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Técnica de barrido horizontales: 

Son las técnicas que más se utilizan. La cabeza del cepillo se coloca en un ángulo de
90° respecto de la superficie dentaria y se realiza un movimiento horizontal repetido de
vaivén  
Este tipo de técnica se recomienda en niños debido a la marcada anatomía dentaria que
muestra, además, resulta ser la más sencilla de ejecutar.  
Técnica de Starkey

Se trata de una técnica basada en movimientos horizontales, en sentido anteroposterior,


de derecha a izquierda y viceversa, de manera que las puntas de los filamentos se
desplazan del lugar donde inicialmente fueron posiciona- das. Se inicia dividiendo la
arcada dental en sextantes, los filamentos se dirigen en una inclinación de 45° hacia
apical y se realizan movimientos horizontales unas 15 veces por sextante. El cepillo
debe ser de filamentos muy suaves. Es una técnica ejecutada por los padres, colocando
al niño por su espalda y apoyado sobre el pecho o la pierna del padre o tutor. Cuando el
niño ya tiene 2 ó 3 años esta técnica se realiza de pie y delante de un espejo, con el
objetivo de instruirlo.
Indicaciones: bebés y niños hasta los 7 años, pacientes con alteraciones de la
motricidad.

CONSECUENCIAS DE UNA MALA HIGEINE BUCAL:

La OMS destaca que el descuido de la salud bucodental afecta a casi la mitad de la


población mundial

El último Informe sobre la situación mundial de la salud bucodental publicado hoy por


la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece la primera panorámica integral de la
carga de las enfermedades bucodentales con perfiles de datos para 194 países, lo que
proporciona una percepción única sobre áreas y marcadores clave de la salud bucodental
pertinentes para los responsables de la toma de decisiones.

El informe muestra que casi la mitad de la población mundial (45% o 3,5 mil millones
de personas) padecen enfermedades bucodentales, y que tres de cada cuatro personas
afectadas viven en países de ingreso bajo y mediano. Los casos mundiales de
enfermedades bucodentales han aumentado unos mil millones durante los últimos 30
años —una clara señal de que muchas personas no disponen de acceso a la prevención y
el tratamiento de las enfermedades bucodentales. 

Caries

Se trata de una enfermedad de origen bacteriano que ataca el esmalte dental. Se produce
debido a seguir un cuidado bucoental inadecuado o a padecer malposición
dentaria. Esto provoca la unión de las bacterias y los restos de comida, generando la
acumulación de placa bacteriana en la dentición.
Si no se detecta y trata de manera precoz, la caries puede afectar a otras zonas del
diente, como la pulpa dental, pudiendo generar un intenso dolor y llegar a provocar la
pérdida de la pieza.

Gingivitis

Esta enfermedad tiene una sintomatología muy característica, ya que suele detectarse
por la inflamación y sangrado de las encías, provocados en la mayoría de los casos
por la acumulación de placa bacteriana.

Si no es tratada a tiempo, esta patología evoluciona pudiendo destruir las encías,


ligamentos y estructuras óseas.

Periodontitis

Si la gingivitis avanza sin ser tratada, puede desencadenar en una dolencia más


grave que afecta a los tejidos de soporte del diente: la periodontitis. Esta afección llega
en ocasiones a provocar que el diente pierda sujeción, derivando en su caída.

Se trata de una enfermedad oral severa, que también puede tener repercusión en otras
partes del organismo, como el sistema cardiovascular.

Halitosis

El mal aliento es provocado por diferentes causas. Sin embargo, el 60% de los casos
tiene su origen en la cavidad oral, fruto de la acumulación de bacterias en la boca.

Esta afección deriva en muchas ocasiones en problemas psicológicos y sociales, como


falta de autoestima, rechazo social o depresión.

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