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TENDENCIAS ACTUALES DE LA ATENCIÓN Y EL CUIDADO DEL NIÑO EN  

MÉXICO

 Los factores económicos, sociales y culturales tales como la industrialización y modernización del país, el
TLC y la globalización del mercado mundial, paradójicamente ha tenido un impacto en la estructura y
funcionamiento de la mayoría de las familias nucleares y extensas; imponiendo en la mayoría de ellas
necesidades económicas y desventajas sociales. Aún más, la necesidad creciente y motivación de la mujer
para ir a la escuela e incorporarse a la fuerza de trabajo, ha hecho que las madres trabajen tiempo completo
fuera de casa. Este es un factor que hace que los niños esten al cuidado de terceras personas la mayor parte del
tiempo, en la mayoria de los casos en instituciones que prestan este servicio o con personas que incluso
desconocen la manera de cuidar y atender a los niños.
Históricamente, nuestras culturas antiguas consideraron a los niños y a las niñas muy importantes dentro de la
familia, era la madre quien se encargaba directamente de la crianza y cuidado de los hijos Aunque la
conquista impactó culturalmente de manera importante los valores y creencias sobre el cuidado del niño. No
fue sino hasta el siglo XIX que se estableció en México el cuidado de los hijos de las madres trabajadoras en
los mercados. A lo largo del siglo XX hubo cambios dramáticos en relación a las concepciones y las prácticas
sobre el cuidado infantil. Desde la década del 20s, las guarderías fueron las primeras instituciones que
ofrecieron los servicios de cuidado infantil a niños y niñas de 0 a 6 años a quienes se le proporcionaba
cuidado asistencial durante varias horas al día, mientras su madre trabajaba tiempo completo.
La salud, entendida no solo como la ausencia de enfermedades sino como “un estado de completo bienestar
físico, mental y social”16 es un derecho que tenemos todas las personas independientemente de nuestra
religión, raza, ubicación geográfica, nacionalidad, edad, sexo y preferencia sexual. El Estado mexicano
reconoce el derecho a la salud y a la alimentación en el artículo cuarto de la Constitución mexicana dentro del
cual se establece que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El
Estado lo garantizará” y “…que toda persona tiene derecho a la protección en salud”. Más allá de la
Constitución, México se ha comprometido con estos derechos de las niñas y niños a través de la firma y
ratificación de diversos instrumentos y pactos internacionales. El Pacto Internacional de los Derechos
Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) establece en su artículo doceavo el “derecho al máximo estándar
posible de salud incluida la obligación de reducir la mortalidad neonatal e infantil y asegurar el desarrollo
sano de los niños”17 y en el artículo 11 pretende que se garantice “el derecho a un nivel de vida adecuado
dentro del cual se incluye el acceso a la alimentación.”18 La Convención sobre los Derechos del Niño
establece en su artículo sexto que “todos los niños tienen el derecho intrínseco a la vida y que los Estados
garantizarán su supervivencia;” y en el vigésimo cuarto obliga a los Estados a reducir la mortalidad infantil y
en menores de 5 años, prestar servicios de asistencia médica y atención sanitaria, combatir las enfermedades y
la malnutrición y proveer atención prenatal.19 En este sentido, la salud infantil constituye un derecho básico y
es obligación del Estado garantizarlo. Aunado a esto, la salud infantil es elemental porque condiciona el
ejercicio de otros derechos (a la educación, al trabajo, al desarrollo social) y por la medida en la que
contribuye al desarrollo y el bienestar social de un país. Las niñas y niños que nacen con bajo peso y sufren de
pobre salud y distintos tipos de desnutrición en sus primeros años de vida no podrán tener el mismo
rendimiento escolar y por lo tanto verán mermadas sus posibilidades en el futuro. Esto perpetúa la
desigualdad y lo que se conoce como el “círculo de pobreza”.

"ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PEDIATRÍA EN MÉXICO"


Los aztecas de preocupaban por el bienestar y la buena crianza de los niños, la partera era la encargada de dar
los consejos convenientes para preservar la salud de la "preñada". Los cuidados al recién nacido incluían un
primer baño, orando por la purificación, la buena suerte y la perfección de la vida. Desde el primer día se
alimentaba al seno materno hasta los tres años que ocurría el destete. Los niños se podían ofrecer en sacrificio
bajo tres justificantes:
1.- Alimentar a Tlaloc con la sangre de los niños, para que vertiera la lluvia
2.- A Huitchilopochtli se ofrendaba a partir de esclavos de guerra
3.- Cuando los niños nacían con "doble remolino", ser albinos y los relacionaban con fenómenos como los
eclipses
En la colonia
Las condiciones de los niños a partir de la conquista fueron muy diferentes, quedaron en condiciones de
marginación, pobreza e inaccesibilidad geográfica. En la epoca de la conquista apareció el mestizaje, que fue
de diferentes tipos y ello implicaba diferentes posiciones sociales y por ende, el cuidado que se les podía
prodigar.
Las creencias de los conquistadores sobre magia y brujería, concebida como pacto con el demonio, arraigadas
en la Europa del siglo XVI pasaron al México conquistado y se unieron en otro concepto de lo oculto y lo
sobrenatural propio de los indígenas
Los españoles trajeron a México una concepción particular de las enfermedades, constituida por elementos
racionales de la medicina científica del siglo XVI, aunados a conceptos religiosos medievales y a la creencia
del demonio como el principal causante de todo mal
En América el hechicero fue dando paso a la curandera que conservó el carácter mágico de su medicina. En
los niños la enfermedad más diagnosticada era el empacho, término empleado para denominar trastornos
digestivo-nutritivos y es interpretado como un "asiento" como sustancia extraña que queda retenida en algún
lugar del aparato digestivo y que es necesario eliminar o quebrar. El tratamiento consiste en purgantes, baños
calientes con mostazas y emplastos, inciensos, tirar el cuerito a los lados de la columna vertebral y a la altura
del abdomen. Las madres aprenden a hacerlo o llevan a sus hijos con una experta o curandera.
DE JOYAS PRECIOSAS AL ABANDONO
Las viejas costumbres se fueron relajando en ambas culturas, se cometieron abusos y el niño fue el principal
receptor de tal descomposición, su abandono se hizo frecuente. Por altruismo aparecieron en México (1582)
instituciones que recogieron a los niños abandonados y a los huérfanos, las típicas fueron las casas de
expósitos (niños expuestos), niños que se exponen, niños no sentidos y al exponerlos perecieron por la
intemperie. Ello acontecía en la é poca de la colonia y estaba en manos de los cristianos católicos el cuidado
de éstos niños.
POST REVOLUCION:
El cuidado de la madre, del recién nacido y el niño mayor se llevaba a cabo mediante la creación de
Cooperativas en los estados, se establecen los 48 principios a favor de la infancia, la protección a mujeres y
niños.
En 1943 se inauguró el Hospital Infantil de México "Dr. Federico Gómez", en el mismo año se creó el
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que manejaba entre sus seguros, el de maternidad. En 1945, la
Secretaría de Salubridad y Asistencia promovió la Ley de Maternidades y Servicios de Maternidad, para
disminuir la mortalidad y morbilidad materna y del recién nacido.En 1960 el ISSSTE es pionero en el estudio
de los aspectos perinatales
En 1983 el IMSS estableció el programa de detección de riesgo reproductivo y estableció el sistema de
referencia por niveles de atención médica.
La Secretaría de Salubridad estableció en la Norma Oficial Mexicana los criterios para la atención del
embarazo, parto, puerperio y recién nacido, de observancia obligatoria.
Decada de los 90:
Se introduce a la familia en el cuidado hospitalario del niño en un paradigma de cuidado humanizado
mediante el concepto de "Hospital Amigo del niño y de la madre"

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