Año 6 • Número 55 • Febrero de 2020 • $60 MXN - USD $4

Entrevista

José Antonio
Lorente Acosta

Los Insectos ¿Qué Es Conoce más sobre

COMO EVIDENCIA FORENSE EN CASOS DE este proyecto que
NEGLIGENCIA, ABANDONO Y MALTRATO
A NIÑOS Y ANCIANOS
ProKids? lucha contra el
tráfico humano
LOS INSECTOS
COMO EVIDENCIA FORENSE
EN CASOS DE NEGLIGENCIA, ABANDONO
Y MALTRATO A NIÑOS Y ANCIANOS
Por Gustavo Mego Julca

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 Gustavo
Mego
Julca

Licenciado en Biología, por parte de la

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.

Prácticas Pre - Profesionales: División de

investigación Criminal y apoyo a la Justicia
Departamento de Criminalística Área de
Biología Forense - Chiclayo.

Serums equivalente 2018 en el “Hospital

Regional policial PNP Chiclayo - Departamento
de Patología y Análisis Clínicos”.

EXPRESIÓN FORENSE 49
Entomología Forense Los insectos como evidencia forense en caso de negligencia, abandono y maltrato a niños y ancianos
A
l momento de producirse el deceso, son los in-
sectos los primeros en llegar a la escena, atraí-
dos por sustancias químicas a manera de olores
que se desprenden del cadáver en sus diferentes fases
de descomposición.
De la misma manera, los insectos se ven atraí-
dos por los olores que emanan las heridas supurati-
vas o por partes del cuerpo que por falta de higiene se
vuelven en foco de infestación, en donde incluso ovi-
positan y dejan sus larvas, conociéndose a este caso
como miasis. Esto, se ve mayormente en pacientes
postrados en cama, quienes no tienen la debida aten-
ción en personas maltratadas como desatendidas,
así como niños y ancianos.
En la investigación forense, una extrema focali-
zación de larvas y moscas en una parte del cadáver
y la incongruencia entre la data de muerte y la edad
de las larvas, es materia de sospecha, ya que podría
indicar que la persona estaba con vida al momento de
la infestación.
En esta revisión se ha recopilado información
donde, a partir del estudio de los insectos y sus lar-
vas, se ha logrado esclarecer las circunstancias de
la muerte, tiempo de abandono o negligencia hacia
niños y ancianos.
Los insectos como evidencia forense
El uso de los insectos en el ámbito forense, se remon-
ta a muchos siglos atrás, con la investigación realizada
por Sung Tz´u en 1247 en una aldea de China. En dicha
1
aldea se produjo un crimen con una hoz. El investiga-
dor ordenó que todos pusieran sus hoces en el suelo,
luego de un tiempo las moscas, atraídas por el rastro de
sangre, se posaron en una de ellas. Por lo que se dedujo
que el dueño de dicha hoz sería el asesino.
No obstante, la primera aplicación fundamentada
de los insectos y sus larvas fue presentado por el doctor
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Louis Francois Étienne Bergeret en 1850, ante un tribu-
nal de justicia para poder determinar el intervalo post
mortem (IPM) del cadáver de un niño, el cual fue halla-
do en una chimenea de una casona antigua.
Al examinar el cadáver, el doctor Bergeret encontró
larvas de Sarcophaga carnaria, y con base a su estudio
pudo determinar que la muerte se produjo al menos un
año antes de ser encontrado el cadáver. Los propietarios
tenían poco tiempo de vivir en dicho inmueble, por lo que
quedaron absueltos de toda culpa (Bergeret, 1855).
Insectos, indicadores de abuso y negli-
gencia en niños.
Mark Benecke, un entomólogo forense alemán, ha rea-
lizado investigaciones de negligencia y abuso a niños y
ancianos mediante el estudio de los insectos. En una
de sus publicaciones narra el hallazgo del cadáver de
un infante.
Al efectuarse el desalojo de un departamento en
julio del 2000 en Leipzig Alemania, se descubrió el ca-
dáver de una niña con principios de descomposición.
Al interrogar a la madre, esta manifestó haber estado
ausente a lo menos dos semanas.
Los vecinos del lugar comentaron que la
niña se quedaba mucho tiempo sola con
las ventanas del departamento ce-
rradas, e incluso, habían comunica-
do el caso a los servicios sociales, quie-
nes al inspeccionar el lugar no encontraron
pruebas de negligencia.
El cadáver de la niña fue llevado al
instituto de medicina legal de la univer-
sidad de Leipzig, en donde se identi-
ficó, del área urogenital, larvas en
su tercer estadio de la especie Mus-
cinia stabulans (mosca del establo) y de
la especie Fannia canicularis; mientras que del
rostro de la niña se encontraron larvas de la especie
Calliphora vomitoria. Según los expertos entomólogos
La Entomología
la especie C. vomitoria suele acudir por los olores ini-
ciales de la descomposición cadavérica. Mientras que
M. stabulans y F. canicularis son atraídas fuertemente
Forense
por el olor que emana la orina y las heces, pero no por
el olor del cadáver. proporciona
Además, se determinó que a la niña no se le había
cambiado los pañales aproximadamente 14 días y que
evidencia
su muerte se produjo alrededor de los 6 y 8 días antes
de ser encontrado el cadáver. Lo que indicaría que es-
taba aún con vida cuando fue infestada por las moscas.
poderosa
Se inculpó tanto a la madre como a los encarga-
dos del servicio social, ya que ellos, en su calidad de
y científicamente
protectores del “bienestar social”, debieron de haber
actuado de manera inmediata ante el evidente aban-
validada
dono de la niña, y quizá ésta se hubiesen salvado (Be-
necke & Lessig, 2001).

En Oahu, Hawai, se encontró una niña de 16 me- duras de insectos. Se logró recuperar larvas de Chry-
ses abandonada en unos matorrales, con una deshi- somya megacephala en su primer y segundo estadio
dratación acentuada, de la vagina y el recto de la niña; que según el estudio
moretones y nu- entomológico tenían un periodo mínimo de 23,5 h de
merosas pica- exposición antes del encuentro del bebé. Estas larvas
no se asocian normalmente con tejidos vivos, sino más
bien con las heces. En este caso, afortunadamente, la
bebé sobrevivió, pero si hubiese muerto, el intervalo
postmortem estimado podría haber arrojado un perio-
do más largo del real, esto debido al desarrollo de las
larvas dentro del pañal (Goff et al., 1991).

En los Estados Unidos sucedió un caso similar, la-

mentablemente el infante si falleció. Los noticieros lo
publicaron como “el escabroso hallazgo de un bebé que
falleció con gusanos en su pañal” (www.chvnoticias.cl).
El padre del niño llamó a emergencias solicitando ayu-
da porque su hijo no reaccionaba. Cuando los paramé-
dicos llegaron a la vivienda, el bebé ya estaba muerto.
Los forenses manifestaron que el cuerpo tenía signos
de una grave desnutrición, pues pesaba apenas 3 kilos,

EXPRESIÓN FORENSE 51
Entomología Forense Los insectos como evidencia forense en caso de negligencia, abandono y maltrato a niños y ancianos
además encontraron larvas de moscas en el interior del
pañal lo que fue una evidencia más contundente de la
negligencia que se cometía con el niño.
Insectos, indicadores de abuso y negli-
gencia en ancianos.
Un anciano fue hallado muerto con signos de maltrato,
cuyo móvil, aparentemente, era su fortuna.
Los estudios realizados al cadáver proporcionaban
un IPM reciente, sin embargo, esto no concordaba con el
estudio realizado a las larvas focalizadas en sus piernas.
En el transcurso de la investigación se descubrió
que el anciano sufría de abandono y que la presencia
de las larvas se debía a que las piernas estaban ulce-
radas sin un cuidado apropiado. Los forenses advirtie-
ron que las vértebras cervicales presentaban contu-
siones, y posteriormente se comprobó que había sido
asesinado por su cuidador quien era el único heredero
(Santa Cruz, 2009).
De los casos estudiados por el doctor Mark Be-
neck sobre abuso y maltrato a personas ancianas cito
las siguientes (Beneck, 2004; Beneck et al., 2004).
En octubre del 2002, se encontró el cadáver de
una anciana un tanto momificado, pero sus ojos en su
mayor parte estaban intactos. El departamento estaba
aparentemente limpio, a excepción del baño donde ha-
bía ropa sucia y húmeda con la bañera repleta de agua.
Se logró encontrar larvas y moscas muertas de la espe-
cie Muscina stabulans esparcidas en el piso.
Se sabe que las larvas de esta especie se alimen-
tan de materia descompuesta y heces, por lo que el
abandono en el que se encontraba la anciana era evi-
dente, fruto de la irresponsabilidad de la encargada de
su cuidado. Sin embargo, al interrogarla, esta declaró
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que intentó semanas atrás comunicarse con la anciana,
pero ella no quería ser atendida.
Era conocido la inestabilidad mental y el trato ás-
pero que tenía la anciana para con los demás, por lo
que no se pudo descartar la manifestación de la encar-
gada del servicio.
Ante ello, las autoridades no pudieron estable-
cer su responsabilidad, por lo que no se inició ningún
proceso penal.
Encarcelar al o a los responsables de la negligen-
cia, en algunos casos suele ser difícil, esto básicamente
por la falta de evidencia contundente que facilite la de-
cisión del impartidor de justicia.
Al respecto, en un artículo publicado por Amen-
dt et al., (2011), se argumenta que: “puede ser difícil
producir evidencia concluyente de negligencia basada
únicamente en signos clínicos, pero la entomología fo-
rense puede proporcionar evidencia poderosa y cientí-
ficamente validada del periodo de negligencia y abuso
para fortalecer un proceso judicial”.
En otro caso, el hallazgo de una anciana muerta
consternó a la policía, quienes observaron que llevaba
una bolsa de plástico envolviendo su pierna, de la cual
emanaban larvas de Lucilia sericata. Durante la inspec-
ción policial, se observó que la habitación estaba en
malas condiciones, la falta de limpieza, ropa húmeda
encontrada en el lavadero y el inodoro sucio, eran un
sustrato atrayente para las moscas.
La encargada del servicio manifestó que las lar-
vas podrían haber estado consumiendo la pierna de la
mujer cuando ésta aún estaba con vida. Lo que más
adelante fue confirmado por los forenses, tanto por la
abundante pérdida de tejido en la pierna, como por la
determinación del IPM.
El fluido de las
heridas expuestas
atrae a las moscas hembras que depositan sus huevecillos
y por consiguiente, sus larvas descomponen
más rápidamente un cadáver.
El IMP de la mujer se estimó en +/- 2 días, y según
el estudio entomológico de las larvas, éstas presenta-
ban un tamaño de 11 mm lo que indicaba un tiempo de
vida aproximado de 4 días.
Según los expertos entomólogos, efectivamente,
era posible que las larvas se hubiesen alimentado de
la pierna de la anciana al menos una semana antes de
que falleciera, por ello la pérdida excesiva de tejido en la
pierna en comparación con el resto del cuerpo.
Este último manifiesto se podría respaldar con la
investigación realizada por Mann et al. (1990) quie-
nes mencionan que si dos cuerpos son expuestos al
medio ambiente, uno con heridas y el otro no, el que
presenta las heridas será descompuesto más rápida-
mente que el otro, debido a que el fluido de las heri-
das expuestas atrae a las moscas hembras que depo-
sitan sus huevecillos, y por consiguiente, sus larvas
descompondrán más rápidamente dicho cadáver,
focalizándose primero en las heridas, que en otros
sitios donde llegan tardíamente.
En marzo del 2002, se encontró el cadáver de una
anciana en cuyo cuerpo se identificó escarabajos adul-
tos de Dermestes lardarius, larvas de moscas de Fan-
nia canicularis y de Muscina stabulans. Lo que llamó la
atención a los forenses fue la presencia de Fannia, ya
que es sabido que acude por el olor de las heces y orina,
lo que podría sugerir que la anciana sufría de abandono.
Esta sospecha se fue acrecentando al observar que la
mayor parte de la piel estaba intacta incluidos los ojos,
boca, nariz y oídos, al saber que estos orificios son los
primeros lugares de oviposición por parte de los insec-
tos (Benecke, 2004). Además, se observaron marcas
de presión en el pecho, resultado de la inclinación de su
propia cabeza, que indica que pasaba largos periodos
de tiempo en esa misma posición.
La acusación recayó sobre el hijo, quien al ser
confrontado manifestó que había visto a su madre el
día anterior y que incluso la había alimentado. Este
manifiesto no fue aceptado por el juez ya que las evi-
dencias de negligencia eran contundentes.
En Milan, Italia, una mujer llamó a los paramédi-
cos para que atendieran a su madre de 89 años, quien
postrada en cama no respondía. Al llegar a la casa, solo
pudieron confirmar su muerte.
El cuerpo mostró numerosas llagas en la región dor-
sal (posiblemente por la posición supina adoptada por el
cuerpo), las cuales estaban cubiertas con trapos sucios
de heces y orina de donde emanaban larvas de dípteros.
EXPRESIÓN FORENSE 53
Entomología Forense Los insectos como evidencia forense en caso de negligencia, abandono y maltrato a niños y ancianos

Sobre la base de esta evidencia, los médicos

declararon que la muerte podría haber ocurrido
pocos días antes de la recuperación del cuerpo.
No obstante los cambios postmortem fueron
Puede ser difícil
consistentes con un IPM de 6 a 12 h de acuer-
do con la información de la hija, quien manifestó producir evidencia
que el día anterior había dado de cenar a su ma-
dre, y como era habitual, le había dado su medi-
camento para dormir.
concluyente de
Los gusanos se identificaron como especíme-
nes de Lucilia sericata de 15 mm de largo, con una
negligencia basada
edad máxima de 4 a 5 días.

Es así como la etapa de desarrollo de las lar-

únicamente en signos
vas no coincidía con los hallazgos tanatológicos
y el breve IPM. Por lo que se concluyó que la co-
lonización se dio cuando la anciana estaba aún
clínicos, pero la
con vida.

Un caso lamentable de negligencia cometi-

entomología forense
do hacia la anciana por parte de su hija, quien fue
acusada únicamente por el abandono de personas
incapacitadas, mas no por homicidio, debido a que
puede proporcionar
la muerte de la anciana fue considerado por causas
naturales por parte de los tribunales (Gherardi &
Lambiase, 2006).
evidencia poderosa
Conclusión y científicamente
El obtener la evidencia necesaria que acredite el
maltrato a niños y ancianos es fundamental en
una investigación criminal. Por ello se requiere la
validada del periodo
presencia de un entomólogo forense, para que con
su experticia pueda recolectar todas las pruebas y
no perder evidencia valiosa al no ser recolectada
de negligencia y abuso
o procesada debidamente. Además, en casos de
personas ya fallecidas, es importante considerar
la infestación producida ante mortem, ya que de
para fortalecer un
no hacerlo proporcionará un IPM errado, es decir,
más largo de lo que realmente es. proceso judicial.

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