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Mecanismos de defensa

Aparte de las estructuras adaptativas que suponen las formaciones caracterológicas, más o menos
propias y estables en cada persona, existe una serie de mecanismos defensivos, recursos
defensivos generales que pueden ser utilizados en determinado momento, independientemente
de la estructura caracterológica del individuo, aunque desde luego, tanto la manera de usarlos
como el contenido de los mismo, estarán estrechamente relacionados con la estructura del
carácter. Los mecanismos de defensa surgen cuando el yo se ve amenazado por la angustia. Esta
suele aparecer en situaciones de "peligro" o sea conflictiva, que obligan a confrontarse con alguna
realidad angustiosa, ya sea externa o interna, o con impulsos o fantasías con la suficiente fuerza
para imponerse como una realidad operante. La angustia resulta un signo de alarma, de modo
semejante al dolor físico que aparece como revelador de un sufrimiento corporal. De este modo,
cuando una idea reprimida, un impulso, un complejo o una percepción dada, amenazan con
hacerse conscientes, el equilibrio psí quico puede mantenerse, aunque de manera inestable,
recurriendo a alguno de los mecanismos defensivos. Sin embargo, el uso de ellos produce a su vez
una nueva situación de inseguridad que debe ser cubierta, y en el caso de un carácter neurótico,
se llega a construir un complicado edificio inestable y costoso. Kafka, en su novela "El proceso",
traza de la manera más ingeniosa y profunda todas las complicaciones de esta situación, que
termina con la muerte psíquica del procesado. Pueden citarse los siguientes mecanismos de
defensa:

1. La negación. Cualquier situación traumática, tal como una enfer medad grave, un hábito
peligroso o un vicio, pueden ser negados. Es notable la frecuencia con que los médicos niegan su
propio diagnóstico de cáncer, conociendo datos con los cuales no dudarían en diagnosticarlo en
cualquiera de sus pacientes. Otra persona puede decirse: "No está bien comprobado que el tabaco
contribuya al cáncer pulmonar"; oímos decir a personas fran camente alcohólicas: "No estoy
realmente viciado, dejaré esto en cuanto me lo proponga". Con frecuencia, la simple negación no
basta, y el hueco que deja puede ser cubierto con fantasías compensatorias, frecuentemente de
poder, riqueza, fama y grandeza, cariño y reivindicación.

2. La racionalización. Suele tener una gran importancia por ser un mecanismo muy
frecuentemente empleado y de alta eficacia. Consiste bási camente en emplear la razón y la lógica
para justificar actitudes, ideas, afectos y tendencias, que de otra manera resultarían conflictivos y
por lo tanto inaceptables, a la vez que difíciles de renunciar y por lo mismo, causa de conflicto.
Desde luego que se trata de un uso inadecuado y tendencioso del razonamiento, ya sea por falsear
las premisas o por derivar conclusiones inconsecuentes. Hay racionalizaciones de todas las
categorías, desde las pue riles de un niño pequeño, o las tontas de un sujeto poco inteligente,
hasta las sutilezas de la lógica, difíciles de descubrir. Actualmente se escucha a todos los partidos
políticos, religiosos o de cualquier tipo, decir que trabajan y luchan en pro de la paz. Detrás de esta
bandera blanca y defendidas con toda clase de razones, se esconden las más diversas y
contradictorias actitu des, tanto conscientes como inconscientes, quedando amparadas por
raciona lizaciones, toda clase de tendencias y facciones. Tenemos que hallar una justificación que
parezca razonable a nuestras tendencias indeseables, pero que sirva primeramente para
convencernos a nosotros mismos.

3. Reprimiendo. Ya se vio cómo la represión constituye uno de los conceptos fundamentales de la


psicología freudiana. Como ya fue explicada, sólo se añadirá que el trabajo analítico tiene por
misión fundamental liberar al material inconsciente reprimido, ayudando con esto a darles una
solución racional. Debe recordarse que en el concepto moderno de represión, se in cluye no
solamente a la censura.de los elementos sexualmente prohibidos o considerados como inmorales,
destructivos o antiestéticos, sino también a valores de orden positivo, cuyo manejo ocasione un
conflicto.

4. La conversión es un mecanismo defensivo particularmente notable y típico de la histeria,


padecimiento que muestra una franca tendencia a desaparecer, pero que fue muy frecuente a
finales del siglo pasado, cuando Freud comenzó sus estudios sobre el inconsciente. El conflicto y la
tensión nerviosa resultante, se transforman o convierten en síntomas determinados:

una ceguera de tipo funcional, una anestesia o una parálisis histéricas, una cefalea u otros
síntomas que pueden ser del orden más variado.

5. Por medio de la proyección, se atribuyen a otros sujetos o situaciones, contenidos psíquicos


que en realidad no les corresponden y son propios. Fácilmente se teme al sujeto al que se es
hostil. Se ven caras malhumoradas y malos modos cuando se está "de malas" o se es agresivo; los
sujetos homo sexuales creen encontrarse con un homosexual a cada paso y poseen "signos
infalibles" para distinguirlos; la situación económica del país anda mal cuando andan mal los
propios negocios, o al contrario. Se considera a la proyección como uno de los más característicos
mecanismos de la paranoia.

6. El desplazamiento tiene también mucha importancia por su frecuen cia y eficacia. Por medio de
él, se coloca a una determinada persona o situa ción, en el lugar de aquella a la que le corresponde
la carga emocional. Eso nos permite la continuación de una situación anterior, por lo general de
raíz infantil, con sólo cambiar los personajes o el ambiente. Fulano llega irritado de su trabajo y
agrede a su esposa, hijos o sirvientes, culpándolos de su malestar o problemas. Otra persona es un
fracaso, pero en vez de odiarse a sí mismo, se llena de odio y envidia hacia los que han obtenido
logros que están fuera de su alcance. Cargas de afecto positivo pueden también desplazarse hacia
seres ideales o hacia animales, cuando la expresión amorosa directa y humana se halla bloqueada.
Un caso muy interesante de desplaza miento es la reacción de transferencia, que ocurre
habitualmente durante el curso de un tratamiento psicoanalítico. Es de observación habitual,
desde que Freud lo hizo notar, que el psicoanalista pronto se ve objeto de una serie de afectos de
diversa índole por parte de sus pacientes. Estos afectos pueden implicar amor u odio y se
envuelven en actitudes, exigencias y fan tasías que —cuando se trata de verdadera transferencia
— la personalidad del análisis y la situación psicoanalítica no justifican, de ninguna manera. Si la
transferencia no es advertida y valorada a tiempo, el tratamiento puede echarse a rodar, pero su
análisis proporciona, por otra parte, una excelente oportunidad de conocer las reacciones más
características y arcaicas del pa ciente, trasladadas a la actualidad y en un campo de observación
neutral y objetivo.
7. Sobrecompensación. En este mecanismo, el sujeto hipertrofia de terminadas áreas de su
personalidad, en el intento de suplir deficiencia a inhibiciones de su desarrollo, ya sea social,
intelectual, afectivo o de cual quiera otro tipo, porque en el fondo son causantes de sentimientos
de minusvalía, culpa o vergüenza. Se puede, por este camino, buscar irracionalmente el brillo
social, las distinciones, el poder sobre los demás, la prepronderancia económica, el éxito y el
reconocimiento, o adoptar cualquiera otra actitud que compense la primitiva deficiencia. Aunque
a veces, los mecanismos de compensación pueden conducir a logros notables en algún terreno
creativo, no hay que olvidar que, por lo común, se trata de logros espúreos, que su ponen un inútil
gasto de energía y no de la auténtica realización en la vida.

8. Regresión. Cuando una situación vital es demasiado angustiosa y demanda esfuerzos fuera de
lo habitual, se pueden adoptar actitudes regre sivas que evitan el confrontamiento con la realidad.
Así, por ejemplo, un sujeto aún joven, que perdió a su esposa, de la cual dependía mucho, como si
hubiera sido para él una segunda madre, pero cuyo casamiento le permitía funcionar socialmente
de manera adecuada y sin que desde el exterior pu dieran advertirse grandesfallas, cayó en estado
de profunda depresión, acom pañada de síntomas hipocondríacos y apareciendo ante los demás
como un ser desvaüdo e impotente. Con esta actitud logró despertar el interés y el cuidado de los
demás —aun de sus hijos niños— y obtener de modo regre sivo las gratificaciones de un huérfano,
atemorizado y enfermo. En las situaciones de duelo, particularmente, pueden aceptarse mimos y
cuidados que en otra situación serían rechazados con repugnancia. Pero también en situaciones
de intensa alegría pueden adoptarse actitudes re gresivas y pueriles, en la tentación de vivir de
nuevo, épocas en que la irres ponsabilidad hacía más placentera una situación paradisíaca.

9. Mediante el enquistamiento, aislamos un suceso traumático del resto de nuestra experiencia.


Se le coloca como un hecho aislado, rompiendo sus ligas asociativas y relegándolo al olvido,
inoperante e inofensivo. Pero aun en esta situación, representa un peligro potencial dentro del
campo del in consciente, por la posibilidad de ser reactivado y constituir una especie de cuerpo
extraño. En esta situación pueden quedar diversos errores de con ducta, equivocaciones molestas,
humillaciones sufridas y experiencia inde seables.

10. Identificación e introyección. Durante el curso de la vida, a través de la experiencia, se va


asimilando material tomando del medio ambiente, que sirve para elaborar el modelo de vida. De
esta manera se toman diversas actitudes, imágenes, ideas y pautas de reacción y comportamiento,
que el niño tiene la oportunidad de captar en las personas y en el ambiente que lo rodea. La
identificación constituye uno de los procedimientos para lograr un buen desarrollo normal, y la
identificación adecuada, con progenitores de carácter productivo, es una de las formas más útiles
para construir un carác ter creativo. Es muy sabido que una deficiente o equivocada identificación
puede ser causa de trastornos sexuales posteriores. Durante el proceso de identificación puede
haber una selección inconsciente de las características de la persona introyectada, que la idealiza o
deforma; pueden introyectarse elementos conflictivos o contradictorios y, al ser inconsciente de
determina das identificaciones, el sujeto llega a tener problemas en rasgos de carácter cuya
motivación no acierta a comprender. En el estado adulto, este mecanismo sigue produciéndose,
pero con un sentido un tanto diferente. El identiifcarse con determinada persona, ideo logía, credo
religioso o político, constituye un eficaz procedimiento para anular los sentimientos de soledad y
el miedo a la vida, a experimentarse como ser único, diferente y por lo mismo expuesto a caer en
el desamparo. De la identificación pueden también extraerse sentimientos de valer, importancia y
fuerza, o dar un sentido a la vida y evadir la responsabilidad individual.

11. mecanismo de sublimación que es otro de los conceptos fundamentales de la psicología


freudiana, pero que ofrece problemas de orden teórico, al menos si se le concibe al pie de la letra,
tal como lo planteó Freud, quien pensó, que estando el hombre sujeto a toda clase de impulsos
sexuales, destructivos, agresivos o perversos, no tiene otra alternativa que reprimirlos o
realizarlos, viviéndolos conscientemente. En este último caso, se convertiría en un perverso
polimorfo y en caso de reprimirlos llegaría a ser un neurótico, agobiado por la ansiedad, con
vitalidad empobrecida y llena de inhibiciones. Freud supuso que la estructura de la mente humana
ofrecía un tercer camino, que sería la sublimación. Mediante ésta, los impulsos instintivos
indeseables podrían ser transformados y realizados a través de objetivos que no ofrezcan conflicto
y que aun pueden resultar dignos de aplauso. De esta manera, aunque la satisfacción instintiva
indirecta no proporciona igual gratificación placentera que la directa, brinda al menos una
satisfacción de consuelo, que es la única a que el hombre civilizado puede aspirar, habiendo
renunciado a la satisfacción de los primitivos impulsos. Así, la sublimación constituye la base para
la formación de la cultura. La capacidad para sublimar es variable de unas personas a otras y
constituye una de las más importantes cualidades de la personalidad madura, indispensable para
lograr la convivencia social.

Resulta discutible la afirmación de que las actividades más específica mente humanas, sean el
resultado de la descarga indirecta de un impulso sexual o destructivo, al menos si se entienden los
conceptos de instinto sexual al pie de la letra. Pero dejando a un lado esta discusión, de índole
teórico, es indudable que la actividad que trasciende los niveles puramente instintivos, resulta
indispensable para conservar la salud mental y el sentimiento de alegría de vivir. Pero estos
hechos se comprenden mejor si son interpretados a la luz de teorías que consideran a la
naturaleza del hombre en un aspecto más integral

Referencias.
1. Jung, G. G: Tipos psicológicos. Ed. Sudamericana. Buenos Aires. Argentina, 1943.
2. Htnojosa, A. y Cosío Pascal, A.: Análisis psicológico del estudiante universitario. La Prensa Médica Mexicana. México,
1967.
3. Abraham, K.: The influence of oral erotism on character formation. Selected papers of Kral Abraham. Basic Books Inc.
Pub. New York, 1954.
4. Freud, S.: Character and anal erotism. (1908). Collected Papers. The Hogarth Press. Londres, 1953.
5. Freud, S.: Three enssays on the theory of sexuality the transformaron of puberty. Irnago Pub. Co. Londres, 1952
. 6. Fromm, E.: Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Fondo de Cultura Eco nómica. México, 1956.
7. Fromm, E.: Etica y psicoanálisis. Fondo de Cultura Económica. México, 1953
. 8. Freud, S.: Civilization and its discontents. Collected Papers. The Hogarth Press.
La función del yo es satisfacer los impulsos del ello y no ofender el carácter
moral del superyó, mientras se valora la realidad. Esto no es tarea fácil, y
Freud describe que el yo utiliza mecanismos para manejar los conflictos entre
estas instancias psíquicas.

Los mecanismos de defensa, por tanto, son procedimientos que mantienen


el equilibrio psicológico de manera inconsciente para enfrentar la
angustia o ansiedad asociada a la expresión consciente de una
representación pulsional (sexual o agresiva), a la transgresión del código
moral, o a un peligro real externo.

Es decir, que partiendo de la idea de que hay contenidos pertenecientes al


ámbito de lo inconsciente que no pueden pasar a la consciencia sin más
porque nos perturbarían demasiado, los mecanismos de defensa harían
posible que parte de ellos pasasen una especie de filtro siendo expresados e
un modo en el que quedan negados o demasiado distorsionados como para
afectarnos demasiado.

, la mente humana puede ser entendida como un sistema interconectado


de influencias contrapuestas que luchan entre sí para imponer sus lógicas
de regulación del comportamiento; en este sentido, los mecanismos de
defensa son recursos que utilizan las instancias que intentan mantener un
control sobre los impulsos primarios y contrarrestar la influencia del lado más
cortoplacista y egoísta de la persona, al menos superficialmente. De este
modo, según el psicoanálisis, los mecanismos de defensa protegen la
autoestima y la estabilidad mental de la persona, ocultando las realidades
más incómodas acerca de uno mismo y acerca de la propia vida y lo que nos
rodea.
Los mecanismos de defensa son modos incorrectos de resolver el conflicto psicológico y pueden

dar lugar a trastornos de la mente, la conducta y, en los casos más extremos, a la somatización

del conflicto psicológico que lo causa.

1. Desplazamiento

Se refiere a la redirección de un impulso (habitualmente una agresión) hacia una persona o

un objeto. Por ejemplo, alguien que se siente frustrado con su jefe y le suelta una patada a su

perro, o a un mueble. Nos encontramos en este caso ante un mecanismo de defensa: como no

nos es posible golpear al jefe porque nos despediría del trabajo, desplazamos el objeto de

nuestra ira hacia cualquier otro ser u objeto.

2. Sublimación

Es similar al desplazamiento, pero el impulso se canaliza hacia una forma más aceptable. Una

pulsión sexual se sublima hacia una finalidad no sexual, apuntando a objetos valorados

positivamente por la sociedad, como la actividad artística, la actividad física o la investigación

intelectual. Las explicaciones el comportamiento humano basadas en este mecanismo de

defensa fueron muy utilizadas por Sigmund Freud, para quien la libido era una de las formas de

energía psíquica más importantes.

3. Represión

Es el mecanismo que Sigmund Freud descubrió primero. Hace referencia al proceso por el cual

el yo borra eventos y pensamientos que serían dolorosos si se mantuvieran en el nivel

consciente, ya que la satisfacción de la pulsión reprimida resulta inconciliable con otras

exigencias del superyó o de la realidad.

4. Proyección

Hace referencia a la tendencia de los individuos a atribuir (proyectar) sus propios

pensamientos, motivos o sentimientos hacia otra persona. Las proyecciones más comunes
pueden ser comportamientos agresivos que provocan un sentimiento de culpa, y fantasías o

pensamientos sexuales socialmente no aceptados. Por ejemplo, una chica odia a su compañera

de piso, pero el superyó le dice que eso es inaceptable. Puede resolver el problema pensando

que es la otra persona la que le odia a ella.

5. Negación

Es el mecanismo por el cual el sujeto bloquea eventos externos para que no formen parte de

la consciencia y, por tanto, trata aspectos evidentes de la realidad como si no existieran. Por

ejemplo, un fumador que niega que fumar puede provocar serios problemas para su salud.

Negando estos efectos nocivos del tabaco, puede tolerar mejor su hábito, naturalizándolo.

6. Regresión

Hace referencia a cualquier retroceso a situaciones o hábitos anteriores, un retorno a los

patrones de comportamiento inmaduro. Por ejemplo, un adolescente al que no se le permite

irse un fin de semana a casa de un amigo y reacciona con un berrinche y grita delante de sus

padres, como si fuera un niño de menor edad.

7. Formación reactiva

Los impulsos no solo se reprimen sino que, además, se controlan exagerando el

comportamiento opuesto. Es decir, que se detiene la aparición de un pensamiento doloroso

sustituyéndolo por otro más agradable. Por ejemplo, una persona que está muy enfadada con

un amigo, pero le dice que está todo correcto para evitar la discusión.

8. Aislamiento

Es un mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos, como una forma

de soportar y tolerar mejor los hechos y la realidad. Se separa una idea intolerable para el yo

de las emociones que produce, así permanece en la consciencia de forma debilitada. Por
ejemplo, relatar un episodio traumático con total normalidad, igual que si se hablara del tiempo

o de cualquier otro asunto trivial.

9. Condensación

Es un mecanismo por el cual ciertos elementos del inconsciente (contenido latente) se

reúnen en una sola imagen u objeto durante el sueño. Consiste en la concentración de varios

significados en un único símbolo. El proceso de condensación hace que el relato del contenido

manifiesto sea mucho más breve que la descripción del contenido latente. Es un término que

surge de las explicaciones psicoanalíticas que dan cuenta de la creación de los sueños.

10. Racionalización

En la racionalización se sustituye una razón real que no es aceptable, por otra que resulte

aceptable. Es decir, se cambia la perspectiva de la realidad a través de ofrecer una explicación

diferente. Por ejemplo, una mujer se enamora perdidamente de un hombre, e inician una

relación. Al cabo de un mes de empezar el noviazgo, el hombre rompe la relación porque

considera que la mujer tiene una autoconfianza muy baja y no le deja respirar. Pese a que la

mujer lleva tres fracasos amorosos consecutivos por la misma razón, concluye: “ya sabía que

este hombre era un perdedor”, o bien "desde el

primer momento supe que este hombre no me convenía".


Mecanismos de defensa
Aparte de las estructuras adaptativas que suponen las formaciones
caracterológicas, más o menos propias y estables en cada persona, existe una
serie de mecanismos defensivos, recursos defensivos generales que pueden ser
utilizados en determinado momento, independientemente de la estructura
caracterológica del individuo, aunque desde luego, tanto la manera de usarlos
como el contenido de los mismo, estarán estrechamente relacionados con la
estructura del carácter. Los mecanismos de defensa surgen cuando el yo se ve
amenazado por la angustia.
Esta suele aparecer en situaciones de "peligro" o sea conflictiva, que obligan a
confrontarse con alguna realidad angustiosa, ya sea externa o interna, o con
impulsos o fantasías con la suficiente fuerza para imponerse como una realidad
operante. La angustia resulta un signo de alarma, de modo semejante al dolor
físico que aparece como revelador de un sufrimiento corporal.
De este modo, cuando una idea reprimida, un impulso, un complejo o una
percepción dada, amenazan con hacerse conscientes, el equilibrio psí quico
puede mantenerse, aunque de manera inestable, recurriendo a alguno de los
mecanismos defensivos. Sin embargo, el uso de ellos produce a su vez una nueva
situación de inseguridad que debe ser cubierta, y en el caso de un carácter
neurótico, se llega a construir un complicado edificio inestable y costoso. Kafka, en
su novela "El proceso", traza de la manera más ingeniosa y profunda todas las
complicaciones de esta situación, que termina con la muerte psíquica del
procesado. Pueden citarse los siguientes mecanismos de defensa:

Condensación:Es un mecanismo por el cual ciertos elementos del inconsciente


(contenido latente) se reúnen en una sola imagen u objeto durante el sueño.
Consiste en la concentración de varios significados en un único símbolo.J

La renegación: es un término utilizado por Freud en un sentido específico: modo


de defensa consistente en que el sujeto rehúsa reconocer la realidad de una
percepción traumática, propiamente la ausencia de pene en la mujer. Este
mecanismo fue especialmente invocado por Freud para explicar el fetichismo y la
psicosis.
Represión: Represión: Es el proceso por el que un impulso o idea inaceptable
se torna inconsciente y la persona rechaza recuerdos, pensamientos e ideas
para mantenerlos en el inconsciente.

. El desplazamiento tiene también mucha importancia por su frecuen cia y


eficacia. Por medio de él, se coloca a una determinada persona o situación, en el
lugar de aquella a la que le corresponde la carga emocional. Eso nos permite la
continuación de una situación anterior, por lo general de raíz infantil, con sólo
cambiar los personajes o el ambiente. Fulano llega irritado de su trabajo y agrede
a su esposa, hijos o sirvientes, culpándolos de su malestar o problemas. Otra
persona es un fracaso, pero en vez de odiarse a sí mismo, se llena de odio y
envidia hacia los que han obtenido logros que están fuera de su alcance. Cargas
de afecto positivo pueden también desplazarse hacia seres ideales o hacia
animales, cuando la expresión amorosa directa y humana se halla bloqueada. Un
caso muy interesante de desplaza miento es la reacción de transferencia, que
ocurre habitualmente durante el curso de un tratamiento psicoanalítico. Es de
observación habitual, desde que Freud lo hizo notar, que el psicoanalista pronto se
ve objeto de una serie de afectos de diversa índole por parte de sus pacientes.
Estos afectos pueden implicar amor u odio y se envuelven en actitudes, exigencias
y fantasías que —cuando se trata de verdadera transferencia— la personalidad
del análisis y la situación psicoanalítica no justifican, de ninguna manera. Si la
transferencia no es advertida y valorada a tiempo, el tratamiento puede echarse a
rodar, pero su análisis proporciona, por otra parte, una excelente oportunidad de
conocer las reacciones más características y arcaicas del paciente, trasladadas a
la actualidad y en un campo de observación neutral y objetivo.

La Transformación en su contrario es un mecanismo de defensa inconsciente


que consiste en que los impulsos inaceptables reprimidos se transforman en sus
contrarios. En este mecanismo defensivo del Yo el sujeto transforma en su
contrario los deseos o impulsos reprimidos no permitidos por el Super-Yo.

Negación: Negar a toda costa un hecho a pesar de que sabemos que ha


ocurrido realmente.
Regresión: La persona se comporta de manera infantil o no congruente con
sus acciones por temor de que los demás la juzguen. 
Racionalización: Alguien que evita a toda costa realizar una acción que teme a
través de explicaciones 'lógicas'. 
Intelectualización: Las personas crean una etiqueta para no afrontar un
suceso. Por ejemplo, cuando no se quiere hablar sobre un problema de la
relación, pueden sugir expresiones como 'las cosas no van bien' a pesar de que
no se diga qué es lo que no va bien. 
. Identificación e introyección. Durante el curso de la vida, a través de la
experiencia, se va asimilando material tomando del medio ambiente, que sirve
para elaborar el modelo de vida. De esta manera se toman diversas actitudes,
imágenes, ideas y pautas de reacción y comportamiento, que el niño tiene la
oportunidad de captar en las personas y en el ambiente que lo rodea. La
identificación constituye uno de los procedimientos para lograr un buen desarrollo
normal, y la identificación adecuada, con progenitores de carácter productivo, es
una de las formas más útiles para construir un carácter creativo. Es muy sabido
que una deficiente o equivocada identificación puede ser causa de trastornos
sexuales posteriores. Durante el proceso de identificación puede haber una
selección inconsciente de las características de la persona introyectada, que la
idealiza o deforma; pueden introyectarse elementos conflictivos o contradictorios y,
al ser inconsciente de determina das identificaciones, el sujeto llega a tener
problemas en rasgos de carácter cuya motivación no acierta a comprender. En el
estado adulto, este mecanismo sigue produciéndose, pero con un sentido un tanto
diferente. El identiifcarse con determinada persona, ideología, credo religioso o
político, constituye un eficaz procedimiento para anular los sentimientos de
soledad y el miedo a la vida, a experimentarse como ser único, diferente y por lo
mismo expuesto a caer en el desamparo. De la identificación pueden también
extraerse sentimientos de valer, importancia y fuerza, o dar un sentido a la vida y
evadir la responsabilidad individual.

la proyección, se atribuyen a otros sujetos o situaciones, contenidos psíquicos


que en realidad no les corresponden y son propios. Fácilmente se teme al sujeto al
que se es hostil. Se ven caras malhumoradas y malos modos cuando se está "de
malas" o se es agresivo; los sujetos homo sexuales creen encontrarse con un
homosexual a cada paso y poseen "signos infalibles" para distinguirlos; la
situación económica del país anda mal cuando andan mal los propios negocios, o
al contrario. Se considera a la proyección como uno de los más característicos
mecanismos de la paranoia.

Identificacion: Este mecanismo de defensa genera: Identificaciones con


profesiones, titulaciones, personas y organizaciones influyentes para compensar
nuestros sentimientos de inferioridad. Aceptar y adoptar la opinión de otra persona
y también su conducta porque nos sentimos inferiores o no queremos enfrentarnos
a ella.

Aislamiento: Es el mecanismo por el cual un pensamiento o comportamiento se


aísla de los demás, de modo que se desconecta de otros pensamientos. Es una
defensa muy común en casos de neurosis obsesiva.

Simbolización: Este mecanismo de defensa convierte una fuente de angustia en


un símbolo en el que no puede identificar dicha fuente. Por ejemplo el temor a
morir ahogado en el mar que puede representas el miedo a ser asesinado por un
padre alcohólico violento que la persona tenía en su infancia
sublimación que es otro de los conceptos fundamentales de la psicología
freudiana, pero que ofrece problemas de orden teórico, al menos si se le concibe
al pie de la letra, tal como lo planteó Freud, quien pensó, que estando el hombre
sujeto a toda clase de impulsos sexuales, destructivos, agresivos o perversos, no
tiene otra alternativa que reprimirlos o realizarlos, viviéndolos conscientemente. En
este último caso, se convertiría en un perverso polimorfo y en caso de reprimirlos
llegaría a ser un neurótico, agobiado por la ansiedad, con vitalidad empobrecida y
llena de inhibiciones. Freud supuso que la estructura de la mente humana ofrecía
un tercer camino, que sería la sublimación. Mediante ésta, los impulsos instintivos
indeseables podrían ser transformados y realizados a través de objetivos que no
ofrezcan conflicto y que aun pueden resultar dignos de aplauso. De esta manera,
aunque la satisfacción instintiva indirecta no proporciona igual gratificación
placentera que la directa, brinda al menos una satisfacción de consuelo, que es la
única a que el hombre civilizado puede aspirar, habiendo renunciado a la
satisfacción de los primitivos impulsos. Así, la sublimación constituye la base para
la formación de la cultura. La capacidad para sublimar es variable de unas
personas a otras y constituye una de las más importantes cualidades de la
personalidad madura, indispensable para lograr la convivencia social.
Resulta discutible la afirmación de que las actividades más específica mente
humanas, sean el resultado de la descarga indirecta de un impulso sexual o
destructivo, al menos si se entienden los conceptos de instinto sexual al pie de la
letra. Pero dejando a un lado esta discusión, de índole teórico, es indudable que la
actividad que trasciende los niveles puramente instintivos, resulta indispensable
para conservar la salud mental y el sentimiento de alegría de vivir. Pero estos
hechos se comprenden mejor si son interpretados a la luz de teorías que
consideran a la naturaleza del hombre en un aspecto más integral

Formación reactiva: Encubrir un sentimiento de odio hacia una persona con


manifestaciones exageradas de afecto y amor. 
Compartimentación: Dejar el estrés que provoca el trabajo en el lugar donde lo
sentimos. Es decir, no llevar estos sentimientos en otros aspectos de nuestra
vida.
Compensación: Intentar destacar en un deporte que sabes que se te da bien
para compensar las malas notas que puedes sacar en otras áreas. 

Referencias.
1. Jung, G. G: Tipos psicológicos. Ed. Sudamericana. Buenos Aires. Argentina, 1943.
2. Htnojosa, A. y Cosío Pascal, A.: Análisis psicológico del estudiante universitario. La Prensa Médica
Mexicana. México, 1967.
3. Abraham, K.: The influence of oral erotism on character formation. Selected papers of Kral Abraham. Basic
Books Inc. Pub. New York, 1954.
4. Freud, S.: Character and anal erotism. (1908). Collected Papers. The Hogarth Press. Londres, 1953.
5. Freud, S.: Three enssays on the theory of sexuality the transformaron of puberty. Irnago Pub. Co. Londres,
1952
. 6. Fromm, E.: Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Fondo de Cultura Eco nómica. México, 1956.
7. Fromm, E.: Etica y psicoanálisis. Fondo de Cultura Económica. México, 1953
. 8. Freud, S.: Civilization and its discontents. Collected Papers. The Hogarth Press.

.
Ernesto Ruiz Estrada cuatrimestre Psicologia

MAESTRA: MONSERRAT LEDIVIERI

MATERIA :.-ENTREVISTA PSICOLOGICA

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