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EJEMPLO DEL MILITAR

Curioso, sin duda, pero nos lleva a reflexionar sobre el enorme peligro que encierra
desconocer la estructuras. En la Guerra Espiritual ocurre lo mismo: si procuramos
impactar, frenar y llevar a un revés el mundo de las tinieblas, es necesario que
conozcamos cómo se encuentran organizados Satanás y sus huestes.
Es evidente— como lo hemos visto anteriormente— que nuestra lucha no es contra
guerra y carne sino contra el mundo espiritual de maldad (Cf. Efesios 6.12). Las
estructuras, tal como lo describe el apóstol Pablo, se dividen en “principados,
potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes”.
Es importante que aprendamos a identificar la estructura del Adversario y demos la batalla
en esa dirección, impactando cada uno de sus esquemas de guerra en el mundo de las
tinieblas
hora, ¿cómo se entera Satanás de cuanto ocurre en el mundo, si él no es omnipresente ni
omnisciente? A través de una bien articulada red de comunicaciones de sus demonios en
cada punto estratégico que le mantienen al tanto de las acciones contra creyentes y no
creyentes.
 PRINCIPADOS 
Los principados están bajo el gobierno de un espíritu de alta jerarquía que a su vez, está
al mando de muchos demonios para que ejecuten sus órdenes de ataque al pueblo de
Dios.
No se refiere a persona o se espiritual, sino al territorio que está bajo su responsabilidad.
Son poderes espirituales del mundo invisible.
POTESTADES
Las potestades hacen presencia en las regiones, desplegando ataduras que se
evidencian en comportamientos destructivos donde hay redes de narcotraficantes, trata
de blanca y mercado negro de diverso género, entre otros.
GOBERNADORES DE LAS TINIEBLAS
Gobernadores de las tinieblas son aquellos demonios que ejercen influencia en quienes
ostentan posiciones de poder y líderes con impacto sobre las comunidades. Aunque
andan en error, son personas dominadas por Satanás que demuestran elocuencia.
Pueden ser violentos, corruptos e inmorales, pero están revestidos de un manto de
credibilidad que ayuda a cumplir los propósitos de maldad.
HUESTES ESPIRITUALES DE MALDAD EN LAS REGIONES CELESTES
Las huestes se dedican a obstaculizar y obstruir la obra de Cristo y a poner fuera de
combate a los soldados individualmente. Cuanto más efectivo sea un creyente para el
Señor, tanto más experimentará los salvajes ataques del enemigo.
Los cristianos, que sabemos cómo opera el adversario, debemos mantenernos vigilantes
porque sus estrategias de engaño son muy creativas y habilidosas. Opera eficazmente—
si no nos damos a la tarea de desenmascararlo— a través de propagadores de engaño
que tienen una fuerte incidencia en todos los medios de difusión

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