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Piel sensible: definición

La sensibilidad es una característica de la piel y ocurre cuando esta reacciona de manera


excesiva, más fuerte o más rápidamente ante factores externos o internos, que
generalmente son bien tolerados por una piel normal. Cualquier tipo de piel puede ser
sensible: la piel seca, mixta o grasa.
Causas:
Barrera de la piel más débil y permeable: quienes tienen piel sensible tienen una
mayor pérdida de agua trans-epidérmica es decir que la barrera cutánea es menos
efectiva, por lo que mantiene menos la hidratación.
Disfunción neurosensorial: se ha descrito que quienes tienen piel sensible tienen
alteraciones en la percepción neurosensorial, con un umbral más bajo para el dolor.

Hiperreactividad vascular: la piel sensible responde con vasodilatación exacerbada


(con o sin enrojecimiento visible) ante los estímulos.

Efecto nocebo: Contrario al efecto placebo, el efecto nocebo es la aparición de un


síntoma o efecto adverso a causa de la predisposición de uno mismo para que eso
ocurra. Si creo que algo puede hacerme mal, es más probable que así sea.

Factores internos:
• Fototipo: Los fototipos I y II son pieles blancas y finas que se enrojecen con
facilidad y son más propensas a tener una piel sensible.
• patologías: afecciones cutáneas como dermatitis seborreica, acné, rosácea,
cuperosis, entre otros.

• Cambios hormonales, alimentación inadecuada, falta de sueño, cansancio.

• Ansiedad y depresión
Factores externos:

Cosméticos inadecuados:  productos de cuidado y de limpieza incorrectos. También El


peeling o una intervención con láser pueden llevar a la piel a reaccionar rápidamente.
• Factores ambientales: el frio, el sol y el viento generan reacciones inmediatas
• Modo de Vida: comidas, alcohol, estrés

La sensibilidad se siente mayormente a nivel del rostro. Esto puede deberse a que:


• Es una zona muy inervada (con muchas terminaciones nerviosas)

• La piel de la cara es más fina que la de otras áreas del cuerpo

• Está al descubierto y en contacto con varios agresores (polución, temperatura,


productos irritantes)

• Sin embargo, puede darse sensibilidad en la piel de otras regiones, como en las
manos, el cuello, el cuero cabelludo, la espalda, los pies o los genitales
Cuidados y tratamiento

• Evitar irritantes: Esto es esencial. Los esfuerzos por fortalecer la barrera de la


piel y evitar la inflamación serán en vano, si no eliminamos los productos
irritantes de la rutina. Evitar productos con alcohol, fragancia y aceites
esenciales. 

• Hidratar: los estudios demuestran que usar crema hidratante todos los días


mejora en el corto y largo plazo pieles sensibles.

• Realizar limpieza facial gentil con la piel: evitar aquellos que contengan
tensoactivos demasiado fuertes (como Sodium Lauryl Sulfate o Sodium Laureth
Sulfate) y los que tengan pH alcalino (como los jabones en barra). 

• pre y probióticos en la rutina: Los prebióticos son nutrientes que mantienen


balanceada a la flora cutánea. los probióticos son como un suplemento de
microorganismos que la refuerzan.

• activos antiinflamatorios: incluir en la rutina antiinflamatorios como la


Niacinamida y péptidos.

• Reforzar la barrera de la piel incorporando ingredientes reparadores como los


que contienen los aceites vegetales (procurando que NO sean aceites esenciales)
de Argán, el de Palta, el de Avellana, el de Almendra y el Escualano.

• Cuidarse del sol prefiriendo los protectores solares minerales (los filtros


químicos pueden no ser bien tolerados por pieles sensibles).

• Minimizar el stress meditando o realizando ejercicio físico.

• evitar los exfoliantes, en especial los scrubs y los exfoliantes químicos fuertes,


pero se puede usar un exfoliante químico apto para pieles sensibles, como
el Ácido Salicílico, la Gluconolactona o los Ácidos Biónicos (Lactobiónico o
Maltobiónico).

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