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Charles Darwin

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«Darwin» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Darwin (desambiguación).

Charles Darwin
Información personal

Nombre de
Charles Robert Darwin
nacimiento

Nacimiento 12 de febrero de 1809


The Mount (Reino Unido)

Fallecimiento 19 de abril de 1882


Down House (Reino Unido)

Sepultura Abadía de Westminster

Nacionalidad Británica

Religión Anglicanismo y agnosticismo

Lengua
Inglés de Inglaterra
materna

Familia

Padres Robert Darwin


Susannah Darwin

Cónyuge Emma Darwin (1839-1882)

Hijos • Anne Darwin


• Francis Darwin
• George Darwin
• Leonard Darwin

Educación

Educación Grado en Artes, Master of Arts y Legum Doctor

Educado en • Christ's College


• University of Edinburgh Medical School
• Shrewsbury School (1818-1825)
• Universidad de Edimburgo (Medicina; desde
1825)

• Universidad de Cambridge (Teología; desde


1828)

Alumno de • Adam Sedgwick


• John Edmonstone

Información profesional

Ocupación Geólogo, explorador, escritor de viajes,


etólogo, naturalista, filósofo y escritor

Obras • El origen de las especies


notables • El viaje del Beagle
• El origen del hombre
• La expresión de las emociones en el
hombre y en los animales
• Insectivorous Plants

Abreviatura
Darwin
en botánica

Abreviatura
Darwin
en zoología

Miembro de • Real Academia de las Ciencias de Suecia


• Academia de Ciencias de Hungría
• Real Academia de Artes y Ciencias de los
Países Bajos
• Academia Nacional de los Linces
• Academia de Ciencias de Francia
• Academia de Ciencias de Rusia
• Academia Prusiana de las Ciencias
• Royal Geographical Society
• Academia de Ciencias de Baviera
• Sociedad Zoológica de Londres (desde
1839)

• Royal Society (desde 1839)


• Academia Alemana de las Ciencias
Naturales Leopoldina (desde 1857)
• Sociedad Filosófica Estadounidense (desde
1869)

• Academia de Ciencias de Turín (desde


1873)

• Academia Estadounidense de las Artes y


las Ciencias (desde 1874)

Firma

Escudo

Charles Robert Darwin (Shrewsbury, 12 de febrero de 1809-Down House, 19 de


abril de 1882), comúnmente conocido como Charles Darwin, también
llamado Carlos Darwin en parte del ámbito hispano,123 fue un naturalista inglés,
reconocido por ser el científico más influyente (y el primero, compartiendo este
logro de forma independiente con Alfred Russel Wallace) de los que plantearon la
idea de la evolución biológica a través de la selección natural, justificándola en su
obra El origen de las especies (1859) con numerosos ejemplos extraídos de la
observación de la naturaleza.
Así postulaba que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el
tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso
denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por
la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin, mientras
que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como
la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930.4 Actualmente
constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los
descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de
la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica
las observaciones sobre la diversidad de la vida.5
Con apenas dieciséis años Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo,
aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para
dedicarse a la investigación de invertebrados marinos. Durante sus estudios de
medicina, asistió dos veces a una sala de operaciones en el hospital de
Edimburgo, y huyó de ambas dejándole una profunda impresión negativa. «Esto
era mucho antes de los benditos días del cloroformo», escribió en su
autobiografía.6 Posteriormente, la Universidad de Cambridge dio alas a su pasión
por las ciencias naturales.7 El segundo viaje del HMS Beagle consolidó su fama
como eminente geólogo, cuyas observaciones y teorías apoyaban las
ideas uniformistas de Charles Lyell, mientras que la publicación del diario de su
viaje lo hizo célebre como escritor popular. Intrigado por la distribución geográfica
de la vida salvaje y por los fósiles que recolectó en su periplo, Darwin investigó
sobre el hecho de la transmutación de las especies y concibió su teoría de
la selección natural en 1838.8 Aunque discutió sus ideas con algunos naturalistas,
necesitaba tiempo para realizar una investigación exhaustiva, y sus trabajos
geológicos tenían prioridad.9 Se encontraba redactando su teoría
en 1858 cuando Alfred Russel Wallace le envió un ensayo que describía la misma
idea, urgiéndole Darwin a realizar una publicación conjunta de ambas teorías. 10
Su obra fundamental, El origen de las especies por medio de la selección natural,
o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, publicada en
1859, estableció que la explicación de la diversidad que se observa en la
naturaleza se debe a las modificaciones acumuladas por la evolución a lo largo de
las sucesivas generaciones.4 Trató la evolución humana y la selección natural en
su obra El origen del hombre y de la selección en relación al sexo y
posteriormente en La expresión de las emociones en los animales y en el hombre.
También dedicó una serie de publicaciones a sus investigaciones en botánica, y
su última obra abordó el tema de los vermes terrestres y sus efectos en la
formación del suelo.11 Dos semanas antes de morir publicó un último y breve
trabajo sobre un bivalvo diminuto encontrado en las patas de un escarabajo de
agua de los Midlands ingleses. Dicho ejemplar le fue enviado por Walter
Drawbridge Crick, abuelo paterno de Francis Crick, codescubridor junto a James
Dewey Watson de la estructura molecular del ADN en 1953.12
Como reconocimiento a la excepcionalidad de sus trabajos, fue uno de los cinco
personajes del siglo XIX no pertenecientes a la realeza del Reino Unido honrado
con funerales de Estado,13 siendo sepultado en la abadía de Westminster, próximo
a John Herschel e Isaac Newton.14

Biografía
Primeros años y formación
Darwin con siete años en 1816.
Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra, el 12 de
febrero de 1809 en el hogar familiar, llamado "The Mount" ('El monte'). 15 Fue el
quinto de seis de los hijos habidos entre Robert Darwin, un médico y hombre de
negocios acomodado, y Susannah Darwin (apellidada Wedgwood de soltera). Era
nieto de Erasmus Darwin por parte de padre y de Josiah Wedgwood por parte de
madre. Ambas familias eran de antigua tradición unitarista, aunque los
Wedgwoods adoptaron el anglicanismo. El mismo Robert Darwin, siendo un
discreto librepensador, bautizó a su hijo Charles en la Iglesia anglicana, aunque
tanto él como sus hermanos asistían a los oficios unitaristas con su madre. A los
ocho años Charles ya mostraba predilección por la Historia natural y por el
coleccionismo de ejemplares cuando en 1817 se incorporó a la escuela diurna,
regida por el predicador de la capilla donde asistía a los cultos. En julio de ese
mismo año falleció su madre. En septiembre de 1818 se incorporó con su
hermano Erasmus a la cercana escuela anglicana de Shrewsbury como pupilo.16
Darwin pasó el verano de 1825 como aprendiz de médico, ayudando a su padre a
asistir a las personas necesitadas de Shropshire, antes de marchar con Erasmus a
la Universidad de Edimburgo. Encontró sus clases tediosas y la cirugía insufrible,
de modo que no se aplicaba a los estudios de medicina.
Aprendió taxidermia con John Edmonstone, un esclavo negro liberto que había
acompañado a Charles Waterton por las selvas de Sudamérica y se le veía
frecuentemente sentado con aquel «hombre inteligente y muy agradable». 17
En su segundo año en Edimburgo ingresó en la Sociedad Pliniana, un grupo de
estudiantes de historia natural cuyos debates derivaron hacia
el materialismo radical. Colaboró con las investigaciones de Robert Edmund
Grant sobre la anatomía y el ciclo vital de los invertebrados marinos en el fiordo de
Forth, y en marzo de 1827 presentó ante la Sociedad Pliniana el descubrimiento
de que unas esporas blancas encontradas en caparazones de ostras que eran los
huevos de una sanguijuela. Un buen día, Grant expuso las ideas sobre
evolución de Lamarck. Darwin quedó estupefacto, pero al haber leído
recientemente ideas similares en los escritos de su abuelo Erasmus, mantuvo
posteriormente una postura indiferente.18 Darwin se aburría bastante con el curso
de historia natural impartido por Robert Jameson, que comprendía la geología y su
debate entre neptunismo y plutonismo. Aprendió la clasificación de las plantas, y
contribuyó a los trabajos en las colecciones del museo de la universidad, uno de
los mayores de la Europa de su tiempo.19
Esta falta de atención a sus estudios de medicina disgustó a su padre, quien lo
envió al Christ’s College de Cambridge para obtener un grado en letras como
primer paso para ordenarse como pastor anglicano.20 Darwin llegó en enero de
1828, pero prefería la equitación y el tiro al estudio. Su primo William Fox le
introdujo en la moda popular de coleccionar escarabajos, a la que se dedicó con
entusiasmo, consiguiendo publicar algunos de sus hallazgos en el
manual Illustrations of British entomology de James Francis Stephens. Se convirtió
en un amigo íntimo y seguidor del profesor de botánica John Stevens Henslow y
conoció a otros importantes naturalistas que contemplaban su trabajo científico
como una teología natural, siendo conocido por estos académicos como «el
hombre que pasea con Henslow». En la proximidad de los exámenes finales,
Darwin se centró en sus estudios, deleitándose con el lenguaje y la lógica de la
obra Demostración del Cristianismo (Natural Theology or Evidences of the
Existence and Attributes of the Deity) de William Paley.21 En el examen final de
enero de 1831 Darwin aprobó, quedando el décimo de una lista de 178
examinados.22
Charles Darwin tuvo que quedarse en Cambridge hasta junio. Durante este
período leyó tres obras que ejercerían una influencia fundamental en la evolución
de su pensamiento: otra obra de Paley, Teología Natural, uno de los tratados
clásicos en defensa de la adaptación biológica como prueba del diseño divino a
través de las leyes naturales;23 el recién publicado Un discurso preliminar en el
estudio de la filosofía natural, de John Herschel, que describía la última meta de
la filosofía natural como la comprensión de estas leyes a través del razonamiento
inductivo basado en la observación; y el Viaje a las regiones equinocciales del
Nuevo Continente, de Alexander von Humboldt. Inspirado por un ardiente afán de
contribuir al avance del conocimiento de la naturaleza, Darwin planeó
visitar Tenerife con algunos compañeros de clase tras la graduación para estudiar
la historia natural de los trópicos. Mientras preparaba el viaje se inscribió en el
curso de geología de Adam Sedgwick y posteriormente le acompañó durante el
verano a trazar mapas de estratos en Gales.24 Tras una quincena con otros
amigos estudiantes en Barmouth, volvió a su hogar, encontrándose con una carta
de Henslow que le proponía un puesto como naturalista sin retribución para el
capitán Robert FitzRoy, más como un acompañante que como mero recolector de
materiales en el HMS Beagle, que zarparía en cuatro semanas en una expedición
para cartografiar la costa de América del Sur.25 Su padre se opuso en principio al
viaje que se planeaba para dos años, aduciendo que era una pérdida de tiempo,
pero su cuñado Josiah Wedgwood lo persuadió, aceptando así finalmente la
participación de su hijo.26
Viaje del HMS Beagle
Artículo principal: Segundo viaje del HMS Beagle
Portada de la primera traducción en España de un
libro de Charles Darwin (Juan N. de Vizcarrondo, 1857).
El viaje del Beagle duró casi cinco años, zarpando de la bahía de Plymouth el 27
de diciembre de 1831 y arribando a Falmouth el 2 de octubre de 1836. Tal como
Fitzroy le había propuesto, el joven Darwin dedicó la mayor parte de su tiempo a
investigaciones geológicas en tierra firme y a recopilar ejemplares, mientras
el Beagle realizaba su misión científica para medir corrientes
oceánicas y cartografiando la costa.427 Darwin tomó notas escrupulosamente
durante todo el viaje, y enviaba regularmente sus hallazgos a Cambridge, junto
con una larga correspondencia para su familia que se convertiría en el diario de su
viaje.28 Tenía nociones de geología, entomología y disección de invertebrados
marinos —aunque se sabía inexperto en otras disciplinas científicas; de modo que
reunió hábilmente gran número de especímenes para que los especialistas en la
materia pudieran llevar a cabo una evaluación exhaustiva.29 A pesar de sufrir
frecuentes mareos —que ya había acusado la primera vez que embarcó su
equipaje a bordo— la mayoría de sus notas zoológicas versa sobre invertebrados
marinos, comenzando por una notable colección de plancton que reunió en una
temporada con viento en calma.2730
En su primera escala, en Santiago de Cabo Verde, Darwin descubrió que uno de
los estratos blanquecinos elevados en la roca volcánica contenían restos
de conchas. Como Fitzroy le había prestado poco antes la obra de Charles
Lyell Principios de Geología, que establecía los principios uniformistas según los
cuales el relieve se formaba mediante surgimientos o hundimientos a lo largo de
inmensos períodos,n. 1 Darwin comprendió ese fenómeno desde el punto de vista
de Lyell, e incluso se planteó escribir en el futuro una obra sobre geología. 31
Viaje del Beagle
En Brasil, Darwin quedó fascinado por el bosque tropical, pero aborreció el
espectáculo de la esclavitud.3233
En Punta Alta y en los barrancos de la costa de Monte Hermoso, cerca de Bahía
Blanca, Argentina, realizó un hallazgo de primer orden al localizar en una
colina fósiles de enormes mamíferos extintos junto a restos modernos de bivalvos,
extintos más recientemente de manera natural. Identificó, por un diente, al poco
conocido megaterio —que en principio asoció con el caparazón de una versión
gigante (gliptodonte) de la armadura de los armadillos locales—. Estos hallazgos,
ocurridos el 24 de septiembre de 1832, constituyeron la primera prueba fósil que
halló sobre la mutabilidad de las especies y marcaron el inicio de la posterior
elaboración de su célebre teoría. Estos hallazgos despertaron un enorme interés a
su regreso a Inglaterra.34 Cabalgando con los gauchos del interior se dedicó a
observar la geología y extraer más fósiles, adquiriendo, al mismo tiempo, una
perspectiva de los problemas sociales, políticos y antropológicos tanto de los
nativos como de los criollos en el momento anterior a la revolución de los
Restauradores. También aprendió que los dos tipos de ñandú poseen territorios
separados, aunque superpuestos.3536
Contempló con asombro la diversidad de la fauna y la flora en función de los
distintos lugares. Así, pudo comprender que la separación geográfica y las
distintas condiciones de vida eran la causa de que las poblaciones variaran
independientemente unas de otras. Continuando su viaje hacia el sur, observó
llanuras aplanadas llenas de guijarros en las que cúmulos de restos
de conchas formaban pequeñas elevaciones. Como estaba leyendo la segunda
obra de Lyell, asumió que se trataba de los «centros de creación» de especies que
este describía, aunque por primera vez comenzó a cuestionar los conceptos de
lento desgaste y extinción de especies defendidos por Lyell.3738
En Tierra del Fuego se produjo el retorno de tres nativos yagán que habían sido
embarcados durante la primera expedición del Beagle, con objeto de recibir una
educación que les permitiera actuar de misioneros ante sus semejantes. Darwin
los encontró amables y civilizados, aunque los otros nativos le parecieron
«salvajes miserables y degradados», tan distintos de los que iban a bordo como lo
pudieran ser los animales salvajes de los domésticos,39 si bien, para Darwin, esa
distinción estribaba en cuestiones culturales y no raciales. Al contrario que sus
colegas científicos, empezó a sospechar que no existía una diferencia insalvable
entre los animales y las personas.40 Al cabo de un año, la misión había sido
abandonada. Uno de los fueguinos retornados, a quien le habían dado el nombre
cristiano de Jemmy Button, vivía con los demás nativos, se había casado y
manifestó no tener ningún deseo de volver a Inglaterra.41
Placa conmemorativa del ascenso de Charles
Darwin al Cerro La Campana (hoy parque nacional La Campana, Chile)
En Chile, Darwin fue testigo del terremoto de Concepción,42 donde observó
indicios de un levantamiento del terreno, entre los que se encontraban
acumulaciones de valvas de mejillones por encima de la línea de la marea alta.
Asimismo, también encontró restos de conchas en las alturas de los Andes, así
como árboles fosilizados que habían crecido a pie de playa, lo que le llevó a
pensar que, según subían niveles de tierra, las islas oceánicas se iban hundiendo,
formándose así los atolones de arrecifes de coral.4344
Poco después, en las islas Galápagos, geológicamente jóvenes, Darwin se dedicó
a buscar indicios de un antiguo «centro de creación», y encontró variedades
de pinzones que estaban emparentadas con la variedad continental, pero que
variaban de isla a isla. También recibió informes de que
los caparazones de tortugas variaban ligeramente entre unas islas y otras,
permitiendo así su identificación.45
En Australia, la rata marsupial y el ornitorrinco le parecieron tan extraños que
Darwin pensó que era como si «dos creadores» hubiesen obrado a la vez. 46
Encontró a los aborígenes australianos «bienhumorados y agradables», y notó su
decadencia por la proliferación de asentamientos europeos.47
El HMS Beagle también investigó la formación de los atolones de las islas Cocos,
con resultados que respaldaban las teorías de Darwin. Por aquel entonces, Fitzroy
—que redactaba la «narración oficial» de la expedición— leyó los diarios de
Darwin y le pidió permiso para incorporarlos a su crónica.48 El diario de Darwin fue
entonces reescrito como un tercer volumen dedicado a la historia natural. 49
En Ciudad del Cabo, una de las últimas escalas de su vuelta al mundo, Darwin y
Fitzroy conocieron a John Herschel, quien había escrito recientemente a Lyell
alabando su teoría uniformista por plantear una especulación sobre «ese misterio
de misterios: la sustitución de especies extintas por otras [como] un proceso
natural en oposición a uno milagroso».50Ordenando sus
notas rumbo hacia Plymouth, Darwin escribía que de probarse sus crecientes
sospechas sobre los pinzones, las tortugas y el zorro de las islas Malvinas, «estos
hechos desbaratan la teoría de la estabilidad de las especies» (más tarde,
reescribió prudentemente «podrían desbaratar»).51 Posteriormente reconoció que
en aquel momento, los hechos observados le hacían pensar que «arrojaban
alguna luz sobre el origen de las especies».52
Años de la gestación y publicación de El origen de las especies
Artículo principal: El origen de las especies
Inicios de la teoría
Cuando el Beagle regresó el 2 de octubre de 1836, Darwin se había convertido en
una celebridad en los círculos científicos, ya que en diciembre de
1835 Henslow había promovido la reputación de su anterior discípulo
distribuyendo entre naturalistas seleccionados un panfleto de sus comunicaciones
sobre geología.53 Darwin fue a visitar su casa en Shrewsbury y se encontró con
sus parientes, apresurándose inmediatamente a Cambridge para ver a Henslow,
quien le recomendó buscar naturalistas disponibles para catalogar las colecciones,
y acordó encargarse de los especímenes botánicos. El padre de Darwin organizó
las inversiones que permitieron a su hijo ser un caballero científico sustentado por
sus propios ingresos, y le animó a hacer una gira por las instituciones
de Londres para asistir a recepciones en su honor y buscar de ese modo expertos
para describir las colecciones. Los zoólogos tenían ante sí un enorme trabajo
acumulado, y había peligro de que los especímenes quedaran abandonados en
almacenes.54

A mediados de julio de 1837 Darwin comenzó su


cuaderno B sobre la «Transmutación de las especies» y en su página 36 escribió
«pienso en el primer árbol de la vida».
Charles Lyell, entusiasmado, se encontró con Darwin por primera vez el 29 de
octubre y pronto le presentó al prometedor anatomista Richard Owen, quien
disponía de las instalaciones del Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra para
poder trabajar en los huesos fosilizados recolectados por Darwin. Entre los
sorprendentes ejemplares que clasificó Owen se encontraban los de perezosos
gigantes extintos, un esqueleto casi completo del desconocido Scelidotherium,
un roedor del tamaño de un hipopótamo, que recordaba a un capibara gigante, y
fragmentos del caparazón de Glyptodon, un armadillo gigante, tal y como
inicialmente supuso Darwin.55 Estas criaturas extintas estaban estrechamente
relacionadas con especies vivas de Sudamérica.56
A mediados de diciembre, Darwin buscó alojamiento en Cambridge para organizar
su trabajo en sus colecciones y reescribir su «diario».57 Escribió su primer artículo
en el que defendía que la masa continental de América del Sur se estaba
elevando lentamente, y con el apoyo entusiasta de Lyell lo leyó en la Sociedad
Geológica de Londres el 4 de enero de 1837. El mismo día presentó sus
especímenes de mamíferos y aves a la Sociedad Zoológica de Londres. El
ornitólogo John Gould pronto anunció que las aves de las islas Galápagos que
Darwin había pensado que eran una mezcla de tordos, picogordos y pinzones,
eran en realidad especies distintas de pinzones. El 17 de febrero Darwin fue
elegido como miembro de la Sociedad Geográfica y el discurso de presentación,
que estuvo a cargo de Lyell en su calidad de presidente, expuso los hallazgos de
Owen a partir de los fósiles de Darwin, enfatizando la continuidad geográfica de
las especies como apoyo a sus ideas uniformistas.58
A comienzos de marzo Darwin se mudó a Londres para residir cerca de su trabajo,
uniéndose al círculo social de científicos de Lyell, con eruditos como Charles
Babbage,59 quien le describió a Dios como diseñador de leyes. La carta de John
Herschel sobre el «misterio de misterios» de las nuevas especies fue ampliamente
discutida en estas reuniones, con explicaciones que se buscaban en las leyes de
la naturaleza, no en milagros ad hoc. Darwin permaneció con su
hermano Erasmus, quien era un libre pensador, miembro del círculo del partido
Whig y amigo íntimo de la escritora Harriet Martineau que promovió
el maltusianismo que subyacía a la controvertida ley de Pobres de 1834 de
los whigs para impedir que el bienestar produjera sobrepoblación y más pobreza.
Como unitarista recibió bien las implicaciones radicalistas de la transmutación de
las especies, promocionadas por Robert Edmond Grant y jóvenes cirujanos
influidos por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, pero que eran anatema para
los anglicanos que defendían el orden social.5060
En su primera reunión para discutir sus detallados hallazgos, Gould le dijo a
Darwin que los pinzones de las distintas islas de las Galápagos eran especies
diferentes.61 Los dos ñandúes también eran especies distintas, y el 14 de
marzo Darwin publicó el hecho de que su distribución había cambiado,
desplazándose hacia el sur.62
A mediados de marzo, Darwin especulaba en su cuaderno rojo sobre la posibilidad
de que «una especie se transforme en otra» para explicar la distribución
geográfica de las especies de seres vivos como los ñandúes, y de las extintas
como Macrauchenia, una especie de guanaco gigante. Desarrolló sus ideas sobre
la longevidad, la reproducción asexual y la reproducción sexual en su
cuaderno B en torno a mediados de julio hablando de la variación en la
descendencia para «adaptarse y alterar la raza en un mundo en cambio» como la
explicación de lo observado en las tortugas de las Galápagos, pinzones y
ñandúes. Realizó un esbozo en el que representaba la descendencia como la
ramificación de un árbol evolutivo, en el cual «es absurdo hablar de que un animal
sea más evolucionado que otro», descartando de ese modo la teoría
de Lamarck en la cual líneas evolutivas independientes progresaban hacia formas
más evolucionadas.63
El proceso de preparación
Véase también: Down House

Panorámica de la casa Down House, donde vivió


Charles Darwin.
A su vuelta al Reino Unido, Darwin publicó la obra Diario del viaje del Beagle.
Cuando las «crónicas» de Fitzroy se publicaron en mayo de 1839, los diarios de
Darwin eran ya un éxito tal que el mismo Fitzroy costeó la publicación del tercer
tomo.64 Durante más de una década, se dedicó a realizar pruebas de cruce de
animales y numerosos experimentos con plantas, mediante los cuales encontró
indicios de que las especies no eran realidades inmutables que le permitieron
profundizar las implicaciones de su teoría.4 Durante más de una década estos
trabajos constituyeron el trasfondo de su investigación principal, consistente en la
publicación de los resultados científicos del «viaje del Beagle».65

Panorámica del salón de la casa Down House,


donde vivió Charles Darwin.
A principios de 1842, Darwin escribió una carta a Lyell exponiéndole sus ideas,
quien observó que su camarada «se negaba a ver un origen para cada grupo
similar de especies». Tras tres años de trabajo, Darwin publicó en mayo sus
estudios sobre los arrecifes coralinos, y comenzó a esbozar su teoría.66 Para
escapar a las presiones de la capital, el matrimonio Darwin se mudó a su Down
House rural en septiembre.67 El 11 de enero de 1844 Darwin comentó sus
especulaciones con el botánico Joseph Dalton Hooker, admitiendo con humor que
era «como confesarse culpable de asesinato».6869 Hooker replicó que en su
opinión había «series de producción en diferentes puntos, así como un cambio
gradual en las especies», y le manifestó su interés en «escuchar su explicación
sobre cómo puede producirse este cambio, dado que por el momento las
opiniones al respecto no me satisfacen».70
Hacia el mes de julio, Darwin había ampliado su esbozo a un ensayo de 230
páginas, destinado a completarse con el resto de sus investigaciones en el caso
de una muerte prematura.71 En noviembre la opinión pública reaccionó con
polémica ante la publicación anónima de la obra Vestigios de la historia natural de
la Creación, escrita por Robert Chambers. Se trataba de una obra bien redactada
que llamó la atención sobre el tema de la transmutación. Darwin le censuró su
bisoñez en geología y zoología, pero las críticas que recibió esta defensa de la
evolución hicieron que revisara cuidadosamente sus propios argumentos.7273
El camino donde Darwin meditaba, en la Down
House.
En 1846 Darwin ya había completado su tercer libro sobre
geología, Observaciones geológicas en América del Sur. Recuperó su fascinación
por los invertebrados marinos, que había despertado en sus años de estudiante
cuando diseccionaba y catalogaba con Robert Edmond Grant
los percebes recogidos durante su viaje, observando con placer sus complejas
estructuras y planteando analogías con estructuras similares.74 En 1847, Hooker
recibió el «ensayo» y envió algunas notas críticas a Darwin, que le ayudaron a ver
su obra con distanciamiento científico y cuestionarse su oposición
al creacionismo.75
Preocupado por su enfermedad crónica, Darwin acudió en 1849 al balneario del
doctor James Manby Gully, y descubrió con sorpresa las virtudes de
la hidroterapia.76 En 1851 su querida hija Anne Darwin enfermó, avivando los
temores de Darwin de que su mal pudiera ser hereditario, y tras una serie de crisis
falleció.77
A lo largo de ocho años de trabajo sobre cirrípedos, la teoría de Darwin le había
ayudado a encontrar homologías que indicaban que mínimas
alteraciones morfológicas permitían a los organismos cumplir nuevas funciones en
nuevas condiciones, y el hallazgo de minúsculos machos parásitos en
organismos hermafroditas le sugirió una progresión intermedia en el desarrollo de
seres sexuados.78 En 1853 este trabajo le valió la Medalla Real concedida por
la Royal Society, trayéndole así la celebridad como biólogo.79 En 1854 continuó su
trabajo sobre la teoría de las especies, y en noviembre ya había anotado que las
diferencias en los caracteres de los descendientes podían obedecer a su
adaptación a «diversos entornos» en la economía natural.80
Trabajo excesivo, enfermedad y matrimonio
Durante el desarrollo de su profundo estudio sobre la transmutación de las
especies, Darwin se cargó con más trabajos. Mientras aún escribía su «diario»,
continuó editando y publicando los informes de los expertos sobre sus colecciones
y con la ayuda de Henslow obtuvo una asignación del tesoro de 1000 libras para
patrocinar su obra en varios volúmenes Zoología del viaje del Beagle. En esta
última y en su libro Geología de Sudamérica acepta datos no realistas en apoyo
de las ideas de Lyell. Darwin acabó de escribir su diario en torno al 20 de junio de
1837, día de la coronación de la reina Victoria, pero posteriormente tuvo que
corregir las pruebas.81
Darwin tomó como esposa a su prima, Emma Wedgwood.
La salud de Darwin se resintió por la presión. El 20 de septiembre tuvo una
«incómoda palpitación del corazón», de modo que los médicos le conminaron a
«abandonar todo el trabajo» y vivir en el campo durante algunas semanas. Tras
visitar Shrewsbury se reunió con sus parientes de la familia Wedgwood en Maer
Hall, Staffordshire, pero les encontró demasiado entusiasmados con los relatos de
sus viajes como para proporcionarle algún descanso. Su encantadora, inteligente
y cultivada prima Emma Wedgwood (1808-1896), nueve meses mayor que
Darwin, estaba cuidando de su tía inválida. Su tío, Jos señaló un lugar donde el
limo habían desaparecido bajo el terreno y sugirió que podría ser obra de
los gusanos, inspirando una «nueva e importante teoría» sobre su papel en
la formación del suelo que Darwin presentó ante la Sociedad Geológica de
Londres el 1 de noviembre.82
William Whewell animó a Darwin a aceptar las obligaciones de secretario de la
Sociedad Geológica. Tras declinar inicialmente la oferta, aceptó el cargo en marzo
de 1838.83 A pesar de la abrumadora labor de escribir y editar los informes del
Beagle, Darwin realizó destacables progresos en el problema de la transmutación,
aprovechando cualquier oportunidad para poner en cuestión a naturalistas
expertos y, de forma menos convencional, a personas con experiencia práctica,
como granjeros y criadores de palomas.484 Con el tiempo su investigación tomaba
datos de sus parientes e hijos, la familia Butler, los vecinos, colonos y antiguos
compañeros de navegación.85 Entre sus especulaciones incluyó desde el principio
a la naturaleza humana, y observando un orangután en el zoológico el 28 de
marzo de 1838 reparó en lo semejante de su conducta a la de un niño. 86
Los esfuerzos le pasaron factura, y en junio tuvo que permanecer varios días en
cama con problemas estomacales, dolor de cabeza y síntomas de
afección cardíaca. Durante el resto de su vida se vio repetidamente incapacitado
con episodios de dolores de estómago, vómitos, abscesos graves, palpitaciones,
temblores y otros síntomas, en particular durante las épocas de estrés como la
asistencia a reuniones o visitas sociales. La causa de la enfermedad de
Darwin sigue siendo desconocida, y todos los intentos de tratamiento tuvieron
poco éxito.87
El 23 de junio se tomó un respiro y se fue a «hacer algo de geología» en Escocia.
Visitó Glen Roy con un tiempo extraordinario para ver los «caminos naturales»
cortados en las laderas de las colinas a tres alturas. Posteriormente publicó su
interpretación de este fenómeno, afirmando que eran playas de mar elevadas por
los movimientos geológicos, pero posteriormente tuvo que aceptar que eran líneas
de la orilla de un lago proglacial.88
Totalmente recuperado regresó a Shrewsbury en julio. Acostumbraba a tomar
notas diarias sobre la cría animal, al tiempo que pergeñaba pensamientos
inconexos sobre su carrera y proyectos en dos pedazos de papel, en los que
valoraba las ventajas e inconvenientes de contraer matrimonio.89 Tras tomar una
decisión favorable, lo discutió con su padre y fue a visitar a su prima Emma el 29
de julio. No llegó a hacerle proposiciones, pero en contra del consejo de su padre
le mencionó sus ideas sobre la transmutación.90
Continuando con sus investigaciones en Londres, a las extensas lecturas de
Darwin se añadió la sexta edición de la obra de Thomas Malthus Ensayo sobre el
principio de la población:
En octubre de 1838, esto es, quince meses después de comenzar mi indagación sistemática, sucedió
que leí por diversión el ensayo sobre la población de Malthus, y comencé a estar bien preparado para
apreciar la lucha por la existencia que se da en todas partes a partir de observaciones a largo plazo de
los hábitos de animales y plantas, y de inmediato me impactó el hecho de que bajo tales circunstancias
las variaciones favorables tenderían a ser preservadas, mientras que las desfavorables serían
destruidas. El resultado de esto sería la formación de nuevas especies. Aquí, por tanto, por fin había
una teoría con la que trabajar.91

Charles Darwin, con 31 años, en un retrato


en acuarela realizado por George Richmond hacia finales de los años 1830.
Malthus afirmaba que si no se controlaba, la población humana crecería
en progresión geométrica y pronto excedería los suministros de alimentos,
alcanzando lo que se conoce como catástrofe maltusiana.4 Darwin estaba bien
preparado para percatarse de que eso se aplicaba a lo que de
Candolle denominaba «guerra de especies» entre plantas y a la lucha por la
existencia en la vida salvaje, explicando cómo el tamaño poblacional de una
especie permanecía bastante estable. Puesto que las especies siempre se
reproducían en cantidad mayor que los recursos disponibles, las variaciones
favorables mejorarían la supervivencia de los organismos transmitiendo las
variaciones a su descendencia, mientras que las variaciones desfavorables se
perderían. Esto acabaría dando como resultado la formación de nuevas especies. 4
92 El 28 de septiembre de 1838 anotó esta intuición, describiéndola como un tipo

de cuña que introduciría las estructuras adaptadas en las fisuras de


la economía de la naturaleza al tiempo que las estructuras más débiles se hacían
a un lado.4 En los meses siguientes comparó a los granjeros recogiendo lo mejor
de su cosecha con una selección natural maltusiana a partir de variantes surgidas
«al azar», de modo que «cualquier parte de [cualquier] estructura nuevamente
adquirida está completamente experimentada y perfeccionada», y pensó que esta
analogía era «la parte más hermosa de mi teoría».93
El 11 de noviembre volvió a Maer y se declaró a Emma, contándole una vez más
sus ideas. Ella aceptó, y en los intercambios de cartas de amor mostraba cómo
valoraba su apertura a compartir sus diferencias, y exponiendo también sus
creencias unitaristas y su preocupación porque sus dudas honestas pudieran
separarlos más adelante.94 Mientras estaba buscando casa en Londres, los
accesos de enfermedad continuaban y Emma le escribió apremiándole a que se
tomara algún descanso, comentando de modo casi profético «No sigas poniéndote
malo, mi querido Charley hasta que pueda estar contigo para cuidarte». Él
encontró una casa que llamó una «cabaña de guacamayos» (por sus llamativos
interiores) en Gower Street, y trasladó allí su museo durante las navidades. El 24
de enero de 1839 Darwin fue elegido miembro de la Royal Society.95
El 29 de enero Darwin y Emma Wedgwood se casaron en Maer en una ceremonia
anglicana preparada para acoger a los unitarios, e inmediatamente tomaron el tren
a Londres para ocupar su nuevo hogar.96
Publicación

Un ejemplar de la primera edición de El origen de


las especies.
A comienzos de 1856 Darwin investigaba si los huevos y semillas podrían
sobrevivir a un viaje en el agua del mar diseminando de ese modo las especies
por los océanos. Hooker cada vez dudaba más de la doctrina tradicional en torno a
la inmutabilidad de las especies, pero su joven amigo Thomas Henry Huxley era
un firme detractor de la evolución. Por su parte, Lyell estaba fascinado por las
especulaciones de Darwin, aunque sin percibir el alcance de sus implicaciones.
Cuando leyó un artículo de Alfred Russel Wallace sobre la Introducción de
especies, observó similitudes con los pensamientos de Darwin y le apremió a
publicarlos para establecer la precedencia. Aunque Darwin no percibió amenaza
alguna, comenzó a trabajar en una publicación corta. La contestación de difíciles
cuestiones retenían su desarrollo una y otra vez, y finalmente amplió sus planes a
la redacción de un «gran libro sobre las especies» titulado Selección natural.
Darwin continuó con sus investigaciones, obteniendo información y especímenes
de naturalistas de todo el mundo, incluyendo a Wallace, que estaba trabajando
en Borneo. El botánico estadounidense Asa Gray mostraba intereses similares, y
el 5 de septiembre de 1857 Darwin envió a Gray un esbozo detallado de sus
ideas, incluyendo un extracto de su obra Selección natural. En diciembre, Darwin
recibió una carta de Wallace preguntándole si el libro trataría la cuestión del origen
del hombre. Él le contestó que evitaría el tema al estar «tan rodeado de
prejuicios», mientras animaba a Wallace a seguir con su línea teórica, añadiendo
que «Yo voy mucho más allá que Usted».97
El libro de Darwin estaba a la mitad cuando el 18 de junio de 1858 recibió una
carta de Wallace. En ella, Wallace adjuntaba un manuscrito para ser revisado en
el que defendía la evolución por selección natural. A petición de su autor, Darwin
envió el manuscrito a Lyell, mostrándole su sorpresa por la extraordinaria
coincidencia de sus teorías, y sugiriendo la publicación del artículo de Wallace en
cualquiera de las revistas que este prefiriese. La familia de Darwin estaba en
crisis, y los niños de su pueblo estaban muriendo de escarlatina, de modo que
dejó el asunto en manos de Lyell y Hooker. Finalmente se decidió por una
presentación conjunta en la Sociedad Linneana de Londres el 1 de julio bajo el
título Sobre la tendencia de las especies a crear variedades, así como sobre la
perpetuación de las variedades y de las especies por medio de la selección
natural compuesta por dos artículos independientes: el manuscrito de Wallace, y
un extracto del no publicado Ensayo de Darwin, escrito en 1844, junto con un
resumen de la carta de Darwin a Asa Gray. No obstante, la hija de Darwin murió
pronto de escarlatina y estaba demasiado abatido como para asistir.98
La presentación de la teoría de la selección natural ante la Sociedad Linneana no
recibió demasiada atención. Tras la publicación del artículo en agosto en el
periódico de la sociedad, se reimprimió en varias revistas y recibió algunas
reseñas y cartas, pero el presidente de la Sociedad Linneana comentaba en mayo
de 1858 que aquel año no estaba señalado por ningún descubrimiento
revolucionario.99 Solo una reseña le resultó a Darwin lo suficientemente incisiva
como para tenerla en cuenta más tarde: el profesor Samuel
Haughton de Dublín afirmaba que «todo lo novedoso del artículo es falso, y lo
verdadero ya es cosa dicha anteriormente».100 Darwin se debatió durante trece
meses para producir un extracto de su «gran libro», sufriendo enfermedades del
corazón, pero recibiendo continuos ánimos de sus amigos científicos. Lyell lo
dispuso todo para que lo publicara John Murray.101
El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las
razas favorecidas en la lucha por la vida (habitualmente conocido bajo el título
abreviado de El origen de las especies) resultó inusitadamente popular, y el lote
completo de 1250 copias tenía un número de suscriptores superior cuando salió a
venta a los libreros el 22 de noviembre de 1859.102 En el libro, Darwin expone una
«extensa argumentación» a partir de observaciones detalladas e inferencias, y
considera con anticipación las objeciones a su teoría.103 Su única alusión a la
evolución humana fue un comentario moderado en el que se hablaba de que «se
arrojará luz sobre el origen del hombre y su historia».104 Su teoría se formula de
modo sencillo en la Introducción:
Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, y como, en
consecuencia, hay una lucha por la vida, que se repite frecuentemente, se sigue que todo ser, si varía,
por débilmente que sea, de algún modo provechoso para él bajo las complejas y a veces variables
condiciones de la vida, tendrá mayor probabilidad de sobrevivir y, de ser así, será naturalmente
seleccionado. Según el poderoso principio de la herencia, toda variedad seleccionada tenderá a
propagar su nueva y modificada forma.105

Darwin argumentó contundentemente en favor de un origen común de las


especies pero evitó el entonces controvertido término «evolución» y desde la
segunda edición de El origen de las especies, al final del libro, concluía que:
Hay grandeza en esta concepción según la cual la vida, con sus diferentes fuerzas, ha sido
originalmente exhalada en nuevas formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido girando
según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un
principio tan sencillo, una infinidad de las formas más bellas y portentosas.106

Los últimos años de Darwin

Hacia 1879, un cada vez más famoso Darwin


llevaba años aquejado de una enfermedad crónica.
A pesar de los repetidos brotes de su enfermedad durante los últimos 22 años de
su vida, Darwin continuó infatigablemente su trabajo. Habiendo publicado El origen
de las especies como un resumen de su teoría, continuó desarrollando líneas de
investigación que allí solo habían sido esbozadas y que incluyeron objetos tan
dispares como la evolución humana, diversos aspectos de la adaptación de
las plantas o la belleza decorativa en la vida salvaje.
En 1861, sus investigaciones sobre la polinización por insectos le condujeron a
novedosos estudios sobre las orquídeas salvajes en los que investigó la
adaptación de sus flores al síndrome floral y al aseguramiento de la heterosis. La
fecundación de las orquídeas, publicada en 1862, ofreció la primera demostración
detallada del poder de la selección natural, explicando las complejas
relaciones ecológicas y haciendo verificables las predicciones. El deterioro de su
enfermedad obligó a Darwin a permanecer en cama. La habitación en la que
guardaba reposo se encontraba repleta de ingeniosos experimentos para trazar
los movimientos de las plantas trepadoras,107 y no dejó de recibir visitas de ilustres
naturalistas. Entre ellos se encontraban Ernst Haeckel, un celoso seguidor
del Darwinismus, una particular versión del darwinismo que favorecía
la ortogénesis por encima de la selección natural,108 y Wallace, quien aunque
siguió apoyando la teoría de Darwin, se convirtió progresivamente
al espiritualismo.109
La primera parte del «gran libro» planeado por Darwin, y titulado Variación de las
plantas y los animales en estado doméstico creció hasta convertirse en dos
enormes volúmenes, obligándole a dejar de lado otros objetos de estudio como
la evolución humana y la selección sexual. La obra se publicó en 1868 y a pesar
de su extensión tuvo una amplia acogida, alcanzando un número considerable de
ventas y siendo traducida a varios idiomas. Más tarde, Darwin escribió una
segunda sección dedicada a la selección natural que sería publicada a título
póstumo.110 En 1869, Darwin utilizó por primera vez la frase acuñada por Herbert
Spencer: «la supervivencia del más apto», como sinónimo de la selección natural;
en la quinta edición de El origen de las especies.
El siguiente reto de Darwin tuvo por objeto la evolución humana. Lyell ya había
popularizado el tema de la prehistoria, y por entonces Thomas Henry
Huxley organizaba sesiones de anatomía en las que se comparaban cráneos
de simios y humanos en distintos grados de desarrollo. Con El origen del hombre,
y la selección en relación al sexo, publicado en 1871, Darwin ofreció múltiples
pruebas que situaban al ser humano como una especie más del reino animal,
mostrando la continuidad entre características físicas y mentales. Así mismo,
expuso la teoría de la selección sexual como una explicación de determinadas
características no adaptativas, como el plumaje de la cola del pavo real, así como
la evolución cultural y las diferencias sexuales, raciales y culturales, al mismo
tiempo que enfatizaba la pertenencia de todos los humanos a una misma
especie.111 Su investigación fue ampliada en su siguiente libro: La expresión de las
emociones en el hombre y los animales (1872), una de las primeras publicaciones
acompañada de fotografías impresas, que discutía la continuidad de la psicología
humana con la conducta animal. Ambos libros fueron enormemente populares y el
mismo Darwin se declaró sorprendido de que «todo el mundo hablase de ello sin
demostrar sorpresa alguna».112 Su conclusión fue que
... el hombre, con todas sus nobles cualidades, con su compasión hacia los que siente desarraigados,
con su benevolencia no sólo hacia los otros hombres sino hacia la más humilde criatura; con su
intelecto, que parece divino y ha penetrado en los movimientos y la formación del sistema solar —con
todos estos elevados poderes— todo hombre sigue cargando en su condición corporal el sello indeleble
de su modesto origen.113
La tumba de Charles Darwin en la Abadía de
Westminster.
Sus experimentos e investigaciones sobre evolución culminaron en sus trabajos
sobre el movimiento de plantas trepadoras y carnívoras, los efectos de
la heterosis y la autofertilización vegetal, diferentes formas de flores en una misma
especie de planta, y El poder del movimiento en las plantas. En su último libro,
Darwin investigó el efecto de la presencia de lombrices en la formación del suelo.
Murió en Downe, Kent (Inglaterra) el 19 de abril de 1882. Esperaba ser enterrado
en el patio de la iglesia de St. Mary, en Downe, pero por petición de sus colegas,
el presidente de la Royal Society, William Spottiswoode, convino un funeral de
Estado en la Abadía de Westminster, donde fue enterrado junto a John
Herschel e Isaac Newton.114 Solo cinco personas que no pertenecieran a la
realeza tuvieron el honor de recibir un funeral semejante durante el siglo XIX.13

Publicaciones de Charles Darwin


• Bibliografía cronológica de Charles Darwin y traducciones al español
• Bibliografía sobre Charles Darwin en español

Árbol genealógico
Padre y abuelos paternos
Erasmus Mary
Darwin Howard
(1731-1802) (1740-1770)

Charles Erasmus Elizabeth Robert William


Robert Darwin Darwin Darwin Waring Darwin Alvey Darwin
(1758-1778) (1759-1799) (1763-1764) (1766-1848) (n&m 1767)

Erasmus Darwin, abuelo paterno de Charles Darwin, tuvo doce hijos fruto de dos
matrimonios: uno contraído con Mary Howard en 1757 y el otro con Elizabeth
Chandos-Pole en 1781. Del primer matrimonio nacieron cinco hijos, entre los que
se encuentran Charles Darwin (tío con nombre homónimo) y Robert Darwin, padre
de Charles Darwin. Del segundo matrimonio (no representado en el árbol
genealógico) nacieron siete hijos, destacando a Frances Anne Violette Darwin,
quien en 1807 se casó con Samuel Tertius Galton. Frances y Samuel tuvieron
siete hijos, entre los que resalta Francis Galton, científico pionero en el estudio de
las huellas dactilares y fundador de la eugenesia.
Madre y abuelos maternos
Josiah
Sarah
Wedgwood
Wedgwood
I
(1734-1815)
(1730-1795)
Sarah Mary Richard
Susannah John Josiah Thomas Catherine
Elizabeth Anne Wedgwoo
Wedgwoo Wedgwoo Wedgwoo Wedgwoo Wedgwoo
Wedgwoo Wedgwoo d
d d d II d d (Kitty)
d d (1767-
(1765- (1766- (1769- (1771- (1774-
(1778- (1778- 1768)
1817) 1844) 1834) 1805) 1823)
1856) 1856)

Josiah Wedgwood I, abuelo materno de Charles Darwin, contrajo matrimonio en


1764 con Sarah Wegdwood, abuela materna del mismo. De este matrimonio
nacieron ocho hijos (cuatro varones y cuatro mujeres). Su primera hija fue
Susannah Wedgwood, madre de Charles Darwin.
Padres y hermanos
Robert Susannah
Waring Darwin Wedgwood
(1766-1848) (1765-1817)
Marianne Caroline Susan Erasmus Charles Emily
Darwin Sarah Elizabeth Alvey Robert Catherine
(1798- Darwin Darwin Darwin Darwin Darwin (Catty)
1858) (1800-1888) (1803-1866) (1804-1881) (1809-1882) (1810-1866)

Robert Waring Darwin y Susannah Wedgwood se casaron en 1796 y tuvieron 6


hijos. El quinto de ellos fue Charles Robert Darwin.

Los hijos de Darwin


Darwin con su hijo mayor William Erasmus Darwin, en 1842.
Hijos de Darwin Fechas de nacimiento y fallecimiento
William Erasmus Darwin (27 de diciembre de 1839-8 de septiembre de 1914)
Anne Elizabeth Darwin (2 de marzo de 1841-22 de abril de 1851)
Mary Eleanor Darwin (23 de septiembre de 1842-16 de octubre de 1842)
Henrietta Emma “Etty” Darwin (25 de septiembre de 1843-? 1929)
George Howard Darwin (9 de julio de 1845-7 de diciembre de 1912)
Elizabeth «Bessy» Darwin (8 de julio de 1847-? 1926)
Francis Darwin (16 de agosto de 1848-19 de septiembre de 1925)
Leonard Darwin (15 de enero de 1850-26 de marzo de 1943)
Horace Darwin (13 de mayo de 1851-29 de septiembre de 1928)
Charles Waring Darwin (6 de diciembre de 1856-28 de junio de 1858)

El matrimonio Darwin tuvo diez hijos. Dos de ellos murieron en la infancia, y


especialmente el fallecimiento de Anne Darwin con diez años dejó una huella
indeleble en sus padres. Charles era un padre cariñoso y extraordinariamente
atento con sus hijos. Cuando enfermaron siempre sospechó que
la consanguinidad podía empeorar la tendencia genética a la enfermedad que él
sufría desde su juventud. Estudió el tema en sus libros, contrastándolo con las
ventajas asociadas al cruce entre muchos organismos.115
La mayoría de los hijos de Darwin tuvo carreras distinguidas logradas, en parte,
gracias al honor de ostentar su ilustre apellido.116 George, Francis y Horace se
convirtieron con el tiempo en miembros de la Royal Society, distinguidos así por
sus trayectorias en astronomía, botánica e ingeniería, respectivamente.117 Su hijo
Leonard, por otra parte, fue
sucesivamente soldado, político, economista y estudioso de la eugenesia, además
de maestro del estadístico y biólogo evolutivo Ronald Fisher.118

La teoría de Darwin: comunidad de descendencia y


selección natural
Artículos principales: Evolución biológica y Selección natural.
La explicación propuesta por Darwin del origen de las especies y del mecanismo
de la selección natural, a la luz de los conocimientos científicos de la época,
constituye un gran paso en la coherencia del conocimiento del mundo vivo y de las
ideas sobre evolución presentes con anterioridad. Se trataba de una teoría
compuesta por un amplio abanico de subteorías que ni conceptual ni
históricamente fueron indisociables (véase el artículo dedicado a El origen de las
especies para una revisión completa de todas ellas).119120 Fundamentalmente, las
dos grandes teorías defendidas en el Origen fueron, por un lado, la teoría del
origen común o comunidad de descendencia, en la que se integran pruebas muy
variadas en favor del hecho de la evolución, y, por otro, la teoría de la selección
natural, que establece el mecanismo del cambio evolutivo. 121 De este modo,
Darwin pretendía resolver los dos grandes problemas de la historia natural: la
unidad de tipo y las condiciones de existencia.

Críticas a la teoría de la evolución y controversia


Artículo principal: Historia de las objeciones y críticas a la teoría de la evolución

Caricatura de Darwin, publicada en la revista Vanity


Fair en 1871.
Aunque menos controvertida que los Vestigios,122 la publicación de El origen de
las especies atrajo un amplio interés internacional, provocando acalorados
debates tanto en la comunidad científica como en la religiosa que se vieron
reflejados en la prensa popular. En poco tiempo, el Origen se tradujo a varios
idiomas, convirtiéndose en un texto científico fundamental cuya discusión implicó a
multitud de sectores sociales, incluyendo a los «trabajadores» que acudían en
masa a las lecciones magistrales de Huxley.123 A pesar de que su enfermedad le
obligó a permanecer al margen de los debates públicos, Darwin estuvo siempre
atento a todas las reacciones provocadas por su obra, como ilustra la activa
correspondencia que mantuvo en aquellas fechas.124 En general, la aceptación de
las tesis defendidas en el Origen atravesó dos etapas:125 una primera fase en la
que, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, el mundo victoriano comenzó a
aceptar progresivamente la teoría de la evolución y una segunda, avanzado ya el
siglo XX, en la que el redescubrimiento de la herencia mendeliana posibilitó la
aceptación de la teoría de la selección natural.
En el ámbito popular, la reacción más recurrente, reflejada en las sátiras y
caricaturas publicadas en los periódicos y revistas de la época, afectó a las
consecuencias de la teoría de la evolución para la posición de la especie humana
en la jerarquía animal. A pesar de que Darwin solo había afirmado que su teoría
arrojaría nueva luz sobre la cuestión del origen del hombre,126 la primera reseña
del Origen lo acusó de hacer un credo de la idea, en realidad sostenida en
los Vestigios, según la cual el hombre procedía del mono.127 El vínculo
genealógico entre el hombre y otros primates enfrentó también a la comunidad
científica. Huxley, defensor de la evolución, y Richard Owen, cuyas objeciones a
las tesis del Origen habían aglutinado a gran parte de los críticos de Darwin,128
mantuvieron un intenso debate durante dos años en torno a las similitudes y
diferencias anatómicas entre los cerebros de humanos y primates. La campaña de
Huxley tuvo un éxito devastador en el derrocamiento de Owen y la «vieja
guardia».129
En relación con la publicación del Origen de las especies, gran parte de
la comunidad cristiana hasta hoy en día rechaza la teoría darwiniana de la
evolución, ya que la considera incompatible con el relato de la creación narrado en
la Biblia, en el Libro de Génesis.130131 No obstante, también surgieron ramas y
denominaciones más liberales que la han incorporado a sus creencias. La
reacción de la Iglesia de Inglaterra, por ejemplo, no fue unívoca. Los antiguos
profesores de Darwin en Cambridge, Adam Sedgwick y John Stevens
Henslow descartaron su teoría rotundamente. Sedgwick, en su momento, incluso
llegó a declarar que la aceptación del público general del libro podría traer consigo
«una brutalización de la raza humana, como nunca antes se haya visto».
Contrariamente, algunos teólogos liberales como Charles Kingsley interpretaron la
selección natural como un instrumento del diseño divino,132 En 1860, siete
teólogos anglicanos publicaron la obra Essays and Reviews, en la que Baden
Powell elogiaba la obra de Darwin por «apoyar el gran principio de los poderes
autoevolutivos de la naturaleza».133 Asa Gray mantuvo largas
discusiones teológicas con Darwin, quien importó y distribuyó su obra en defensa
de la evolución teísta, titulada La selección natural no es inconsistente con
la teología natural.132134 Ese mismo año tuvo lugar en Oxford el célebre debate en
torno a la evolución, durante un encuentro de la Asociación Británica para el
Avance de la Ciencia. En él se enfrentaron filósofos, teólogos y científicos a favor
y en contra de la teoría de Darwin. El obispo de Oxford, Samuel Wilberforce,
aunque favorable a la evolución, se mostró contrario a la explicación darwinista de
la transmutación de las especies. Entre los defensores de Darwin se
encontraban Joseph Hooker y Thomas Huxley, llamado desde entonces el
«bulldog de Darwin» por su feroz apoyo al darwinismo.135132
Los amigos más cercanos de Darwin, Gray, Hooker, Huxley y Lyell, continuaron
expresando ciertas reservas, pero le ofrecieron su apoyo, al igual que otros
muchos naturalistas, especialmente los más jóvenes. Gray y Lyell buscaron la
reconciliación de la evolución con la fe, mientras que Huxley planteó un
enfrentamiento radical entre religión y ciencia, luchando contra la autoridad
del clero en la educación y el control de la ciencia por parte de los clérigos y
los aristócratas amateurs, encabezados por Owen, en defensa de una nueva
generación de científicos profesionales.132 El 3 de noviembre de 1864, día en que
la Royal Society concedía a Darwin la medalla Copley, Huxley organizó el primer
encuentro del más tarde influyente Club X, dedicado a «la ciencia, pura y libre,
liberada de dogmas religiosos».136

Caricatura de Darwin en la revista Hornet donde él


es representado con características propias de un primate, a manera de burla por
su teoría evolutiva.
Entre las críticas científicas, uno de los escollos fundamentales para la aceptación
de la evolución afectó a la edad de la Tierra, que según los cálculos de lord
Kelvin era demasiado breve como para posibilitar la evolución gradual defendida
en el Origen. Más tarde, la cuestión sería explicada con una teoría en relación con
el descubrimiento de la radiactividad y su aplicación al fechado de la edad de la
Tierra.
El gradualismo defendido por Darwin en el Origen fue otra de las grandes fuentes
de controversia, como Huxley le señaló en su célebre advertencia: «Se ha cargado
usted a sí mismo con una dificultad innecesaria al adoptar el Natura non facit
saltum de manera tan incondicional». Las objeciones al gradualismo se
concentraron en dos cuestiones fundamentales: desde la paleontología, se señaló
la ausencia de formas intermedias en el registro fósil, mientras que otros autores
como Lyell y George Jackson Mivart insistieron en las dificultades asociadas a la
evolución gradual de órganos complejos, arguyendo la inviabilidad de las etapas
incipientes de estructuras que solo al haber alcanzado un alto grado de
complejidad podrían resultar útiles.137
La aceptación de la teoría de la selección natural en otros círculos tomó mucho
más tiempo. A pesar del reconocimiento de la evolución por diversos académicos,
gran parte de la comunidad científica se resistió a aceptarla porque era un
mecanismo de cambio no teleológico; y muchos continuaron defendiendo teorías
alternativas como el lamarquismo, la ortogénesis o diversas formas de vitalismo,
etc, como ilustran las objeciones de Eduard von Hartmann y Henri Milne-Edwards.
Otros autores señalaron las inconsistencias lógicas internas a la propia teoría de la
selección natural y derivadas del mecanismo hereditario postulado por Darwin. Si
bien el Origen de las especies no se comprometió con ninguna teoría de la
herencia, Darwin defendió la pangénesis o herencia por mezcla, la teoría más en
boga en su época. A pesar de que ya en 1865 el monje Gregor Mendel había
publicado sus estudios sobre las leyes de la herencia, su trabajo permaneció
desconocido hasta el siglo XX. Ocho años después de la aparición de El
origen, Fleeming Jenkin y después Ronald Fisher señalaron la incompatibilidad
entre el mecanismo de la selección natural y la pangénesis.138 Razonando desde
la matemática estadística, Jenkin mostró la alta improbabilidad de que la variación,
la selección y la transmisión de nuevas características pudiesen superar el efecto
conservador de la herencia por mezcla, que hacía más probable que la
descendencia se aproximase a la distribución media de la característica en la
población que a sus progenitores, reduciendo la variación. En los años 1930 se
presentó la tesis de la síntesis evolutiva moderna, la cual representa la visión
actual mayoritaria sobre la evolución; esta integra la teoría de la evolución por
selección natural, la herencia mendeliana, la mutación genética aleatoria como
fuente de variación y los modelos matemáticos de la genética de poblaciones.
Por otra parte, otros puntos de fuertes críticas contra la teoría de Darwin y su
descripción de la naturaleza humana incluyen la relación de la teoría darwiniana
con la eugenesia, el desarrollo del darwinismo social y la tesis de «la supremacía
del más fuerte» como argumento para los países neoimperialistas europeos de
imponer poder político en África y América. Además, existen otras controversias
sociales respecto a la posible postura machista o sexista en la tesis de Darwin.139
En su libro El origen del hombre (1871), Darwin describe al sexo masculino con un
cerebro «absolutamente más grande», con una «mente» y un «genio más
inventivo», con una «eminencia» y un grado «superior» en comparación a la
mujer:
El hombre es más valiente, combativo y enérgico que las mujeres, y tiene una genialidad más inventiva.
Su cerebro es absolutamente más grande.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Cap. XIX: «Hombre - Diferencias sexuales», página 557.
La distinción principal entre las facultades intelectuales de los dos sexos es mostrada por el logro del
hombre en una eminencia superior, en todo lo que toma, de lo que la mujer puede —ya sea la exigencia
de una profunda reflexión, razón o imaginación, o simplemente el uso de los sentidos y manos—. Si se
hicieran dos listas sobre los hombres y mujeres más eminentes en la poesía, la pintura, la escultura, la
música (inclusive tanto en composición como en interpretación), la historia, la ciencia y la filosofía, con
media docena de nombres en cada materia, las dos listas no podrían ser comparadas. También
podemos inferir, a partir de la ley de la desviación de los promedios, tan bien ilustrada por el Sr. Galton,
en su obra sobre «Genio hereditario», que si los hombres son capaces de una determinante
preeminencia sobre las mujeres en muchos temas, el promedio de la facultad mental en el hombre debe
estar por encima de la de la mujer. [...]
'Así, el hombre ha llegado a ser finalmente superior a la mujer.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Cap. XIX: Hombre - Diferencias sexuales. págs. 564-565

Se dice que dichos aspectos influyeron en la consolidación teórica de la


eugenesia,140 ya que en el mismo libro, Darwin escribió:
A fin de que la mujer pueda llegar al mismo nivel que el hombre, ella debería, cuando sea casi adulta,
ser entrenada con energía y perseverancia, y tener su razón e imaginación entrenada al punto más alto,
y entonces ella probablemente transmitiría estas cualidades sobre todo a sus hijas adultas. Todas las
mujeres, sin embargo, no podrían crecer de esta manera, a menos que durante muchas generaciones
aquellas que destacaran en las virtudes más vigorosas se casaran, y produjeran descendencia en un
mayor número que las demás mujeres.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Capítulo XIX: «Hombre - Diferencias sexuales», pág. 565.

Otras críticas sobre la descripción darwiniana de la naturaleza humana, son


señaladas por personajes como Hârun Yahya,141 entre otros142 que acusan los
escritos darwinianos de tener múltiples tintes racistas que indudablemente
sirvieron de inspiración para el darwinismo social, como el libro El origen del
hombre, donde Darwin frecuentemente habló de «razas humanas», divididas en
dos clases principales: 1) las «razas civilizadas», y 2) las «razas salvajes»,
entendidas estas últimas como los aborígenes australianos. Esto resalta cuando
Darwin habla de la supuesta relación entre las facultades intelectuales y el tamaño
del cerebro, y cita una clasificación craneométrica en la que se describe a los
europeos con la mayor capacidad intelectual, mientras que describe a los asiáticos
y aborígenes australianos con la menor capacidad:
La creencia de que existe en el hombre alguna estrecha relación entre el tamaño del cerebro y el
desarrollo de las facultades intelectuales se apoya en la comparación de los cráneos de las razas
salvajes y las razas civilizadas, de los pueblos antiguos y modernos, y por la analogía de toda la serie
de vertebrados. El Dr. J. Barnard Davis ha demostrado por muchas medidas cuidadosas, que la
capacidad interna media en el cráneo de los europeos es 92,3 pulgadas cúbicas, en los americanos es
de 87,5 y en los asiáticos es de 87,1 y en los australianos es de sólo 81,9 pulgadas cúbicas. El profesor
Broca ha encontrado que en el siglo XIX los cráneos de las tumbas en París eran mayores que las de las
tumbas del siglo XII, en el periodo de 1484 a 1426, y que el aumento de tamaño, comprobados por
mediciones, era exclusivamente en la parte frontal de la cráneo - la sede de las facultades intelectuales.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Parte I, págs. 54-55

Así mismo, el autor dedica el capítulo 5 («Natural Selection as affecting Civilised


Nations») a tratar la forma en la que él creía que la selección natural afectaba a lo
que el llamaba las «naciones civilizadas», articulando los conceptos de «raza
inferior» y «superior» a la vez que comenta lo que él consideraba como
«obstáculos» importantes para el incremento numérico de «hombres de
cualidades superiores»:143
Existe en las sociedades civilizadas un obstáculo importante para el incremento numérico de
los hombres de cualidades superiores, sobre cuya gravedad insisten Grey y Galton, a saber: que los
pobres y holgazanes, degradados también a veces por los vicios se casan de ordinario a edad
temprana, mientras que los jóvenes prudentes y económicos, adornados casi siempre de otras virtudes,
lo hacen tarde a fin de reunir recursos con que sostenerse y sostener a sus hijos. [...] Resulta así que los
holgazanes, los degradados y, con frecuencia, viciosos tienden a multiplicarse en una proporción más
rápida que los próvidos y en general virtuosos [...] En la lucha perpetua por la existencia habría
prevalecido la raza inferior, y menos favorecida sobre la superior, y no en virtud de sus buenas
cualidades, sino de sus graves defectos.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Parte 1, Cap. V, p. 186

En el mismo libro, escribió que en un futuro no muy distante, la exterminación de


las «razas salvajes» del hombre generaría sin duda alguna un «estado más
civilizado»:
En algún periodo del futuro, no muy distante, como en cuestión de siglos, es casi seguro que «las razas
civilizadas del hombre exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes en todo el mundo». Al mismo
tiempo, los monos antropomorfos, tal como el profesor Schaaffhausen ha señalado, será sin duda
exterminados. La ruptura entre el hombre y sus aliados más cercanos entonces será más amplia,
porque «intervendrá en el hombre en un estado más civilizado», como podemos esperar, incluso que el
de los caucásicos, y algunos monos tan inferiores como el mandril, en lugar de como ahora [pasa] entre
el negro o el australiano y el gorila.
Charles Darwin, El origen del hombre (1871), Cap. VI, «En el lugar de nacimiento y la antigüedad del
hombre»

Múltiples representantes del movimiento eugenésico y el darwinismo social a nivel


político tomaron como bases teóricas dichas ideas darwinianas. De hecho, varios
de los hijos de Darwin destacaron como líderes del movimiento, y Darwin llegó a
escribir sobre eugenesia activa. En 1911, su hijo Leonard se hizo presidente de
la Sociedad Eugenésica, y en el mismo año, se formó un grupo eugenésico
en Cambridge, en el cual, figuraban tres de los hijos de Darwin: Horance, Francis
y George.144 Así mismo, se dice que Adolf Hitler y Benito Mussolini fueron
seriamente influenciados por las implicaciones teóricas y metodológicas en la
teoría eugenésica darwiniana.145 De hecho, en general, múltiples críticos a
menudo vinculan la teoría evolutiva y la ideología del darwinismo social con la
posterior generación de racismo, la creación del nacionalismo, la propagación de
la política neoimperialista y parte de los pilares ideológicos del fascismo y
el nazismo, que derivó en consecuencias fatales cuando se le dio aplicación
política a la idea de la «supremacía del más fuerte».146147148149150151
Durante la segunda mitad del siglo XX, el darwinismo siguió recibiendo un profundo
rechazo por parte de grupos religiosos, conservadores, etc, especialmente, del
sector del fundamentalismo cristiano en Estados Unidos, quienes se oponían a
que la teoría de la evolución fuera enseñada en las escuelas.

Pensamiento religioso
En 1851, Darwin quedó destrozado por la muerte
de su hija Annie. Su fe quedó tan resentida que dejó de acudir a la iglesia. 152
La tradición religiosa de la familia Darwin fue un irregular unitarismo, ya que su
padre y su abuelo eran librepensadores, y, al mismo tiempo, su bautismo y su
formación religiosa fueron anglicanas.
En su época de Cambridge, Darwin se planteó convertirse en un clérigo anglicano,
sin albergar ninguna duda sobre la verdad literal de la Biblia. Sin embargo, su
relación con John Herschel, así como con la teología natural de William Paley, le
hicieron adoptar un pensamiento crítico que buscaba explicaciones más allá del
milagro o la teleología de la creación divina. En el viaje a bordo del HMS Beagle,
Darwin aún buscaba «centros de creación» que justificasen la distribución de las
especies. Así, por ejemplo, al ver hormigas león completamente similares en su
Gran Bretaña natal y en Australia habló de «dos momentos de creación distintos»
para justificar hechos como este. Aún seguía siendo bastante ortodoxo y citaba
regularmente la Biblia como una autoridad moral.153
A su retorno, sin embargo, Darwin era mucho más crítico con el
pensamiento creacionista, y se planteó por primera vez la posibilidad de que
otras religiones, o incluso todas ellas, fuesen igualmente válidas. Los siguientes
años, de intensa especulación en torno a cuestiones geológicas y a la
transmutación de las especies, hicieron que se plantease muchas cuestiones
relativas a la fe, y así lo discutía frecuentemente con Emma, su mujer, quien
apoyaba su fe en un estudio y un cuestionamiento igualmente serios.
La teodicea de Paley y la obra de Malthus abrían otro frente crítico al admitir
el hambre o la extinción como efectos de una Creación que él suponía buena y
perfecta.
Aunque Darwin encontró convincente el argumento del relojero de Paley en
su Natural Theology durante su juventud, más tarde con el desarrolló de su teoría
de la evolución en su obra El origen de las especies (On the Origin of Species) de
1859 que ofrece una explicación alternativa del orden y complejidad biológica,
como el ojo humano. En su Autobiografía, Darwin escribió que «el viejo argumento
del diseño en la naturaleza, como lo presentó Paley, que antes me parecía tan
concluyente, falla, ahora que la ley de la selección natural ha sido descubierta». 154
Darwin admitió que estaba desconcertado sobre el problema del mal y del
sufrimiento en la naturaleza, pero se inclinaba a creer que la naturaleza dependía
de «inclinado a ver todo como resultado de leyes diseñadas, con los detalles, ya
fuesen buenos o malos, dejados al trabajo de lo que podríamos llamar azar». El
problema del mal extendido al sufrimiento de los animales también se le conoce
como el problema darwiniano del mal.155
Pero tengo la certeza de que no puedo ver, tan claramente como lo hacen los demás, y como deseo
hacerlo, evidencia de diseño y beneficencia en todos los lados de nosotros. Me parece demasiada
miseria en el mundo. No puedo convencerme a mí mismo de que un Dios benéfico y omnipotente
hubiera creado a propósito a Ichneumonidae con la intención expresa de que se alimentaran dentro de
los cuerpos vivos de las orugas, o que un gato debería jugar con los ratones. No creyendo esto, no veo
ninguna necesidad en la creencia de que el ojo fue diseñado expresamente. 156

Para Darwin, la selección natural generaba de por sí esa «perfección», pero


eliminaba la necesidad de un «diseño divino»,157 al tiempo que comprometía el
lugar de ese «Dios bondadoso» en la Creación, al observar cómo algunos
organismos paralizaban a otros para convertirlos en comida viviente para sus
crías. Sin embargo, consideraba la vida como un conjunto de organismos
perfectamente adaptados, y en el Origen exponía algunos argumentos teológicos.
Aunque por entonces consideraba la religión como un mecanismo estratégico
de supervivencia, Darwin aún creía que, en último término, Dios era el «dador de
vida».158159 Elogió la afirmación de Asa Gray sobre «el gran servicio de Darwin a
las Ciencias Naturales para devolverle la Teleología: de modo que, en lugar de
Morfología versus Teleología, tendremos morfología unida a la teleología». 160 En
1879, Darwin afirmó respecto a la relación entre la evolución biológica y la
creencia en un Dios:
Me parece absurdo dudar de que un hombre pueda ser un ardiente teísta y un evolucionista... Nunca he
sido ateo en el sentido de negar la existencia de un Dios.161

Darwin continuó desarrollando un papel muy activo en las tareas de su parroquia,


pero hacia 1849 comenzó a dedicar el tiempo que su familia pasaba en el templo a
dar paseos en soledad.162 Aunque era reticente a manifestar su opinión sobre
cuestiones religiosas, en 1873, Darwin respondió a un joven admirador holandés,
Nicolaas Doedes, que "la imposibilidad de concebir que este universo grandioso y
maravilloso, con nuestros seres conscientes, surgió por casualidad, me parece el
principal argumento a favor de la existencia de Dios", pero también mostró sus
dudas. "La conclusión más segura parece ser que todo el tema está más allá del
alcance del intelecto del hombre; pero el hombre puede cumplir con su deber". 163
En 1879 afirmó que nunca se había considerado un ateo, y que el
término agnóstico «sería una descripción más correcta de mi mentalidad». En
1881, Darwin repitió una visión agnóstica similar.164165 En 1880, Darwin escribió
una carta a su abogado Francis McDermott, en que se declaraba ateo o no
creyente ni en la Biblia ni en la divinidad de Jesucristo.166
Lamento tener que informarle que no creo en la Biblia como una revelación divina, y por lo tanto
tampoco en Jesucristo como el hijo de Dios.
La Historia de Lady Hope, publicada en 1915, describía cómo Darwin había vuelto
al cristianismo en su lecho de muerte, aunque despertó las protestas de sus hijos
y fue posteriormente refutada por historiadores.167 Sus últimas palabras fueron
para su familia, diciéndole a su mujer Emma: «No tengo miedo de la muerte.
Recuerda qué buena esposa has sido para mí. Dile a mis hijos que recuerden lo
buenos que han sido todos conmigo». Entonces, mientras se apagaba, le decía
repetidamente a Henrietta y Francis «Casi ha merecido la pena estar enfermo para
recibir vuestros cuidados».168

Interpretaciones no biológicas de la evolución


La teoría de Darwin tuvo inmediatas repercusiones éticas, morales y políticas,
sirviendo de base para el desarrollo de la eugenesia y el darwinismo social. No
obstante, la celebridad de Darwin ha hecho que su nombre sea asociado
con ideologías que en algunas ocasiones defendió solo parcialmente, y otras
están directamente enfrentadas con sus comentarios personales.169
Eugenesia
Artículo principal: Eugenesia
Darwin estaba interesado en los argumentos de su medio primo Francis Galton,
expuestos por primera vez en 1865, que afirmaban que los análisis históricos de
la heredabilidad mostraban que los rasgos mentales y morales podían ser
hereditarios, y que los principios de la cría animal se podían aplicar también a
humanos. En el Origen del hombre Darwin apunta que si se ayuda a los débiles a
sobrevivir y procrear se podrían perder los beneficios de la selección natural, pero
advirtió que negar tal ayuda podría poner en peligro el instinto de solidaridad, «la
parte más noble de nuestra naturaleza», y que factores como la educación podrían
ser más importantes. Cuando Galton sugirió que la publicación de estas
investigaciones podría incentivar los matrimonios entre los miembros de la «casta»
de «aquellos que han sido mejor dotados por la naturaleza», Darwin previó
algunas dificultades prácticas y pensó que era el «único procedimiento factible,
aunque me temo que utópico de mejorar la raza humana», prefiriendo que
solamente se diera publicidad a la importancia de la herencia y se dejaran las
decisiones a los individuos.170
Tras la muerte de Darwin en 1883, Galton denominó eugenesia a la disciplina
encargada de la mejora biológica de la especie humana, y desarrolló la biometría.
Los movimientos eugenésicos ya estaban ampliamente extendidos cuando se
redescubrió la genética mendeliana, y en algunos países, entre
ellos Bélgica, Brasil, Canadá, Suecia y Estados Unidos, se impusieron leyes
de esterilización obligatoria. La eugenesia nazi hizo perder crédito a la idea.n. 2
Darwinismo social
Artículo principal: Darwinismo social
La utilización de leyes naturales como justificación de opciones morales o sociales
está en el centro del problema ético de pasar del ser al deber ser. Así,
cuando Thomas Malthus sostenía que el crecimiento de la población por encima
de los recursos fue dispuesta por Dios para que los hombres trabajaran de forma
productiva y se refrenaran a la hora de formar familias, su argumento fue utilizado
en la década de 1830 para justificar las workhouses (asilos de pobres) y la
economía basada en el laissez-faire.171 Del mismo modo, algunos autores vieron
implicaciones sociales en la teoría de la evolución, y Herbert Spencer en su
obra La estática social, escrito en 1851, basaba sus ideas de libertad humana y
derechos individuales en la teoría evolutiva de Lamarck.172
La teoría de la evolución de Darwin se convirtió en una forma de justificación de
las diferencias sociales y raciales. Aunque Darwin había dicho que era «absurdo
hablar de que un animal fuera superior a otro», y concebía la evolución como
carente de finalidad, poco después de la publicación del Origen en 1859 los
críticos se mofaban de su descripción de la lucha por la existencia como una
justificación maltusiana del capitalismo industrial inglés de la época. El
término darwinismo fue usado en las ideas evolutivas de otros, entre ellos la
aplicación del principio de «supervivencia del más adaptado» por Spencer en el
progreso del libre mercado, y las ideas racistas de Ernst Haeckel del desarrollo
humano. Darwin no compartía las ideas racistas, comunes en su época. Era un
firme detractor de la esclavitud, la «clasificación de las llamadas razas del hombre
como especies distintas» y los abusos contra los pueblos nativos.173n. 3
Algunos autores han empleado la selección natural como argumento para varias
ideologías, a menudo contradictorias, como el capitalismo radical, el racismo, el
belicismo, el colonialismo y el neoimperialismo. Al mismo tiempo, el enfoque
holístico de la naturaleza sostenido por Darwin y que incluía la «dependencia de
unos seres con otros» sirvió de fundamento a ideologías diametralmente
opuestas: el pacifismo, el socialismo, el progresismo y el anarquismo, como en el
caso del Príncipe Kropotkin, enfatizaron el valor de la cooperación sobre la lucha
entre las especies.175 El mismo Darwin insistió en que la política social
simplemente no podía guiarse por los conceptos de lucha por la supervivencia y
selección natural.176
El término darwinismo social, acuñado por Herbert Spencer, no era muy frecuente
en la última década del siglo XIX, pero se popularizó como una expresión
despectiva en los años 1940 cuando fue empleado por William Graham Sumner,
oponiéndose al reformismo y al socialismo. Desde entonces el término se utiliza
para referirse peyorativamente a los que defienden las consecuencias morales de
la evolución.177171

Homenajes a Darwin
Esta sección es un extracto de Homenajes a Charles Darwin.[editar]
En 1881, Darwin era una figura eminente, que
todavía trabajaba en sus contribuciones al pensamiento evolutivo que había tenido
un efecto enorme en muchos campos de la cienciaLos homenajes a Charles
Darwin ya se dieron mientras el propio Darwin aún estaba realizando el viaje de
reconocimiento del Beagle, y continuó después de su regreso, con el
nombramiento de las especies que había recolectado y con los sitios y accidentes
geográficos que llevan su nombre.[cita requerida] Muchos sitios geográficos, especies e
instituciones llevan su nombre. El interés en su trabajo ha llevado a estudios y
publicaciones, apodados la Darwin Industry, y su vida es recordada en
producciones de ficción, cine y televisión, así como en numerosas biografías.
El Día de Darwin se ha convertido en un evento anual, y en 2009 hubo
celebraciones mundiales para conmemorar el bicentenario del nacimiento de
Darwin, y el 150 aniversario de la publicación de El origen de las especies.
Eponimia
Unas 250 especies y varios grupos superiores llevan el nombre de Darwin; la
mayoría son insectos.178179

• Darwinilus, un escarabajo errante


• Darwinius, un primate extinto
• Darwinopterus, un género de pterosaurio
• Darwinula, un género de camarones de semillas
• Darwinivelia, un género de pisadores de agua
• Darwinysius, un insecto de las semillas
• Darwinomya, un género de moscas
• Darwinella, un género de esponjas
• darwinsaurus, un dinosaurio
• Darwinhydrus, un escarabajo buceador
• darwini (múltiples especies)
• darwinii (múltiples especies)
• Ingerana charlesdarwini, una rana
Especies botánicas (105 + 11 + 5 registros IPNI)


(Asteraceae) Acmella darwinii (D.M.Porter) R.K.Jansen180
• (Cactaceae) Maihueniopsis darwinii (Hensl.) F.Ritter181
• (Coleóptera) Orunipus darwini Bréthes182
• (Clusiaceae) Garcinia darwiniana Kesh.Murthy, Yogan. & K.V.Nair183
• (Lycopodiaceae) Phlegmariurus darwinianus (Herter ex Nessel) B.Øllg.184
• (Orchidaceae) Catasetum darwinianum Rolfe185
Astronomía


Cráter Darwin en la Luna
• Cráter Darwin en Marte
• (1991) Darwin, asteroide del cinturón principal.
Geografía

• Isla Darwin en Galápagos, Ecuador.


• Cráter Darwin en Tasmania, Australia.
• Monte Darwin y Cordillera de Darwin en Tierra del Fuego, Chile.
Series

• Darwin Watterson, personaje ficticio de la serie de Cartoon


Network, The Amazing World of Gumball

Notas
1. ↑ Robert FitzRoy acabaría siendo conocido tras el viaje del Beagle por su interpretación
literal de la Biblia, pero en ese momento tenía considerable interés en las ideas de
Lyell, y se conocieron tras el viaje cuando este le pregunto por las observaciones
realizadas en Sudamérica. En el diario de FitzRoy durante el remonte del río Santa
Cruz en la Patagonia registra su opinión de que las llanuras son playas elevadas, pero
en retroceso. Casado en segundas nupcias con una señora muy religiosa, se retractó
de esas ideas. (Browne, 1995, pp. 186, 414)
2. ↑ Los Genetistas estudiaron la herencia humana como herencia mendeliana, mientras
que los movimientos eugenésicos buscaban controlar la sociedad, mirando en especial
a la clase social en el Reino Unido y en la discapacidad y etnicidad en los Estados
Unidos, lo que llevó a los genetistas a ver a ésta como una pseudociencia inútil. El
cambio de un control voluntario a la eugenesia «negativa» incluyó las leyes de
esterilización obligatoria en Estados unidos, copiados por la Alemania nazi como la
base de la eugenesia nazi, basado en un racismo virulento y la «higiene racial».
Véase Thurtle, Phillip (17 de diciembre de 1996), «the creation of genetic
identity», SEHR 5 (Supplement: Cultural and Technological Incubations of Fascism),
consultado el 11 de noviembre de 2008., Edwards, A. W. F. (1 de abril de 2000), «The
Genetical Theory of Natural Selection», Genetics 154 (abril de 2000): 1419-
1426, PMID 10747041, consultado el 11 de noviembre de 2008 .y Wilkins, John. «Evolving
Thoughts: Darwin and the Holocaust 3: eugenics». Archivado desde el original el 5 de
diciembre de 2008. Consultado el 11 de noviembre de 2008.)
3. ↑ Darwin no compartía entonces el punto de vista común de que otras razas eran
inferiores, y recordaba a su tutor de taxidermia, John Edmonstone, un esclavo negro
liberto como una persona «muy agradable e inteligente».17
En los primeros momentos del viaje del Beagle casi pierde el puesto cuando criticó la
defensa y el orgullo de las ideas esclavistas de FitzRoy. (Darwin, 1887, p. 74) Escribió
a casa sobre cómo «había crecido firmemente el sentimiento general, como se
demostraba en las elecciones, contra la esclavitud. ¡Qué orgullo sería para Inglaterra
si fuera la primera nación europea que acabara aboliéndola! Se decía que tras dejar
Inglaterra y vivir en países con esclavos mis opiniones cambiarían. Del único cambio
que soy consciente es que me he formado una estima mucho mayor del carácter de
los negros». (Darwin, 1887, p. 246) En cuanto a los fueguinos, «no me podía figurar
cuán grande era la diferencia entre el hombre salvaje y el civilizado: es mayor que la
que hay entre un animal salvaje y uno domesticado, puesto que en el hombre hay una
mayor capacidad de mejorar», pero él conocía y apreciaba a los fueguinos civilizados
como Jemmy Button: «Aún me parece maravilloso cuando pienso sobre todas estas
buenas cualidades que deberían ser de la misma raza, y sin duda participarían del
mismo carácter que los salvajes miserables y degradados que me encontré aquí por
primera vez».(Darwin, 1845, pp. 205, 207-208)
En el Origen del hombre mencionó a los fueguinos y a Edmonstone cuando
argumentaba contra «clasificar a las llamadas razas del hombre como especies
diferentes».174 Rechazó los abusos contra los pueblos nativos, y por ejemplo escribió
sobre las masacres de hombres, mujeres y niños en la Patagonia: «Todo el mundo
aquí está completamente convencido de que esta guerra es la más justa, puesto que
es contra los bárbaros. ¿Quién podría creer en estos tiempos que se podrían cometer
tales atrocidades en un país cristiano y civilizado?»(Darwin, 1845)

Referencias
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Espasa Calpe, 1921, 'Biblioteca de traductores' traducción
de Antonio de Zulueta
• Fundación Charles Darwin. Fundada en 1959 -UNESCO/Unión
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las islas Galápagos
• Página de la 'Sociedad Española de Biología Evolutiva' -2009 Año
Darwin: eventos y publicaciones-
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