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CUMPLIENDO LA GRAN COMISIÓN

COMISION:

1. Orden y facultad que alguien da por escrito a otra persona para que ejecute algún encargo o entienda en
algún negocio.
2. Conjunto de personas elegidas para realizar una determinada labor en representación de un colectivo.

Misión:
Trabajo, función o encargo que una persona debe cumplir.

INTRODUCCIÓN:

Esta comisión es para los hijos de Dios. Él nos ha enviado, con autoridad a predicar no a un pueblo o lengua, sino a
toda criatura. Todos deben escuchar el nombre del Señor, si creen serán salvos, si no creen ya son condenados. Pero
los hijos de Dios debemos actuar y predicar en todo lugar, mostrando también el poder de Dios.

 Apocalipsis 14:6 Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y que llevaba el mensaje eterno de las
buenas noticias para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. NVI.
Hoy, deseo compartir un mensaje especial que ha estado en mi corazón. Este mensaje se basa en:
Mateo 28:19-20; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Marcos 16:15, “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Versículos que nos llaman a compartir la palabra de Dios con el mundo.
Estas palabras de Jesús, conocidas como la Gran Comisión, son una invitación y un mandato para todos los creyentes.
Pero hoy, quiero enfocarme en lo que esto significa para nosotras como mujeres cristianas.
Así que, mientras reflexionamos sobre el tema de hoy, quiero animarte a considerar cómo puedes vivir estos versículos
en tu vida diaria.
1. ¿Cómo puedes compartir la palabra de Dios con los demás?
2. ¿Cómo puedes hacer discípulos en tu esfera de influencia? Y, sobre todo
3. ¿Cómo puedes apoyarte en la promesa de Dios de estar contigo siempre, sin importar lo que enfrentes?

I. EL LLAMADO A COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS (V. 19)

El versículo principal de hoy nos recuerda nuestra responsabilidad de compartir la palabra de Dios con otros, no solo
en nuestra comunidad, sino en todo el mundo.
Algo que todos debemos entender es que este mandato de compartir el evangelio, conocido como la Gran Comisión,
no es solo para los líderes de la iglesia, sino para todos los creyentes. Como dice en Marcos 16:15, “Y les dijo: Id por
todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Estos versículos nos muestran claramente que compartir el
evangelio no es una opción, sino un mandato, una orden divina. Pero:
 ¿qué significa esto en la práctica?
 ¿Cómo podemos vivir este mandato en nuestras vidas diarias?
En primer lugar, podemos compartir la palabra de Dios a través de nuestras palabras. Podemos hablar de nuestra fe
con nuestros amigos, familiares y vecinos. Podemos compartir cómo Dios ha trabajado en nuestras vidas y cómo Su
palabra nos ha dado esperanza y dirección.
Como dice en 1 Pedro 3:15, “sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros.”
En segundo lugar, y quizás el más importante de todos, es nuestro testimonio. En otras palabras, compartir la palabra
de Dios a través de nuestras acciones.
Como dice en Santiago 2:18, “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te
mostraré mi fe por mis obras.”
Finalmente, podemos compartir la palabra de Dios a través de nuestras vidas. Podemos vivir de una manera que refleje
el carácter de Cristo y que muestre a los demás lo que significa ser un seguidor de Jesús.

Como dice en Mateo 5:16, “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

II. NUESTRO PAPEL COMO MUJERES CRISTIANAS

Como mujeres cristianas, tenemos la capacidad de influir en nuestras familias, amigos y comunidades. Podemos usar
nuestras habilidades y dones únicos para compartir el amor de Dios, y enseñar a otros sobre Sus enseñanzas.

 Proverbios 31:26 “Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.” Este versículo nos
recuerda que nuestras palabras tienen poder. Podemos usar nuestras palabras para impartir sabiduría, para
mostrar bondad y para hablar de la verdad de Dios.
 1 Pedro 3:1 nos anima: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los
que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.”
 Este versículo nos muestra que nuestras acciones también pueden ser un testimonio poderoso. A través de
nuestras acciones, podemos mostrar a otros el amor de Cristo y el impacto que Su palabra ha tenido en nuestras
vidas.
 Filipenses 4:6, “Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias.”
Podemos orar por nuestras familias, nuestros amigos, nuestra iglesia y nuestro mundo. A través de la oración, podemos
interceder por otros y pedir la guía y la ayuda de Dios.
Hermanas, debemos entender que como mujeres cristianas, tenemos un papel único y poderoso en la misión de
compartir la palabra de Dios. A través de nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras oraciones, podemos influir
en aquellos que nos rodean y mostrarles el amor de Dios.
III. LA PROMESA DE DIOS (V. 20)
Aquí el Señor nos hace una promesa reconfortante. Él nos dice: “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén.” ¿Qué significa esto para nuestras vidas?
Esta promesa de la presencia constante de Dios es un tema recurrente en toda la Biblia. Deuteronomio 31:6, Moisés
anima al pueblo de Israel con estas palabras: “Sed fuertes y valientes, no temáis ni tengáis miedo de ellos, porque
Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Al igual que el pueblo de Israel, podemos confiar
en que Dios está con nosotros, sin importar lo que enfrentemos.

Hebreos 13:5 “No te desampararé, ni te dejaré.” Esta promesa es especialmente relevante cuando enfrentamos
dificultades o desafíos. No importa lo que estemos pasando, podemos estar seguras de que Dios está con nosotros.
Además, la promesa de Dios de estar con nosotros no es solo para los tiempos difíciles. También está con nosotros en
los momentos de alegría y celebración.
Salmos 16:11, “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para
siempre.“
La promesa de Dios es estar con nosotros es una fuente de consuelo, fuerza y esperanza. Nos recuerda que no estamos
solas en nuestra misión de compartir la palabra de Dios. Dios está con nosotros en cada paso del camino, dándonos la
sabiduría, la fuerza y el amor que necesitamos para cumplir con nuestra misión.

CONCLUSIÓN:

Hermanas, los ánimos a que tomen en serio estas palabras y busquen maneras de compartir la palabra de Dios en su
vida diaria. Siempre recuerden que no estamos solas en esta misión; Dios está con nosotras, dándonos fuerza y
sabiduría.
 Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” No importa los desafíos que enfrentemos, tenemos
la promesa de que podemos superar cualquier cosa con la ayuda de Cristo.
 Les invito a reflexionar sobre:
 ¿Cómo pueden compartir el amor de Dios con los demás?
 ¿Cómo pueden enseñar a otros sobre Sus enseñanzas?
Mediten sobre estas preguntas y pidan a Dios que las guíe en su camino.
 Santiago 1:22 nos recuerda: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos.” Hermanas, estas son palabras que no podemos descartar; no solo debemos escuchar la
palabra de Dios, sino que debemos ponerla en práctica. Así que les animo a que tomen medidas concretas
para compartir la palabra de Dios con los demás.
Finalmente, recuerden siempre la promesa de Dios de estar con nosotros. Como dice en Josué 1:9, “Mira que te mando
que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas.” Con Dios a nuestro lado, podemos enfrentar cualquier cosa con valentía y confianza.
Así que, hermanas, sigan adelante con fe, sabiendo que están cumpliendo con la Gran Comisión y que Dios está con
nosotras en cada paso del camino

EL LLAMADO A LA MISION

Misión: Trabajo, función o encargo que una persona debe cumplir.

EL LLAMADO
Jeremías 1:4-5 Vino, pues, la palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes
que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones
Salmos 139:13-15
Me formaste en el vientre de mi madre. Era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.

“Y les dijo; id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” Marcos 16:15-18

Introducción
Jesucristo estuvo en esta tierra y predicó el mensaje de arrepentimiento. El Señor murió en la cruz del calvario
cargando con el pecado de toda la humanidad. Pero al tercer día resucitó y fue recibido a la diestra de Dios Padre.
Ahora tenemos, por su sangre, el perdón de pecados. Jesús dejó a sus discípulos, pero no los dejó solos, sino que
envió al Espíritu Santo para ayudarnos a seguir el camino de salvación. Pero antes de irse Jesús dejó establecida la
gran comisión para los cristianos, el ir y predicar el mensaje a toda criatura.

1) La gran comisión
Esta comisión la dejó el Señor para todo nuevo creyente que se vaya sumando a su iglesia. Este no fue un mandato
para los apóstoles, sino para todos los que hemos venido a ser hijos de Dios. Debemos obedecer esta comisión y
cumplirla como Dios quiere que lo hagamos. No debemos olvidarnos de este mandato del Señor, debemos tenerlo
presente y cumplir con él.
a) La gran comisión Ir por todo el mundo

Hechos 1:8. pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra
La indicación del Señor ha sido de ir por todo el mundo. Una sola persona no lo puede hacer, pero cada cristiano que
ha creído en cualquier parte del mundo puede testificar de Cristo e ir un poco más allá evangelizando y anunciando el
mensaje de verdad.
Judas 1:22-23. Tengan compasión de los que dudan; 23 a otros, sálvenlos arrebatándolos del fuego.
Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado, aborrezcan hasta la ropa que haya sido contaminada por
su cuerpo.
También podemos patrocinar a aquellas personas que Dios ha llamado a la labor misionera en otra parte del
mundo., pero algo debemos hacer y eso no es quedarse de brazos cruzados.
MANERAS DE CUMPLIR CON LA GRAN COMISIÓN, EXISTEN MUCHAS:
Estrategias Evangelisticas

 Evangelismo personal
 Evangelismo casa por casa
 Evangelismo atraves de células
 Evangelismo por medio de ayuda social
 Evangelismo a las víctimas de adición. Drogas, alcoholismo, prostitución,
 Evangelismo al aire Libre
 Evangelismo atreves de tus dones y talentos
 Evangelismo atraves de películas de Jesús

b) Predicar el evangelio
Si vamos a predicar debemos comprender que es predicando el evangelio de Jesucristo. Un evangelio de poder, de
buenas noticias, de salvación. Por lo tanto debemos predicar con ánimo, con entusiasmo para que todo el mundo
venga al conocimiento de la verdadera felicidad.

2 Timoteo. 4:2 Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con
mucha paciencia e instrucción.

C) Con verdad
Sabemos que la palabra de Dios es verdad, no es necesario que incluyamos en la predicación fábulas, chistes o
cambiemos de significado el mensaje. La palabra de Dios es suficiente para convencer a las personas que en Dios
está la verdad.
Juan 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan. 16: 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio

D) Con autoridad
Mateo 20:18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en
la tierra.
Jesucristo predicó con autoridad y tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, sus siervos debemos
predicar también con esa autoridad que nos ha dado. Como Jesucristo nos ha enviado, nos dará también todas las
herramientas necesarias para dar el mensaje a toda criatura.
Lucas 10:19
Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os
hará daño.
2) La gran comisión – La salvación
Marcos 16:16 -17 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y
estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas
lenguas;
Lo que se predica es a Cristo crucificado, pero también a Cristo resucitado. Es verdad que el Señor murió en la cruz,
pero no se quedó ahí. Jesús resucitó y fue recibido en el cielo y está sentado a la diestra de Dios. El Padre le ha dado
toda autoridad. Eso es lo que predicamos, a un Cristo resucitado que vertió toda su sangre para que tengamos ahora
el perdón de nuestros pecados.

Romanos 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.

a) El que creyere será salvo


Por medio de Jesucristo tenemos el perdón de nuestras maldades. Si creemos esto lo podemos recibir, con el perdón
de pecados tenemos acceso a la vida eterna que Dios ha preparado para sus hijos. Dice su palabra que si creemos en
Jesucristo podemos recibir la salvación de nuestra alma. Por eso la salvación se recibe con fe, con fe en el Hijo de
Dios.
b) El que no creyere será condenado
Más el que no creyere será condenado. Sin fe es imposible agradar a Dios. Si creemos en Jesucristo y su perdón
tenemos salvación, pero si le rechazamos y no creemos en su poder salvador no podemos recibir este regalo tan
grande. Quien no cree en el Hijo de Dios no tiene el ingreso al reino de Dios, sino a una condenación eterna.
3) Señales
Debemos predicar la palabra de verdad, a eso nos ha llamado Dios. Pero dice su palabra que las señales seguirán a
todos los que creen. No es que sigamos a las señale, sino que estas seguirán a los hijos de Dios. Entonces cuando
se predica la palabra de Dios, esta es acompañada de maravillas. Palabra y poder deben ir juntos para enseñar el
evangelio de Dios.
a) Siguen a la palabra
Estas señales que Jesús habló a sus discípulos, hablar nuevas lenguas, poner manos sobre enfermos y que sanen,
etc, acompañan a la palabra de Dios. Cuando Jesús predicaba el mensaje muchos acudían a Él para escucharlo,
otros porque habían escuchado las maravillas que hacía sanando enfermos. Debemos predicar la palabra de Dios
acompañada de las señales del reino de Dios.

Conclusión
Dios no ha cambiado. Esta comisión sigue vigente y debemos cumplir con ella. Que todo el mundo sepa que hay un
Dios vivo que dejó su trono celestial para venir a esta tierra de pecado a morir por los pecadores.
Derramó su sangre para que por medio de ella obtengamos el perdón de nuestros pecados y tengamos acceso al
reino de Dios. Jesucristo murió pero al tercer día resucitó y está sentado a la diestra de Dios.
Por medio de ese sacrificio hemos alcanzado la salvación de nuestra alma y Dios quiere que toda criatura crea en el
Señor para que también alcancen la salvación. Debemos predicar la palabra y las señales seguirán a los que creen.
Palabra y poder de Dios para toda la humanidad.

La Gran comisión no es una sugerencia sino un mandato,


No es obsional ¡es obligatorio!

Id por todo el mundo y predicad el evangelio

Su servidora. Noemí Espinoza D.


Ministerio Dejando Huellas Jireh
Huancayo- 2023

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