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Dios lo creo perfecto...

pero ahora es un
caos (Génesis 1:1)

 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.


Génesis  1:1

INTRODUCCIÓN

            Un principio básico que todos debemos saber es


que Dios es el creador del universo. Nuestro universo
no es producto del big ban o de la visita de
extraterrestres que realizaron experimentos genéticos,
sino Dios es el creador de todo. De hecho, la misma
palabra Universo lo testifica, “Uni = única”, “Verso =
palabra”. En el principio Dios creo los cielos y la tierra;
pero ahora todo es un caos ya que la maldad e injusticia,
el medio ambiente degradado, tantas guerras,
hambrunas y catástrofes nos gritan que algo anda mal.
El mundo va de mal en peor, pero Dios no creo así el
mundo al principio, pero el pecado lo ha dañado.
Veamos mas en detalle este tema.

En el Principio Dios creo todo perfecto... pero ahora el mundo es un caos

                        I.         UNA CREACIÓN PERFECTA


HECHA POR DIOS.

En la Biblia se nos deja claro que Dios es el


creador de los cielos y la tierra, y esta fue creada en seis
días y al séptimo descanso. El primer capítulo del libro
de Génesis nos explica el orden en el cual todo fue
creado por nuestro Señor:

1.     Primer día, la creación del día y la noche,


(Génesis 1:3-5).
2.     Segundo día, la creación del cielo, la
atmósfera y mares, (Génesis 1:6-8).
3.     Tercer día, la creación de continentes y
vegetación, (Génesis 1:9-13).
4.     Cuarto día, la creación de los cuerpos celestes,
(Génesis 1:14-19).
5.     Quinto día, la creación de los animales del
mar y las aves, (Génesis 1:20-23).
6.     Sexto día, la creación de los mamíferos y del
hombre, (Génesis 1:24-31).
7.     Séptimo día, Dios descanso de su obra
perfecta, (Génesis 2:1-3).

El hombre fue creado por Dios, y puesto como


responsable de cuidar y gobernar los recursos
naturales: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread
en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra”,
(Génesis 1:26-28). Y fue puesto en el huerto del Edén,
un lugar tropical hermoso: “Tomó, pues, Jehová Dios
al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al
hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal
no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás”, (Génesis 2:15-17).
Lamentablemente, el hombre se rebeló en contra de
Dios y como consecuencia fue expulsado del Huerto del
Edén y el pecado entro en el mundo.

                      II.         AL ENTRAR EL PECADO AL


MUNDO TODO SE DAÑÓ.

“Al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu


mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo:
No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa;
con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del
campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta
que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás… Echó, pues, fuera
al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén
querubines, y una espada encendida que se revolvía
por todos lados, para guardar el camino del árbol de la
vida”. Génesis 3:17-19, 24
Vemos como el pecado echo a perder todo lo bueno
que Dios había hecho. La tierra fue maldecida por su
culpa, produciría cardos y espinos, ya no sería aquel
paraíso tropical, se ganaría el pan diario con el sudor de
su frente, y la tierra ya no le produciría con tanta
abundancia. A parte de esto, el derecho de gobernar este
mundo le fue quitado y Satanás lo ha tomado
temporalmente: “Sabemos que somos de Dios, y el
mundo entero está bajo el maligno”, (1 Juan 5:19).

Hoy en día podemos ver los efectos malignos de la


influencia satánica sobre este mundo. Vivimos en un
mundo dañado totalmente, tanto moralmente, como
ecológicamente, como espiritualmente. Hoy vivimos en
un mundo sin moral, totalmente depravado, lleno de
violencia, abortos, asesinatos, extorciones, injusticia
social, corrupción y totalmente indiferente a Dios. A
parte de eso, el medio ambiente está totalmente
destruido, la contaminación y deforestación aumente
cada año, las pestes y hambrunas abundan, los ríos se
secan y año con año la capa de ozono se debilita más.
Por ello la Biblia dice: “Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto
hasta ahora”, (Romanos 8:22).

                    III.         DIOS HA COMENZADO A
RESTAURAR SU CREACIÓN
COMENZANDO CON EL HOMBRE.
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque
has hallado gracia delante de Dios. Y ahora,
concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será
llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David su padre; y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces
María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco
varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Lucas 1:30-35

Si bien es cierto, Dios creo el mundo perfecto, pero


ahora este esta dañado por causa del pecado y es un
caos total; pero ha comenzado un proceso de
restauración de toda su creación, y lo primero que
quiere restaurar es al hombre. Para esto Dios ha enviado
a su Hijo amado a morir por nuestros pecados el cual
nació no de la unión de un hombre y una mujer, porque
de ser así hubiese heredado el pecado, sino que nació
por obra del Espíritu Santo. En todo esto vemos como
el Espíritu Santo interviene en el proceso de creación,
porque al principio vemos como se movía sobre la
faz  de la tierra sugiriéndonos su acción poderosa para
crear todas las cosas, vemos aquí como opero a favor de
Maria para que en el vientre de ella se concibiese un
niño, que seria nuestro Señor Jesús, y ahora, gracias a la
obra redentora de Cristo Jesús el hombre puede nacer
de nuevo a una nueva vida: “Respondió Jesús y le dijo:
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo:
¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede
acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre,
y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es”, (Juan 3:3-6). Cuando una persona nace de nuevo,
prácticamente se convierte en una nueva creación, un
nuevo hombre, una nueva criatura, tal y como lo
expresa la NVI: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo,
es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado
ya lo nuevo!”, (2 Corintios 5:17, NVI).

                    IV.         DIOS HARÁ CIELOS


NUEVOS Y TIERRA NUEVA.

“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el


primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no
existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como
una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz
del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con
los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su
pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya
no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
Apocalipsis 21:1-4
Finalmente, Dios no solo nos prometa restaurar
nuestra vida a tal punto de hacernos nueva criatura, sino
también hacer nuevas todas las cosas. Como dice
Apocalipsis, Dios hará cielos nuevos y tierra nueva,
creara una nueva Jerusalén donde habitaremos con El, y
esta tierra dañada por el pecado será destruida junto con
todos los impíos que serán castigados
eternamente: “Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y
piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos
para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos,
siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros
esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra
nueva, en los cuales mora
la justicia”, (2 Pedro 3:11-13).

CONCLUSIÓN.

            En el principio Dios creo los cielos y la tierra


siendo el hombre el sello de la perfección de la
creación, todo era perfecto y agradable hasta que por
causa del pecado todo se dañó. Hoy en día vivimos en
un mundo lleno de maldad, pornografía, lascivia,
delincuencia, injusticia, homicidios, envidias; este
mundo esta lleno de sufrimiento, enfermedades,
guerras, catástrofes y cada año el medio ambiente se va
degradando más y más. Dios creo el mundo perfecto,
pero hoy todo es un caos. Pero Dios nos ofrece una
nueva creación comenzando con nosotros al
convertirnos en nuevas criaturas por medio de la fe en
Jesús, y en la eternidad cielos nuevos y tierra nueva.

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