Está en la página 1de 3

QUERIDO 

AMIGO DEL ALMA:


Sabes que no hace falta que ponga aquí tu nombre y apellidos. No es necesario, pues estoy
convencido de que al leerlo sin ninguna duda sabrá s que eres tú . Sabes que para mi eres ese
hermano que apareció en mi existencia hace ya muchos añ os y que espero que me
acompañ e en esta vida y en otras muchas que espero tener la suerte de vivir.
Posiblemente nuestra amistad sea tan só lida debido a que, aunque tenemos diferencias en
muchos temas, el fondo de armario de nuestros valores y creencias son muy similares. Y es
ahí donde realmente la amistad se hace inquebrantable.
Hemos discutido alguna vez, quizá s má s de las que nos hubiese gustado a las dos, pero
ambos supimos valorar que lo que tenemos en comú n está por encima de cabezonerías y
discusiones.

Sé que no eres perfecto. Si, alguien tenía que decírtelo, aunque creo que ya lo sabes, pues
ninguno lo somos. Pero la balanza de tus dones y tus miserias está claramente
descompensada en contra de tu lado oscuro. Lucha por favor por que siga así durante toda
tu vida, es parte de lo que te hace diferente. Si se empieza a igualar la balanza, tranquilo
que me pondré un disfraz de Pepito Grillo para recordá rtelo.

GRACIAS AMIGO POR ESTAR AHÍ


Nos hemos divertido juntos y nos hemos reído mucho, hemos construido sueñ os y
aventuras, pero también hemos llorado y sufrido juntos… hemos compartido esos
sentimientos que tenemos muy escondidos en el só tano de nuestro corazó n. Esos que no
querríamos nunca que salgan a la luz. Y no lo hará n pues son algo má s que secretos,
forman parte de nuestra profunda amistad, de nuestra esencia.
Te quiero pedir perdó n si alguna vez no estuve a la altura de las circunstancias con mis
actos o comentarios poniendo en peligro esta bella amistad que nos une. Me arrepiento de
todos los errores que he cometido y que hayan podido minar nuestra bonita y só lida
amistad, sabes que fueron totalmente inconscientes. ¿Verdad?
Por eso quiero darte las gracias por todo lo que me has dado en este tiempo; tu compañ ía,
tu apoyo desinteresado, tu comprensió n y sobre todo la tranquilidad que me infundes
sabiendo que siempre estará s ahí, como si de mi alma gemela se tratase.

GRACIAS AMIGO POR SER COMO ERES


Tienes un corazó n gigantesco y sabes que te mereces lo mejor, porque eres de los seres
humanos má s sinceros, bondadosos y trasparentes que conozco. Tu sinceridad, tu forma de
ser, hace que sea imposible no sentir un gran cariñ o por ti. Eres mi amigo indispensable.
Contigo no necesito realizarte 100 preguntas para conocerte mejor, está n ya todas
contestadas de antemano, aunque nunca las hayas respondido. Nos conocemos
perfectamente.
He tenido siempre tu amistad a mi lado, me demostraste ser mi amigo en los momentos
fá ciles y divertidos, pero también en los que me hundí en el fango, transité por las cloacas
de mis sentimientos y tu bajaste al lodo de mis miserias má s profundas sabiendo sacarme
de allí. Gracias amigo. Te estaré agradecido por los siglos de los siglos.
Espero no volver a caer, pero si llego a hacerlo sé que estará s ahí para ayudarme a levantar.
Y si te ocurriese a ti allí estaré, no lo dudes.
No sabes la tranquilidad que da el saber que tienes a alguien con el que puedas contar
absolutamente para todo. Muchas gracias por estar ahí y por ser como eres.
Sabes que tienes para siempre un espacio en mi corazó n, pues formas parte de mi vida y de
mi historia personal y eso estará siempre por encima de circunstancias y los posibles giros
que de nuestra existencia.

Hemos compartido tantas cosas juntos: sentimientos, decisiones, emociones… hemos


mezclado nuestras vidas. Gracias por llenar mi mente y mi corazó n de recuerdos
imborrables que son para toda la vida.  
Gracias por ayudarme a focalizar mi vida en lo importante, por llenar mi alma de paz
interior.
La vida está compuesta de pequeñ os instantes que a veces trascienden al momento y tú has
participado en alguno de mis instantes má s profundos.
¡Hemos vivido tantas cosas juntos! Algunas malas pero muchas otras maravillosas que han
hecho que nos conozcamos perfectamente, que seamos como somos. Qué seamos amigos
por siempre.
Aunque somos muy diferentes, creo que compartimos genes emocionales, lo que a veces
me hace creer que la  leyenda del hilo rojo del destino existe. Gracias de corazó n por estar a
mi lado, amigo mío. En mis crisis existenciales y en mis mejores momentos.
Só lo por ú ltimo y a través de esta carta para dar las gracias a mi gran amigo te agradezco
por hacer de mi vida con tu presencia, un mundo mejor, y por mantener vivo este
sentimiento tan bonito que es quererte como un hermano, como mi gran amigo del
alma. Sabes que a tu lado estaré ahora y siempre. Y si Dios quiere, eternamente. Será
bonito morir lentamente durante muchos añ os teniéndote cerca.
Te quiero con todo mi corazó n hermanito, gracias por estar a mi lado.
Gracias por todo, amigo del alma
La vida es sencilla, pero a la vez de una tremenda complejidad. Viajes, parejas, trabajo…
muchas circunstancias se pueden interponer en una bonita amistad.

Ademá s, nuestra vida también pasa de una forma rá pida y se nos escapa de entre los dedos
cuando menos lo pensamos.

No puedo darte soluciones para todos los problemas de tu vida, ni tengo respuestas para tus
dudas o temores; pero puedo escucharte y buscarlas junto contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro; pero cuando me necesites estaré junto a ti. No
puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no
caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos; pero disfruto sinceramente cuando te veo
feliz. No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a
ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar; pero sí te ofrezco el espacio
necesario para crecer. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el
corazó n; pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. No puedo
decirte quién eres, ni quién deberías ser. Solamente puedo quererte có mo eres y ser tu
amigo. En estos días oré por ti.

Sé que no he podido visitarte en el lugar donde estas pero no he perdido la fe en que sabes
hacer lo correcto y que sea cual sea la prueba que tengas enfrente tú la superaras sin
problema. Espero verte pronto para platicar mejor y hablar de lo nos espera en el futuro.

También podría gustarte