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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE HONDURAS

UMH VIRTUAL

ASIGNATURA: ÉTICA PROFESIONAL/EDUCACIÓN EN VALORES


SOSTENIBLES

CLASE N. 3 LA AXIOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON LA ÉTICA

La axiología se ocupa de los valores y juicios de valor en general, mientras que la ética
profesional se centra en los principios y normas morales aplicados al ámbito laboral. Ambas
disciplinas son relevantes para los profesionales, ya que ayudan a definir qué se considera una
conducta ética y cómo se pueden aplicar los valores en el ejercicio de sus responsabilidades
profesionales.

Autor: Meily Celene Santos

HONDURAS C.A TEGUCIGALPA M.D.C 2023


1. LA AXIOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON LA ÉTICA

La axiología y la ética profesional son dos disciplinas relacionadas que


abordan cuestiones éticas y morales en diferentes contextos. aunque están
estrechamente vinculadas, cada una se enfoca en aspectos ligeramente diferentes.

En cuanto al origen de la axiología, se remonta a la antigua Grecia, donde


filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles reflexionaron sobre la naturaleza del
valor y la ética. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando la axiología se estableció como
una disciplina filosófica independiente gracias a filósofos como Max Scheler y Nicolai
Hartmann.

LA AXIOLOGÍA

"AXIOS" "LOGOS"
"VALOR" O "MERECEDOR" "ESTUDIO" O "TRATADO"
Por lo tanto, la axiología es el estudio de los valores o la teoría de los valores

La axiología es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio de los


valores y juicios de valor. Examina las preguntas sobre qué es el valor, qué hace
que algo sea valioso y cómo se pueden fundamentar los valores.
La importancia de la axiología radica en su capacidad para proporcionar un
marco teórico y conceptual para comprender y analizar los valores en diversas áreas
de la vida humana, como la ética, la estética, la política, la religión y la educación.
Permite examinar las diferentes teorías y enfoques sobre los valores, así como las
implicaciones prácticas de los valores en la toma de decisiones individuales y
colectivas.
La axiología también desempeña un papel crucial en el desarrollo de sistemas
éticos y morales. Ayuda a definir y evaluar los principios y normas que guían la
conducta humana, así como a reflexionar sobre las bases y fundamentos de estos
principios. Además, la axiología nos ayuda a comprender cómo los valores influyen
en nuestras creencias, actitudes y comportamientos, tanto a nivel personal como
social.
1.1 Los valores

Los valores son principios, creencias o cualidades que guían el


comportamiento y las acciones de las personas, así como las decisiones que toman
en su vida cotidiana. Representan un conjunto de normas y creencias compartidas
por una sociedad, cultura o grupo de individuos, y juegan un papel fundamental en
la forma en que las personas perciben el mundo, interactúan con los demás y toman
decisiones éticas.

El origen de los valores es complejo y multifacético. Se pueden originar


a partir de diversas fuentes:

Cultura y sociedad: Los valores suelen ser transmitidos de generación en


generación a través de la socialización en la familia, la educación formal, los medios
de comunicación y las instituciones sociales. Cada cultura y sociedad tiene su
conjunto único de valores que influyen en el comportamiento y las actitudes de sus
miembros.

Religión y espiritualidad: Las creencias religiosas y espirituales también


juegan un papel importante en la formación de valores. Las enseñanzas y principios
religiosos pueden influir en la moralidad y la ética de las personas.
Experiencias personales: Las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra
vida también pueden dar forma a nuestros valores. Eventos significativos, relaciones
personales y situaciones específicas pueden influir en la forma en que vemos el
mundo y desarrollamos nuestros principios.

Evolución biológica: Algunos investigadores argumentan que ciertos


valores tienen raíces biológicas o evolutivas. Por ejemplo, la empatía y el cuidado
hacia los demás pueden estar relacionados con la supervivencia de la especie
humana.

Filosofía y pensadores: A lo largo de la historia, filósofos y pensadores han


contribuido al desarrollo y la promoción de ciertos valores. Sus ideas y reflexiones
pueden influir en las creencias y perspectivas de la sociedad.
Es importante destacar que los valores pueden variar de una cultura a otra y
que también pueden cambiar con el tiempo. Las sociedades evolucionan y se
adaptan, y con ellas, también pueden cambiar sus valores dominantes. Además,
las personas individuales pueden tener sus propios valores únicos y a menudo hay
una diversidad de valores dentro de una misma comunidad o sociedad.

Cada persona puede tener sus propios valores y prioridades, ya que los
valores pueden variar según la cultura, la educación, las experiencias de vida y las
creencias individuales. Los valores actúan como guías que influyen en nuestras
decisiones y acciones, y pueden jugar un papel importante en la forma en que
vivimos nuestras vidas y nos relacionamos con los demás.
1.2 Clasificación de los valores

Los valores pueden clasificarse en diferentes categorías según su naturaleza


y ámbito de aplicación. Aquí hay algunos tipos comunes de valores:

Valores morales o éticos: Son aquellos relacionados con el comportamiento


humano y las acciones consideradas correctas o incorrectas desde un punto de vista
ético. Incluyen valores como la honestidad, la justicia, la responsabilidad, la
solidaridad y el respeto.
Los valores sostenibles: se refieren a aquellos principios y creencias que
promueven la sostenibilidad, es decir, la capacidad de satisfacer las necesidades del
presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Estos
valores buscan crear un equilibrio entre el bienestar social, económico y ambiental,
asegurando que nuestras acciones actuales no agoten ni dañen los recursos
naturales y el medio ambiente para las generaciones venideras.

Valores sociales: Estos valores se refieren a las normas y principios que


rigen las interacciones y relaciones entre las personas dentro de una sociedad.
Ejemplos de valores sociales son la tolerancia, la cooperación, la cortesía y la

empatía.

Valores familiares: Son los valores que se promueven y transmiten dentro


de la unidad familiar. Pueden incluir la unidad, el cuidado mutuo, el compromiso, el
respeto a los mayores y la lealtad.
Valores culturales: Son los valores compartidos por una comunidad, grupo
étnico o nación. Reflejan las creencias, tradiciones y normas que son importantes
para esa cultura en particular.

Valores religiosos o espirituales: Estos valores están relacionados con las


creencias y principios fundamentales de una religión o sistema de creencias
espirituales. Pueden incluir la fe, la humildad, la compasión y el perdón.
Valores personales: Son los valores individuales que cada persona adopta
como parte de su identidad. Estos valores pueden variar de una persona a otra y
están influenciados por su educación, experiencias y creencias personales.

Valores económicos: Se refieren a las creencias y actitudes relacionadas con


el dinero, el trabajo y el éxito financiero. Pueden incluir el ahorro, la eficiencia, la
responsabilidad financiera y el esfuerzo para lograr el éxito económico.

Valores políticos: Estos valores están relacionados con las creencias sobre
el sistema político, los derechos individuales, la participación cívica y la justicia
social.

Valores educativos: Son los valores que se promueven dentro del ámbito
educativo, como el conocimiento, la curiosidad, el respeto por el aprendizaje y la
excelencia académica.

Valores medioambientales: Son aquellos relacionados con el cuidado y la


protección del medio ambiente, como la sostenibilidad, la conservación de los
recursos naturales y la conciencia ecológica.

Es importante recordar que los valores no son absolutos y pueden


variar según la cultura, la sociedad y las creencias individuales.

Además, una persona puede tener diferentes valores en diferentes contextos


y situaciones de su vida. Los valores juegan un papel fundamental en la toma de
decisiones y en la formación de la identidad y la moral de cada individuo.
1.3 Los valores y su relación con la ética

Los valores y la ética están estrechamente relacionados, ya que ambos


conceptos están vinculados con la moral y el comportamiento humano. A
continuación, exploraremos cómo se conectan los valores con la ética:

Fundamentos de la ética: Los valores son la base sobre la cual se construye


la ética. Son principios fundamentales que guían nuestras acciones y decisiones, y
están arraigados en nuestras creencias, cultura y educación. La ética, por su parte,
es el estudio y la reflexión sobre la moralidad y el comportamiento humano, y busca
establecer normas y principios que regulen la conducta correcta y adecuada.

Influencia en la toma de decisiones: Los valores influyen en cómo


percibimos el mundo y en cómo tomamos decisiones. Nuestras elecciones éticas se
basan en nuestros valores, ya que buscamos actuar de acuerdo con lo que
consideramos correcto y valioso.

Normas éticas y códigos de conducta: Los valores a menudo se reflejan en


los códigos de ética y las normas de conducta que rigen ciertas profesiones o grupos
sociales. Estos códigos establecen estándares éticos específicos que los individuos
deben seguir para mantener la integridad y el respeto hacia los demás.

Coherencia y consistencia: Una ética sólida requiere que nuestros valores


sean coherentes y consistentes. No podemos tener una ética sólida si nuestros
valores cambian arbitrariamente o si actuamos de manera contraria a lo que
decimos valorar.

Dilemas éticos: En situaciones donde existen dilemas éticos, los valores


juegan un papel crucial en la resolución del conflicto moral. Evaluaremos nuestras
opciones en función de nuestros valores para tomar decisiones éticas informadas.

Desarrollo moral: Los valores también influyen en el desarrollo moral de


las personas. A medida que crecemos y adquirimos experiencias, nuestros valores
pueden evolucionar y cambiar, lo que afecta cómo comprendemos y aplicamos la
ética en nuestras vidas.

Legado cultural: Los valores son una parte importante de la herencia


cultural y social. Muchas sociedades y comunidades tienen valores compartidos que
se transmiten de generación en generación, y estos valores enriquecen la ética
colectiva.

1.3 Valores éticos y No éticos

Es importante destacar que, aunque los valores son la base de la ética, no


todos los valores son necesariamente éticos. Algunos valores pueden ser
perjudiciales o contrarios a la ética, dependiendo del contexto y las consecuencias
de su aplicación.
Por lo tanto, la ética implica una reflexión crítica sobre nuestros valores y
cómo se aplican en diversas situaciones para tomar decisiones éticas responsables
y fundamentadas.

Existen valores que, si bien pueden ser importantes para algunas personas o
culturas, pueden no ser éticos cuando se consideran desde una perspectiva más
amplia de bienestar y respeto hacia todos los individuos y grupos. Algunos ejemplos
de valores que no son éticos incluyen:

Supremacía racial o étnica: La creencia en la superioridad de una raza o


etnia sobre otras es una perspectiva discriminatoria y dañina que va en contra de la
igualdad y el respeto por la dignidad de todos los seres humanos.

Violencia injustificada: La valoración de la violencia como medio para


resolver conflictos o imponer ideas es éticamente inaceptable, ya que contradice el
principio de no maleficencia y la búsqueda de soluciones pacíficas.

Explotación y opresión: Valores que promueven la explotación de personas,


animales o recursos naturales sin considerar sus derechos y bienestar son
contrarios a la ética de la justicia y el respeto.
Intolerancia y discriminación: Valores que promueven la intolerancia
hacia ciertas creencias, culturas, géneros o identidades sexuales son éticamente
cuestionables, ya que violan el principio de respeto y diversidad.

Mentira y engaño: Valores que fomentan la deshonestidad y el engaño van


en contra de la ética de la honestidad y la confianza mutua.

Aprovechamiento y egoísmo extremo: Valores que priorizan el beneficio


personal a expensas de los demás sin considerar su bienestar, pueden socavar la
ética de la solidaridad y la responsabilidad hacia los demás.

Crueldad y maltrato: La valoración de actos crueles o maltrato hacia seres


vivos va en contra de la ética de la compasión y el respeto por la vida y el sufrimiento
de otros.

Corrupción: La valoración de prácticas corruptas, como el soborno o el


abuso de poder, socava la ética de la transparencia y la justicia.

Falta de empatía: Valores que desprecian o ignoran el sufrimiento o las


necesidades de los demás están en conflicto con la ética de la empatía y la
solidaridad.

Inequidad y desigualdad deliberada: La valoración de la desigualdad y la


discriminación sistemática va en contra de la ética de la justicia y la igualdad de
oportunidades.

Es importante tener en cuenta que los valores éticos pueden variar según la
cultura, la educación y las creencias individuales. Sin embargo, existen valores que,
desde una perspectiva ética más amplia y fundamentada en el respeto y el bienestar
de todos, son considerados inapropiados o inaceptables. La reflexión y el diálogo
ético nos ayudan a discernir entre los valores que promueven una convivencia
armoniosa y respetuosa y aquellos que pueden causar daño o perpetuar injusticias.

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