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Todo dio inicio un 8 de diciembre de 1978 (día en que celebramos la Solemnidad de la Inmaculada
Concepción de la Santísima Virgen María); ya que Nuestra Señora pidió que se rezaran continuos
Rosarios durante siete días y siete noches en la Templo de Czestochowa del 1° al 7 de mayo de
1979, con el fin de que el Papa Juan Pablo II realizara un excelente viaje a Polonia y también para
desaparecer los obstáculos que se habían estado presentado para impedir el viaje.
Aunque el Vicario General (Pbro. Kaszczuk) y el Obispo de Czestochowa (Pbro. Stefan Barela),
aprobaron esta forma de Oración, el entonces rector sugirió adelantarlo, a lo que el Vicario
General le respondió que Nuestra Santísima Madre no podía equivocarse y que si no se hacia en
esa fecha entonces mejor no se haría, a lo que el rector tuvo que ceder.
Fue así como se comenzó el 1° de mayo de 1979 con la Adoración al Santísimo, Misas y por
supuesto los Rosarios durante 7 días, para finalizar el 7 de mayo, para lo cual el Papa Juan Pablo II
pudo visitar Polonia sin ningún problema.
Son 21 pasos de oraciones con 7 ángelus que iremos haciendo con mucha devoción y mucha fe
durante 7 días. Se recomienda rezarlo en el Templo, frente al Santísimo, solo o en grupo de 2 o
más personas utilizando los sacramentales (agua bendita o exorcizada).
Invocamos a la Santísima Trinidad: Del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
¡Ven Espíritu Santo! y llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Oh Dios que aleccionaste los corazones de tus fieles, con la ciencia del Espíritu Santo.
Haz que guiados por este mismo espíritu, saboreemos la dulzura del bien y gocemos siempre de
sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Pidiendo Perdón: Yo pecador.
Yo pecador reconozco delante de Dios Todopoderoso, y ante vosotros hermanos que he pecado
mucho de pensamientos, palabras, obras y omisiones. Por mi culpa, por mi culpa, por mi
grandísima culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a
vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén. (Breve silencio).
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su Único
Hijo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a
los infiernos. Al tercer día, resucitó de entre los muertos.
Subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
3) Peticiones: Sea quebrado, destruido todo poder de Satanás y sus ángeles apóstatas rebeldes
sobre estas personas, familias, comunidades y pedidos o necesidades - con Fe nombramos a
Personas, Familias, Comunidades, motivos, encomendándolas a Nuestro Señor Jesucristo – Breve
silencio (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
Señor, no quiero hacer parte de nada que pueda ofenderte. Quiero ser tuyo/a, me entrego a Ti y
confieso que Tú Jesús eres mi Señor. Revísteme con tu Sangre, Señor. Que tu Sangre sea barrera
insuperable entre mí y el enemigo. Señor Jesús, que el enemigo sea sometido y se postre a los pies
de tu Cruz. Amén.
Señor Jesucristo, por tu Santa Cruz, por tus llagas, por tu preciosísima sangre, por tu santo y gran
nombre renuncio de todo corazón:
- A todo vicio del pecado, a toda esclavitud de los sentidos, al mal contra mí y contra mi prójimo.
- A todo espíritu de muerte y deseo de muerte de los demás, deseo de autoflagelación y suicidio,
renuncio a la angustia.
- Renuncio a todo espíritu de maldición, blasfemia, chismes y mentiras.
Señor Jesús pido que rompas todo yugo hereditario que pesa sobre mí, todas las maldiciones,
tendencias al mal. Que todo lo que recibí de mis antepasados sea tocado por tu sangre redentora.
Destruye, Señor, todas las consagraciones, pactos, bautismos y otras señales de consagración al
espiritismo, a la magia o a cualquier secta. Renuncio a todos los beneficios o falsos beneficios
obtenidos por esos medios. (Gloria).
5) Lectura Orada: Josué 6, 1-20 (el último día será orado 7 veces)
Jericó estaba bien cerrada y puestos sus cerrojos por miedo a los israelitas: nadie salía ni entraba.
Yahveh dijo a Josué: «Mira, yo pongo en tus manos a Jericó y a su rey. Vosotros, valientes
guerreros, todos los hombres de guerra, rodearéis la ciudad, (dando una vuelta alrededor. Así
harás durante seis días.
Siete sacerdotes llevarán las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca. El séptimo día
daréis la vuelta a la ciudad siete veces y los sacerdotes tocarán las trompetas).
Cuando el cuerno de carnero suene (cuando oigáis la voz de la trompeta), todo el pueblo
prorrumpirá en un gran clamoreo y el muro de la ciudad se vendrá abajo. Y el pueblo se lanzará al
asalto cada uno por frente a sí.» Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: «Tomad el
arca de la alianza y que siete sacerdotes lleven las trompetas de cuerno de carnero delante del
arca de Yahveh.»
Al pueblo le dijo: «Pasad y dad la vuelta a la ciudad y que la vanguardia pase delante del arca de
Yahveh.»
(Se hizo según la orden dada por Josué al pueblo). Siete sacerdotes llevando las siete trompetas de
cuerno de carnero delante de Yahveh pasaron y tocaron las trompetas; el arca de la alianza de
Yahveh iba tras ellos;
la vanguardia iba delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas y la retaguardia marchaba
detrás del arca. Según iban caminando, tocaban las trompetas.
Josué había dado esta orden al pueblo: «No gritéis, ni dejéis oír vuestras voces (que no salga ni
una palabra de vuestra boca) hasta el día en que yo os diga: "Gritad." Entonces gritaréis.»
Hizo que el arca de Yahveh diera la vuelta a la ciudad (rodeándola una vez); luego volvieron al
campamento, donde pasaron la noche. Josué se levantó de mañana y los sacerdotes tomaron el
arca de Yahveh.
Siete sacerdotes, llevando las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca de Yahveh,
iban caminando y tocando las trompetas según caminaban. La vanguardia iba delante de ellos y la
retaguardia detrás del arca de Yahveh, desfilando al son de las trompetas.
Dieron (el segundo día) una vuelta a la ciudad y volvieron al campamento. Se hizo lo mismo los seis
días.
El séptimo día, se levantaron con el alba y dieron la vuelta a la ciudad (según el mismo rito) siete
veces. (Sólo aquel día dieron la vuelta a la ciudad siete veces.)
La séptima vez, los sacerdotes tocaron la trompeta y Josué dijo al pueblo: «¡Lanzad el grito de
guerra, porque Yahveh os ha entregado la ciudad!»
«La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh con todo lo que haya en ella; únicamente,
Rajab, la prostituta, quedará con vida, así como todos los que están con ella en su casa, por haber
ocultado a los emisarios que enviamos.
Pero vosotros guardaos del anatema, no vayáis a quedaros, llevados de la codicia, con algo de lo
que es anatema, porque convertiráis en anatema todo el campamento de Israel y le acarrearíais la
desgracia.
Toda la plata y todo el oro, todos los objetos de bronce y de hierro, están consagrados a Yahveh:
ingresarán en su tesoro.» El pueblo clamó y se tocaron las trompetas. Al escuchar el pueblo la voz
de la trompeta, prorrumpió en gran clamor, y el muro se vino abajo. La gente escaló la ciudad,
cada uno frente a sí, y se apoderaron de ella. (Gloria).
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de
Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra
enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de
este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse
firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el
cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar
la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán
apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas,
animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los
hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar
resueltamente el misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador en medio de mis cadenas. ¡Así
podré hablar libremente de él, como debo hacerlo!. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en
Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la humildad de su servidora. En adelante todas las
generaciones me llamarán bienaventurada, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes
cosas: ¡su Nombre es santo!
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su
trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
9) Plegaria: OH Padre celestial en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, te pido que el poder que diste a
Josué y sus compañeros para que sean derribadas las murallas de Jericó, sea dado a mí y a los que
hicieran esta oración. ¡Te lo pido Señor!
Jesús rompe las murallas de las plagas, por la boca o contaminación, en relación a nuestros
antepasados y en los días de hoy. Jesús rompe todas las murallas de maldiciones venidas de
nuestros antepasados y en los días de hoy. Jesús rompe todas las murallas del egoísmo, celos,
vicios, de los orígenes que fueran. Jesús rompe todas las murallas de las intrigas, peleas,
disoluciones de matrimonios, grupos de oración, ministerios, comunidades religiosas, y todo tipo
de separaciones. Jesús rompe las murallas de las dificultades financieras, falta de empleo, falta de
dinero, dificultades en los negocios, en el trabajo, y otras dificultades sean cuales fueran.
Jesús rompe las murallas de las enfermedades sean ellas cuales fueran, principalmente el cáncer,
la leucemia y toda enfermedad de la sangre, de los huesos, de la piel, la depresión, VIH,
alcoholismo, drogas, prostitución, y homosexualismo.
Jesús rompe las murallas de los malos pensamientos, iluminaciones y astucias de Satanás de todos
los orígenes de nuestra mente. Jesús rompe toda acción de Satanás en nuestra vida espiritual, y
haz que seamos totalmente renovados por TU SANGRE DERRAMADA EN LA CRUZ: Jesús rompe
todo ocultismo en nuestro pasado y ahora, sea magia, sortilegio, control mental, hechicería,
dependencia, pacto, curanderismo, adivinación, trabajos hechos con el llamado san la muerte,
entrega o transferencia a alguna entidad sea del origen que fueran.
En tu Nombre, Señor Jesús, reclamo ahora toda propiedad física o psíquica que haya sido puesta
bajo el poder del enemigo y exijo que sea restituida totalmente bajo tu Señorío, Jesucristo.
Jesús rompe las murallas que impiden la obra de Dios en nuestras vidas. Señor te entregamos
nuestras vidas a Ti para que haya un nuevo Pentecostés en nosotros y acreditemos tu victoria que
también es nuestra. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
¡Se alza el Señor! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de Él.
Tú los disipas como se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así desaparecen los
impíos delante del Señor.
Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor, entonen un himno a su Nombre! ¡Ábranle paso al que cabalga sobre las nubes!
Su Nombre es “el Señor”: ¡griten de alegría en su presencia!
El Señor en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas: Él instala en un
hogar a los solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos, mientras los rebeldes habitan en un
lugar desolado.
Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto, tembló la tierra y el
cielo dejó caer su lluvia, delante del Señor –el del Sinaí– delante del Señor, el Dios de Israel. Tú
derramaste una lluvia generosa, Señor: tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste; allí se
estableció tu familia, y tú, Señor, la afianzarás por tu bondad para con el pobre. ¡Bendito sea el
Señor, el Dios de nuestra Salvación! Él carga con nosotros día tras día; él es el Dios que nos salva y
nos hace escapar de la muerte.
Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, el cráneo de los que se obstinan en sus delitos.
Dice el Señor: “Los traeré de Basan, los traeré desde los abismos del mar, para que hundas tus pies
en la sangre del enemigo y la lengua de tus perros también tenga su parte".
¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, al que cabalga por el cielo, por el
cielo antiquísimo! Él hace oír su voz poderosa, ¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla
sobre Israel y su poder, sobre las nubes.
Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios. El Dios de Israel concede a su pueblo el poder y la
fuerza. ¡Bendito sea Dios!. (Gloria).
11) Oración de liberación: Sea destruido, exterminado, neutralizado, el poder del príncipe de las
tinieblas que viene persiguiendo, perjudicando, esclavizando, dominando esas personas, deseando
su ruina espiritual, material, sembrando odio, orgullo, discordia, envidia, celos, y heridas. Sea
destruido y exterminado, neutralizado todo espíritu de desunión en los hogares de estas personas
que viene provocando discordias , odio, heridas, desentendimiento, orgullo, chisme, difamación,
maldición, juicios. Sea también quemado, destruido, deshecho todo y cualquier trabajo escrito,
hecho contra estas personas. Sea también quemado y destruido todo su conocimiento anterior y
actual con espiritismo , ocultismo, quimbandas, umbandas, control mental, rosacruces, masonería,
mensana, ocultismo, y todo tipo de supersticiones. Sea también quemado y destruido,
exterminado y eliminado todo tipo de molestias corporales y mentales, físicas y espirituales,
opresión, persecución diabólica sobre nosotros y nuestras familias. Sea destruido, aniquilado,
quemado, neutralizando todo el poder del príncipe del mundo sobre nosotros que viene
provocando discordia, opresión, tristeza, depresión, angustia, soledad, aislamiento, pánico,
desánimo, envidia, odio, rebeldía, egoísmo, desentendimiento, ahora y para siempre. (Gloria).
Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad
la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste
ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces mas claros los lazos que
nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que
entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos y que nos libres de las ataduras
y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra y desata los
nudos, que impiden nos unamos a Dios, para que libres de toda confusión y error, los hallemos en
todas las cosas, tengamos en El puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en
nuestros hermanos. Amén. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
13) Lectura Orada: Hechos 4, 23-31
Puestos ya en libertad, volvieron a los suyos y les contaron cuantas cosas les habían dicho los
príncipes de los sacerdotes y los ancianos. Ellos, al oírlo, levantaron la voz a Dios y dijeron: Señor,
tú eres el que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos se contiene, tú que hablando
el Espíritu Santo por boca de David nuestro padre y siervo tuyo, dijiste: ¿Por qué se han
alborotado las naciones y los pueblos han forjado empresas vanas? Se armaron los reyes de la
tierra y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido. Porque verdaderamente se
mancomunaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato
con los gentiles y las tribus de Israel, para ejecutar lo que tu poder y providencia determinaron
que se hiciese. Ahora, pues, Señor, mira sus amenazas y da a tus siervos el predicar con toda
confianza tu palabra, extendiendo tu mano para hacer curaciones, prodigios y portentos en el
nombre de Jesús, tu santo Hijo. Acabada esta oración, tembló el lugar en que estaban
congregados, y todos se sintieron llenos del Espíritu Santo y anunciaban con firmeza la palabra de
Dios.
14) Alma de Cristo: Alma de Cristo santifícame, cuerpo de Cristo sálvame, sangre de Cristo
embriágame, agua del costado de Cristo lávame, pasión de Cristo confórtame.
Oh mi buen Jesús óyeme, dentro de tu llagas escóndeme, no permitas que me aparte de ti, del
maligno enemigo defiéndeme y en la hora de la muerte llámame y mándame ir a ti, para que con
tus ángeles y santos te alabe por los siglos de los siglos, Amén.
15) Oración a San Benito (abad): La Cruz Sagrada sea mi luz, no sea el demonio mi guía, retírate
satanás, no me ofrezcas cosas vanas, lo que me ofreces es malo, bebe tú esos venenos. (1 Padre
Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
16) Oración a San Miguel Arcángel: San Miguel Arcángel defiéndenos en la batalla, sé nuestro
amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio, que Dios humille su soberbia.
Y tú príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a satanás y a los demás espíritus malignos que
vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
17) Levántate: Levántate oh Dios! por medio de la poderosa intercesión de la Santísima Virgen
María, de San Miguel, San Rafael y San Gabriel arcángeles y de todos los santos de la milicia
celestial a destruir a todos los enemigos malignos que vagan por el mundo para la perdición de las
almas, humildemente te lo pedimos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Con la Sangre preciosa de Jesús sellamos esta liberación y sanación que tú Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu, acabas de hacer en mi vida, en mi familia, en mi comunidad y en donde tu
misericordia actuó, para que no vuelvan más estos males ni espíritus, ni de la misma clase, ni de
naturaleza parecida.
Te rogamos, Padre Dios, que el Espíritu Santo ocupe todo nuestro ser y restaure las virtudes que
estos males han destruido en nosotros.
Espíritu Santo de Dios recibe la consagración perfecta y absoluta de todo nuestro ser, de nuestras
familias y comunidades.
Dígnate ser en adelante nuestro Director, nuestra Luz, nuestro Guía, nuestra Fuerza y todo el
Amor de nuestros corazones. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
Me levanto hoy…
la invocación de la Trinidad,
Me levanto hoy…
Me levanto hoy…
Me levanto hoy…
Estabilidad de la tierra,
Firmeza de la roca.
Me levanto hoy…
De tentaciones de vicios,
Lejanos y cercanos,
Solos o en multitud.
Cristo conmigo…
Cristo a mi siniestra,
Cristo al descansar,
Cristo al levantar,
Me levanto hoy…
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A
ti celestial princesa, virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón, mírame
con compasión, no me dejes madre mía vivir ni morir sin tu santa bendición. Amén.
Bendito: Bendito y alabado sea el Santísimo sacramento del altar, la Virgen María nuestra Señora
concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural, amén, Jesús,
María y José. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
21) Bendición de San Francisco: El Señor te bendiga y te guarde, el Señor te muestre su paz y
tenga misericordia de ti. El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te mire con buenos ojos.
El Señor vuelva hacia ti su rostro y te dé paz. El Señor te bendiga. En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.