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Rosácea y Piel

Sensible

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¿Piel Sensible, reactiva o Rosácea?
Tipos de piel sensible
• Tipo I: función barrera baja.
• Tipo II: función barrera normal, pero con inflamación.
• Tipo III: función barrera normal y ausencia de inflamación, pero con problemas de
reactividad.

Según los factores a los que reacciona la piel sensible se puede clasificar
en:
• Muy sensible: reactiva a una gran variedad de factores tanto endógenos como
exógenos, asociada a síntomas agudos o crónicos con un fuerte componente
psicológico.
• Sensible «medioambiental»: pieles claras, secas y finas con tendencia al rubor y
reactivas a factores ambientales primarios.
• Sensible «cosmética»: piel que es reactiva de manera transitoria a productos
cosméticos específicos.

Clasificación del síndrome en función de la presencia o no de enfermedades


dermatológicas asociadas:

• Piel sensible primaria: aquella en la que los afectados no presentan ninguna


enfermedad subyacente asociada.
• Piel sensible secundaria: aquella que se da en pacientes que presentan una
dermatosis, como la dermatitis seborreica, la atópica, la rosácea/acné o el eccema
de contacto.

Cuestionario Si No
¿Considera que tiene una piel sensible?
¿Considera que tiene una piel propensa a la irritación?
¿Considera que tiene piel «reactiva»? (Que muestra sensaciones de escozor, ardor o picor
acompañadas o no de enrojecimiento)
¿Considera que tiene una mayor sensibilidad en la piel facial?
¿Considera que su piel reacciona rápidamente ante cosméticos o artículos de tocador?
¿Existe algún cosmético que produzca en su piel picor, escozor o ardor?
¿Ha experimentado alguna vez una reacción adversa en su piel ante un cosmético o producto
de tocador?
¿Considera que su piel es especialmente sensible al frío?
¿Considera que su piel es especialmente sensible al calor?
¿Es su piel especialmente sensible a los cambios de temperatura?
¿El viento provoca en su piel picor, escozor o ardor?
¿El sol causa en su piel picor, escozor o ardor?
¿La contaminación del aire produce la reacción de su piel facial?

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La verdadera piel sensible.
La piel sensible suele presentar una apariencia clara, delicada y blanca, con una
consistencia muy fina. Envejecimiento más rápido, aparición frecuente de cuperosis.
Se debe a alteraciones en la función barrera, que generan una sensibilidad especial de
la epidermis hacia los estímulos, por un lado, externos, como el clima, la luz, los
cosméticos, la contaminación, etc., y, por otro lado, estímulos internos, como el estrés,
patologías particulares y el cansancio.
Dichos factores son desencadenantes de reacciones cutáneas temporales que se
manifiesta con malestares como picores, tirantez, escozor o sequedad que a veces se
visibilizan en forma de hinchazón, rojeces, descamación o eccemas.
Pueden ser de origen:
INTERNO: digestivos, tipo de alimentación, emocional, stress, factor hormonal.
EXTERNO: ambiente (temperatura), cosméticos inadecuados, muy graso o
tensoactivos que generan irritaciones.

La piel reactiva, suele estar ligada a la sensibilidad y reacciona de una forma


más exagerada a como lo haría una piel normal ante ciertos agentes, y en ocasiones
incluso ante el contacto con el agua.

¿Sabes por qué nos ruborizamos?


Ante una determinada situación de vergüenza, agobio o
ansiedad, por ejemplo, aumenta la segregación de adrenalina
provocando una dilatación de los vasos sanguíneos del
rostro.

Toda emoción se produce por un desencadenante químico de


neuropéptidos y la piel tiene una gran cantidad de receptores de los mismos. Nuestros
hábitos de pensamiento y emociones influyen de forma rotunda en el estado de los
telómeros de nuestras células.

CÓMO RESPONDEMOS AL ESTRÉS


• Resulta que, si percibimos una situación de estrés como una amenaza, los vasos
sanguíneos se estrechan, los niveles de cortisol (hormona del estrés) se elevan y se
reduce la producción de queratinocitos, fibroblastos y colágeno de la piel de forma
muy notable. Como resultado, la piel se vuelve más apagada y fina y el sistema
inmune, más irritable, más susceptible a reaccionar a sustancias ante las cuales en
otro momento no tendría mayor problema.
• En cambio, si el estrés se percibe como un desafío, como un reto, se produce el
efecto contrario: el cortisol se equilibra y los telómeros se alargan.

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La Rosácea
Es una dermatopatía que afecta solamente la cara. Aparición
sucesiva y simultánea de telangiectasias, pápulas y pústulas
que alternan periodos de empeoramiento y remisión.
Se ubica en zonas medio faciales e intensa en cuello,
párpados y toda la cara.
Se instala en piel seca o seborreica, fina o gruesa.
Se observan dilataciones capilares y angiomas estelares, su
color muda entre el rosado pálido y el rojo violáceo (esto
sobre todo con el frío).

Etiología: Es desconocida, pero se considera que existen factores que la desencadenan


y/o exacerban:
▪ Factores Psicológicos: Casi el 100% de los pacientes relacionan el inicio de la
afección a factores emocionales o de stress. Suelen ser personalidades ansiosas,
muy tensas.
▪ Factores gastrointestinales: Muchos pacientes refieren que los periodos de
Flushing facial, se relacionan con alteraciones digestivas (colonización digestiva por
el Helicobacter pylori), en muchos casos relacionados con el alcohol.
▪ Factores desencadenantes: Las fuentes de calor, alimentos calientes (infusiones) y
picantes, estufas, horno, sol y medicamentos.
▪ Colonización de la piel por el Demodex Folliculorum, que actúa bloqueando los
folículos pilosebáceos y como vector de microorganismos, favoreciendo reacciones
alérgicas e inflamatorias locales.

Clínica: Se localiza en cara cuello y escote.

Cursa en cuatro períodos:


1º Estadío: Es de comienzo insidioso con episodios de eritema leve y ligero, edema
intermitente y exacerbado por estímulos antes mencionados.
2º Estadío: La afección evoluciona hacia un eritema persistente y telangiectasias,
agregándose pápulas y pústulas en la zona medio facial.
3º Estadío: Se agregan lesiones nodulares y quistes profundos.
4º Estadío: Progresa hacia la hipertrofia, inflamación e hiperplasia de las glándulas
sebáceas y tejido conectivo, principalmente de la nariz y mejilla, afectando menos
frecuentemente a la frente, mentón y orejas. La piel se vuelve gruesa e irregular.

Ocasionalmente la afección puede tener una localización extra facial como laterales de
la cara, cuello o dorso de manos.
En la piel con tendencia a la Cuperosis los disparadores causan que los vasos
sanguíneos dilatados se expandan, pero contrariamente a lo que sucede con la piel
normal, estos no se contraen, debido a la elasticidad debilitada de la piel. La rosácea,
es una enfermedad que presenta las telangiectasias de manera permanente en la piel

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Complicaciones:
Ocular: ocurre en el 58% de los casos, los síntomas habituales son:
- sequedad ocular, prurito, ardor, visión borrosa, fotosensibilidad, sensación de
cuerpo extraño, de quemadura o irritación al despertar.
Fimas: engrosamiento de la piel, deformación.
Rinofimas (nariz), Gnatofimas (mentón), Metofima (frente), Otofima (orejas),
Blefarofima (párpados).

Consejos:
• Protégela de los agentes externos agresivos: frío, sol, viento, detergentes, productos
químicos y jabones.
• Utiliza productos para la higiene facial que no sean agresivos
• Protégete con filtros solares.

Pacifeel™ Calma, modulando el nivel de receptores sensoriales.


Vitamina B3 – Niacina: Restaura la Función de Barrera. Evita la irritación y la
pérdida transdérmica de agua.
Extracto de Boswelia: Antinflamatorio y calmante.
Extracto de Algodón: Hidratante. Filmogénico, Repara la barrera epidérmica.
Licorice o Regaliz: antiinflamatorio, reduce la irritación.
Tilo: antinflamatorio y emoliente.
Extracto de Malva: antiinflamatorias. emolientes e hidratantes.
Omega 3: antiinflamatorio, reduce la irritación
Hamamelis: Los taninos y los flavonoides son responsables de la potente acción
venotónica.
Extracto de lúpulo: antiséptico, antibacteriano y antifúngico. los flavonoides del
lúpulo pueden inhibir la producción de óxido nítrico, que es una de las sustancias que
intervienen en la respuesta inflamatoria.
Extracto de Aloe Vera: antiséptico natural acelera la cicatrización natural de la piel.
Hidrata las capas más profundas de la piel.
Manzanilla: antiinflamatorio natural, refrescante
Caléndula: cicatrizante y antiséptico
Silanotriol - Silanoles Orgánicos. aumenta la producción de colágeno y elastina en la
piel.

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Ruscus: rico en saponinas, vasoconstrictor.
Sepicalm: agente descongestivo.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DERMATOLOGICO


Electrocoagulación. Mediante la aplicación de agujas eléctricas muy finas en el capilar
dilatado visible es posible provocar su cierre.
Inyecciones. Indicadas en cuperosis muy extensas.
Láser. Cuando la cuperosis se encuentra en su estado más avanzado, el láser vascular
mejora las reacciones vasomotoras.

Protocolo Cosmetológico sugerido piel Sensible

• Demaquillado
• Limpieza: Fluido Dermo -LImpiador
• Preparación de la capa córnea: Máscaras de limpieza profunda, Peeling enzimáticas
o químicas con ácido Mandélico.
• Tonificación: Loción Descongestiva
•Corrección con Agentes calmantes:
- Malva, Tilo, Extracto de Boswelia, Vitamina B3, extracto de algodón, Ruscus,
Sepicalm,
• Máscara: Descongestiva
• Restauración: Emulsión Humectante
• Protección solar.
• Apoyo domiciliario: Productos de higiene y de uso diario.

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