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diferentes materias , se hallarán
en Madrid en la librería de Hur
tado calle de las Carretas núm. 1 1 .
B 000
·····
01
6
1
CARTAS

SOBRE LA EDUCACION.

TOMO PRIMERO.
H

PARA

.0
ADELA Y TEODORO,

CARTAS

SOBRE LA EDUCACION,

ESCRITAS EN FRANCES

POR

LA CONDESA DE GENLIS,

Y EN CASTELLANO

POR EL TENIENTE-CORONEL

D. BERNARDO MARIA DE CALZADA,


Sócio de mérito de las Reales Sociedades Bascongada
y Aragonesa.

SEGUNDA EDICION.

Considerablemente aumentada y corregida.

ΤΟΜΟ 1.

MADRID , EN LA IMPRENTA REAL,


ANO 1792 .

Se hallarán en la Librería de Gomez , calle


de las Carretas.

TIBLIOTEE
BC
ADA
1

247

1
༄།

18

Ja

TOLLUT
E J
EL TRADUCTOR.

La necesidad de una buena edu

cacion es tan palpaple , que se

ría inútil repetir lo que tantos


han dicho y probado sobre tan
importante objeto .... Parece que
uno de los principales cuidados
debierá ser el de formar el cora
zon de los niños . Las Cartas de edu

cacion, que siguen , contienen tan


saludables y acertadas máxîmas ,
que me pareciéron dignas de ser

adoptadas por los padres de fami


lia ว y por los maestros particu

larmente encargados de educar la

Juventud creo que en ellas se


contiene quanto puede conducir
á tan ventajoso logro mezclan
do lo útil con lo agradable , para
imprimir , con la máscara del re
creo , las advertencias y excelen

tes ideas que envuelven , y que ,


comunicadas didácticamente , re

a 3 be
+

II EL TRADUctor.

belarian el amor propio de los


lectores .
Nacemos tan débiles , que ne
cesitamos desde luego una guia ,

que nos preserve del mal , nos


lleve hácia el bien , y nos propor

cione la futura felicidad . A Esta guia


ha de ser la educacion , en quien,
segun un Filósofo , obran la na

turaleza , los hombres , y las co


sas . El interior desarrollo de nues
tras facultades y órganos , es la
educacion de la naturaleza : ense

ñarnoslo á hacer , es la educacion


de los hombres ; y la adquisicion
resultante de nuestra propia ex

periencia , por medio de los obje


tos que nos afectan , es la educa
cion de las cosas .

Necesitando , pues , cada in


dividuo de tres distintos maes

tros , se seguirá , que el mal edu


cado , esto es , aquel en quien se
contradixeren las lecciones , nun

ca estará bien consigo mismo , y ,

de consiguiente , será infeliz : pu I


dien
EL TRADUCTOR. III
diéndose solo llamar bien educa

do y dichoso , aquel , en quien las


lecciones se convinieren para lle
gar á un fin determinado .
La educacion de los hombres

depende enteramente de noso


tros ; y de ésta dá instrucciones
utilísimas la obra que he traduci

do y aunque la de la naturaleza
no esté en nuestra mano 9 y la
nda os
de las cosas depe de ciert
s e eja
acaso , dirig y acons , la pri
n d o
e n t a p los
mera , pres exem ma
e s r a n e n c en
terial , que ilust y conv .
La division en cartas de este

tratado de educacion , hace su


lectura agradablemente variada ,
y va instruyendo al lector , sin

cansarle con preceptos. En ellas


se nota la delicada conducta , qué
es necesario tener con los niños
en su primera infancia " para

ir rectificando sus ideas ; y mo .


do de aprender , de suerte que se
acostumbren á mirar sin equivo
cacion las cosas . Se vé en la se
a 4 gun
IV . EL TRADUCTOR .

gunda edad quanta maduréz y cui


dado 9. se necesita para no ha

cer contradictorias las operacio


nes que presencian , y las máxi
mas, que en ellos se pretendió in
culcar. Por último , se manifiestan
con entera claridad , en la edad de
la razon , los efectos admirables

que se han conseguido con los es


meros anteriores , dirigidos á per
feccionar su educacion .

Todas las historias , relaciona


das en las Cartas , satisfacen al
entendimiento , conmueven al co
razon , y excitan á imitar las bue

nas acciones con que concluyen .


Llevado del deseo de que pro

duxesen las ventajas , que deben


esperarse , reduciendo á práctica

lo que enseñan , me dediqué á su


traduccion , muy desconfiado de
desempeñar acertadamente el in

tento , por conocer quanta destre


za necesita un traductor para ver
ter en su lengua nativa unas cartas
familiares , donde se hallan acu
mu
EL TRADUCTOR. V
mulados los valios modos de ex

presar los conceptos , que ocurien


en el trato comun y diario del
mundo : no obstante , pudo con
migo mas el anhelo del bien ge

neral , que el temor de la pública


censura , pues siempre confié en
que ésta sería moderada , aten
-
diendo á lo sano de mis inten
ciones .

La necesidad de educacion pú
blica , ( necesidad nunca bastante
mente ponderada ) ha sido mi úni
co estímulo en la traduccion de
esta Obra. Si el Público la honra

se con su aceptacion , quizá con


tinuaria en darle nuevos medios ,
que pudiesen hacer fructuosos sus

cuidados en el natural y amable


empleo de criar los hijos , para
que sean útiles á sus familias у al

Estado , cuya felicidad sólida es


precisa conseqüencia de la buena

educacion pública . Este ha sido el


verdadero móvil de mi trabajo ,

que quedaria altamente recom


pen
VI EL TRADUCTOR .
pensado , con solo haber contri
buido al bien de mis 1 semejantes .
j
En la primera edicion de esta
Obra se la cercenáron muchos

trozos de sus Cartas , que , mira


do á mejor luz , ha parecido muy
conveniente restituirla en esta se

gunda . Con lo qual ha logrado


considerable aumento y mejoría .
La utilidad é importancia del
asunto merecen la mayor aten
cion .

C
1.3.

4. i:
1

1011121

+5

ÍN.
VII

ÍNDICE

DE LAS CARTAS CONTENIDAS

EN ESTE TOMO.

CARTA I. El Baron de Alma


ne al Vizconde de Limours,
dia 2 de Febrero á las tres
de la mañana. I
CARTA II. La Baronesa de Al
mane á la Vizcondesa de Li
mours , 7 de Febrero. 3
CARTA III. La Condesa de Osta
lis á la Baronesa. 5
CARTA IV. La Vizcondesa á la
Baronesa . 7
CARTA V. Respuesta de la Baro
nesa á la Vizcondesa , 22 de
Febrero. IO

CARTA VI. Respuesta de la Viz


condesa. 15
CARTA VII. Respuesta de la Ba
ronesa á la Vizcondesa. 20

CARTA VIII. Respuesta de la Viz


condesa. 25
CAR
VIII ÍNDICE.

CARTA IX. Respuesta de la Ba


ronesa. 31
CARTA X. Respuesta de la Viz
condesa. #
43
CARTA XI. Respuesta de la Ba
ronesa.
55
CARTA XII. La misma á la Con
desa Ostalis. 74
CARTA XIII. Respuesta de la Viz
condesa á la Baronesa . 76
CARTA XIV. Respuesta de la Ba
ronesa. 78
CARTA XV . De la misma á la
misma. 85
CARTA XVI. El Baron al Viz
conde. 91
CARTA XVII. Respuesta del Viz
conde. 100

CARTA XVIII. Respuesta del Ba


ron. 103
CARTA XIX . Del mismo al mis
mo. - IIO
CARTA XX. Del mismo al mismo. 115
CARTA XXI. La Baronesa á Ma
1
dama Ostalis. 126
CARTA XXII. La Baronesa á la
Vizcondesa. 130
CAR
ÍNDICE. IX
CARTA XXIII. Respuesta de la Viz

condesa. 146
CARTA XXIV . Del Conde de Ro

seville , hermano de la Vizcon


desa , al Baron. 150
CARTA XXV. De la Vizcondesa á
la Baronesa. 167
CARTA XXVI. Respuesta de la Ba
ronesa. 1-69
CARTA XXVII. Respuesta de la
Vizcondesa 178
CARTA XXVIII. Respuesta de la
Baronesa. 183
CARTA XXIX . De la misma á la
misma. -188

CARTA XXX. Respuesta de la Viz 1


condesa. 198
CARTA XXXI. Respuesta de la Ba
K ronesa. 206

CARTA XXXII. Respuesta de la


Vizcondesa. 218
CARTA XXXIII . El Caballero de
Herbain al Baron. 220
CARTA XXXIV. La Baronesa á la
Vizcondesa . 239
CARTA XXXy. De la misma á la
misma. 148
CAR
X ÍNDICE.

CARTA XXXVI . El Conde de Rose


ville al Baron.
257
CARTA XXXVII . La Baronesa á
la Vizcondesa.
271
CARTA XXXVIII. Respuesta de la
Vizcondesa.
276
CARTA XXXIX. Respuesta de la
Baronesa.
277
CARTA LX. La misma á la mis
ma. 280.
CARTA XLI. La misma á la
misma. 289
CARTA XLII. De la Vizcondesa á
la Baronesa .
293
CARTA XLIII . Madama Ostalis á
la Baronesa .
297
CARTA XLIV. Respuesta de la
Baronesa á Madama Osta
lis. 300
CARTA XLV. La Baronesa á la
Vizcondesa .
302
CARTA XLVI . De la misma á la
misma. 306
CARTA XLVII. El Conde de Ro
seville al Baron . 310
CARTA XLVII . El Baron al Viz
conde.
319
CAR
ÍNDICE. XI
CARTA XLIX . La Baronesa á la
Vizcondesa.
323
CARTA L. Madama Ostalis á la
Baronesa. 336
CARTA LI. La Vizcondesa á la
Baronesa. !!
341
CARTA LII. Respuesta de la Ba
ronesa. 1.01. 343
CARTA LIII. Respuesta de la mis
ma á la misma. 349
CARTA LIV. El Conde de Rosevi
lle al Baron.
362
CARTA LV. La Vizcondesa á la
Baronesa.
373
CARTA LVI. La Baronesa á Ma
dama Ostalis.
379
CARTA LVII. La Baronesa á Ma
dama Valmont. De París. 381
Billete de la Vizcondesa á la Ba
ronesa .
383
Billete de la Marquesa de Valcé
á la Condesa Germeuil. 384
CARTA LVIII. La Baronesa á Ma
dama Ostalis. ibid.
Billete de Madama Valcé al Ca
ballero Creni. 388
CARTA LIX . Madama Valcé á
Ma
XII ÍNDICE.
Madama Germeuil
-3.89
CARTA LX . La Baronesa á Ma
dama Valmont.
394
CARTA LXI . La Baronesa á Ma
dama Ostalis ... T

405
CARTA LXII. Madama Valcé al
Caballero Creni. 407
CARTA LXIII . La Baronesa á Ma
dama Valmont. 15 li 麗 410

35

ADE
that

ADELA Y
Y TEODORO ,

CARTAS

SOBRE

LA EDUCACION.

CARTA I.

El Baron de Almane al Vizconde de


Limours , dia 2 de Febrero á las tres
de la mañana.

UANDO reciba Vm. esta Carta,


amigo y Señor , estaré ya á vein

te leguas de París. Salgo ahora mismo con


toda la familia , y me ausento por quatro
años. No he tenido valor para despedirme
TOM. I. A de
2 CARTAS
de Vm. ni hacerle sabedor de mis proyec

tos ; y , temiendo las oposiciones , é instan


cias de su amistad de Vm. , le he ocultado
cuidadosamente mis secretos designios. El

partido que hoy tomo , despues de una


larga y madura reflexîon , es el resultado
de la ternura con que Vm. , sabe amo á
mis hijos espero de ellos la felicidad de

la vida , y me dedico enteramente á su


educacion creerá el mundo que hago en

ello un penoso sacrificio , y aún me acu


sarán de que quiero hacerme singular,
quando solo soy consiguiente . No pue
do expresar en esta Carta todas mis ideas,

porque son muchas y muy extensas , pe


ro en llegando á B** escribiré á Vm.
por menor , segun debe esperarlo de mi
confianza y sincéra amistad. Crea Vm.
querido Vizconde , que no perderé de

vista el proyecto que hemos formado,


pues sin duda estrechará mas la amistad
que nos une.
Apartando á mi hijo de los exemplos
del vicio , y constituyéndome su ayo y
CO
amigo , trabajo á un mismo tiempo para
$
ámbos solo la virtud puede hacerle dig
no de la felicidad que Vm. le destina. A
Dios,
SOBRE LA EDUCACION. 3
Dios , amado amigo : escriba Vm. sin dar
se prisa á juzgarme , y , sobre todo , no me
condene ántes de conocer todas las razo
nes que han motivado esta ausencia .

Mi muger escribe á la de Vm . larga


mente ; pero, como conoce á la Vizconde
sa , ruega á Vm. modere los efectos de su

viveza quanto le sea posible : solo temé


mos la primera respuesta , porque no du
damos que las reflexiones y el tiempo nos

justificarán.

CARTA II.

La Baronesa de Almane á la Vizcondesa


de Limours , 7 de Febrero.

Ayer llegamos á B** , querida ami


ga mia , y todos con salud : mis hijos han
aguantado muy bien el viage , porque, á la
edad de seis ó siete años , se duerme en el
coche lo mismo que en la cama , y por eso no
están cansados como yo. Este es muy buen
Pueblo , y la vista de su campiña , desde
la casa, es deliciosa . Aquí todo es sencillo y
A 2 cam
4 CARTAS
campestre he dexado en París el fausto y

la magnificencia , esa gran casa, que ocupa


ba con disgusto ; y me hallo ahora bien
aloxada Adela está tambien contenta , y

dice , que mas quiere en las salas pinturas


instructivas , que colgaduras de damasco,
y que es mejor el Sol de Languedoc, que el
de París. Como te supongo enojada , no
me atrevo á dilatar esta Carta , y guarde
las noticias para el dichoso instante del
desenojo . ¡ Ay amiga ! ¡ si vieses mi corazon ,
léjos de condenarme , aprobarias quanto
hago ! Mira que , si es permitido enfadarse
con una amiga , quando puede en ménos
de diez minutos solicitar el perdon , no lo

es quando se halla á doscientas leguas. Y


¿qual es mi culpa ? La de haberte ocultado
un secreto, que no podia revelar : mi mari
do me prohibió totalmente revelártelo ; pe
ro acuérdate de la última noche que cena

mos juntas , en la que , por mi profunda


melancolía , pudiste adivinar lo que callaba .
A Dios, querida amiga : aguardo car
ta tuya con grandísima impaciencia , por
que no puedo tranquilizarme con la idea
de que estás quejosa .
Abraza de mi parte á Flora , y á
J
Cons
SOBRE LA EDUCACION. 5
Constanza , diciendo á Flora , que la rue

go te hable á menudo de la mejor amiga


. que tienes en el mundo.

CARTA III.

La Condesa de Ostalis á la Baronesa.

El mismo dia que Vm. salió de aquí,


tia mia , obedecí puntualmente la órden
de Vm. y fuí á casa de Madama Li
mours no me quiso recibir por la maña
na , pero me recibió á la tarde. La encon
tré pesarosa y melancólica : lloró al ver
me , y seguidamente empezó á quejarse de
Vm . tratándome con frialdad , de la que
fácilmente penetré el motivo , y era en
efecto un movimiento de zelos , dimanado
de creer, que me habia Vm. confiado el se
creto ocultado á ella. Hubiera yo podido
decirla : " Pues acaso , mi tia , bienhe

» chora , y madre , á quien debo la edu


» cacion , establecimiento y exîstencia , ¿po
» dria tener reserva con su hija , y temer
» de su parte las objeciones y oposiciones
A3 » que
6 CARTAS
» que podria Vm . hacerle ? Pero me acor
dé entónces de una máxîma de Vm . que

prohibe usar de la razon contra el enojo,


y tomé el partido de callar. Ayer comí
con ella , y la encontré , poco mas ó mé
nos , en la misma situacion : tenia muchas

visitas , y vi algunas personas solícitas en


procurar los remedios de exâsperarla mas,
repitiendo con afectacion , que era increi
ble que Vm. no la hubiese confiado el se !
creto de manera que, en este instante, es
tá su amor propio muy ofendido para que
sus cartas de Vm. puedan producir el efec
to que deseamos sin embargo , su cora
zon es bueno , ama á Vm. con verdad , y
es imposible que conserve mucho tiempo
su enfado .
I
El Caballero Ostalis no marchará á

su Regimiento hasta primeros de Junio ,


y saldré el mismo dia para el Languedoc .
¡ Que felicidad , tia mia , la de abrazar á
Vm. despues de una ausencia de quatro
meses y medio ; y la de volver á ver á

el amable Teodoro , y á la graciosa Ade


la ! y ¡ quánto sentiré separarme de tan

amados objetos ! A Dios , querida tia : no


olvide Vm. á su hija primogénita de adop
cion,
5

SOBRE LA EDUCACION. 7
cion , que tiene á Vm. presente siempre,
y la ama , respeta y admira.
Mis dos niñas continúan con salud:

empiezan á pronunciar algunas palabras


francesas é inglesas , y me proporcionan
ya los mas dulces placeres , que en ausen
cia de Vm . puedo disfrutar.

CARTA IV.

La Vizcondesa á la Baronesa.

Dices , que no es permitido enfadarse


con una amiga , quando está á doscientas
leguas ; pero ¿ lo será el perdonarla , quan
do falta á todas las obligaciones de la
amistad ? Si sabes alguna máxîma que pres
criba esto , debes citármela , pues. sola ella

puede apoyar tu razonamiento . No estoy


enfadada , no riño ; pero me hallo muy
ofendida de tí. No tenias parienta mas cer
cana , ni aún la de Ostalis , pues soy tu
prima hermana , y ella es tu sobrina de

mil leguas tampoco tenias amiga mas ver


dadera y antigua ; y en la única ocasion
A4 en
8 CARTAS

que podias darme una prueba segura de


confianza , ¡me tratas como á una extraña!
Confiesa que tengo gran motivo para eno

jarme tambien dices que tu marido te


prohibió confiarme el secreto en verdad ,
amiga , que no te creía tan sumisa : ya
veo que eres una esclava , y tu marido un
dueño despótico : guardaré los secretos que

quiera confiarme el mio , sin obligacion


de revelártelos; pero sabe , que , quando vi
via persuadida á que me amabas , hubie
ra faltado por tí á todos . El exemplo , que

me das , manifiesta que es errado mi mo


do de pensar , y por tanto procuraré cor
regirme. Dices, que deberia haber adivina
do lo que no te atrevias á decirme , solo
porque te ví triste la última noche que
cenamos juntas. Amiga , como no te he
visto jamas muy alegre , y como tus mu 1
chas distracciones te suelen enagenar , con
fieso que no me causó novedad : fuera de

esto, era la víspera de tu ausencia : y quan


do pocas horas ántes de ella me hubieras
participado el proyecto , no por eso fuera
menor mi queja.
Sé que haces poco caso de la opinion
pública en las cosas que no ofenden al ho
nor;
SOBRE LA EDUCACION. 9
nor; y en verdad que es una felicidad en
estas circunstancias , porque estás univer
salmente murmurada. Dicen , que es cosa
ridícula ir á educar sus hijos al Langue
doc , y mas en quien tiene haciendas á
seis leguas de París , donde poder vivir re
tirada , sin necesidad de abandonar sus ami
gos , y de privarse de maestros , que no
hay en esa Provincia. Tambien dicen, que
has tomado ese partido por vanidad , por

amor propio , y porque se diga que has


hecho un sacrificio penosísimo : el mayor
número asegura que estás endeudada y ar
ruinada , y que dexas á París para desem

peñarte : y aún no falta quien saque con


jeturas tan absurdas , que no merecen re
ferirse. ¿ Qué puedo yo responder á todo
esto , sino que el Sol de Languedoc es me

jor que el de París ? porque al fin , hasta


ahora , esa es la única razon que me has da
do si tienes otras , te suplíco me las di
gas , para no sufrir el tormento de tener
que callar , quando oiga acusarte de incon
seqüente y rara. A Dios.... y este á Dios
no es hasta la noche , no es hasta mañana,
es un á Dios para quatro años , y quizá
para toda mi vida .... En verdad que esta
idea
10 CARTAS
idea no es alegre .... Pero es posible que
una sola idéa melancólica pueda repentina
mente ablandar el corazon ? .... Se me arra

san de lágrimas los ojos .... Ya se acabó


mi queja : escríbeme , escríbeme pronto , y
muy por menor. Bien ves de quanto ren
cor soy capáz : ¡ qué débil soy ! confesado
esto , ya puedo decir que te amo , y que
me es imposible vivir sin decírtelo , y ver
te persuadida de ello.

CARTA V.

Respuesta de la Baronesa á la Vizcondesa,


22 de Febrero .

¡ Quánto debo á aquella idéa melancó


lica , pues me ha valido siquiera quatro
líneas tan cariñosas ! Ahora , que me has
perdonado con tanta generosidad , estoy
ménos segura de no haberte faltado en al
go ; pero, en fin, escucha lo que puede ser
vir para justificarme : nunca he gustado
del bullicio del mundo : sabes con que an

sia he deseado tener hijos , y que ha sido


mi
SOBRE LA EDUCACION. II

mi ocupacion constante instruirme en todo


quanto tuviese relacion con su crianza . Ca
sada á la edad de diez y seis años , y no
siendo aún madre á los veinte y uno , lle

gué á persuadirme no gozaria nunca feli


cidad tan deseada ; y , para consolarme, en
parte , adopté por hija á la de Ostalis.
Tenia entónces diez años y la eduqué
con quanto cuidado pude. Todo el mundo
aplaudia mi educacion , y logré que, á los
quince años de su edad , se habláse general
mente de mi hija, como de una persona dis
tinguida por su talento , instruccion y buen

modo ; pero yo sola conocia , que con las


luces adquiridas, podia mejorarse mucho su
educacion. La experiencia me ha enseña
do , que el estudio mas profundo del cora
zon humano , y todos los talentos reunidos,

no valen tanto como la práctica de criar


y educar los niños , pues solo de este mo
do se pueden conocer bien. Este convenci
miento aumentó en mí el deseo de tener
succesion ; y , al paso que me contempl
aba
capáz de poder dar una educacion buena ,
crecia el dolor de no tener objetos en que
emplearla . Oyó el Cielo mis continuadas
súpliças , y el nacimiento de Teodoro y
de
I2 CARTAS
de Adela colmó mis deseos. Habia ya fina

lizado algunas obras relativas á la educa


cion , y , con este motivo , trabajé de nuevo

con tanta eficacia , que llegué á quebran


tar mi salud. Empecé á conocer , que , solo
separándome del bullicio de la sociedad ,
podria seguir mi plan en toda su extension ,
y que de otro modo era necesario abando

nar tan esencial proyecto. Lo mismo pen


saba mi marido tratamos el asunto , y me
declaró , que estaba determinado á dexar á
París en cumpliendo Teodoro siete años.
A
Pero ¿ qué lugar escogerémos ? Queriendo
inspirar á nuestros hijos el gusto de los pla
ceres sencillos , y alejarlos de la magnifi

cencia , ¿ irémos á situarnos en un pueblo


*
á seis leguas de París ? ¿ Podrémos dexar 葡
de recibir allí freqüentes visitas ? Adela y $

Teodoro no oirán hablar cada dia de la <


Opera , de la pieza nueva ? Y ¿ podrémos
evitar que sientan no vivir en un pueblo
donde se hacen tales cosas ? El resultado

de estas y otras muchas consideraciones , fué 10*

determinar , que era indispensable alejarnos


mucho de la Corte , y conveniente que

fuese al Languedoc . Desde este instante


dió mi marido las providencias para que se
dis
SOBRE LA EDUCACION. 13
dispusiese nuestra casa de campo con arre
glo á sus intenciones y miras. Si tienes cu
riosidad de saber de que manera , te envia
ré una relacion circunstanciada en mi pri
mera carta. Ahora , amiga querida , ponte
un instante en mi lugar , y júzgame , no
por tí misma , que naciste para la sociedad,

para agradar á todos , y ser amada , sino


por lo que me has visto practicar en todos

tiempos , que se reduce á amar el estudio


y la ocupacion , á no poder tolerar el por
fiado cumplimiento , quando no hay mo
tivo político , á ser excesivamente perezo
sa para las cosas frívolas , á no tener acti

vidad sino para las útiles , á no compre


hender como puede desearse con ansia el
agradar á gentes que no se estiman , á de
testar el adorno personal , las grandes co
midas y el juego ; en fin, á esperar de mis
hijos toda la felicidad de mi vida ; y en
habiéndome así juzgado , has de convenir
precisamente en que he tomado el verda
dero partido correspondiente á mi carác
ter , segun mi gusto y modo de pensar . Es
verdad que mis hijos no tendrán maestros
en Languedoc ; pero mi marido y yo nos
hallamos en estado de suplirlos , particu
lar
14 CARTAS
larmente en su niñez : traigo ademas con
migo dos sugetos de conocido talento , que
no me dexarán hasta concluir totalmente
su educacion . Pasados quatro años , iré to
dos los inviernos á París ,, y entónces pro
curaré á mis hijos los maestros necesarios
para perfeccionarlos.
Ahora , amada amiga, confiésame , que,
si te hubiera comunicado mi proyecto dos
años ha, te hubieras tambien resentido, por
ser asunto tratado y resuelto , pues no se
aprecian las confianzas sino quando pare
cen consultas. La resolucion de mi marido
era firmísima ; y , si yo te hubiera descu

bierto nuestro designio , nos exponíamos á


contradicciones y disputas , que quizá nos
hubieran enemistado. Ve ahí , amiga , una

parte de nuestra justificacion ; y en cono


ciendo el plan de educacion que hemos
formado , comprehenderás mejor quan in
dispensable era alejarnos de París. Censúre
me el mundo , y murmureme quanto qui
siere, que el testimonio de mi conciencia me
consolará facilmente de su injusticia , con
tal que yo consiga la aprobacion de mi

amiga. El que se sacrifica al cumplimiento


de sus obligaciones , puede estar cierto que
el
SOBRE LA EDUCACION. 15
el Público desnaturalizará los motivos que
hacen su accion laudable , y encontrará
causas imaginarias , que le quiten el mé
rito esta injusticia no siempre dimana de
la envidia alguna vez se ha hecho de
buena fe . Enefecto , el comun de los
hombres rehusa creer lo que no le parece
posible ; y , en este caso , es su incredulidad
mas lisonjera que su aprobacion . Finalmen
te , querida mia , si apruebas mi conduc
ta , y me amas siempre , quedaré entera
mente satisfecha.

CARTA VI.

Respuesta de la Vizcondesa.

Todas nuestras disputas se concluyen

teniendo tú razon , y yo culpa. Creo que


conservarémos siempre esta costumbre : si,
amiga tienes razon en lo esencial , aun
que hallo sin embargo alguna irregularidad
en el modo esto te concedo únicamente ,
aunque no salgo responsable de concedér
telo todo. Quando el plan , que has for
ma
16 CARTAS
mado , no fuese tan bueno como le supongo,
al fin has obrado segun tus ideas, y despues
de largas meditaciones : es cierto que eres
conseqüente ( métito bien raro en el dia) y
por eso no me atrevo á desaprobar tus ope 1
raciones me has hecho una descripcion de
tí misma tan exâcta , que al leerla repetia
yo á cada expresion : es verdad ; y des
pues decia pero ¿ cómo puedo amar tanto

á una muger , que se parece á mí tan po


co ? En efecto , quiero que me expliques es
to , pues yo juzgo, que la amistad tiene los
mismos caprichos que el amor. Quanto me
dices sobre la educacion de la de Ostalis

me ha sorprehendido , y confieso con since


ridad , que qualquiera madre podria hacer
vanidad de tenerla por hija : no obstante,

creo que, con disposiciones iguales , debe su


perarla Adela.
No es esto muy plausible para las pri
mogénitas , pues se cree en ellas un prodi
gio la instruccion , dexando generalmente
para las segundas la felicidad de una com
pleta educacion. ¿ Cómo se remediará este
inconveniente ? Por ventura hay algun me

dio , y debieras ocuparte en buscarlo. Su


plícote que pienses en ello.
Ten
SOBRE LA EDUCACION. 17
Tengo ya treinta y un años , y una hi

ja de quince ; tiempo es de renunciar á


una parte de las fruslerías que hasta ahora
me han ocupado , y quizá muy tarde pa
ra reparar los descuidos que he tenido en
la educacion de Flora : su hermana tiene

cinco años : hazme el gusto de participar


me el plan , que has formado para Adela ,
que yo te ofrezco seguirlo constantemente ,
y en quanto sea combinable con mi situa

cion actual . Tengo el mas sincéro deseo de


hacerla digna de ser algun dia tu nuera :
instrúyeme , guíame , pues me gloriaré du
plicadamente de hacerme virtuosa por tu
direccion , debiéndote , por lo mismo , un
nuevo manantial de felicidades . Tú cono
ces mi ligereza , y , mi ningun reparo ; pero
te aseguro , que mis defectos no son caracte
rísticos , y sí procedentes de una educacion
descuidada . De muy pocos años me saca

ron de un Convento , y salí de él , como


regularmente sucede , con la idea de des

quitarme de una larga y penosa esclavitud ,


entregándome á toda especie de diversio
nes . El único consejo que me dieron , fué

el de prenderme bien , y aficionarme al


bayle : efectivament no falté á ninguno ,
e
TOM. I. B de
18 CARTAS
de tal manera , que, á fines del invierno, tu
ve una fluxîon al pecho , que me puso á
la muerte ; y entonces debia ya á una Mo
dista cincuenta mil reales. Tú , que cono
ces mi docilidad , contempla como aprove

charía de los consejos recibidos. Pero te


aseguro con verdad , que nunca he disfru
tado con entera satisfaccion de los placeres;
y que , de las ruidosas diversiones , siempre
he traido á mi casa cansancio y disgustos,
que me daban un testimonio claro de que
no eran en realidad como la imaginacion
me los pintaba . A pesar de todo , volvia
de nuevo á dexarme llevar por el hábito
y la condescendencia " entregándome al
mundo sin amarlo , y haciendo locuras ,
que no las aprobaba el corazon de todo
ello ૐ qué me queda ? la salud destruida,
pesares continuos , y ninguna memoria ver
daderamente agradable .... Hablan mucho
de mi alegría yo me persuado á que es
:
ficticia tú eres en el interior mas alegre:

jamás te he oído una idea melancólica : ig


noras que cosa es : á mí me persiguen de
tal modo , que , sin saber como sin mo
, y
tivo , me asalta de repente la melancolía ,
y muchas veces en el momento que estoy
mas
SOBRE LA EDUCACION . 19
mas divertida. Por exemplo , en este pun
to me hallo tan oprimida , que no quiero
alargar mas esta carta. A Dios , estimada
amiga : envíame la descripcion de tu casa ,
y lo demas que me has ofrecido. Ayer re
cibí una carta de mi hermano : me parece

que está contentísimo con su Príncipe , y


se felicita diariamente de haber emprendi
do su educacion . A la verdad es muy glo
rioso educar un Príncipe , que ha de rey
nar ; bien que costará á mi hermano el sa

crificio de expatriarse por muchos años.


Me encarga te diga , que , desde que supo

el partido que habias tomado , se aumen


tó la estimacion y el concepto que hacia

de tí y que escribirá al Baron para ma


nifestarle la satisfaccion que ha tenido . Es
cierto que das un gran exemplo ; pero los
mas heroicos no son siempre los mas úti
les , porque si el no alabarlos es dificil,
aún lo es mas su imitacion.

B 2 CAR
20 CARTAS

CARTA VII.

Respuesta de la Baronesa á la
Vizcondesa.

Me pides tantas cosas , que no es po


sible las pueda contener una carta y mas
quando gustas de las noticias circunstancia
das ; pero , no obstante , quiero complacer
te , y darte pruebas de que me intereso
en quanto sea satisfaccion tuya. ¿ Acaso es
necesario verse para amarse , y darse prue
bas de ello ? La amistad es un sentimiento

tan puro como desinteresado, que se alimen


ta y fortifica con la ausencia , la qual tam
bien contribuye para conocer mejor su fuer
za y verdad . El placer de escribirse , que
es el comercio delicioso de dos almas uni

das por la estimacion y confianza , es quizá


una de sus mayores complacencias , porque
no exîsten entónces aquellos convenios frí
volos de la sociedad , que aproxîman las
gentes sin reunirlas . La inteligencia y cor
respondencia íntima de ideas , es una frui
cion
SOBRE LA EDUCACION . 21

cion incomparable. Fuera de esto , tiene la


ausencia otras ventajas , porque los defec
tos del carácter y del genio no aparecen , y
solo se ven cartas de una amiga , su ternu
ra y virtudes ; sin que ocurra disputa al
guna , que enfrie la amistad. Ya veo que
no me has pedido el plan de mis sentimien
tos , sino el de la educacion . No en una
carta sola , ni aún en el tiempo de tres
meses, podré comunicártelo todo , pues quie
ro con exemplos aclararte mis ideas , y con
la historia de Adela instruirte con perfec
cion de mi sistéma y opiniones. Mira bien,
amiga querida , si tienes sufrimiento para
sobrellevar el tedio , que podrán causarte
unas relaciones menudísimas , que solo te
pintarán las acciones de una niña de seis
años , sus ocupaciones , progresos , faltas,
preguntas y conversaciones. Antes debo in

formarte de las personas que hemos traido :


empezaré por Brígida , á quien conoces, y
de quien te has burlado tantas veces , quan
do la traxe de Inglaterra , para enseñar el
Ingles á mi hija , que tenia seis meses.
Aún me acuerdo de las chanzas , que te
ocurriéron sobre la simpleza de traer una

maestra de lengua Inglesa para una niña


B 3 en
22 CARTAS.
en mantillas ; y annque te repetia , que
este método de enseñar las lenguas vivas
está universalmente establecido en toda Eu
ropa , excepto en Francia , nada pudo con
tener el curso de tus inagotables bufonadas
sobre este asunto . Es verdad que hago mal
de echáitelo en cara , porque lo has pa
gado bien con el espanto y admiracion pro

funda , que te causáron las primeras pala


bras inglesas pronunciadas por Adela y
Teodoro , los que en el dia , siempre con
admiracion tuya , hablan tan facilmente
aquella lengua como el Frances. Brígida
permanecerá conmigo todo el tiempo de la
educacion ; y ( sin embargo de que no pue
des perdonaila el ir tan encotillada á los
quarenta y cinco años ) me será siempre
muy útil , porque tiene juicio , igualdad
de genio , y perfecto conocimiento de la
literatura inglesa . Dainville (un Jóven , de
quien creo has visto algunos dibuxos) tam
bien está con nosotros : es Italiano , dibu A

xa perfectamente , y es mas amable que


Brígida , pues al talento , que realmente
tiene , junta mucha alegría natural . Por lo
tocante á criados , como el número que te
níamos en París nos seria aquí incómodo,
he
SOBRE LA EDUCACION . 23
hemos despedido todos los nuevos , que
dándonos con los mas seguros. Supongo que

no dudas ha querido seguirme la chica


Blondin ; pero Lucila , como mas bonita,
ni aún lo ha imaginado : he tomado en su
lugar otra muchacha , que borda preciosa
mente , y sabe hacer un millon de cosas,
porque quiero que mi Adela sepa de todo ,
sin que la instruccion le haga desdeñar

otras habilidades. Tú sabes que en París


comia Brígida en su quarto ; pero aquí , co
mo hay ménos reparos , ella y Dainville
comen con nosotros tambien conoces el

orgullo de Brígida , y de ahí inferirás quan


contenta se halla en Languedoc : lo está
tanto , que continuamente celebra el cam
po , y la libertad que en la soledad se dis
fruta. Ahora , estimada amiga , que cono

ces nuestro interior , voy á enterarte de


como empleo mis dias. Me levantó á las
siete , y entre el tocador , el desayuno , y
disposiciones de la casa , me ocupo hasta las

nueve : á esta hora voy á la Capilla á oir


Misa despues , si el tiempo lo permite,
nos paseamos hasta las once entro en mi

quarto con Adela : la mando leer , y re


petir de memoria algunos cuentecillos , he

B 4 chos
24 CARTAS

chos expresamente para ella ; y luego ha


blamos hasta medio dia , hora en que todos
nos juntamos para comer. En levantando

nos de la mesa , ó vamos á los jardines á


pasar una hora , ó nos quedamos en la sala
de comer hablando. Nos entretenemos tam
bien en mirar las cartas geográficas , algu
nos buenos dibuxos , ó bien tenemos músi
ca. A las dos , cada uno se va á su quarto :
yo me quedo con Adela , que no me dexa
sino para ir á paseo escribo hasta las qua
tro , sin interrupcion , y Adela va y viene
jugueteando al rededor de mi mesa . A las
cinco entra Deinville con mi hijo , que vie
ne á dar una hora de leccion de dibuxo
con su hermana , y, durante este rato, conti
núo escribiendo . Me suelen mostrar los per
files que han hecho yo repruebo ó aprue
bo; y , concluido , se vá Teodoro á buscar
á su padre. Continúo con mi Adela , par
ticipando y mezclándome en sus juegos,
hasta las siete luego toco el clave hasta
las ocho y media , á cuya hora cenamos :
á las nueve van los niños á acostarse : noso

tros quedamos hablando de ellos , regular


mente hasta las diez , á cuya hora me voy
á mi quarto , leo , poco mas ó méņos , una
ho
SOBRE LA EDUCACION. 25
hora , y me meto en la cama satisfecha del
buen empleo del tiempo. Puedo decirme:
" Vé aquí un dia pasado , pero no per
"dido". Me duermo pensando en mis hi
jos los veo en sueños , y me despierto
con nuevos deseos de consagrarles todos
mis cuidados . En otra carta , apreciable
amiga , continuaré lo que falta , porque ya
es tiempo de acabar ésta . A Dios hábla
me de tus hijas. ¿ Estás contenta con Flora?
Mi querida Constanza continúa del mismo
modo ? ¡ Ah ! cultiva su buen natural : tie

nes talento , la quieres mucho , y te será


muy fácil educarla bien , si es verdad (co
mo no lo dudo ) que has resuelto no salir
tanto de casa : no vayas con freqüencia al tea
tro , renuncia á los bayles, no te acuestes tan
tarde ; y serás una de las mejores madres.

CARTA VIII.

Respuesta de la Vizcondesa.

Te es muy
es muy fácil decir : " No vayas
» tanto al teatro , renun no
cia á los bayles ,
» te
S
26 CARTA
» te acuestes , &c. " Vuelvote á asegurar ,
" Vuélvote
que no amo con pasion tales diversiones;
pero ¿con qué ocuparé este vacío ? Imagí
nate que Flora tiene catorce años ; que na

da sabe ; que á nada se inclina ( exceptuan


do el bayle ) ; y que esta desgracia es ya
irremediable : su hermana no tiene mas que

quatro años no puede por consiguiente


divertirme todo el dia : la una es ya muy

grande para que puedan serle útiles mis


cuidados : la otra muy niña para necesitar

los : ¿ qué pretendes , pues , que haga de


todo el tiempo que esté en casa ? Veo des
de aquí tu indignacion , y oigo que me di
ces : " lee , medita , ínterin llega el tiem
" po de obrar ". Está muy bien ; pero te
advierto , que la lectura me daña la vista ,
y el reflexionar me entristece . Tú has lei
do y meditado por las dos : te creeré , sin
exâmen , me dictarás quanto haya de obrar,
y lo executaré puntualmente : no me pidas
estudio ó meditacion , porque soy incapáz
de ello; pero te ofrezco , en cambio , confian .
za y docilidad . Dexemos chanzas : desconfio

de mi razon , conozco la tuya ; y así, no puedo


tomar mejor partido , que el de entregar
me á una guia experimentada qual tú eres.
Aguar
SOBRE LA EDUCACION. 27
Aguardo con impaciencia las relacio
nes circunstanciadas , que me has prometi
do , porque estoy segura que serán utilisi
9 pudiéndose sacar de ellas conseqüen
cias muy instructivas la ninguna costum

bre de aplicarme , impedirá que puedas fi


xar mi atencion con solo preceptos y má
xîmas : yo necesito imágenes y exemplos.
Querria tambien , que me dieses una idea
general de tus principios para la educación
de las niñas enséñame qué cosas deben
cultivarse en ellas , y los defectos que juz
gas mas peligrosos ; como asimismo qué gé
nero de instruccion les conviene mas. Es

cosa rara no estar yo instruida de tus opi


niones sobre este asunto : estás sin cesar ocu

pada con tus hijos , pero nunca me hablas


de ellos ; y deseo encontrar en tus cartas
las luces , que necesito , porque el órden y
encadenamiento de ideas se grabarán en
mi imaginacion de un modo imborrable.
Sí , estimada amiga mia estoy poco
satisfecha de Flora : ella será ciertamente

mas ligera é inconsiderada que su madre :


dudo si la hija que crias te igualará , pe
ro no dudo que ha de superar Flora á su
madre me chanceo por distraerme ; mas,
ha
28 CARTAS
hablando con seriedad , debo decirte , que
siento entrañablemente no ver en mi hija
todas las qualidades , que pudieran asegu
rar la felicidad de su vida. Verdad es , que,

quando jóven, era yo como ella , vivaracha ,


inconseqüente y ligera ; pero , á lo ménos ,
era sensible , y no me faltaba talento y ge
nerosidad : por esta razon nunca hice co
sas escandalosas é impropias ; y , si acaso dí

alguna vez lugar á la malignidad para las


timar mi reputacion , conservé , á lo mé
nos , la estimacion de los que me conocié
ron. Si viese yo que Flora tenia buen cora

zon , aún me lisonjearia de poderla corre


gir de sus defectos : hay momentos en que
lo espero , y en otros pierdo absolutamen
te la esperanza . Pero, hablando de mi Cons

tancita , debo tambien decir , que es mi


consuelo , tiene bondad , es inalterable en
la suavidad de su génio ; y , últimamente ,

no es posible que ninguna criatura haya


prometido mas.
¿Con que la Dueña , la pedante Bri
gida , come en la mesa contigo ? En efecto,
creo que es muy vana : ¿dice aún á menu
do estoy sorprehendida ! y lo dice con
aquel semblante frio , en el que nunca se
de
SOBRE LA EDUCACION. 29
dexa conocer la admiracion ? Sin embargo,
te pido la des mis memorias , pues quiero
absolutamente reconciliarme con ella , y

estar bien con todos los que te rodean .


No puedo acabar esta carta, sin contar
te una historieta , que te dará asunto para
mas de una reflexion . El Caballero D.....

y el Conde de C.... habrá unos quince dias


que tuvieron una disputilla en el juego,
aunque no tuvo conseqüencias por entón
ces. Al dia siguiente cené en casa de la
suegra de Madama Ostalis : habia mu
cha gente , se habló del asunto : los hom
bres lo tenian por bagatela ; pero las mas
de las mugeres lleváron muy á mal que el
Caballero D..... no hubiera desafiado al
Conde entre otras, Madama de Senanges,
con aquel ayre de suficiencia y voz des
agradable , que sabes tiene , exclamó que
era extraño, inaudito ; y que , á ser su her
mano el Caballero , ó bien su amigo , no
le ocultaria su opinion. Este discurso iba
dirigido al Vizconde de Biesac , quien , no
atreviéndose á aprobarlo abiertamente , so
contentó con sonreirse , haciendo un ade
man equívoco. Entónces se pusiéron á ha
blar baxo unos con otros , volviendo á con
tar
30 CARTAS

tar el suceso muy diferentemente , y aña


diendo cada uno lo que habia oido decir.
Por mas de un quarto de hora no se escu
chó otra cosa en la sala sino : eso es increi

ble , eso no tiene exemplo , &c. En fin , se


decidió que el Caballero D.... debia reñir
con el Conde , ó ser tenido por cobarde.

A la mañana supo el mismo la sentencia, y


la graduó de atroz y absurda ; pero , vién
dose precisado , fué á buscar al Conde de
C.... y salió con él á reñir fuera de la Ciu

dad. El pobre Caballero recibió tres heri


das , de que ha estado á la muerte . Ves
aquí , amiga , el fruto de la bachillería de
tres ó quatro mugeres , tan inconsideradas

como necias. Muy mal entienden sus inte


reses , quando hablan con tanta ligereza
sobre la conducta de los hombres , porque
estos pueden vengarse mucho mas facil
es acusar con verisimilitud á una muger
honrada de que tiene un amante , que no
hacer pasar á un hombre valeroso por co
H
barde : no debemos admirarnos de vernos

tan amenudo calumniadas por los hombres,


pues nosotras mismas los tratamos con tan
poca consideracion . A Dios , amiga queri
da hace dos meses largos que estamos se
pa
SOBRE LA EDUCACION. 31
paradas tú me dices buenas cosas sobre la
ausencia ; pero yo la hallo insoportable,
quando me priva de tí. No te olvides de
la descripcion de tu casa.

CARTA IX.

Respuesta de la Baronesa.

Tus reflexiones sobre la aventura del

Caballero D.... son muy justas : no es la


primera de esta clase de que he oido ha
blar ; y , como dices , las mugeres , que
despedazan la reputacion de los hombres , y
que los tachan de falta de valor , ó de po
co desinterés en el juego , merecen muy
bien la ninguna consideracion que de ellos
obtienen .

¿Quieres , pues , amiga querida , que


te dé una idea general de mi plan de edu
cacion ? Mi máxima es , que es indispen
sable emplear el mayor cuidado en preser
var las niñas del defecto comun á casi to

das las mugeres , esto es , de la galantería .


Tú te confiesas delinqüente , en esto , y.yo
no
32 CARTAS
no lo creo así : las personas con quien has
vivido , el mal exemplo , y la moda , te lo
harian parecer, supuesto que has conservado
siempre el juicio recto , y bueno el corazon.
t
Esa costumbre perjudicial apoca el espíri
tu , le hace susceptible de las mas ridícu

las pequeñeces , apaga la sensibilidad , y


conduce á los mas espantosos desarreglos .

La muger , que hace profesion de galante


ría , ni tiene principios , ni virtudes : ha
çe asunto de juego inspirar deseos , y tur
bar la union de dos corazones pacíficamen
te unidos ; y aún ésta es una de sus menos

culpables acciones : entregada succesiva


mente , ya al despecho , y ya á los zelos
mas baxos , quiere subyugarlo todo , sacri
ficando , sin remordimiento , á tan absurda
pretension la decencia y honestidad . Esta
pasion facticia (producida por la aridéz del
corazon , y por una imaginacion desordena
da) no tiene freno que la contenga , quando
ha llegado á ser extrema. Hay unos vicios,
que deben pintarse con horrorosos colores:
hay otros, que basta ridiculizarlos: estos son
los medios mas ciertos para preservar de

aquellos , que la corrupcion general , y el


uso , han hecho comunes : sobre todo pro
cu
SOBRE LA EDUCACION. 33
cura persuadir á tu hija que ser hermosa no
es ventaja ; y cuidado no quieras inculcar
la esta verdad con máxîmas , que la fasti
dien sin convencerla : es necesario que ala

bes á menudo delante de ella el talento y


la modestia , y verás como se hace juiciosa.
por sistéma , é inclinacion. La educacion
de los hombres y mugeres se parece en que
es necesario inclinar su vanidad hacia los
objetos sólidos , pero varía en casi todos
los demas puntos débese evitar con cui
dado exâltar la imaginacion de las muge
res , porque naciéron para una vida unifor
me y dependiente. Necesitan dulzura , sen
sibilidad, recursos contra el ocio , y diver

siones moderadas . El ingenio , sublime es


para ellas un don inútil y peligroso , por
que las saca de su estado , contribuyendo
á disgustarlas de su destino el amor las
deslumbra : la ambicion las obliga á nego

ciaciones impropias ; y la aficion á las cien


cias las singulariza , apartándolas de la
simplicidad de sus obligaciones domesticas,
y de la sociedad , cuyo ornato deben ser.
Nacidas para gobernar su casa , criar los
hijos , y depender de un dueño , que exì
girá indistintamente obediencia y consejos,
TOM. I. с es
34 CARTAS

es menester que sepan exercitar la pacien


* *
cia , y que no carezcan de la prudencia
necesaria. Será bueno que tengan algunos
conocimientos para que puedan terciar en
ciertas conversaciones : que posean todas
las habilidades necesarias que gusten de

la lectura que reflexionen sin disputar ; y


que sepan amar sin entusiasmo .

Cierto Filósofo quiere que no se cor


rija el manejo astuto , tan natural á las
mugeres , dando por causal , que necesita

rán de él para cautivar á los hombres de


quienes dependen. Otrò tanto pudiera de
cirse de muchos defectos ; cómo , por exem

plo , de la disimulacion , tan odiosa por


sí misma , y 1 algunas veces tan necesaria.
La mentira misma no suele tener su utili
"
dad ? Pero , por una ocasion en que pueda
servir el vicio , en quántas otras es per

judicial ! Solo hay de seguró el uso cons


1
tante de la virtud. Fuera de esto , los

vicios , producidos por las pasiones , no de


ben inspirar tanto desprecio como aquellos
á que voluntariamente nos entregamos por
una baxa combinacion de nuestros perso
nales intereses , que prueban mucho la cor
rupcion del entendimiento , y la vileza del
al
SOBRE LA EDUCACION . 35
alma , para poder disculparlos. Por fin , una
muger artificiosa podrá gobernar á un ma
rido limitado y débil , de quien , sin este
defecto > hubiera conseguido tambien la
confianza de un modo mas sólido ; pero

nunca gozará el amor y la estimacion de


un hombre de mérito. f

Me
" tienes pedida la descripcion de mi
casa , y voy aá complacerte , con la certe
za de que te burlarás de ella , en habién
dola leido. Montaña dice : " Así como los

» pasos que damos , paseándonos por una


galería , no nos cansan tanto como los
» que damos en un camino proyectado,
» así tambien nuestras lecciones , dándose
" sin preparativos , y sin precision de tiem
" pos y lugares , mezclándose con todas

» nuestras acciones , se grabarán sin hacer


» se sentir .... &c. " Acuérdate de este pa
sa

I ,, Puede decirse generalmente , que , siendo


,, siempre las luces de los niños muy dependientes
39 de los sentidos , conviene , en quanto es posible,
.‫ د‬arrimar á los sentidos las instrucciones que se les
,, dan , introduciéndoselas , no solamente por el oido,
"" sino tambien por la vista ; porque no hay senti
33 dos que mas viva impresion hagan sobre el enten
,, dimiento , y que formen ideas mas limpias ni mas
C 3 29 dis
TAS
36 CAR
sage , quando leas mi descripcion . Se en
tra desde luego en un vestíbulo , que guia
á una sala de comer , cuyas pinturas re
presentan los Metamorfóseos de Ovidio:

á 4 esta pieza se sigue otra bellísima sala


quadrada , que da al jardin , adornada con
tapicerías : el un lado representa la crono
logía de la historia Romana , con siete Me
dallones de otros tantos Reyes de Roma,
los grandes hombres que ilustráron aquella
República , y todos los Emperadores hasta
Constantino : el lado opuesto contiene las
mas célebres Damas Romanas , del tiempo
de los Reyes y la República , quales fue
ron Lucrecia , Clelia , Cornelia , Porcia , &c.
y todas las Emperatrices hasta Constanti
no ; y los otros dos lados opuestos repre
sentan algunos pasages escogidos de la his
toria Romana . El fondo de la tapicería es
azul los Medallones están pintados de
blanco y negro , imitando los baxos relie
ves ; y produce todo esto junto un efecto
agradable : las figuras están de perfil : cada
una

99 distintas. " Educacion de un Príncipe , segunda


parte. Por Chanteresne . En otra parte se hablará
de esta obra mas circunstanciadamente.
SOBRE LA EDUCACION. 37
una se parece al Emperador ó Emperatriz
que representa , porque se sacáron por las
medallas que nos quedan de ellos. Al rede
dor de cada perfíl está escrito , en letras
grandes, el nombre del personage , y el

año en que murió. Has de confesar preci


samente que este género de tapicería ins
truye mas que el damasco , y aún puedes
decir con verdad , que es mas agradable,
no cuesta mas caro , y dura eternamente.
Las sobrepuertas representan tambien asun
tos tomados de la historia Romana. Por
derecha é izquierda de este salon parten
dos alas , que contienen la habitacion de
mi marido y la mia por ellas se sale á
una larga galería , cuya tapicería , pinta
da como la antecedente , representa por el

órden cronológico los mas grandes hombres


de la historia Griega , y algunos sucesos
de la misma ; habiendo reservado para mi

quarto interior la representacion de una


parte de la historia Sagrada. Al lado de
mi

; I Dicha tapicería , tal qual se ha descripto,


bellamente trabajada , y dibuxada , la mayor parte
por las medallas antiguas , costó solamente 3600
reales.
C 3

AS
RT
38 CA

mi habitacion está la de mi hija , vestidas


las paredes de papel , y adornadas con
ciento y veinte quadritos , que representan
varios sucesos de la historia de Francia,
puestos de manera , que pueden descolgar
se , para ver en su respaldo la explicacion
que les he puesto : I tengo ademas un ga

binete de estudio , cuya mitad es una Bi


blioteca de quatrocientos volúmenes , y la
otra está ocupada de estantes , que contie
nen algunos minerales , y otras coleccio
nes curiosas. Cae este gabinete sobre un
jardinito de plantas usuales , colocadas con
buen órden , y baxo de llave , que yo mis
ma guardo. La habitacion de mi marido
tiene igual distribucion que la mia ; pero
los tapices de su galería representan todos
los Reyes y Reynas de Francia , con algu
nos hombres célebres ; y cada Ministro , á
quien la Francia ha debido algunos años
de gloria , ó sobre todo de felicidad , es
tá colocado en el mismo medallon de su
So

I Quando se quiera tener una porcion de estas


especies de aguadas , no faltarán artistas , que , á
ratos perdidos , las trabajarán curiosamente , y las
darán acabadas con sus cristales y marcos.
SOBRE LA EDUCACION. 39
Soberano , porque , esta asociacion honra

igualmente á ambos . Henrique IV parece


mas grande , puesto al lado de Sully ; por
que el mérito de haber sabido elegir tal
Ministro , bastaria solo para inmortalizar
á un Príncipe. El quarto interior de mi
marido , y el de mi hijo están decorados
con diferentes objetos relativos al arte mi
litar , y tienen tambien su gabinete con

globos , esferas , libros , & c.


Quando queremos que nuestros hi
jos recorran todas las pinturas históricas, si
guiendo el órden cronológico , salimos de
mi quarto , que representa la Sagrada his

toria ( primera que todas , pues empieza


desde la creacion del Mundo ) : de allí va
mos á mi galería , donde encontramos la
historia antigua : luego entramos en el sa
lon , que contiene la historia Romana , y
acabamos por la galería de mi marido, don
de está la historia de Francia. La Mitolo
gía está colocada en la sala de comer , y
ordinariamente es el asunto de nuestra con

versacion , durante la comida . El segundo


piso consiste en cinco , ó seis quartos pe
queños , y en el tercero habita la mayor
parte de la familia. Las paredes de la es
C 4 ca
40 CARTAS
calera están enteramente cubiertas de car

tas de Geografía , como tambien los cor


redores ; todo lo qual forma un Atlas com
pleto. Suponemos el Mediodia en el piso
baxo , el Norte en el último , y baxo es
ta suposicion hemos colocado las cartas . Por
medio de este arbitrio , lograrémos grabar
en el entendimiento de los niños la idea de
las posiciones. Todos los muebles de mi
casa están tapados con lienzos : las escultu
ras son sencillas , y dadas de blanco las
paredes de la escalera , y el corredor del
piso primero están revestidas de mármol
blanco y así éstas , como las escaleras y
chimeneas , que son de mármol , se laban
diariamente. Sobre la puerta de la entrada
del vestíbulo están escritas estas palabras

inglesas : " True hapiness is of áa retired


» nature " and an ennemy to pomp and
39 Esto
noise. es : " La verdadera dicha so

lo se encuentra en la soledad ; y huye


» de la pompa y del ruido."
Ademas de las tapicerías históricas , de
que acabo de hablarte , tengo en un quar
to , ó guarda-ropa , seis biombos igual
mente pintados , que dan idea de la cro
nología de las historias de Inglaterra , Es
pa
SOBRE LA EDUCACION . 4I
paña , Portugal , Alemania , Malta y Tur
quía. Ademas de esto , tengo crecida pro
vision de abaniquitos de chimenea , que
son otras tantas cartas geográficas antiguas
y modernas , en cuyos reversos se han pues
x to , por disposicion mia , en ingles ó en
italiano , una concisa descripcion histórica
de los paises que representan .
En quanto á los jardines , puedo decir
te , querida mia , que son sencillísimos : he
mos conservado un bosquecillo , y dos ca
lles largas de castaños , que forman una
magestuosa sombra , como á cien pasos de

la quinta. Se han arrancado todos los Car


pes ( arboles así llamados ) . Lo mismo se
ha hecho con un laberinto , que por mas
de treinta años ha sido la admiracion de
la Provincia. Las alfombras de Cespedes,

y los tempranos plantíos de arboles extran


geros , no logran tantos elogios de nues
tros vecinos , pero nos proporcionan paseos
mucho mas agradables. Repetidas veces
me has oido criticar las montañas de los

jardines , porque desagradan á la vista ,


quando no paran la imaginacion por su
prodigiosa altura , que es lo que unicamen
te puede darles aquella magestad , que nos
sus
42 CARTAS
suspende. Con todo , tengo tres montañue
las en mi parque , no para el placer de
los ojos , sino para que trepen por ellas
mis hijos , porque soy de sentir , que es
ta suerte de exercicio los divierte y los
fortifica.
Nada te he dicho aún de mis vecinos:

solo tengo amistad particular con la Con


desa de Valmont , que está á dos leguas
de B** : tiene un hijo de doce años , que
me gustó mucho desde el instante que le

ví : la madre es jóven , de muy buen pare


cer , y tiene en sus modales cierta noble

za , que comunica gracia á sus mas peque


ñas acciones : tiene talento é instruccion:
habla poco , y nunca procura conciliar la
atencion de los otros : es hermana de

Madama Olsy , aquella que ahora hace


diez años daba tantos bayles en su casa , y

que tiene una hermana Religiosa . Su pa


dre , el Caballero Aymeri , es un sabio,
segun dice mi marido , y se halla retirado
en esta Provincia desde la muerte de su

hijo único , á quien amaba con extremo : vi


ve en casa de Madama Valmont , la mas
querida de sus hijas : es melancólico y dis
traido ; pero su conversacion , aunque sé
ria,
SOBRE LA EDUCACION.
43
ria , es muchas veces agradable , y siempre
instructiva. Mas ahora advierto , querida

amiga mia , que te he escrito , en lugar


de carta , un volumen entero. A Dios, pues,
y cuidado que , si no me correspondes tan
extensamente , no me dilataré en adelan
te. Te ruego me des noticia de Madama
Ostalis ? pues deseo saber si la ves á menu
do , y tambien , si , con mi ausencia , ha dis
minuido su aplicacion .

CARTA X

Respuesta de la Vizcondesa.

¡ Qué pintura haces de la desenvoltura !



Por cierto que me ha curado de la pro
pension á ella. No me jactaré ya mas de
haber sido desenvuelta , y toda mi vida
me arrepentiré de haberlo parecido algu
nas veces. Verdaderamente has hecho en

mí una impresion duradera ; pero ¿por qué


no me dixistes eso mismo 9 quando tenia
veinte años ? Entónces te hubiera honrado

mucho mi conversion , y me hubiera li


ber
44 CARTAS
bertado de infinitas penas. Por fin , me di
ces , que solo era yo desenvuelta á medias,
cosa que siempre me lo ha parecido ; pero
¿હૈ lo crees firmemente así ? ..... A la verdad
que me has perturbado la conciencia. Por
Dios que no vuelvas mas á hablarme de
desenvoltura. ¡Qué cosa tan vil ! ..... ¡ Si su→
pieras en que disposicion me hallaba, quan
do recibí tu carta ! ..... ¡ Si supieras lo que
me sucede ! ..... Quizás estaba ya á la orilla
del precipicio , y tu me has libertado. Des

de aquí veo tu admiracion. Bien sabes que


nada puedo ocultarte ...... Pero ¡ valgame
Dios quanta confianza ! ..... No importa.

Eres indulgente , superior á las debilida


des de nuestro sexô , y sabes discul parlas.
Escuchame, pues, y, por la confesion que te
hiciere , conocerás el señalado servicio que
me has hecho. No te hablaré de mis prin
cipios , porque los conoces , y sabes muy
bien , que, si tengo algunos atolondramien

tos que reprehenderme , á lo menos mi co


razon es puro. He dado bastantes pasos fal

sos , para que alguna vez hayan podido de


cir , que tenia un amante , pero nunca lo
han pensado ; y , de muchos años á esta
parte , se ha creido generalmente , que lo
subs
SOBRE LA EDUCACION. 45
substancial de mi conducta ha sido irre

prehensible el mundo , juez ligero , y


por lo mismo imparcial , si condena con fa
cilidad , tambien se retracta de buena fé.
Viniendo , pues , á nuestro asunto , te di

go : que yo creía , á los treinta y un años,


no tener mas que temer , ni de la calum
nia , ni de la desenvoltura , ni de los hom
bres. Respiraba yo con gusto , y me de
cia : he conservado mi reputacion , y esto

me llena de júbilo ya he pasado de la


edad en que pude recibir golpes peligro
sos ; y á la verdad , que es una dicha en

contrarla , quando se llega á la edad ma


dura : heme aquí ya en el puerto : con
tenta estoy..... Pero nada menos que eso.
Aquel Merville , que dexastes tan ocupa
do en el obsequio de Madama C..... , aquel
Merville , digo , se enamoró , no sé co
mo , de mí. Nunca he podido sufrir su ay
re ; pero , en fin , era jóven , á la moda,
y me sacrificaba una muger de veinte y tres
años..... Mi corazon quedó libre , pero no
obstante sufrí sus obsequios , lo recibí en mi
casa , y me prometí hacer quanto estuviese
de parte mia para volcarle el juicio. Ape
nas habia formado tal proyecto , quando
lle
J
46 CARTAS

llegó tu carta. No puede pintarse mi con


fusion. Cada pincelada del retrato que
haces de una muger desenvuelta , parecia
que me retrataba. Cada palabra se me volvia
una reprehension de mi conducta ; parti
cularmente aquella frase : alterar la ven
turosa union de dos corazones tiernos y
pacificos , es uno de sus caprichos ménos
criminales..... Reflexioné que Merville era
libre , y Madama C..... viuda. Me repre
senté á esta última despechada , veía un
matrimonio deshecho , y mi reputacion
manchada...... Por fin , me tuve por un
monstruo ; me aborrecí ; abomine de Mer

ville ; y lloré por la suerte de la pobre


Madama C..... de manera , que solo amé
en el mundo dos personas , á tí y á ella.

Conviene que sepas , que Merville no me


habia declarado abiertamente sus sentimien

tos , porque estas declaraciones no son ya


de moda por inútiles : las gentes se en
tienden , y se corresponden muy bien , sin
nada de esto. Aquella misma noche estaba
convidado á cenar conmigo , en compañía
de Madama C ... Llegó , como puedes dis
currirtelo , ántes que nadie . Yo estaba so
la quiso aprovecharse de aquella favora
ble
SOBRE LA EDUCACION . 47
ble ocasion ; y se explicó positivamente.
Entónces fingí una admiracion suma : (co
sa que las mugeres sabemos imitar tan bien,

que no hay hombre que no se engañe; )


y , para acabar de convencer á Merville de
mi buena fe , le hablé de sus obligaciones
contraídas con Madama C...... ; hice un

pomposo elogio de ella ; y aún creo que


fué tal mi entusiasmo , que alabé hasta su
entendimiento. ( A la verdad , que , para
tanto , fué menester mucha porcion de bue
na voluntad.) Pero era infinito lo que yo
tenia que reparar. Pasmado Merville , y
confundido , perdió la esperanza , y , con
ella , la pasion tan viva , que acababa de
pintarme. Hicimonos muchas protextas de
estimacion ; llegáron algunas visitas , y ter
mináron dichosamente una conversacion ,

que iba degenerando ya en fria y pesada.


Reconciliada ya conmigo misma , sen
tí una grande satisfaccion en mi ánimo,
muy preferible á la loca embriaguéz que
causan los sucesos , que lisonjean al amor
propio. Te confieso , que , en esta ocasion,
he contraido mas mérito que nunca , por
que nunca he sentido acceso de desenvol
tura mas vivo , ni mas notable que éste ;
ex
AS
RT
48 CA

explicame la causa , si pudieres , porque no


alcanzo á comprehenderla . Lo cierto es, que
ahora conozco las conseqüencias de tan hor
rible vicio , y por tanto espero no caer maş
en él. Con que así , no te inquiete lo veni
dero , y vive segura de que estoy ya cor

regida para siempre.


Me ha gustado mucho la descripcion
de tu quinta. La que haces de las desen
vueltas me ha quitado para mucho tiem
po aquel humorcillo burlon , que parece que
temes ; de manera que , por esta vez , solo
recibirás elogios. Pero seriamente hablan
do , creo que nunca criticaré una inven

cion tan útil , y que ahorrará á tus hijos


el tedio mortal de aprender de memoria
en los libros un monton de fechas , que , á
los veinte años , ya están olvidadas. Com
prehendo que semejante método grabará
en sus entendimientos la cronología con se
guridad y solidéz ; porque el órden en
que están colocadas las medallas , puestas
continuadamente ante sus ojos , es imposi
ble que se borre nunca de su memoria.
Con mas gasto , fuera todavía posible per
feccionar dicha invencion , haciendo todos
los muebles útiles. Los camapes y los ta
pi
SOBRE LA EDUCACION. 49
pices trabajados en los gobelins , podrian
tambien representar cosas instructivas . Fi
nalmente , sabida una tapicería de memo
ria , podria quitarse de la vista por algun
tiempo , y reemplazarla con otra nueva.
Muchos particulares hay en disposicion de
hacer este gasto ; pero tal idea debiera
adoptarse por los Príncipes. Enviaré tu
descripcion á mi hermano , persuadida á
que hará uso de ella para su Real educan
do. Tengo algunas dudas que proponerte
sobre aquel artículo de tu carta , concer
niente á las mugeres. Me parece que las
juzgas demasiado por tí misma , y que exî
ges una reunion de prendas , gracias y ta
lentos ,, que solo pueden concurrir en un

cortísimo número. Pretendes que una mu


ger tenga sólida razon , todas las virtudes
esenciales , un entendimiento ilustrado , una
tintura superficial , pero general , de las
ciencias , todas las habilidades agradables ,
que sepa muchas lenguas , que no use de
pedantería , que no pretenda pasar por sá
bia , y que , para colmo de todo , gobier
ne

I Nombre de una famosa manufactura de tapices


que hay en París."
TOM. I. D
50 CARTAS

ne su casa como una buena muger casera,


que no tuviese otro mérito. Bien creo que
si tu educanda ha nacido con superior en
tendimiento , podrás formar de ella este
ser acabado ; mas ૐ lo esperarias así , si
tuviese un entendimiento comun , y una
memoria adocenada ? Me parece , que los
planes de educacion ni deben hacerse pa
ra los prodigios , ni para los monstruos : la
estupidéz y la atrocidad son tan raras co
mo el heroismo y el ingenio : conviene tra
bajar para la medianía , porque con ella
debe solo contarse. Por lo relativo á los

talentos , no es acaso necesario que las dis


posiciones naturales coadyuben á tus cui
dados ? Yo he tenido maestros de todas
clases : diez años he estado aprendiendo la
Arithmética , la Geometría , la Historia ,
la Música , el manejo del clave , el dibu
xo , y jamás he sabido una palabra de
ninguna de estas cosas. Mi disposicion na
tural era para el bayle , y , con seis meses
de lecciones , he salido una de las mejores
baylarinas del mundo. Fuera de esto , no
puedo convencerme á que el muchísimo
tiempo , que es forzoso emplear en tales
estudios , dexe de perjudicar gravemente
al
SOBRE LA EDUCACION. 5I
al descubrimiento de las qualidades , que
son mas esenciales. Bien veo que pueden
citarte como un exemplo en contrario , pe
ro hablo en general. Si quieres , con pre
ferencia á todo , cultivar el entendimien
to , y formar el corazon de tu hija , ¿ có

mo lo podrás hacer , si aprende á bordar,


á dibuxar , á baylar , á cantar y á tocar
muchos instrumentos ? Por último , tu has

proyectado enseñarla tantas cosas , que te


mo mucho por su salud , pues no me per
suadirán á que semejante aplicacion dexe
de ser peligrosísima en una criatura de
corta edad.

Deseas que te hable de Madama


Ostalis , y no puedo dexar de hablarte
muy bien de ella , porque se gobierna con
tanta prudencia , como si estuviera á tu vis
ta : es aplaudida generalmente por su per
sona , y trato igual y constante, acompaña
do de aquella dulzura y serenidad , que
procede de pasiones moderadas , y pureza
de alma. Ninguna muger la envidia , aun
que conoce su mérito , porque ve su sin
gular modestia ; y no hay hombre que de
xe de respetarla , á pesar de sus pocos años:

casi siempre está en mi casa , y casi siem


D 2 pre
52 CARTAS

pre hablando de tí ; pues te ama de ma


nera , que , quando no tuviese otro mérito,

solo por esto la querria. Anoche cenamos


juntas , y despues jugaron al revesino ella,
su marido , la Marquesa Amelia , y mi

hija : la partida fué un poco ruidosa , y


Madama Ostalis , sin embargo de su tran
quilidad , gritó tanto , que se puso ron
ca. Está alegre ; pero al mismo tiempo in
quieta , porque tiene sospechas de estar em
barazada , y cree que esto le servirá de im
pedimento para el proyectado viage de
Languedoc su marido , que desea con an
sia tener un hijo , está contentísimo ; y me
parece que la inquietud de su muger ha
causado mas de una desazon entre ambos.
A Dios , querida amiga mia , espero
que no te quejarás de la brevedad de mi
carta , sino que al contrario hallarás ésta

sobradamente larga. Ya no recibirás de


aquí adelante ninguno de aquellos billeti
tos hechos de proposito , que tanto te des
agradan. Ya sé yo donde emplearlos me
jor. El otro dia quise responder á una mu
ger , que no me ama , y de quien no me
cuido ; y no tenia que decirla mas , que

aquellas expresiones de moda , que todo


el
SOBRE LA EDUCACION. 53
el mundo sabe de memoria. Por distrac

cion , pues , cerré uno de aquellos billeti


tos en blanco , y se lo envié. Quando caí
en mi atolondramiento 9 me consolé con
que mi billete valia , á lo ménos , tanto co
el suyo ; y me vino un deseo vehemen
tísimo de que se estableciese el uso de en
viarse de una parte á otra billetes en blan
co , en lugar de hacer personalmente las
visitas. Quántos billetes hay , que no di
cen mas cosas substanciales que el nombre
escrito en la lista ! Verdad es que exîs
ten algunas mugeres , que tienen ingenio
raro para este género de escribir , y que
poseen en alto giado la eloqüencia del bille

te. Madama F.... , por exemplo , está muy


creida en que los suyos pasarán todos á la
posteridad; y fuera muy justo, porque har

tos trabajos la cuestan para merecer este


honor : el asunto mas ordinario adquiere
gracia entre sus manos : unos ocho dias ha
rá que me escribió cosas lindísimas , dis
culpándose de venir á cenar á mi casa , por
que estaba acatarrada ; pero ayer recibí
otro billete de la misma , que aventaja á
todos. Tratabase de pedirme el aposento
en la comedia italiana. Este asunto parece
D3 que
CARTAS . **
54
que no subministra por #% sí mismo ideas muy
nuevas , ni luminosas. Pues con todo , en
un billete de ocho renglones hubo gracias,
jovialidades , sentimientos , y delicadeza

pundonorosa . Picóme la emulacion , y quise


ensayarme en aquel género ; pero lo digo
con mucha confusion mia ) por mas que

medité y revolví , no pudo venirme á la


cabeza otra cosa que el hecho , esto es ;
er
que sentia muchísimo haber prestado mi
" aposento , cabalmente quando ella lo de
seaba." Envié , suspirando , esta insípi
da respuesta , y no tengo duda de que
me habrá desconceptuado. A Dios , pues,
amiga estimada : abraza por mí estrecha
mente á la graciosa Adelita . Constanza,
que habla sin cesar de tí , me ha rogado,
que te escriba un beso de parte suya. Ca
da dia se va haciendo mas bonita , y ama
ble. Ha estado algo enferma ; pero se en
cuentra ya del todo restablecida. Ahora me
viene oportunamente pedirte por favor,
que me comuniques tus ideas sobre la edu
cacion física de los niños. No me gusta la

salud de mi hija mayor. Creo que su crian


za ha sido delicadísima , y que la han pur

gado mucho en la niñéz. ¿ Qué régimen


si
SOBRE LA EDUCACION.
55
sigues con Adela ? Y ¿ qué opinas sobre el
método de aquel Filósofo ?

CARTA XI.

Respuesta de la Baronesa.

¿Cómo
Cómo es eso , querida mia ? ¡ origi
narte Merville el acceso de desenvoltura

mas vivo , que has experimentado jamas!


Cosa es en efecto, que puede sorprehender.
Siempre me pides las razones de todos tus
caprichos , y es darme , á la verdad , un
poquito de ocupacion ; pero , pues así lo
quieres , he aquí las reflexiones , que me
ha producido tu aventura. Creo que hay
una época peligrosísima para las mugeres,
que no están enteramente exceptuadas de
desenvoltura ; y es aquel tiempo en que,
sin dexar de ser hermosas , pero carecien
do ya de aquel brillo , y frescura de la

juventud , ni son citadas por la persona ,


ni producen conocidos efectos : en fin,
aquel instante en que se dice de una mu
ger : todavía es muy bien parecida. Aquel
D 4 to.
56 CARTA S

todavía desfigura mucho el elogio. Co


mienza á tu edad , y acaba á los treinta y
cinco , ú treinta y seis años ; porque en
tónces ya no es mirada una muger , y con

freqüencia sucede la tal desgracia aún mu


cho mas pronto. Me parece , pues , bas
tante natural , que una muger de treinta
4
años , que ya no se ve rodeada , como lo es
taba pocos años habia , de obsequiantes,
fixe mayor precio en los homenages que to
davía la rinden. En otro tiempo , la pare

cia cosa muy debida , que se enamorasen


de ella ; pero á la sazon casi lo agradece.
Sabe que ya no la buscan por vanidad.
Aquel lucido Imperio , que exercia por la
moda , se acabó para siempre . Es una Rey
na destronąda , que ya no tiene cortesa
nos , pero que no por eso manifiesta ménos

gratitud á los obsequios que la dedican .


Ha renunciado á la gloria de trastornar
veinte cabezas á un tiempo , pero le ha
quedado la esperanza de promover todavía
alguna violenta pasion . Seguro está que
dexe de suponer la tal pasion al primer,
hombre , que diere á entender que la ob
serva. Qualquiera que fuere dicho aman
te , lisonjeará su amor propio mas que
quan
SOBRE LA EDUCACION . 57
quantos tuvo siendo jóven. ¡ Quán precio
so se lo presenta á sus ojos aquella enojo
sa idea , de que por ventura será el úl
timo que aprisionará ! ¡Qué consideracio
nes no se le deben ! Entónces es quando la
desenvoltura pone por obra quantos artifi

cios y astucias alcanza. Entónces es quan

do no es posible dexar de querer disfrutar


su triunfo , y quando se anhela ansiosa
mente manifestarlo á vista de todos ; y
entonces es , finalmente , quando aquel

amante , sino es un imbecil , puede , sin


ser amado , robar á aquella muger la repu
tacion , y el sosiego de toda la vida. Es
te quadro presenta , á poco mas ó ménos ,
la historia de Madama ...... , á quien hemos
conocido tan bonita , tan á la moda , tan
desdeñosa con los amantes , que habia sa

bido atraer con arte , aparentando lo con


trario , y quien , despues de haber conser

vado mucho tiempo una reputacion bas


tante buena para una muger desenvuelta ,
la perdió totalmente á los treinta y dos
años por el hombre , que ménos podia jus

tificar semejante extravío. Vé aquí , amada


amiga , una parte de mis ideas sobre este
asunto. Como no hablo por experiencia ,
pue
AS
RT
58 CA

puedo engañarme : juzgalo : te hallas tan


C
capaz de determinar , si mis conjeturas son
falsas ó verdaderas , que me refiero ente 44

ramente á tí. No me maravillo que hayas


sentido mil veces mas satisfaccion en la
*
restitucion de Merville á la pobre Ma
dama C.... que la que tuvistes en quitár

selo. Las fruiciones del amor propio , igual


mente pasageras que vanas , no pueden
hacer impresiones profundas. Son produci
das por 2
la imaginacion , cuyo fuego se
apaga todo , si el atractivo de la novedad

no lo enciende. Los placeres del corazon,


ménos tumultuosos , pero mas dulces y du
rables , son los que únicamente pueden
formar nuestra felicidad. Todo lo que no
mueve nuestra alma , solo nos dexa una
débil memoria , que , léjos de deleytarnos,
muchas veces nos importuna. ¿ Crees acaso,
que una vieja desenvuelta , trayendo á la
memoria los brillantes sucesos de su ju
ventud , no sentirá mas pesares que pla

ceres , y pesares tanto mas amargos , quan


to son mas vergonzosos , y propios del disi
mulo? Pero la memoria de una virtuosa ac

cion es en nosotros para siempre un manan


tial perenne é inagotable de complacencias.
Aho
SOBRE LA EDUCACION. 59
Ahora , querida mia , procuraré res
ponder á las objeciones , que me haces so
bre mis principios de educacion. No pue
des comprehender , como será posible cul
tivar el entendimiento de mi educanda ,
formar su corazon , y al mismo tiempo en
señarla todas las habilidades agradables.
En efecto , si supones que mi esperanza
sea ver á mi Adela á los doce años exce
lente música , tocadora de muchos instru
mentos , inteligenciada en la historia , en
la Geografía , en la Mitología , y ente
rada de una parte de nuestras mejores
obras , &c. : si esto es lo que supones , tus
reflexiones son sobradamente justas. Pero si
tal fuese mi plan , no hubiera hecho mas
que adoptar el que es generalmente segui
do , y cuyos cortos progresos han probado

muy bien hasta aquí , que es menester for


mar otro. El principal defecto de todos
los que educan es , como lo observa un

Filósofo , aplicarse mas á que luzcan sus


discípulos , que á formarles el corazon ; y
á darles , con aquella torcida idea , cono
cimientos , que no pueden convenir á su
edad ; y finalmente , á sobrecargar su me
moria , no de cosas sólidas , sino de pala
bras,
60 CARTAS
bras , que la mayor parte carecen para
ellos de sentido . Adela , á los doce años ,
muy lejos de ser un prodigio , parecerá por
ventura , á ciertas gentes , infinitament
e
ménos instruida que otros muchos niños de
su edad . Ni un solo libro conocerá de los
que los jóvenes saben de memoria . No ha
brá leído las Fábulas de la Fontaine , el
Telemaco , las Cartas de Madama Sevig
né , y los Teatros de Corneille , de Raci
ne , de Crebillon , de Voltaire , & c. ¿ No es
un absurdo poner todas estas obras magistra
les entre las manos de un niño , que no
puede entenderlas , privándolo , con aque
s
llo mismo , de la delicia de leerlos algun
dia con su razon por la primera vez ? Ade
la , á los doce años , ni se hallará en esta
do de hacer bien un extracto , ni de es
cribir una bonita carta , ni de ayudarme

á obsequiar á los que honraren mi casa .


Tendrá pocas ideas , pero ni una fal
sa. Descifrará bien la música , tocará mu

chos instrumentos , y dibuxará maravillo


sa nente para su edad , sin superchería ,
y sin que su maestro , retocando sus obras ,
la enseñe á mentir , en vez de enseñar
la á dibuxar. No sabrá mas historia,
Mi.
SOBRE LA EDUCACION. 61

Mitología , ni Geografía " que la que


hubiere podido aprender por nuestras ta
picerías , por la conversacion , y por
otros medios , de que te hablaré en lo suc
cesivo ; y creo que en esta parte tendrá
mas instruccion , que la que comunmente
tienen los niños. Otros muchos conocimien

tos adquirirá , que solo se le descubrirán,


viviendo con ella , y que habrá consegui

do , entreteniéndose . Para que puedas for


mar idea de ello , es necesario que yo en
tre en algunas narraciones , que al mismo
tiempo podrán enterarte de mi método.
Todos los niños , en general , nacen con
bastante memoria para retener una prodi
giosa cantidad de cosas útiles , si nunca se
les enseñasen las superfluas , y si siempre
se fixase su atencion . No sé mas que dos
medios para llegar á este término : el
uno es , no decirles mas , que lo que pue

den comprehender , y el otro , no des


cuidar ccasion alguna de darles un géne
ro de instruccion á su alcance , qualquiera
que fuere. Por exemplo , es facilísimo ha
cer todos sus juegos útiles. La idea de mis
tapicerías me subministró la de las linter
nas mágicas históricas. He mandado hacer
cer
62 CARTAS

cerca de quatrocientos ó quinientos vidrios,


que representan asuntos sacados de la his
toria. Tenemos la recreacion de la linter.
na mágica quatro veces á la semana . Yo
me encargo de enseñarla , lo qual hago
casi siempre en Inglés. Así doy , sin que
lo sospechen , dos lecciones á un tiempo;
y como los quadros se mudan á menudo ,
te aseguro que Adela y Teodoro se di
vierten mas con mi linterna mágica , que
los niños , que solo ven en ella al Sol , á
la Luna , al hijo pródigo arruinándose
con las meretrices , una criada bebiéndose
el vino que ha robado , y el otro tirando
de la cola al diablo. Tambien he sobsti
tuido al entretenimiento de hacer castillos

con las cartas , que es el juego tan estimado


de los niños , el de hacer con ellas uno que

les dá idea de la Arquitectura . He mandado


hacer de carton , y en pequeño , dos casas,
y dos palacios que se desarman : en ellos
se tocan todos los ornamentos posibles de
Arquitectura todas las piezas están nume
radas , y escrito sobre cada una el nombre
del objeto , que representan . Mi hijo tie
ne ademas muchos castillos fortificados. La
misma Adela se entretiene algunas veces
con
SOBRE LA EDUCACION. 63
con ellos , como tambien con un lindo na
vio , de reducido tamaño , cuyas partes to
das nos explica el Caballero Almane , á
lo menos una vez cada semana .
Nuestros hijos se exercitan en el paseo
en saltar y correr , pero de aquí á un
año los acostrumbarémos , como aconseja
aquel Filósofo , á medir con la vista un
espacio qualquiera , á calcular quantos ár
boles puede tener tal alameda , quantas
macetas de flores tiene tal terrado , & c.

Allí es donde aprenderán lo que es un


pie , una toesa , una aranzada , y donde
adquirirán algunas nociones de Agricultu
ra. Maturino , mi jardinero , será su pri
mer maestro. Ha comenzado ya sus lec
ciones , y nos acompaña casi siempre en
nuestros paseos , enseñándonos cada dia al

go de nuevo . Adela y Teodoro tienen ca


da uno un jardinillo , y Maturino se aco
moda á instruirlos en el arte de cultivar

los. Desde ahora hacemos uso para ellos


de los juegos nocturnos , recomendados por
el Filósofo , para que , acostumbrándose á
la obscuridad , queden preservados de aque
llas negras ideas , que tanto pueden sobre

la imaginacion. Adela y Teodoro , así co


mo
64 CARTAS
mo todos los niños , gustan particularmen
te de jugar á las señoras . Este juego , por
mis cuidados , se ha hecho un verdadero cur
so de moral. Invento los planes , y ya cono

cerás , que los asuntillos que les doy , van


descubriendo sentimientos honrados , y que
una buena accion en toda forma es precisa
mente el desenlace. El hijo de Madama Val
mont se mezcla tambien en estos juegos , y
freqüentísimamente me dan á mí papel que
representar , y te aseguro , que lo desem
peño quanto mejor puedo. Hasta la mu
ñeca de Adela me es útil , porque ella le
repite las lecciones que le doy , y yo pres
to aténtísimo oido á estos diálogos . Si
Adela riñe injustamente , me introduzco
en la conversacion , y la pruebo que está
culpada. Este entretenimiento sirve tam
bien para hacerla mañosa ; porque si ne
cesita la muñeca algun delantal , jubon ó
bonetillo , entonces Victoria , una de mis
criadas , viene con algunos retazos , y tra
baja con Adela para la muñeca. Asimis-
mo mi hijo si rompe algun cartoncillo , al
gun tambor , &c . se le dá carton , y los
pequeños útiles necesarios , y con la ayu

da de Brunel , lacayo del Caballero Al


ma
SOBRE LA EDUCACION. 65
mane , cuya mañosidad conoces , hace por
sí mismo las cosas que desea tener , lo

qual le hace á un mismo tiempo industrio


so y paciente. Con que ya ves que , lé
jos de aplicarlos y cansarlos con lecciones,
solo me ocupo en proporcionarles entrete
nimientos y juguetes. La palabra estudio
ni por pienso se pronuncia ; y con todo no
hay un instante del dia , que no les sea
provechoso , siendo cierto que no hay ni
ños mas completamente felices. Adela em
pieza á leer la música y ya le he pues
to las manos sobre una harpa. Estos dife
rentes estudios , con los de la lectura y
dibuxo , la ocupan como cosa de hora y
media del dia , y nunca son seguidos. Ten
go un método para enseñar á tocar los
instrumentos á dos partes , que la expe
riencia me ha demostrado ser el mas fá
cil y seguro. La perfeccion sobre la har

pa y el clave , consiste en la igualdad de


1
las manos. La izquierda es siempre infe
rior , y proviene esto del modo con que
todos los maestros enseñan . Ántes de to
car con ambas manos , sería menester exer

citarlas separadamente un año entero, quan


do el discípulo está en la primera infan
TOM. I. E cia,
66 CARTAS
cia , y seis meses , quando ya es un jó
ven. Tambien sería necesario hacer exe
cutar á cada mano , alternativamente , to

das las travesuras , pasages y dificultades,


que pueden encontrarse en las piezas , cui
dando de exercitar siempre mas la mano
izquierda , la qual , en efecto , es natu
ralmente mas pesada , y ménos fuerte que
la derecha. Este primer estudio , tan útil,
solo pide de parte del niño un ligero gra
do de atencion , que no puede cansarlo;
en lugar de que si se exîge de él , que apren
da , á un mismo tiempo , á descifrar la mú
sica , la postura de la mano , el teclado,
y la union del baxo y del tiple , le se
rá una cosa opresiva , dificil y fastidio
sa. A parte de esto , cada cadencia lo de
tiene : entonces se enreda , rompe la me
dida , se echa á perder el oido y el gus

to , y empieza , justamente , á mirar con


·
aversion un estudio tan desagradable y fa
tigoso. No habrá un maestro que adopte
mi método , porque no podrian , adoptán
dolo , producir , al cabo de cinco ú seis
meses 9 un discípulo tocando por rutina

muchas piezas ; y convengamos


ademas ,
tambien en que la mayor parte de los pa
dres
SOBRE LA EDUCACION. 67
dres se manifestarian poco satisfechos de ver
á sus hijos no repetir mas que algunos pasa
ges al cabo de todo un año. Pero , despues
del mencionado exercicio , haz aprender
aquellas piezas al niño de que tratamos , y
verás que , en ménos de tres meses , supe

rará á los que estuvieren tres años há


aprendiendo por el método ordinario . No
hay cosa mas absurda , que enseñar las
reglas del acompañamiento á una criatura
de diez años : dicho estudio es por sí mis
mo muy abstracto , y no puede convenir
hasta los quince ó diez Y seis años. Toda
t
instruccion , que necesita aplicacion grande
en una edad razonable , no es para la in
fancia. Es una verdad tan de bulto , que

fuera superfluo tratar de demostrarla por


medio de razonemientos ; y , sin embargo ,
en todas las educaciones se pierde siempre
de vista. Acaso , las infelices criaturitas ¿ૐ no
se ven abrumadas , desde la corta edad de
seis años , de lecciones de Gramática , de
Geometría , de Astronomía , &c. ? Se afa
nan mucho por enseñarles lo que no pue

den comprehender , y solo consiguen ar


ruinar su salud , y darles una invencible
aversion al estudio . ¿ Puede verse cosa mas
E 2 tris
68 CARTAS
triste , ni mas rídicula , que un niño gra
vemente sentado delante de una papelera ,
precisado á resolver un problema › ó á
explicar el sistéma del mundo ? ..... En tal
caso , lo que puede mejor desearse para él,
es el efecto opuesto al fin que el Precep
tor se propuso , esto es , que no le quede
al pobre niño , de todas aquellas ocupacio
nes , mas que la ignorancia ; y no abor
recimiento al estudio para toda su vi
da : su débil constitucion no puede re
sistir á una aplicacion semejante , y aquel
desenvolvimiento prematuro de sus facul
tades 9 es capaz de llevarlo brevemente
al sepulcro. Pero volvamos á mi Ade
la , de quien me han alejado mucho
las anteriores reflexiones. Aprende á di
buxar tambien , porque deseo con especia
lidad , que adquiera esta habilidad pre
ciosa , que conviene á todas las edades,
y que subministra tantos recursos para el
tedio. Cierto Filósofo quiere que su dis
cípulo aprenda á dibuxar sin maestro : " me
» guardaré muy bien , dice , de tomarle
» maestro de dibuxo , porque no le daria
» á imitar sino imitaciones , y lo haria di
" buxar sobre dibuxos . " Habla aquí el
Fi
SOBRE LA EDUCACION . 69
Filósofo de una cosa , que no entiende.
Es absolutamente imposible aprender á di
buxar , no solo sin maestro , pero sin un
maestro excelente , porque todo depende
de los primeros principios. No basta que
sean buenos los del maestro , sino que de
be ser tambien su dibuxo purísimo ; por

que solo dibuxando con su discípulo , en


vez de aconsejarle, podrá hacer rápidos pro
gresos. Es conducente empezar por copiar:
verdad es tambien , que no conviene pro
longar este primer aprendizage , porque
sería perder tiempo ; pero , al cabo de un
año , un buen maestro hace dibuxar á sus
discípulos por la figura , y por el natural .
He aquí , amiga querida , una parte de mis
ideas sobre el método con que debe ense
ñarse á los niños , por lo relativo á las dis
posiciones naturales , especialmente para
los instrumentos. Creo que , en esta par
te , todos las tenemos iguales , quando
la conformacion de la mano es regular :
es cierto que una mano demasiadamen

te pequeña y gorda tocará dificilmente


instrumentos que piden fuerza y exten
sion 9 tales quales el harpa , el laud,

y la tiorba ; pero con todo , un poco mas


de
E 3
70 CARTAS 1
de estudio superaria este obstáculo. Pues
¿ por qué , me preguntarás , son tan raras
las habilidades ? Y te responderé porque

los niños son mal enseñados , porque las


madres no dirigen á los maestros , y por I
que ellas mismas no dan á sus hijos otro
exemplo que el de la pereza . ¿ Cómo quie
res que un muchacho se aficione á la ocu
pacion , deseoso de adquirir habilidades dé
agrado , quando vé que su madre pasa la
mitad de su vida en el tocador y en los
teatros , y la otra mitad en deshilar , jugar,
y recibir visitas ? Dices , que no has podi
do aprender ni el dibuxo , ni la música,
ni la Geografía , &c. Pero pregunto : ¿ Has
deseado nunca sincéramente saber algo de
ésto ? Vaya que no. Solo te infundiéron
el deseo de sobresalir en el bayle , y ello
es que, á los seis meses , supistes baylar con
perfeccion . Si hubieran ladeado tu amor
propio á objetos mas sólidos , hubieras so
bresalido igualmente. El resumen de quan
to he dicho es , pues , que el punto prin
cipal de la educacion es no apresurarse ,
ni enseñar á los niños mas de lo que pue

den comprehender ; y al mismo tiempo


no desaprovechar ocasion alguna de ense
ñar
SOBRE LA EDUCACION. 71
ñarles quanto esté al alcance de su com
prehension , dándoles , por primeras leccio
nes de moral , exemplos y no preceptos.

Hasta aquí solo te he hablado de la in


fancia , de manera , que solamente cono
ces de mi plan de educacion la parte mé
nos importante. Quando Adela cumplirá
los doce años , quizás entónces te parece
rán mis cartas ménos desabridas y menudas.

Quédame todavía que satisfacer á las


qüestiones que me propones sobre la edu
cacion física de los niños. En todos los pun
tos , que para esto proscribe aquel Filóso
fo , se ha conformado puntualmente al sis
téma de Locke : verdad es que no lo cita,
pero lo copia á la letra . El sabio Lock
proscribe las envolturas , recomienda no
cargar de ropa á los niños , acostumbrar
los al ayre libre , y á lavarse á menudo

los pies en agua fria , &c. Esta obra , que


inspiró el amor de la humanidad , y tan
to mas estimable quanto el autor , tenien
do un mérito sublíme , no manifiesta en
ella deseo de lucir , únicamente entrega
do al de ser útil : este libro , pues , tra
ducido en todas las lenguas , estaba , quan

do pareció el del otro Filósofo , entre las


E 4 ma
72 CARTAS
manos de todo el mundo , sin haber cau
sado revolucion alguna. La sabiduría per
suade ménos que el entusiasmo , porque
aquella es sencilla en sus expresiones , y
nunca toma el imperioso tono de la auto
ridad. El Filósofo Inglés parecia que solo

daba consejos , y no hubo en Francia quien


adoptase su método. El competidor repi
tió las mismas cosas , pero no aconsejó , si
no que mandó , y fue obedecido. Lee aho
ra el régimen que observé con Adela des
de que nació , hasta la edad de tres años.
Lavarla de cabeza á pies con agua , ape

nas tibia , en el ivierno , y natural en el


verano , frotándola con una esponja ; ha
cerla dormir en una cama bastante dura ,
sin cortinas , solo con un capillo de lienzo
en la cabeza , una camisolilla , una cu
bierta no mas en ivierno , y una sabana
en el verano ; las ventanas del quarto ca
si siempre abiertas de dia , excepto en los
tiempos húmedos ; un fuego moderadísimo
durante el dia , y de noche totalmente

apagado ; tenerla continuadamente al ayre


libre ; no darme prisa á que anduviese ;
aguardar á que se le fortificasen las pier
nas , para que pudiesen sostener su cuer
ро
SOBRE LA EDUCACION. 73
po sin esfuerzos ; tener sumo cuidado en
preservarla de la humedad , y particular
mente los pies ; no darla mas bebida que
agua desde el momento del destete ; nun
ca carne ni natas ; algunas veces leche fria,
huevos , legumbres , sopa substanciosa , fru
tas , &c.; ni por pienso dulces , confites,
ni cosas de pasta ; y desterradas las coti
llas hasta los quatro años. A esta edad em
pezó Adela á llevarlas , pero delgadísi
mas y muy anchas , excepto en el verano,
porque entónces todo su vestido se reduce

á una camisa y una levítica de gasa ó de


muselina ; y, mientras los excesivos calores,
ni se pone medias ni zapatos , sino para el
paseo. Se han abominado mucho las coti
llas. Son efectivamente perniciosas quando
oprimen ; pero , quando son bienhechas, lé
jos de ser perjudiciales , es el usarlas igual
mente cómodo que sano ; porque colocan
do bien las espaldas , dilatan # el pecho,
sostienen las caderas , mantienen el estóma
go en tal situacion , que facilita las diges
tiones , y hacen ménos peligrosas las cai
das ademas incomodan tan poco , que to

da niña , que no lleva muy apretado el


cuerpo, se encuentra mas á sus anchas, que
con
74 CARTAS
con un jubon. Únicamente los calores exce
sivos pueden hacerlas incómodas , y en tal
caso , es una verdadera barbaridad precisar
las á que las lleven. A Dios , querida mia:
no te hablo de mi afecto , porque me pa
rece que la inmoderada extension de mis

cartas te dan buenas pruebas de mi con


fianza , y de mi tierna é íntima amistad.

CARTA XII.

La misma á la Condesa Ostalis

Solo te escribo hoy , hija 'mia , para

reñirte , aunque ya sabes , que mis repre


hensiones son tan ligeras como tus culpas.
Madama Limours me ha escrito , que ha
1
bias cenado en su casa , y que se jugó
una partida de revesino , que te aseguro
me ha disgustado mucho. No me puedo
persuadir á que mi hija primogénita , que
naturalmente es tan suave y moderada , se
haya entregado á todas aquellas exâgera
ciones , propias de una falsa alegría , desfi
gurando su buena cara con risadas violen
tas
SOBRE LA EDUCACION. 75
tas y ruidosas , y con descompasados gri
tos ¿de qué sirve todo esto ? Siempre te
he conocido indiferente en la pérdida

ó ganancia del juego luego todas aque


llas voces , y aquel despecho aparente no
era mas que afectacion ? Cree , hija mia,
que quando se adoptan é imitan las ridi
culeces , que se observan , está muy cerca

el peligro de dexarse arrastrar por mas


perniciosos exemplos : conozco la pureza y
docilidad de tu corazon , y sé que una

advertencia de la que te ama producirá


en tí la enmienda que solicito . Compadé
cete , hija mia , de las mugeres sin pru

dencia , y no imites jamas sus locuras.


Tengo que reñirte mas , y no tengo
valor para executarlo , conociendo que la
falta dimana de lo que me estimas. Sé que
te hallas con indicios de poder tener suc
cesion , y que no manifiestas todo el gus
to debido , porque juzgas podrá ser un es
torbo para verme este año . No ignoras
con quanta ansia desea un hijo tu marido,
y que , en manifestarle un cierto desagrado,
hay el peligro de que pueda ofenderse 9
el de turbar la paz de toda la familia:
vuelve en tí , hija mia : conoce tu impru
den

1
76 CARTAS

dencia , y no reincidas mas. A Dios , hija:


escríbeme á menudo , y vive segura de
que aguardo con impaciencia el momento
que nos ha de juntar.

CARTA XIII.

Respuesta de la Vizcondesa á la
Baronesa.

as aclarado enteramente la
Has mayor
parte de mis dudas. Todas tus intenciones
me parecen excelentes ; y tu método de
enseñar preferible á todos los recibidos ;
pero en tu plan es necesario , que las ma
dres sean capaces de dirigir á los maes
tros. ¿ Dónde encontrarás de estas madres?
¿ Quál es la muger que , como tú , ha pa
sado la vida , cultivando su entendimiento ,

é instruyéndose para ser útil á sus hijos?


Fuera de esto , si todas las madres pensa
sen , como tú , se acabaria la sociedad ; por
que , encerradas en sus gabinetes con los
maestros , ó fugitivas en sus haciendas , se
rían nulas para el mundo , y quedaria Pa
rís
SOBRE LA EDUCACION. 77
rís. desierto. Mucho me importa tu gloria;
pero no te deseo la de que consigas obrar
esta reforma. Dexemos chanzas. Tengo que

hacerte una observacion . Tú quitas de la


educacion primera , esto es , hasta los tre
ce años , las Fábulas de la Fontaine , Te
lemaco , y todas las obras recomendables .
Al mismo tiempo quieres aficionar á tus
hijos á la lectura. ¿ Qué libros , pues , les
darás ? ¿: Qué pondrás en lugar de lo que
quitas ? ¿ૐ No leerán hasta los quince años
mas que cuentos de encantadores , y las
mil y una noches ? No les harás apren
der algo de memoria ? Muchas veces te oí
decir , que nunca podria sentirse la medi
da y harmonía de los versos , si el bido no
estaba acostumbrado á ellas desde la infan

cia. Por Dios respondeme sobre esto. Te


escribo de prisa , porque voy á salir al cam
po. Me aguardan , y me están llamando.
A Dios , estimada amiga. Ya no es dudoso
el embarazo de Madama Ostalis . Ayer ví
á su marido , y me dixo , que ella habia
tomado su determinacion con el mejor gar

vo del mundo ; y él está tanto mas con


tento , quanto no lo esperaba. A Dios , co
razon mio : tú , que ya no viajas , no me
es
78 CARTAS
escribas nunca una carta tan mezquina y
corta como ésta.

CARTA XIV.

Respuesta de la Baronesa

Ni daré á leer á mis hijos cuentos de en

cantadores , ni las mil y una noches. A su


edad , ni aún les convienen los cuentos , que
para ella compuso Madama Aunoy. Ni si
quiera uno hay , cuyo asunto sea verdade
ramente moral. Todo su interés lo forma

el amor. En todos se tropieza con una Prin


cesa amada y perseguida , porque es her
mosa ; con un Príncipe lindo como el Sol,
que se muere de puro enamorado ; y con
una competidora feísima y malvada , consu
mida de envidia y zelos. Aparte de esto,
quando la moral de tales obrillas fuese

buena , no pudieran aprovecharse de ella


los niños , porque impresionándoseles úni
camente lo maravilloso , solo conservarian

la memoria de jardines encantados , y pa


lacios de diamantes. Estas fantásticas ima

gi
SOBRE LA EDUCACION. 79
ginaciones dan falsas ideas á los niños , re
tardan los progresos de su razon , y les
imprimen aversion á las lecturas sólidamen
te instructivas. Lock se lamenta de que

no hay siquiera una obra compuesta para


la infancia. Tampoco sé que haya ningu
na en francés. Pero es cierto , que tal obra
sería utilísima ; porque nuestro caracter,
y la especie de nuestro entendimiento de
penden en mucha parte de las primeras
ideas é impresiones , que recibimos en la in
fancia. Sería , pues , necesario , que seme

jante libro estuviese escrito con suma sen


cilléz , y que fuese á un tiempo mismo
amable , instructivo y variado. El método
de los cuentecillos sueltos es el único , que
me parece conveniente , y creo que , si los
asuntos fuesen bien escogidos , las gracias
naturales é inocentes bastarian para dar á
dicha obra un grado de importancia , que
quizás no podrás figurarte. Desde aquí mis
mo te oigo , querida mia : sé que te im
paciento , y que habrás repetido mil veces:
pero ¿ dónde está esa obra tan sencilla y
tan útil ? ¿ૐ Dónde está ? Yo te la daré
quando la quisieres , pues como para ha
cerla no se necesitaba de un grande en
ten
86 CARTAS
tendimiento , sino únicamente de naturali
dad у ternura , te diré sin rodeos , que
yo soy la autora , y que se intitula : las
Veladas de la Quinta. Su asunto es el si
guiente una buena madre retirada con sus
tres hijos á una Quinta antigua : el ma
yor no pasa de siete años , y todas las no
ches , quando los niños han sido buenos,
cuenta una historieta : estas narraciones se
interrumpen á menudo con preguntas de
los niños , quienes no dexan pasar una pa
labra , superior á la inteligencia de cinco
años , sin pedir su explicacion. Bien pene
tras quanta claridad debe dar á la obra
este método : consta de un solo volúmen,
pero de cerca de quinientas páginas. El
efecto que ha producido ya sobre mis hi

jos es tal, qual lo puedo desear. Nunca de


xan de preguntarme á cada cuento : y ¿ su
cedió esa historia ? Quando afirmo que
es verdadera , noto un aumento singular
de atencion , ventaja preciosísima , que no
pudiera sacarse de ningun cuento de en
cantadores , por mas moral que fuese . Por
manera , que me prometo , si algun dia
llegare á imprimirse esta obrilla , asegurar

á mis lectores jóvenes , en una advertencia


he
SOBRE LA EDUCACION. 81
hecha únicamente para ellos , que el au
-tor nada ha inyentado , y que es un his

toriador escrupulosamente exacto y fiel.
Con esta precaucion , tengo seguridad de

que mis cuentos serán leídos con ansia , y


que harán impresion duradera . En quanto
á Poësia , he fórmado una coleccion esco
gida de diferentes autores , la mayor par
te conocidos apenas por sus nombres , y , de
los diversos extractos 蜀 he compuesto tres

volúmenes para el uso de mis hijos , hasta


que lleguen á la edad de quince años. Es
ta coleccioncilla es por cierto muy agra
dable , y
y la mayor parte de las piezas , de
que se compone , es sumamente moral.
Volviendo á la prosa digo : que Adela no
-tendrá hasta los siete años mas lectura que

mis cuentos : despues le daré las Conversa


ciones de Emilia , obra preciosa , que tan

tas veces me has oido alabar , y con la


que se ocupará hasta los ocho años. Llega
da esta época , teD daré á conocer lo res
tante de mi plan. Tú crees , querida mia,
que si todas las madres siguiesen mi exem
plo , quedaria desierto París. Primeramen
: te , quando lo dexé , tehia ya treinta y dos
:años ,
y cuento con volver de aquí á qua
TOM. I. F tro.
-82 CARTA S

tro. Ademas se pudiera , sin abandonar un


instante el mundo , hacer por los hijos to
do quanto yo he hecho de mas útil por
los mios. Dirás lo que quisieres , pero , lé

jos de pasar yo la vida en mi gabinete,


he estado quince años en el mundo ; y
sentiria muchísimo no haber vivido en él,
pues qualquiera que no tuviere un conoci
miento profundo de la sociedad , no podrá
dar á sus hijos mas que una educacion im
perfecta. En el mundo fue donde concebí

el plan de educacion , que pongo ahora


en práctica. En el mundo fué donde com
puse todas las obras relativas á ella. Si es
te trabajo fuere útil , y si se adoptáre mi
método , habré á io ménos ahorrado á los
que lo siguieren , las reflexiones , el es

tudio y el trabajo , que me ha costado por


tiempo de doce años.
Ocuparé esta $ carta , contándote una
accion de Adela , que ha de agradarte mu
cho , por ser ella misma la heroina. Me pi
dió ántes de ayer licencia para irse á pa
sear al campo con Brígida :: consentí en
ello , y salieron las dos á las ocho de la
mañana , con órden de volver á las diez:
no lo hicieron hasta las once y media : iba
á
SOBRE LA EDUCACION . .83

cá reñirlas , quando Adela , sonrosada y fa


tigada , le pidió á Brígida que le dexase
contar todo el suceso , y seguidamente con
tinuó diciéndome 8 Madre mia , á media
legua de B*** encontramos una pobre mu
1 ger sentada sobre la yerba con un niño en
los brazos movidas de compasion , al ver su
amarilléz y buena cara , nos acercamos , y

supimos que venia de un Lugar inmedia


to de comprar algun alimento ; y que el
cansancio la habia obligado á sentarse; aña
diendo , que no le causaba esto pena , sino
1 el tener á su madre muy enferma. Si vie

-ra Vm. madre mia, aquella infeliz llorar,


y besar á su hijo .... Yo entónces , sin de
tenerme , supliqué á Brígida , que dexase
meter en nuestro coche á aquella pobre pa
+
ra conducirla á su casa. Brígida convino
al instante , y , mostrándonos la muger el
camino , llegamos en media hora á una
pobre . casa : ¡ qué pobre era ! Encontramos
al entrar dos muchachas , que inmediata

mente se arrojáron á abrazar á nuestra po


bre muger vimos tambien una anciana
venerable , y vimos .... En fin , madre mia ,

es menester que Vm. vea todo esto.... Aca


bó su narracion Adela ; y Brígida añadió
F 2 otras
CARTAS
84
otras circunstancias , todas en alabanza de

la sensibilidad de mi Adela. Aquella mis


ma tarde vino el marido de la citada mu

s
ger á dar las gracia á mi hija ; y , á la ma
ñana siguiente , fuimos todos á ver la fami
lia , verdaderamente apreciable , por la
4
estrecha union que entre ellos reyna , y
por la conformidad con que sobrellevan su
pobreza , trabajando quanto pueden , y
manifestándose contentos de su suerte.
Despues de habernos informado larga
mente de su conducta y costumbres , he
mos convenido en que les cederíamos una
porcion de tierra , cerca de su casa , con al
gunas vacas , gallinas , paño , lienzo , y
los demas útiles necesarios .

No podrás figurarte quanta ha sido la


alegría de Adela , y lo empeñada que es
tá en ayudar á coser los pobres vestidos
que hemos de presentar á la citada familia.

Veo con una complacencia inexplicable , que


en el corazon de mi hija tiene el primer
lugar el deseo de hacer bien , y de contri
buir á una buena accion.
A Dios , querida amiga : espero con
1
ansia carta tuya , y que no se parezca á la
última en lo corta.
CAR
SOBRE LA EDUCACION. 85

CARTA XV.

De la misma á la misma.

Ayer tarde nos paseamos gustosamen


te , porque estuvimos en casa de aquella
muger que te he contade , y le llevamos
los muebles y vestidos que le teníamos pre

parados. Adela se quiso encargar del pa


quete de los niños ; y aunque hacia un ex
cesivo calor , lo llevó sobre su falda todo
el tiempo que estuvimos en el coche. Lle
gó á la casa cubierta de sudor , no cabién
dole el corazon en el pecho de alegría.
¡Edad felíz , en que cada gesto
gesto y accion
es un movimiento , tan fiel como sencillo, de
los sentimientos del alma ! Baxamos del

coche , y Adela se separó corriendo de


nosotros , tirando de su fardo ,, y llenán

dolo de polvo , por no tener fuerza para


sostenerlo . Quando entramos en la casa ,

ya estaba ella misma desnudando á una


de las muchachas para vestirla de nuevo,
y repitiendo á cada instante : yo he cosido
es
F 3
86 CARTAS

esta manga : yo he pegado esta cinta. Te


aseguro , amiga mia , que te hubieras en
ternecido al ver las expresiones de agrade
cimiento de aquella honrada familia : solo
en esta clase obscura de gentes he encon
trado siempre aquel reconocimiento que
honra á la humana naturaleza , pues, ménos
corrompidos que nosotros , se confiesan
obligados al beneficio. A Dios , estimada
amiga te dexo para leer con Adela , que
en este momento salta sobre el camapé,
instándome á que la dé leccion .
Ahora mismo acaba Adela de execu
tar una accion 2 que me ha obligado á
abrir la carta para referírtela . Acabada
nuestra leccion , salimos á pasearnos , y,
en medio del camino , encontramos un pa

xarillo , que empezaba á volar : le cogi


mos , y Adela , fuera de sí con el gozo , lo

traxo á casa , y le metió en una jaula ; de


donde lo sacaba á cada instante , sofocán
dolo á besos y caricias , de manera , que
tres ó quatro veces lo lloró por muerto.

Aquí empezó nuestro diálogo , que es co


mo se sigue palabra por palabra.
ADELA.

Madre mia , el paxarito tiene hambre.


YO
SOBRE LA EDUCACION . 87
ΤΟ ? escribiendo en mi mesa.
Dale de comer , pues tienes lo nece
sario.
ADELA.
Madre , no quiere comer.
Y O.
Es porque está triste.
ADELA.
Y ¿por qué ?
Y O.

Porque es desgraciado.
ADELA.

¡Desgraciado mi paxarito ! Y ¿por qué


es desgraciado ?
Y O.
Porque no sabes darle de comer , ni
cuidarlo , y finalmente , porque está preso.

ADELA.

¡ Preso !
Y O.
Sin duda. Escucha , Adela mia : si yo
te encerrase en un quartito pequeño , sin
darte nunca licencia para salir de él ¿serías
dichosa?
ADELA.
No señora.

F 4 YO
88 CARTAS
Y O.
Pues ya ves claramente como tú lo ha

ces desgraciado .
ADELA , sobresaltada:

¡ Yo , madre mia !
Y O.
Mira , Adela ese paxarillo se pasea
ba por los campos y jardines , tenia liber

tad , y tú le has encerrado donde no pue


de volar : si él pudiese llorar , lloraría.

ADELA , sacándolo de lajaula:


¡ Pobre paxarillo ! .... Madre mia , le
voy á dar libertad por la ventana..., ¿ no
es verdad?
Y O.
Como tú quieras , hija mia : yo nun
ca he querido tener páxaros , porque de
seo que todos los que están cerca de mí
sean felices.
ADELA.
: Pues
yo quiero ser tan buena como mi
madre.... Voy á sacarlo á la ventana ¿ no
es verdad?
Yo , continuando en escribir:
Como tú quieras , hija mia.
A DELA.
Pero ántes quiero darle de comer....

¡Ma
SOBRE LA EDUCACION. 89
.

¡Madre , madre ! ¡ ahora come! ¡ ahora come !


Y O.
Yo lo celebro , pues eso te divierte.
ADELA.
¡ Ay como come ! Ya sé yo darle de

comer.... ¡ qué lindo es ! madre , madre,


él me besa.

yo , mirando con lástima al paxarillo ;


¡Pobre animalito!
A DELA.

Madre mia , voy á soltarlo ¿ no es


verdad?
Yo , sin mirarla :
Haz lo que gustes .
ADELA , acercándose á la ventana:

¡Ay mi paxarito ! Madre mia , no me


atrevo á soltarlo.
Y O.
î
Pues guárdalo ese paxarillo carece
de razon , y no reflexiona sobre la cruel

dad que con él executas , privándole de


la libertad , por un entretenimiento frívolo :
él no te aborrece , pero padece , y no pa
decería , teniendo libertad : por mi parte

te aseguro , hija mia , que no tengo va


lor para atormentar ni aún al mas despre
ciable gusanillo .
ADE
:

90 CARTAS
ADELA.

Pues bien , madre mia , voy á soltarlo.


Y O.

Tú eres dueña de hacer lo que quie


ras no me interrumpas , y déxame es
cribir.

ADELA , despues de haberme acariciado,


corre hacia la ventana , con los ojos llenos
de lágrimas , y dá libertad á su
paxarillo , diciendo:
Madre mia , ya le he soltado , ya se
va volando.
YO ? abrazándola amorosamente .

Hija de mi alma , has hecho una bue


na accion : ahora te quiero mil veces mas.
ADELA.
Con eso solo estoy contenta .
Y O.
Sí , hija mia tú irás conociendo у
experimentando la complacencia que resul
ta , quando se hace un honrado sacrificio.

CAR
SOBRE LA EDUCACION, 91.

CARTA XVI.

El Baron al Vizconde.

No , Vizconde mio : no me arrepen

tíré del partido que he tomado. En ningun


instante echaré ménos los placeres de Pa
rís , ni los ocultos manejos de la Corte . ¡ Si
comprehendierais con que ojos se mira todo
esto á la distancia en que estoy ! ¡ Quán
frívolas y de ningun momento parecen las

cosas que deley taban y ocupaban , consi


deradas sosegadamente ! Con todo , me ha
llo lejos de pensar , que la felicidad solo
pueda encontrarse en un desierto es in
compatible con el crímen y el vicio ,, y de
otra parte , producida por diversas causas
contrarias : la sabiduría y el entusiasmo la
proporcionan igualmente ; y la razon y la

virtud tendrán siempre el bello derecho de


crearla en todos los lugares , en todas las
situaciones , en medio del tumulto de las
Cortes
, y en el centro de un desierto y
de un claustro. Ancianos , solitarios , hcm
bres
92 CARTAS
bres del mundo , sed justos , sed buenos , y
disfrutareis de un bien tan deseado , que
nunca conocerán los maquinadores ni los
picaros. Creed , amigo , que no pueden
darlo las pasiones : yo he sentido su em
briaguéz ,, y he conocido todas las ilusio
nes del amor ; pero , en aquel estado tu
multuoso , padece el alma mas agitacion de
la que puede : entónces , por lo que expe

rimenta , parece , mas que satisfecha, ago


tada aquella felicidad , aquellos enagena.
mientos , que nos sacan de nosotros mismos,
forman , sin duda , una situacion demasia
do activa y violenta para nuestra debili
dad. Se transforma en dolor por su exceso.
Quando no me hubierais dicho , Viz
conde mio , que habiais pasado vuestra
vida en oir diferentes opiniones , sin ha
ber jamás adoptado determinadamente una,
vuestra última carta hubiera podido pro
bármelo . En ella circunstanciais perfec

tamente todas las ventajas de una educa


cion acabada. Demostrais maravillosamen
te , que todavía no se ha reflexionado , ni
meditado bastante , sobre este sério asunto.
Alabais mi proyecto y mis intenciones iy
luego seguidamente acabais con esta pre
gun
SOBRE LA EDUCACION. 93
gunta : ¿ Creeis en verdad , que la educa

cion pueda desarraigar nuestros vicios , y


comunicarnos virtudes ? .... Y en fin , ¿ que
sea realmente buena para algo ? Bien he
demostrado que lo creía , por los sacrificios
hechos para criar á mis hijos. Pero leed
la historia : ella os convencerá de que no

solamente puede la educacion perfeccionar


las virtudes , sino que puede tambien , aún
sin encontrar el germen en los corazones,
infundir á su arbitrio las pasiones mas vio
lentas. La educacion hizo de los Lacede
monios unos hombres tan extraordinarios.

Su imperioso poder consiguió desarraigar


de sus almas los mas dulces sentimientos,
para substituirles las pasiones ménos natu
rales. Ella , en fin , es la que puede hacer
amar la pátria con preferencia á las mu
geres y á los hijos. Pensad en las profun
das huellas , que dexan en nuestras imagi
naciones las impresiones , que recibimos en
nuestra infancia y primera juventud. Si la
razon y la maduréz del entendimiento no
pueden en lo succesivo destruir enteramen
te las preocupaciones mas absurdas , incul
cadas por la educacion , ¡ quán sólidos
serán unos principios fundados sobre la ver
dad ,
94 CARTAS.

dad , y fortificados por una y otra refle


*
xion ! Es , pues , el punto esencial saber
bien positivamente quales son los primeros
principios , que mas importa grabar des
de luego en las cabezas de los niños. Creo

que convendria empezar por infundirles


(un alto desprecio hácia qualquiera persona
que no tuviese valor para executar una
determinacion sériamente tomada . Ense

ñadles , amigo , que no solamente impor


3
ta ser con C los otros religioso observador
-de su palabra , sino que tambien es ver
gonzoso faltar á los empeños , que ha con
traido uno consigo mismo. La flaqueza tie
ne mil veces mas inconvenientes que la
-obstinacion. Puede estimarse á un hombre

porfiado pero es imposible no despreciar


- al débil . Si no comunicais á , vuestro dis

cípulo vigor é imperio sobre sí mismo,


quanto hiciereis despues , será superfluo,
y los primeros seis meses que pasará au
sente de vos , quizás os robarán , sin mas
remedio , todo el fruto que esperabais de
diez y ocho años de cuidados y fatigas.

Pero me preguntareis ૐ si la fuerza pue


de darse ? Si : sin duda : y mas facilmente
que qualquiera otra virtud porque se
for
SOBRE LA EDUCACION. 95
forma de la costumbre. Acostumbrad á

vuestro discípulo á no prometer ligeramen


te cosa alguna ; pero tambien á cumplir
escrupulosamente con el menor empeño.
Proporcionadle algunas tentaciones , cuyo
atractivo ireis aumentando , á medida que

se perfeccionáre. Si cayére en ellas , y fal


táre á su palabra , dadle entónces á ver
vuestra sorpresa é indignacion. Decidle
que , á no ser un niño , quedaria deshon
rado. Hacedle sentir toda la carga del des
precio , y añadid á estas, humillaciones cas
tigos , que vayan agrabándose á cada rein

cidencia. Dadle siempre el exemplo de


aquello que exigis ; y cuidado con que
vuestra mas ligera promesa sea inviolable
y sagrada. Finalmente , quando hubiere de
mostrado que tiene realmente imperio so
bre sí mismo, alabadle, pero moderadamen
te , pues no hay cosa mas arriesgada que
exâltar sobradamente una accion prescrip
ta por la honradéz. Manifestarse admirado

de ella , es casi dispensar al que la hizo


de su execución para otra vez . Quando
Teodoro me manifiesta firmeza , le doy á
entender que aquello me sirve de grande
.
satisfaccion. Por todas las demas virtudes
que
AS
RT
96 CA

que anuncia , le significo que lo amo mas.


Pero , por aquella , afecto creer que ya no
merece ser mirado como niño. Por tanto lo
recompenso con miramientos y consideracio

nes ; le confio algun secreto ; lo acostum


bro á conocer todo el precio de la estima
cion ; y le hago comprehender , que los
derechos que dá , son todavía mas pode
rosos que los de la amistad . Teodoro , co
mo todos los niños " es naturalmente go
loso. Madama Almane dió algunos dias
hace á su hija una caxa de confites. Inme
diatamente se le antojo otra á Teodoro.
Díxele , que no tenia la sobriedad de su

hermana , y que yo no podia , por aquella


razón , darle lo que pedia , porque se co
meria los confites en un quarto de hora. ¿ૐ Y
si yo prometiese ; me dixo , guardarlas
muchos dias como Adela ? Reflexionad ma

duramente , le repliqué , ántes de hacer


promesa algunas, y luego que me asegu
ráreis , despues de haberlo bien pensado,
que sereis capaz de tal esfuerzo , os creeré
y daré los confites. Aquel mismo dia de 1
este diálogo , estando comiendo , pidió Teo
doro licencia para tomar un cartucho de
confites colorados , de que gusta mucho , y,
en
SOBRE LA EDUCACION. 97
en lugar de comerselo , se lo metió gra
vemente en la faldriquera. A la noche,
despues de cenar , se acercó á mí , y , con
un orgullo inesperable , me presentó sus
confites diciéndome : ¡ á fé que está el car
tucho bien entero ! En aquel mismo instan
te fuí á buscar una caxa muy bonita con
doce pastillas , y se la dí á Teodoro , exî
giéndole la palabra de no comer mas que
tres cada dia , lo que fué executado.con
la mas exâcta fidelidad . Este solo exemplo
os dará una idea del método que puede
seguirse , para que los niños vengan á las
manos con sus pasiones , y aprendan á triun .
far de ellas. Estas experiencias , á menudo
repetidas , tienen indefectiblemente un exî
to feliz.

Me preguntais , si enseñaré á mi hijo


el latin. Juzgo que este conocimiento es
utilísimo , pero no indispensable , como lo
era ciento y cincuenta años hace. Entón
ces no se podia tener idea de lo bello en

todos géneros, sin aprender las lenguas grie


gay latina ; pero hoy , el que entiende
completamente el francés , el inglés y el
italiano , tiene ciertamente conocimiento de
.
una cantidad de obras superiores , ó quan
TOM. I. G do
98 CARTAS
do ménos iguales , á las que puede presen
tar la antigüedad. Milton , el Taso y el
Ariosto , reunidos , valen acaso tanto como
Homero y Virgilio ; pero con seguridad
puede decirse que Corneille , Racine, Vol
taire , Crebillon , Shakespear , & c han

producido tantas obras magistrales como


Sofocles y Euripides. Moliere ha superado
á Plauto y á Terencio. Las fábulas de Fe
dro ¿ son por ventura mejores que las de la
Fontaine Las poësías de Boileau , de Juan
Baptista Rousseau , de Gresset , de Ma
dama Deshoulieres , de Pope , de Swift,
de Prior , de Tompson , ¿son acaso inferio
res á las de Horacio , de Tibulo , de Ca
tulo , y de Ovidio ? Las obras filosóficas de

Ciceron , de Seneca , de Marco- Aurelio,


y de Epicteto , contienen , en general , prin
cipios de tal sublimidad , que no pueden dig
namente admirarse . Pero los escritos de Fe

nelon, de Montesquieu , de Addisson &c . ,


¿ son ménos eloqüentes? ¿ર tienen ménos pro +
fundidad? En quanto á las obras científicas,
sería la comparacion mas ventajosa á los mo
dernos. Pudiera hablar de muchos autores
vivos , tan ilustres como los citados ; pe
ro ya es demasiadamente larga esta diser
ta
SOBRE LA EDUCACION . 99
tacion ; y, volviendo á mi hijo , digo , que
mi intencion es enseñarle el latin . Verdad
es , que no empezaré á enseñárselo hasta

que tenga doce ó trece años ; porque


de aquí á allá solo serviria este intento pa
ra fastidiarlo . Quando tuviere un poco ma
dura su razon , sabrá fácilmente , y sin
repugnancia , en año y medio , lo que no
hubiera podido aprender mas pronto en seis
años , sino á fuerza de amenazas y casti
gos. Actualmente me ciño á enseñarle , úni
camente para el uso , las lenguas vivas.
Habla ya con facilidad el inglés , y sabe

pedir en aleman todas las cosas necesarias .


Tiene un lacayo Saxon , que nunca le ha
bla francés , y así aprenderá del aleman
lo preciso para un militar. La literatura
alemana solo es útil de quarenta años á es
ta parte . Los autores modernos Klopstok,
Haller , Gesner , Gellert , &c . , la han en
riquecido con obras inmortales ; pero co
mo tiene poca extension , y ademas , como
es muy posible saber corrientemente
mas de dos ó tres idiomas , fuera del pro

pio , he dado la preferencia al inglés y al


italiano , que empezarán á aprender mis
hijos de aquí á seis meses ; y , dentro de
G 2 cin
100 CARTAS

cinco años , podrán leer las obras de estas


dos lenguas con tanta facilidad como las
francesas.

A Dios , amado Vizconde : quereis


que os dé cuenta de mis ocupaciones : dad
me tambien parte de vuestros placeres , y
de quanto os pertenece ; y decidme asimis
mo , si es verdadera vuestra riña con Ma
dama Gerville. Bien sabeis , que no me

desagradará , porque nunca la he de perdo


nar los pesares que causó á vuestra muger.

CARTA XVII.

Respuesta del Vizconde.

Siempre lo repetiré , amigo y Señor :


su plan de educacion de Vm . es á todas
luces admirable ; y aunque Vm. me juz

ga algo ligero , creo he de permanecer en


esta opinion. Por la narracion que Vm . me I
hace en sus cartas , quedo bien persuadi
do , á que si su hijo de Vm . tiene dispo
siciones naturales , hará Vm. de él un gran
de hombre.
Pe
SOBRE LA EDUCACION. 101
Pero permitidme deciros , que me ha
parecido hallar algunas contrariedades en
vuestros principios. Estais convencido de
que la felicidad consiste en la paz del al
ma , y de que las pasiones tumultuosas , aún
satisfechas , no puedan llevar á ella . Pues,
á pesar de esta opinion , todos vuestros

cuidados se dirigen á elevar el alma de


vuestro discípulo , á acalorarla , y á exâl
tar y encender su imaginacion : vos mis
mo quereis atizar aquel fuego que guia
al heroismo : lo consiguireis ; pero ¿no vale
mas hacer un hombre feliz , que un hom
bre grande ? ¿Sería por ventura la vanidad
quien os estimulase á preferir para él las
qüalidades brillantes y peligrosas , á las
virtudes obscuras y benignas , que le asegu

rarian el reposo y la felicidad de su vida? No


lo creo. Espero que me explicareis lo que
he comprehendido mal , ó lo que no ha
beis circunstanciado bastante. Vuestra pri
mera obligacion , y único objeto , debe ser
trabajar en la felicidad de vuestro hijo . El
ha recibido de la naturaleza de la
ya , y
fortuna , quantas ventajas pueden dar. Aña
dan , pues , vuestros cuidados y reflexîo

nes todo lo que puede esperar de un pa


G 3 dre
Porzin

DE

AN
T
.102 CARTAS
dre , que se ha sacrificado por él .
¿Con que Vm. quiere saber el estado
de mi desavenencia con aquella Dama? Se
pa Vm. que estoy enteramente enojado con
ella , y que me he separado para siempre:
sepa Vm. tambien , que nunca la he que
rido con verdad ; pero , amigo , su talento
particular para intrigas en la Corte , me
ha sido muchas veces útil ; y como nues
tra separacion ha producido para ella un
malísimo efecto , anda buscando medios

para la reconciliacion , lo que quizá podrá


obligarme á concedérsela , aunque sea solo
en la apariencia : lo único que me está de
teniendo es el disgusto que he de causar
á mi mnger ; pero ¿ por qué ha de ser ze
losa ? ¿No ha visto ella misma la union
con que siempre hemos vivido ? Verdad
es que las mugeres no necesitan grandes
motivos para concebir zelos ; pero séanos
permitido el quejarnos de esta debilidad
tan general en ellas .
A Dios , amigo : escríbame Vm. á me
nudo, asegurado de que nada me causa tan
to placer como recibir sus cartas.

CAR
SOBRE LA EDUCACION . 103

CARTA XVIII.

Respuesta del Baron.

Sí , amigo : la felicidad de mi hijo es


mi primera obligacion , y único objeto. Es
te interés sagrado y precioso es el único
que me anima. Voy á satisfacer à vuestra
amistad 2 lisonjeado de que desvaneceré
vuestras dudas. Vivo persuadido á que un
hombre floxo ú limitado nunca será com

pletamente feliz . No es digno de lástima,


pues no tiene idea de otra felicidad ma
yor ; pero no por eso es ménos cierto , que
su estado es una vegetacion enojosa , uni
forme , y privada de aquellas fruiciones
multiplicadas y vivas , reservadas para el
hombre superior , á quien constituyen tal
su alma y su entendimiento. Nuestras ideas

y reflexîones , mas que nuestras sensaciones,


nos hacen felices. Mientras dormimos , tie
1
nen poder los sueños para afectarnos física
mente , tanto, y á veces mas , que pudiera
hacerlo la realidad misma ; pero notad,
G4 que
104 CARTAS

que es el terror el que origina en los sue


ños las mas fuertes impresiones , porque la

estupidéz hace al hombre mas especial


mente capaz de este movimiento , al paso 1

que las cosas agradables lo afectan no mas


que medianamente. No tengo duda en
que los sueños os habrán mil veces produ
cido palacios encantados , tesoros , &c . Pe
ro todas estas cosas os han llenado de
gozo , ó bien os han causado solamente un
placer como el que experimentais en la
primera representacion de una opera? Se
guramente que no. Y ¿por qué ? Porque
en el sueño vuestra imaginacion carecia
de actividad , y ni teniais vuestro enten
dimiento , ni la facultad de reflexionar.
Cada dia se oye decir : la felicidad está
en la opinion ; y así el que se imagina
1
dichoso , lo es en efecto. Luego el salvage,
reducido á vivir en un desierto , sin so

ciedad , sin placeres , sin ideas , ¿ૐ es tan fe


líz como el sabio ilustrado , cuya vida ha
• cen deliciosa la amistad , la beneficencia

y el estudio ? Fuera un absurdo creerlo


y sostenerlo. La felicidad , como ya lo he
dicho , se presenta á toda criatura honra
da Y razonable ; pero se guarda , en toda
su
SOBRE LA EDUCACION . 105
su perfeccion , para un cortísimo número
de indivíduos ; y aún para éstos es dificil
de encontrar , porque no hay mas que un
camino para llegar á ella , y la diversidad
de dictámenes , preocupaciones y sistemas
falsos 9 casi siempre obligan á tomar un

camino opuesto. No hay felicidad donde


falta actividad y calor. El Filósofo en su
retiro , desengañado y desimpresionado de
todo , es feliz por estos dos principios . Me
dita profundamente , y se ocupa con te
son . La sabiduría ha templado sus pasio
nes , sin haber debilitado su sensibilidad.
Pero si no hubiera experimentado aquellas
pasiones , que ha sabido vencer , ó si su
alma no hubiera tenido la energía que ha

ce al hombre capaz de ellas , tendria solo


un conocimiento imperfecto del corazon
humano; y no se saborearia con la mas dul
ce fruicion de todas , qual es la que vie

ne de la paz y del reposo , despues de


un combate porfiado : finalmente , ni se
ría filósofo , ni sabio , ni completamente
feliz. Ved aquí , pues , aquel estado di
choso que concibo , quando , ( pasada una
impetuosa juventud , conocidos los enage
namientos que puede producir la gloria , la
am
106 CARTAS

ambicion , el amor , la edad , el tiempo;


y moderada , finalmente , aquella embria
guéz y entusiasmo de un corazon vigoroso,
ardiente y sensible, ) se gusta deliciosamente
de la tranquilidad , que succede á tantas agi
taciones. Así como el viagero , que , arreba
tado á larga distancia de su pátria , por la
curiosidad y el interés , entre escollos y pe
ligros , se fatiga , se divierte , se instruye,
fortifica su ánimo , y recorre gozoso tan
tos paises nuevos para él , y , de vuel
ta al puerto , bendice el dia en que llegó,
siente una delicia indecible en contar sus

largos viages , y conserva de ellos una


memoria agradable , bien que , por quanto
tiene el mundo , no quisiera volverlos á em
pezar. Es necesario tener un alma virtuosa
para hallar , despues de calmadas las pa
siones , aquella paz tan preciosa y estima
ble. El que se dexó arrastrar á verdade
ros extravíos , no la aguarde , porque su
alma trabajada y exhausta , conocerá tan
solo los remordimientos : inaccesible á las

dulces conmociones , y á los tiernos afec


tos de la humanidad , gemirá inútilmente
de haber perdido sus deleytes , no habrá
cosa que pueda remplazárselos , dará en
abor
SOBRE LA EDUCACION. 107
aborrecer á los hombres , estenderá su odio 1
y su hiel sobre toda la naturaleza , y , consu
mido de pesares y disgustos, quizás acortará
por sí mismo el término á su vida deplora
ble. Pero me argüireis así : vos quereis pa
siones vivas , y que al mismo tiempo no
descaminen : ¿Cómo es eso posible ? Lo es,
amigo es la obra de una excelente educa
cion : obra que consiste en saber dar al
discípulo imperio sobre sí mismo , y infun

dirle deseos de distinguirse , y amor de

gloria. Grabadas fuertemente estas ideas


en una comprehension temprana y viva,
formarán la base de toda su conducta. El

amor , léjos de envilecerlo , sublimará su


alma , y aumentará su pundonor. Nunca
le hará cometer baxezas la ambicion . Ar
diendo en deseos de ilustrar su nombre , mi

rará á todo el mundo como juez . Sacrifica


rá fácilmente , si conviniere , sus inclinacio
nes y gustos , al deseo dominante de me
recer , y conseguir una reputacion esplen
dorosa . Puede suceder , que , á los princi

pios , sea virtuoso por sistéma y vanidad;


pero lo será despues por costumbre é in
clinacion. Hoy se confunden todas las ideas.
¿ No habeis visto en la Corte dar el nom
bre
108 CARTAS
bre de ambiciosos á unos hombres única

mente llevados por el interés mas vil y


baxo ? La codicia es el móvil secreto y ver
gonzoso de una parte de los cortesanos de
nuestro siglo. La verdadera ambicion es la
que forma los heroes y hombres grandes:
Ella es la que desprecia el dinero , y aún
desdeña los honores , si no son recompen
sa de las acciones meritorias : ella es la que

trabaja para la gloria , y para la posteri


dad ; y en aquellos años , en que todavía
no se ama la virtud por ella misma , lle
va , como por la mano , á consumar aque

llos maravillosos sacrificios , aquellas accio


nes inauditas , cuya memoria consagra la

historia para siempre. Y así , si quereis


hacer de vuestro educando un hombre dis
tinguido , exáltadle , y acaloradle su ima
ginacion. Pero si fuere totalmente limita
do , ó bien si hubiere nacido tétrico , y fe
roz > ó si prometiere rarezas , cruelda

des , &c. , en tal caso , por ningun moti


vo sigais este método , porque formariais
de él un extravagante , ó un monstruo . Por
exemplo , la educacion del último Czar,

solo dirigida á imbuirle ideas militares,


hubiera podido formar un conquistador , de
un
SOBRE LA EDUCACION. 109
un Soberano , nacido con valor y entendi
miento ; pero solamente sirvió de hacer á
dicho Príncipe mas ridículo y necio. Ne
cesitó aquel famoso Rey de Suecia Car
los XII. , cuyo valor dió tanto lustre á sus
locuras , una cabeza ménos ardiente , ó mas
ingenio. Si hubiera tenido ménos entusias
mo , no sería su nombre tan célebre , pero
sí mucho mas sólidamente grande. Es , pues ,

menester , ( si así puede hablarse ) , ajus


tar la educacion al carácter y entendimien
to del que se educa ; no pensar en otro
que en suavizar sus costumbres , y templar
su imaginacion , si fuere absolutamente li

mitado ; y en fin , inflamarla á proporcion


del mérito é ingenio que puede preveerse
le. He aquí el punto delicado y difícil , y
que pide verdaderamente discernimiento

y continuada observacion. A parte de es


to , puede llegarse á ser hombre grande,
sin estar dotado de entendimiento ni in

genio superiores , con tal que se tenga va


lor , elevacion , juicio sano , y cabeza bien
organizada. Esta carta ya es demasiado lar
ga : en otra os explicaré el metodo con
que me parece que debe estudiar un ni
ño
› y á que edad puede empezarse

juz
110 CARTAS
1
juzgar de su mérito futuro. ·
Veo con disgusto , Vizconde mio , que
Vm. piensa en renovar la amistad con la
de Gerville Vm . conoce la pesadumbre

que ha de dar á su muger , y , sin embargo,


intenta Vm. dársela ; de lo que infiero que

tiene mas imperio en Vm . la costumbre,


que la reflexion . ¡ Quán importante es que
las costumbres' sean buenas ! A Dios , pues,

estimado amigo : no quiero hacer mas re


flexiones sobre este punto , porque com
prehendo que habian de ser todas á ex
pensas de Vm.

CARTA XIX.

Del mismo al mismo.

Tan enteramente destruye vuestra úl


tima carta los temores que podia yo tener

de empalagarnos con narraciones siempre


relativas á la educacion , que ya no os ha

ré sobre esto mas apología. He manifestado


á Vm. de quanta importancia era tener
un cierto conocimiento del carácter , in
cli
SOBRE LA EDUCACION. III
clinaciones y talento del que se intenta

educar , á fin de corregir los defectos que


recibió de la naturaleza , y preveer , á

poco mas ó ménos , su mérito futuro. Voy,


pues , á decir á Vm. los medios con que
me parece podria conseguirse. Es necesario
observar al niño quando empieza á hablar;
y si acaso no manifestase apego á las gen
tes que lo cuidan , y fuese taciturno , é in
dolente , dá poco motivo de esperanza : pe

ro se debe esperar mucho de un niño , que


muestra sensibilidad , y se divierte con los
juguetes que le procuran. Obsérvele Vm .
en sus juegos , y si Vm. vé que no se dis
gusta , ni cansa de ellos con facilidad , es
té Vm. seguro , que tendrá aplicacion al
gun dia , y se le podrá inspirar fácilmen
te la inclinacion al estudio : á la edad de
cinco años hable Vm. con él á menudo ,
no para instruirle , sino para conocerle : há
! gale Vm. muchas preguntas , teniendo cui
dado de que no llegue á conocer la inten
cion , pues entónces no responderia sincé
ramente escuchele Vm. , como al descui
do , quanto diga , y , por medio de sus pue
rilidades, descubrirá Vm . si tiene conseqüen

cia en las ideas , y rectitud en el alma .


En
II 2 CARTAS
En fin , como dice Montaña , hablan

do de un Preceptor : " no quiero que inven


» te , y hable solo , sino que escuche á su
discípulo , quando le llegáre su vez de ha
» blar..... Bueno es que le haga trotar de-.
lante de él , para juzgar de su marcha."
Apénas he visto niño , nacido con en
tendimiento , que no se complaciese en

comparar las cosas nuevas , que se le im


presionaban , con las que ya conocia. Por
menudas que puedan ser estas comparacio
nes , como ellas sean justas , pronostican
infaliblemente imaginacion y entendimiento.
Casi todos los niños son habladores ; y
este defecto , segun la manera en que se
manifiesta , prueba que tendran , ó no , ta
lento. Un niño , á quien ni la amenaza pue-,
de impedir el hablar , que se entretiene
sin eleccion con todos , y que nunca escu
cha , será verisímilmente , quando hombre ,
limitado , é importuno ; pero el que solo

quiere hablar con las personas de su con


fianza , que calla delante de los extraños,

y manifiesta complacencia en escuchar á los


otros , ese tendrá verdadero talento : final
mente, creo, que , hechas estas observaciones,
no habiéndose separado jamás del que se
edu
SOBRE LA EDUCACION. 113
educa, ni retardádosele el conocimiento , por
causa de enfermedades , ó debilidad de
constitucion , se puede, á la edad de seis ó
siete años , hacer un juicio casi cierto de su
talento y carácter venidero.

Cierto Filósofo dixo , con mucha elo


qüencia que el hombre nace esencialmen
te bueno , y que del todo entregado á sí
mismo , lo fuera siempre &c. Me parece
falsa esta idea. El hombre , entregado á sí
mismo , sería necesariamente vengativo , y,
por conseqüencia , ni tendria grandeza de
alma , ni generosidad. Montaña es de dic
támen muy opuesto al Filósofo anterior,
quando dice : "sospecho que la naturaleza
» ha dado al hombre inclinacion á la inhu

›› manidad : ninguno se divierte viendo á


las bestias retozar , y acariciarse ; y nin
» guno dexa de complacerse quando vé que
» mutuamente se despedazan. " No sucede
esto porque el hombre sea cruel , sino , al

contrario , porque es compasivo : gusta de


ser conmovido , y , para libertarse del fas
tidio , busca agitaciones violentas. Por eso
acude amontonado el pueblo á las execu
ciones públicas : por eso vamos á la tra
gedia , y no iriamos , si fuesemos insensi
TOM. I. H bles.
CARTAS
114
bles. Nace el hombre con defectos y vi
cios , pero nace sensible . Si la naturaleza

forma rara vez un corazon apasionado y


tierno , para eso que nunca forma otro to
talmente desapiadado . No hay exemplo de
que una criatura , á quien han dado segun
da ama , haya dexado de echar ménos , y
de llorar amargamente á la primera . Y así,
pues que la semilla de la sensibilidad se

halla en todos los hombres , aquel que , sin


algun vicio particular en la organizacion ,
ó sin tener trastornada la cabeza , se vuel
ve duro y cruel , está evidentemente cor
rompido por la educacion .
Finalmente , estimado amigo , es un
grandísimo consuelo para los padres y maes
tros saber, que las malas calidades , con que
nace una criatura , pueden corregirse con
una buena educacion , y que se puede se
guramente contar sobre las virtudes que

prometen.

CAR
SOBRE LA EDUCACION. 115

CARTA XX.

Del mismo al mismo.

Vm. querrá saber , querido Vizconde,


de qué medios me valgo para inspirar á mis
hijos el verdadero valor , que es una prenda
tan necesaria á todos los hombres, y particu
larmente á un militar. Ante todas cosas, crea

Vm. que la costumbre familiariza con las


cosas mas terribles y peligrosas : si nos fue
ra desconocido el uso del fuego , ¡ quánto

no nos asombrarian sus qualidades destruc


tivas , al saber que una sola centellita bas
ta para reducir á cenizas toda una Ciudad!

¡ Qué precauciones no temariamos para


preservar nuestras casas ! ¡ Qué terror nos
causaria un tizon encendido , rodando por
el suelo , ó una vela encendida , sobre una
mesa cubierta de papeles ! Pues , con todo,
á ninguno asusta semejante cosa , porque
su uso es muy habitual , al mismo tiempo
que otras nos horrorizan , siendo infinita

mente ménos peligrosas. Por exemplo , ca


H 2 si
116 3 CARTAS -
si todas las mugeres miran con asombro las
arañas , los sapos , las culebras , &c. , y
la vista de tales insectos no hacen im
presion alguna en la mas tímida labrado
ra , porque está acostumbrada á encontrar
los á cada paso. Los paises en donde ménos
se teme á los truenos, son cabalmente aque
"
Ilos en que mas estragos causan las tormen
tas. Acuérdome , que , caminando desde
Roma á Nápoles , hice noche en un Con
vento, donde regularmente caen rayos dos ó
tres veces al año. Aquella misma noche hu
bo una horrorosa tormenta, y noté , que los
Monges no hacian mas caso de ella , que si
hubieran sido totalmente sordos. He visto

las cercanías del Vesuvio , despojadas de


verdura , y cubiertas de lava , vestigios
espantosos y memorables de una terribilisi
ma plaga ; y sobre aquella misma lava
he visto muchísimas habitaciones al pie del
Vesuvio , tocando á la montaña , que al
verga en su seno la muerte. Los propieta
rios de aquellas tierras pisan las cenizas
de los desgraciados habitadores de Pompe
ya : á la vista tienen las tristes ruinas de

su Ciudad arruinada y sepultada , y , sin


embargo , están ellos mismos mas inmedia
tos
SOBRE LA EDUCACION. 117
tos al Vesuvio..... He procurado , pues , en
quanto me ha sido posible , familiarizará

mis hijos con todo aquello que naturalmen


te puede inspirar horror , de manera , que
los he acostumbrado desde luego á que pal

pen sin repugnancia sapos , arañas , rato


Des , &c. Para esto bastó solo darles el

exemplo , y llegó el caso de que Ade


la llorase 1 la muerte de umiraton , con
tanta amargura , como si hubiera perdido
un canario • hermosísima. Quando truena,
los saco al balcon , y , mirando á la tempes
tad les digo : ¡ notad , hijos mios , que es
pectáculo tan bello ! y entonces ellos toman
asiento , para до divertirse
contemplándolo.
Ahora , despues de nuestra llegada , he he.
cho poner en un corredor , por donde pasan

muchas veces Adela y Teodoro , un gran


armario con cristales , para que se vea un
esqueleto que hay dentro , y algunas pie
zas de anatomía . No quise que lo supieran
mis hijos hasta haber hecho algunas prepa
raciones , que juzgué necesarias , pues una
mala impresion primera es siempre difícil de
borrar. Un dia comiendo , dixe, hablando en
general , que habia puesto en órden algu

nas piezas A de anatomía , que me habian


H 3 en
118 MOTD ACARTAS
enviado de París : el Caballero Aymeri,
que es taba ya en el caso , continuó dicien
estaba
do que el estudio de la 瀑 anatomía era su

mamente útil y curioso , y que , por una


declarada pasion á esta ciencia , habia te
nido su quarto , lleno de esqueletos mas de
dos años. Entónces preguntáron mis hijos

¿qué cosa era anatomía y esqueletos ? Pero


Adela añadió que un esqueleto debia ser
una malísima cosa ; á lo que su madre la
replicó , que era una cosa ni mas ni ménos
V
fea que otras muchas y no se tocó ni ha
blómas en ello. Acabada la comida , me

pidiéron todos , que los llevase á ver el ar


mario fuimos al corredor , y mis hijos se
pusiéron á mirar el esqueleto. , sin manifes
tar la menor admiracion ni disgusto , ha,
biéndose seguido á esto el pasar continua
mente por el corredor , sin acordarse si
quiera de que tal esqueleto hay en él.
I De tiempo en tiempo les hago á mis
hijos descripciones magestuosas de tempesta
des , procurando excitarles la curiosidad
mas que el temor ; y no omito decirles, que
dos naufragios no son verdaderamente peli
grosos sino para los que no saben nadar ; á
lo qué Teodoro corresponde con vehemen
-57 24 tes
SOBRE LA EDUCACION. 119
tes deseos de aprender , para quando nave
gue. Es imposible ocultar á los niños los
peligros que rodean al hombre á cada pa
so la mentira en este punto no puede ser

jamás útil ; y si el niño descubre que le


ha disfrazado Vm. la verdad en alguna
ocasion , perderá Vm. enteramente su con
fianza. Yo quiero que mi hijo sepa , que
puede ahogarse en el mar , y que puede
perder la vida en la guerra ; mas deseo
que mire todo género de peligro sin tur
bacion.

Ni quisiera yo que mirára los ries


gos con el horror que les pega el mie
do , y la imaginacion herida . Quando
no se vé el peligro mas grande de lo
que es en efecto , se hallan en sí mismo
los recursos para libertarse de él. Todo
hombre , no echado á perder por la edu
cacion , tendrá aquella especie de valor
que recibió con la vida , como un ins
tinto necesario para su conservacion . El
cobarde ,, que pierde la razon en el per

ligro , es un ser degradado y corrompi


do. La naturaleza dió , pues , á vuestro

discípulo toda la presencia de espíritu ,


que necesitará para defenderse , si lo aco
H4 me
120 CARTAS
metieren. Infundidle vos la generosidad ,
para que defienda á su semejante. Dadle
el honor para que defienda á su pátria .
Lock dixo , y despues de él otro Filósofo ,
que de ningun modo se compadezca á los
niños , quando caen y se lastiman. Segun
yo , este método solo es bueno hasta los
tres ó quatro años : á esta época ya pide

alguna moderacion , sin lo qual se correria


riesgo de endurecer el corazon de los ni
ños , cerrándolos para siempre á la compa
sion. Pienso , pues , que quando padecen
se les debe compadecer ( como no se que
jen alabando el valor que manifiestan ; pe
ro si gritan ó lloran , desterrad entonces
1
la lástima , y persuadidles á que el des
precio sofoca en vos la compasion . En esto,
así como en todo lo demás , ha de ir la
leccion apoyada en vuestro exemplo ; por
que , si no podeis tolerar una jaqueca , ó
una calentura , sin hablar de vuestro mal
veinte veces cada dia , quanto dixereis so
bre el valor hará poca impresion en vues
tro discípulo . Madama Almane dió á sus
hijos quatro dias hace , una leccion sobre
este asunto , que vale mil veces mas que
todos los sermones del mundo. Vos esti
mais
SOBRE LA EDUCACION. 121
mais á esta Señora , y todo quanto retrata
el amor apasionado que tiene á sus hijos .
Por tanto , no omitiré en mi narracion nin

guna circunstancia de aquella escena , que


fué ciertamente tierna y' respetable. Ha
bia ya algunos dias que estaban en mi ca
sa Aymerí , Madama Valmont , y su hi
jo todos juntos estabamos en el salon , des
pues de comer. Madama Almane , que es
taba sentada al lado de Madama Valmont

sobre un camapé , tenia á Adela en su fal


da. Teodoro , que quiso tener parte en las
caricias de su madre , sel metió disimula
damente detrás de ella , y la tiró con re
pentino atolondramiento el brazo hacia sí.
En aquel mismo , instante saltó un caño de
sangre del brazo de Madama Almane, y sal
picó la cara y vestidos de Adela , quien,
al verse así , dió un grito , y cayó des
mayada sobre el pecho de su madre. El po
bre Teodoro , bañado en llanto , se arro
dilló. Todos corrimos á Madama Alma
ne , quien gritaba : ¡ Adela , Adela es
la que necesita socorro ! y rehusaba dar
me el brazo , repitiendo con ayre asombra
do¡ Adela , Adela ! El hecho es , que ,
sin haber dicho nada á nadie , se habia
san
122 CARTAS

sangrado por la mañana , y Teodoro, al es


1
tenderla el brazo 9, habia desatado la li
gadura , y causado aquel accidente. Mada
ma Valmont se encargó de Adela . Ayme
rí y yo atamos la venda á Madama Al
mane , no sin trabajo , porque se habia des
mayado . Estaba pálida y trémula , agitada
con asombrosos movimientos convulsivos , y
fixados los ojos sobre su hija . Ni reparaba
en los cuidados * que la tributabamos , ni
aún en Teodoro , que continuaba sollozan
do á sus pies , y abrazándola estrechamen
te las rodillas. Por fin , recobró Adela el
uso de sus sentidos , abrió los ojos , y lla
mó á su madre . Esta corrió á ella , la vol
vió á tomar en sus brazos , y la abrazó mu
*
chas veces , vertiendo un diluvio de lágri
mas. Todos rodeabamos á la madre y á
la hija , y escuchabamos su diálogo , con
igual placer que ternura , quando notamos
súbitamente , que Teodoro no estaba en
nuestro grupo . Volví la cabeza , y le ví
solo , en el mismo lugar que habia dexado
su madre , no de rodillas y llorando , sino
en pie , inmóvil , enjutos los ojos , y le
yéndosele en la cara la melancolía , el em
barazo y el despecho. Aquel corazon, has
ta
SOBRE LA EDUCACION. 123
ta entonces tan puro y pacífico , recibia
en aquellos momentos las funestas impre
siones de la envidia y de los zelos . No era
ya aquel niño , lleno de inocencia y de can
dor , tan dulce , tan abierto y sensible . La
injusticia , la disimulacion , ( ¡ y por ventu
ra el odio ! ) acababan de entrar juntos
en su alma ; y , á no haberse desterrado
pronto de ella , hubieran echado raices pro

fundas. Sin perder instante , dixe á Mada


ma Almane al oido , en dos palabras , el
asunto de mis temores. Inmediatamente su

plicó á la concurrencia , que la dexasen so


la ; y , habiéndolo quedado , se arrimó á
Teodoro , y , sin darle á entender que .

habia notado su turbacion , lo abrazó tier.


namente , y lo sentó á su lado. Entónces,
tomando en sus manos las de sus hijos , y

dirigiéndose á mí , dixo : ¿ no es verdad ,


amigo mio , que soy una madre muy di
chosa , y muy verdaderamente amada ?.....
¡Quánto ha padecido mi pobre Teodoro ! ....
Recobra , hijo mio , tu alegría , añadió ,

besándolo , que tu madre y tu hermana
se hallan ya restablecidas. A estas palabras

Teodoro , todavía triste , pero enternecido ,


se inclinó sobre el hombro de su madre , y
mi
124 CARTAS

miró á su hermana con los ojos preñados


de lágrimas , volviéndolos despues á ba
xar suspirando...... Y ¿ tú , hija mia ? con
tinuó mi muger : espero , que , quando se
rás ménos niña , de aquí á un año , por
exemplo , sabrás , como tu hermano , her

manar el valor y la sensibilidad ..... Aquí


levantó Teodoro la cabeza , y , con ayre
de sorprendido , miró á su madre , como
queriendo penetrar si hablaba formalmen
te , luego la abrazó , y redobláron sus llan
tos.... Es cierto , añadí yo riendo ," que ha

ce mucho tiempo , que se reprocha á las


mugeres la facilidad con que se desmayan,
• y no sin razon , porque es una prueba de

flaqueza .... Pero , papá , replicó Adela en


tono de resentida , es porque amo á ma
má..... Y yo , la interrumpí , amo á tu
maniá , tanto como tu puedes amarla ; Tec
doro la ama como tú , y', sin embargo , ni
unɔ ni otro nos hemos desmayado. Acaba
ba yo estas palabras , quando Teodoro se
arrojó al cuello de su hermana exclaman

do : ¡ 0 papá! ¡ Quánto la mortificais!


En aquel mismo instante me miró mi
muger , alargándome una mano , que ba
ñé con las mas dulces lágrimas que en
to
SOBRE LA EDUCACION. 125
toda mi vida he derramado..... Luego que
hubimos consolado á Adela , á quien yo
habia verdaderamente afligido , pregun
táron los niños á su madre , ¿ por qué

se - Porque , respon
habia sangrado ? —
dió ella , habia mas de quince dias que
padecia unos dolores de cabeza fortísi

mos. ¡Quince dias hace , mamá ! replicá


ron los niños: Y¡ ni siquiera haber hablado
de ello ! -¿De qué me hubiera servido,

añadió, repetir sin cesar, me duele la cabeza?


Hubiera publicado una flaqueza indiscul
pable , fastidiado á todo el mundo , y no
me hubieran curado las quejas. - Pero, ma
má , repusiéron los niños , ni aún se OS
ha conocido que padecieseis , porque me
habeis dado las lecciones como de costum

bre. Nunca , hijos mios , continuó , me


vereis dexar por tan poca cosa unas ocupa
Ya veis ,
ciones que amo tanto . - amigo,
qué leccion de valor tan admirable se con
tenia en tan pocas palabras ; y ello es ,
que solo las de este género son realmente
provechosas. Despues de esta conversa -
cion , mi muger tuvo otra con Madama
Valmont y Aymeri , para suplicarles , que
no alabasen á Adela por su desmayo ; por
que,
126 CARTAS
que , en efecto , tales especies de alaban
zas pueden , por el deseo de obtener otras,
precipitar en la afectacion é hipocresía.
Conviene alabar á los niños , no con de
mostraciones vivas y pasageras de sensibili
dad, sino con testimonios habituales y cons
tantes , como la dulzura y la obediencia
sostenidas.
A Dios , amigo Vizconde : ya es mas
de media noche , y dexo á Vm . para
acostarme , pues me he de levantar á pun
ta de dia.

CARTA XXI.

La Baronesa á Madama Ostalis.

Me has dado grandísimo gusto , hija


mia , en noticiarme el cuidado que tienes

con tu salud . En el estado en que te hallas


es una obligacion indispensable , que , pɔr
desgracia , no se mira como tal en el dia.
Nunca olvides lo que has opinado de una
muger , que , condenada por su médico
á no salir de casa en quatro meses , ó á
mal
SOBRE LA EDUCACION. 127
malparir , declaró , que tales miramientos
no podian conformarse con su viveza , y
mato á su hijo por tan amable vivacidad.
Entónces fuistes de dictámen , que era pre

ciso tener muy mal corazon para ser ca


páz de ligereza semejante , y poquísimo
entendimiento para publicarla. Muchísimo
me alegro de que hayas conservado esta
opinion , y de que , no obstante la moda
y el exemplo , ni quieras trasnochar , ni
fatigarte en continuas visitas , ni andar lar
gos trechos en coche. Sobre el deseo que
me manifiestas de criar lo que nazca , ten
go que hacerte algunas reflexiones : la pri
mera es , que me parece haberte hecho
grande impresion las declamaciones de un
Filósofo sobre este asunto. Dice entre otras
cosas : la muger que cria el hijo de otra, en
lugar del suyo , es una mala madre ; pues
¿cómo ha de ser una buena ama ? Estas ex
presiones te han inspirado repugnancia á
confiar tus hijos al cuidado de una muger
mercenaria , &c. pero sabe , que esa mu
ger no priva al hijo de su leche por falta
de cariño , sino para procurarle algun ali
vio, de que careceria sin este sacrificio; por
lo qual , léjos de ser una mala madre , es
al
128 CARTA S.
al contrario una madre que ama tierna
mente á su hijo. Naturaleza nos impuso
la dulce obligacion de dar el pecho á nues
tros hijos , y no podemos dispensarnos de
ella sino forzadas de otras obligaciones
mas esenciales : si tu marido no se opone
á ello abiertamente , y si puedes , sin per

judicar á sus intereses , encerrarte con tu


familia durante año y medio , ó dos años,
no debes vacilar en practicarlo , pues , de

otro modo , serías delinqüente en no criar


tus hijos. Te propongo por modelo aquella
parienta mia que conoces. Sé , como ella , re
tirada ,cuidadosa de tu salud , no salgas
mas que á paseo , no recibas mas visitas,
que tus parientes ó amigos íntimos , y de
termínate á no quitar el pecho á tus hijos
hasta que el estado de su salud , la salida
de los dientes , y su vigor , te lo permitan.
Me acuerdo , que, durante un invierno, co
mí en cierta casa donde encontraba siem

pre una muger moza criando á su hijo : la


veía continuamente , muy peynada y com
puesta , llegar á casa ; y apénas tomaba
asiento, quando, en un instante , nos contaba
mil gracias de su hijo : entre tanto , oía

mos los llantos de la criatura que le po


nian
SOBRE LA EDUCACION. 129
nian en los brazos hambrienta y descuida
da , y ella la daba entónces de mamar , de
lante de ocho ó diez hombres , que se son

reían entre sí , burlándose, sin duda , de su


ligereza. Desde allí me iba á casa de mi
parienta , y la encontraba cumpliendo la
misma obligacion , pero con aquella_sim
plicidad , que la sólida virtud manifiesta en
las mas sublímes acciones : la veía yo en me
dio de su familia y amigos, y sentía una dul
ce emocion al contemplarla con su hijo en.
los brazos , aquel hijo , á quien sacrifica
ba , sin violencia ni vanidad , el mundo , y

quantos deleytes ofrece, Ciertamente que,


es objeto muy respetable y tierno una mu
ger , que cumple de este modo con la obli
gacion que la naturaleza la ha impuesto,
pues , por lo que entónces executa con una

criatura que no puede conocerla , manifies


ta quanto será capaz de hacer algun dia
por aquella misma criatura , de quien espe
ra el placer de verse amada y correspon
dida. Pero , hija mia , medita bien en la
extension de las obligaciones que contraes,
resolviéndote á criar tus hijos , y piensa,

que es infinitamente mejor no imponerse


tal obligacion , que desempeñarla mal .
TOM. I. I CAR
130 CARTAS

CARTA XXII.

La Baronesa á la Vizcondesa.

No malicies , amiga querida , que

veo con tristeza y espanto la proxîmidad


del invierno , pues es tan al contrario , que
digo muchas veces : gracias á Dios que ya
no tendré precision de ir á resfriarme por
el camino de Versalles , ó por las calles
de París. Ya no recibiré en mi casa un

tropél de gentes fastidiosas y desocupadas .


Ya no oiré criticar alternativamente á Gluck

y Piccini , de quienes tanto gusto . &c. & c.


En lugar de todo esto , no saldré de
mi casa sino para fortificar mi salud , lle
vando un vestido cómodo , y acompañada

de las personas que amo.... ¡ Ah ! si estu


vieses aquí , ¡ qué faltaria á mi felicidad !
Te aseguro , que , desde que dexé á París,

no ha pasado un dia sin alegrarme , nue


vamente de ello , y sin entristecerme , al
propio tiempo , de que la misma obliga
cion que me ha traido , me volverá á
lle
SOBRE LA EDUCACION. 131
llevar de aquí á tres años.
Tengo una gracia que pedirte , ami
ga : me parece haberte dicho , que Mada
ma Valmont tiene una hermana Religiosa;
pero , ántes de explicarte la gracia que de
tí pretendo , quiero contarte la historia de
la Religiosa desgraciada. Madama Valmont
me la confió ayer tarde , y no dudo , que,
en sabiéndola , has de condolerte como yo.
El Caballero Aymeri tuvo quatro hi

jos : Cecilia , la mas pequeña , tenia solos


tres años quando murió su madre : criáron
la en un Convento , de donde no salió
hasta la edad de trete , para hallarse en la
boda de su hermana mayor , Madama Ol
cy , que se fué á París , á pocos dias de

casada. Quedó Cecilia en compañía de su


padre , con su hermana segunda , que la
llevaba tres años , y que casó poco des
pues con el Caballero Valmont. Al cabo

de dos años , se vió precisada á fixar su re


1
sidencia en el Languedoc : habia querido
siempre mucho á Cecilia , así por su gra
cia у buen genio , como por la mala suer

te de no ser amada de su padre . La últi


ma noche que estuvieron juntas (quando se
ausentó Madama Valmont ) la pasáron llo
I 2 ran
132 CARTAS
rando ambas hermanas ; y Cecilia , mas
acongojada , abrazándose estrechamente con
la otra , la dixo : " ¡ O , único apoyo
» mio , única amiga mia ! ¡ dentro de una
» hora ya no te veré mas ! ¿ Qué será de
» mí, sin tí? ¿ૐ quién me disculpará con nues
» tro padre , y quién procurará vencer la
» repugnancia con que me mira ? Tú so
» la en el mundo amabas á la pobre Ce
» cilia. ¡ O hermana de mi corazon ! ¡ tú
» me abandonas ! ; quál , pues , será mi
» destino? " .... Tenia , en efecto, mucha ra
zon la desgraciada . Cecilia para anunciar

se la suerte que la preparaban. Apénas


marchó su hermana , quando su padre la
volvió á enviar al mismo Convento don
de la habian criado , en el que entró se
gunda vez de diez y seis años ¡ para no sa
lir jamás ! .... El padre, ocupado únicamen
te en el establecimiento de su hijo , mar
chó á París , desde donde , á pocos meses

despues , declaró á Cecilia , que habia de


ser precisamente monja . Ella , que era de
masiado tímida para oponerse á la obsolu
ta voluntad de un padre , obedeció, sin re
sistencia , ni queją , aunque su corazon no
estaba ya libre , pues amaba y era amada ....

Ig
SOBRE LA EDUCACION. 133

Ignoraba , sin embargo , qué especie de


sentimiento la agitaba , porque, al despedir

se de su hermana , creyó derramar lágri


mas por ella , y era otro el objeto que las

producia .
Un jóven, llamado Murville , pariente
cercano de su padre , era el objeto de tan
desgraciada pasion , y el que poseía todas

las virtudes y gracias , que podian justificar


la. En fin , pasóse el año del noviciado de
Cecilia , y llegó el dia en que hubo de
pronunciar aquel gravísimo voto , que habia .
de ligarla para siempre. En el mismo dia
celebraba su padre inhumano , en París , las
bodas de su hijo , todo lleno de júbilo,
mientras su hija desgraciada consumaba , á
los diez y siete años de su edad , el mas tre
mendo sacrificio..... ¡ Pobre Cecilia! ¡ Aque
llas tristes paredes que te rodean , van á ser
para tí los límites del Universo ! ....
La misma tarde de su profesion llegó
al Convento un hombre , á caballo , que la
traia un recado de parte de la madre del
Caballero Murville , manifestando ser un
asunto de grandísima importancia. Salió
Cecilia al Locutorio , y el portador le en
tregó una carta , que quiso leer en el re
13 ti
134 CARTAS

tiró de su celda. Abrióla con gran desaso


siego ; pero fue sumo , quando reconoció
la firma de Murville . Esta carta , que Ce
cilia envió á su hermana , y que me ha
permitido copiar , era concebida en estos
términos:

De S** á 25 de Mayo.
er
¡ Ay de mí! .... ¡ mañana ! .... ¡ mañana
» es ! ¡ no puedo acabar ! .... ¡ Rehusa mi pluma
escribir tan espantosas palabras ! .... Ceci
» lia , ya no es tiempo de disimular : aca
" so ¿no has penetrado mi corazon ? .... ¡ Ah !
99 llegué á lisonjearme , en tiempos mas fe

» lices , de que el tuyo no era insensible.


» Confié mi secreto al bárbaro , que así te
» sacrifica : me quitó toda esperanza , y
» me condené á un perpetuo silencio : ¡ oja
» lá hubiera yo podido preveer la horrible
» tiranía que habian de executar contigo!
» Te juro , Cecilia , que no hubieras sido
» la víctima , pues , á pesar de tu cruel pa
" dre y familia , que te abandona , hu
,, biera sabido arrancarte de sus manos,

» frustrando tan traidoras ideas.... Pero , se


» parado de tí en un país extrangero , no
» solo ignoraba , mas ni aún sospechaba,
» tal horror.... Recibí una carta , en que
» me
SOBRE LA EDUCACION. 135
me avisaban hallarse mi madre gravemen
» te enferma : dexé inmediatamente á Es
paña : llegué , encontré á mi madre mo
» ribunda, y me noticiáron que Cecilia esta

ba en vísperas de pronunciar sus últimos


votos .... En solo aquel instante conocí
» quanto te amaba .... ¡ Oh víctima , tan pre
99 ciosa quanto estimada ! naturaleza te ha
abandonado , pero el amor te protege:
,,
» el amor , que soy yo , te servirá de pa
"dre , de amigo , y de hermano : seré tu
» libertador , Cecilia mia seré tu espo
» so.... Pues estás aún libre , serás mia : sí:

hago el mas solemne juramento de con


» sagrarte mi vida.... Juramento mas agra
" dable al Ser Supremo , que el voto
que te fuerzan á hacer. Ten lástima

» de lo que padezco , por no poder vo


» lar á tu presencia ; pero mi madre es
» tá espirando , y , si fuese capaz de
» abandonarla , no sería digno de tu apre
cio. Escúchame , Cecilia respeto aún á
» tu padre tirano , porque todavía eres li
bre.... Pero , si tuvieres la debilidad de
» obedecerle , desde aquel mismo instante
» no le reconoceré por padre tuyo, y le mi
» raré, como á un monstruo detestable , de
14 99 quien
136 CARTAS

quien no he de morir sin vengarme : pro


» cura no obedecerle , por su mismo bien ;
» ó , si no , esta mano trémula , que te es
» cribe , guiada por el odio y la desespe
racion , atravesará á puñaladas el malva
» do corazon que quiere sacrificarte. Guar
» de enhorabuena para su hijo los bienes
» y el amor desherédete : no importa na
da : deme solamente á Cecilia , y prome

» to serle el mas sumiso y reconocido de


sus hijos. No te pido otra cosa , Cecilia,
sino valor para declarar , que no puedes
» resolverte á pronunciar los votos : dexa
» lo demas á mi cuidado , que yo com
» pareceré para acompañarte al altar, don
» de la mas santa ceremonia nos unirá pa
ra siempre. Estoy asegurado de que el
» hombre , á quien encomiendo esta carta,
» la pondrá en tus manos esta misma tar
» de.... ¡ Oh , Cecilia querida ! no me cau
» ses pesares eternos : piensa que solo tie
» nes diez y siete años : conserva tu liber
» tad , aún quando no quisieses ser mia ....
Aguardo con ansia tu respuesta , que
» será el fallo de mi suerte.",

Murville.
Ima
I
SOBRE LA EDUCACION. 137

Imagina , si es posible , amiga , el es


tado en que quedaria la desgraciada Ce
cilia, acabada de leer tal carta. Supo entón
ces que era amada , у amada con tan ver

dadera pasion. Recibida esta carta algunas


horas ántes , hubiera podido cambiar su
estado , haciéndola dichosa en esta vida ; y
recibida en aquel instante , la pone en el
conflicto mas atróz. El sobrecogimiento y
turbacion la dexáron inmóvil , y pasmada,
desfigurado con la amarilléz el semblante ,
y temblando con un frio mortal . Al ir
volviendo , poco á poco , de esta especie de
letargo , empezó á mirar vagamente á una
y otra parte , y vió con horror , que quan
to la rodeaba eran imágenes tristes de su
infeliz sacrificio : fixó los ojos sobre una
mesa , donde habian puesto sus largos y
hermosos cabellos , cortados aquella misma
mañana : no pudo ménos de temblar con
tal vista , y , agitada de un sentimiento

inexplicable , mezclado de espanto , pesar,


y furor , se levantó impetuosamente dicien
do : " ¿qué es esto ? ¿no hay medio alguno
» de salir de este abismo horroroso , en que

» me han precipitado ? .... ¿ no puedo esca


" parme ? ¿ no puedo huir ? .... Mas ¿ qué es
lo
138 CARTAS
» lo que digo? ¡Dios mio ! .... ¡ Oh , desventu
» rada Cecilia ! ¡ aquí es donde has de mo
» rir ! " .... Dicho esto , se dexó caer sobre
una silla , derramando un torrente de lágri
mas : seguidamente volvió á tomar la carta
de su amante, y la leyó : cada palabra, cada
expresion era para su corazon nueva heri
da. ¿ૐ Cómo , pues , ha de triunfar de una
pasion , aumentada su violencia con el agra
decimiento? La imaginacion la representaba
amontonado quanto podia contribuir á mul

tiplicar sus pesares y despecho : veía á su


amante furioso, respirando venganzas , y de

seándose la muerte : veía á su padre aca


bando á la violencia de un golpe ; y to
das estas imágenes se le presentaban mas
horribles , acompañadas de la idea de que
su amante podria quizá consolarse algun
dia.... Finalmente , se resolvió á responder
le en un papel , que solo contenia estas
palabras:
" Llegó tu carta demasiado tarde.... ya
" no vive Cecilia para tí.... olvídame.... vi
» ve muy feliz.... y respeta á mi padre."
Recibió Murville este papel , en el
momento en que acababa de espirar su ma
dre ; y , no pudiendo tolerar tantos males
á
SOBRE LA EDUCACION. 139

á la vez , cayó malo con una calentura ar


diente , seguida de un delirio , que le puso
en pocos dias al extremo de morir su
enfermedad fué muy larga , y apénas es

tuvo fuera de riesgo , quando empezó á


arreglar sus negocios , con designio de vol
verse á España , dexando la Francia para
siempre. Al paso por el Languedoc , se de
tuvo en casa de Madama Valmont , que
habia sido siempre su amiga : pidió á las
gentes de casa , que le proporcionasen ha
blarla en particular : hiciéronle entrar á
un gabinete , donde la halló sola. Luego
que Madama Valmont le vió , se levantó
precipitada , y le abrazó derramando lá
grimas. Comprehendió Murville , que ya
estaba sabedora del suceso de Cecilia , y
no se engañaba rogóla , con las mayo
res instancias , que le manifestase su car
ta , lo que no pudo rehusarle. Ya verás
quanto debió aumentar tal carta el amor
y los pesares del Caballero Murville . Di
ce así:
Del Convento de** á 12 de Junio.
" Aún vivo.... pero creí haber llega
" do al término de mi martirio. ¡ Ví de
» muy cerca aquel puerto tan deseado!.....
» Una
140 CARTAS

» Una porcion de hachas fúnebres rodea


» ban mi cama , y un Sacerdote me ex
» hortaba á la muerte.... ¡ O hermana mia!
"¡en que momento he conocido mi cora [
» zon ! .... El dia mismo.... ¡ tiemblo al de
» cirlo ! .... Lee esa carta que te envío , y te
,, instruirás de todo.... Esa carta , que pon
" go en tus manos , es el último sacrificio
» que consumo...... ¡ Quánto me cuesta ha
» cerlo !.... ¡Ya no leeré mas tan apreciabilí
» sima carta ! pero á bien que cada pala

" bra está profundamente grabada en mi


» alma.... Si me amas , hermana mia , con
" serva siempre esa carta , pues ya que no
me sea permitido guardarla , pueda yo,
» á lo ménos , pensar continuamente que es
" tá en ser .... Estímala mucho , y reflexîo
» na que su privacion es para mí , lo que

" para tí sería la ausencia del objeto que


» mas amases.... ¡ Si supieras , hermana de
» mi vida , quanto siento enagenarme de
» ella !.... Mas ahora todo es delito pa
" ra tu desgraciada Cecilia : hasta la con

» fesion de los pesares que la devoran :


¡ insoportable violencia , que no puede
producir mas que una desesperacion ! Tú
» has conocido mi carácter , y sabes si na
» cí,
SOBRE LA EDUCACION. 141
» cí , ó no , con propension á amar la vir
» tud ; pero te horrorizarias , si yo refiriese
" todas las funestas ideas , que , tres sema

» nas hace , turban y mortifican mi imagi


» nacion. Encuentro en los objetos mas co
» munes , y en las acciones mas indiferen
» tes , motivos para encolerizarme ..... En el

" paseo de nuestros tristes jardines , mide


» mi vista la altura de las tapias , y , mas
» de una vez , he llegado á concebir el in
" sensato y culpable proyecto de asaltar
las.... En los primeros dias de mi conva
lecencia , estando á la mesa , observando
» aquel pavoroso silencio que se nos man
" da , turbó mi razon un horrible pensa .
" miento.... Miraba un cuchillo á mi la

» do.... Pero no quiero acabar ..... ¡ O Cie


" lo ! ¡ es posible que este corazon , en otro
» tiempo tan puro , haya podido entregar
» se á tan negro delirio ! .... Algunas veces,
» bañada en lagrimas , imploro , con la ma
" yor confianza , las misericordias y socor
» ros de mi Dios , á quien , no pudiendo
" ofrecer el sacrificio de la pasion que me
» domina , ofrezco las penas que me cau
» sa , y le pido resignacion para sobrelle
» varlas. En otros momentos , me encuentro
>> tan
142 CARTAS

» tan culpada , que no aguardo perdon de


» tantas ofensas ; y entonces , juntos el des
> aliento y terror, me acarrean angustias in
finitas. Perdona , hermana mia , estas
99 tristes quejas , que te prometo no volve
»
» rás á escuchar , porque respetaré la ri
"gurosa obligacion que me condena al si
» lencio.

» Ten siempre oculta la pasion que


» me tiraniza , y dile á .... Pero ¡ qué es lo
" que digo ! La campana suena , anuncián

» dome , que una de nuestras hermanas


» enfermas está acabando : ¡ qué dichosa
» es , pues va á morir ! A Dios . Tambien
» te envío, en este mismo paquete, mi pelo,
» que tantas veces has peynado y trenza
» do..... Creo que no lo mirarás sin lágri
" mas : ¡ ojalá que ese triste despojo , re
» cordándote mi suerte y tierna amistad,
» pueda obtenerme tu indulgencia y com
" pasion , únicos bienes que le quedan á
» la desventurada Cecilia ! "
Despues de haber leido la carta Mur
ville , se arrojó á los pies de Madama
Valmont , rogándola encarecidamente le
diese los cabellos de Cecilia. Fueron tan

tas sus súplicas , que obligáron á Madama


Val
SOBRE LA EDUCACION. 143
Valmont á poner en sus manos la caxa
que los contenia. Recibióla Murville la

abrió temblando , porque , á un mismo tiem


po, temia, y deseaba ver aquel largo y her
moso pelo , que tantas veces habia visto,
y admirado , en la cabeza de la desconsola
da Cecilia .... Abrióla , en fin , y volvióla
á cerrar en el momento , diciendo : á Dios
para siempre , Señora : nunca mas volve
ré á pisar una pátria que tanto aborrezco :
ya no oirá Vm. hablar mas de mí , sino
para recobrar el tesoro que Vm. me ha
confiado , y el que no separaré de mí has
ta la muerte . Salió de la casa precipitado ,
sin aguardar respuesta alguna de la Seño
ra. Desde ese tiempo no se ha sabido mas
de él , ignorando absolutamente su parade
ro. Pero como el pelo de Cecilia no ha
vuelto á poder de Madama Valmont , es
verosímil que Murville existe , y que vive

ignorado en algun rincon del mundo.


No tardó mucho la providencia en
castigar la barbaridad del Caballero Ay
meri , tomando por instrumento á su mis
mo hijo, quien, habiéndose entregado al jue
go y malas compañías , perdió en poco
tiempo su reputacion , destruyó su salud ,
des
144 CARTAS

desordenó sus negocios , y murió , á los très


años de casado , sin dexar hijos. Aymeri pa
gó todas sus deudas , y se retiró al Lan
guedoc , donde tenia su hija segunda , pa
ra conservar el caudal que le quedaba , y
el que , dicen , guarda para un hijo de Ma

dama Valmont , llamado Cárlos , á quien


ama mucho .

El tiempo y la razon han ido sensible


mente triunfando de la fatal pasion de Ce
cilia , de modo , que se ha hecho exemplo
• y modelo de todas sus compañeras . Pero ,
como los violentos pesares , que agitáron
su alma tanto tiempo , han destruido su
salud , en términos que temen pierda la
vida , desea Madama Valmont , que Ce

cilia haga un viage á París , para consul


tar los Médicos mas célebres. Esta licen

cia no es difícil de obtener , y así , amada


amiga mia , la fineza que queria pedirte
es , que vayas á ver á Madama Olcy , y
la reduzcas á que admita á su hermana
en casa , por dos ó tres meses. Te parecerá,
sin duda, cosa extraordinaria , que Madama
Olcy , siendo hermana de Cecilia у de
Madama Valmont , necesite que te comi
sionen á tí , y no á la última. Es , pues,
ne

"
SOBRE LA EDUCACION. 145
necesario darte una idea del carácter de
Madama Olcy. Los muchos bienes, que po
see , no han podido consolarla del 'senti

miento de ser muger de un Administrador


de Rentas Reales. Como no tiene enten
dimiento para disimular semejante flaque
za , padece tanto mas , quanto que no re
cibe otras gentes que las de la Corte , y,
por lo mismo , se le está representando sin
cesar la desgracia , de que ocultamente gi
me. No se habla vez ninguna del Rey ,
de la Reyna, de Versalles, ó de algun vesti
do magnífico , que no sufra angustias mor
tales , teniendo que mudar de conversacion
á fin de disimularlas. Para indemnizacion
de todo esto , tiene y disfruta de quantas
consideraciones y miramientos proporciona

el fausto , una casa suntuosa , una buena


mesa , y aposentos en los teatros . Pero to

do la cansa , de nada gusta , se fastidia de


quanto la rodea , nunca juzga por sí, sino

por la opinion agena ; y agrega á tantas


extravagancias , ciertas pretensiones á mu
ger de ingenio , rarezas " caprichos , y
un desabrimiento sumo . Muy envaneci
da de ser muger de nacimiento , no ha
manifestado sombra de apego á su padre ,
TOM. I. K des
146 CARTAS
desde que dexó el servicio y el mundo, por
que ni de uno ni de otro esperaba cosa al
guna. No quiere á Madama Valmont , por
que la mira como á una lugareña ; y dá
muchos testimonios de haberse olvidado de

que tiene una hermana Religiosa. Con que


así
, ya ves que tu socorro nos es muy ne
cesario. Te envío una carta de Madama
Valmont , que tú misma entregarás
á Ma
dama Olcy. Darás á entender , que te in
teresas muchísimo por ambas hermanas ,y
no dudo que con eso lograrás de la vanidad
de Madama Olcy, quanto esperariamos inú
tilmente de su corazon. A Dios , amiga

querida ya es hora de finalizar este vo


lúmen , que me perdonarás , siquiera por
la historia de la desgraciada Cecilia.

CARTA XXIII.

Respuesta de la Vizcondesa.

¡Quánto compadezco y estimo á la des


graciada apreciable Cecilia, y al pobre Ca
ballero Murville ! Siento que no haya
muer
SOBRE LA EDUCACION. 147

muerto , porque ninguna cosa le quadraba


mas. Yo esperaba una remesa del pelo, con
una bella carta escrita al morir. Me pare
ce que faltaba esto á la historia. ¡ Vivir
tanto tiempo un hombre, despechado y amo
roso como él ! .... no lo creyera ..... Perɔ , á
pesar mio , me atormenta la idea de que
vive consolado en algun rincon del mundo, y
por ventura enamorado de otro objeto.... Y
¿qué fuera, si le hubiera sacrificado los cabe
Ilos?.... ¡O monstruo ! .... Solo podrá justificar
se á mis ojos, enviándolos sin dilacion. Pero,
sériamente hablando , no tienes muchísima
curiosidad de saber su paradero ? Ya he
compuesto sobre este asunto diez novelas á

qual mas tierna. Cecilia va á salir del Con


vento por algunos meses , y se verán de
nuevo. Habrá desmayos , agradecimien
tos..... ó , por ventura , recibirá ella misma
el pelo con una carta la mas patética que
se hubiere escrito..... Tengo para mí , que
no ha salido él de Francia , porque ¿ có
mo es posible dexar el país habitado por
Cecilia ? Sin duda que vive oculto , dis
frazado , ó , por suerte , estará en la Tra
pa , haciendo de hermitaño..... Por fin , ten
go presentimientos de que algun dia descu
K 2 bri
CARTAS
148
briremos donde para. Vamos , pues , â ha
blar de la comision que has puesto á mi
cuidado. El dia mismo que recibí tu car
ta , escribí á Madama Olcy , pidiéndole
permiso para ir á hablarla particularmen
te. Fuí en efecto á su casa , y , despues de
haber andado muchas salas soberbiamente

adornadas , encontré en un bello gabinete


á Madama Olcy , sentada en un camapé,
haciendo que leía en un libro , que solo
toma quando oye entrar algun coche en
su patio. Levantóse , dió algunos pasos
para recibirme ; y , acabados los primeros
cumplimientos , la entregué la carta de
Madama Valmont , rogándola que la le
yese luego. Ya tú sabes aquella sonrisa
forzada , y aquella falsa apacibilidad , que
imprime la política en el rostro ; pues te
aseguro , que , al oir el nombre de su her

mana , desapareció todo 9 substituyendo


una total frialdad é indiferencia en su ca

ra , acciones y palabras . La manifesté ,


que nada habia notado , y , mientras leía
la carta , la hablé mucho de tí , y de
lo que nos interesábamos ambas por la
1
pobre Cecilia acabó de leer , y me res
pondió que conocia poquísimo a sus her
ma
SOBRE LA EDUCACION. 149

manas , porque ellas la habian tratado


con desapego ; pero que no por eso deseaba
ménos poder servirlas : no obstante que
la parecia dificilísimo en su situacion te
ner en su casa dos meses á unà Religiosa,
y que, ademas, no sabía donde ponerla. Pe
TO , Señora , le repliqué , me parece bas

tante grande y acomodada esta casa para


"
alojar una persona , que está diez años há
habitando una celda. Señora , me respon

dió , yo debo alojar á mi hermana como


corresponde , ó no encargarme de ello : tu
vo su respuesta por tan noble é ingeniosa ,
que , al acabar de darla , mostró un cier
to ayrecillo de satisfaccion , que dió al
traste con la poca paciencia que me que
daba. S A la verdad , Señora , la repli

qué , que no hay cosa que me parezca


ménos bien , que el dexar morir á vuestra
hermana , por falta de los socorros que
necesita. A estas palabras , se inmutó co
nocidamente Madama Olcy ; pero , como
creyó que debia disimular su disgusto , se
templó , y dixo tres ó quatro frases , sobre
su sensibilidad natural , é inclinacion á
sus hermanas , y acabó asegurándome , que,
si su marido no ponia dificultad , enviaria
K3 á
159 CARTAS

á buscar á Cecilia , luego que hubiese con


seguido los permisos necesarios . Nos hemos
salir de su
separado muy friamente ; y , al
quarto , me ocurrió preguntar , si el Caba
llero Olcy estaba en el suyo. Dixéronme
que sí , y me recibió de manera 9 que

quedé contenta le participé mi comision ,


y me mostró tan buena voluntad , como
sequedad su muger. Creo que ésta no ma
nifestó mucho júbilo , quando supo que
habia yo tomado la precaucion de asegu
rarme del consentimiento de su marido; pe
ro , sea como fuere , me ha escrito hoy di
ciéndome , que Cecilia podrá venir , á prin
W
cipios del invierno , á habitar el quarto
que se la prepara. Hace grandemente en
venirse á buenas , porque , sino ya estaba
sino ,, ya
determinada , por poco que lo difiriese , á
encargarme de nuestra amable Cecilia , y
hubiera disfrutado entónces la doble com

placencia de obligar á una persona que lo


merece tanto , y de humillar el orgullo
de una muger dura y vana.

No puedo comunicarte mas novedad,


que la de que el Caballero Herbain vuel
ve ya de sus largos viages. Mucho senti
rá no encontrarte en París ; pero no dudo,
que
SOBRE LA EDUCACION. 151
que te hará algunas visitas , si se lo per
mites , pues doscientas leguas parecerán un
paseo , á un hombre , que ha dado por
dos veces la vuelta al mundo.

CARTA XXIV.

Del Conde de Roseville , hermano de la


Vizcondesa , al Baron.

Vuestras cartas , estimado Baron , me

instruyen y deleytan al propio tiempo.


Vos educais á vuestro hijo. Yo á un Prín
cipe que ha de reynar. Solo la pasion del
bien público podia haberme determinado á
encargarme de tan noble y penosa empre
sa. Pero las reflexiones de un buen padre,
y de un hombre como vos , me serán de
grande utilidad ; porque es preciso que el
amor paterno sea el sentimiento mas ilus
trado de todos.
Sí , Baron mio : he leído quantas
obras tratan de la educacion en general , y
de la de los Príncipes en particular : y
pues que absolutamente quereis saber to
K 4 das
152 CARTAS
das mis opiniones , os las comunicaré con
mi sinceridad natural . R...... debe á Sene
ca , á Montaña , á Lock y á Fenelon I

quanto verdaderamente útil hay en su


obra , á excepcion de un principio 2 , bien
importante , que ha tenido la gloria de
de

I R..... tomó muchas ideas de la obra de Fe


nelon , intitulada : Educacion de niñas ; y entre
otras , ésta : 33 La primera edad , dice Fenelon , que
93 se entrega á mugeres indiscretas , Y á veces des
99 ordenadas , es cabalmente aquella en que se hacen
,, las mas profundas impresiones , y , de consiguien
,, te , que tienen grande relacion con todo lo restante
99 de la vida. Antes de que los niños sepan entera
„ mente hablar , puede prepararseles á la instruc
,, cion , &c. cap. 3. No conviene hostigar á los ni
"" ños , y aún creo que fuera bueno servirse á me
‫ دو‬nudo de instrucciones indirectas ( que no son eno
99 jósas como las lecciones y riñas ) solamente para
,, despertar su atencion sobre los exemplos que se
‫ در‬Sobre los defectos natu
,, les diesen , &c. cap. 5.
rales á las mugeres , sobre el modo de corregirlas,
у sobre las instrucciones que las convienen , no ha
hecho otra cosa que repetir todo quanto dice Fe
nelon.
2 Hasta la idea de que aprenda el discípulo un
oficio , no es suya. Prescribíalo así una ley del Al
coran ; y Lock aconseja , que los muchachos apren
dan la Jardinería y la Carpintería.
SOBRE LA EDUCACION. 153
demostrar el primero , esto es que la ma
yor falta que puede cometerse en la edu
cacion , es la de apresurarse mucho , sa
crificándolo todo al deseo de que luzca el
discípulo. 1 Es desagradable que , despues
de haber dado un consejo tan útil y sabio,
no haya conocido R.... los inconvenientes
que resultaban de dar en el extremo con
trario. Quiere que su discípulo no apren
da á leer ni escribir , y propone en un gé
ne

1 Esto es , con método y con ingenio ; pero


esta idea no es nueva ; como ni tampoco la de ocu
parse principalmente en formar el corazon y las cos
tumbres , en lugar de aplicarse solo á sobrecargar
la memoria con una infinidad de cosas , por la ma
yor parte inútiles. Montaña dixo : 99 El fin de nues
», tra educacion no es hacernos buenos y prudentes,
99 sino eruditos...... Sabemos declinar de la virtud,
,, ya que no sabemos amarla. " El autor de la edu

cacion de un Príncipe por Chanteresne , despues de


haber hecho el retrato de un buen Preceptor , aña
de : 99
El hombre de quien hablamos no tiene hora
39 fixa de leccion , ó mas bien dá lecciones á su dis
39 cípulo á toda hora , porque , regularmente le instru
,, ye tanto en los juegos , visitas y conversaciones,
39 como en los libros : porque siendo su objeto , prin
"" cipal formarle el juicio , los varios objetos que se
,, presentan , suelen ser mas instructivos que los dis
,, cur
154 CARTAS
nero opuesto otro plan de educacion tan
defectuoso como el que prescribe. Aparte
de esto , su obra , llena de pedazos de su
blíme eloqüencia , de declamaciones de mal
gusto , y de peligrosos principios , carece
de accion y de interés , y presenta , casi

á cada página , las inconseqüencias mas re


pugnantes. I Pero se debieran olvidar los

defectos , en favor de las bellezas superio


res que en ella se encuentran. A las mu
geres es á quienes particularmente debió
Su

95 cursos estudiados. Como este método de enseñar


99 es insensible , tambien lo es , en algun modo , el
99 provecho ; y esto es lo que engaña á las gentes
,, poco instruidas , que imaginan que un niño , instrui
99 do de esta manera " no está mas adelantado que
,, otro , porque quizá no sabe hacer mejor una tra
,, duccion del latin , ó porque no repite mejor una
" leccion de Virgilio , &c. "
I La profesion del Vicario Saboyardo . por
exemplo , quien, despues de haber expuesto sus opi
niones , conviene en que podria ser peligroso publi
carlas , porque siempre se debe respetar la creencia
de los otros , &c. Dicha profesion , como se sabe,
era la de R..... Y , circunstanciando los inconvenientes
que pueden resultar de la imprudencia de exten
derlas , las hizo imprimir. No es posible ser mas in
conseqüente.
SOBRE LA EDUCACION. 155
su obra la mayor reputacion. Todas las
mugeres , en general , alaban á R.... con
entusiasmo , aunque ningun autor las ha
tratado con ménos miramientos . Ha nega
do formalmente que pudiesen tener inge
nio , ni aún superiores talentos. A todas,
sin excepcion , las acusa de artificiosas y
desenvueltas . No las estimaba , pero las
amaba. El ha hecho justicia , mejor que
nadie , á sus gracias : ha hablado de ellas
con menosprecio , pero en el tono de la
pasion , y la pasion lo disculpa todo. Án
tes de dexar á R..... no puedo ménos de
citar un pequeño parágrafo de su obra,
que me ha repugnado siempre hasta no
mas , aún ántes de haber abrazado mi em
pléo actual . Nos dice R.... que un Prín
cipe le propuso la educacion de su hijo,
y que se rehusó á ello. " Si hubiera yo
» aceptado su proposicion , añade , y hu
» biese errado en mi método , era una edu
" cacion frustrada . Pero , si hubiese acerta
» do , aún era mucho peor , porque su hi
»jo hubiera abdicado el título , y no hu
»biera querido ser Rey. " Y ¿ por qué ha
bia de haber renunciado á una condicion,

que dá la posibilidad de hacer tanto bien,


tan
156 CARTAS
tautos dichosos , y de dar tan grandes exem
plos , por vivir libre é inútil ?..... ¡ Qué
Filosofia tan falsa !
No sé si teneis noticia de una obrilla
hecha antes de ésta , de la que R..... no
se ha desdeñado de tomar algunas ideas.
Es de Moncrif, y se intitula : Ensayos
sobre la necesidad y medios de agradar.
No está muy puramente escrita la tal obra,
pero sí llena de entendimiento , de razon
y de verdad , y se leen en ella muchas
ideas nuevas . ce Se nota , dice el autor , que

dos ideas , que naturalmente ninguna co


" nexîon tienen entre sí , se unen sin em
bargo con intimidad , quando se han pre
" sentado juntas á un niño. ¡ En quántas
" personas quedan inseparables las ideas de
» una fantasma , y la de las tinieblas! Pre
» gunta un niño , continúa , ¿ para qué sir
» ve el dinero ? y se le responde , que con
» él tendrá confites , juguetes , y un ves
" tido nuevo. Al instante se colocan en su
39 imaginacion estas ideas estrechamente li
99 gadas : el dinero sirve para proporció
" narme lo que divierte y adorna. ¿Costa

» ria mas decirle el dinero sirve para


» hacer bien á los otros , y conciliarnos
» Su
SOBRE LA EDUCACION. 157
1
» su amor? " Moncrif dice bellas cosas
sobre la primera educacion de los Prínci
pes. Entre otras , ésta : tr Quando quieren

» infundir en los niños de clase superior las


» prendas con que han de entrar en la so
» ciedad , se sirven de términos , que avi
» van su vanidad : se les dice , que es me
" nester ser afables , que deben tener bon
» dad , &c. Fuera del caso , al contrario,
emplear términos propios para hacerlos
» modestos , recomendarles , á título de
obligacion , el aprecio , la veneracion 2
» á los hombres virtuosos , y hablarles de
miramientos , de deferencia , de agrade
» ci

Esta respuesta nada valdria , porque daria de


masiada estimacion al dinero. Ademas que esta ex
presion : Hacer bien á los otros , es vaga. Por ella
debe pensar el niño , que todo el mundo puede re4
cibir dinero alegremente. Es un imposible reducir
á una sola respuesta la explicacion que pide esta
question : apenas fuera suficiente una conversacion
larga.
2 Y aún el respeto , mas que el niño hubiese de
ser algun dia dueño del mundo ; porque á propor
cion de lo elevado de su clase , es la importancia de
acostumbrarlo á respetar á los hombres señalados
por la virtud.
158 CARTAS
99
» cimiento , de amistad , & c. Se me im

presionó muy particularmente esta idea,


la que me dá algunas veces ocasion de
presentar una leccion excelente sobre este

asunto á mi Real educando. Tenemos aquí


un Ministro , que , ademas de un talento
superior , posee las mas raras prendas de
corazon y entendimiento. Para alabar dig
namente su ingenio , basta compararlo á su
sublime virtud. Desprecia todo manejo ocul
to , y todos los interesillos , que son mó
vil de las acciones en los hombres comu

nes. No vé mas que la gloria , y trabaja


solo para ella. En fin , debió el empléo á
su reputacion , y lo aceptó únicamente por
el bien público. Se mantiene en él por sus
servicios , por su mérito , por el aprecio

de su Soberano , y por el de la nacion.


No puede ser sospechoso este débil elogio,
porque ni lo dicta el agradecimiento , ni la
amistad. Conozco á este hombre grande

solo por sus acciones , y hablo de él con


la mayor libertad ,, porque nada espero

pedirle. Rara vez se presenta en la Corte


de mi Príncipe , y quando lo hace , es
por muy pocos instantes. Recien llegado
yo , se presentó una tarde , y encontró al
Prín
SOBRE LA EDUCACION. 159

Príncipe jugando á los bolos : éste , des


pues de una sonrisilla , y un amago de re
verencia , y de haber mal pronunciado al

go entre dientes , continuó su partida . En


tónces me arrimé al Ministro , y le dixe
en alta voz : "Os suplíco , que disculpeis

» á S. A. Quando será ménos niño , y es


»tará mejor educado , os manifestará el res
29
»peto que os debe . "
No puedo explicaros el efecto que hi

zo , y la admiracion que causó á quantos


se hallaban presentes esta palabra respe

to. Unos opináron , que yo habia faltado


esencialmente al Príncipe. Otros creyéron,
que, por la falta de uso , y por ser extran
gero , ignoraba el valor de los términos.
Y todos me juzgáron incapáz de cumplir
Con la diguidad del empléo , que tanto me
honraba. El sobrecogimiento del Príncipe
fué tal , que se le cayéron los bolos de las
manos ; por cuyas señales conocí , que no
sin trabajo acostumbraria yo su oreja deli
cada á tan dura expresion . Luego que que
damos solos , creí que me pediria alguna
explicacion , pero estaba picado , y se obs
tinó en callar. En fin , tomé la palabra , y
le dixe : Señor , hacedme el gusto de de
fi
160 CARTAS

finirme lo que es el respeto . Esta peticion


le sacó los colores , y , despues de una cor
ta reflexion , dixo : el respeto es lo que se
debe á mi papá -¿ Con que pensais , le
repliqué , que solo se debe respeto á los
Príncipes ? Pero ..... Sabed , Señor , aña
dí , que hay dos especies de respeto. El
uno consiste en las cosas de convenio , y
en los modos exteriores : por exemplo , to

do quanto prescribe la etiqueta para con


los Príncipes. El otro respeto viene del
corazon , esto es , del aprecio , de la ad
miracion , que naturalmente produce todo
hombre virtuoso. Este respeto , léjos de
humillar á quien lo manifiesta , lo enoble
ce , y lo eleva , porque indica , que cono
ce todo el precio de la virtud , y porque,
finalmente , solo las grandes almas son ca
paces de tan bello sentimiento.___ Pues ese
respeto , interrumpió el Príncipe , tambien
se le debe á mi papá.Si , Señor , conti
nué , porque el Rey es bueno , ama á sus
pueblos , y los hace felices ; sin lo qual
no se le manifestaria mas que el respeto de
etiqueta , el único que se debe al nacimien
to. De modo , que como la otra especie de
respeto se debe solamente á la virtud, has
ta
SOBRE LA EDUCACION. 161

ta los Príncipes mismos están sujetos á él ,


como todos los demas hombres. Y ved aquí,
Señor, el que yo os pedia para M..... , por
que lo merece , y mas de vos que de nin
gun otro , pues contribuye con sus traba

jos y talentos á la prosperidad de la nacion,


que habeis de gobernar algun dia. Me li
sonjeo , Señor , de que conocereis en lo suc
cesivo , quán dulce es sentir tal especie de
movimiento , y quán glorioso el inspirar
lo...... Ya no haré en adelante , inter
rumpió el Príncipe , caso ninguno del res
peto de etiqueta.Teneis razon ', prose
guí , pues solo se dá á vuestra clase , y
no á vuestra persona. A la edad de un año
recibiais la mayor parte de los honores , que
os tributan hoy : venian en cuerpo los di
ferentes órdenes del estado á cumplimenta
ros y arengaros &c. Era menester que fue
seis limitadísimo para envaneceros ahora de
todas aquellas cosas, que no son mas que fór
mulas, y que prodigaban entónces á vuestras
mantillas. Pero si cultivais vuestro enten

dimiento , si adquiris sólidos conocimien


tos , si os haceis virtuoso , y si sabeis hon
rar , y recompensar el mérito , todos esos

homenages dexarán de ser vanos y frívolos


TOM. I. L in
162 CARTAS.
inciensos , y se volverán la expresion fiel
de lo que se pensáre de vos. Esta con

versación ha producido los mejores efectos,


y ha deshecho todo el peligroso encanto
de las demonstraciones de respeto con que
se inunda la infancia de los Príncipes.
Volviendo á las obras sobre la Educa
cion , no os hablaré de 黎 Telemaco , obra

maestra inmortal , superior á los elogios y


á la crítica. Nada os diré de Belisario , de
quien tantas veces hemos hablado , y cu
yo mérito sublíme tanto conocemos uno y
otro ; pero ya que no conoceis la educa

cion de un Príncipe , por Chanteresne 1 •


y la institucion de un Príncipe , por el
Abate Duguet 2 , os citaré algunos pa
sages , á medida que fuere teniendo ocasion
para ello. Esta obra última tuvo mucha

reputacion en el tiempo de su publicacion;


y, aunque es muy estimable , ha caido aho
ra

Se cree con bastante generalidad , que el nom


bre de Chanteresne es supuesto. Algunos atribuyé
ron esta obra á Pascal ; pero la opinion mas comun
es , que Nicole fue su autor.
2 El Abate Duguet compuso esta obra para el
hijo primogénito del Duque de Saboya.
SOBRE LA EDUCACION. 163
ra en el olvido por pesada I. Si alguno
se encargára de reducirla á dos volúmenes,
se haria de ella un libro utilísimo. Ha to
mado el autor muchas ideas de Telema

co ; pero las tiene propias , y muy bellas,


tales quales ésta , por exemplo : " La pru
" dencia , quando es consumada , conoce
» el artificio , y no es conocida de él . Su
» luz es superior á quanto medita el frau
» de entre tinieblas , y descubre desde lé
»jos la nube en que se oculta la disimula
» cion , de tal manera , que , por miedo
» de ser vista , no vé casi nada."
Duguet pinta á los cortesanos con
igual finura que verdad. Habla tambien
muy acertadamente sobre la lisonja : " El
» único medio , dice , para librarse de ella,
» es

İ Y porque se leen en ella muchas declamacio


nes rídiculas. Sobre las Poesías , que comparan los
Reyes y Heroes á los Dioses del Paganismo , excla
ma Duguet : 99 No hay cosa mas fria , mas impía y
99 escandalosa que estas quimeràs..... Pero , con to
,, do , resuenan en los teatros : la música se exer
99 cita sobre estas indignas ficciones , los pueblos se
"" inficionan con esta especie de idolatría ; y llue
.. ven los castigos del Cielo sobre una nacion , que
? ha convertido en juego un mal tan grande . "
L 2
164 CARTAS

es cerrar los oidos á las palabras agra


» dables , qué nunca repugna : el corazon,

» quando han hallado paso por las ore


99 qual
jas ; ser tímido sobre este punto , lo
» conserva el valor ; y no creerse superior
» á las tentaciones de una adulacion grose
ra , sino se rechazan con severidad las

» mas delicadas y ménos visibles : porque


> sucede con el orgullo , lo mismo que con
» todas las pasiones , que solo pueden ven
» cerse , rehusándoselo todo : con la contem
" porizacion se irrita , de modo , que se vé
" el hombre necesitado á concedérselo to
»

» do , queriendo componerse con él .”


Ya mi discípulo se ha acostumbrado á
no sufrir ninguna especie de alabanza.
Tanto le he persuadido á que á ocho años
no puede tenerse otro mérito , que el de
ser dócil y aplicado : tanto le hecho re
parar en la exâgeracion y ridiculéz de los
elogios que le dán : y tan convencido está
á que solo se alaba á los Príncipes con la
intencion de seducirlos , que , aún por or

gullo , mira á la adulacion con todo el


horror que merece ; y desconfia del mas
sencillo testimonio de aprobacion , como
no venga de las personas que poseen su
con
SOBRE LA EDUCACION. 165
confianza. Poco tiempo hace , que el Rey
su padre hizo una accion de justicia y de
beneficencia , que podia seguramente ala
barse sin lisonja. Yo fuí el único de sus in
mediatos , que nada le dixe sobre el asun
to. Lo notó el Príncipe , y me preguntó
la causa. Eso era lo que yo deseaba. —No
he alabado la accion , respondí , porque

tengo altísima opinion de vuestro padre , y


porque lo respeto mucho. Pues ૐ cómo

así ? interrumpió . Todo quanto hace el


Rey , continué > no puede sorprenderme :
por esto no veis en mí aquel entusiasmo,
que notais en los demas , y que solo es
afectacion , ó señal de un sorprendimiento ,
en la substancia injurioso al Rey , porque
es manifestar , que no aguardaban verlo tan
virtuoso á mas de esto , aún quando la
accion fuese de las mas ruidosas , que ja
más se hubiesen hecho , el respeto mismo
me hubiera estorvado alabarla delante del
*
Monarca. Y ¿ por qué ? me preguntó
el Príncipe. Porque la modestia , res
pondí , es una virtud tan hermosa , que,
sin ella , la gloria mas brillante pierde una
parte de su esplendor. Debo suponer , que
la persona , á quien 3 respeto , posee una

L 3 pren
166 CARTAS

prenda tan indispensable ; y si me atrevo


A
á alabarla cara á cara , es como si le di
ce
xese ningun respeto os tengo , y os lo
» manifiesto abiertamente , porque os consi
» dero por el hombre mas vano y orgulloso
» de todos, " Tan verdad es , que la ala
banza , por fundada que sea , es un insul
to , quando se dá directamente , que no
se diria sin rodeos á una muger hermosa,
que lo es , ni al hombre mejor de todos,
que es virtuoso. El que se explicase tan
desnudamente , ofenderia, muy á las claras,
la modestia , y pasaria por un grosero . Pe
ro , pues es envilecerse sufrir alabanzas de
claradas y sin arte , tampoco se deben re
cibir mejor aquellas , que se dirigen con as
tucia ; porque solo está la diferiencia en
las palabras , siendo la substancia la misma.
Tales son los medios de que me sirvo,
no solo para preservar á mi discípulo de
la lisonja , sino para hacérsela mirar , co
mo verdaderamente injuriosa. Era preciso

empezar por esto , pues , sino , quanto hu


biera yo podido hacer , hubiera sido super
fluo. En otra carta , que os escribiré , os di
"
ré , como lo deseais , mis opiniones sobre
las ideas principales , que un ayo debe

gra

1
SOBRE LA EDUCACION. 167
grabar desde luego en el entendimiento
de un Príncipe niño. A Dios , querido Ba
ron dadme parte de vuestras reflexiones
con la franqueza que debo esperar de vues
tra amistad , y que merezco , por la suma
confianza que en vos tengo.

CARTA XXV.

De la Vizcondesa á la Baronesa.

No te diré, amiga querida , que Ma


dama Ostalis parió esta mañana , dia 4 de
Enero , con toda felicidad , un niño , por
que sé , que , ántes de meterse en la cama,
te escribió quatro letras , dándote esta no
ticia ; pero , á lo menos , sabrás por mí , que
nuestra estimada Religiosa Cecilia llegó
ayer tarde la he visto , y he estado con
ella mas de hora y media. Hoy mismo,
quando acababa de comer , recibí una car
ta de una letra desconocida : miré la firma,
y ví Cecilia, Mandé inmediatamente po
ner mi coche , despues leí la carta , que
solo contenia gracias y mas gracias ; pero
L 4 es

1
168 CARTAS

escrita con nobleza , política y sencilléz.


Tomé luego mi coche , y , en breve , llegué
al quarto de Cecilia . Entré con priesa , y
la encontré sola, sentada junto á una mesita,
escribiendo. Al verme , se levantó , y nos
dimos un estrecho abrazo : reparé , que sus

desgracias la conciliaban respeto y admi


racion , efecto que causan las grandes vir
tudes ; y te aseguro , que nada me ha sor
prehendido tanto en mi vida , como la pri
mera vista de Cecilia . Es de alta estatura,

muy bien hecha sus ojos son tan bellos,


que es imposible haya podido olvidarlos

Murville ; y aumenta su hermosura la


dulce profunda melancolía , que en ellos se
nota son de un azul obscuro , y adornados
con larguísimas hermosas pestañas : el color
de su rostro es pálido, y el sonido de su voz
muy agradable . Finalmente , tiene talento,
y lo tiene todo. Por lo que he podido pe
netrar de sus moderados discursos , me pa
rece que el recibimiento de su hermana ha
sido frio. Me ha hablado de Madama Val
mont , y de tí , con el mayor cariño y gra
titud , y todo con la gracia y medida que
el trato solo del mundo no puede dar , fal
tando el bellísimo natural ella tiene.
que
¿Quie
SOBRE LA EDUCACION. 169

¿Quieres que te diga algo de mi Cons


tanza ? pues sabe , que se hace amar por
su genio , y así , jamás trato de castigos ni
penitencias , bastando solo el que la diga:
me disgustas en esto , para que ella ceda
en todo los criados la adoran , porque
los trata bien , pues sabe ella , que le re
pito á menudo aquella máxîma de un an
tiguo que debemos mirar á los criados
como á unos amigos infelices. A Dios , que
rida ; pero , ántes de acabar , quiero decir
te , que continúo aprendiendo el Inglés,
y empiezo ya á leer medianamente.

CARTA XXVI.

Respuesta de la Baronesa.

Si estás contenta de Cecilia , puedo


asegurarte , que no lo está ella ménos de
tí : ha escrito á Madama Valmont una

carta muy larga , elogiando tu gracia , tu


talento y tu persona.
1 Veo con grandísimo gusto , que pien
sas sériamente en la educacion de nuestra
Cons
170 CARTAS

Constancita ; pero te diré, con mi franque


za ordinaria , lo que pienso sobre el modo
de corregirla de sus defectos. El atraer á
los niños por la sensibilidad , digámoslo
así , nada vale , quando se abusa de ello.
Si toda la correccion que das siempre á tu
hija es me disgustas en esto , la familiari
zarás con una idea , que debe causarla hor
ror , y llegará el caso de oirte esa expre
sion , sin que le cause el menor efecto ; y,
con eso , léjos de aumentar su sensibilidad,
la destruirás en su corazon para siempre: im
ponle, pues , los castigos proporcionados á su
edad , como, por exemplo, la privacion de un
juguete estimado , por algunos dias , la de
aquellas cosas que mas guste de comer, &c. ;
y, por las faltas graves , destiérrala de tu

quarto , siempre que tengas seguridad de


que su aya no la entretendrá en el suyo;
porque , si se divierte , durante su desgra
cia , nada habrás conseguido. Quando yo
entrego á Adela en ménos de Brígida,
tengo certeza de que no la hablará una
palabra , de que apenas se dignará res
ponderla, y, en fin , de que Brígida aparen
tará ,, que
que la desprecia altamente. Pero, con

todo , Adela sabe , que yo padezco , quan


do
SOBRE LA EDUCACION. 171
do la castigo ; bien que , al mismo tiempo,
sabe tambien , que soy capaz de tal es
á fuerzo , porque
porque lo miro como una obliga
cion , que cosa ninguna de este mundo pue
de estorvarme cumplir con la mas exâcta
justicia. Luego que vuelve á mi gracia ,
le manifiesto la mayor complacencia . Con
eso excito su agradecimiento y sensibili-.
dad , sin disminuir aquel temor saludable,
que me dá sobre ella tanto ascendiente.
El temor es la estimacion de los niños ; por
que , si no temen á aquellos de quienes de
">
penden , los desprecian , y no los aman.
Esta especie de temor no destruye en mo
do alguno la confianza : nunca la impon
gas sujecion con tu presencia en las cosas
indiferentes ó inocentes : nunça les causes

la menor incomodidad en sus juegos : tu


presencia solo debe reprimir el mal , no la
alegría : si así lo hicieres , ten seguridad
de que el niño te amará , y te respetará

igualmente. Pero , si fueres molesta , si in-

comodáres á tu hija en sus entretenimien


tos , y en sus placeres , la causarás el mie
do que causan los tiranos , y en verdad,

que éste solo puede producir la aversion .


Todo ser subordinado por su naturale
za
172 CARTAS
za á otro , y que no le tiene el respeto
que debe , no solamente no se eleva , sino
que se abaxa. No somos verdaderamente

nobles hasta que sabemos mantenernos en


nuestro lugar. Léjos de hacernos mayores
la insolencia , nos envilece , aún quando
creemos que mejor nos ha salido. Tan ver
dad es esto , que una muger , que gobier
ná á su marido , y un hijo , que manda á
su padre , se harian despreciables , sino
ocultasen cuidadosamente el imperio que

exercen , porque toda usurpacion nos es


naturalmente odiosa , y el amor del ór
den y de la justicia está en todos los co

razones , no enteramente corrompidos. Así,


pues , no arranques del alma de tu hija el
temor , ( tal qual acabo de pintártelo ) ,
ella debe sentirlo , y tú debes mantenér
selo. Respetemos , y reconozcamos los de
rechos agenos , pero no cometamos la ba

xeza de renunciar á los que la naturaleza


nos ha dado ; porque tal vileza nos quita
ria el mérito de la moderacion para con

aquellos , á quienes estamos subordinados,


y ademas trastornaria el órden , que debe
mos mantener en quanto nos fuere posible.
Quiere Lock , que luego que los niños
con
SOBRE LA EDUCACION. 173
confiesan una falta , de qualesquiera espe
cie , se les alabe , en lugar de castigarlos,
lo qual no me parece puesto en razon.
Quando Adela se acusa de alguna faltilla,
queda libre con una corta exhortacion,
acompañada siempre del elogio de su can
dor , y de su confianza en mí. Si es sen
cillamente una contestacion , esto es , una

respuesta á mis preguntas , la castigo á pro


porcion de lo que ha hecho. Si viene á

confiarme alguna falta grave , sufre una


penitencia , pero muchisimo mas suave,
que si yo hubiera descubierto lo que ha
tenido la sinceridad de descubrirme de su

movimiento propio. Salimos de las manos


de nuestros Preceptores con unas ideas tan
falsas , que no es de maravillar , que ne
cesitemos del trato del mundo para recti
ficarnos. Si la educacion fuese buena , la
experiencia no haria mas que demostrarnos
la verdad de los principios que nos dió,
y entonces conservariamos aquellos princi
pios , y hariamos de ellos la regla de nues
tra conducta. En lugar de esto , la prime
ra cosa que sabemos , al entrar en el mun
do , es que quanto nos han enseñado , re
lativo á la moral , ha sido falso , ó ponde
ra
174 CARTAS
rado. Este descubrimiento es comodísimo,
porque autoriza para mirar todos los prin

cipios como preocupaciones , y permite en


tregarse á todas las pasiones. Quando un
niño , que confiesa su culpa , recibe mas
elogios , que si no hubiera cometido falta
alguna , deduce naturalísimamente , que se
puede obrar mal con impunidad , siempre
que se use la buena fé de confesarlo. Por

eso vemos tantas personas vanagloriarse de


sus defectos propios , y decir con rídicula
vanidad : Confieso que tengo mal genio , y
que soy caprichoso y violento , como si es
tas frases pudieran disculparlo , ó reparar
lo todo. Persuade á tu hija , que es noble
y bueno saber confesar sus faltas con fran
queza y docilidad ; pero que es mil veces.
mejor no cometerlas. Quando está una mu
chacha recien salida de la infancia ¡ qué
cosas no le cuentan con la loable intencion

de inspirarle horror al vicio ! Les parece


que es un pasino esto de decirles : " que -
» una muger , que no es virtuosa , de na
» die es mirada , y que la desechan de là
» buena y honrada sociedad , bc. " Pe-
ro quando despues ven en la buena socie

dad tantas mugeres tan poco virtuosas ni


mi
SOBRE LA EDUCACION. 175
miradas , deducen las madres y ayas
que
son mentirosas , y que es cosa de poco mo
mento tener un amante. Vé aquí lo que
se gana en no hablar verdad . La virtud
es de por sí tan bella , que no se necesita

del artificio para hacerla amable . Dexe


mos al vicio la mentira y la disimulacion,
porque la necesita para ocultar su defor
midad ; y si , queremos instruir , seamos
verdaderos.
Tolérame en esta carta un poco de
pesadéz , porque antes que todo es la cla

ridad. Entiendo por principios las ideas


justas , sobre lo que está bien , y lo que
está mal. Entiendo por virtud la inclina
cion á las cosas buenas y justas , fundada
sobre principios , y fortificada por la cos
tumbre de obrar bien. Es evidente , que la
educacion puede dar los principios , y me
parece haber probado en mis otras cartas,
que tambien puede dar las virtudes. Pero,
sin duda , me dirás , que no basta todo esto
para hacer verdaderamente virtuosos , y
que necesitamos , ademas, que la experien
cia nos haya enseñado á conocer nuestras
fuerzas , y á saber emplearlas. Tener ex

periencias es , sobre todo , haber probado,


en
176 CARTAS 12

en un cierto espacio de tiempo , casi to


das las tentaciones de que el sugeto es ca
páz es saber , que no podemos ser felices
y estimados , sino en quanto fueremos vir
tuosos , y que tenemos valor para resistir
á nuestras pasiones. Si te contentáres con
decir esto solo á tu discípula , no la darás
mas que una leccion , y nada de la experien
cia , que solo puede adquirirse con los he
chos. Proporciónala , pues , acaecimientos,
preséntala tentaciones , multiplica las prue
bas , y redobla su incentivo , á medida

que se fortificáre su razon : quando flaqueá


re , que nazca el castigo de la misma cosa.
Por exemplo , si dixese una mentira , im
ponla para corregirla una penitencia co
mo madre; pero que, ademas, conozca , mu
cho tiempo despues del perdon , los in
convenientes de semejante vicio ; quiero
decir , que finjas haber perdido toda con
fianza en ella , dudar de quanto te dixe
re , y en fin , que todo sea accion y si
tuaciones . Salgo por fiadora de que , á los
diez y seis años , tendrá tu hija mas expe
riencias , que las que tienen comunmente

la mayor parte de las mugeres , á los vein


te y cinco.
Tam
SOBRE LA EDUCACION. 177
Tambien es menester , querida mia,
que yo te responda sobre una cosa , que
considero importantísima. Dices á tu hija,
que debe mirar á los criados como unos
amigos infelices. Nunca he celebrado esta
idea , porque carece de exâctitud . No de
bemos mirar como amigos á personas sin
educacion. Pero la exâgeracion, que encier
ra dicha máxîma , es muy disculpable , co
mo procedente de un corazon bueno . No
creo que haya cosa de mas peligro para
un jóven , que la familiaridad con los cria
dos. Conviene recomendarle para con ellos
la suavidad y buen modo , pero tambien
prohibirle expresamente toda especie de
conversacion , por corta que sea " pues,
en tales conversaciones , solo adquiriria tu

hija expresiones triviales y ridículas , sen


timientos baxos , y aficion al trato de gen

te soéz ; lo qual principalmente viene de


no poder soportar ninguna especie de • su
jecion , y de preferir la sociedad de gen
tes subalternas , á aquella donde hay pre
cision de usar deferencias y miramientos ,
que parecen incomodísimos , quando se ha
tomado la costumbre de dominar. A Dios,
querida mia : mucho temo que esta carta
TOM. I. M te
178 CARTAS

te parezca fastidiosa hasta mas no poder,


pero , si quisieres meditar , conocerás , que
es necesaria para acabar de darte á cono
cer mi plan de educacion.

CARTA XXVII.

Respuesta de la Vizcondesa.

¿ Con
on que aquellas ideas de educacion,
que yo creia tan luminosas , nada valen?.....
Así parece ; porque la experiencia me
lo ha probado ya. Por mas de tres me
ses trabajé en corregir á Constanza de
>
la impolítica de responder siempre si , no,

sin aquel Señor , ó Señora , que tanto
repugna á los niños. Ni mis sufrimien
tos , ni mis enfermedades ; remediaban

cosa alguna . En fin , tu carta me deter


minó al gran partido de poner en pe
nitencia por la misma causa á mi pobre

Constancita ; y hace quatro dias , que no

ha faltado , ni una sola vez , á decir bien


directamente si Señor : si Señora : lo qual
me ha convencido de que , en efecto , tu

SOBRE LA EDUCACION . 179
método es preferible al mio.
Ayer tuve una vivísima disputa , por
causa tuya , comiendo en casa de Mada.
ma B..... Habláron de tí , y de Madama

Ostalis , y criticáron , que no hubieses ve


nido al parto de una sobrina , que asegu

ras amar tanto , como si fuese tu hija. Por


mas que sostuve , que , teniendo Madama

Ostalis veinte y un años , salud robusta,


y no siendo el primer parto , era regular
que no hubieses abandonado á tus hijos,
y caminado doscientas leguas para venir
á presenciar un acto , que razonablemente
no debia causarte inquietud ; se obstináron
én defender , que no amabas á tu sobrina;
y que, solo por vanidad , habias hecho tantos
sacrificios para establecerla ventajosamente.
En este país se cuentan como nada todos
los procedimientos esenciales , y solo se
elogian las cosillas. Alabase á disgusto lo
que no se quisiera imitar. Por esta regla,
se alaba la sensibilidad , no quando hace
sacrificios costosos , sino quando se mani
fiesta con atenciones , con visitas , con cui
T
dadillos , porque qualquiera persona , so
bradamente nímia y desocupada ; puede
dar iguales testimonios de ella.
M 2 ¡Ay
180 CARTAS
¡ Ay , amiga ! Mi marido ha vuelto
otra vez á sus primeros lazos , á pesar de
tus predicciones . Madama Gerville ha vuel
to á tomar sobre él aquel ascendiente , que
perdió por algunos instantes , de modo,
que pasa la vida en su casa. Tengo dos
hijas: A la mayor será menester casarla, án
tes de dos años ; y me atormenta el alma
la idea de que la ha de proporcionar mari
do una muger desenvuelta é intrigante.
¡Ah! ¡si yo hubiera admitido tus consejos!
no sería tan desgraciada ! He pasado cator
ce años , sin pensar un instante en los pro
vechos, que podian resultar, de tener al ma
rido por amigo. De año y medio á esta
parte, es quando me ha ocurrido pensar en
ello . Casi de improviso he mirado á Li
mours con otros ojos , ó , por mejor decir,
lo he mirado , oido , y conocido , con
indecible admiracion , que , si hasta en

tónces no lo habia amado , habia sido úni


camente por distraccion , y por haberme
ocupado en otras cosas. En habiendo pa
sando de treinta años renunciado á la
desenvoltura y cansadose de la disipa

cion , no hay cosa mas acertada " que


amar á su " marido , si se puede. Entre tan
.to
SOBRE LA EDUCACION. 181

to que me entregaba yo á tan prudentes


reflexiones , riñó Limours con Madama
Gerville. Tuve una alegría , que fácilmen
te debió conocer , y aún creí , que se li
songeaba de ello : comia mas á menudo
en casa daba muestras de no fastidiarse

en ella todo iba al gusto mio , quando ,


sin saber como , volvió á ver á Madama
Gerville , se reconcilió con ella , y , como
otras veces , abandonó su casa , de manera ,

que muchas veces pasé quince dias sin


verlo. Este procedimiento me causó un
pesar , que manifesté desde luego sencilla
mente ; pero quando ví á Limours mas
embarazado que movido , mudé de mane
jo , y le manifesté muchísimo desprecio :
entónces ocupó la acritud el lugar de las
quejas : finalmente , estamos mil veces peor,
que hemos estado nunca. ¡ Quánto siento,
particularmente en estos instantes , la pri
vacion de una amiga como tú! .... A Dios.
Tengo muy negro el humor para hablar
mas contigo no quiero perturbar la paż
que gozas ..... ¡ Qué situaciones tan diferen
tes las nuestras!..... Casastes con un hombre

de carácter determinado , imperioso , y


despreciador de las mugeres : te hizo su
M 3 frir
182 CARTAS

frir todas las injusticias de los mas absurdos


zelos ; y , al mismo tiempo, se enamoró cie
gamente de otra. Hallastes medio de se

pararlo de tu competidora , y de conseguir


su estimacion , su ternura y confianza ; y
yo , á quien diéron por marido el hombre
mas fácil de ganar y conducir , nunca he
tenido el menor poder sobre su ánimo , ni
he podido conseguir desunirlo de una mu,
ger , á quien desprecia , y no ama . ¡ Dema
siado claro veo ahora , que nosotros mis
mos nos labramos nuestro destino ! En mi
situacion hubieras tú encontrado la felici
dad. Y yo, en la tuya, hubiera sido la cria
tura mas desgraciada del mundo . A Dios,
mi amiga querida : compadéceme á lo mé
nos : escríbeme: pintáme quantas faltas hu
biere cometido : manifiéstame las conseqüen
cias de los atolondramientos , que tantos
pesares me han causado. Lo conozco todo,
pero confusamente. Quisiera tener de ello
ideas mas claras , no para mí , pues ya es
tá fixada mi suerte , sino para pintar mejor

á mis hijas inconvenientes tan terribles.


Pueda , á lo ménos , serles útil la triste ex
periencia que he adquirido , y con eso me
consolaré de las penas que me cuesta.
Lle
;

SOBRE LA EDUCACION. 183


Llegó , por fin , el Caballero Herbain,
tan alegre y tan amable , como siempre lo
has conocido. Sostiene , que , en cinco años,
hemos mudado enteramente de maneras,
de costumbres y de usos , y que se encuen

tra aquí tan extrangero , como podria es


tarlo en Constantinopla. Pero la admira
cion que afecta ,, por todo quanto vé , es

muy graciosa , y le sienta muy bien. Me


ha encargado , que lo ponga á tus pies , y
cuenta con escribir al Baron la semana que
viene.

CARTA XXVIII.

Respuesta de la Baronesa.

1 uánto
¡ Quán to me has contristado , estima
da amiga , con la narrativa de tu situacion!
Y¡quieres que yo cometa la crueldad de
ponerte á la vista todas las faltillas , que
han producido desgracias tan grandes ! ¿Me
habrás, acaso , pedido reprehensiones, única
mente con el fin de moverme y de quitarme
la fuerza de dartelas ? No sería la vez pri
M 4 me
184 CARTAS
mera , que hubieses empleado conmigo es
ta astucilla...... Pero, amiga querida, ¿ no sa
bes , que me es imposible dexar escapar
una ocasion de predicarte ? Fuera de es
to , estoy persuadidísima á que todavía

puedes , si sincéramente lo deseas , cambiar


tu suerte , haciéndola totalmente felíz ; pe
ro es menester para ello perseverancia , y
una voluntad firme y determinada. Tu pri
mera culpa fué creer , en otro tiempo , que
parecia muy bien esto de ser fria y des
deñosa con su marido. La misma idea te

nia él , y esta conformidad de opiniones


no era muy a propósito para uniros. En
quanto á los pesares que te causa la amis
tad de tu marido con Madama Gerville,
tambien es certísimo , que solo puedes que

jarte á tí misma. Aún conservo muchas de


tus cartas , y esta mañana busqué , y encon
tré una , que me escribistes doce años há,
y es , á la letra , como se sigue:
" En fin , querida prima mia , se cum
" pliéron todos mis deseos : ya no tengo
" para lo por venir temores ni inquietu
" des ya estoy ahora asegurada de ver
» me para siempre sosegada y libre. Se ha
» enamorado mi marido de una muger de
» la
SOBRE LA EDUCACION. 185
» la sociedad. Aseguran que es una pasion
nciega por ambas partes , y que el con
"trato recíproco es para toda la vida.
» Si quieres saber el nombre del objeto,
» es Madama Gerville ; y , como no la co
» noces , voy á hacerte su retrato. Tiene
» quatro años mas que yo , y de consi
"" guiente veinte y quatro es del nú
,, mero de aquellas personas , que sola
» mente son bonitas tres ó quatro horas del

» dia , esto es , con luces y con adornos :


» es su desenvoltura de mala especie , por
» que se reduce á gestos , y atolondrada
99 alegría su reputacion es , á lo menos,
» equívoca , porque dicen , que mi marido

" no es su primer contrato vitalicio ; pero


» tiene esto que se llama muchos amigos ,
» lo qual significa únicamente , que se re
ciben muchas gentes en casa . Es , por
» último , la muger mas bulliciosa , mas
» visitadora, y mas entrometida , que hay
en el mundo. Considerado esto , politi
» camente , una muger de tal carácter , y
traza , puede ser útil á la fortuna de mi
» marido ,, porque enredará para él , y le
» comunicará la actividad que le falta ; y,'
" quando ménos , me asegurará una total
» li
186 10 CARTAS -

» libertad. Es cierto , que mi marido no ha


» sido hasta aquí muy incomodador ; pero
» ¿no pudiera de un momento al otro , por
via de ocio , dar en ocuparse conmigo?....
» Gracias a Dios , que Madama Gerville
me libra de estos miedos ; y á fé que yo,
» de puro agradecida , la convido á comer,
la presto mis aposentos , y no dexo es
" capar ocasion ninguna de alabar su per
sona , su modo de prenderse , su gracia
» y su entendimiento . ¡ Bien seguro es que
" no ha obligado á una ingrata ! ..... A Dios,
» corazon mio : dexa esa triste casa de

» campo , y vuelve pronto pronto , porque,


" sin tí , no hay gustos cumplidos."
Y bien , querida amiga , ¿ qué dices
de esta carta ? ¡Qué maravillosa revolucion
han podido producir doce años en tus ideas
y en tu corazon ! ¡ Qué frágil es nuestra
felicidad , quando no se funda sobre la ra
zon ! Lo que hoy nos enagena , puede ser
nuestro tormento mañana. Ya conocistes

aquella pobre Condesa de L...... que se


volvió , por sus zelos , tan insoportable á
su marido : tenia culpa , sin duda ; pero
era una culpa , que no podia perjudicar á
su reputacion , y no merecia por ella per
der,
SOBRE LA EDUCACION. 187
der , sin recurso , la amistad de su marido.
En lugar de esto , hija mia , manifestando
tanto gozo , por lo que naturalmente debie

ra en lo interior afligirte , y acogiendo, y ‫اليا‬


solicitando á tu competidora , has apretado
los nudos 9 que no en vano pretendes hoy

romper. Aquel manejo imprudente ofen


dia al pundonor ; y tú sabes , qué pretex
tos subministró despues á Madama Gervi
lle para indisponerte , y calumniarte con
1 tu marido. Pero no hablemos mas de lo

pasado , y pensemos solo en lo presente y


futuro. Se trata de conseguir de tu mari
do el sacrificio de una amistad indigna de
él ,, y en la que no ha encontrado , ni aún

para su fortuna , las ventajas que tú es


perabas , porque su inclinacion á una mu
ger enredadora y peligrosa , ha servido
tan solo para hacerle dar pasos en falso,
para que lo tengan por sospechoso , muchas
en fin , para dismi
veces injustamente , y , en
nuir el aprecio , que merecia personalmen
te obtener. ૐ Es posible , amiga mia , que,
deseando atraerlo , tomases el partido de
mostrarle muchísimo desprecio ? Puede dis
culparse la ira , el enojo , y hasta la injus
ticia ; pero el desdén y el desprecio no se
per
188 CARTAS

perdonan. Proporciónale , que vea triste


zas , y pesares : aprovecha la primera oca
sion de poderte explicar ; y entonces con
fiesa tus culpas con franqueza. Es el único
medio de hacerle conocer las suyas. No lo
atraerás á tí, en un dia , pero , perseveran
do en este manejo , vive segura , de que,

ántes de un año , te entregará toda su con


fianza y ternura , supuesto que no tiene que
echarte en cara cosa verdaderamente esen
cial , y supuesto tambien que , en substan

cia , te estima. A Dios , amiga querida :


no me tengas ignorante de quanto te im
portáre , y sobre todo de lo relativo á tu
marido.

CARTA XXIX.

De la misma á la misma.

Te envio , querida mia , una carta de


Adela. No tengo duda de que te gustará
la letra , ni tampoco de que te admirarás
de encontrar en ella muchas faltas de orto
grafía. Al mismo tiempo que la he permi
ti
/
SOBRE LA EDUCACION . 189
tido escribirte una vez cada mes , la he

advertido , que ni corregiria su estilo , ni


su ortografía. Acaba de traerme su carta :
queria escribir otra ; pero no se lo he per
mitido; de manera , que vé partir su carta
con mucho disgusto , y aguarda con im
paciencia el dia doce de Abril , esperanza
da de poder desquitarse , enviándote una
carta perfecta ; y cabalmente ésta es la
emulacion , que quiero fomentar. Viene
oportunamente hablarte aquí del método,
que he querido se siguiese con Adela , pa
ra enseñarla á escribir , el que te aconsejo
emplear para Constanza . He notado , que
la leccion mas cansada de todas para los
niños , es la de escribir , porque , en efec
{
to , ¿ qué cosa mas fastidiosa , que la con
tinuada repeticion de una ó dos frases,
que en todo forman un renglon ? Hice,
pues , escribir á un excelente Pendolista
materia de nueve ó diez volúmenes de ex
tractos instructivos y curiosos , para que
sirviesen de muestras á mis hijos , los unos,
en letra grande y mediana , para la pri
mera infancia , y los otros , en carácter pe

queño para la edad de doce , trece , cator


ce y quince años. Las muestras están suel
tas,
190 CARTAS
tas , y , acabado un volúmen , se pasa á

otro. Con este método , parece la leccion


agradable á Adela , instruyéndose al mis
mo tiempo que escribe ; y , como escribe en
igual temporada mayor número de pala
bras diferentes que los demas niños , que
copian un renglon solo , aprenderá cierta
mente la ortografía muchísimo mas pronto.
$1
No , amiga mia , no todavía no es
Adela una personita acabada: la naturale
za la ha dado grandísimos defectos , y, has

ta ahora , solo he conseguido reprimirlos ,


no desterrarlos del todo. Es violenta , ato

londrada y ligera , y , de consiguiente, indis


creta , inconsiderada , y poco capaz de una
aplicacion seguida . Con los que no teme es
impaciente , altercadora y cólerica ; pero,
así como todos los niños , sabe muy bien SO
meterse á la necesidad ; y como no ignora
que tengo derecho , y voluntad de castigar
la , quando obra mal , es en extremo su
misa conmigo. Dos ó tres veces se ha sali
do con la suya con Brígida ; pero habien
do , en fin , conocido , que se ha vuelto tan
inflexible , como puedo yo misma serlo, la
respeta ahora , y la obedece igualmente
que á mí. La creeriamos un modelo de
per
1
SOBRE LA EDUCACION. 191
perfeccion , si yo no la exâminara atenta
mente , quando ella piensa , que ménos la
observo. Entre tanto que dá la leccion de
dibuxo , escribo ó leo , y la sorprendo mu
chas veces , burlándose de Dainville , 6 ó
haciendo gestos de impaciencia ; y veo con
claridad , que , á no estar yo presente , se
ría con él impertinente é indócil. No hay
cosa mas fácil , que imponer sujecion á un
niño ; pero quando se ha conseguido for
zar á la sumision un ánimo , naturalmente
imperioso , conviene no abandonarlo á sí
mismo un solo instante ; porque , si pier

des de vista al niño que has domado, cuenta


con que se indemnizará , en la primera
ocasion , de la violencia que le causas:
mientras *
mas sumiso fuere contigo , mas
intratable será con los otros ; y entonces,
léjos de quitarle un vicio , le darás otros
nuevos : la dulzura que te manifestáre , no
será mas que astucia, y degenerará en false
dad é hipocresía. Con que así , nuncă de
xes á tu hija , sino para ponerla en manos
tan seguras como las tuyas. No apartes, en
fin , los ojos de ella , hasta que el tiempo,
la razon, y la costumbre, hayan enteramen
te mudado su carácter. Pero tambien debo
con
192 CARTAS

confesar , que Adela tiene prendas aprecia


bles , porque es sensibilísima , generosa,

incapaz de envidia , nada caprichosa , y


tendrá ciertamente mucho entendimiento.
Es esencial acostumbrar á los niños á
que traten á sus Maestros , no solamente
con buen modo , sino con respeto , porque

conviene persuadirlos á que deben agrade


cimiento , á qualquiera persona que les dé
conocimientos útiles , ó enseñe habilidades
de recreo. Dicha gratitud refluirá sobre los
padres , que dirigen su educacion , y las
lecciones producirán mucho mas fruto. Su
cedió ayer , que Adela , creyendo que yo
no la veía , arrancó de las manos de Dain
ville un lapiz , porque tardaba en cortarlo
mas de lo que ella queria. La precisé á

que se disculpase con él , y yo misma la


dicté la disculpa en los términos mas humil
des , cosa que le costó mucho. Luego que
quedamos solos , me dixo , que ella no creia
deber tanto respeto á unjóven como Dain
ville. Pero , le repliqué , él quiere en
señarte una habilidad preciosa , te dedica
su tiempo y sus cuidados , y es uno de tus
bienhechores . ¡ Bienhechor ! ..... repuso.....
¡ Un Maestro !.... Querrás decirme con
eso,
SOBRE LA EDUCACION. 193
eso , proseguí , que para eso se le paga,
y que cumple con su obligacion . Si esta ra
zon te dispensa del agradecimiento , serás
con todo el mundo ingrata. Por exemplo,
yo , corrigiéndote , educándote , y recom
pensándote , no hago mas que cumplir mi
obligacion , y, en este sentido, nada me de
bes..... ¡ Ay , madre mia ! exclamó , ¡ pc
sible es que compareis..... ! -Sé
Sé muy bien,
continué , que me debes mucho mas que
á Dainville , pero hay diferentes gradus de
agradecimiento ; y , si no se reconocen los
pequeños servicios , no habrá luego capa
cidad para reconocer los mas grandes. En
fin , si no profesas agradecimiento á Dain
ville , seguramente , que el que me profe
sares , será debilísimo . Este razonamiento

hizo fuerte impresion sobre Adela ; y no


dudo , que se esforzará á manifestar mu
cha gratitud á Dainville , á fin de con
vencerme , de que su agradecimiento para
conmigo no tiene límites. Ha comprehen
dido muy bien , que toda persona , que no
falta á ninguna de sus obligaciones relati
vamente á nosotros , contribuye con quan
to puede á nuestra felicidad ; y , por tanto,
merece de nuestra parte un agradecimiento
TOM. I. N pro
194 # CARTAS

proporcionado á las felicidades que nos pro


cura ; y tambien ha conocido , que , si di
chas obligaciones se cumplen con afecto,
solo puede dignamente pagarlas nuestro
cariño.
2 Ahora > querida mia , será razon que

te diga algo sobre nuestros placeres . Los


hemos disfrutado brillantísimos en este mes.

Por exemplo , hemos representado come


dias , y nuestros hijos han sido sus princi
pales actores . Desde aquí veo tu admira

cion. Oigo que dices : pues ¡ cómo ! ¡ Ade


la ha representado un papel amoroso!
1 Adela sabe ya lo que es amor , lo que es
un amante , y lo que son pasiones violen
tas! ..... Sosiégate , amiga : nada de todo eso
sabe Adela. Hemos representado dos co
medias , en que no ha habido amor , ni

pasiones violentas , ni hombres. Es necesa


rio explícarte este enigma . Vé aquí su
aclaracion. He compuesto un teatro para

uso de los niños , y de los jóvenes . Necesi


tan los niños , como ya diximos , retablos ,
imágenes vivas y naturales , que puedan
herir su imaginacion , tocar su corazon , y
grabarse en su memoria . Este fué el prin
cipio qne produxo dicha obra. Las piece
ci
SOBRE LA EDUCACION. 195
citas forman una coleccion de lecciones

sobre todos los puntos de la moral . He


pintado extravagancias , defectos y ridicu
lices ; pero, en general , he evitado presen
tar personages verdaderamente odiosos: hay
3 peligro en la representacion de semejantes
5 papeles, porque pueden los niños olvidar el
désenlace y la moral , que de ellos se sa
ca , y conservar en sus entendimientos los

rasgos de malignidad : ellos se apropian,


por decirlo así , lo que aprenden de me
moria , y lo que representan . He compues

to piezas para Adela , y piezas para Teo


doro. En las primeras , todos los personages
son mugeres ; y en las segundas , todos hom
bres ; lo qual me ha sido fácil , porque
he desterrado al amor de mi teatro. La fami
liaridad que los ensayos establecen necesa
riamente entre los actores , no puede acor
darse con la precisa decencia que convie

ne á unos jóvenes. Me ha parecido , que


este nuevo género de piezas podia ser útil
á la educacion de la juventud . Con este
método , puede un niño , entreteniéndose,
exercitar su memoria , y formar su pronun

ciacion y puede tambien adquirir gracia,


perdiendo el embarazo y bobería de la in
N2 fan

t
196 CARTASI

fancia. Despues de haber representado un


papel lleno de bondad , de generosidad , y
de pundonor , se avergonzaria de ser in
dócil , ó insensible . Finalmente , amaria la
virtud , viéndola amada y aplaudida . Pe
› lo repito , es absolutamente necesario,
que las piezas se hagan expresamente con
este objeto ; porque la mejor pieza de nues
tro teatro sería peligrosa , y al mismo tiem
po superior á la inteligencia del niño de
diez años , que mas espiritual fuese.
Hemos representado el dia primero de
Marzo dos piezas : la primera intitulada :
los Flascos : la segunda : la Paloma. Ma
dama Valmont, y yo, hemos tomado el em
pléo de " madre y de encantadoras. Adela
representa los primeros papeles , y dos mu
chachuelas , muy lindas , hijas de una Ca
marera de Madama Valmont , forman lo
restante de nuestra comparsa . Quatro dias
despues , hubo otra representacion , de la
que fuimos expectadoras. Tocó á los hom

bres la vez , y representáron el Viagero,


‫ و‬el Bayle de los niños. Los actores fuéron:
mi marido , Teodoro , el Caballero Val
mont , y su hijo Cárlos , que tiene trece
años , y es de bella persona , el Caballero
Ay
SOBRE LA EDUCACION. 197
Aymeri , Dainville , y dos criados . Cár
los lo lució mas que ninguno en el Via
gero ; y Teodoro representó muy bonita
mente en la segunda pieza . Hay mucha
emulacion entre nuestras dos comparsas; pe

ro nuestros mas señalados actores son Cár

los y Adela , lo qual es de maravillar en


la edad que tienen . Han tenido tan buen
exîto nuestros expectáculos , que todavía
representaremos las mismas piezas otra vez ,
en lo que queda del mes. Tenemos un lin
dísimo teatro , y una sala, que contiene dos
cientas personas , y se llena con nuestros
vecinos , criados y labradores ; cuyo con
junto forma, para nosotros, un auditorio res
petabilísimo , aunque hasta ahora nos ha
tratado con mucha indulgencia. A Dios,
querida amiga mia : si quieres boletines
para la primera representacion , pidéme
los.......¡ Quánto me alegrára de que pudie
ses ver este pequeño expectáculo ! Si estu
vieras aquí , lo gozaria yo dos veces , y,X
por ventura , te divirtiera mas de lo que ima
ginas , porque las gracias tiernas y senci

llas de la infancia prestan un encanto in


decible á estas endebles producciones.

N 3 CAR
198 CARTAS

CARTA XXX.

Respuesta de la Vizcondesa.

¡ Con qué , si quieres boletines para


la primera representacion , pidémelos ! ¿Te
parece que ésta es una bufonada muy lin
da
, y que es bien hecho insultar así á quien
tanto se apesadumbra , por estar separada
de tí ? No me queda duda de que prefe
riria tus expectáculos de niños á la mayor
parte de los que veo aquí , por exemplo,
al que ví ayer. Blesac ha dado una pre
ciosa funcion en su casa de campo . Juntó

cerca de quince mugeres del mejor tra

to , y todas muy jóvenes , excepto cinco ó


seis. Empezó la fiesta por una vistosa ilu
minacion en el jardin , y acabó côn un
expectáculo diferentísimo de los tuyos. Re
presentáronse dos piezas , de que puedes
haber oido hablar , porque pasan por muy

regulares en su género ; pero tan indecen

tes , que , de seguro , en nuestro tiempo,


esto es 2 diez años hace , ninguna muger

da
SOBRE LA EDUCACION. 199
de modo hubiera confesado haberlas leido.
Pues , con todo , en medio de cien hom
bres , las hemos oido alabar sin embara
zo ninguno , y han pedido á Blesac otra
segunda representacion de ellas . Te confie
so , que no me habia formado idea de se
mejante licenciosidad , y que he admirado

la intrepidéz de todas aquellas jóvenes ,


mientras duró la comedia , de aquellas jó

venes , digo , que parecen tan tímidas y


cortas , quando entran en una sala . Si hu
biera yo podido , sin afectacion de modes
tia , dispensarme de ir á la segunda repre
sentacion , ciertamente no me hubiera com
prometido á presenciarla ; porque , hablan

do con verdad , no tengo tan corrompido


el gusto ni el entendimiento , que prefie
ra piezas semejantes á las de la comedia
francesa . Madama Ostalis estuvo convida

da á la funcion , pero no quiso asistir , lo


que fué muy de mi aprobacion ; y cierta
mente que , si hubiera yo tenido veinte

años , la hubiera imitado , á despecho de
la moda , y del poder del exemplo.
Te diré , querida mia , que hago mu
chos progresos en la lengua inglesa , pues
empiezo á leer la prosa muy bonitamente.
N 4 Al
200 CARTAS !
Al caso de esto , ¿ conoces un libro inglés
sobre la educacion , que se intitula : Car
tas de Milord Chesterfield á su hijo ? Pues
es un autor muy impertinente el tal Ches
I
terfield. Oye , te ruego , como nos trata,
y mira si te reconoces en ese galan retrato,
que literalmente traduzco. Las mugeres
" no son mas que unos niños grandes : tie
» nen una loqüacidad divertida y tal
» qual vez entendimiento. Pero desde que

" exîsto ( y era viejisimo ) no he conocido


» una de sólido juicio , ni que supiera ra
ciocinar, y obrar consiguientemente vein
te y quatro horas ..... Un hombre de seso

» debe lisonjearlas , y entretenerse con ellas,


" como se entretendria con un niño gra
cioso , pero nunca consultarlas , ni con
fiarlas negocios: graves." Apruebas que

rida mia , "} que un padre dé á su hijo tal


opinión de las mugeres ? Ademas de lo in

justa y falsa que es , me parece peligrosa ;.


porque el hombre que desprecia á las muge
res 9 no está mas á cubierto que otro qual
quiera de seduciones , y se envilece amán
dolas. Pero , yo , que soy mas justa que
Milord Chesterfield , confesaré , que hay
mucho entendimiento en sus cartas ; bien
que
SOBRE LA EDUCACION. 201
$
que me parece , que , en general , pone
demasiado precio á lo que llama gracias
i y buen tono, Quando su hijo entra en Pa
rís en el gran mundo " se atormenta Ches

terfield , principalmente , con el miedo de


1 que su hijo no parezca tosco. Mucho mas.

cuida de sus maneras , que de su carácter


y corazon. Todas sus cartas están rebosan
do menudísimas narrativas sobre los estilos
del mundo. Le enseña como debe sonar

se con buen ayre : le exhorta á no derra


mar salsa , quando sirve en la mesa á al
guno : á no escupir hablando : á no reir
á carcajadas ; & c : y , en fin , manifiesta tal
pasion por ver su hijo á la moda , que has
ta sacrifica las costumbres á tan frívolo

capricho , y le aconseja , que tome dos


maestros á un tiempo. Hay , ademas , que
este hombre , que se jactaba tanto del buen
tono , lo tenia malísimo . Con freqüencia se
hallan en sus cartas páginas enteras escri
tas en frances. No te citaré mas que un

pasage. Cuenta á su hijo , que una muger,


de bellísima sociedad , emprendió el for
marlo hombre del mundo , y que un dia,
en cierta tertulia , dixo ella á muchas
gentes : " ¿ Sabeis , Señores , que he em
pren
11
202 CARTAS
39 prendido pulir á este jóven ? Es necesario

que me ayudeis á desbastarlo necesita

» precisamente una pasion ; y , si no me


99
juzga digna de ella , le buscaremos otra .
» Pero , novicio mio , cuidado sobre todo
" en no encanallarse con operistas , que,

aunque te ahorrarian los gastos del sen


" timiento y de la urbanidad , tambien
» te costarian mucho mas caras en otros

» ramos. Vuelvotelo á repetir si te enca


» nallas , eres perdido , amiguito mio . Esas
» desventuradas arruinarán tu fortuna y tu
» salud , corromperán tus costumbres , y
" nunca cogerás el tono de la buena so
" ciedad ·"
Sé muy bien , que algunas veces se
han hallado en la buena sociedad muge

res , que han emprendido formar á algu


nos jóvenes ; pero no creo que jamás se ha
ya explicado ninguna en tales términos.
Las Cartas de Milord Chesterfield es
tán en quatro volúmenes , y he acabado
" de leerlas. Ya
ves como trabajo sériamen
te . Empiezo tambien á emplear mucho
tiempo en la educacion de Constanza : la
ha
1 Vol. 2.
!!
SOBRE LA EDUCACION. 203
hago leer , y aprender de memoria los
cuentecillos , que me has enviado : la ten
go casi todo el dia al lado mio : y , en fin,.
imito quanto mejor puedo lo que haces con

Adela. Ya cojo los frutos de tan dulces


cuidados , porque mi casa me parece mas
agradable , no echo menos la disipacion,
y se ha mejorado mi salud . Constanza es
; pero , desde
afectuosa , dulce y sumisa ;
que la pongo en penitencia , me ha dicho

muchas mentiras para librarse de la semi


correccion , que la hago sufrir , siguiendo
tu método , quando me confiesa una falta
algo grave. ¿Cómo remediaremos esto? ¿Có
mo quitaremos á un niño que mienta , quan
do se juzga segurísimo de no ser descubier
to ? e¿ Qué medios se han de elegir para
darle conciencia ? Respóndeme menudísi
mamente sobre este artículo , que me pa

rece el mas importante de todos.


Antes de ayer pasé toda la mañana
con Cecilia , cuya salud está casi del todo
restablecida . Nos dixo á Madama Ostalis
y á mí , que lo que habia visto del mun
do , no se lo haria echar ménos que , allá
en su soledad , se habia formado de él un

concepto muy diferente ; y que sus qui


me
204 CARTAS :
meras eran mas seductoras que su realidad .
" Siempre encuentro , dixo , con la imá
gen de la sujecion y dependencia : en va→
» no busco la dé la dicha y libertad : no
"veo mas que ridículas cadenas , extrava
» gancias , y rarezas repugnantes. " Aña-.
dió , que volveria á # su Convento , sin.
3
otro pesar que el de dexarnos , porque,
en efecto , es amiga verdadera y. sincéra
de Madama Ostalis y mia , t y por cierto,
que muy bien correspondida. De dos me
ses á esta parte , lo hace muy bien con ella
su hermana , y aún se vanagloria de que
la ama mucho. Luego que vió que noso
tras la serviamos en quanto podiamos , y
que ibamos á desayunarnos con ella , tres.
ó quatro veces á lo ménos cada semana ,
empezó á pensar en ella , y á darla á co
nocer á muchas amigas suyas. Es tan ama
ble Cecilia por su persona , entendimiento,

y gracias naturales , que quantos la ven ,


quedan prendados de ella. De manera , que ,
es una muger á la moda , en quanto pue
de serlo en su situacion , esto es , que todas ,
las mugeres , que no pueden tener zelos
de una Religiosa , quieren verla y conocer- ,
la , y hablan de de ella con encarecimien
tos.
SOBRE LA EDUCACION. 205
tos. Tantos elogios han determinado á Ma
dama Olcy á publicar en el mundo un
grandísimo afecto á su hermana , que la
honra mucho , pero que no por eso la ha
quitado decir á Cecilia , que deseaba que
su residencia en París no se prolongase mu

cho. Cecilia quiso inmediatamente partir;


pero , como los Médicos piden todavía cin
co semanas mas , he exigido su palabra

de que permaneceria aquí hasta el mes de


Mayo , lo qual me ha prometido , aunque
con mucha repugnancia.
A Dios , estimada amiga mia : no te
olvides , quandò entregues mi respuesta á
la preciosa Adelita , de abrazarla de par
te mia , con tanto amor , como si fuese de
la tuya. Ahora que hablamos de Adela ,
(y nunca mejor que ahora ) , escríbeme al
go mas circunstanciadamente lo que pien
sas de Cárlos , hijo de Madama Valmont.
Ya sé que tiene trece años , buena perso

na , y que representa maravillosamente,


cosa que supone gracia y entendimiento;
pero ¿ quál es su carácter , su nacimiento
y sus bienes de fortuna ? Quedo con suma
impaciencia de saber todo esto positivamen
te ; porque preveo que ese Carlillos , tan
bo
206 CARTAS.

bonito , tan cerca de tí , y tan inmediato


á Adela , podria muy bien , en lo succesi
vo , representar algun papel , todavía mas 13
importante que los que le destinas . A Dios .
Y cuido , con que si tu respuesta á éstas
preguntas no fuere clara y circunstancia

da , creeré entonces , que has formado pro


yectos , que quieres ocultarme.

CARTA XXXI.

Respuesta de la Baronesa.
L

No o me admira , querida amiga , que


Constanza , acostumbrada á nunca sufrir

castigos , recurra á la mentira para liber


tarse de ellos. ¿ Quién ha de impedirnos
cometer una mala accion , que nos es útil
y agradable , quando estamos moralmente
seguros de que no se descubrirá , y de que

á nadie perjudica ?...... ¡ La conciencia ! ....


Pero ' qué se entiende por la conciencia?
Un sentimiento interior , que , con los re
mordimientos que nos causa , nos castiga
de nuestras culpas. No habria tal senti
mien
SOBRE LA EDUCACION . 207
miento , si la virtud no fuese mas que una
cosa de convenio , esto es , si en otra vi
da no le estuvieran preparadas recompen
sas inmortales , y si todo muriera con no
sotros. El heroe , que se sacrifica al bien

público , que pospone sus intereses propios


á los agenos , sería un mentecato ; al mis
mo tiempo que el mas sabio de los hom
bres sería aquel , que se entregase a todas
las pasiones , que pudiera satisfacer > sin

incurrir en las penas establecidas por las


leyes. La conciencia , sin la Religion , es
una guia poquísimo segura. Inculca bien
en tu hija sentimientos religiosos : persuá
dela bien , á que en todos los instantes de
su vida , la vé Y la oye Dios : impregna

su imaginacion de tan importante y sublí


me idea : dale tú misma piadosos exemplos:
sorpréndate siempre orando á Dios : con
venzase de que en esta obligacion encuen
tras quantos consuelos necesitas , y de que

la cumples con el mayor gozo. Hazla ad


mirar las obras de Dios , los cielos , la tier
ra • la verdura , y las flores : que la fru

ta que coma , la rosa que corte , y quantas


cosas la lisonjeen el gusto , sirva para re
cordarle la bondad y poder del Ser Su
pre
208 CARTAS
premo , que todo lo ha criado . Enseñala
oraciones cortas " sencillas ; y movientes ,

que pueda comprehender y sentir. Las he

compuesto expresamente para Adela , y


las dice con tanta expresion y respeto , que
siempre me enternece . La hablo con fre
qüencia de su Ángel tutelar : se lo he pin
tado hermoso , como es preciso que lo sea,
coronado de flores inmortales , con alas bri

llantes , y siempre revoloteando en torno


de ella. Esta imágen tan dulce y risueña ,
mueve su alma y seduce su imaginacion .
V
Sabe que este Ser tan precioso , no solo es
bello , sino tambien puro ; que abomina
de la mentira , de los maliciosos rodeos,
de la gula , y de la cólera ; y que toda
buena accion le agrada y lo cautiva . Te
me mucho afligir á su buen Angel; y , quan
do ella procede bien , me dice con inexpli
cable satisfaccion : " Dios me protege , y

» mi buen Ángel está contento conmigo ."


Tambien la he hablado del espíritu malé
fico , pervertido por el orgullo y la ingra
titud , á quien la justicia divina precipitó
desde el cielo á lo mas hondo de los negros
abismos del infierno , gargantas indecible
mente espantosas , morada eterna de los
. mal
SOBRE LA EDUCACION. 209
malvados é impíos , que recibió por sus

primeros habitadores á los ingratos y orgu


llosos . Sabe Adela , que la ocupacion del
espíritu infernal no es otra que causar ma
les que originó la caida del primer hom
bre; y que él es quien , para perdernos,
nos sugiere las criminales tentaciones de
faltar á nuestros deberes , y á nuestras re
soluciones ; y quien nos instiga á ensober
becernos de los dones de la naturaleza, que
tenemos de Dios. Enseña á Constanza to
das estas varias cosas , hablando con ella.
Esta especie de instruccion debe preceder
á la del catecismo , que no deberás ense
ñarla hasta cumplidos seis ó siete años . Pre
venla bien , quando la leas el catecismo ,
que los misterios que explica , son superio
res á la humana inteligencia : que Dios nos
hizo para amarlo , y no para comprehen
derlo que somos limitadísimos para atre
vernos á sostener , que es falso quanto no

podemos concebir ; pues en la naturaleza


casi todo es para nosotros misterios y pro
digios ; y que , finalmente , como dice Mon
tana , hablando de la incredulidad sobre
er que es un atrevi
las cosas indiferentes ;
miento peligroso , y de grave conseqüen
TOM. I. » cia ,
210 CARTAS
» cia , ademas de la absurda temeridad que
» encierra por sí , menospreciar lo que no
» concebimos."

Así me he gobernado para infundir en


Adela una verdadera piedad , y darla , co
mo tú dices , conciencia. Tambien he pues
to en uso , para el mismo objeto , otro me
dio , que acaso te parecerá frívolo , pero
cuyo efecto es seguro. Es un absurdo de
cir á los niños , que un dedillo nos revela
todo quanto hacen en secreto , porque,
ademas de mentira , es bestialidad . Lo que
digo á mi hija es , que , quando no me cor
responde con sinceridad , se lo adivino cla
rísimamente en los ojos y en la cara ; y
no la engaño , porque , en conociéndose
los niños , es muy fácil leerles en el rostro
quanto piensan. Con esto , nunca la viene
tentacion de ocultarme la verdad , asegu

rada de que siempre la penetro. A mas


de esto , á fuerza de repetirla lo cierta que
estoy de que no cometeria una falta gra
ve , aún quando tuviese seguridad de que
yo jamás la penetraria , he llegado á per
suadírselo ;; y ello es que , de tiempo á esta

parte, no comete faltas, sin que sienta un ve


hemente deseo de participármelas . La cosa
es
SOBRE LA EDUCACION. 211

es de por sí sencilla, pues, sin contar las ra


zones que acabo de circunstanciarte , cree
que su confesion será á los ojos de Dios
una expiacion , y á los mios una prueba
de confianza , que me inclinará mas á ella.
En fin , querida mia : sea la Religion la
basa de quanto hicieres ; ó bien nada ha
rás que tenga solidéz verdadera . Ocúpate
al mismo tiempo en dar á tu hija imperio
sobre sí misma. Entónces si que trabajarás

sobre fundamentos estables , y ni será tu


obra destruida por las pasiones , ni por los
malos exemplos .
Conocia ya las cartas de Milord Ches

1 terfield ; y tengo por fundadísimos los re


= proches que me haces . Pero , si no hubiera
dicho tanto mal de las mugeres , hubieras
alabado muchas cosas de su obra , de que
no has hablado. ૐ No es , por exemplo,

edificativo , que un hombre ministerial , en


tregado á los negocios , y á la ambicion ,
escriba á su hijo , de edad de ocho años,
cartas tan largas , igualmente circunstancia
das que instructivas ? ૐ Unas cartas , que
contienen resúmenes de Mitología y de

historias , muy bien hechos ; y que esta cor


respondencia , de mas de veinte años, siem
0 2 pre
212 10T CARTAS

pre haya sido puntual y seguida ? Conven


go en que hubiera hecho mejor en educar
á su hijo por sí mismo , y en no estar tanto
tiempo separado de él ; pero aquel hijo no
era legítimo , y esto aumenta mucho quan
I
to Milord Chesterfield hizo por él. Ade
mas, se encuentran en dichas cartas muchos

excelentes principios , conocimiento bastan


te profundo del corazon humano , erudi .
cion , entendimiento , finura , juicio y ra
zon. En fin , me parece que deben ser mi
radas como una obra , por muchos respe
tos estimable , y como un monumento apre
ciabilísimo de la ternura paternal .

¿ Cómo ha sido posible , querida mia,


que hubieses asistido á la fiesta que ha da
do Blesac ? ¿ Cómo te has podido determi
nar á ver una segunda representacion de

un expectáculo semejante , habiendo teni


do siempre un amor tan declarado á la de

cencia ? ¿ૐ.Es creible que hayas sacrificado


tu inclinacion y principios al temor frívo
lo y ridículo de ser acusada de afectacion

de modestia por unas gentes , en cuya bo


ca casi siempre es un elogio semejante crí
tica ? Tienes treinta y dos años , y la re

putacion ya formada. Primeramente , to


da
SOBRE LA EDUCACION. 213
davía no has pasado de la edad en que

puede perderse ; y en segundo lugar , te


pregunto : ¿ Si la has adquirido solo para
libertarte de las sujeciones honestas , que

mas se deben respetar ? Cree , al contrario,


que para conservar la buena reputacion,
debe hacerse tanto como se hizo para ob-
tenerla. Reflexîona tambien , que los malos
exemplos , dados por una persona estima
ble , son los únicos formalmente peligrosos.
Si Blesac solo hubiera podido juntar para

su funcion mugeres de una reputacion equí


voca , no se hubiera seguramente verifica
do segunda representacion de aquel expec
táculo , porque se habria levantado un

F grito general contra semejante indecencia ,


teniéndola por lo que en efecto es ; pero

quando se supo que habian asistido á di


chas piezas personas irreprehensibles , se for
mó de ellas juicio diferente de manera ,
que has contribuido á un gravísimo mal ,
qual es hacer ménos odiosa la indecencia

y ménos repugnante , en la opinion gene


ral ; porque aún existen muchos buenos en
tendimientos , que juzgan de las acciones,
no por las personas que las hacen , sino por
lo que verdaderamente son. Finalmente,

03 ¡qué
214 CARTAS

¡qué exemplo para tu hija , que va á ` en


trar en el mundo ! Quando la recomenda
res la circunspeccion , y la mas puntual y
escrupulosa decencia , ¿ qué peso tendrán
entónces tus exhortaciones? .... Perdóname,
amiga , unas reprehensiones tan poco medi
das : anteveo con dolor las conseqüencias
de tu atolondramiento ; y como siento tan
vivamente , no puedo pensar en las expre
siones hace traycion la amistad , quando
lisonjea en las cosas importantes ; y mas
quisiera aventurarme á desagradarte , que
dexar de decirte verdades útiles.
Ahora , despues de haberte predicado
bien , voy , en el nombre de Madama Val

mont y ཡ en el mio, á darte gracias de quan


to has hecho por Cecilia , y á pedirte
otra nueva gracia. Hemos leido á Aymeri
el artículo de tu última carta en que ha
blas de Cecilias y de la impresión que hi

zó en ella , lo que pudo ver del mundo.


Esta narracionha agradado muchísimo á
3
Aymeri , quien , desde que murió su hi
jo , se arrepiente cada dia mas de haber sa
crificado á la desventurada Cecilia. Lo
castigan tan cruelmente sus remordimien

tos , que es imposible no compadecerlo ca


si
SOBRE LA EDUCACION.. 215
si tanto como á su víctima : él mismo ha

bla á sus amigos de este borron de su vi


da , con tal franqueza , y tales sentimien
tos , que le disculpan todo quanto puede
disculparse á un hombre , que ha cometido
semejante falta. Desde que es desgraciado,
se ha hecho devoto , y su misma piedad,
sólida y sincéra , dándole á conocer toda
la atrocidad de su injusticia , aumenta sus
remordimientos . No ignora que Cecilia
amaba á Murville. Piensa sin cesar en ella,

y se la representa tal , qual estaba , quando


la envió al Convento , adornada con las
gracias de su juventud y hermosura. Me
ha dicho , que aquella lastimosa imágen lo
persigue en todos los lugares , y á todas
horas , y lo llena de una compasion tan
tierna , que me ha protestado muchas ve
ces , que amaba á Cecilia tan entrañable
mente como á Madama Valmont . Pero no

ha podido determinarse á verla despues


de su profesion , aunque ha formado mil
veces el proyecto : la escribe , la ha do
blado su pension , y la envia cada año con
profusion todas las cosillas de agrado , que
puede desear una Religiosa. Cecilia , cu
yo corazon sensible siempre está deseando
04 que
216 CARTAS

querer , le ha cobrado verdadero amor , y


se lo manifiesta expresivamente en cartas,
que agraban el dolor y arrepentimiento de
su infeliz padre. Ella le habia ocultado ,
por miramiento , la alteracion de su salud,
y no le notició su viage á París hasta el
instante de marchar. Esta novedad agovió
de dolor á Aymeri , así por la inquietud
que le causaba el mal de su hija , como
por el horrible miedo de que el conoci
miento superficial , que iba á adquirir del
mundo , y el expectáculo de la opulencia,
magnificencia y felicidad de su hermana, no
le diesen mas á conocer su desgraciada si
tuacion. Tu carta ha destruido todos sus
temores , у ha doblado su ternura y esti

macion para con su hija . Ya no lo despe


dazan sus remordimientos desde que sabe,
que Cecilia vive contenta con su suerte,
y ahora desea ansiosamente verla. Con que
así , querida mia , si puedes alcanzar cinco
ó seis meses mas de libertad para Cecilia,
en lugar de volverse á su Convento , ven
drá aquí á pasar el verano , y serás con
esto causa de las felicidades de su padre
y de Madama Valmont . A Dios , estima
da amiga : respóndeme sobre este punto lo
mas
SOBRE LA EDUCACION. 217
was pronto que pudieres. Cabalmente al
tiempo de cerrar ésta , me acuerdo , por
fortuna , de las preguntas que me haces
relativas al hijo de Madama Valmont.
Quando has visto que no te he hablado de
él menudamente , debiste creer , que • yo

no tenia formado proyecto alguno para lo


futuro : mi hija naturalmente debe preten
der un partido mejor , en quanto á los
bienes de fortuna . Aunque Valmont no va
á la Corte , está en el caso de producir

quantas pruebas se exîgen para presentar


se en ella su familia no tiene ilustracion ,
pero es antiquísima , y no puede objetárse
le un mal enlace , mérito de que poquísi
mas casas se pueden vanagloriar hoy dia ,
y que prueba , á lo ménos , que sus ante
pasados pensaban noblemente . Volviendo
á Cárlos , tiene en efecto bellísima perso
na , de la qual puedo darte alguna idea,
porque dicen que se parece muchísimo á
Cecilia tiene ademas claro entendimiento,

corazon sensible , y una imaginacion viví


sima , aunque en su exterior parece frio y
sério. Ha recibido de su abuelo una bellí

sima educacion ; pero tiene trece años , y


tendrá pasiones violentas ; y si perdiese á
Ay
218 CARTAS

Aymeri , ántes de entrar en el mundo , se


ría muy posible , que no correspondiese á
ninguna de las esperanzas que se han con
cebido de él. A Dios , amiga querida : te
suplíco , que trabajes en enviarnos á Ce
cilia , porque te lo agradecere sumamente.

CARTA XXXII.

Respuesta de la Vizcondesa .

¡ Ay , amiga de mi alma ! Estoy con


una agitacion tan espantosa , que no la po
dré calmar , sino escribiéndote . Acabo de
tener una gran quimera con mi marido.....
¿No te pronostiqué , que Madama Gervi
lle casaría mi hija á su gusto ? Y ¿ૐ sabes
quien me ha propuesto ? el hijo de su ami
ga , de una muger , aún mas despreciable
que ella , si es posible en fin , el hijo de
Madama Valcé , deshonrada y desacre
ditada por su escandalosa conducta : ¡ esta

es la suegra que quieren dar á mi hija !


Mi marido se ausentó furioso , dicién
dome al salir : " Aún no estoy resuelto á
con
SOBRE LA EDUCACION. 219

> convenir en este matrimonio ; pero , por


» mortificarte , voy ahora mismo á dar mi
» consentimiento."
¡Qué tiranía la de un hombre ! y i
¡ có
mo el mas débil se hace , quando quiere,
temible á la muger mas altiva ! En fin , des
pues de mil imprecaciones contra los hom
bres , y de haber llorado , y alborotado la
casa " llamando á las criadas , determiné
escribir á mi marido , sometiéndome , y ro
gándole , con el mayor encarecimiento , que
reflexionase un poco asunto tan importan
te. La respuesta ha sido de palabra por
un criado , en estos términos : que ya me
vería mañana. Es necesario aguantar todo
esto , y aguardar á mañana , para recibir
le con sumision y dulzura.... ¡Estoy fuera
de mí !
Pero hablemos de otra cosa mas agra

dable. He cumplido tu comision , y he


conseguido para Cecilia prolongacion de
libertad hasta el mes de Enero , de lo que
se halla gozosísima , y saldrá para Langue

doc el nueve de Mayo , esto es , de aquí


á doce dias. A Dios ; y permíteme no ser
mas larga , porque estoy con un desasosie
go que no me dexa.
CAR
220 CARTAS

CARTA XXXIII.

El Caballero Herbain al Baron.

Acabarónse , en fin , mis viages , ami

go y Señor Baron . Despues de cinco años


de correrías y fatigas , es cosa muy dulce
verse en París ; pero acaso voy á sorpre
henderos , diciéndoos , que me encuentro

tan extrangero y tan nuevo , como podria


estarlo en Stockolmo ó Petersburgo. Lo
vais á juzgar.
Yo dexé unos hombres únicamente

ocupados en el juego , en la caza , y en


sus casas de placer. Dexé á las mugeres,
pensando solo en sus adornos , y en la dis
posicion de sus convites. Y ahora me en
cuentro á las mugeres sábias y bellos espí
ritus ; y á todos los hombres autores.
¿No es maravillosa una mudanza co
mo ésta en cinco años ? Os confieso , que
no la esperaba. Para daros una idea de mi
primera sorpresa , voy á contaros la historia

de la mañana siguiente al dia de mi arribo.


Era
SOBRE LA EDUCACION. 221
Era un Lunes. Corrí ansiosamente á casa

de Madama Surville , mi antigua amiga,


quien , no os lo disimulo , habia yo crei

do hasta ahora , que tenia muchas mas vir


tudes que entendimiento.

Recibióme muy bien , y me dixo: lle


gais muy oportunamente , porque hoy te
nemos una lectura.... ¡ Una lectura ! repli
qué ; y ¿ de qué ? De una comedia : me
respondió. Y su autor ? le pregun
té. ― El Vizconde : respondió friamen
te. - Es á saber , querido Baron , que el
tal Vizconde , quando partí para Italia,
apénas podia escribir una carta , y tenia
ya quarenta años.
Meditando estaba yo profundamente

sobre aquello , quando ví llegar succesiva


mente como unas treinta mugeres , y otros
tantos hombres. Entónces dixe entre mí : si

fuese cierto, que el Vizconde hubiese tenido


la desgracia de componer una comedia , po
dria , á lo mas , aventurar su lectura de
lante de media docena de personas , ínti

mos ámigos suyos; pero no se expondria á la

burla de esta junta numerosa. Madama Sur


ville es muger de humor chistoso , y sin
duda quiere jugarme alguna bufonada. Se
ha
222 CARTAS
habrán dado el santo para atraparme. Bien
1
conozco en las plumas y vestidos que traen
estas Damas , que es cosa de algun bayle;
pero prestémonos á la chanza , y hagamos,
como que nada comprehendemos . Efecti
vamente , las mugeres con sus penachos,
con sus vestidos extrangeros , y con sus lar CA

gas vandas , me confirmaban en aquel error.


Entráron una mesa grande , sobre la
qual venia una enorme bolsa de tafetan
verde. ¡ Bueno ! dixe para mí : entre tanto
que vienen los violines , van á jugar al bi
ribis. Nada menos que eso . Era la bolsa de
deshilar de Madama Surville.
Al instante pidiéron todas las mugeres
sus bolsas. Volando entráron los criados ; y
un instante despues , ya todo el mundo
estaba deshilando. Por fin , anunciáron al
Vizconde de Blemont . Se levantáron todos,
se afanáron , se agitáron , lo abrumáron
de cumplimientos y caricias , le dieron un
taburete , y se sentó cerca de la mesa , so
L
bre la qual pusiéron una garrafa grande
de agua. Cerráron las ventanas , entorná

ron los postigos , paráron las péndulas de


los reloxes , y se colocáron al rededor
del autor.
El
SOBRE LA EDUCACION. 223

El intrépido Vizconde dió una ojea


da firme á toda la concurrencia , y con ay
re grave y respetable , sacó de la faldri
quera el manuscrito , y empezó. Parecíame
que soñaba , pero aún habia de aumentar
se mi admiracion . Escuché con el mayor

cuidado. Por desgracia mia , estaban toma


dos los mejores asientos , y yo separado del
lector por una media docena de mugeres ,
cuyas repetidas exclamaciones y sollozos,
me quitaban totalmente la posibilidad de
oir ni una palabra de la obra ; pero sí po
dia fácilmente juzgar de su prodigioso efec
to , por el confuso mormullo de aplausos,
y por la admiracion que se veía pintada
en todos los semblantes. Conocí que la pie

za era sumamente patética , porque todo


el mundo se deshacia en lágrimas , parti
cularmente las mugeres , y en especial , las
que estaban inmediatas á mí. Se agitaban,
y removian sobre sus sillas , levantando los
ojos y manos al cielo ; y la mas jóven de
todas se sintió tan conmovida en el acto
tercero , que se desmayó. La misma Ma

dama Surville , que estaba en lastimosa si


tuacion , la socorrió , y tuvo que afloxar
la toda. El Vizconde , acostumbrado , sin
du
224 CARTAS

duda , á producir efectos semejantes , no


hizo mas que sonreirse , y continuó su lec
tura. Lo restante de la obra logró igual
aceptacion ; y yo , que no oía otra cosa,
que los elogios que la daban , podeis ima
ginaros quánto sufriria . Desesperado de no
poder participar de los enagenamientos que
observaba , padecia verdaderamente el su
plicio de Tántalo.
Acabada la lectura , se levantáron to
das las mugeres , y rodeáron al Vizconde.
Sus gestos expresivos , el sonido penetran
te de sus voces , y la volubilidad de sus
discursos , pintaban naturalmente el entu
siasmo que las poseía. Pero yo , que nada

podia decir , porque nada habia oido , es


taba embarazadísimo de mí propio ; y , no
atreviéndome á parecer ante el Vizconde
con rostro sereno , y ojos enjuros , me es
currí callandito del salon , y entré en el
gabinete de Madama Surville , determina
do á estarme allí , hasta que se fuese el
Vizconde.
Pero mi destino era , como lo vereis,

tropezar aquel dia con objetos inesperados


y maravillosos. La primera cosa que me
paro , al poner el pie en el gabinete , fué
นก
SOBRE LA EDUCACION . 1 225
un bufete cubierto de papeles y libros.

¡ Cómo ! dixe entre mí , ¡ Un bufete en ca


sa de una muger , y en la de Madama Sur
ville ! pero , pues hay libros , no me fasti
diaré tanto solo : leamos. Al instante tomé
uno , abrílo , y era un tratado de Chîmia.
Como no soy Chîmico , tomé otro , y era
[: un tratado de Física : todavía me pare
ció demasiado abstracto para mí , y eché
mano de otro ; pero ay Baron mio ! era
un Diccionario de Historia natural. Hu
millado y confuso , lo confieso , de no en
contrar en casa de una muger , y en la
de Madama Surville , un solo libro al al
cance de mi comprehension , me levanté,
y desvié del bufete con algun enfado.
Fuéron á tropezar mis ojos con un tro
zo de Escultura , que estaba junto á mí.
Era un altar erigido á la Beneficencia , y
adornado con versos sobre ella misma , que
me pareciéron llenos de expresion.
Al volverme , dí con otro grupo de
mármol , todavía mas precioso : arriméme
á él, y era un altar consagrado á la Amis
tad , y una figura , que conocí ser la de
Madama Surville , la ponia una corona.
¡ Dios mio ! exclamé : ¡ qué mal aprecias
TOM. I. P ba
226 CARTAS
ba yo á Madama Surville ! ¡qué léjos esta

ba yo de creerla tan sábia , tan sensible,


tan espiritual ! ..... No hay que hacer : con
su modestia ocultó tantas prendas ; porque ,
al verla y oirla , ¡ quién sospecharia , que
las poseyese ! Acababa yo estas exclama
ciones , quando se abrió la puerta 7 del ga
binete , y ví entrar un hombre gordo , ves
tido de negro , á quien habia yo visto en

la lectura , y de quien habia nctado , que


fué el único , despues de mí , que ni llo
ró ni alabó. Traía cara de malísimo hu
mor ; pero, con todo , entramos en materia.
Precioso es este gabinete , le dixe , y
particularmente la idea que dá de quien lo
ocupa. Aquí se encogió de hombros el ves
tido de negro , diciéndome : ¿ De dónde ve
nis , Caballero ? De Moscow , le con

testé.¡ De Moscow ! replicó : vos sois


el que yo buscaba escuchadme , que voy
á instruiros. Este estudio , ó gabinete , que

juzgais un templo consagrado á la amis


tad , al trabajo , y á la meditacion , no
es otra cosa , que un lugar de ostentacion:

todos esos libros , que están de manifiesto


sobre ese bufete , sirven solo de ornamen
to como las porcelanas sobre una chime
nea.
SOBRE LA EDUCACION . 227

nea. Moliere pintó las mugeres sábias de


su siglo , que eran en efecto ridiculísimas,
pero que , por lo menos , sabian algo ; en
lugar de que las nuestras hermanan la ma

yor presuncion con la mas profunda igno


rancia. Al oir aquello , sospeché , que el
hombre con quien yo las habia , era un
original, ó una especie de loco, raro, y mor
dáz, y no me engañé en mi conjetura . —Pe
ro , Caballero , le dixe : las mugeres de
hoy cultivan las ciencias , mas no puede
acusárselas de pedantería : ellas no emplean
expresiones científicas , ni procuran maniè
festar lo que saben. Pues con todo eso,
Señor mio , me interrumpió , nada saben:
la especie de pedantería de que hablais,
supone algunos conocimientos , al paso que
ningunos se necesitan para asistir á unas
experiencias de electricidad , para decir,
que se hace un curso de Chîmia , y que
en él encuentran la mayor diversion ; y , en

fin , para escuchar con ayre de suficiencia,


y , de tiempo en tiempo , aventurar alguna
palabrilla , que descubre clarísimamente,
que nada se sabe . Casi todas han tenido
una educacion descuidada . Luego que se
ven dueñas de sí mismas > no leen otra
P2 CO
228 CARTAS

cosa que malos papelejos , y dramas , que


acaban de depravarlas el gusto. Pasan una 4
vida desarreglada , y pretenden la pose
sion de la ciencia universal. Entienden de
quadros y de Arquitectura. Son Gluckis
tas ó Piccinistas , sin saber una palabra
de composicion. Dán sus paseos largos, mon
tan á caballo , juegan al villar , van á ca
za , gobiernan calesines , pasan las noches
enteras baylando y jugando , escriben á
lo ménos diez billetes cada dia , reciben
cien visitas , y se presentan en todas par
tes. En el espacio de doce horas se las vé
succesivamente en Versalles , en París , en
casa de un mercader , en la Audiencia del

Ministro , en los paseos , en el obrador de


un escultor , en la feria , en la academia,

en la opera , en los volatines , y aplaudien


do igualmente á Preville y á Juanillo , á
D' Auberval y al Diablillo. ¿ Cómo que
reis , prosiguió , que, haciendo tantas cosas,
puedan nunca perfeccionarse en ninguna?
Con todo eso deciden despóticamente ; y
Madama Surville , por exemplo , que no
1 percibe la medida de un verso , y que ni
sabe su lengua , ni la ortografía , no por

eso juzga ménos las obras de literatura,


cre
SOBRE LA EDUCACION. 229
creyéndose buenamente , que las cartas,
que escribe á sus amigos , pasarán`algun
dia á la posteridad , como las de Madama
Sevigné.
Hablando de su sensibilidad , es cierto

que llevan jubones del pelo de sus amigas ,


que tienen galerías de retratos , y que le
vantan altares , y componen himnos á la
amistad. Es cierto , que no bordan mas

que cifras , que no hablan mas que de sen


timiento , de las delicias de la soledad,
y que todos son espíritus fuertes.
Pero acaso viven mas retiradas que
las mugeres de otros tiempos ? ¿ se ocupan
mas en la educacion de sus hijos ? son
mas juiciosas , mas sensibles y mas amables ,
que las Deshoulieres , las Sevignés , las
Grafignis ? ¿Tienen ménos luxo , y ménos
caprichos , desde que se han vuelto tan
filósofas y tan béneficas ? ...... Pudieranse
comparar estas extravagancias á las de los
falsos devotos , cuya Religion consiste en
menudas prácticas exteriores , en un ora
torio y en reliquias , en rogar á los San
tos , sin amar á Dios , en sermonear sin cor
regirse , y en reprehender con cólera y
acritud á los que no los imitan.
P 3 Du
1
230 CARTAS

Durante aquellos discursos , amigo y


Señor , estaba yo en pie , é inmóvil de
admiracion y de enojo . En fin , rompi el
silencio , y dixe en tono burlon Caballe
ro mio , las mugeres son bien dignas de
compasion , porque en vos tienen un ene
migo eloqüente y peligroso. ·i Yo enemi
go suyo! me interrumpió vivamente ¡ Ah!
¡ qué mal me juzgais ! las amo y estimo na
turalmente. Vos las amais ? repuse, yo:
no lo hubiera nunca creido . — Pues si, Se

ñor , me replicó : las amo mucho mas que


los que las adulan é inciensan .....
En efecto , Caballero , le interrumpí;
no podrán acusaros de adulacion ni de sim
pleza.. No aborrezco en ellas otra cosa,
repuso, que lo que no les pertenece. A ries

go de desagradarlas , quisiera poderlas


ilustrar sobre sus verdaderos intereses. Na

ciéron para seducir , para inclinar , para


complacer. La naturaleza las dota con gra
cias sencillas y atrayentes ; y , en general,
la deben un entendimiento mas fino y de
licado que el nuestro. Quando tomaren

tiempo para meditar y pensar : quando no


prefirieren á las prendas naturales y pre
ciosas , unas pretensiones vanas y ridícu
las,
SOBRE LA EDUCACION. 231
las , entonces su sociedad será la mas agra
dable de todas , podrán juzgar sanamente
de todas las obras de gusto , y sus sufragios

serán la recompensa de los ingenios.


¿ Me permitireis , Caballero , le dixe,
haceros una pregunta ? ¿ Decis , que sois
partidario zeloso de las mugeres , y os de
satais contra ellas ? No lo entiendo.... Pero,
á mas de esto , me parece , que en vues
tro primer discurso hablasteis mal de los
dramas ; ¿ bien que no por éso gustareis
ménos de ellos ? ___ Estoy irreconciliable,

respondió, con los dramas , particularmente


de dos ó tres años á esta parte. Ántes de este
• tiempo, tenia paciencia , y me acomodaba á

no ir á la comedia mas que los dias con


tados , esto es , aquellos en que se repre
sentaban buenas piezas. Pero ahora por to
das partes nos persiguen los dramas. Los
encuentro en el público , en las tertulias,
y hasta en mi familia. Como ninguno es
incapaz de poner en diálogo una novela , ó
alguna anecdota particular ; y como es
tas especies de producciones ni exîgen in
genio , ni conocimiento del corazon huma
no , todo
• el mundo se ha puesto á hacer
dramas ; y yo mismo , que os hablo , ten
P 4 go
232 CARTA'S
go dos hermanas , que hacen dramas , con

la misma facilidad que hacian bolsillos dos


años hace. -- Creía yo , le dixe , que los
dramas habian caido algo.. De ningun

modo , replicó : pero como se les ha ridi


culizado mucho , el nombre está proscrip
to ; bien que , como el género es comodí

simo , todavía subsiste. Mas dramas se com


ponen que nunca , y se les dá ese título

viejo de comedia , que libremente se anun


cia , y promete mucho mas.
¡Con qué , exclamé , lo que nos han
leido hoy , era un drama ! ...... ¿ Pensais 1

de buena fé , me respondió , que un hom
bre de mundo , que tiene obligaciones con
que cumplir , que , aunque autor , no ha
renunciado á la galantería , ni á la ambi
cion , ni al juego , ni á los convites , pue
da encontrar el tiempo necesario para com
poner una pieza pasable ? ¿ Por qué , en
el siglo de Moliere , las gentes del mun
do no tenian este furor de escribir ? Por

que no habia nacido el drama ; porque es


menester ingenio y estudio profundo para
poder hacer una comedia buena ; y porque
ni de uno ni de otro se necesita para pro

ducir un agregado informe de accioncillas


ro
SOBRE LA EDUCACION. 233
romanescas , y comunes , sin plan , sin ca
ractéres , y sin verdad . Finalmente , si el
mismo Moliere hubiese sido Magistrado,
Cortesano, ó Militar , no hubiera compues
to obras teatrales ; ó bien , si lo hubiese
tentado la inclinacion , á pesar de todo su
ingenio , no hubiera seguramente hecho el
Misantropo , ni el Tartufo. ¿ Qué produ
ce esta pretension general al ingenio? Que
la mitad de las gentes del mundo escribe
y lee á la otra mitad , la qual , seducida
por aquella confianza , aprueba ciegamen
te. Ello es preciso creer , que todas estas
producciones son perfectas , porque todavía

no he visto desaprobada ninguna obra de


sociedad siempre quedan contentos los
oyentes , y siempre es seguro el buen exî
to de estas lecturas . Y , á pesar de eso , las

gentes del mundo juzgan á los verdaderos


autores , y no aprueban mas , que lo que }
son capaces de imitar ; lo qual va insensi
blemente llevando á la depravacion del
gusto. Tan verdad es esto , que la mayor
parte de las obras , frutos felices del si

glo de Luis XIV . , casi no se aprecian


hoy y si Telemáco , y las poesías de
Madama Deshoulieres fuesen producciones
an
234 CARTAS
antiguas , las hallarian desabridas.
No podemos ya conocer las bellezas
y de un esti
de un plan sencillo y sólido ,, y
lo natural y puro unos versos suaves y
harmoniosos y < expresivos , pero desnudos
de agudezas y metafísicas , nos parece
rian empalagosos.
Impaciente yo , Baron mio , de tantas
necias declamaciones , volví á interrumpir

á mi rígido Censor , y le dixe con vive


za : no se trata , Caballero , de los idilios
y corderos de Madama Deshoulieres . Vol
vamos á nuestro asunto • si os place , y

decidme lo que pensais de la pieza del


Vizconde. No puedo , respondió , ha
blaros mas que del acto primero , porque
los otros quatro he dormido tan profunda
mente , como nunca en mi vida . Caballero,
repliqué con bastante ironía , esa si que es
una crítica nueva y picante.¡Ay ! ex
clamó no es una crítica , no , sino la
verdad misma. Mucho confio de vues

tras luces , repuse ; pero , no obstante , he


visto sesenta personas arrobarse , y desha
cerse en lágrimas , y solo á vos desconten
to : con que así , Caballero mio , me per
mitireis que concluya , que vuestro juicio
pu
SOBRE LA EDUCACION. 235

pudiera no ser bueno. Fuera de esto , yo


creo , que el Vizconde hará imprimir su
pieza muy en breve , y puede ser que en
tonces la opinion del público
....... ¡ Impri
mirla ! interrumpió : ¿ lo pensais así ? ¡ Un
hombre de sociedad publicarse impreso !
Vaya , vaya : eso fuera ridiculizarse total
y generalmente. Pero , Señor , añadí:
quando se lee una pieza á sesenta perso
nas , se está muy superior á esas preocu
paciones. Pues yo os digo , con perdon
vuestro , me repuso , que no es todo uno,
leer sus obras á sus amigos , ó á cien per
sonas , ó hacerlas imprimir. Pero ¿ por
qué ? le pregunté . ¿ Por qué ? me res
pondió sonriéndose , porque siempre tene
mos en el fondo del corazon un ínstinto se

creto , que , á pesar de los falsos juicios y


vanes elogios , nos advierte quando hace
mos mal ; y este sentimiento interior de
una mala conciencia impedirá al Vizcon
de la impresion de su obra.
Acabando de pronunciar estas pala
bras el Caballero de lo negro , conocí , que

no podia contenerme mas , y, no queriendo


ceder á mi impaciencia , le dexé con pre
cipitacion. Fuí á buscar á Madama Sur
vi
236 CART AS

ville , á quien encontré sola en su toca


dor. Creyó que me habia ido , y se sor
prehendió de verme. Contéla lo que aca
baba de sucederme , y , como ya lo ima
ginareis , no trató muy bien al desapiada
do Censor , que me habia fatigado tanto
tiempo.
-Ese es un Misántropo , me di
xo Madama Surville , fastidioso hasta no
mas : es un pesado , un caprichudo , un
mal contentadizo , y ademas carece del sen
tido comun. Pero , añadió , levántandose,
tengo precision de salir. ૐ Quándo podré
veros ? Mañana por la mañana , le res
pondí , si lo permitis. No puede ser ma
ñana , me dixo , porque voy á la acade
mia á oir el discurso de recepcion de mi
hermano . ¡ Cómo ! repliqué ;ૐ el Mar
ques de Solanges ha sido recibido en la
academia ? Sí , me respondió ; y os
aseguro , que no ha solicitado tal honra:

ya conoceis su modo de ser : no le atribui


rán que tiene pretensiones , porque es tan

sencillo...... Me parece que os gustará su


discurso. Pues bien , Señora , añadí, dán
dola la mano, mañana despues de comer......
No , replicó , porque estaré con mi Maes
tro de lengua inglesa . El Miercoles tengo
que
SOBRE LA EDUCACION. 237

que asistir á una repeticion de la nueva pie


za , porque así me lo ha suplicado su au
tor. El Jueves voy á casa de Greuse á ver
su Danaë. El Viernes iré á presenciar las
experiencias sobre el ayre fixo ; pero el
Sábado estaré libre..... Habiéndome dado
esta esperanza Madamà Surville , tomó su

coche , y yo , prendado de " quanto habia


notado , y == visto en aquel dia , entré en

mi casa para meditar allí sin distraccion,


A las siete fuí á la募 comedia francesa
al aposento de Madama Semur.:La encon
tré que salia cabalmente , quando iba á
empezarse el acto quinto del Rodoguno , y
me dixo , que iba á ver representar los

Apaleados pagan la multa , juntamente


con tres ó quatro personas que la acompa
ñaban. Pregunté , si aquella pieza era al
gun drama. A esta pregunta todos excla
máron: Pues ; cómo ! ¿no conoceis los Apa
leados pagan la multa ? Venid , venid,
que quedareis enamorado de la funcion . En
efecto , me lleváron , y me entráron en
una indecentísima sala , pero en la qual en
contramos las gentes de mas circunstancias
que hay en París. Representóse primero
una piececita muy graciosa , intitulada : el
Ca
238 CARTAS

Café del mercado : confieso , que no pude


comprehender todos sus chistes , porque su
lenguage era para mí del todo nuevo. Mas,
no obstante , conocí muy bien ,.que la ac

tríz , que representaba la principal ven


dedora , tenia unas inflexiones naturalísi

mas , y representaba diestramente ; pero


los Apaleados pagan la multa me escanda
lizáron una vacinada que echáron encima

á Juanillo , heroe de la pieza , produxo


una perspectiva teatral de las mas gracio
sas que en mi vida he visto , y de con
siguiente , un efecto maravilloso en los ex
pectadores , como tambien el momento en
que Juanillo huele sus manchas , y excla
ma : lo es. No puede pintarse aquel mo
mento , momento que excitó tales enage
namientos y aplausos , que duráron un

quarto de hora. Por tanto , se ha represen


tado ya esta pieza ciento y cincuenta ve.
ces , y hoy es tan concurrida como el dia

primero. ¡Digan , despues de esto , que son


ligeros los Franceses ! Muchas cosas mas
pudiera deciros , Señor Baron , pero me
reservo la complacencia de deciroslas á bo

ca , si me permitis que vaya á veros ; y


creed que las noticias , que por prudencia
no
SOBRE LA EDUCACION. 239
no fió al correo , ni son las menos impor
tantes , ni las ménos curiosas .

CARTA XXXIV .

۱۴wil
La Baronesa á la Vizcondesa.

En fin , llegó ayer Cecilia , y me ha


parecido lo mismo que me la habias pin
tado , agradable y graciosa sobremanera ;
tambien es cierto , que su sobrino Cárlos se
le parece en extremo : espero ver á toda
su familia junta en mi casa dentro de ocho
dias. Deseaba con ansia hallarme presente
á el encuentro de Cecilia con su padre , y
lo conseguí en efecto .
El Caballero Aymeri temia y ansia
ba igualmente aquel momento. Se levantó
ayer ántes dei dia , y , quando entró en mi
quarto, conocí fácilmente, por la alteracion
de su rostro , la cruel noche que habia pa
sado. Despues de comer tomamos el ' co

che Madama Valmont , Aymeri , y yo,


para ir á recibir á Cecilia, Aymeri iba pá
lido , trémulo, y con una mortal agitacion:
no

1
240 CARTAS

no queria siquiera mirarnos , y procuraba


encubrirnos la espantosa turbacion de que
estaba poseído. Conocí , que temia en lo
íntimo de su alma la impresion , que haria
en nosotros la lastimosa vista de su vícti

ma , y que pensaba , que la presencia de


Cecilia destruiria toda la compasion , que

nos habia inspirado. Mientras hay esperan


za de interesar mucho á los otros , mani
festando los remordimientos , se habla de

ellos con franqueza ; pero , perdida aquella


esperanza , lo que se procura , es disimular
los , porque se cree , que , ocultándolos , se

disminuyen mucho las culpas á la vista de


los otros. Apénas habiamos andado dos le
guas , quando descubrimos un coche á lo

léjos : Madama Valmont gritó : ¡ allí vie


ne ! ¡ allí viene ! y seguidamente rompió en
llanto amargo. Aymeri entonces , con voz
colérica y trémula , le dixo : ¿ A qué vie
ne ahora ese llanto ? ’ quieres representar

alguna escena ? Sobrecogida con aquella re


pentina severidad de su padre , enjugó las
lágrimas , sin poder comprehender la ra
zon de aquella severidad. En esto llegó el
coche , que habiamos descubierto , y Ay
meri , pudiendo apénas sostenerse baxó
del
SOBRE LA EDUCACION. 241
del coche , á cuyo instante se oyó un gri
to lastimoso , que nos conmovió á todos, y

C vimos repentinamente á la hermosa Cecilia


arrojarse á abrazar á su padre , y quedar
en sus brazos desmayada . Este padre , no
pudiendo negar á la naturaleza todos sus
derechos , inundaba la cara de su hija con
un diluvio de lágrimas : la llamaba con
los nombres mas tiernos , la apretaba con

tra su pecho , y fué menester sostenerlo,


porque casi llegó á perder el sentido. Ma
dama Valmont y yo quisimos ayudar á Ce
cilia ; pero él nos apartó con fuerza , y
quitándole de la mano á Madama Val
mont un pomo de agua de olor, que llevaba,
lo aplicó al olfato de su hija , aguardando
con las mas vivas ansias el instante en que
abriese Cecilia los ojos para ser él el pri
|
mer objeto de su mirada .
No me atrevo á emprender la pintura
de la escena ternísima , que siguió al re
cobro de Cecilia , porque te la representa
rás mejor , que podré referírtela. Concibe
la alegría y extremos de Cecilia , quando
se encontró entre su padre y hermana , la

profunda y dolorosa ternura del padre , la


sensibilidad de la hermana , la parte que
ТОМ . І. Q yo
242 CARTAS

yo tomaba en lo que veía , y la curiosi


dad con que observaba sus movimientos.
Pero , sobre todo , nada me admira tanto,
como el discernimiento de Cecilia , que,
conociendo los remordimientos que ator

mentan á su padre , no hace otra cosa , que


consolarlo indirectamente , mostrando mu
cha alegría , y hablando á menudo de su
inclinacion á la soledad. Aymeri escucha
con inalterable atencion estos discursos , y
procura hallar en ellos alguna parte del
mucho consuelo que necesita.
Estoy casi convencida de que Cecilia
vive ya conformada con su suerte , aunque,

por otra parte , la veo con solos veinte y


siete años , y hermosa , con imaginacion vi
vísima , y corazon muy sensible.... qué sé
yo..... aún podrian suscitársele algunos pe
sares...... Esta mañana nos hemos paseado
solas, hablando de cosas indiferentes , y, en
tre otras , de la hermosura del mes en que
estamos : entónces suspiró Cecilia y me di
xo : hoy dia diez y seis de Mayo hace diez
años que profesé. Acompañó estas palabras
con una mirada , que me penetró el cora
zon , y volvió á repetir: ¡ diez y seis de
Mayo ! Mudó luego de conversacion , y
se
SOBRE LA EDUCACION. 243

se puso en su ordinaria tranquilidad . Ma


dama Valmont y yo queremos proporcio⚫

nar algun entretenimiento para borrarla de


la memoria aquel terrible ¡ diez y seis de
Mayo !..... y hemos dispuestó ir despues de
comer en casa de Nicolasa, aquella arrenda
dora nuestra, de que te he hablado algunas
veces , porque es nuestro paseo preferido.
No irá Adela con nosotros á casa de
Nicolasa porque hoy está cumpliendo
una penitencia : vé aquí el motivo. Dain
ville sostiene , que Brígida se parece al

Emperador Vespasiano , que es uno de los


medallones de la tapicería de la Historia
Romana. En efecto , la semejanza es no

toria ; pero la chanza no ha gustado á Brí


gida , y se ha enojado muy sériamente con
Dainville , quien , por vengarse , copió
al Emperador Vespasiano , sobre cuya
cabeza puso una escofieta ; lo qual pro
duxo un retrato de Brígida , tan del todo
semejante , que lo reconociéron quantos.
hay en casa. Pidió Adela el dibuxo , y la

clavó en su tapicería. Al entrar Brígida.


esta mañana en el quarto de Adela , vió
aquel fatal perfil , que tanto aborrecia , y
lo hizo mil pedazos ; y , tomando por la ma
Q 2 no
244 CARTAS
no á Adela , la trajo á mi quarto. Tan fue
ra estaba de sí , y balbuciendo de tan es
traña manera , que ni en inglés , ni en
frances , pudo darme á entender el motivo
de su cólera. La pedí , que me dexase so
la con mi hija , y entonces Adela me con
tó el hecho. Despues tomé la palabra , y
dixe : (c ૐ Pusistes en tu quarto el dibuxo
❞ por el cariño que le tienes á Brígida?.....”
A esta pregunta se puso colorada Adela,

baxó los ojos , 1 y respondió en voz muy


baxa : no , mamá. Luego fué por ma
lignidad , continué. Pero ¿ por qué, me
preguntó , se enfada tanto Brígida de pa
recerse al Emperador Vespasiano , que fué
un Emperador tan bueno ? Vos me habeis
dicho , mamá , que todo画面 quanto se dice
sobre nuestra figura , debe serpos indife
rente. Y quando fuese cierto , 1 repuse,
que Brígida tuviese esta debilidad , ¿ debe
rias burlarte de ella , echándosela en cara?
He reprehendido á Dainville la prolonga
4
cion de una bufonada que desagradaba á
Brígida , porque se dixo con razon I : que
* so.
1
I Consejos de una madre á su hijo , de Mada
ma Lambert.
SOBRE LA EDUCACION. 245
solamente la persona de quien nos mofa
mos , tiene derecho para juzgar , si nos
chanceamos luego qué se la maltrata , la
bufonada degenera en ofensa. Quando ofen
de , no hay chanza que sea inocente. Y así
Dainville tuvo culpa ; pero la suya ¿ pue

de compararse á la tuya ? Tú , que eres


deudora de amistad , de respeto y de gra.

titud á Brígida , la enojas sin mas ni mas,


te ries de lo que la disgusta , y pretendes
ridiculizarla. Si tuvieras algunos años mas,

esta falta tan grave probaria á un mismo


tiempo, que tienes mal corazon , y que care
ces de entendimiento . A estas palabras llo
ró Adela. - Ay , mamá ! interrumpió:
¡ Cómo podré reparar.....! Mostrando á
Brígida , continué , un verdadero arrepen
timiento ;
; pero , con todo , no esperes que
vuelva á reconciliarse de veras contigo.
F
Ella te amaba con la mayor ternura ; mas
tú acabas de darle tan mala opinion de tu
carácter , que tiene fundadísimo motivo de
dudar de tu afecto. Bien sabe ella , re
puso Adela , que la amo. Brígida , aña
dí , no lee en tu alma : solo te puede juz
gar por las acciones ; y tus procedimien
tos muestran ¡ tanta ingratitud! .... — Pero,
Q3 ma

S
246 CARTAS 23

mamá , yo soy una niña. ‫ ܚ‬Por lo mismo,


proseguí , no te juzgará definitivamente , y
no tendrá mas que dudas y sospechas , fá
ciles de destruir por tu parte con el tiem
po. A no ser una niña , hubieras hoy per
dido para siempre su amor y el mio. ¡ Ay,
Dios mio , mamá ! acudió Adela , ¿ vos
tambien teneis dudas ? Lo que sí te con
fieso , 4 repliqué , es que tu accion me sor
prehende y aflige , porque yo tenia de tí
formada una idea muy diferente. Ver
dad es , que no concibo como Brígida ha
ya podido ofenderse de las bufonadas de
Dainville , porque lo que no ofende á la
honra ni al carácter , no debe enojar ; pe

ro , en fin , luego que supe su debilidad,


hubiera querido ocultarla á todo el mun
do. Yo misma he participado de su inquie
tud , aunque infundada , porque toda per
sona que padece , tiene derechos á la com
pasion de un corazon bueno. Por exemplo,
hay gentes mal educadas , á quienes sus
padres han dexado tomar ridículas antipa
tías. He conocido una muger , que se des
mayaba quando veía un gato. ¡Un gato,
mamá ! Sí : tenia esta debilidad ; y yo
la compadecia de dos maneras , porque pa
19 de
SOBRE LA EDUCACION. 247
decia , y porque habia tenido una mala
educación . Decíame á mí misma : si me hu
bieran educado como á ella , hubiera ad
quirido igual locura , ú otra semejante ; y
así no cometia la necedad de envanecerme

de tener mas juicio , sino que daba gracias


á Dios de haberme dado padres vigilantes ,
ilustrados y amorosos ; de todo lo qual re
sultaba , que miraba á dicha muger con
lastima é indulgencia. Terminé esta con

versacion , que te abrevio mucho, intiman


do á Adela , que no iria con nosotros á
casa de Nicolasa , y que , durante tres

dias , comeria y cenaria en su quarto. Ad


mitió aquel riguroso castigo con entera su
mision , porque sabe muy bien , que la mas

ligera mormuracion prolongaria su peniten


cia. Por tanto , las recibe con dulzura y
sentimiento. He convenido con Brígida ,
que estaria , á lo menos seis semanas , sin
tratar á Adela como al ordinario : la dirá ,
que no tiene con ella especie alguna de
rencor , pero que ya no puede contar con
el afecto de una persona , que la ha trata
do con tan poco miramiento. Yo por mi
parte diré á la culpada y arrepentida Ade
la mira lo que puede costarnos una lige
P 3 Q 4 re
1

248 CARTAS ?

" reza : por una bufonada , que te ha di


» vertido algun tanto media hora , has per
" dido la amistad de un sugeto , que debias

» amar , alterado el concepto que yo tenia


» de tí , y finalmente , héchote sospechosa
» á todo el mundo , y atraídote una peni
" tencia de tres dias."

CARTA XXXV.

De la misma á la misma.

Mucho tiempo he estado sin escribir


te , querida mia ; pero , despues de mi úl
tima carta , he sido testigo de un suceso,
cuyas conseqüencias crueles me han afligi
do , de modo , que no he podido noticiár
telo mas pronto. Sabe , pues , que es rela
tivo á la siempre desgraciada Cecilia . ¡Aho
ra sí que es digna de compasion ! Bien te
acordarás de aquellas palabras¡ diez y seis
de Mayo ! que se le escapáron á Cecilia,
paseándonos las dos solas , y que , para dis
traerla de esta idea , proyectamos un pa
seo á la casa de Nicolasa. En efecto , á
* S las
SOBRE LA EDUCACION. 249
las cinco de la tarde salimos Aymeri,
Madama Valmont , Cecilia , mi marido,

Cárlos , Teodoro y yo. En el camino


empecé á notar , que Cecilia no toma
ba parte en la conversacion , y que , de

tiempo en tiempo , se le escapaba algun sus


piro á su pesar : en fin , nos acercábamos
á la habitacion de Nicolasa , y , ántes de
Hegar , como á unos quinientos pasos , nos
propuso Madama Valmont , que los andu
viésemos á pie , para sorprehender aquella's
buenas gentes en el interior de su trabajo.
Baxamos en efecto del coche , y', un poco

ántes de llegará la casilla , se adelantó
Teodoro , abrió la puerta , entramos to
dos , y encontramos á Nicolasa sentada en
tre su madre y su marido , teniendo en
brazos al mas pequeño de sus hijos : á la
hija mayor puesta de rodillas delante de
4
ella , acariciando á su hermanito , y á la
segunda en pie con el rostro medio apoya
do sobre la espalda de su padre. Hubié
ramos querido poder contemplar algunos
instantes aquella tierna posicion , aquella 8
imágen de la union y felicidad ; pero, in

mediatamente que nos viéron , se levantáron


todos. Nicolasa dixo á su marido, que fue
se
250 CARTAS
se á coger flores : la madre fué á buscar
leche , y nosotros quedamos admirando 18 el
órden y propiedad de la casa , acariciando

á los niños , y oyendo á Nicolasa do mu
cho que nos habló sobre su fortuna , funda
da en el amor que tenia á su familia. Lle

gó el marido 4. con una canastilla llena de


claveles despues nos presentáron frutas y
leche ; y, mientras toda esta familia se apre

suraba en obsequiarnos , reparó el Caba¬


Hero Aymeri , qué Cecilia no estaba á
su lado buscóla , y la vió retiradasá un
rincon , en el extremo opuesto del portal:
acercóse á ella , y Cecilia volvió á zotro
lado la cara... Reparó entóncés , que esta
ba pálida , y bañada en lágrimas : - quisó
Cecila hablar á su padre , y no la dexó
el llanto : acudió su hermana , y Cecilia,
confusa y desesperada , en voz baxa y tré

mula , la dixo al oido : sácame de aquí,


porque me muero. Madama Valmont , ad

mirada y afligida , quiso disculpar el esta


do de su infeliz hermana ; pero su padre,
que habia penetrado la verdad , no pudien
1+
do tolerar aquel espectáculo , tomó de la
mano á Cárlos , y salió con él impetuo
samente } de la casa. Mi marido y. Val
mont
SOBRE LA EDUCACION. 251
mont le siguiéron para acompañarle á
pie hasta nuestra quinta. Sacamos , en

fin , á Cecilia de aquella casa tan funes


ta , y tomamos los coches. En todo el ca

mino no pronunció Cecilia ni una sola


palabra llevaba la cabeza sobre el pe
cho , y los ojos casi cerrados. Gondolida de
verla en aquel abatimiento , A quise tomar
la una mano y abrazarla pero retiró el
brazo con enfado y disgusto , volviéndose
á quedar inmóvil sin mirarme ; porque uno
de los efectos de la desesperacion , es hacer
al alma insensible · á la compasion que se
manifiesta.

Pero como Cecilia naturalmente es tan


cariñosa , no tardó mucho en arrepentirse.
de la dureza con que me habia tratado en
el coche llegamos á casa , donde me abra
zó repetidas veces Cecilia con expresiones
verdaderamente tiernas.

Luego que las dos hermanas quedáron


solas , Cecilia , sin preguntar nada á la otra,
se abrazó con ella llorando , 再 y la dixo:
" Sabe , hermana mia , lo que ha pasado
» en mi corazon : conoce de una vez este
» corazon , lastimado con un golpe , que so
» lo podrá curar la muerte ..... Encontré en
» aque
252 CARTAS

» aquella pobre casa la verdadera imágen


»
পছ de la dicha , y no pude ménos de en
» vidiarla : conturbó mi alma en aquel ins
» tante un pensamiento amargo : noté que
» te sonreias á la vista de aquel dulcísimo
" espectáculo de la felicidad , que tú mis
" ma gozas : y advertí , que aquella imá
" gen , para tí tan deliciosa , retrataba con
» toda claridad el horror de mi suerte , dán

" dome á conocer el espantoso sacrificio,


99
» que habia consumado. ¡ Ah ! ¡aquella mu
yo ,, en
ger , decia yo medio de
en medio sus hijos , en
de sus
tre los brazos de su madre y de un es

» poso querido ! ¡ y yo¡ desgraciada ! sin


madre , casi desde que pací , proscripta
» por mi padre , separada con violencia de
"
» lo que amaba , condenada al olvido y
esclavitud , bivo forzada á renunciar á
los sentimientos mas dulces de la natu

» raleza ! ...... ¡ O , hermana mia ! ¿ૐ adonde


» me has llevado ? ર Has tenido valor para
" ofrecer la imágen seductora de los gus
» tos á una desgraciada , que ni puede dis
» frutarlos , ni aún esperarlos ? ¡ Ojalá fue
" ra yo de la clase obscura de aquella mu
" ger dichosa ! ¡ Podria amar! "
Madama Valmont no pudo responder
si
SOBRE LA EDUCACION. 253
sino con llanto á quejas tan justas y lasti
mosas y quando le pareció que Cecilia es
taba mas tranquila , la dixo todo quanto el

cariño y razon pueden aconsejar. Cecilia


la escuchó con dulzura , y la prometió no
afligir á su padre. Llegó éste , y tuvo Ce
cilia bastante fuerza de espíritu para salir
le al encuentro , chanceándose del pasage
que habia presenciado , y atribuyéndolo á
mala disposicion de su salud . Con esto, em
pezó á respirar Aymeri ( que venia como
despechado ) , y á creer que lo sucedido no
habria causado en su hija mas que un efec
to pasagero . #

1 Pusímonos á cenar , y Cecilia cenó


bien 9 y habló mucho : supo violentarse de
un modo tan extraordinario , que engañó
á todos , excepto á mí , que mas bien hu
biera querido verla triste y pensativa . Le
vantámonos de la mesa , y
y fuimos segui
damente á acostarnos ; y apénas habia pa
sado una hora de estar recogidas , quando
oí llamar con priesa á mi puerta . Levanté
me apresurada , y encontré con Madama
Valmont llorando , quien me dixo , * que
Cecilia estaba con una calentura violentí→
sima acompañada de un fuerte delirio.
En
..

254 CARTAS
Envié inmediatamente á Carcasona por un

Médico , que no llegó hasta las cinco de


la mañana : la desgraciada Cecilia , en los
multiplicados accesos de su delirio , repetia,
sin cesar , el nombre de Murville le lla

maba llorando , y decia , que queria verle, 1


siquiera una vez , ántes de morir. En otres
momentos , que parecia estar mas sosegada,
preguntaba á su hermana ¿ qué se habia
hecho Murville ? Y como nada se la res
pondia , gritaba con espanto : ¡ sin duda

es muerto ! ¡ y quizá por órden de mi pa


1
dre ! A esto se seguian horribles convulsio
, que agitaban su cuerpo , y desfigura.
ban su semblante , en términos de hacernos
creer , que iba á acabar su deplorable vi
da ..... Finalmente , en aquel espantoso des

órden de su imaginacion , nos hizo paten


tes todas las ideas y sentimientos encerra

dos en su alma por tiempo de diez años.


Juzga , amiga querida , de la situacion de
su padre ( á quien no quisimos dexar de
despertar ) al escuchar tan crueles palabras:
estaba tan profundamente consternado , que
parecia insensible , porque el dolor , quan
do es grande , rara vez se manifiesta por
señales exteriores. Declaró , por fin , el

SOBRE LA EDUCACION. 255
Médico , que Cecilia estaba en el mayor
peligro , y que era necesario aprovechar
se del primer instante de conocimiento pa
ra que recibiese el Viático . En efecto , por
la tarde se tranquilizó un poco Cecilia , y
fué por grados recobrando sus sentidos. En
tónces su padre se acercó á ella , y la abra
zó amorosamente. Cecilia miró con admi
racion á todas partes , y dixo : muy mala
he estado : ¿ me hallo fuera de peligro?…....
Nada hemos temido de peligro , hija mia,
respondió su padre; pero, por tu tranquili
dad , he llamado á un Sacerdote . - i ¡ Un
Sacerdote ! dixo Cecilia . ¿ Pues que ? ¿ me

encuentro en ese estado ? No , padre mio:


no quiero verlo , porque he perdido toda
esperanza de perdon . - ¡ O , hija mia ! ex
clamó el padre todo sorprehendido y tem

blando , pues ¿ qué tienes tú que temer?


Dios perdona siempre las flaquezas invo
luntarias..... Eres una víctima inocente , y
yo soy el verdadero culpado ; sí , hija mia:
aquí tienes á tu padre , que es el que ha
de ser castigado , y sobre quien han de
recaer tus culpas. Cecilia , entónces , ca
si ahogada con el llanto , le echó al cue
llo los brazos , y, arrimando su rostro al de
su
256 CARTAS
su padre , no prosiga . Vm. le dixo , un dis
curso tan funesto : no llore Vm. mas sobre
mi suerte : sé que Vm. me ama , y así,
todo está reparado : perdóneme Vm. aque
lla imprudente y desesperada expresion:
ૐ dónde es
he vuelto mi corazon á Dios : ;

tá ese Sacerdote ? ¿ dónde está ? que ven


ga luego , y me encontrará llena de confian

za y resignacion..... En esta mano paternal,


que tengo entre las mias , lo juro.... Tran
quilícese Vm. padre mio : quizá podré vi
vir aún , y amaré la vida . Recibió los Sa
cramentos aquel mismo dia : pasó una no
che bastante tranquila , y , por la mañana,
declaró el Médico , que estaba fuera de pe
ligro , de modo , que en quatro dias se ha
puesto en estado de volver á casa de Ma
dama Valmont. Hace quince dias que
marchó : he ido á verla muchas veces ; pe

ro la hallo cada vez mas mudada y con


sumida , aunque dice que nada siente. Co

nozco lo que sabe dominarse , y temo , que


su situación actual es mas peligrosa , que
lo que se imaginan.

A Dios , querida mia : continúame las


noticias del casamiento de tu hija con Valcé:
segun tu última carta , me lisonjéo de que
no
SOBRE LA EDUCACION.
257
no ha de efectuarse , una vez que tu ma
rido se ha tomado algun tiempo para re
flexionar,

CARTA XXXVI.

El Conde de Roseville al Baron.

Os doy gracias , amigo y Señor Baron,


de las afectuosas quejas que me dais sobre
mi silencio. Ni he estado enfermo , ni ocu

pado en extraordinarios negocios , sino que


queria escribiros una carta circunstanciada,
y no he podido contar con dos horas para
cosas de mi gusto , de mas de tres meses á
esta parte. No abandono mis obligaciones
á un teniente de ayo , ni á un preceptor,
y así no me aparto un instante de mi discí
pulo. Verdad es , que me levanto dos ho
A de que despierte , y que me acues
ras ántes

to una hora despues ; pero por la mañana


preparo sus estudios , y la instruccion par
ticular del dia ; y á la noche acostumbro
á escribir un diario circunstanciadísimo de

quanto ha hecho malo en el dia ; y cuen


TOM. I. R to
258 GARTAS

to como tal todas las ocasiones perdidas ó


descuidadas , en que pudo hacer alguna
buena accion , ó decir alguna cosa obliga

toria. Como la mayor parte de dichas fal


tas se cometen delante de todos , rara vez

le reprehendo en el instante , de que resul


ta que , no habiéndole reñido en el espa
cio de un dia , se lisonjea , al acostarse , de

que el diarista nada habrá tenido que no


tar. Siempre lo dexo en aquella incerti
dumbre , que le enciende el deseo de lle
gar á la mañana para cerciorarse. Efecti
vamente , luego que se ha vestido ( y la
curiosidad lo instiga á que abrevie su to

cador ) pasa á su gabinete , y me pide mi
diario . Se lo doy , lo lee en alto , y exîjo
que sea sin interrupcion ni comentario,
porque es bueno acostumbrarlo á que pro
nuncie por sí mismo la lista de sus faltas.
Despues lo leo segunda vez , y entonces
nos comunicamos recíprocamente las re
flexiones , que nos produce la lectura . De
esta manera lo familiarizo , no solo á oir
la verdad , sino á desearla , amarla y oir

la pacíficamente , desnuda de toda especie


de máscara. Para que os hagais cargo de
mi método de presentársela , voy á copia
ros
SOBRE LA EDUCACION. 259

ros el diario de ántes de ayer. Es como


se sigue:
"Comiendo S. A. , se ha manifesta
» do distraido y embarazado con las gen

» tes que estaban en su Corte. Se ha con


» tentado con hacer dos ó tres pregun
» tas , con ayre de floxedad , sin escuchar
» las respuestas. S. A. se imagina , que , en
» sonriéndose , todo el mundo debe que
» dar prendado ; pero esta sonrisa fingida ,
» que ahora no es mas que un gesto de pu
» ra costumbre , se volverá obligatoria y
» agradable , quando S. A. tuviere verda
» dero deseo de agradar , y ser amado,
" sin lo qual parecerá siempre dicha expre
» sion pueril y ridícula. S. A. ha prohibi
" do al jóven Rolando , hijo de uno de
» sus ayudas de cámara , que toque ningu
" no de los libros , que están en su gabi
» nete , y esta mañana , al pasar por el
» corredor , vimos á Rolando , que leía con
» mucha atencion en un libro voluminoso

» enquadernado en tafilete , y S. A. me di
" xo : apuesto á que Rolando está leyen
" do aquel libro escrito de vuestra mano,
» que me disteis ayer ; no tengo duda , por
» que lo conozco. Yo contesté : no juzgue
R 2 V.
260 CARTAS

» V. A. ligeramente , é infórmese bien,


» ántes de acusar. Pensad , Señor , que, per
99 diendo ese mozo vuestra estimacion , per
»

» derá su fortuna , y de consiguiente será


» V. A. injusto y cruel , si lo condenare
" por simples apariencias. Al entrar S. A.
» en su habitacion , buscó su libro , y no
» lo encontró. Mandó venir á Rolando , y
» le preguntó. Rolando mudó color "
» cortó , pero , con todo , protextó , que no
» habia tocado el libro de S. A. , y que el
" que habia leido , se lo habia prestado
» un pariente suyo , á quien acababa de
» volvérselo en el mismo instante que iba
» á marchar para su Provincia. Toda esta
» historia habrá parecido á S. A. un texi
" do de mentiras. Rolando ha sido trata

do de impostor , y desterrado del quar


to. He sufrido la sentencia para dar á
» conocer mejor á S. A. las conseqüencias
» de su petulancia y ligereza. Ahora debo
" decirle que el pobre Rolando echado,
» deshonorado y afligido , es totalmente
» inocente. Quanto dixo , fué la pura ver
» dad. Yo mismo he tomado esta mañana

» el libro para añadirle algunas notas. De


» modo , que S. A. ha calumniado dura
>> men
SOBRE LA EDUCACION. 261
» mente al infeliz Rolando. Es cierto , que

las apariencias eran fuertes ; pero quando


" se trata de perder á un hombre , se le
» debe juzgar por las apariencias ? Ántes
» de determinar , era menester haber pre
" guntado el nombre del pariente de Ro
» lando, haberle escrito, y aún haber envia
(
» do alguno á su misma Provincia . Final
,, mente , la razon , la justicia y la equi
"
» dad , hubieran debido mover á S. A. á
❞ tomar todos los informes mas circunstan

» ciados y sólidos."
En mi última carta prometí á Vm.
amigo y Señor , decirle mi parecer so
bre las primeras ideas , que deben incul
carse en un Príncipe , y las virtuosas ope
raciones que es necesario aconsejarle. Creo,
pues , que debe ser lo primero inspirarle
sólida y verdadera piedad , constante hu
manidad para con el pueblo I " aversion á
la

I ,, Quando un Príncipe ama á sus Pueblos , di


,, ce Duguet , casi no hay otra cosa que advertir
,, le sobre sus obligaciones . No necesita preceptos
‫ رد‬el amor , porque es el cumplimiento de todos. Le
‫ در‬es permitido hacer quanto quiera , porque no pue
,, de obrar sino bien , &c. "
R 3
262 CARTAS
la lisonja , y amor á la verdad : es tambien
muy necesario acostumbrarle á la aplica
cion , y á no juzgar ligeramente , ó con

precipitacion , de las cosas.


Ayer , luego que el Príncipe despidió
á Rolando , me dixo , que deseaba reem
plazarlo con otro jóven , llamado Justino, y
añadió , que tenia seguridad de que era
fiel , puntual y discreto. " Y ¿ cómo , le
» pregunté , habeis adquirido , Señor , esa
» certidumbre ? ર Habeis estudiado el ca
» rácter de ese hombre ? ૐ Lo habeis expe
» rimentado ? No , me respondió ; pe

> ro ..... Pues no diga V. A. interrumpí,


» que tiene seguridad , supuesto que no po
» deis producir prueba alguna. Eso es ha
» blar como un niño. ¿ No creeis , me
» preguntó , que Justino sea honrado?
» Nada de eso digo , respondí : ni lo sé,
» ni lo he observado ; ignoro , si merece
» confianza , ó si es acreedor á inspirarla ,
, porque ,
» como no soy niño , ni imbecil,
" no} juzgo á las gentes que no conoz
" co. - Pues todo el mundo , me replicó,
habla bien de Justino .. Ciertamente ,

repuse , que debe mirarse una buena re

" putacion como una preocupacion venta


»jo
SOBRE LA EDUCACION . 263
99 josísima
á la persona que ha conseguido
»
, lograrla ; y aún es bien hecho empezar,

» tomando estos informes ; pero fuera un


,, absurdo contentarse con eso solo , y con

» ceder su confianza por ello. Todo hom


» bre juicioso dá la suya por sus observa
» ciones particulares y propio exâmen. No
» diga V. A. pues , creo , ó no creo tal co
» sa , porque me lo han dicho , ó porque

» es verisimil. Ese es el lenguage de los su


» getos superficiales , crédulos y limitados.

» No creais hasta haber visto por vos mis


» mo claramente, y nunca por ojos agenos."
Es imposible , que un Príncipe , acos
tumbrado así desde la infancia á profundi
zar , y no creer ligeramente , no adquiera
al mismo tiempo un gran fondo de equidad ,
consumada prudencia , y espíritu observa
dor , sin el qual no pueden conocerse los
hombres.

De modo , que ya veis quán importan


te es este principio ; pero es verdad , que
no puede servir de uso alguno á un Prín
cipe indolente é inaplicado : mas falsos

juicios produce la pereza , que la maligni


dad ó falta de luces. Es , pues , esencial
poner el cuidado mayor en preservar
R 4 Prín
264 CARTAS.

Príncipe jóven de este defecto , tan comun


y peligroso , acostumbrándole desde luego
á aplicarse , y á exâminarlo todo por sí
mismo ; pues valdria mil veces mas que
fuese desconfiado y activo , que crédulo y
perezoso . Tambien me dedico á curarlo de

aquella vergüenza perjudicial , y de aque


lla timidéz , que suelen ser muy comunes
en las personas de su gerarquía , y que so
lo pueden superarse por la costumbre de
presentarse en público , de hablar á menu
do en él , y de desear ansiosamente ganar
se todos los corazones. Recibe gentes dos
veces cada dia. Nunca le prescribo lo que
debe decir ; pero , mientras los tres quartos
de hora que dura cada corte , lo miro de
hito en hito , y lo exâmino en silencio , pa
ra familiarizarlo con la idea de ser parti
cularmente observado. Si habla sin gracia ,

y en malos terminos , se lo reprehendo


suavemente , quando estamos solos , ó por
la via del diario ; pero , si no habla , me
burlo de él ante todo el mundo , y lo ri
diculizó lo mas satíricamente que puedo.
Así grabo en su entendimiento el bonísimo
principio de que vale mas hacer una corte
sanía toscamente , que no hacerla , porque,
á
SOBRE LA EDUCACION. 265

á lo ménos , siempre se agradece la inten


cion . He observado , que lo que mas daña

á la afabilidad de las personas altas , es el


temor de no parecer atados ó sin gracia , y
el querer mas pasar por impolíticos , dis
traidos y desdeñosos , que ser acusados de

tosquedad : con todo , no hay cosa mas tes


ca que este cálculo ; porque , si se hiciera
el esfuerzo de superar , durante seis meses,
esta vergüenza perjudicial , fácilmente se
adquiriria aquella soltura y gracia , á que
se dá tanto valor ; se obtendria la reputa

cion de agasajador y amable , y se agrada


ria universalmente. " Pocos Príncipes , di
» ce Duguet , conocen lo que puede una
» palabra obligatoria , una mirada , ó una
expresión de bondad ; y pocos son tam
» bien los que conocen el efecto de algu
» nas ligeras señales de distraccion , de in
» diferiencia ó sequedad. Pero un Prínci
"pe hábil conoce el valor de todo , y

» nunca se equivoca en el uso que quiere


» hacer de ello. stad pueblo le manifiesta
» señales comunes de afecto y bondad ......
» Pero, además de este lenguage comun, tie

» ne el Príncipe uno particular , que sabe


»ir proporcionando al nacimiento distin
" gui
1

266 CARTAS

" guido , á los empleos , á los servicios 9


" al inérito. Nunca aventura , ni genera

» liza su ayre agasajador. No prodiga lo


» que debe ser recompensa , ni envilece lo
" que debe ser distincion."
El mismo autor añade , que sería opor

tunísimo , que un Príncipe fuese eloqüen


te. "La virtud y la verdad , continúa , sa
carian de ello nuevo esplendor. Apoya
» ria con vigor un sentimiento justo , per
» suadiria , en lugar de mandar , y haria
» amable quanto propusiese ...... Sería es
" cuchado con admiracion en los Con

» sejos , &c".
No hay cosa mas cierta . Pero, si vues
tro discípulo carece totalmente de entendi
miento , no aspireis á darle eloqüencia , por
que lo hariais pedante , parlero y ridículo.
El mio , que manifiesta tanto juicio como
se puede tener á los diez años , se exercita
ya en hablar seguido , y sin preparacion.
Todos los dias , despues de su comida , se
juntan en su gabinete todas las personas re
lativas á su educacion ; y allí cada uno es

tá obligado á contar dos historias , la una


de invencion , y la otra sacada de la his
toria antigua ó moderna. Por cada falta de
len
SOBRE LA EDUCACION. 267

lenguage, ó de pronunciacion , se paga una


prenda , y origina penitencias , que hacen
este juego muy entretenido para el Prínci
pe , y tanto mas , * quanto ni el teniente de
ayo , ni yo nos exceptuamos. Nada nos pa
"
samos unos á otros . Si se me escapa alguna
palabra impropia , ó bien alguna refle
xîon que no sea justa , me interrumpe al
instante el desapiadado ayo , y con mucho
modo me advierte la falta. Algunas veces
me rindo á la primera palabra , otras me
defiendo suavemente , y doy razones y ex
posiciones. El Príncipe escucha atentamente
nuestra disputa , que es para él de sumo
interés , pues se trata nada menos de si yo
seré , ó no seré penitenciado. Pero tambien
se aprovecha de la discusion , y vé al mis
mo tiempo un modelo acabado del modo L
como debe disputarse , porque nunca nos
acaloramos , y mantenemos inalterablemen
te una urbanidad amable. En fin, sostenemos
nuestra opinion , mientras la creemos bue

na , y luego que nos persuadimos á que na


da vale, renunciamos á ella con tal franque
za y suavidad , que quedan prendados los
concurrentes. Hace como unos tres meses,

que el Príncipe prefiere esta recreacion á


qual
268 CARTAS “.
qualquiera otra , y saca de ella todo el
fruto que podiamos prometernos . Se expli

ca con mucha mas felicidad , y suele con


tar sus dos historias de un modo ciertamen
te maravilloso. para su edad. E
0
En quanto á la especie de instruccion
que conviene á un Príncipe , juzgo ,' que
debe tener un conocimiento general de la
historia , y que es necesario , que sepa com
pletamente la de su país. Conviene , que
tenga una idea clara y distinta de la cons
titucion del Estado que ha de gobernar ; y
que conozca la extension de los derechos,
que ha de adquirir , para mantenerse en
ello , y no usurpar otros . Tambien quisie
ra yo , que no le fuese estraño ningun gé
nero de administracion : que , acabada su
educacion , aprendiese del arte militar quan
to pueden enseñar los libros y los Maestros;

que tuviese nociones , mas que superficiales ,


sobre la navegacion y guerra de mar y
que , en fin , conociese , circunstanciada
mente , los recursos , las necesidades , las
riquezas y las fuerzas de su Reyno . Eso es
exîgir mucho , me direis : pues , con todo ,
nada encuentro superfluo : bien es verdad,
que , si se agregan á estos diferentes estudios
los
SOBRE LA EDUCACION. 269
los de la música , dibuxo , y diez años de
latin , será un imposible lo que propongo.

Respecto á las lenguas , adopto para él el


método que seguis para vuestro hijo. Apren
de las lenguas vivas por el uso ; y no apren
derável latin hasta el tiempo que media en

tre los doce 6 trece años , y los quince ó


diez y seis. Del dibuxo y Geometría solo
aprenderá lo bastante para las fortificacio
nes , y para levantar un plano ; y de mú
sica jamás sabrá una nota. No quiero que
carezca de literatura , porque algun dia de
be amar ; y proteger las letras ; pero los
libros de Historia y de Moral formarán ,
como ya lo sospechareis , nuestras princi
pales lecturas , y 2 serán nuestro mas seria
estudio.

Conozco , como vos mismo , amigo

Baron , quan importante es despertar en los


Príncipes sentimientos de beneficencia y
compasion para con los desgraciades. Quan
to me decis ; sobre este asunto " es , no solo •

cierto , sino admirable ; pero , como lo re


parareis , no se enseña á un discípulo la hu◄
manidad con lecciones y frases . En este
asunto solo debe hablarse con exemplos ma

teriales. Mi Príncipe niño no tiene mal co


ra
..270 CARTAS

razon , pero naturalmente no es muy sen


sible. Las palabras pobreza , infelices , casi
no tienen para él sentido alguno , porque
es demasiado ligero y niño para repre
sentarse con viveza , y concebir fuertemen,
te , cosas tan tristes , y que nunca ha visto;
pero tiene entendimiento , " amor propio,
buen natural ,y mucha imaginacion. Tra
tase solo de fixar su vanidad en objetos dig

nos de satisfacerla , y de darle á conocer


la compasion , que no conoce , únicamente
porque nunca se ha procurado desarrollar
la en su corazon • presentándole retablos

dolorosos , que pudieran excitársela . Ha


ce ya mucho tiempo que le estoy prepa
rando una escena 2 tan nueva para él , como

tierna , y que tengo certeza de que nunca


se le borrará de la memoria , Recibireis la
narrativa 桌 circunstanciada de ella en otra

carta , porque quiero reservaros el placer


de la sorpresa. A Dios , querido amigo:
esta noche no he tenido diario que escribir,

porque mi Príncipe ha sido casi irreprehen


sible durante el dia ; y así gozo por su
causa dos satisfacciones : la que él me pro
cura , y la que me proporciona de poder
hablaros.
CAR
SOBRE LA EDUCACION. 271

St

CARTA XXXVII.
>

La Baronesa á la Vizcondesa.
0
0
Verdad es , querida amiga mia , como
% tú propia lo anteviste , que tu carta me ha
2
causado alguna estrañeza. El matrimonio
de tu hija con Valcé no ha vuelto á tra
tarse ; pero te pronostico , que se hará, por
que lo estoy viendo. Valcé acaba de titu
X
larse..... Tú consientes en recibirlo en tu ca

sa , porque quieres conocerlo , aunque ya


sabías , que era fatuo y jugador , conoci

miento que me pareceria suficiente . En fin,


• hete aquí ya reconciliada con Madama
Gerville , quien , dices , que se ha portado
muy bien en esta ocasion , reduciendo á
tu marido á que te trate con miramientos
y deferencias ..... Pero ¿no conoces , que esas
fingidas consideraciones se dirigen por el
deseo y certidumbre de ganarte ? Será un
matrimonio desaprobado de todos , porque

tu hija , ya por su nacimiento , ya por sus


bienes , no debe deslumbrarse con un títu
lo;
272 CARTAS

lo ; y tambien porque es cosa dolorosa dár


sela al hijo de una muger desacreditada,
siendo él mismo un mal sugeto . Bien sé,
que tu marido es el dueño ; pero, con pru
dente maña y firmeza , hubieras podido mu
darle la intencion ; ó bien , si hubiera per
sistido en su resolucion , cediendo en aquel
4
caso con repugnancia y pesadumbre , hu
bieras hecho el papel de Madama Gerville
verdaderamente aborrecible : adquirido ade
mas derecho para nunca mas recibirla en tu
casa , y desembozadola á los ojos del pú
blico , quedando libre de que te achaca
sen , que habias sacrificado tu hija por fla
queza y vanidad.
Aunque me dices , que
que hace ya algun
tiempo que estás contentísima con Flora,
no puedo disimularte , que la pintura que
me haces de su carácter , me disgusta mu
cho. Convienes en que su educacion podia
ser mejor ; pero cabalmente lo que te tran
quiliza , es lo que me dá mas pena. Dices
que no promete grandes prendas , pero que
no tiene grandes defectos , exceptuando el
de una suma vanidad ; y tienes certeza de
que sus pasiones nunca serán vivas. ¡ Quán
fácil y comun es descaminarse sin pasiones
vio
SOBRE LA EDUCACION. 273

violentas y á fé que es lo que mas envile


ce. Crée que , en general , la vanidad de
las almas comunes es la que, causa casi to
dos los excesos y desórdenes , que comun
mente se atribuyen á las pasiones grandes,
Una muger , preocupada de la ridícula
creencia de que la felicidad de la vida
L
consiste en superar odas las demas en
atractivos y hermosura , lo sacrifica todo á

tan extravagante quimera , hasta el pundo


nor y la honra . Verás en ella el furor de los

zelos, y el encendimiento del odio , de mane


ra, que podrás creerla agitada de una vielen ..
ta pasion. Pero hazte cuenta, que son gran
des acaecimientos , producidos por pequeñas ,
causas. Nada hay en su corazon. Tudo eli
mal procede únicamente de aquel pensa
miento , que sin cesar la ocupa . La felici
dad de una muger es ser hermosa , y pre- ,
ferida, Ya conoces al Conde de Orgaval:,
pasa por hombre , que tiene pasiones fogo- ,
sas y arrebatadas , que ni la educacion ni
su razon han podido vencer ni moderar.
Lo tienen por malo , peligroso y Athéo,
Nada de todo esto es, Tiene sí poco enten
dimiento , aunque se explica con bastante

gracia y facilidad. Ha * pasado su juven


TOM. I. $ tud
274 CARTAS

tud entre malas compañías , y rodeado de


lisonjeros viles , que tenian interés en cor-
romperlo. Lo alabáron sobre su pretendida
facilidad de decir chistes : helo aquí ya
malo. Celebráron sus fortunas en amor , y

su inclinacion á la galantería : helo aquí


fatuo y libertino. Admiráron la energía de

su ánimo , helo aquí declarado impío . Pe


ro lo cierto es , que es vano , débil y li
mitado , y que el deseo de la celebridad

lo ha perdido. Este deseo , solo es peligro


so para los necios , y para las almás comu
1
nes. ¡Dichoso el ingenio , dichoso el cora
zon noble y sensible , á quien llega á infla
mar tal deseo ! Entónces muda de nom
bre y de motivo ya no es amor pro
pio ni vanidad , sino pasion y entusiasmo

por la gloria. No obstante , siempre es


el mismo principio ; con la diferiencia
de que el uno produce extravíos y vi

cios , y el otro heroismo y virtudes. Flo


ra va ya á cumplir los diez y seis años.
En edad tan corta , y tan poco formada,
vas á casarla , y á darle , para que te
reemplace , una muger , que con tanta razon
desprecias.... ¡ Ay , amiga querida ! Vacila
todavía á lo menos : piensa en que las vir
tu
SOBRE LA EDUCACION. 275
tudes , la felicidad y destino de tu hija,
dependen de la eleccion que vas a hacer.
¡ Qué dia , tan terrible y tierno á un mis
mo tiempo , aquel en que una madre con
། duce al altar á su hija para ponerla allí
entre las manos de un estraño y darla un
dueño , que, por ventura , solo conocerá sus

derechos para abusar de ellos ! Lo cierto es


que , si se vuelve tirano , en lugar de pro
tector y amigo , ó bien si , descuidando en
teramente la santa y dulce autoridad , que
un padre y una madre le han cedido , aban
dona á la misma que debia guiar , aconse
jar y gobernar ; los padres solos son entón
ces responsables de las desgracias y descar
ríos , que pueden resultar de una union tan
mal acertada. Pero dirás , que , con seme

jantes temores , se titubearia eternamente


en el establecimiento de las hijas. ¡ Ah!
No la cases por deshacerte de ella , ni por
ni por ambicion , y ten seguridad
interés , ni
de que la eleccion que hicieres , labrará
su felicidad .

f JJ :

$ 2 CAR
276 CARTAS

CARTA XXXVIII.

Respuesta de la Vizcondesa.

Tu carta ha parado mi atencion ha

ciéndome fuerza la mayor parte de tus ra


zones , aunque veo tambien , que los co
lores con que pintas el matrimonio , ofre
ce á la muger una cadena cruel y pesada:
no me atreveria á pintárselo así á mi hija ,
y aún temeria engañarla , anunciándola tan
rigurosas obligaciones de obediencia que no
existen. Para no separarme en todo de tu
parecer sobre este punto , concedo , que la
muger no • aspire á gobernar ; pero esta
blezcamos á lo ménos la igualdad , porque.
el amor no puede admitir esas diferencias
injuriosas , que conspiran á destruirle : deseo

que el marido de mi hija sea su amante , y


que ella haga su deber por sí misma , acon

sejándoselo el corazon. Tenemos largas con


versaciones , y la persuado á que la union
del matrimonio es deliciosa y sagrada , y
á que no hay mayor felicidad, que tener al
ma
1
SOBRE LA EDUCACION . 277

marido por objeto de todos los afectos del


alma : tambien la hablo del mundo y sus

peligros , para que desconfie de sí propia ,


y precava las imprudencias , que puedan
desacreditarla : este es mi sistéma ; pero.

aguardo , como siempre , me ilumines con


tus instrucciones.
Madama Ostalis al fin se ha determi
nado á admitir el empléo , que su marido
deseaba que aceptase, y creo que eres quien
la ha determinado á ello : es verdad que
lo ha rehusado mucho ; pero , una vez ad
mitido el cargo , llenará completamente sus
obligaciones al lado de la Princesa . A Dios,
querida mia , y dame noticias de Cecilia,
pues, aunque me escribe algunas veces, nun
ca me habla de su salud , y esto me dá
algun cuidado.

CARTA XXXIX.

Respuesta de la Baronesa.

Ya que no pueda presentarte la ver


dad , como la buscas , voy , á lo ménos , á
S 3 cum
278 CARTAS
cumplir con la obligacion de una amistad
fina y sincéra , no disimulándote nada de

quanto pienso.
Me has querido decir , que el amor lo
iguala todo sí el amor de un momento,
á quien la razon destruye y desaprueba;
pero no el amor reflexivo , porque éste dá
al hombre el poder y autoridad. Has he
cho á tu hija una pintura infiel y peligro
sa del amor conyugal : ahora querrá ya en
su marido un amante , ó , por mejor decir,
querrá reynar , y la parecerá un tirano el
hombre , que no sea su esclavo. ૐ Crees

acaso, que, imbuida de quimeras tan seduc


toras , podrá contentarse con un amigo?
Con la misma franqueza , digo , que

no apruebo el que ponderes á tu hija los


peligros del mundo : esto trae para todos
los jóvenes el inconveniente de que, á fuer

za de oirlo , se les graba demasiado , y


quando se hallan en el trato de él , no tie
nen defensa contra aquellos peligros , que
se les pintáron tan terribles , dándoles á
entender , que , para superarlos ó triunfar
de ellos , era necesaria una virtud mas que
humana . Quiero suponer una muger jóven ,

sin experiencia ni consejo , y amable por



SOBRE LA EDUCACION. 279

sí misma , que entra al trato del mundo por


la primera vez. Quiero que esté en la Cor
te , y casada con un hombre , á quien no
ame : me parece que estos son muchos es
collos reunidos ; pues no pido , para preser
varla de todos sino , un poco de penetracion
y reflexa. Con un carácter semejante , em
pezará por observar : verá la considera
cion y respeto con que se trata á una mu.
ger , cuya reputacion está sin tacha : verá

que el vicio mismo rinde vasallage á la


virtud : verá al mismo tiempo á las mu
geres de mala conducta , en medio de sus
triunfos, experimentar el desprecio que me
recen y se admirará de ver el humilde
papel que hace una muger de quarenta
años con malas costumbres. Me dirás , que
en el bullicio del mundo , y en el centro
de la disipacion , es casi imposible obser
var y meditar ; pero me parece que es fá
cil mirar con atencion quantos objetos se

presentan , y hacer de ellos juicio por las


observaciones . A Dios , estimada amiga : ya

conoces , que mi lenguage para contigo es


siempre el de la amistad.
Cecilia continúa en el mismo estado,
pero su tranquilidad es inalterable ·❞ y
S 4 nun
280 CARTAS

nunca ha mostrado mas dulzura é igual


dad. El Médico de Carcasona ( que es sa

bio ) vino ayer , y estuvo una hora con


Cecilia ha salido con un semblante tan

triste de su quarto , que nos ha puesto en


cuidado. Sin embargo , ha dicho á su pa
dre , delante de mí , que Cecilia no lo pa
saba mal en aquel momento , y que no le
causaba inquietud ; pero no me aseguraré
hasta pasado el Otoño.

CARTA XL.

La misma á la misma.

Aún te quedan algunas dudas , que


rida mia. No crees que sea inútil , por
exemplo , precaver á una muger jóven y
bonita contra la turba de amantes , que su

pones la rodearán quando se presentare en el


mundo . No es la gracia ni la hermosura
lo que atrae esa turba de que hablas : la

desenvoltura es quien la congrega. Acuér


date de Madama Claroy , la mas hermo
sa muger de nuestro tiempo , y sin duda
+3 una
SOBRE LA EDUCACION. 281
una de las mas virtuosas. ૐ Oistes nunca de
cir , que alguno se hubiese enamorado de
ella ? La miraban con admiracion , pero

no la seguian , porque era muy honrada,


reservada y modesta. No así su prima , Ma
dama Clervaux , que , con un parecer tan

mediano, estaba siempre rodeada de pisaver


des á la moda . No nace el amor sin espe

ranza. Quando una muger , por linda que


sea , despierta una pasion grande , no ad
mite duda , que , en lo íntimo de su cora
zon , ella lo ha querido así , y no ha estado
libre de desenvoltura. Quiere ser amado
un hombre sensible , pero no ama apasio
nadamente hasta que ha concebido espe
ranza . El hombre , puramente vano , no
comprometerá su amor propio con desde
nes que lo humillarian. Solo busca triun

fos. ¿Por qué habia de exponerse á unos des


precios ciertos ? Exâmina bien tu concien
cia , amiga mia , y quizás hallarás que ten
go razon. Acuérdate de la historia del po
bre Caballero Herbain , á quien volcastes
enteramente el juicio, aunque le decias siem
pre , á la verdad , que nunca participarias
de sus sentimientos , y que acabarias por

no recibirlo , &c. pero al mismo tiempo lo •


re
282 CARTAS

recibias, sufrias que te hablase de su pasion


de mil maneras , que te acompañase á to
das partes , y que se manifestase solo ocu
pado en tu obsequio. ¿ No era esto darle
esperanzas ? .... Tú sabes el perjuicio que hi
zo á tu reputacion este manejo. Tú sabes,
que , quando te hablé de ello con tanto ca
lor , y tú me respondistes , no puedo curar

lo de este capricho , me encargué de su cu


racion , si querias ayudarme ; y que , en
efecto , en una conversacion sola , le hici
mos fácilmente comprehender , que no pro
cedia cuerdo en amarte tan sériamente . Por

ventura , no habrás olvidado que te dixo,


con algo de enfado!; esa explicacion viene un
poco tarde si me hubierais hablado de ese
modo seis meses hace , os aseguro , que
nunca me hubiera enamorado de vos . Te

nia razon ; y hubieras conocido mejor tu


culpa , si , en lugar de ser honrado y vir

tuoso , hubiera sido necio y malvado , por


que , entonces , hubiera podido fácilmente
vengarse calumniándote , y á la verdad
que , segun tu conducta , ( aunque en lo
substancial inocente ) , hubiera encontrado
pocos incrédulos.
Vengamos á lo que me dices sobre el
amor.
SOBRE LA EDUCACION . 283
amor. Sostienes que la muger , que no ama
re á su marido , no se libertará de buscar
un amante. Si estas no son tus expresiones,
á lo ménos este es su sentido. Repites : que
el corazon se hizo para amar . Convengo
en ello. Necesita un sentimiento , que lo
1
3 agite y ocupe ; pero ¿ es necesario que sea

Ya amor ? Es cosa casi generalmente recibida ,


que se debe , en el curso de la vida , ex
perimentar una pasion grande . No hay jó
ven , que no haya oido hablar de esta fa

talidad quimérica . En otros tiempos se en


tretenia á la juventud con cuentos ridículos ,
ordinariamente compuestos de buena fé , y
siempre escuchados con crédula sencilléz .

Hoy está el entendimiento mas ilustrado , y


no lo engañan , pero engañan al corazon .
A fuerza de disertar sobre el sentimiento ,
se ha hecho de él una definicion falsa tan

léjos de la naturaleza , como contraria á la


razon . Es una contradiccion singularísima
la que se nota sobre este punto entre el
lenguage de las mugeres , y el de los hom
bres. Los unos se agotan en disertaciones
sobre la fuerza de una pasion , cuya exîs
tencia niegan determinadamente los otros ,
quando conferencian entre sí. De una par
te
284 CARTAS
te, es la más sublíme metafísica de otra ,

cabalmente todo lo opuesto. Puede concluir


se de aquí , que conviene desconfiar igual
mente de una pomposa ostentacion de pon
derados sentimientos , que de la afectacion
de una vana bravata. En los nuevos prin
cipios de educacion , crée una madre hacer
prodigios , permitiendo á su hija que lea
estas que se llaman Novelas morales , como,
por exemplo, la Princesa de Cleves , donde
dicen que se encuentran tan bellos exem

plos de virtud , resistiendo la heroina con


valor y fuerza á la mas violenta pasion .
Al ver el extremado sentimiento que la do
mina , y los espantosos combates , que sus

obligaciones excitan en ella , ( si es que


puede creerse , que esto sea una pintura
fiel de corazon ) , parece como necesario
creer , que el amor es del todo indepen
diente de la voluntad , que es inútil opo

nerse á sus progresos , y que entónces la


virtud solo es un tormento de mas . Por

cierto que es un objeto moral bien satisfac


torio. Una jóven , imbuida de tal lectura,
se casa , sin amar al esposo que la destinan;
y se casa , creyendo , que algun dia tendrá
una gran pasion . Aguarda con inquietud
aquel
SOBRE LA EDUCACION. 285
aquel momento fatal . Llega pronto. El pri
mero que la habla de antor , es precisa
mente el que el cielo envió á A este mundo

para despertar en ella un sentimiento , que


ha de ser el tormento de su vida. A Dios
reposo , á Dios sueño. Perdióse para siem

pre la dulce libertad ; y su lugar es ocupa


do por una negra melancolía , que sucede
le
№4 á la jovialidad. En fin , es la misma Prin
18‫ا‬ çesa de Cleyes ; y aún se dá en pensar,

1. que se ama mas que la Princesa , ó que el


autor , por ventura , ponderó su resisten
cia , cosa que ya se habia sospechado algun
tanto..... Un amante tierno y apasionado ar
rança , por fin , la declaracion que solicita.
No dexa de haber remordimiento en los

primeros instantes de una nueva flaqueza.


Hay aflicciones , hay gemidos , y se culpa
al destino ; pero no tarda en desprenderse
el velo , se debilitan las ideas romanescas,
conoce la heroina , con admiracion , que

ya no ama , ó , por mejor decir , que nun


ca ha amado , vé que se engañó , y que,
no ha encontrado aquel objeto quimérico,
que habia de haber agotado11 su sensibili
dad.I Primero lo espera ; luego lo bus
ça " sin ser por eso mas felíz ; no se des
ani
286 CARTAS
anima , y de errores en errores , se van des
vaneciendo los bellos dias de su juventud,

como un sueño fatigoso , que no dexa des


pues de él sino ideas confusas , y vagas me
morias de mil locuras , igualmente estrañas
que absurdas. Entónces hace reflexîones
amargas : lo pasado la humilla , lo futuro
la espanta , y queda desvanecida la ilusion.
Abandonada ya de la lisonjera corte que

la rodeaba , se halla extrangera y sola en


medio de su familia , y de sus hijos. Lee
sobre sus rostros la horrible sentencia que
la condena : la persigue el desprecio : la 1
consumen el tedio y los pesares ; y , para
colmo de males , aún no está mas que á la
mitad de su carrera.
Me parece , que es muchisimo mas fá

cil encontrar una muger , que no haya te


nido amante , que encontrarla , que no ha
ya tenido mas que uno. El paso primero
es el difícil. Una vez dado , lo restante del

camino es muy resbaladizo, Con todo , sé


que hay exemplos en contrario ; pero son
tan raros , que deben mirarse como excep
ciones. Quando el amor nace , no es muy
vivo , sino un simple movimiento de pre
ferencia , cuyos prógresos es fácil contener,
de
SOBRE LA EDUCACION. 287
dexando de tratar al objeto que lo promue
ve. Este es el + medio mas seguro y no
tarda en borrarse la memoria , sin mucho
trabajo. Pero si se titubea , si se quiere
formar ilusion sobre el sentimiento que se

se experimenta , ó ponderarse su vivacidad,


será la resistencia mas penosa , y la victo->
ria mas difícil. No hay muger sensible ren
dida á una pasion , que no haya mucho
tiempo ántes previsto su ruina. La que com
bate de buena fé , esa no será jamás venci
da. Las resoluciones de una virtud sólida

y firme no pueden destruirse en un mo¬:


mento , porque , á no ser así , fuera la vir

tud una quimera vana y aflictiva. Aquí es


donde conviene descenderná lo íntimo del
corazon preguntémosle , que su respuest
ta valdrá mas que un tratado de moral.:
Me ocurre una reflexîon bastante singular..
París es centro del tumulto y de la disipa
cion. La distraccion , que % nace de tantos:

y tan varios objetos , deberia hermanarsel


mal con el amor , que siempre se pinta
misterioso y solícito de la soledad pues
con todo , se manifiesta incesantemente ba
' xo todas formas : quando en las Provincias,

F léjos del ruido y torbellino del mundo , no


se
288 CARTAS

se vén las mugeres dominadas de gran


des pasiones allá en el retiro de sus ca
sas : aman comunmente á sus maridos y 1
la vida campestre no les despierta ideas ro
manescas. Los labradores y provinciales, co
mo ménos distantes de la naturaleza , no
sienten otro amor , que una sensacion muy
pasagera , que ciertamente no merece el
nombre de pasion ; bien que sean , no obs-,
tante , capaces de mucho afecto á sus pa
dres , mugeres é hijos. ¿Sería, pues, necesario
creer , que solo nuestra imaginacion exâl
tada produce efectos tan contrarios , en lu
gar de buscar su origen en el corazon ? ……
.
A Dios , querida amiga : Cecilia , á quien
entregué tu última carta , me encarga te in
cluya la adjunta : está reconocidisima á
tantas pruebas de amistad como la has da
do hablamos , sin cesar , de tí , á quien

digo , que , quando Cecilia no tuviera mas


mérito , que saber apreciarte , solo por eso
la amaria del mismo modo.

で。

CAR
SOBRE LA EDUCACION. 289
1.

y 5 ba
0 CARTA XLI.

0
La misma á la misma.
no ว && 237
La t. aerv {ན་
Con qu
qué fin ,
é , en fin crees ya firmemen
te que tu hija ama al que ha de ser su
marido ? No , amiga mia no temas ya mi
censura : una cosa es hacer a una amigal
reflexiones , que pueden ser útiles , y otra
obstinarse en condenar lo que está hecho .
Por cuya razon , desde ahora me intereso
verdaderamente por el Caballero Valcé ,
pasando la vista por todo , y no parándo
me sino en las ventajas que hallas. Me di- !
ces , que permanecerá en casa tu hija , y
esto lo apruebo con gusto , pues , de ese
modo, podrás vigilar su conducta , ganar la
confianza y amistad del marido , y preser
varla de los consejos de su suegra.
Me acuerdo ahora , que te pareció
demasiado severo lo que te dixe , en cierta -
ocasion , sobre la lectura de romances é his
torias ridículas. Solo conozco tres novelas
verdaderamente morales , que son : Claris
TOM. I. T sa,
290 CARTAS
sa , Grandisson , y Pamela , las que quie

ro lean mis hijos á su tiempo , esto es , á la


edad de diez y ocho años . Esta lectura , á
esa edad , y dirigida por mí , no solamen
te no será peligrosa , sino que, al contrario,

les formará el juicio , y hará conocer los


defectos , inconseqüencias , exâgeraciones ,
y poca verdad , Se que se halla en la novela
mas famosa con lo que no se aficionarán á
un entretenimiento frívolo , que desordena
las ideas y el corazon . Obsérvalo así para
con tus hijas , y créeme , querida amiga .
Me pides * noticias sobre Adela . Dibuxa
ya una cabeza muy bonitamente . Sabe de
memoria la Cronología de todas nuestras
tapicerías históricas . Sus muestras * de escri
bir la han enseñado , y con mucho órden,
la Historia Santa. Habla el inglés como

Brígida , y comienza á leerlo muy bien.


Descifra pasaderamente la música vocal , y
executa sobre el harpa , á poco mas ó mé
nos 9 los pasages mas difíciles . Todavía

no sabe mas que la primera regla de la


Arithmética , pero calcula singularmente
bien. De su letra y ortografía tú puedes
juzgar. Creo , que en esto no hay criatu
ra de su edad que la aventaje. Como cum
pli
SOBRE LA EDUCACION. 291
plirá ocho años el dia diez de Octubre
próxîmo , esto es , de aquí á tres semanas,
voy á hacerla leer una obra sobre la his

toria , que he compuesto para ella , intitu


lada : los Anales de la virtud. Contiene
35 la narracion de las bellas acciones , y de

los rasgos singulares y memorables , saca


dos de la historia general y particular de
todos los pueblos de la tierra , desde la
creacion del mundo hasta nuestros dias in
! clusivemente , siguiendo un órden cronoló
gico . He colocado cada historia , segun su
grado de antigüedad , ó , algunas veces , se
gun la trabazon que tienen entre sí , co
mo , por exemplo , la China y el Japon ,
la Francia y la Inglaterra , &c. Cada his

toria empieza por un compendio geográfi


co , que precede á los pasages sueltos . Co
mo particularmente he compuesto esta obra
para la infancia , he deseado, sobre todo, que
pudiese formar el juicio y el corazon . Un ni
ño , desde la edad de ocho años hasta la de
doce , no es capaz de reflexionar , si no le
ayudan ; y aún , durante este tiempo , creo
que es peligrosísimo darles á leer aquellos
historiadores , que con razon miramos como
excelentes . Estas obras , buenas para no
T 2 SO .
292 CARTAS
sotros , porque sabemos pensar , nada valen
para ellos. Los niños se dexan fácilmente
deslumbrar por todo lo que tiene cierto ay

re de grandeza, y no puede parecerles odio


sa la injusticia , quando resulta de ella una
accion brillante , y quando se vé coronada
con un buen suceso. ¡ A quántos Príncipes
jóvenes no ha trastornado la cabeza la vida
de Alexandro el Grande ! Sabido es hasta
que punto inflamó la imaginacion de Cár
los XII. semejante lectura , siendo todavía
niño. Me he aplicado en mi obra , princi
palmente , á juzgar de los hombres , y de

las cosas , por su precio verdadero , y á no


alabar sino lo que merece alabanza ; y , en
fin , á presentar , sobre cada carácter y ca

da acaecimiento , reflexiones que puedan

poner á Adela en estado de juzgar algun


dia por sí misma con exactitud , quando
leyere nuestros buenos historiadores

CAR
SOBRE LA EDUCACION. 293
G

te

CARTA XLII.
S 12200
-73

De la Vizcondesa á la Baronesa.
es
la
¡ Ay, estimada, amiga mia! ¡ Que dia és
t2
te que acaba de pasar! ..... No hay reme
dio.... Flora se casó ya.... Por fin ,, ha pro
Por fin
nunciado el juramento respetable , que para
siempre la liga.... Su suerte, desde ahora pa
raen adelante independiente de mí , está
ya
J
fixada..... Y fixada sin mas recurso.... •
Circunstancias hay , sin las quales nunca
conoceria una persona de quanta sensibili

dad es capáz. La que nunca ha visto á su


hija peligrosamente enferma , ó aún no la
ha casado , no puede saber completamente
lo que es ser madre..... No puedo pin
tarte lo que ha pasado en mi alma desde
ayer. Ciertamente que tengo otro corazon,
otros ojos , y otro modo de pensar . En fin ,
no soy la misma..... De repente he nota
do , que mi hi hija es, en verdad , lo que

mas amo en el mundo , y que todas mis fe


licidades penden de su suerte. No he podi
T3 do
294 CARTAS
do comprehender , como no ha sido el cui
dado de su educacion el asunto principal de
mi vida..... Me reprehendo duramente de
haberla descuidado , de haberla casado tan

jóven , y de haber hecho una eleccion , cu


yos inconvenientes toco ahora. La conduc
ta de Madama Valcé se me representa á
la memoria con los mas odiosos colores: me

sonrojo , oyendo á mi hija llamarla ma


dre..... Si hubiera yo sido dueña esta ma
ñana , y si hubiera podido romperlo todo,

mi hija estubiera libre , y todavía conmi


go..... Su marido me parece un fatuo , sin
entendimiento y sin carácter..... Añade
á todas estas penas la vista de Madama
Gerville , que ha pasado aquí todo el dia,
y que triunfa de su poder , y de los pe
sares que me causa ... ¡ Ahora si que siento,
en lo íntimo de mi alma , quán dichosa se
ría , si hubiera seguido tus consejos ! ... Po
seyera la confianza de mi marido , mi hi
ja tendria una educacion consumada , la
flaqueza y la vanidad no me hubieran he
cho cometer imprudencias , y yo no sería
presa infeliz de inútiles pesadumbres....De
veinte y quatro horas á esta parte , no he
tenido un instante de alegría ni de con
sue
SOBRE LA EDUCACION . 295

suelo.... La una es de la madrugada : todo


el mundo está aún jugando en la sala, pero
yo me escapé , á media noche , para encer
.
an rarme contigo en mi quarto ...... ¡ Conti
go! ..... En efecto te hablo , mas tú estás
D

á doscientas leguas de mí..... Amiga de


C
mi corazon , me has abandonado ...... Ten
a
go , sí , algunos amigos , que vén lo que
he
sufro , y me compadecen , pero su compa
sion me humilla mas que me consuela , por
que me parece una . reprehension indirecta

de mi conducta , viendo yo , que , en efec


to , soy desgraciada por culpa mia : tal es
pecie de compasion vá siempre mezclada
con un cierto menosprecio , que la hace
insoportable no quiero mas compasion
que la tuya : qualqu iera la apre
que sea ,
que no me la rehu
cio necesito : ¡ por Dios
y n
ses ! ...Escribiéndote estoy , y estoy llora
do. Nunca , nunca me he visto tan
... •
amargamente afligida . ! ... tan triste, y tan
desalentada !... ¡ Cabalmente el dia en
que he casado á mi hija , dia que debiera
Me pa
ser el mejor de mi vida ! .... ¡
rece , que soy extrangera en mi propia
casa! .... Imaginate , que mi marido hace
dos dias , que ni aún ha procurado verme
un
T4
296 CARTAS

un solo instante para hablarme de Flo


ra..... Esta tarde se ha tratado de la pre

sentacion de mi hija. Madama Valcé , su


suegra , la propuso para despues de maña
na , ó de hoy en ocho dias , dexando
á mi
marido la libertad de la eleccion. Yo dí á

entender ,. que queria un término mas lar


go ; pero mi marido hizo como que no me
habia oido , y se determinó por el mas in
mediato. Otras mil cosillas de este género

me han contrarrestado , y afligido mucho


mas de lo que debieran ; pero tú conoces

mi genio , y sabes que soy extremada en


todo , sin medida ni moderacion no soy
capaz de inquietudes : aquello que temo,
es cierto á mis ojos no sé apesadumbrar
me á medias no conozco otros límites,
que los de la desesperacion. A Dios , mi
querida amiga , á Dios . Compadéceme ,
amáme , escríbeme , y piensa , que tú sola
puedes consolarme , ó, á lo ménos , templar
mis penas. A Dios : tengo un dolor de ca

beza fortísimo ; y · casi quisiera tener una


verdadera enfermedad de cuidado , á ver
si entónces venias á ser mi enfermera. Te

aseguro , que moriria de muy buena gana ,


porque me es poco apreciable la vida.
CAR
J
SOBRE LA EDUCACION. 297

CARTA XLIII.
2

Madama Ostalis á la Baronesa .

e No tenga Vm . cuidado , tia mia , de la


situacion de Madama Limours : es natural ,
que , habiendo escrito á Vm. el mismo dia

del casamiento de su hija , lo hiciese cont


tanta angustia , porque, en efecto , se halla
ba en un lastimoso estado ; pero , gracias á
Dios , es tan fácil de tranquilizar como de
entristecer. Fuí á su casa la mañana des

pues del casamiento , y la encontré con


una melancola grandísima : al tiempo de
irme , sabiendo que su marido estaba en
casa , fuí con el mio á verle á su quarto:
le hablamos ambos con naturalidad sobre

los procedimientos que usaba con su mu


ger sonrióse , y preguntóme , si iba de par
te de Vm. á predicarle , y luego siguió
con seriedad , quejándose con alguna razon
de los caprichos de su muger ; pero hacien
do tambien justicia á las qualidades ama
bles que tiene y quando le dixe que su
mu
298 CARTAS
muger estaba algo indispuesta de resulta de
los disgustos , me ofreció hacer quanto juz
gase á propósito para restablecerla en
efecto , su nuevo manejo ha sido tal , que
ha hecho en su amiga de Vm. toda la im
presion felíz que esperábamos .
; qué lástima , que con tanta ge
Pero i
nerosidad, buenos modales y talento, no ten
ga la Vizcondesa conseqüencia en las ideas,
y un poco mas de constancia ! Finalmente,
en el dia está muy contenta , atendida de
su marido , satisfecha de su hija , y de su
yerno , y aún de la madre del yerno. Vm .
desea que la diga algo sobre Flora , ó , por

mejor decir , la Marquesa de Valcé ; y le


diré á Vm . con sinceridad mi sentir. Ha cre

cido mucho desde que Vm. se fué : dicen


que tiene muy buen cuerpo , porque la
cintura es sumamente delgada : es morena,
tiene tan hermosos ojos como la madre,
pero ni tiene su gracia , ni su fisonomía
agradable ,, y
y el temor de descomponerse
hace todos sus movimientos duros y violen
tos. Por lo que toca á su instruccion, se ex
presa todo en una sola frase : bayla con to
da perfeccion : en fin , creo que tiene poco

talento , dudo que tenga buen corazon , y


ase
SOBRE LA EDUCACION. 299
E aseguro que es muy artificiosa.
Su marido es absolutamente nada : mu

cha viveza aparente , y ninguna idea coor


dinada : su conversacion consiste en repe

tir con mucha gravedad lo que acaban de


decir los otros , por lo qual se ha hecho
insoportable á todos.
Ahora , tia mia , permítame Vm. que
la hable un poco de mí : mis dos niñas
mellizas las dexo con mi suegra , pero so

lamente por un año , y quando cumplan


los cinco , volverán á mi compañía : se di
ce , que este proyecto es insensato , pues,
estando al lado de una Princesa , es imposi
ble pueda educar mis hijas : es verdad , que
los viagillos de verano me tendrán fuera
de París cerca de dos meses ; pero , duran
te estas ausencias, las dexaré confiadas á una
persona muy segura , y quando sean ma
yores , las meteré en un Convento por
aquel tiempo del año : finalmente , haré
ménos visitas , no iré al bayle , ni al tea-.
tro , sino para acompañar á la Princesa, y

de este modo tendré todo el tiempo nece- >


sario para cumplir con su Alteza , y edu

car mis hijas.


A Dios , tia mia : dígnese Vm. diri
gir
300 CARTAS
girme en todo , porque ¿ qué puedo hacer
sin Vm. ?

CARTA XLIV.

Respuesta de la Baronesa á Madama


Ostalis.

Sí , querida mia : soy de tu parecer :


quando amamos el cumplimiento de nuestro
deber , no hay caso ni situacion en que no
podamos cumplirlo , pues , estando decidida
la voluntad , el tiempo nunca falta.
Quiero , hija, hacerte algunas reflexîo
nes sobre la manera con que debes proce

der en tu nuevo estado y ocupacion honrosa .


Primeramente , nunca olvides , que tu
familia ha deseado y solicitado para tí ese
empléo , y esta memoria te preservará de
la comun ridiculéz de quejarte , sin cesar,

de las obligaciones que trae consigo : no


caigas jamás en tal falta , y procura amar
con verdad á la Princesa , á cuya inmedia
cion te hallas , porque merece ser amada

por sus prendas personales. Estoy persuadi


da
SOBRE LA EDUCACION. 301

da á que ha de distinguirte mucho , quan


do conozca tu carácter honrado , y la bon
dad de tu corazon : entónces serás envidia

da , y se reunirán los esfuerzos de los en


vidiosos para malquistarte con la Princesa :
unos le hablarán de tí mal sin rebozo , y
otros lo harán con mas arte y destreza .

1 A todas estas persecuciones has de opo


ner sólo inocencia y generosidad : sé siem
pre desinteresada , noble y verdadera : nun

ca te valgas de tu privanza para hacer


daño á tus enemigos : manifiesta que los
C
conoces , y hazleş justicia en todo aquello
que la merezcan : no te quejes de ellos ,
y si la Princesa se irritase , por conocer que
te insultan , haz quanto esté de tu parte
para templarla.
Este es, hija mia , el arte superior á to
do oculto manejo , arte ignorado de las almas
comunes, y que te vengará de los mas peli
grosos enemigos , sacándote triunfante de
su envidia. A Dios , hija mia : ya sé que

haces grandes progresos en la pintura , y


que te vas haciendo maestra : procura cul
tivar siempre los talentos , y cree , que tus
adelantamientos en todo son para mí de
infinita complacencia.
CAR

KI BC
ND
302 CARTAS

CARTA XLV.

La Baronesa á la Vizcondesa.

En fin , estimada amiga , ya no nos


queda esperanza alguna del restablecimien

to de nuestra amable Cecilia : ya va lle


gando al término en que ha de acabar su
largo sufrimiento : hace mas de dos meses
que lo está conociendo y anunciando ella
misma el Médico de Carcasona > llama

dó Lambert , la ha prohibido que hable


á su familia sobre su peligrosa situacion .
Ayer mañana recibí un papel suyo escrito
de su mano , en el qual me rogaba fuese
inmediatamente á verla : lo executé en

aquel propio instante :: el Caballero Ay


meri , y su hija Madama Valmont , habian
ido á hacer una visita á la vecindad , y
encontré á Cecilia sola en la casa . Estaba

sentada en un camapé , pues aún no ha


guardado cama un solo dia : me quedé
admirada al ver su abatimiento y palidéz :
animóse un poco al verme , y me hizo sen
tar
SOBRE LA EDUCACION. 303
tar á su lado. " Conozco , me dixo , la sen
" sibilidad de Vm. , pero , ántes de expli

» carme , debo asegurar , que es imposible


"9 haya una muger mas completamente di
» chosa que lo soy en el dia ..... Sí Se
» ñora: debo despedirme de Vm. para siem . 1

» pre. " Al decir esto , empezó á derramar


$ lágrimas , y , sin poderme contener , hice
lo mismo , de modo , que estuvimos algu
nos momentos sin poder hablarnos ; pero , al
1 fin, continuó Cecilia preguntándome : " ¿ Es
39 posible Señora , que mi felicidad aflija á
}
1 »Vm. ! Sepa Vm. amiga mia , que Dios ha
» mudado mi corazon , aquel corazon en otro
98 tiempo tan débil ..... En la cabaña de
» Nicolasa recibí el golpe , que me va
99 luego á privar de la vida : ¡ lo que en

» tónces padecí , ni puede explicarse , ni


» concebirse! .... Aborrecí mi exîstencia ,
» sin dexar de mirar la muerte con espan

»to y horror , pues donde no hay inocen


cia y pureza de alma , no hay verdade
ro valor. Finalmente , quando me cre
» yéron fuera de peligro , conocí , que me
» acercaba al sepulcro : aproveché el tiem
" po , reconocí mis faltas , y la culpable
ilusion de todas las pasiones humanas:
>> me
304 CARTAS
» me atreví á levantar á Dios los ojos con
» fiada en su misericordia : oyó mis rue
» gos , y me volvió la paz y tranquilidad :
» elevó mi alma hasta él mismo , y se hi
» zo objeto de todos mis afectos , y dul
""
» ces esperanzas .
A medida que Cecilia hablaba , se iba
disipando su palidéz , animándose sus ojos,
y hermoseándose su cara con la mas noble
expresion : el tono entero de su voz , la
dulzura de sus miradas , y la augusta sere

nidad de su rostro , me hacian pasar insen


siblemente de la ternura á la admiracion;

la miraba como á un Ángel , y la escucha


ba con respeto.

Explicóme , en fin , las razones que te


nia para desear verme : una de ellas era
pedirme que preparase con maña á su pa
f
dre y hermana , para el triste caso , que juz
gaba estar muy cercano. Reflexiona , pues,
estima amiga , con quanto pesar , y repug
nancia me encargaria de semejante comi
sion. El Caballero Aymeri , y su hija , no
vian en la situacion de Cecilia mas que

aquella laxîtud natural , que es conseqüen


cia de las enfermedades graves. Mas como
el amor nos hace pasar fácilmente de un
ex
}

SOBRE LA EDUCACION. 305


extremo al otro , presintió su desgracia

Aymeri á las primeras palabras que pro


nuncié ; y , como si aún conservase algun
ceso de
rayo de esperanza , ceso de preguntarme,
y se fué á encerrar en su quarto. Mada
ma Valmont me obligó con las mayores
instancias á que la contase casi todo lo que

me habia pasado con Cecilia. Ha tres dias,


5,
que no la he visto ; pero me escribe , que
su hermana continúa en el mismo estado,
que su padre está abismado en el mas pro
fundo dolor , y que la perfecta resignacion
y angélica piedad de Cecilia le dan todos
aquellos consuelos , que está capaz de re
cibir. avlai 5 ] 2 હું : મૃ
A Dios , amiga : Creo pasar el dia
de mañana con Madama Valmont , y no
lo concluiré sin escribirte, on 25 ki

Le sad obouq cale clip ' e 65" cha o des


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CARTA XLVI.
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De la mis ma á la misma.
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eup of chos iamo sapine , si cup i ai
(4. Ah! ya no existe! .. ! . ¡Qué es
pectáculo he presenciado ! ... Solo es
digno ahora de compasion el desgraciado
aballero Aymeri! ¡ Ah ! si por una fal

, irreparable la verdad , pero expiada


con diez años de arrepentimiento , castiga el
Cielo con tanta severidad qué deben,
pues , temer los padres inhumanos que
pretenden defender la atrocidad de su in
justicia • Tengo la imaginación tan lle

na de quanto he visto hoy ; y el corazon


tan condolido , que no puedo hablar de
otra cosa. Escucha , amiga , la triste narra
que será fiel y verdadera. Llegué es
cion ,, que
ta mañana en casa de Madama Valmont
cerca de medio dia : hallé toda la casa

consternada , y me dixéron , que Cecilia


habia pasado tan mala noche , que fué
preciso enviar á llamar el Médico : que
recibió los Sacramentos , y que luego se
SS -me
SOBRE LA EDUCACION. 2307

mejoró algo , de, modo que acababa de


levantarse. Entré en, su quarto , y la hallé
recostada en un sillon de brazos : su padre

y hermana junto á ella y el Médico dán


dole una bebida, Al mismo tiempo le " de
cia su padre , llenos ,los ojos de lágrimas:
"Y¿por qué , hija mial, 羞 nos Cquieres qui
tar todasesperanza . La respuesta
es de Cecilia fué abrazarle amorosamente , y
01 estarsen ambos unsrato sin, hablar : luego
preguntó á su hermana , donde estaba Cár
los pues deseaba verle. Fuéron á buscar

ley vino Carlos Cecilia le hizo sentar


al pie de su1silla , y reparando que tenia
húmedos los ojos , le dixo sonriéndose : Cár
los mio , con que has llorado ?. El entón
ces la besó una mano, y se quedó con la
cabeza apoyada 7 en las rodillas deḥsu ( tia,
no atreviéndose á levantar la cara , porque
Aloraba mucho. Cecilia , que sintió la ma
no humedecida con las lágrimas de su so
Ce
brino , le dixo : Si fueses menos jóven ,
» Carlos , comprehenderias , que quando
se ha vivido bien , el λ momento en que
» me ves , es el mas dichoso de la vida:
*❞
mi cuerpo está débil y cansado , pero mi
» alma está tranquila y satisfecha : muero
&
▼ 2 * se
TAS
308 CAR

» segura , Cárlos , de que serás siempre


» consuelo y apoyo de mi padre , y da
» que le amarás tanto como yo " .…… . Aca
badas estas palabras , Cárlos , bañado en
lágrimas , se levantó impetuosamente , y
se abrazó con su abuelo , quien le acogió
en su pecho con la mayor ternuray lue

go , tomándole por la mano , se fué con él


donde pudiese llorar con libertad , y) en
tregarse todo á su pena. Un instante des
pues nos pidió Cecilia , que nos fuésemos
á comer ; y ya te harás cargo , que no fué
larga la comida. Madama Valmont estaba
obstinada en conservar alguna esperanza :

pero yo no tenia ninguna , porque el Mé


dico me habia asegurado , que Cecilia 番 no
podia vivir veinte y quatro horas. Levan
1
tados de mesa , nos volvimos al quarto de
Cecilia , la encontramos tranquila , y el
Cura , que la acompañaba , nos dixo , que
le parecia se encontraba mejor. Nos senta
mos al rededor de su silla , y , al cabo de
un momento, nos dixo Cecilia , que queria
probar á andar algunos pasos. Su padre y
el Médico la ayudáron á levantar , y la
iban sosteniendo ; pero apénas habia anda
do quatro ó seis pasos , quando se detuvo
(8 re
SOBRE LA EDUCACION. 309
repentinamente , y exclamó : ¡ O , padre
mio ! .... A esta exclamacion dolorosa la
abrió su padre los brazos , y ella se dexó

caer en ellos el Médico la tomó el pulso,


é hizo señal al Cura , quien al propio tiem
po tomó un Crucifixo , se acercó á Cecilia,
y en voz alta la, dixo aquellas terribles y
é
piadosas palabras : Encomiende Vm , sú alma.
á Dios. Cecilia abrió entonces los ojos , los
S
levantó al Cielo , y arrimó hácia su pecho
el Crucifixo. En esta disposicion , así su ros
tro como toda su persona tenia una expre

sion noble , que arrebataban el corazon y


la vista. Hecha esta oracion mental , se

dexó caer de rodillas , y dixo á su padre;


" Señor , deme Vm. su bendicion. " El pa
dre se la dió , acompañada de estrechísi
mos amorosos abrazos , y dexando caer Ce

cilia la cabeza sobre el pecho de su ? afligi


do padre , espiró.
Despues de narracion tan triste , creo
que no aguardarás otras noticias: bástete sa

ber ademas , que el dolor del pobre Ca


ballero Aymeri es superior á quanto pue
dan imaginarse los que no han tenido hi

jos. Le he casi forzado á venirse conmigo


á B ** la misma tarde con Madama Val
V3 mont
310 CARTAS

mont y su hijo Cárlos ; y quando le vea


mos en estado de recibir los consejos de la
amistad , le empeñarémos á que haga algun
viage con su nieto , porque esta especie
de distraccion es la única que puede ali
viarle en su situacion. A Dios , amada ami
ga : escríbeme , porque ." estoy triste bien
sabes hasta que punto llego á estimar á
mis amigos , quando los veo con pesares ,
y desgraciados. ;L.

CARTA XLVII.

El Conde de Roseville al Baron.

Tengo á Vm . prometido , amigo y


Señor , noticiarle una escena muy singular,
que estaba preparando á mi discípulo : nó
he podido satisfacer ántes á su curiosidad

de Vm. porque deseaba presentarle un


quadro , á quien no faltase circunstancia ,
y he necesitado seis meses de cuidado pa
ra darle la última mano .

Tengo dicho á Vm. que mi Príncipe


está adornado de bellas prendas : tiene ta
len
SOBRE LA EDUCACION. 311

lento , imaginacion , y buen natural ; pe


7 ro habia reparado siempre en él una cierta
1 sequedad , que me contristaba ; bien que
e en parte lo atribuía á su poca experiencia.
Si nunca se ha tocado la desgracia , ó si
nunca se ha visto de cerca el espectáculo
1478

n terrible del infortunio y de la miseria , no es


á posible ser verdaderamente compasivo. No

5, pueden grabar las narraciones en el cora


zon los sentimientos , que han de ser com
batidos por todas las pasiones facticias y

contagiosas , engendradas de la corrupcion.


Para esta grande obra no sirven palabras,
sino exemplos , y sobre todo imágenes vi
vas , que dexen para siempre memoria in
deleble en un alma , que aún está tierna
y pura..
Penetrado de estas ideas , me resolví á
buscar en la Ciudad , ó en sus cercanías,
una familia infeliz cercana á perecer baxo
el espantoso · peso de la miseria . Para no en

gañarme en esta averiguacion , me valí de


un hombre bienhechor , que reparte entre,
los pobres desgraciados mas de las tres quar
tas partes de una hacienda considerable, ad

quirida por sus trabajos y empresas de co


mercio. Este hombre extrangero , llamado
V 4 An
312 CARTAS
Anglure , cuyo nacimiento y pátria se ig
noran , habla igualmente bien muchas len—
guas , y ha cerca de diez años , que vino
á establecerse en una casilla á las orillas del

Lago *** : la singularidad de su género de


vida movió la curiosidad de mi Príncipe
á querer verle . Anglure le contó una his

toria digna de interesarle , y desde aquel


momento le manifestó particular estima
cion. Poco tiempo despues le empleó en
diferentes negociaciones , y le honró con
su confianza : dos años há que 1 Anglure se
retiró de la Corte , y vive pacífico y soli- ,
tario en su primera casa , de la qual ha
hecho una de las mas deliciosas que se
encuentran en las cercanías de esta Capital .
Fuí en efecto á buscarle tres meses

ha para comunicarle mi proyecto , y ha


llamos , en fin , lo que buscábamos. Pe
ro ántes quise preparar
el ánimo del
The
Príncipe con la estratagema de hablar al
gunas veces á Sulbac con misterioso sigilo,
de manera , que puse á mi Príncipe en la
mayor curiosidad de saber aquel secreto:
le dixe , que era muy niño todavía para
hacerle una confianza semejante , de lo que
quedó muy mortificado , y con mayores
an
SOBRE LA EDUCACION. 313
ansias de saberla. A la mañana siguiente

(como lo teniamos concertado ) estando jun


tos en el gabinete del Príncipe , entró Sul
bac con precipitacion , y me dixo : ya lo
e he encontrado.... Entónces fingí una ale

gría extraordinaria , y le respondí : vamos


allá al instante. ¿ Cómo ? ( me preguntó el
1
Príncipe inquieto , y curioso ) ¿ૐ Vm. va á
salir ? Si Señor , le respondí , por dos ó
tres horas. Tomé mi sombrero y espadin,
envié á buscar los que debian quedarse con
el Príncipe durante mi ausencia , le abracé,
y le dixe á Dios. Entónces no pudo refre
narse mas , y empezó á llorar. Manifestán
dome admirado y compadecido , le pregun
té la causa de aquel llanto , y fué su res
puesta rogarme , que le hiciese sabedor de
aquella novedad : dudé un poco , pero al
ཁ་ 1
fin cedí á sus ruegos. Tomé al Príncipe,
sentéle sobre mis rodillas , sentáronse to
dos
, y dirigiéndome á él , le dixe : Señor,
Sulbac y yo acostumbramos todos los me

ses separar una porcion de nuestras rentas


para alivio de los desgraciados , á quienes
oprime la miseria : acostumbramos tambien
uno y otro hacer varias averiguaciones pa
ra no emplear nuestro dinero , sino en gen
tes
314 CARTAS

tes honradas y pobres . Seis semanas há que


pusimos ambos á la lotería , y 4 sacamos un
terno de treinta mil reales : formamos in

mediatamente el proyecto de hacer feliz


toda una familia con la mitad de esta can
tidad : consiguientemente compramos á tres
leguas de aquí una hacienda corta , pro
veida de todo lo necesario á una labranza ,

y moblada la casita con el aseo convenien


te : buscábamos una familia muy pobre y
virtuosa , y la hemos al fin * ballado : está
en uno de los arrabales de esta Ciudad , y
queremos ir á visitarla nosotros mismos . En

tónces , interrumpiéndome Sulbac , me di


xo : ¡ quál será tu alegría , quando veas al
desgraciado Alexo Stezen y á su familia,
y quando dés la vida á quatro hijitos , á su
padre y madre , y á un venerable anciano,
cerca todos de morir de hambre al tiempo
que nuestro mensagero llegó allá esta ma
ñana ! No pudo oir mas el Príncipe , y
tomándome una mano , se abrazó de mí

diciendo amigo mio , maestro mio , llé


veme Vm. consigo para que vea eso. Abra
céle entónces tiernamente , y le dixe una
vez que V. A. es sensible , vendrá con no
sotros á la casa de Alexo Stezen : sí , Prín
ci
SOBRE LA TEDUCACION. 315
記 cipe mio : es VA digno de ver tal espec
táculo. La alegría del Príncipe al oirme
fué indecible me llenó de agradecimientos
Z
y caricias y me dió mucha priesa para
✰ 3
que salieseniostopen s
es Salimos al fin por una escalera oculta,
tomamos un coche de alquiler , y, acompa
1, ñados solamente de dos criados , nos pu
simos en camino el Príncipe , Sulbac , y
yo. Eran las cinco de la tarde , y como es
tábamos en lo mas fuerte del invierno , era
1
enteramente de noche , el frio excesivo,
el coche mal cerrado , y nuestro abrigo po
co. Sulbac le dixo al Príncipe : juzgue
V. A. por el frio que ahora padecemos , el

que habrán sufrido los infelices que va


mos ahora á socorrer , pues han pasado el
invierno en una especie de granero sin ca
mas, y sin ninguna especie de abrigo..... El
Príncipe respondió con un profundo suspi
ro lleno de expresion y sentimiento , señal
segura de que se abria su corazon á la hu
manidad. Gozábame interiormente de mi

obra , y sentia tan dulce emocion , que no


podia proferir ni una sola palabra. Al ca
bo de media hora, entramos en una callejue
la estrecha , donde se paró nuestro coche.
Gri

}
316 CARTAS

Gritó entonces el Príncipe : aquí es sin


duda ya hemos llegado y diciendo esto,
queria salir del coche el primero. Encen
diéron una hacha , y entramos en una casa
derruida : subimos con mucho trabajo cien
to y veinte escalones , y luego tuvimos, que
continuar subiendo por cuna escalera de
madera , que nos conduxo al granero habi
tado por la infeliz familia. Entramos , y le
hallamos alumbrado con una triste lámpa
ra : vimos recostado sobre un poco de pa

ja á un hombre como de treinta años , que


estaba desmayado: una muger, jóven y her
mosa , bañada en lágrimas , le sostenia en
sus brazos , mientras un venerable anciano

le aplicaba al olfato un poco de vinagre:


tres criaturas estaban sentadas á sus pies , y
una muchacha , de lindo parecer , de nueve

á diez años , cuyas carnes cubria tan solo


una camisa desgarrada , estaba arrodillada,
haciendo oracion á Dios , y vertiendo un
diluvio de lágrimas..... Semejante espec

táculo , que no esperaba , me sorprehen


dió totalmente. Al mismo tiempo fué vol
viendo en sí el enfermo , y supimos , que
aquel accidente lo habia causado el alimen

to que le habiamos enviado ( único susten


to
SOBRE LA EDUCACION. 317
to que tomó por la primera vez despues
de no haber K comido en tres dias ) , pues
1
$
r šeste desgraciado ya para que kupiese mas
pan á su padre , muger' , é hijos , se habia
obstinado en no comer. Luego que le reca
nocimos en estado , le dimos una bolsa con
bastante cantidad de dinero , a cuya vista,

aturdido y admirado , exclamó : ¡ O hijos


de mi alma ! ¡ dad gracias á estos generosos
desconocidos y tú muger , yoVm . padre
¡pónganse todos á sus pies ! Nos rodeó to
da aquella familia , dándonos los mas tier
nos testimonios de su vivísimo reconocimien

to , excepto la muchacha , que, vergonzosa


de comparecer á nuestra vista , se habia
retirado á un rincon , sin atreverse á llegar.
... En medio de toda está escena , bien

se hará Vm. cargo , amigo mio , que nada


me distraeria de observar á mi Príncipe,
quien considéraba aquel espectáculo , tan
nuevo para él , con la mayor curiosidad y

ternura escuchaba y miraba con tan pro


funda atencion , que se le caían las lágri
mas , sin conocerlo él mismo. Arrimado á
mí , y respirano apénas , lo observaba to

do ; y habiendo sido quien primero advir


tió el encogimiento sencillo y modesto de
la
31-8 MOYOACIAR TAA SITE ?
Ja muchacha , separóse de mí , fué hácia
donde ella estaba y arrojándole su mismo
capote , la T dixo con eso podrás acercar
te..... Comb podré explicar á Vm; ami
go, la admiracion y alegría deliciosaj : que
me causó esta acción ! No pudes conténer
me; y tomándole en mis brazos , le dixez
ya estoy pagado , hijo mio , de mis fatigas
y cuidados y no pude continuar , porque
el llanto me cortó las palabras. bi 0022 D
Hicimos baxar á Alexo Stezen á un

quarto cómodo en el primer piso de la ca


sa : su padre , muger é hijos , le 2 siguieron,
y , dexándolos acomodados en aquel nuevo
domicilio , nos despedimos...
Aquella misma noche, antes de acostar
nos, encargué al Príncipe , que á nadie con
tase nuestra aventura: me prometió , que so
lo al Rey su padre la contaria, quien , como
Vm. vé , era el primer sabedor de ella , y
quien nos habia suministrado los medios cos
tosos de dar una leccion tan magnífica
He aquí , amado amigo, la historia que
tenia á Vm . ofrecida ; porque vivo muy

convencido deJ que quanto ' pertenezca á 1 la


.educacion , interesa á Vm. considerable
mente.
He
SOBRE LA EDUCACION. 319
E He sabido con mucho pesar el matri

monio de mi sobrina ; pero me lisonjeo,

de que mi hermana casará de otra manera


á su segunda hija , y que volveré á " la

= pátria para encontrarme en las bodas de


Teodoro y de Constanza . Ojalá pueda ver
union tan deseada , y que mi amado Prín
S cipe confirme algun dia las esperanzas que
de él tengo , pues si tal consigo , ningun
mortal sobre la tierra podrá comparare su
felicidad á lamia! change nå 2* C10
2407

do crediad Al
CARTA XLVIII.
11 . 63 3.4c
( ****
El Baron al Vizconde.
260 C3
Fi xa of ma orded L 55243

Sí , Vizconde mio : no conoceriais á


Teodoro. Su tez no es blanca ni delicada
como la de los niños criados en París le

ha crecido la cabeza , y se ha fortificado á


proporcion. Esta metamorfosis es debida,

no solamente al ayre puro que aquí respi


ra , sino tambien á la vida activa que ha
ce. Está acostumbrado á sufrir , sin inco

modarse , el calor , el frio , el viento NG y las


MA llu
320 CARTASK :102
lluvias. Estos varios hábitos los ha ido ad

quiriendo poco á poco , sin precipitacion ni


exceso pues , para fortificarle el cuerpo,
no he tenido la crueldad de hacerle pade
cer , ni exponer su vida. Cierto Filósofo

quiere que no se tome precaucion alguna


con los niños , sino que se les dexe caer , las

timarse , y exponerse sin cesar á los mas


grandes rigores de las estaciones. Al mis
mo tiempo que prescribe todas estas cosas,
cae en el inconveniente que tanto enco
mienda evitar , como es el de hacer des
"graciados á los niños. Despues dice : " ¿Qué
» ha de pensarse de aquella bárbara educa
» cion , que sacrifica lo presente á lo fu
» turo incierto ? .... &c. " Y en el mis
&
mo volúmen dice tambien : Armemos
99 siempre al hombre contra los accidentes

> inesperados corra mi discípulo por las


» mañanas descalzo , y en toda estacion,
» por el quarto , por la escalera ; por el jar
» din léjos de reñirle , lo imitaré , &c."
€ 4 No es tan fácil esta imitacion. Confie

so , que no imitaria á Teodoro , si , en el


1
mes de Enero , se pasease en mi parque,
sin medias ni zapatos. El Filósofo , para
armar á su discípulo contra los accidentes
in
SOBRE LA EDUCACION . 321
interrum
inesperados , perturba su reposo ,
pe su sueño , lo despierta apresuradamente ,
D
y lo hace levantar á media noche en fin,
no veo criatura mas atormentada é infeliz
que su pobre educando. Otra idea del mis
E21 243

mo Filósofo me parece todavía mas peli


grosa : " Acostumbrad al discípulo , dice,
a. » á no contar con su nacimiento , ni con su
15 » salud , ni con sus riquezas asustad y he

rid su imaginacion con los peligros , que,


» sin cesar , rodean á todo hombre : vea

» á su alderredor todos aquellos abismos , y,


al oiroslos describir , abracese con VOS
temeroso de caer en ellos."
Y todo esto á fin de hacer al niño com

pasivo. Tomemos otro método para cumplir


con este objeto , porque aquel solo le ha
·
ria perezoso . Al mismo tiempo que ense
ñeis á vuestro discípulo á no contar con
la salud ni con las riquezas , manifestadle
todos los recursos , que, en los mas temibles
reveses , quedan siempre al hombre fuerte

y virtuoso pintadle al hombre noble , pa


ciente , y superior á su destino , que por
lo mismo será mas interesante : vuestro dis

cípulo lo compadecerá mas ; pero esta com


pasion , lejos de afeminar su alma , le co
TOM. I. X mu
322 CARTAS

municará mayor grandeza y elevacion. La


lástima se hace sublíme unida á la admira
cion. Por último , de esta manera el niño
se sentirá íntimamente movido de la situa
cion de vuestro heroe , no quedará ame
drantado de su suerte , y se prometerá po

der soportar un destino semejante con igual


virtud , si tal fuese algun dia su fortuna. A
Dios , Vizconde mio : os aseguro que , á

pesar de todas las felicidades que aquí dis


fruto , pienso con muchísima complacencia
en que partiré de aquí á un año , por
ser el instante que ha de reunirnos.
Aymeri marchó ayer con su nieto,
Dá principio á sus viages por el Norte,
que no ha visto , y va derechamente á ***.
Le he dado una carta para el Conde de
Roseville , quien ciertamente le estimará,
porque como son dos hombres de tanto mé
rito , es preciso , que recíprocamente se

avengan.

CAR
SOBRE LA EDUCACION. 323

CARTA XLIX.

La Baronesa á la Vizcondesa.

1 Quince dias ha que Adela y Teo


2 doro se viéron puestos á duras pruebas,
pero saliéron de ellas á satisfaccion mia.
2 Conocen ambos de tiempo á esta parte ,
quan importante es dominarse á sí mismos,
y quan despreciable cosa ser capaz de fal
tar á su palabra. Como Adela tiene nue
ve años , y su hermano diez , pensamos,
que despues de muchas pruebecillas , que
casi todas nos han salido bien , podiamos
arriesgar una enteramente seductora ; y que
ya era tiempo , (sirviéndome de la expre
sion del Caballero Albano ) de que empe

zasen sériamente su curso de virtud expe


rimental. Primero es necesario decirte , que,
de dos ó tres meses á esta parte , parece
que se ha disminuido mucho aquella es
pecie de antipatía , que reynaba entre Brí
gida y Dainville. Este se adelantó á dar

las primeras disculpas , y Brígida las reci


X 2 bió
324 CARTAS

bió con dignidad , pero sin enfado , de ma


nera , que las antiguas querellas están ca
si enteramente olvidadas. Dainville dice

públicamente , que Brígida es una muger


de verdadero mérito , y Brígida conviene
en que Dainville , en lo substancial , es un
mozo bellísimo . Con arreglo á todas estas
circunstancias hemos formado nuestro plan.

No habrás olvidado , que Adela , unos


diez у ocho meses ha , se mofó cruelmen

te de Brígida , colocando en su quarto el


fatal perfil del Emperador Vespasiano , y
que tal procedimiento disminuyó mucho, en
la apariencia , el cariño con que Brígida
miraba á Adela , y particularmente su con
fianza . Tambien es necesario que sepas , que

mi hijo , por su parte , dió , hácia aquel


mismo tiempo , muchos motivos de queja á
Dainville. Acuérdate de todo esto , y em
piezo mi narracion.
Adela notó un dia , que Brígida esta
ba sumamente triste y pensativa . Pregun
tóla el motivo. Brigida suspiró , mudo de
colores , se confundió y guardó silencio.
Aumentarónse las preguntas de una parte,
y las agitaciones de la otra. Entonces asal
tó á Adela la mayor curiosidad que en su
vi.
SOBRE LA EDUCACION. 325
vida ha tenido : Instó , rogó , apretó. Ti
tubeó Brígida , pero al fin dixo : ¡ Ay! ¡ Si
pudiera yo contar con vuestra amistad y
discrecion! ¿Dudais de mí? replicó Ade
la.... Es verdad que soy niña ; pero mas
estimaria morir que revelar:: un secreto.
$
Amada Brígida , ¿me teneis por algun mons
truo ? No : repuso Brígida : todo os lo diré
esta tarde , si nos paseamos solas. ¿ Por qué
no ahora ? añadió Adela . No puedo,
continuó Brígida , porque es largo de con
tar. ¡Valgame Dios ! dixo Adela : ¡ te
ner que aguardar hasta la tarde ! Así
conviene , contestó Brígidas y os preven
go , que si de aquí allá cometeis la menor
indiscrecion , esto es , si manifestais vivos
deseos de hallaros sola conmigo , ó si me
haceis la menor señal de inteligencia , nada
os diré. Una palabrita no mas , replicó
Adela ¿ Sabe mamá....? - No , señora,
respondió Brígida ,: nadie sabe nada. Bien
que mi proyecto sea declararlo algun dia
á vuestra señora madre , no será , con todo,
hasta de aquí á algunos meses ; con que
ya veis ,, que
que debereis igualmente callárse
lo. Ya sabeis que os ha dicho mil veces,
que no debeis confiarla el secreto de otro;
1
X 3 aun
326 CARTAS
aunque tambien os ha repetido , que toda

confianza que no se le quiere hacer , debe


seros sospechosa. ¡ Pero de vos , replicó
Adela, á quien mamá estima tanto ! _Cier
to es , que el caso es muy diferente ; pero
os juro , que lo sabrá algun dia.— De
qualquiera otro , repuso Adela , rehusaria
saber un secreto , que me prohibiesen con
flar á mamá ; pero. ... Aceptais el mio?

interrumpió Brígida : ¿no es así ? Creo,


respondió Adela , que puedo aceptarlo sin
escrúpulo , ¿ Con qué , volvió á pregun
tar Brígida , me dais palabra de honor de
guardarlo fielmente ? Os la doy : respon
dió Adela. Basta , pues , repuso Brígi

da.... En este momento quedó interrum


pida la conversacion , con mucho disgusto de
la curiosa Adela . Entró un criado á de
cirla , que yo la llamaba , y dexó á Brí
gida , pero salió tan conmovida , que aún
se lo conocí en la cara , quando entró en
mi quarto . En el mismo tiempo tenia Dain
ville con mi hijo en su quarto igual con
versacion , y recibió igual promesa . Ya co
nocerás que Adela y Teodoro aguardáron

con impaciencia la hora del paseo ; pero


quedáron frustradas sus esperanzas . No los
de
SOBRE LA EDUCACION. 327
dexamos ni un instante, y se fuéron á la ca
ma, sin saber el secreto. Desnudándose Ade
4
la , pidió á Victoria , que fuese á buscar
á Brígida , solo por un instante . Brígida
respondió , que no podia ir , y la pobre
Adela se acostó muy melancólica . A la
mañana siguiente , Biígida la dió quejas
Сс
amargas , diciéndola : Habeis cometido
mil indiscreciones : me enviasteis á llamar
» á noche ; y siendo así que ordinariamen

» te estais tan contenta junto à vuestra ma


» dre , pareciais distraida , inquieta , y me
» mirabais , sin quitarme los ojos , ocupada
» toda en observarme. En fin , todo el mun
do reparó que no estabais con vuestro
" regular sosiego . Por tanto, me he determi
" nado á experimentaros más, ántes de con
fiaros mi secreto ; de modo , que no lo
1
" sabreis hasta de aquí á ocho dias , como
" á dicha época no tenga yo que objetaros
» imprudencia alguna. " Ya comprehende
rás lo cruel que pareció esta sentencia ; 'pe
ro fué indispensable conformarse. Teodoro,
por su parte , obedeció la misma ley . Por
fin , pasados aquellos ocho mortales dias,
recibiéron Adela y Teodoro el prémio de

su paciencia , y consumada discrecion . Re


X 4 ve
328 CARTAS

velóseles el gran misterio , y supiéron que


Brígida y Dainville estaban casados secre
tamente dos meses habia . Déxase conocer

quan extraordinaria les pareció semejante


noticia. Por lo pronto no sintiéron otra co
sa , que la alegría que les infundió la hon
ra de ser juzgados dignos de una confianza
tan importante. Pero no tardáron en cono
cer , que un secreto suele ser pesado y di
fícil de guardar. Aquella noche misma , ha
llándome sola con Adela , la dixe : quiero
noticiarte una cosa que te interesa , y es
que pienso en un establecimiento ventajoso
para Dainville , esto es , en un matrimonio
que podrá ser su fortuna.... A esta pala
bra de matrimonio , se inmutó Adela , y
yo hice como que no habia notado su tur
bacion. Proseguí mi discurso diciéndola :
quiero casarlo con una viuda muy rica,
natural de Carcasona : no dudo de su con
sentimiento y , por reservarle el gusto de
la sorpresa , no le instruiré de este asunto
hasta que esté totalmente evaquado : con
que así, cuidado en no hablar de esto con
nadie , ni aún con Brígida.... ¿ Por qué
te pones colorada , Adela ? la pregun
té. bern ૐ Yo , mamá ? me respondió . Sí;
la
2
SOBRE LA EDUCACION . 329
la repliqué te hasJ sonroseado, quando pro
nuncié el nombre de Brígida. ――― Es que.....
= mamá... Por ventura imaginarás , que

Brígida tiene la misma aversion que tenia


á Dainville . No , mamá , no al con

trario. ――――― ¿ Cómo al contrario ? ¿ qué quie


a res decir ? Nada , mamá . gggg ¿ૐ Sabes al
guna cosa particular sobre eso? Yo ....

Por mí , hija mia , estoy persuadida á que


Brígida conserva en efecto algun rencet
contra Dainville. De qualquier modo que
sea , te prohibo absolutamente decirla ni

una palabra de este matrimonio proyectado.


4. de conversacion. Cayó
Dicho esto , mudé
Adela en una meditacion profunda " Y
con no sé que pretexto la envié al quarto
de Brígida. No la habló de nuestra con
versacion , pero la suplicó con la mayor
instancia que me lo confesase todo , y aún
se ofreció á prepararme para ello , todo lo
qual rehusó Brígida positivamente. A la
mañana siguiente , paseándome sola con
Adela, le manifesté alguna inquietud sobre
su salud, ¿Estás triste , hija mia ? la pregun
té : ¿ qué tienes ? — Nada , mamá . Me
parece que estás distraida , y # preocupada.

¿ En qué piensas ? ¡ Mamá ! ¿Cómo


es
330 CARTAS

es eso , hija mia ? ¿ te corta mi pregunta?


Todavía no se han cumplido quince dias,
que me asegurastes amorosamente ( y fue
en este mismo jardin ) que nunca titubea
T
rias en confiarme tus mas secretos pensa

mientos , qualesquiera que fuesen , como


yo te preguntase . . . .Donde no hay con
fianza total , nó hay verdadero amor.—
Pues yo , mamá , siempre os diré todos mis
secretos. --- Supuesto eso , dime : &¿ En qué
pensabas ahora ? .... Respóndeme.... Pe
to ¡ qué es lo que veo ! ¿ lloras ? De

no poder deciros , mamá. pero sin em


bargo , es cierto que no mentiré. - Pues
¿ qué tienes ? Mamá , " ¿ debo deciros el
secreto de otro , quando me lo pregun
tais ? ¡ El secreto de otro ! Pues que, ¿sa
bes algun secreto que ignoro? Sí , mamá,
y un secreto muy grande . ¿ Descubier
to acaso por casualidad ? No , mamá:

me lo han confiado , y me han hecho dar


palabra de honor de que no os lo diria.
¡ Cómo te has arriesgado á obligarte á se
mejante cosa ! ¿ No conocistes , que te ex
ponias , ó á faltar á tu palabra , ó á enga
ñarme , no respondiendo con verdad á mis
preguntas ? ¡ Mira quan peligrosa puede
ser
SOBRE LA EDUCACION. 331
ser la curiosidad ! Mamá ,, yo
yo confié en
S que no me preguntariais. Pero junta
mente con ese deseo era menester haber

tenido mas imperio sobre tí misma , y no


$2. manifestarte distraida y preocupada. Mas
quando hubieras tenido sobre este punto
1. toda la prudencia imaginable podias esca
parte de esta pregunta tan sencilla , que
á menudo suelo hacerte : Adela , ¿ en qué

piensas ? Entónces hubiera sido necesario


mentirme (mentir á tu madre , á tu única
ý verdadera amiga ) ó faltar á tu palabra ,
descubriendo el secreto. Yo pensé , ma
má , que cumpliria con todo , confesando
que sabía un secreto , y que , quando su
pierais que habia prometido guardarlo , no
me mandariais deciroslo . - Pero ello es,
hija mia , que , confesando saber un secreto,
se falta á medias á la promesa de guardar
lo , y muchas veces se revela del todo . Por

exemplo , en tu situacion , ¿ de quién pue


des tener que guardar un secreto importan
te ? ¿ૐ De tu padre ? No los tiene para mí.
De alguna criada ? Te tengo prohibida
toda especie de conversacion con ellas . De
algun hombre no es posible que sea. Lue
go fácil es de adivinar , que este secreto
te
332 CARTAS

te lo ha confiado Brígida ; y basta saber


esto para penetrar lo restante ántes de aca
bar el dia. De manera , que no has cum

plido con el empeño que tomastes de no


ocultarme jamás cosa alguna. Has dado li
geramente tu palabra de honor. Has co
metido muchas indiscreciones indirectas de

algunos dias á esta parte. Y has descubier


to , por último , el secreto de que eras de
positaria. ¡ Mira quantas culpas reunidas!
Y todo esto por falta de reflexîon , y por
no haber podido resistir á los impulsos de
una curiosidad frívola . Acabó esta ex
hortacion , mandándola positivamente que
no hablase á Brígida de nuestra última con
versacion . La dexé ocho dias en una incer
tidumbre cruel para un genio tan impa
ciente y curioso como el suyo. Ignoraba , si

me habia yo explicado con Brigida : si és


ta sabía la confesion que yo habia arranca
do , y si yo misma estaba noticiosa , ó no,
del matrimonio secreto. Como no se atre

via á preguntar , y como nada podia pe


netrar por nuestro manejo , estaba en una
duda tal , que no fué para ella la prueba
mas fácil de sufrir. Pero , instruida , ya por

la experiencia de sus primeras faltas , tuvo


bas
SOBRE LA EDUCACION. 333

bastante dominio sobre sí misma para callar


constantemente , y manifestar un rostro se

reno y tranquilo . Llegado que fué el ins


tante fixado para el desenlace , me presen

tó Brígida una mañana á Adela , y la di


xo abrazándola : el secreto que os he con
fiado , señorita , ya no lo es , y ahora voy
á noticiaros la verdad. Como me habiais da

do motivo para que yo dudase de vuestra


amistad , he querido experimentaros ántes
de volveros toda la mia. En conseqüencia ,
os he confiado un secreto imaginario. Lo

habeis guardado con bastante fidelidad á


ciertas luces. No habeis hablado de él á
vuestro hermano. No habeis dado á sospe

char á Dainville que lo supieseis. Y habeis


evitado la ocasion de revelarlo á vuestra

señora madre. Al mismo tiempo me habeis.


cuidadosamente ocultado lo que os habia
prohibido decirme. Y habeis manifestado,
que tomabais verdadera parte en mi suer
te. Todo esto es indubitablemente mucho

para vuestra edad , pues no teneis mas que


nueve años y medio. Veo que tensis buen

corazon , y que sereis discreta , quando


estuviereis ménos dominada por la curio
sidad , y quando tuviereis mas fuerza y

$po
334 CARTAS

poder sobre vos misma. - Pues ¡ cómo! ex


clamó Adela : no estais casada con Dain
... ¿ Podiais pensar , señorita , di
ville ? ....

xo Brígida , la cosa hubiese sido


que si
cierta , os la hubiera yo confiado ántes que
á mi ama ? ‫ ܝܢ‬Bien te lo dixe , Adela, aña
dí entónces , que debias mirar como sos
pechosa toda confianza , que te encargaban
ocultarme. Y si hubieses tenido un poco

mas de razon , ¿ no hubieras echado de ver ,


que Brígida solo queria probarte , y que
no podia aconsejarte que me faltaras , co
nociendo que tus obligaciones para conmi
go son sagradas ? No te se presentáron en
el entendimiento unas reflexiones tan sen

cillas. ¿ Por qué ? Porque estabas toda ocu


pada en la averiguacion de aquel importan
te secreto porque te dexabas dominar de
una curiosidad fogosa ; y porque toda pa
sion , abandonándose á ella , ciega y per
turba el juicio.
Confio , querida amiga , en que me

perdonarás una narracion tan larga , y


tan menuda , en la apariencia , pero que
no te será inútil 1 si quisieres sincera
mente adoptar mi método. Las leccio
nes así dadas , son las únicamente prove
cho
SOBRE LA EDUCACION. 335
f chosas , y con ellas haré pasar á mis dis
7
cípulos por todas las pruebas que podrán
formar su carácter , y fortificar sus princi
pios. Quando se presentaren en el mundo ,
conocerán por su propia experiencia , sin
} que sea á costă de su reputacion y felici
dad , todos los inconvenientes de la lige
1 reza , de la precipitacion , de la indiscre

0 cion , de la curiosidad , de la flaqueza , & c.

1 Sabrán , en fin , combatir contra sus pasio


nes , y triunfar de ellas. Teodoro ha sufri
do la prueba , que acabo de circunstanciar
te , todavía mejor que Adela , porque ha
sido irreprehensible en su compostura , y
ni aún ha hecho un gesto , que pudiese dar
motivo á sospechar que era depositario
de un gran secreto ; pero tiene un año mas
que su hermana , y , quando la educacion
es verdaderamente buena , un año mas quie
re decir mucho.

CAR
TAS
336 CAR

CARTA L.

Madama Ostalis á la Baronesa.

Hoy cumplo veinte y tres años , que


rida tia mia , y no puedo celebrar mejor
el dia de mi nacimiento , que hablandoos
por escrito. Pero quando pienso que há

ya tres años mortales que estoy separada


de vos , y que aún se retardará un año lá
felicidad de véros , se me entristece el co
razon. Mas , en fin , experimento á lo mé
nos el gran consuelo de haberme portado,
léjos de vuestra vista , como hubiera pódi
do hacerlo , continuando vos en ser mi
guia , y de haber seguido con la mas escru
pulosa puntualidad el plan que me trazas
teis en aquellas cartas preciosas , donde en
cuentro tan circunstanciadamente todo quan

to puede indemnizarme de la distancia que


nos separa. No os dirán seguramente , quan
do volvais , que vuestra hija tiene desen
voltura , aquel vicio odioso que me ha- I
beis hecho mirar con tan justa y profunda
aver
SOBRE LA EDUCACION. 337
aversion. Por tanto , á ninguno he trastor

nado el juicio , y aún puedo vanagloriar


nunça habrán podido decir , con
me de que nunca
razon , que hombre alguno ha estado ena
morado de mí. Verdad es , que , segun me
lo teniais tan recomendado , he conserva

do aquella compostura sencilla , sosegada


y natural , á que me habiais acostumbrado;
no hago continuos gestos ; no voy sola,
esto es , sin mi suegra , hasta de dos años
á esta parte , y casi siempre con mi mari
do ; no he recibido gentes en mi casa has
ta el año pasado ; no se compone mi so
ciedad sino de personas juiciosas ; no voy
al bayle de la opera ; y , finalmente , no

monto á caballo . Por cuyo conjunto de co


sas no es de maravillar , que haya tenido
la dicha de conseguir una reputacion ca
bal. Disfruto gozosa de este bien , y como
conozco lo que vale , no dexaré de con
servarlo.
Nada satisfactorio tengo que deciros
de Madama Valcé. Madama Limours, ciega
en todos los puntos relativos á aquella, está
persuadida á que ama tiernamente á su ma
rido , pero no lo creo. Se ha hecho muy
desenvuelta , y quando su madre no la
TOM. I. Y vé,
AS
338 CART

vé , se aplaude de ello , y tiene tan poca


entendimiento y pundonor , que piensa que
esta franqueza la sienta muy bien , y que
manifiesta un candor amabilísimo. Imagino,
tia mia , que no parecerá de muy buen gus
to dicha ingenuidad. A mi me parece tan
ridícula como indecente . Pero se ha corre

gido mucho de aquel ayre afectado que


tenia á los principios de su matrimonio. No
habreis visto en vuestra vida cosa mas.bu

lliciosa : siempre está en el ayre , y su ca


beza en un movimiento perpetuo. Me pare
ce que si yo fuera desenvuelta , procuraria

agradar , no solo con mi conversacion y


mi persona , sino con mi entendimiento ; pe
ro Madama Valcé toma medios opuestos.
Para que formeis una idea de ello , voy á

pintaros un desayuno , que hubo ayer en


casa de Madama Limours. No habia mas
mugeres que ésta , Madama Valcé , y la
+
Condesa de Germeuil , muchacha de mi
edad , casada quatro años ha , que ni es
bonita , ni amable , pero tiene aseo , gra
cia , y mucho atolondramiento y afecta

cion , con la qual ha seis meses que Ma


dama Valcé tiene amistad íntima. Iba el

desayuno medianamente alegre , quando


Ma
SOBRE LA EDUCACION. 339

Madama Limours recibió una cartas, que

la precisó á salir al instante . Nos dexó


# diciéndome : que me encargaba que fuese
yo la caperuza de su hija. Un momento

despues de su salida , anunciaron al Caba


Hero Creni , y al Marques de L***. Di
cen que el primero está enamorado de Ma
+ dama Valcé , y que el segundo lo está
0 igualmente de Madama Germeuil . Estaba
yo sentada entre dichas dos damas , y sú
bitamente noté en su compostura , y (co
mo ellas dicen ) en su modo de ser , una

[ maravillosa mudanza. Madama Valcé em

pezó de repente á quererme con la mayor


ternura , me abrazaba , me: hablaba conti
nuamente al oido para decirme cosas co

munísimas , daba despues carcajadas inmo


deradas y violentas , y todo acompañado

$ de unos meneos de cabezas imposibles de

1 pintarse , y que me mortificaban muchísi

mo , porque á cada minuto me refregaba


en la cara sus plumas y gasas. En fin, vien
do que yo la correspondia mal , se levan
*
tó , como tambien Madama Germeuil , y
ambas se pusiéron á pasear por la sala : an
daban abrazadas mutuamente por sus cin
turas
0 , y despues de haberse así movido
Y 2 blan

CARTAS
340
blandamente como un medio quarto de ho
12
ra , se sentáron juntas sobre un camapé,
se colocáron en perspectiva , y solo perma,

neciéron el tiempo necesario, para que se


reparase , que en aquella posicion forma →
ban el mas lindo quadro del mundo.
Finalmente , me volví á casa sin po
der comprehender como hay mugeres tan
necias , que formen el proyecto , y conci
4
ban la esperanza de volcar el juicio á los
hombres con semejantes medios. Mucho
mas me gusta la especie de desenvoltura
de una Inglesa , á quien el Caballero Her
bain conoció en sus viages. Era hermosísi
ma ; pero, por un capricho bastante nuevo,
despreciaba las conquistas debidas solo á su
persona. Quando queria trastornar algu
na cabeza, renunciaba á todo adorno, ocul
taba su hermoso pelo, y la mitad de su ca
ra , baxo un sombrero grande , y , emboza
da con una capa , encubria su ayroso ta
lle ; pero desplegaba todas las gracias de

su entendimiento ; y , con las sales picantes


y seductoras de una conversacion sólida y
aguda , triunfaba siempre de las competi
doras mas bonitas , mas de moda , y me
jor prendidas. Por tanto , con tales medios,
aña
SOBRE LA EDUCACION. 341
añade el Caballero Herbain , nunca des

pertó * caprichos , sino grandes pasiones. A


Dios , amada tia 2 mia parto al instante
para Versalles : volveré despues de maña
na , y os escribiré , enviándoos la caxita

de música , que me habeis pedido.... Vie


nen á buscarme , y me aguardan : A Dios:
vuestra hija os abraza tan tiernamente co
mo os * ama.
ཏཉྩིནྟི

CARTA LI.

La Vizcondesa á la Baronesa.

C
4.8
Cada dia estoy mas contenta de mi si
tuacion , amada amiga ; esto es , mas con
tenta con mi hija , pues mi felicidad pen
de de su conducta , y del cariño que me
tiene. Debo aplaudirme de haberla propor
cionado un marido de su gusto , pues sien
do tan altiva , como sabes , no hubiera po
dido sufrir lo contrario. Ella tiene grandes

defectos , lo confieso , pero los ocasiona su


mucha viveza , y el poco disimulo de que

es capáz. Tambien sabes , que hubo tiem


Y 3 po
342 ACARTAS
po en que llegué á sospecharla de falsa en

algunas ocasiones , y que esto me afligia


mucho ; pero , gracias a Dios , ya f estoy
desengañada , pues lo que parece artificio ,
17
noxes, mas que ligereza é inconseqüencia :
que son sus defectos dominantes. " Ha he
cho ahora eleccion " de una amiga , que es+

tima mucho es de la misma $1 edad que


ella , casada quatro años ha ..y tambien
muy distinguida por su nacimiento y con
ducta , y por lo bien admitida que está en
la sociedad : veo á mi hija regocijada con
el dulce entusiasmo , que inspira la agra

dable recíproca correspondencia de la pri


S...
mera amistad .

Hablemos ahora de un objeto mas in


teresante para tí. Constanza no tiene el gra
cejo ni los modales de su hermanas pero
su hermosura régular y honesta $ 1. su dul
zura , ingenuidad 1 y buen ! genio invaria
ble , la grangean la estimación de todos : su
raciocinio y juicio es mas de lo que cor
responde á la edad de siete años. Como es
sensible , tímida , poco demonstrativa , for
mal y sumisa , se concilia el amor , pero no
agrada como su hermana. Creo que su ge
nio , y la especie î de talento que tiene , te
con
SOBRE LA EDUCACION. 343

convendrán igualmente , y encontrarás en


ella una muger modesta , razonable y refle
xîva , que colmará tus ideas. ¡ Ojalá que
pueda contribuir á la dicha de nuestro ama
ble Teodoro , y qué podamos ambas uni
das aplaudirnos de su comun felicidad ! ¡ O
amiga ! ¡ qué léjos están aún tan deseados
tiempos ! Y aguardándolos , ¡ quántos sa
crificios haces ! Los admiro , y me pesa ca

da dia más de no tener tu constancia y filo


sofía. A Dios.
! nic , nos.

CARTA LII.

Respuesta de la Baronesa.

Te doy la enhorabuena , estimada ami


ga , de la felicidad que ahora disfrutas.
Asegurada , como estás , del corazon de tu
hija , pienso , como tú misma , que debes
sobrellevar y tolerar +4 sus defectos : amete,
y eso basta. No dudes que la edad y el

tiempo reformarán insensiblemente su carác


ter. Me dices , que ha elegido ya una ami
ga. Permíteme , que, sobre esto , te comuni
Y 4 que
344 CARTAS
que algunas reflexiones , que en otros tiem
pos hice en el mundo , quando era obser
vadora y testigo de los acaecimientos de
la sociedad. Aquel artículo de tu carta me
las recuerda , y , por ventura , no te serán
inútiles . Dando á los gustos pasageros y

frívolos los sagrados nombres de confianza


y de amistad , es como se ha llegado á po
ner en duda la existencia de un sentimien

to , que nunca se ha conocido. La rápida


succesion de movimientos vivos y tumul

tuosos , agota y diseca el corazon , sin ha


ber podido llenarlo jamás. La inconstancia
nace de la necesidad de amar. Se quiere
hallar un objeto donde colocar el cariño,
se muda por el deseo ó Yla esperanza de lle
gar á fixarse , y se pasa la vida , buscan

do lo que , al cabo , se cree una quimera,


porque no se ha encontrado. Todos estos
errores
3 vienen
+ de las preocupaciones que
nos pegan , y que diariamente se multipli
can. Un sentimiento , con tal que fuese ver
dadero , le bastaria al corazon , y nos per

suaden , que , para ser completamente feli


ces , es necesario experimentarlos á un mis
mo tiempo , todos. Como para hacer la fe
licidad una cosa ménos comun , se estable
cen
Y
1
SOBRE LA EDUCACION. 345
cen diferiencias que no existen ; se dán á
un mismo sentimiento una infinidad de nom
? bres , se le divide de este modo en muchas
ramas , y se asegura , que la completa fe
-
B licidad consiste en hallar los objetos , que

J deben llenar aquella lista numerosa. Voy


1 á hacerte el cálculo de ellos , segun las
ideas recibidas . Una muger jóven 窗 así ins
truida , si no ama á su marido , sabe que
es necesario el amor , y busca un amante;

saber tambien , que debe amar á sus padres,
lo qual forma un sentimiento aparte , que
nada tiene de comun con la amistad los

cuida los visita ; y he aquí establecida es &


ta especie de sentimiento , y todo quanto
exige tiene hermanos y hermanas , que
son otros sentimientos, á que aplica nombres
particulares. No la basta todo esto : necesi
ta una amiga viene la simpatía á su socor
ro y la descubre, al cabo de seis meses, el
objeto digno de poseer toda su confianza,
Ademas de esto , sé necesita lo que se lla
ma amigos , porque es necesario poder de,
cir, mi amiga íntima, y mis amigos, lo qual
es muy diferente. A estos amigos pertene
-
cen las semi confianzas , los secretos mo
mentaneos , y
están en la pequeña lista.
... Ade
TOP
346 CARTAS

Ademas , si están enfermos , hay mucha


prisa á encerrarse con ellos , á preservar.
los , á cuidarlos : se les visita diariamente;
deben ser cinco ó 1 seis ; tienen un mismo
Jugar , unos mismos privilegios , y están
subordinados á la amiga íntima. Mér aquí
ya , sin contar los sentimientos de la na
turaleza y del amor, dos especies de amis
tad diferentísimas. En quanto á la amiga
Intima , esa es una pasion que ha de durar
toda la vida : se tiene su retrato y sus pe

to siempre hay dos ó tres secretos que


decirla al oido quando se la encuentra, aun
que la ausencia no haya sido mas que de
un quarto de hora , y nunca se admite con
vite para comer en otra cash sque la suya,
Para con los amigos se experimenta un ser
1
timiento tierno , pero sosegado , fundado

sobre la estimacion y la conveniencia , y


que nada tiene desviolento. Si hay algun
poco de delicadeza , hay tambien un quin,
to sentimiento , que se llama interés : éste
cae sobre una docena de personas de la so

ciedad general , que se eligen comunmen,


te entre las que gozan mas consideracion
por su clase ó su fortuna. Este sentimiento

pidé á lo menos una carta cada mes. En


las
SOBRE LA EDUCACION. 347
‫יך‬
las enfermedades hay precision de enviar
$
recados tres ó quatro veces cada dia y
en caso de muerte , Lha de haber abstinen
T
7 cia de expectáculos todo lo que queda
1 1
re de la semana . Todo esto es tan de ta
HD

bla , y se observa con tal puntualidad,


a 2
que es fácil conocer , 'que se ha aprendido
15
de memoria desde la • infancia , y que la
educacion y el exemplo lo ha grabado in
! deleblemente . No es * cosa rara y ridícu

la , que una jóven , que tan naturalmente


3
encuentra en su familia los objetos que de
**
ben ocupar su corazon vaya fuera , y
entre estraños , á formar amistades frívo

las , que , sin apegarla , la alejarán insen


siblemente , y sin recurso , de todos los
que debe amar ? ... Créeme : no es una
amiga lo que se busca á la edad de diez y
ocho años : no es guia , ni consejero lo que
se desea , porque esto se encuentra en la
madre y 瀑 en el marido , y vemos que se

huye de uno y otro. En lo que se piensa,


es en formar una amistad lucida ; y siem

pre la simpatía se declara por aquella per


sona que se juzga mas á la moda. Aparte
de esto , se quiere tambien una confianza
avenible y cemplaciente ; de manera , que
de
348 CARTAS

de la intimidad de dos personas jóvenes, ca


si siempre puede sospecharse entre ellas
algun oculto manejo imprudente ó peligro
so. Empiezase por decir secretos inocentes:
poco á poco se van calentando los cascos:

para cumplir con el empeño de una con


fianza total , se dan una cuenta , mas cir
cunstanciada que 1 puntual , de todos los
sentimientos ; se diserta , se habla particu
larmente del amor , se comunican una idea
falsa y exagerada , y luego se jactan de las
conquistas , y de las pasiones que se inspi
ran . En tales historietas , el amor propio
altera casi siempre los hechos , y disfraza
la verdad. Se toma aficion al enredo , se
adquiere la costumbre de mentir , y el há
bito de la falsedad , prodigando á la amiga,
que solo se ama , por ser escuchada , to
das las pruebas del amor mas entrañable.y
apasionado. Vé aquí lo que he observado,
vé aquí lo que fuera bueno advertir á los
"
jóvenes , hablando , chanceando , y pro
curando ridiculizar unas cosas que tanto

margen dan para ello. A Dios , amiga


querida ahora mismo me entregan una
carta tuya ; y así acabo la mia sin disgusto,
porque no será para dexarte.
CAR
SOBRE LA EDUCACION. 349

CARTA LIII.
‫צ‬

0 Respuesta de la misma á la misma.


L

¡Quánta atencion es necesario tener


con los niños hasta en las cosas mas peque
T
ñas ! ....Adela es naturalmente verídica,
y la educación ha consolidado en ella esta
S
virtud. Nunca recurrirá ni aún al mas li

gero efugio para disculparse de una falta.


Con todo , noté que , de unosTdias á es
ta parte , mentia sin mas ni mas solo por
divertirse. Vé aquí como. Dainville tuvo
la semana pasada un sueño muy gracioso,
que contó y rió mucho. Al dia siguiente

habia soñado tambien Adela , y contádo


1 me su sueño , á que no presté atencion .
Dos dias despues tuvimos otro sueño ; y
S
en fin , hoy me ha contado uno tan bonito,
que he visto claramente que lo habia com
10 puesto á placer. Me lo ha confesado, y tam
bien que los otros fuéron ༈ * de su invencion.
2 No me ha costado mucho hacerla com
3 prehender , que si es horroroso mentir por
pro
CARTAIS FAKEC
350
propio interés , lo es todavía mas mentir sin
motivo . Te he dado á conocer, añadí , quan
odioso y baxo es el vicio de la mentira.

Bien sabes quan digno de desprecio es un


mentiroso ; pues tambien debo decirte , que
ademas nunca será amable. Hay muchas
gentes , que se complacen en componer
que dan por verdaderas sin es
historias ,, quer

crúpulo , porque a nadie perjudican. No


tienen otro objeto , quando ponderan y
mienten , que el de divertir , y hacerse
agradables á la sociedad ; pero lo yerran
del todo , y lo que únicamente consiguen

es deshonrarse por el medio mas frívolo y


absurdo. Un hombre , que miente así por
gusto , nunca es creido ; nunca son inte
resantes sus narraciones , por mas agrada
bles que sean , porque ni mueven la curio
sidad , ni la cónfianza , y apénas es escu
chado. Pero una persona verídica , aún
suponiendo que no tuviese entendimiento,
siempre está segura de captar la atencion,
y de ser oida con gusto , quando tiene
que contar alguna cosa extraordinaria.
Ademas de la 2 estimacion que merece , la
idea formada de que debe creerse quantó
dice , hace su conversacion apreciable , y
su
-5
SOBRE LA EDUCACION. 35
su trato apetecible. Por fin , aunque no tu
1 viera mas que esta virtud preciosa , sería
amable y deseada. Hechas estas reflexiones ,
previne á Adela , que no contase mas sue
ños en lo succesivo. BILA IN
$ Acabo de recibir una carta de Mada
‫י‬
ma Ostalis , en que no me habla mas que
de nuestra graciosa Constanza. Me dice,
0 que ha mejorado mucho de parecer , y
7 casi lo siento. Diré la razon. La fealdad

chocante es sin duda una desgracia verda


dera ; pero una hermosura acabada es un
don de la naturaleza siempre peligroso , y
freqüentemente perjudicial y funesto. Una
persona hermosa , por lo mismo que cons
cilia la atencion de todos , es juzgada con

mas severidad , aún quando no se mezclen


los zelos. La curiosidad , que nós es natu

ral , trabaja , por penetrar si aquel objeto,


cuyas perfecciones nos aficionan , posee
tambien las qualidades , que quisieramos
tuviera. Un alma honrada y benigna ex
perimentará este sentimiento. La vista de

lo que agrada , infunde deseos de conocer,


lo mas y este movimiento desinteresado
no causa desconfianza . No se medita en
que el odio y el amor se ciegan , en que
la
CART AS
352
la indiferiencia nada exâmina , y en que
solo la benevolencia es perspicáz y justa.
He aquí el sentimiento general . Por tanto
resulta , que una ventaja , tan preciosa en
la apariencia , no es otra cosa en efecto
que un peligro demás. Tal es, sobre poco
mas ó menos , en otro género , la situacion
de un hombre mediano , elevado á gran
des empleos. Fixados todos los ojos en
él , descubren fácilmente hasta sus meno
res defectos : la adulacion lo inciensa , el

odio lo injuria , la calumnia lo deshon


ra , y hasta la misma verdad lo desem
boza у lo acusa. Todas sus faltas son ob

servadas , contadas y ponderadas. Quitale


aquel título brillante , que lo condecora
y expone , y quedará ignorada la mitad
de sus ridiculeces. Ninguno se tomará el
necesario trabajo para descubrir sus vicios,
quedarán ocultos en lo interior de su al
ma , y no se aplicará la luz para alum
brar las acciones que quiere ocultar.
2
Es muy raro , que una muger , hermo
sa en extremo , 1 sea amable. Comunmente
crée , que la naturaleza lo hizo todo pa
ra ella , que la basta manifestarse para
encantar y seducir , y que este medio vale
I
por
SOBRE LA EDUCACION.
353
por todos. Estas son las ideas con que se
3. presenta en la sociedad. Por esto, todos sus
triunfos se limitan á la frívola admiracion ,

U que causa su primera vista ; pero , disipán


to dose este movimiento pasagero , no dexa
despues de él otra cosa que tédio , insipi
DA déz , y aún disgusto. Junto á una hermosu
ra está ocioso el entendimiento , y helado

el corazon , siendo certísimo , que las pa


siones mas vehementes no son inspiradas

por los sugetos mas bellos .


Las prendas deseables son , un, exterior,
que nada tenga de desagradable , un rostro
bien caracterizado, y una expresion atracti
va y espiritual. Añade á este retrato gracias
naturales y sencillas , dulzura y entendi
miento , sin afectacion , y verás entonces si
la hermosura sola podrá disputarle el pré
mio. Con que así , querida amiga mia , au
menta tu cuidado con Constanza : persuá
dela bien á que , en la sociedad , no puede
la hermosura sola suplir por , los demas
atractivos : dila que expone á todos los hor
rores de la envidia de las mugeres , y de la
fatuidad de los hombres , y que , concilian
do la atencion general , solo sirve para
hacer observar defectos y flaquezas , que,
TOM. I Z sin
354 CARTAS
sin ella , no se observarian ; pero añade la,
que tambien hace mas amable la modestia , y
dá á la virtud el mas brillante esplendor.
No te empeñes en disimularla que es her
mosa , porque es imposible ocultarlo ; pero
díselo sencilla y friamente , sin mostrar
que pones mucho precio en esta ventaja .
Repítela al mismo tiempo , que , si conser
va su figura hasta los veinte y cinco años,
cosa incertísima , verá que succesivamente
la prefieren , en este espacio de tiempo,
mugeres , que no tendrán su hermosura ,
pero que la moda y el capricho harán pa
sar por peregrinas. ¿No hemos visto á Ma
dama Gerville pasar un cierto tiempo por
la muger mas linda de París , á pesar de
la cancion , que criticaba tan duramente ,
pero con tanta justicia , su talle , sus dien
tes , su tez , su boca y su nariz ? Y como
no hay persona totalmente perfecta , al
mismo tiempo que no ocultes á tu hija que
es hermosa , dila tambien naturalmente los
defectos que se encuentran en su persona,
para que no se crea una obra maestra de
la naturaleza , y para que se acostumbre
á oirse criticar sobre este punto , sin pesar

ni desaliento ; y , para conseguirlo , hazle


no
SOBRE LA EDUCACION. 355
T
nötar sus imperfeccioncillas , no con ayre
A 罪 "
de sentirlo , sino en el tono con que se
habla de las 1 cosas indiferentes: Adela es
ciertamente linda , lo sabe , y nunca pien

sa en ello. Hace algunos dias que dí una


gran comida á casi todos mis vecinos : fué
brillantísima la concurrencia . Adela estaba
1
muy bien puesta , y singularmente bonita.
Todos á una ponderáron su parecer , y to
dos repitiéron , que no habian visto cria
4 2
tura mas graciosa y amable. A la noche,
quando nos quedamos solos , me preguntó
Brígida el nombre de un hombron , que
habia comido en la mesa al ladó mio , y
cuya conversación parece que me habia
sido apreciable. Respondila , que se llama
ba Orme , que habia viajado mucho , y que

era instruidísimo , y muy amable. Pero algo


mordáz , repuso Brígida me ha sucedido,
prosiguió , una aventurilla con él bastante
donosa , que contaré sin recêlo delante de la

señorita Adela, porque sé que será la prime


ra á réirlo. Apuesto , interrumpió mi mari
do, á que le habeis oido decir que Adela no

le parecia bonita. ¡ Oh , no Señor ! con


tinuó Brígida : eso no valia el trabajo de
contarse , porque , en fin , cada uno tiene
Z 2 Su
356 CARTAS "" 09
su gusto ; y quando la señorita fuese her

mosa como, un sol , no podria agradar á


todo el mundo. El asunto es , que el Ca
ballero Orme me ha elegido sobre esto por,
su confidente , cosa á la verdad muy sin
gular , y ved aquí el como. Creyóse que
era yo una dama de las cercanías ; y, me
dia hora antes de comer , mientras todos
estaban en la sala , me paseaba yo por el
corredor llegóserá mí para entrar en con-,
versacion . Le pregunté ¿ qué le parecia el;
método con que Adela explicaba las tapi
lloso , me res
( Maravi
cerías históricas ? (

pondió , y lo que mas me ha gustado es,


que las explica sin pedantería , y solo ha..
bla de ello , quando la preguntan . Hará
muy bien de conservar esa sencilléz y mo

destia , porque , sin estas dos qualidades,


toda la instruccion del mundo , léjos de
agradar, solo sirve para hacer al que la
posee importuno , fastidioso , y aún ridí
culo: Ved aquí , Señora , continuó , lo que
hubiera yo querido que alabasen en esta
niña , en lugar de ponderar hasta las estre
llas , como lo hacen , su persona , que es

ménos que regular. En efecto , interrumpí,


la dan sobre eso alabanzas bien frívolas:,
ver
SOBRE LA EDUCACION. 357
verdad es que es bonita; L pero:::: ¡Bonita!

exclamó él de ningun modo e me lo pare

ce : su figurilla no tiene regularidad algu


of
na su carilla , aunque algo donosuela , es
sumamente comun ; y os aseguro que la
e
mayor parte de las personas que dicen allá
dentro , que es linda ; no lo piensan asít
jadulacion tan necia me indigna oslo
confieso ; ydquisiera que esta niña que
aprecio mucho por su educacion , pudiese
comprehender quan falsos son esos cumpli
mientos , y tambien quan injuriosos para
el objeto a quien se dirijen , porque se
J #
hacen suponiendo á una persona tan ne
-
cia y tan vana 2 que sea capaz de to
marlos al pie de la letra , y de quedar pa
gadísima de ellos. Este discurso , continuo
Brígida , me pareció juiciosísimo , y hu
biera querido que la conversacion ‹ kubie.
se continuado ; pero llegó la señorita Ade
la á decirme , que iban á sentarse á la me
A
sa. En el modo con que me habló , tond
+
ció el Caballero Orme que era yo de ca
sa ; y la señorita puede muy bien acordar
se , que él se inmutó bastante , y que yo
le hablé baxo , porque me pidió que no
lo comprometiese , y así se lo ofrecí. m Con
Z3 que
358 ROIDAGAR TA ST, 402
que , interrumpió Adela , poniéndose al
go colorada , ¿él ha creido , que si llegaba
á mi noticia , que le habia parecido fea,
lo C sentiria yo amargamente ? Quisiera que
se desengañase de, semejante idea .. Tiene
razon Adela , añadí ; pero ¿cómo lo hare
mos , si él no vendrá mas aquí , y marchará
dentro de dos dias ? Es menester odixo mi

marido , que Brígida le escriba ; y como


es un hombre de mérito , y de edad de
cincuenta años , pudiera Adela , si su ma
dre lo permite , añadir algunos renglones
en la carta de Brígida . Me gustó mucho
la proposicion . Adela ; tuvo alguna dificul
tad en determinarses , temerosa de caer en

algunos defectos de Ortografía ; pero , por


último,, Brígida la determinó ; y luego que
tuvo escrita su carta , en que noticiába á
Ormet , que le habian parecido sus refle
xiones tan sensatas , que no habia podido
dexar de comunicarlas á su amiguita ; se
encerró Adela en un gabinete para escribir
sus quatro líneas , Allí se estuvo largo tiem
pobodespues salió encendidísima , y nos
entregó un billete escrito con mano posa.

da , muy acertadamente , y concebido en


los terminos siguientes : ezizonion
" No,
SOBRE LA EDUCACION . 359
" No , Señor : no estoy sorprehendida,
" ni enojada de haberos parecido fea: la co
» sa es muy natural. Siempre que me di
» cen que soy bonita , sospecho que se bur
= lan de mí. Lo que sí deseo , es que me
» alaben sobre lo poco que sé , y sobre
» mi carácter , porque dichas alabanzas
» tanto recaen sobre mi mamá , como sobre
» mí. Os ruego , Caballero , que no me
tengais por una muchacha disparatada
"y frívola. Jamás seré , ni lo uno , ni lo

» otro , con la madre que tengo".


Gustóme mucho el billete. Se lo en
" tregamos inmediatamente al postillon , con

la órden de que lo pusiese en mano del


-
Caballero Orme , quien todavía estaria
unos tres dias en casa de un vecino nues
tro , que reside dos leguas de aquí. Adela
vió montar al postillon , quien volvió á
las nueve con las respuestas del Caballe
ro Orme. La dirigida á Adela fué como se
sigue:
SEÑORITA:
"No puedo creer que Madama Brí
"gida os haya dicho , que me habiais pa
recido fea : os aseguro , que no me he
servido de tal término : aborrezco mu

Ꮓ 4 » cho
360 CARTAS
» cho la exâgeracion , y nunca la empleo,
» particularmente quando es desobligato
" ria y malsonante . Léjos de eso , no ten
» go por estraño , que vuestra persona pa
» rezca muy bien á muchos , porque las
❞ opin
iones y los gustos nada tienen de fi
" xo y estipulado en quanto á la belleza
" ó fealdad : cada uno juzga de ellas di
» versamente , y muchas veces una cara
mediana es preferida á otra hermosa .
» Ved ahí la razo n porq ue aquellas mu

" geres , que quieren agradar universal


» mente por tan pequeños medios , son en
» efecto disparatadas y frívolas . Pero vos ,
» señorita , no tendreis tan necia y ridícu
la pretension ; pues solo deseareis agra
» dar por los atractivos de vuestro genio,
"3
por vuestra dulzura , por vuestra igual
dad de trato , y por vuestro entendimien
" to, y habilidades. Y si os aprovechais de
» la educacion que recibis , gozareis en la
» sociedad un lugar distinguido y aprecia
» ble. De manera , que quando la casuali
" dad , dentro de ocho ú diez años , me
» proporcionare la honra de volver á ve
» ros , tendré muchísima complacencia de
» yer cumplida mi prediccion."
Ade
#
SOBRE LA EDUCACION. 361
Adela quedó bastante satisfecha de la
carta , y aún dixo , que la conservaria y
leeria de tiempo en tiempo. Pero tambien
añadió , que aunque el Caballero Orme

hombre de mucho juicio y talento , no


era AN
era hombre de consumada urbanidad . No

podrás creer , amiga estimada , quan entre


tenido es este método de dar . lecciones; en
lugar de aquellos sermones frios tan fasti
diosos de predicar como de oir , y que fa
tigan igualmente á los maestros que á los
discípulos. Nos divertimos en inventar pro
yectos bonitos , que luego ponemos en prác
tica, y en hacer que representen los ac
tores principales , sin que tengan el traba
jo de estudiar sus papeles. Os aseguro , que
Lestas especies de comedias , que suelen dú
rar diez ó doce dias , tienen para nosotros

sumo interés , y nos producen complacen


cias que no puedes figurarte.

CAR
ST
362 CARTA
J

CARTA LIV.

1
El Conde de Roseville al Baron.

Amigo , tengo que contarle á Vm. un


suceso muy extraordinario , por ser el Ca
ballero Aymeri el héroe principal de la
historia. Lo que Vm. le aprecia bastaria
para interesarme por él ; pero , ademas de

esto , su mérito y continuas desgracias le


han adquirido para siempre toda mi
amistad. }
{ Llegó aquí el Caballero Aymeri ocho
dias hay , habiéndose alojado en casa
de uno de mis amigos , fuí á verle aque
lla misma noche. Estuvo algunos dias in
dispuesto , y luego salió á ver lo mas cu
rioso de la Ciudad . Le celebráron mucho

la casa de Anglure ( aquel hombre singu


lar de quien he hablado á Vm. ) y me ma
nifestó deseo de ir á verla , lo que le ofre
cí , por mi íntima amistad con el amo de la
casa , y tambien acompañarle. En efecto,
el dia siguiente despues de comer , par
ti
SOBRE LA EDUCACION. 363

timos el Caballero Aymeri , el jóven Cár


los , y yo , en un mismo coche. Llega
mos , y se nos dixo , que Anglure habia
salido al campo á pasearse , pero que no

tardaria en };volver : nos franqueáron toda


-la casa , y , al cabo de una media hora , no

pudiendo arrancar á Aymeri del Gabinete


de historia natural , levé á su nieto á los
jardines , que merecen ser vistos , y cuya
descripcion haré á Vm. en mi primera
2 carta. Apenas habiamos salido de la casa,
quando viniéron á decirme , que Anglu
re volvia de su paseo y me buscaba : al
mismo tiempo le vimos asomar por entre
unos árboles , y le salimos al encuentro.
Luego que puso los ojos en Cárlos , noté
en su cara una alteracion singular mira
ba á Cárlos , como atónito y enternecido,
sin hablar , y , despues de este silencio, ex
clamó ¡ Dios mio ! ¡y qué semejanza ! , ...
Volvió á otro lado la cara , y . se enjugó
las lágrimas que se le habian asomado á los
ojos. Despues acercándose á Cárlos , y to
mándole una mano , le preguntó : ¿ qué
edad tiene Vm . hijo mio ? Quince
años y medio , respondió Cárlos. 10
Cielo ! volvió á exclamar Anglure . -

¡Has
364 CARTASE 02

i Hasta el sonido de la voz ! ¡ Ah ! Se


ñor ! continuó C dirigiéndose á mi , ¿quién

es este jóven ? .. quál es su nombre?


Respondile Cárlos Valmont. - Apenas

pronuncié estas palabras , quando Anglu


re , tomando á Cárlos en brazos , y apretán
dole contra su pecho , hizo tales extremos
de afecto , que no me sería fácil pintarlos,
diciéndome al mismo tiempo : hoy mismo
sabrá Vm. amigo , la causa que me mueve
á tales demostraciones : Vm . me conocerá,

y me tendrá lástima.... Pero , dígame V.m.


amigo , ¿ con quien viaja este jóven ? ¿ર vá
con algun ayo ? —No , le respondí , vá

con su abuelo. Con su abuelo ! replicó


Anglure como asustado. L Sí : con el Cá
1
ballero Aymeri. - ¡ Qué dice Vm . ! ¡ Aquí
el Caballero Aymeri, y en mi casa! ... Pro
nunció estas palabras en voz alta y furio
sa , manifestando la mayor ira en sus ojos
arrasados de lágrimas ; de que fácilmente

inferí , que veía en Carlos un objeto ama


do ,, y en el Caballero Aymeri un enemi

go detestable. Greo , le dixe entónces , que


Vm. conoce todos los derechos de la hos

pitalidad , y tambien que no hará Vm .


cosa que dexe de + justificar la alta idea,
que
SOBRE LA EDUCACION. 365

que tengo de su virtud y prudencia . ¡Ah!


¡ si Vm . supiese! exclamó. Detúvose, re
flexîonó un momento , y, volviendo los ojos
hácia Cárlos , léjos de disiparse su cólera,
volvió de nuevo á encenderse ; y Cárlos,
hasta entónces inmóvil de admiracion, rom

piendo, en fin , el silencio, le preguntó : pe


ro , Señor , ¿ conoce Vm . á mi abuelo?
¿ tiene Vm. alguna queja de él ? En este
caso , estoy pronto á ofrecer á Vm. por mi
abuelo , quantas satisfacciones apetezca . —
¡Generoso niño ! interrumpió Anglure abra
zándole. - Pero dígame Vm . volvió á re
petir Carlos , conoce Vm. á mi abue

lo ? Anglure vaciló un momento en


contestarle , y, ya mas tranquilo, le respon
dió : no conozco á su abuelo de Vm. por
una casualidad singular , pero su nombre.
me trae á la memoria dolorosos sucesos:
deseo verle un instante : aguárdenos Vm .
en este jardin. No , no , respondió Cár
los apresurado : Vm. no ha de verle sino
en mi presencia. Niño , le dixo Anglu
re con alguna severidad , perdono á Vm.
la desconfianza que me manifiesta , por la
causa respetable que la origina ; pero-mi 8

re Vm. que estoy en mi casa, y que, quan-.


do
AS
366 CART
do fuese en efecto su abuelo de Vm. mi

enemigo , sería para él un asilo sagrado.


Tiene razon Anglure , añadí , y crea Vm.
que su mismo abuelo sentiria haber oido

semejante expresion : quédese Vm . pues,


aquí , que , dentro de un quarto de hora,
volverémos á buscarle. Dicho esto, nos ale

jamos de Cárlos , á quien no dexamos li


bre de inquietudes. Admirado yo de quan
to acababa de oir , aguardaba con temor
y curiosidad el fin de aquella aventura ex
traordinaria , sin atreverme á preguntar na

da á Anglure , el qual me dixo al entrar


en su casa : vaya Vm. Conde mio , á bus
car al Caballero Aymeri, á quien me ha de
dar Vm. palabra de no decir nada de quan
to ha pasado. Se la doy á Vm. le respon
dí. Pues bien , repuso: aguarden Vms. á
que les envie un recado y se fué, sin dar
me lugar á que le respondiese. Hallé to
davía al Caballero Aymeri en la galería
de la historia natural , tan profundamente
ocupado y absorto , que no reparó en que
volvia sin su nieto. Al cabo de diez mi

nutos, vino un criado á avisarnos , que An


glure nos aguardaba en su quarto. Causó
me este recado mucha turbacion , que Ay
me
SOBRE LA EDUCACION. 367
meri distraido no pudo conocer : agarréle
del brazo , y seguimos al criado ; quien,
despues de habernos llevado por varias sa
1
las , nos mostró una puerta , nos dió una
llave , y se fué. Al instante abrí aquella
puerta misteriosa , y entré primero. Creía
conocer toda aquella casa , por haberla
visto repetidas veces ; pero noté , , con ad
miracion , que aquel gabinete , tan singular
y magnífico , era para mí absolutamente
desconocido las paredes y pavimentos es
taban cubiertos de losas de marmol blanco
hermosísimo , y enfrente de la puerta se

veian quatro soberbias columnas de pórfido,


que sostenian un dosel magnífico , de quien
pendian las cortinas , que nos ocultaban el
misterio. Inmediatamente que Aymeri en
tró , se descorriéron las cortinas de repen
te , y descubrimos á Anglure , quien , diri
giéndose á Aymeri , le dixo con voz ter
rible : ¡ levanta los ojos , bárbaro , y con
templa tu obra ! - Aymeri , sorprehendi
do , levantó los ojos hácia el objeto que iba

á renovar todas las llagas de su corazon . ...


Vió sobre un pedestal de mármol blanco
una estatua , que representaba á la fideli
dad llorosa. Esta figura tenia en la mano
una
368 CARTAS

una melena larga y hermosa , y con la otra


apretaba contra su corazon una carta , me
.
dio desplegada , de la que no podia leerse
sino lo que, grabado en letras de oro, decia:
Cecilia. A semejante vista , su desgraciado
amigo de Vm. pasmado , y atravesado de
dolor , se quedó inmóvil : despues , miran ·
do con espanto á Anglure , tembló y titu
beó ; y , apoyándose contra una columna,
dixo : ¡ Murville ! .... Sí : el mismo : res
pondió Anglure : sí : yo soy ese desdicha.
do.... Soy Murville , tu mas implacable
enemigo. -¡O hija mia ! exclamó Ayme
ri ; y no pudo continuar, porque no le de
xó el llanto . ― -¡Cruel ! prosiguió Anglu
re , ¡ mira de que felicidad me ha privado
tu exêcrable ambicion ! Justo es que esa
misma ambicion sirva hoy para aumentar
tu confusion y remordimiento : reflexiona
los bienes que poseo , las riquezas que me

nosprecio, y que solo podia estimar , parti


+ cipando de ellas el objeto que adoraba: aque
lla inocente víctima de tu barbaridad : aque

lla tan sensible y desgraciada . Si lo ignoras,


sabe que era amado . ¡ Sí , bárbaro ! Cecilia
me amaba : ella fué la que , sin embargo de
tu crueldad atróz , me ordenó , que respe
ta
SOBRE LA EDUCACION. 369

tase tu vida ella sola pudo contener este


e
brazo deseoso de venganza.... Abandoné
==

1 mi pátria , y he venido al Norte á buscar

T en vano el reposo que me has quitado


9
para siempre.... Un amigo fiel , el único
}
que he conservado en Francia , me dá tó
23 dos los años noticias de Cecilia. Sé que exîs
te aún.... Dá gracias al Cielo , pues , ín
terin ella viva , nada tienes que temer de
mi resentimiento ; pero. Interrumpióle
Aymeri diciendo : satisface , pues , tu ra
bia.... Ese amigo te engaña.... Cecilia
ya no vive. —¡Ya no vive ! gritó Mur
ville : ¡ ya
ya no
no vive ! ¡y tú aún respiras ! En
tónces , frenético y fuera de sí , se arrojó
impetuosamente al Caballero Aymeri.....
Púseme de un salto entre los dos ; y , en

aquel mismo instante , Carlos , guiado por


su inquietud , entró precipitadamente , y,
notando que yo detenia á Murville , le dixo :

¡ con que Vm. me engañaba ! ¿ qué signifi


ca esa furia ? .... Si es mi abuelo el obje
to , le pido á Vm . cuenta de ella .... Es
25,
tas solas palabras reportáron al Caballero
Murville , pues el rostro de Cárlos , y el
de sonido de su voz , tenian sobre él un ascen
diente absoluto. Al furor sucedió la ternu
TOM. I. AA ra:
CARTAS
370
ra : se le arrasáron s los ojos de lágrimas ; y,
yolviéndose al Caballero Aymeri , le dixo:
deme Vm. este niño , y olvidaré los ma
les con que Vm. ha envenenado mi vi
da. ― Aymeri , léjos de poder responder
le , ni aún le escuchaba . Sumergido como
en un sueño profundo , fixos los ojos en
los cabellos de su desgraciada hija , le ocu
paba enteramente aquel triste objeto. Acer
quéme á él , y , tomándole del brazo , le
dixe : dexemos al Caballero Murville en

tregado á sus reflexîones : él se arrepen


tirá bien pronto de haber agravado penas
mil veces mas acerbas que las suyas. Sí
Señor continné , acercándome á Murvi

lle : ignoraba yo su nombre de Vm .1 y su


ada Cecilia ; pero sa
pasion por la desgraci
bía , que en los mismos brazos de su padre
habia dado el último suspiro , y que este
triste padre , inconsolable por su pérdida ,
abrumado de pesares y dolores, solo deseaba
vivir para este jóven , sobrino de Cecilia ,
y el único hijo que le ha dexado la pro
videncia .... ¡ Su hijo ha muerto ! ....
¡y sien la falta de Cecilia ! ..... dixo Mur
te
ville. ¡ Pues ahora soy el culpable autor de
su desgracia ! No : dixo Aymeri : no
3 lo
SOBRE LA EDUCACION.
371
lo es Vm. porque lo que veo y tolero , es
efecto del enojo que he merecido á la Di
vina Providencia. Dicho esto , se apoyo
$1
Aymeri en el hombro de Cárlos , le sos
tuve por el otro lado , y salimos los tres .

Se hará Vm. cargo fácilmente , ami
go mio , de la cruel y profunda impresion
que causaria esta escena en el Caballero
Aymeri. Le llevé á ** ental estado que
causaba lástima : pasé la noche convéla me
contó $ delante de Cárlos otada su: historia,

y la concluyó con la siguiente exhortacion,


que dirigió á
a su nieto : Serás padre al
gundiar, de dixo cuidado no té atre
» vas á dar la preferencia á ninguno de tus
» hijos : guárdate de hacer ninguna accion,
" que , llegando con el tiempo 1 á & hacerse
» exclusiva , te conduzca . á una cèguedad
» funesta sobre los defectos y vicios del hi
jo # amado , y te haga injusto y bárbaro
❞ para con los otros.bl
A la mañana siguiente, volví solo á ca
sa de Murville , á quien hallé sumamente
abatido
, y pesaroso de quanto babia prac
ticado el dia anterior . ! Le apesadumbré
mucho mas contándole quanto me habia

referido Aymeri , y derramó infinitas lá


AA 2
gri.
CARITAS 80
372
grimas , quando oyó el suceso de la casa
de Nicolasa , donde recibió Cecilia la im
presion fatal , que la costó la vida. Des

pues de haber respondido á todas sus pre


guntas , le hice las mias y me satisfizo
diciendo : que habia mudado el nombre ,
y se habia expatriado , para que Cecilia no
oyese • hablar mas de él , y para no en
contrarse nunca con Aymeri : que habia
conservado una correspondencia en Fran
cia con una persona sola : que el tiempo y
la razon calmáron su despecho , pero no
habian podido destruir su pasion ; y que
no habia hallado verdaderos consuelos sino
en el retiro , en el estudio , y en la satis

faccion de hacer bien. Antes de separarnos ,


escribió una carta de disculpas al Caballero
Aymeri , y me rogó t la pusiese en su mano.
Aymeri la recibió con la mayor complacen
njeo de que , ántes
cia , por lo que me liso
de separarse , han de quedar muy recon
ciliados y amigos.ashion normal A
No puedo acabar esta carta , sin decir
á Vm. que nunca he conocido á la edad
de Cárlos jóven mas formado é instruido

que él : me habla muy á menudo de Vm .


y de su amable familia , y asegura que
S AA no
SOBRE LA EDUCACION .
373
no existe en el mundo cosa , que pueda
compararse á Adela. A Dios , estimado
amigo mio.

CARTA LV.

La Vizcondesa á la Baronesa.
"""

Hállome triste y descontenta , amiga

de mi corazon . Ha dias que me tienen en


teramente ocupada enredos y pesares do
mésticos , y voy á desahogar mi corazon,
refiriéndotelos . Has de saber que Valcé se
habia manejado hasta ahora de manera,
que me tenia satisfecha sobre todos los pun
tos que yo deseaba . Parecia que amaba á
su muger , pero al mismo tiempo la daba
demasiada libertad , y manifestaba mas
aversion que nadie á los zelos , y á la su

jecion. El Lunes pasado estaba mi hija con


vidada para ir á un bayle particular . Vino
su suegra á buscarla . Flora estaba . en ca
ma con una jaqueca , y no se verificó la
ida al bayle. Informada yo de aquel capri
cho , pasé á su quarto . Antes de entrar , oí
AA 3 unas
1
374 CARTAS

unas grandes.carcajadas , que me sosegáron


sobre la salud de la enferma . Entré , y la
encontré sola con la Condesa Germeuil,
aquella amiga , de quien te he hablado.
At verme , compusiéron sus semblantes , y
hubo entre nosotros unos instantes de silen

cio , causado por su mismo embarazo. En


fin , hice algunas preguntas. Respondiome
mi hija , que se sentia buena , y muy ape
sadumbrada de no ir al bayle , pcr un ca

pricho de su marido , que la obligaba á


aquel sacrificio. Preguntéla , ¿ por qué? -
¡Valgame Dios ! dixo : pues no conoceis
su raro humor ? ignorais sus extravagantes
zelos ? .... Los he disimulado quanto he

podido , continuó con ayre mas sério ; pe


ro las escenas son ya tan ridículas y mul

tiplicadas , que no es posible dexar de re


parar en ello. Entre tanto que hablaba , es
tuve en pie , inmóvil de puro sorprehendi
da..―――― ¡ Como dixe al fin : ¡ Valcé es ze
loso , y tú lo confiesas con tanta ligereza!

¡ Así hablas de la mayor desgracia que


puede suceder á una muger honrada y sen
sible ! Y ¿ por qué , replicó Flora , afli
girse de una locura ? Lo disculpo , lo com
padezco ; pero no creía , que fuese obliga
cion
SOBRE LA EDUCACION .
375
cion mia matarme por eso á pesadumbres.
Dicha respuesta , que tiraba á ridiculizar lo
que acababa yo de decir , me enfadó : for
malicéme ; pero entónces Flora empleó
tanta gracia y dulzura para apaciguarme,
que lo consiguió. Contóme , que su mari
do pensaba en haber ido al bayle , ántes
que á ella la hubiesen convidado , y que
despues se habia mostrado enfadoso , y de
clarado que no iria al bayle , y que todo

aquel dia la habia tratado con la mayor


dureza : todo lo afirmó , como testigo , Ma
$ dama Germeuil , añadiendo otras muchas
circunstancias , cuya narracion sería moles
" ta . Hice sobre el asunto reflexiones , dí las

lecciones que juzgué necesarias , y me fuí


á acostar. Al dia siguiente , llamé á Valcé,
y le hablé de sus zelos. Hechóse á reir , y
me dixo. Esa es la locura de mi muger,

que quiere absolutamente que yo sea zelo


so. A la verdad , no la entiendo : cada dia

me hace mil objeciones , se lo persuade á


= -sus amigos , y aún ella misma parece tam
bien convencida de ello ; pero os protexto,

Señora , que no hay cosa mas falsa . Hago


quanto puedo para disuadirla de tal idea.
Ella tiene libertad entera para recibir á
AA 4 quien
376 CARTAS
quien quisiere : no la acecho , ni la sigo
jamás , y solo me enfado , quando se obsti
na en acusarme de culpas , que nunca he
cometido. ―――― Con todo , repuse , ella no

asistió ayer al bayle , recelosa de no des


agradarte , y para su genio ha sido un gran
sacrificio . ——— Si , Señora ; me contestó pe
;
ro á fé , que si yo fuera zeloso , como lo

pretende , no estaria muy contento , por


que ella ha pasado la noche en el bayle
de la opera , donde yo estaba disfrazado,

y donde , por casualidad , la encontré y cono


cí. Pero ( añadió Valcé , viendo la turba
cion que se asomaba á mi semblante) , no

es cosa que desapruebo de modo alguno,


porque es jóven , y mas la ha gustado ir
al bayle de la opera con su amiga , que
acompañar al bayle del convite á mi ma
dre que la fastidia : la cosa es natural ; y

en esta parte no debeis ser mas severa que


yo. Ponte un momento en lugar mio,
querida amiga , y represéntate , si puedes ,
el dolor que deberia causarme aquella no
ticia , que me mostraba la sinceridad indul

gente de Valcé , y en la conducta de mi


hija un texido de falsedades , artificios
manejos ocultos. Despechada y furibunday,

fuí
SOBRE LA EDUCACION. 377
fuí á buscarla , y tuvimos una contestacion
viva y violenta . Lloró mucho , me protex

tó , que , quando me habia visto por la no


che , no pensaba en el bayle de la opera,
que la ocurrencia fué de Madama Ger

meuil , que la habia perseguido , y apre


tado para que fuese , y que tuvo la flaque
za de condescender á sus instancias. Siem

pre me ha sostenido , que su marido es ze


loso , y que por vanidad no lo confiesa , te
miendo ridiculizarse. He trazado á mi hi

ja un plan de conducta , que me ha pro


metido seguir puntualmente. Despues me
ha hecho protextas tan persuasivas de ter
nura y confianza , y ha confesado sus cul
pas con tanta ingenuidad y sentimiento,
que , ya sea justicia , ya flaqueza por ven
tura , ha conseguido calmarme. Pero he
notado , con mucho pesar mio , que se le
traslucia un cierto enfado contra su mari
do. No obstante , de dos dias á esta parte,

parece que está totalmente sosegada , y res


tablecida entre ellos la concordia. Lo que

me incomoda mucho , es que esta historia


se ha sabido , y la cuentan muy alterada ,

haciendo poco favor á Valcé , á quien tie


nen por injusto , zeloso y tirano . Imaginan
á
T AS
378 C. CAR

á mi hija desgraciadísima , la compadecen,


lastiman su suerte ; y 磐 yo estoy certísima
de que tan falsas ideas vienen de ella , y
de su sociedad . Todo lo dicho querida
#
mia , me aflige hasta no poder mas. Bien
que aún me lisonjeo , que mi hija se enga
ña á sí propia , y que no conoce , ó cono
ce mal á su marido , no obstante de que
parece increible con la penetracion que
ella tiene. Pero ¿y si ella no obrase de bue
na fé , y fuese una especie de comedia pa

ra hacerse mas compasible , y subministrar


pretextos , en la apariencia legítimos , pa
ra no amar al que eligió con preferencia á
todos ? Idea es que me agovia , me horro
riza , y llena de amargura mi alma . Supon

dria esto una combinacion , una frialdad y


un artificio de que no puede ser capáz una
persona de diez y nueve años. A Dios, ami
ga estimada necesito tus reflexiones , tu
prudencia y amistad . Aconséjame , ilustra
me , que de tí sola lo aguardo. A Dios:

respóndeme lo mas pronto que pudieres.:

1.
:{
CAR
SOBRE LA EDUCACION. 379
}

CARTA LVI.

La Baronesa á Madama Ostalis.

! Confio , hija mia 9 en que leeras esta


carta con gusto , pues te noticiará , que tu

madre tendrá el gusto de abrazarte dentro


de pocos dias . El Viernes inmediato sal

dré ; y , por mas amor que me tengas , su


fre que te diga , que no es posible puedas
formar juicio del extremo gozo , que ex
perimentaré en verte . No , hija mia , no :
ningun sentimiento humano puede compa
rarse al sentimiento de una madre amoro

sa. Si la naturaleza no te hizo mi hija ,


"
¿ acaso no eres la hija de mi eleccion?
¿Crees , por ventura , que pueda yo amar
mas á los que me dió la Providencia ? Fi

nalmente , voy á recibir el premio del va


lor y prudencia con que por tanto tiempo
he resistido á las instancias , que me reno
vabas cada tres meses sobre permitirte ve
nir á Languedoc . Como era tan necesario
á los intereses de tu marido , y á tu felici
dad
380 CARTAS
dad para lo restante de tu vida , que per
manecieses en París , era puesto en razon,

que yo sofocase el vehemente deseo que


tenia de verte : así es como debe amarse,

hija mia. En fin , puedo decirte ahora , que,


particularmente de un año á esta parte,
ansiaba volverme á París , y he necesitado
de mucho vigor para conformarme agrada
blemente á estar aquí seis meses mas de los
quatro años convenidos. Pero mi marido

pensó ,, y con mucho juicio , que no con


venia dexar el campo hasta el mes de
Agosto , tiempo de vendimias , y de mu
cha diversion para mis hijos , á fin de dar
les un motivo mas de echar ménos la vi

da sencilla y campestre , y la morada don


de deben criarse. A Dios , hija mia queri
da : vé aquí , desde que estamos separadas,
el primer á Dios que te digo sin pena : me
encontrarás , como dice la Vizcondesa , muy
vieja, y muy quemada de nuestro bello sol ,
que tanto aborrece. En quanto á tí, hija mia,
bien segura estoy de que los quatro años

y medio habrán aumentado las gracias de


esa persona tan noble y apreciable , que
·
tanto amo. A Dios , estimada hija , que
el corazon me palpita solo de pensar,
que
SOBRE LA EDUCACION. 381
que , dentro de quince dias , estaré en tus
brazos. *.*.

PO
CARTA LVII.

La Baronesa á Madama Valmont.


De Paris.
S

J5
Llegué , Señora , ayerná medio dia .
Encontré en el camino real , á veinte y
cinco leguas de París , á Madama Ostalis ,
ya Madama Limours. A Con que no ten
dreis violencia en creer , que , no obstante
mi cansancio y aversion al coche , me pa
1
reciéron cortísimas las veinte y cinco le
guas que me quedaban que andar. Luego
que llegué á París , y entré en mi casa ,
me llevó Madama Ostalis á un gabinetito,

de que yo particularmente gustaba ; y ví,


con admiracion , que estaba adornado de un
modo muy > diferente. He querido mostra

ros , me dixo Madama Ostalis , que no


he estado ociosa en la ausencia vuestra. To
do esto es obra mia. Yo he bordado estos

muebles , he dibuxado aquellos paises , y


he
382 ACARTAS

he pintado esas flores , esas frutas , esos pá


xaros , y esas miniaturas. Esta atencion
tan apreciable tiene tanto mas precio , quan
to Madama Ostalis cultiva , ademas , otras
habilidades , se ocupa mucho con sus hijos,
y cumple , con la exâctitud mas escrupu
losa , todas las obligaciones de su estado.
Pero no se sabe lo que puede hacerse,

quando se gusta de la ocupacion , y no se


pierde un instante. Aparte de esto , es her
mosa como un sol , y tiene un ánimo pací
fico y puro. No trasnocha , no enreda , no
toma thé , ni café ; y así conservará } por
mucho tiempo su robusta salud , su frescu
ra y belleza. 豐 Dɔ no moralci, aleb
19 Adela y Teodoro han echado ya mé

nos el Languedoc . Han ido hoy á pasear


se al Palacio Real , y se han quejado mu
cho del polvo y de la gente. Me creen in
felíz , porque no tengo en París sino un

jardinillo á quien se dá vuelta en dos mi


nutos. Brígida por su parte los mantendrá
firmes en su disgusto ; porque el pesar de
comer sola en su quarto , le hace muy • des

agradable la residencia en París. …29 od


Mi marido acaba de recibir una car

ta de Aymeri , en que le dice que cuenta


per
SOBRE LA EDUCACION. 383
permanecer en **** hasta el mes de No
viembre que despues irá á Rusia ; y vol
verá á París el mes de Junio. Estará como
unos tres meses , y luego acompañará á
Cárlos á su guarnicion . A Dios , Señora ;
dadme noticias relativas à vuestra persona ;

pues debeis pensar , vista la prisa que me


doy en escribiros , que me será infinitamen
te apreciable vuestra exâctitud .

198
: bout

Billete de la Vizcondesa á la Baronesa .


*** 1/

Ay , querida mia ! Por Dios te pido


que , si puedes disponer de unos momentos ,
vengas á verme.... Ven. ... que me hallo
sumamente afligida.... muy afligida ....
Demasiado cierta que es la aventura del
..¡Ven,
jardin.... ¡ Se pierde sin remedio ! ...
por Dios , que necesito precisamente ha
blarte!

i I
Bi
·

CARTAS
384

20
Billete de la Marquesa de Valcé á la
Condesa Germeuil.

Ya
a no se ignora nuestro paseo noctur
no....y bien penetras los disgustos , los
gritos y los sermones que habremos de
aguantar.... No puedo salir ; pero vé in
mediatamente á contar nuestro desastre á
Madama Gerville : dila que quieren pin

tar con los mas negros colores lo que en


substancia no es mas que un atolondramien
to. ... Ella enredará y trabajará por noso
tras. ... A Dios.... porque me temo algu
na sorpresa.

CARTA LVIII.

La Baronesa á Madama Ostalis.

No sé
sé , hija mia querida , si se habla
en Fontaineblau de la aventura de Mada

ma Valcé : véla aquí tal qual efectiva


men- 1
SOBRE LA EDUCACION . 385
mente ha sucedido . El Lunes pasado , dia
veinte de Octubre , dixo Madama Valcé
á su madre , que iria á cenar al Palacio
Real. En efecto , salió aquella misma no
che , á eso de las nueve y media , con la
Condesa Germeuil , que fué á buscarla,
fo y no volvió hasta las tres y media de la
madrugada. Por la mañana dixo á su ma
dre , que habia cenado efectivamente en el
Palacio Real que á media noche se habia
pido desde el salon una música preciosa :
que habiéndola perseguido Madama Ger
meuil , para reducirla á baxar un momen

to al jardin , se conformó á ello , y que, al


cabo de un quarto de hora , habia acompa
ñado á Madama Germeuil á su casa : que

allí se desnudó para tomar thé en su com


pañía ; y que , finalmente , se detuvo , sin
saber como , hasta las tres de la mañana .
A la noche siguiente , advirtió el Caballero
Herbain à Madama Limours , que decian
haber visto á su hija , con Madama Ger
meuil , y pasearse juntas con el Caballero
Creni , y el Caballero L**** desde la una

hasta las tres. Madama Limours no queria


creerlo ; pero , por la mañana , uno de los
criados , que acompañáron á Madama Val
TOM . I. BB cé,
S
386 CARTA
cé , instado por Madama Limours , la con
fesó que su ama habia salido á las once
del Palacio Real , ido á desnudarse á ca
sa de Madama Germeuil , vuelto al Pa
lacio Real , y pasado unas tres horas en

el jardin. Todo este oculto manejo se ha


sabido en el mundo por B**** , enamo
rado de Madama Valcé , seis meses ha.

Cenó tambien en el Palacio Real , y ase


guró haber oido á Madama Valcé dar
una cita al Caballero Creni. B*** baxó
allí vié
al jardin con dos amigos suyos ; y
ron como el Caballero Creni , y el Caba

llero L**** aguardáron una media hora,


se incorporáron con las damas , ya nombra
das , y se paseáron con ellas el tiempo que
te he dicho.
B**** , por vengarse de la desenvol
tura de Madama Valcé , y de las falsas
esperanzas que le dió , ha sido tan indig
no , que ha publicado por sí mismo toda
esta historia , y , por desgracia, con circuns
tancias que no me permiten dudarla. Ma
dama Valcé ha sobrellevado los cargos de
su madre , y la pesadumbre de ésta , con

tanta frialdad é indiferencia , que me ha


quitado toda esperanza de verla arrepenti
da
SOBRE LA EDUCACION. 387
da de sus locuras. Lo " mas extraordinario

es , que su padre casi la dá la razon , y


trata todo esto de niñería ; y aún ha tenido
sobre el punto un altercado grandísimo con
su muger. ¡ Desgraciada madre ! ¡ Quánto
la compadezco ! .... Ya está desengañada :
ya conoce por fin á su hija : ya vé que no
hay remedio , y está despechada de puro
afligida.... Si te hablaren de esta escanda
losa aventura , negarás con firmeza ; sos
tendrás que sabes de cierto , que Madama

Valcé no puso los pies en el Palacio Real ,


y que se recogió á su casa aquella misma
noche ántes de las doce.... No hay otro
medio de defender una mala causa ; por

que condescender con alguna circunstancia,


es lo mismo que confesarlo todo. A Dios,
hija mia : vuelve lo mas pronto que pu
dieres.

Abro mi carta para decirte , que aca


bo de saber ahora mismo , que el Caballe
ro Creni , y B**** han reñido esta ma
ñana : el último está bueno , y el primero

ha salido del apuro con una rascadura en


la mano. Ya que el resultado del desafio no

ha sido trágico , á lo menos sus circunstan


cias fuéron magníficas , y los testigos cuen
BB 2 tan
CARTAS
388
tan las cosas mas lindas del mundo .... Hu

bo generosidad , presencia de espíritu , pun


, y en fin todo , excepto estocadas y
donor ,
efusion de sangre . En una palabra , ambos
competidores , enamorados de su valentía re

cíproca , se abrazáron , se reconciliáron ; y,


lo que me parece todavía mas seguro que
la deposicion de los testigos , es que Ma
dama Valcé se ha dado mas que nunca en

expectáculo .

Billete de Madama Valcé al Caballero

Creni.

No penseis en volver mas á mi casa ,


porque es imposible ; pero supuesto que
Madama Geruille ha enviado á saber de

vuestra salud , aprovechaos de este pretex


to : idla á ver : trabad amistad con ella,

y con mi suegra , á qualquiera precio que


fuere , porque éste es el único medio que

. Dos queda para vernos tan amenudo como


otras veces. Alabad á Madama Geruille

sobre sus gracias , y su ayre de juventud ,


у habladla de Versalles : jugad tambien
al
SOBRE LA EDUCACION. 389

al quince con mi suegra , y por mi cuenta


que todo irá bien. No os hablo de mis sen
timientos , porque demasiado los conoceis:
indemnicenme á lo ménos los vuestros de

quanto he sacrificado para convenceros de


su verdad.

CARTA LIX.

Madama de Valcé á Madama Germevil.

A la verdad , mi querida amiga , que


no tienes un adarme de sentido. Dices que

estás desesperada , que nunca te consola


rás de un extravío indisculpable , que la
ilusion está destruida , y en fin , todas las
palabrotas que suelen decirse en semejan
tes casos. ... ¡Qué expresiones ! ¡ Qué esti
lo tan de novela! ...Y todo esto para decir

que tienes un amante , y que ya no te


mueven para con él aquellos sentimientos ,
ponderados ó quiméricos , existentes solo en
la imaginacion . Si lo prefieres y lo estimas
mas que á otro , eso se llama amor ; no

tal qual lo admiramos en otro tiempo en


BB 3 Cle
390 CARTAS

Clevelando ó Zaira , sino tal qual es efec


tivamente.... ¿ Cuentas por nada la com
placencia de ser amada y obedecida ? ....
Pero tú serás infelíz toda tu vida , porque

tienes exâltado el pundonor , y la imagina


cion fria. No hay cosa peor. Jamás estarás
contenta , porque carecerás del recurso de

poder engañarte. Yo , á Dios gracias , po


seo el arte dichoso de templar mi cabeza
al gusto mio , á lo menos por un cierto
tiempo y quando se disipa una ilusion, re
paro su pérdida con otra. Así me vén al

ternativamente indiferente , sensible , des


envuelta , apasionada , pero nunca falsa,
porque me revisto naturalmente del papel
que represento. Acalorase mi imaginacion ,
me parece que obro con naturalidad , y vé
aquí todo mi artificio. Confesarás que es
disculpable , porque , ántes de engañar á los
otros , empiezo por engañarme á mí misma.
Soy de tu dictámen en quanto á que,
si se leyera en lo por venir , nunca se ten
dria un amante ; porque se sabria , que
aquella turbacion , aquellas fuertes conmo
ciones que se experimentan ántes de la de
claracion fatal , son las , mayores delicias
del amor , y que el instante del extravío
des
SOBRE LA EDUCACION. 391

destruye para siempre un encanto tan dul


ce. Mil veces mas dichosa que ahora cra
yo seis meses ha , dexando á parte remor
dimientos y preocupaciones. Un instante
de conversacion , una palabra á hurtadillas,
una mirada , un encuentro en la calle , ó
en la opera , todo esto me sacaba de tino .
La costumbre y certeza de ser amada , me

han empalagado hasta lo sumo. Nada tie


ne ya que hacer mi imaginacion , porque
está ociosa y helada . Me quedo con mi co
razon , y te confesaré sencillamente , que
la vanidad lo ocupa mucho mas que el
amor. ¡ La vanidad ! ... Sí : ella es la que

dispone del destino de una muger. A no


haber sido por una competencilla , causa
da por unos frívolos zelos , no tendria yo
amante , ó por ventura hubiera yo hecho
otra eleccion . Una Cosaca decidió mi suer
te. Madama **** bayló mejor que yo , pe

ro me tuvieron por mas bonita que ella :


aquella noche célebre nos hizo enemigas.
Ya tú sabes como me vengué despues : llo
rando está el amante que la quité , y yo ,
sintiendo la tranquilidad que perdí. ¡ Con
templa la influencia de una Cosaca sobre
el destino de tres personas ! Pero ya que
BB 4 la
392 CARTAS
la vanidad nos descamina , sirva á lo mé
nos para consolarnos. No nos metemos en
averiguar lo futuro , pues por su mucha
incertidumbre no es temible. Agradar , lo
grar , vivir á la moda , eso es lo que sofo

ca vanos remordimientos , y preocupaciones


melancólicas . Tú me pides consejos , queri
da mia , y yo te doy el de que renuncies
á la locura de pretender ocultar un secre
to , que ya no lo es , porque lo sabe todo
el mundo. Publicarlo , fuera indecencia, pe
ro convenir en ello entre personas seguras ,
es uno de los medios mejores para ganarse

amigos , y hacerse amable. Me parece que


sientes entrañablemente haber perdido lo

que llamas tú antigua reputacion. Dices,


que te citaban como una muger , que no
habia tenido amante : es verdad : si tuvie

ses treinta años , no extrañaria tu pesadum


bre. Fuera de que , hija mia , no te con
cedian una reputacion completamente esta
blecida , porque solo decian : aún no tiene

amante. Aparte de esto , pueden citarte


ahora como muger que no ha tenido mas
que uno. Esta gloria no es tan esplendorosa
como la otra , pero es igualmente rara ; y
no me maravilla que lo sea, porque un pri
mer
SOBRE LA EDUCACION. 393
mer amante casi es un marido. Comunmente

se toma tan jóven , que, mas que una elec


cion del corazon, es un empeño formado por
la vanidad y el atolondramiento. ¿ Cómo
puede durar ? ... A Dios : vuelve del cam
po, que necesito verte y hablarte. Tu carta,
tus lamentos , tus quejas , tus delicados pun
tillos , todo me perturba , aunque no quie
ra , y me causa enfado. Cabalmente voy
á comer hoy con una muger , que ama á
su marido , que nunca ha tenido amantes,

que es hermosa , y que tiene mas de trein


ta años. Ya sabes de quien hablo ; y á la
verdad que , en la disposicion en que me
encuentro , me desagradará mas que nunca
su presencia. Al caso de las mugeres de
gran reputacion , debo decirte , que tengo
mucho que agradecer á Madama Ostalis,
porque me ha defendido con las gentes,
como tú sabes : despues ha conseguido re
conciliarme con mi madre ; y aún ahora re
cientemente ha tenido conmigo muchos
honradísimos procedimientos. Te los conta
ré , quando nos vieremos. En verdad que
me culpo ahora de la aversion con que la
he mirado. A Dios : vuelve prontamente ,

por
394 CARTAS

porque te necesito mas que nunca: te aguar


do el Lunes á comer.

CARTA LX.

La Baronesa á Madama Valmont.

Deseabais saber , Señora , la impresion

que haria sobre Adela un bayle público .


Puedo ahora satisfacer vuestra curiosidad .

La llevé ayer al bayle con su hermano,


por la primera vez. Ya sabeis , que la to
mé un maestro de bayle quando llegué
aquí y seis meses de leccion la han pues
to capaz de presentarse en el bayle , y de
baylar con todas las muchachas de su edad,
tanto mas fácilmente , quanto tiene sobre
ellas la ventaja de correr y saltar ligera
mente. Imbuida Adela de la Comedia de
la Paloma I 9 tenia muy poca gana de ir
al bayle , pareciéndola un ajuar incomodí
simo para baylar la escofieta , el peynado
al

I Piececita del Teatro de Educacion.


SOBRE LA EDUCACION. 395
alto, la circunspeccion, y el vestido guarne
cido de flores. Luego que estuvo ataviada ,
la llevé á la sala , donde encontramos á Ma
dama Ostalis , y á otras personas , que ha
bian comido con nosotros. Todos alabáron

su vestido , pero sin decir ni una palabra


de su persona. Madama Ostalis tomó lue

go la palabra , y dixo : Adela está lo que


se sallama muy bien puesta ; pero , Seño
res , no reparais , que la Levitica blanca,
que lleva diariamente , la sienta mil veces
mejor que todos esos adornos ? Todos fuéron

de aquel mismo dictámen , y conviniéron


en que una ayrosa sencilléz es lo que siem

pre tiene mas gracia. La tal disertacion


descontentó mas á Adela de su vestido. Di

xo tambien , que los alambres de sus guir


naldas de flores le arañaban los brazos,
que no podia moverse con su tontillo , y
que el peynado la daba dolor de cabeza.
En medio de todos estes lamentos , diéron

las cinco , y partimos . Al atravesar la an


tecámara , nos detuvo Brunel unos instan
tes , porque se acercó á ver á Adela tan

compuesta ; pero apénas puso en ella los


ojos , quando volvió la cara á otro lado,
dando una carcajada. Algo cortada Adela ,
pre
396 CARTAS

preguntó el motivo de aquella descortesia.


Perdonadme , señorita , respondió Brunel :
me rio de que ese arrebol y blanquete , y

todo ese equipage , os pre - tan una figura


muy rara.... A estas palabras redobláron
las carcajadas de Brunel . Entónces conti
nuamos nuestro camino , bastante entristeci
dos por la impertinente alegría de Brunel,

y tomamos el coche en malísima disposi


cion para ir á un bayle. Luego que entra
mos en la sala , y apénas Adela se sentó,

me pidió , que le quitase una hormiga , que


le corria por el carrillo. Es preciso que lo
sufras , la dixe riéndome , porque sino , te
se caerá el afeyte , y quedarás feísima . Ade
la murmuró mucho contra la compostura

del rostro ; y , un instante despues , no pu


diendo resistir mas la especie de comezon
que le causaba el movimiento de la hormi

ga , se pasó dos ó tres veces la mano por


la cara , se hizo varios surcos en las mexi

llas , y se llenó de blanquete y arrebol los


ojos y las narices. La mandé , que se vol
viese hacia un espejo , se miró en él , y
no quedó muy complacida. Con todo , aco
modándose á su situacion con bastante gra

cia , me dixo : creo que no daré aquí mu


cho
SOBRE LA EDUCACION. 397
cho golpe , y que no habrá uno que quiera
encargarse de baylar con semejante figu
S ra. Pues bien , la repliqué , si no bay
1 las , podremos hablar. Por exemplo , di
me: ¿ qué piensas de aquella muchacha, que
bayla allí con Teodoro ? Mucho tiempo
hace , me respondió , que estoy reparando
en ella.. S Y qué te parece ? ____ Mamá
que tiene ayre de loca : reparad , mamá

mia , quando descansa ' , como se agita , y


con que modo tan familiar habla á todos

2 aquellos jóvenes. ¡ Qué gestos hace ! ... Va


ya que su cabeza parece una devanade

ra.... Ahora mamá , ahora bayla . . . . ¡ Ay


Dios mio ! ¡ Cómo salta ! ¡ cómo se vuelve !
vaya que es cosa graciosa , pero muy fea ,
¿no es así , mamá ? — Sí : pretende ser su

mamente dispuesta ; pero sin duda ignora


rá que una señorita jóven debe tener , an

te todo , un ayre noble y modesto. Fuera

de que puede baylarse ligerísimamente , y


con mucha mas gracia , sin hacer tales con
torsiones , ni dar tan ridículos saltos . Pe
ro , mamá , reparo que ese género de dan
za es muy de moda : tened , mamá mi
rad aquellas dos jóvenes , la una vestida de
color de rosa , la otra de blanco .... Casi
es
AS
398 CART
es lo mismo. Sí : en efecto , hija , ese es
el gusto dominante , y no es de estrañar:
todo lo bueno siempre es raro el núme
ro de las gentes juiciosas, y de buen gusto,
es limitadísimo ; y esto es causa tambien de
que las personas de dicha reducida clase

sean tan admiradas : porque si la virtud,


el entendimiento , las habilidades y las gra
cias , fuesen ventajas muy comunes , una
persona honrada y amable encontraria de
seguro en la sociedad mucha mas compla
cencia y felicidades ; pero , confundida entre

la turba , no podria distinguirse , y tendria


poquísimos medios de adquirir gloria , y
ganarse la admiracion . Sí , Señora : lo
entiendo todo lo bueno siempre es raro ; y
ved ahí , porque abundan tanto las muge.
res desenvueltas , las ociosas , las perezosas ,

las ignorantes , y las atolondradas mucha


chuelas , que se presentan con tanto des
caro , dando saltos y cabriolas para aparen→

tar que tienen un ayre muy suelto y agra


ciado. Necesario es ser muy bestias para

meterse en aquella turba , en lugar de ele


gir la reducida clase , que es tan preciosa ,
y en la que se consigue ser distinguidas y
admiradas.... Aquí llegaba Adela en su
dis
SOBRE LA EDUCACION. 399
discurso , quando , en fin , llegó un jóven á
sacarla á baylar. Por una parte , dexaba
una conversacion que la entretenia : por
otra, sabía , que su compostura la afeaba : y
por otra , se hallaba atadísima con su pey
nado y vestido ; de manera que bayló mal ,
ió que la criticaban , y que de nin
y conoc
gun modo habia parecido bonita . Por to
do lo qual , volvió á su asiento con propó
sito firme de no baylar mas. De tiempo en
tiempo , pasaban por delante de nosotras
unas cestas grandes llenas de dulces y tor

titas , que tentaban mucho á Adela , acos


tumbrada á no merendar sino pan y fru
tas. No se atrevia á tocar á nada , pero no
té ,, que las cestas la arrancaban algunos sus
piros , y la ponian pensativa . Adela , la

dixe entonces ya empiezas á no ser niña ,


porque tienes once años ; con que así , co
me , si tienes hambre , de quanto quisieres,

con tal que sea sin exceso. Lo dexo á tu


discrecion , porque ni aún te miraré . Apro
vechóse Adela con mucho gusto del per

miso y yo , quantas veces veía llegar las


cestas 9 volvia la cabeza á otro lado , y
me ponia á hablar con mis vecinos; y Ade

la , creyendo que yo no la observaba , co


mia
1
1

400 CARTAS

mia de quantas tortas la presentaban . Ya


me iba á casa , quando Teodoro , muy
agitado , se llegó á mí , y me dixo en voz
baxa : " Acaba de sucederme una desgra
1
cia estaba yo solo jugando en un gabi

» netito , y he roto un espejo : os suplico,


» mamá mia , que se lo digais al dueño de
» la casa , para que no culpe á otro , que
» esté inocente."

Ya comprehendereis , Señora , la satis


faccion que me causaria tal candor y pun
donor. Abracé á Teodoro , y , despues de
haberselo noticiado al amo de la casa , nos
fuimos. Adela iba silenciosa y melancólica.

Preguntela la causa , y me respondió, que


tenia dolor de cabeza. Lo que tienes es
una indigestion , repliqué yo . ¡ Yo , ma
má ! - Sí : te has comido diez tortitas , seis
merengues , y ademas dos tazillas de cre
ma ; con que no es de maravillar que estés
mala. -No creí , mamá , haber comido
tanto . Ni tampoco que yo te hubiese
observado. Esto debe enseñarte dos cosas.

Primeramente , que la sobriedad es una


virtud útil y estimable ; y en segundo lu

gar , que ninguna cosa puede distraerme


de tí , y que , quando parece que no te
mi
SOBRE LA EDUCACION. 401
miro , entonces te veo mas. Ademas de es

to , Adela mia , quando se tiene generosi


dad , nunca se abusa de la confianza que se
hace de nosotros , L ¡ Ay , maná ! conoz

co mi culpa , y la repararé. Así lo es

pero; mas es posible , hija mia , que ne


cesites siempre de una desagradable expe
C riencia para persuadirte de lo que pudie
ras saber tan á poca costa , si prestases fé
S á mis discursos ? — Mamá mia , yo creo

todo quanto me decis. -¿ Por qué , pues,


? no me lo manifiestas en la ocasion ? Por
exemplo ( sin hablar de las tortas ) te acon
sejé , que prefirieras á tu vestido de bayle
otro mas sencillo. La comedia mia de la
Paloma parece como que te habia infundi
do repugnancia á los adornos afectados ; y,
con todo , quando vistes , en casa de ma
damisela Hubert , un vestido con guarni
cion de flores , apetecistes otro semejante .
Ya ves el fruto , que te ha producido , co
mo tambien la desmedida cantidad de ar

rebol que te pusistes. A buen seguro,


mamá mia , que vuelva yo á ponerme ves

tido guarnecido de flores , ni tampoco afey


tes en la cara. ―――― No seas extremada en

cosa alguna es menester seguir las modas,


EC

TOM. I. CC
pe JOLIOTE
A

BC
A
Y
N
U
402 CARTAS

pero siempre con moderacion. Lo que de


seo únicamente es , que tengas buen gusto,
para preferir , en general , una simplicidad
noble , modesta , cómoda y ayrosa , á la va
na afectacion de una compostura brillante,
y sobrecargada de adornos. Acababa yo
estas palabras , quando paró el coche. La
pobre Adela , que ya no podia mas , ba

xó con mucho trabajo. Luego que llegó á

su quarto , vomitó abundantemente , y no


tuvo el consuelo de que la compadeciese
ninguno de los que la rodeaban : al contra
rio , oía como todos murmuraban de su po
ca sobriedad , haciendo ascos de la espe

cie de mal que la aquejaba , y pronuncian


do con sumo desprecio la palabra indiges
tion , excepto yo , que callaba y cuidaba

á Adela con el mayor cariño y compasion.


Por tanto , ella me mostraba tal agradeci
miento , tal arrepentimiento , y tal ternu
ra , que al mismo tiempo que me movian,
me aseguraban que no volveria á padecer
otra indigestion por culpa suya.
Todo lo referido me llevó á hacer
una reflexion , que prueba muy bien la
bondad de nuestro plan de educacion , y

es , que el niño de mejor natural nunca


aguan
SOBRE LA EDUCACION. 403
aguantará una prueba absolutamente nue
va. Por exemplo , habeis visto á Adela
en un quarto lleno de dulces y confites , y,
Ta creyéndose sola , no tener tentacion ni aún

de tocarlos , porque habia dado su palabra


de honor de no llegar á ellos. Tambien
habeis visto quantos castigos y pruebas han
sido necesarias para llevarla á tal punto de
providad : por fin ha llegado ; pero como
hasta aquí solo habia sido sobria por obe
diencia , y por un impulso de honradéz,
luego que quedó á su discrecion sobre es
te punto , olvidó quantos elogios ha oi
do hacer de la templanza , y . comió con
exceso. Pero sí fácilmente se olvidan los
1
discursos , se conservan para siempre los
hechos en la memoria , y especialmente ,
quando los han acompañado circunstancias
dolorosas. Es , pues , necesario ; es , pues ,

indispensable instruir á los niños sobre to


das las materias , no con razonamientos , si

no con la experiencia misma. No quiero


decir , que excluyo totalmente el razona
miento , sino que conviene , que la expe

riencia demuestre siempre su solidéz . Vol


viendo á Adela , todavía le continuaba es
ta mañana el dolor de cabeza , y estaba
CC 2 fa
CARTAS
404
fatigadísima . Madama Ostalis la ha sermo
neado muchísimo. En fin , añadió esta mis

ma , tú vés que tengo bellos dientes , y


que me mantengo fresca : sé que Madama

Germeuil no te parece bien , porque care


ce de estas prendas naturales ; y , sin em
bargo, tiene dos años ménos que yo. —Pe
ro , interrumpió Adela , nunca ha tenido
ella vuestros dientes ni vuestra tez. — Per

dóname , hija mia : quando se casó , estaba


fresca у linda ; pero como es golosa , y co
me muchas tortas , padece á menudo in
digestiones , y tiene , como sabes , toda la
cara llena de barros . Hizo mucha fuerza á
Adela esta conversacion ; y. dos dias ente

ros de rigurosa dieta darán todavía mas pe


so á las reflexiones que hiciere sobre el
mismo punto. A Dios , Señora : bien veis
con quanta puntualidad os obedezco ; y á
la verdad , que es necesario contar mucho
sobre vuestra bondad , y aún sobre vues

tra particular inclinacion á Adela , para


entregarme tan del todo , y con tanta con
fianza , al placer de hablaros de ella .

CAR
SOBRE LA EDUCACION. 405
7

CARTA LXI.
2

La Baronesa á Madama Ostalis.

Comprehendo , hija mia , que te habrá


0
causado algun enfado la precision de estar
[
dos dias mas en Versalles , únicamente por
negocios fastidiosos ; pero como tu marido
está ausente , debes trabajar por él : acuér

date del siguiente consejo de Madama


1 Lambert 1.
1
" Mientras fueres jóven , forma tu re
99 putacion , aumenta tu crédito , ordena

» tus negocios , porque en edad mas avan


" zada te costará mucho trabajo : todo te
5
» ayuda en la juventud , todo te convida:
» los jóvenes dominan sin pensarlo . En la
99 mayor edad de nadie serás socorrida : ya
" no tendrás en tu persona aquel atractivo
seductor que se extiende sobre todo : so
» lo tendrás en tu socorro la razon y la

» verdad , que regularmente no gobiernan


» al mundo."

Ayer
I Consejos de una madre á su hija.
CC 3
406 CARTAS
Ayer pasé un dia delicioso en casa de
Madama Limours. El Embaxador de **** 9
1
á quien yo no conocià , entró de visita , y
aún no se habia sentado, quando preguntó,
si habias vuelto de Versalles: entónces fuis

tes el asunto de la conversacion general :


todos elogiáron con encomios tu conducta ,
tus habilidades , tu persona , tu dulzura , y
esa alegría franca y natural , que te sienta
tan bien , y te hace tan amable. ¡ Con qué
gusto oye los elogios aquella á quien la elo
giada debe sus virtudes , sus gracias y su re
putacion ! No hay precision de disimular
esta especie de orgullo.
Al contrario , se
"
puede confesar , y aún gloriarse abierta
mente de tenerlo. De quantos elogios te
hiciéron , ningunos me satisfaciéron mas que
los del Embáxador de **** , porque no
me conocia , y así no pudo sospechar lo

mucho que yo interesaba en aquella con


versacion .

Sí , hija mia : veo llegar con mucho


gusto el instante de volver al Languedoc .
¿ Qué podria yo echar ménos de París , lle
Creo , que
vándote esta vez conmigo ? ... Creo
no iremos directamente á B**** . Nuestro

proyecto es ir primero á pasar un mes en


Bre
SOBRE LA EDUCACION. 407

Bretaña : yo te diré por que es un cuen


to largo , que seguramente te agradará . A
Dios , querida hija mia : cuento contigo
para el Sábado.

CARTA LXII.
PJ C

Madama Valcé al Caballero Creni.

Me pedis una explicacion : ya veis


que estoy descontenta : en vano inquiris
el motivo ; porque ni sois tan penetrante,
ni tan delicado , que podais adivinarlo:
voy , pues , á deciroslo. Vos me amais :
no lo dudo ; pero es de una manera , que
de modo alguno me conviene como soy
incapaz de fingir , y abomino de toda arte
y disimulacion , no he podido disfrazar ni
ocultar la inclinacion , que hácia vos me
arrastraba. Nadie lo ignora . Debierais , á
lo menos , con vuestro procedimiento , jus
tificar la preferencia que habeis consegui
do; pero seguis un camino totalmente opues
to. Quando estamos solos , no me hablais
mas que de vuestro amor " de lo extrema
CC 4 do
S
408 CARTA

do de vuestra pasion , cosa que forma una


conversacion poquísimo variada , y que , en

el término de un año , podria fastidiar á


la muger mas cariñosa como estoy asegu
rada de poseer vuestro corazon , todas esas
protextas son inútiles , y su monotonia me
importuna. El amor os inclina á la tristeza.

Quando me pintais vuestra dicha , es con


un tono tan lamentable , que , por vuestro
ayre é inflexiones de voz , creeria qualquie
ra que estabais desesperado. Por Dios que
varieis mas , porque ya no tengo fuerzas.
Bien que , en desquite , quando estamos
con gentes , os manejais con un cierto ay
recillo de soltura , que todavía me es mas
insoportable. Apénas me mirais : todo os
ocupa entónces: todo parece que os agrada,
excepto yo. En las conversaciones genera
les , segun vos , el amor no es mas que ilu
siones , y locuras : hablais de él con una
ligereza tal , que debe convencer de que
no lo creeis : bautizais esta afectacion ridí
cula con el nombre de discrecion y de pru

dencia ; pero yo la encuentro intolerable.


Sabese que os amo ; y se persuaden por
vuestros discursos , que solo he cedido á un
capricho. De manera , que me quitais la
úni
SOBRE LA EDUCACION. 409

única disculpa que puedo tener , qual es la


de alvergar una pasion correspondida y ver
dadera. Os declaro , pues , terminantemen
te , que no puedo tolerar esa opinion : mi
corazon y mi orgullo están de ella igual
mente ofendidos. Quiero , que mostreis
amarme á los ojos del público , y que me
prefirais á todas las cosas. Al mismo tiem

po os prohibo , para siempre , todo quanto


pueda oler á familiaridad y trato casero,
y tambien aquellos cuidadillos , propios
solamente de la galantería , cuyo objeto no

quiero ser ocupaos conmigo , pero con


respeto y reserva : ese ha de ser vuestro
papel en público. Pero quando estemos so
los , sed entónces , si podeis , ligero , in
conseqüente , y en especial , alegre. Con
lo dicho , me desazonareis ménos , y me
convendreis mas. A Dios. Os doy á cono
cer mi modo de pensar y mi carácter : se
gun este conocimiento , comprehended, que
es necesario seguir puntualmente el plan
propuesto , si es que quereis conservarme.

CAR
410 ' CARTAS

CARTA LXIII.
i

La Baronesa á Madama Valmont.

Es verdad , Señora , que estamos de


terminados áðir á Bretaña , ántes de volver
al Languedoc. Nos mueve á ello el deseo

de conocer dos personas apreciables y ex


traordinarias , que son el Caballero Laga
raye , y su esposa . Ved aquí su historia.
I
El Marqués de Lagaraye pasaba por el
hombre mas dichoso de Bretaña. Era ama

do de una muger amable , respetado en su


provincia por su mérito personal , por su
nacimiento y bienes. Juntaba en su casa
la mejor sociedad de los contornos , se re
presentaban comedias , daba bayles , y ca
da dia se señalaba con una nueva funcion.
Madama Lagaraye tenia igual gusto que
su

I Esta historia es verdadera ; y el Autor supo


sus circunstancias de una persona , que tuvo la feli
cidad de conocer particularmente á los dos esposos,
que murieron el año de 1752 .
j
SOBRE LA EDUCACION . 4II
su marido ; y ambos creian haber fixado
su felicidad , quando súbitamente " en lo
mejor de una fiesta , la muerte repentina
y extrordinaria de la hija única de La
garaye , produxo en el corazon del triste

padre una revolucion tan singular como


no prevista. El disgusto del mundo y el
desasimiento de sus bienes frívolos , lo con
1 duxéron, ántes de mucho, á la devocion mas
sublíme , y al mismo tiempo le inspiráron
un designio , que por ventura nunca habrá
tenido exemplo. Comunicó Lagaraye á su
muger sus ideas y proyectos , y no hubo
cosa que retardase su execucion. Partiéron
para Montpellier , y allí estuvieron dos
años , únicamente ocupados en instruirse de
quanto puede tener relacion con la Ciru

gía. Hiciéron muchos cursos de Anatomía


y de Chîmia : aprendiéron á sangrar , y
á vendar heridas ; y reuniendo , para aquel

I Y aún tambien hizo Lagaraye sobre la Chîmi


ca algunas obras muy estimadas , y muchos descu
brimientos útiles. El fué quien descubrió las propie
dades , y dió nombre á la sal de Lagaraye , impro
piamente llamada sal , porque no es otra cosa que
el extracto seco de la quina.
412 CARTAS

género de estudio , toda la aplicacion que


pueden infundir unos motivos grandes , y
un entusiasmo verdadero , hicieron ambos
maravillosos progresos. Durante aquel tiem
po , trabajáron, de órden suya , en la casa de
Lagaraye , la qual transformáron en un
vasto hospital , que contiene dos cuerpos ,
uno para hombres , y otro para mugeres;
y aquella habitacion , donde ántes reyna
ban los placeres, el fausto y la afeminacion ,
se convirtió en templo augusto de Religion
y humanidad. Ambos esposos partiéron de
Montpellier , y llegáron á su casa . La
garaye , entónces de edad de quarenta y
cinco años , se puso á la cabeza del hos

pital de los hombres , y consagró su vida


y hacienda al servicio de los pobres. Ma
dama Lagaraye , con diez años ménos que
su marido , se impuso las mismas obliga
ciones en el hospital de las mugeres. Aun
que hermosa , y jóven todavía , dexó gozo.
sa los ricos adornos de la vanidad , para
tomar el modesto trage de una enfermera
humilde. Aquel establecimiento , aquel mo
delo de las virtudes todas , superior por

ventura á quanto se ha visto digno de


ser admirado , ha ya diez años que dura.
Ved
SOBRE LA EDUCACION. 413
Ved aquí , Señora , lo que deseamos visi

tar. Adela y Teodoro han de comulgar, por


primera vez , de aquí á seis meses , y no
puedo hacerles mejor preparacion , que la
del viage de Lagaraye. ¡ Qué cosa tan dul
ce es admirar á la virtud de cerca ! El va

sallage que se le tributa es el paso primero


que se dá hácia ella.
; Madama Ostalis marcha con nosotros á

Bretaña , y aún irá al Languedoc á pasar


tres meses. De modo , que no me queda
mas sentimiento que dexar en París á Ma
dama Limours.

Me pedis algunas noticias sobre la ama


ble niña , que , algun dia , será mi nuera,
(si su corazon no lo estorvare ) : es efecti
vamente preciosa por su persona y carác
ter. A Teodoro le parece muy agradable
y muy linda , y Adela la ama entrañable
mente. No tendrá Constanza tantas habili

dades como Adela , pero es juiciosa , sen


sible , igual y agasajadora. Madama Li
mours la educa bien , y la ha dado princi
pios excelentes. Pero , sin embargo , dicha
niña es tan en extremo sensible , у tiene

tal disposicion á la melancolía , que , si en


lo succesivo no se tiene cuidado , podria
cau
414 CARTAS

causar su desgracia. A Dios , Señora : ma


ñana saldremos para Lagaraye : allí esta
remos tres semanas : despues volveremos á

pasar unos dias en París ; y así , dentro de
seis semanas , á corta diferiencia , tendré el

gusto de veros. Me lisonjeo de que no du


dareis de la impaciencia con que aguardo
el instante que ha de reunirnos.

FIN DEL TOMO PRIMERO.


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Biblioteca CANT
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Departament de Cultura

BIBLIOTECA DE CATALUNYA

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