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Bursitis en hombro

Descripción

La bursitis de hombro es la
inflamación de la bursa
que se encuentra en el
hombro. Su inflamación
produce una disminución
del espacio en la
articulación generando,
posteriormente, dolor
durante los diferentes
movimientos.

La presencia de un proceso inflamatorio en la bursa compromete las funciones


realizadas por la musculatura del manguito rotador y del deltoides, adicionalmente
ocasiona dolor en los movimientos de rotación y elevación del hombro. Si bien su
origen se ve asociado con los movimientos repetitivos del hombro. Existen otras
alteraciones que originan esta afección en el hombro, como traumatismos,
sobrecarga mecánica y factores metabólicos.

 Bursa subacromial (subacromial bursa): debido a su ubicación es la más


que más frecuentemente se inflama, se ubica medialmente por debajo del
arco coracoacromial y es encargado de disminuir la fricción, permitiendo el
movimiento libre del manguito rotador en relación con el arco
coracoacromial.
 Bursa subdeltoidea (subdeltoid bursa): se comunica con la anterior
formando la llamada bursa subacromial – subdeltoidea. Esta se encuentra
en la profundidad del músculo deltoides disminuye la fricción y permite el
movimiento de abducción del hombro.
 Bursa subcoracoidea (subcoracoid bursa): se encuentra anterior al
músculo subescapular por debajo del proceso coracoides y se encarga de
evitar la fricción entre el coracobraquial, el subescapular y la cabeza corta
de los tendones del bíceps, lo que permite la rotación interna y externa del
hombro.
 Bursa subescapular (subscapular bursa): se encuentra entre el músculo
subescapular y la escápula, evita la fricción entre estas estructuras y facilita
el movimiento de rotación interna
Conflicto de espacio en la región subacromial

El espacio subacromial está delimitado caudalmente por la porción superior de


la cabeza del húmero y el troquíter y cranealmente por la articulación
acromioclavicular y el ligamento acromiocoracoideo.

Por su interior discurre el tendón común del manguito de los rotadores externos
del húmero, constituido por los músculos supraespinoso, infraespinoso y
redondo menor.

Cubriendo esta estructura tendinosa se halla una bolsa serosa, la bolsa


subacromial, que protege y permite el deslizamiento bajo la bóveda
acromiocoracoidea durante los movimientos del brazo. El diámetro vertical del
espacio subacromial se ve disminuido con los movimientos de elevación del
brazo. Esta fricción continuada, producida por las actividades que implican
elevación del brazo, es el principal factor causante de las lesiones degenerativas
del manguito rotador.

Signos y síntomas

El dolor debido a la bursitis del hombro a menudo comienza como una ligera
molestia que varía dependiendo del movimiento, aumentando especialmente a la
abducción. Incluso los movimientos simples, como los necesarios al ponerse una
chaqueta o el sostén, se asocia con molestias graves. Específicamente, los
síntomas que indican que padece esta afección son:

 Dolor al levantar el brazo.


 Molestias nocturnas que interrumpen el sueño, especialmente cuando se
acuesta sobre el lado del hombro afectado.
 Restricción de movimiento por dolor.
 Debilidad muscular del brazo.
 Ligera hinchazón en la articulación

Estos síntomas pueden ser agudos o desarrollarse lentamente durante un largo


período de tiempo y persistir crónicamente. Si se prolonga la enfermedad, el dolor
se vuelve cada vez más intenso pudiendo irradiarse hacia el brazo, debido a la
inflamación de la bursa. Adicionalmente, la movilidad de la articulación del hombro
puede verse comprometida presentando una restricción severa.

Causas

Esta enfermedad puede ocurrir después de una sobrecarga debido al trabajo


prolongado con el brazo por encima de la altura del hombro, este movimiento
repetitivo es la causa más recuente en deportistas como beisbolistas o
basquetbolistas, sin embargo, también pueden verse expuestas personas con
actividades laborales que implique levanta los brazos por encima de la altura de
los hombros de manera prolongada o constante.

 Envejecimiento: con el aumento de la edad, aumenta la probabilidad de


desarrollar bursitis en caso de sobrecarga o trauma.
 Traumatismo, golpe o impacto: estos pueden causar lesionar la bursa
provocando el inicio de un proceso inflamatorio en su membrana.
 Tendinitis calcificante adyacente o espolones óseos del acromion: el
almacenamiento de calcio en el tendón supraespinoso o un espolón en el
acromion puede provocar un choque e irritar la bursa subacromial que se
encuentra adyacente y, a largo plazo, provoca bursitis.
 Alteraciones posturales: unos hombros anteriorizados estrechan el
espacio debajo del espacio subacromial, si este espacio es
permanentemente estrecho, la presión mecánica aumenta en la bursa
subacromial, así como también en el aparato tendinoso del manguito
rotador. Esto en conjunto promueve un proceso inflamatorio de la bursa.
 Enfermedades como gota, artritis reumatoide, artritis psoriásica,
espondilitis, infección y sinovitis villonodular pigmentada.

Dx diferencial: tendinitis o bursitis

En la tendinitis el proceso inflamatorio afecta a algún tendón en el hombro,


mientras en la bursitis trata de la inflamación de la bursa. Ahora bien, este proceso
inflamatorio en ambas estructuras genera dolor al movimiento que puede
irradiarse hacia el brazo, sin embargo, en caso de bursitis el dolor se presenta no
sólo con el movimiento o con la presión, sino que puede doler incluso en reposo.

Evaluación

Inicialmente en la anamnesis, se buscará detectar la presencia de enfermedades


asociadas a la bursitis, como artritis, gota o reumatismo, así como también se
inspeccionará si el paciente realiza actividades que lo predispongan a padecer de
esta afección.

Durante el examen físico el médico o fisioterapeuta le prestará atención a varios


aspectos del hombro:

 Postura de la cintura escapulohumeral.


 Fuerza muscular: las pruebas de fuerza muscular pueden revelar debilidad
con rotación interna y externa, que es frecuente en una bursitis
subacromial.
 Amplitud de movimiento: la bursitis tiene un arco doloroso entre 60° y
120° en el movimiento de elevación - abducción.
 cambios de temperatura o de color de la piel son indicativos de que existe
un proceso inflamatorio en la bursa.

A través de pruebas específicas de provocación se puede encontrar indicios de


daños o lesiones en el hombro, algunas de las pruebas más frecuentemente
utilizadas son:

 Test de Hawkins-Kennedy: evidencia un atrapamiento acromioclavicular o


la reducción de este espacio articular.
 Test de Jobe: permite evaluar y aislar al músculo supraespinoso y su
tendón.
 Prueba de Neer: permite identificar la presencia de un impingement en el
manguito de los rotadores, además es sensible a la bursitis subacromial.
 Prueba de velocidad de Bennett: con ella se evidencia una tendinopatía
del tendón del bíceps braquial.
 Prueba de Dawbarn: pone en evidencia una bursitis subacromial.

Ahora bien, detectar la bursa comprometida a través del examen físico es posible


evaluando las regiones de cada bursa:

 Cuando existe la bursa inflamada es la subacromial o subdeltoidea se


evidencia dolor a la compresión de la zona subacromial en un arco de
abducción de 60° a 120°.
 Si la subcoracoideo es la inflamada se presenta dolor a la compresión de
la zona subacromial en un arco de rotación externa.
 Si la subescapular es la que se encuentra inflamada, se puede evidenciar
mediante la valoración de la fuerza de los músculos escapulares.

Tratamiento de la tendinitis del maguito de los rotadores, tenosinovitis de la


cabeza larga del bíceps y bursitis subacromial

Fase aguda

El dolor y la inflamación son las principales características que presenta el


paciente. El objetivo en estafase es reducir estas manifestaciones.

 Aplicación de ultrasonido pulsátil durante cinco minutos.


 Aplicación de electroterapia analgésica de media frecuencia durante 10
minutos.
 Crioterapia

Si se observa contractura antálgica en la zona cervicodorsal:


 Masoterapia descontracturante de esta zona.
 Técnicas de cinesiterapia pasiva en la región cervicodorsal.
 Tratamiento de puntos gatillo en caso de su existencia.
 Adiestramiento del paciente en la realización de ejercicios activos
libres de columna cervical en los tres planos de movimiento.

Fase subaguda
 El dolor y la inflamación se han reducido. Aparece un dolor más de
tipo mecánico, es decir, desaparece en reposo y se concentra
en los últimos grados del movimiento.
 En esta fase se comienza a actuar sobre la lesión con el
objetivo de recuperar la funcionalidad y evitar las limitaciones
articulares.
 Aplicación de ultrasonido pulsátil durante cinco minutos.
 Masoterapia descontracturante de musculatura periarticular si se
observa contractura antálgica de la misma.
 Técnica Cyriax (masaje transverso profundo) sobre el tendón
afectado, realizando fricciones suaves, buscando una finalidad
antiinflamatoria y preventiva de adherencias.
 Movilizaciones pasivas en las articulaciones acromioclavicular y
esternocostoclavicular.
 Movilizaciones pasivas de la articulación escapulohumeral
Decoaptación de las superficies articulares.
Deslizamiento de la cabeza humeral sobre la cavidad
glenoidea.
Estas movilizaciones van a tener como objetivos:
-Incrementar el reparto del líquido sinovial.
-Recuperar el juego articular.
-Estirar la cápsula articular para prevenir la aparición de capsulitis
retráctil.
 Movilizaciones activas asistidas (mediante poleoterapia) o activas
libres (dependiendo de las posibilidades de contracción muscular
indolora)
 Contracciones isométricas de la musculatura periarticular no
afectada. Del mismo modo, a medida que el dolor lo tolere, se
realizarán con-tracciones isométricas del músculo afectado.
 Aplicación de electroterapia analgésica de media frecuencia
durante 10 minutos.
 Crioterapia

Fase de recuperación
El dolor y la inflamación han disminuido en gran medida. El objetivo
principal del tratamiento en esta fase es recuperar el movimiento articular
completo y la fuerza muscular.
La sesión de Fisioterapia se compone de:
 Fricciones tipo Cyriax, más enérgicas, buscando el efecto
mecánico.
 Movilizaciones pasivas para recuperar los últimos grados de la
amplitud articular en aquellos movimientos en que se observe
restricción.
 Estiramientos pasivos y analíticos de la musculatura acortada.
 Ejercicios de potenciación isotónica, primeramente de forma
excéntrica y después de forma concéntrica, de toda la musculatura
periarticular utilizando técnicas de facilitación neuromuscular
propioceptiva para obtener una potenciación funcional.

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