen ser mucho más
productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan.
4) Reconocer emociones en los demás: la empatía, otra capacidad que se basa en la autoconciencia
emocional, es la “habilidad” fundamental de las personas. Las personas que tienen empatía están
mucho más adaptadas a las sutiles señales sociales que indican lo que otros necesitan o quieren. Esto
los hace mejores en profesiones tales como, la enseñanza, las ventas y la administración.
5) Mejorar las relaciones: el arte de las relaciones es, en gran medida, la habilidad para manejar las
emociones de los demás. Estas son las habilidades que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia

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interpersonal. Las personas que se destacan en estas habilidades se desempeñan bien en cualquier
cosa que dependa de la interacción serena con los demás; son estrellas sociales.

El optimismo como
gran motivador. Organización de
Manejar nuestras
El optimismo es una grupos: esta esencial
Reconocer un emociones como
actitud que evitar caer habilidad implica
sentimiento, tal y creemos que es
en la apatía, iniciar y coordinar los
como ocurre. apropiado, es una
desesperanza, o Empatía, una esfuerzos de una red
Monitorear nuestros habilidad que genera
depresión, ante habilidad que se de gente.
sentimientos de auto conocimiento.
situaciones adversas. construye basada en Negociación de
momento a momento. Monitorear nuestros
El optimismo predice el auto conocimiento soluciones: el talento
Reconocer cuando sentimientos de
el éxito. de las emociones. del mediador
nuestros verdaderos momento a momento
Optimismo realista, el previene conflictos o
sentimientos nos para identificar y
optimismo ingenuo resuelve aquellos que
dejan a su merced. aliviar ansiedad,
pueden generar súbitamente
irritabilidad, temor.
resultados aparecen.
desastrosos.

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Percepción y atribuciones sociales

Percepción
La percepción es el proceso por el cual se reúne e interpreta información. Sirve como enlace
mediador entre el individuo y su ambiente. Sin percepción careceríamos de experiencia, de toda
experiencia, y la sociedad humana no podría existir.
Nos permite sentir el mundo que nos rodea y asignar un significado a este aflujo sensorial. No
respondemos al mundo externo en forma directa; más bien transformamos estos estímulos
exteriores en un sistema interior al cual le atribuimos significado
Alfred Schutz, observa lo siguiente: “Todo nuestro conocimiento del mundo, tanto en el pensar del
sentido común como en el científico, envuelve construcciones teóricas, es decir, una serie de
abstracciones, generalizaciones, formalizaciones e idealizaciones propias del respectivo nivel de
organización del pensamiento. Hablando en términos estrictos, no existe cosa tal como un hecho
puro y simple. Todos los hechos son desde el vamos seleccionados entre un contexto universal por
las actividades de nuestra mente. Son siempre hechos interpretados”
a La percepción es el nexo mediador entre los individuos y su ambiente (Patrick Reddy).
a Las personas ven sólo aquello que están preparadas para ver (Ralph Waldo Emerson).
El organismo biológico humano vuelve posible la percepción, pero también fija límites al proceso
perceptivo. En este sentido, los seres humanos están confinados a un mundo muy especial, sumamente
distinto del que experimentan organismos con un tipo de aparato perceptual muy diferente.

El proceso perceptual
En un momento cualquiera, somos literalmente invadidos por innumerables estímulos. Estamos
inmersos en un mundo de sensaciones.
Pero la percepción, no es simplemente una cuestión de sensación, sino que entraña una
interpretación. Nuestros receptores sensoriales nos proporcionan datos sensibles elementales
que debemos procesar para arribar al significado.

Sensación. Si el ojo se altera, todo se altera (William Blake)


Se habla tradicionalmente de cinco vehículos o canales receptores que nos
transmiten información acerca del mundo externo: la visión, la audición, el
gusto, el olfato y el sentido de tacto y kinestésico. Cuando un órgano sensorial
es tocado por la energía, funciona como un estímulo, como una unidad de
aflujo sensorial. Los estímulos desencadenan impulsos nerviosos (mensajes y
señales) que, a su vez, son transmitidos a lo largo del sistema nervioso hacia el
cerebro, donde el aflujo, es procesado.
Nuestros órganos receptores pueden ser activados por un estímulo externo, o bien puede el
estímulo provenir de una fuente interior.
No obstante, no respondemos simplemente de una manera pasiva a la estimulación procedente
de una fuente externa. Nuestras extremidades móviles y órganos sensoriales nos permiten ir a la
búsqueda de estímulos. Activamente empleamos nuestros receptores orgánicos para

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procurarnos información. Desplazamos nuestros ojos, cabeza, manos, el cuerpo entero.


Exploramos los campos luminosos, sonoros, odoríferos y táctiles que tenemos a nuestro alcance,
seleccionando lo que es pertinente y extrayendo información de allí.

Sistema perceptual
Nuestro sistema perceptual no solo recibe estímulos, sino que los busca activamente hasta
alcanzar una clara comprensión de su naturaleza.
Conceptualización
“Sin el concepto la percepción es ciega, sin la percepción el concepto es vacio” (M. Kant)

Agrupamos las percepciones en unidades, categorías o clases, basándonos en ciertas similitudes


entre ellas. A este proceso lo designamos como conceptualización. Experimentamos el mundo
en función de conceptos, de regularidades descriptibles de los objetos y sucesos, reales o
imaginarios.
Un concepto puede estar referido a un objeto tan material o tan imaginario, a una creación natural
o humana, a una entidad concreta o intangible, incluir a un grupo de personas o estar limitado a
una persona en particular.
La conceptualización deriva de nuestra necesidad de orientarnos en la vida, de agrupar
elementos que constituyen nuestro ambiente sobre la base de nuestras apetencias e intereses.
Filtra y canaliza los estímulos en categorías dotadas de significación. Nos habilita a simplificar y
a generalizar, a “recortar” los elementos del mundo que nos rodea dentro de clases y categorías.
Así simplificamos la información disponible.
Nos brinda también un sentido de que en el mundo hay orden, constancia y regularidad. Al
encasillar los estímulos, podemos vincular las sensaciones actuales con series anteriores de
organización y experiencia perceptual. Sin las categorías, nos veríamos avasallados por una
invasión incoherente y desarticulada de estímulos; mediante ellas nos es posible reducir al
mínimo el desorden, el caos y la confusión.
La conceptualización, entonces, nos permite desembrollar los estímulos atribuyéndoles
significado, “sacar a sintonía” a algunos de ellos y “entrar en sintonía” con otros. Podemos
seleccionarlos y agruparlos, tratando luego a estos grupos de estímulos como si fueran objetos.
En síntesis, conferimos sentido al mundo que nos rodea organizando o categorizando nuestras
experiencias mediante los conceptos.
La conceptualización y los procesos perceptuales

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“El mundo sólo existe en tus ojos, en el concepto que tú tienes de él. Puedes hacerlo tan grande o
tan pequeño como lo desees” (F. Scott Fitzgerald)
La figura representa al cubo de Necker, ejemplo clásico que nos
permite reparar en el proceso perceptual. Al observar
detenidamente la imagen, se observa que la percepción de ella
cambia: a veces la superficie parece estar en la parte posterior del
cubo, a veces adelante. Una vez que se observa este cambio, se
halla que la percepción fluctúa entre una y otra de estas dos
perspectivas sin esfuerzo alguno de su parte.
Esta figura nos proporciona un ejemplo sobre la forma en que se
emplea la conceptualización sobre la percepción. La
conceptualización es el medio por el cual llegamos a identificar los
sucesos y objetos del mundo. Los datos sensoriales nos sugieren
una hipótesis acerca de la identidad del suceso u objeto percibido.

Percepción de las personas


▪ La percepción de las personas se refiere a todos aquellos procesos mediante los cuales el individuo
llega a conocer a los demás y a concebir sus características, cualidades y estados interiores.
▪ Cada sujeto construye imágenes de los demás de una manera que les permita volver estable,
predecible y manejable su visión del mundo social.
▪ En la medida en que atribuye a otras personas rasgos estables y disposiciones permanentes, el sujeto
se juzga más capaz de comprender el comportamiento de aquellas y predecir su acción futura, y utilizar
estas ideas para orientarse en la interacción con ellas.

La formación de impresiones acerca de los otros


Cuando nos encontramos en presencia de otras personas, es característico que tratemos de
“calibrarlas”. Buscamos indicadores (señales y signos) que nos den información decisiva sobre
ellas. Nos interesa averiguar que rol cumplen, aspectos como su edad, seco, raza, clase social y
ocupación; queremos establecer su sinceridad y veracidad (saber si sus intenciones son las que
manifiestan, y si realmente son lo que pretenden ser).
Los psicólogos sociales han identificado una serie de factores claves que influyen en el proceso
mediante el cual nos formamos nuestras impresiones de los demás.
Rasgos centrales.
<Ejemplo de estudio en fotocopia, pág. 63> Asch realiza una investigación donde concluye que,
diferentes tipos de información acerca de una persona tienen distintos niveles de importancia en la
formación de impresiones sobre ella.
Ciertos rasgos personales parecen ser más centrales en un conjunto que en otro. Las investigaciones
sugieren que inferimos rasgos favorables de uno o más rasgos favorables que actúan como estímulos,
e inferimos rasgos desfavorables que actúan como estímulo.
Los modelos de la suma y del promedio.
No ha quedado claro aún cuales son los principios que subyacen en la formación de impresiones sobre
otra persona cuando la información que recibimos es compleja. Los dos modelos más simples al
respecto son lo de la suma (adición) y el promedio.
De acuerdo con el modelo de la suma, cada nuevo fragmento de información favorable aumenta el
atractivo que esa persona tiene para nosotros; dos rubros de información favorable siempre producirán
una impresión más favorable que uno sólo de ellos. En cambio, de acuerdo con el modelo del promedio,
el nuevo fragmento de información favorable no tendrá un efecto favorable salvo que esa característica
posea para nosotros mayor valor que la ya conocida, y entonces su efecto quedará diluido. Si el nuevo
rasgo descubierto tiene igual valor que el anterior, no se modificará nuestra impresión. Y si es menor

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valorado que el alto promedio anterior, disminuirá ese promedio y por ende el atractivo general de la
persona.
Efecto de Halo.
Si conocemos una de las características de un individuo, presuponemos que posee también algunas
otras características, a esto se lo denomina efecto de halo. Tendemos a considerar que una persona
que posee una serie de cualidades que estimamos (o desestimamos) es estimable (o desestimable) en
todos los demás aspectos.
El efecto de halo contribuye a esa ceguera que nos invade cuando nos enamoramos de alguien que
aún no conocemos bien. Las inferencias que hacemos derivan de una teoría implícita de la
personalidad, según la cual “la agradable tiende a tener atributos agradables, y la gente menos agradable
tiende a tener atributos menos agradables”.

Efecto de precedencia vs efecto de contigüidad temporal.


En un estudio de Asch, presentó a un grupo, una lista de rasgos sobre un sujeto que iba desde positivos
a negativos; y una lista aun segundo grupo, pero con los rasgos invertidos. Los sujetos se formaban
diferentes impresiones de la persona imaginaria. Asch (1946) llegó a la conclusión de que la información
ofrecida con anterioridad colorea nuestra percepción de la ofrecida subsiguientemente, a esto lo
denominó efecto de precedencia. En otro estudio en que se retrató a otro desconocido, Luchins (1957),
se observó el predominio y perdurabilidad de las impresiones iniciales.
En otros tipos de situaciones opera un efecto de contigüidad temporal: tendemos a ser más influidos por
lo que acabamos de presencia. Esto suele suceder cuando ya estamos familiarizados con un individuo
y obtenemos con posterioridad una serie de datos nuevos acerca de él. Además, el efecto de
precedencia puede disminuir si se advierte a los sujetos que no deben dejarse llevar por las primeras
impresiones.

Cualidades del perceptor.


<Ejemplo de caso de estudio pág. 70> No todos asignamos la misma importancia a rasgos como la
riqueza material, el atractivo físico, la inteligencia, la agilidad atlética, el esmero, la religiosidad, etc.
o Estructurales. o Personalidad.
o Motivacionales. o Valores y gustos.
o Corporales.

Procesos de la MEMORIA en la percepción social


La percepción no se produce en un vacío. Por el contrario, hacemos actuar en ella conocimientos
previos que hemos estructurado y almacenado en nuestras mentes para el procesamiento de
nueva información acerca de las personas.
Estudios demuestran que nuestros conocimientos anteriores afectan la interpretación que
hacemos de información nueva. Esto nos lleva a considerar la memoria. La memoria es la
retención de lo experimentado o aprendido y su activación al rememorarlo. Sin la memoria,
reaccionaríamos ante todo suceso como si fuera único. Y si no rememoráramos hechos, seríamos
incapaces de pensar o razonar.
Cuando recordamos una información ocurren tres cosas:
La codificación, proceso por el cual la información es introducida en el sistema de la memoria.
El almacenamiento, proceso por el cual la información es retenida hasta que se la necesite.
La recuperación, proceso por el cual se recoge la información cuando se la necesita.

Estas fases del procesamiento de la información han sido comparadas con un sistema de
archivos.
Los procesos de la memoria tienen importantes consecuencias para la percepción.

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No sólo atendemos de manera selectiva a la información que luego capturamos en la memoria,


sino que nuestros recuerdos de hechos y de personas sufren también alteraciones y distorsiones.
En síntesis, nuestra memoria es falible. A veces inventamos percepciones sin ninguna intención
de hacerlo; más aún, ni siquiera nos damos cuenta de que lo hacemos.

ATRIBUCION
En la vida cotidiana nuestras experiencias nos obligan a actuar como “psicólogos intuitivos” o
“pensadores constructivos”. Estamos forzados a juzgar las causas e implicaciones de nuestro
comportamiento y del de los demás. Y lo hacemos porque la percepción no es una mera cuestión
de sensaciones, sino también de interpretación. Si pretendemos desarrollar nuestras actividades
e interactuar con otras personas, necesitamos sacar conclusiones acerca de las características y
propiedades de las personas y situaciones con las que entramos en contacto. A estas actividades
cognitivas los psicólogos sociales las llaman atribución, el proceso por el cual el individuo explica
e interpreta los hechos que le acontecen. La atribución entraña la organización en unidades
significativas de la corriente continúa de información que nos llega del mundo.
Causalidad
Entre los conceptos que empleamos para dotar de sentido al universo de las sensaciones tiene
particular importancia el de causalidad, la atribución de una relación de causa y efecto a la
sucesión de dos fenómenos cotejados. Se basa en la predicción de que, si un suceso ocurre, otro
que sucede a este, lo hará nuevamente. De este modo, identificando la causa de un suceso, le
otorgamos significado.
Se distinguen dos clases de actuación:
a La causalidad interna, que consiste en la atribución de la responsabilidad por los sucesos a las
cualidades y rasgos personales de un individuo.
a La causalidad externa, que implica atribuir dicha responsabilidad a circunstancias ambientales y
situacionales que están fuera del alcance del individuo.

Una cantidad de estudios recientes sugieren que, en general, tendemos a pensar que
subyacentes en la conducta de otras personas hay factores internos, y en cambio insistimos en
que nuestra propia conducta está controlada por fuerzas exteriores. Creemos que escogemos
nuestras acciones de modo de adecuarnos a requerimientos particulares de cada situación, pero
que los demás lo hacen en virtud de sus rasgos, disposiciones y cualidades personales.
Otro estudio refleja que, diferencias de atribución proceden de que en uno y otro caso la base
de información es distinta. Conocemos nuestras propias actitudes, disposiciones y estados
interiores, pero esta información normalmente no está disponible para los demás. En
consecuencia, tendemos a focalizar nuestra atención en el ambiente que nos rodea más que en
nuestra propia conducta, mientras que es ésta la que centraliza la atención de las demás
personas.
Atribuciones



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Influencia del status sobre la percepción de la causalidad


Atribución del comportamiento. Las relaciones de status influyen en nuestra percepción de la
causalidad. <ejemplo de la campaña de sangre, pág. 76>
Convencimiento sobre los sujetos de alto status: factores interiores. En personas de bajo status,
lo atribuían factores externos.
o De otras personas: Determinado por factores internos.
o Nuestro propio comportamiento: Dominado por fuerzas externas.

Influencia del éxito y el fracaso


Los psicólogos sociales han mostrado, y esto no tiene nada de sorprendente ni novedoso, que
solemos atribuir un origen distinto a nuestros éxitos y a nuestros fracasos. Cuando tenemos éxito
en una tarea, tendemos a encontrar la causa en nosotros mismos, en tanto que cuando fallamos,
lo adjudicamos a factores ambientales, provenientes de la situación y de las acciones
emprendidas por nuestros rivales.
No es de asombrar que los maestros consideren que son la causa del éxito de sus alumnos, y en
cambio atribuyan deficiencias de estos últimos a su bajo nivel de inteligencia y a su escasa
motivación.
Otro factor que influye considerablemente en nuestra atribución de causalidad es la secuencia
de los desempeños de las personas (o sea, que sean primero buenos y después malo, o por el
contrario, primero malos y después buenos). <Ejemplo pág. 77>

Causalidad y motivación
Bernard Weiner ha basado en cuatro conceptos (suerte, capacidad, esfuerzo y dificultad de la
tarea) su enfoque de la atribución. Puntualiza que los psicólogos sociales han presumido que, al
hacer una atribución de causalidad interna, los individuos actúan sobre la base de inferencias
acerca de la capacidad personal (la inteligencia propia o ajena, la habilidad, los recursos de que
dispone el individuo, etc.); en contraste, cuando hacen una atribución de causalidad externa,
adjudican ésta a factores fortuitos.
Pero Weiner sostiene que estas premisas son inadecuadas y aún engañosas y propone que la
atribución sea examinada en términos de una dimensión de estabilidad (causa estable-inestable)
y una dimensión de control (causa interna-externa). El agregado de esta dimensión da origen a
cuatro factores de atribución:
- Esfuerzo (interna e inestable)
- Capacidad (interna y estable)
- Suerte (externa e inestable)
- Dificultad de la tarea (externa y estable)

Podemos atribuir un cierto suceso a la capacidad o esfuerzo nuestro o ajeno, a la mera suerte o
a la dificultad de la tarea.
La atribución en la dimensión de control (las explicaciones basadas en factores internos o
externos) influye en la forma en que nos sentimos acerca de nuestros éxitos o fracasos.
La atribución basada en la dimensión de estabilidad hace que esperemos un éxito futuro tras
un éxito inicial, y un fracaso tras un fracaso, porque partimos de la base de que las condiciones
permanecerán estables a lo largo del tiempo.

pág. 168
Psicosociología de las Organizaciones

FUNCIONES DE LA ATRIBUCIÓN
La atribución cumple una variedad de funciones:
Nos suministra explicaciones acerca de lo que acontece en nuestro mundo físico y social,
permitiéndonos abordar la vida munidos del principio del determinismo. Podemos suponer así que los
sucesos no se desenvuelven de una manera aleatoria o fortuita, sino que más bien opera en ellos la
causalidad, y concluir que el universo se caracteriza por ciertas regularidades y recurrencias.
Las atribuciones nos permiten predecir diversos acontecimientos. Podemos prever hechos cotidianos.
Juntas o separadas, la explicación y la predicción intensifican nuestro sentimiento de control sobre la
vida y el mundo. El proceso atributivo nos brinda conocimientos que podemos luego aplicar al manejo
de nuestro propio ser y de nuestro medio. Incrementa nuestra seguridad y promueve nuestra
autoconfianza.
Las atribuciones nos sirven para proteger, preservar o ampliar diversas creencias acerca de nosotros
mismo. Un cúmulo de investigaciones sugieren que es más probable que nos atribuyamos los
resultados positivos que los negativos. Como ya se dijo, tendemos a atribuirnos los éxitos y a atribuir
nuestros fracasos a los demás, a la situación o a diversos factores exteriores. Muchos de estos
mecanismos operan de modo de preservar o intensificar la autoestima.
Las atribuciones contribuyen a plasmar nuestro comportamiento. Basados en ellas, nos presentamos
ante los demás como una clase especial de persona, en la esperanza de obtener ciertos resultados.
Las atribuciones gravitan en la forma en que nos conducimos y actuamos en el mundo físico y social.

Percepción de la situación
“Lo que altera la naturaleza de la cosa es la predisposición del pensamiento” JL Eupheus.
Para los psicólogos sociales, una situación es el conjunto de factores sociales que influyen en la
experiencia o conducta de una persona en un lugar y momento determinados. Una situación es
un breve espacio temporal en el cual actuamos de maneras específicas.
DEFINICIÓN DE LA SITUACIÓN
Según qué estímulos “registremos”, qué enlaces establezcamos entre ellos y cuáles sean
nuestras interpretaciones de tales estímulos, puede emerger uno de muchos mundos posibles,
visiones muy diferentes entre sí. En el curso de la vida diaria plasmamos “un mundo invisible”
compuesto de diversas concepciones. Forjamos activamente la realidad al comunicarnos e
interactuar con los demás.
W. I. Thomas (1937): “Con anterioridad a cualquier acto autodeterminado hay siempre una etapa de
examen y deliberación, a la que podemos llamar la definición de la situación”
La forma en que definimos la situación gravita profundamente en nosotros y en los demás.
Los sociólogos han puntualizado que, si los seres humanos definen una situación como real, ésta
es real en sus consecuencias. (Thomas, 1931)
DEFINICIONES COMPARTIDAS DE LAS SITUACIONES
“En la mayoría de los casos no vemos primero para luego definir, sino que definimos primero para
luego ver. Dentro del lozano y zumbante galimatías del mundo externo, escogemos aquello que
nuestra cultura ya ha definido previamente para nosotros, y luego tendemos a percibir lo que hemos
escogido bajo la forma estereotipada en que nuestra cultura nos lo ha establecido” Walter
Lippmann
En el fondo, la vida humana consiste en los actos de los individuos, o, más exactamente, consiste
en actos interhumanos, sociales. Un acto social es una conducta orientada hacia otra persona o
personas, o influida por otra persona o personas. Cualquier cosa que hagamos, necesariamente

pág. 169
Psicosociología de las Organizaciones

estaremos inmersos en el mundo de los demás. Al tomar en cuenta a los otros nos percatamos
de ellos, los discernimos y evaluamos, nos sintonizamos con el significado de sus actos y
procuramos colegir qué es lo que piensan e intentan hacer.
Por lo tanto, las actividades de los otros se incorporan, como factores efectivos, en la formación
de nuestra conducta. A lo largo de este proceso podemos iniciar una determinada línea de acción
o concluirla, abandonar o posponer otras, revisar, verificar, intensificar o transformar diversos
cursos de acción. Tenemos que organizarnos, construir y negociar líneas de conducta.
Si hemos de ajustar mutuamente nuestros cursos de acción, precisamos significados
coincidentes, definiciones compartidas de las situaciones. Tenemos que alcanzar un
entendimiento común acerca de las actividades de la vida, establecer un esquema o mapa que
nos diga, en términos mas bien generales, qué podemos esperar de los demás y qué pueden
ellos esperar de nosotros. Llamamos cultura a estos mapas cognitivos (mentales) compartidos
que nos brindan guías y señales indicadoras para la vida social.
A menudo, las definiciones de situaciones a que llegamos en una oportunidad nos sirven también
para otras ocasiones futuras. La coherencia con que definimos una sucesión de situaciones
proviene del hecho de que, vemos el mundo siempre desde el mismo ángulo, y compartimos
culturalmente este ángulo con nuestros coetáneos. Tenemos con ellos un vocabulario común
de símbolos y de rótulos (términos y significados normalizados) que permiten que el flujo de la
interacción avance sin tropiezos.
Las definiciones de las situaciones (significados) no son una propiedad absoluta, objetivamente
inherente a los objetos o a las circunstancias, sino que más bien resultan plasmadas en la
interacción social y mantenidas a través de esta.
<Ejemplos en pág. 86>

RESUMEN
La percepción es el nexo mediador entre el sujeto y su ambiente. Sin ella, el individuo carecería de experiencia
y la sociedad humana no podría existir.
Nuestro sistema perceptual no sólo recibe los estímulos, sino que los busca activamente hasta alcanzar una
clara compresión de su naturaleza.
La conceptualización nos permite agrupar elementos del ambiente sobre la base de nuestras apetencias e
intereses, simplifica la abundante información que está a nuestro alcance, y nos brinda un sentido de orden,
constancia y regularidad en el mundo.
Al percibir, exploramos nuestro aflujo de estímulos en procura de aquellos rasgos que se equiparen con las
especificaciones de un concepto.
Cuando estamos en presencia de otros, lo típico es que procuremos comprenderlos o calibrarlos. En este
proceso, cumplen un papel importante los rasgos organizadores centrales, la suma y el promedio de rasgos, el
efecto de halo, el de precedencia y el de inmediatez temporal, y las características o cualidades del perceptor.
Los procesos de la memoria influyen en la percepción social. La codificación implica la selección activa de
información. Pero nuestra atención selectiva a la información para captarla luego en nuestra memoria no es lo
único que opera. El recuerdo de sucesos y personas sufre también alteraciones y distorsiones.
En la vida cotidiana nuestras experiencias nos fuerzan a actuar como “psicólogos intuitivos”, juzgando las causas
e implicaciones de nuestro comportamiento y el ajeno. Esto deriva del hecho de que la percepción no es
simplemente un proceso de sensaciones sino también de interpretaciones. Un concepto importante para
conferir sentido al universo de la sensación de nuestra atribución de causalidad a la sucesión de dos fenómenos
cotejados.
Varios estudios de los últimos tiempos sugieren que la mayoría de los individuos tienden a considerar que el
comportamiento de otras personas está determinado por factores internos, en tanto que insisten en que su
propio comportamiento es gobernado por fuerzas externas.

pág. 170
Psicosociología de las Organizaciones

Atribuimos un origen distinto a nuestros éxitos que a nuestros fracasos. Cuando tenemos éxito en una tarea,
solemos pensar que la causa radica en nosotros; cuando fracasamos, pensamos que la causa procede del medio,
la situación o la acción de nuestros rivales.
Las atribuciones cumplen variadas funciones. Primero, nos proporcionan explicaciones sobre lo que acontece
en nuestro mundo material y social. Segundo, nos permiten predecir diversos sucesos. Tercero, nos sirven para
preservar, mantener o ampliar determinadas creencias acerca de nosotros mismo. Cuarto, nos ayudan a forjar
nuestro comportamiento, especialmente en lo que atañe a nuestra presentación ante los demás.
El contexto situacional en que se producen los estímulos influye en su interpretación. Según los estímulos que
registremos, los enlaces que establezcamos entre ellos y la interpretación que hagamos de tales estímulos,
puede surgir ante nosotros uno de muchos mundos posibles. Al participar en la vida social, no es por ello
indispensable arribar a una definición de la situación.
Si los seres humanos definen una situación como real, ella es real en sus consecuencias.
Si debemos acomodar mutuamente nuestros respectivos cursos de acción, necesitamos significados
(definiciones culturales) compartidos acerca de la situación.

pág. 171
Psicosociología de las Organizaciones

Texto: Las decisiones en grupo (Willem Doise y Serge Moscovoci)

A. Decisiones de los individuos y decisiones de los grupos

a) Todos nosotros somos miembros de un grupo

Cada uno de nosotros participa, con mayor o menor frecuencia, en reuniones de comités y
grupos varios. En ocasiones es por gusto, otras para un trabajo y en otras para tomar una
decisión. En estas últimas, se trata de situaciones en que debemos tomar una decisión, en
tales situaciones existen varias reglas y varias soluciones, casi tan buenas las unas como
las otras. Así, resulta imposible evaluar las decisiones tomadas en relación con una sola
norma explícita que sería, por ejemplo, de naturaleza moral, científica o política. Esto no
significa que tales decisiones carezcan de importancia.
Debemos sabes cómo una suma de individuos elige una solución entre varias. El
psicosociólogo se interesa por este tema por dos razones: una práctica y una teórica.
Razón práctica: Las decisiones de grupo a menudo resultan decepcionantes e inapropiadas.
Todos quieren llegar a aun acuerdo y a su vez, hacerse oír. Así, negocian y concluyen
compromisos. El producto final es una mezcla en la que cree ninguno de ellos. Esto tiene
por resultado que muchos consideren que las reuniones son algo totalmente inútil, dejan
de interesarse en estas reuniones, dejan de asistir y, así, las decisiones del grupo son
sustituidas gradualmente por las preferencias de un solo individuo.
La razón teórica de todo ello resulta evidente. A menudo se piensa que los grupos toman
sus decisiones de la misma manera que los individuos, suponiendo que cada uno de los
participantes es un individuo racional y moral. Para elegir, en definitiva, la que presente las
mayores ventajas y los menores inconvenientes. En la mayor parte de los casos girarían
alrededor del promedio, del compromiso entre las opiniones y las preferencias de cada
individuo, pero las cosas no suceden así. Los compromisos, al intentar satisfacer a todo el
mundo, no satisface a nadie. En pocas palabras, existe una diferencia entre las decisiones
de los individuos y las decisiones de grupos.
b) Decisiones individuales y decisiones colectivas

El texto no ahonda mucho la cuestión. Hace referencia al libro del Irving Janis (1972) donde
estudia la manera en que los comités de gobierno de Estados Unidos han tomando sus
decisiones en situaciones de guerra (leer caso completo en fotocopia, pág. 262). Allí,
detallando que todas las decisiones han terminado en fracasos, se pregunta ¿Por qué? y lo
explica a través de la naturaleza colectiva de estas tomas de decisión, destacando entre
otras las siguientes:
o Una creencia indiscutida en la moralidad inherente al grupo, que lleva a sus miembros a no tomar en
consideración las consecuencias morales o éticas de sus decisiones.
o Una presión directa sobre cualquier miembro del grupo que expresase fuertes argumentos en contra
de los estereotipos, ilusiones o compromisos del grupo, presión destinada a hacerle comprender con
toda claridad que ese tipo de disidencia va en contra de lo que se espera de todos los miembros leales
del grupo.
o La autocensura de aquellos que se desvían del consenso aparente del grupo.
o La ilusión compartida unánimemente sobre los juicios conformes con la opinión de la mayoría. Esta
ilusión proviene en parte de la autocensura de las desviaciones y aumenta debido a la errada suposición
de que quien calla otorga.

c) El pensamiento grupal

pág. 172
Psicosociología de las Organizaciones

Todos los individuos que participan en la toma de decisión son, en principio, individuos razonables. Por
consiguiente, son capaces de elegir la mejor solución para un problema. Pero a menudo la decisión de
todos es menos buena que la decisión de cada individuo. Esta decisión no maximiza las ventajas que se
espera de ella, ni minimiza los inconvenientes que deja prever, esta decisión es irracional.
Esto demuestra que las decisiones de los individuos son diferentes de las decisiones de los grupos. Estas
manifiestan la existencia de un pensamiento grupal de características particulares. Este pensamiento será
fuente de ilusiones, de imprudencias y de ideas preconcebidas, y tendrá por resultado una menor eficacia
intelectual y un menor contacto con la realidad, un debilitamiento de los juicios morales. Lo que una
persona piensa o hace cuando se encuentra sola no permite prever lo que pensará o hará cuando esté
reunida con otras personas. Es necesario comprender cómo se tomas las decisiones colectivas y evitar
reducirlas a un proceso puramente individual.
Oberschall reconoce: “Las teorías de los conflictos de grupo deberán conceder una particular atención a la
estructura de los grupos y a las propiedades de grupo que se derivan de ella. No cabe suponer que el
comportamiento de un grupo es pura y simplemente análogo al comportamiento individual. El conocimiento
psicosociológico ayudará a que los teóricos del conflicto desvelen las propiedades del grupo”.

B. El dilema: cambiar o no cambiar

a) Efecto de normalización y efecto de polarización

En general se considera que una decisión o un juicio son racionales cuando representan un punto medio
o un compromiso. Pero, ¿qué significa dicho punto medio o dicho compromiso? Tan sólo que la opinión o
la elección de cada individuo ha sido tomada en cuenta y que, a través de concesiones mutuas, se ha
definido una opinión o elección común, prevalece el punto de vista de la mayoría. Diremos que estas
decisiones traducen un efecto de normalización; el punto medio de las opiniones o de los juicios se ha
convertido en la norma de todos.
Sin embargo, en otras circunstancias se observa un comportamiento diferente. Los individuos presentan
de forma sucesiva sus opiniones o juicios, discutiéndolos. Luego, toman una decisión. Y para sorpresa de
muchos, esta decisión se aleja del punto medio o del compromiso. Tiende a aproximarse a uno de los
polos del espectro de las opiniones y de los juicios que existían previamente en e l grupo. Podemos creer
que se sitúa más bien del lado de la minoría. En ese caso la decisión revela un efecto de polarización.
El efecto de normalización es conocido desde hace mucho tiempo. Se le consideraba algo natural e
inherente a la naturaleza de los grupos. Por el contrario, el efecto de polarización ha sido descubierto más
recientemente, habiendo sido confirmado en gran número de circunstancias.
¿Cuál es el sentido de estos efectos?
No hay problema para reconocer que el primero tiende a conservar el statu quo. En efecto, los miembros
del grupo acuerdan encontrar una norma que cada uno pueda aceptar y que tenga en cuenta sus
posiciones respectivas. Pero como dichas posiciones a menudo son muy próximas, la decisión que
conduce a la norma confirma en realidad el punto de vista del número mayor. El segundo efecto, por el
contrario, traduce un cierto cambio. En lugar de buscar un compromiso, los miembros del grupo se alejan
de él, tendiendo así a darse una norma más extrema, a tomar una posición que incluya el punto de vista
de los individuos más desviados. O bien, si se quiere, conceden un mayor peso que el acostumbrado a las
opiniones y juicios minoritarios. En ello reside la novedad del efecto de polarización.
De esta forma, nos encontramos en presencia de dos categorías de fenómenos en materia de decisiones:
los fenómenos de normalización y los fenómenos de polarización.
En toda situación de toma de decisión nos encontramos ante un conflicto entre opiniones, juicios y
soluciones diferentes. Si no existe diversidad y, por consiguiente, conflicto, tampoco hay necesidad de
elegir y decidir. Todo depende de la manera como se aborde este conflicto. Por una parte, se intenta
evitarlo, ya sea imponiendo la autocensura, haciendo callar a los disidentes o bien creando la ilusión de
una unanimidad establecida de antemano. Debido a ello se reducen al mínimo las discusiones e
interacciones entre los individuos. Por la otra, se deja que el conflicto se entable y se da a los diferentes
puntos de vista la posibilidad de expresarse, incluidos los puntos de vista disidentes. Esto significa que los
miembros del grupo tienen la libertad de discutir e interactuar de manera relativamente intensa.

pág. 173
Psicosociología de las Organizaciones

En resumen, el grado de implicación y de conflicto dentro del grupo determina el sentido de la decisión
que éste tomará. Esta decisión tiende al punto medio o al compromiso – hacia la normalización – si el
grado de implicación y de conflicto es bajo, y hacia un extremo – es decir, hacia la polarización – si dicho
grado es más elevado.
b) El fenómeno de polarización

o Mientras mayor sea la implicación, más polarizadas serán las decisiones.


o La cuestión reside en saber cómo aumentar o disminuir la implicación. La solución es relativamente
simple: basta con presentar un cuestionario que pide a los sujetos que se comprometan de formal
personal y, el mismo cuestionario, pero con carácter más impersonal y objetivo; a partir de eso medir.
o El fenómeno de polarización es un fenómeno general.
o Podemos observarlo en aquellos casos en que las decisiones son en temas muy variados.
o Además, depende del grado de implicación de los individuos y de la importancia que reviste la decisión
para ellos.
o El conflicto lo favorece el lugar de restringirlo.
o Cuando el conflicto es posible, también lo es el cambio.

c) Decisiones, discusiones y cambios

Hay ciertas condiciones que facilitan que se dé el fenómeno de polarización.


La influencia que ejerce la discusión sobre las discusiones tomadas en grupo. Esta influencia parece tener
una doble función: por una parte, combatir la propensión hacia la uniformidad dentro del grupo y, por la
otra, hacer que cada individuo tome conciencia de que la solución elegida es producto del grupo. De esta
forma pone una vez más en duda el carácter inamovible de los juicios y las opiniones. De manera que, tras
sólo haber visto una única solución, es posible ver varias. Esperábamos encontrar unanimidad y nos
hallamos con el desacuerdo y la diversidad.
La discusión resulta importante. Y debe haber un lazo entre ella y la polarización colectiva de las
decisiones. Myers (1982) sugiere que la dirección de los argumentos y su novedad intervienen de forma
decisiva. En efecto, parece probable que, en las discusiones en grupo, a menudo encontremos nuevos
argumentos en los que nadie había pensado con anterioridad. Por otra parte, los argumentos expuestos
pueden ir en contra de los puntos de vista defendidos inicialmente por los individuos. Sin embargo, hay
que suponen que estos nuevos argumentos determinan la dirección del fenómeno de polarización. En
pocas palabras, los grupos innovan.
Las normas y los valores de la sociedad adquieren un mayor peso durante la discusión y la decisión
colectiva.
La relación entre la polarización y la discusión en grupo parece un hecho firmemente establecido.
Podríamos preguntarnos si esta relación tan sólo tiene un efecto porque los individuos dan a conocer sus
posiciones a los demás: “yo estoy muy en contra”, “yo estoy más bien a favor”, etc. Y que después las
comparen para elegir una de ellas. O si esto se debe a que existe algo más: un verdadero intercambio de
argumentos e ideas.
La polarización es la aceptación de una tendencia inicialmente dominante en un conjunto de grupos.
Ahora bien, parece que la polarización sólo puede tener lugar en dirección a la norma exterior. En pocas
palabras, no es posible polarizar cualquier cosa, en cualquier dirección. Por consiguiente, resulta
sumamente instructivo darse cuenta de hasta qué punto los argumentos descubiertos durante los debates
en grupo determinan este desplazamiento de las decisiones comunes hacia la extremidad. Pero tampoco
resulta menos instructivo constatar que la dirección que toman dichos argumentos es la de la norma de la
cultura y del entorno social en el que se encuentra sumergido el grupo.

pág. 174
Psicosociología de las Organizaciones

Son tomadas en cuenta las elecciones, puntos de vista o compromisos de las


distintas personas, y a través de concesiones mutuas, se define una opinión
común. Se busca reducir el conflicto y la tensión, es decir, se busca el status
quo; pero se disminuye la calidad de decisión del grupo. Se lo considera un
Normalización fenómeno normal e inherente a la naturaleza de los grupos. Se acuerda
encontrar una norma en la que cada uno pueda tomar una posición relativa;
pero la decisión termina confirmando el punto de vista de las mayorías.
Por lo general se da en grupos más bien burocráticos; Hay líderes autocráticos
que no toleran el cambio.

Se presentan las ideas o juicios de cada sujeto; luego por medio de un debate
se llega a una decisión que se aleja del punto medio o del compromiso. En lugar
de buscar el compromiso, los miembros del grupo se alejan de él, tendiendo a
darse así una norma más extrema, a tomar una posición que incluya el punto
de vista de los individuos más desviados. Se concede mayor peso que el
acostumbrado a las opiniones y juicios minoritarios. Ha sido descubierto más
Polarización recientemente.

El conflicto favorece al cambio, en lugar de restringirlo La comunicación es


fundamental, ya que permite el verdadero intercambio de argumentos e ideas.
La comunicación de ambos factores, comunicación de posiciones (favor,
contra) y la búsqueda individual de argumentos, conduce a una polarización
muy fuerte.

D. ¿Qué facilita y qué impide el conflicto en un grupo?

a) Relaciones formales y relaciones informales

Todo lo que disminuye la intensidad y la frecuencia de las interacciones sociales disminuye el conflicto y
favorece el compromiso entre los individuos. Por el contrario, todo lo que permite poner de relieve puntos
de vista diferentes y su confrontación, conduce a la polarización y, por consiguiente, al cambio y a la
interacción. Evidentemente hay que invertir la cadena de las causas para tener una visión exacta de las
cosas. Experiencias demuestran que, al disminuir la interacción social y, por ende, la ocasión de discusión
y conflicto, también disminuye el grado de polarización colectiva. Y uno de los medios mediante los cuales
la sociedad llegar a reducir los intercambios entre sus miembros consiste en preconizar relaciones
formales dentro de un grupo. En suma, el formalismo en la discusión conduce al compromiso o a la media
en la decisión.
El conflicto es menor cuando el grupo es más formal, cuando existe una autoridad o una mayoría
determinada. O bien cuando las personas se hallan poco implicadas y sus opiniones tienen menor
importancia para ellas (Normalización).
Por el contrario, el conflicto es mayor en los grupos menos formales y menos igualitarios. Cada individuo,
incluida la minoría, puede defender su punto de vista; se sienten más implicados. Si creemos firmemente
en algo o si consideramos que tenemos razón, haremos todo lo posible por convencer a los demás, para
llevarlos a compartir nuestro punto de vista (Polarización).
A mayor grado de implicación, más polarizadas serán las decisiones. Todo lo que disminuye la intensidad
y la frecuencia de las interacciones sociales, disminuye el conflicto y favorece el compromiso entre
individuos (disminuye el grado de polarización colectiva). Es decir, el formalismo en la discusión conduce
al compromiso o a la “media” en la decisión.
Por el contrario, todo lo que permite poner de relieve puntos de vista diferentes y su confrontación,
conduce a la polarización, al cambio y a la interacción.
La cuestión reside en saber cómo aumentar o disminuir la implicación. La solución es: pedir mayor
compromiso personal (cuestionario escala Likert) o bien pedir mayor carácter impersonal y objetivo
(cuestionario escala Thurstone). Los individuos adoptan actitudes más extremas cuando se hallan
comprometidos personalmente, que cuando deben emitir un juicio más impersonal.

pág. 175
Psicosociología de las Organizaciones

A modo de resumen, el grado de implicación y de conflicto dentro del grupo determina el sentido de la
decisión que éste tomará. Esta decisión tiende al punto medio o al compromiso (normalización) si el grado
de implicación y conflicto es bajo. Tiende hacia un extremo (polarización) si dicho grado es más elevado.
Al disminuir la interacción social y, por ende, la ocasión de discusión y el conflicto, también disminuye la
polarización colectiva.
IRREVERSIBILIDAD DEL TIEMPO. Moscovici cuenta que algunos dicen que la normalización es más
Inherente al ser humano y racional; para él lo son igual, solo que las diferencia el objetivo: Conservar el
status quo o cambiar.

b) La jerarquía

Otro factor que actúa en la misma dirección y con notable nobleza: la jerarquía y el liderazgo.
Existen tres estilos de liderazgo: autoritario, democrático y de dejar hacer. El primero interfiere en mayor
medida en el grupo que el segundo, y éste más que el tercero. De este modo, la influencia de la jerarquía
va en disminución. Según la teoría de los autores, el conflicto y las interacciones disminuyen a medida que
aumenta la autoridad. Por consiguiente, los grupos provistos de un líder “dejar hacer” deberían cambiar en
mayor medida y tomar decisiones más extremas que aquellos provistos de un líder autoritario o
democrático. Evidentemente se espera que los grupos sin líder se polaricen más que los otros.
Si se organiza el espacio ocupado por un grupo o si se hace intervenir la autoridad, los individuos cambian
menos sus actitudes, tendiendo incluso hacia el compromiso, la media, en una palabra, hacia el statu quo.
Solamente cuando se menosprecia el procedimiento, se calienta el espacio y se disminuye la influencia
de la autoridad, los grupos se alejan del compromiso, de la media y tienden hacia posiciones mas
extremas. En estos últimos casos, los grupos discutieron de forma más intensa, confrontaron sus puntos
de vista y permitieron a todos, incluyendo a los desviados, que expresaran su opinión.

E. Conclusión
Las decisiones colectivas dependen de muchos factores.
Diferencia entre decisiones individuales y decisiones colectivas.
Distinguir dentro de las decisiones colectivas dos fenómenos: de normalización y de polarización. Se
pretende que el primero es más inherente a los grupos y más racional.
Algunos factores (relaciones formales y jerarquía) reducen los conflictos y los intercambios y la amplitud
del cambio.
Podemos proponer algunas líneas para mejorar las decisiones:
1. Las diferencias de opinión son naturales y previsibles. Hay que tomarlas en serio. Debemos buscarlas,
provocarlas si es preciso, haciendo que cada individuo participe en el trabajo de discusión y decisión. Los
desacuerdos pueden ayudar al grupo para que tome su decisión, ya que, al hacer intervenir una mayor
gama de juicios y opiniones, aumentan las probabilidades de encontrar argumentos y soluciones válidas
en las que no se pensaba en un principio.
2. Deben abolirse las técnicas que reducen el conflicto, como los promedios, los votos mayoritarios, las reglas
de procedimiento, los tiempos impuestos, etc.
3. Hay que hacer todo lo posible para dar a cada individuo la posibilidad de defender su punto de vista con
firmeza. Hay que evitar hacer concesiones únicamente para evitar el conflicto y lograr el acuerdo y la
armonía. Cuando se llegue a un acuerdo con demasiada rapidez o facilidad, hay que estar alerta. Sólo
debemos ceder ante posiciones que hayan sido objeto de una discusión y un examen crítico.
4. No debemos recurrir a los estereotipos, a las soluciones prefabricadas y no debemos utilizar argumentos
de autoridad. Debemos escuchar y observar las reacciones de los otros miembros del grupo,
considerándolas atentamente antes de formular nuestra opinión de forma personal.

Estas resultan más fáciles de escribir que de aplicar. Todo depende de las circunstancias, de los intereses
y de la implicación de los participantes.

pág. 176
Psicosociología de las Organizaciones

Texto: Organizaciones sociales y Comportamientos (Jean M. GUIOT)

ESTRATIFICACIONES Y RELACIONES DE PODER


Las estratificaciones (separación entre clases o grupos de miembros) y las relaciones de poder que se
producen en la composición social de las organizaciones, se derivan del hecho de que éstas se basan en
un orden negociado.
Influencia, poder y autoridad
<ejemplo del policía haciendo control> En el ejemplo, se denota la influencia que tiene el policía sobre los
automovilistas, esta influencia hace referencia a una noción de control, ésta permite establecer una
distinción entre las tentativas de influir sobre la conducta, según conduzcan a la satisfacción de una
intención (control) o que fracasen en este intento.
El poder es potencial, denota la capacidad de ejercer una influencia positiva.
El poder legitimo es aquel que designa la noción de autoridad. La autoridad es el derecho a ejercer un
control sobre determinadas personas en ciertas circunstancias. Es el poder legitimo de que dispone un
individuo o grupo, en virtud de la posición que ocupa dentro de un sistema social cualquiera. Toda
impugnación de la legitimidad del poder y su distribución en el sistema, amenaza con destruir la estructura
de autoridad del mismo.

Relaciones de poder
Pueden identificarse diferentes bases de poder.
<Llamaremos A y B a dos entidades sociales que forman los polos de una relación de poder>

a) El poder de recompensa: se basa en la capacidad atribuida a A por B (percepción de B) de otorgarle


recompensa o ventajas diversas. En la relación, el poder de A es mayor cuanto más aprecia B las
recompensas que A puede proporcionarle y cuanto mayores son sus probabilidades de recibirlas si se
conforma y acepta las expectativas de A. Sólo en la medida en que A comprueba la conformidad de B
con sus expectativas, puede B recibir dichas recompensas. Esto se llama poder remunerativo.
b) El poder de coerción: se basa en la capacidad atribuida a A por B de infligirle castigos. El poder de que
dispone A se basa en el temor de B a sufrir un castigo si no se conforma con las expectativas de A. Este
poder es mayor cuanto más temor al castigo siente B y cuanto más cuenta se da de que hay una gran
probabilidad de sufrirlo si no se adapta a las exigencias de A. La supervisión que ejerce A sobre el
comportamiento de B desempeña un papel decisivo.
c) El poder legítimo: (o autoridad), está basado en la percepción de B según la cual A tiene derecho a
prescribir su conducta en determinadas circunstancias. Este poder se deriva de la aceptación por parte
de B de normas que reglamentan su relación con A. Puesto que este tipo de poder se basa en una
interiorización de las normas, el control ejercido por A no depende de la supervisión que ejerce sobre
B. Si B da mientras de conformidad, es porque está convencido de la necesidad moral de hacerlo.
d) El poder de referencia: se basa en la identificación de B con A, es decir, en su deseo de formar con A una
sola unidad o de estar en estrecha relación con A. Como consecuencia de esta relación, B llega a
experimentar el sentimiento gratificante de que él es como A, por lo cual tiende a adoptar sus mismas
maneras de pensar, de juzgar y de comportarse. La noción de grupo de referencia se aplica en este
caso cuando A es un grupo con el que B tiende a identificarse. A ejerce influencia sin aplicar ninguna
supervisión o vigilancia sobre B.
e) El poder de competencia: se basa en la percepción de B según la cual A posee amplios conocimientos o
una experiencia única en un determinado terreno.

El poder es esencialmente una propiedad inherente a las relaciones particulares. Toda relación de poder
implica necesariamente una relación de dependencia basada en las necesidades o los valores (normas
interiorizadas) de las entidades sociales que, en consecuencia, son susceptibles de determinados intentos
de influencia.

pág. 177
Psicosociología de las Organizaciones

El poder de que dispone A en una determinada relación suele ser limitado. Por ejemplo, puede permitirle
a A controlar los actos de B en algunas situaciones, pero no en otras. La extensión de dominio sobre el
cual se ejerce el poder varía considerablemente según la base de la relación.
Las relaciones de poder casi nunca son asimétricas. El hecho de que A ocupe una posición de poder con
respecto a B, no excluye la posibilidad de que B tenga también un poder sobre A. En efecto, son raras las
relaciones fundadas sobre una base única de poder.

Estructuras de autoridad y relaciones de poder


Las estructuras de autoridad consagran la distribución del poder legítimo entre los niveles jerárquicos.
Ratifican el derecho de algunos miembros a ejercer una influencia sobre los demás, dentro del dominio
de alginas actividades delimitadas (esferas de autoridad)
Las relaciones de poder que determinan estas estructuras se consideran asimétricas: si A posee autoridad
sobre B, B no puede tenerla sobre A. Por lo demás, se supone que estas relaciones son transitivas: si A
tiene autoridad sobre B y B la tiene sobre C, se supone que A tiene también un poder legítimo sobre C. Por
último, en estas relaciones toman parte, en diversos grados, otras bases de poder, que son los poderes de
recompensa y de coerción. La asociación de estas bases confiere a cualquiera que ocupe una determinada
posición en la jerarquía el derecho a impartir órdenes, a recompensar y a castigar en nombre de la
organización.
Algunos detalles sobre el papel desempeñado por las estructuras de autoridad en el funcionamiento de
la organización: el carácter formal de estas estructuras, definen lo que puede hacerse legítimamente, pero
son inadecuadas para indicarnos qué es lo que se hace realmente.
La autoridad no constituye más que un tipo de poder, cuya movilización por parte de los jefes jerárquicos
de los diferentes niveles resulta a veces insuficiente para la realización de sus tareas.
Las relaciones de poder que se desarrollan al margen de las estructuras formales, perturban la verticalidad
de las relaciones de subordinación definidas por las estructuras de autoridad. El carácter precario de éstas
se acentúa aún más por las relaciones de poder asociadas a las estratificaciones de la composición social.

Estratificaciones y relaciones de poder


La configuración de las estratificaciones de la composición social y las relaciones de poder que las
acompañan surgen de procesos complejos en lo que intervienen los miembros, los objetivos, las
estructuras, las tecnologías y el medio ambiente de la organización.
Toda organización puede considerarse en dos dimensiones:
X La dimensión horizontal corresponde a la división técnica del trabajo y representa la distribución de los
miembros en las diversas unidades organizativas (por ej.: los departamentos funcionales)
X La dimensión vertical se refiere a la división social del trabajo; en este caso, los miembros están
colocados en distintos estratos esencialmente según las diferentes de acceso a las recompensas y a
las fuentes de poder, y según el prestigio que de él se deriva.

Estas dos dimensiones definen un universo en el que se actualizan no sólo las relaciones funcionales de
producción, sino también las relaciones colectivas entre estratos organizativos. En este, los miembros
adquieren la experiencia de las estratificaciones inscritas en las dos dimensiones.

Relaciones de poder según dimensión horizontal


Pueden formularse algunos supuestos generales sobre las relaciones de poder entre unidades
organizativas y especialmente sobre aquellas que confieren a algunas unidades un poder considerable
frente a las restantes unidades. El poder del que dispone una unidad tiende a ser mayor en la medida que:
• La unidad consigue adquirir recursos indispensables para el funcionamiento de la organización.
• La unidad proporciona una serie de productos sin los cuales no podrían desempeñarse las tareas de
otras unidades (posición central ocupada por la unidad que tiene relaciones con las demás).

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Psicosociología de las Organizaciones

• La unidad suministra productos que no pueden adquirirse de otras fuentes (sustitución problemática).
• La unidad contribuye a reducir las condiciones de incertidumbre en las que operan otras unidades o el
conjunto de la organización.

Un ejemplo de todo esto podría ser las relaciones entre grupos de obreros (examinadas por Crozier). En
las relaciones entre obreros de producción y el personal de mantenimiento, éste dispone de un poder
considerable que se basa esencialmente en que sólo los obreros de mantenimiento son capaces de
reparar y de controlar la fuente de incertidumbre que constituye la detención de las maquinas (por averías,
etc.)

Relaciones de poder según dimensión vertical


A lo largo de la dimensión vertical se escalonan estratificaciones que varían de una organización a otra por
su multiplicidad, la distancia social que las separa, las posibilidades de pasar de un estrato a otro
(movilidad), el grado de solidaridad entre los estratos y por la polarización de los estratos. Se pueden
distinguir dos sistemas de estratificación, cada uno de los cuales lleva a la superposición de los estratos
que le son propios.
> En primer lugar, el sistema de estratificación ligado a los mecanismos de asignación de recompensas
(repartición de los ingresos). Estos conducen a una escisión fundamental en la composición social,
escisión que hay que contemplar dentro del contexto socioeconómico en el que se desenvuelve la
organización. A este nivel se actualizan las relaciones de producción que se caracterizan esencialmente
por las relaciones de propiedad.
> Por otro lado, el sistema de estratificación asociado con las estructuras de autoridad. Las
estratificaciones que de ellas se derivan suelen encontrarse en estrecha relación con las que
acompañan a los mecanismos de asignación de recompensas. Las estratificaciones resultantes de
ambos sistemas pueden discrepar. Por otra parte, el grado de correspondencia entre los dos sistemas
de estratificación pueden verse considerablemente afectado cuando la composición social en su
conjunto controla el sistema legislativo de la organización.

La superposición de estos dos sistemas da origen a reagrupamientos de estratos, una de cuyas


expresiones es la escala de estratificación socioprofesional. Se trata de las oposiciones, oportunidades y
restricciones que manifiestan la percepción de la estratificación de los miembros en función de su posición.

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