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HISTORIAGENDA |  ABRIL - SEPTIEMBRE 2020

THE TRANSFER OF CONTENTS IN HISTORY: A

DEFENSE
FOR ITS TEACHING IN HIGH SCHOOL
AND A MILESTONE TO THINK ABOUT
WHY STUDY IT TODAY

Recibido: 23 de marzo de 2020


Aprobado: 8 de abril de 2020

“El puente que hemos estado construyendo todo este tiempo nunca estará
terminado”, 32 x 39, acrílico sobre madera aglomerada, 2019

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LA TRASLACIÓN DE CONTENIDOS EN LA HISTORIA: UNA

DEFENSA
PARA SU ENSEÑANZA EN EL BACHILLERATO
Y UN HITO PARA REPLANTEARNOS PARA
QUÉ ESTUDIARLA HOY

VÍCTOR MANUEL SANDOVAL GONZÁLEZ

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RESUMEN ABSTRACT

El presente artículo tiene como propósi- Abstract


to mostrar que la traslación de contenidos This article aims to show that the trans-
académicos en contenidos escolares en la lation of academic content into school
enseñanza de la historia, debe partir de content in the teaching of History, should
reconocer la relevancia de las habilida- start from recognizing the relevance of
des propias de la historia y entender que the skills of History. Moreover, under-
la efectividad docente en la historia sólo standing that teaching effectiveness in
es posible si se asume desarrollar a la par History is only possible assuming to de-
conocimientos, actitudes y desempeños; velop on a par with knowledge, attitudes,
todo lo anterior teniendo como marco el and performances. All of the above, hav-
para qué de la historia y los objetivos edu- ing as a framework the purpose of History
cativos ligados al desarrollo de la identi- and its educational aims linked to a social
dad social, lo que implica su defensa como identity development, implies its defense
disciplina obligatoria en el bachillerato. as mandatory discipline in high school.

Palabras clave: contenidos académicos, Keywords: academic content, school con-


contenidos escolares, traslación de conte- tent, content translation, the social func-
nidos, función social de la historia e iden- tion of History, and social identity.
tidad social.

VICTOR MANUEL SANDOVAL GONZÁLEZ


Es profesor del plantel Naucalpan

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E
n tiempos recientes, historia- historia se reescribe no sólo cuando se des-
dores, pedagogos y psicólogos cubre nueva información histórica, sino
cognitivos han destacado que también porque los textos de un historia-
para enseñar de forma integral la dor son influidos en la época en que vive.
historia, es necesario que quienes nos en- La historia que tradicionalmente han es-
cargamos en las aulas de trasmitir el cono- tudiado los Estados, los héroes, las guerras,
cimiento histórico partamos de tener muy las conquistas y sus diversos componentes
claras cuáles son las habilidades propias de geográficos, económicos, sociopolíticos, se
dicho conocimiento. En mayor o menor ha convertido en un campo mucho más
grado los especialistas coinciden en la im- amplio a partir de los textos acerca de la
portancia de enseñar el tiempo, el espacio, historia social. La historia, con la posible
las fuentes, los sujetos, los procesos, la re- excepción de la literatura, es la más verbal
lación pasado-presente (Rodríguez, 2002) de las materias, en oposición a los conte-
(Sánchez Quintanar, 2002), temas que es- nidos cuantitativos que se enseñan en la
tán ligados a lo que se han llamado, por in- escuela. Esto permite que los alumnos de-
fluencia de las teorías constructivistas, los sarrollen aptitudes de razonamiento tales
procedimientos (Trepat, 1995). como la argumentación. La teoría de la
En primer lugar, nuestro punto de par- historia también presenta muchas dimen-
tida sería cómo jerarquizamos las habilida- siones, que comprenden desde el marco
des propias del conocimiento histórico, si- de perspectiva del mundo, como la pers-
tuación harto difícil, pues estamos ante un pectiva marxista, hasta la explicación que
disciplina cuyo objeto de conocimiento, brinda narración efectiva. La causación es
el pasado humano, no es repetible, y que un laberinto filosófico, en el cual se consi-
depende de las fuentes a las que accede el dera, en un extremo, como algo que no es
historiador para reconstruir los hechos, y posible, mientras que la postura positivis-
no sólo eso, también de si se consideran las ta. (Carretero, 2004).
fuentes en sentido restringido o amplio, es
decir, del enfoque teórico que queramos Hemos utilizado una cita muy extensa
utilizar para dicha aprensión del pasado. porque nos permitirá abordar brevemente
En otras palabras, estamos ante una disci- los propósitos de este artículo. Dicha cita
plina compleja. Acorde a esta problemati- nos aporta dos elementos fundamentales
zación, desde el punto de vista de la psico- que son necesarios para esta reflexión: la
logía cognitiva, como herramienta central historia utiliza contenidos cualitativos y
para analizar las formas como se aprende y la historia es una disciplina argumentativa
se enseña la historia, se hacen las siguien- cuyos enfoques teóricos son variados.
tes consideraciones: Pasemos ahora a presentar los princi-
pales problemas de la historia con el pro-
El estudio de la historia plantea problemas pósito de situar qué lugar ocupa el pro-
que no se contemplan, o que se contemplan blema de la traslación de los contenidos
en menor medida, en otros dominios. La académicos a los escolares en la enseñanza
historia tiene relativamente pocos con- de la historia. Desde diversas perspectivas
ceptos básicos. La información histórica se teóricas y metodológicas se han detectado
presenta de diversas maneras, incluyendo diferentes problemas en la enseñanza de
narraciones escritas y formas expositivas, la historia. Por ejemplo, bajo una óptica se
así como pinturas, bosquejos y demás. La enuncian cómo el carácter enciclopédico de

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los programas de estudio y el manejo de buena parte del siglo xx. La comparación
datos fragmentados, descontextualizados ha sido favorecida por los enfoques temá-
(Enseñanza de la Historia. Entrevista a ticos y diacrónicos. Estos enfoques están
Alberto Sánchez Cervantes, 2009). Desde pensados para facilitar una mejor com-
otra óptica más general, y a partir de nues- prensión de los procesos, del cambio y de la
tra experiencia, podemos señalar algunos continuidad, de la duración, pues plantean
problemas cotidianos como: la dificultad la evolución de determinados temas des-
para la comprensión del tiempo histórico; de la prehistoria —o de cualquier etapa del
las causas y el carácter multicausal de los pasado­— hasta el presente y suelen proyec-
acontecimientos; la identificación de per- tarse hacia el futuro. Asimismo, tratan de
sonajes y lugares; la falta de empatía para identificar las características comunes o los
comprender el pasado; la dificultad para contrastes habidos a través del estudio de
comparar sus procesos ya sean subsecuen- caso. (Pagés, 2006).
tes, antecedentes e incluso, sincrónicos.
Los problemas que he indicado aquí son No obstante, desde nuestra óptica, el
precisamente aquellos que los especialis- problema fundamental de la enseñanza de
tas en didáctica de la historia señalan como la historia es la traslación de los contenidos
fundamentales y que le otorgan un valor académicos en contenidos escolares, ya que esta
cognitivo a la enseñanza de la historia a nivel acción intelectual determina, en la prácti-
bachillerato (Díaz Barriga, 1982). Existen ca, la forma en que vamos a manifestar los
otros problemas más, como hasta qué punto tiempos, presentar los hechos, señalar las
la historia académica, de cualquier índole, se causas, indicar los sujetos y formular las
acerca a la historia oficial y también, de qué comparaciones. Lo trascendente de este
forma, toda historia enseñada reivindica va- problema radica en comprender que dicha
lores nacionales, incluso aquella que se sitúa acción marca el qué en enseñar y éste qué
desde el estudio de los procesos históricos enseñar se vincula inexorablemente al cómo
mundiales o regionales. y para qué enseñar. Esta observación, no es
Dentro de todos los problemas antes original, la descubrí al acercarme al cómo
mencionados el que destaca, —porque no el constructivismo entiende la enseñanza
sólo es formativo en todos los niveles, de de la historia. En particular, este problema
la primaria al posgrado—, es el de la com- es presentado en una reflexión elaborada
paración en la historia. Distintos autores sobre la forma en cómo se concibe, en-
desde diversas perspectivas insisten en seña y socializa la historia propuesta por
que a partir de la comparación histórica Mario Carretero y titulada “Tres sentidos
podemos ir superando las problemáticas de la historia”, donde se nos presentan las
mencionadas anteriormente, pues esta im- múltiples funciones de la historia: el cono-
plica la asimilación intelectual de las otras cimiento del pasado (historia académica),
habilidades cognitivas propias del conoci- enseñanza de ese conocimiento (historia
miento histórico. De esta forma, en rela- escolar) y la historia que vivimos (la his-
ción con las características que debe tener toria cotidiana). Aunque Carretero analiza
la comparación histórica, se indica: los tres sentidos de la historia, aquí sólo
nos interesan dos: el académico y el esco-
La comparación en la enseñanza de la his- lar. Esta operación se define también como
toria no es ninguna novedad ni ninguna la traslación del “saber sabio” al “saber en-
moda actual. Existen ejemplos durante señando”. El “saber enseñado”, contiene

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las siguientes características: hasta que punto pueden los significados


ser desplazados con igual valencia de un
La historia académica tiene, aunque cu- sistema a otro. A esto debemos agregarle,
riosamente los alumnos y los ciudadanos en el caso de la didáctica, que la transfor-
comunes suelen sorprenderse por esto, un mación de los contenidos muestra, por una
pasado tan reciente como el de la mayoría parte, la representación que los educadores
de las ciencias sociales. Un presente que la se hacen de los educandos, de sus capacida-
utiliza como herramienta cultural eficaz des cognitivas, de sus posibilidades y sus
en el vasto campo de la política profesio- expectativas; y, por la otra, las estrategias
nalizada, y un futuro que se mueve entre narrativas y las determinaciones genéricas
los empiristas y su ilusión de encontrar las que deben desplegarse para construir el
huellas “reales” del pasado, los narrativis- discurso pedagógico. (Carretero, 2007)
tas que la consideran casi un género litera-
rio más y los posmodernos que han senten- Por ello, cuando trasladamos los con-
ciado su caída en desgracia con el “fin de la tendidos académicos de la historia a los
historia”. (Carretero, 2007) contenidos escolares debemos preguntar-
nos, ¿hasta qué punto debemos inclinar-
Carretero, influido por diversos auto- nos por lo ilustrado o romántico de dichos
res, nos explica que la construcción de la contenidos? En otras palabras, ¿realmente
historia como ciencia y la historia como podemos dejar sin su carácter identitario
saber para ser enseñado tiene una doble al discurso histórico? Me parece que no,
raíz: la primera, ilustrada, que reivindica pues, el simple hecho de producir en un
su carácter disciplinario; la segunda, ro- espacio y en un tiempo, es decir, en su
mántica, que la vincula con el patriotis- historicidad, la función identitaria de la
mo; ambos procesos forman parte de los historia es algo irrenunciable (Carretero y
procesos que dieron pie a la construcción Castorina, 2010).
de los Estados nacionales, de aquí que la Ahora bien, cómo ligamos lo antes ex-
traslación del saber científico al saber en- puesto con la efectividad docente. Este
señado sea de principio una contradicción. cuestionamiento está ligado precisamen-
De esta forma, para Carretero el problema te a lo que Carretero llama la “didáctiza-
fundamental de la referida traslación ra- ción” de la disciplina, y ésta al currículo
dica en que: que se pretende enseñar. Desde fines de
los ochenta del siglo xx a la fecha, los sis-
Los contenidos disciplinares requieren temas educativos de América Latina han
una transformación cualitativa, una “di- vivido transformaciones que se presentan
dactización”, para ser comprendidos por como un replanteamiento de moderniza-
alumnos de diferentes edades y niveles de ción, y consiste en la búsqueda incesante
aprendizaje, y también, porque la escuela, por pasar de una escuela expansiva a una
por razones de índole diversa, tiende a de- competitiva cuya impronta es la homo-
formar de manera profunda la disciplina geneización, pero que tiene resistencias
académica y, entonces, llega a “transponer- creativas, es decir, acciones en donde sea-
la”, generando sus propias “creaciones di- mos los propios docentes quienes propon-
dácticas de objetos”. Se trata, en principio, gamos cambios radicales en la enseñanza,
del problema de las traducciones en sen- sin sufrir la estandarización que las mo-
tido amplio, que nos obliga a plantearnos dernizaciones desde arriba pretenden im-

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ponernos (Martínez, 2004). De esta forma identidad, conocimiento de lo extraño y


lo que nos preocupa en la enseñanza de la remoto, registro del transcurrir temporal,
historia es hacer pensar históricamente a los encuentro con lo irrepetible, reconstruc-
alumnos, es decir, que el estudio del pa- ción crítica del pasado, entre otras (Flo-
sado sea el eje desde el cual se conciben rescano, 2012).
como actores sociales, que se interesen El para qué de la historia varía según
por un pasado vivo, un pasado cuyo estu- el acto que pretendamos realizar: des-
dio produce placer y no aburrimiento, un cribir, explicar, comprender o construir
pasado generador de argumentos para la una narración del pasado. Obviamente a
comprensión del presente. nivel bachillerato y desde un nivel epis-
Es aquí donde el concepto de “efecti- temológico estamos en los niveles 2 a 4; el
vidad docente” puede servir como meta primero, describir el pasado pertenece al
para proponer cambios sistemáticos campo de la crónica. En el ba-
en nuestro quehacer docente. El chillerato se asume que expli-
concepto de efectividad docente se car implica entender cambio y
entrelaza en tres esferas que marcan permanencia de la historia, es
una docencia integral: los conoci- decir, la causalidad de los pro-
mientos, las actitudes y los desem- cesos históricos; pero también
peños. Para Barbara Hunt, basada
en diversas fuentes, entendemos
La construc- elcomprender,
estudio de las estructuras;
por su parte, con-
por efectividad docente la forma ción de la lleva entender las mentalidades,
de valorar al docente partir de su creencias y filosofía de una épo-
desempeño, los logros de los obje-
historia ca, es decir, los pensamientos,
tivos enfocados al aprendizaje de como cien- sentimientos y emociones de los
sus alumnos, “el conocimiento y las humanos; construir una narra-
habilidades necesarias y del desem-
cia y la his- ción del pasado implica enten-
peño docente como la forma que se toria como der que la historia necesita de
conduce en el proceso de enseñar” y saber para fuentes y hace interpretaciones
el “valor agregado” que se muestra a valiéndose de la narración; todo
partir de los logros de sus estudian- ser ense- lo anterior forma la identidad
tes (Hunt, 2009). ñado tiene social, a la que contribuye la
El concepto sistematizado por historia, y que implica favorecer
Barbara Hunt apunta en tres direc- una doble el desarrollo de una evaluación
ciones: el quehacer del profesor, el raíz ”. positiva del grupo de pertenen-
quehacer del alumno y los logros cia; además, favorecer los lazos
obtenidos por ambos. Por tanto, es y vínculos afectivos y de senti-
una propuesta que nos permite adaptarla miento de pertenencia al grupo (cercanía
a una disciplina compleja como es la his- emocional); finalmente, favorecer la toma
toria y por ello, a partir de la propuesta de conciencia del grupo de pertenencia y
más amplia hecha por esta autora (Hunt, sus valores (Limón, 2008).
2009), se puede construir la defensa de la Es a partir de estas premisas que debe-
historia. Lo anterior no es pertinente si no mos preguntarnos para qué enseñar his-
partimos del para qué de la historia, lo que toria hoy, cuál es su fin, cómo contribuye
algunos autores han llamado su función a la educación; por ello asumimos la pro-
social, que se presenta como discurso de puesta de Limón Luque al respecto, para

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quien las funciones de la historia hoy son: Carretero, M. y Castorina, J. (2010).


1. Dar a conocer la historia como dis- La construcción del conocimiento histórico.
ciplina que pretende conocer el pa- Enseñanza, narración e identidades. Buenos
sado y que emplea distintos instru- Aires: Paidós.
mentos y enfoques metodológicos Díaz Barriga, F. (1982, octubre-di-
para lograr ese objetivo. ciembre). “Una aportación a la didáctica
2. Contribuir a desarrollar la iden- de la historia”. En Perfiles Educativos. Ciu-
tidad social de los individuos y dad de México: unam.
consiguientemente a formar a los Enseñanza de la Historia. Entrevista a
futuros ciudadanos, lo que implica Alberto Sánchez Cervantes. (10 de marzo,
la transmisión de valores sociales y 2009). En La Jornada.
tiene claras implicaciones para la Florescano, E. (2012). La función social
imagen del endogrupo (grupo de de la historia. Ciudad de México: Fondo de
pertenecia) y de los grupos exter- Cultura Económica.
nos (exogrupo). Hunt, B. C. (2009). “Efectividad del
3. Contribuir al desarrollo intelec- desempeño docente. Una reseña de la lite-
tual y afectivo-emocional del indi- ratura y su relevancia para mejorar la edu-
viduo. En este último caso la histo- cación en América Latina”. En Programa
ria puede contribuir al desarrollo de Promoción Educativa en América Latina y
de las denominadas emociones socia- Caribe (preal).
les: empatía, culpa, vergüenza, etc. Limón, M. (2008). “El fin de la his-
(Limón, 2008). toria en la enseñanza obligatoria”. En P.
Sánchez León y J. Izquierdo Martín. El
Asimismo, la historia debe seguir en el cu- fin de los historiadores. Pensar históricamente
rrículo obligatorio del bachillerato, según en el siglo xxi. (pp. 87-111). Madrid: Siglo
Limón Luque, porque debe asumir los si- XXI.
guientes objetivos educativos: Martínez, A. (2004). De la escuela ex-
pansiva a la escuela competitiva. Dos modos de
• Capacidad de argumentación. modernización en América Latina. Barcelo-
• Capacidad de análisis y síntesis. na: Anthropos/Convenio Andrés Bello.
• Capacidad de búsqueda, selección, Pagés, J. (2006). “La comparación en la
interpretación e integración de infor- enseñanza de la historia. Histodidactica”.
mación. En Clío y Asociados. La Historia Enseñada.
• Desarrollo del pensamiento episte- Núm. 9-10, pp. 17-35.
mológico y las creencias sobre el co- Rodríguez, J. et al. (2002). Enseñar histo-
nocimiento histórico y su aceptación. ria. Nuevas propuestas. Ciudad de México:
• Comprensión del espacio y el tiempo Fontamara.
(Limón, 2008). Sánchez Quintanar, A. (2002). Reen-
cuentro con la historia. Teoría y práxis de su
bibliografía enseñanza en México. Ciudad de México:
unam/ffyl.
Carretero, M. (2007). Documentos de iden- Trepat, C. A. (1995). Procedimientos en la
tidad. La construcción de la memoria histórica historia. Un punto de vista didáctico. Barcelo-
en el mundo global. Buenos Aires: Paidós. na: Graó.

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