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La ciudad de Lima, es conocida no solo por su basta historia, sino también por su

exquisita gastronomía. Entre los variados aspectos culinarios que destacan se


encuentran los irresistibles postres que se pueden encontrar en sus calles. Y uno de los
lugares emblemáticos donde se pueden disfrutar estos manjares dulces es cerca de la
Iglesia de las Nazarenas, un sitio que no solo atrae a devotos religiosos, sino también a
amantes de la buena comida.

Un paseo por la historia de Lima:

La Iglesia de las Nazarenas, es uno de los lugares de culto más emblemáticos de la


ciudad del Perú, su historia de la iglesia se remonta al siglo XVII, cuando se construyó
una pequeña capilla en honor a la imagen de Nuestra Señora de la Evangelización. La
imagen era venerada por la comunidad de indígenas y mestizos de Lima, y se le
atribuían milagros y protección.

En 1655, un fuerte terremoto azotó Lima, echando abajo gran parte de la ciudad. Sin
embargo, la capilla de las Nazarenas, como se le conocía entonces, quedó prácticamente
intacta. Este evento se interpretó como un milagro y fortaleció aún más la devoción al
Señor de los Milagros y a la Virgen de la Evangelización.

A lo largo de los años, la iglesia fue reconstruida y ampliada en varias ocasiones para
dar cabida a la creciente comunidad de fieles. La devoción al Señor de los Milagros se
consolidó como una de las más importantes de Perú, y cada octubre se lleva a cabo la
procesión del Señor de los Milagros, considerada la más grande y multitudinaria de
América Latina.

Hoy en día, la Iglesia de las Nazarenas sigue siendo un lugar de culto y peregrinación
muy visitado, tanto por peruanos como por turistas. Y cerca de ella se despliega un
auténtico festival de sabores dulces que deleita a los lugareños y visitantes por igual.

La fusión de sabores en la zona de influencia de la Iglesia de las Nazarenas

Los postres tradicionales peruanos se presentan en todo su esplendor, ofreciendo una


variedad de opciones irresistibles con una combinación de influencias indígenas,
españolas y afroperuanas, estos postres cautivan a los paladares con sabores únicos y
exquisitos.

Uno de los postres más emblemáticos que podemos encontrar a las afueras de la iglesia
es el suspiro a la limeña. Esta dulce tentación combina una suave crema de leche
condensada y yemas de huevo, cubierta con un merengue dorado. Es una verdadera
delicia que se deshace en la boca y deja un sabor dulce y reconfortante.

También encontramos los picarones, una especie de rosquilla hecho de masa de harina y
camote, frito hasta obtener una textura crujiente por fuera y suave por dentro. Lo sirven
bañado en miel de chancaca y es un verdadero placer para los amantes de los postres
fritos.

La mazamorra morada que es un postre tradicional que se prepara con maíz morado,
frutas y condimentos. Es una mezcla dulce y aromática que se sirve fría, acompañada de
arroz con leche o sola. Es perfecto para refrescar los días calurosos y disfrutar de los
sabores auténticos del Perú.

Y no podemos dejar de mencionar a los alfajores. Se trata de una galleta de masa suave
y delicada, hechas con harina o con maicena, rellena con dulce de leche y espolvoreada
con azúcar en polvo o coco rallado. Cada bocado es una explosión de sabores.

La zona alrededor de la Iglesia de las Nazarenas en Lima es un verdadero paraíso para


los amantes de los postres. Los sabores tradicionales y la fusión de influencias culinarias
se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Los postres como el suspiro limeño,
los picarones, la mazamorra morada entre otros, son solo una muestra de la diversidad y
la creatividad que se encuentra en cada esquina. Explorar esta zona es sumergirse en la
dulzura y el encanto de la cocina peruana, dejándonos llevar por la magia de los sabores
y los aromas que nos rodean. No hay mejor manera de terminar una visita a la Iglesia de
las Nazarenas que deleitándose con estos deliciosos postres que honran la tradición y la
pasión por la buena comida en Lima.

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